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Draco Malfoy y El heredero de la casa Black

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Categories: F/M, Gen, M/M
Fandom: Harry Potter - J. K. Rowling
Relationships: Draco Malfoy/Harry Potter, Lucius Malfoy/Narcissa Black Malfoy
Characters: Draco Malfoy, Anthony Goldstein, Padma Patil, Terry Boot, Michael
Corner, Lucius Malfoy, Narcissa Black Malfoy, Pansy Parkinson,
Theodore Nott, Blaise Zabini, Harry Potter, Hermione Granger, Ron
Weasley, Neville Longbottom, Ginny Weasley, Luna Lovegood, Severus
Snape, Albus Dumbledore, Filius Flitwick, Rubeus Hagrid, Zacharias
Smith, Cho Chang, Cedric Diggory, Nymphadora Tonks, Orion Black
Additional Tags: POV Draco Malfoy, Good Draco Malfoy, Draco Malfoy Needs a Hug,
Bisexual Draco Malfoy, Good Friend Padma Patil, Anthony goldstein
Good friend, Michael corner good friend, Good friend terry boot, Harry
Potter is Obsessed with Draco Malfoy, Harry Potter Has a Crush on
Draco Malfoy, Draco Malfoy & Pansy Parkinson Friendship, Neville
Longbottom & Draco Malfoy Friendship, Draco Malfoy & Theodore
Nott Friendship, Draco Malfoy & Blaise Zabini Friendship, Luna
Lovegood & Draco Malfoy Friendship, Hermione Granger & Draco
Malfoy Friendship, Good Friend Draco Malfoy, Draco Malfoy & Ron
Weasley Friendship, Rencarnation, Alternate Universe - Canon
Divergence, Ravenclaw Draco Malfoy, Supportive Narcissa Black
Malfoy, Good Parent Narcissa Black Malfoy, Lucius Malfoy Being an
Asshole, Good Severus Snape, Protective Severus Snape, Hermione
Granger & Harry Potter Friendship, Harry Potter & Ron Weasley
Friendship, Padma Patil protective, Anthony Goldstein Protective,
Protective Draco Malfoy, Draco Love Dragons, Draco Malfoy is Bad at
Feelings, Draco Malfoy Speaks French, Draco Malfoy is a Little Shit,
Bisexual Cedric Diggory, Hogwarts Second Year
Language: Español
Series: Part 2 of Saga de Draco Malfoy y el misterio de Orion Blake
Stats: Published: 2023-03-25 Completed: 2023-05-09 Words: 107,489
Chapters: 10/10
Draco Malfoy y El heredero de la casa Black
by Luka_sama

Summary

Draco Malfoy parece interesado en mantener un perfil bajo en su segundo año como lo hizo
en el primero, no debería haber problema ya que es un Ravenclaw y solamente tiene que
preocuparse por revelar lo que esconde el libro de Orion Blake.

Tristemente algunas cosas no son como desearía, la unión de nuevas personas a su alrededor
hace que la aventura comience acercarse peligrosamente y deba descubrir realmente que
esconde su libro si quiere poder cambiar su futuro.

Al menos este año Harry Potter no parece obsesionado con él y en su lugar solo quiere
discutir, a pesar que Draco siempre intento evitar que eso sucediera.

¿Qué rayos ha pasado aquí?

Segundo libro de la saga.

Editado gracias a: Harley.

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Discord por si quieren hablar de la historia:

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Notes
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Capítulo 1: Samsara

No es la primera vez en sus vacaciones de verano que hay una discusión en la mansión
Malfoy, debido a Draco que termina quedándose despierto toda la noche en medio de la
biblioteca con varias anotaciones dispersas y el Libro de Orion en su regazo; Dobby incluso
ha traído tazas de café (lo cual su madre no apoya personalmente) que tienen que ser
rellenadas constantemente. Su padre parece enojado por sus constantes ojeras negras, que
parecen crecer cada día que pasa en la mansión y muchas veces su propia madre tiene que
arrastrarlo a la mesa para desayunar de familia.

Si bien el enorme libro de Orion sigue siendo un total misterio, Draco ha descubierto muchas
partes relacionadas con la alquimia que estaba desvelando en paralelo con otros libros que ha
suplicado de su madre; ella quien le compra libros especiales de Egipto y diccionarios para
que entienda el idioma, lo hace con la condición de que duerma al menos 6 horas y Draco lo
acepta a regañadientes.

Dobby suele arrastrarlo a su cama, donde intentaría quedarse despierto usando Lumos todas
las noches.

Por suerte en la mansión Malfoy no tienen un seguimiento al ser menor de edad, ventajas de
ser hijo de un político mágico y sangre pura.

La alquimia sin duda es interesante, probablemente lo único que podría mejorar el libro de
Orion es si hablara de dragones; tristemente cualquier información rodeada de esas imágenes,
son las más complicadas de desvelar hasta ahora y su idioma aún sigue siendo un misterio.
Intercambia cartas constantes con Padma y Anthony al respecto, ambos convencidos que
incluso es posible que el idioma usado para describir Dragones, podría ser un idioma
totalmente nuevo inventado por el autor del libro.

Lo cual sería mucho más difícil de descifrar que todo el puto libro.

Un reto tan desafiante como aterrador.

Draco no debería estar tan feliz como lo está.

Las cartas son un tema bastante popular en la mansión Malfoy, si bien siempre fue alguien
que compartía correspondencia con Blaise y Theo, el número de cartas aumenta todo el
tiempo; sus amigos de Ravenclaw siempre parecen encontrar motivos para enviarle cartas,
Dora tiene una forma bastante discreta de hacerse pasar por otras personas para que no sepan
quien es ella y Neville también se unía al envío de cartas para hablar sobre plantas.

Dora es extremadamente terca ante la idea de que sus dos madres hablen, pero Draco no ha
podido quebrar ese muro que su madre ha puesto al respecto.

Siempre tenía una carta que escribir al terminar el día y Merlín parecía encantado con el
ejercicio extra que eso significaba a sus plumas, al menos uno de ellos parece disfrutar
totalmente del hecho; Draco extraña a sus amigos.
Realmente era un buen verano, incluso si pasaba todo su tiempo libre en la biblioteca, aún
mostraba su mejor postura cuando sus padres organizaban reuniones con sus amigos; todos
parecían encantados con el hijo de Lucius y Narcisa quien había sido el mejor de su año,
como un heredero realmente bastante destacable como la mayoría de sangre pura podrían
comentar. Todos parecen tener opiniones positivas sobre él, lo que parece consternar aquellos
que siempre han hablado mal de su padre; Draco se siente optimista de que esté creando al
menos confusión entre aquellos que desprecian a los Malfoy.

Eso sin duda fue el punto definitivo para que su padre no estuviera tan furioso por culpa de
Draco, aunque claramente su elección de amigos y la herida en su mano casi lo hacen
explotar luego del año escolar, se pudo controlar el tiempo suficiente para usarlo a
conveniencia.

Y dolía como una mierda, pero Draco simplemente sonreía de forma encantadora en
reuniones y eso parecía aplacar a su padre.

Su madre había parecido horrorizada cuando lo encontró en la plataforma al finalizar su


primer año año, Draco se preguntó cómo pudieron contenerse para no derribar Hogwarts
cuando sucedió la situación, pero parece ser que Severus hizo un excelente control de daños;
la cicatriz en su mano era bastante desagradable, incluso si sanó y no estaba infectada, por lo
cual siempre que había eventos sociales su padre lo obligaría a usar guantes de seda o de
algún material para no llamar la atención.

Incluso con el rumor de una herida y vistas claramente feroces en él, Draco sabe bien cómo
manejar a los adultos y desviarlos a temas que son más convenientes.

Convenientes para él.

Puede que algunas cosas sean aburridas, pero Draco realmente ha aprendido a manejarse en
la sociedad mágica con la ayuda de sus padres durante años; algo de lo cual ambos estaban
orgullosos.

12 años en esta vida le han dado armas que no esperaba, sobre todo contra los sangre pura de
la sociedad.

—No otra vez— la voz de su madre suena resignada y Draco intenta inútilmente ocultar la
tasa de café de su escritorio y no regarla sobre sus notas.

Su madre realmente no sabe sobre el libro de Orion, o al menos, no totalmente qué significa y
Draco ha logrado convencerla que solamente es un libro de acertijos; para su indignación su
madre lo relaciona nuevamente con Sparky el dragón como hicieron Pansy y Blaise, lo cual
es un poco humillante, pero si eso desvía su atención prefiere no contradecirle.

Por dicha su historial parece salvarlo de búsquedas más profundas, solamente siendo como
otro rompecabezas que lo obsesiona.

Draco es conocido en su casa por ser un amante de los acertijos, motivo por el cual su madre
acepta que no se sorprendió realmente cuando escuchó que había quedado en Ravenclaw. Su
padre quien inicialmente parecía horrorizado con tener un hijo en la casa de las águilas,
parece haber superado su aversión debido a la distancia de no ver a su hijo en todo un año y
que fuera el mejor de su generación.

Al menos no parecía que lo odiara, desde ahí Draco podría trabajar bien y jugar sus cartas.

Su padre había comentado que Gryffindor o Hufflepuff pudieron ser peor, así que estar en la
segunda mejor (pasable) casa de Hogwarts no sería tan malo; algo así como darle un
panorama político un poco más amplio que Slytherin.

—Solamente estaba investigando, ya sabes, trabajando— comenta Draco con una sonrisa que
espera fuera encantadora, pero el rostro de su madre no parece en nada reflejar que sus
encantos estén funcionando.

Esta señala la puerta de su baño personal en la habitación y Draco gruñe mientras camina casi
de manera cansada dentro del baño, todo ya está perfectamente listo y Dobby incluso agregó
las pociones para hacer que tomara un baño relajante; apenas siente el agua por su cuerpo, el
cansancio que ha estado acumulando llega con fuerza, pero se rehúsa a dormirse en medio del
baño.

Apenas tiene tres semanas en casa y su madre ya ha organizado la primera intervención


necesaria, por lo cual tendrá que pasar el resto de la tarde con la familia Zabini o su madre le
prohibirá entrar a la biblioteca nuevamente en lo que resta de las vacaciones. Al igual que con
su padre, esta claro que quien manda entre ambos es ella y había parecido bastante resentido
por eso el día anterior en la cena; su padre quien había estado tranquilamente distante, incluso
pareció divertido de eso cuando Narcisa comentó el tema durante la cena.

Su padre parecía mucho más ocupado de lo que hizo en años anteriores, comentando que
estaría en la junta administrativa de Hogwarts este año y Draco arrugó el rostro; al parecer
eso podría ser problemático y con la idea de la cámara de los secretos, no parecía en nada
emocionante.

Ese era otro tema.

La cámara de los secretos.

Draco mantenía su idea de no involucrarse en nada sobre el tema, la familia Weasley no le era
totalmente indiferente y no le gustaría que salieran heridos, pero tampoco es como si fueran
amigos cercanos; al final del día Harry Potter necesitaba la experiencia contra la muerte, si
quería enfrentarse con Voldemort en algunos años, por lo cual era mejor intervenir en lo
mínimo.

Sí eso lo hizo o no peor persona que Dumbledore, realmente hizo que Draco se sintiera
asqueado, pero tampoco quiso participar a pesar de eso.

Su padre estaba demasiado involucrado en eso, como para que Draco pudiera hacer o decir
algo y salir impune; ya había hecho muchas cosas para perturbar la relación con su padre el
año pasado, no puede arriesgarse a hacer algo mal este año para que su relación se deteriore
un poco más.
Ocupa todo lo contrario, ocupa que su relación florezca y demostrarle que puede confiar en
él, para que cuando Draco lo aleje del lado oscuro, este lo haga por su hijo; espera al menos
ser lo suficientemente importante para Lucius.

Lo era para sus padres.

¿Verdad?

Draco no quiere abrir esa puerta y las preguntas que puede traer, solamente quiere pensar en
todos esos años donde sus padres amorosos lo llenaron de amor incondicional y esperar que
eso hubiera valido de algo.

Pero entre la familia Weasley y Harry Potter, Draco rápidamente elegiría aquello que pudiera
salvar a su familia, incluso si eso pondría a otros en peligro; era terriblemente egoísta,
además confiaba en su conocimiento sobre este mundo para pensar que ellos estarían bien sin
él. Durante toda la historia de Harry Potter, el Draco original solamente entorpeció el camino,
por lo cual si ahora se alejaba de ellos las cosas deberían seguir su rumbo.

Una voz susurraba la palabra cobarde a su mente, pero no le daba mucha importancia, porque
era verdad.

Por algo no terminó en Gryffindor y estaba feliz con su casa.

—¿Padre está ocupado nuevamente?— pregunta Draco cuando ha llegado al salón de estar y
su madre ya le espera, luciendo tan elegante como hermosa.

Draco no es quisquilloso, sabe que, en esta vida, aunque se parece vagamente a su primera
vida, la ropa y cuidados que puede obtener al ser un Malfoy, lo harían un chico mucho más
atractivo; sus padres eran hermosos, Draco solamente supone que también lo sería con el
tiempo.

—Votre père est le même, toujours obsédé par son travail et négligeant sa santé (Tu padre es
igual, siempre obsesionados con su trabajo y dejando de lado su salud)— su madre parece
divertida al hablar y Draco siente el bochorno reflejado demasiado en su rostro.

Siempre intenta dar una gran impresión a los demás, aunque tenga libertades, su rostro es la
del heredero Malfoy y por lo tanto no es realmente libre; sus amigos cercanos ven su persona
sin la máscara en ocasiones, pero todo el tiempo tiene que ser el heredero perfecto.

Solo sí lo es, puede darse el lujo de soltar la máscara, luego de cumplir expectativas.

Pero no con su madre, su madre quien siempre lo ha aceptado es la única con la cual Draco
nunca se ha puesto la máscara y siempre ha sido libre de ser quien es.

—Je suis désolé maman, je promets de mieux prendre soin de moi, je ne veux pas te décevoir
(Lo siento madre, prometo cuidarme mejor, no quiero decepcionarte)— musita algo tímido, a
lo cual su madre le da una leve caricia en su mejilla antes de ofrecerle la mano.

Otros niños de 12 años se sentirían sumamente avergonzados de estar cerca de su madre o


mostrar cariño a uno de sus progenitores.
Esos niños claramente no tienen recuerdos de su primera vida, e incluso si los tuvieran, tal
vez no tuvieron una vida tan solitaria como Orion que perdió a su madre demasiado temprano
en la vida.

Su madre es hermosa, una mujer fuerte y cariñosa, que puede ser terriblemente inteligente
para hacer que todo en esta mansión funcione a su favor; Draco piensa que su padre no tiene
ninguna oportunidad contra ella. Entonces que la mujer que le dio la vida, tan fuerte como es,
siempre parezca preferirlo y buscar su bienestar; bueno, Draco piensa que es de las mejores
cosas que pudo obtener en esta vida.

Su vida no es fácil como un Malfoy, pero su madre es la mejor cosa en esta vida que pudo
obtener.

Draco parece encantado en realidad, con toda honestidad, de tener el privilegio de tomar la
mano de su madre; quien aún con su rostro siempre pétreo y perfecto, demuestra cuando
acepta su mano lo encantada que esta de que siga siendo su pequeño niño.

—Nous pouvons d'abord aller à la bibliothèque? (¿Podemos pasar primero a la librería?)—

—No—

—Merde—

—Draco Lucius Malfoy—

Draco simplemente sonrió divertido antes de pasar con su madre a la red Flu, puede que
extrañe un poco Hogwarts, pero estar con su madre también era algo que había extrañado.

Blaise tiene una sonrisa salvaje como siempre cuando llegan al café elegante en el callejón
Diagon, Draco camina hacia su amigo y su propia sonrisa incrementa cuando puede
deslumbrar que tanto Pansy como Theo están ahí; su madre camina hacía la madre de Blaise,
Natasha quien parece encantada de ver a su vieja amiga presente. Técnicamente todos son
aún niños de doce años, pero Draco rápidamente logra convencer a sus madres con ayuda de
Blaise de que podrían estar sin supervisión de adultos por algunas horas; no es como si
hubiera algún super villano intentando revivir en este momento.

¿Verdad?

Pansy se sujeta a su brazo todo el camino, haciendo pucheros por sus respuestas cortas en sus
cartas, al tiempo que Blaise detenía a Theo de entrar a una librería; los tres niños siguen
siendo tan adorablemente molestos como Draco recuerda, le hace sentir cálido mientas
camina con ellos por todos lados.

Esto es natural para él, es algo conocido, algo con lo cual ha crecido.
—Madre parece traicionada porque no hayas ido a la mansión estos días, te quiere más que a
mi— señala Blaise sin sentirse ofendido y Draco se despeina el cabello de forma teatral.

No tiene ningún gel o fijador, solamente se encuentra libre en su cabeza como su padre
claramente no aprueba totalmente, pero que su madre parece encantada de ver.

Pansy había chillado emocionada al verlo, así que horroroso no se veía para otros.

—Soy el terror de las madres Blaise, me aman—

—Mi madre no lo hace Draco, ella sabe que serás mi futuro esposo—

—Hay suficiente Draco para todos—

Los niños comienzan a quejarse, a bromear, a comentar que ha pasado en sus vacaciones
hasta entonces, Blaise y Pansy comienzan a charlar animadamente sobre la próxima semana
de moda mágica en Italia que parece que ambos asistirán; Draco logra liberarse de Pansy lo
suficiente para caminar al lado de Theo, que parece mucho más animado de hablar sobre su
nuevo libro de runas, el cual Draco rápidamente se engancha porque podría ser de ayuda
sobre su propio proyecto extracurricular como es el Libro de Orion.

Ya saben.

El misterioso libro que apareció en Hogwarts, que nadie parece saber de dónde apareció y
que está totalmente encriptado con lo que parece ser la respuesta de los misterios de este
universo.

Pansy los obliga a entrar a una tienda de ropa, porque realmente no es una de medida y Draco
no quiere otra capa, o al menos eso piensa inicialmente, porque hay una túnica bastante
bonita que atrae rápidamente su atención. Blaise y Theo se burlan abiertamente, pero Draco
los hace silenciar aburrido antes de admirar la tela un instante; no es que necesite ropa nueva,
sí bien ha aumentado de estatura un poco comparado al año pasado (espera que este año
tenga un mejor crecimiento), su madre ya se ha encargado de obtener ropa a la medida.

Pero el color azul marino le gusta.

—Un Ravenclaw de pies a cabeza— se burla Blaise, a lo cual le empuja antes de comprar la
túnica con el dinero que sus padres le han dejado obtener.

Llama a Dobby quien parece algo inquieto, Draco intenta ignorar que este año su querido elfo
domestico terminaría involucrado de alguna forma con Potter (se supone que no debería
interrumpir en la historia) quien se lleva las compras; aunque es obligado por parte de Pansy
el comprarle un collar nuevo y Draco simplemente se queja.

Ellos tienen dinero maldición, pero Pansy parece encantada con la pequeña flor rosada al
final de la cadena, a lo cual Draco solamente suspira mientras es obligado a colocarla; no
importa cuánto sepa que nunca terminaran juntos, hay una cosa dulce en ver a su amiga lucir
tan emocionada por el collar.
Blaise se burla nuevamente, antes de seguir caminando por el callejón y Draco mira curioso
la tienda de helados casi anhelante de algo de chocolate; pero ahora es Blaise quien se ha
detenido frente a una tienda cercana al callejón Knockturn, no es que tenga una entrada
directa, pero Draco ha acompañado a su padre anteriormente. Blaise parece ver interesado
una especie de planta venenosa, antes de que los sonidos de lo que parece una discusión
atraigan su atención; especialmente porque no son en inglés.

¿Francés?

Su vista se posa rápidamente lejos de Theo que intenta convencer a Blaise de que comprar
una planta venenosa como regalo para su madre no sería tan buena idea, mientras que Pansy
intenta discutir que en realidad podría ser una buena idea; sus ojos caen en el rostro de una
niña, bueno, no tiene su edad y Draco calcularía algunos años sobre él, pero tampoco es
totalmente un adulto.

Piel blanca, cabello castaño rojizo y ojos celeste claro que ven claramente enojados al
hombre frente a ella, a su lado hay un niño casi idéntico, pero más joven que parece al borde
de las lágrimas.

—Espèce de détritus humain, je n'ai pas le temps pour vos commentaires stupides (Pedazo de
basura humana, no tengo tiempo para tus estúpidos comentarios)— dice la adolescente con el
mentón en alto y los ojos de Draco viajan al dueño de sus insultos.

Tiene un aire bastante orgulloso, piensa Draco distraídamente, antes de voltear para ver con
quien podría estar hablando; maldice activamente cuando un muy conmocionado Arthur
Weasley lucir claramente aterrado, sin entender ninguna palabra.

No es que el inglés y el francés se relacionen mucho, Draco ha ido a Francia y prácticamente


podrían darte una patada si hablas en inglés; no tan literalmente, pero en ese aspecto hay
muchas diferencias que Draco realmente no le interesa conocer.

Habla Francés.

—Mis disculpas señorita, solamente pensé que el niño era uno de mis hijos perdido— intenta
tranquilizar Arthur, pero el rostro de la joven parece arder en ira y el niño aterrado de edad un
poco más joven que Draco esta por llorar.

Ve a sus amigos un momento, antes de escabullirse al notar que han terminado entrando a la
tienda, sin notar que Draco no los había seguido; tiene que bailar entre algunas personas,
alegre de que alrededor no parezca haber ningún rostro conocido. Es un martes demasiado
temprano, todos deben estar trabajando y los amigos de su padre, haciendo las cosas que los
amigos de su padre hacen, o eso espera.

—Désolé, je n'ai pas pu m'empêcher d'entendre le dérangement, je m'appelle Draco Malfoy,


puis-je vous aider avec quelque chose? (Lo siento no pude evitar escuchar el inconveniente,
Mi nombre es Draco Malfoy, ¿puedo ayudarte con algo?)— salta rápidamente para colocarse
frente a Arthur Weasley, que parece claramente confundido de su repentina aparición.
Hay algo en los ojos de la niña, primero sorpresa y luego un increíble alivio al escuchar su
idioma madre; está tentado a reprenderla por estar sola en estos lugares sin algún traductor,
pero no piensa hacerlo cuando apenas se podrían llamar desconocidos y no quiere que Arthur
Weasley sufra algún inconveniente tan pronto en la historia.

Solo porque hubo un malentendido.

—Merci Merlin, je m'appelle Colette et c'est mon petit frère Eugène. Cet homme fait presque
pleurer mon frère et ne me laisse pas partir; je vais le maudire (Gracias a Merlín, mi nombre
es Colette y es mi hermano menor Eugene. Este hombre casi hace llorar a mi hermano y no
me deja irnos; voy a maldecirlo)— las palabras venenosas de la niña que saco la varita de su
bolsillo, claramente hacen que Draco salte alarmado con las manos extendidas.

Maldición.

Si no llega a tiempo, esto sería un escándalo divertido de leer en el diario el profeta, pero
tristemente ahora está involucrado.

Tal vez sea la culpa que lo impulsa, ya que no piensa ayudar mucho a Ginny este año y no
quiere que su familia sufra más de lo que probablemente ya van hacer; es una persona
terrible, pero elige bien cuales son las batallas que puede ganar.

—Oh c'est un malentendu, cet homme est une vieille connaissance, il semble qu'il y ait eu un
malentendu et il les a confondus avec un parent (Oh es un malentendido, este hombre es un
viejo conocido, parece ser que hubo un malentendido y los ha confundido con algún familiar)
— sus palabras salen menos elocuentes de lo que quisiera, pero en su defensa, una varita que
lo apunta a la nariz lo hace estar nervioso —Si tu es perdu je peux t'aider (Si te has perdido
puedo ayudarles)— ofrece la rama de olivo, que hace que la varita baje antes de darle una
mala mirada a Arthur, que parece tragar saliva nervioso ante la amenaza fría de la chica.

—C'est bien—

Draco toma un momento para empujar a Arthur, quien comenta tímidamente que estaba con
Ron por el callejón y terminó confundiendo al niño llamado Eugene con su hijo en un
descuido, no tiene tiempo para estar ayudándolo, pero le gruñe por bajo que se hará cargo
para que Arthur asienta antes de enviar una mirada de disculpa a Colette; la niña bufa
claramente molesta.

Espera que Ron esté bien.

Theo quien parece salir al no haberlo notado, parpadea sorprendido cuando Draco se acerca
con Colette y Eugene caminando detrás de él; comenta distraídamente que ocupa llevarlos a
una cafetería donde se reunirían con su hermano mayor, que vendrá en algunos minutos a lo
cual Theo asiente para ir a decirle a los otros dos niños.

Colette camina un poco más tranquila a su lado, pero esta vez sin soltar la mano de Eugene,
quien es como una copia de su hermana con el cabello más oscuro; Draco intenta señalar
algunas partes del lugar como una especie de guía, a lo cual la niña asiente distraídamente.
Incómodo.

Al menos Eugene parece distraerse un poco cuando pasan por una tienda de Quidditch, que
Colette permite que vea por la ventana, el resto del camino Draco habla con el niño (un año
menor que él) sobre el deporte distraídamente y el silencio deja de ser incómodo. Al llegar a
la cafetería hay un hombre joven de cabellera igualmente castaña rojiza que hace señas con la
mano, Colette le da un último agradecimiento a Draco y Eugene saluda activamente cuando
se despide de estos para marcharse con sus amigos.

Draco Malfoy ha salvado el día, piensa de forma altanera.

El sentimiento no dura más de unos minutos.

—¿Cómo es eso que ayudaste a una hermosa chica francesa?— gruñe Pansy de mal humor
cuando llega a la heladería donde lo esperaban.

Draco le da una mala mirada a Theo, que finge inocencia.

Idiota.

—Lo puedo explicar cariño—

—Empieza ahora—

Ignorando la obsesión de su madre porque aprendiera latín, se encuentra distrayéndola con


clases de la familia Black; su madre parece darle una mirada cuidadosa, ya que el tema de
Andrómeda no ha regresado y puede que sea tenso, pero no es su verdadero objetivo. Cuando
Narcisa descubre que el interés de Draco no está en su familia inmediata y se remonta más a
los antepasados más antiguos, Narcisa deja de estar estresada y explica el árbol familiar de
forma controlada; está claro que se ha memorizado todo y Draco también lo sabe, pero eso no
evita que ahonde lo más que pueda. La familia Black es una de las más largas y puras
familias de sangre mágica de la historia, por lo cual no es como si fuera difícil obtener un
árbol genealógico y estudiarlo si tienes un miembro de la familia en tu familia.

Su madre, una Black de nacimiento, había sido duramente educada para ser una sangre pura
perfecta, con un conocimiento casi sagrado de su familia.

La cual, Draco realmente tenía sus dudas de admirar, especialmente por la gran cantidad de
asociaciones a la magia oscura que tenía en la lista; pero indiferente a esos grandes
inconvenientes, no encontró nada realmente revelador.

Había varios Orion Black en su familia, pero ninguno que pudiera ser un inventor o que
viviera en años que había señalado anteriormente con Padma y Anthony donde podría haber
vivido el autor del libro.

¿Sería realmente un Black de sangre?


Incluso podría solamente haber tomado su nombre, no tendría que pertenecer a su familia, no
tendría que ser un ancestro.

Maldición, esto tal vez no había sido buena idea, pero al menos su madre había estado
encantada con enseñarle estas clases privadas; una extra forma de unión familiar, a la cual
Draco no se quejaba sí eso hizo feliz a su madre. Podría ser todo un mocoso cuando quería,
pero no iba a negar que, en esta vida, en realidad era un niño de mamá y estaba orgulloso de
eso.

Su padre por otro lado.

—Levanta más la barbilla Draco— gruñe su padre mientras caminan por la mansión esa
mañana, a lo cual Draco quiere burlarse por algún motivo, pero decide complacerlo y ser el
hijo “perfecto” que se supone que tiene que hacer.

Mantenerse del lado bueno de su padre, ir poco a poco cambiando su mentalidad, y si para
eso tiene que ser el hijo de modales perfecto.

Maldita sea.

Lo haría.

Incluso cuando estaba en Hogwarts se había mostrado como un estudiante de modales e


inteligencia; pero a veces, solo a veces, cuando estaba sólo con sus amigos pudo darse el lujo
de relajarse; había sido criado para tener modales perfectos, pero cuando solamente caminaba
distraídamente con Anthony o Padma, se sentía tan relajado.

En cambio, ahora.

Mira de reojo a su madre, que solamente le da una mirada divertida de reojo antes de caminar
dentro de la enorme mansión Nott; aunque no tan grande como la mansión Malfoy, para otra
fiesta aburrida. Había sido el trato de su padre para poder ir a la casa de Padma la próxima
semana, así que claramente Draco no se había quejado demasiado sobre esto; ya tenía el
conocimiento perfecto para pasar una fiesta aburrida.

Solo otra más.

Había hecho varios avances en el libro de Orion, que, si bien no eran más que pequeños
párrafos, parecían interesantes y no podía esperar por ver a Padma para hablar del tema; la
niña había aceptado a regañadientes aceptar a Anthony en su casa por petición de Draco, no
eran totalmente amigos, pero debido a él estaban condenados a actuar de forma amigable.
Terry y Michael estaban de vacaciones con sus propias familias, por lo cual solamente podría
verlos hasta que regresara a Hogwarts, aunque estaban planeando reunirse cuando comprar
sus útiles escolares con suerte.

El padre de Theo era un hombre demasiado alto, con el rostro como si fuera una piedra y una
mirada que parecía despreciar a los demás; Theo por otro lado parecía casi aburrido al lado
de su padre cuando llegaron, aunque hubo una chispa de emoción al verlo que Draco
respondió con una sonrisa. No había muchos niños esa noche, la madre de Blaise había
negado la invitación para ser neutral, Pansy se encontraba en Italia; Gregory y Vincent
estaban cerca de la mesa de postres.

Con una reverencia y unos saludos, Narcisa dejó que Draco pudiera distraerse un poco con
Theo en los alrededores. El niño aliviado de alejarse, comenzó a hablar en voz baja sobre
libros, mientras Draco desviaba su atención a la fiesta llenos de elite.

Mortifagos.

Todos ellos fueron Mortifagos.

Su rostro se puso tenso, porque amaba a sus padres, pero le encantaría que tuvieran otra clase
de amigos y no se reunieran tanto con estas personas; a la larga no es lo que él esperaba.

Un comentario de Theo lo distrae.

—¿Alquimia?— pregunta con ojos brillantes, Theo sonríe divertido al haber obtenido su
atención y se encoge de hombros.

—Libros nuevos en realidad, aunque estaba más interesado en libros de viaje en el tiempo, lo
que se sabe de los gira tiempos es muy reducido— admite el niño al lado de la mesa de
aperitivos, Draco aprovecha para saludar a Gregory y Vincent; ambos lo imitan de forma
poco entusiasta.

Aburridos.

Draco se apresura a los postres de chocolate con interés, mientras de forma paralela medita
sobre si el libro de Orion diría algo sobre ese artefacto; hasta ahora no parecía ser una
posibilidad.

—¿Te interesan?— pregunta curioso, Theo se encoge de hombros.

—Hace algunos años pensé que con uno podría ver nuevamente a madre, pero padre fue
bastante terco al respecto sobre la mala idea que sería; pero sería interesante descifrar sus
componentes y construcción— medita Theo imperturbable por el tema de su madre muerta,
un largo camino, porque Draco puede recordar al niño de 5 años llorando en medio de un
funeral.

La mano sujetada casi de forma violenta contra la suya cuando el señor Nott va a hablar con
los invitados y lo deja solo, Draco apenas y recuerda a la señora Nott que murió hace tanto
tiempo por una maldición y que siempre estaba en su mansión; pero Theo ha logrado con 7
años aparentar indiferencia al charlar del tema, aunque sus ojos lo siguen traicionando.

Siguen pareciendo demasiado vulnerables.

—Bueno ya que no puedo estudiar sobre dragones, sí estudio alquimia ya se quién va ser mi
compañero de travesuras— bromea dándole un pequeño empujón con el codo, que hace que
el rostro de Theo deje de verse lastimero y tenga una media sonrisa.
Las siguientes horas de la fiesta Draco come varios postres de chocolate, se reúne con sus
padres para saludar familias, es terriblemente encantador cuando lo felicitan por sus logros
durante su primer año, se escabulle para regresar a Theo a la fiesta cuando se oculta en
alguna esquina con un libro.

Solo hubo un pequeño inconveniente cuando alguien señala su mano con guantes, pero es
rápidamente desviado por su madre y un comentario demasiado mordaz que lo hace sentir
orgulloso de tenerla como familia; su padre incluso palmea su hombro cálidamente cuando
llegan a casa, lo que hace que Draco se vea positivamente brillante esa noche.

Nada puede arruinarlo, excepto cuando Dobby aparece horas más tarde con una tasa de
chocolate y sus ojos son abiertamente preocupados.

Los elfos ocupan aprender a ocultar emociones, piensa distraído cuando al preguntar a Dobby
que sucede, este comienza a golpearse la cabeza contra la pared.

Una parte de él insulta a Potter, que probablemente este muy lejos estornudando por un
segundo pensamiento a su persona, pero no importa, porque de alguna forma siempre es el
culpable de todo; Draco se encuentra pensando que, sí fuera unos años mayor o menor,
podría haberse ahorrado muchos inconvenientes, pero al menos no está en Gryffindor.

Su padre lo hubiera desheredado sin duda.

—Dobby no quiero que te golpees, tengo una idea de lo que estás haciendo y probablemente
sea buena idea mantenerlo oculto de padre— habla tranquilizando al mismo Elfo que había
ayudado a cambiar sus pañales y que varias veces lo ayudó con sus juegos infantiles porque
sus padres estaban ocupados.

Le tenía aprecio al elfo, mucho más de lo que probablemente el Draco original le tenía, así
que era una pena que al finalizar este año no fuera parte de su servicio.

Lo extrañaría.

—¿El amo Draco es consciente?— pregunta Dobby luciendo emocionado y feliz, como si
Draco fuera la mejor persona del universo y eso acicaló un poco su ego.

—Sobre qué quieres ayudar a Potter, si— le quita importancia al asunto, pero Dobby sigue
pareciendo sorprendido por sus palabras —realmente creo que no deberías ir tan lejos, pero
eso no importa, ¿Padre intentará algo este año?— cuestiona preocupado, a lo cual Dobby
solamente se agacha luciendo regañado y probablemente listo para golpearse nuevamente.

Por suerte en todos estos años tanto Draco como Dobby han aprendido mucho a eludir los
mandatos de su padre, quien claramente no es feliz con la familiaridad que Draco trata a
Dobby; pero Dobby trabaja para toda la familia, si bien Lucius tiene la última palabra, se
supone que, al ser el heredero, Draco también puede torcer un poco las palabras y mandatos
de Dobby.

Puede o no puede que suplicara a su madre para que padre le diera casi total autonomía a
Dobby con él, su padre no estaba feliz por eso, pero en general Dobby era un elfo dispuesto a
servirle a Draco en casi su totalidad.

Dobby no soltaría las palabras de Lucius, pero no se castigaría por esos pequeños deslices de
información si estaban a solas.

—Dobby no puede decirlo, porque le prohibieron a Dobby, pero sería mejor que tanto Harry
Potter como el amo Draco no fueran a Hogwarts este año— declara Dobby luciendo
miserable y es algo con lo cual Draco puede verse comprendiendo.

La cámara de los secretos.

¿Su padre realmente lo haría?

Dentro de las bóvedas de la familia había muchos objetos malditos, solamente tenía
permitido ir sí estaba al lado de su padre, a pesar de que Draco había intentado encontrar el
diario de Voldemort nunca fue visible; no fue tan inocente para llegar a pensar que no estaba
ahí o que no lo encontraría.

También estaba la posibilidad que alguien se lo hubiera entregado a espaldas de Draco.

Tampoco quería intervenir.

El diario era una parte del alma de Voldemort, destruirlo era necesario y aunque Draco no
quería intervenir, supuso que no hacer nada tampoco era permitido en el gran panorama de
las cosas; solamente interferiría si lo veía necesario, por ahora no había motivos para pensar
que algo saldría diferente.

Tenía que ser destruido este año, pero eso es todo lo que Draco podría hacer.

—Padre se escandalizaría si no fuera este año, no te preocupes Dobby estaremos bien;


solamente intenta hablar con Potter, preguntarle si quiere ayuda y no hagas ninguna locura—

—Dobby promete proteger a Harry Potter, Dobby hará que Harry Potter esté a salvo—

Conociendo al elfo como lo hacia, Draco supuso que pasaría más de alguna locura.

Pero era demasiado viejo para intentar divagar con Dobby cuando algo estaba en su mente.

Draco solía tener muchos sueños a lo largo de su vida, muchos que envolvían algunos
recuerdos de Orion, los cuales cada día eran un poco más difíciles de recordar; cuando era
niño había muchos sueños con dragones, probablemente porque sus padres siempre le
contaban historias sobre ellos. Recordaba soñar con enormes criaturas escupe fuego, tan
elegantes y magnificas, que todo a su alrededor parecía palidecer ante su belleza; la
combinación de elegancia y poder, era todo lo que Draco alguna vez quiso ser. Cuando vió un
Dragon en la reserva en su séptimo cumpleaños, Draco pudo saber que era amor a primera
vista y todo en esta nueva vida valdría la pena por estar cerca de esas criaturas.
Los sueños de Draco eran una forma de poder vivir sus mayores fantasías, como también sus
mayores temores.

Pero cuando el verano comenzó, los sueños comenzaron a ser borrosos y difíciles de recordar,
solamente sentía como si estuviera rodeado de agua; al día siguiente no recordaría nada,
solamente la sensación algo contundente contra su cuerpo.

Así que este sueño, que era mucho más realista, lo hizo sentir frío; literal y figurativamente
congelado.

Porque estaba en medio de lo que parecía agua y no era algo que Draco le gustara sentir,
estaba acostumbrado a volar en su escoba por los aires, el agua nunca había sido interesante
para él aparte de sumergirse en las orillas de lagos o ríos; no se estaba ahogando por algún
motivo dentro de esta realidad, pero la sensación de que todo a su alrededor era oscuro fue
sofocante.

¿Talasofobia?

Era difícil no sentir el miedo cuando no podía ver nada a su alrededor, pero su cuerpo parecía
caer dentro del agua mucho más profunda.

A pesar de estar dentro del agua, sintió que podía escuchar una especie de canto tenebroso a
la distancia, que hizo que su cuerpo se tensara; comenzó a dar manotazos y mover sus pies,
con la esperanza de regresar alguna superficie o ir más lejos.

No se movía.

Maldición.

El pánico comenzaba a inundarlo, cuando algo apareció en su línea de visión, una especie de
luz a su derecha que iluminaba el inmenso cúmulo de agua donde estaba, mostró más la
perspectiva que antes; los ojos de Draco visualizaron a alguien a lo lejos, una persona que
parecía estar flotando en el agua atada por alguna especie de alga.

Cuando intentó acercarse esta vez sí fue posible, por lo que dando brazadas se acercó lo
suficiente para vislumbrar el cabello rubio que flotaba en el agua y la piel blanca.

Selena.

No podía verla a la distancia, pero algo dentro de él gritó por su hermana en otra vida,
intentando acercarse a esta para poder ayudarle; se veía tan joven y pequeña, como cuando
fue una niña por lo cual Draco comenzó a desesperarse por llegar a ella.

El frío caló su cuerpo cuando algo sujetó su tobillo, era una mano, determina aterrorizado
antes de voltear y quedar congelado cuando lo que parecía una mujer está ahí; su cuerpo
parece estarse pudriendo en varios sectores y su rostro tiene un agujero donde debería tener
uno de sus ojos, el otro parece rojizo y el iris de color verde parece vacío.

Draco intenta gritar, pero el agua comienza a entrar por su garganta y todo parece desgarrarse
en su interior.
Cuando despierta gritando y usando magia accidental, se crea un caos en la mansión.

El viaje a la casa Patil se atrasa algunos días mientras Severus viene a la mansión Malfoy
para hacer control de daños, Draco no tiene explicaciones para las pesadillas que comienzan
atormentarlo, pero su madre no se quiere quedar de brazos cruzados; solo porque tal vez
generó uno o dos incendios en su habitación por pesadillas realmente tenebrosas en los
últimos días. Al final algunas pociones para dormir y filtros de paz son agregados a su
habitación de manera permanente, logrando que durmiera plácidamente sin convocar alguna
llamarada nuevamente. Severus fue amable también en enseñarle hechizos silenciadores y
para mantener las cortinas de su habitación cerradas, no queriendo que sucediera algo grave
cuando regresara a Hogwarts; por suerte el truco no era difícil de agarrar.

Le preocupaba más el factor de que esta clase de pesadillas podría alargarse hasta su segundo
año escolar, pero nuevamente, cruzaría ese puente solo hasta que estuviera ahí.

Su padre pareció tan preocupado como su madre, tanto así que cuando tomo su cuchara de
sopa para comer su pastel de chocolate, no hizo ningún comentario al respecto.

Soñar con mujeres zombi en el agua y su hermana atrapada, no era algo que Draco quisiera
agregar a la cantidad de problemas que ya tenía; pero las pociones mantendrían eso fuera de
sus sueños.

Utilizo las horas el día para leer su libro con tranquilidad, estudiar con su madre y volar
cuando convencía a Blaise de ir a casa; Lucius comentó distraídamente sobre unirse al equipo
de quidditch, aunque parecía un poco decepcionado que fuera Ravenclaw. Draco lo medito
cuando Blaise lo empujaba al respecto, pero consideró que sus estudios y el libro de Orion ya
tenían suficiente de su tiempo; su padre no pareció satisfecho con su respuesta, pero lo dejó
por el momento.

Luego del tercer día sin despertar creando un caos, su padre dio el visto bueno para ir a la
casa de la familia Patil, incluso si su madre parecía algo recia; la perspectiva de estar con sus
amigos le hizo animarle bastante. Por lo cual con una promesa de que avisaría sí sucedía algo
malo, Draco es enviado por la red Flu a la dirección de la familia Patil; se tambaleó un poco
mientras salía de la chimenea, pero la presencia de Padma rápidamente lo envuelve y lo hace
sentir tranquilo.

—Bahut samay ho gaya mere dost (Ha pasado tanto tiempo amigo)— Padma parece
demasiado emocionada, porque no habla en ingles por unos momentos y solamente habla su
idioma natal brevemente; antes que su hermana gemela le reprenda.

Los padres de Padma y Parvati lo saludan amigablemente, sus nombres son Iravan y Uma
Patil quienes, aunque su ingles era mucho más marcado que el de sus hijas, parecen alegres
de conocerlo; como realmente alegres, no como esos que intentan acercarse al apellido
Malfoy. Inicialmente se había preocupado de la visita a la casa Patil, más que todo por sus
recuerdos de su primera vida ya que sabe que las tradiciones de la nación de donde viene
Padma no son fáciles.

Claro que todo el año anterior, Padma no habló más que maravillas de su familia.

¿Sería porque son magos?

Draco ignoró sus pensamientos (maldiciendo por no investigar al respecto) y se presentó


como todo mago de sangre pura, lo que pareció encantar a la madre de las niñas; el hombre
en realidad palmeo su hombro antes de que Padma literalmente lo arrastrara a la habitación
que compartiría con Anthony.

La casa Patil no era una mansión, tenía dos pisos y tenía muchas cosas muggles en esta, lo
cual llamo la atención de Draco; era bastante amplia para considerarse una casa de familia de
clase media, después de todo eran una familia de sangre pura y tendrían muchos tesoros
familiares que les dieran respaldo. La familia Patil no era tan famosa, no sabe su árbol
genealógico realmente, pero tienen un asiento en el Wizengamot; cuando regrese a casa
hablaría con su madre sobre el tema, tal vez incluso antes pueda atrapar a los padres de
Padma para saber de ellos.

—Debes ser una buena guía primero bahan— señala Parvati cuando llega detrás de ellos
divertida, las mejillas de Padma se sonrojan abochornada.

Curioso, a pesar que Padma solía portarse maternal con Draco todo el tiempo, en realidad
parece tímida y como una hermana menor para Parvati. Draco sonrió enternecido, sintiendo
la sombra de Selena en su espalda y los sueños que habían estado atormentándolo como un
recordatorio; pero no importaba.

No ahora al menos.

Durante el día Padma lo mantuvo de la mano presentándole por fin su casa al lado de Parvati,
la hermana mayor a pesar de que no era totalmente amiga de Draco, parecía genuinamente
feliz por su hermana menor; supone que, hasta el año anterior, siempre habían estado juntas y
ahora estaba con el amigo de su hermana. Draco integró a Parvati tanto como pudo, lo cual
no fue necesario, ya que Padma la incluía como siempre y la gemela mayor estaba encantada
con ambos.

—Harry estará tan celoso cuando lo vea— había comentado Parvati divertida cuando Padma
fue a traer algunas golosinas con su madre.

Draco la ve curioso.

—¿Potter?— cuestiona sin entender porque Potter tendría que estar celoso, pero Parvati
solamente tarareo antes de aplaudir emocionada con las galletas; Draco también porque
habían mucho de chocolate.

—Tal vez podríamos ir a volar un poco— comento Padma con timidez, Parvati saltó
emocionada porque parecía que estuvo esperando eso toda la tarde y Draco simplemente
corrió con ellas al exterior.
Seguir la ola.

Para sorpresa de Draco, Iravan el padre de las niñas, salió con su propia escoba mientras su
esposa suspiraba resignada; en medio del cielo Draco disfrutó de un juego inofensivo de
buscadores con Parvati, de reojo notando que Padma parecía divertida con su padre
revoloteando a su alrededor, con mayor confianza de la que esperaba. Parvati rápidamente se
unió a su hermana para fastidiar a su padre, siendo mucho más atrevida que la gemela menor.

Al llegar al suelo para tomar un poco de refresco, Uma sonrió amigablemente.

—Muchas gracias Draco, mi esposo siempre amó estar en el aire y me daba tanta pena que
Padma no pudiera estar con él; cuando Padma hablo de ti y tu ayuda en sus cartas para poder
volar, sabíamos que tendríamos que conocerte— aseguró la mujer de manera cariñosa, que
provocó un sonrojo bochornoso en sus mejillas; los elogios sinceros siempre golpean
demasiado cerca de casa.

—No hice nada, solo ocupaba confianza—

—Estuviste ahí para mi niña, entre Padma y Parvati, Parvati siempre fue más extrovertida y
se rodeaba fácilmente de amigos… Padma siempre fue tan tímida, pero desde que te conoció
parece mucho más animada y confiada—

Draco ve confundido a Uma, porque en sus recuerdos solamente puede ver a Padma siendo
segura y mandona a su alrededor, también con otros Ravenclaw de su año; aunque sí fuerza
sus recuerdos, puede pensar en la pequeña niña que parecía algo confundida la primera vez
que estuvieron en la torre Ravenclaw, como si perder a su hermana la hiciera sentirse sola.

Con una mano en su barbilla, ve de reojo como ambas niñas parecen reír audiblemente con su
padre.

—Ella es mi mejor amiga— acepta Draco con tranquilidad, dándole una disculpa a Pansy
sobre elegir a Padma sobre esta; si se enojara podría decir que son “prometidos” o con un
posible compromiso por ahora que la dejaría tranquila.

Espera.

Tal vez sería mejor no decirle a Pansy nunca que eligió a Padma como mejor amiga, no
quiere desatar una guerra entre ambas; ya hay suficiente mala hierba entre ellas.

Uma solamente sonríe y cuando Padma grita por su nombre, Draco se abalanza otra vez sobre
su escoba; volar es mil veces que estar en el agua.

Anthony llega a casa dos días después, Draco tiene la sospecha que Padma deliberadamente
le dijo otra fecha por la manera que lo saluda y este parece incrédulo de que Draco ya
estuviera familiarizado con su hogar; ambos niños discuten unos buenos 30 minutos, antes de
que Padma los arrastre a su habitación para comparar notas. Nuevamente son demasiado
jóvenes para descubrir algún pasaje completo del libro de Orion, pero Draco descubre
asombrado sobre como un capítulo entero parece hablar sobre la creación de trasladores
(Anthony parce arrogante por el tema e interesado), mientras que Padma parece haber
comenzado a descifrar una parte de hechizos; lamentablemente para Padma, aunque tenga
parte de lo que hace cada hechizo, la pronunciación parece perdido dependiendo de que
posible idioma tuvieran entonces.

Sería mucha prueba y error para lograr dominarlos, aunque hay un hechizo de seguimiento el
cual Draco parece interesado en aprender.

Los trasladores, aunque no son necesarios, viene casi tan bien detallado que sería una pena
que los tres niños no vieran con interés; Padma comentó sobre hacer dinero vendiendo la
información, Anthony musitó que podrían hacer mejor los trasladores para ganar dinero y no
otorgar la construcción.

Draco los vio como un buen posible escape a futuro, así que, tomando un pin mental, los
niños comentaron que ocuparían pasar clases de aritmancia y runas de tercer año, para poder
participar en la creación de uno y ocupaban poder hacer pruebas.

Dudaba que Hogwarts pudiera permitir eso, así que solamente podrían investigar durante
todo un año y probar hasta las próximas vacaciones.

—No se vuelve a mencionar mucho sobre el espejo de Oesed, incluso cuando tradujimos
más, parece que el autor lo tacha como un fracaso— comenta Anthony mientras comen en la
mesa, Parvati parece estar tejiendo algo con su madre en la sala de estar y Iravan estaba
haciendo su trabajo en el ministerio.

No sabía que trabajaba ahí, su padre nunca lo mencionó, aunque Padma parece orgullosa de
que su padre ayude a la división de romper maldiciones del ministerio; Parvati parecía
emocionada por la idea de ser un auror o rompe maldiciones como su padre, aunque Padma
tímidamente parecía inclinarse para alguna profesión menos arriesgada.

—Podría pensar que es un fracaso, la cicatriz en mi mano parece decir que no funcionó
conmigo… algo tendría que tener mal; pero no sé hechizos para saber que tan maldito podría
estar y dudo que el director me lo explique— estúpida niñez y adolescencia que lo dejaba
como alguien a quien proteger.

Decir la verdad sería totalmente descartado.

—Hasta ahora no he visto ningún posible pasaje de magia curativa, pero hay muchas plantas,
tal vez podríamos hacer alguna especie de consulta a Neville cuando volvamos a Hogwarts
para adelantar esas secciones— musita Padma con un dedo en su barbilla.

Anthony mastica un poco de Barfi que la señora Patil les había dado, Anthony parecía listo
para considerarse adicto y Draco realmente no lo molestó mucho; el Kulfi por otro lado,
bueno Draco se había apoderado de ellos con gran emoción.

—Con respecto a mi familia, al menos del lado de mi madre, es probable que tengamos que
descartarlo como miembro de la familia Black— le duele más admitirlo de lo que quisiera,
tanto Anthony como Padma parecen desanimados por ese comentario.

Es como estar en el inicio, donde solo importaba el espejo, pero no importa cuánto
estudiaran, nada parecía cambiar; siempre hay algo más que resolver, algo por descifrar y este
libro cada vez parecía más complejo. Se había iniciado debido al incidente del espejo, pero
estaban lejos de ese misterio como el de todos los demás; solamente saben que Orion Black
fuera quien fuera, era un inventos y precursor de muchos objetos de los cuales no tenían
forma de investigar.

Solamente el espejo, y ese ahora estaba quien sabe dónde.

—Tal vez deberíamos descansar, le prometí a Parvati que jugaríamos algo con ella— habla
Padma para romper el tenso silencio que se ha formado, Anthony gimotea antes de ponerse
de pie y gruñendo que antes de dormir irían a la biblioteca.

Parvati parecía comentar algo como “Ravenclaw” o que su hermana ahora tiene a los suyos,
lo que hizo que Draco los siguiera divertido; antes de Ravenclaw no tenía muchos amigos
que compartieran gustos, claro que las experiencias y similitudes de vida hicieron que Blaise
como Pansy fueran sus amigos cercanos, pero de ellos con quien más tenía en común era
Theo.

El pequeño Theo que siempre se alejaba de todos y apenas toleraba a Draco a su manera.

Pero con Padma y Anthony, realmente era como estar con personas que le entienden.

Tal vez por eso el sombrero seleccionador los puso en Ravenclaw.

—¿El juego de la vida?— leyó Draco cuando Parvati llego con varias cajas de juegos de
mesa, pero Padma se lo retiro de la mano tan rápido que apenas y pudo parpadear.

Parvati como Anthony la vieron curiosos.

—Ese juego no, es una sorpresa para el torneo anual de la torre Ravenclaw— declaró Padma
alejando la caja fuera de la mesa de la sala de estar, Parvati vió a su hermana confundida
antes de ver a los dos Ravenclaw niños que parecían contener la sonrisa ante el viejo
recuerdo.

—¿Algo que deba saber?— preguntó la gemela mayor, pero ambos niños negaron antes de
verse maliciosamente.

—Lo que pasa en la torre Ravenclaw— inició Draco.

—Se queda en la torre Ravenclaw— termina Anthony antes que ambos choquen los cinco de
forma dramática.

Padma saca en cambio un juego de mesa conocido como Scrabble, Parvati realmente tuvo
que pensar que era una mala idea jugar con 3 Ravenclaw antes que los tres comenzaran a
discutir por las palabras que el otro utilizaba.
—¿Qué mierda es “FLEXIBILIZABAIS” Padma?— chilla Parvati a solo media hora del
juego, haciendo que Padma le gruña a su hermana y le arroje un diccionario en el rostro.

Al igual que Draco quedó vetado del Monopoly, probablemente Padma deba ser vetada de
Scrabble sí alguna vez lo juegan en la torre Ravenclaw.

Anthony y Draco duermen en la habitación de invitados, así que la mayoría de las mañanas
esa semana Draco se despierta demasiado temprano a su amigo o las gemelas, para charlar un
rato con Uma quien parece encantada de que fuera tan amigable; cuando esta le pide ayuda
para cocinar, Draco realmente intenta hacerlo, pero luego de generar dos pequeños incendios
que la mujer controló con un movimiento de varita, Draco fue destituido debido a su
ineptitud para cocinar. Las gemelas y Anthony parecían encontrar hilarante su falta de
habilidad para cocinar, Draco la encontró humillante porque tenía idea de que como Orion
había sido un cocinero competente; o tal vez el no tener otra opción de comer su comida
mutante, los hizo a Selena y a él inmunes.

Dejando eso de lado, Uma Patil parecía feliz de solamente tener alguien con quien charlar, así
que Draco tomaría asiento en la barra del desayunador y escucharía las historias de la mujer.

—Fue tan romántico cuando Iravan desafío a su familia para casarse conmigo, incluso
aunque fuéramos magos en la India el sistema de castas era tan fuerte y nuestras familias tan
diferentes; realmente no podía penar que el hombre me amara tanto— habla Uma con una
mano en sus mejillas y probablemente una mirada de adolescente enamorada, que hizo que
Draco se sintiera encantado.

Claro que era fanático de la literatura de ficción y aventura, pero lejos de eso, las novelas que
tenían romance realmente le parecían bastante interesantes. Draco dudaba que se casara
alguna vez, bueno, dependiendo como terminara su familia al menos; sus padres parecían
pensar que algún día se casaría con una niña de sangre pura para seguir el legado de la
familia Malfoy.

Como Orion el matrimonio probablemente fue la última cosa en la que alguna vez pensó,
ahora como Draco, tampoco era una idea que tenía importancia en su vida.

Puede que por ese motivo le gustara tanto leer sobre otros enamorarse, como algo que no
viviría y que solamente le tocaría ser un espectador. Aunque sus padres llevan años de
matrimonio, parece que están encantados con el otro y no se arrepienten de su decisión de
estar juntos; pero la señora Uma parece totalmente radiante.

Como si se hubieran casado el día anterior.

Iravan parece también totalmente enamorado de su esposa, cada que llega la saluda con un
ruidoso beso en los labios y la hace girar contra este; Padma y Parvati parecen ver esto como
la norma, pero Draco piensa que es algo raro.
Hay muchas formas diferentes de amar, muchas formas diferentes de mostrar amor, pero esta
es muy pura y hermosa.

—Es raro ver un matrimonio funcional, antes de que mi padre muriera no recuerdo que fuera
tan amoroso con mi madre— susurra Anthony siempre que ve el saludo de ambos padres de
sus amigas (a estas alturas sería mala idea no contar a la misma Parvati como su amiga) y
Draco solamente asiente.

Ambas gemelas tratadas como reinas.

Si.

Draco realmente tiene que asegurarse que en el cuarto año si ocurre el torneo, ambas
consigan parejas que las traten como princesas; tiene le vago destello que Potter y Ron
realmente no serían de mucha utilidad para sus amigas.

En general las mañanas las pasó con la señora Patil viéndola cocinar, mientras esta le pasaría
varias golosinas que Draco almacenaría en sus mejillas como ardilla; durante el intermedio
del día pasaría con sus dos amigos en la biblioteca y al finalizar la tarde se irían algún lugar
para jugar con Parvati.

Luego de ser eliminado cruelmente en un mal truco de Twister, porque Padma señala que es
muy tieso, tomaría asiento para hablar con Iravan sobre la cultura hindú; bastante fascinante.

—¿Samsara?— preguntaría curioso, alegre de que Iravan no pareciera afectado con todo el
tiempo que Draco tomaría para interrumpirlo cuando algo no tenía sentido.

Tristemente, pasaba cada pocos segundos, ya que incluso como Orion no tuvo mucha unión
con esta religión en específico.

—Saṃsāra es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación en las tradiciones de la


India; en el hinduismo, budismo, jainismo, bön, sijismo y también en otras como el
gnosticismo, los Rosacruces y otras religiones filosóficas antiguas del mundo. El Dharma
(acciones hechas para bien) y el Karma (consecuencia de lo realizado/decidido) determinan el
destino futuro de cada ser en "el proceso del llegar a ser" (evolución o involución). Este
proceso cíclico termina con el logro del moksha (liberación del ciclo del nacimiento y de la
muerte)— explica Iravan casi pensativo, lo que hace que Draco realmente no pueda decir
nada mientras medita sobre sus palabras.

Reencarnación.

Puede sentir el peso de sus memorias como Orion en sus hombros, no había pensado que esto
tendría alguna conexión con alguna religión; tristemente como Orion no fue un fiel creyente
por los familiares de su padre y tal vez eso le impidió ver que estaba delante de sus ojos.

¿Podría la religión hindú ser la explicación?

¿No fue Padma quien descubrió que Orion Blake escribió su nombre en hindú?
—¿Tendrán libros al respecto?— cuestionó sabiendo que era positivo, pero casi queriendo
que Iravan pudiera explicarle aún más sobre el tema.

El hombre moreno solamente ladeo el rostro, antes de decir en voz alta que iría con Draco a
la biblioteca y que Padma se viera claramente ofendido.

—Pita— chilla Padma resentida y las risas parecen abundar en la casa Patil.

Esa noche probablemente Draco no duerme absolutamente, mientras lee libros religiosos de
la India, esperando que de alguna manera algo sobre la reencarnación tuviera sentido.

No lo hace exactamente.

Pero la idea de tener un buen Karma es algo poderoso ahora.

Son dos semanas su estadía en la casa Patil, su libro parece tener algunas partes listas, pero
otros miles ajenos a los tres niños; los cuales deciden que seguirán investigando por su cuenta
y Padma parece encantada cuando parece que algunas partes en hindú podrían ayudar a
descifrar sobre el espejo de Oesed que estaban casi al final del libro. Orion Blake el autor del
libro, parecía ser muy desordenado a la hora de tener coherencia para clasificar su libro y eso
probablemente aumentaría la cantidad de trabajo para los niños. Parvati parece triste cuando
se tiene que marchar, pero Padma se aferra a él como un koala durante la hora que tiene antes
de irse; Anthony se marcha mucho más relajado, aunque Uma parece abrazarlo
cariñosamente.

Iravan, bueno, Iravan no parece alegre con Anthony a diferencia de Draco; Anthony parece
restarle importancia y Draco está feliz que su amigo no lo cele al respecto.

—Nos veremos pronto Padma— promete Draco luego que Anthony desaparece en la
chimenea y ahora es su turno.

Lo último que ve son los ojos llorosos de su amiga, antes de regresar a la mansión que parece
terriblemente fría cuando da un paso al frente.

Pero su madre está ahí.

Y no sólo ella.

Draco se queda congelado cuando ve al profesor Severus en la sala de estar, casi corre para
saludarlo, de no ser por el rostro pétreo de su padre que no parece alegrarse por su presencia;
se siente tenso y su cuerpo rápidamente regresa a su postura como sangre pura, sin haber
notado que las últimas dos semanas había dejado ese personaje por los suelos y solía sentarse
incluso desgarbado al lado de la señora Patil. Su madre lo saluda tranquilamente, pero la
mano sobre su hombro parece sujetarlo con fuerza y Draco rápidamente alerta de que esto no
es una experiencia feliz.
—Cariño es el momento justo, Severus aquí presente nos estaba comentando sobre el
profesor Quirrell— habla su madre, pero hay una expresión algo preocupada en sus ojos que
alarma a Draco.

Porque ella no suele ser tan expresiva, suele comer sus emociones y solamente ser una dama
perfecta que todos pueden contemplar.

¿Por qué Quirrell?

¿No estaba muerto?

¿Potter fallo?

—Como te dije mil veces Severus, el profesor Quirrell solo envió cartas con respecto al
desarrollo acelerado de Draco y lo catalogó como un genio que cultivar— el rostro de Draco
se puso pálido antes de ver a Severus, cuyas palabras de su padre tampoco parecieron
aliviarlo —no hablamos mucho por cartas, el hombre parecía algo torpe al respecto, pero
no… ahora si me permites tengo mucho trabajo que hacer en mi despacho— fue bastante
descortés como se marchó, rostro pétreo y molesto.

Que hizo a Draco congelarse en su lugar.

De reojo notó a su madre hablar con Severus rápidamente, el hombre no dice mucho antes de
pasar a su lado y asentir en su dirección; tal vez es el rostro pálido de Draco, lo que impulsa a
Severus a darle un ligero apretón a su hombro, pero Draco realmente no hace mucho.

Camina a su habitación donde se acuesta en su cama, Merlín rápidamente salta hacía el para
acurrucarse en sus hombros como si intentara brindarle consuelo.

Se siente algo vacío.

Estar en casa.

Los siguientes días con su padre no mejora, el hombre parece siempre trabajar y eso permite
que Draco regrese a su poco sano método de estudio; su madre no parece feliz al respecto. En
realidad, cuando esta tiene que arrastrarlo fuera de la biblioteca para comer, habla con su
padre quien casualmente estaba en la mesa y de alguna forma todo sale mal. Su padre lo irrita
fácilmente por ser demasiado torpe y desconsiderado, Draco gruñe sin meterse mucho al
respecto; pero cuando su leve acto de insolencia hace que el hombre golpee con demasiada
fuerza la mesa y lo hace estremecer, Draco saca su método de autodefensa.

Que no es el mejor, pero es lo normal para un niño de 12 años.

—Solamente estudio para ser el mejor de mi año, se supone que solamente sirvo para eso y
me muestres como un unicornio en exhibición— ira adolescente.
Puede que no creciera tanto como podría, pero sus hormonas están engullendo su interior y
cada vez es más difícil controlarse.

Es estúpido.

Pero solamente se soltó antes de controlarlo.

—Draco Lucius Malfoy, controla tu tono— su padre sisea, lo cual enfurece a Draco.

Tal vez fue mala idea ir a casa Patil, donde la familia perfecta estaba ahí y Draco solamente
pudo observar como un espectador, algo que nunca podría tener; todas las familias que lo
habían rodeado hasta ahora, sangre pura, le hizo pensar que su vida era normal. Pero ver a los
padres de Padma con su gemela y ella, trajo de su interior un terrible deseo que tuvo cuando
era Orion.

Ese que tenía siempre al ver otras familias ser felices.

Draco era un maldito egoísta.

Estaba feliz por Padma, realmente, pero los celos siempre parecían tragarlo.

—Lo siento por ser sincero y expresar la verdad, no te preocupes, seguiré siendo el maldito
heredero perfecto para los demás— no grita o gruñe, sus palabras son demasiado planas y
casi sin emociones que congelan todo el lugar frente a él.

Da media vuelta aburrido, tiene sueño, está cansado y es un adolescente.

Mala combinación.

Tiene que disculparse, tiene que hacerlo porque eso es lo que debe hacer para que su padre no
lo odie y lo vea como alguien útil; su padre lo ama, o al menos eso quiere pensar Draco.

Maldición, la puta adolescencia es una mierda.

Espera que este año en realidad sea mejor que el año pasado.

Continuará…
Capítulo 2: Un mes silencioso.
Chapter Summary

Draco espera que volver a Hogwarts sea mejor que sus vacaciones, claramente había
tenido demasiadas esperanzas, porque todo sale mal.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

Draco siente que su garganta se seca ante la figura imponente de su padre en la habitación, el
árbol genealógico de la familia Malfoy casi parece burlarse de él por estar aquí; simplemente
había intentado buscar un lugar solitario antes de tener que volver con sus padres, con una
disculpa que no estaba desarrollada en su mente por el momento. No es que hubiera buscado
de alguna manera escapar de la conversación con su padre, simplemente quiso saber un poco
más de su familia; tan diferente a su primera vida y al mismo tiempo tan igual. Debe haber
sido el tiempo con la familia Patil que le hizo sentir tan diferente, tan fuera de lugar; la
historia de la familia Black y la familia Malfoy eran muy similares, pero de alguna forma
parece que Draco se las ha arreglado para no formar parte de ninguno de los dos.

Un hijo perfecto.

Un heredero.

Draco tiene que controlarse para no echar todo a perder, no puede enemistarse con su padre,
su objetivo es alejarse del lado oscuro y si lo hace enojar; no quiere que la historia se repita
como sabe que puede suceder.

Pero, aunque le gustaría hacer tantas cosas, solamente es un niño, maldita sea.

—Tu madre creyó conveniente que tuviéramos una charla— las palabras de su padre hacen
que no pueda evitar la media sonrisa de su rostro.

Su madre era tan asombrosa, suficientemente fuerte para soportar esta vida y, aún así,
controlar a su esposo, era su modelo a seguir a la larga; si tan solo ella no hubiera decidido a
seguir a su esposo y hubiera tomado mayor iniciativa, el mundo mágico tendría que tenerle
miedo.

Ya deberían temerle sí supieran que les convenia.

Todo lo que quería, lo conseguía a su manera.

Pero tal vez había esperanza de alguna forma, su padre estaba aquí y no le había reprendido
por estar sentado en el suelo frente al árbol de la familia Malfoy luego de tener una rabieta
poco común de él; este árbol familiar del cual podría recitar toda su información y no sentirse
en lo más mínimo orgulloso de ninguno de ellos. Tal vez podría sentir simpatía por aquellos
que fueron exiliados por seguir sus convicciones, pero esos eran manchas negras según sus
padres y Draco no podría mostrar simpatía por estos.

Abiertamente al menos.

Para su mayor sorpresa, Lucius caminó tranquilamente hacia él y tomó asiento en el suelo
(como quisiera poder tener una fotografía para la posterioridad); Draco no disimuló su rostro
levemente incrédulo ante su padre, que miraba el árbol familiar con tranquilidad.

¿Sentiría orgullo por ellos?

Supone que si, eso es lo que siempre le inculcaron.

—Madre siempre obtiene lo que quiere— inicia Draco con cansancio, de reojo nota una leve
sonrisa en el rostro de su padre que hace que todo su pecho se llene de anhelo.

Incluso ante la severidad de su padre, de los incidentes entre ellos en el pasado, Draco
realmente lo extraño el año pasado; el hombre que es frío como una roca, pero que
igualmente pudo pasar casi toda su infancia contándole historias infantiles y consintiéndolo
como no lo hizo su padre en su primera vida. Draco de alguna forma tenía en su interior la
obsesión de complacerlo después de todo, de querer su aprobación y salvar su maldito trasero
de lo que vendría en el futuro.

Este mundo podría ser su más grande fantasía, al mismo tiempo que era completamente una
tortura.

Estúpidas guerras y magos oscuros que quieren apoderarse del mundo.

—Ella es una Black, al igual que tú, así que son tercos y por eso entiendo el arrebato anterior;
no lo apruebo y espero que no se repita— expresa el hombre relajando un poco su postura y
haciendo que Draco bufe por bajo divertido, pero asienta con una leve disculpa de su parte.

Alegre que, a pesar de eso, este se quede a su lado y toda esa distancia que parecía haber
generado el año pasado, no se sintiera tan pesada; incluso prácticamente le ayudo a
disculparse por su cuenta.

¿Qué tanto puede presionar?

¿Qué tanto puede obtener?

El calor del brazo de su padre era lejano, pero a pesar de eso lo sentía cerca a su lado.

—¿Alguna vez quisiste ser algo más que el líder de la familia Malfoy?— pregunta Draco
viendo la pared casi esperando obtener una respuesta de esta, sin éxito por supuesto,
solamente hay nombres y rostros que no se mueven.

Personas que murieron hace tanto tiempo, que no tendrían una respuesta, aunque tal vez sí va
al pasillo con sus rostros en pinturas con sus memorias, pudiera obtener algo más; no es que
esté interesado en ellos por ahora, la mayoría parecían aburridos de hablar con un niño.

Tuvo curiosidad de hablar con los retratos de la familia Black.

¿Orion estaría ahí?

Parecía poco probable por su teorizada edad.

—Me gustaban los hipogrifos— ante toda idea, su padre realmente contestó y eso atrajo toda
la atención de Draco; su padre veía la pared casi de forma pensativa—aunque tu abuelo
Abraxas no estaba impresionado al respecto, solo fue un deseo infantil—añade casi con
nostalgia diversión, a pesar que Draco se encuentra horrorizado al respecto.

¿Hipogrifos?

No tiene nada en contra de las criaturas, puede que no fueran dragones, pero Draco cree
activamente que son asombrosas. Vagos destellos de lo que pasaría en su tercer año si no
tenía cuidado, que tenían involucrado a un hipogrifo lo hicieron sentir algo enfermo; tal vez
en la historia que Draco recuerde las cosas son diferentes, porque si no fuera así, se siente
horrorizado que Lucius obligara a condenar de muerte a un animal que tanto había admirado.

Tal vez lo hizo por eso.

Esperaba que no.

—¿Cómo yo con los dragones?— cuestiona Draco con curiosidad, alejando de lado el temor
por el futuro año y prometiéndose que las cosas no se repitan.

—Similar, aunque no tan obsesivo como tu amor por los dragones—

Draco no contiene la sonrisa esta vez, voltea a ver el retrato familiar un poco más relajado,
mientras que Lucius mantiene una postura tranquila también a su alrededor; se preguntó si
podría regalarle un libro sobre hipogrifos a su padre, o sería una mala idea si este quiso
olvidarse de esas bestias para siempre. Sí se parece en algo a Draco, incluso sí no pudiera ser
cuidador de Dragones, espera poder ser siempre alguien que admire las grandes bestias.

Un regalo con insinuaciones a dragones siempre era el mejor regalo, todos sus conocidos lo
saben a estas alturas.

—¿Te arrepientes alguna vez de no seguir tus sueños?— puede que fueran preguntas
demasiado profundas, pero Draco no se imagina ningún otro momento donde pueda hacerlas.

Es su padre, pero al mismo tiempo a veces parece tan lejano.

—Mi deber como heredero Malfoy siempre se sobrepuso a cualquier deseo que tuviera, en
algunos años te tocara vivirlo también— no era un comentario muy alentador —pero si te
deja más tranquilo, el día que conocí a tu madre fue el mejor día de mi vida— añade viéndolo
de reojo, pareciendo complacido cuando casi salto sobre su lugar para verlo sorprendido.
No pudo evitar el recordar a Uma y Iravan de hace unos días, pensando en que diferente eran
a sus padres y ahora aquí su padre le daba una patada romántica en la cara; debe haberse
desmayado por no dormir y estar soñando.

Un sueño muy extraño.

—¿Madre?—

—No luzcas tan sorprendido, es ofensivo; pero si te interesa saber la historia, solamente diré
que originalmente estaba comprometido con Bellatrix—

—Mierda—

—Ese lenguaje no es digno de un heredero, pero si, fue un inconveniente el que hizo que
Bellatrix se casara con Lestrange y yo terminara con tu madre; un afortunado giro del destino

—¿Pude haber tenido otro padre? —

—Ignorando que eres como una viva imagen de mí, técnicamente hubieras tenido otra madre

Draco gira a ver horrorizado a su padre ante la simple idea de que Bellatrix pudo ser su
madre, su mirada debe ser ridícula, pero aun así su padre suelta una leve risa que hace que el
horror se transforme en asombro. Piensa sobre la idea de atacar a su madre hasta que le
cuente toda la historia, pero duda que ella vaya a soltar la olla de alguna forma y eso lo
frustra.

Joder.

Que historia debe haber detrás de eso y Draco aquí se encuentra ignorante.

—Tu madre siempre fue asombrosa, desde Hogwarts brillaba y destacaba entre todas las
personas; comencé a cortejarla mucho antes que supiéramos que podríamos casarnos—
nuevamente Draco se muere por la historia completa, pero la mirada de su padre parece no
decir mucho —las cosas salieron al final a nuestro favor, pero recuerdo que cuando vi a tu
madre supe que no iba querer nada más—

—¿Ni los hipogrifos?—

—Ni los hipogrifos, estoy seguro que cuando llegue el momento también llegaras amar algo
mucho más que los dragones Draco—

Lo duda, porque realmente ama a los dragones, pero tal vez su padre tiene razón; Draco había
aprendido amar a su familia mucho más que los dragones, dejaría a las magníficas bestias de
lado sí eso significara que sus padres estuvieran a salvo. Aunque la idea de ser el heredero no
terminaba de gustarle, si pudiera protegerlos con el título, Draco sería felizmente el heredero
de la familia Malfoy.
Incluso cuando tenía pequeños ataques de rabia, Draco se humillaría ante su padre si eso
asegurara su bienestar.

El problema es que eso no era suficiente.

No sí regresaba Voldemort.

—Los amo más que a los dragones, padre y madre son todo para mi— lo dice de verdad, la
relación de sus padres es lo más importante en su pequeño mundo; pero no sabe cuánto más
durará eso.

Sus amigos son importantes también, cada año toman más importancia y con cada
experiencia vivida, se unen demasiado.

Elegir bandos en un futuro parece difícil.

—Tu madre y tú también lo son para mi—acepta Lucius con una mano sobre su cabeza,
acariciándola levemente mientras sonríe.

Eso lo hace feliz, Draco se quiere aferrar desesperadamente a que su padre dice la verdad.

Su padre comienza a relatar historias de su familia, del árbol genealógico que ha escuchado
por años, antes de desviarse con diversión a cuando Draco era niño y los despertó una
madrugada por una pesadilla; lo cual es vergonzoso, pero Draco no puede evitar reír al lado
de su padre al respecto.

Dobby no había mencionado lo que había sucedido en la casa de Potter, lo cual Draco
comienza a sospechar que tal vez fuera mejor; no quiere cambiar el futuro demasiado y eso
significa dejar que Dobby tenga su propia aventura para ayudar a San Potter. Debido a la
"charla" con su padre, las cosas comenzaron a ser mucho más relajadas en casa; en ocasiones
Draco pasaría por su despacho para una ligera charla y este no se opondría, parecía encantado
cuando hablaban sobre temas de propiedad y situaciones políticas. Draco lo encontraba
realmente aburrido, comparado al mundo muggle todo parecía solucionarse con ser un sangre
pura, pero el hecho de que su padre tenía ojos activos para ver el valor de una pieza de arte y
poder aumentar su valor adquisitivo.

Si.

Su padre fue criado para mejorar la fortuna de la familia.

Draco supone que podría tener un poco ese Don, sí el juego de Monopoly en su primer año
significa algo; o tal vez sería suerte.

Los temas de conversación con su padre son aburridos, pero en ocasiones la curiosidad de
Draco puede desviarlo lo suficiente para que cuente alguna historia de su infancia que son
mucho más reales; le gusta escuchar personalmente las historias de vida simple que tiene con
su madre.

Su madre parece radiante que tome su tiempo para pasar con su padre y no dentro de su libro,
por eso cuando se comenta que el ministerio está haciendo redadas para buscar objetos
malditos y su padre regresa nuevamente al trabajo; bueno, Draco decide que bien podría ser
digno hijo de su padre y volver a sus labores.

¿Por qué Orion Blake escribiría en puto griego?

¿El hijo de perra era un puto genio de idiomas?

¿Cuántos años vivió?

Al igual que siempre que tiene una pregunta de Orion, no obtiene una respuesta que le
satisfaga o que este cercana a saciar su inmensa curiosidad; la cual solo crece y empeora con
cada nuevo pequeño descubrimiento.

Sus amigos lo llamaban obsesivo, pero Draco, aunque pasa tiempo con sus padres, realmente
no puede evitar que incluso con ellos sus pensamientos se desvíen al libro. Casi puede ver
ilusionado el futuro donde se siente sobre una mesa y pueda leer como comprender todo el
libro; el siguiente año donde podría estudiar runas antiguas no puede llegar tan rápido.

—Estúpido niño genio— gruñe cuando debe buscar un diccionario de griego, que le había
pedido a Theo en vacaciones.

El pobre debe estar acostumbrado a sus excentricidades sobre libros, ya que no hizo muchas
preguntas y solo envió el libro; le dijo que era su favorito de sus amigos, lo que ganó
reclamos de Blaise y Pansy dos días después. Theo podría ser tímido y apartado de todos
cuando quería, pero era un gran idiota también cuando quiere serlo.

"Ασημένιες αλυσίδες"

—Todo el maldito texto está en runas antiguas de Grecia, pero el maldito hechizo no tiene ni
una sola instrucción de movimiento para ser realizado—al hablar Draco puede sentir que un
vaso sanguíneo esta por explotar al menos en su frente.

Bufa.

No está seguro que hace el hechizo, apenas y puede buscar algunas pequeñas traducciones
relacionadas, pero ningún diccionario le indicaría la forma en cómo mover la varita para
realizar un hechizo.

Un hechizo que no sabe qué hace.

¿Sería irresponsable usarlo?

Draco recuerda que en el sexto año se supone que Harry Potter había utilizado un hechizo
que no conocía y casi había acabado con la vida de Draco original, al menos en las películas;
eso habría dejado claro que sería una mala idea, su madre era una que siempre señalo las
consecuencias de usar hechizos que no conocía. Pero sinceramente, nunca había escuchado
este hechizo y podría ser algo completamente nuevo.

Orion parece lleno de sorpresas.

—Asiménies alysídes— susurra por bajo sin su varita, pero nada pasa y duda que algo pase al
menos que descubra el movimiento correcto de varita o su entonación.

Probablemente podría preguntarle a su madre.

O podría intentar un par de veces.

Dudaba que algo fuera a suceder.

Draco se siente como si tuviera sus dos conciencias en sus hombros, la conciencia
responsable que tiene una voz similar a la de Padma le explica porque eso podría ser tan mala
idea; la conciencia desvergonzada con voz de Pansy prácticamente le ronronea para que lo
intente una sola vez. Padma es tan dulce y Pansy busca la destrucción de todo con el caos,
una parte responsable que tuvo como Orion haría exactamente lo que hizo Padma, porque ya
tiene demasiados problemas como para agregar otros; pero ahora no es Orion.

Es Draco.

Nada como aprender de sus propios y nuevos errores.

—Asiménies alysídes— habla con la varita en alto e infundiéndola de magia, casi esperando
que no suceda nada.

Pero lo hace.

En un momento esta sobre su escritorio sentado y al siguiente se encuentra suspendido en el


aire, mientras toda la habitación se encuentra llena de cadenas plateadas que están en todas
direcciones como si fueran telarañas y Draco está en medio de estas sujetado por las cadenas
de un grosor considerable. Pestañea confundido, antes de intentar soltarse y descubrir
horrorizado que apenas si puede moverse; pero la varita sigue en su mano así que
rápidamente intenta el encantamiento para contra hechizos.

Fue uno de los primeros encantamientos que su madre le enseñó, probablemente prediciendo
un futuro donde Draco lo necesitaría.

Su madre era una bruja formidable.

—Finite incantatem— repite varias veces, pero este no se elimina y las cadenas siguen ahí
atándolo al aire y luciendo como si una araña vomitara en toda la habitación.

Entra en pánico durante los siguientes 15 minutos, comienza a pensar en respuestas para
cartas luego de 30 minutos de aburrimiento, es difícil de explicarle a Dobby cuando llega a
los 45 minutos y aún con la magia de elfo las cadenas parecen quietas; es en el minuto 70
donde las cadenas desaparecen con un *pop* justo cuando Dobby iba a llamar a sus padres.
Lo tiene que hacer.

Porque a pesar de no saber qué hace el hechizo aparte de cadenas, parece que dreno toda la
magia de Draco y termina inconsciente el resto del día; además de tener un déficit de magia
la siguiente semana según los médicos que llamaron sus padres.

Además del castigo de no pasar en la biblioteca hasta recuperarse totalmente y miradas


decepcionadas de sus padres, Draco decide que tal vez el hechizo de Orion no sea la mejor
idea para usarlo a futuro.

Maldice al hombre que debe estar muerto por los problemas que le causa, tristemente no por
primera vez y probablemente no la última.

La broma de realizar un hechizo que no sabe qué hace, termina con sus últimas semanas de
vacaciones en casa y recuperando la magia; en todos sus años haciendo magia (tanto
accidental como con guía) nunca había terminado perdiendo casi toda su magia por un
hechizo. Su madre retoma su estudio de su familia, las cartas de sus amigos parecen
preocupadas y su padre decide que parece necesitar una niñera a tiempo completo para que
no haga ninguna otra locura. El día que tienen que comprar sus útiles escolares un mes antes
de clases, Draco casi añora solamente ir con su madre, pero su padre termina arrastrándolo
con el ceño fruncido y Draco sonríe tímidamente intentando aplacarlo. Su padre retoma la
charla de que entre al equipo de quidditch, casi tentándolo con una escoba nueva, pero Draco
lo aparta con la insinuación de un libro nuevo; su padre parece quedarse perplejo antes de
enunciar que su abuela también era demasiado amante de los libros y algo de la sangre en su
interior.

El Callejón Knockturn no es algo nuevo para Draco, pero solamente puede asistir ahí con su
padre ya que la mayoría de tiendas tienen magia negra.

Usualmente estaría en contra.

Pero parece que el libro de Orion tiene partes donde habla sobre magia de sangre antigua y tal
vez aquí pueda encontrar algunos libros como referencia, cuando comenta sobre estos a su
padre, este parece horrorizado y fascinado por partes iguales.

Su padre camina directamente a Borgin y Burkes, lo cual hace que Draco mire con anhelo
una pequeña librería de aspecto dudoso a lo lejos; pero decide no tentar mucho su suerte y
camina con su padre casi intrigado cuando entran al lugar.

No debe tocar nada, es la leve mirada que su padre le da y Draco sabe que esto podría ser
peligroso; también el hacer hechizos que no conoce, así que se limita al daño colateral por
uno durante este mes al menos.

El señor Borgin parece recordar que Draco está ahí, ya que lo ve curiosos y Draco solamente
levanta una ceja; el hombre no era de su agrado, pero su padre estaba vendiendo artículos y
por eso prefiere no hacer ningún comentario al respecto.

La última vez no había parecido gracioso.

Había estado ignorando el comentario de su padre sobre el hecho que el ministerio estaba
requisando casas, para ver una pequeña lámpara de cristal que tenía un dragón dentro y que
ocultaba una llama en medio; observó la nota frente a la lampara con interés.

Cuidado: No tocar lampara maldita.

Interior imposible de abrir y posible contenedor de fuego de Fiendfyre .

—Parece que te gustan los dragones como tu nombre niño, esa lámpara está maldita— habla
Borgin viéndolo de reojo y Draco lo ve sobre su hombro curioso —incluso aunque se use el
contra hechizo el fuego parece estar encendido desde antes que yo naciera, esa maldita
lámpara ha estado aquí y sido devuelta en 27 ocasiones— añade casi aburrido y los ojos de
Draco ven anhelantes la lámpara.

Ve a su padre, pero este solamente niega con la cabeza.

Maldición.

La estatua de dragón se ve tan gloriosa e inalcanzable que duele.

Bueno tampoco es que pueda obtener algún regalo para sus amigos aquí, así que se acerca a
su padre que parece tener una charla aburrida con el dependiente, que probablemente estaría
pensando sobre que no le ha vendido todos sus objetos malditos; claramente, aun en su hogar
y su padre considerando los mejores lugares para ocultarlos.

Un movimiento en el ras de sus ojos hace que voltee a ver un gran armario de color negro
dentro de la tienda con curiosidad, sus ojos entrecerrándose sin entender porque el armario le
llamaba la atención y algo en su mente intentando recordarlo en otra parte.

—Draco, vámonos— habla su padre en voz alta y Draco solamente regresa a la realidad para
ver a su padre, comienza a seguirlo antes de darle una sonrisa burlona a Borgin que parece
quitar su rostro comercial para verlo de mala gana.

Le saca la lengua infantilmente y sigue a su padre con una risa, escuchando una clara
maldición cuando pasa por la puerta.

Sí su padre sabe o no lo que hace, su leve sonrisa divertida podría ser un indicativo de que tal
vez fue encontrado. Que su padre lo considere divertido al menos es mejor que le reproche,
aunque sí su madre estuviera presente probablemente lo hubiera hecho.

Tiene que acompañar a su padre por diferentes tiendas del Callejón Knockturn antes que
logre convencer a su padre de entrar a una librería, este parece contrariado cuando salen con
5 diferentes libros de magia oscura que su padre le suplica oculten de su madre; Draco parece
demasiado emocionado por lo cual asiente mientras su padre les hace un encantamiento para
que sus portadas difieran de su contenido. Dentro de su bolsa expandible Draco los guarda
con sumo cuidado antes de prácticamente revolotear sobre sí mismo para cuando llegue a
casa.

Nuevas lecturas.

Theo estaría tan celoso cuando se dé cuenta, aunque no está seguro de comentarle eso a Theo,
o a sus amigos Ravenclaw.

Es magia oscura y tal vez debería verse más precavido de lo que hace al tener esta clase de
libros, pero de alguna forma el libro de Orion parece más inclinado a la magia oscura; no es
que Draco termine como Voldemort por leer "Entrada a la magia negra tomo 1 por Aleister
Crowley", aunque según leyó en la portada el mago que casi fue revelado por el mundo
muggle tal vez tenga una clara conciencia humana en números negativos.

Bueno, solamente será lectura educativa.

Flourish y Blotts era una parada obligatoria para los libros de su año, aunque Draco no estaba
emocionado por Gilderoy Lockhart; lo conoce suficiente en sus memorias de las películas
para recordar que era un estafador, motivo por el cual sus libros nunca fueron leídos por
Draco a pesar de su popularidad. Padma una vez comento sobre ellos, pero la niña, aunque
admitía que el hombre era atractivo (para la mayoría de mujeres lo era) junto con Anthony
habían discutido sobre la incongruencia en varias de sus historias.

Esperaba que sus Ravenclaw fueran más inteligentes y vieran al farsante como lo que era.

¿Por qué Albus Dumbledore el mago más poderoso e inteligente de la época lo contrato?

No hay una respuesta o argumento de parte de su director, que haga ver eso como algo
positivo con la guerra que se avecina.

Un año de estudios fallidos.

GILDEROY LOCKHART

Firmará hoy ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

De; 12:30 a 16:30 horas

Draco observó casi con horror el cartel, viendo a su padre con suplica para largarse, pero su
padre simplemente lo empujó dentro de la librería esperando poder salir de ahí pronto; parece
ser que tampoco se encuentra agradecido por ese hombre. Había una gran aglomeración de
personas que Draco sintió incómodo para poder pasar, casi caminando de forma apresurada a
la parte de la tienda donde una dependienta podría ayudarle con sus libros; para su horror, la
mayoría eran de Lockhart.

—¿No puedes despedirlo o algo?— preguntó a su padre impotente, al recordar que formaría
parte del consejo escolar de Hogwarts este año.
Su padre rodó los ojos con cansancio.

—Como si alguien aparte de Dumbledore hubiera aprobado a dicho hombre— respondió con
amargura y Draco solo gimoteo más fuerte.

Este año sería un horror.

Su mala suerte incrementa cuando escucha a la gente chillar emocionada cuando Lockhart
presenta de forma ruidosa a Harry Potter, casi quiere escapar, pero los libros aún no han sido
comprados y la puerta está saturada de personas. Había estado cambiando la fecha para asistir
con su padre por días, pero a pesar de que pensó que eso evitaría que se encontrara con Potter
y compañía funcionara, siempre fueron el mismo día a este estúpido callejón.

Tal vez en el original Draco también alargó la salida y de alguna forma terminó imitando a su
versión original para obtener el mismo resultado.

Maldición.

¿El diario no sería entregado por su padre?

Pero no había visto que tuviera algún diario.

Joder.

Su padre parece concentrado en la compra, aunque su ceño fruncido parece que descubrió
que no estaban solos en la tienda (aparte de la multitud de estúpidos) y que Potter estaba
cerca, no habían tenido ninguna charla al respecto de Potter ya que Draco rápidamente había
ignorado cualquier comentario de su padre al respecto. No estaba seguro si su padre se vería
inclinado a que aceptara la compañía de Potter, pero estaba seguro que a lo largo de los
siguientes años, lo vería como un enemigo si no se movía rápido y Draco quería evitar esa
confrontación.

Quería alejarse de los magos oscuros y tenebrosos.

Involucrarse con Potter podría llevarlos ahí más rápido o más lento, no es que importe,
solamente que Draco quiere evitar los problemas de su vida.

Según la charla que tuvieron a final de su primer año, Potter no debería ni siquiera voltear a
verlo, pero nuevamente su suerte es legendariamente mala cuando al salir casi son
impulsados a una charla debido a sus padres.

Maldita sea.

—Vaya, vaya… ¡si es el mismísimo Arthur Weasley!— la voz de su padre lo hace encogerse
cuando todos los ojos recaen en ellos.

Draco evita rápidamente los ojos verdes en específico, que parecen brillar emocionados al
verlo y reconocerlo, solo para volverse más amargos al ver a su padre; una parte dentro de
Draco quiere lanzarse frente al hombre para que este no sea objeto de ojos negativos. Todos
siempre parecen tener dos opiniones claras de Lucius, o quieren buscar su favor por su
estatus de sangre pura o lo odian; hay muchas razones para odiarlo, pero Draco no lo hace.

Porque es familia.

Así que aprende a no dar un paso adelante, aunque quiera.

No lo hace, nunca lo hace, porque su padre no lo toleraría.

Siente que todo va explotar.

—Lucius— dijo el señor Weasley, saludándolo fríamente.

Ron y Hermione lo ven rápidamente curiosos, dudosos también sobre saludar por la mano de
su padre en su hombro y Draco solamente quiere encogerse para desaparecer del lugar. Pero
no puede moverse, porque la mano del hombre es una estaca que lo clava al suelo y no puede
contradecirlo.

No puede alejarlo.

Pero maldición, quiere decir algo.

Incluso Arthur Weasley parece verlo de reojo dudoso, se pregunta si recuerda al niño de 8
años que había hablado vagamente sobre tecnología muggle hace tanto tiempo atrás. Según el
comentario de Ron Weasley hace algunos meses, parecía que de alguna forma se las arregló
para dejar un buen concepto al hombre.

—Mucho trabajo en el Ministerio, me han dicho— comentó el señor Malfoy —Todas esas
redadas… Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no?— Se acercó al caldero de
Ginny y sacó de entre los libros nuevos de Lockhart un ejemplar muy viejo y estropeado de
la Guía de transformación para principiantes —Es evidente que no— rectificó —Querido
amigo, ¿de qué sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien por ello?—

El señor Weasley se puso aún más rojo que Ron y Ginny.

Draco volteó a ver a su padre imponente, intentando ver al hombre que hace media hora
parecía resignado acompañarlo por un helado y ahora era un hombre frío sin corazón; porque
así fue como lo criaron, pero eso solo hace que Draco no pueda decir nada.

Era tan humillante y doloroso de ver.

—Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de mago, Malfoy—
contestó Arthur.

—Es evidente— dijo su padre, mirando de reojo a los padres de Hermione (que apenas pudo
notar), que lo miraban con aprensión —por las compañías que frecuentas, Weasley… Creía
que ya no podías caer más bajo—

Draco puede ver el momento exacto donde Arthur esta por saltar y rápidamente se coloca
frente a los dos hombres empujando a su padre, el dolor en su espalda llega cuando el señor
Weasley termina impactándolo contra un estante y un enorme libro grueso cae sobre su
cabeza. Duele maldita sea, pero cuando su padre claramente se incorpora con la varita en
mano para hechizar a el señor Weasley, que parece horrorizado de sus acciones; Draco debe
tragarse su dolor para arrojarse sobre su padre y sujetarlo de la cintura.

La mirada fría de su padre lo hace encogerse, porque Draco sabe que cuando vuelvan a casa
tendrá serios problemas. Entonces si ya enterró el pie dentro de un charco, bien podría
arrojarse para terminar totalmente empapado.

Pobre futuro Draco y las consecuencias de sus acciones.

—Estoy bien padre, solamente fue un pequeño empujón… creo que sería mejor marcharnos
ahora— deben marcharse, rápido, antes que todo escale y que el libro termine en manos de la
pequeña Weasley; si no se equivoca aquí fue cuando se lo entregó —sé que el señor Weasley
se equivocó, pero el comentario sobre los padres de mi amiga fue desagradable— añade con
la garganta seca, sintiendo que todo en la habitación se congela por la mirada incrédula de su
padre.

Si.

Tal vez usó una mala configuración de palabras, pero eso era lo único que se le ocurrió.

Sus ojos grandes en su dirección, mientras Draco falla en mantenerlos y le da una mirada de
disculpa a Hermione que la niña parece ver con ojos aun incrédulos por todo lo que ha
pasado; una parte de él se patea por llamarla amiga, cuando apenas si son conocidos.
También puede ver como varias personas en la librería parecen verlos sorprendido y Draco
está seguro que en menos de 24 horas va recibir una carta incrédula de Pansy por sus
acciones.

Defendió públicamente a una hija de muggles sobre su padre en un lugar público y la llamó
amiga.

Si.

Talvez el sombrero seleccionador se equivocó en ponerlo en Ravenclaw, ya que solo era un


idiota.

Un idiota en grandes problemas.

Lucius quien parece ver a su hijo como si le hubiera ofendido terriblemente, solamente se
gira para tomar los libros que los Weasley habían arrojado al suelo; Draco observa con la
garganta seca cuando su padre le da a Ginny sus libros.

Un libro negro entre ellos.

Draco no debe involucrarse, pero su cuerpo parece querer moverse y esta vez la mano de su
padre contra su hombro es un agarre doloroso que le hace hacer una mueca.

—Toma, niña, ten tu libro, que tu padre no tiene nada mejor que darte— comenta antes de
arrastrarlo fuera del lugar, su espalda doliendo tanto como su cabeza e intercambiando una
breve mirada con los ojos verdes de Potter que parecen querer decir algo.

Pero la puerta se cierra.

No escucha nada.

Antes de saberlo se han aparecido en la mansión y el rostro de su padre rojo de la ira,


solamente hace que el salón se vuelva demasiado incómodo; cuando su madre entra
apresurada a ver que sucede, Draco sale de la habitación con ojos llenos de lágrimas y una
mejilla nuevamente rojiza.

Otra bofetada por defender a un Weasley.

Es un idiota que no aprende.

Pero no duele tanto como las palabras de su padre.

—Una vergüenza— había dicho incrédulo haciendo que Draco se encoja en su lugar.

Draco es una vergüenza.

Pensó que este verano las cosas habían mejorado, que las historias que su padre y Draco
habían compartido, todos esos momentos juntos, habrían servido de algo; pero en el
momento que intentaba poner un pie para hacer lo correcto, para mostrarle a su padre que no
tenían por qué ser iguales, simplemente se desmoronaba.

Su madre se presentó para hablarle y no parecía molesta por sus acciones, pero el claro
desprecio y distancia de su padre, hicieron que Draco se sintiera miserable.

La primera semana su padre había cerrado completamente la puerta de su despacho, una clara
forma de alejar a Draco de sus anteriores charlas.

La segunda semana apenas si se presentó a las comidas y cuando Draco musitaba alguna
opinión, su rostro se fruncia desagradable y eso claramente lo desanimó a seguir
intentándolo.

La tercera semana apenas y lo vió en casa, su madre comentando sobre que estaba ocupado
en el ministerio.

La cuarta semana no lo vió del todo.

.
Su madre fue la única en ir ese año a Kings Cross, lo cual Draco intentó no pensar como algo
negativo, ya que su padre claramente tiene mucho trabajo. Logró poner una sonrisa algo tensa
cuando se topan con Natasha y Blaise Zabini, ambos no hacen ningún comentario referente al
asunto de hace un mes, a pesar que Pansy había enviado miles de artículos al respecto que
incluso pasaron por el profeta. Que el hijo de Lucius Malfoy defendiera públicamente a hijos
nacidos de muggles, fue tomado de dos maneras: la primera como un niño irrespetuoso (un
claro contraste a comentarios días antes del incidente por las mismas personas) para los
sangre pura por desafiar a su padre, la segunda como un claro ejemplo de que las
generaciones actuales quieren hacer un cambio contra las generaciones pasadas.

Tiene su primer artículo controversial a la edad de 12 años.

Genial.

Es solo un niño, Pansy habrá comentado que esa frase es la que uso su padre para
"defenderlo", pero estaba preocupada de que eso se repitiera.

Que Draco fuera amigable con todos en Hogwarts indiferente de su estado de sangre había
comenzado a relucir en comentarios, lo cual al menos fue aplacado por Potter con Lockhart;
no pudo estar más feliz del claro foco de atención que era Potter todo el tiempo.

Lo salvaba del ojo público.

Los padres conservadores lo verían de mala forma de ahora en adelante, al menos que soltara
a alguien que era un sangre sucia, probablemente no convencería a nadie; Blaise no parecía
afectado por sus preferencias, pero eso no significaba que saltara a defender su causa.

Especialmente con la reacción de su padre.

Así que cuando entro al tren con Blaise, literalmente camino lejos del vagón que su amigo
había elegido y este solo suspiro antes de llamarlo; pero no fue detrás de él.

Draco no era una paria, la mayoría de mestizos probablemente aplaudirían que defendiera
alguien sobre su padre en público; pero para los sangre pura claramente sería un foco de
atención los siguientes meses para ver sus acciones, así que tendría que tener mucho cuidado.
La relación con su padre estaba tensa, pero si lograba mantener sus amistades sangre pura en
Slytherin y tal vez rodearse de ellas un poco más, podría aplacarlo a la larga.

Estaba seguro que su madre había estado ayudando a eso durante el último mes.

Pero estaba cansado para iniciar hoy, solamente quería un poco de paz y tranquilidad.

Padma que había entrado con su hermana al vagón donde Draco se refugiaba solo,
literalmente se arrojó para abrazarlo y Draco disfrutó de la sensación de un cuerpo cálido a su
lado; una persona que parecía apoyarlo incondicionalmente y había estado escuchando sus
quejas en cartas. Su mejor amiga y la hermana menor de su gemela Parvati, parecía
preocupada por cómo estaba la familia de Draco (al venir de una familia feliz no podría notar
las familias problemáticas a su alrededor) y había comentado que lo que hizo fue muy
valiente; como estúpido.
Era algo que haría un Gryffindor, no un Ravenclaw.

Debió pensar más en las consecuencias de sus actos.

Draco quiso decir que tuvo todo un mes para culparse por idiota, pero no podría agregar nada
positivo a la conversación, así que prefiere ignorar sus pensamientos autocríticos.

—Deja que hablen los idiotas, desde mi punto de vista fue brillante— había dicho Parvati de
brazos cruzados y asintiendo para sí misma, mientras Draco seguía abrazado a su hermana
como un niño regañado por su padre.

No comentó a nadie sobre su padre dándole una bofetada, fue una bofetada dolorosa y
probablemente lo que más dolió fue el significado detrás de esta. Su padre había pasado a ser
el padre que siempre había querido y apreciado, a convertirse en una mala imitación del
padre de su primera vida en un instante.

Otra vez, como cuando tenía 8 años.

Su humor estaba por los suelos.

—Escuché que Draco estaba aquí— la puerta se abre revelando a Anthony, quien parecía
seguido de Michael y Terry, sus otros compañeros de habitación.

Se aleja de Padma porque no quiere parecer vulnerable, lo cual no debe ser muy fácil ya que
su rostro parece demacrado.

Sus amigos parecen tensos un instante, antes que Michael comente algo estúpido de sus
vacaciones y que Parvati se vaya con un último apretón a su hombro anunciando que iría a
buscar a sus compañeros. Padma se queda a su lado sujetando su mano, mientras sus amigos
se distraen contando historias ridículas y Anthony se ubica en el espacio que Parvati dejo
abandonado a su lado.

Se siente cómodo entre sus dos amigos.

Como regresar luego de un largo viaje a casa.

—¿Cómo que Padma no puede jugar Scrabble?— cuestiona Michael confundido, antes que
Anthony estalle contra Padma que se ve ofendida al respecto.

Draco sonríe levemente (sus amigos parecen celebrar eso discretamente) viendo por la
ventana, antes que recuerde una cosa.

Maldita sea.

Olvidó decirle a Dobby que no evitara que Harry pudiera ingresar al tren, pensando que ese
cambio en la historia no sería tan malo.

Bueno.

Supone que Potter tendrá muchas cosas que contar a sus amigos.
El viaje en tren la pasa dormitando sobre el hombro de Anthony, algo cansado y deseoso de
poder hablar con sus amigos respecto al libro; tal vez seguir omitiendo la historia de las
cadenas mágicas y entrar en otros hechizos que tarde o temprano tendrían que aprender.

Si.

Definitivamente no aprendía.

Draco sale bostezando del compartimiento, algo inseguro de que camino tomar, hasta que un
profesor parece alertar a los de primer año y la otra ola de jóvenes va en dirección casi
opuesta; no es como si hubiera demasiados estudiantes. De reojo puede ver como Hermione y
Neville parecen inquietos, había escuchado que pasaron por el compartimiento preguntando
por Potter y Weasley, pero Draco estaba muy ocupado dormitando sobre el hombro de
Anthony como para importarle; no es que estuviera evitando una posible conversación con la
niña de cabellera castaña, eso serían calumnias sin fundamento. La llegada a los carruajes fue
algo somnolienta, pero todo sueño se evaporó cuando los enormes caballos alados con
apariencia bastante inquietante estaban frente al carruaje.

Thestral.

Su ojo se contrajo en un tic involuntario, cuando los escucho resonar y todos a su alrededor,
claramente, no podían verlos.

Draco había visto a los animales en la película, así como también había estudiado de ellos
con interés y tomo todo en su poder intentar recordar lo que decía su libro.

Un thestral es una variedad de caballo alado con un cuerpo esquelético, rostro de rasgos
reptilianos y unas alas de aspecto curtido que recuerdan a las de un murciélago. Son nativos
de las islas británicas e Irlanda, aunque se han visto en partes de Francia y la Península
Ibérica. Son muy raros y están considerados como criaturas peligrosas por el Ministerio
británico de magia. Son inmerecidamente conocidos como augurio de desgracia y agresión
por muchos magos, debido a que sólo son visibles por aquellos que han visto la muerte (y
entendido plenamente el concepto), y a su apariencia lúgubre, demacrada y fantasmal.

Por lo cual Draco no debería ser capaces de verlo.

No había visto la muerte… aunque su muerte como Orion Blake está en sus memorias.

Draco siente la incómodidad en su cuello, cuando Anthony toca su hombro, pero su mirada
parece realmente congelada en el caballo de aspecto gótico frente a ellos.

—¿Sucede algo Draco?— pregunta Anthony cuando ha logrado empujarlo dentro del
carruaje, puede imaginar que se encuentra pálido y no sabe que agregar al tema.

Solamente se repite: augurio de desgracia.


Maldita sea.

—¿Cómo creen que se mueven los carruajes?— pregunta algo incómodo al sentir la garganta
tal vez demasiado seca.

Los cuatro niños se ven de reojo confundidos.

—¿Magia?— cuestiona Michael haciendo un ademán con la mano como si estuviera loco.

No es equivoca, piensa de forma retorcida, intentando no voltear a ver a los caballos y pensar
en cosas felices; sus amigos parecen verlo preocupado y Draco solamente se tensa todo el
camino. Cuando llegan al castillo casi sale corriendo, sí no fuera porque tienen que llevar sus
maletas; Anthony parece orgulloso cuando enseña el hechizo de levitar que ha aprendido
durante vacaciones.

Michael lanza su baúl volando por los cielos, pero Draco tiene una forma rápida de
aprenderlo y pueden ingresar al castillo.

Antes de pasar por la puerta, Draco puede sentir que uno de los Thestral lo ve fijamente,
antes que la puerta se cierre detrás de ellos.

Padma parece encantada de estar en el gran salón minutos después, saluda a su hermana y
parece orgullosa de ser un segundo año; no es que hayan cambiado tanto, pero Draco puede
sentir simpatía por los pequeños de primer año que están en la espera del sombrero y
luciendo tímidos como torpes. No va a comentar a nadie sobre lo que paso, duda que vuelva a
ver a los caballos tenebrosos pronto y realmente no tiene intención de que lo vean como un
loco.

¿Pude verlo solo por el recuerdo de Orion?

Draco quisiera investigar sobre el tema, pero para eso tendría que revelar lo que ha visto,
probablemente pueda atrapar a Hagrid un momento para hablar sobre el tema.

Quien diría que, a diferencia de la historia original, Draco tendría tanto en común con el
hombre que su versión original había aborrecido; no es que fuera tan fanático por todas las
criaturas mágicas, pero el amor que tiene por los dragones en realidad lo hace unidos de
alguna forma. Entonces si tenía una duda sobre criaturas magias, podría ir con el hombre
antes que pasar horas en la biblioteca.

No es que no lo hiciera si la respuesta de Hagrid no lo satisfacía.

Pero tenía el libro de Orion como prioridad.

El pensamiento de tener su cabeza ocupada y lejos de sus problemas familiares, lo hizo sentir
inesperadamente positivo por este próximo año.

—¿Dónde está el profesor Snape?— fue la pregunta de Terry que hizo que Draco levantara la
mirada hacía la mesa de los profesores.

No estaba ahí.
Su padrino no estaba ahí.

Puso una mano en su mentón con curiosidad.

La canción del sombrero seleccionador fue un poco aburrida desde su punto de vista, pero
Draco dejo de pensar en ello cuando una pequeña flor de papel cayo discretamente sobre su
asiento en la mesa; rápidamente desvió la mirada hacía la mesa Slytherin, donde Blaise le
guiñaba un ojo y Pansy le indico que abriera la hoja. De alguna manera ese pequeño gesto,
aunque discreto y lejos de la vista de todos, hizo que Draco se sintiera terriblemente aliviado.

Aun quieren ser mis amigos.

No estoy solo.

Ellos siguen ahí.

Con el nudo en su garganta e ignorando a los niños que comenzaban a ser sorteados, Draco
admiro la hoja abierta y tuvo que colocar una mano sobre su rostro con fastidio.

Anthony se asomó sobre su hombro al mismo tiempo que Padma.

"Hay un rumor que tu querido Potter y su comadreja tuvieron un incidente con un auto
volador.

Tu querida amiga: Pansy"

—No es mi querido Potter— gruñó por debajo indignado, pero Padma parecía casi
horrorizada por el contenido de la nota.

—Eso no es posible, ¿Verdad?— cuestionó Anthony leyendo nuevamente la nota.

La caligrafía de Pansy era bastante elegante y con años de practica por su familia, pero Draco
solamente levantó la mirada para ver mal a sus amigos Slytherin, quienes se rieron
divertidos; cuando Terry y Michael vieron la nota, Draco notó muy tarde, que tal vez se
suponía que era un secreto.

Pero casi al final de la selección, Draco notó horrorizado que no sólo la mesa Ravenclaw
hablaba del tema, algunos Hufflepuff y Gryffindor parecían haber estado escuchando; al ver a
Pansy se percató que esta parecía regodearse de haber pasado la información.

Maldición.

Bueno.

No era su problema.

—Eso es insano— hablaba Michael de camino a la torre, sin creer todavía lo que pasó y
probablemente Draco tampoco lo creería.
Pero él tiene conocimiento del futuro, o al menos un posible futuro, y sabe que esa clase de
cosas si son posibles alrededor de Potter.

—¿Qué cosa es que cuanto más le quitas más grande es?— preguntó la estatua de Ravenclaw
cuando todos llegaron, un prefecto explicándoles a los de primer año que de ahora en
adelante esa sería la forma de entrar a su sala.

—Un agujero— fue una voz infantil que contestó, casi de inmediato a que la pregunta salió y
Draco como otros años voltearon a ver.

Lo primero que vió fue una especie de color desbordante y una falta de sentido por la moda,
pero debajo de todo pudo notar un cabello rubio desordenando y grandes ojos azules que
parecían llenos de inocencia; su apariencia parece contradecir muchas cosas, especialmente
sus aretes y la extraña bufanda en su cuello.

Pero luego de la mirada inicial, la respiración de Draco se congela al verla más


detalladamente.

Porque esa niña, es diferente a las películas (todos a su alrededor son diferentes a los actores
de las películas y en general, deben basarse más en el aspecto de los libros), no es la
apariencia de la niña que interpretaba a Luna Lovegood; la persona frente a él que acaba de
contestar una pregunta sin dudarlo y haciendo que la puerta se abriera, tenía un terrible
parecido con Selena.

—¡Draco!— grita Padma aterrada cuando entra empujando a todos, dirigiéndose al baño
justo en el momento que la comida de la cena sale expulsada sin contenerse.

Cierra la puerta con fuerza, ignorando los llamados de Anthony y compañía, solamente se
encoge con las manos temblorosas y rostro de pánico viéndose al espejo.

No era el espejo de Oesed.

Pero Draco casi puede jurar que no ve su silueta en el espejo, solamente ve el rostro de Orion
Blake que parece igual de cansado que él.

Primer día en el castillo y Draco solo puede pensar en una cosa:

Maldita sea.

Sus amigos no parecen felices cuando sale dos horas después del baño luciendo blanco como
una sábana, tampoco creen que la comida le cayó mal o que está muy cansado para ir a la
enfermería; al igual que su primer año no duerme nada en la primera noche en Hogwarts,
pero a diferencia del horror de estar en Ravenclaw, es por la imagen y recuerdos de su
hermana en otra vida. Draco no soñó, porque soñar implica dormir, así que solamente estuvo
reviviendo recuerdos en su mente; con cada año en este mundo, muchos recuerdos de Orion
parecen borrosos, pero los de Selena se mantienen firmes en su mente.
Porque por muchos años Selena fue su único motor en la vida.

Era malo para hacer amigos, apenas y tuvo una amiga en su centro de trabajo que
curiosamente fue su vecina la mayor parte de su vida.

Pero solo eran Selena y Orion.

Recuerda cuando la niña camino sus primeros pasos.

Cuando Selena habló por primera vez.

El momento en que Selena saltaría de los brazos de su vecina para correr hacía él, agradecida
porque llegara del trabajo y pudieran jugar.

Recordaría también momentos tristes, cuando Selena lo abrazaría llorando porque su padre le
pegó y Orion estallaría en ira porque no estuvo para defenderla.

Selena admitiendo tímidamente que fue un accidente, aunque claramente era una compañera
de clases quien le llenó su cabello con pegamento y tuvieron que cortarlo.

Las palabras de Selena en voz baja, aterrorizada de su padre, pero prometiendo que no
lloraría porque era una niña grande.

Orion había dado su vida para que la de Selena no fuera como la suya, pero no pudo hacer
tanto como quisiera. Orion tenía 11 años cuando Selena nació, tenía 29 años cuando había
muerto y Selena apenas estaba cotizando universidades; su mente, aunque presente en su
hermana, realmente no quería llegar ahí, porque de esa forma solamente quería volver.

¿Cuáles eran las posibilidades de volver al tiempo de su muerte y evitarlo?

Podría buscar toda su vida sobre el tema y tal vez no se encontraría oportunidad, o tal vez si,
tal vez Draco solo era egoísta por no querer irse de este mundo.

Tal vez si descubría como llego a este mundo… podría volver.

¿Eso era lo que quería?

No, no quería dejar este mundo, pero no podría dejar a Selena sola… aunque ya era una
adulta y le había enseñado toda la vida a defenderse; no duda que sufriera por su muerte, pero
Selena era una mujer joven y tenía un seguro en su cuenta bancaria que le ayudaría a estudiar.

Joder.

La presencia de Luna Lovegood, no era de su agrado, porque trajo muchas cosas que no le
gustaban a él del interior al exterior. Por lo que cuando fueron al comedor, luego de que
Michael hiciera un comentario bastante desfavorecedor sobre sus ojeras y Draco lo hiciera
tropezar en el último escalón; simplemente ignoro la cabellera rubia de su mesa.

Al haber vomitado la noche anterior, Draco decidió que comería solo fruta y las tostadas que
Padma había puesto de forma no opcional en su plato.
Hizo una mueca, antes de que Terry le entregara el diario el profeta.

«MUGGLES» DESCONCERTADOS

POR UN FORD ANGLIA VOLADOR

—Desde ayer parece que la noticia se hizo más popular— comentó Anthony con un panecillo
en su boca, el tema de conversación parecía estar en todas las mesas.

«En Londres, dos muggles están convencidos de haber visto un coche viejo sobrevolando la
torre del edificio de Correos (...) al mediodía en Norfolk, la señora Hetty Bayliss, al tender la
ropa (...) y el señor Angus Fleet, de Peebles, informaron a la policía, etcétera.» En total, seis
o siete muggles.

Sin duda un inicio de año espectacular.

¿Por qué no enviaron una lechuza?

¿Qué les hizo pensar que era una buena idea?

—Al menos ahora sabemos porque no están en Ravenclaw— musitó Draco por debajo,
haciendo que sus amigos se rieran al respecto.

Su comentario atrajo la atención de algunos compañeros, pero nadie hizo ningún comentario
y Draco se mantuvo alejados fielmente a los ojos azules de la niña de primer año. Flitwick
amablemente les había entregado su horario antes de llegar al comedor, aunque Draco apenas
pudo ojearlo, esperaba pasar el resto del día entre clases y luego enterrarse en el libro de
Orion.

Padma y Anthony no muy convencidos de su estado mental, habían terminado aceptando


unirse cuando lo comento en los pasillos.

—Creo que encontré en el libro algo sobre un encantamiento de cadenas— habló Anthony
con orgullo y Draco se puso un poco pálido.

El recuerdo de su incidente en vacaciones no lo hicieron cómodo al respecto.

—Tal vez podríamos pasar de ese encantamiento, no es tan genial en realidad— se burló
Draco, ganando miradas curiosas de Padma y Anthony por igual.

Iban a discutir, lo vio en su mirada, por suerte no fue necesario inventar algo para distraerlos;
el sonido proveniente de la mesa Gryffindor hizo que todos saltaran.

—... ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN;


ESPERA A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE
SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA...—

Los gritos de la señora Weasley retumbaron por todo el comedor, hacían tintinear los platos y
las cucharas en la mesa y reverberaban en los muros de piedra de manera ensordecedora. En
el salón, la gente se volvía hacia todos los lados para ver quién era el que había recibido el
howler, y Ron se encogió tanto en el asiento que sólo se le podía ver la frente colorada.

Draco se estaba cubriendo sus oídos viendo incrédulo la situación, en sus recuerdos no era
tan ensordecedor.

Pero verlo de una pantalla a la realidad, hizo que su cabeza retumbara.

—... ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA


DE LA VERGUENZA, NO TE HEMOS CRIADO PARA QUE TE COMPORTES ASÍ,
HARRY Y TÚ PUDIERON HABERSE MATADO...— realmente no podía esperar el
momento en que acabara —... COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE
TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDAGACIONES, TODO POR CULPA TUYA, Y SI
VUELVES A HACER OTRA, POR PEQUEÑA QUE SEA, TE SACAREMOS DEL
COLEGIO—

Que buenos pulmones, pero al menos ya se había terminado.

El sobre ahora era ceniza y aparte del leve zumbar de su oído, Draco pudo disfrutar del
desayuno ya que todos ahora hablaban de lo ocurrido; pensó como sus padres nunca le han
enviado un howler y en realidad eso le hizo pensar que tal vez había aun posibilidades en su
relación.

Solo ocupaba hacer que su padre lo perdonara con una gran acción.

Por eso cuando comenzó a caminar a su primera clase junto a los Slytherin, tenía el rostro
decidido.

—¿Quidditch?— cuestionó Padma con duda y una mueca que hizo a su nariz doblarse.

Draco le restó importancia.

—Padre quería que me uniera, tal vez podría intentar en las pruebas; tengo una escoba nueva
— musitó por debajo pensativo, pensando que tal vez sí comentaba la idea con Blaise durante
clases obtuviera algunos comentarios.

Se supone que Cho Chang es la buscadora de Ravenclaw y hasta donde sabe, durante toda la
historia ella lo fue; durante sus partidos entre sus amigos siempre era designado como
buscador, pero podría ser un golpeador con suficiente entrenamiento.

Le gustaba golpear a Blaise, su amigo no era tan amable al respecto.

—Sí solo quieres agradarle a tu padre, tal vez podrías mejorar tu relación con los herederos
como el año pasado— ofreció Anthony una idea y ahora fue Draco quien arrugó la nariz.

Dudaba que funcionara bien, porque los herederos de sangre pura de Slytherin, puede que lo
aceptaran como puede que no lo aceptaran debido a la prensa; tendría que ganarse muchos
puntos para que la relación se mantuviera.

Podría ser este el año donde expandiera su negocio de ayudante de pociones para otras casas.
Estaba debatiendo los pro y los contra de sus ideas, quienes aunque no saben que tan mal está
la situación en su casa, eran unos jodidos genios que podrían ayudarlo cuando lo necesitaba;
solo por eso les ayudaría a estudiar en este año espantoso en encantamientos.

Ya que puede o no puede que debido a su intervención el año pasado, este año sea mucho
más difícil.

No es que lo fuera a decir en voz alta.

—Malfoy— la voz que dijo esas palabras en su espalda, hizo que se detuviera congelado,
porque debía ser un error.

Otra persona tuvo que haber dicho su apellido, no había otra explicación, porque Draco había
jurado que esa persona no diría su nombre/apellido nunca; habían charlado al respecto, no
había posibilidad. Una parte de él incluso buscó desesperadamente que fuera Luna, que la
niña que más quería evitar, fuera la que dijo su nombre.

Volteo su rostro pálido, viendo horrorizado como Potter caminaba erguido y con rostro
decidido hacia él.

Giro a ver a sus dos amigos, iguales de sorprendidos al respecto.

—Escuché que te interesa el Quidditch— habló el niño, que sigue viéndose demasiado joven
para intimidarlo; a su lado tanto Ron como Hermione lucían sorprendidos.

Las palabras casi brotan de él.

"Acosador"

Pero no dijo nada, temeroso de notar algunos curiosos viendo en su dirección.

—Heredero Potter— técnicamente no era heredero, porque no fue enseñado desde joven y
probablemente no tiene ninguna idea de que significa venir de la dinastía Potter —estaba
calculando mis opciones, pero nada definitivo; pero si tiene algún interés en saber sobre sus
oponentes de Quidditch, espero que su capitán le guie cuando la lista de aceptados este en
todas las casas— habla con amabilidad y con palabras pensadas una por una antes de
decirlas.

¿Qué estás haciendo?

Espera que griten sus ojos, pero en lugar de parecer desanimado como el año pasado por sus
palabras lejanas, los ojos de Potter parecen brillar interesados.

Como si lo sucedido en el comedor fuera semanas atrás y no hace algunos minutos.

—¿Miedo Malfoy?— cuestionó Potter con tono casi burlista, que, sí Draco hubiera estado
bebiendo algo, probablemente lo hubiera escupido de la impresión.

De reojo puede notar la mirada impresionada de Anthony a su lado, casi como sí buscara que
esto fuera una broma; Padma por otro lado tiene una mano sobre su mentón luciendo
pensativa, pero al verlo de reojo se encoge de hombros sin saber que decir.

Ahora si hay personas observándolos y eso alerta a Draco.

Puede jurar que ese comentario fue dicho en la versión original de esta historia, pero tal vez,
fue Draco quien lo dijo o tal vez no lo fue.

Sonríe, porque tiene que sonreír y luego cuando Potter este solo, va asesinarlo por hacerlo
estar incómodo en su segundo día en este castillo.

—Quisieras Potter— responde de forma tensa, antes de dar media vuelta e irse, luciendo muy
grosero en el acto.

Le vale una polla.

Sus pasos caminan rápido y quiere largarse de ahí, pociones nunca fue tan bien recibida como
ese día.

—¿Qué mierda fue eso?—cuestionó Anthony tomando asiento a su lado en la mesa, haciendo
que Draco gimoteara con una mano en su rostro.

Pansy, Blaise y Theo del otro lado del salón, viéndolo también de forma curiosa.

—No lo sé— gruñe cansado.

Este año realmente no va ser tan fácil como pensó inicialmente.

Continuará…

Chapter End Notes

Ya llegamos a Hogwarts, a diferencia del libro pasado, este año se agregó un poco más
del tiempo fuera de Hogwarts. Apenas estamos en los primeros días de clases, pero
Draco ya tiene suficiente en su tazón como para agregar más.

Este año no será sencillo para nuestro querido rubio, así que veamos que lo atormentará
en los siguientes capítulos.

Se supone que el capitulo seria liberado el día de mañana, pero tengo tantas cosas que
hacer que por eso se adelanto. La publicacion usualmente va ser sabados o domingos.
Capítulo 3: Asamblea Medieval de Magos de Europa.
Chapter Summary

Draco esta dividido entre el quidditch y una nueva pista sobre el libro de Orion, no tiene
tiempo para Potter, pero eso no parece importarle a él.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

La primera semana en Hogwarts Draco está meditando seriamente sobre comenzar a tomar
clases en casa y dejar la locura del colegio. Lo principal para Draco es ignorar a Luna, la niña
no ha intentado acercarse activamente a su persona, pero siempre parece verlo con ojos
curiosos; una parte de Draco había pensado sobre que en alguna posibilidad remota no fuera
el único en renacer como en sus historias, que su hermana de alguna manera habría muero (lo
cual sería terrible) y reencarnado como Luna, haciendo que ambos estén juntos nuevamente.
La idea muere rápidamente por la personalidad soñadora de Luna, creyendo en seres que no
existen y haciendo que todos en su torre comiencen a pensar que la pobre niña está loca; un
claro contraste con Selena que deseaba ser científica y tenía la fiel creencia de que, si no lo
puede ver sus ojos o comprobarlo, no existe.

Su sueño muere antes de ser procesado.

Draco tenía una personalidad muy diferente como Orion (ambas vidas tan diferentes y
experiencias no paralelas) pero, aún así, no cambió tanto de esa forma; así que, aunque se
parezca mucho físicamente, duda que fuera Selena.

O al menos no debería recordar su vida como Selena.

A este punto todos a su alrededor podrían ser reencarnaciones y solamente no tener sus
recuerdos, Draco ha estado leyendo muchos de los libros del padre de Padma; lo cual hace
que la niña suspire comentando sobre que su padre piensa adoptarlo.

El segundo tema que le molesta es Lockhart, su primera clase no fue tan horrorosa como la
de Gryffindor, pero el hombre era todo un horror al respecto. No sabe dar clases, todo se basa
en su persona y Draco tiene la fiel creencia de que no sabe hacer ningún hechizo bueno;
Padma había estado algo sonrojada al verlo, porque supuestamente era atractivo.

Físicamente no era horroroso, pero su forma de vestir, su forma de actuar, cualquier cosa que
salía de su boca.

Draco cree fielmente que incluso Voldemort no puede ser peor que esto.
Draco no contestó sus formularios (el hombre insiste que son exámenes, pero no lo son),
ignoraba sus preguntas y si bien no ganaría tantos puntos como en su primer año en esta
clase, Draco esta rápidamente alarmado al respecto de su año escolar en defensa; había
dejado un poco el libro de Orion, para leer los libros que años mayores recomendaron.
Después de todo la mayoría de Ravenclaw eran muy autodidactas, especialmente en la clase
de defensa el cual cada año podría tener un buen profesor o uno horroroso.

Arrastró a Michael casi todo el tiempo, quien parecía quejarse sobre estudiar tan temprano al
año y Neville simplemente los siguió algo tímidamente. Draco estaba decidido que ese año
no importaba que fuera un pésimo profesor, aprendería de otros años sí fuera necesario; su
padrino quien odiaba a Lockhart tanto como a Potter estaba dejando muchos trabajos a
principio de año y Draco se aprovecharía de eso para que los años superiores les ayudaran
quisieran o no.

Eso no evitaba que ver al hombre, le produjeran unas grandes ganas de vomitar.

—Tal vez podamos atarlo y enviarlo a China, estoy seguro que si lo encogemos una lechuza
podría llevarlo y es tan idiota que no podría volver— las teorías conspiradoras de Terry,
quien tampoco estaba alegre con el hombro, hacían que Draco disfrutara de un desayuno
tranquilo.

Silencioso Terry puede tener planes malvados, sin duda pudo haber sido un gran Slytherin.

Padma se quejaba al inicio, pero luego de dos clases, incluso su mejor amiga no tendría que
defender.

La tercera cosa de la cual no pensó que se quejaría tan pronto en el año, era irónicamente,
Harry Potter. El niño que había escuchado a Draco decir que no podían ser amigos, ahora
parece mucho más presente que el primer año y suele ser un dolor de cabeza; Draco se
encuentra muchas veces sorprendido de sus comentarios mordaces aleatorios. Lo ve como si
quisiera hacerlo explotar y no entiende porque lo odia, no ha hecho más que evitarlo, pero
por la sonrisa satisfecha del niño luego de retarlo a alguna estupidez que Draco rechazaría,
algo trama.

Nada bueno puede salir de Potter y sus comentarios aleatorios.

—Deja de estar en las nubes Malfoy—

—Mueve Malfoy—

—Deberías estar en tu equipo de Quidditch para que pueda ganarte—

—Vas a llegar tarde Malfoy, voy a ganarte—

Había comentado sus dudas a Anthony y a Padma, la mayoría del colegio parecía curioso de
este cambio de rol y se alarmó de que todos supieran de su claro rechazo al niño; pero ahora
todo el colegio era espectador de como el niño que vivió parecía ver a Draco Malfoy como si
fuera un enemigo a vencer.
Como en la historia original.

Maldita sea, esto no puede salir bien.

—Parece más como un niño que tira de la coleta de una niña que quiere llamar su atención—
intenta tranquilizarlo Padma, lo cual puede que sea cierto, pero también parece estúpido.

La mayoría de niños que hacen eso, es porque les gusta la niña en cuestión y Draco esta
100% seguro que Harry Potter no está interesado en Draco; en la historia original no era gay
o bisexual para el caso, terminaba casado y con 3 hijos. Pero de alguna forma la obsesión de
Harry por Draco, estaba comenzando a fastidiarlo; pero llegar y hablarle, simplemente no
funcionaria.

Ya se cansaría.

Tal vez pensaría más en el tema, pero tenía una cuarta situación que comenzaba a molestarlo
y se sorprendió al notarlo.

Era la menor de los cuatro actualmente, pero Zacharias Smith era sin duda un personaje que
le comenzaba a preocupar.

No es que Draco fuera querido por todos, algunos estudiantes mayores parecían no tener
interés en él y algunos incluso lo molestaban; Draco era suficientemente apto para no dejarse
intimidar por mocosos celosos de que fuera tan bueno a su edad, pero en realidad los
Ravenclaw eran un dolor de trasero igual que los Slytherin cuando querían. Michael
comentaría algo sobre la competencia entre Ravenclaw vs Hufflepuff en el caso de Smith,
pero Draco piensa que puede ser más que eso.

El niño rubio de Hufflepuff, lo había empujado en su primer día de pociones este año, no de
manera notoria, pero si suficiente para que Draco girara a verlo confundido.

Anthony diría que exageraba, pero la mirada del rubio a él, hizo que Draco pensara que no
fue un accidente.

Empujones, risas burlistas a veces cuando hablaba, miradas enojadas al otro lado del salón;
Zacharias Smith estaba convirtiéndose de un desconocido en su primer año, a una molestia
persistente este segundo año que no tenía tiempo para abordar.

—Creo que este techo tiene muchos Nargles el día de hoy— el comentario de Luna en medio
del almuerzo, hizo que Draco suspirara cuando varios compañeros se rieron ante la niña
viendo al techo fijamente.

Dejó la mesa de Ravenclaw donde sus amigos apenas si prestaron atención, los demás
estudiantes que se seguía riendo poco discretamente de la niña, Draco los ve de reojo
apretando los puños antes de dejarse caer en medio de Pansy y Blaise; ambos habían dejado
claro esta semana que parecían no darles importancia a los artículos al respecto de
vacaciones, su presencia continua en la mesa de Slytherin dejo de atraer tantas miradas
dudosas y ahora era ignorado en su mayoría.
Un avance de alguna forma.

Theo siguió comiendo dándole un vago saludo que Draco agradeció con un empujón en su
rodilla con su pie bajo la mesa.

—Entonces hoy tienen defensa— comentó Draco con malvada diversión, obteniendo tres
pares de ojos llenos de furia.

Los Slytherin tampoco estaban agradecidos con el maestro que tenían, lo cual hizo que se
sintiera cómodo.

—Por favor, sé más magia negra que ese idiota— argumentó Blaise rodando los ojos, tanto
Theo como Pansy se rieron; Draco por otro lado solamente tarareo pensando de forma muy
similar a su amigo.

Los libros que su padre le regaló antes de que todo se fuera al carajo eran interesantes, claro
que el exceso de magia negra parecía contraproducente a futuro; Draco no había intentado
ningún hechizo del libro, había aprendido a tener cuidado con cualquier hechizo que leía de
ahora en adelante.

Además aprender un hechizo para sacarle las entrañas a una persona, no era su prioridad.

—Saben estaba pensando expandir mi negocio para ayudar con ensayos de pociones a otras
casas, quiero aprender hechizos útiles ya que este año estará carente de eso— habló Draco
robando el panecillo de Theo, quien se quejó audiblemente por eso.

Pansy lo vio con ojos divertidos.

—¿Hogwarts?—

—Por ahora pienso en mis queridos Slytherin, ocupo mejorar mis conexiones nuevamente—

Los ojos de Pansy prometieron destruir el mundo si Draco se lo pedía, lo que hizo que
sonriera de forma radiante a su amiga; Blaise y Theo compartieron una mirada dudosa
cuando Pansy comento sobre ideas y personas a las cuales podría recomendar.

El problema es que, en lugar de hechizos normales como sus años superiores de Ravenclaw,
estos eran casi todos magia negra.

Draco pareció complacido al respecto, no dominaría la mayoría este año, pero tendría bases si
ocupaba en el futuro.

No esta de mal tener un as bajo la manga.

El día de las pruebas de Ravenclaw amanece un poco nublado y Draco siente un dolor de
vientre, había tenido sueños nuevamente como si estuviera dentro del agua y pequeñas manos
quisieran arrastrarlo al fondo del mar; no estaba de buen humor. Michael parecía radiante
cuando lo empujó de la cama, de todos sus amigos era el más interesado en el Quidditch y
parecía pensar que Draco obtendría un puesto; no es como sí fuera un maldito segundo año,
si Harry Potter lo obtuvo fue porque era un puto prodigio. Al final entre bostezos fue a
desayunar ese día, desde el otro lado de las mesas Blaise le levantó un dedo pulgar y Draco le
levantó el dedo del medio, antes que Padma lo golpeara por la nuca para que se detuviera.

Esquivó a Potter que parecía listo para decir algo, casi saltó cuando Luna pasó a su lado y no
pudo esquivar el empujón diario de Zacharias.

Maldita sea.

El campo de Quidditch no estaba tan lleno, muchos estudiantes eran jóvenes, el año pasado
se habían graduado mucho de los jugadores de Quidditch; estarían en desventaja.

Los ojos de Cho brillaron con interés cuando le vio aparecer.

No estaba seguro de hacer las pruebas para buscador o para golpeador, pero al final el pensar
que estaría jugando contra Potter y ya lo tenía muy de los nervios, le hicieron buscar el poder
jugar como golpeador; su madre Narcisa Malfoy había sido una golpeadora en sus años de
Hogwarts.

Su padre se lo había dicho.

Cuando no estaba inmensamente decepcionado por él.

Esperaba que entrar en el equipo (sí lo lograba) hiciera algún cambio en su padre.

—Bueno chicos mi nombre es Eliza Ajax y este año seré su capitana de equipo— habló una
adolescente que Draco había identificado en su séptimo año, su cabello era largo y rubio, con
ojos azul demasiado oscuros —muchos de nuestros compañeros de equipo se graduaron el
año pasado, pero eso no significa que sea una desventaja; muchos de ustedes han estado
volando con nosotros por años y son los mejores de su año— Draco se encogió al sentir
algunas miradas sobre él y se abrazó más a su escoba —he estado jugando Quidditch desde
mi segundo año y voy hacer de ustedes un equipo al cual las otras casas van a temer— añade
con ojos brillantes antes de comenzar a separar a los puestos para tomar en cuenta.

Cho quien era el buscador de reserva (incluso si el año pasado jugo algunas veces), se acercó
a un chico de quinto año de cabellera castaña y piel bastante morena; ambos chocaron sus
manos y eran los únicos en el área de buscadores.

Draco se sintió un poco pequeño al lado de los golpeadores.

De reojo notó que Eliza la capitana, estaba al lado de Robert Hilliard, uno de los prefectos de
su casa que estaba en sexto año; ambos hablaban cómodamente con el otro.

El Quidditch necesita: 7 jugadores (3 cazadores, 2 golpeadores, 1 guardián y 1 buscador), con


cambios ilimitados en cualquier.
Entonces Eliza elegiría solo 2 golpeadores, o tal vez podría obtener algunos otros en la banca.
Draco caminó al lado de los golpeadores que eran de tercer año si no se equivocaba, ya que
estaban usualmente charlando con Cho; Jason Samuel y Duncan Inglebee, también había otro
chico que parecía obligado estar ahí de quinto año. Dado que la posición de golpeador
demanda mucho esfuerzo físico y el tipo de quinto año era enorme, es probable que tuviera
que luchar contra los de tercer año por la posición.

O eso pensó.

Robert camino hacía ellos y Draco maldijo cuando escuchó a Jason susurrarle a Duncan que
Robert había sido un golpeador los últimos tres años.

Tal vez hacer la prueba de buscador no sería mala idea.

—Bueno chicos el día de hoy voy a ser quien haga las pruebas como golpeador, iremos a
montar en las escobas y jugaremos en el aire un rato—hablo Robert con una sonrisa amable,
que a Draco le dio esperanzas.

Tal vez no sea tan mala idea.

10 minutos después, puede pensar otra cosa, definitivamente fue mala idea.

Draco maldice audiblemente, similar a los chicos a su lado, porque Robert es un tirano que en
lugar de usar 2 bludger como se utiliza en un partido normal, tuvo la gran idea de usar 2 por
golpeador (incluyéndolo, aunque no estaba participando al menos que a ellos se les fuera una
de las manos); lo que hizo un total de 8 bludger volando por el campo, mientras Eliza hizo la
prueba de cazadores. Lo que significaba que estaban practicando como si fuera una
simulación muy real.

Si no eran rápidos, golpearían a otro Ravenclaw… o a ellos, Draco había recibido ya un


golpe en el vientre que casi lo derriba de la escoba.

Cuando era niño y jugaba con sus amigos, Draco era muy ágil, por lo cual siempre fue
designado a buscador; pero como generalmente eran pocos, jugaba como golpeador para
compartir más con Theo y Blaise. Su madre que fue golpeadora, lo entrenó bien en esa área
cuando era niño, pero siempre fue un jugador casi amistoso y sin ninguna consecuencia.

Había recibido algunos golpes de Bludger anteriormente.

Pero esto.

Era una puta masacre.

Pero un buen liberador de ira.

Draco no había notado lo amargado que estaba por la situación de su padre, por los
problemas en Hogwarts (Luna, Zacharias, Potter, maldito Lockhart) y su enojo por ver los
malditos thestral; tampoco había averiguado más del libro de Orion Blake. Su cuerpo no era
tan alto o musculoso, pero el bate en sus manos se sentía casi nostálgico; como Orion había
pasado por muchas peleas callejeras, siempre sin nadie que lo defendiera y muchas veces
defendiendo los lugares donde trabajaba.

El bate era un arma cómoda en sus manos.

Era difícil mantenerse en la escoba sin sus manos, pudo notar al chico de quinto año y los de
tercero manejarse bien en la escoba con una mano, el bate en la otra; pero Draco era
demasiado pequeño, si no usaba el bate con las dos manos no podría alejar la bludger.

Puede que no fuera un maldito prodigio como Potter, pero Draco iba a golpear las putas bolas
de mierda.

Cuando una logró golpearle el hombro, Draco se mordió el labio, antes de golpear la
siguiente bludger lejos de Roger Davies; no sabe que rostro de psicópata podría tener, pero el
cazador de cuarto año parecía pálido cuando vio a Draco reírse en medio del dolor.

Al bajar de las escobas unos 20 minutos más tarde, Draco cae literalmente sobre el lodo ya
que había caído una ligera lluvia que empeoró el juego; Cho quien había bajado con la Snitch
que logó ganarle al buscador oficial, se acerca a él para ayudarlo a levantarse. Draco puede
pensar en la gran cantidad de golpes y contusiones tendrá en su cuerpo, pero nada está roto o
dislocado, así que siente que fue un gran éxito; Eliza aplaude emocionada y agradeciendo a
todos por participar.

Draco de reojo puede ver a sus amigos de Ravenclaw en las bancas gritando en apoyo, su
sorpresa crece cuando ve a sus amigos de Slytherin (sentados algo alejados de los de su casa)
también gritando su nombre e incluso Pansy agita sus manos emocionadas.

Usualmente era un golpeador con su amiga cuando eran niños y eran un gran equipo, quisiera
saludar, pero en su lugar es arrastrado por Cho a los vestidores; donde se aleja a la sección de
niñas antes de que vea algo que tal vez no deba.

Se quitó la túnica de entrenamiento con dolor, pero no fue hasta que quedo con el torso
descubierto que algunos chicos hicieron sonidos de dolor al verlo.

—Tal vez sería buena idea ir a la enfermería— musitó Robert con rostro ligeramente lleno de
culpa, Draco lo vio mal porque literalmente fue su culpa.

Pero solamente suspiro.

No tenía ganas de discutir.

—No hay nada roto, además, sé de alguien que podría ayudarme— agrega con sonrisa de
suficiencia.

Robert solo alza una ceja, pero Draco se cambia de ropa confiado, bueno toma primero una
ducha que le duele horrores; su cuerpo parece que fue arrollado por un automóvil.

.
—Largo— fue lo que dice Severus antes de cerrarle la puerta en la cara, lo que hace que
Draco golpee desesperado la puerta de su padrino unos buenos 17 minutos antes de que le
deje entrar.

El hombre no parece de humor, pero al final termina aceptándolo en el despacho; quitarse la


camisa para que lo revise nuevamente es doloroso, no hay hechizos sanadores y solamente le
entregan una crema que lo ayudaría a sanar pronto. Draco gimotea porque es difícil alcanzar
su espalda y Snape parece furioso cuando lo hace, porque le pica un poco la herida a
propósito y Draco sisea por debajo.

Le pedirá ayuda a Padma después.

—¿Entraste al equipo?— cuestiona el profesor cuando Draco se ha vuelto a poner la camisa,


hay un olor a menta que le hace sentir tranquilo.

Intenta encogerse de hombros, pero duele así que solamente ladea la cabeza indeciso.

—Todos los golpeadores eran de años mayores—

—Tu madre fue golpeadora desde su segundo año, era buena, si te enseñó probablemente
quedes en el equipo—

Draco se siente listo para pavonearse de su madre, porque ella es asombrosa; si bien ahora es
una dama de alta sociedad, Draco casi puede verla como su versión adolescente y volando en
la escoba. Está seguro de que tiene a la mejor madre de todas, lo cual es una gran mejora de
su primera vida. Narcisa le había enviado una carta animándolo en la mañana con chocolates,
que Draco espera poder comer en la tarde, porque ella parecía encantada de que Draco
siguiera sus pasos.

Se pregunto vagamente sí su padre se sentiría feliz si fuera miembro del equipo.

Eso quitaría mucho tiempo para su propia investigación y estudios, pero Draco podría
sacrificar horas de sueño sí eso hiciera feliz a su padre.

Como si leyera la mente, Severus frunció su ceño al verlo y Draco solamente sonrió
intentando lucir inocente.

—Incluso si quedaras dentro del equipo, espero un desempeño impecable de pociones de tu


casa y tu persona especialmente— es como una amenaza, pero Draco puede ver que el
hombre solamente se preocupa por él a su manera.

Severus no parece abierto a querer a otra persona, probablemente desde Lily, así que Draco se
alegra por cualquier arrebato de protección u orgullo que pueda sujetar del hombre; era una
gran persona y de sus personajes favoritos en su otra vida, así que está bien.

Draco piensa que, en secreto, Severus lo ve como alguien tolerable.

—Eso me recuerda algo padrino— salta Draco al recordar algo y obteniendo la atención de
este —estaba investigando de un libro sobre alquimistas y me ha aparecido este miembro de
la casa Black, pero por más que investigo no encuentro nada… no… padrino… profesor
Snape, no por favor no me saque de aquí—

El hombre no lo lastima, pero Draco es levitado fuera del despacho antes de que este se cierre
violentamente.

Mira la puerta con un puchero, bien, supone que no era la mejor idea preguntarle por nada de
la familia Black a Severus.

¿Entonces quién quedaba?

Maldición.

Capitán

Eliza Ajax

Golpeadores

Robert Hilliard (Principal)

Draco Malfoy (Principal)

Duncan Inglebee (Reserva)

Jason Samuels (Reserva)

Cazadores

Roger Davies (Principal)

Jeremy Stretton (Principal)

Randolph Burrow (Principal)

Chambers (Reserva)

Bradley (Reserva)

Guardianes

Eliza Ajax (Principal)

Grant Page (Reserva)

Buscadores
Leslie Philips (Principal)

Cho Chang (Reserva)

La lista apareció el día siguiente en la pizarra de la casa Ravenclaw y Draco necesitó una
segunda vista, luego una tercera y cuarta antes de que Michael junto con Terry lo
derrumbaran en un mortal abrazo; siseó de dolor por las heridas (que gracias al bálsamo
estaban mejor, pero seguían doliendo) antes de sonreír de forma triunfante. Hizo un ademán
con su cabello antes de comentar un “¿acaso pensaban que no lo lograría?” que hizo a sus
amigos rodar los ojos, en realidad Draco no tiene idea sobre cómo terminó en el equipo
principal debido a su pequeña contextura y está seguro que tendrá que esforzarse demasiado
para mantener el puesto.

Eliza confió en él.

Draco tiene que probar que lo merece.

Pero eso significa horas de entrenamiento que podría tener leyendo su libro.

Su preciado libro.

Maldición.

Draco había sobrepuesto su libro y misterio, debajo de la idea de agradarle un poco más a su
padre, pero no importa.

¿Quién necesitaba dormir este año?

—Eso es asombroso Draco— habló Cho apareciendo a su lado con una sonrisa radiante,
Marietta Edgecombe lo ve de reojo sin decir mucho.

Draco se ha ganado la simpatía de algunos años mayores de Ravenclaw por ayudarlos con
sus ensayos de pociones, pero eso no significa que todos ellos lo aprueban y algunos como
Marietta apenas y le dan una segunda mirada; puede vivir sin su atención.

Cho a pesar de ser reserva y no un jugador principal, parece encantada con que Draco
obtuviera el puesto.

Draco, un segundo año estaría jugando al lado de Robert un séptimo año.

Si.

Podría ser un total desastre.

—Mi amigo es un golpeador principal, ahora no podrá perderse los partidos— lloraría
Michael dramáticamente, antes de gritar a Terry que ocupaban disfraces para el próximo
partido.
Los dejó irse cuando Anthony y Padma lo arrastraron para ir a comer, estaba por sentarse en
la mesa, pero la mirada persistente de Zacharias parecía mucho más molesta que otros días;
con un suspiro por bajo le dijo a Padma que la vería luego de comer y se dirigió rápidamente
a la mesa de Slytherin.

Por el rostro de suficiencia de Pansy, habían escuchado el resultado de las pruebas, a pesar
que Draco se enteró hace menos de una hora.

Era una bruja vidente.

No tenía pruebas, pero tampoco ninguna duda.

—Slytherin te va a destrozar— declara Blaise probablemente para molestarlo, pero Draco


sabe mejor que eso, ya que fue uno de los que lo impulsó para que hiciera las pruebas.

Estaba emocionado por enviarle una carta a sus padres, esperando alguna respuesta de su
padre, pero antes de eso tenía que solucionar un inconveniente.

Mira a Pansy, cuyos ojos brillan llenos de diversión y malas decisiones cuando se acerca para
susurrar un nombre; los ojos de esta parecen un momento lejano con una mano en su mentón.
Pero Draco observa lentamente cuando en esos ojos parece haber comprensión y cuando
Pansy se acerca a él, tanto que su boca queda sobre su oído, Draco sabe que esa niña contiene
demasiada información para su bien; en su primer año parecía obtener toda la información
del colegio y solo parece empeorar.

No sabe sí es su influencia o siempre fue así, pero Draco tomaría cualquiera de ambas
opciones.

—Tu padre tuvo un inconveniente a principio de este año con el padre de Zacharias Smith…
gracias a eso lo destituyeron de su puesto en el ministerio, era un puesto pequeño, no la gran
cosa; pero entiendo porque te tiene entre ojos— admite Pansy con diversión, lo que genera
que Draco se encoja en su lugar.

Al inicio de este año se encontraban aún en su primer año de Hogwarts, a estas alturas, ya
habría pasado bastante tiempo desde el incidente.

Su padre era muy imponente en el ministerio, incluso luego de su situación con Voldemort el
apellido Malfoy aún tiene poder dentro de los círculos sociales y políticos de los magos;
Draco esta 100% seguro de que era por su línea de sangre pura. La familia Malfoy y la
familia Black eran demasiado antiguas, demasiado imponentes y no quedaban muchos
descendientes por ahí; por lo cual Draco realmente en la historia original tenía muchas
razones para ser un engreído.

Era un idiota.

Pero tenía razones.

Al igual que con Pansy no puede evitar preguntarse sobre Zacharias, sobre sí de alguna
manera esto también pudo haber pasado en la historia original; Draco era despreciado fuera
de la casa Slytherin (¿Dentro de ella también?) y por lo tanto tenía mucho odio como para
pensar de donde era originario cada uno. Pero ahora que era un Ravenclaw que intentaba
llevarse bien con la mayoría de personas, podría ser que eso causara que notara especialmente
a Zacharias.

—Eso no hubiera pasado si estuvieras en Slytherin— comenta Theo casi como si leyera su
mente, haciendo que Draco voltee a verlo sorprendido.

Theo mastica su panecillo tranquilamente.

—¿De qué hablas?—

—Nadie se mete con los Slytherin Draco— habla Blaise con una sonrisa maliciosa en su
rostro, que atrae la atención de Draco —si bien eres nuestro Ravenclaw adoptado por que nos
conocemos desde siempre, los Slytherin protegen a los Slytherin, porque nadie más lo hará—
añade casi con resignación y la sangre de Draco hierve por dentro.

Son niños.

¿Draco no es también un niño?

Maldición.

Draco puede recordar su vida pasada, pero en esta vida es un niño, es Draco Malfoy y el
dolor que tiene por el crecimiento de sus huesos es una prueba de que esta vida es suya; claro
que tiene ventaja por sus memorias y tal vez es más inteligente que otros niños, por herencia
y porque sabe que buscar, además de su amor por la lectura. Pero Draco sigue teniendo miedo
como otros niños, busca desesperadamente la aprobación de sus padres y a veces llora cuando
algo lo aterra.

Recuerda lo que es ser un adulto, pero ahora es un niño, que terrible combinación.

Porque Blaise, Pansy, Theo y todos sus amigos Slytherin son niños.

Simplemente no es alguien normal.

Este colegio realmente no es tan genial como lo hacen ver sí sabes donde observar, porque
por cada niño de Gryffindor que sólo se preocupa por sacar buenas notas, hay un niño de
Slytherin que no será alabado por el colegio y deberá protegerse confiando solo en su casa.
Ravenclaw tenía también sus desventajas, todos esperan que fueran los mejores de la clase y
si no lo era, ¿para que servía ser un Ravenclaw?; Draco era el mejor de su generación, pero
en un universo alterno lo fue Hermione Granger. Hufflepuff usualmente recibía burlas de la
casa con menos aprecio para quedar en ocasiones, pero eran amables y siempre sonreían.

¿Solamente Gryffindor era bueno?

Todos eran problemáticos a su manera, pero recibieron el peor trato de las 4 casas.

¿Siempre fue así?


—Yo soy un Ravenclaw y realmente me preocupo por ustedes— gruñe Draco por bajo
molesto, con el mundo y universo en general.

La risa cantarina de Pansy lo distrae, cuando esta se deja caer sobre su hombro con una
sonrisa pícara.

—Por supuesto que te preocupas por tu futura esposa— no sabe si es solo para distraerlo,
pero los ojos de Pansy parecen complacidos y Draco bufa empujándola cariñosamente.

—¿Theo quieres unirte a nuestro futuro grupo de poliamor?—

—No gracias—

—Blaise por el amor de Merlín deja de decir eso—

—Tranquilo, sé que mi madre te quiere conservar y no tengo interés en ser otra cosa que
ahijado; al menos que tengas una torcedura de llamarme “papi”—

—Que asco—

—Blaise aleja a tu madre de mi querido Draco—

Entre risas pasan el desayuno, Draco asegura que no hay ningún contrato matrimonial y debe
correr cuando Pansy comenta que eso podría arreglarse fácilmente; su instinto le grita que
tiene razón y debe aún enviar una carta. Grita a sus amigos que ira a la lechuceria antes de su
clase de encantamientos, Anthony levanta un pulgar y Padma asiente antes de voltearse hacía
su amiga; si Draco no está presente o es un objeto en común, Padma no pasa tanto tiempo
con Anthony.

Es un proyecto en trabajo.

También debe escribirle una carta a Dora, su prima parecía interesada en que jugara
Quidditch.

Todo el maldito mundo está obsesionado con ese deporte.

Cuando caminó por un pasillo que descubrió era un atajo, Draco prácticamente chilla de
forma poco masculina cuando una mano sale de entre un armario y lo atrae a este; su varita
sale rápidamente lista para el ataque, pero cuando usa un Lumos para ver a su atacante, la
maldición de vomito de babosa (el favorito de Pansy cuando alguien le dice algo
desagradable) muere al ver unos ojos verdes a pocos centímetros de su rostro.

Hay poco espacio, pero incluso sin la cicatriz, Draco podría averiguar quién es.

—Potter— gruñe en advertencia, el niño parece preocupado y por primera vez en días no
parece buscar la lucha constante que se ha formado los primeros días del año escolar.

Luce casi… tímido.

Debería.
Están en un puto armario y Draco está pensando en las acciones que tomara en represaría, al
menos unas 10 maldiciones de sus libros de magia negra navegan en la parte superficial de su
mente.

—Lo siento, no fue mi intención, pero pensé que no pasarías por aquí… no todos pasan por
aquí, pero en primer año vi que pasabas mucho por aquí cuando ibas a la lechuceria y George
(¿o fue Fred?) me mostro un atajo a principio de año— tiene un problema que Draco
determina que es “vómito verbal” y que piensa que hechizar con el vómito de babosa no sería
tan mala idea.

El Lumos se mantiene y Draco toma aire.

Va dejar de lado el comentario sobre lo acosador que es, ya se está volviendo repetitivo y
teme que no sea algo que cambie en un futuro inmediato.

Asesinar al niño que vivió tristemente no era una opción para él, pero cada minuto en este
armario era más tentador que el anterior.

—¿Por qué estoy en un armario de escobas Potter?— Draco es paciente, si la respuesta tiene
de alguna extraña y dudosa forma sentido.

No iba asesinarlo.

—Dijiste que no puedes hablar en público— contesta Harry ladeando la cabeza y Draco tiene
el pensamiento repentino de lazar a Potter por la torre de las lechuzas.

Ha pensado en muchas formas de asesinarlo en 5 minutos, duda que sea algo positivo, pero
incluso ese pensamiento tiene más sentido que su respuesta.

—Me largo—

—Espera, realmente quería hablar, pero tú dices que no puedes hablar conmigo en público…
no tengo muchas opciones—

—Eso no evita que en lo que va del año escolar no dejes de fastidiarme, pensé que me odias
ahora—

—No te odio, claro que no; pero si no podemos ser amigos, en público podemos actuar como
rivales, de esa forma nadie sospecharía y podríamos hablar—

Draco mira al niño que parece orgulloso de su plan, coloca una mano sobre su boca, porque
no puede creer el nivel de estupidez que este posee; había bromeado hace unos días sobre que
Potter no podría estar en Ravenclaw, pero no pensó que alcanzara dicho nivel de estupidez.

Harry al ver a Draco, parece algo decepcionado como si hubiera esperado otra respuesta, al
menos es bueno leyendo el rostro de otros.

—Hermione dijo que era una mala idea, Ron solo se seguía burlando de que yo siempre estoy
obsesionado… no importa— el mocoso tiene el descaro de cruzarse de brazos como si el
culpable fuera Draco por no apoyarlo.
Si no fuera porque conoce vagamente la historia de Potter, sentiría que el tipo solamente es
un arrogante obsesivo con su persona.

Nuevamente, no puede culpar totalmente al Draco original por ser tan idiota en algunas
cosas.

Harry Potter era sin duda, otro trabajo en proceso.

—Me alegra que alguien tenga sentido común, ahora si me disculpas— piensa en irse, pero
Potter no deja que abra el armario y está a una palabra mal dicha de ser hechizado.

Su varita levantada parece hacerlo dudar un poco, pero es el destello del collar que Draco le
regaló a finales del año escolar anterior, que lo detiene; no pensó que a estas alturas tendría el
collar, los hechizos calentadores probablemente necesiten actualización para que funcionen.

—Entraste al equipo de Quidditch— habla Harry apresurado y Draco deja de ver el collar
para ver los ojos verdes del niño, piensa incomodo que son demasiado grandes y brillantes;
no sabe si eso es positivo o negativo —todos hablan de eso— Draco se pregunta cómo se
expandió el chisme tan rápido y porque están interesados en su vida —sé que te he
“molestado” por eso, pero de verdad me da emoción, ahora podremos jugar juntos— Harry
sonríe emocionado ante la idea y eso provoca confusión en Draco.

No puede entenderlo.

No entiende a Potter.

—Bueno, jugaríamos en contra; además no soy buscador, solo golpeador… probablemente te


interese más cuando Cho sea buscadora oficial— se encoge de hombros porque no recuerda
cuando la chica asiática sería el interés de Harry, supone que pasa dentro de poco; no es que
fuera algo muy trascendental en lo que recuerda de la historia.

El amor de la vida de Harry sería Ginny Weasley ya que tendrían 3 hijos, pero recuerda que
Cho besó a Harry en algún punto, así que era normal que un adolescente se fijara en una
chica atractiva que juega Quidditch.

Draco tiene la opinión que entre Cho y Cedric… bueno… Cedric era más atractivo.

Pero Harry era heterosexual, así que no puede juzgarlo.

—¿Quién es Cho?— pregunta el niño confundido, a lo cual Draco le resta importancia,


pronto lo descubriría por su cuenta.

Cho era agradable, solo era cuestión de tiempo.

—Nuevamente no tienes el punto, seremos rivales en quidditch, además no soy buscador—


retoma el tema queriendo darle un punto claro al niño, pero este sigue pareciendo terco.

Draco siente una extraña sensación al verlo, muy similar a cuando ve a Pansy y Padma, las
dos personas más tercas que conoce respecto a su persona; por un momento puede sentir, que
la charla del año pasado ha regresado para morderle el trasero.
Había tenido la idea de que algún día serían amigos, la idea de que Harry entendió la charla.

De que respetó su opinión.

Puede que Draco se equivocara.

Malditos Gryffindor.

¿Tal vez era algo que ya tenía Harry Potter?

Generalmente le daba un poco de lastima el camino que le tocó vivir, pero en este caso
simplemente piensa que es un idiota; tal vez sí le explicaba con peras y manzanas.

—Pero jugaremos en algún momento, tal vez más adelante podríamos entrenar incluso juntos
— no, no podrían, porque están en casas diferentes y Eliza lo asesinaría si ve que de alguna
forma confraternizó con el enemigo en lo que Quidditch respecta.

Pero a estas alturas comenzaba a resignarse sobre que Harry era una persona rara y sin
sentido, sintió algo de pena por Hermione por tener que soportar esto sola.

Tampoco es que iba hacer algo.

Ella se metió sola en esto.

Draco de alguna forma también lo hizo.

—Estoy comenzando a pensar que no tienes un sentido de lógica y coherencia— acepta en


voz alta y ahora Harry si tiene la decencia de lucir avergonzado.

Como si estar en medio de un armario de escobas no fuera suficiente para hacerle pensar que
tal vez no tenía un sentido de coherencia, el espacio entre ellos era apenas de algunos pocos
centímetros, aunque no se tocaban ya era suficiente de una situación incómoda; pensó con
maldad en señalarlo, pero la timidez del niño le hizo casi sentirse histérico de todo esto.

Sin sentido de la realidad o coherencia, era un milagro que Potter sobreviviera tantos años;
definitivamente Hermione lo tendría difícil para mantener a este idiota con vida.

Una risa se escapó de sus labios y el otro niño giró a verle como halcón por eso, sus ojos fijos
que hicieron reír a Draco antes de abrir la puerta y salir del lugar. Harry lo sigue tropezando
en el pequeño escalón, lo que incrementa su risa; este va abrir la boca, pero Draco lo detiene
con una mano para poder reírse un poco más y tomar aire.

Su risa es como una foca tratando de obtener aire, pero al menos eso le ha quitado un poco de
estrés, le daría eso al niño.

Por suerte nadie estaba cerca, así que solo por ahora le daría una pequeña oportunidad a
Potter.

—Mira acorralar a alguien en un armario de escobas podría mal entenderse… muy mal—
espera que no fuera tan inocente, por la forma en que el rostro del niño se vuelve rojo, le
agrada pensar que no es tan idiota; aunque después de ese día tiene sus dudas —mantengo mi
punto de estar alejados, así que deja de hacer locuras; pero aunque creo que es estúpido,
supongo que ser “rivales” frente a los demás no sería tan malo ahora que yo sé el plan— sus
palabras parecen llegar al niño, que salta un poco sorprendido y nuevamente luce
avergonzado.

El niño que casi se había pavoneado de haber llegado a Hogwarts en un automóvil volador, lo
que era una estúpida idea, no estaba aquí.

Solo era Potter.

Anormal y extraño Potter.

Bueno la historia original era del punto de vista del niño, tal vez por eso no dejaba ver que le
faltaba un tornillo.

O 10 tornillos.

—Si, tal vez debí hablarte antes… pero nunca estas solo— esto último suena como una
queja, que hace que no pueda evitar sonreír.

—Lo que sea, tengo una carta que escribir y tu presencia molesta, así que ¡chu! Vete rival de
mierda— lo espanta con las manos y rostro sin emociones, lo que hace que el niño haga un
puchero antes de dar media vuelta para irse.

—Idiota arrogante— lo escucha musitar, pero lejos de sonar ofensivo, solo parece resentido
como si alguien le impidiera jugar un rato más.

Rueda los ojos antes de abrir la boca.

—Potter— eso hace que el niño se detenga de inmediato y vuelva a verlo con esos enormes
ojos, joder, demasiado brillantes —ese collar es bastante elegante, quien te lo dió tiene buen
gusto— añade solo para burlarse un poco.

No funciona totalmente, porque Harry parece iluminarse mientras toma el collar entre una de
sus manos y sonríe, brillante… como un niño debería hacer.

—Me lo regaló un idiota— contesta burlón, pero con ojos brillantes antes de salir corriendo.

Se queda mirando mientras el niño se pierde por el pasillo, luego camina nuevamente para
jugar un rato con Merlín y su amiga lechuza blanca que no tiene nombre; le resulta algo
familiar, pero no le da importancia porque sus dos lechuzas son sus amigos.

La carta.

Querida madre.
Logré entrar al equipo de Quidditch de mi casa y te complacerá saber que obtuve el papel de
golpeador principal, espero que puedas recomendarme ejercicios para impresionar a mis
compañeros, todos son de mayor tamaño que yo… pero sé que puedo tener un ingenio que
me haga destacar.

¿Podrías decirle a Padre?

Espero que eso lo anime, tengo temor de enviarle una carta y no recibir respuesta por
nuestra situación; confió en que mi hermosa, querida y fantástica madre (¿Acaso ya he dicho
cuánto te amo?) pueda ayudarme en esta difícil situación.

No tengo mucho que actualizar, las clases empiezan, odio a Lockhart y Pansy tiene una
anormal manera de enterarse de todo lo que sucede en este castillo.

Las mujeres me aterrorizan.

Con amor, Draco Malfoy.

P.D: Tus chocolates como siempre fueron deliciosos, Anthony sigue insistiendo en obtener
más, pero soy egoísta.

Querida prima Nymphadora.

Deja de enviarme cartas molestas todo el tiempo, incluso Cedric parece verme preocupado
cada que mi rostro termina lleno de confeti y solo han pasado pocos días del inicio de clases.

Madre no está de acuerdo sobre la operación “reunión de hermanas Black” y es un trabajo


en proceso, pero si sirve de consuelo, puedes enviar mis saludos a la tía Andrómeda; no me
conoce, pero es familia.

Una familia mucho más agradable que tú, el no conocerla deja mucho que desear de tu
propia persona.

Obtuve mi papel como golpeador en mi casa, así que deja de insinuar que entre al equipo.

¿Qué pasa con todo el mundo obsesionado con el Quidditch?

Tu querido primo favorito Draco Malfoy.

P.D: tengo intenciones de asesinar a un niño del colegio si no me deja tranquilo, espero que
al ser auror intercedas en mi defensa; te aseguro que tiene sentido si escuchas mi parte.

.
Su viernes no comienza de la mejor forma posible, Draco tiene la teoría de que Dumbledore
debe odiarlos de alguna forma, porque no es posible que el primer periodo sea de Historia de
la magia; quien hiciera el maldito horario debe odiarlos, o tal vez solamente quien decide que
mantener un fantasma dando clases es una buena idea. Draco había aprendido de los alumnos
mayores desde primer año, que esta clase es perfecta para adelantar deberes siempre y cuando
tengas las lecturas al día; también como hecho extraordinario el fantasma del profesor Binns
no parecía tener una clara aberración a su persona.

No es que el profesor de historia tuviera que hacerlo, pero la mayoría de fantasmas parecían
“evitarlo” desde su primer año. Anteriormente cuando fueron a varias propiedades de su
familia en otros países o lugares históricos con fantasmas, es como si siempre huyeran de la
presencia de Draco.

Lo cual era genial.

Porque como alguien que recuerda su primera vida, donde los fantasmas claramente no tienen
una opinión muy positiva, había temido que ese aspecto fuera un problema en esta vida.

No fue necesario.

Los fantasmas parecían huir siempre que aparecía, lo cual era gracioso, porque Hogwarts
estaba lleno de fantasmas y aparte de Peeves, todos parecían estar de acuerdo en ignorarlo; la
dama gris, el fantasma de su casa, parecía tener escalofríos al reparar en su persona. Draco
quiso señalar que era grosero porque estaba muerta, pero la mujer solía desaparecer por
alguna pared al acercarse de alguna forma.

Anthony había hecho demasiadas bromas al respecto.

—Esta clase es una basura— musita Padma por bajo aburrida, Anthony que era el mejor de
historia por que la disfrutaba, estaba leyendo un libro diferente sin importarle nada.

Michael estaba detrás de ellos dormido y Terry estaba haciendo dibujos en su pergamino.

La clase era de las pocas que compartían con los Gryffindor, de reojo notó como Harry y Ron
parecían tan cansados como cualquier estudiante promedio, en cambio Hermione escribía
furiosamente en el pergamino.

¿Qué podría estar escribiendo?

Nada en esta clase era diferente de lo que había en los libros, su madre que había sido de sus
maestras favoritas en la infancia, le había enseñado todos los acontecimientos importantes en
la historia. Esta seguro que “Asamblea Medieval de Magos de Europa” o la “Convención
Internacional de Brujos de 1289” no tendría nada importante que aportar, si al menos
enseñaran las leyes de la magia, eso tendría mucha más relevancia.

Tampoco enseñaban de la pasada guerra o sobre Grindelwald.

Que decepción.
Draco estaba pensando sobre la idea de abrir una campaña para buscar un nuevo profesor,
hasta que recordó que su padre que estaba en la junta escolar este año, apenas sí había sido
presente en sus cartas; su madre había asegurado que su padre estaba orgulloso de su nueva
posición en el equipo de Quidditch, pero no envió ninguna carta o se presentó de alguna
forma a su persona.

¿Vendría a su primer partido?

Maldición, no quería pensar en eso.

Casi extrañó la conversación de esa mañana donde Michael medio dormido, había declarado
con orgullo que el vello corporal comenzaba a crecer en sus axilas, como si fuera alguna
especie de logro; Draco supone que para los adolescentes lo era, lo cual era desagradable. La
transición de niño a adolescente era horrible, sus memorias como Orion no parecían
concentradas en eso, por todo lo que tenía que vivir, pero ahora que tenía menos
preocupaciones sobre sobrevivir, bueno, era desagradable.

Vello corporal, cambio de voz, espinillas.

Sus putos huesos que duelen todo el tiempo.

Apenas habían comenzado con el vello corporal, pero para el siguiente año, sin duda no sería
tan interesante; su padre era alto y Draco estaba temiendo cuando diera un estirón por el
dolor que implicaba, tal vez como magos no era tanto.

Dejó de lado sus pensamientos negativos, mientras leía vagamente el libro de Orion y
trabajaba en las runas del encantamiento “Asiménies alysídes” que le había dejado sin magia
durante una semana; había terminado confesando a Padma y Anthony el vergonzoso
incidente, ambos estallando de risas cuando admitió usar un hechizo que no sabía qué hacía
en su totalidad. Anthony fue quien le aconsejó que investigara todo lo escrito del hechizo,
comentando que en un futuro podría tal vez ser útil.

Lo duda.

Casi se muere por usarlo de agotamiento mágico, pero ya tenía una serie de runas predichas y
sería un desperdicio no usarlo.

Volteo a verlo escrito por el momento y comenzó a traducirlo con el diccionario que Anthony
le había prestado.

Asiménies alysídes (encantamiento de cadenas de plata):

Creación de cadenas de plata pura vinculadas a la magia del individuo emisor, no hay
contrahechizo o magia que pueda destruirlas.

Funcionan a voluntad conectadas a los pensamientos del emisor.

Necesidad de vinculo mágico de gran tamaño.


Poderosa defensa contra el hombre lobo y criaturas de magia oscura, Wendigos han
sido menos vulnerables a pesar de la cantidad mágica latente.

No funciona contra Vodianói . Inesperadamente funciona muy bien contra una Rusalka.

Supone un medio éxito en su creación de hechizo defensivo como ofensivo, logra


soportar la llamarada de un dragón sí su emisor tiene suficiente magia para mantener
las cadenas.

Nota: al igual que el espejo, el hechizo no responde normalmente fuera de alguien del
linaje familiar.

Su entrecejo se frunció y a su lado, Anthony observó curioso que se trataba sus


pensamientos; Draco señaló activamente la última parte donde hablaba del espejo y ambos se
vieron confundidos.

¿El espejo de Oesed?

La forma en que hablaba de la anomalía atrajo su atención, su mente corriendo a una gran
velocidad intentando asimilar la situación; la forma de “no responde normalmente” tal vez
podría tener una pequeña conexión con el hecho de que el espejo no funcionara bien con
Draco. Pero esta parte del texto dejaba una clara idea de que el factor “linaje familiar” era
necesario para que tanto el espejo como el hechizo no funcionaba fuera de eso.

¿Cómo que no funcionaba?

Draco pensó en que mostrar el deseo oculto de tu corazón era el propósito del espejo de
Oesed, al igual que las cadenas de plata (que habían salido) funcionaban de la manera que
Draco había creado en vacaciones. Entonces, porque uno parecía funcionar y el otro no, o
había algo que estaba perdiendo.

Orion Blake el creador del libro, tenía posibilidad de ser un Black y eso significaba que de
forma casi milenaria estaba la posibilidad de que fuera un antepasado; pero su madre le había
explicado detalladamente en varias ocasiones todo el linaje de su familia.

Y no aparecía.

Estaban perdiendo algo importante, porque sí las cadenas y el espejo no funcionaban bien con
Draco, no solo el hecho de que pudiera estar de alguna forma relacionado con este Orion
sería un hecho; el funcionamiento real del espejo tal vez fuera otro más que mostrar los
deseos del corazón.

Tenía la teoría de salir del aula con Padma y Anthony para intentar usar el hechizo
“Asiménies alysídes” para comparar reacciones, aunque descartó eso con amargura al pensar
que podría dejar incapacitado a sus amigos por una semana.

Maldición, la idea de un callejón sin salida cuando han descubierto algo nuevo, comenzaba a
asfixiarlo.
Tendría que teorizas muchas cosas más.

Anthony le empujó por el hombro intentando animarlo, Padma arrebató la hoja para leerla
por su cuenta y luciendo también pensativa.

Faltaban solo unos momentos para que la clase terminara y podrían correr a la torre
Ravenclaw para hablar entre ellos.

—La Asamblea Medieval de Magos de Europa recibió la ayuda de Orion Blake en su sexta
sesión para la inclusión de acuerdos comerciales en Asia— hablaba la voz monótona de
Binns y tal vez por eso las palabras tomaron un poco de tiempo en caer en 3 pequeños
cerebros Ravenclaw.

Draco fue el primero en reaccionar.

—¡¿QUÉ?!— chilló justo antes de que el timbre sonara dando por terminada la clase, todos
voltearon a verlos sorprendido y Draco ignoró todo antes de abalanzarse sobre el profesor; en
realidad lo traspaso y golpeó el rostro contra el pizarrón.

Era de mala cortesía atravesar un fantasma, pero Binns parecía algo sorprendido como todos.

Todos parecieron más alarmados, especialmente cuando al voltear su nariz estaba sangrando
levemente, pero no importaba.

Padma quien había guardado todo a una velocidad alarmante, se acercaba corriendo junto con
Anthony pisándole los talones.

—¿Dijo Orion Blake profesor Binns?— preguntó Padma casi luciendo ansiosa como
Anthony —leímos el libro antes de clases y no estaba ninguna mención de ningún Orion—
añade más intensamente.

Los ojos de Draco no se apartan del espectro, nota que algunos estudiantes comienzan a irse
ignorando a los Ravenclaw; también nota que Ron y Hermione tienen que arrastrar a Potter,
pero en su lugar Draco no puede dejar de ver al fantasma.

Este lo ve fijamente unos momentos, donde algo brilla en sus ojos, pero luego siguen siendo
aburridos; algo que ver con el hecho de que el profesor parece no consciente que es un
fantasma la mayor parte del tiempo, debe ayudarlo a soportar su presencia.

Es una teoría.

Ya que el otro fantasma Peeves, es otra anormalidad.

¿Solo los fantasmas anormales pueden estar a su lado?

No importa.

Es la primera pista sobre el autor desde primer año y Draco aprendería cualquier hechizo que
lo hiciera intangible, si eso significaba pegarse a Binns hasta obtener respuesta.
—El personaje de Orion Blake es uno que se ha perdido en los siglos, pero hace algunos años
— Draco duda que fueran pocos años, pero no importa, tendría que investigar la edad de
Binns más detenidamente— era un personaje misterioso, un mago que se veía cada cantidad
de años procedente de Asia según escuché— el rostro de Binns parece dividido entre la
molestia y la curiosidad de que estudiantes parezcan tan animados a su alrededor.

Draco está considerando que, sí obtiene más información, le hará un altar; se patea
mentalmente porque hace algunos minutos pensó en alguna forma de destituirlo, cuando
claramente era un monumento nacional que merecía adoración.

Asía.

Tendrían que investigar nuevamente y aquí no tendrían tantos materiales, pero sí Orion Blake
era asiático o su historia era más notoria del otro continente, podría entender porque no había
tanta información de este ahora.

Había pensado que un personaje que creó tantos objetos mágicos, hechizos y estudios sobre
dragones, tendría relevancia en alguna lectura antigua; pero su falta de información, parecía
como si alguien hubiera acaparado esta o la hubiera eliminado de alguna forma.

La teoría de que tendrían menos información porque buscaron en otra familia, podría ser una
solución.

¿No estaban relacionados?

—¿Cree que fuera algún pariente de la familia Black?— preguntó Draco interesado, la
mirada curiosa de Binns le hizo sentirse inquieto —como sabe mi madre es una Black, pensé
que nuestros nombres se parecían y podríamos estar relacionados ya que hay una larga lista
de Orion dentro de mi familia— musitó tímidamente, porque estaba la pequeña espina de que
tal vez ni siquiera fuera el Orion que buscaban.

O tal vez si.

Draco estaba pensando a ser fiel creyente de Binns sí resultaba que si.

—Nadie sabe sobre su familia, solo que era un alquimista famoso obsesionado con dragones
con conexiones importantes en todo el mundo mágico— los ojos de Draco brillaron al ver a
Padma y Anthony, sus amigos pensando que probablemente tuvieran por fin una pista del
autor.

—¿Hay alguna forma de buscar más sobre este? ¿algo que lo caracterizara?— pregunta
Anthony impaciente de que tanto pudieran obtener.

Otra pista.

Una guía.

Draco asintió casi de forma coordinada con Padma.

Binns pareció algo pensativo.


—No hay mucha información sobre Orion Blake que incluso yo pudiera obtener, parecía ser
un consejero famoso e influyente, pero incluso los libros de historia que lo mencionan
parecen desaparecidos en Asia; aunque creo que hay un viejo libro en la biblioteca que habla
sobre un evento que tiene menciones de Blake—

Draco casi salta aplaudiendo al mismo tiempo, si pudiera abrazar a Binns lo haría sin duda.

—¿Cuál libro profesor?— preguntó Padma y por primera vez en dos años, pareció tratar al
fantasma con respecto.

Este debió notarlo, porque parecía algo complacido consigo mismo.

—Es un libro de séptimo año: “La alquimia en la época medieval”, se dice que Nicolas
Flamel tenía pergaminos escritos sobre Orion Blake; aunque luego de esa pequeña mención
no hay ningún otro libro en Hogwarts que lo mencione— explica Binns con aburrimiento,
antes de despedirlos a los tres y Draco sujeta el libro de Orion que Pansy había tenido en su
mano, para luego literalmente sale corriendo del lugar.

Por los pasillos escucha algunos comentarios despectivos cuando hay algunos empujones,
corre entre los gemelos Weasley y casi derrapa ignorando a Pansy en la esquina de un pasillo;
algunos comenzaron alejarse por su rostro claramente emocionado que daba miedo.

Se abalanzó a la biblioteca donde Madam Pince hizo una mueca en su rostro al reconocerlo,
probablemente, pensando que había venido con alguna nueva locura.

Y no se equivocaba.

—Necesito el libro “La alquimia en la época medieval”—

—Es un libro de séptimo año—

—Pero no uno que este en la sección prohibida, así que podría leerlo, soy un fanático de la
alquimia—

La mujer parece lista para discutir, antes de pensarlo mejor (no tenían el mejor historias y
Draco podría ser muy insistente) y literalmente darle el libro en dos minutos, exigiendo que
se largara de la biblioteca. Padma y Anthony estaban por entrar jadeando, cuando Draco salió
gritando que los vería en la torre de Ravenclaw; subiendo escalones de dos en dos.

Casi se estrella contra la estatua fuera de las habitaciones.

— Si soy joven, joven quedo. Si soy viejo, viejo quedo. Tengo boca, pero no hablo, tengo
ojos, pero no veo. ¿Qué soy?— Draco quiso maldecir a la estatua que estaba ocupado y tenía
mejores cosas que hacer que pensar en el acertijo.

Lo cual no era muy Ravenclaw, pero al mismo tiempo era, porque necesitaba leer este libro
ahora.

Comenzó a mover su pie inquieto pensando en la respuesta.


—Un retrato— habló una voz cantarina a su lado, Draco volteo sorprendido porque no había
notado a Luna Lovegood a su lado, pero estaba tan disperso que dudaba que hubiera notado
al mismo Voldemort ahí.

La niña tan parecida a Selena volteó a verle con una sonrisa tranquila y por primera vez,
Draco realmente le regreso la sonrisa.

—Gracias Luna— dijo sinceramente, cuando la estatua se abrió, Draco dejo a la niña que lo
seguía viendo curiosa antes de adentrarse a su habitación.

Padma y Anthony llegaron en unos minutos quejándose de su buena condición física, pero
Draco los ignoró mientras leía el libro de arriba abajo en busca de una respuesta.

Nicolas Flamel el creador de la piedra filosofal tenía escritos de Orion Blake, eso dijo el
profesor Binns, así que no era un personaje creado por este libro mágico; había existido.

Los ojos de Draco brillaron.

Una nueva pista.

Cuando esto terminara sin duda le haría una placa al profesor Binns por ser un gran profesor,
jamás pensó que tendría ese pensamiento en su vida, pero siempre hay algo nuevo que
aprender todos los días.

Continuara…

Chapter End Notes

Un pequeño guiño a la escena de Draco y Harry en un armario que fue dada por uno de
los seguidores de esta historia, me parece super dulce la idea de que Harry piense que
siendo un “rival” de Draco podría obtener algo de su atención. Draco por otro lado
simplemente esta resignado a que el niño es un idiota y parece obsesionado con él.
Debe ser porque Draco tan bien se obsesiona con las cosas.
Espero disfrutaran de este capítulo, porque los siguientes espero que algunas cosas
comiencen a tomar sentido.
Capítulo 4: Locura.
Chapter Summary

La camara de los secretos esta destinada abrirse le guste a Draco o no, tampoco es que
importe mucho para él, tiene una vida bastante complicada que seguir sin eso en medio.

Pero la culpa le inunda cuando ve a dos niñas de primer año en sus diferentes problemas
respectivos, y Potter sigue siendo una molestia continua a la cual se acostumbra.

Chapter Notes

La cámara de los secretos ya fue abierta y pasaran muchas cosas paralelas a la historia
original, además de algunas cosas diferentes a como recordábamos. Me gusta pensar
sobre Cedric siendo bi, no es que le guste Draco actualmente o tampoco Cho, para el
chico ambos son muy jóvenes; pero me dio diversión la reacción de ambos Ravenclaw
al descubrirlo.

Zacharias Smith no es un personaje que me agrade mucho en los libros, si bien su odio
por Draco parece infundado, es un personaje que va demostrar que no todos van amar a
Draco activamente en la historia. En el primer libro Draco se libró mucho del odio de
los demás por sus acciones, pero conforme vaya creciendo y las hormonas adolescentes
aparezcan, mantener una faceta tranquila va ser imposible.

La idea de que Draco apeste dibujando me pareció adorable, porque eso demuestra que
todos tenemos debilidades y que nadie es perfecto; la historia va ir demostrando muchas
más cosas en las cuales Draco apesta.

Amo como poco a poco Draco se va soltando un poco más con Harry, incluso si este no
se dé cuenta.

Draco había terminado de leer el libro en dos días, probablemente no sería posible para
cualquier otra persona, pero Draco ignoró el sueño y las necesidades básicas de un cuerpo a
favor de investigar a fondo todo el libro; tomó una pequeña nota para comentar con Theo al
respecto, quien parecía también interesado un poco en alquimia y ver que averiguaba. Tendría
que agregar a la lista de libros que leer sobre otros alquimistas, para ver sí alguno
mencionaba algo más sobre Orion Blake; a pesar de lo dicho por Padma el primer año,
probablemente no tendrían suerte si buscaban sobre el apellido “Black” de esa forma y la
variación Blake fuera un seudónimo que utilizó Orion por algún motivo.

Tal vez ni era un Black.

Para eso ocuparían averiguar más al respecto.

Padma había comentado que uno de los libros mencionaba algo sobre la familia Peverell,
pero que, al investigarla un poco más, parecía que todo su linaje se había terminado; Padma
está segura que dentro del libro de Orion vio algo sobre esa familia, pero no puede
comprobarlo.

El nombre de la familia suena familiar, pero Draco lo ignora decidiendo que no era
importante ahora.

Con ojeras de mapache estaba el sábado cerca del mediodía (pero su cabello sigue siendo
perfecto y reluciente), siendo arrastrado nuevamente por Padma y su rostro en medio de un
libro. La parte de Nicolas sin duda era lo más destacable del libro, pero eso no significaba
que los otros alquimistas no parecían menos; muchas referencias y claras influencias en Asia,
levantaron su interés.

Ocupan agregar magos de Asia para sus investigaciones, Padma ya había pedido ayuda a su
padre; decidiendo que la investigación de la familia Peverell podría ser después de esto.

—Escuché que duerme con zapatos y va al bosque hablar sola, es una loca— fue el susurro
no muy disimulado de su propia mesa, que hizo que Draco dejara de bostezar para ver
algunos Ravenclaw de años mayores viendo directamente a Luna sentada a lo lejos de la
mesa.

Sola.

Su ceño se frunció levemente cuando otros estudiantes se rieron, pero la niña estaba con sus
ropas extravagantes leyendo el “quisquilloso” sin darse por aludida.

Padma a su lado intentaba ocultar su bostezo como Anthony, había intentado reclutar a
Michael y Terry para lectura extra, pero ambos parecían alarmados ante los recuerdos de
primer año y huyeron; esos traidores ya pagarían más tarde. Estaba seguro que si les contara
toda la historia de Orion, ellos terminarían inclinando su balanza para ayudarles, pero algo
dentro de Draco le decía que no era buena idea; que Padma y Anthony ya supieran al respecto
era suficiente.

Ni siquiera Blaise o Pansy sabían, pero en ocasiones vieron su libro con interés y supieron no
discutir cuando Draco desviaba el tema.

Tenía un gran talento para desviar conversaciones.

—¿Por qué les importa tanto?— farfulla Draco con su rostro sobre su mano apoyada en la
mesa, luciendo levemente fastidiado.
Anthony y Padma se vieron preocupados, conociendo que Draco generalmente intenta
mantenerse lejos de cualquier polémica; no es que no le guste el chisme, ama el chisme,
Pansy lo ha criado bien para que le gustara saber todo sobre la sociedad y pudiera usarlo a
favor.

Pero ya hablar solamente de una niña por ser diferente, golpeaba demasiado cerca de casa.

Porque fue igual con Selena.

Hablaron mal de su hermana, solo porque no tenía madre y tenía ropa de segunda mano,
hablaron mal de su hermana obsesionada con la ciencia y demasiado inteligente provocando
celos de otros niños.

Su ceño se frunció molesto.

—La niña Lovegood es algo… diferente— musita Anthony, cambiando de última instancia
su palabra al sentir la mirada demasiado seria de Draco.

Padma lo ve con interés, antes de desviar la mirada pensativa.

—Ella está en nuestra habitación este año porque se fueron dos chicas de séptimo el año
pasado al graduarse, creo que es sonámbula— explica Padma con una mano jugueteando con
una manzana que le pasa a Draco.

Una manzana verde, su favorita; la toma casi expectativo.

Sintiéndose irritado, probablemente por la falta de sueño, pero Draco es mucho más propenso
a pensar que tiene que ser por las similitudes que puede encontrar entre Luna y Selena.
Ambas de alguna forma son totalmente opuestas, especialmente en su forma de actuar y
pensar, pero físicamente son casi dos gotas de agua y la forma de ser discriminada es
demasiado similar a sus recuerdos.

No la quiere cerca.

Pero eso no significa que no le moleste verla ser tratada de esa forma.

Orion había saltado a defender a Selena por mucho menos que esos comentarios y de alguna
forma, estaba tomando todo su autocontrol el no saltar para atacar a alguien ahora; la falta de
sueño no ayudaba ahora y los elfos no parecían de acuerdo en darle café.

—Chicos traigo un chisme— salta Michael sentándose entre Padma y Draco, provocando que
ambos volteen y Draco deje de ver en dirección de Luna.

De reojo no puede evitar notar, que en la mesa Gryffindor alejada de todos, Ginny Weasley
parecía verse un poco pálida.

La culpa lo hizo sentir peor.

Pero se recuerda que es mejor no involucrarse, lo mejor para su familia y él.


—Escuché que el capitán de Slytherin insultó a Granger— habla rápidamente Michael,
mientras Terry toma asiento al lado de Anthony con un suspiro cansado.

¿Insulto?

Draco intenta pensar que el insulto a Granger, a pesar que la había defendido frente a su
padre, no se siente tan pesado como la forma en que su propia casa trata mal a Luna; quiso
pensar que no era hipócrita, pero de alguna forma era diferente.

Ambos insultos eran diferentes.

Le daba lástima Granger por supuesto, pero ella tenía amigos que podrían defenderla.

Luna no.

Y eso lo hizo una persona terriblemente egoísta.

—Weasley intentó hechizarlo por lo que vimos, pero terminó vomitando babosas— añade
Terry con clara incomodidad de participar.

Todos hicieron una mueca de asco, especialmente Draco, porque Pansy lo había hechizado
así en vacaciones cuando descubrió que había hablado con una guapa chica francesa; sigue
resentido con Theo al respecto por chismoso.

—Creo que escuché que irían con Hagrid— continua Michael con un encogimiento de
hombros.

Draco asiente, aunque sus amigos no tengan un aprecio por Hagrid, para Draco que ha
logrado tomar algunas tardes té con el semi gigante (aunque este no sabe que Draco lo sabe),
puede empatizar por su amor a las criaturas mágicas. Hagrid solía escribirle a Charlie para
saber sobre Norberta y solía mencionar a Draco, por lo cual esperaba que cuando llegara a
conocer al Weasley en algún futuro, pudieran hablar al respecto de dragones.

La conversación pudo distraerle un poco, para alivio de Padma y Anthony, aunque cuando
otros comentarios sobre Luna aparecieron se puso tenso.

—Bueno en realidad es un poco rara— añade Michael con una mueca en su rostro, el tenedor
se detiene antes de llegar a su boca y voltea a ver a su amigo.

Se pregunta vagamente que pudo ver en su rostro, porque este se puso pálido de golpe.

—No hables así de ella— su voz era plana, intentando no sonar amenazante, pero de una
forma casi autoritaria que hizo a Michael asentir casi de forma frenética.

Terry se aclara la garganta esperando atraer su atención y parece algo preocupado ante su
mirada, no está enojado con Terry, pero su mirada es una advertencia para que no diga nada
malo sobre Luna o no sabrá como responder sin dos días de sueño.

Una fotografía aparece en su mesa y al tomarla, Draco abre los ojos incrédulo al ver una
fotografía de Potter.
—La tenía un niño de primer año de Gryffindor, sé que eres rival de Potter y pensé que te
gustaría— se burla Terry con una media sonrisa, la fotografía se quema por magia accidental
que alarma algunos estudiantes y toma parte de su panecillo para arrojarlo violentamente
contra Terry que no deja de reírse.

El ambiente se aliviana un poco, nadie habla de Luna el resto del desayuno y si no fuera por
la pequeña Weasley solitaria a lo lejos, Draco pensaría que no sería tan malo.

Los días pasaron demasiado rápido, tenía demasiado qué hacer con sus estudios, ayudar con
los ensayos de pociones, sus propias investigaciones, prácticas de Quidditch y convencer a
Michael que estudiara transformaciones; Draco estaba molesto cuando pescó un poco de
gripe como la mayoría de estudiantes y profesores por la lluvia. Eliza lo envió a la enfermería
para que obtuviera algo de Pepperup y luego lo regresó al campo de entrenamiento donde
Robert lo tenía en un entrenamiento infernal para que fuera su compañero, de esa forma los
de tercer año no parecían tan resentidos con no ser los jugadores principales; el
entrenamiento que recibían para estar en banca ya era bastante malo.

Severus parecía indignado cuando Draco apareció con una placa para el profesor Binns como
“mejor profesor de historia de Hogwarts” para incredulidad de todos y el mismo fantasma, el
profesor de pociones lo había rechazado como ahijado por sus acciones y eso provocó que
Draco obtuviera una nueva placa que dijera “mejor profesor de Hogwarts” que indigno aún
más a los estudiantes de Hogwarts.

Aunque Severus parecía mucho más complacido con él y no quitó la placa de su escritorio,
dejó que lo llamara padrino nuevamente; no dejó que lo abrazara, pero nunca dejaba que lo
abrazara.

Era un trabajo constante en proceso.

Los ojos tristes de Flitwick hicieron que Draco corriera para obtener una placa de “mejor jefe
de casa” y comenzó a fastidiarse porque ahora parecía que todos los profesores buscaban su
placa; la parte buena es que el transfigurar materiales para formar las placas, hicieron que los
encantamientos y transformaciones este año parecieran mucho más fáciles luego de su trabajo
de días.

El sueño parecía lejano y Anthony estaba acostumbrado a arrastrarlo por ahí en un estado de
medio muerto.

Eso no impidió notar a los dos estudiantes de primer año que le estaban afectado, Ginny
Weasley cada día parecía más pálida y Draco comenzó a replantearse sobre sí sería buena
idea no decirle nada a la niña al respecto; una vez el verla tan mal hizo que Draco le llamara
por el pasillo cuando caminaba con Padma. El rostro de la menor de los Weasley parecía algo
lleno de pánico cuando su mano se puso sobre su hombro, pero al reconocerlo pareció
dividida un poco.
—Lo siento por molestarte, creo que ya debes saber que mi nombre es Draco, Draco Malfoy
y esta es mi amiga Padma Patil— no se habían presentado formalmente y la niña asintió.

—Soy Ginny—

Draco quiso señalar la falta de modales para saludar y como un sangre pura como ella,
debería conocer algunos que otros saludos para mayores o herederos; pero no dijo nada,
porque aunque Draco no apoyaba esos modales, los tenía infundados por años de práctica.

Además, Ginny tuvo otra crianza.

Aunque el Draco original u otro miembro de Slytherin lo habrían tomado probablemente


como un insulto, por la mirada de reojo de Padma, ella lo pensó, pero tampoco exteriorizó.

—Te vez un poco pálida pequeña Weasley, tal vez deberías ir a la enfermería… o hablar con
algún profesor si algo te preocupa— los ojos de Draco intentaron ser amables, la niña pareció
dudarlo antes de asentir y dar media vuelta para casi correr.

Draco bufó por debajo cuando desapareció, Padma a su lado tarareo pensativa.

—Primero Lovegood y ahora Weasley, ¿tienes algo por las de primer año?— preguntó con
ojos llenos de malicia, pero Draco la ignoró.

No había hablado directamente con Luna, pero cada que alguien a su alrededor comentaba
algo sobre esta, los vería mal y les dirían que cerraran la boca; eso no había traído ningún
agrado de su propia casa. Si bien todos seguían hablándole de forma amable por ser el
primero de su generación (lo cual debía luchar con dientes y garras contra Hermione), ganar
puntos y ayudarles con sus trabajos de pociones, estaba claro que su forma de frenarlos
contra Luna hizo que la imagen de chico genial se aplacara un poco.

No le importó.

No debían hablar mal de Luna, que fuera diferente no la hizo inmune a malas intenciones y
sería mejor cortarlo de raíz.

Aunque notó preocupado, que incluso algunas otras casas ya parecían notar a la pequeña
Ravenclaw y eso hizo que se mordiera los labios de forma furiosa.

Punto a favor, su padre no había saltado al respecto, lo cual era genial; en su primer año había
saltado por menos si hablaba con otros y ni hablar de defenderlos.

Draco esperaba no recibir otro titular por defender a Luna.

Lo único malo de defender a Luna, fue cuando frenó a Pansy la semana pasada cuando hizo
un chiste al respecto; su vieja amiga no pareció alegre y se puso amarga con él por días,
Blaise simplemente se encogió de hombros, pero Theo le advirtió que tuviera cuidado con
quien lo rodeaban en el futuro.

No es que Luna fuera ser su amiga, solamente no querían que hablara mal de ella.
Joder.

—Sé que no es como el solsticio del que me comentaste, pero hoy es 31 de octubre y quiero
descansar un poco de libros— habló Padma con un puchero que hizo reír a Draco, porque
para que su amiga amante de los libros quisiera descansar, significaba que los había
aterrorizado lo suficiente los últimos días.

No quería descansar, pero un día podría ser bueno para la moral de sus trabajadores…
amigos… para que sus amigos descansaran.

La fiesta del solsticio que los sangre pura o al menos, su familia, solía celebrar era mucho
mejor que cualquier fiesta de Halloween que pudiera hacer el colegio; desde el año pasado
lamentaba la falta de esta.

—Odio esa mirada— gruñó Anthony cuando los vio llegar al comedor y Michael lo saludó
con sus mejillas llenas como de costumbre.

Terry comentó algo sobre la clase de música que tenían, Michael gruño sobre que había sido
expulsado del coro lo que generó una serie de aplausos alegres de Anthony y Padma; Draco
había considerado entrar algún club de música como el piano, pero tenía demasiado en su
plato y el quidditch era una adicción que le saco todo el tiempo posible.

Pero Michael no tenía ningún talento musical, menos en el canto.

—Ahora podrías leer con nosotros— propuso Draco con una sonrisa de niño bueno, que hizo
a Michael volverse azul antes de negar fuertemente y abrazarse a Terry para que lo salvara de
un monstruo esclavista.

Exagerado.

Anthony y Padma miraron un poco anhelantes a Michael por su forma de huir, eso lo hizo
sentir sumamente traicionado.

Volteo a ver a la mesa Gryffindor donde no pudo ver a Ginny, la niña últimamente seguía
aislada siempre en su esquina, casi sin saberlo paralelamente a una Luna, que vestía gafas
extrañas ese día. A pesar de ser la cena de Halloween, donde hubo un coro (Michael hizo
pucheros todo el rato) y algunas palabras del director, no fue hasta casi que salieron que notó
la falta del trío dorado también.

Un mal presentimiento inundó su cabeza cuando terminó la cena y no se presentaron.

Al llegar al pasillo donde esperaban separarse de la enorme multitud para ir a la torre, todo se
paralizó cuando encontraron al trío dorado; de forma bastante incriminatoria.

LA CAMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

TEMED, ENEMIGOS DEL HEREDERO.

Draco se encontró con los ojos de Potter, que parecían abiertos y preocupados por el pánico,
lo que lo hizo suspirar al ver nuevamente el enunciado en la pared.
Si.

Esto sin duda podría ser más complicado de lo que inicialmente pensó.

Draco sintió un poco de tristeza por la señora Norris, si era un gato horrible, pero era un
inocente en medio de toda la situación; pero al menos no estaba muerta. El regresar a la torre
fue casi doloroso, porque todos hablaban de la cámara de los secretos y una parte de Draco
quería que no hubiera sucedido; una parte en su nuca le decía constantemente que era su
culpa, que no impidió que su padre le diera el diario a Ginny y ahora la niña estaba sufriendo
las consecuencias. No eran cercanos, pero eso no impedía que ver a la niña al otro lado del
comedor luciendo miserable, fuera algo que lo ayudara a estar tranquilo; desde el inicio fue
consciente que no iba a interferir.

Pero no pensó que sería tan difícil no hacerlo.

Se intentó convencer de que era lo mejor, todo esto ayudaría a que el trío dorado investigara
como locos y esas habilidades terminarían ayudándolos cuando tuvieran que luchar contra
Voldemort; según recordaba la espada de Gryffindor necesitaría estar imbuida de sangre de
basilisco para destruir horrocrux, por lo cual necesitarían que Harry luchara contra una
serpiente gigante para obtenerla.

Sonaba peor en su mente cada que se repetía que era lo mejor.

¿Podría hacer algo?

No.

Draco no estaba destinado a interferir en la vida del trío dorado más de lo que ya hizo, no
podría ir en contra de su padre como estaba toda la situación y, por lo tanto, lo mejor sería
alejarse lo más posible de la línea destinada para el niño que vivió.

Pero la culpa de ver a una niña de 11 años sufrir por su padre, le hizo sentir demasiado mal.

—Me sorprende que no te interese investigar sobre la cámara de los secretos, siempre pareces
interesado en todo misterio— comentó Anthony mientras caminaban a herbología.

Draco esperaba que las mandrágoras fueran más tranquilas el día de hoy.

No tiene una respuesta para Anthony así que no la da, no quiere explicarle que tiene más
ideas de que es la cámara de los secretos que cualquier alumno de este colegio; porque no
quiere explicarle que es una reencarnación y que en su vida pasada todo esto era una historia
ficticia. Cada año que espera que algo sea diferente, se sorprende cuando algunas cosas no
son totalmente iguales, pero parecen inevitables.

Su conocimiento parece pesado sobre sus hombros, si bien todo eso es lo que lo hace ser
diferente al Draco Original, al mismo tiempo lo hace sentir culpable de su camino elegido; es
la mejor opción, no involucrarse y verlo todo de lejos, no es un puto Gryffindor para saltar al
problema.

No es suficientemente fuerte para hacer una diferencia real.

Pero se siente culpable, porque este año es causado principalmente por su padre.

Es molesto.

—No tengo tiempo para eso, el libro de Orion es mi prioridad… además conseguí que
Penélope me enseñara la base del hechizo “patronus”— su comentario hace que Anthony
bufe con diversión, asegurando que era imposible que alguien de segundo año lograra eso.

Puede que tenga razón, incluso la misma Penélope no puede producir un patronus corpóreo y
solo salen chispas blancas de su varita; pero Draco sabe que en su tercer año ese hechizo sería
muy necesario, por lo cual, aunque no logre sacar un animal o criatura, espera que logre
conseguir algo que aparte a los dementores.

Harry Potter pudo hacerlo en tercer año, Draco tenía recuerdos de una vida pasada y lo hizo
ser más inteligente que el promedio.

Podría hacerlo.

Esperaba.

Tenía una seguridad de 65% por ahora.

El ensayo de Penélope había sido increíble por su ayuda, incluso Severus le dio un
asentimiento cuando lo vio y Draco sabe que lo mínimo que puede obtener es un poco de
ayuda a cambio; claro que su varita no había sacado chispas blancas o hecho algún avance,
está seguro que debido al cansancio y al sueño, además de no tener un recuerdo específico
para crear el hechizo.

Pero con mucho chocolate, estaba decidido a lograr algún avance antes de finalizar el año.

Tenía que hacerlo.

—Algunos niños de Hufflepuff están comentando sobre Potter— habló Padma sentándose a
su lado, Draco la miro de reojo curioso y la niña sonrió divertida.

No importa cuando dijera que no le importaba Potter, sus amigos parecían divertidos en
sacarlo a la conversación en cada oportunidad que tenían.

Probablemente para fastidiarlo.

Casi seguro que fue idea de Padma.

—Están aterrados porque estaba cerca del aviso escrito con sangre, aunque me sorprende que
no piensen nada malo de Weasley y Granger— comenta Anthony con un encogimiento de
hombros, Draco aprovecha que la profesora no ha llegado para meterse un poco de chocolate
a la boca.

En otra mesa nota la mirada divertida de Pansy que le suplica un poco, Draco lo arroja con
mucha fuerza y Pansy lo esquiva; Theo le da una mirada indignada cuando le ha golpeado el
rostro, que hace reír a Draco. Con un movimiento de manos Blaise le indica que ocupan
hablar más tarde, a lo cual Draco asiente; tenía unos minutos antes de la práctica de
Quidditch y podría aprovechar para hablar con sus Slytherin favoritos.

—Sea lo que sea ellos no son culpables, son muy torpes para serlo— explica Draco aburrido,
antes de que Sprout entre con varias plantas para practicar el “Encantamiento seccionador”
Diffindo.

Cuando Draco logra hacerlo a la primera, la profesora aplaude emocionada dándole puntos a
Ravenclaw.

—Tramposo— susurra Padma con una sonrisa discretamente satisfecha.

El hechizo fue uno de los primeros que Cho le enseñó el año pasado cuando hicieron su
acuerdo para revisar sus ensayos de pociones, si bien el encantamiento que permite cortar
plantas podría ser utilizado de forma letal, a Draco le gusto tenerlo anotado en su mente, para
en caso de emergencia.

De reojo notó que Theo rodaba los ojos divertido y Draco le guiño el ojo juguetón haciéndolo
reír.

Mientras trabajaba algunos estudiantes aun hablaban de la cámara de los secretos, pero Draco
los ignoró mientras pensaba en los libros que tendría que leer esa noche para seguir sus
estudios sobre magos asiáticos; Michael comentó algo sobre que su ensayo de
transformaciones no fue bueno y con suerte podría convencerlo para ayudarle a cambio de su
propia ayuda.

Siempre era bueno tenerlo como esclavo para lecturas aburridas.

A su lado Michael estornudó y Draco ocultó su sonrisa divertida, mano de obra barata/bueno
amigo estaba a punto de ser obtenida.

Pansy parece encantada de hablar de la cámara de los secretos camino a su entrenamiento de


Quidditch, Blaise y Theo se fueron debido a un ensayo que tenían atrasado; Millicent había
estado también atrapada con algo de estudio con los niños y en su lugar estaba ahora
acompañado de Daphne Greengrass. Todo era un plan de Pansy para mejorar su imagen,
después de todo la familia Greengrass era una de los sagrados 28; Draco la había visto en
diferentes eventos, pero nunca había coincidido con esta o su hermana más que para algún
saludo formal. Había escuchado de su madre que dentro de la familia Greengrass había una
maldición que se trasmitía en esta por genética, se preguntó vagamente que podría ser, pero
nunca quiso ahondar en el tema por respeto.

Daphne tenía un cabello rubio más brillante que el suyo y además ojos verdes, era una niña
bastante bonita, aunque también tenía ese porte de orgullo de la mayoría de familias de
sangre pura.

No había hecho hasta ahora ningún comentario negativo a su persona y solamente se limitaba
hablar con Pansy, supuso que su amiga tendría algo que ver y le agradeció mentalmente por
eso.

—Solo digo que mi padre me explicó que no tenemos nada que temer, sí la cámara de los
secretos fue abierta, comentó que sólo iría contra sangre sucias— explicó Pansy con
diversión y Daphne asintió solemnemente, por otra parte, Draco tuvo que morderse la mejilla
por dentro para no decir nada.

Eso era una ofensa, tal vez no para Draco, pero cualquiera que escuchara eso podría ver la
grave ofensa de Pansy incluso si no iba dirigida a nadie en específico.

¿Por qué hay que degradarlos?

Draco realmente ama a sus amigos, pero eso es algo que nunca ha disfrutado mucho y
siempre ha permanecido en silencio, incluso cuando su padre lo miraba de forma
desaprobatoria en el pasado. Pero esa clase de cosas lo hicieron colocarse en una situación
desfavorable con su padre, así que, aunque no diga nada, tampoco es que pueda saltar en su
defensa sin salir librado de eso.

—Mi madre también me tranquilizó al respecto, Astoria por otro lado parecía preocupada—
la forma en que dijo el nombre de su hermana con cierto grado de cariño, hizo sonreír a
Draco.

Puede que en esta vida no tuviera una hermana menor, pero entiende ese sentimiento.

Daphne siempre se había puesto firme en toda fiesta que se cruzaron, pero la forma en que se
colocaba como un escudo entre su hermana y el mundo fue admirable; tiene un vago destello
de una niña de cabellos castaños que solía lucir temerosa del mundo, el próximo año entraría
a Hogwarts si sus cálculos no fallaban.

—Indiferente de si ataca solo a hijos de muggles— ante su forma de llamarlo Pansy rodo los
ojos, pero para su alivio Daphne apenas si se mostró impresionada —esta clase de situaciones
pone a prueba la “seguridad” de Hogwarts, no han traído ni un auror a investigar el caso—
añade sintiéndose amargado; porque sin duda la forma en que los adultos manejan estas
situaciones es apremiante.

Pansy y Daphne intercambiaron miradas.

—En realidad no es tan grave por el momento, excepto por el gato de Filch—
—Bueno, pero podría empeorar, además, si hubiera sido el Señor Bigotes, Millicent hubiera
incendiado el colegio por menos; si tocan una pluma de Merlín yo lo haría—

—Draco te amo, pero creo que exageras, veras que pronto todo acabará—

Draco se siente frustrado cuando llegan al campo de entrenamiento, pero no puede decir que
las cosas realmente se podrán graves o que hay un puto basilisco suelto por ahí en las
tuberías; frustrado se despide de ambas niñas que no parecen notar su mal humor. Eliza su
capitana parece verlo y solamente le dice que utilice su mal humor como medio catalizador
en el entrenamiento.

Robert le da algunas instrucciones antes de ir al aire, donde nuevamente hay más Bludgers de
las que habría en un partido normal, pero eso no le importa en lo más mínimo; recibe varios
golpes, pero Draco se siente mucho mejor luego de despejar la mayoría.

Sus compañeros de equipo parecían un poco más relajados cuando vieron sus reflejos,
parecía que habían tenido sus dudas; Cho por otro lado aplaudió encantada y camino a su
lado durante todo el camino a la torre, ambos hablando de Quidditch.

Especialmente de una técnica de vuelo con un giro muy cerrado, que Draco está seguro
podría dominar con algo de practica y Cho parece muy interesada.

—¡Draco!— la voz de alguien lo hizo detenerse, Draco volteo sobre su hombro notando de
reojo como los ojos de Cho brillaban cuando el apuesto Cedric Diggory aparecía en todo su
hermoso esplendor.

Cada año más atractivo, pensó con tristeza.

Malditos genes.

—Diggory, hace tiempo que no te veía— sin la presencia de Dora entre ambos no había
ninguna charla real aparte de saludos amigables.

Los ojos de Cedric se posaron un momento en Cho dándole un vago saludo, pero la niña se
iluminó abiertamente antes de sonreír; Draco se sintió un momento en medio de ambos como
un mal tercio, pero espanto la idea porque era demasiado pronto.

¿No saldrían hasta el torneo?

Bueno el coqueteo previo siempre es necesario, lo cual lo hizo sentirse bastante innecesario
en la escena.

—Escuché que entraste al equipo de Quidditch, puede que no seas buscador, pero te tendré
un ojo puesto; Tonks no deja de alabar a su fantástico primo— el chico guiña un ojo y Draco
se obliga a no sonrojarse, porque es demasiado apuesto a pesar de solo ser dos años mayor.

Padma asegura todo el tiempo que las niñas de su año están enamoradas de Draco, pero es
algo estúpido si pones a su lado a Cedric; pero deja eso de lado, no tiene tiempo para eso.

Va salir con Cho, sería mejor dejarlos tranquilos, no tiene tiempo para fantasear con niños.
Incluso si es un niño como Cedric.

Esto de tener recuerdos de una vida pasada es molesto, a veces se siente como un niño de su
edad, pero al mismo tiempo no lo hace; si fuera un joven de 12 años normal, vería sin
muchos problemas fijarse en un chico algo mayor. Claro que para eso habría que haber tenido
esa apertura a su sexualidad, que ahora solo es capaz porque tiene recuerdos como Orion.

¿Draco Malfoy original tuvo atracción por los niños?

Tantas preguntas y tan pocas respuestas.

—El primer partido lo tendremos contra Hufflepuff y no vamos a perder— afirma Draco
empujando un poco a Cho, que sale de su sorpresa para asentir de forma retadora.

Juego previo supone.

—Eliza nuestra capitana busca la copa este año Cedric, vamos a ganar— tiembla un poco al
inicio, pero tiene esa mirada firme que hace que Draco aplauda internamente.

Eso.

No tiene que dejarse intimidar por un niño, no importa que tan atractivo sea, tiene que
mostrarse digna; darle al chico una oportunidad para que pueda pelear por esta.

Cedric los ve a ambos con diversión, antes de asentir.

—Lo tendré presente, pero no crean que dejare fácil solo porque ambos son adorables—
habla Cedric como si estuviera cansado, antes de sonreír de forma coqueta y marcharse.

¿Eh?

Draco pestañea, antes de ver a Cho, que parece igual de sorprendida que él.

¿Eh?

Ambos lucen confundidos, pero cuando Eliza los alcanza hablando con Robert, notando
como ambos siguen en el pasillo sin moverse, deciden comentarle lo sucedido; Robert por
algún motivo casi se orina sobre sí mismo por tanto reírse, Eliza los ve con algo de lastima
antes de reprocharles que no se dejen encandilar por una cara bonita.

—Cedric gusta de ambos géneros, tal vez ambos son muy pequeños para entenderlo, pero no
deben preocuparse por eso— habla Eliza mientras caminan los cuatro para la torre.

Los ojos de Cho y Draco se abren a más no poder.

—Creo que se besó con un Gryffindor el año pasado, aunque solo ha tenido una novia
“formal” que duró 3 meses; el chico es demasiado popular para no saberlo; me sorprende que
no lo escucharan— explica Robert luego de reírse de ambos.
Cho niega abochornada, sus mejillas no dejan de estar rojas y Draco por otro lado se
tranquilizó luego de pensar bien las cosas; Cedric solo jugo con ellos, claramente le interesa
Cho y solamente quiso molestarlo un poco porque no le importa el género.

Draco se puede identificar, porque también le gustan ambos géneros.

Pero eso no importa.

La historia original siempre estuvo del punto de vista de Harry Potter, así que, si estos hechos
no se hicieron notar, fue porque el imbécil de Potter no lo notó; quiere darle una patada por
no haber notado que uno de los chicos más atractivos de Hogwarts era bisexual.

A estas alturas parecía que nadie era heterosexual en este colegio.

Cuando habló al respecto con los chicos y Padma, todos parecieron indiferentes.

—Me gustan solo los chicos— declara Padma encogiéndose de hombros.

—Me gustan las chicas— hablaron Anthony y Michael al mismo tiempo.

Cuando todos voltearon a ver a Terry, este se encogió de hombros aburrido.

—No sé si me gusta alguien, chicas supongo— musita este un poco incómodo al respecto,
Padma lo ignora para preguntarle más sobre Cedric.

Tal vez eran muy jóvenes para pensar sobre eso, pero al menos la charla pareció distraerlos
de la cámara de los secretos. Lo cual era bueno, porque no tienen por qué preocuparse al
respecto, es algo que deberían dejar a sus maestros.

Para algo están ahí.

Hermione Granger es amable y dulce, pero era una jodida molestia cuando quería serlo. Tenía
sus dudas de cuando la niña saltaría para acosar a algún profesor, lo cual Draco pensó que no
sería en una clase que compartieran juntos; tristemente fue en la clase de Historia que Draco
había comenzado a apreciar por la ayuda de Binns hace algunos días.

No importa que tan aburrida fuera su clase, para Draco, Binns era un héroe nacional.

—Muy bien— dijo despacio el profesor Binns luego de la pregunta insistente de Hermione
—Veamos… la Cámara de los Secretos... todos ustedes saben, naturalmente, que Hogwarts
fue fundado hace unos mil años (no sabemos con certeza la fecha exacta) por los cuatro
brujos más importantes de la época. Las cuatro casas del colegio reciben su nombre de ellos:
Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Los cuatro
juntos construyeron este castillo, lejos de las miradas indiscretas de los muggles, dado que
aquélla era una época en que la gente tenía miedo a la magia, y los magos y las brujas sufrían
persecución—
Se detuvo, miró a la clase con los ojos empañados y continuó:

—Durante algunos años, los fundadores trabajaron conjuntamente en armonía, buscando


jóvenes que dieran muestras de aptitud para la magia y trayéndolos al castillo para educarlos.
Pero luego surgieron desacuerdos entre ellos y se produjo una ruptura entre Slytherin y los
demás. Slytherin deseaba ser más selectivo con los estudiantes que se admitían en Hogwarts.
Pensaba que la enseñanza de la magia debería reservarse para las familias de magos. Lo
desagradaba tener alumnos de familia muggle, porque no los creía dignos de confianza. Un
día se produjo una seria disputa al respecto entre Slytherin y Gryffindor, y Slytherin
abandonó el colegio—

El profesor Binns se detuvo de nuevo y frunció la boca, como una tortuga vieja llena de
arrugas.

Draco frunció el ceño, notando que algunos Gryffindor asentían, como si fuera natural para
ellos que siempre estuvieran en discusión con los Slytherin o que ellos eran la culpa de todo;
era difícil contradecirlos cuando desde sus fundadores había esta clase de situaciones.

—Esto es lo que nos dicen las fuentes históricas fidedignas— dijo —pero estos simples
hechos quedaron ocultos tras la leyenda fantástica de la Cámara de los Secretos. La leyenda
nos dice que Slytherin había construido en el castillo una cámara oculta, de la que no sabían
nada los otros fundadores. »Slytherin, según la leyenda, selló la Cámara de los Secretos para
que nadie la pudiera abrir hasta que llegara al colegio su auténtico heredero. Sólo el heredero
podría abrir la Cámara de los Secretos, desencadenar el horror que contiene y usarlo para
librar al colegio de todos los que no tienen derecho a aprender magia—

Cuando terminó de contar la historia, se hizo el silencio, pero no era el silencio habitual,
soporífero, de las clases del profesor Binns. Flotaba en el aire un desasosiego, y todo el
mundo le seguía mirando, esperando que continuara. El profesor Binns parecía levemente
molesto.

Draco pensó con orgullo, que cuando habló de Orion Blake estaba mucho más animado, pero
tal vez era su percepción sobre el asunto de mayor importancia.

Para él al menos.

—Por supuesto, esta historia es un completo disparate— añadió —Naturalmente, el colegio


entero ha sido registrado varias veces en busca de la cámara, por los magos mejor preparados.
No existe. Es un cuento inventado para asustar a los crédulos—

Draco estaba 100% seguro de que esa cámara existía, que había un maldito basilisco y quien
fuera que inspeccionó el colegio era un inútil.

Claro que no sería un fácil acceso, pero estaba ahí presente.

¿Dumbledore no pudo encontrarla?

El título de mago más poderoso parece una exageración a estas alturas.


Hermione volvió a levantar la mano.

—Profesor… ¿a qué se refiere usted exactamente al decir «el horror que contiene» la
cámara?—

—Se cree que es algún tipo de monstruo, al que sólo podrá dominar el heredero de Slytherin
— explicó el profesor Binns con su voz seca y aflautada.

La clase intercambió miradas nerviosas.

Draco casi quiso gritar “hay un puto basilisco”, por lo que tuvo que morderse el labio y ver a
otro lado; a su lado Anthony lo vio de reojo, antes de regresar su mirada al fantasma.

No puede decir nada hasta que la puta espada de Gryffindor tenga el veneno de basilisco y
sea un arma perfecta contra horrocrux.

—Pero ya les digo que no existe— añadió el profesor Binns, revolviendo en sus apuntes —
No hay tal cámara ni tal monstruo—

Si.

Si hay.

—Pero, profesor— comentó Seamus Finnigan —sí sólo el auténtico heredero de Slytherin
puede abrir la cámara, nadie más podría encontrarla ¿no?—

—Tonterías, O’Flaherty— repuso el profesor Binns en tono algo airado —si una larga
sucesión de directores de Hogwarts no la han encontrado... —

—Pero profesor— intervino Parvati —probablemente haya que emplear magia negra para
abrirla…—

No Parvati, no ocupas magia negra, solamente hablar con las serpientes y saber cuál baño
buscar para llegar ahí; era una cosa tan ridícula.

Para ser una cámara hecha por Salazar mismo, debería tener una entrada más digna, tal vez
incluso había más entradas que la historia original no mostró.

No es que esté interesado en buscar la casa de una serpiente mutante gigante.

—El hecho de que un mago no utilice la magia negra no quiere decir que no pueda emplearla,
señorita Patati— le interrumpió el profesor Binns, diciendo mal su nombre a propósito —
Insisto, si los predecesores de Dumbledore…—

—Pero tal vez sea preciso estar relacionado con Slytherin, y por eso Dumbledore no podría…
— apuntó Dean Thomas, pero el profesor Binns ya estaba harto.

—Ya basta— dijo bruscamente —¡Es un mito! ¡No existe! ¡No hay el menor indicio de que
Slytherin construyera semejante cuarto trastero! Me arrepiento de haberles relatado una
leyenda tan absurda. Ahora volvamos, por favor, a la historia, a los hechos evidentes, creíbles
y comprobables—

Y en cinco minutos, la clase se sumergió de nuevo en su sopor habitual.

Draco garabateó en su pergamino y notando el libro de Orion Blake debajo de sus cosas.

¿Este hablaría sobre la cámara?

Lo dudaba, no parecía que dijera nada sobre Hogwarts y apenas si habían logrado descifrar
un 5% de su contenido; seria como buscar una aguja en un pajar.

Suspiró.

Hermione era muy inteligente y podría apreciarla como persona, pero sus preguntas hicieron
que su día se amargara notablemente.

Entonces comenzó a circular el rumor del heredero Slytherin, debido a la charla de Hermione
con Binns, lo cual era bastante molesto; Draco se preguntó si algo hubiera cambiado si
hubiera ido a Slytherin, si hubiera actuado diferente y le provocaba horror el pensar que
hubiera sido como el original. Nadie estaba señalando a los miembros de la casa Slytherin,
los últimos años parecían más interesados en estudiar que en cuentos de niños, pero los de
primero y segundo año no dejaban de darle vuelta al asunto. La poca sorpresa para él fue
como algunos comenzaron a señalar en dirección de Potter, debido al incidente sucedido con
el muro y algo que sólo incrementaría una vez que se descubra que es un hablante parsel.

En la historia original el trío dorado había apuntado a Draco Malfoy original, se preguntó
vagamente quien sería el motivo de sus dudas esta vez.

Dudaba que fuera él.

Sigue siendo amigo de Michael y Anthony, ambos de sangre mestiza, además de que nunca
se ha presentado en contra de hijos de muggles; incluso defendió a Hermione a principio de
año, una decisión que trajo terribles consecuencias con su padre, pero que no se arrepentía.

La falta de cartas de su padre por otro lado, era bastante molesta.

Padma había estado cansada de cómo había vertido todas sus fuerzas en los nuevos libros
sobre magos asiáticos, por lo cual les había sacado a patadas de la torre Ravenclaw y
mantenido bajo su protección el libro de Orion; Draco había farfullado molesto todo el
camino a la biblioteca, Anthony estaba como apoyo como para vigilarlo que solo fuera a
estudiar. Había intentado secuestrar a Michael, porque estaba fallando en transformación,
pero su amigo se había escapado corriendo con Terry apenas lo vieron.

Cobardes.
Igual tendría que corregir sus trabajos en la noche, pero durante la tarde estaban dispuestos a
relajarse.

Era un domingo, pero Draco no lo había sabido hasta que Anthony lo detuvo de ir a clases en
la mañana con sueño.

Para su suerte Neville había estado caminando en los pasillos tranquilamente, el chico no
pareció tan aterrado como sus compañeros (Anthony mencionó por debajo que le faltaban
instintos de supervivencia) cuando lo invitó a la biblioteca; tuvieron una charla donde Draco
pareció emocionado de que le ayudara con su ensayo de herbología y en contra revisaría su
último trabajo de pociones.

La biblioteca parece completamente vacía y por eso Draco camina confiado a la mesa que ha
determinado como suya desde el año pasado, Madam Pince rueda los ojos cuando la saluda
efusivamente, pero en silencio; buscan unos minutos los libros necesarios para trabajar y
Anthony se distrae un poco con su trabajo de herbología.

Su amigo no era idiota y sabe que la ayuda de Neville mejorara bastante su trabajo.

—Estoy sorprendido, no es un mal ensayo y se nota lo que has trabajado en él— comenta
Draco usando la pluma que su madre le regaló el año pasado para corregir documentos, es
muy poco en lo que el niño se ha equivocado.

Su padrino parece tenerla contra él, o tal vez, contra todo Gryffindor a la redonda.

Este trabajo merece un aceptable, pero duda que su padrino le de otra cosa que o fuera un
troll como calificación; dura algunos minutos antes de que el trabajo sea un “Extraordinario”
seguro, aunque es probable que no le den ese resultado. Se esfuerza con Neville para que
comprenda los cambios, para que si su profesor pregunta pueda defenderse; el niño no parece
convencido de que pueda decir una palabra coherente frente Snape.

Anthony parece feliz con su trabajo de herbología y ha cambiado su libro de estudio por una
lectura muggle, Draco nota que se trata de los libros del Señor de los anillos y quiere hacer
preguntas; recuerda vagamente la trama de las películas en los recuerdos de Orion, pero la
idea de leer los libros seria divertido.

Sin que su padre se entere claro.

Pero en cambio tiene que trabajar con Neville con el dibujo de mandrágora que el Gryffindor
pensó podría aumentarle un poco la calificación, Draco había intentado refutarlo sin mucho
éxito y unos 10 minutos después notó la mirada incrédula de sus dos compañeros; Neville
sujetó su trozo de pergamino con incredulidad y Anthony se cubrió el rostro con una mano,
en un vago intento de ocultar la risa.

Draco se alegró de que el dibujo lo hizo primero en un pergamino aparte, pero sabía que la
humillación vendría de igual forma.

—¿Esto es un Grim o un dementor?— preguntó Neville luciendo totalmente sorprendido,


Anthony a su lado ahora se mordía el puño para no morir de risa y que los sacaran de la
biblioteca.

Como pocas veces en la vida, Draco sintió calor en sus mejillas por la vergüenza inminente
que tendría.

—Es un hongo saltarín— habló con todo el orgullo que pudo reunir, era difícil cuando
Anthony ahora tenía ojos levemente brillantes por las lágrimas de risa que contenía.

Neville pareció incrédulo viendo el dibujo, alejándolo y entrecerrando sus ojos de forma
intercalada como si buscara el sentido en el dibujo.

Que probablemente no tendría.

—Soy un Malfoy, versado en negocios, se el árbol familiar de los sagrados 28 y tengo la


habilidad de mantener una charla con cualquier mago respetable, mejor de mi generación y
talentoso en el piano como en múltiples idiomas… tristemente nadie es perfecto y el dibujo
es una de mis… debilidades— intentó ser lo más diplomático posible, Anthony que aún
seguía recomponiéndose tomó el dibujo entre sus manos con diversión.

—Maldición ahora entiendo porque cuando una runa es difícil dejas que Padma la dibuje—
Neville giró a verlos curioso, pero Anthony no agrego nada —no es una debilidad, no tienes
talento, un unicornio muere cada que haces un dibujo—

Eso fue una exageración, bastante grosero; pero incluso enojado cuando volteo a ver su
dibujo, una mueca se dibujó en su rostro porque la mancha negra realmente no tenía forma.

Con molestia rápidamente hizo varios dobleces en el pergamino, sus dos amigos giraron a
verlo curiosos y dejando al fin esa mirada de burla; no era tan ágil como su madre cuando le
enseño el arte del origami, pero los movimientos practicados de su infancia lograron hacer
una grulla de papel en unos pocos segundos. Neville aplaudió cuando con un hechizo la hizo
revolotear sobre su cabeza, Anthony le restó importancia porque parecía encantado con
burlarse de su desempeño en dibujo.

No lo iba dejar caer fácilmente.

Estaba por quejarse de su mal amigo, cuando la pequeña grulla que estaba revoloteando esta
por irse a una mesa y una mano rápidamente la atrapa en el aire; Draco frunce el ceño ante la
reacción del niño, especialmente cuando Potter aparece en su visión seguido de Weasley y
Granger. Los niños parecen vagamente preocupados, pero Potter parece ver curioso la grulla
de papel; estos días debido a la situación del “heredero Slytherin” había cesado un poco la
idea de ser rivales.

Puede que se deba también a que Draco se había obsesionado nuevamente con un nuevo tema
y apenas si le prestaba atención por estar metido en uno de sus libros.

Estaba por abrir la boca, cuando tuvo que correrse un poco cuando Hermione se dejó caer a
su lado, tanto Weasley como Potter parecieron dudar antes de sentarse y Draco le arrebató su
grulla de papel a un confundido niño que vivió.
No tenía ganas que nadie más se riera de su dibujo, muchas gracias; por suerte tanto Neville
como Anthony no sacaron el tema a relucir.

—Draco me alegra encontrarte, no hemos hablado desde que sucedió lo de tu padre… estaba
preocupada— susurra Hermione luciendo contrariada, Draco da una rápida mirada a la
biblioteca y se alegra de no tener ninguna mirada curiosa sobre ellos.

La niña era encantadoramente inteligente cuando quería serlo, porque fue considerada de no
atraparlo en un lugar público y con este grupo tan diverso de personas, Draco podría hacerlo
pasar como un grupo de estudio si fuera necesario. La presencia de Potter podría ayudar de
alguna forma y tanto Hermione como Neville tendrían mucho que aportar a su manera a la
hora de estudiar; Anthony era su mejor amigo Ravenclaw y con eso en mente se relajó un
poco.

Se encogió de hombros, porque no sabía que decir sin que fuera de alguna forma grosera.

El defenderla le puso en una situación delicada con su padre, no estaba arrepentido por sus
acciones, pero no dejaba de pensar que si se hubiera quedado quieto todo sería mejor para él
ahora; entonces solamente sonrió tensamente a Hermione asegurando que todo estaba bien,
pero la mirada de Anthony a su persona, este debe saber que es una vil mentira.

Es la misma mirada que tenía cuando Padma preguntó por las cartas de sus padres, porque
cuando Draco confesó que solo su madre le escribía, Anthony había tenido esa mirada.

Le dio una patada bajo la mesa y este desvió la mirada, tendrían que hablar alguna vez, pero
eso no era urgente ahora.

—¿Están haciendo el ensayo de herbología y pociones?— comenta Weasley claramente


sufriendo y Draco lo ignora para ver a Hermione que luce algo incómoda.

No se había sentado con él desde esos primeros meses en primer año, no tienen una mala
relación y Draco podría disfrutar de la competencia que la chica significa para mantener el
primer lugar de su generación; está claro que algo quiere.

Levanta una ceja, esta se retuerce en su asiento.

Potter es quien habla.

—Hermione cree que sabes algo de la cámara de los secretos— habla como si fueran amigos,
lo que Draco dejó muy claro que no eran; el niño bufa por bajo al ver su mirada —no me
mires así, no vine a buscar tu ayuda— se cruza de brazos y levanta el mentón, lo cual hace
que Draco asienta levemente, eso parece un poco más a una rivalidad.

Lo ignora, este luce ofendido cuando presta toda su atención a la niña de cabello castaño.

—No sé mucho más que lo que dijo Binns, mi padre no ha hablado del tema, pero supongo
que debe haber alguna especie de criatura por el castillo que petrifico a la señora Norris—

¿Esto calificaba como ayuda o alteración?


Esperaba que no.

Los ojos de Hermione brillan emocionados al verlo.

—¿Una criatura? Eso tendría sentido, no conozco alguna criatura que pueda petrificar y
ocultarse en Hogwarts, pero supongo que si buscamos en la biblioteca; pero la cámara fue
creada hace tantos años, no debe haber tantas criaturas que soporten mucho tiempo… puede
que estuviera en algún estado de hibernación— la niña claramente ha dejado el plano terrenal
y se ha sumergido en los confines de su mente.

No ocupaba decirle que era un basilisco, pero tal vez esto ayudara a apresurar su mente.

—La leyenda dice que iba tras nacidos muggles, pero dudo que si un sangre pura estuviera
frente a una criatura no sufriría para ser silenciado— aporta Draco, porque la idea de que solo
sangre pura fueran librados de eso le sentaba mal.

¿Qué haría contra un basilisco?

Nada.

Draco no tiene un hechizo que funcione, al menos no antes de que la serpiente lo mire y
muera.

Este colegio era un peligro en realidad, el lugar más seguro del mundo, una estupidez.

—Eso no me alienta— susurra Neville por debajo, encogiéndose sobre su libro y luciendo
deprimente.

Draco le da una mirada que esperaba le animara.

—No te preocupes Neville, como mi Gryffindor favorito te prometo que no te pasara nada—
afirma Draco intentando animarlo, ganando una mirada claramente traicionada de Potter y
una de reproche de Hermione.

Ron parecía divertido, aceptando la rana de chocolate de Anthony, ambos observando todo
como si fuera alguna especie de función.

—Yo te hablé primero, pensé que era tu Gryffindor favorita— reprocha Hermione, dejando
de lado un momento el tema de la cámara de los secretos.

—Vamos a ser rivales en Quidditch, pensé que significaba algo— farfulla Potter de mal
humor, desviando su mirada al collar que tiene expuesto ese día.

Draco nota de reojo que tanto Ron como Hermione no hacen preguntas al respecto, así que o
saben todo, o no saben nada; duda que tanto pueda hablar Potter, pero si son como la historia
original, es probable que se cuenten todo.

Los tres vienen en combo, un combo que maneja el cerebro de Hermione, porque los otros
dos niños son inútiles.
—Para ser sincero, en este partido apoyo Slytherin— el comentario era solamente para ver el
mundo arder, Anthony lo sabe porque suelta una risa cuando 4 Gryffindor giran a verlo con
diferentes grados de incredulidad —tengo varios amigos de nacimiento en Slytherin, sí no
apoyo su casa, estoy seguro que Pansy me asesinará mientras duermo— lo dice en tono de
broma para aligerar el ambiente, pero no es broma, Pansy podría hacerlo si habla con Blaise.

Quien le guste o no, sabe más sobre asesinatos silenciosos que cualquier niño de su edad;
Natasha Zabini sin duda era una persona a tomar en cuenta.

—Ellos hablaron mal de Hermione— reprocha Ron intentando hacerle ver la razón, pero
Draco solamente suspira notando de reojo como la niña parece aun apagada por el
comentario del capitán de Slytherin.

Voltea a ver a Anthony, quien se encoge de hombros resignado.

—No digo que eso este bien— comienza para que no se malentienda su punto —son niños,
somos niños y ellos solamente repiten cosas que sus padres dicen, los cuales repiten lo que
dijeron sus abuelos y así por la generación que quieran; no es algo positivo, pero tampoco
quiero decir que son desalmados sin corazón— Draco sabe que no lo son, Theo había llorado
cuando un conejo quedó atrapado en una trampa cerca de su casa y obligó a su padre a
cuidarlo hasta que mejoró una semana después; el señor Nott amaba a su hijo y Draco admiró
su dedicación —no defiendo lo que dicen o hacen, pero no son malas personas, solamente
ocupan madurar un poco más y seguro que esto quedara atrás— o tal vez no, porque los
adultos también eran así y era difícil que un niño cambiara con esa clase de familia.

Los sangre pura especialmente, no les gustaba la idea de cambiar de opinión, especialmente
desde la última guerra.

—Pero eres diferente Draco, y sé que tus padres son extremistas; aun así, eres muy amable—
defiende Neville rápidamente sorprendiéndolo, porque tenía la idea de este niño tímido y
torpe que no sería valiente hasta su séptimo año.

Sería él quien asesinaría a Nagini.

El niño siempre parecía preguntarse porque estaba en Gryffindor, pero cuando hablaba de esa
forma Draco no lo dudaba en absoluto.

—Tiene un punto interesante, Draco nunca ha hecho distinción de nacimiento— expresa


Anthony en voz alta pensativo, Draco solamente bufa negando con la cabeza.

Porque era un caso especial, alguien que recordaba su primera vida y solamente estaba
haciendo lo que creía mejor; si no recordara como fue su vida como Orion, duda que fuera
diferente al Draco original. Los niños están condicionados por muchos aspectos y su infancia
lo guía de formas muy fuertes en su vida como adulto, Draco creciendo con prejuicios de
parte de los adultos que lo rodeaban, fue lo que hizo que fuera el mocoso molesto de las
películas.

Aunque.
Al final cuando iba a delatar a Potter en las últimas películas, no lo hace, tal vez no era tan
malo como Draco pensó que sería.

—Bueno eso es porque soy un espécimen raro y fabuloso, no me agradezcan por iluminar su
vida con mi sola presencia— expresa con una sonrisa encantadora, que hace que todos lo
vean fijamente poco impresionados y su expresión caiga.

Malditos bastardos.

—Iluminar mi trasero, nos tienes esclavizados para que investiguemos por ti, eres un puto
cotilla— se burla Anthony abiertamente y Draco se hace falsamente ofendido.

—Los esclavos son menos quejumbrosos que tú Goldstein; ahora es hora de irnos porque
ocupo chocolate y tengo práctica en la tarde… no puedo golpear el orgullo de Potter en
quidditch si no estoy en forma— aunque inicialmente la idea de molestar a Potter era lo peor,
ya saben, porque pensaba irse por el lado contrario para salvar su pellejo; no puede negar una
cosa.

—Ya quisieras Malfoy— dice este en voz alta, tanta que hace a Madam Pince silenciarlo.

Es tan fácil cabrearlo, que sería un delito no hacerlo en ocasiones.

—Nos vemos Neville, mi Gryffindor favorito, nos vemos luego Hermione mi Gryffindor
favorito numero 2— la niña no parece tan feliz con su nueva designación en la clasificación,
pero tampoco tan molesta —Ron lo siento eres mi favorito número 4, si no coloco a Parvati
de 3 su hermana me asesinaría— añade haciendo que el niño se ría mientras niega con la
cabeza sin verse ofendido, solo por eso, quisiera ponerlo más alto en la lista.

Voltea a ver a Potter, este levanta una ceja.

Anthony a su lado ladea la cabeza.

—Creo que hay al menos unos 74 estudiantes en Gryffindor actualmente—susurra Anthony,


ganando una mirada mortal de Potter que provoca que sea difícil evitar reírse en su cara.

Medita un momento sobre la posición, lo que hace que Potter parezca cada vez más enojado.

—No puedo ser tan cruel Anthony, hay aun algunos Gryffindor que no conozco
formalmente… podríamos dejarlo de 72 o 71— bromea descaradamente con Anthony, quien
esta vez suelta una risota que nuevamente gana una mirada fulminante de Madam Pince.

La mujer señala de forma no tan sutil la puerta y Draco asiente encantadoramente, se voltea a
Potter quien lo ve con cara de pocos amigos, así que le da un ligero guiño antes de caminar a
la salida con Anthony a su lado. Incluso mientras se aleja puede ver que Harry se queja
audiblemente con sus amigos, mientras Hermione exige algo sobre libros de criaturas
mágicas y Neville que parecía querer huir se queda atrapado de alguna forma en la búsqueda.

Tal vez eso haga que se unan.

O se rebele como sus propios amigos ante una dictadura por investigar.
Hermione pudo haber sido una excelente Ravenclaw.

Mientras camina por la salida charla un poco con Anthony sobre el señor de los anillos, no
conoce la trama en realidad y sus recuerdos no son tan claros; el niño parece iluminarse como
árbol de navidad mientras habla sobre las aventuras de la edad media, determinando
rápidamente que leer el hobbit primero seria lo mejor para Draco.

No tiene mucho tiempo libre, pero le promete que hará el intento por hacer la lectura de
alguna forma y su amigo sonríe de forma tan brillante que parece un niño; es un niño, son
niños.

Draco camina y se detiene cuando ve algunos alumnos de Hufflepuff reír mientras señalan
por la ventana en ese pasillo, siguiendo la mirada puede ver que el cabello rubio de Luna
bailar en medio de su camino al bosque; los alumnos hacen comentarios sobre la niña loca
que le habla a la nada, lo que hace que el rostro de Draco se arrugue en molestia.

—Bueno, siempre supe que le faltaba un tornillo— musita Zacharias Smith claramente
burlón, lo que hace que su presencia sea mucho más molesta de lo que Draco pensaría
originalmente.

Bufa por debajo atrayendo su atención, Anthony parece tenso y quiere empujarlo, pero Draco
solamente mira de mala manera a Zacharias.

El niño lo ve molesto, como, realmente molesto.

Pansy tenía razón, ese niño parece odiarlo y en la actualidad, Draco siente que el sentimiento
podría ser mutuo.

—Es curioso Smith, siempre pensé que eras tú a quien le faltaba un tornillo… tu forma de
fallar en los exámenes siempre me hizo pensar que eras un idiota— no suele atacar a nadie
directamente, su estilo de vida era evitar a los demás y seguir de largo.

Pero que molestaran a Luna ya era bastante malo dentro de su casa, como para que los
estúpidos Hufflepuff también lo hicieran.

Los niños que estaban al lado de Smith parecen algo contrariados, no es que Draco hubiera
hecho algo malo o intimidara a alguien antes; pero por algún motivo los niños parecen
respetarle, Draco mentiría si no pensara que eso lo alaga un poco.

—No todos podemos tener un padre que pague para comprar nuestras notas—ataca Smith
con una sonrisa maliciosa y eso golpea a Draco cerca de casa.

Porque no es verdad, pero la mirada de algunos niños tiene duda y eso no es algo que le
gusta.

Va dar un paso al frente, pero Anthony rápidamente lo detiene por el brazo y le sisea que no
se meta en problemas; el puño de Draco estaba apretado y nada le hubiera dado más
satisfacción que enterrarlo en el rostro de Zacharias luego de ese maldito comentario.

Ya entiende porque no lo recuerda en las películas, es un puto personaje sin valor.


—Por favor, todos saben que soy el mejor estudiante de la generación, me pregunto cual
nivel es el tuyo… ¿penúltimo?—

Ahora es un Hufflepuff que detiene a Zacharias de acercarse, pero Draco sonríe burlonamente
al mocoso insufrible. Probablemente Potter no sabría que su intento de ser “rival” es un acto
muy mal hecho, porque los verdaderos rivales se sienten como ahora lo están Zacharias y
Draco; a un sólo comentario de saltar a la garganta del otro.

La presencia de McGonagall que se acerca, hace que la tensión levemente desaparezca y


Anthony pueda arrastrarlo mientras le reprocha sobre su forma de actuar.

Draco solamente bufa.

Zacharias Smith tiene el puesto de la persona que más le desagrada de Hogwarts actualmente,
idiota bastardo.

Continuara...
Capítulo 5: Confrontación
Chapter Summary

Entonces Draco piensa que si sigue este camino, va tener un ejercito de pollitos detras
de él.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

¿Las arañas se estaban comportando raro o solo fue el comentario paranoico de Terry?

Draco no pensó mucho en el asunto, pero su silencioso amigo parecía haber notado arañas
que escapaban por la ventana y sospechado que podría ser un mal augurio. Al menos era un
tema divertido para conversar en sus recesos de lectura en la torre Ravenclaw, también el
chisme de Padma sobre que Potter estaba castigado con Lockhart y eso hizo que tuviera un
poco de lastima por el niño. El profesor era un incompetente e incluso las niñas de su casa
que habían estado enamoradas de él al inicio de año, comenzaban a odiarlo y hacer grupo de
estudio con sus compañeros mayores para reforzar temas que serían importantes.

Los de quinto y séptimo año lo odiaban oficialmente, porque ese año los exámenes serian
mucho peores para ellos gracias a Lockhart.

Draco no tenía ganar de ir a ver un partido, el libro de Orion siempre sería más interesante;
pero el rostro de Padma no aseguraba nada bueno por negarse… todo lo contrario.

Estaba con lluvia.

Maldita lluvia.

Draco era alguien fríolento por naturaleza, por lo cual tomó el collar con un diente de dragón
que su madre siempre le regalaba cada año en estas temporadas para mantener su calor
corporal; pero aun así se abrigó tal vez exagerado a la hora de salir. No tenía ganas de otro
resfriado y Eliza era una capitada benevolente, como dictadora, por lo que resfriarse no sería
una gran idea a estas alturas. Además, estaba esquivando a Hermione, quien últimamente
parece encontrar interesante charlar sobre “Slytherin” con él, especialmente de sus miembros
de su generación.

Debe haber sido idea de Ron o Potter, que buscaran información de otros Slytherin con
Draco, quien era un Ravenclaw y casualmente amigo de casi todas las serpientes de su
generación.

Esquivó sus conversaciones rápidamente, tenía un talento para eso, y el rostro frustrado de
Hermione valía oro puro.
—Estas disfrutándolo demasiado— musitó Padma quien iba a su lado, viendo como desde la
gradería de los leones, una niña de cabello castaño parecía verlo frustrada.

Anthony saltaba del otro lado de él, pareciendo especialmente alegre por el día del partido,
era tan amante del Quidditch que Draco lo estaba animando a intentarlo el próximo año; sería
genial tener un amigo en el equipo, pero Goldstein parecía no ser alguien que quisiera formar
parte de la acción.

Su amigo comentó que antes estaba en un equipo de soccer de su escuela muggle, no parecía
querer repetir lo mismo.

Bostezó un poco con el frío que tenía.

—¿Estas vacaciones iras a casa?— preguntó Anthony curioso mientras esperaban el inicio
del juego, Draco estaba acomodado cerca de Padma robándole su calor, la niña parecía
divertida de esto acercándose a él.

No sabe sí es porque admitió a Padma no tener solo interés en chicas y ver a chicos
atractivos, pero la clara confianza de la niña en él, era superior que con otros niños de su
generación; puede que fuera la naturaleza amable y protectora de la niña, pero Draco de
alguna forma se siente cómoda con ella.

Su familia también fue amable con él.

Mucho más que su padre, es un pensamiento que tiene con amargura constante.

—No estoy en las mejores condiciones con mi padre, tal vez lo mejor sería quedarme este
año— musitó cuando los personajes salieron al campo de quidditch, Draco ladeo el rostro al
ver que Potter miraba en dirección de la tarima de Ravenclaw y probablemente notándolo.

Su cabello destacaba demasiado.

¿Parecía feliz?

Estaba demasiado lejos para notarlo, pero Draco duda que su sola presencia pudiera hacerlo
feliz; Harry Potter era un niño mucho más raro de lo que presentaron las películas.

—Podrías venir a casa conmigo, mis padres te recibirían encantados— asegura Padma de
forma brillante, ganando una mirada enojada de Anthony.

—Yo quería invitarlo a casa, mamá me ha preguntado por Draco y me dijo que lo invitara si
decidía quedarse— farfulla Anthony en un duelo de miradas con Padma por su atención.

Draco suspira dramaticamente, es tan difícil ser popular.

Pero lejos de ese tema, sus padres probablemente no se opondrían con que fuera a la casa de
Padma, ya que eran de sangre pura; la realidad es que también quería ir a la casa de Anthony.
La madre de este era bruja, pero su padre había sido un muggle y ahora Anthony vivía en una
residencia muggle; tenía curiosidad de la tecnología del mundo.
Era mucho más antigua, porque vivían en una época para la cual Draco no había nacido en su
primera vida, incluso si fuera de un universo alterno. Entonces es probable que muchas cosas
sean diferentes, pero Draco no ha estado en el mundo muggle desde que ha nacido; tiene
mucha curiosidad.

—Escribiré una carta a mis padres— lo cual es solo a su madre, ya que su padre lo ha estado
ignorando y lo mejor sería no ir a casa.

Evitar silencios incómodos y comprometer a su madre, que parece querer demasiado a su


esposo; por obvias razones.

Si Draco no hubiera nacido, tal vez las cosas serian mejor.

El juego inicia y Draco hace una mueca de dolor cuando piensa tardíamente que olvido
hablar con Dobby; Gryffindor gana, porque Potter es un idiota temerario, pero pierde el
hueso de la mano. Algo culpable por olvidarse de eso, piensa en hacerle una pequeña visita
pronto, porque definitivamente Dobby no es un elfo malo.

Draco dormía inquieto ese sábado, pensando sobre el partido muchas veces y como Lockhart
era sin duda un profesor completamente incompetente; a pesar de la aberración de Snape para
Potter, incluso el hombre pareció bastante molesto del desempeño del hombre en quitarle el
hueso a uno de sus estudiantes. Todos hablaban al respecto esa noche, pero en la mañana el
tema controversial fue sobre un Gryffindor llamado Colín que había sido petrificado; lo cual
estaba bien, porque eso significa que esta con vida y no muerto. La situación podría abarcar
muertes a diferencia del original, los cambios estaban ahí y eso hizo que tuviera un agujero
en el vientre desde que despertó; camino por los pasillos notando a lo lejos como Ginny
Weasley parecía lucir demasiado pálida y eso lo hizo sentirse incómodo.

¿Debería hacer algo?

No.

No debería.

Había decidido no hacer nada, porque cualquier ayuda o intervención, podría atraer la mirada
a su padre.

—¿Estas bien?— preguntó Anthony caminando a su lado, a lo cual Draco solo le dio una
media sonrisa antes de seguir su paso.

—Estoy bien— y lo estaba, no era quien estaba petrificado o a quien le tuvieron que crecer
los huesos en la noche.

Anthony le dio una larga mirada, a lo cual Draco comentó que la noche anterior había
enviado una carta a su madre preguntando por sus vacaciones y Anthony se animó
visiblemente; el niño hablaba animadamente de su obsesión por Star Wars que había visto
con su padre cuando era pequeño, Draco pareció curioso al respecto. Como Orion no había
visto las películas, no importa que tan famosas fueran, siempre estuvo ocupado en muchas
cosas como para disfrutar pequeños placeres de su vida como ver películas solo porque sí.
Pero estaba seguro que Selena y su compañera de trabajo (mejor y única amiga) hablaban de
películas todo el tiempo, no por nada había visto Harry Potter a la larga y ellas habían
querido que viera Star Wars.

Estaban seguras que les gustaría.

Anthony parecía seguro.

¿Por qué no habló de eso en primer año?

Bueno, todos estaban tanteando terreno, y para ellos Draco había sido solamente un sangre
pura que probablemente odiaría las películas como cualquier otro niño de familia de este tipo.

Pero Anthony parecía feliz y Draco supuso que podría dejar de investigar unas pocas horas.

—También podríamos ver Indiana Jones— susurró Anthony pensativo mientras entraban a la
enfermería y Draco levantaba una ceja curioso.

Otra saga que no había visto, como Orion habían parecido muy viejas, pero tal vez se había
equivocado.

El rostro de Anthony no aceptaba quejas, o al menos rechazo, es lo mínimo que le debía por
toda su ayuda y Draco solo se encogió de hombros aceptado; Anthony hizo un ademán con el
puño como si hubiera ganado algo y Draco puede darse una idea de donde irían sus
vacaciones.

Cuando entraron por la enfermería, Pomfrey parecía levemente sorprendida, hasta que al
verlo su rostro se arrugó y Draco sonrió encantadoramente.

—Señorita Poppy hoy luce encantadora, ¿un nuevo peinado?— su sonrisa era lo más
encantadora que podía, lo que hizo que Anthony lo viera divertido y aunque Pomfrey lo
negara, sus labios estaban peligrosamente curvados para una sonrisa naciente que apenas
contenía.

—Señor Malfoy, ya le dije que no puede entrar en la enfermería todo el tiempo, sus lecciones
de Quidditch fueron suspendidas ayer por el partido— lo observó detenidamente y Draco
solamente se encogió mentalmente.

Severus podría ayudarle contra algunos golpes, pero a veces cuando Eliza su capitana parecía
emocionada al respecto, había terminado con un hueso roto; que por suerte Lockhart no
divisó antes de ir a la enfermería. Draco tuvo que usar sus encantos que se acercaban
peligrosamente a suplicar, para que Pomfrey no le dijera nada a sus padres.

Tristemente ahora era un paciente regular de la enfermería.

Eliza tenía problemas y un brazo demasiado fuerte cuando quería entrenar.


—Vengo a hacer una pequeña y diminuta visita, ocupo hablar algo con Potter urgente—
intenta lucir inocente de nuevo, pero Pomfrey parece no muy convencida.

Por otro lado, la cabeza de Potter, que parecía haber estado intentando disimular su presencia
desde que escuchó su voz, había salido ahora disparada desde su posición para verlo con
grandes ojos abiertos; Anthony a su lado bufó por debajo y lo empujó para que se mantuviera
en silencio.

Pomfrey vio de reojo a Potter, antes de bufar.

—5 minutos—

—Por favor Poppy, ocupo al menos 15, Potter es un desastre—

—10 minutos Malfoy y una promesa de estar fuera de la enfermería una semana—

—Perfecto—

Pomfrey lo vio casi cansada, antes de ir a otra habitación comentando el tener que limpiar el
gabinete de pociones y Draco solamente camino hacía Potter; Anthony parecía divertido de
toda la situación, como lo estuvo desde que señalo donde iría esa mañana antes del desayuno.
La sorpresa fue grande cuando dijo que iría a ver a Potter, había algo de malicia en la mirada
de su mejor amigo y Draco no pudo explicar realmente el motivo de su visita.

Me siento culpable porque me olvidé que mi elfo doméstico quiere protegerte y no evité que
te lanzara de una escoba.

Si.

No había forma de hacerlo.

Tampoco para Potter en realidad.

—Hey Potter, veo que tienes un hueso de nuevo— saluda con algo de malicia caminando
hacía la cama, donde Anthony rápidamente lo sigue viendo todo con curiosidad; interesado
ya que nunca ha estado ahí si no fuera por visitar a Draco.

Algunos tienen suerte.

Se preguntó si podría convencerlo de unirse al equipo en algunos años, no parecía interesado,


pero sería genial tener un amigo en el equipo.

—¿Qué haces aquí?— pregunta Harry con desconfianza que le hace aplaudir mentalmente, al
parecer el niño tenía de alguna forma métodos defensivos y no confía en todos.

Pero no le iba a explicar que la culpa lo hizo venir aquí, sí tan solo hubiera podido hablar con
Dobby antes, pero se había distraído y olvidado este partido; tenía su propio partido en unas
semanas para pensar.
—Eres grosero Potter, saluda primero; no se si ya se han presentado formalmente— lo último
es dicho para Anthony, quien sonríe divertido.

—Lamentablemente no soy alguien importante para Potter cuando alguien más está en su
presencia— habla Anthony provocando que ladee la cabeza curioso, pero es ignorado cuando
Anthony extiende una mano a Potter que la acepta algo avergonzado —Anthony Goldstein—

—Harry Potter—

Draco mira entre ambos unos momentos, Harry luciendo abochornado y Anthony casi
divertido, antes de que suelten la mano del otro; bueno, al menos se han presentado ahora. Se
sorprende de pensar que todo el año pasado no obtuvo alguna interacción de parte de ambos,
Anthony solía mencionar mucho a Potter, pensó que de alguna forma habrían hablado antes.

Curioso.

—Vimos el partido ayer— intenta iniciar Draco, notando como Potter levanta la mirada
emocionado.

—Lo sé, los vi en la gradería, tu cabello es difícil de perder— su comentario inocente hace
que Draco desvié su mirada hacia arriba, aunque era imposible ver todo su cabello, sabe que
el rubio platino es divisible a la distancia.

De reojo nota como Anthony se cubre el rostro, claramente evitando que vean una sonrisa
burlona.

—Si bueno— va quitarle importancia a Anthony por ahora, ya hablara con él seriamente en
la torre Ravenclaw —también notamos lo que te pasó, además de Lockhart como un fracaso,
pero eso último no es novedad—

Esta vez Anthony asiente animadamente, Lockhart es un tema de odio mutuo que podrías
tener con casi cualquier niño de Hogwarts… excepto las niñas, que son ciegas y se fijan en la
apariencia de un hombre sin cerebro.

Draco podría apreciar la imagen de un hombre atractivo, pero el cerebro es necesario en la


ecuación.

Al menos que sea solo para follar.

Eso ya es diferente y es demasiado joven para pensar al respecto.

—Lo detesto, es el peor profesor de todos— musita Harry por bajo, lo cual es triste, si
pensamos que el año pasado una especie de seguidor de Voldemort fue su profesor.

Y los que faltan por delante.

Dumbledore realmente debería dar esa clase personalmente, pero no puede, porque está
ocupado en lo que maldita sea hiciera en su tiempo libre.
—No te desanimes, trajimos algo para eso— comenta Draco señalando a Anthony, quien
solamente saca de su túnica un paquete de chocolates que tenían guardado de su madre;
Anthony parecía recio a darle la caja a Potter, pero Draco lo había convencido de que la
próxima caja seria para él —es de mi madre, siempre da los mejores chocolates— los cuales
no han llegado esta semana y comienza a preocuparle un poco.

Potter mira la caja detenidamente, meditando sobre la situación.

Anthony parece indignado.

—Bueno si Potter no los quiere— musita como si no fuera él quien desea los chocolates, las
manos de Potter reacciona a sus palabras y sale disparada para arrebatar la caja de su amigo.

Lo escucha susurrar sobre que fue grosero, pero Draco apenas y oculta su sonrisa de
satisfacción cuando Potter abre la caja rápidamente y se mete un chocolate a la boca; parece
querer comerlos rápido, pero al procesar el sabor se queda congelado un segundo, antes de
casi ronronear de placer.

Si.

Los chocolates de su madre son lo mejor del mundo.

—Son deliciosos— expresa Potter luego de tragar un chocolate y comer el segundo de la


caja, con una mayor lentitud y disfrutando en esta ocasión.

Draco disfruta de verlo comer, como usualmente hace cuando alimenta a sus amigos; es
como alimentar un pequeño pollito y que este te declare lealtad eterna.

Hay una extraña imagen de él con un ejército de pollitos detrás de él que le parece entre
divertida y perturbadora.

—Lo sé, se lo haría saber, pero ya sabes que se supone que no deberíamos ser amigos—
señala de forma que el niño parece encogerse como si lo hubieran reprendido, claramente no
está feliz si el puchero que hace es un indicador.

—De hecho, eso me parece extraño, si no son amigos ¿por qué trajimos los chocolates?—
pregunta Anthony curioso y Harry asiente con interés, hay un nuevo brillo curioso al ver a
Anthony y Draco espera que no piense que es su aliado en esta estúpida No-amistad.

Nuevamente piensa molesto que, sí pudiera explicar que se siente culpable, todo sería mejor,
tendrá que hablar seriamente con Dobby al respecto.

La mirada congelada de Colin a unas camas, no lo ayuda a sentirse menos culpable.

—Somos rivales— responde Draco casi divertido, Harry gimotea colocando ambas manos
sobre su rostro y Anthony gira a verle confundido —ya sabes que mi padre es un extremista,
no se siente cómodo con Potter y no podemos ser amigos; así que el genio aquí presente
pensó que podríamos ser rivales— no dice toda la historia y es demasiado puntual, Anthony
no sabe toda la historia tampoco.
Pero tiene algunas ideas en el aire que ha ido sujetando para formar su propia idea, la cual, no
es una muy positiva de su padre; en ocasiones Draco le contaría historias de su padre, donde
siente que lo ama, pero luego de este verano es muy difícil pensar en algo que no lo haga
cambiar de opinión.

Especialmente con el padre de Padma en la historia.

Lucius no parece una gran persona al lado de Iravan Patil.

Pero era una buena persona, Draco quiere pensar que sí.

Anthony sabe que su padre no le gusta la amistad de ambos, motivo por el cual no había ido a
casa de este en vacaciones y también razón por la cual es probable que no vaya en navidad
esta vez; pero el niño no parece tan disgustado al respecto. Si bien su padre solo aprecia o
tolera la amistad de Padma y Terry por su línea de sangre, Anthony y Michael también son
sus amigos, no importa que sean mestizos.

Espera que entienda que, al ser su padre de esta forma, la amistad de Potter es algo que no
debería tener; aunque en algún punto su padre podría tolerarlo por la antigua linera de sangre
Potter, es el propio Draco que prefiere tener una línea dibujada en medio de ambos.

Y, aun así, aquí está trayendo chocolates porque se siente culpable.

Tal vez no es tan inteligente como pensaba.

—Entonces ese es el motivo por el cual te molesta todo el tiempo, Padma y yo habíamos
apostado por otra clase de plan que hizo que Potter actuara así— masculla Anthony
levemente sorprendido, lo que hace que Draco vea de reojo a Potter que se encoge de
hombros igual de confundido.

Draco se sorprende que Padma y Anthony hablen de algo mientras no está presente, pero
puede ser un indicador que a un futuro sean amigos sin su constante intervención.

Incluso si es a costa que hablen de Potter y Draco.

—Pensé que no podríamos hablar— comenta Potter curioso, pero Draco le da una mala
mirada, ya que fue el primero en romper la idea llevándolo a un armario de escobas.

No dirá eso en voz alta, por algún motivo, siente que Anthony no lo dejaría tranquilo al
respecto.

—Para Hogwarts solamente estoy caminando con mi gran amigo Anthony por algunos
pasillos— con una mano señala a Anthony, quien solo niega divertido —como dije sólo
quería pasar a visitar un rato, porque soy un gran rival y una excelente persona; todos
merecen un Draco en su vida cuando tienen algún accidente para levantar su ánimo— añade
teatralmente, Potter lo ve incrédulo y Anthony más acostumbrado solo suspira.

—Deberías escapar mientras puedas Potter, Draco es un idiota—

—Miserable traidor, pensé que me querías en casa en navidad—


—Cambie de opinión, vete con Padma—

—Idiota—

La sonrisa divertida de Anthony es una de la cual Draco se siente orgulloso, porque son sus
comentarios los que han hecho que después de un año, este pueda seguirle el juego en esta
clase de bromas; Terry y Michael a veces dudan donde inicia o termina la broma, pero
Anthony esta tan versado como Padma en mantener esta clase de conversaciones con él.

—¿No pasaras Navidad este año en Hogwarts?— pregunta Potter con una gran cantidad de
decepción en su voz.

Draco retoma su atención al chico que parece desanimado.

—No sé sí podre ir donde Anthony, pero seguramente pase en casa de Padma— porque no
quiere ir a casa, no está seguro de que expresión pondrá su padre y realmente odia la velada
de navidad.

Anthony gruñe el nombre de Padma por bajo molesto, lo que hace que Draco lo empuje
divertido.

Como dijo antes, hay suficiente Draco para sus amigos.

—Pensé que como habría menos gente, tal vez podríamos hacer algo, como volar juntos o
algo así… Hermione está segura de que podrías ayudarnos respecto a la cámara de los
secretos— añade lo último tardíamente en una excusa perfecta para que llame su atención.

Pero hay una razón por la cual Draco no es un Gryffindor.

Si lo fuera.

Tal vez la cámara ni siquiera estaría abierta.

—Ya te dije Potter, no somos amigos y el día de hoy es una excepción— liderado por la
culpa, el niño parece apagarse aún más y Anthony le da una mirada acusadora por ser tan
grosero —vamos no te pongas triste, todos tus amigos estarán en navidad… también podría
conseguirte algo de regalo— agrega lo último algo incómodo por el ambiente.

Funciona.

No esperaba que Harry fuera tan materialista, pero la idea de un regalo de su parte parece
animarlo de repente.

—¿Me conseguirás un regalo?— preguntar algo que acaba de dar por hecho es algo estúpido,
pero Draco solo asiente para dejar el tema aparte.

El niño mira fijamente el collar que aún tiene puesto, el cual Anthony mira curioso y Draco
se aclara la garganta.

Esto se está poniendo en una posición peligrosa.


—Si te conseguiré algo, ahora el tiempo se ha terminado y tenemos que ir por el desayuno,
nos vemos luego Potter— empuja rápidamente a Anthony, mientras el niño parece demasiado
feliz al despedirlos.

El camino es silencioso por unos segundos, unos gloriosos segundos antes que Anthony abra
la boca.

—Darle regalos al niño que quieres mantener alejado no suena como un buen plan—

Le molesta que tenga razón, pero al lado de Potter a veces no piensa de forma correcta.

—Cállate Anthony—

Querido Draco.

Luego de hablarlo con tu padre, le he demostrado la gran cantidad de beneficios de que te


quedes en casa Patil estas fiestas, estamos seguros que un enfoque cultural podría ampliar tu
conocimiento sobre el mundo, mucho más ahora que has demostrado interés en el mundo
mágico de Asia. Hace mucho tiempo que no vamos a China de vacaciones, tal vez cuando
termines tu segundo año en Hogwarts, podríamos ir como una familia nuevamente.

La familia Black era una gran conocedora de magos en Asia, me agrada que tú como un
futuro heredero Black tenga interés en estos temas por voluntad propia.

Claro que estar en la casa Patil, podrías recibir visitas de tus otros amigos y también ir
algunos días a la casa de tus otros amigos; después de todo, uno de tus padres conocería tu
ubicación si decidieras pasar algunos días en la casa del joven Goldstein, lo cual tu padre no
tiene por qué saber.

Espero que seas discreto si ese fuera el caso, pero eres mi hijo y te amo, espero aceptes esto
de regalo de navidad y me prometas la mayor discreción posible.

Tu querida madre, Narcisa Malfoy.

Querido primo.

Deberías visitarme esta navidad, sé que no podrás ir porque tienes amigos y otros lugares
donde estar, pero quiero que conozcas a mis padres; no acepto un no por respuesta, sí puedes
escabullirte unas horas, tendremos una gran cantidad de cena para ti.

Tu hermosa y bella prima Tonks.

P.D: Solo di el día, yo iré por ti.

Draco no sabe qué hacer con ambas cartas, por un lado, su madre parece dispuesta a cubrirlo
para que vaya a la casa de Anthony siempre y cuando lo mantenga en silencio, por otro lado,
su prima Nymphadora parece interesada en que vaya a casa para navidad; había comentado la
situación entre Anthony y Padma la noche anterior, cuando ambas cartas llegaron por muy
pocas horas de diferencia. Padma había bufado antes de desistir que fuera a su casa, ya que
no había ido donde Anthony en vacaciones y no podrían desaprovechar la oportunidad.
Entonces el plan sería que los tres terminaran en casa de Anthony, donde pasarían las
vacaciones de navidad, Padma se iría en navidad para celebrar con su familia y Draco iría en
navidad con la familia Tonks; para que Anthony pudiera estar con su madre y su familia esa
fecha.

Todos pasarían en familia.

Lo cual era muy extraño de pensar para Draco.

Al igual que le mantendría en secreto a su padre que irían donde Anthony, también le
ocultaría a su madre que iría donde su hermana.

Probablemente lo hizo un mal hijo, pero Draco tiene curiosidad de conocer Andrómeda; su
madre no parece interesada en reunirse con esta, pero si Andrómeda quiere conocerlo, eso
podría significar algo.

Algo que quiere ver con sus propios ojos.

Esto podría ser interesante, o salir estúpidamente mal, por lo cual Anthony y Padma estaban
involucrados para ayudar a ver sus fallos en el plan; los padres de Padma parecían dispuestos
ayudarles, así que Draco iría primero a la casa de Padma donde se movilizaría a otros lugares.
La madre de Anthony parecía encantada con recibirlo tanto a Draco como a Padma, donde
pasarían la mayor parte de las vacaciones y le estaba enviando una carta a Dora para avisarle
su instrucción en navidad.

Si esta se negaba, Anthony o Padma podrían aceptarlo en sus hogares para navidad.

Un plan bastante peligroso, pero solido a su manera.

El único detalle fue cuando Pansy preguntó sobre sus vacaciones y Draco admitió que iría a
casa de Padma, ya que esa era la coartada.

Debió pensar más que era una mala idea.


Mira curioso la parte en que su madre señala también sobre la familia Black y magos de Asia,
no es la primera vez que su madre se refiere a él como heredero de los Black; su hermana
Bella y su tío (técnicamente son primos) Sirus están en azkaban, así que como varón de la
familia en libertad podría recibir el título de heredero Black cuando fuera mayor de edad.

Su madre no había comentado antes al respecto, pero sí su familia materna sabe sobre magos
de Asia, habría tal vez una vaga posibilidad que Orion si fuera un pariente después de todo.
Si mal no recuerda tienen una unión comercial con una familia asiática, la cual habían
visitado cuando tenía alrededor de 6 años; pero era algo borroso ya que la mayor parte del
viaje rápido no entendió nada.

Tendría que investigar después de navidad.

Narcisa era quien llevaba el negocio y las relaciones políticas en este caso.

Pero no eran magos que se vieran muy a menudo.

—Realmente te gusta la muerte, es la única razón para que lo dijeras frente a Pansy— farfulla
Blaise acompañándolo a la torre de las lechuzas sacándolo de sus pensamientos.

Draco gruñó con la sensación incómoda en su espalda, Pansy realmente ha mejorado en el


hechizo aturdidor, ya que ha salido volando cuando la niña se puso roja de indignación; Theo
había arrastrado a Pansy con Daphne, dejándolo solo con Blaise.

Por dicha Padma no estaba presente, o la propia niña se habría ido sobre Pansy para
defenderlo y la batalla campal que se hubiera armado entre ambas seria de temer.

—No pensé en las consecuencias, fue mi culpa, pero si no se lo hubiera dicho yo a la larga
sería peor— porque ocultarle cosas a Pansy no era buena idea nunca, al menos, esta clase de
cosas.

Blaise le dio una mirada bastante acalorada, lo que hizo recordar a Draco, que no estaba en
buenos términos con los Slytherin en este momento; Blaise probablemente su amigo más
longevo junto con Theo, estaban claramente indignado que no los hubiera tomado en cuenta
para las vacaciones. Draco podría admitir torpemente, que la idea no pasó por su cabeza, ya
que tenía intenciones de ir donde Anthony y Dora, lo cual no podría ser de ayuda con los
Slytherins.

Si sus padres se enteraban, lo sabría su padre en poco tiempo.

Pero eso no evita que se sienta incómodo, porque son sus amigos, pero de alguna forma había
preferido a Anthony y Padma sobre ellos.

Eso estaba mal.

—Sabes que mi madre te ama, si querías salir de Hogwarts, podrías haber ido conmigo—

—¿Pensé que irían a Milán estas vacaciones como siempre? —

—Podrías venir con nosotros, los padres de mamá no son tan estrictos si eso te molesta—
—Blaise—

—No me vengas con tu estúpida condescendencia, los preferiste a ellos y eso nos molesta;
estoy de acuerdo con Pansy aquí—

—Ellos también son mis amigos—

—Ya pasas todo el día con ellos Draco, apenas y hablamos ahora y te vas a ir unas
vacaciones con ellos—

—Son pocos días—

—No lo entiendes Draco, no puedes ser amigo de ellos toda la vida, hay un tiempo límite en
la amistad que tienes con ellos si no quieres ponerte en peligro con tu padre; pero eres tan
idiota que no lo puedes notar, Ravenclaw mis cojones—

Cuando llegan a la torre, se ve que Blaise está molesto y no hay nada que pueda decir que lo
aplaque, porque tristemente es real y no importa que tanto lo intente ignorar; si sigue siendo
amigo de Anthony y Michael, es cuestión de tiempo antes que su padre termine por explotar.
Su padre era consciente de sus amistades, pero solamente lo descartaba como estupidez
infantil y aunque su madre lo esté cubriendo, no puede ser eterno.

Si no cambia la opinión de su padre, lo cual no ha estado funcionando, tendrá que elegir


algún día.

Ama a sus amigos, pero su familia es su vida.

No podría ser amigo de ellos para siempre sí algo sale mal, ese plan que tiene en el fondo de
su mente, que siempre lo ahoga; porque realmente le agradan sus amigos Ravenclaw. Pero
teme que, sí de alguna forma todo sale mal, porque es realista, el tener que elegir va ser algo
que no obtenga ganancia; por eso no quiere llegar al borde con su padre, por eso sigue
intentando que vea las cosas buenas.

Pero está fallando y se siente aterrorizado.

No quiere pensar en eso.

Sí va con Andrómeda en navidad, sí le hace ver que su madre tiene una oportunidad de
cambiar, pueda que sirva para un puente de su madre con el lado de la luz y su padre la siga
porque está enamorado de ella. Draco admite que no es un plan tan estructurado como
quisiera, pero de alguna forma no tiene muchos planes que se adapten a cambiar a Lucius
Malfoy; tendría más suerte con su madre y piensa seguir ese rumbo.

Se hizo amigo de todos los Slytherin en primer año, pero en el primer momento que cambió
un poco de opinión, su padre se enojó con él; entonces este año ocupaba enfocarse más en su
madre, romper sus ideales para que ambos cambiaran a su padre.

—No hables así de ellos Blaise, son mis amigos—su voz es seria, lo que provoca que el
rostro de Blaise se arrugue en molestia, antes de dar media vuelta e irse.
Se detiene.

Cuando ve a Draco sobre su hombro, lo hace sentir incómodo y pequeño.

—También somos tus amigos Draco— expresa dando pasos antes de irse definitivamente.

Bufa enojado, porque es cierto, Blaise tiene razón y eso lo molesta más.

Merlín vuela sobre su hombro y le pica un poco la cabeza cariñosamente, notando su mal
humor latente, que desaparece solo un poco ante la atención de su lechuza. La amiga de
Merlín, una hermosa lechuza blanca desciende para verlo fijamente e intentar consolarlo a su
forma; su plan de darle golosinas siempre que viene con Merlín ha logrado funcionar.

La lechuza blanca que ahora sabe que es de Potter, porque le ha visto un desayuno recibir un
paquete de esta.

Irónico.

Merlín y la lechuza blanca son amigos, tal vez es un augurio de que en algún futuro pueda ser
amigo de Potter, o tal vez simplemente ironías de la vida.

—Eres mucho más amigable que tu dueño— musita acariciando a la lechuza que ulula feliz,
Merlín por otro lado toma las cartas con emoción antes de alzar vuelo para irse.

Suspira.

Ojalá pudiera tenerlo todo, pero la conversación con Pansy esa mañana y su rostro claramente
molesto, le hace pensar que no todo es tan fácil como quiso pensar. Espera que obtenerle un
regalo de navidad pudiera aplacarla para que puedan hablar, porque la amistad de sus amigos
Slytherin es importante para él; pero de alguna forma Blaise tiene razón en que los ha
descuidado.

Que fastidio.

Ser un adolescente no es fácil.

¿No es un preadolescente?

Joder.

Y apenas era su segundo año.

Había estado ayudando a Cho con su ensayo de pociones y hablando con Penélope sobre
cómo puede hacer destellos de luz con su patronus, cuando Michael llegó animado hablando
sobre el club de duelo. Draco había ignorado deliberadamente el papel, alistando todo para
sus vacaciones de navidad, pero Michael parecía un pequeño chihuahua emocionado y eso
terminó arrastrándolo mucho más fácilmente de lo que quiso admitir. Su padrino parecía
molesto por el hecho de que faltaban algunos ingredientes de su armario, Draco pareció
confundido al respecto, aunque con una idea que señalaba al trío dorado; su padrino parecía
pensar lo mismo ya que su mal humor era peor que con cualquier otra opción.

Luego sucedió que sería el “asistente” de Lockhart en el club de duelo.

Draco había comentado la posibilidad de una “ayuda para asesinato” que su padrino no
aceptó, pero al menos lo hizo sonreír y para Draco eso ya era una ganancia.

Por eso el día del club de duelo, no fue tan difícil dejar que Michael lo arrastrada a la
habitación asignada; la tarima fue bastante molesto.

Para Lockhart todo era un show.

Una pobre escusa de adulto.

Camino al lado de Padma, quien parecía algo incómoda por la situación, Anthony estaba
dormitando con Terry y Michael casi saltaba sobre sus propios pies. De reojo pudo notar la
mirada más resentida que había visto en el rostro de Pansy al otro lado del salón, que le
indicó que tal vez podría no haber sido una buena idea venir esta noche.

Solo vino por una cosa en realidad.

—¡Venid aquí, acercaos! ¿Me ve todo el mundo? ¿Me oís todos? ¡Estupendo! El profesor
Dumbledore me ha concedido permiso para abrir este modesto club de duelo, con la intención
de prepararos a todos vosotros por si algún día necesitáis defenderos tal como me ha pasado a
mí en incontables ocasiones (para más detalles, consultad mis obras)— Draco pensó que
podría bien vomitar en este instante, su vomito sería mucho más interesante —Permitidme
que os presente a mi ayudante, el profesor Snape— dijo Lockhart, con una amplia sonrisa —
Él dice que sabe un poquito sobre el arte de batirse, y ha accedido desinteresadamente a
ayudarme en una pequeña demostración antes de empezar. Pero no quiero que os preocupéis
los más jóvenes: no os quedaréis sin profesor de Pociones después de esta demostración, ¡no
temáis! —

Vio al otro lado como Ron y Potter susurraban entre ellos, pero Draco miraba a su padrino
con ojos brillantes, esperando que alguien por una vez, le diera un merecido a ese idiota.

En el labio superior de Snape se apreciaba una especie de mueca de desprecio, Draco quiso
aplaudir a su padrino, pero decidió no hacerlo para no llamar la atención.

Snape odiaba la atención sin sentido.

Lockhart y Snape se encararon y se hicieron una reverencia. O, por lo menos, la hizo


Lockhart, con mucha floritura de la mano, mientras Snape movía la cabeza de mal humor.
Luego alzaron sus varitas mágicas frente a ellos, como si fueran espadas.

Draco no era un hábil duelista, pero probablemente en una confrontación con Lockhart, hasta
el ganaría.
Un primer año lo aplastaría si tuviera intención.

—Como veis, sostenemos nuestras varitas en la posición de combate convencional— explicó


Lockhart a la silenciosa multitud —Cuando cuente tres, haremos nuestro primer embrujo.
Pero claro está que ninguno de los dos tiene intención de matar—

Yo no estaría tan seguro, pensó Draco viendo a su padrino con diversión.

—Una… dos… y tres—

Ambos alzaron las varitas y las dirigieron a los hombros del contrincante. Snape gritó:

—¡Expelliarmus!—

Resplandeció un destello de luz roja, y Lockhart despegó en el aire, voló hacia atrás, salió de
la tarima, pegó contra el muro y cayó resbalando por él hasta quedar tendido en el suelo.

Draco y algunos de Slytherin vitorearon, las demás casas lo vieron como si estuvieran locos,
pero incluso Anthony tuvo que ocultar su sonrisa maliciosa detrás de su mano y Padma solo
suspiró como si hubiera temido eso.

Estar tanto tiempo con Draco, le hicieron apreciar que Snape sin duda era un profesor
exigente y temperamental, pero hábil en muchos aspectos.

Lockhart se puso de pie con esfuerzo. Se le había caído el sombrero y su pelo ondulado se le
había puesto de punta.

—¡Bueno, ya lo habéis visto!— dijo, tambaleándose al volver a la tarima —Eso ha sido un


encantamiento de desarme; como podéis ver, he perdido la varita… ¡Ah, gracias, señorita
Brown! Sí, profesor Snape, ha sido una excelente idea enseñarlo a los alumnos, pero si no le
importa que se lo diga, era muy evidente que iba a atacar de esa manera. Si hubiera querido
impedírselo, me habría resultado muy fácil. Pero pensé que sería instructivo dejarles que
vieran…—

Snape parecía dispuesto a matarlo, y quizá Lockhart lo notara, porque dijo:

—¡Basta de demostración! Vamos a colocaros por parejas. Profesor Snape, si es tan amable
de ayudarme—

Que pena que no viera un asesinato, pero el ver a Lockhart volando sin duda compensaba el
precio de esta entrada.

Ahora por otro lado era tiempo para practicar, se sorprendió cuando Hermione casi se
abalanzo sobre Padma, quien igual de sorprendida fue alejada de la dirección que tomaba
hacía su hermana; si eso no fuera sospechoso, Draco no podría decir que lo sería. Terry y
Michael chocaron los cinco en un claro equipo, pero antes que pudiera llegar a Anthony a su
lado, una mano se asomó peligrosamente sujetando su hombro; Draco trago saliva al ver el
rostro de Pansy y Anthony como un claro buen amigo.

Dio media vuelta para irse.


Maldito bastardo.

Casi no pudo reírse de cuando Harry Potter terminó de alguna forma con Theo, porque estaba
demasiado preocupado de la intensa mirada de Pansy.

Quiere huir.

Quiere ocultarse en un agujero.

Morirse es una opción.

Volteó a Snape con ojos suplicantes, porque su padrino era su única salvación y eso
efectivamente no ayudó.

—La señorita Parkinson y el señor Malfoy darán una demostración— definitivamente el


mundo lo odia, piensa derrotado cuando sube a la estúpida demostración.

Lockhart comenta en voz baja sobre Harry Potter, pero una acida mirada de Pansy lo deja
callado y Draco sabe que es mejor prepararse para el funeral.

Una parte de él esperaba que Pansy usara un Rictusempra o un simple Tarantallegra, Draco
estaba dispuesto a ser humillado públicamente si eso aliviaba a su amiga; probablemente su
padre no estaría tan feliz por verlo perder, pero por la intensa mirada de su amiga, supuso que
no estaría mal.

Pansy no estaría tan enojada.

¿Verdad?

—Depulso— fue el grito de Pansy con enojo, que hace que Draco suelte un chillido interno.

—Protego— puede que estuviera nervioso y dudó un instante sí el hechizo funcionaria, pero
aparte de que Pansy se agacho a tiempo, el hechizo revotó en una parte de la habitación y
algo se rompió en pedazos.

Su madre había dicho que el Protego era más necesario que un Expelliarmus, Draco jamás
volvería a desconfiar de su madre, porque claramente había visto el futuro mejor que Draco.

Depulso era un hechizo de cuarto o quinto año.

¿Quién se lo enseñó?

A quien quiere engañar, Pansy podría extorsionar a años mayores para que le enseñaran el
hechizo sí eso significaba lanzarlo hacía Draco por despecho. Hizo un nota mental para
pedirle a Penélope que le enseñara el hechizo a alguien del equipo de quidditch.

Veía su atractivo.

—Pansy estás loca— comentó en voz baja ligeramente aterrado, porque su amiga estaba aún
enojada y su varita seguía siendo un peligro latente.
Venir había sido una mala idea.

Pansy intenta enviarle otro hechizo de vomitar babosas, Slugulus Eructo, que Draco logra
despejar nuevamente con un poco más de confianza; vomitar babosas no es lo peor que haría,
pero Pansy es bastante hábil en ese hechizo.

La niña lo ve indignada, Draco no se atreve atacarla realmente y aumentar su ira.

No gracias.

Quiere vivir.

—Señora Parkinson, no son hechizos peligrosos los que usamos— intentó advertirle
Lockhart, pero Pansy estaba lejos de escucharle.

—Serpensortia— gritó su amiga y Draco por instinto hace a la serpiente volar con un hechizo
escudo, lo que provoca que la serpiente caiga al lado de Potter y Nott; ambos en su propio
mundo de pelea, sorprendiéndolos a ambos.

Un momento.

Tal vez esto es una muy mala idea, Pansy voltea a verlo levemente preocupada y olvidando
por un segundo sus asuntos pendientes; Draco la imita levemente desconcertado, pero
conociendo temerosamente que esto va salir muy mal.

Cuando Harry sisea a la serpiente que iba en dirección de Theo, todo queda en completo
silencio.

Draco cierra los ojos, maldita sea, ahora si se siente culpable.

El caos cae, aunque Severus se desase de la serpiente, porque Potter es un hablante de parsel
y ahora todos lo saben.

Draco intenta hablar con Pansy los siguientes días, pero la niña parece concentrada en
evitarlo todo lo posible y Draco quiere arrojarse de la torre de Ravenclaw con la esperanza de
que esta le ponga por fin un poco de su atención; es irónico como nunca pensó que
necesitaría luchar por la atención de Pansy, pero los años siempre traen sorpresas. Su
pequeño yo de 5 años debe estar revolcándose en alguna parte de su cerebro, pero en realidad
quería solucionar todo con su amiga antes de irse de vacaciones, lo cual tristemente, parece
una posibilidad demasiado lejana. Su madre parecía algo divertida cuando suplicó su ayuda
en cartas, pero aparte de indicar que conseguiría un regalo que ayudaría aplacar a su amiga,
necesitarían una charla para que esta pudiera perdonarlo.

Esperaba que el regalo de navidad de su madre, pudiera calmar a Pansy, porque la niña
parecía demasiado resentida al respecto.
Sus amigos Ravenclaw intentaron animarlo, pero en general volvió a meterse dentro del libro
de Orion en búsqueda de algo que pudiera relajarlo. Ha estado leyendo casi una biblioteca
sobre magos asiáticos, pero para su molestia ha sido un callejón sin salida; ningún de ellos
habla de un Orion Blake, lo cual es difícil de corroborar, porque tienen que leer con
diccionarios al ser libros en otro idioma.

Excepto los libros hindús de Padma, que ella leería por ellos, no tienen ningún resultado en
sus investigaciones; Michael y Terry se habían unido ayudarles, luego de verlo deprimido.

Los entrenamientos de Quidditch funcionaban para liberar su estrés, su partido se había


retrasado para luego de vacaciones de navidad, Eliza parecía casi al borde de subirse ella
misma a un poste con tal de que pudieran jugar contra Hufflepuff.

Lo único bueno es que Potter parecía estar siendo acorralado por otros estudiantes que
pensaban que era el heredero Slytherin, Draco había dejado claro en la torre Ravenclaw que
el niño era demasiado torpe para ser un malvado mago oscuro; algunos le creyeron, otros no
tanto. La mayoría de años superiores realmente estaban desentendidos del asunto, en sus
estudios y lesiones, por lo cual Potter solo tendría que enfrentarse a los de segundo o primer
año.

Tal vez algún tercer o cuarto año.

Draco tenía mejores cosas en mente de que preocuparse, así que dejaría a Potter por su
cuenta; eso sí, había llamado a Dobby la noche anterior para advertirle sobre “ayudar” A
Potter nuevamente.

—Dobby no quería matar a Harry Potter, solo quería herirlo de gravedad para que se
marchara a casa— el comentario de Dobby lo hizo sentir algo incómodo, pensando que no
importa como Dobby defendiera al Gryffindor.

Su querido elfo doméstico era un Slytherin de pies a cabeza, así que lo había enviado para
que hiciera su trabajo, pero le había pedido que si pudiera proteger a sus amigos (sin intentos
de herirlos de gravedad) sería de mucha ayuda.

Michael y Anthony podrían ser apuntados por un joven Voldemort por sus raíces.

Eso le preocupaba, ¿era un poco egoísta en pensar solo en ellos en lugar de todo un colegio?;
bueno, sí.

—Solo digo que, si un Hufflepuff tenía que ser petrificado, hubiera sido genial que fuera
Smith en lugar de Justin Finch-Fletchley— expresa Draco caminando con Anthony hacía la
biblioteca, su amigo no parecía alegre con la charla seleccionada, pero nuevamente fue culpa
de este por darle libertad de expresión.

Anthony parecía pensar que fue un error, antes de suspirar.

Había terminado la charla sobre porque Star Wars era necesario de ver, así que le dio vía libre
a Draco para traer un tema a colación. Increíblemente Smith estaba comenzando a ser alguien
mucho más molesto que Potter, pero en lugar de las usualmente públicas confrontaciones de
Harry para mantener su rivalidad, Smith era una rata rastrera que hablaba mal de Draco a sus
espaldas.

No tenía valentía para decirlo en su rostro.

Algunos Hufflepuff parecían incómodos al respecto, porque, aunque no era amigo de todos,
era una persona vagamente respetable entre ellos; el propio Cedric Diggory en más de una
ocasión había callado a Smith, pero el niño se hizo el desentendido continuando hablando
mal de él.

Especialmente cuando era claro que no estaba en buenos términos con los Slytherin.

Era una piedra molesta.

Harry Potter por otro lado, parecía estar demasiado ocupado con ser acusado como heredero
de Slytherin y que todos pensaban que había petrificado a Justin, a pesar de que no habían
hablado nunca, el niño había hecho declaraciones ruidosas de su ascendencia muggle.

En resumen, era un idiota.

—Desearle mal a otros no harán que les agrades más— comenta distraídamente Anthony al
llegar a la biblioteca, Madam Pince que no lo quiere tanto como Pomfrey, solamente los deja
ser mientras les recuerda que guarden silencio.

Draco va a la parte de libros de encantamientos, buscando algunos hechizos útiles de otros


años para estudiar, el semi-duelo que tuvo con Pansy le dejó ver que los Slytherin estaban
muy por delante que otras casas. El año pasado y este había estado trabajando en hechizos de
años superiores, pero ninguno de ellos especializado en duelo, excepto por Protego que le
enseñó su madre en vacaciones cuando aprendían sobre los Black.

No tenía intención de saltar al duelo como un idiota Gryffindor, pero de ahora en adelante
cuando ayudara con ensayos de pociones, ocuparía aprender cosas sobre duelos.

Penélope lo animaba con su patronus, que incluso si nunca fuera un animal formado o alguna
criatura mágica, el hecho que pudiera disparar luz era un avance más allá de cualquier otro
segundo año; esperaba que fuera útil para el siguiente año sí su primo Sirus Black era
liberado.

No había visto un dementor de cerca, pero estaría preparado para esos hijos de perra.

¿Sirus sabría algo sobre Orion Blake?

Por ahora solo debe pensar en sus próximas vacaciones.

Aun eran jóvenes, pero era mejor siempre tener una lista de hechizos preparados,
especialmente en este mundo retorcido.

Dudaba que Voldemort fuera el único mal posible, así que incluso sí fuera derrotado en
séptimo año y Draco sobrevivía (tristemente la posibilidad de morir siempre estaba ahí), es
mejor estar listo para despachar a cualquier idiota que fuera un atentado contra su familia o
amigos.

—Lo que no entiendo es como se pudo petrificar un fantasma— exclamó Anthony pensativo
y Draco se encoge de hombros.

—¿Magia?—

—Magia negra probablemente—

Luego de obtener los libros necesarios, Draco hace algunas bromas sobre como la mayoría de
libros de la biblioteca ya deben haber pasado por él, antes que Anthony suspire asintiendo;
estaban concentrados en ir a la torre Ravenclaw, que Draco casi pierde el comentario mal
intencionado de una niña de Slytherin hacía Luna Lovegood.

No fue un comentario demasiado grosero, solo la llamaron trastornada mientras la empujaban


al pasar; Draco casi hierve y ve rojo, pero Anthony logra controlarlo para que no lance un
hechizo al aire. Las niñas de Slytherin de tercero solamente siguen su camino y Draco se
recuerda que no puede colocarse más en el lado malo de ellos, pero eso no evita que quiera
hechizarles.

Igual que a los Ravenclaw que hicieron eso.

No solo eran los Slytherin, tristemente.

Dándole sus libros a Anthony, se apresura para ayudar a Luna a recoger su mochila que había
caído al suelo, la niña con mirada soñadora no parecía inmutarse por el asunto y eso
solamente hizo enfurecer más a Draco; nadie debería actuar de forma tan indiferente ante un
claro rechazo, pero dudaba que Luna fuera violenta como para defenderse o que eso hiciera
algo positivo en lugar de negativo.

Se sintió atado de manos y no le gustó la sensación.

No quería estar cerca de Luna, alguien tan similar a Selena, pero tampoco era feliz de verla
en este estado.

—Gracias Draco— la niña parecía tranquila, casi con una sonrisa, que hizo a Draco sentirse
incómodo mientras asentía.

De reojo notó como unas niñas de Hufflepuff miraban incrédulos en su dirección, antes de
señalar a Luna y Draco notó con molestia que señalaban la espalda de Luna; “Lunática” decía
el papel pegado sobre su túnica que Draco arrancó rápidamente dándole una mirada de
muerte a los Hufflepuff.

Entendieron, ya que se dispersaron rápidamente.

Idiotas.

—No hay de que Luna— dice de forma tensa, para no saltar sobre la espalda de alguien;
últimamente está muy estresado.
La niña sonríe un poco más abierta, Draco espera que no sea porque dijo su nombre y todos
la llaman como si fuera una loca; Draco quiere ir a gritarle a alguien, probablemente a los
profesores o quien dejara que esto subiera tan rápido de nivel. Pero Luna no parece maliciosa
y solamente se aleja tarareando una canción, luciendo mucho más animada con sus cosas.

Le molesta.

Se siente molesto.

Luna no es una mala chica y no quiere ni pensar que, en otro mundo, alguien fue igual con
Selena y nadie dio un paso al frente para defenderle; solamente Orion, quien se metió en más
de un problema por proteger a su hermana, pero aquí Luna parecía solitaria. Es exactamente
por eso que Draco no debería ayudar, porque la presencia de Luna es un recordatorio de una
vida que quedo atrás y de la única persona que realmente amó en su primera vida.

Pero.

Draco puede recordar como deseo tanto cuando era Orion, que cualquiera diera un paso para
defender a Selena y nadie lo hizo.

Solo ellos dos.

Dos hermanos contra el mundo.

Se preguntó si Luna quisiera que alguien la defendiera, sí su padre no estaría pensando en eso
preocupado y la culpa nuevamente cae sobre su estómago; el conocimiento de algunas cosas
de la trama sin tener necesidad de hablar con nadie al respecto, eran demasiado pesados sobre
sus hombros.

El conocimiento es quien lo hace ser quien es.

A veces no quisiera tenerlo.

A veces quisiera no hacer nada, solamente vivir su vida.

Solo quisiera no arrepentirse de todo y nada a la vez.

Maldición.

—¡Luna!— llama en voz alta, atrayendo la atención de la niña que casi desaparecía del
pasillo y notó como a su lado Anthony suspiró casi derrotado.

Se había prometido no hacer nada, se había prometido no interferir en la trama, se había


prometido mantenerse alejado de personajes tan importantes y especialmente de Luan
Lovegood. Pero cuando la niña gira a verlo con grandes ojos azules, una copia de Selena, que
luce claramente entre curiosos y felices, Draco sabe que está totalmente atado de manos.

.
—¿Qué hace esta niña aquí?— pregunta Padma, pero sin malicia en su voz, solamente
curiosidad latente cuando llega al dormitorio de los niños.

Terry y Michael no habían llegado todavía, pero en cambio Anthony solamente está en el
suelo escribiendo sobre las runas del libro de Orion y un hechizo nuevo que había
encontrado; al igual que las cadenas de plata, duda sí fuera buena idea probarlo sin investigar
más al respecto.

Anthony tomó el control para poder descifrar las tres hojas llenas de información, mientras
Draco estaba practicando un poco del hechizo que vio a Pansy realizar en el club de duelo; no
funcionó bien cuando arrojó una lámpara sin piedad contra la pared.

Ahora estaba practicando el hechizo de reparación.

Luna Lovegood estaba trabajando diligentemente en su ensayo de pociones, bajo la mirada de


Draco que le impidió participar en las investigaciones de ellos hasta que no estuviera al día
con sus trabajos; Anthony le comentó a Luna que era un tirano explotador que sólo dejaba
investigación a quien estuviera al día en clases.

Después podría explotarla.

—Ocupaba ayuda con sus ensayos, para ser un primer grado, es bastante descuidada—
musita Draco incrédulo, porque la chica ingeniosa que solía ser al responder las preguntas de
la estatua sin pensarlo mucho, era una gran descuidada en clases.

Sus ensayos eran tan abstractos, que Draco pensó que había estado lejos de pensar que Selena
y Luna se parecerían intelectualmente; nada más alejado de la realidad. Luna era una
soñadora, mientras que, si Selena fuera una maga, sería mucho más estricta en trabajos que el
propio Draco.

Además.

Le faltaba al menos 5 pulgadas del ensayo de historia de la magia.

—Esa no fue la pregunta— señaló Padma viendo de reojo a Luna, que solamente parecía algo
triste de tener que escribir tanto.

—Draco cree que necesito terminar primero mi ensayo antes de ayudarles, tal vez tiene una
infestación de Wrackspurt en sus oídos— contesta Luna, aunque técnicamente nadie le hizo
la pregunta.

¿Wrackspurt?

Draco descubre que en la hora que ha estado con Luna, sería mejor no prestarle atención a
eso, porque la primera vez no entendió bien de que criatura se trataba; eso que Draco era un
fácil hablante de criaturas mágicas.

—Unas niñas estaban molestando a Lovegood, Draco es débil contra eso— la respuesta de
Anthony hizo que lo viera molesto, Luna no parecía afectada, pero Padma asintió como si
comprendiera de que se trataba.
—Hizo algo similar por Neville el año pasado después de todo— continua Padma sentándose
al lado de Draco y arrebatando su libro, Draco gruño, pero se tranquilizó cuando Padma le
puso unos escritos que eran claramente del libro de Orion.

Era su mejor amiga por algo, sabe cómo aplacarlo.

Claro que los escritos no parecían muy reveladores.

La creación nuevamente es decepcionante, magia de sangre no funcional, personalidad


bastante molesta.

Se esperaba un cambio ahora que la magia dimensional funcionaba para guardar


objetos, pero en general es una pérdida de tiempo.

No se parece a ella.

Nadie se parece a ella.

El niño comentó que podría mantenerlo a salvo, protegerlo, pero incluso aunque es
molesto no quiero deshacerme de este objeto; es lo más cercano que he estado de ella en
tanto tiempo. No quiere enseñarme su rostro, no quiere mostrarme aquello por lo que
he luchado.

¿Cuánto más puedo soportar?

La soledad es dolorosa.

Su corazón no me quiere dejar morir.

¿Ella estará ahí esperando por mí?

Padma ve de reojo a Luna, sin querer hablar del tema, como siempre que el libro de Orion
sale en alguna conversación; Terry y Michael saben que ocultan algo, pero no los han
presionado para que hablen al respecto. Duda que Luna realmente capte algo de la esencia de
lo que hablan, así que se encoge de hombros y Padma le da una mirada de advertencia que
ignora.

—Está claro que Orion estaba buscando ver a alguien, casi todos los pasajes que hemos
descifrado del libro hablan sobre una persona, “Ella”, pero no define nunca su nombre—
habla en voz alta, atrayendo la atención de Anthony, quien parece sorprendido de que hable
del tema frente a Luna.

La niña sigue escribiendo en su ensayo, ignorándolos, o probablemente en su propio mundo.

Deja eso de lado pensativo.


¿Quién es ella?

¿De quién habla?

Tristemente lo único que tienen de historia de Orion Blake es con el profesor Binns y lo que
se supone pudo haber ayudado a Nicolas para la creación de la piedra filosofal; había
intentado enviarle cartas al hombre preguntando sobre el tema, pero hasta ahora, no tiene
ninguna respuesta.

Si tienen poca información de Orion, la mujer desconocida tiene incluso menos.

—También habla sobre un niño, creo que anteriormente hablaba de alguien, pero nuevamente
no dice el nombre… esto es confuso— susurra Padma de forma molesta, a lo cual Anthony
toma la hoja que Draco había estado leyendo.

—¿Idioma?— pregunta a Padma, pero ella niega con la cabeza.

—Solo esa parte estaba escrita con jeroglíficos, me tomó tres semanas traducirlo y luego
parece tener otras runas; nunca es sólo un idioma— responde casi derrotada.

Draco asiente pensativo, casi todos los diccionarios de Hogwarts están en esta habitación y
agregó los que le pidió a su madre que le comprara; además de algunos de la mansión
Malfoy, pero nunca parecía ser suficiente. Las partes que parecen tener un idioma inventado
por Orion, eran incluso mucho más difíciles que los que ya habían descifrado; incluso aunque
lo hicieran, no había duda de que podría o no haber sido resuelto de forma eficiente.

Era un trabajo demasiado constante, con poca recompensa.

—Oh este libro es encantador, creo que esto es de la lengua maya— habla Luna atrayendo la
atención de ellos, notando como Luna tiene el libro de Orion abierto sobre sus piernas.

Iba a criticarle sobre que debería estar trabajando, cuando se detiene al ver que Luna señala
una esquina que parece tener algunos garabatos.

Salta de la cama para caer al suelo al lado de Luna.

—¿Sabes lo que dice?— pregunta con interés, pero Luna solamente lo ve fijamente y luego al
escrito.

“Pa'atik in le yaanal tu'ux yaakunaj in kuxtalil, u kíimile' ma' jach tu Xul”

—Espérame del otro lado amor de mi vida, la muerte no es el final— habla Luna en voz alta
y clara, que provoca que los 3 estudiantes de segundo año la vean de forma incrédula.

—¿Sabes Maya?—pregunta Anthony escéptico, demostrando el pensamiento que los tres


estudiantes tenían.

Luna ladea el rostro, antes de negar con la cabeza.


—No sé todo el idioma, pero mi madre era amante de los idiomas; esta escritura estaba en su
libro favorito… decía que se lo había dado su abuela; podría investigar al respecto, ya que iré
a ver a mi padre para navidad— asegura la niña con una sonrisa soñadora.

Anthony y Padma se ven de reojo, antes de voltear a ver a Draco.

Mueve sus dedos unos momentos, pensando en lo mucho que no quiere esto, pero de igual
forma que hizo cuando Padma descifró el nombre de Orion en su primer año, toma una
decisión.

—Bien Luna, oficialmente estas dentro— afirma a pesar de que sólo había querido reunirse
unos días con ella, para que otros dejaran de molestarle.

Ahora tiene un nuevo plan.

Padma y Anthony suspiran al mismo tiempo.

—Genial, siempre quise estar dentro de algún grupo con otras personas— asegura la niña con
felicidad genuina.

Si.

Eso duele, pero Draco lo deja de lado, ha obtenido otro miembro de trabajo.

Espera no fuera una mala idea, pero es muy tarde para meditarlo.

Continuara…

Me imagino a Draco con voz de entrenador Pokémon pensando: capture un nuevo esclavo
para ayudarme. Luna se ha unido de forma inesperada al grupo, Draco realmente va tener
muchas reacciones confusas ante este nuevo ingreso de personal; pero en general, Draco no
soportaba mucho más tiempo ver a alguien tan similar a la hermana de Orion siendo
maltratada por otros.

Se supone que el capitulo saldria hasta el proximo sabado, pero el día de ayer tuve un muy
mal día y pense que me animaria subir un capitulo y escuchar sus comentarios antes.

El siguiente capitulo seguira siendo subido este sabado, esto es solo un regalo de mi parte.

Chapter End Notes

Me imagino a Draco con voz de entrenador Pokémon pensando: capture un nuevo


esclavo para ayudarme. Luna se ha unido de forma inesperada al grupo, Draco realmente
va tener muchas reacciones confusas ante este nuevo ingreso de personal; pero en
general, Draco no soportaba mucho más tiempo ver a alguien tan similar a la hermana
de Orion siendo maltratada por otros.
Capítulo 6: Rozhdestvo
Chapter Summary

La navidad de Draco este año, esta lleno de muchas personas y giros inesperados.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

El día de partir a casa para navidad, amaneció bastante frío y Draco se apresuró para alistar
su mochila para el viaje; era una mochila muggle que Anthony le había prestado y que habían
hechizado para que se expandiera por dentro, o al menos vieron como Eliza de séptimo año y
su capitana de quidditch lo hizo luego de verlos luchar por una hora. Draco agregó ese
hechizo mentalmente para practicarlo, antes de caminar con sus amigos hacía la entrada del
castillo; Terry y Michael seguían confundidos de la presencia de Luna, pero de alguna forma
lo descartaron como algo que Draco haría. Muchos estudiantes parecían confundidos de ver a
la niña de primer año siguiendo a los estudiantes de segundo, pero una mala mirada de Draco
hizo que las conversaciones se silenciaran cuando estaban frente a él al menos.

Una mirada digna de un Black, pensó con arrogancia.

Luna parecía curiosa todo el tiempo, algo adormilada y más de una vez Draco tuvo que
arrastrarla para que no tropezara.

Anthony lo llamó justicia poética, ya que Draco no puede distraerse demasiado ahora o Luna
podría caer por una escalera.

También estaba el asunto de los objetos de Luna que habían desaparecido, pero Draco pensó
que pensaría en ellos después de vacaciones; tal vez con algunos hechizos para algunas
personas de por medio.

—Veo que han adoptado a otra persona— comentó Hagrid de forma divertida cuando los vio
llegar a la estación donde estaría el tren de Hogwarts.

Luna sólo saludó con la mano, hablando de una criatura que Hagrid probablemente no
conocería y eso creaba la posibilidad de que no existiera.

Gulping Plimpy.

Si, Draco realmente tenía sus dudas. Pero al menos eso le dejaba tranquilo, Selena solo creía
en aquello que podía ver, que Luna creyera en cosas sin verlas, le hizo sentir un poco más
relajado a su alrededor; aunque tristemente, más de una vez al día tendría que leer su lista
mental de diferencia entre ambas para no alterarse demasiado.
Dentro del compartimiento del tren, Luna tomó asiento entre Draco y Anthony, Padma
parecía algo reticente a la niña, pero sus instintos maternos parecían ablandarse al ver que la
niña era demasiado inocente. Michael por otro lado comentaba sobre su idea de ir a esquiar
con su madre de vacaciones (su padre seguía con su otra familia sin presentarse) y Terry
quien siempre era el más silencioso, musitaba sobre algunas fiestas aburridas de sangre pura.

Draco empatizó con él.

—Yo tengo las vacaciones listas, van a ser asombrosas y Draco aprenderá del mundo muggle
finalmente— afirmó Anthony de manera altanera, algo raro en él, pero luciendo feliz al
respecto.

Terry y Michael estaban al tanto de su plan, Luna quien parecía confundida al respecto, solo
prometió que no diría nada y eso fue suficiente para Draco; dudaba que alguien le creyera,
aunque rebelara alguna información. Lo único que lamentaba de irse de vacaciones, fue el no
ver a Pansy y charlar con ella una última vez; Blaise parecía un poco menos molesto y la
mirada de Theo no parecía guardar rencor, sólo preocupación.

Iravan y Uma los esperaban en la plataforma 9 ¾, Parvati quien los buscó cuando casi
llegaban, pareció divertida del asunto y prometió también guardar el secreto. Se despidió de
Terry y Michael, antes de palmearle la cabeza a Luna, quien pareció encantada por la acción
antes de irse dando pequeños saltos donde supuso estaba su padre.

Anthony por otro lado corrió para darle un fuerte abrazo a su madre.

La mujer que no parecía tan mayor, no compartía el cabello rubio con su hijo, Madison tenía
el cabello negro brillante y ojos de claro como su hijo; aunque su piel era levemente más
bronceada que la de Anthony. Era de pequeña estatura, pero su sonrisa era bastante brillante
mientras abrazaba a Anthony y este lucía resplandeciente al lado de su madre.

Madison es su nombre, Madison Goldstein.

El padre de Anthony un muggle, había tenido otro apellido, pero cuando este murió la mujer
había optado por mantener el apellido de soltera y también con su hijo. La misma mujer que
se acercó a ellos para hablar con los padres de Padma, no mencionó sobre que iría a casa de
ellos en unas horas, en su lugar solamente charló animadamente e incluso les guiñó un ojo a
los niños haciéndolos reír; cuando se despidieron Draco pensó que eran agradables.

Con la mochila sobre su espalda caminó con la familia Patil hasta un lugar donde podrían
aparecerse, le tocó ir al lado de Uma, quien lo tomó cariñosamente de la mano al mismo
tiempo que Iravan lo hizo con sus dos hijas.

Calidez.

Solo pensó en lo cálido que era la casa de la familia Patil cuando llegaron y como la había
extrañado, Padma corrió dentro tirando de Draco para tomar las cosas que necesitarían para la
casa de Anthony. Parvati quien había decidido ese año quedarse con sus padres, habló de que
Lavander vendría en algunas horas para quedarse con ella; temeroso de su tapadera, Parvati le
guiñó un ojo asegurando que lo tenían todo bajo control.
—Probablemente aparezca un chisme que estabas besando a mi hermana en su cuarto, pero
dudo que le importe a alguien… será divertido ver la reacción de Harry— expresó Parvati por
debajo, a lo cual Draco la vio confundido.

Uma no dejo que los niños se fueran hasta que comieran algo y Draco no se quejó, tuvo la
oportunidad de hablar con Iravan sobre teorías que tenía; para su tristeza el hombre pareció
admitir con desconcierto que no había escuchado de ningún mago llamado “Orion Blake”
cuando vivía en la india.

O no era un mago del este, o tal vez simplemente Iravan no tuvo conocimiento de ese
hombre.

—Vamos pronto— Padma parecía mucho más emocionada de lo que originalmente pensó.

Iravan abrazó a Draco y a Padma.

—Cuida a mi niña Draco, si necesitan algo, no duden en llamar— el hombre era tan amable y
cálido, Draco se sintió algo desconcertado cuando asentía, antes de entrar a la red Flu.

La casa de Anthony estaba en el sector muggle de Londres, uno de clase media, pero tenía
una red Flu porque su madre trabajaba como sanadora; Madison comentaría más tarde, que
incluso cuando conoció a su esposo, siguió su trabajo como medibruja. La historia de los
padres de Anthony parecía de un cuento de hadas, el padre de Anthony había terminado
atrapado en medio de los ataques de Voldemort cuando era joven, si bien era hijo de muggles,
tenía un poco de magia para que cuando intentaran hacerle un hechizo de memoria este
fallara; Madison fue la encargada de atenderlo, al saber que era una especie de Squib. La
religión judía era prácticamente lo opuesto a creer en la magia, pero el padre de Anthony se
había enamorado perdidamente de Madison y al final, había logrado que esta se enamorara de
él.

Cuando Anthony nació con magia, el hombre no pudo quererlo más.

El hogar de la familia Goldstein tenía dos plantas, un hermoso jardín y un vecindario que
parecía amigable; muchos niños saludaron cuando salió con Anthony para ver el jardín. Los
niños eran amables y aunque Padma pareció confundida cuando hablaban, Draco no estaba
tan desconcertado. En sus recuerdos como Orion vivió en una época mucho más avanzada,
parecía que los niños hablaban como mini ancianos, pero fue reconfortante ver una televisión
de nuevo luego de 12 años.

Madison dejó que corrieran por todos lados, antes de llamarlos para una merienda y Draco
casi cae de rodillas cuando vio la etiqueta de Coca-Cola en el envase.

—Que sabor tan extraño— expresa Padma tomando de la bebida desconfiada, aunque sus
padres tuvieran lecturas muggles, no significaba que conociera todo del mundo real.
—Prefiero la Pepsi— habla Anthony divertido y Draco lo ve con incredulidad, mordiéndose
la lengua para no llamarlo hereje por ese comentario.

El resto de la tarde la pasó con ambos niños, Anthony explicando cada cosa, aunque Draco
tenía varias ideas de como funcionaban; Padma pareció genuinamente sorprendida por todo.
Anthony entró en una charla de casi 20 minutos explicándole a Padma que no había personas
reales atrapadas en el televisor, pero la niña parecía escalofriarse cada que un nuevo canal
pasaba y Draco solamente siguió disfrutando de la comida muggle que sabia deliciosa.

Acaparó la Coca-Cola y saltó para esquivar la almohada de Padma al rostro de Anthony.

Entonces vino Star Wars.

—Esto es tonto— señaló Padma en medio de la primera película, mientras que Anthony la
hizo callar y Draco pareció interesado en la trama.

Le faltaban dragones claro está, además de que suponía que el villano era el padre de Luke,
porque incluso sin ver las películas era de conocimiento común. Pero podría entender porque
era tan popular en su primera vida y en esta, se lamentó no haberlo visto antes, hubiera tenido
sin duda una etapa de viajero espacial si lo hubiera visto de niño y se rió cuando Padma
pareció interesada ante la presencia de Harrison Ford.

¿Existía un Harrison Ford en este mundo?

Parecía que sí.

Se preguntó vagamente sobre si existiría un Daniel Radcliffe en este universo y la gran


cantidad de disonancias que haría su existencia; claro que Harry Potter no se parecía tanto
físicamente a lo que recordaba de las películas de su primera vida. En lugar de estar en su
anterior universo, este lo que parecía una copa casi exacta de su anterior universo…
exceptuando que no existía el concepto de Harry Potter como saga de libros; todo lo demás
parecía estar intacto.

Lo que le hizo cuestionarse algo.

—¿Videojuegos?— preguntó Draco luego de terminar la primera película de la saga y que


Padma comentara sobre lo que podrían imitar con un poco de magia de esta.

Anthony saltó para buscar su vieja Game Boy, que en este momento no era vieja, era bastante
reciente. No disfrutaba de los video juegos, nunca tuvo como Orion, pero descubrieron
rápidamente que Padma parecía encantada con la idea de jugar Metroid.

Draco casi se muere al contener la risa, cuando Anthony volteó a ver con la boca abierta y
totalmente encantado cuando Padma pasó un nivel con gran facilidad; a pesar que nunca
había jugado en ninguna consola de videojuegos.

El resto de la tarde y noche, la pasaron en la habitación de Anthony ahora convertido en un


gran fuerte con mantas, con juegos de video y una vieja televisión donde dejaron algunas
películas de fondo; Draco gruñó sobre guardar silencio para ver más de Luke Skywalker al
tiempo que Padma parecía enviciada con el game boy al lado de Anthony que no dejaba de
chillar emocionado cuando pasaba un nuevo nivel.

No recuerda cuando cayeron dormidos, pero Draco estaba babeando sobre el pie de Padma la
mañana siguiente.

Madison era una mujer agradable, pero había determinado que no pasarían otro día en medio
de una habitación y que necesitaban salir fuera; con un balón de soccer, Anthony corrió hacía
el vecindario lleno de vida para pedir a sus viejos conocidos un partido. Draco tenía una vaga
idea de cómo era el juego, aunque nuevamente, nunca jugó en su primera vida y no fue un
fiel seguidor del deporte; prefería el beisbol. Padma por otro lado estaba intrigada al respecto,
solo que no era muy ágil y rápidamente se determinó que iría a la portería. Draco estuvo
corriendo varias horas con los niños, recibiendo dos balones en el rostro y metiendo al menos
un gol; su equipo terminó perdiendo, aunque Padma era bastante buena atajando los cañones
de los niños del vecindario luego de un tiempo.

Los niños que vieron recelosos a la niña, al final parecieron tomarla como un igual.

—Eso era penal— gritó Draco siguiendo lo que Anthony estaba diciendo anteriormente, no
tenía ni la menor idea si era o no penal.

O que deberían hacer algún penal en medio de un juego infantil, pero se encontró muerto de
risa antes de que un balón golpeara su estómago cayendo sobre su espalda.

Niños idiotas.

Madison los llamó para comer, Anthony prometió que ellos tendrían algunos días más y que
podrían jugar nuevamente; Padma saltó emocionada con Draco sobre lo que habían hecho y
Draco sonrió al ver la emoción de Padma. La niña estaba enamorándose de este mundo, uno
que incluso sí respetaba nunca había conocido; sus padres eran sangre pura, no tuvo una
manera real de conocer este mundo.

Anthony parecía encantado como guía, Draco intentó no notar como la clara animosidad que
solía tener con Padma, desaparecía para que ambos hablaran emocionados al respecto.

No pensaba que era un cupido.

Draco no tiene interés en el romance en realidad, como Orion no experimentó nada de este
tipo y su interés en esta vida era tener una familia lejos del lado criminal; los amigos son una
nueva área que también le gusta incluir. Pero es demasiado tentador el ver como Anthony
parece encantado con Padma actualmente, la niña simplemente parece feliz y sin notarlo;
pero Draco puede ver oro puro en una posible relación a futuro.

¿Es su destino ser un cupido en esta vida?

Guiar a las almas puras a un amor adolescente.


—Tu sonrisa es aterradora— señala Padma cuando llegan a la casa Goldstein y Draco
solamente se encoge de hombros antes de correr a la sala de estar.

—Soy alguien encantador, muchas gracias— habló con burla, pero sus dos amigos lo vieron
incrédulos e hizo un puchero; una idea llega a su mente —Señora Madison su hijo está siendo
malo conmigo—

Anthony salta indignado antes de correr detrás de él hacía la cocina.

—¡No es verdad!—

Las risas de Padma se escucharon por toda la casa.

Había una feria cerca del centro de Londres, es un poco difícil moverse desde Hampstead
donde esta ubicada la casa de Anthony hasta Londres, pero la madre de Anthony comenta
que para eso está la magia; el Autobús noctámbulo casi los hace vomitar, pero llegan a su
destino con bastante rapidez. Draco se encuentra maravillado como Padma, la enorme feria
de navidad ese año tiene incluso juegos mecánicos; Draco piensa que la feria en realidad
debería ser más grande, pero debido a la época no se sorprende mucho. Cuando Orion era
niño, había visto en su antiguo país, que no era Londres, como los niños hablaban sobre las
ferias; una vez Selena había comentado que deseaba ir, antes de comprender que por dinero
no podrían ir.

Pero aquí estaba.

Una feria.

Una enorme feria.

—¿Qué es eso?— pregunta Padma moviendo el brazo de Anthony, antes de arrastrarlo a un


puesto de manzanas de caramelo sin preguntarle.

Madison grita que se mantengan cerca, por lo cual Draco decide caminar de forma paciente al
lado de la madre de su amigo, siguiendo a una emocionada Padma que no deja de saltar como
si fuera una niña.

¿Acaso no son niños?

Pestañea sorprendido cuando una manzana de caramelo es puesta en sus manos, Madison le
guiña el ojo antes de seguir a los demás y Draco se apresura; el sabor es delicioso, muchas
veces se preguntó a qué sabrían estas manzanas y no había dado crédito a lo bueno que sería.

Probablemente Hogwarts era el sueño de cualquier niño mago, pero para Draco, esta feria era
el sueño que siempre tuvo como Orion.
—¿Te estas divirtiendo?— preguntó Madison luego de que jugaran algunos juegos de feria,
Padma tenía una mejor puntería que Anthony y estaba disfrutando de su enorme gato de
peluche.

Anthony intentaba convencerla de ganar lo que parecía ser un avión de juguete.

—Es realmente asombroso, este mundo, es maravilloso— admite con una sonrisa
emocionada, lo que hace que Madison ponga una mano sobre su cabeza con una maternal
caricia.

—Anthony no dejaba de hablar de sus amigos, de lo inteligente que era Draco y lo molesta
que era Padma— ambos voltean a ver como ambos niños están demasiado juntos en el juego
de derribar vasos —¿Dónde está mi hijo que pensaba que las niñas eran molestas?—
pregunta guiñándole un ojo cómplice, que hace que Draco sonría.

Draco piensa que Madison le recuerda a su madre Narcisa, tal vez es solamente algo de
madres que se puede señalar de forma instantánea; claro que Madison parece mucho más
viva y carismática que su madre, pero de alguna forma, su calidez le hace sentir cómodo.

Igual que pasó con Uma.

Las madres deberían ser para siempre.

Siente un extraño anhelo en su interior, pensando que, aunque sus vacaciones son
sensacionales, le gustaría estar con su madre, su propia madre. Tal vez podría escribirle para
pasar al menos un día con ella, aunque fuera el último; puede que su padre tenga una relación
tensa con él, pero Narcisa siempre fue tan encantadora.

—Me sorprende un poco tu actitud si soy sincera, pensé que serías como la pequeña Padma,
pero cuesta sorprenderte— comenta Madison con curiosidad, sin malicia, pero conocimiento.

Una Ravenclaw sin duda.

Draco sonríe de forma encantadora, lo que provoca que Madison niegue con la cabeza
divertida; no iba a afirmar o negar esa oración.

—Draco ven aquí— chilla Padma antes de tomarlo de la mano y arrastrarlo a una fila que
sería de montaña rusa.

Todo está lleno de gente, hay una pequeña cantidad de nieve que comienza a caer y hacer un
frio horroroso, pero Draco no recuerda haber sonreído tanto en mucho tiempo. Madison no
los deja ir hasta que obtiene una fotografía de los tres niños frente a la feria, obtienen cuatro
copias, ya que Madison asegura que quiere mantener una de recuerdo.

Están cansados esa noche, pero terminan viendo la primera película de Indiana Jones.

El arca perdida.

Cuando Draco asegura que Indiana Jones no es necesario para la película, ya que de igual
forma los nazis encontrarían el arca y morirían, Anthony estuvo a un segundo de ahorcarlo
por arruinarle la película; Padma entre risas logró detenerlos, asegurando que Harrison Ford
hizo que la película fuera igualmente buena.

—¿Ahora dirás algo malo de Star Wars? —

—Por favor Anthony, era obvio que Darth Vader era el padre de Luke—

—No quiero ser más tu amigo—

Draco no deja de reír mientras Anthony llama a su madre entre gritos, para pedir que lo
cambien de colegio, a lo cual la propia madre de Anthony se ríe al escuchar el problema.

Los siguientes días los pasa jugando futbol soccer con los vecinos de Anthony, Padma debe
regresar a casa por sus padres, pero por la forma en que abraza a Anthony y a Draco antes de
irse, hay una leve sensación de amistad entre los tres que no estaba antes; siempre parecía
haber una barrera, pero Anthony y Padma parecen encantados con el otro y Draco está seguro
que su pareja vivirá para realizarse algún día. Madison choca los cinco con Draco cuando le
comenta al respecto, claramente como madre ha visto potencial y Draco se encuentra con un
buen aliado. Cuando regrese reclutara a Luna, Terry y Michael; no hay duda de que aceptaran
o tendrá que amenazarlos.

Los vecinos de Anthony son agradables, no saben sobre el mundo mágico, pero Draco se
comporta bastante bien sin revelar nada; exceptuando algunas bromas ligeras por su nombre,
es divertido jugar con niños de su edad.

Orion no tuvo tiempo para jugar.

A los 12 años ya cuidaba de su hermana menor recién nacida.

Pero aquí puede jugar, puede correr, puede caerse; no hay muchas preguntas por la cicatriz de
su mano, nadie se burla activamente por sus padres o señala que es un mortifago.

El mundo de los magos es magnífico.

Pero este mundo, tampoco es malo.

Va de compras un día antes de navidad, su madre le envió el dinero necesario y decide que
ese año tendrá regalos muggles para sus amigos; exceptuando a sus Slytherin, a los cuales les
enviaría regalos que solicitó a su madre por aparte. Anthony no deja de quejarse de equipos
de futbol, lo cual Draco no entendió bien en su primera vida o en esta; casi extraña un poco el
quidditch y su equipo favorito Puddlemere United.

Aunque el Manchester United del equipo de futbol de Londres sonaba igual.

Anthony se queja de que no puede apoyar a un equipo solo porque suenan similar.
Luego de obtener un libro de historia muggle que espera le interesaría a Terry como le llamo
la atención a Draco, obtiene un balón de futbol para Michael esperando poder jugarlo alguna
vez juntos, Padma y Parvati obtienen unos sombreros tejidos de lana bastante costosos y de
los colores de sus casas; cuando ve una extraña bufanda de colores la compra pensando que
era del estilo de Luna. Con Anthony es algo más difícil, pero al final gasta su dinero en
algunas películas del viaje a las estrellas que espera disfrute. Compra también un juego
costoso de té para la señora Madison, un collar para la señora Patil y un libro de Drácula para
el señor Patil.

Con Tonks decide comprar camisas de algún grupo de música famoso que recomendó el
señor de la tienda y para los padres de esta espera que otro juego de té funcione como
presentación.

Casi con todas las compras hechas, recuerda la promesa de comprarle algo a Potter.

No tiene idea de que regalarle en realidad.

—¿Es para un amigo?— pregunta Madison cuando le pregunta luego de almorzar con una
gran cantidad de bolsas a su alrededor.

Se podría decir que es para un amigo, aunque si fuera para un rival, tendría demasiadas
preguntas.

—Es para Harry Potter, te he hablado de él— responde Anthony y los ojos de Madison se
abren en comprensión.

Draco los ve confundido, sin entender que podría haberle dicho Anthony a su madre sobre
Potter; pero no se queja cuando la mujer parece comprender que hacer y los lleva a una tienda
llenas de figuras. Parece ser que el hombre que trabaja ahí es conocido de Madison, ya que
cuando esta hace las presentaciones solo es de su parte e incluso choca los cinco con
Anthony.

Las figuras de madera parecen poder moverse un poco, pero en general son de tamaños
pequeños y finamente tratadas con pintura dándole un aspecto encantador.

Draco ve con ojos codiciosos las figuras de dragones.

—Cuando no estás seguro de que regalarle a alguien, tal vez puedas darle un regalo que los
haga pensar un poco más en ti; no conozco a este niño Harry en persona, pero sí es como dice
Anthony, seguramente una figura de dragón le encantara si viene de tu persona— asegura
Madison y Draco asiente confundido, observa los dragones con mucho interés.

Un pequeño dragón de colores dorados casi platinos y ojos de color gris es quien atrae su
atención, lo toma entre sus manos notando que algunas partes de su cuello y patas se pueden
mover; es una pieza que le encantaría tener en su habitación, pero que su padre destruiría si
sabe de dónde provino.

Pero Harry tal vez lo aprecie.


No lo conoce lo suficiente para darle un regalo más detallado para él, pero supone que este
regalo sería suficiente para hacerlo feliz; Draco sería muy feliz si alguien le regalara esto.

Cuesta una pequeña fortuna, pero sale con una sonrisa satisfecha.

—Rivales mi culo— musita Anthony por debajo, pero Draco apenas y puede escucharlo por
el sonido del tráfico y personas comprando.

—Creo que podríamos ir a un McDonald por un helado— comenta Madison demasiado


inocente, atrayendo la atención de Draco.

Había extrañado tanto la comida chatarra de su primera vida.

Este mundo es asombroso.

Querido Draco.

Claro que nos encantaría tu presencia en la mansión, nunca dudes ni por un segundo que no
puedes volver cuando quieras; me alegra escuchar que tu visita en la familia Patil es tan
asombrosa como esperabas, creo que en persona podrías contarme más de lo que hay en la
anterior carta.

La velada esta noche será como siempre en la mansión, pero dentro de dos días no
tendremos ningún compromiso al cual debas asistir y podrías pasar todo el día conmigo.

Te extraño mi pequeño Dragon, no puedo esperar verte.

Tu querida madre.

Draco se siente un poco culpable cuando la carta de su madre llega en la mañana del 24, justo
cuando está alistando todo en la casa de Anthony para ir a la casa de los Tonks; esto es un
secreto que le ha guardado a su madre y le hace dudar de último segundo, pero igualmente
toma la decisión. Madison le asegura que si en algún momento se siente incómodo puede
volver para la navidad, los familiares de la madre de Anthony vendrían a visitarlos; a pesar de
eso Madison parece comprender que la situación podría ponerse tensa y las puertas de la casa
quedan abiertas para él. Padma le había enviado una carta esa mañana indicándole que ella
también queda abierta para que vaya a casa sí es necesario, por lo cual Draco se siente un
poco relajado.

Duda que algo salga mal, pero el plan de respaldo siempre es una gran idea.
Con un grito a la dirección Flu, solamente se tropieza un poco cuando sale de la chimenea; el
rostro de los Goldstein es cambiado por un rostro femenino y cabello rosado chillante que
rápidamente lo abraza.

Cálido.

Demasiado cálido.

Draco detesta que se esté acostumbrando a esto demasiado rapido.

—Querido primo, me alegra que llegaras, te estábamos esperando— la forma en que habla
Dora lo relaja un poco, pero al mismo tiempo se pone tenso ante el rostro que lo espera.

Andrómeda Tonks no se perdería en su visión, su rostro es similar al de su madre, aunque con


un cabello castaño como sus ojos; puede que viviera con muggles por años, pero su forma de
solamente estar sentada en el sofá le hace ver con demasiada elegancia. El hombre a su lado
era rubio casi cenizo, con un poco de barriga si se ve detenidamente y un rostro demasiado
amable; algo en su rostro le recuerda mucho a Dora.

La mujer tiene un rostro firme, que lo hace sentir incómodo.

Algo debe estar buscando en él, Draco intenta pensar en todas las etiquetas para presentación,
pero los nervios hacen que solamente ponga delante de él el juego de té que ha comprado;
todos lo miran expectantes, provocando que se vuelva rojo como un tomate.

Maldición.

Putos nervios.

—Hola, mi nombre es Draco Malfoy— intenta hacer una reverencia, pero la caja casi cae de
sus manos y debe hacer malabares para sujetarla contra su pecho; se siente avergonzado
como no ha estado desde que se cayó ante la presentación de unos familiares lejanos de parte
de su padre —gracias por su invitación— añade tímidamente y mortificado por partes
iguales.

Dora tiene una sonrisa divertida, Edward Tonks parece verlo casi con simpatía, pero
Andrómeda lo mira fijamente y eso lo hace sentir incómodo.

Tal vez venir fue una mala idea.

—Eres igual que Lucius físicamente— sus palabras son demasiado duras para un adulto, pero
Draco no se deja encoger —aunque tu forma de mover tus pies me recuerda mucho a mi
hermana cuando era joven— añade un poco más suavemente antes de aceptar el regalo de
Draco.

Sonríe, porque no puede evitarlo siempre que alguien lo compara con su madre; no le molesta
ser como su padre físicamente, siente que es un hombre físicamente atractivo para los demás
y Draco le gusta verse bien, pero que fuera como su madre siempre le llega mucho mejor.
—Mi nombre es Edward pequeño, Dora nos ha hablado de ti— exclama el hombre apretando
sus manos de forma fuerte, pero Draco lo imita lo mejor posible.

—Cosas buenas espero— mira a Dora al hablar, pero esta sólo se ríe descaradamente antes de
hacer que su cabello se vuelva azul.

—El primer Ravenclaw en la familia Malfoy y probablemente el tercero de la familia Black


— musita Andrómeda atrayendo su atención.

—¿Hubo otros Ravenclaw?— preguntó curioso, sin haber pensado que, de hecho, la tía
Andrómeda podría ser una gran fuente de información de la familia Black que no había
esperado.

Un mal cálculo de su parte.

—Sirus Black no es el único miembro de la familia Black fuera de la casa Slytherin, algunos
otros fueron a otros colegios… pero hubo como tres Ravenclaw dentro de los Black, los
cuales fueron borrados del registro familiar por diferentes razones. Si bien se supone que
Sirus es el legítimo heredero de la casa Black, dada las circunstancias, es normal suponer que
seguirás con el legado familiar— expresa Andrómeda con cansancio, pero Draco solamente
se queda meditando sobre el asunto.

Espera con algo de pánico, que eso no signifique que de alguna forma va ser desterrado de su
familia, la familia Malfoy; aunque el historial podría señalar lo contrario.

Eso estaría lejos de sus planes.

—Vamos mamá no seas tan dura, Sirus Black es un criminal, mi querido primito Draco es
una dulce palomita inocente— Dora se burla abiertamente de él, pero Draco solo se encoge
de hombros restándole importancia.

Andrómeda no comenta nada sobre Sirus, así que solamente se encarga de hablar con Draco;
pregunta cortésmente por su madre, a lo cual Draco habla animadamente viendo de reojo a
Dora, pero la conversación acaba demasiado pronto. La mujer parece más interesada en saber
sobre Draco, así que algo aturdido habla sobre su infancia y su casa de Hogwarts, se toma su
tiempo en hablar de sus amigos y ambos padres de Dora parecen levemente sorprendidos
cuando Dora revela que Anthony es un mestizo como Michael.

Algo cambia en su actitud, volviéndose más amables y Draco escucha divertido como
Edward destaca su casa Hufflepuff.

Al igual que Michael, Edward habla que Ravenclaw y Hufflepuff suelen tener una
competencia más leve que Gryffindor y Slytherin.

—Competencia sana— reprocha Edward ante la mirada de advertencia de su esposa.

—Casi tenemos las 4 casas, ocupamos un Gryffindor y estaremos completos para el té—
bromea Dora en el sofá donde Draco está sentado a su lado.
Hablan un poco sobre su tiempo en la casa de Anthony donde Draco habla emocionado de
todo lo que ha visto, que para él es tecnología antigua, aunque ahora es moderna; Edward se
ríe divertido cuando hablan sobre Indiana Jones, haciendo que ambas mujeres rueden los
ojos.

Cuando Andrómeda pregunta sobre qué es lo que más le ha gustado del mundo muggle,
Draco no duda en contestar.

—Coca-Cola—

Trayendo risas de los Tonks y que Andrómeda envié a Dora para comprar un poco de esa
bebida.

La tarta de manzana que ha hecho Andrómeda se ha coronado como su postre favorito de


todos los tiempos, la mujer parece divertida cuando Draco no deja de repetir el postre y hace
que Draco termine hablando mucho sobre él mismo; usualmente en las fiestas de sus padres,
tiene que halagar a las demás personas y escucharlos hablar. Es extraño que alguien parezca
tan interesado en saber sobre Draco, por lo cual deja la fachada que usualmente tiene que es
el hijo perfecto de su padre, para charlar animadamente con la familia Tonks; hay varias
historias vergonzosas de Dora y algunas de Edward cortejando a Andrómeda que lo hacen
sonreír.

Toda historia de romance con comedia es bien recibida de su parte, termina corriendo cuando
Dora lo empuja fuera para salir a pasear.

El matrimonio Tonks decide quedarse en casa, pero Dora no parece importarle y arrastra a
Draco fuera del hogar.

—Mamá parece feliz, ahora que has venido sin duda pensará en su hermana y nuestro plan
será cada vez más seguro— la mujer guiña el ojo demasiado descaradamente, a lo cual Draco
solamente niega con la cabeza.

Dora debió ser un Slytherin, no hay ni un pelo de Hufflepuff en su descarada forma de ser.

Las calles parecen demasiado concurridas para ser un 24, pero el mundo muggle es un lugar
completamente diferente a lo que se había acostumbrado los últimos 12 años; es confuso,
pensar que como Orion esto había sido la normalidad, ahora como Draco todo parece tan
diferente y aparte. No se siente tan ajeno al mundo como Padma, pero de alguna forma, las
cosas que ve se sienten diferente a lo que ha vivido.

Le gusta.

Este mundo le gusta.

Se pregunta sobre sus padres, sobre si alguna vez podrían estar en este mundo y disfrutarlo
como lo hace Draco.
La mano de Dora lo saca de sus pensamientos, cuando la chica lo empuja dentro de una
tienda que parece de antigüedades. Está cerca de su casa, pero de alguna forma parece más
cerca de la entrada del pueblo o al menos de las tiendas del pueblo donde vive la familia
Tonks. El lugar le recuerda mucho a Borgin y Burkes, lo cual no es algo exactamente
positivo, pero tiene muchas cosas y Dora ha saltado para saludar al único hombre dentro del
local.

No es un joven, podría tener algunos años más que Dora y tiene el cabello castaño largo hasta
sus hombros, junto con ojos azul claro; saluda de un abrazo a Dora, quien parece encantada
mientras revuelve su cabello.

—Draco este es mi amigo Orel, trabaja en la tienda de su otets— presenta Dora, mientras
señala al hombre, que le da un apretón de manos bastante firme que Draco responde algo
encandilado.

Es apuesto.

Un poco mayor, pero joder, estaba en forma; al menos sus brazos demostraban eso.

—¿Otets?— repite levemente confundido, a lo que el hombre solamente niega con la cabeza.

—Mi padre, es el dueño del lugar, pero un amante de nacionalidad rusa— explica Orel con
tranquilidad, haciendo que Draco haga un repaso de su ruso, un poco oxidado esperando
poder ser una buena primera impresión.

—Udovol'stviye (Un placer)— su garganta siente la incómodidad de forzar una lengua con la
que no siente tanta seguridad, su madre siempre hablaba en francés y era su padre quien
prefería el ruso.

Pero hace mucho que no lo practican.

—Nakonets-to ty privodish' kogo-to, kto khorosho govorit, soplyak (Por fin traes a alguien
que hable bien mocosa)— la voz potente hace que Draco casi salte en su lugar, detrás de uno
de los tantos muebles del lugar aparece un hombre de edad mayor.

Con un vientre mucho más abultado que Edward, todo el cabello blanco y quijada demasiado
cuadrada; su mirada era demasiado intimidadora.

—Staryy Antón (Viejo Antón)— la forma en que habla Dora le hace verla de mala manera,
porque era una falta de educación decirle viejo a una persona mayor.

Incluso si fuera un viejo.

El hombre le da una mirada de molestia, antes de verlo con una ceja alzada curioso y Draco
solamente se sintió incómodo.

—No toques nada y si lo rompes lo pagas doble— gruñe el hombre en inglés, pero con un
claro acento ruso que hizo que Dora soltara una carcajada antes de indicarle a Draco que
eligiera algo para regalo.
¿Por qué este lugar?

Orel explica vagamente sobre que han sido vecinos casi toda la vida, habla de Dora siendo
una pequeña niña problemática y su prima se defiende sin mucho éxito; ya que Draco sabe
que ella realmente es bastante problemática. El hombre comenta sobre la tienda de segunda
mano de su padre, como algo que este trajo con él de rusia y por eso Draco ve interesado
algunos objetos; no hay magia, al menos no la siente y Dora no ha comentado nada al
respecto.

Eso no evita que tenga objetos curiosos por todos lados.

Nada que llame particularmente su atención, la falta de Dragones es algo que comenta y que
hace a Orel reír divertido antes de llevarlo a una parte más adentro de la tienda.

—Técnicamente no son dragones, pero mi otets ama que los comparen con huevos de
dragones, aunque en realidad son imitaciones de Huevos de Fabergé— explica el hombre
cuando en una vitrina hay una gran cantidad de huevos de tamaño considerable cubiertos de
joyería.

Joyería falsa supone.

Draco no había escuchado sobre los huevos de Fabergé, pero son del tamaño de un puño y
parecen demasiado decorados; Dora comenta sobre el parecido con huevos de pascua, a lo
cual Oren solamente se burla recordando alguna experiencia de ambos cuando eran más
jóvenes.

Hay un huevo que tiene una pequeña caja de música.

Son hermosos.

—Buen ojo soplyak— habla el señor de la tienda, que se llama Antón casi con aburrimiento.

—Nada de buen ojo, eso me saldrá a un ojo de mi cara— chilla Dora aterrada al ver los
precios, pero luego comienza a intentar ser dulce para que le hagan un descuento.

Draco piensa pagar, aún tiene dinero y esa caja de música en forma de huevo Fabergé le gusta
para su madre; hay una pequeña discusión en la caja para pagar, pero logra convencer a Dora
que le compre otra imitación de huevo Fabergé mucho más barata para él, luego de explicar
que la caja de música era para su madre.

Orel agradece por la compra, pero en cambio Antón lo ve pensativo demasiado tiempo.

—Siento que te he visto en otro lado, pero mi memoria no lo asocia— expresa el hombre
antes de dar media vuelta e irse.

Draco entrecierra los ojos confundidos, porque está seguro que nunca ha visto ese hombre en
su vida.

En cambio, sigue caminando con la pequeña imitación de huevo en sus manos de color verde
esmeralda, fue el primero que llamo su atención; Dora comienza a echarse flores sobre su
fantástico trabajo dando regalos, aunque también llora por su billetera.

—Orel era muy atractivo, ¿es tu novio?—

—Ohh querido primo, estas pensando mal, me gustan las niñas—

—¿De verdad?— la pregunta es genuina, porque Draco está seguro de que en la historia
original Nymphadora había terminado con Remus, ambos muertos (el pensamiento cada vez
más amargo) y con un hijo.

Cree.

Había escuchado algo al respecto.

—Si, no niego que he besado algunos chicos, pero realmente no tienen lo que una chica tiene
si me comprendes— expresa Dora con diversión, sin importarle si la rechaza por eso y
solamente con un leve nerviosismo en su voz a la hora de comentar algo al respecto.

Draco la ve de reojo curioso, ella no le ha visto al hablar, tal vez de alguna forma le importa
su opinión.

No tiene mucho que decir.

—No me importa, aunque me gustan ambos, creo que los chicos son más interesantes—
habla con cierto grado de diversión, que se transforma en calidez cuando Dora voltea el
rostro tan rápido que debió doler.

Hay impresión en su rostro, pero el alivio es casi doloroso y especialmente cuando lo ve, una
conexión. Draco piensa aterrado en tener una conexión con Dora, en su prima, en sangre de
su sangre, porque sabe el destino de ella y se supone que no debía interferir.

Pero cuando Dora lo abraza emocionada, diciendo que realmente son familia, Draco solo
puede pensar con todas sus fuerzas sobre lo mucho que no quiere que ella muera.

La familia Tonks es todo lo que alguna vez quiso como Orion, una familia ruidosa pero
cariñosa, que le hace pensar con cierto nerviosismo en su propia familia; ama a sus padres,
sobre todo a su madre, pero no puede negar que ver esta familia que también es su familia le
produce demasiadas emociones. La cena es algo ruidoso, nada comparada a las galas
familiares y cuando Dora salta para luchar con una porción de pure de papa con su padre,
Draco se ríe tan alto que la bebida cae sobre su ropa; aterrado de ser reprendido, solamente se
queda congelado antes de sentir la calidez de la magia de su tía para limpiar la ropa.

Hay algo en la forma en que esta le da una leve caricia en su mejilla, algo tranquilizador; no
dice nada, pero los ojos de su tía parecen comprender por qué tuvo miedo.
Miedo de que su padre apareciera solo para darle una mirada decepcionada, diciendo que
hasta un niño de 5 años sabe cómo comportarse mejor que Draco.

Lo cual es doloroso.

Su madre nunca diría nada tan cruel, pero Draco piensa con dolor, que tampoco contradeciría
a su padre.

Dora está dispuesta a quedarse despierta hasta media noche, por lo cual lleva a Draco para
ver algunas películas mientras sus padres se van a dormir; la chica admite con torpeza que
costó mucho obtener un permiso para estas fechas, pero en su lugar solamente se ríe contando
la experiencia como auror. También le muestra su patronus, algo que Draco ha estado
intentando hacer desde inicio del año escolar, sorprendido de ver un pequeño camaleón
aparecer; su prima sabe cómo usarlo como medio de comunicación y Draco anota
rápidamente toda información en su cerebro.

No puede practicar tristemente hasta que regrese a Hogwarts.

Ambos terminan acostados en la cama de Dora, es un poco pequeña para ambos, pero Dora
cuenta emocionada las historias de sus años en Hogwarts.

—¿Las bóvedas malditas?— pregunta Draco sintiendo un poco de sueño en su ser, pero
fascinado por la historia de Dora.

—Bueno William era sin duda el hermano menor de Jacob, es una historia larga, pero creo
que te podría interesar—musita Dora antes de comentar la historia de Hogwarts.

Que maldita sea.

Siempre es un jodido peligro mortal, no importa en que año sea.

Ambos duermen en un conjunto de brazos cruzados, golosinas y una botella de Coca-Cola


que Draco se negó a cederle a Dora.

Una de las mejores navidades del mundo.

Le gusta este lado de la familia Black.

Hay una gran cantidad de regalos esa mañana, Andrómeda comenta con cariño que las
lechuzas no han dejado de llegar toda la mañana y Draco admira impresionado el regalo de
tantas personas: deja el regalo de su madre de último porque suele ser el mejor de todos.
Terry le regaló un diccionario de jeroglíficos que supone que es bastante costoso, Michael le
consiguió una camiseta que decía “No molestar, estoy leyendo” que está seguro fue escrito
con algo de magia; Padma le envió un álbum de fotografías, donde al abrirlo puede ver la
fotografía de Anthony, Padma y él hace algunos días. El regalo de Padma tiene más sentido,
cuando al abrir el de Anthony ve una cámara Polaroid, que parece ser de parte de Madison y
Anthony.

La toma entre sus manos con curiosidad, antes de que Dora chille emocionada al reconocerlo.

¿Ya se han creado las Selfies?

Dora definitivamente hace una abrazándolo, quedando con Draco (parece haberle encantado
sus nuevas camisas con los rostros de AC/DC) y el rostro arrugado, mientras Dora sonríe de
forma brillante.

Luna le envía un pequeño frasco de vidrio con una pluma colorida en su interior, cuya
etiqueta dice es para espantar los malos sueños; duda que fuera mágica, porque no siente
nada de magia.

Aprecia el sentimiento.

No es lo peor que ella podría darle, tampoco lo más raro.

Hay un regalo más antes del de su madre, lo toma curioso ya que es un paquete pequeño y al
abrirlo solamente hay una pulsera de lo que parece cuero; hay una nota que indica que es una
pulsera mágica que permite al usuario mantener el calor corporal. La pulsera es bastante
elegante para usarla sin que sus padres desconfíen, hay unos ligeros diseños de ramas que
hace pensar que es un elemento costoso; al colocarla sobre su muñeca efectivamente puede
sentir el calor de todo su cuerpo a pesar del frío invierno.

Busca un destinatario, sorprendiéndose un poco al ver que es de Potter.

Así que también le consiguió un regalo, interesante.

Un buen regalo, que le hace recordar un poco al collar que le había dado el año pasado.

Ya le agradecería, porque su interés ahora estaba en el regalo de su madre. Había un libro de


cuero de dragón (como especificó la nota adjunta), si bien parecería un cuaderno común,
estaba mágicamente encantado para sólo reaccionar a la fibra mágica de Draco y nadie más
podría abrirlo; además de las propiedades mágicas que lo hacían casi indestructible. Su madre
indicaba que era bueno para mantener un orden en su investigación, fuera la que fuera, lo que
hizo sonreír a Draco.

El flash de su nueva cámara, hizo que volteara a ver mal a su prima.

Con una carcajada mientras la perseguía en busca de su cámara, la mañana fue tranquila;
Draco pudo tomar fotos de sus tíos, que espero algún día pudiera enseñarle a su madre. Hubo
una fotografía con Dora y otra donde Andrómeda colocaba un brazo sobre sus hombros,
puede que no fuera igual a su madre, pero su fibra mágica en el aire le confundía.

Cuando tuvo que marcharse algunas horas después a casa de Padma, Andrómeda le aseguro
que podría llamarle tía y que esperaba escuchar pronto de él.

.
.

La familia Patil estuvo alegre de tener a Draco por el resto de la tarde, Iravan parecía
encantado con su regalo y charlo animadamente con él; el hombre pareció serio cuando
Padma comentó sobre Anthony en algunas ocasiones, lo que hizo sonreír a Draco. Parvati
mostro su gorro rojo con orgullo, al tiempo que Draco la llenaba de elogios, la niña parecía
feliz con eso antes de que Uma le reprendiera por acaparar tanto al pobre Draco; Padma por
otro lado mostraba emocionada como Anthony y Madison le habían regalado unos broches
de flores que eran sus favoritos.

Nuevamente Iravan no parecía feliz al respecto.

Era tarde cuando fue hora de irse a la mansión Malfoy, asegurándole a Padma que la vería
pronto en el expreso a Hogwarts y la niña se despidió dándole un mortal abrazo que
correspondió.

La mansión Malfoy fue… fría… muy fría cuando llegó.

Narcisa su madre se apareció casi tan pronto como llegó, pero no lo suficientemente rápido
para que Draco se sintiera incómodo al notar lo diferente que eran otras familias a la suya;
Anthony sólo tenía a su madre, la familia Patil, sus tíos y prima, todos tenían una calidez que
la mansión Malfoy no tuvo. Pero cuando su madre le abrazó, todo quedo olvidado, porque
Draco sintió calidez en todo su cuerpo y se aferró a esta desesperado; la había extrañado
tanto.

Por la forma en como su madre le abrazó, el sentimiento fue mutuo.

Su madre aseguró que Lucius seguía en el despacho, pero lo verían para la hora de cenar y lo
llevó a su habitación privada; Draco notó el hechizo silencioso para que nadie pudiera
escuchar y esperó atentamente a sus historias. Dejando de lado la navidad con la familia
Tonks, Draco habló sobre sus aventuras en la casa Patil y la casa de Anthony, lo cual tuvo
que llegar al mundo muggle; aparte de un estremecimiento inicial, su madre no comentó nada
negativo o positivo al respecto.

Solo lo vio con una sonrisa calmada, como Draco contaba sobre jugar soccer o la feria
muggle.

No era un rechazo total, lo cual envalentó a Draco a pensar que su madre tal vez podría
cambiar de opinión; casi esperaba que cuando volviera a mencionar a Andrómeda en el
futuro, estuviera dispuesta a conocerla esta vez.

—Eso es asombroso mi pequeño dragón, ¿Te gustó mi regalo?—

—Fue el mejor regalo de todos, tendré que pasar algunos días clasificando información, pero
tener lo importante ahí será lo mejor; eres la mejor madre del mundo—

—¿Sigues practicando Oclumancia?— la pregunta de su madre lo confundió, pero ella


permaneció serena.
—Al menos una vez por semana practico para mi palacio mental, hago meditación cada que
tengo tiempo y en ocasiones mi padrino intenta hacerme Legeremancia para probarme en
clases… dice que soy bueno—

—Perfecto, entonces sigue hablando, tu historia de la señorita Patil y el joven Goldstein


suena interesante—

—Son unos ciegos madre, tal vez demasiado jóvenes, pero sé que hay algo ahí—

Su madre parecía genuinamente feliz de escucharlo hablar, por lo cual Draco siguió
hablando; no hubo ningún otro tema que lo hiciera sentir confundido.

Solo sentía el amor de su madre.

Hubo una fiesta para año nuevo, a la cual Draco no quería asistir inicialmente, pero la
presencia de sus amigos Slytherin lo animó; podría salir muy bien o terrible, pero sin duda es
algo que tendría que vivir. Su madre aseguró que los regalos que seleccionó fueron enviado a
sus amigos, así que esperaba que Pansy estuviera algo aplacada cuando apareciera; Dobby
aseguró que estaba bien vestido y el elfo usualmente lo ayudaba bien. Fue extraño usar
guantes, había pasado demasiado desde la última vez y aunque la cicatriz en su palma era
visible, a veces el propio Draco olvidaba su existencia; era la única vez que recordaba sobre
el espejo de Oesed que parecía haber desaparecido de Hogwarts.

Al menos Draco no tiene idea de donde podría estar.

Fue difícil colocarse la máscara de hijo perfecto, no había notado que todo este tiempo la
había dejado caer fácilmente, sus amigos y familiares rechazados no parecían importarle
menos sí era algo fanfarrón o egocéntrico; nadie parecía darle importancia sí no estaba
totalmente arreglado para una fiesta, sí se encorvaba un poco o sí escupía al reírse.

Sí hablaba demasiado alto, sí retaba a alguien directamente, sí hizo una pose frente a un
espejo.

Si hablaba de dragones, si escudriñaba una biblioteca con mirada emocionada, si tropezaba


por estar pensando en alguna cosa.

Nadie lo señaló.

Pero ahora todo parcia demasiado consciente en su mente, todo movimiento parecía
calculado y aunque estaba acostumbrado, fue demasiado molesto hacerlo; su espalda estaba
recta cuando los invitados llegaron, su sonrisa era calculada para ser encantadora y su voz
sonaba formalmente natural para los invitados.

Su padre quien no había visto los últimos días, no le dio ni una segunda mirada y aparte de
una tensa advertencia antes de la fiesta, es la primera palabra que le dirige desde lo pasado
con los padres de Hermione meses atrás. Toda la esperanza que tenía por las charlas con su
madre, temblaba cuando su padre hizo acto de presencia.

¿Podría cambiar el destino de la familia Malfoy?

No debería ser una pregunta.

Tiene que hacerlo.

Es la única opción.

Si tan sólo su padre pudiera verlo.

Pero esa no era la noche para solucionar los problemas con su padre, su mirada viajo hacía
Pansy que estaba saludando a otro invitado y apartando su mirada de la suya; desde que llegó
aparte de un saludo necesario para la etiqueta, no había mantenido ninguna charla para él.
Dejando de lado que eso desequilibra el orden natural del universo, al menos ver los
pendientes que había comprado su madre a su nombre, eran un aviso de que tal vez no todo
estaba perdido. Blaise parecía un poco más apaciguado por el nuevo juego de ajedrez, Theo
simplemente lo saludó como de costumbre señalando que si le regalaba otro libro de alquimia
tendrían que abrir un club al respecto.

Draco se sintió inmensamente agradecido por la presencia de Theo, su amigo claramente no


le había dado la espalda y parecía listo para ser el puente que lo llevara de regreso a los
demás.

—Te vez hermosa con esa túnica Pansy— los halagos no siempre son bien recibidos, pero
Pansy ama los halagos.

La mirada de la niña parece bastante a la defensiva, pero hay algo en sus ojos al verlo que se
tranquilizan un poco; aunque aún esta resentida.

Eso no es muy difícil de adivinar.

—Eres un idiota— gruñe por bajo antes de meterse un bocadillo a la boca, que hace que
Draco solamente suspire antes de ponerse a su lado.

Es un perfecto lugar para admirar toda la fiesta, lo cual siempre es algo que busca Pansy;
viendo a los adultos caminar por el lugar, puede imaginar como en unos años Pansy estaría en
medio de la fiesta, ella es alguien que vive para la sociedad.

No está mal, sus padres la han criado así y Pansy disfruta más del espectáculo que el mismo
Draco.

—Soy un idiota— porque lo mejor es ponerse del lado de la niña, quien cada palabra ayuda
aplacarla.

La niña que ya no es tan niña, tiene 12 años ahora y está entrando a la adolescencia, además,
Pansy siempre fue muy adelantada a su edad.
—No me gusta que no seas solo de nosotros, extraño esos días, donde solamente tenía que
compartirte con Blaise y Theo— el puchero en sus labios hace que Draco suspire antes de
llevarse algo de su bebida a la boca, tristemente, no lo suficiente mayor para que fuera
alcohol.

Draco sabe que la vida de adulto no es mejor que la de un niño, hay muchas más
responsabilidades, pero maldición como extraña beber licor. Irónicamente porque el padre de
Orion había sido un alcohólico demasiado peligroso, pensó que el alcohol no le gustaría; pero
tenía debilidad por algunos licores dulces.

No quedo nunca ebrio como tal, pero le relajaba.

Solo 5 años más, en su séptimo año seria mayor de edad en el mundo mágico y podría tomar
alcohol.

Probablemente lo hiciera antes, está seguro que si plantea un buen plan, Anthony y Padma
podrían ayudarle… Michael sin duda.

—Siempre serán importantes para mi—

—Pero antes éramos los más importantes, ahora solo pasas con esos Ravenclaw— hay
resentimiento en su voz y Draco debe tener cuidado, está pisando hielo delgado.

Muy delgado.

Sabe que, si gana a Pansy, Blaise tendrá que perdonarlo para no quedar como el único malo
de la historia, es un poco mezquino; pero Draco no es un idiota.

Ravenclaw por algo.

—Son mis amigos Pansy, sé que es difícil, crecer y encontrar nuevas personas; pero estoy
seguro que si les das una oportunidad podrías venir con nosotros— la mirada de la niña
rebela que le gustaría hacer cualquier cosa menos eso, probablemente sus propios Ravenclaw
no estén de acuerdo con la idea —pero tienes razón de que he sido un idiota, así que te
prometo que el próximo verano me puedes secuestrar un mes entero sí quieres; tenerme solo
para ti… y Blaise sí quiere— le da una sonrisa intentando convencerla, la niña parece dudar
ante la nueva propuesta.

Una carta sobre la mesa, una carta arriesgada.

Sería un mes sin estudiar sobre el libro de Orion, que es su mayor misterio y lo que más
desea en el mundo para revelar.

Pero por Pansy.

Maldita sea, suena como un puto Hufflepuff.

—Todas las vacaciones la pasarás con nosotros—


—No puedo irme todas las vacaciones de casa Pans, pero te prometo que estaré disponible
para cualquier actividad que quieras… sin quejarme; pero tienes que prometerme ser un poco
más suave con mis amigos, una salida con Padma… solo una—

—No hables de una chica en mi presencia—

—Para mí Padma no es una chica, es como mi hermana, no me comprometería con ella—


especialmente porque siente que algo podría pasar con Anthony, pero sus palabras parecen
hacer que Pansy se pavonee emocionada.

No es que estén comprometidos de alguna forma, pero Pansy le gusta pensar que sí.

Y eso es suficiente para poder mantenerla tranquila.

—Cuando seamos esposos, me deveras muchos bailes y regalos… pero veo futuro sí sabes
pedir perdón— la forma en que bromea lo hace sentir tranquilo, porque ha dejado su actitud
arisca y lo ha tomado por el brazo para acercarlo a ella.

El cuerpo de la niña empieza a desarrollarse para ser una mujer, una mujer hermosa, pero
Draco no podría verla diferente a la niña de 5 años que lloraría por su atención; al igual que
Padma, Pansy es una familia para él a estas alturas.

Familia.

Que palabra tan cargada de significado.

—Veo que han hablado— suelta Theo apareciendo con Blaise a su lado, quien solo suspira
resignado como si hubiera esperado esto.

Pero le sonríe y Draco sonríe de igual forma, no hay palabras entre hombres como se
necesitan con las chicas, aun así, la mirada de Blaise es tranquila.

—Vamos a bailar— chilla Pansy sujetándolo de la mano, Draco quiere mencionar la falta de
parejas bailando, pero no lo hace.

Porque tener a Pansy dando vueltas con él en medio de una pista de baile solitario, la noche
de años nuevo, de alguna forma se siente como en casa. Todas las familias que visitó eran
diferentes, cálidas, divertidas, amorosas; pero aquí con sus amigos, incluso en un ambiente
difícil, no puede evitar la calidez que solamente años de confianza pueden brindar.

Si esto es lo que se necesita para hacer a Pansy feliz, Draco puede ser un poco flexible.

Su padre parece relajado en su presencia luego de la velada de año nuevo, no hay un gran
cambio y nuevamente no hay palabras entre ellos; pero algunos comentarios fueron dirigidos
a su persona, lo cual lo hizo alegrarse al ver el rostro de su madre iluminado. Siente el deseo
infantil de saltar para decir algo negativo, pero todo está dentro de su plan para llegar al
mejor punto de vista de su padre; se muerde los labios con fuerza y solo responde como sabe
que alegrara a su padre.

Funciona.

Odia que funcione.

Se encuentra los últimos días de vacaciones en su habitación, pasando notas a su nuevo


cuaderno, al tiempo que juega vagamente con el álbum de fotografías; su madre había
parecido algo recia a verlo, diciendo que fotografías que no se mueven no son naturales. Las
fotografías de la familia Tonks están ocultas, así que solo le muestra sus fotografías de la
familia Goldstein y con Padma; su madre toca mucho la imagen donde Draco sale sonriendo.

Tal vez se pregunte porque usualmente no sonríe así, pero Draco no sabe cómo decirle que en
casa no se siente libre.

Antes no era así.

Antes su hogar era tan acogedor, pero últimamente era… incómodo.

Su madre pareció encantada con su regalo adicional, el huevo con la caja de música, que, si
bien era Muggle, su madre encontró bastante intrigante.

—Mi padre solía tener una colección de este tipo de huevos en la bóveda familiar,
usualmente la familia Black tiene uno o dos por familia; eran famosos en Rusia, mi familia
siempre estuvo interesada en ellos— no parecía considerar un insulto que fuera un regalo
muggle, parecía volver en el tiempo, tal vez alguna época donde vivía con Andrómeda.

Dora había dicho que su madre tenía un huevo de este tipo en su habitación, pero no tuvo
oportunidad de verlo.

Su padre no pareció afectado con la pluma mágica que le regalo y este le había dado un libro
sobre política, que Draco sintió como un insulto, pero igualmente agradeció como si fuera un
dragón mismo; no quiso quejarse mucho ya que el día de volver a Hogwarts su padre fue
quien decidió acompañarle a la estación.

Sus vacaciones hasta el final no dejaron de sorprenderle.

—Padre— lo llama Draco poco antes que deba abordar, porque apenas y han hablado en el
camino y este parece más interesado en saludar viejos conocidos —me gustaría saber una
respuesta sobre un tema en específico— añade luciendo inusualmente nervioso.

Lucius le da una mirada cansada, como tenía cuando Draco de cinco años no dejaba de
hostigarlo para conocer algún día un dragón.

—Si está dentro de mis posibilidades darte una respuesta, lo hare— su voz no era cariñosa,
pero tampoco era fría y eso lo hizo sentirse un poco más relajado.

Quizás algo esperanzado.


—Se que antes de… Potter… hubo muchos problemas en los que te viste involucrado— era
un tema delicado, el rostro de Lucius cambio a uno severo, pero Draco tenía esa pregunta por
mucho tiempo y por algún motivo ver la pulsera de dicho niño le hizo sentir algo de valentía
—Si algún día tuvieras que elegir volver con ellos o a Madre y mi persona… ¿a quién
elegirías?— no sabe que espíritu Gryffindor lo poseyó para hacer la pregunta.

Pero quería saber la respuesta.

Deseaba conocer si había alguna posibilidad de cambio.

Su padre lo vio fijamente, antes de indicarle que se apresurara abordar el tren, dejándolo
levemente descolocado.

Lucius no contestó la pregunta, lo cual podría ser una respuesta como tal, pero Draco deseaba
que no fuera así.

Continuara…

Chapter End Notes

Quiero agradecerle personalmente al lector “Komiho”, la idea de los huevos de Fabergé


fue inspirado en conversaciones que hemos tenido anteriormente. De hecho, el título del
capítulo está en ruso.

Las vacaciones de Draco fueron bastante movidas, tiernas y dulces, como tristes. Pero
regresar a Hogwarts va ser todo un caos como tal.
Capítulo 7: Sospechoso.
Chapter Summary

Draco odia ser un sospechoso, pero les dara el pase libre esta vez al trio dorado.

San Valentin como siempre, solo puede salir mal en Hogwarts

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

Draco encontró a sus amigos en el tren de Hogwarts, Padma lo arrojó al despacho donde
estaban los demás y poco después de que el tren se marchara, Luna apareció con una mirada
soñadora; duele menos verla después de un tiempo, pero sigue siendo imposible no ver a
Selena en ella. Las pesadillas donde se ahoga en el lago con su hermana son constantes, pero
también los filtros de paz, por lo cual la vida de Draco se maneja en acostumbrarse a su
situación. Luna parece encantada con su bufanda nueva y todos sus amigos parecen
emocionados con sus regalos, Draco enseña la cámara que Anthony le regaló y toma algunas
fotografías entusiasmado; Michael hace una broma que se parece a Potter por estar regalando
las fotografías y por un instante está seguro que lo arrojará por la ventana.

Una muerte justificada.

Luna toma la fotografía que le otorgo viéndola fijamente, antes de admitir que es la primera
fotografía que se toma con alguien que no sea de su familia.

—Aunque técnicamente somos familia, todos los sangre pura somos familia de alguna forma
— intenta aligerar el ambiente Draco, porque todos parecen sentir lastima por la sinceridad
de la niña.

Lo cual es mejor que la repulsión, pero Draco se siente incómodo de ambas formas.

Luna por otro lado lo ve interesada.

—Seria genial que fuéramos familia, es como ser amigos— Luna sin duda tiene una
habilidad especial para golpear al corazón de alguien por donde más duele.

Voltea a ver a Padma alarmado, a lo cual la niña parece tan en shock como él, Anthony como
Michael parecen intentar recuperarse del golpe inocente pero letal de la niña; Terry es quien
da un paso al frente por todos como un héroe.

—Claro que eres nuestra amiga Luna, mira, incluso Draco y yo tenemos el pelo rubio como
tú… debemos ser familia sin duda— no suele hablar mucho, pero cuando habla Terry es
bastante dulce; el rostro de Luna brilla emocionado.
—Claro que somos amigos Luna, sin duda, sabes estaba pensando dejarme crecer el cabello
— salta Michael luciendo también algo culpable por cualquier comentario referente a la niña.

—Ya la hemos adoptado prácticamente— musita Padma haciendo que Anthony asienta
dándole la razón.

Luna gira a verle expectante, Draco aún tiene una parte dentro de él que le dice que no
debería tenerla cerca porque será un recordatorio constante de Selena; especialmente con esos
ojos brillantes e inocentes. Pero no puede negarse o no decir nada, Lucius le enseñó que el
quedarse callado o evitar un tema puede doler incluso más que una respuesta negativa.

Pero no le dará una respuesta negativa.

—Si quieres ser nuestra amiga, hablo por todos aquí de que te aceptamos; todos quieren ser
amigos de una persona tan genial como yo— lo último lo dice para alivianar el ambiente,
funciona, porque Luna sonríe como si hubiera recibido el mejor regalo de navidad.

Ojalá hubiera podido tomarle una fotografía.

Es solo una niña.

¿Acaso no lo son todos?

También es probable que sean familia, todos los magos hasta cierto punto son familiares
lejanos después de todo.

Saluda a Hagrid cuando llegan a Hogwarts, el hombre palmea su espalda con algo de fuerza y
le hace prometer una taza de té un día de estos, Draco acepta y se sorprende cuando Luna
parece curiosa al respecto; Hagrid parece extender la invitación a la niña y esta asiente
emocionada. Los demás no son muestran mucho interés por ir, así que supone que harán otras
cosas ya que no siempre están juntos; mira con diversión como Anthony y Padma hablan
sobre algo, al tiempo que Terry es empujado por Michael para ir a la torre Ravenclaw antes
de ir a jugar soccer con el regalo de Draco. Draco quiere ir con ellos, pero la idea es que no
haga tantas cosas Muggles en Hogwarts, porque si su padre se entera, no sería buena idea;
Michael lo ve con entendimiento y solamente termina de arrastrar a Terry.

Luna sigue a su lado mientras caminan por Hogwarts, hablando emocionada de que su
bufanda es la mejor bufanda del mundo.

—Espero que los Nargles no se lleven mi bufanda, me gusta mucho— habla Luna caminando
a su lado, aunque Draco ha dejado de caminar rápido para que ella pueda mantener el paso.

Anthony y Padma van liderando el paso hablando de videojuegos, Padma habla sobre haberle
pedido uno a sus padres; aunque tristemente no podrían traerlo a Hogwarts por que la magia
no reacciona tan bien a la tecnología. Draco piensa que hay un mercado para explotar ahí,
pero es demasiado joven para las implicaciones que eso requiere; Anthony por otro lado
parece más interesado y habla con Padma sobre uno de sus juegos favoritos de aventura.

Un tal juego de Zelda.

Nunca había escuchado al respecto, pero Anthony parecía emocionado ya que tenía acertijos
y eso fue suficiente para Padma.

—Creo que hay un hechizo de rastreo, no es tan difícil, voy a practicarlo con Penélope la
próxima semana y te lo enseño— esperaba que no fuera difícil, pero podría ayudarles con las
cosas desaparecidas de Luna; eso o que Draco tuviera que explotar a cualquiera que lo
hiciera.

El primero era el menor de los males.

Luna asiente convencida de que podría hacerlo, su confianza ciega mayor que la de Anthony
o Padma, sorprendiéndolo un poco; incluso la misma Selena siempre tuvo reparos de confiar
en él, aunque por la forma en que ambos crecieron, no es tan difícil de creer.

Todo el castillo está lleno de personas que arriban de vacaciones, hay una especie de aura
nerviosa por lo sucedido con la cámara, pero al ver a lo lejos a Pansy la saluda; la niña parece
mejor y lo saluda de regreso, viendo con algo de duda a Luna, antes de rodar los ojos y correr
hacía Daphne. Blaise lo saluda e incluso le da un asentimiento a Luna, quien lo saluda de
forma algo despistada confundiendo a Blaise y haciendo a Draco reír levemente.

Nadie sabe cómo tratar a Luna, incluyéndolo.

Justo cuando iban a doblar para subir por las escaleras, Draco puede divisar a Potter a lo
lejos, no tiene que llamarlo ya que el niño lo ha visto; Potter parece sorprendido como si
hubiera sido atrapado en alguna mala pasada (lo cual es perfectamente posible) y por eso no
piensa hablarle. Levanta la mano para demostrar que tiene la pulsera puesta, nadie sabe sobre
el regalo, aunque teme que el niño no pueda verla bien por la distancia; tal vez si lo ve,
aunque Draco no entiende porque el rostro del niño se vuelve rojo como un tomate antes de
empujar a Ron lejos.

El pelirrojo lo saluda confundido al igual que Hermione, quienes son arrastrados por Harry
lejos.

—Eso fue extraño— musita Luna ladeando el rostro. Draco piensa que, sí Luna dice que algo
es extraño, sin duda es extraño —linda pulsera— agrega esta tardíamente, a lo cual Draco no
puede evitar sonreír.

Bastante decente para Potter.

Es un día antes de que las clases se reanuden que Draco siente que algo ha cambiado en el
ambiente, no está seguro si es por ser un Malfoy o un Black; tal vez incluso por ser un
reencarnado, que la magia es mucho más sensible para él. No es que sea como una especie de
brújula o alarma que se active cuando algo sucede, pero en ocasiones como esta, puede sentir
como si algo estuviera mal de alguna forma; había estado hablando con Cho sobre una nueva
formación, cuando algo comenzó a sentirse incomodo. Michael había salido corriendo en la
mañana diciendo que tenía dolor de vientre, así que estaba en la enfermería, mientras que
Terry se había ido tranquilamente a la biblioteca; Padma había mencionado sobre que su
hermana le llamó y Anthony solamente recibió una carta de Flitwick para algo.

Fue extraño, demasiado, pero incluso entonces nada parecía anormal; dejó a Luna trabajando
con sus tareas de navidad que la niña no realizó antes de ir con Cho.

Hasta ahí todo estuvo bien.

—Draco— la voz de Anthony lo hizo levantar el rostro para despedirse de Cho, algo había
picado en su nuca, pero no había nada malo.

La voz de Anthony sonó como de costumbre, aunque no fue raro ver a Padma a su lado, si se
sorprendió de ver a Terry sin Michael arrastrado; lo adjuntó a que su amigo estaba en la
enfermería, pero el rostro sereno de su amigo parecía nervioso.

¿Algo ocurrió?

No lo cree, se ven nerviosos, pero sus amigos irían al grano si algo estuviera sucediendo. Sí
fuera sobre Orion, solamente habrían venido Anthony y Padma, al estar aquí Terry dudaba
que fuera algo muy urgente; igualmente se alejó camino a su habitación, Cho solamente
sonrió antes de irse con su amiga Marrieta.

Si fuera pensamiento de Draco, Cho podría conseguir mejores amigos, esa chica no le daba
muy buena espina.

—Supongo que lo que ocupaba Flitwick fue rápido, tal vez podríamos empezar con el ensayo
de transformaciones ahora que está Terry— gracias a Dios que Terry había mejorado tanto en
transformaciones estos meses, Draco estaba seguro que si le tocaba seguir ayudando a
Michael, lo asesinaría.

Su amigo era inteligente, pero Michael era pésimo en transformaciones.

Terry pareció alarmado viendo a Padma, quien solamente le sonrió de forma tensa y eso hizo
que Draco levantara la ceja.

Puede que fuera algo paranoico, pero los tres chicos parecieron tensos cuando entraron a su
habitación, como si nunca hubieran estado ahí; estúpido, porque era el lugar donde más
pasaban en Hogwarts. Draco caminó hacía su baúl, buscando algunas notas, dejando de lado
todo lo que refería a Orion; Padma comentó la semana pasada sobre un nuevo hechizo o las
posibilidades de uno. Todos estaban decidiendo sí trabajaban sobre ese tema en específico, ya
que conseguir un diccionario Maya no estaba siendo más fácil y Luna tristemente no podría
ayudar tanto en esta área. Si colocaban todo su esfuerzo podrían tener un nuevo hechizo raro
en su arsenal, o quedar atrapado con nuevas cadenas.
Draco no se sorprende a estas alturas.

—Venimos hablar sobre la cámara de los secretos— salta rápidamente Terry, provocando que
Draco detenga su búsqueda para verlo sobre su hombro curioso.

Anthony por otro lado parecía ver todo con mucha curiosidad, incluso caminando hasta su
cama para sentarse contemplativo; Padma parecía demasiado incómoda, bastante diferente a
la niña que la mañana se había lanzado sobre él para despertarlo.

Sin aire, pero despierto, Padma lo apuntó como una victoria.

—Ya les dije que no me interesa la cámara de los secretos— comentó casi aburrido, haciendo
que los tres niños se vieran entre sí.

Fue molesto.

Porque generalmente Draco podía entender sus miradas, pero hoy parecían diferentes a los
usuales; tal vez finalmente la falta de sueño lo había alcanzado y lo han dejado fuera del
círculo de miradas.

Eso dolió por algún motivo.

—Si claro, lo dijiste, pero tenemos curiosidad y estamos seguros de que sabes algo, tal vez
escuchaste de eso con tu padre en navidad— hay algo en la forma en que habla Anthony que
lo hace desconfiar, quiere decirles que no quiere hablar del tema, pero se detiene.

Ellos siempre le han ayudado con todo sin pedir nada a cambio, tal vez pueda decirle algo de
la cámara para saciar su curiosidad.

Medita un poco sobre el tema, antes de asentir.

—Bueno padre comentó que la cámara de los secretos se abrió antes, creo que habían
culpado a Hagrid— comenta con la mano en el mentón pensativo, sin recordar hace cuanto
fue abierta.

Fue en la época de Voldemort.

Los tres niños jadearon de forma coordinada, lo que provoca que Draco se levante algo
aturdido.

—¿Hagrid?— musita Padma pensativa para sí misma, lo que hace que Draco levante una ceja
acusadora; Padma es su amiga y nunca ha tratado mal a Hagrid, así que no piensa pensar mal
de ella.

Pero algo en su reacción le hace dudar.

—No importa que diga mi padre, probablemente solo estuviera mintiendo o lo incriminaron;
no sería la primera vez que sucede en Hogwarts— no quiere hablar de la administración de
este colegio, pero es muy deficiente en todas las áreas.
Otro intercambio de miradas en los niños lo hace sentir incómodo, celoso y apartado; se
levanta rápidamente para abrazar a Padma y ver mal tanto a Terry como Anthony.

Ambos niños parecen tan en shock como la propia Padma.

—¿D-Draco? —pregunta Padma sorprendida, pero Draco solo la abraza más hacía él.

—No, sé que ahora eres amiga de Anthony, pero Padma me pertenece; ella es mi amiga—
puede que sea celoso posesivo, pero no importa.

Mira de forma traicionada a Anthony que le había asegurado que no iba a acaparar a Padma,
pero ahora también tiene esas miradas con Terry; maldición, era molesto estar fuera del
círculo privilegiado. Terry parece algo confundido, pero Anthony salta rápidamente
incrédulo.

—Te gusta Padma— sus palabras suenan como si fuera traición o una blasfemia, pero algo
que cree fervientemente.

Draco lo ve como si fuera un idiota.

Claro que no le gusta Padma, pero tampoco quiere que la acaparen, porque es su mejor
amiga; no pensó que Anthony fuera del tipo celoso, durante las últimas semanas nunca
pareció molesto cuando abrazaba a Padma. También estaba el hecho de que Padma al ser la
hermana menor, estaba gustosa de interactuar como madre/hermana mayor/mejor amiga de
Draco; pero tal vez esto era una forma en que Anthony demostraba que le gustaba Padma.

La niña que parece en shock en sus brazos.

—No me gusta Padma— aclara solo para que no se generen malentendidos en el futuro —
ella es como mi hermana mayor— es raro decirlo cuando técnicamente quien tiene la edad
mal es Draco —si tuviera que elegir a alguien de Hogwarts probablemente elegiría Cedric o
algo por el estilo— añade con la burla eterna que tienen entre ellos.

Padma comentaba que Robert Hilliard estaba muy apuesto últimamente, pero Draco era un
fiel defensor de Cedric como sex-symbol de Hogwarts; lucharía con quien fuera por eso.
Claro que el chico era amable y carismático, además de apuesto y estaba seguro que en
algunos años saldría con Cho Chang; no importa que tan bisexual se dijera que era.

No estaba enamorado de él.

Pero no puede negar cuando alguien es atractivo.

Terry comienza ahogarse con su saliva, Anthony lo ve incrédulo y Padma suelta un chillido
de sorpresa.

Si.

Están actuando extraño.


—Te gusta Cedric, Cedric Diggory, el buscador de Hufflepuff— nuevamente el nombre del
chico suena como un insulto en la boca de Anthony y eso hace que Draco se sienta
confundido mientras suelta a Padma.

Algo raro está en el ambiente, pero no sabe que es.

—No me gusta, pero puedo admitir que un chico es atractivo a la vista; me gustan ambos
géneros como dije en primer año, no deberías estar tan sorprendido— se cruza de brazos
viendo a Anthony, confundido de que actúe así cuando el primer año fue tan comprensivo.

Entiende que hizo algunos chistes de polla en vacaciones sobre Harrison Ford y Anthony
parecía ofendido que magullaran la imagen mental de su ídolo, pero eso no lo había
incomodado antes.

¿Por qué ahora?

—¿Te gusta alguien de Hogwarts?—pregunta Padma curiosa, lo que hace que Draco dude,
porque ya habían hablado del tema muchas veces.

—No me gusta nadie Padma, dudo que quiera salir con alguien en el futuro cercano… pero
ya te he dicho esto varias veces, ¿todo está bien?— pregunta lo último con una sensación
pesada en su espalda.

Algo está mal.

Algo no es correcto, pero no entiende que puede ser.

Anthony y Terry se ven algo alterados, pero, aunque hay un pequeño ataque de pánico en el
rostro de Padma, este se afloja antes de abrazarse de su brazo derecho; pero no se siente
como siempre, se siente mal, incómodo, extraño.

No natural.

Como desconocido.

—Todo está bien, solamente estoy algo enferma, tal vez sea lo mismo que con Michael; pero
estoy bien— sus palabras suenan verdaderas, pero suenan mal.

Va decir algo, pero la mano de Anthony en su muñeca, demasiado cerca de la pulsera que le
dio Potter, hace que pierda un poco la atención; Anthony parece ansioso de alguna forma, lo
que lo hace dudar. No cree que sea por los sentimientos a Padma, pero hay algo en su mirada
que simplemente mantiene a Draco confundido y de reojo puede ver como Terry parece dar
pequeños saltos sobre su lugar.

Algo no está correcto, algo está mal. Algo… es diferente.

¿Qué es?

—Oye Draco escuché algo sobre el partido de Quidditch de este sábado, estamos esperando
ansiosos para apoyarte— las palabras de Anthony suenan un poco mejor, efectivamente el
partido era en una semana y tal vez solamente estaba siendo paranoico.

Cansado por el próximo partido y el entrenamiento espartano de Eliza.

—Bueno al menos sí algo sale mal podre ver el trasero de Cedric de primera fila— bromea
algo relajado, aunque la sonrisa tensa de Anthony parece un poco demasiado falsa, este
asiente.

Tal vez aún le falta acostumbrarse, no entiende porque, Merlín sabe qué hace suficientes
chistes de pollas con Michael cuando están aburridos; su amigo parece divertido por la
situación, algo sobre más chicas para los demás.

—Oye Draco, ya que estamos hablando de todo un poco, ¿Qué piensas de Potter?— la
pregunta fue suficientemente rara viniendo de Terry que usualmente no aporta al tema, voltea
a verlo confundido sin entender su sonrisa de come mierda; Padma y Anthony lo ven
incrédulo casi traicionados.

Por fin, lleva meses intentando hacerles entender que no quiere hablar de Potter, pero tal vez
son un caso perdido. Se sorprende un poco el pensar que Terry pondría atención a este tema,
pero nuevamente, Terry hoy estaba actuando muy raro.

Seguramente el virus estomacal de Michael los golpeó a todos.

No hay otra explicación.

—¿Es un Gryffindor?— es de mala educación responder con otra pregunta, pero a estas
alturas no sabe qué más puede responder para que entiendan que no le importa Potter.

Los tres niños se desaniman de inmediato, especialmente Anthony.

—Bien que le regalaste un precioso dragón para navidad— medio escucha musitar a Anthony
resentido, pero eso lo deja confundido ya que no le había dicho a nadie sobre el regalo de
Potter; probablemente solo escucha a medias.

Va hablar, pero rápidamente Padma lo interrumpe.

—Entonces sobre la cámara de los secretos, ¿eso es todo lo que sabes?—

Draco medita, confundido de como Padma ve ansiosamente el reloj de la habitación.

—No tengo idea de quien podría ser el heredero Slytherin— lo cual es una gorda mentira, así
que dirá una verdad ahora para que suena más creíble —pero no deberían descartar que
alguien esté siendo utilizado, hay objetos malditos que pueden controlar a la persona;
exceptuando el pésimo desempeño de los adultos por manejar el asunto, dudo que estemos en
mucho peligro… pero igual es mejor que no se alejen mucho de los grupos— toma la muñeca
de Anthony, que lo ve incrédulo antes de estallar su rostro en un color rojo —lo siento
Anthony, pero no podrás alejarte de Padma o de mí en el futuro cercano— dice con voz
burlona guiñándole un ojo, lo que empeora el color rojo de sus mejillas.

Si.
Tal vez este enfermo.

Hay una risa ahogada de Terry, le da una mala mirada y este solamente niega con la cabeza;
Padma parece entre divertida y preocupada.

—Yo… bueno… está bien—demasiado tímido, Anthony nunca es tímido.

El niño parece encontrarse dividido al igual que Padma, pero más que todo entre la timidez y
el rojo demasiado brillante de sus mejillas. Su frente por otro lado parece un poco diferente,
toma ambas mejillas del chico y acerca su rostro; este suelta un chillido por debajo, pero
Draco solamente ve determinadamente como en su frente comienza aparecer un poco de
marca color oscuro.

—Maldita sea Anthony, ¿te golpeaste la frente con algo?— la mirada del niño parece algo
deslumbrada por la cercanía, antes de cambiar a un pálido casi fantasmal cuando se aleja y
coloca una mano sobre su frente.

Ahora parece aterrado.

Con pánico.

Sus ojos parecen un poco diferentes, pero antes que lo mencione, la mano de Terry toma la
muñeca de Anthony antes de arrastrarlo fuera de la habitación en tiempo récord; mientras
Padma gritaba sobre ir a la enfermería. Esta por seguirlos, pero cuando llega a la sala común,
han desaparecido, por lo cual se queda pestañeando confundido unos momentos.

Luna aparece con algunos pergaminos luciendo tranquila.

Draco solo se encoge de hombros cuando le pregunta qué paso.

Sus amigos son raros, que Luna forme parte de este grupo selecto, solamente reafirma su
pensamiento.

No es hasta el siguiente sábado que Draco se detiene en camino al estadio que todo calza en
su mente.

—Hijos de puta— dice en voz baja, provocando que Cho voltee a verlo curiosa, pero Draco
solamente farfulle por debajo al entrar al estadio.

La semana pasada había comentado con Padma y Anthony sobre su extraña actitud, pero
ambos chicos parecían tan confundidos que Draco llegó a pensar que todo era una mala
broma; Terry volvió a ser silencioso cuando llego a la habitación y Michael días después
estaba tranquilo en el dormitorio. No volvieron a preguntar por la cámara de los secretos y
eso hizo que Draco se sintiera incómodo cuando era él quien preguntaba al respecto, pensó
que sus amigos entendieron que actuaron raro ese día y se estaban disculpando al respecto.
Pero luego había visto a Potter literalmente congelarse en el pasillo y huir con solo verlo, lo
cual parecía ser su costumbre desde navidad.

Irónicamente, aunque eso es lo que buscaba inicialmente el año pasado, no pudo más que
sentir que su actitud era molesta de alguna forma.

Luego como por arte de magia recordó lo que sucedía en la película del segundo libro, se
supone que el trío dorado de Hogwarts usaría la pocion multijugos para entrar a las
habitaciones de Slytherin; esto porque sospechaban que el Draco Malfoy original podría ser
el heredero Slytherin, lo cual eran patrañas. Draco había pensado que, dado que era un
Ravenclaw, no tendría que ser parte de esta situación en específico y simplemente estaría
ajeno a toda la historia.

¿Esos bastardos dudaban de él?

Ellos habían preguntado en múltiples ocasiones si Draco conocía algo sobre la cámara, lo
cual siempre omitió e ignoró, no importa que tantas veces Hermione señalara que era amiga
de los Slytherin.

Dudaba que fueran a Ravenclaw solo por eso.

Pero si Hermione hubiera hecho un poco más de pocion, para poder ir tanto a Slytherin como
Ravenclaw; pudieron haber ido en navidad con las serpientes, o después. Pansy se quejó de
que Gregory y Vincent no dejaban de quejarse que en navidad estuvieron una hora encerrados
en un armario, recordaba algo de Hermione y pelo de gato, pero parece que la niña esta
tranquilamente por los pasillos.

Algo se estaba escapando de su comprensión, pero si esos idiotas fueron a Ravenclaw


infiltrados los asesinaría, luego se suicidaría por idiota.

¿Cómo no lo notó antes?

Ahora parecía tan obvio.

Draco estaba hirviendo con su bate en la mano, mientras Eliza apretaba la mano del capitán
Hufflepuff, por otro lado, Cedric coqueteaba con una sonrisa descarada a cualquiera que lo
viera; Cho estaba en la banca como suplente, jugaría en el siguiente partido y la sonrisa de
Cedric se estaba desperdiciando.

El buscador tomó su escoba antes de sonreírle a él, a lo cual Draco solamente le regresó una
sonrisa retadora antes de ir con Robert al aire.

Estar en el cielo le hizo sentir cómodo, recordándose ignorar las graderías de los leones o
mataría a alguien; un destello rubio hizo que volteara confundido al palco de los profesores,
donde casi se cae de la escoba al ver a sus dos padres entre los adultos. Su padre estaba
tranquilo, pero su madre tuvo la amabilidad de agitar su mano con una sonrisa cálida; como
si quisiera que regresara a la realidad.

Todo mal humor esfumado.


Todo enojo sacado por la ventana.

Una calidez en su interior, que hizo que sujetara el bate con fuerza, esos malditos Hufflepuff
no sabría quien los golpeó.

Jugar como buscador es diferente a ser golpeador, si bien Draco puede jurar que ve el reflejo
de la Snitch mientras está volando, su deber es proteger a sus compañeros de equipo de las
bludger; es un juego con mucho mayor movimiento y concentración, porque las bludger están
constantemente por el campo y Draco tiene que usar sus dos brazos para detener las esferas
mágicas.

Ha dominado muy bien el volar sin sujetarse con ambas manos, a diferencia de Robert, quien
puede mantener una mano en el mango de la escoba sin problemas.

Es liberador, sus padres viéndolo como sí estuvieran orgullosos, golpear esferas que sacan
estrés y no importa que una impacte sobre su hombro con fuerza, Draco sigue volando con
mirada fiera entre el campo para ayudar a sus cazadores a anotar puntos.

Debe protegerlos, ese es su trabajo, su puesto y se siente bien con esa bandera.

Sabe que Cedric es un buen buscador, pero Draco se asegura que su equipo logre anotar la
mayor cantidad de puntos y Eliza parece brillar como guardiana.

Tienen este partido.

Está seguro.

El partido se extiende por más de una hora y aunque Draco siente el cansancio, sigue jugando
como si no hubiera un mañana, porque su padre está ahí; sus padres deben ver que Draco está
haciendo lo mejor posible. Eso no evita que cuando el rugido de la multitud delata que Cedric
atrapo la Snitch, estuvo un poco feliz de que la tortura terminara; giro a ver horrorizado a
Eliza, pero esta tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando se rebeló que incluso con la Snitch
Ravenclaw había ganado con una diferencia de 30 puntos.

Debe comportarse dignamente, porque es el heredero Malfoy y no dar un espectáculo, menos


frente a sus padres.

Draco apenas puede aguantarse de arrojarse sobre Eliza, cuando Robert literalmente lo
arrastra en un abrazo grupal y Cho es quien termina sobre la espalda de Draco alabándolo por
su desempeño en el primer partido; su hombro duele horrores, pero no aparta a Cho cuando
está a su lado. Eliza toma un momento para dar la mano al capitán de Hufflepuff, antes de
levantar el puño y que todos los Ravenclaw que se han acercado vitoreen.

Puede notar a Anthony y Padma felicitarlo a la distancia, pero Draco, aunque desea estar con
su equipo, no duda en separarse para casi correr donde los profesores; el padre de Draco está
ahí con su madre, la última con una sonrisa leve pero feliz, sus ojos brillan emocionados por
su victoria.
Voltea a ver a su padre temeroso de que pueda suceder, aunque su sola presencia, llena de
tanto anhelo y esperanza a Draco que casi quiere llorar.

Vino por mí.

No me odia.

Esta aquí.

—Bien hecho hijo— la forma en que habla Lucius es una que conoce muy bien, una que
utiliza para hablar frente a socios y sangre pura, para demostrar que su hijo ha hecho algo de
lo cual debe sentirse orgulloso y puede demostrar frente a los demás.

Y maldita sea que duele.

Parte de su emoción por ganar es apaciguada, su sonrisa mengua un poco y siente picazón en
su vientre.

¿Qué tengo que hacer para que se sienta orgulloso?

La respuesta llega de golpe, si tan solo diera un paso atrás a sus pensamientos, si tratara a sus
amigos de la forma en que su padre quiere, este se sentiría orgulloso de él; si actuara como un
pura sangre perfecto, como debería hacer, su padre aplaudiría sus elecciones.

¿Lo haría?

¿Sería suficiente?

—Volaste de manera maravillosa querido— habla su madre atrayendo su atención, sus


palabras cálidas y como acaricia su mejilla, provocan que su interior se caliente un poco.

Está diciendo la verdad.

Su madre lo ama y apoya.

—No podía perder de ninguna manera, mucho menos sí mi hermosa madre me estaba
observando— intenta sonar casual cuando ve de reojo a su profesor Snape acercarse con
Dumbledore, su padre levanta la barbilla casi con reto ante el hombre.

No apoya eso, pero tampoco le agrada totalmente Dumbledore, así que no piensa menos de
su padre por esa acción.

—Siempre tan halagador— la manera en que Severus dice esas palabras, no suenan positivas,
pero Draco solamente le da una sonrisa cegadora.

Puede que no fuera un Slytherin, pero sabe que su padrino parecía curiosamente complacido
con que hubiera hecho un buen trabajo; su mirada era mil veces más cálida que la de su
padre.
—Sin duda el mejor estudiante de su generación y un jugador de Quidditch totalmente
excepcional, Ravenclaw no podría estar más agradecido con tenerlo dentro de su casa—
habla Flitwick apareciendo ahora con McGonagall, el profesor de su casa luciendo
complacido y Draco se siente un poco abochornado de repente.

Ve de reojo a su padre, quien solamente asiente.

Duele.

Pero Draco piensa que es una mejoría, un avance, está aquí y eso es todo lo que importa. De
reojo mira a Severus casi suplicante, pero este solamente parece ver a su padre con dureza; su
madre quien ahora tiene una sonrisa un poco más tensa, es quien le da un suave apretón en su
hombro.

—Es un orgullo tener a Draco como nuestro hijo, pero no queremos acaparar tanto, deberías
estar celebrando con tu casa este maravilloso partido— su madre es amable, pero le esta
dando un escape que Draco piensa tomar.

Una parte de él quisiera llevarla donde están sus amigos esperando, poder presentarlos
formalmente, que conozcan a su madre de la cual se siente orgulloso; pero es un sueño
infantil y tonto.

Porque eso no es posible ahora.

Sus dedos tiemblan ligeramente, queriendo hacer lo que no puede, pero en su lugar solamente
abraza a su madre quien le regresa el abrazo levemente sorprendida; si bien Draco es alguien
demasiado afectivo con su madre, suele no serlo frente a tantas personas. La abraza un poco
demasiado fuerte, pero su madre no hace ningún comentario cuando acaricia con suavidad su
espalda esperando poder tranquilizarlo; ocupa saber que ella aún lo ama.

Necesita saberlo.

—Estoy hablando con él, cuando vuelvas a casa te prometo que todo estará bien— susurra
rápidamente su madre a su oído y él asiente de forma apenas perceptible.

Se aleja de su madre, dándole una sonrisa a su padre quien responde con un asentimiento de
cabeza, aunque sus ojos sospechosos vuelan a su esposa que no parece afectada.

Draco se despide de los profesores, casi corriendo hacía Padma y Anthony que lo estaban
esperando; de reojo nota que algunos Gryffindor aún se estaban marchando, pero no quiere
prestar atención a Potter que parece detenido viéndolo a la distancia con sus dos amigos que
lo empujan.

No.

Esa tarde no importa nadie.

Celebra con sus amigos Ravenclaw, incluso cuando Anthony le reprocha cada cinco minutos
si está bien, Draco solamente sonríe mientras victorean a Eliza su capitana y todos se
encuentran optimistas; hay un ligero vacío en su pecho que Draco realmente no piensa
prestarle atención.

Esa noche no.

Los siguientes días Draco se siente mejor, si bien Padma le ha preguntado por lo que ocurrió,
Draco es una caja sellada al vacío y no tiene el mayor interés de hablar de su familia frente a
Padma; no cuando ella tiene la familia perfecta. Se siente estúpido pensando sobre el tema, la
familia Malfoy esta forrada en dinero y es una gran mejoría de su familia como Orion Blake;
aunque su madre lo ama aún se encuentra siempre presionado por su padre y está
comenzando a sentirse desesperado. Por años ha tenido el plan de ayudar a su padre, pero ese
plan no parece tener sentido si su padre no logra amarlo mucho más de lo que le teme a
Voldemort.

Pero es optimista, no se ha interpuesto en la cámara de los secretos, nadie ha muerto y no hay


un motivo real para que su padre lo odia.

Su madre va ayudar.

Ella siempre es la mejor en estos casos, pero eso no evita que se sienta un poco ansioso y en
más de una ocasión los siguientes días del partido se encuentre releyendo un párrafo más de
una vez.

Está distraído.

Así que cuando Luna le ofrece acompañarlo a dar un paseo, es Michael quien lo saca de la
habitación quejándose de que no sirve de nada en su estado actual. Ofendido con sus amigos
comienza a despotricar sobre lo traidores que eran, hasta que Anthony da un paso al frente
luciendo un poco dramático, lo que hace que Draco se encoja un poco al lado de Luna
confundido.

—Te amo— dice Anthony casi de forma teatral (Padma culparía a Draco de que su amigo
fuera así ahora) y todos en la habitación menos Luna gimotean cansados.

Cansados de la broma continua de Star Wars que han hecho desde que regreso de vacaciones
de navidad.

—Lo sé— responde Draco con su mejor imitación de Han Solo, antes de que salga por la
puerta corriendo y escapando de la almohada mortal de Padma.

Luna por otro lado parece feliz de caminar por el castillo con Draco, no por el lado de que las
últimas semanas han dejado de molestarla y de quitarle sus objetos; una sonrisa mortal de
Draco es suficiente para detener a cualquiera y en general usaría alguna cosa que le pediría a
los gemelos si alguien sigue molestando. Ignorando que su primer año estuvieron entre
bromas por ambos lados, los gemelos son unos amantes del caos que simplemente le dan
cosas a Draco por un precio razonable.

Draco comienza a tener una reputación en su casa, hay menos trabajos de pociones que
revisar, pero en general los niños comienzan a temerle.

Respeto, dirá Draco a sus amigos, pero el miedo también ayuda.

Luna no tiene amigos de su edad o de su año, por lo cual Draco no le molesta tenerla a su
espalda si eso le ayuda a no sufrir de algún mal trato de los otros estudiantes. Cho es una que
ha comenzado a saludar a Luna cordialmente al notar lo unida que esta con Draco, el club de
Quidditch también parece tener sus reparos y la mayoría de años mayores los ignoran;
parecen más preocupados de que Draco les ayuden en pociones que en molestar a una niña.

Funciona para Draco.

Por otro lado, aún hay rumores en otras casas, pero la influencia de él no ha llegado tan lejos;
aunque Pansy a regañadientes no dice nada malo de Luna cuando esta frente a Draco, Blaise
y Theo la tratan como de costumbre.

Millicent por otro lado parece ver a Luna como si fuera basura, pero no comenta nada frente
a Draco.

—Creo que descifré una parte de tu libro, es un hechizo de alucinación, puede hacer ver a tu
oponente lo que quieras por un corto periodo de tiempo; aunque no están los pasos escritos—
habla Luna con un dedo en su mentón pensativa, Draco asiente porque había visto que tanto
Luna había estado trabajando en el texto con simbología maya al lado de una frustrada
Padma.

—Podría servir como distracción— no es un hechizo ofensivo, pero siempre y cuando no lo


dejara en cama una semana, Draco cree que podría trabajar con este.

—Creo que sería encantador poder hacer que otros vean lo que quieren, yo haría a mi padre
ver a mamá nuevamente— Luna no parece afectada de hablar de su madre muerta como
otros, a lo que Draco solamente se encoge un poco no acostumbrado a una persona como ella.

Diferente a Selena sin duda, su hermana menor, aunque nunca conoció a su madre, nunca
pudo hablar realmente bien sobre ella; o el tema de las madres en realidad.

Un destello rojo lo hace detenerse en el camino, Draco pestañea viendo a la menor de los
Weasley lucir demacrada cuando caminaba por los pasillos; esta por decir algo, pero se
detiene indeciso. Luna por otro lado da un paso al frente para llamar la atención de Ginny
Weasley, quien salta un poco asustada al verlos, pero queda algo perdida ante la sonrisa
amable de Luna.

Draco tiene un mal presentimiento.

¿Cómo terminaron los 3 en medio del bosque con Hagrid a su lado?

Realmente no está seguro.


En un momento Luna estaba saludando a Ginny, anunciando que era la única de su año que
no la trataba mal y al siguiente estaban en medio del bosque donde Hagrid parecía haberlos
estado esperando; Hagrid hace un comentario sobre Draco adoptando niñas de primer año, a
lo cual se encoge de hombros. Hagrid quien había conocido a Luna gracias a Draco, parece
sorprendido de que la niña pueda ver un Thestral; sorpresa que disminuye cuando esta acepta
que vio a su madre morir y que deja de tener importancia cuando Draco admite que también
puede verlos.

No sabe porque, por lo cual Hagrid parece fascinado.

—¿Caballos negros con alas?— pregunta Ginny luciendo confundida y por primera vez
desde que llegaron al colegio, un poco más viva.

Había tenido sus dudas iniciales, pero no fue hasta que Luna la guió para que tocara uno, que
la niña chilló aterrorizada al sentir algo donde no debía haber nada.

Son enormes, piensa Draco curioso.

Si bien tienen un aspecto mucho más aterrador que un caballo normal, las bestias parecen
lucir claramente encantadoras alrededor de Hagrid y Luna; esta última asegurando que en
ocasiones viene alimentarlos. La mayoría de estudiantes parecen ignorar su presencia, Ginny
parece sorprendida cuando Hagrid anuncia que son los Thestral los que tiran de los carruajes
de años superiores; Draco por otro lado esta fascinado cuando uno de ellos lo deja acariciar
su pelaje.

El cabello negro lo ve intensamente, pero cuando juega con su oreja y mastica un poco su
cabello, Draco suelta una carcajada divertida.

Según la descripción son bestias peligrosas, pero Draco piensa que son bellas a su manera.

—Tal vez si le pregunto a Dumbledore podría dejarlos montarlos algún día, parece que están
encariñados con ambos— habla Hagrid viendo tanto a Draco como a Luna con las bestias,
Ginny por otro lado chilla cuando la manzana que usaba para alimentarlos desaparece frente
a ella como si algo la comiera.

No viendo al caballo disfrutar de la merienda.

—No soy buena con las alturas— confiesa Luna tranquila, en cambio Draco ve a uno de los
caballos con un tirón divertido.

—Creo que prefiero las escobas—

Los Thestral son criaturas inteligentes, porque uno de ellos muerde deliberadamente su
cabeza haciendo a Draco chillar divertido.

Ginny suelta una ligera risa, lo cual Draco se alegra y toma como una victoria.

Esperando que, al finalizar el año, no todo fuera tan malo para la niña; la culpa
probablemente, es lo que le guía a que cada vez que ve a Ginny después de eso la salude
amablemente. Luna también comienza a pasar tiempo con la niña que luce un poco mejor,
cansada, pero realmente feliz y no solo existiendo.

Los ataques parecen estancarse y Draco casi quiere pensar que todo ha acabado.

El 14 de febrero fue una fecha sin duda inesperada.

Desde que amaneció Draco se encontró algo cansado, porque Eliza no era alguien romántica
y su capitana parecía emocionada por la anterior victoria del equipo; una práctica casi
espartana hace que Draco sólo quiera estar en su cama todo el día. Practicaron toda la mañana
y aunque en la tarde tuvo tiempo para relajarse, ya que los Gryffindor habían apartado el
campo en la tarde, Draco pensó que era solo una bendición disfrazada; el propio Harry
parecía haber entrado como vaca al matadero al ver el rostro de Draco agotado.

No todos tienen lo que quieren.

Potter había hecho un chiste sobre su apariencia, pero casi parecía forzado y cuando Draco
volteó a verlo, el niño parecía alejarse rojo como un tomate.

Si esta era la idea de ser un rival, Draco podría señalar muchas fallas.

Pero el 14 de febrero demostró que sería un día diferente, cuando entró al gran comedor las
paredes estaban cubiertas de flores grandes de un rosa chillón, aún peor, del techo de color
azul pálido caían confetis en forma de corazones. Padma soltó una risa nerviosa apuntando a
Lockhart y Draco solamente se quejó ruidosamente por el actual aspecto, pero tenía hambre y
quejarse de su pésimo profesor de defensa no era algo nuevo.

No quería pensar en la estúpida túnica que usaba ese día.

Ya era una perfecta broma por si mismo, pero era como echar leña a una fogata buscando la
burla de todos los presentes.

—¡Feliz día de San Valentín!— gritó Lockhart —¡Y quiero también dar las gracias a las
cuarenta y seis personas que me han enviado tarjetas! Sí, me he tomado la libertad de
preparar esta pequeña sorpresa para todos vosotros… ¡y no acaba aquí la cosa!—

Lockhart dio una palmada, y por la puerta del vestíbulo entraron una docena de enanos de
aspecto hosco. Pero no enanos así, tal cual; Lockbart les había puesto alas doradas y además
llevaban arpas.

Draco sintió un poco de pena por los enanos.

—¡Mis amorosos cupidos portadores de tarjetas!— sonrió Lockhart —¡Durante todo el día de
hoy recorrerán el colegio ofreciéndoos felicitaciones de San Valentín!, ¡Y la diversión no
acaba aquí! Estoy seguro de que mis colegas querrán compartir el espíritu de este día. ¿Por
qué no pedís al profesor Snape que os enseñe a preparar un filtro amoroso? ¡Aunque el
profesor Flitwick, el muy pícaro, sabe más sobre encantamientos de ese tipo que ningún otro
mago que haya conocido!—

El profesor Flitwick se tapó la cara con las manos. Snape parecía dispuesto a envenenar a la
primera persona que se atreviera a pedirle un filtro amoroso.

—46 personas tienen problemas mentales— musitó Terry por debajo, a lo cual Draco asintió.

—Creo que sería encantador recibir un poema, aunque todos parecen actuar como si tuvieran
una infestación de Wrackspurt el día de hoy— habla Luna confundida viendo a todos lados.

Curiosamente, aunque no cree en las criaturas, Draco no pudo estar más de acuerdo y por el
rostro de otros estudiantes, parecía que el día de hoy podría ser una tortura.

Lo fue, pero no lo fue.

Los enanos se pasaron el día interrumpiendo las clases para repartir tarjetas, ante la irritación
de los profesores, pero Draco se encontró bastante sorprendido de recibir al menos 7 poemas
al finalizar el día. Sus amigos habían comentado que era popular entre la población femenina,
pero eso no significaba nada, lo que cambiaba claramente al recibir algunos poemas; lejos de
sentirse avergonzado, parecía sorprendido ya que como Orion Blake no tuvo tanta atención
femenina.

Tal vez la tuvo, pero por estar prestando atención a su hermana y sobrevivir, no se dio cuenta
realmente.

Ahora como Draco Malfoy, encontró impresionante y algo intimidante, que al menos 7 niñas
(dudaba que algún niño le enviara algo, eran demasiado jóvenes para entender en realidad
que Draco le gustaban ambos niños al menos que lo dijera en voz alta) tuvieran el coraje para
enviarle un poema con algún ridículo enano. Pero tomó cada poema con una sonrisa
amistosa, sin desalentar a nadie o animarlo, simplemente agradeciendo el poema y sin parecer
avergonzado.

Era algo tierno, para un niño de esta edad (¿acaso él no tiene 12 años? A veces se siente
como un niño y otras como un adulto) era la forma en que indicaban sus emociones, pero en
general sólo serian momentos que recordarían en la posterioridad con vergüenza; Draco
esperaba que su forma de aceptarlos provocara un poco menos de vergüenza.

Recibió otro poema al casi finalizar la tarde, que era abiertamente de Luna ya que esta firmó
y solo por eso le envió un poema de regreso. Alabó su cabello rubio y sus ojos azules,
además de su creatividad y personalidad, lo que provocó que Luna pareciera realizada ante su
regalo. Cuando la niña comentó que era un gran regalo de cumpleaños, Draco casi se cae de
la silla porque Luna cumplía años el 13 de febrero y de esa forma todo su grupo de
Ravenclaw que incluía a Padma, le enviaron poemas a la niña antes que terminara el día.

Lo cual hizo que Luna parecía encantada y que Pansy no lo hechizara por darle un poema a
otra niña, cuando ella fue una de las 7 niñas originales que le envió un poema.
Estaba meditando sobre enviarle un poema a Pansy, bajando de la torre de encantamientos
donde estuvo en clases, cuando un alboroto lo distrajo.

—¡Eh, tú! ¡Harry Potter!— gritó un enano de aspecto particularmente malhumorado,


abriéndose camino a codazos para llegar a donde estaba Harry.

Draco no lo había visto hasta que sonó el llamado, Anthony a su lado pareció ver todo igual
de sorprendido cuando el niño se volvió pálido de golpe; Harry volteó a ver a Draco y en su
mirada de pánico, Draco supuso que el niño estaba por vomitar.

Ginny quien estaba cerca, pareció un momento confundida cuando Harry claramente parecía
listo para huir; Draco ladeó el rostro ya que supuso que pasaría antes que ocurriera, había
visto a otros estudiantes intentar huir en todo el día y era obvio que no podrían.

El enano, se abrió camino a base de patadas en las espinillas y lo alcanzó antes de que diera
dos pasos.

Eso debió doler.

—Tengo un mensaje musical para entregar a Harry Potter en persona— dijo, rasgando el arpa
de manera pavorosa.

—¡Aquí no!— dijo Harry casi con pánico volteando a ver a Ron por ayuda, pero su mirada
terminó desviándose a Draco casi con horror.

Su rostro parecía como si hubiera visto la muerte misma, su ya pálido rostro se volvió incluso
peor cuando sus ojos chocaron.

No es que fuera hacer nada, intentó trasmitirle con la mirada que lo mejor sería mantenerse
quieto, pero el niño quería huir.

—¡Párate!— gruñó el enano, aferrando a Harry por la bolsa para detenerlo.

—¡Suéltame!— gritó Harry, tirando fuerte.

Tanto tiraron que la bolsa se partió en dos. Los libros, la varita mágica, el pergamino y la
pluma se desparramaron por el suelo, y la botellita de tinta se rompió encima de todas las
demás cosas.

Harry intentó recogerlo todo antes de que el enano comenzara a cantar ocasionando un atasco
en el corredor.

—¿Por qué toda esta conmoción?— dijo otra voz familiar, la de Percy Weasley, que se
acercaba.

Con desesperación, Harry intentó escapar corriendo, pero el enano se le echó a las rodillas y
lo derribó.

—Bien— dijo sentándose sobre los tobillos de Harry —ésta es tu canción de San Valentín: —
Tiene los ojos verdes como un sapo en escabeche

y el pelo negro como una pizarra cuando anochece.

Quisiera que fuera mío, porque es glorioso,

el héroe que venció al Señor Tenebroso.

Draco está seguro de que Harry habría dado todo el oro de Gringotts por desvanecerse en
aquel momento. El niño estaba intentando reírse con todos los demás, se levantó, con los pies
entumecidos por el peso del enano, mientras Percy Weasley hacía lo que podía para dispersar
al montón de chavales, algunos de los cuales estaban llorando de risa.

Aunque disimulaba, Harry estaba escapando de la mirada de Draco.

—¡Fuera de aquí, fuera! La campana ha sonado hace cinco minutos, a clase todos ahora
mismo— decía empujando a algunos de los más pequeños.

Percy fue bastante claro, pero mientras Harry literalmente se alejaba huyendo nuevamente de
su mirada, Draco notó que Ginny parecía desinflarse.

Se apresuró a la niña para palmear su hombro, a lo cual esta lucía miserable.

Sin duda la causante del poema.

No es que fuera algo malo, Draco estaba seguro que en algunos años cuando Ginny se
reuniera finalmente con Harry (si su mente no falla, sería cerca del sexto año de Potter) esto
solamente sería una broma vergonzosa pero cálida entre ellos.

—Fue un lindo poema— intenta animarle Draco, de reojo nota que Anthony arruga el rostro
sin estar de acuerdo, pero al menos no hace un comentario negativo.

Ginny solo suspira, antes de asentir, pero parece tan avergonzada que solamente da media
vuelta para irse; su rostro esta algo pálido desde que vio las cosas de Potter caer.

Lo cual recuerda a Draco alarmado, sobre haber notado un cuaderno negro entre ellos.

Maldición.

Draco decide quedarse en Hogwarts en las vacaciones de semana santa, Terry y Michael
regresarían a casa, pero convence a Anthony y Padma de quedarse para probar el hechizo que
Luna ha descubierto; esta última tristemente decide volver a casa con su padre. Lo mejor es
practicar el hechizo ahora que están en vacaciones, por si tuviera que pasar algunos días en la
enfermería a lo cual; tomaron algunos días antes de vacaciones para traducir el texto maya,
con ayuda de Luna. Orion parecía muy orgulloso del hechizo, ya que entre todos sus escritos
no habían encontrado nada con tanto afecto; Draco tenía la teoría que la parte de Dragones
tendría alguna forma similar.

Pero mientras no pudieran descubrir el idioma que Orion inventó, lo cual llevaba demasiado
tiempo y errores el poder capturar.

Sólo podrían con los idiomas ya existentes.

Sí estos idiomas no parecieran tener dos o tres combinaciones como tal, sería mucho más
fácil.

El hechizo como tal era:

Sáasil weenel

Entre las traducciones pudieron descubrir que efectivamente creaba una ilusión para el
objetivo, que dependería de que quiere que el usuario observe y todo a su alrededor
cambiaria; claro que físicamente no se afecta y solamente podría ser conjurado correctamente
sí el usuario tiene primero al objetivo en su mirada. No determina sí solamente sería para
personas o también funcionaria con criaturas, pero le daba un poco de miedo usarlo con
Merlín como aconsejó Anthony.

Su lechuza lo picotearía hasta la muerte.

Así que apenas iniciaron las vacaciones y los chicos se fueron, Draco se encerró en el
dormitorio con Anthony y Padma para lanzar el hechizo.

—Sáasil weenel— su pronunciación era algo torpe, pero estaba seguro que era como Luna le
había indicado.

Tristemente no funcionó, Padma negó con la cabeza y Draco gruño frustrado. Padma y
Anthony intentaron usarlo también con Draco, pero luego de dos horas de intentos, Draco
bajó enfurruñado al comedor esperando poder despejarse un poco. Muchos de los estudiantes
se fueron felizmente a casa, por lo que quedaban pocos estudiantes; Draco le había enviado
una carta esa mañana a su madre y también a Dora, la carta de Andrómeda fue enviada el día
de ayer preguntando por el estado de su jardín.

Draco esperaba que el día siguiente obtuviera una carta de la mujer describiendo sus horas en
el jardín, pero, aunque no tenían muchos temas de conversación y Draco no entendía tanto, le
gustaba hablar con su tía. Su esposo Edward usualmente enviaría algunas notas dentro de la
carta de su tía, comentando sobre películas muggles y claramente interesado en verlo pronto.

Dudaba que pudiera ir en un futuro cercano, pero tenía fe en su madre y con suerte estas
vacaciones no solamente tuviera que pasarlas con Pansy.

La niña que se había ido de vacaciones con su familia, Theo y Blaise también.

Fue algo desconcertante, ya que últimamente intentaba pasar con ellos los almuerzos, así que
se dejó arrastrar con Padma a la mesa Gryffindor; Draco se sintió algo acorralado, pero
Parvati lo recibió con Neville, por lo cual Draco se sentó con una sonrisa seguido de
Anthony.

—Este año la competencia de la torre Ravenclaw será en algunas semanas— anuncia Padma
emocionada, a lo cual Anthony y Draco victorean por igual, Neville se ve algo pálido y
Parvati solamente se ríe.

—Supongo que este año Neville no quera participar, después de lo sucedido el año pasado—
comenta Anthony divertido guiñándole un ojo a Neville, quien se vuelve un poco pálido.

Parvati ve como los tres Ravenclaw se ríen con curiosidad, pero antes que pueda decir algo,
Hermione toma asiento seguida de sus dos amigos frente a ellos. Harry parece un poco
aliviado de no estar en clases como Ron, pero Hermione ve a los integrantes de la mesa con
curiosidad; Draco se encoge de hombros ante su mirada y luego señala a Padma.

La niña solamente sonríe encantadoramente como siempre.

—Bueno pensé en sentarme aquí con los Gryffindor, especialmente desde que está mi
hermana y mi nuevo amigo Harry— Padma responde una pregunta que nadie hizo, pero
Draco voltea a ver a su amiga curioso y Anthony suelta una leve risa que lo hace conocedor
del tema.

¿Se ha perdido de algo?

Voltea a ver a Potter, quien parece pálido de repente, sus ojos son como dagas para Padma
quien sonríe de forma divertida.

Hermione y Ron suspiran al mismo tiempo.

—¿Desde cuando eres amiga de Potter? —pregunta Draco, porque nadie parece interesado
en hacer la pregunta a excepción de él.

Padma sonríe al verlo.

—Bueno la semana pasada habló conmigo, estaba muy interesado en el libro que alguien
estaba leyendo y yo claramente lo ayudé a responderle la pregunta— es una respuesta, pero
que no dice mucho y Draco entrecierra los ojos, notando de reojo como Anthony lucha por
contener la risa.

—Me alegra que te diviertas, yo soy quien tiene que verlo obsesionado las 24 horas— gruñe
Ron viendo a Anthony, como si fueran amigos y eso nuevamente alarma a Draco.

¿Son amigos?

¿Desde cuándo?

Sus preguntas en el rostro debieron ser demasiado obvias, ya que Anthony lo ve casi con
lastima.
—Ohhh no me mires así Draco, mientras tu siempre estas cuidando de Luna o Ginny, a veces
hablamos con Ron o Hermione; Harry parece no estar muy interesado en la charla si no hay
algo en específico como tema de conversación— contesta Anthony con franqueza,
provocando que Draco se sienta levemente traicionado.

Porque no sabía eso.

No tiene nada contra Potter y compañía, pero nuevamente, no le gusta ser excluido;
especialmente cuando esta algo resentido con el trío dorado por usar obviamente la pocion
multijugos con él, está seguro que si los expone sus otros amigos no serían tan cercanos, pero
no lo hace.

Porque es mezquino e infantil.

—Por eso Luna es mi favorita— farfulla claramente molesto por bajo, pero Anthony
solamente sonríe antes de poner rostro serio.

Padma gimotea por bajo al saber esa mirada confundiendo a todos los demás, pero Draco por
otro lado se ilumina al conocerla.

—Te amo— nuevamente citando a la princesa Leia y Potter escupe su bebida frente a todos,
Draco lo ignora para seguir en el papel.

—Lo sé— responde con seriedad, antes de que su rostro se divierta y choque los cinco con
Anthony igualmente emocionado.

Todos parecen confundidos.

—Es una escena de una película muggle, Draco y Anthony están obsesionados con ella, se
llama Star Wars Harry por si te interesa verla— habla Padma dándole una mirada juguetona a
Harry, quien sigue luciendo abochornado e impactado por lo que acaba de suceder.

Parvati solamente se encoge de hombros y los otros Gryffindor solo se ven confundidos,
comienzan acostumbrarse a sus excentricidades y Draco está feliz por ese pequeño logro.
Ron musita sobre no entiende como vieron una película Muggle, pero nadie ahonda más en el
tema para su suerte.

—¿Padma a que estudiante invitaremos este año para los juegos Ravenclaw anuales?—
pregunta Draco porque sabe que esto generara un caos en los Gryffindor, quienes ven todo
confundidos, especialmente el trío dorado.

Neville solo se encoge un poco en su asiento.

Bien le hace al trío dorado por intentar robar a sus amigos.

Draco piensa en Ginny, probablemente la niña tendría un mejor semblante sí la invitaran,


aunque los gemelos podrían ser divertidos; Draco se muere por poder invitar alguno de sus
amigos Slytherin, pero duda que ellos aceptaran. Luna por otro lado era un estudiante de
Ravenclaw, así que podría participar si ella quisiera y Draco estaba casi tentado a meter un
poco de cerveza de mantequilla a escondidas. Robert su compañero Ravenclaw en el
quidditch, parecía dispuesto ayudarle y era el favorito de Eliza; tantas posibilidades.

No era licor, pero sería algo divertido.

—Neville tal vez tenga ganas de ir nuevamente, por otra ronda con Draco— se burló
Anthony activamente, haciendo que Neville chillara alarmado viendo a los demás, pero nadie
parecía entender que paso.

Duda que entiendan que paso alguna vez.

Draco notó como Harry volteaba a ver a Neville casi con traición en sus ojos, mientras que
sus otros dos amigos parecían curiosos.

—¿Neville?— preguntó Hermione suavemente, pero Neville solo negó con la cabeza y
ambas manos en su rostro.

—Lo que pasa en la torre Ravenclaw— musitó Neville tan bajo y con pánico que nadie lo
escucha, pero fue suficiente para Draco y sus amigos.

—Se queda en la torre Ravenclaw— recitaron Padma, Anthony y Draco de forma solemne,
antes de soltar risas entre ellos que solo confundieron a los demás.

Draco rápidamente salto con la idea de generar el peor caos que el mundo ha visto.

—Creo que deberíamos invitar a los gemelos— aseguró con diversión, haciendo que
Anthony casi se caiga de la silla por reírse tanto.

Padma lo vio sorprendida.

—Por Merlín, realmente quieres ver el mundo arder— afirma su amiga con sorpresa, pero
maliciosa curiosidad que hace a Draco sonreír encantador —pero creo que sería divertido y
aumentaría el caos del año pasado, creo que sería genial— ha influenciado mal a su mejor
amiga, Draco nunca se había sentido más orgullosa de ella.

—¡Fred, George!— llama rápidamente, alegre de que los Slytherin casi en su totalidad se
fueron de vacaciones y nadie podría señalarlo por hacer esta locura; dos cabezas rojas voltean
curiosos del otro lado de la mesa antes de acercarse —¿Quieren entrar a un evento anual
exclusivo de la torre Ravenclaw?— pregunta Draco con una mirada expectante.

Ambos gemelos se ven de reojo curiosos, Ron parece alarmado.

—Pensé que era de tus Weasley favoritos— dice este indignado, pero Draco lo ignora por ver
a los gemelos con ojos brillantes.

—¿Qué clase de evento Malfoy?—

—¿Podemos llevar bromas?—

Si, va ser un caos.


—Maldición, Terry y Michael van a matarnos—

—Pueden llevarlo, solo si prometen que todo lo que pase en la torre se va quedar en la torre
— explica Draco con una mano en alto, lo que hace que ambos gemelos sonrían de forma
maliciosa.

Nota de reojo la mirada curiosa de Potter, pero cuando Draco voltea, este solo aparta el rostro
levemente sonrojado; parecía querer decir algo, pero se mantuvo silencioso. Padma
rápidamente sigue su desayuno, recordándole a Draco que sí querían todo listo era mejor
apresurarse para ir a la biblioteca; Draco asiente antes de preguntarle a Hermione sobre
hechizos que necesitan contacto visual y esta recomienda varios libros.

Si.

Ese hechizo estará dominado pronto, espera.

Continuara…

Chapter End Notes

Espero que no se olvidaran de los juegos anuales de la Torre Ravenclaw que vendrán en
el siguiente capitulo, este año con gemelos incluidos. Me pregunto sobre quien estaría
preguntando Harry a Padma, una total sorpresa; mi querido niño intenta ser un rival y
claramente no le está funcionando muy bien.

La historia probablemente tenga un total de 10 capítulos, así que ya casi estamos


llegando al final.
Capítulo 8: Tobogán del mal
Chapter Summary

Draco tiene resaca magica y por culpa de Zacharias Smith es que todo se va al carajo.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

Toma una semana el hechizo y no funcionó como era necesario, de los tres Draco fue el único
en que pudo hacer que Padma viera lo que parecía un espectro de ilusión, pero no se alejaba
totalmente del mundo físico, así que no era el hechizo como tal; pero era un avance y era casi
similar a los pasos que estaba dando con Penélope al crear el hechizo patronus, que si bien no
tenía un animal como tal, parecía generar una cortina de niebla platinada. Draco escuchó
como la superior le explica que ocupa buscar un mejor recuerdo, pero incluso con tantos, le
es difícil elegir el indicado y concentrarse para lanzar el hechizo. Esos dos hechizos eran su
prioridad, junto con el libro de Orion y mantenerse en primer lugar en su generación; los
exámenes de final de año comenzaban acercarse y la mayoría de los Ravenclaw pasaban todo
el tiempo en la biblioteca.

Así que cuando terminaron las vacaciones de semana santa, Draco organizó con Padma la
noche de juegos el primer sábado posible.

Los gemelos se escabulleron a los dormitorios, sorprendiendo a Draco cuando aparecieron


con Ginny; ambos habían pedido permiso, preocupados por su hermana menor, pero estaba
sorprendido que la niña aceptara.

Esta lucía tímida a su lado, pero sus ojos dejaban ver que tan desesperada estaba por salir de
su rutina un día, así que Draco no tuvo quejas.

La habitación era un caos, había muchas más personas que el año pasado y esta vez Draco
había preparado con Anthony un gran banquete; sus amigos de quidditch le dieron varias
cervezas de mantequilla y la cantidad de cosas que traían los gemelos en una caja era una
indicación de que esta noche podría ser un caos total. Michael se puso frente a los demás, con
un cepillo de cabello como micrófono y un estúpido moño en su cuello. Todos estaban
vestidos con ropas cómodas, pero Padma aseguró que era imposible que ese pantalón de seda
fuera lo más barato que tuviera Draco y este se rio en su cara.

Comparado al año pasado que fue improvisado, este año habían tirado la casa por la ventana.

—Bienvenidos a los juegos anuales de la torre Ravenclaw, este año me toca a mi ser el
presentador ya que nuestra querida Padma se ha quejado con los altos mandos sobre el
machismo de nuestra honorable institución— todos los Ravenclaw aplaudieron de forma
ruidosa, causando que los gemelos se unieran, Luna solamente seguía la corriente y Ginny
parpadeó antes de seguirlos —este año contamos con una gran selección de juegos, donde el
inesperado verdad o reto tendrá participación con algunas mejoras, pero antes podremos
tomarnos un poco de juegos de mesa con retos— añade Michael con dramatismo, que hace a
todos aplaudir nuevamente.

Entonces Padma levanta un tablero que reconoce como el juego que ocultó en vacaciones.

El juego de la vida.

Un juego donde uno tiene una ficha, en medio de un pequeño transporte y que irá avanzando
por el tablero, cada espacio tiene un evento que te proporcionara alguna condición en el
juego; Draco no lo había jugado nunca, pero Padma salta emocionada.

—Para ganar el Juego de la Vida, 2 a 6 jugadores deben recolectar la mayor cantidad de


fichas Life como les sea posible y tener la mayor cantidad de dinero al final del juego. Los
jugadores recolectan fichas del mazo o de los otros jugadores cuando caen en los espacios
Life— había muchas más explicaciones, pero se irían viendo dentro del juego.

El problema ahora es que eran más de 6 jugadores, así que se determinó que jugarían en
equipos.

Los gemelos serian divididos para diversión de los demás.

Fred iría con Ginny.

George había elegido a Padma.

Terry iría con Michael.

Anthony tomó a Luna.

Draco se encontró solo.

—Maldición— gruñó Draco cuando le tomó el papelito que decía que le tocaba solo, antes
que el juego iniciara.

La diferencia del juego original, era que Michael había recolectado por su petición, una gran
cantidad de grageas de sabores; así que cada que alguien cayera en una casilla que te diera
una ficha life, tendrías que comer una de estas.

El reto era que, si no vomitabas y la comías completa, te daban la ficha, si escupías la gragea
o vomitabas, obviamente no obtendrías una ficha; dado que hay de todo tipo de sabores, eso
podría ser algo que funcionara bien o muy mal.

Que Terry repartiera bolsas de plástico para el vómito no era una buena señal.

El juego parece suficientemente simple, pero era obvio que con poco tiempo llegarían a
complicar las cosas.
—Está haciendo trampa, es imposible que le tocara nuevamente una de algodón de azúcar—
estalló Draco señalando a Terry, que solamente se encogió de hombros mientras obtenía otra
ficha y su carro avanzaba.

Hicieron el juego divertido, provocando que cuando llegaran a la parte de matrimonio fuera
como que ambos participantes del juego fueran los dos pines; Draco sería entonces el soltero
eterno que era padre soltero de 3 niños. Otros como Fred y Ginny fueron a la universidad
(tuvieron unos minutos de parte de Michael y Anthony para explicar la universidad como
término general) para tener un gran trabajo, George y Padma habían sido despedidos, pero
obtuvieron otro trabajo como policía que les generó ingresos, Terry y Michael eran la pareja
fuera del closet (los gemelos y Ginny parecieron sorprendidos cuando Draco declaró ser
bisexual y que él estaba fuera del closet fuera del juego) que tenía el trabajo de ser maestros y
una casa en el campo; Anthony tenía la peor suerte del juego siendo despedido dos veces,
Draco por otro lado tenía el trabajo como abogado y era felizmente padre soltero.

Incluso cuando el juego te “obliga” a casarte, todos declararon que Draco era soltero porque
les dio la gana.

Un complot en su contra.

Draco señaló que sería un gran padre de niños, antes de que casi fuera despedido, porque
tuvo que comer una gragea de sabor a jabón en polvo.

No lo peor.

Había visto a Michael vomitar cuando le tocó un sabor a vómito, Anthony casi se ahoga con
la de sabor a huevo podrido y nadie entiende como George pudo comer la de sabor a gusano
como todo un héroe; Draco le prometió una placa conmemorativa por el logro.

—¿Entonces te parezco más guapo que mi hermano?— preguntó Fred guiñándole un ojo,
saber que uno de los gemelos también era bisexual y no le daban importancia al género, fue
algo que todos habían visto con sorpresa.

George parecia ofendido de que pensaran que tendrían los mismos gustos (aunque la sonrisa
burlona lo delató al final como que todo le parecía divertido), pero Fred fue el único que
necesitaba salir del closet.

Curioso.

Incluyendo al propio Draco en sus burlas, al menos hasta que comenzaron a coquetear
descaradamente con él para molestarlo.

—Conocí a tu hermano mayor Bill, si tuviera que elegir a alguien para chuparle la polla, sería
ese— habla Draco con sonrisa presumida, que hace a casi todos caerse de la risa.

La cerveza de mantequilla no tiene licor, pero puede que estuvieran mucho más felices de lo
que deberían; tal vez Robert les había dado algunas un poco adulteradas, pero debido a su
falta de sabor, Draco comenzaba a pensar que solamente eran problemas mentales de ellos.
Mucho estrés por exámenes, la cámara y Draco obligándolos a trabajar en runas todo el
tiempo.

—Me siento herido Fred, hemos sido rechazados— dice George dramáticamente, antes que
todos sigan jugando; era un idiota que realmente no estaba interesado en él.

—¿Chupar polla?— pregunta Luna curiosa, a lo cual hay un silencio en el lugar, mientras
Ginny parece igual de curiosa.

—El que pierda en verdad o reto luego de este juego debe contestar esa pregunta— habla
Draco casi de forma ahogada, provocando que los mayores comiencen a gruñir por esa
injusticia, cuando fue claramente culpa de Draco.

Para sorpresa de todos, Draco levanta los puños vencedor cuando al final por una diferencia
de 10 euros del juego, termina ganando a pesar de ser padre soltero.

Nada podría ser peor que cuando le puso a uno de sus hijos imaginarios el nombre de
Scorpius.

Era un nombre encantador, muchas gracias.

El juego de verdad o reto toma un nuevo contexto ahora que están los gemelos, porque con la
gran cantidad de bromas que traen en su caja de sorpresas, eso podría escalar de intensidad
demasiado pronto. Michael quien era un generador de caos como los gemelos, había aceptado
la idea de Draco para la competencia y cuando la presentó todos habían parecido
horrorizados; Draco por otro lado sonreía de forma triunfante cuando todos los niños
comenzaron a replantear la idea de participar. Era un juego de verdad-reto-beso, donde con
una varita (tiene la idea de que los muggles usarían una botella) le darían vuelta, para elegir
quien sería el que podría el reto y a quien; hasta aquí todo bien. El giro argumental sería que
la persona seleccionada tendría dos opciones, Besar a quien le ha puesto el reto en los labios
o aceptar el reto/verdad, si no lograba hacer ninguno de los dos, saldría del juego por
descalificación y al final tendría que igual forma obtener un castigo por perdedor.

Solo habría un vencedor.

Estaba haciéndose un poco tarde, pero Draco estaba totalmente despierto ante la expectativa.

Porque el caos iba a comenzar, especialmente cuando uno de los gemelos giró la varita y
Anthony se puso totalmente blanco.

Draco por otro lado sabe que el juego está en su bolsa, no tendría problemas con besar a
nadie en esta habitación, excepto por Luna; más que todo por su apariencia, porque no
importa cuantas filias Draco ignore de su persona o le quite importancia, no es uno por el
incesto.

Luna sería como besar a Selena.


No.

Ese sin duda es su límite.

El límite de Anthony es subirse al techo de Hogwarts para colgar una bandera con el rostro de
los gemelos que ellos habían traído, más que todo porque el reto parecía imposible y por eso
terminó aceptando bastante incómodo el beso de Fred en sus labios; su amigo parecía algo
perturbado al admitir que era su primer beso, haciendo que los gemelos estallaran de risas.

Si.

Hoy iba ser el primer beso de muchos, así que Draco observó a sus amigos que parecían
horrorizados al percatarse de eso.

Anthony giró la varita ya que ahora era su turno, luciendo incrédulo cuando esta cae en Draco
y le da un intento de sonrisa seductora.

—Ve a las cocinas y tráeme un pastelillo— dice Anthony, lo cual parece un reto bastante
inocente y está claro que prefiere que lo haga antes de besarlo.

Draco casi se ve tentado a besarlo, solo para molestar a su amigo, pero sus ojos suplicantes
hacen que chasquee la lengua antes de ponerse de pie. Los gemelos parecen interesados en
ayudar, por lo que le indican el camino ya que no tenía la menor idea de por dónde ir; deja su
cámara para suplicarle a Luna que tome fotografías sí alguien más tiene que besarse.

No quiere perderse de nada.

Corre prácticamente por el castillo, alegre de que nadie parece encontrarse con él debido a la
hora y al llegar a las cocinas los elfos son muy amables; no se preguntan que hace ahí y
Draco está feliz de esa feliz ignorancia.

Casi se tropieza con Peeves, que simplemente se escabulle riendo al verlo y Draco suspiró
aliviado; pudo jurar que, al dar una vuelta por el pasillo, sintió una sombra un poco más
grande de lo normal, pero al voltear no vio nada realmente. Sólo con un poco de dudas saltó
por los pasillos y las escaleras, prácticamente azotando la puerta de su habitación para ver el
momento donde Michael tenía que darle un beso en los labios a Ginny, quien parecía igual de
constipada que su amigo.

Aplaudió emocionado al sentarse y colocó el panecillo sobre Anthony, quien simplemente se


encogió de hombros antes de comerlo.

—Era eso o irme a declarar frente a Hannah— susurra Michael rojo como un tomate, muy
similar a Ginny que hablaba sobre primeros besos abochornada.

Al ver que todos preferían dar un beso, ya que Padma literalmente se arrojó a besar a George
antes de revelar quien era la persona que le gustaba (Anthony había apartado la mirada
incómodo ante el beso y Draco lo agendó para el futuro), la siguiente ronda si alguien repetía
besar, quedarían eliminados. Draco notó ofendido que incluso Luna aceptó besar a Terry
porque nunca había besado a nadie, esto dejaba a Draco como el único que no había dado un
beso esa noche.

Era un buen besador, gracias, Neville podría dar fe de eso.

Pero conforme la noche avanzaba, George terminó con el cabello color azul metálico cuando
lo retaron a comer a ciegas algo de su propia caja de bromas, Fred terminó aceptando que fue
él quien rompió la escoba de Bill hace un año y Ginny saltó totalmente ofendida ya que fue
culpada por eso, Terry decidió pasar el resto de la noche solo en ropa interior, Michael ahora
no podía hablar realmente porque uno de los artículos de los gemelos hacía que cuando
abriera la boca sonara como un mono, Anthony y Draco tuvieron que hacer una
interpretación de la escena completa de Leia y Han Solo.

Anthony chilló cuando Draco lo obligó a besarlo, porque no iba pasar esa escena sin un beso
y su amigo se quejó de no besar a ninguna chica esa noche a pesar de ser heterosexual.

—Yo puedo besarte si quieres— habló Luna con inocencia, haciendo que Anthony rechazara
abochornado y Draco lo pateara por el tobillo porque era un buen besador.

Reforzar la amistad, cuando dijo eso todos se burlaron.

—Yo quiero una prueba— musito el único gemelo de cabellera roja por el momento que
suponía era Fred acercándose, pero Draco lo apartó antes de abrazarse a Padma.

El reto de Luna fue muy inocente sobre hablar de que pensaba de ellos, porque todos estaban
de acuerdo en que Luna era un ser puro que no merecía ser mancillado; Ginny por otro lado
fue obligada por su hermano para tomar una manta y asustar a alguien de la torre Ravenclaw.
La niña parecía algo alarmada, pero al final los gritos de la habitación de niños de tercer hizo
que Draco casi se orinara de la risa.

En algún momento dejaron de ser retos y con un viejo tocadiscos que Michael había traído de
casa, comenzaron con música y Draco comenzó a cantar algunas canciones.

—Cantas bien a Michael Jackson— habló Michael casi al finalizar la noche, pero Draco
siguió tarareando la canción de Billie Jean.

—¿Tienes a Queen?— preguntó Draco un poco divertido, lo que hizo que las cejas de
Michael se elevaran antes de sacar uno de los discos.

Si alguien notó su gran conocimiento sobre música muggle, fue aplacado ante el vómito de
Terry cuando tomó una gragea sabor a huevo podrido; Draco levantó los puños al aire
pensando que era justicia poética, a estas alturas más de uno ya había vomitado y Terry había
sido el único sin comer una gragea asquerosa hasta ahora.

Terminaron la noche alrededor de las 3:00 am.

Si.

Todo un éxito, aunque nadie ganó realmente el juego de retos ya que todos participaron.
.

¿Existe la resaca mágica?

Draco piensa que sí.

El día posterior a la fiesta, que en realidad son solo unas pocas horas después de la actividad
y nunca parece ser suficiente, Draco sólo quiere meterse en su cama y dormir por una
semana; pero no lo hace y en su lugar se levanta de mal humor para caminar fuera de la
habitación. Anthony le saca el dedo del medio cuando lo intenta levantar, Michael parece en
un coma diabético y Terry le da la peor mirada cuando se acerca. Camina molesto al comedor
por su cuenta, Padma olvidada ya que no puede entrar a la habitación de niñas y al llegar al
comedor encuentre que tanto los gemelos como Ginny están desaparecidos, Luna tampoco
está en ningún lado.

Toma asiento al lado de Pansy, quien lo ve como si tuviera una segunda cabeza.

—¿Tu cabello es verde?— musita Pansy como si estuviera intentando confirmar sus propias
sospechas.

Draco lo había olvidado, cree que pasó en algún momento de la noche, pero no podría
asegurar cuando fue; tal vez hay una fotografía por ahí que lograría poner mejor perspectiva.
Siente que en su anterior vida había visto muchas veces a otras personas tener alguna fiesta
de esta magnitud, pero usualmente incluyen alcohol y Draco comienza a preocuparse
pensando que si esto será tradición, cuando sean mayores de edad será totalmente un
desastre.

Ve a Pansy con dolor, pero la niña simplemente levanta una ceja como retándolo a quejarse.

Es una perra.

—Creo que el verde es el color de Draco, sin duda hubiera sido un gran Slytherin— comenta
Theo con una mirada de idiota que hace que Draco lo patee bajo la mesa, Blaise simplemente
come una tostada de forma refinada.

Con modales que Draco no quiere el día de hoy.

—Pansy— llama a su amiga, que solamente lo ve dejando un momento una revista de


chismes —aliméntame— demanda con un puchero, pero su amiga, aunque sonríe de forma
dulce, prácticamente le embarra el rostro con una tostada de mermelada.

Deja a sus amigos serpientes poco después, quienes se siguen burlando de él y tiene la
tentación de sacarles el dedo medio; pero Draco ha sido criado mejor que eso. Tiene un dolor
de cabeza cuando llega a la biblioteca, que comienza a verse concurrida por la mayoría de
estudiantes que han notado que los exámenes se acercan; hay algunos Ravenclaw que lo
miran de mala forma, probablemente por el escándalo de la noche anterior.

Toma nota para aprender hechizos silenciadores.


La mayoría de mesas están ocupadas, incluyendo su favorita y le da una mirada de muerte al
idiota de Zacharias que sonríe de forma descarda.

Idiota.

Con dos libros de hechizos toma asiento en la mesa Gryffindor, el trío de oro y Neville lo ven
de forma sorprendida, pero Draco tiene demasiados problemas y dolores de cabeza como
para pensar que a inicio de año hubiera ignorado esto.

Se supone que no debería ser amigo de Potter.

Su padre no apoyaría eso.

Pero su dolor de cabeza le dice que ignore todo, que solamente va a sentarse para estudiar y
que realmente no importa; puede notar que algunas casas parecen mezcladas por los
exámenes, así que Draco supone que no será tan señalado.

Y sí así fuera, puede salirse con la tangente de ser amigo de Longbotton.

—Tu cabello es verde— señala Ron cortando el incómodo silencio y Draco gruñe una
maldición para los gemelos.

—Lo que pasa en la torre Ravenclaw se queda ahí, ahora deja de hablar que me duele la
maldita cabeza y ocupo ayuda de Longbotton para diferenciar dos estúpidas plantas— es un
gruñón de mierda, pero Draco lo ignora para sacar un pergamino y pasarle el libro a Neville.

El niño regordete parpadea confundido, antes de tomar el libro y amablemente señalar lo que
probablemente se preguntaría en un examen; el dolor de cabeza mengua un poco al pensar en
otra cosa.

Irónico.

Escucha de reojo como Hermione está quejándose sobre las materias optativas que tendrán
que elegir el próximo año, Ron se queja que es demasiado pronto para pensar en eso y Harry
parece intentar mantener la conversación; los ojos del niño que vivió siguen desviándose
constantemente a su persona, pero Draco no tiene tiempo para preocuparse por eso.

Señala a Neville sobre algunas cosas de pociones que debe tener cuidado para su elaboración,
lo que el niño agradece.

—¿Cuáles llevaras tu Draco?— pregunta Hermione viéndolo con curiosidad, Draco parpadea
antes de meditar un poco en el caso.

Había hablado del tema con Anthony y Padma en vacaciones, también pidió consejos de
Penélope y Cho.

—Aritmancia, Runas mágicas y Cuidado de Criaturas Mágicas— la mayoría de estudiantes


solo tomarían dos optativas, las primeras dos las compartiría con sus mejores amigos, aunque
Michael confesó que tomaría criaturas mágicas con él.
Terry tomaría estudios muggles y Aritmancia.

—Entonces compartiremos al menos cuidados de criaturas— comentó casualmente Ron


viendo de reojo a Harry, el niño tenía una mirada demasiado pensativa en su rostro y Ron se
vio casi indignado —no te atrevas Harry, dijiste que llevarías adivinación conmigo— hay una
clara alerta y reproche en su voz, que hace que Harry se sonroje un poco.

—Estaba pensando que tal vez runas o aritmancia podría ser más útil— susurró el niño
volviendo molesto a su pergamino, Draco no pudo evitar darle la razón.

Cualquier materia sería mejor que adivinación, al menos con la profesora que tenían
actualmente.

Ron se vio traicionado, pero Neville y Hermione intercambiaron una mirada de conocimiento
que molestó a Draco.

Últimamente todos tienen esas miradas a su alrededor.

Molesto.

—Veo que lo tienes bien definido, debes saber qué quieres hacer en tu futuro al salir de
Hogwarts— señala Hermione casualmente, a lo cual Draco casi quiere reírse.

Porque no tiene la menor idea.

Seguir con vida y alejar a su familia del lado malvado, es difícilmente una respuesta
aceptable para sus compañeros de año; así que Draco solamente tararea evasivamente.

—Tengo un proyecto en casa, un libro de acertijos y las runas podrían ayudarme, aritmancia
es algo que todo mago debería conocer y cuidado de criaturas mágicas es simplemente un
capricho— su respuesta parece desmotivar a Granger y Draco le sonríe levemente —se
supone que como heredero de la familia Malfoy ocupo centrarme en la política— añade con
una mirada rápida a Neville, que rápidamente se encoge en su lugar con el mismo problema
en su espalda.

Aprender a administrar una familia sangre pura es un dolor de cabeza.

Se supone que también herederá la fortuna como posible heredero de la casa Black, lo cual
deja a dos familias de largo linaje en su espalda.

Maravilloso.

—¿Capricho?— pregunta Potter viéndolo ahora fijamente, lo cual hace que Draco deba
ocultar su sonrisa.

Rivales Potter, se supone que son rivales.

Pero a estas alturas del partido, Draco sabe que no podrían ser rivales, aunque quisiera; de su
generación puede que no todos amen a Draco, pero si tuviera que elegir una molestia
persistente sería Zacharias que no ha dejado de lanzarle malas miradas desde que llegó a la
biblioteca. Otros niños de años superiores tampoco parecen interesados en ser amigos de
Draco, pero no lo molestan y eso es más que suficiente.

Potter por otro lado, solamente es un cachorro torpe que parece buscar su atención.

¿Por qué?

Draco no tiene idea.

Tal vez es una ley del universo, que de alguna forma estén conectados, solamente espera que
en este mundo no sea porque Potter piensa que son enemigos. Si bien no quiere ser su amigo,
e involucrarse en los problemas que rodean a Potter; una relación causal de conocidos podría
ayudarlo en el futuro.

Un pensamiento Slytherin, pero no es un idiota para desaprovecharlo.

—Me gustan los dragones y otras criaturas mágicas, así que, sería interesante pero no útil…
un capricho— responde Draco a Potter, quien parece pensativo de su respuesta y juega
vagamente con el collar en su pecho.

Nadie parece notarlo, pero Draco solamente se encoge de hombros antes de voltear a su
pergamino.

—Gracias— la voz de Hermione unos minutos después provoca que Draco levante el rostro
sorprendido, la niña parece levemente abochornada cuando lo ve de reojo —ese día en la
librería, gracias; nunca te agradecí realmente por lo que hiciste—

No, nadie habló de ese día en realidad.

Draco sonrió vagamente.

—Hice lo correcto, o al menos lo que yo creía correcto… nunca dejes que nadie piense que
eres menos por tu sangre Hermione; sé que no eres tan genial como yo, pero eres sin duda la
segunda mejor bruja de tu generación— Hermione parece exasperada ante sus palabras, pero
solamente rueda los ojos antes de regresar a su estudio y Draco lo hace con un mayor ánimo.

Un golpe debajo de la mesa hace que levante su rostro, Neville está en su libro junto a Ron y
Hermione, así que solamente Harry lo está viendo fijamente; los ojos del niño parecen
brillantes y apenas puede contener una sonrisa, probablemente emocionado por sus estúpidas
palabras de alguna forma.

“Idiota” musita moviendo los labios y sin pronunciar palabra alguna, pero el niño solamente
baja su rostro a su libro sonriendo.

Tristemente no podría hacer esto a menudo, está seguro que de alguna forma su padre podría
reprenderlo por eso, pero al menos su dolor de cabeza ha cesado y se siente de repente con
muchas energías.

.
.

—Cancelaron el Quidditch— decreta Eliza con voz tenebrosa que provoca que Draco se
escalofrié con incomodidad.

No recordaba eso, bueno, sus recuerdos como Orion no son totalmente claros y no recuerda la
trama al 100% así que es normal que estos pequeños detalles pasaran por alto. Eliza parece
destrozada en su último año de Hogwarts por no poder jugar Quidditch, Robert intenta
animarle, pero sin mucho éxito.

El Quidditch cancelado.

Tanto esfuerzo para nada.

Draco quisiera estar un poco más desesperado, pero en realidad se siente un poco aliviado del
tiempo extra; alivio que no dura más de unas pocas horas cuando se descubre el ataque que
sucedió. No lo habría pensado tanto inicialmente, pero cuando escucha de un Gryffindor y
descubre que es Hermione petrificada; la realidad golpea un poco demasiado cerca de casa.

Entonces se rebela la segunda persona y Draco casi pierde la compostura.

¿Fue él en el original?

No recuerda.

Draco es detenido por Pomfrey en la entrada de la enfermería, pero es necesario el hechizo de


Severus para alejarlo de arremeter contra la enfermería; también hay varios puntos de su casa
que son quitados por su padrino, pero eso no evita la inminente culpa en su interior.

Michael también fue petrificado.

¿Michael también fue petrificado en el original?

Penélope también, lo cual es una mierda, porque 2 Ravenclaw no tiene sentido y Draco sabe
que es su culpa; es su maldita culpa.

Debió decir algo.

Debió alertar a alguien.

Cada que piensa en eso, siente que el aire sale de sus pulmones y ocupa unos segundos para
procesar lo que sucedió, porque todo esto parece culpa de Draco, solamente su cupla por no
haber actuado antes. La opresión en su pecho le hace sentir enfermo, pero no importa que
todos aseguren que no ha hecho nada malo, Draco sabe en su interior que es el culpable de
todo.

Hermione estaba investigando al respecto hace unos días, si tan solo Draco le hubiera
alertado de que algo estaba mal; pero no lo hizo, porque no tendría respuestas o llegarían a su
padre y eso podría ser muy malo para él. Pero ahora tres de sus personas conocidas y
relativamente cercanas, estaban petrificadas y el único culpable era Draco.
Era un cobarde.

—Terry no se ve muy bien— musita Luna con pesar a su lado en la mañana, el mejor amigo
de Terry era Michael y se había desanimado bastante al descubrirlo petrificado cerca de uno
de los baños de niñas.

Fue suerte que estuviera petrificado, un basilisco podría asesinar fácilmente a alguien.

Suerte.

Su amigo estuvo a un 50% de morir, no, estuvo a un 70% u 80% de morir y solamente un
milagro pudo haberlo salvado.

Padma y Anthony intentaban consolar a Terry, quien parecía verse algo perdido sin su amigo,
aferrándose a ellos más de lo normal; el silencioso niño parecía cabizbajo y siempre estaba
con un libro que pensaba haberle visto muchas veces a Michael. No era normal ver a un pura
sangre, con una saga de cuentos muggles por ahí, pero Terry se aferraba al libro confiando de
que cuando Michael despertara todo mejoraría.

Draco quiso pensar que sí.

Pero una rápida mirada a Ginny Weasley, luciendo más pálida que antes, le indicó que tal vez
estaba siendo demasiado optimista.

—Las cosas no pueden empeorar— murmuro Draco sintiendo un amargo sabor en su


desayuno, pero Luna solamente musito por debajo cosas que no entendía.

Empeoró demasiado rápido.

Un día se estaba quejando de la falta de Michael con Luna, al siguiente cuando iba a visitar a
Hagrid este había sido enviado a Azkaban; Luna notó curiosa como el color desapareció en el
rostro de Draco, que solamente quiere hacer un agujero en la tierra y morirse. Todo el
conocimiento de este mundo no servía de nada, si no hacía ningún cambio; le tomó un
momento darse cuenta que había decidido elegir que sólo intervendría por su familia, no por
los demás.

Pero eso afecta a sus seres queridos.

Su humor comenzó a empeorar después de ese día, sintiéndose bastante molesto y gruñón
todo el tiempo, leyendo todos los libros de criaturas mágicas de la biblioteca; Anthony y
Padma parecían sorprendidos de que no volviera a tocar el libro de Orion, hasta que un libro
de la biblioteca le hizo comprender algo de manera aterradora.

Algo que ya había leído antes.

“Diferente a Herpo-posible futuro-entrega de huevo.


Lo odio… soledad aumenta con su presencia… el niño no entiende el significado de amor…
nadie entiende el significado del amor.

El mundo es horrible.

Método tradicional: Huevo de gallina incubado por un sapo.”

Este era uno de los pasajes que habían traducido en su primer año del libro de Orion, pero al
no obtener mucho significado o algo relevante, lo habían dejado de lado por otras partes del
libro. Pero ahora que Draco estaba investigando sobre Basilisco, como una forma de expiar
sus errores o simplemente sumergirse más en la miseria, pudo notar que había algo
relacionado con esto.

Un basilisco.

Orion Blake supo cómo criar un basilisco.

El único que pudo encontrar Draco sobre el tema era Herpo El Loco.

Herpo "el Loco" fue un Hechicero Oscuro de la Grecia Antigua que es mundialmente
reconocido por haber sido el primer mago conocido en crear un Basilisco. Si de alguna forma
Orion Blake hablaba de este Herpo, significaba que pudo haber tenido muchos más años de
los que pensaron y que sabía cómo criar putos basiliscos.

¿Qué clase de mago fue Orion?

No tenía ni idea.

Pero Orion le había entregado una cría de basilisco a alguien, lo cual era una terrible idea y
como sí fuera el colmo, no parecía tener tiempo para descubrir si había alguna forma de
asesinar a uno. Según recordaba en la película, Harry lo había derrotado con la espada de
Gryffindor, pero eso cuando estaba casi al borde de la muerte.

Para ser una criatura peligrosa, no había ninguna otra forma de asesinarlo.

Pésimo servicio.

—Creo que deberías dormir— musita Padma luego de verlo nuevamente dentro de la
biblioteca con ojeas y con algunas tazas de café en su sistema.

Otra vez tienen que arrastrarlo, pero ahora con Terry es un poco más fácil para Anthony; pero
ver a Terry sólo le recuerda el pésimo amigo que es.

Se supone que debía protegerlos.

¿Qué sucederá en los siguientes 5 años?

¿Acaso no podrá protegerlos?


Esto era una balanza, Draco había elegido cubrir a su padre, porque al final todo esto era obra
suya en lugar de alertar a la escuela de que algo estaba mal; había visto a Ginny deteriorarse
cada día más, pero en lugar de hacer algo activamente para ayudarla, solo pudo intentar
animarle.

No la ayudó.

La dejó sola.

Y ahora tres personas queridas para él estaban petrificadas.

¿Cómo se mata un puto basilisco?

Mi querido Dragón.

Tu padre ha creído pertinente el trabajar con la junta escolar para destituir a tu director,
hemos escuchado sobre algunos incidentes en la escuela y estamos preocupados por tu
seguridad; sabemos que nada puede ocurrirte, pero si llegas a tener algún tipo de
inseguridad eres libre de volver a casa cuando quieras.

Siempre estaré preocupada por tu seguridad más que nada.

Tu madre.

Las cosas comenzaron a empeorar tan rápido que Draco apenas y era consciente de lo que
sucedía, Merlín había jugueteado con él en la mañana del desayuno y le hizo sentir un poco
mejor; pero el contenido de la carta era de lejos algo por lo cual sentirse cómodo. Volteó a ver
a la mesa Gryffindor donde Harry y Ron se veían tan incómodos sin Hermione como Terry
sin Michael, todas las mesas parecían inquietas de repente y Draco solamente se encontró
deseando que todo acabara pronto.

Sin Dumbledore debería ser fácil, el director no le inspiraba el más mínimo de confianza.

Claro que era un mago poderoso que podría intimidar con su nombre, pero a la hora de la
acción, cada año solamente dejaba a Harry y compañía para solucionarlo todo; un poco idiota
de su parte, como alguien con tanto poder al final del día no servía para nada.

Bueno.

Draco tenía el poder del conocimiento y en dos años en realidad no estaba haciendo nada
productivo para los demás, solo para él, e incluso eso no funcionaba ya que solo podía
sentirse miserable esos días.
¿Debería cambiar algo?

Hagrid, el amable Hagrid amigo de dragones está en azkaban.

Draco debería estar en azkaban por ser un pésimo amigo.

El toque de queda tampoco lo tranquilizo.

Padma llevaría más chocolates a su habitación, pero incluso entonces Draco solamente se
arrojaría sobre su cama y estudiaría a medias; había sido el mejor de su clase en el primer
trimestre, pero ahora dudaba que pudiera sacar alguna nota respetable en los exámenes
finales.

Penélope no terminó nunca de enseñarle como usar su patronus.

Los basiliscos les tenían miedo a las putas gallinas, bueno, gallos; los que estaban totalmente
muertos en Hogwarts.

Maldición.

Los exámenes comenzaban el 1 de junio y Draco está seguro que fallaría cada uno de ellos,
debido a su incapacidad de concentrarse comenzó a enfocarse en el hechizo de “Sáasil
weenel” en busca de algo nuevo que dominar y enfocar su mente. El hechizo seguía sin
funcionar en personas, aunque tanto Padma como Anthony comentaron que el hechizo ahora
era más fuerte y casi podían entrar totalmente en la ilusión de Draco; la imagen que intentaba
proyectar y capturarlos era la mansión Malfoy, uno de los jardines y los pavos reales albinos.
El hechizo parecía ser una pérdida de tiempo, hasta que Luna había aparecido con una parte
del libro de Orion traducida, que hizo que Draco quisiera arrojarse desde un octavo piso y
morir instantáneamente.

Una anotación que podría pasar desapercibida.

“Nota importante: Hechizo funciona mejor en criaturas mágicas que en magos.”

Esta seguro a este punto de su vida, que Orion solamente quiere molestarlo hasta el
cansancio. Es como decir que hay un delicioso pastel para hornear, todas las instrucciones
detalladas y al final agregar el letra diminuta que es venenosa para la personas.

Su cordura ahora pende de un hilo demasiado delgado.

Padma y Anthony tuvieron que detenerlo de lanzarle una bola de fuego (hechizo que había
aprendido de Eliza, luego de que el quidditch se canceló la chica necesitaba sacar energía y
Draco ocupaba un tutor nuevo) para hacer que se hiciera cenizas.

No es que sea una gran bola de fuego por ahora, pero seria suficiente para incinerar el libro.
Maldijo audiblemente y cuando se fue azotando la puerta, nadie volteo a verlo o intentar
seguirlo, por dicha.

Draco no contestaba de quien pudiera hechizar en este momento.

—Estúpido Orion de mierda, espero este muerto o yo mismo buscare su persona en todo el
mundo solo para asesinarlo lenta y dolorosamente— gruñó por debajo lleno de odio, un mal
humor que ya ni siquiera podría disimular que cuando Pansy lo vio al final del pasillo
solamente lo ignoró.

Caminó dando grandes zancadas sin un lugar fijo a donde ir, sólo deteniéndose cuando a las
afueras del castillo notó que estaba por ir a la cabaña de Hagrid.

Ya no estaba ahí.

Estaba en azkaban.

Por su culpa, por no decir nada.

Su mal humor empeoró.

Estuvo tentado a hechizar a alguien, sin importarle si perdía puntos a este ritmo ya que
dudaba que el colegio pudiera funcionar como algo relevante.

Entonces sucedió lo que Anthony llamaría a futuro, Dracoapocalipsis. Había estado pasando
por un pasillo enojado, cuando el puto de Zacharias estaba existiendo y burlándose de algo;
fue un comentario sin sentido dirigido a Luna, uno que Draco había escuchado demasiadas
veces no importa que tanto este al lado de la niña, no era algo de lo que te acostumbres a
escuchar.

Usualmente no le prestaría atención, a veces no ve necesario entrar en una lucha, cuando por
otro lado podría atormentar a los perpetradores de forma mucho más inteligente.

Pero Draco no estaba en su mejor punto, está seguro que se arrepentiría a futuro, que el Draco
del futuro se intentaría zarandear por no dejar que el idiota de Zacharias decir sobre Luna “Es
una lunática” y seguir caminando como si no hubiera dicho nada; planeando una dura
venganza a futuro.

No lo hizo.

No pudo continuar.

Algo dentro de él, su cordura probablemente, se rompió ante ese comentario.

Draco se nubló un momento y cuando llego en sí, el puño ya se había impactado en el rostro
grasiento de Zacharias Smith de la misma forma que deseó hacerlo desde el principio de año.
Otro puño estaba listo para impactarse en el niño, que había caído al suelo estupefacto, antes
que dos pares de brazos lo alejaran y que todo el pasillo fuera un caos. Los amigos de
Zacharias sujetaron al niño que se puso de pie listo para pelear, pero Draco, aunque intentó
soltarse del agarre que tenía, no pudo hacerlo y así fue como Flitwick los encontró y Draco
no pudo más que morirse de vergüenza ante la mirada decepcionada del hombre.
Castigo.

Definitivamente seria castigado y amonestado.

—Bien, me merezco el castigo, pero este idiota llamó a mi mejor amiga lunática y no ha
dejado de molestarla todo el año… como toda la maldita escuela, pero nadie hace nada—
maldice en voz alta sorprendiendo a Flitwick y a otros alumnos a su alrededor, una mano
sobre su hombro hace que Draco pestañee y vea quien fue uno de los que lo alejaron de la
pelea.

Ron está ahí viéndolo preocupado, sujetando su mejilla que Draco había golpeado sin culpa
cuando intentaba sujetarlo aparentemente; pero era Harry quien sujetaba su hombro
preocupado, con los lentes torcidos y pareciendo algo anonadado de la situación.

Draco se sintió en pánico, lo que hizo al niño verse serio antes de ver a Flitwick.

—Yo escuché que Zacharias dijo eso— y no importaba que a esta altura todo el colegio
pensara en Harry como el heredero de Slytherin, su rostro era serio cuando se puso al lado de
Draco y provocó que el rostro de Zacharias se contorsionaba más en ira hacía Draco.

No funcionó.

Porque Draco igualó su enojo y lo multiplicó casi haciéndolo retroceder.

Flitwick sólo suspiró mientras limpiaba sus ojos con cansancio, los Ravenclaw obtuvieron 50
puntos menos ese día y Padma casi lo asesina cuando regreso a los dormitorios.

—Lo juro Draco, te dejamos de vista una media hora y haces un desastre— gruñiría antes de
abrazarlo con fuerza y Draco solo se dejaría mimar.

Nada como un día normal de Hogwarts.

Severus Snape no se encontró muy impresionado de su ahijado con un castigo, había algo en
el rostro de su padrino que parecía haber estado esperando el castigo desde mucho antes y no
supo si eso lo hizo sentir mejor o peor. Debido a la situación actual de Hogwarts no es que
pudieran dar muchos castigos a sus estudiantes, incluso para los que discuten con puños en
lugar de palabras; así que Draco fue amablemente dirigido a su padrino que lo puso a trabajar
limpiando calderos sin magia. En realidad, su padrino fue bastante benevolente, porque
durante su limpieza Severus estaría trabajando en pociones y se detendría para explicar su
procedimiento dejando a Draco como si tomara alguna tutoría extra.

No podría anotar nada y eso era parte del castigo, pero para cualquier Ravenclaw en especial
Draco, pasar a una tutoría estaba muy lejos de ser un castigo.

Limpiar podría considerarse poco digno para un sangre pura, pero a Draco no le importaba ya
que usualmente limpiaba sus cosas desde que tiene memoria; como Orion no tuvieron
muchos elfos domésticos, así que Draco usualmente ayudaría a Dobby en casa sí sus padres
no se enteraban.

Dobby parecía horrorizado la mayor parte del tiempo, la otra pequeña parte le ayudaría a
explicar la limpieza de forma en que los Elfos lo hicieron.

Como favor extra su padrino no comentó el incidente a sus padres, dado que Zacharias tuvo
un castigo similar con Flitwick sobre limpiar algunas partes de la biblioteca; ambos niños
habían sido absueltos de comentarlo a sus padres, pero había tantos testigos ese día que solo
era cuestión de tiempo para que un aullador rojo apareciera.

—Niño tonto—le había llamado su padrino casi con cansancio, pero Draco solamente
suspiro.

Estaba tan cansado de todo a su alrededor, limpiar calderos fue demasiado refrescante, como
dejarse ir en una tarea repetitiva y despejar su mente unos momentos.

Era cansado.

Pero debe admitir que su enojo disminuyó al golpear a Zacharias, como sí todo su mal humor
desapareciera al impactar su puño en el rostro de alguien; como cuando era Orion y se
enfrentaba a idiotas, esto fue bastante refrescante.

Su energía se había estado conteniendo desde que cancelaron el Quidditch.

Ahora, tendría que inventar una excusa para cuando su padre le recriminara el hecho de que
golpeó a un mago como un muggle, lo cual podría ser una aberración para este; podría
haberlo maldecido y su padre le daría un pulgar en alto (si supiera que significa en términos
muggles), pero golpearlo de forma tan bárbara probablemente le gane otro castigo. Una parte
de él se sintió horrorizada de tener que buscar una excusa, pero increíblemente otra parte,
pequeña pero rebelde, casi le daba igual; su padre después de todo, no parecía contentarse
con nada de lo que hiciera.

Podría hacer 10 cosas perfectas, que una mala lograría 20 pasos menos en su relación.

Tal vez deba enfocarse en su madre a estas alturas.

Ni siquiera la noticia de esta mañana fue suficiente para animarlo, cuando la señora
McGonagall anuncio que:

—La profesora Sprout me ha informado de que las mandrágoras ya están listas para ser
cortadas. Esta noche podremos revivir a las personas petrificadas. Creo que no hace falta
recordaros que alguno de ellos quizá pueda decirnos quién, o qué, los atacó. Tengo la
esperanza de que este horroroso curso acabe con la captura del culpable—

Había estado feliz de que pronto podrían hablar con Michael, pero estaba claro que aún hay
una criatura mágica suelta en Hogwarts la cual nadie podría entender como destruir.

Una parte de Draco había fantaseado con ir al despacho del director, tomar la espada de
Gryffindor e ir a matar al basilisco cual Indiana Jones.
Pero no sucedería.

Por algún motivo no era un idiota que buscaba la muerte como un Gryffindor ordinario, como
Ravenclaw podría pensar con más claridad algunas cosas, pero al final del día tampoco era
tan importante que casa era una persona. Hermione es tan inteligente como un Ravenclaw,
Zacharias tan idiota como un Slytherin, Blaise tan amigable con él como un Hufflepuff y
Draco tal vez podría tener un poco de locura Gryffindor.

No suficiente para ir contra un basilisco por su cuenta, pero al menos para querer hacerlo.

¿Debería decir que su padre es el culpable?

Con Severus casi se vio tentado, su padrino podría protegerlo de alguna y ayudar a los
demás; pero si contaba que Dumbledore estaba en alguna forma dentro de la ecuación,
probablemente todo se resumiría a dejar a Harry Potter a cargo.

Porque el mago más fuerte del mundo actual, era un poco idiota en dejar que Harry hiciera
todo.

Cuando Severus fue llamado por un profesor, Draco decidió que no era necesario hablar esa
noche al menos y fue despedido a la torre; estaba tan distraído pensando sobre algún hechizo
para asesinar una serpiente gigante que no pudo esquivar cuando algo chocó con su cuerpo.

Una parte de él pensó que el basilisco lo había atrapado, pero al sentarse en el suelo fue
recompensado con un Potter confundido al lado de Ron.

—Maldición, deberían estar en su habitación… al menos que fueran castigados— musitó


levantándose y sacudiendo el polvo de su ropa, Ron ayudó a Harry a ponerse de pie que lucía
bastante desanimado.

—Venimos de ver a Hermione, pensamos que podría ayudarnos a resolver esto… aunque…
no puede porque esta petrificada— gruñó Ron para sí mismo, haciendo que Draco frunciera
el ceño y Harry diera un paso nervioso.

—Tenía un espejo, pero no podemos imaginar para que lo quería— añade Harry moviendo su
pie incómodo y eso deja más confundido a Draco.

¿Esta no era la escena donde descubrían al monstruo que atacaba Hogwarts?

¿Había sido por un trozo de papel?

¿Recordaba mal?

Frunció el ceño, porque nada de esto tenía sentido y no hay manera de que Draco pudiera
haber cambiado algo de la trama inicial; Pomfrey no dejaba que nadie se acercara a los
petrificados, no importa cuánto Draco hubiera cacareado por ver a Michael, la mujer fue
bastante seria al respecto.

Pero tenía entendido que gracias a un papel de Hermione se habían enterado de la criatura, al
menos así había sido en la película.
¿Algo cambio en los libros?

Supuso que este mundo era basado en los libros, o simplemente más abierto en el mundo ya
que no era fantasía, era un mundo real y era obvio que una pobre película jamás podría
extenderse tanto para ver todo como alguien omnisciente.

—De que hablan… es por un basilisco— habla Draco incrédulo, haciendo que tanto Ron
como Harry volteen a verlo incrédulos y Draco se pregunte que tanto no saben —estuve
investigando al respecto, los basiliscos son bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan
por nuestra tierra, no hay ninguna más más letal que el basilisco, conocido como el rey de las
serpientes. Es una serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura
varios siglos. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus
colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su
vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte. Las arañas huyen del basilisco,
pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es
mortal— casi puede recitar el texto como si lo estuviera leyendo.

Es lo único que ha leído por días.

Pero por la boca abierta de Harry y Ron, parece que nunca han escuchado eso en su vida.

Lo cual está mal.

Draco medita sobre que pudo hacer diferente en esta línea de tiempo, que, si bien son muchas
cosas, no tiene sentido que Hermione no obtuviera el papel por su cuenta y que los idiotas
frente a él pudieran ignorarlo; no es como si en la historia original fuera Draco quien pusiera
el papel en el cuerpo petrificado de Hermione.

¿Fue alguno de los petrificados qué cambió el destino?

Nadie había muerto, así que no pudo cambiarlo tanto.

Pero Draco no entiende que pudo causar algo diferente.

—Ron— musitó Harry luego de verlo unos instantes con mirada resplandeciente, como si
fuera el ser más listo del planeta y en otras condiciones Draco se hubiera pavoneado al
respecto —¡Esto es! Aquí está la respuesta. El monstruo de la cámara es un basilisco, ¡una
serpiente gigante! Por eso he oído a veces esa voz por todo el colegio, y nadie más la ha oído:
porque yo comprendo la lengua pársel— Harry tenía ahora la mirada casi maniaca y
emocionada en Ron —El basilisco mata a la gente con la mirada. Pero no ha muerto nadie.
Porque ninguno de ellos lo miró directo a los ojos. Colin lo vio a través de su cámara de
fotos. El basilisco quemó toda la película que había dentro, pero a Colin sólo lo petrificó.
Justin… ¡Justin debe de haber visto al basilisco a través de Nick Casi Decapitado! Nick lo
vería perfectamente, pero no podía morir otra vez… Y a Hermione y la prefecta de
Ravenclaw las hallaron con aquel espejo al lado. Hermione acababa de enterarse de que el
monstruo era un basilisco. ¡Me apostaría algo a que ella le advirtió a la primera persona a la
que encontró que mirara por un espejo antes de doblar las esquinas! Y entonces sacó el
espejo y…—
Ron se había quedado con la boca abierta.

Draco por otro lado meditó en Michael, encontrado cerca de los baños y con agua en todos
lados, sintiéndose aterrorizado de que tan cerca pudo estar de morir.

—¿Y la Señora Norris?— susurró Ron con interés.

—El agua… la inundación que venía de los aseos de Myrtle la Llorona. Seguro que la Señora
Norris sólo vio el reflejo…—

Parecía impaciente, como sí todo tuviera sentido y su mente comenzaba a maquinar alguna
especie de plan.

—¡El canto del gallo para él es mortal!— mencionó en voz alta señalando a Draco, quien
asintió aunque no fuera una pregunta —¡Mató a los gallos de Hagrid! El heredero de
Slytherin no quería que hubiera ninguno cuando se abriera la Cámara de los Secretos. ¡Las
arañas huyen de él! ¡Todo encaja!—

Draco supone que ya paso la parte de las arañas en la historia, eso le alegró, porque odiaba un
poco a las arañas y mucho más aquellas gigantes que pueden asesinarte; sí un dragón puede o
no asesinarte, eso no importa.

—Pero ¿cómo se mueve el basilisco por el castillo?—dijo Ron —Una serpiente asquerosa…
alguien tendría que verla…—

Harry sin embargo, fue rápido en pensar en algo.

—Cañerías— susurró —Cañerías… Ha estado usando las cañerías, Ron. Y yo he oído esa
voz dentro de las paredes…—

De pronto, Ron cogió a Harry del brazo.

Draco miró a los dos sin saber de qué hablaban, sin entender porque todo esto pasaba delante
de él y pensar en cómo podría irse.

¿Qué clase de estructura tenía este castillo?

—¡La entrada de la Cámara de los Secretos!—dijo con la voz quebrada Ron —¿Y si es uno
de los aseos? ¿Y si estuviera en…?—

—… los aseos de Myrtle la Llorona— terminó Harry

Durante un rato se quedaron inmóviles, embargados por la emoción, sin poder creérselo
apenas.

Draco se movió incómodo listo para irse.

—Esto quiere decir—añadió Harry —que no debo de ser el único que habla pársel en el
colegio. El heredero de Slytherin también lo hace. De esa forma domina al basilisco—
—¿Qué hacemos? ¿Vamos directamente a hablar con McGonagall?—

—Vamos a la sala de profesores— dijo Harry apresurado, Draco pensó que era un buen
momento para irse a su habitación.

Pensando que ahora que había encaminado la historia, que por un momento había parecido
lista para desviarse por algún motivo que no entiende, era hora de irse y dejar que ambos
niños hicieran su magia; la mano de Harry en su brazo hicieron que Draco replanteara
muchas cosas.

Sus ojos brillaban, por primera vez en todo el año no huían y parecían emocionados a su
lado.

Mala señal.

—Ven con nosotros Draco, cuando vean que resolviste esto te darán puntos en casa por los
que perdiste, debes venir— aseguró el niño antes de empezar arrastrarlo con Ron que estaba
algo nervioso.

Draco negó con la cabeza.

No.

Esto no era parte del plan, Draco no debía estar involucrado en este evento y no importa
cuánto intento huir explicando que no necesitaba puntos extra; Harry lo ignoró con un agarre
sumamente mortal.

Maldición.

Draco escucha a los profesores hablar sobre como hubo otro ataque y esta vez Ginny fue
secuestrada, está claro que los profesores no saben que realmente fue Ginny la que abrió la
cámara; Ron parece anonadado y Harry está lleno de preocupación, no hay un buen momento
para Draco para irse. Es como ver toda la escena suceder frente a él, pero, aunque Draco está
intentando irse, es ahora la culpa la que deja que siga los pasos de Harry hacía la habitación
de Lockhart. El hombre que era una estafa aseguró que tendría que prepararse, aunque estaba
claro que los otros profesores lo pusieron en apuros a propósito, Draco no se hace esperanzas
como los dos Gryffindor a su lado de que esto funcione de alguna forma.

Todo va ser un desastre y al menos que huya, Draco va verse en medio del puto huracán.

Pero Draco no se marcha, no cuando Lockhart admite ser un estafador y sólo ser funcional en
el hechizo de memoria, no cuando Harry logra desarmarlo a pesar de ser un segundo año y
mucho menos cuando terminan en el baño de Myrtle; hay una terrible satisfacción de su parte
al ver eso.
Se siente como un espectador en su mayor parte, con piernas temblando y viendo como Harry
comenta que puede quedarse.

—Puedes vigilar a Lockhart, no creo que sea útil— musitó Harry comenzando a notar su
rostro pálido, en cambio el niño Gryffindor, aunque lleno de miedo, parecía listo para entrar a
la refriega.

Draco se sintió vomitar, porque no sentía nada de lo que un puto Gryffindor sentiría ante esta
situación.

Malditos impulsivos.

Ron miraba molesto al profesor Lockhart cuando llegaron al baño, el niño debía ir, porque
era su hermana, pero Draco solamente tuvo la mala suerte de golpear a Zacharias y terminar
de alguna forma castigado para llegar al momento exacto de ayudar a dos Gryffindor.

¿Padma habría notado su ausencia prolongada?

Era como estar nuevamente en esa biblioteca donde estuvo el verano pasado, congelado
mientras veía a su padre y al señor Weasley arremeter entre ellos, decidiendo si era necesario
dar un paso al frente; no era su deber, sin Draco probablemente todo pasaría como recordaba,
sería mejor sin su intervención. Solamente era un agregado innecesario a un escenario, uno
donde no pertenecía, uno donde se supone que no debía cambiar nada.

No debería hacer esto.

Su padre lo va asesinar si se da cuenta de esto.

Pero, aunque la idea de su padre molesto es una gran manera para rechazar algo en su mente,
la idea de las personas petrificadas y Hagrid en azkaban ayudan a tentarlo; es una manera en
que podría aliviar su culpa, de poder ayudar a la pequeña Ginny que parecía tan frágil en toda
esta situación.

No ser un héroe, porque Draco no es un héroe, pero tal vez podría ayudar a aliviarlo.

Ser un apoyo y soporte, lejos de toda la escena principal.

Es lo correcto.

Ir es lo correcto.

O tal vez ir a buscar ayuda de un adulto, Draco esta casi tentado a ir a buscar a Severus para
decirle sobre todo lo que ocurre y que vaya con ellos; ir con adultos. Pero el tiempo de Ginny
es limitado y en realidad todo este enfrentamiento contra Voldemort sería beneficioso para
Harry (odia como suena eso como Dumbledore), ocupan que la espada tenga veneno de
basilisco y por eso es su deber ir, destruir el diario y no volver acercarse a ninguna otra
situación como está a futuro.

Maldición.
—Me voy arrepentir de esto— susurra por bajo cuando la puerta está abierta en el baño,
Myrtle parece sondear a su alrededor casi con reticencia.

No parece cómoda a su alrededor, pero ningún fantasma menos Peeves y Binns lo hacen
alguna vez.

Los tres deciden enviar a Lockhart primero, Draco siente una ligera satisfacción al verlo caer
por lo que parece una cañería demasiado grande; Harry lo ve de reojo con una sonrisa
traviesa antes de ir y Ron los sigue. Draco se acerca para lanzarse, listo para entrar al peor
evento del año y pensar luego en las consecuencias; lo cual suena muy Gryffindors.

Pero justo antes de soltarse Myrtle solamente tararea llamando su atención.

—Es curioso, no soy un fantasma tan viejo, pero puedo sentir la anomalía en tu interior…
eres el niño del cual hablan los otros fantasmas, te tienen miedo— musita la chica de coletas
viéndolo con curiosidad y diversión.

Casi deteniendo a Draco.

—¿Disculpa?— cuestiona Draco sin saber si debería soltarse o dejarse caer, pero Myrtle
solamente se ríe de forma silenciosa.

—Lo siento niño, no tenemos permitido inmiscuirnos en el terreno de los vivos, pero tu alma,
oh tu alma… un alma interesante— chilla la niña antes de desaparecer por una pared dejando
a Draco congelado.

Maldición, nadie puede ser nunca realmente claro en esta vida y siempre parece que todo es
una especie de chiste.

Así que se deja ir.

Era como tirarse por un tobogán interminable, viscoso y oscuro. Podía ver otras tuberías que
surgían como ramas en todas las direcciones, pero ninguna era tan larga como aquella por la
que iban, que se curvaba y retorcía, descendiendo súbitamente. Calculaba que ya estaban por
debajo incluso de las mazmorras del castillo.

Cuando Draco cayó de frente, los otros tres ya lo estaban esperando.

Draco tomó aire.

Esto era sin duda una mala idea, pero no tenía forma de arrepentirse a esta altura.

Tanto por no inmiscuirse en la historia original.

Puto Zacharias Smith.

Continuará…
Chapter End Notes

Había visto una teoría en videos, sobre como en la película se observa a Draco Malfoy
romper un libro cuando están comprando útiles escolares; algunas personas teorizaron
que el papel que obtuvo Hermione en su mano cuando estuvo petrificada fue por causa
de Malfoy. Claro que es solo una teoría, pero quise explotarla un poco más en esta
historia, donde Draco no sabe que tendría que hacerlo y solo pensó que era algo que
sucedería de manera natural.

Esto cambio algunas cosas y de alguna forma termino ahora inmiscuido en la cámara de
los secretos.

Tanto por alejarse de la trama, pero es arrastrada a esta.


Capítulo 9: Ilusión.
Chapter Summary

Entonces la camara de los secretos es realmente decepcionante, si fuera Salazar


Slytherin, Draco la hubiera redecorado.

Tambien tienen que luchar contra la version joven de Voldemort.

Draco supone que 12 años preparandose mentalmente para no hacer lo que esta a punto
de hacer, es algo decepcionante.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

Draco estuvo preparándose por 12 años para no hacer lo que estaba a punto de hacer, entrar a
la cámara de los secretos y de alguna forma verse atraído a los eventos principales de la
historia; había sido tan glorioso todo el tiempo que había evitado estos eventos, exceptuando
las últimas semanas por la culpa, viéndolo de esa forma esto estaba destinado a suceder tarde
o temprano. Puede pensar en una serie de eventos que lo llevaron a este punto, pero al final
Draco supone que la culpa es el principal motivante y sabe que su alma no estará tranquila
hasta que intente hacer algo que equilibre los males que ha causado; que más que males, son
el no haber hecho nada para evitar que esto sucediera. El lugar era tenebroso y la pulsera que
Harry le dio era bastante eficaz para mantener el calor corporal, usar Lumos fue bastante
refrescante para poder ver, ya que la luz parecía no pertenecer a este mundo.

Todo pudo haber salido bien, excepto que Lockhart intentó robar la varita a Ron, la varita
rota e intentar usar un hechizo que sabe.

El Obliviate y todo a su alrededor estalló.

Tal vez incluso sin la varita en mal estado, algo hubiera explotado, porque era Lockhart de
quien hablaban.

Draco maldijo su suerte cuando el caos se controló, sintiendo su cuerpo adolorido por haber
estado limpiando calderos por horas y ahora haber sido impactado al salir volando; pero nada
comparado cuando se dio cuenta de que había quedado de la peor parte de la repartición.

Con Harry Potter.

Algún Dios debe estar burlándose de él, probablemente él mismo que lo puso en este mundo.

—¡Ron!— gritó Harry —¿estás bien? ¡Ron!—


Con suerte no estaría tan adolorido como Draco al sentarse, Harry estaba a su lado
examinándolo con un poco de tierra en su rostro; pero en general ambos estaban ilesos.

—¡Estoy aquí!— La voz de Ron llegaba apagada, desde el otro lado de las piedras caídas —
Estoy bien. Pero este idiota no. La varita se volvió contra él—

Claramente Lockhart era un desperdicio de humanidad, Draco pensó que al final tal vez
podría ser útil, aunque fuera como escudo humano.

Escuchó un ruido sordo y un fuerte «¡ay!», como si Ron le acabara de dar una patada en la
espinilla a Lockhart.

—¿Y ahora qué?— dijo la voz de Ron, con desespero —No podemos pasar. Nos llevaría una
eternidad…—

Harry miró al techo del túnel. Habían aparecido en él unas grietas considerables. Nunca había
intentado mover por medio de la magia algo tan pesado como todo aquel montón de piedras,
y no parecía aquél un buen momento para intentarlo. ¿Y sí se derrumbaba todo el túnel?

Draco pensó por un momento en las cadenas de plata, pero el hechizo lo dejaría inútil,
aunque tentador, no funcionaría ahora.

Hubo otro ruido sordo y otro ¡ay! provenientes del otro lado de la pared. Estaban
malgastando el tiempo. Ginny ya llevaba horas en la Cámara de los Secretos. Draco sabía que
sólo se podía hacer una cosa.

—Aguarda aquí— indicó Harry a Ron —Aguarda con Lockhart. Iré yo. Si dentro de una hora
no he vuelto…—

Hubo una pausa muy elocuente.

¿Cómo sabría Ron cuando pasara una hora?

—Intentaré quitar algunas piedras— dijo Ron, que parecía hacer esfuerzos para que su voz
sonara segura —Para que puedas… para que puedas cruzar al volver y…—

—¡Hasta dentro de un rato!— dijo Harry, tratando de dar a su voz temblorosa un tono de
confianza.

El niño giró a verlo con dudas, pero Draco sólo se sacudió nuevamente el polvo de su ropa,
como había hecho en lo que parecían horas, pero sólo eran algunos minutos antes de que todo
se fuera al carajo. Por mucho que le hubiera gustado estar del otro lado de la pared, dejándolo
como espectador y solo esperando porque Harry solucionara todo.

No tenía esa suerte.

Le toco la pajita corta del grupo, pero no había mucho que hacer ahora; exceptuando tener un
terror incontrolable y la posibilidad de muerte segura.
—¡Iré con Potter! ¡Golpea de nuevo a ese idiota por mí!— grita esperando que se escuche
algo del otro lado, un gemido de Lockhart es suficiente para que Draco asienta y voltee a ver
a Harry.

Tan joven, solamente un niño como Draco que parece aterrado igual que él.

Entonces el niño comienza a caminar y Draco rápidamente lo sigue, ambos en un silencio


sepulcral mientras Draco ilumina todo con su varita; hace un conteo mental de todos los
hechizos que sabe hasta ahora, pensando cuales podrían funcionar en caso de emergencia.

No ver al basilisco a los ojos, cuando Potter lo mate apuñalar al puto diario.

¿Por qué Voldemort no asesinó a Harry?

Un villano idiota que necesita de un espectáculo probablemente.

—Padma va asesinarme cuando se dé cuenta de esto— musita Draco en voz alta para
alivianar el ambiente, Harry hace un sonido ahogado.

Parece tan pequeño.

—Se que es egoísta, pero me alegra de no estar solo— su voz tiembla y parece seguir
intentando fingir valentía, lo cual no está mal.

Pero hace sentir mal a Draco, sin entender como este niño de alguna forma terminaría siendo
el salvador del mundo mágico; era un poco triste pensar que tendría un camino tan lleno de
problemas al futuro.

Draco toma la mano del niño, que deja de caminar para verlo con mucho miedo en sus ojos,
pero hay una forma en que ve nerviosa la mano que toma la de él, que hace a Draco sonreír
ahogado en preocupación.

—Hey, sé que esto es una tontera, pero fue valiente de tu parte venir hasta aquí y no importa;
yo tomé mi elección, no estás solo, estoy aquí… somos rivales—

Hay algo ilegible en la mirada del niño, antes de por un momento dejar de tener miedo para
verlo fijamente.

—Aquí no hay nadie, solo nosotros… al menos por ahora ¿podemos ser amigos?— hay una
súplica en su pregunta que hace a Draco parpadear confundido, pensando en aquella charla
hace casi un año y como le había dicho que esto no era posible.

No han cambiado muchas cosas, pero están a punto de enfrentarse a un monstruo mitológico
y con un porcentaje (que odia pensar) de no salir con vida y arruinar toda la historia; quiso
comentarle a Harry que necesitaba acomodar mejor sus prioridades en la vida, pero no pudo
cuando el pequeño mocoso de 12 años estaba temblando a su lado por el miedo de esto.

Suspiro antes de apretar la mano del niño, que lo vio con ojos esperanzadores.

¿Cómo decirle que no a esos ojos?


Sí Pansy lo hubiera criado lo tendría manipulando a todos, Draco duda que alguien pudiera
decirle que no.

—Amigos, claro me parece bien— porque realmente no importa mucho su padre en este
momento.

Sí salen con vida, su padre va asesinarlo por alterar sus planes y sí no salen con vida, bueno,
al menos podría haber muerto alegrando un poco el día del idiota a su lado.

El niño le da una sonrisa un poco más apreciativa, antes de que se suelten las manos y
comiencen de nuevo su camino.

El túnel serpenteaba continuamente, la voz de Ron ya no se escuchaba y solo había un sonido


de ambos pasos a su alrededor; Draco esperaba que todo terminara pronto, que terminara bien
porque no puede imaginar el rostro de su madre si algo saliera mal.

Todo el ambiente era tenso.

Draco quería llegar al final del túnel y al mismo tiempo le aterrorizaba lo que pudiera
encontrar en él. Y entonces, al fin, al doblar sigilosamente otra curva, vio delante una gruesa
pared en la que estaban talladas las figuras de dos serpientes enlazadas, con grandes y
brillantes esmeraldas en los ojos.

Harry se acercó a la pared dándole un último vistazo, a lo cual Draco asintió con torpeza.
Tenía la garganta muy seca. No tuvo que hacer un gran esfuerzo para imaginarse que aquellas
serpientes eran de verdad, porque sus ojos parecían extrañamente vivos.

El otro niño se aclaró la garganta, y le pareció que los ojos de las serpientes parpadeaban.

—¡Ábrete!— dijo Harry, con un silbido bajo, desmayado.

Las serpientes se separaron al abrirse el muro. Las dos mitades de éste se deslizaron a los
lados hasta quedar ocultas, y Harry, temblando de la cabeza a los pies, entró al lado de Draco.

Se hallaban en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada. Altísimas columnas de
piedra talladas con serpientes enlazadas se elevaban para sostener un techo que se perdía en
la oscuridad, proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que
reinaba en la estancia. Había algunas imágenes que le parecieron extrañamente familiares, las
serpientes a su alrededor casi parecían algunos dibujos dentro del libro de Orion que le hizo
sentir frío.

Draco estaba admirando todo cuando escuchó aquel silencio de ultratumba.

¿Estaría el basilisco acechando en algún rincón oscuro, detrás de una columna? ¿Y dónde
estaría Ginny?

Todo el lugar era tan diferente al vago recuerdo de la parte cinematográfica de su primera
vida.

Menos iluminado, más tenebroso, un lugar que prácticamente grita que morirás.
Salazar tenía un gusto retorcido.

Sacó su varita al mismo tiempo que Harry y ambos avanzaron por entre las columnas
decoradas con serpientes. Sus pasos resonaban en los muros sombríos. Iba con los ojos
entornados, dispuesto a cerrarlos completamente al menor indicio de movimiento. Le parecía
que las serpientes de piedra lo vigilaban desde las cuencas vacías de sus ojos. Más de una
vez, el corazón le dio un vuelco al creer que alguna se movía.

La sensación se sentirse observado no acababa.

Era un puto niño, no debería estar aquí.

Duda que incluso un Auror pudiera estar aquí sin cagarse en sus pantalones.

Al llegar al último par de columnas, vio una estatua, tan alta como la misma cámara, que
surgía imponente, adosada al muro del fondo.

Draco tuvo que echar atrás la cabeza para poder ver el rostro gigantesco que la coronaba: era
un rostro antiguo y siniestro, con una barba larga y fina que le llegaba casi hasta el final de la
amplia túnica de mago, donde unos enormes pies de color gris se asentaban sobre el liso
suelo. Y entre los pies, boca abajo, vio una pequeña figura con túnica negra y el cabello de un
rojo encendido.

—¡Ginny!— susurró Harry, corriendo hacia ella e hincándose de rodillas, Draco lo siguió
igual de preocupado con la varita en alto; aún tienen problemas que enfrentar —¡Ginny! ¡No
estés muerta! ¡Por favor, no estés muerta!— Harry dejó la varita a un lado, cogió a Ginny por
los hombros y le dio la vuelta. Tenía la cara tan blanca y fría como el mármol, aunque los
ojos estaban cerrados, así que no estaba petrificada. Pero entonces tenía que estar… —Ginny,
por favor, despierta— susurró Harry sin esperanza, agitándola.

La cabeza de Ginny se movió, inanimada, de un lado a otro.

Como un muñeco sin vida.

Escalofriante.

—No despertará— dijo una voz suave.

Draco rápidamente saltó con la varita en alto (una parte de él tiene tiempo para procesar en lo
idiota que es Harry por dejar su varita), sabe que se van a enfrentar y Draco no piensa darle la
misma oportunidad que Harry.

Sabe quién es.

Harry se enderezó de un salto sin saberlo.

Un muchacho alto, de pelo negro, estaba apoyado contra la columna más cercana, mirándole.
Tenía los contornos borrosos, como Harry si lo estuviera mirando a través de un cristal
empañado. Pero no había dudas sobre quién era.
Era hermoso, pero Draco pudo ver la maldad en sus ojos; aunque entendió porque a esa edad
muchos le seguirían, su apariencia era hermosa y destilaba magia negra para él.

—Tom… ¿Tom Ryddle?— preguntó Harry, pero no hizo ademán de moverse cuando Draco
puso una mano sobre su hombro dejándolo al lado de Ginny.

Nop.

No hay que seguir al hombre malo, Harry ocupa aprender eso.

Ryddle asintió con la cabeza, sin apartar los ojos del rostro de Harry al inicio, para pasar a ver
a Draco con curiosidad.

Su varita nunca bajó.

Los ojos del "joven" brillan con claro interes.

—¿Qué quieres decir? ¿Por qué no despertará?— dijo Harry desesperado —¿Ella no está…
no está…?—

—Todavía está viva— contestó Ryddle —pero por muy poco tiempo—

Harry lo miró detenidamente.

Draco sentía el horror a su alrededor, como si todo el lugar pareciera un poco más frío; por
decima vez se preguntó que hacía ahí en lugar de su cama cálida en la torre Ravenclaw.

—¿Eres un fantasma?— preguntó Harry dubitativo.

—Soy un recuerdo— respondió Ryddle tranquilamente —guardado en un diario durante


cincuenta años—

Ryddle señaló hacia los gigantescos dedos de los pies de la estatua. Allí se encontraba,
abierto, el pequeño diario negro que Draco sabía bien a quien perteneció; era como una
sentencia a su padre que lo hizo congelarse y querer vomitar.

Pero sabe donde esta, ahora si tan sólo tuvieran veneno de Basilisco, podría correr para
destrozarlo.

—Tienes que ayudarnos, Tom— dijo Harry, volviendo a levantar la cabeza de Ginny —
Tenemos que sacarla de aquí. Hay un basilisco… No sé dónde está, pero podría llegar en
cualquier momento. Por favor, ayúdame…—

Ryddle no se movió. Harry, sudando, logró levantar a medias a Ginny del suelo, y se inclinó a
recoger su varita.

Pero la varita ya no estaba.

Porque Draco la había sujetado contra él protectoramente desde el momento que Harry la
dejó caer, tanto Harry como Tom voltearon a verle y Draco no dejó de ver a Tom con piernas
algo temblorosas.

Su mente no deja de gritar:"Maniático asesino de masas".

—¿Draco?— preguntó Harry, pero ahora era Tom quien veía a Draco con gran interés —No
te preocupes Draco, no va a suceder nada malo— dijo Harry con impaciencia. Las rodillas se
le doblaban bajo el peso muerto de Ginny —¡Tenemos que huir! Si aparece el basilisco…—

—No vendrá si no es llamado— dijo Ryddle con toda tranquilidad— por otro lado, es
interesante, la niña habló de un Malfoy, pero eres tan diferente a tu padre; tu sola presencia
parece una llamarada cálida— añade con algo similar a la fascinación.

Harry volvió a posar a Ginny en el suelo, incapaz de sostenerla.

Draco sigue paralizado.

—¿Qué quieres decir?— preguntó —Mira Draco, dame la varita, podría necesitarla—

Draco estaba por dársela a Harry, esperando poder huir rápidamente, pero la varita saltó
literalmente de su mano hacía Tom que la sujeto como íla hubiera atraído con magia.

Apenas pudo contener que se llevara la suya, pero Tom parecía no importarle.

Harry seguía confundido.

—He esperado este momento durante mucho tiempo, Harry Potter— dijo Ryddle —Quería
verte. Y hablarte. Es curioso como tu amigo parece haber comprendido mejor la situación
que tú—

—Mira— dijo Harry, perdiendo la paciencia —me parece que no lo has entendido: estamos
en la Cámara de los Secretos. Ya tendremos tiempo de hablar luego—

—Vamos a hablar ahora— dijo Ryddle, sin dejar de sonreír, y se guardó en el bolsillo la
varita de Harry.

Harry lo miró. Allí sucedía algo muy raro.

Draco levantó la suya alertando a Harry, quien pareció comprender que algo malo estaba
sucediendo por como sus hombros se tensaron.

Podría asesinarlos, Tom era un mejor mago que ellos dos juntos y claramente un asesino
psicópata si la historia era cierta; así que, aunque tenía todas las de ganar, parecía interesado
en algún estúpido discurso de villano.

Cliché.

—¿Cómo ha llegado Ginny a este estado?— preguntó Harry, hablando despacio y


comenzando a comprender.

Demasiado lento.
—Bueno, ésa es una cuestión interesante— dijo Ryddle, con agrado —Es una larga historia.
Supongo que el verdadero motivo por el que Ginny está así es que le abrió el corazón y le
reveló todos sus secretos a un extraño invisible—

—¿De qué hablas?— dijo Harry.

—Del diario— respondió Ryddle —De mi diario. La pequeña Ginny ha estado escribiendo en
él durante muchos meses, contándome todas sus penas y congojas: que sus hermanos se
burlaban de ella, que tenía que venir al colegio con túnica y libros de segunda mano, que…
— A Ryddle le brillaron los ojos —… pensaba que el famoso, el bueno, el gran Harry Potter
no llegaría nunca a quererla…—

Mientras hablaba, Ryddle mantenía los ojos fijos en Harry. Había en ellos una mirada casi
ávida.

—Es una lata tener que oír las tonterías de una niña de once años— siguió —Pero me armé
de paciencia. Le contesté por escrito. Fui comprensivo, fui bondadoso. Ginny, simplemente,
me adoraba: “Nadie me ha comprendido nunca como tú, Tom…” “Estoy tan contenta de
poder confiar en este diario…” “Es como tener un amigo que se puede llevar en el
bolsillo…”—

Ryddle se rio con una risa potente y fría que parecía ajena. Draco pensó que así se reiría
Voldemort y quiso vomitar de alguna forma.

Maldición, esta frente a una parte del alma del villano de la historia.

Si.

Draco ojalá hubiera decidido no venir.

—Si es necesario que yo lo diga, Harry, la verdad es que siempre he fascinado a la gente que
me ha convenido. Así que Ginny me abrió su alma, y era precisamente su alma lo que yo
quería. Me hice cada vez más fuerte alimentándome de sus temores y de sus profundos
secretos. Me hice más poderoso, mucho más que la pequeña señorita Weasley. Lo bastante
poderoso para empezar a alimentar a la señorita Weasley con algunos de mis propios
secretos, para empezar a darle un poco de mi alma…—

Era tenebroso pensar que tanta magia negra sabe ese villano a esa edad, Draco había leído
algunas partes de libros de magia negra, pero incluso él se negaría a poner la mayoría en
práctica; mucho menos en una niña.

—¿Qué quieres decir?— preguntó Harry, con la boca completamente seca.

—¿Todavía no lo adivinas, Harry Potter?— dijo sin inmutarse Ryddle —Ginny Weasley
abrió la Cámara de los Secretos. Ella retorció el pescuezo a los gallos del colegio y escribió
pavorosos mensajes en las paredes. Ella echó la serpiente de Slytherin contra los cuatro
sangre sucia y el gato del squib—
Draco meditó por un segundo confundido, en medio de todo el puto discurso del villano,
sobre si no hubiera sido más fácil para Tom el lanzar un hechizo a ambos en este estado;
Draco no era un gran duelista y no podría defenderlos, pero el tipo arrogante simplemente
seguía con su discurso de villano.

La puta arrogancia sería quien lo matara al final, no es que se fuera a quejar.

Los estaba subestimando y aunque era un golpe a su orgullo, era su mejor oportunidad de
sobrevivir, ahora si tan solo tuviera un momento para hacer algo, seguramente vendría por el
idiota rey del drama frente a él.

—No— susurró Harry.

Draco casi lo ve con lastima, pero en general, no permitía que su vista se apartara de Tom.
Pronto tendrían un basilisco y Draco comenzaba armar un plan desesperado en su mente.

Ya saben, buscando como sobrevivir a esto.

—Sí— dijo Ryddle con calma —Por supuesto, al principio ella no sabía lo que hacía. Fue
muy divertido. Me gustaría que hubieras podido ver las anotaciones que escribía en el
diario… Se volvieron mucho más interesantes… “Querido Tom— recitó, contemplando la
horrorizada cara de Harry —creo que estoy perdiendo la memoria. He encontrado plumas de
gallo en mi túnica y no sé por qué están ahí”, “Querido Tom, no recuerdo lo que hice la noche
de Halloween, pero han atacado a un gato y yo tengo manchas de pintura en la túnica”.
“Querido Tom, Percy me sigue diciendo que estoy pálida y que no parezco yo. Creo que
sospecha de mí…” “Hoy ha habido otro ataque y no sé dónde me encontraba en aquel
momento. ¿Qué voy a hacer, Tom? Creo que me estoy volviendo loca. ¡Me parece que soy yo
la que ataca a todo el mundo, Tom!”—

Draco se enojó un poco por eso, porque Ginny realmente era una persona amble y risueña,
que había sido influenciada por culpa de su padre a esta situación.

No era justo para la niña.

No era justo para ellos.

Maldito idiota.

—Le llevó mucho tiempo a esa tonta de Ginny dejar de confiar en su diario— explicó Ryddle
—Pero al final sospechó e intentó deshacerse de él. Y entonces apareciste tú, Harry. Tú lo
encontraste, y nada podría haberme hecho tan feliz. De todos los que podrían haberlo cogido,
fuiste tú, la persona a la que yo tenía más ganas de conocer…—

—¿Y por qué querías conocerme?—preguntó Harry con ira contenida.

¿Seria una falta de respeto bostezar?

—Bueno, verás, Ginny me lo contó todo sobre ti, Harry— dijo Ryddle —Toda tu fascinante
historia— Sus ojos vagaron por la cicatriz en forma de rayo que Harry tenía en la frente, y su
expresión se volvió más ávida —Quería averiguar más sobre ti, hablar contigo, conocerte sí
era posible, así que decidí mostrarte mi famosa captura de ese zopenco, Hagrid, para ganarme
tu confianza—

—Hagrid es mi amigo— dijo Harry, con voz temblorosa —Y tú lo incriminaste, ¿no?—

—Era mi palabra contra la de Hagrid. Bueno, ya te puedes imaginar lo que pensaría el viejo
Armando Dippet. Por un lado, Tom Ryddle, pobre pero muy inteligente, sin padres pero muy
valeroso, prefecto del colegio, estudiante modelo; por el otro lado, el grandón e idiota de
Hagrid, que tenía problemas cada dos por tres, que intentaba criar cachorros de hombre lobo
debajo de la cama, que se escapaba al bosque prohibido para luchar con los trolls. Pero
admito que incluso yo me sorprendí de lo bien que funcionó mi plan. Creía que alguien al fin
comprendería que Hagrid no podía ser el heredero de Slytherin. Me había llevado cinco años
averiguarlo todo sobre la Cámara de los Secretos y descubrir la entrada oculta… ¡como si
Hagrid tuviera la inteligencia o el poder necesarios!—

—Sólo el profesor de Transformaciones, Dumbledore, creía en la inocencia de Hagrid.


Convenció a Dippet para que retuviera a Hagrid y le enseñara el oficio de guardabosques. Sí,
creo que Dumbledore podría haberlo adivinado. A Dumbledore nunca le gusté tanto como a
los otros profesores…—

—Me apuesto algo a que Dumbledore descubrió tus intenciones— dijo Harry, rechinando los
dientes.

Draco quiso intervenir pensando que Dumbledore no era la persona más sensata en estos
casos, pero se mantuvo en silencio mordiéndose el labio.

—Bueno, es verdad que él me vigiló mucho más después de la expulsión de Hagrid, me


fastidió bastante— dijo Ryddle sin darle importancia —Me di cuenta de que no sería
prudente volver a abrir la cámara mientras siguiera estudiando en el colegio. Pero no iba a
desperdiciar todos los años que había pasado buscándola. Decidí dejar un diario,
conservándome en sus páginas con mis dieciséis años de entonces, para que algún día, con un
poco de suerte, sirviese de guía para que otro siguiera mis pasos y completara la noble tarea
de Salazar Slytherin—

Draco pensó un poco horrorizado si acaso su padre sabría sobre esto, porque si la respuesta
era positiva, Draco jamás habría pensado que su padre pudiera llegar tan bajo.

No con él involucrado al menos.

—Bueno, pues no la has completado— dijo Harry en tono triunfante —Nadie ha muerto esta
vez, ni siquiera el gato. Dentro de unas pocas horas la poción de mandrágora estará lista y
todos los petrificados volverán a la normalidad—

—¿No te he dicho todavía…— dijo Ryddle con suavidad —que ya no me preocupa matar a
los sangre sucia? Desde hace meses mi nuevo objetivo has sido… tú— Harry lo miró —
Imagina mi disgusto cuando alguien volvió a abrir mi diario, y ya no eras tú quien me
escribía, sino Ginny. Ella te vio con el diario y se puso muy nerviosa. ¿Y si averiguabas cómo
funcionaba, y el diario te contaba todos sus secretos? ¿Y si, lo que aún era peor, te decía
quién había retorcido el pescuezo a los pollos? Así que esa mocosa esperó a que tu
dormitorio quedara vacío y te lo robó. Pero yo ya sabía lo que tenía que hacer. Era evidente
que tú ibas detrás del heredero de Slytherin. Por todo lo que Ginny me había dicho sobre ti,
yo sabía que irías al fin del mundo para resolver el misterio… y más si atacaban a uno de tus
mejores amigos. Y Ginny me había dicho que todo el colegio era un hervidero de rumores
porque te habían oído hablar pársel… —

—Así que hice que Ginny escribiera en la pared su propia despedida y bajara a esperarte.
Luchó y gritó y se puso muy pesada. Pero ya casi no le quedaba vida: había puesto
demasiado en el diario, en mí. Lo suficiente para que yo pudiera salir al fin de las páginas. He
estado esperándote desde que llegamos. Sabía que vendrías. Tengo muchas preguntas que
hacerte, Harry Potter—

—¿Como cuál?— soltó Harry, con los puños aún apretados.

—Bueno— dijo Ryddle, sonriendo —¿cómo es que un bebé sin un talento mágico
extraordinario derrota al mago más grande de todos los tiempos? ¿Cómo escapaste sin más
daño que una cicatriz, mientras que lord Voldemort perdió sus poderes?—

En aquel momento apareció un extraño brillo rojo en su mirada.

—¿Por qué te preocupa cómo me libré?— dijo Harry despacio— Voldemort fue posterior a ti

Sonaba tan tonto cuando Harry hizo el comentario, como si pensara que había algún otro
mago oscuro detrás de él; pero eso puede ser por el conocimiento de Draco hablando.

—Voldemort— dijo Ryddle imperturbable —es mi pasado, mi presente y mi futuro, Harry


Potter…—

Sacó del bolsillo la varita de Harry y escribió en el aire con ella tres resplandecientes
palabras:

TOM SORVOLO RYDDLE

Luego volvió a agitar la varita, y las letras cambiaron de lugar:

SOY LORD VOLDEMORT

Draco casi quiso bostezar un poco aburrido a pesar de la clara amenaza de muerte inminente,
realmente era amante del show este idiota; era muy difícil mantenerle respeto al tipo, sabe
que es un loco genocida, pero un idiota que tiene la oportunidad para matar a su
archienemigo por segunda vez y no la toma.

Bueno.

Draco pierde un poco de respeto, es intimidante por supuesto, pero baja de categoría en su
mente.

Es solo un niño necesitado de atención.


—¿Ves?— susurró —Es un nombre que yo ya usaba en Hogwarts, aunque sólo entre mis
amigos más íntimos, claro. ¿Crees que iba a usar siempre mi sucio nombre muggle? ¿Yo, que
soy descendiente del mismísimo Salazar Slytherin, por parte de madre? ¿Conservar yo el
nombre de un vulgar muggle que me abandonó antes de que yo naciera, sólo porque se enteró
de que su mujer era bruja? No, Harry. Me di un nuevo nombre, un nombre que sabía que un
día temerían pronunciar todos los magos, ¡cuando yo llegara a ser el hechicero más grande
del mundo!—

A Harry pareció bloqueársele el cerebro.

—No lo eres— dijo. Su voz aparentemente calmada estaba llena de odio.

—¿No soy qué?— preguntó Ryddle bruscamente.

—No eres el hechicero más grande del mundo— dijo Harry, con la respiración agitada —
Lamento decepcionarte pero el mejor mago del mundo es Albus Dumbledore. Todos lo dicen.
Ni siquiera cuando eras fuerte te atreviste a apoderarte de Hogwarts. Dumbledore te
descubrió cuando estabas en el colegio y todavía le tienes miedo, te escondas donde te
escondas—

Draco quiso burlarse un poco al respecto, especialmente cuando de la cara de Ryddle había
desaparecido la sonrisa, y había ocupado su lugar una mirada de desprecio absoluto.

No apoyaba tanto la idea, pero cualquier comentario que molestara a ese idiota pomposo era
bien recibido de su parte.

—¡A Dumbledore lo han echado del castillo gracias a mi simple recuerdo! —dijo Ryddle,
irritado.

Draco pensó que tendría un punto.

—No está tan lejos como crees— replicó Harry.

Una mentira gorda.

Harry necesita mejorar en mentiras.

Ryddle abrió la boca, pero no dijo nada, entonces volteó a verlo y Draco había dejado de ser
un espectador; su cuerpo se tensó sin intención de querer formar parte de esto, esperando que
pronto dejaran de prestarle atención.

—No creas que me he olvidado de ti Draco Malfoy— su cuerpo se escalofrió por la forma en
que Tom hizo sonar su nombre —pensar que la familia Malfoy tendría un niño al lado de
Potter, siempre adaptándose para sobrevivir… pero tú eres diferente a tu familia, a tu
abuelo… Ginny habló de ti también, el mejor mago de su generación—

Trago saliva sin entender que debería decir, era como un poco anticlimático participar de una
charla entre claros archienemigos.

Muy fuera de imagen.


Pero ya que le habían preguntado directamente, supone que es hora de que este show termine
y todo siga avanzando; por mucho que no le guste, con él involucrado.

—Si, realmente no sé qué hago aquí, pero tu discurso de villano tiene un 10 sobre 10—
musitó algo incómodo, ganando una mirada incrédula de Harry y una tensa de Tom; trago
saliva tosiendo un poco, pero sujetando con fuerza su varita —fue como ver todo desde el
escenario, pero creo que fue un poco dramático si me dejas agregar; si fuera yo haría algo
como— Draco hizo un ademán con la mano y luego apunto con la varita a Tom lanzando el
hechizo que Pansy le lanzo hace tanto tiempo —Depulso—

Fue el mejor Depulso que hubiera lanzado en su vida, no pensó que realmente funcionara,
pero o Tom había mentido y no estaba en su mejor etapa de la vida, o realmente no esperaba
que un mocoso de 12 años lograra hacer eso.

La arrogancia es una maldición.

Porque salió volando y Draco se quedó ahí con la boca abierta, antes de lanzar un rápido
accio a la varita de Harry que cayó en su mano.

Harry volteó a verle con la boca abierta, Draco lo vio de la misma forma y probablemente
ninguno de los dos esperaba eso.

—Toma a Ginny— gruñó Harry cuando tomó la varita entre sus dientes para acomodar a la
niña sobre su hombro y Draco lo hizo con su otro hombro.

No tenían fuerza, pero ambos estaban desesperados y pensaron en largarse de ahí


rápidamente; un gruñido algo animal a la distancia le hizo pensar que Tom estaba despierto
mucho más rápido de lo que quisieron. Se arrojaron sobre una columna para esconderse.

Sin varita, tenían la ventaja.

Solo que sin veneno de basilisco o espada no podrían hacer mucho, pero oye, esto sin duda
había cambiado la jugada a su favor.

—Maldita sea golpee al que no debe ser nombrado, mi padre me va desheredar— chilló
Draco en voz baja sintiendo que había entrado a un extraño mundo paralelo.

Que esto era un puto sueño.

Una locura.

Draco siente que tal vez hizo algo que no debió haber hecho.

Harry a su lado reía igual de nervioso que Draco.

—Puta locura—

Entonces de repente llegaba música de algún lugar, los pasos de Tom parecían detenerse a la
distancia y dejó de gritar sus nombres con una entonación que indicaba cuanto los quería
muertos. Pero aquella música sonaba cada vez más y más fuerte. Era inquietante,
estremecedora, sobrenatural. A Draco le puso los pelos de punta y le pareció que todo era
muy de escena de película de terror donde seria asesinado al final. Luego, cuando la música
alcanzó tal fuerza que Draco la sentía vibrar en su interior, surgieron llamas de la columna
más cercana a ellos.

Apareció de repente un pájaro carmesí del tamaño de un cisne, que entonaba hacia el techo
abovedado su rara música. Tenía una cola dorada y brillante, tan larga como la de un pavo
real, y brillantes garras doradas, con las que sujetaba un fardo de harapos.

El pájaro se encaminó derecho a Harry, dejó caer el fardo a sus pies y se le posó en el
hombro. Cuando plegó las grandes alas, Harry levantó la mirada y vio que tenía un pico
dorado afilado y los ojos redondos y brillantes.

El pájaro dejó de cantar y acercó su cuerpo cálido a la mejilla de Harry.

—Es un fénix y un… sombrero— susurró Draco incrédulo, porque no era un sombrero
cualquiera.

Era el sombrero seleccionador del colegio.

—¿Fawkes?— musitó Harry, sintiendo la suave presión de las garras doradas.

Ryddle se echó a reír. Rio tan fuerte que su risa se multiplicó en la oscura cámara, como si
estuvieran riendo diez Ryddles al mismo tiempo.

Tal vez se había vuelto loco, aunque duda que alguna vez fuera cuerdo para empezar.

—A lo que íbamos, Harry— dijo Ryddle en voz alta claramente esperando que salieran, se
escuchaba sonriendo todavía con ganas —En dos ocasiones, en tu pasado, en mi futuro, nos
hemos encontrado. Han sido dos ocasiones en que no he logrado matarte. ¿Cómo
sobreviviste? Cuéntamelo todo. Cuanto más hables— añadió con voz suave —más tardarás
en morir, luego de esa basura Malfoy a tu lado—

Las posibilidades estaban a su favor, Harry probablemente no lo vería, pero para Draco era
diferente.

Incluso con Ginny inerte a sus pies.

—Mete la mano en el puto sombrero y saca lo que tenga que darnos— apresuró Draco en voz
baja, Tom parecía aun estar esperando algo.

Pero al hacerse silencioso, era posible que en cualquier momento saliera por ahí.

Harry lo obedece luego de darle una rápida mirada, casi sin entender que hacer, pero su mano
choca con algo con solo meterla; ambos observan con incredulidad cuando Harry saca la
mano con una espada de Gryffindor y Draco casi cae al suelo llorando de alegría.

Si.

No morirán.
Van a sobrevivir.

—¿Funcionará?— susurra Harry apresurado a lo cual Draco asiente.

—Matará al basilisco, sin duda, yo distraeré a la serpiente si aparece —asegura Draco con
una mirada seria a lo cual Harry ve curioso antes de asentir.

Su mirada demuestra confianza, así como un miedo horrible, pero Draco supone que es el
mismo miedo que él refleja.

Con un último apretón de manos de ambos, Draco se aleja por el otro lado cuando Harry sale
detrás del pilar.

—Nadie sabe por qué perdiste tus poderes al atacarme— dijo bruscamente Harry para llamar
la atención de Tom —Yo tampoco. Pero sé por qué no pudiste matarme: porque mi madre
murió para salvarme. Mi vulgar madre de origen muggle— añadió, tembloroso —ella evitó
que me mataras. Y yo te he visto de verdad, te vi el año pasado. Eres una ruina. Apenas estás
vivo. A esto te ha llevado todo tu poder. Te ocultas. ¡Eres horrible, inmundo!—

Un puto Gryffindor, pensó Draco con diversión al notar desde otro pilar como el rostro de
Ryddle tenía el rostro contorsionado.

—O sea que tu madre murió para salvarte. Sí, ése es un potente contra hechizo. Tenía
curiosidad, ¿sabes? Porque existe una extraña afinidad entre nosotros, Harry Potter. Incluso
tú lo habrás notado. Los dos somos de sangre mezclada, los dos huérfanos, los dos criados
por muggles. Tal vez somos los dos únicos hablantes de pársel que ha habido en Hogwarts
después de Slytherin. Incluso nos parecemos físicamente… Pero, después de todo, sólo fue
suerte lo que te salvó de mí. Eso es lo que quería saber—

Harry permaneció quieto, tenso, aguardando que Ryddle levantara su varita. Pero Ryddle se
limitaba a exagerar más su sonrisa contrahecha.

Draco sabe que el plan en su mente funciona sólo por la arrogancia de Tom, de reojo puede
ver a Harry tenso, pero con mirada decisiva; espera que la preciada suerte de Potter los
vuelva a salvar en su mente, porque esta jodidamente nervioso.

Harry es un mocoso valiente, nunca ha visto a nadie tan valiente (y estúpido) como ese niño.

No se extraña que derrotara a Voldemort en la línea original, eso sí, piensa que Dumbledore
pudo ayudar más y nadie puede cambiar su mentalidad.

—Ahora, Harry, voy a darte una pequeña lección. Enfrentemos los poderes de lord
Voldemort, heredero de Salazar Slytherin, contra el famoso Harry Potter, que tiene de su parte
las mejores armas de Dumbledore—

Ryddle dirigió una mirada socarrona a Fawkes en el hombro de Harry, pero su rostro se
detuvo cuando notó la espada brillante en la mano de Harry; un poco tarde desde el punto de
vista de Draco.

Pero todo sucede raro en este lugar.


—Háblame, Slytherin, el más grande de los Cuatro de Hogwarts— hubo una especie de
pánico cuando Tom dijo esas palabras y Draco estaba listo.

Había una posibilidad de que no funcionara, pero estaba apelando a que Orion podría ser un
bastardo, pero no tan bastardo; sino tendría que usar algunos otros hechizos que no estaba
seguro de su potencia, pero ocuparía distraerlos lo suficiente.

Harry se volvió hacia la estatua. Fawkes se balanceaba sobre su hombro.

El gigantesco rostro de piedra de la estatua de Slytherin se movió y Harry vio, horrorizado,


que abría la boca, más y más, hasta convertirla en un gran agujero. Algo se movía dentro de
la boca de la estatua. Algo que salía de su interior.

Harry retrocedió hasta dar de espaldas contra la pared de la cámara y cerró fuertemente los
ojos. Pudo ver que el ala de Fawkes le rozaba el rostro al emprender el vuelo.

Pájaro idiota.

Una gran mole golpeó contra el suelo de piedra de la cámara, y Harry notó que toda la
estancia temblaba. Sabía lo que estaba ocurriendo, podía sentirlo, Draco desde otro punto de
vista, pudo ver a la gran serpiente desenroscándose de la boca de Slytherin. Entonces oyó una
voz silbante.

Tom había siseado alguna palabra, pero Draco casi podría apostar a que dijo:

—Mátalo—

El basilisco se movía hacia Harry, pudo ver su pesado cuerpo deslizándose lentamente por el
polvoriento suelo. Con los ojos cerrados, Harry comenzó a moverse a ciegas hacia un lado,
palpando con las manos el camino. Ryddle reía…

Draco saltó en ese momento esperando que lo que leyó en los libros que Hermione
recomendó hace tanto tiempo atrás, no podría ver al Basilisco a los ojos, pero tal vez el
hechizo funcionara por el hecho de que Draco estaba observando fijamente a la criatura.

Siempre y cuando la serpiente no girara a verlo.

Ahora solo esperaba que Orion no se equivocara.

—Sáasil weenel— chilló Draco con voz algo quebrada y tal vez sin mover la barita como
quería, pero funcionó cuando la serpiente se quedó quieta y su rostro se levantó.

Debe sentirse confundida, sí el hechizo funcionó, debe estar en medio de un bosque lleno de
vegetación que estaba cerca de la mansión Malfoy con varios gallos cantando de forma
ruidosa. Una sonrisa cruzo su rostro sudoroso y nervioso, porque el enorme basilisco
comenzó a revolverse sobre si mismo, siseando de forma desesperada para un animal.

Harry tropezó y cayó sobre una piedra. La serpiente se encontraba a un metro escaso de él
retorciéndose aun sobre su cuerpo, debido a su ilusión la serpiente estaba con la cabeza
viendo a lo alto siseando a lo que fuera que estaba ahí en su mente.
Funcionó.

Realmente funcionó.

Ese idiota de Orion estaba loco, pero funcionó.

Draco sonrió de forma socarrona, porque durante semanas no pudo imbuir a Padma en una
ilusión, pero ahora pudo hacerlo con un puto monstruo de décadas.

—¡HARRY!— gruñó intentando no desconcentrarse, pero Harry tenía algo llamado reflejos
de buscador ya que antes de que gritara estaba saltando con la espada en alto; sus ojos
abiertos como si supiera que no tenía que temer.

La serpiente viendo al cielo, sin descansar su mirada sobre ellos.

Draco piensa que Harry podría ser un buen golpeador, porque el swim que hizo cortando
parte del cuello de la serpiente que comenzó a sisear en agonía. No importa que criatura
fuera, no podría sobrevivir a la cantidad de sangre que salía y el chillido de agonía salió de
sus casi totalmente destruidas cuerdas vocales.

Como un último aliento desesperado.

¿Qué pasó con Tom?

Dejando de lado la enorme cantidad de sangre negra que estaba cayendo, para lo cual Harry
se apartó rápidamente porque el cuello medio mutilado (casi decapitado) de la serpiente
estaba por caer en su anterior posición.

—¡No!— oyó Draco gritar a Ryddle —¡Deja al pájaro! ¡Deja al pájaro!— gruñe el
adolescente luchando por ir donde ellos, pero el pájaro no deja de atormentarlo sin miedo.

Irónico, porque es el hombre que no debe ser nombrado, luchando con dos niños y un pájaro.

Patético incluso.

O ambos tenían mucha suerte, o Voldemort en su juventud ocupaba dejar de pensar que era la
última Coca-Cola del desierto para no dejar que dos niños lucharan, cuando pudo asesinarlos
con un hechizo en su momento; aunque bueno, es por esa mentalidad que Harry pudo
sobrevivir la primera vez.

Había sido un bebé, Voldemort pudo arrojarlo por la ventana en lugar de intentar matarlo con
magia en esa oportunidad, pero eso era pensamientos para otro día.

Draco pensó ahora mismo que el fénix de Dumbledore había ayudado más que el propio
mago en todo este año con diversión, también al notar que la serpiente había muerto
demasiado rápido y de manera anticlimática.

Bueno.
Solo quedaba algo que hacer y no tenía muchas ideas para la lucha contra Tom, ya que
realmente no pensó que pudieran derrotar al basilisco con tanta facilidad.

—Sáasil weenel— la magia no funcionó esta vez con Tom, que rápidamente con un
movimiento de manos se deshizo del hechizo y solo quedo otra idea que iba a doler; pero
mientras menos tiempo tuviera era mejor —Asiménies alysídes— nuevamente con voz un
poco rota, las cadenas de plata aparecieron por toda la habitación.

Muchas más que aquella vez en la mansion.

Tom debe ser una parte entre mitad en este plano astral y mitad una ilusión, pero las cadenas
lograron sujetarlo con fuerza suspendiéndolo en el aire; de la misma forma que estaba Draco,
como si no hubiera mejorado nada desde su verano, no tiene control en el hechizo y es
solamente la segunda vez que lo usa.

Solo que esta vez, la cantidad de magia que era drenada era mayor y estaba sintiendo el
cansancio en todo su cuerpo mucho más rápido.

Duele.

La magia era extraída de mayor cantidad que la primera vez que lo utilizó.

—Usa la espada Harry, apuñala el diario— dijo Draco con voz somnolienta, antes que de
repente todo comenzara a volverse oscuro a su alrededor.

Todo es borroso, pero puede ver como Harry corre hacía el diario que estaba donde
anteriormente estuvo Ginny; el propio Voldemort gruñía desde su posición, maldiciendo a
Draco con un extraño idioma, solo para comenzar a jadear cuando las cadenas se sujetaron
con mayor fuerza en el cuello impidiendo que hablara.

Sus ojos lo veían de manera en que se sintió asustado.

El adolescente que pensó que podría asesinarlos fácilmente, lo miraba con todo el odio que
podía reunir destilando oleadas de magia que no lo alcanzaron, aunque viajaron por las
cadenas y Draco se sintió cansado.

Dos hechizos.

Solo uso dos hechizos, pero rápidamente se encontró navegando en la inconciencia, aún
sujetado entre cadenas de plata a su alrededor.

Draco está soñando, lo sabe porque muchas veces estuvo en este mismo lugar, hundiéndose
en las profundidades del abismo que estaba rodeado de agua; pronto vería a Selena ahogarse
y aunque intentara llegar a ella no podría hacerlo. Era el mismo sueño que lo atormento por
más de un año, pero esta vez de alguna forma no estaba Selena, había otra presencia a su
alrededor. Draco sintió temor, porque esperaba que fuera la mujer zombi que usualmente lo
arrastraría a la oscuridad infinita; pero esta vez no era ella, o tal vez lo era. Había una mujer
joven frente a él, pero era hermosa con su piel que parecía brillar bajo el agua, un tupido
cabello negro que parecía lleno de vida flotando a su alrededor y ojos verdes como
esmeraldas que tenían un brillo juguetón.

La miro, sin poder evitar pensar que era hermosa y una obra de arte.

Ella sonrió, de una forma algo familiar, pero no pudo ubicarla.

Cuando abre su boca parece querer hablar, pero Draco no entiende nada, solo una palabra que
parece dejarle sin entender.

¿La varita?

Abre la boca esperando poder decir algo, pero sus ojos se cierran ante el dolor y cuando los
vuelve abrir.

Ya no está soñando.

Se sienta en la cama de golpe, jadeante y sintiéndose aun en medio del agua, voltea agitado
en todas direcciones notando que no está en un lago interminable; se encuentra en una
enfermería, la enfermería de Hogwarts. A su lado se encuentra Padma durmiendo en la silla,
mientras Anthony parece babear con parte de su cuerpo sobre su cama.

Es tarde.

Draco aligera su respiración con cuidado, cayendo poco a poco de regreso a la cama, viendo
el tejado y sintiéndose cansado.

Cierra los ojos confundidos.

Vuelve a dormir, pero esta vez no hay un sueño como tal, solo una melodía, de una mujer que
tararea una canción que parece familiar.

La próxima vez que despierta lo hace con una extraña sensación de mareo, Pomfrey
rápidamente se abalanza hacia a él y Draco solamente se deja hacer algo somnoliento; la
mujer no responde a las pocas preguntas que hace, Draco decide no darle importancia cuando
la puerta se abre y rebela a su madre. Hay una especie de niebla en su mente al verle, porque
se supone que está en Hogwarts y su madre no debería estar en Hogwarts; luego su madre le
abraza de forma desesperada y Draco siente la inminente necesidad de quedarse dormido por
las caricias de su madre a su cabello. La mujer que lo ha criado repite muchas veces que todo
esta bien, que esta a salvo y Draco comienza a salir de la niebla para recordar lo sucedido
antes de quedar inconsciente; ocupan darle varias pociones calmantes para tranquilizarlo y
que deje de temblar, porque ahora todo parece mucho más terrorífico de lo que fue.

Se enfrentó a Voldemort.
Un joven Voldemort demasiado arrogante que los subestimó, pero lo enfrentó.

Maldita sea.

Su padrino que había llegado en algún momento del ataque de pánico, le explica que los
estudiantes se han marchado ya a casa, porque los exámenes finales se han suspendido por lo
ocurrido; Draco se pregunta si los de quinto o séptimo también recibieron ese trato especial,
pero por la mueca en el rostro de su profesor, supone que no fue el caso.

El año escolar terminó, Draco estuvo dormido por varias semanas en un estado casi de
hibernación, siendo tratado por Pomfrey y Severus que intentaron recuperar
desesperadamente la magia que casi perdió en su totalidad; para haber parecido tan fácil
derrotar al joven Voldemort, parece ser que Draco estuvo bastante cerca de la muerte por
deficiencia mágica.

Genial.

El día anterior sus amigos se habían tenido que marchar a casa, en contra de su voluntad,
Pomfrey relata que la mayoría de sus amigos (Severus hizo una mueca cuando destacaron
tanto a Ron como Potter) estuvieron visitándolo constantemente.

Tendría que recuperar las clases del ultimo trimestre, pero en general había sobrevivido.

Por milagro.

Su madre que se había instalado en una habitación proporcionada por el director (nuevamente
asignado) para vigilar a Draco constantemente, había comentado que si no despertaba pronto
hubieran tenido que llevarlo al hospital mágico; pero su cuerpo se había estado recuperando
lentamente pero seguro, así que prefirieron mantenerlo cerca del lugar donde su magia se
disperso por el uso de sus hechizos.

Su cuerpo había trabajado con los hechizos para recuperarla, de forma que Pomfrey alabó.

—Recuerdo vagamente lo que pasó— susurra Draco para sí mismo, sintiéndose borroso
luego de haber usado el hechizo de las cadenas.

Narcisa mira de reojo a Severus, quien parece algo tenso cuando comienza su explicación.

Al parecer luego de la estúpida (y muy arriesgada idea de los Gryffindor con Draco) de ir por
Ginny, habían luchado contra Voldemort joven, los niños habían llegado con Lockhart
desmemorizado y Draco totalmente inconsciente desde la cámara de los secretos. Había sido
un caos de parte de todos, su padre llegó bastante molesto a Hogwarts discutiendo con el
director, pero había sido acusado de haberle dado el diario a Ginny y al final sin pruebas no
había sido encarcelado realmente; pero dudaba que fuera el final de esto por el rostro de su
madre.

Los niños que fueron con él, especialmente Ginny parecían culpables de como terminó todo,
pero no pudieron más que visitarlo.
—Conocí a tus amigos, son encantadores— intentó tranquilizarlo su madre, hablando de sus
amigos Ravenclaw y Draco se maldijo internamente por la forma en que tuvieron que
conocerse.

Tendría tantas cartas que escribir cuando volviera a casa, especialmente a Padma… y Pansy.

—¿Padre está enojado?— preguntó curioso a su madre, quien solamente volteo el rostro y
Severus suspiro detrás de ella.

Si.

Su padre no estaba enojado, probablemente estaría furioso.

Arruinó sus planes.

Draco no hizo más preguntas, solamente se dejo hacer por Pomfrey quien lanzó varios
hechizos más a su cuerpo, con algunas pociones para recuperar masa musculas que perdió
durante sus días inconsciente. Los adultos lo dejaron solo, tenían que hablar sobre como lo
llevarían de regreso a la mansión Malfoy y Draco solamente se dejo caer sobre la cama.

Al igual que la línea original de tiempo, Dobby había sido liberado, aunque su madre
comentó que el elfo había estado muy presente en Hogwarts vigilando el estado de Draco;
Dobby siempre había querido ser libre, pero eso no evitaba que se sintiera amargo de
perderlo.

Siempre había estado con él.

Mientras esperaba, tomó las cartas que su madre había dejado en la mesa y que sus amigos le
escribieron antes de irse. No pudo imaginar como ellos estarían luego de verlo inconsciente al
borde de la muerte, pero las cartas de Terry y Michael parecían bastante preocupadas,
escribiendo sobre que apenas estuviera consciente que les escribiera, algo sobre que su madre
era amable e invitaciones para ir a ambas casas en vacaciones que probablemente no podría
aceptar; no sabe qué pensaría su padre al respecto. Blaise y Theo le escribieron sobre lo idiota
que era por inmiscuirse en una aventura de este tipo, pero Theo realmente parecía más
preocupado que Blaise, el cual parecía enojado y triste porque hiciera una locura.

La carta de Pansy era corta, pero aterradora; aunque terminaba con un: “Más te vale
despertar, no puedo ser viuda antes de tiempo”, que le hizo bufar un poco.

Anthony escribió lo que parecía un gran libro, contando en resumen los últimos días donde
estuvo inconsciente, pero, aunque la carta parece una bitácora le hace pensar en lo
preocupado que estaba el niño sobre su estado. Padma por otro lado parecía desgarradora en
la carta, hablando sobre que ocupaba despertar y que lo asesinaría cuando despertara por
hacerla preocuparse así; la carta de Padma y Pansy eran algo similares, a decir verdad.

Luna hizo una carta que le dolió, hablando sobre lo triste que estaba de que su primer amigo
estuviera en este estado y preguntándose si la amistad siempre seria igual de dolorosa;
comparaciones de perder seres queridos y una súplica de que despertara.
Ginny hizo una carta enorme de disculpa, demasiado larga.

Se sorprendió de ver cartas que le deseaban una recuperación de otros estudiantes, como los
gemelos o Neville, incluso Parvati escribió una nota muy similar a la de Cho que venía con la
del equipo de quidditch. Ron agradecía su colaboración por ayudar con su hermana y recibió
una carta también de la propia Molly Weasley prometiéndole un suéter por su ayuda con su
hija. Hermione agradeció por haber ayudado y cuidado de sus amigos, aunque esperando que
se mejorara pronto.

Había varias cartas de Dora, las primeras de su correo matutino que comenzaban a volverse
paranoicas cuando no contestaba; la última carta (luego de varias con amenazas por no
contestar) comentaba sobre haberse enterado de la situación y esperando su pronta
recuperación, aunque parecía algo alterada al final y lo llamo niño idiota.

Se sintió un poco idiota.

La última carta que notó era de Harry, no tan larga como las de Padma o Ginny, tampoco era
una simple nota de agradecimiento; aunque había varios tachones por todas partes.

Draco.

Lamento que todo terminara así, fue mi culpa, no debí insistir en que nos acompañaras;
ojalá pudiera cambiar lo sucedido. No debí involucrarte, no debí estar feliz de no estar
solo. Si tan solo pudiera cambiar algo, te hubiera mantenido a salvo; fuiste tú quien me salvó
y gracias por eso.

La próxima vez no te meteré en problemas, soy un pésimo amigo. ¿Todavía podríamos ser
amigos? No te sientas mal si no quieres ser mi amigo, no merezco tu amistad luego de lo que
sucedió.

Espero que mejores pronto, conocí a tu madre, realmente se preocupa por ti y te ama. Tu
padre es horrible como persona. Ella reconoció el collar que me diste (lo cual nadie sabe
aún, excepto ahora por ella), parecía sorprendida, pero comentó que eso significaba que
éramos amigos y yo no lo negué.

Espero que podamos ser amigos de verdad.

Se que no lo merezco, pero por favor escríbeme cuando despiertes, o al menos a Ron o
Hermione, ellos me lo dirán; no me dejaron quedar en Hogwarts no importa cuanto suplique
con Padma o Anthony.

Harry Potter.

Bufó por debajo leyendo la carta, quería escribirles a sus amigos sobre su despertar, pero
cuando intento levantarse para obtener alguna hoja y pluma; bueno, sus pies cedieron de mala
forma estampándose contra el suelo. Severus fue el primero en entrar, viéndolo con fastidio y
exasperación, antes de levitarlo a la camilla con una mirada avergonzada en su rostro.

Estaría en Hogwarts por dos días más recuperándose antes de irse.


Su madre se marchó para alistarlo todo en casa, Draco se le permitió escribir hasta el día
siguiente.

Merlín había sido aceptado en el ala clínica, Pomfrey no estaba tan feliz, pero la mujer lo
amaba a su manera y Draco se siente terriblemente aburrido; aunque la cantidad de libros que
le dejo Severus, de apuntes de sus compañeros para ponerse al día era aterradora. Toma gran
parte de la mañana tener todas las cartas listas para sus amigos, bueno, realmente solo escribe
la de Padma primero y envía a Merlín, esperando que el viaje de la lechuza le dé tiempo para
escribir las otras cartas. Después de eso, aunque tiene una pila de materia para estudiar, Draco
saca el libro de Orion para acariciar la portada un poco, agradeciendo internamente al
bastardo que lo escribió porque de alguna forma fue lo que salvó su cuello contra Voldemort.

¿Voldemort sabría esos hechizos?

¿Podría hacerlo?

No por primera vez se preguntó quién era realmente Orion y como ese libro terminó con él,
pero Draco no se iba a quejar si dentro de esas hojas tenía la forma de sobrevivir a este
mundo; tendría que estudiarlo más en vacaciones, ya que cualquier gramo de esta
información podría salvarlo en realidad.

Mientras lo veía, se preguntó nuevamente como fue que llego a sus manos.

Estaba casi seguro que tendría algo que ver con que era un alma reencarnada, se preguntó si
Orion también sería un alma rencarnada.

Tiene que haber algo que los una.

Casi finalizando la tarde se pudo poner de pie con ayuda de Pomfrey, sus pasos eran
temblorosos y nunca se había sentido más inútil en toda su vida; pero pudo dar una vuelta a la
enfermería antes de que llegara Merlín para poder entregar otra carta, fue directo a Anthony y
la siguiente sería la de Luna. Tendría muchas cartas que entregar, y una parte de él quería
entregarle una a Potter, pero decidió que sus amigos más cercanos merecían un poco de
prioridad.

Tenía miedo de entregar la de Pansy en realidad.

Severus llegó esa tarde luciendo molesto cuando notó que Draco en realidad no había tomado
los apuntes y paso unas dos horas obligándolo a estudiar, si bien Draco se estaba quejando,
casi deseo que siguiera estudiando cuando el propio Dumbledore entró a la enfermería y todo
el cuerpo de Draco se erizó como si fuera un gato; venía con Hagrid, que fue el único alivio,
hasta que el gigante comenzó a llorar y abrazar a Draco casi sacándole el aire.

Nuevamente fue su padrino quien lo separó.


—El señor Potter explicó toda la historia, aunque no pudo recordar los hechizos que usaste,
parece ser que son hechizos bastante útiles— el profesor Dumbledore hablo amigablemente
luego de comentar lo aliviado que estaba de su estado.

La vista de Draco casi se desvió al libro de Orion, pero era más inteligente que eso, claro que
su forma de ir contra Voldemort no lo categorizaría como alguien inteligente; no trabaja tan
bien bajo presión, pero ahora que está tranquilo puede pensar más claramente.

—Los leí en un libro, en la mansión Malfoy— técnicamente no estaba mintiendo,


técnicamente.

Dumbledore intercambio una mirada con Severus, pero su padrino no volteo a verlo y en su
lugar corregía el ensayo de Draco para defensa; lo cual esperaba no fuera muy grosero, ya
que técnicamente no tuvieron nada bueno de defensa ese año.

El ceño fruncido de su padrino lo hizo dudar un poco.

Hagrid por otro lado estaba encantado con Draco, ya que gracias a su esfuerzo con Harry y
Ron había sido liberado de Azkaban (nadie mencionó la parte de culpa de su padre en el
caso), confesando en secreto que era probable que el próximo año fuera el profesor de
cuidado de criaturas mágicas; Draco tomó esa oportunidad para comentar su interés en esa
materia, a lo cual Severus arrugo la nariz con disgusto.

Suponía que su padre tomaría peor el comentario.

Pero la sonrisa de Hagrid hizo que valiera la pena.

El próximo año lectivo, tal vez no seria tan malo, si bien tenía la intención de participar
menos que ahora, esperaba que no hubiera otro villano psicópata en serie buscándolo.

El director hizo algunas preguntas más sobre el caso, especialmente sobre el diario y Draco
pudo notar la sospecha en sus ojos, así como una calculadora observación; intento leer su
mente, las paredes de Draco entrenadas por Severus se activaron naturalmente y cuando vio
el ceño fruncido de su director aparto la mirada sintiéndose especialmente pequeño.

—Era carismático— admitió Draco, silenciando a los tres adultos —Tom, era carismático…
pero terriblemente arrogante— añade casi pensativo, sintiéndose un poco intimidado al notar
algunas similitudes de Tom con él mismo.

Claro que no era un loco psicópata con deseos genocidas, pero si lo pensaba detenidamente,
había cosas similares entre ambos.

El solo pensarlo le provocó ganas de vomitar.

—Era sin duda un hombre carismático, un hombre que tenía seguidores por sus aptitudes y
sin duda alguien que engañó a personas mucho mayores que unos pobres niños— afirmó
Dumbledore luego del silencio de Hagrid y Severus, el anciano parecía casi pensativo.

Draco se preguntó si alguna vez los habría comparado, pero no se atrevió hacer la pregunta.
La ignorancia es una virtud y Draco ya sabe muchas cosas como para querer saber más.

Aunque tiene curiosidad.

No por nada era un Ravenclaw.

Quiso casi preguntarle al director porque no enfrentaba a Voldemort, porque de alguna forma
dejaba que Harry hiciera todo, o que dejaría que Harry hiciera todo; no creía que todo fuera
por la profecía, lo cual era estúpido, cada uno de ellos es quien decide su camino.

Dumbledore no hizo más que sonreír y comentar su deseo de verlo el próximo año, Hagrid
dejó unos caramelos (que Draco había aprendido por la mala a no comer) antes de irse y su
padrino permaneció mucho rato en silencio viéndolo fijamente; pero no intento pasar sus
barreras mentales, solamente lo miraba como si tuviera mil preguntas, pero sin mencionar
ninguna de ellas.

—¿Crees que hice lo correcto padrino?—

—Creo que hiciste una estupidez para tu edad, demasiado arrogante para un niño, demasiado
Gryffindor—

—Eso suena como si fuera malo—

—Lo es—

—…—

—Ir contra ese hombre, ese monstruo— hay una mirada oscura en sus ojos que estremece a
Draco —es peligroso, demasiado peligroso; no se supone que estarías involucrado de
ninguna manera— ahora parece casi derrotado al hablar y Draco no dice nada más.

Pero está de acuerdo, no se supone que debería estar involucrado.

Se promete que el próximo año se alejara de todo, porque es lo mejor y ni siquiera sabe que
sucederá este verano en casa.

—Eres mi profesor favorito—

—Obviamente los halagos no van a funcionar conmigo—

—Tenía que intentarlo—

Su madre está hablando con Pomfrey antes de que tengan que irse, el director amablemente
les había prestado la chimenea de su despacho para ir a casa, pero Draco aún ocuparía unas
cuantas pociones para recuperarse por completo; con todas sus cartas enviadas a sus amigos
con ayuda de algunas lechuzas prestadas por el colegio, Draco piensa que puede leer un poco
el libro de Orion antes de irse a casa. Sigue siendo la mayor parte con códigos que no han
desvelado, aunque se siente feliz de que algunas partas ya son de su conocimiento y se
pregunta que tanto más podrá averiguar; comparado al primer año, este año parecen que han
desvelado más de los secretos del libro y conocen un poco del autor, tienen pistas al menos.

Ahora si tan solo tuviera otra pista más, que lo dirigiera al lugar correcto no sería mucho
pedir.

Toco la portada del libro con casi adoración.

Era el rompecabezas más doloroso que había encontrado en sus dos vidas y estaba
completamente fascinado con este; al mismo nivel de querer pegarse un tiro cada que llegaba
a un callejón sin salida.

—Oh querido libro, si tan solo me dieras una pista más, estaría agradecido— musitó viendo
este con frustración y anhelo por partes iguales, sin esperar nada a cambio.

Digo.

Uno no espera nada a cambio de un libro de acertijos, así que cuando este se iluminó, no
pueden culpar a Draco de soltarlo sobre su cama y soltar un chillido, algo poco masculino;
pero cuando volteó a ver no estaba nadie en la enfermería y tal vez se acercó demasiado
cauteloso al libro que seguía soltando un brillo dentro de sus páginas.

Interesante.

Tal vez el libro tenía magia, algo de magia que lo protegía, si había aparecido de la nada tuvo
que pensar en la posibilidad mucho antes.

La verdad es, que no lo hizo.

Cuando tocó el libro este no parecía diferente, lo abrió notando que era algunas hojas en
específico que estaba iluminada y comenzó a buscarla; sus ojos casi se salen de sus cuencas
cuando la hoja que anteriormente estaba llena de runas, ahora se había convertido en el
idioma inglés fácilmente. Era parte de lo que ya habían traducido, sorprendiéndolo cuando
paso las hojas rápidamente y todas ellas fueron las que trabajo con sus amigos a lo largo de
dos años.

Increíble.

Las hojeo alegre de que no parecieran cambiar de regreso a su forma de runas, sorprendido
por este cambio; claro que hubiera sido genial que alguna parte diferente a las que trabajaron
hubiera cambiado, aunque no se quejaba.

Pensó demasiado pronto, porque una de las páginas iniciales que no habían trabajado,
efectivamente estaba ahora en inglés y Draco rápidamente salto hacía esta, casi jadeante por
información nueva del libro que no necesito semanas de estudio intensivo.

.
Nunca conocí a nadie como ella, su magia sin duda es un resultado de mi hechizo, pero
está claro que incluso con su línea de sangre está claro que la forma en como la magia la
ama no es normal. Siempre pensé que eso podría estar de su lado, la manera en que la
magia reaccionaba a ella como si fuera natural, su núcleo de magia de mayor tamaño
que el promedio y un talento para cualquier hechizo.

Fui tan estúpido.

Pero Esmeralda era la descripción de la magia en su estado más puro, eso me hizo
fácilmente manipulable, pensar que todo estaría bien; que nada malo podría sucederle.

Fue mi arrogancia e ignorancia la que causaron el problema, pero Esmeralda nunca me


culpó, incluso cuando tenía motivos para hacerlo.

Esmeralda aprendió rápido, siempre fue inteligente, pero el mundo de los magos nunca
la intimidó y parecía curiosa de lo que podría lograr; no me extraña lo fácil que se hizo
un nombre en nuestro mundo y tampoco me extraña como logró hacer a la familia de la
nada.

Ella me había pedido que usara mi apellido, pero como mestizo nunca quise el apellido
de mi padre y tampoco podía obtener el apellido de mi madre; pero podíamos usar el de
Esmeralda, un apellido que cambiaría al mundo de los magos y comenzaría una línea de
sangre nueva.

Esmeralda Black, la fundadora de la casa Black y la primera maga de nuestra familia.

Estaba destinada a cosas grandes, pero mi estupidez la terminó asesinado y borrando


del registro familiar deseando protegerla; que nadie conociera la verdad, que nadie
intentara obtener lo que dejo atrás y lo que tanto me atormenta.

¿Alguna vez podre volver a verla?

¿Podre enmendar este error?

Para aquella persona que esté leyendo este libro, un descendiente de Esmeralda y un
digno heredero de su sangre, ya que nadie sin linaje Black podría leer este libro; Espero
que de alguna forma el legado de Esmeralda pudiera superar su muerte para vivir en
los corazones de sus hijos.

Porque este mundo esta maldito, nuestro linaje esta maldito, pero nuestra historia no
debe ser olvidada.

La boca de Draco se abre de forma incrédula, antes de sujetar el libro con demasiada fuerza y
verlo esperando que de forma espontánea hiciera combustión.

—¿Pero que mierda?— grita al libro, antes de golpearse con este la cabeza.

Este libro sin duda va ser su muerte.


Y ahora tenía algo nuevo que investigar.

Fin.

Chapter End Notes

Espero que disfrutaran mucho de este libro como del primero, he intentado todo lo
posible para terminarlo antes de comenzar a actualizarlo más seguido. Si bien algunas
cosas cambiaron de la idea original que tenía, este siempre fue el final que había
predicho para el libro; Esmeralda Black y Orion sin duda son demasiado importantes
para la historia, pero hasta ahora entran en acción y vendrán muchas situaciones que
involucren a Draco.

El plan original no era que Draco se involucrará en la cámara de los secretos, pero luego
me di cuenta que era inevitable para lo que vendrá más adelante. Pero, aunque la cámara
se venció con relativa facilidad, solo porque un joven Tom es mucho más arrogante (lo
cual es decir mucho para lo que es Voldemort) que un Voldemort adulto. Esto llenara a
Draco de mucha confianza que no necesita, pero sabe que no puede usar los hechizos del
libro de Orion sin repercusiones.

Hay una forma para poder usarlos, pero Draco está lejos de estar ahí. Draco ha avanzado
bastante en dos libros, pero también ha retrocedido mucho.

Muchas gracias a todos los comentarios que he recibido, es gracias a ellos que me siento
inspirada para escribir y es por eso que las actualizaciones se han hecho tan seguido.

Gracias al comentario de “Komiho” el siguiente capítulo de la historia va ser un


interludio entre los libros 2 y 3 que tenga el punto de vista de otros personajes.

Así que técnicamente no es un hasta luego, pero este es el final del libro como tal.

Aquí les dejo el resumen del tercer libro:

Draco Malfoy y el relicario maldito.

Luego de los eventos acontecidos en su segundo año, Draco estaba decidido a que este
tercer año se alejaría de todo lo que tuviera que ver con Harry Potter y su primo segundo
una vez removido. Pero luego de que el libro de Orion revelara una pista de su creador,
Draco supone que tendrá que verse nuevamente inmiscuido en la trama principal para
poder hablar con el temido Sirus Black.

Además de sus problemas habituales para ser el mejor de su generación y la relación


tensa con su padre, tendrá que agregarle que este año tal vez, y solo tal vez, debería ser
amigo de Harry Potter; no puedes matar a un basilisco con alguien sin terminar siendo
amigos.
Interludio
Chapter Summary

Bueno este interludio iba ser solamente un capítulo de Sirus Black, pero serán dos
interludios por petición popular del público.

El primer interludio será sobre Harry en una vista rápida de estos últimos dos años y
luego el siguiente interludio dentro del mismo capitulo veremos un poco sobre Sirus
Black.

Espero lo disfruten, es el capítulo más largo hasta el momento de esta historia.

Chapter Notes
See the end of the chapter for notes

Interludio primera parte: 1º año

La primera vez que Harry Potter ve a Draco Malfoy es en Hogwarts, solamente tenía pocos
días de haber descubierto que era un mago (lo cual era lo más asombroso que le había pasado
en la vida); además de que sus familiares lo habían engañado totalmente, como puede esperar
de ellos en realidad. Había estado tan nervioso por toda la situación, porque todo era nuevo
para él y parecía que para los niños a su alrededor también; incluso aquellos hijos de magos
lo cual lo dejó tranquilo al ingresar al magnífico castillo. Todo es demasiado emocionante
para él, tiene algo en la vida que no le pueden quitar e incluso tiene una lechuza y posibilidad
de tener amigos reales; aquí no está Dudley para espantar a sus amigos y Harry quiere
permanecer optimista. Si es sincero y viéndolo en retrospectiva no pudo notar mucho a Draco
al inicio, es un niño de su edad como muchos otros y aunque tiene el cabello más claro que
ha visto, no representa ninguna anormalidad; Ron a su lado parece interesado en Draco de
repente y Harry ve al niño tener el sombrero en su cabeza.

Por mucho tiempo en realidad.

Algo aburrido.

Cuando el sombrero grita Ravenclaw, Harry observa como algunos de la mesa de las águilas
aplauden casi aturdidos; todos en el salón parecen confundidos.

Incluyendo a Malfoy.

No es que sea nada malo, Ron no habló mal de esa casa, aunque había entendido que era para
niños muy inteligentes; supuso que Draco Malfoy sería la especie de cerebrito que le gusta la
química. Aunque pudo notar que incluso el propio niño parecía estar desconcertado mientras
caminaba a la mesa.
No es algo malo.

Ninguna casa debería ser mala.

¿Verdad?

Horas más tarde cuando está celebrando de haber quedado, en lo que para él, es la mejor casa
de todos, se sorprende que sea Ron quien saque el tema con el niño llamado Neville. Se había
acercado curioso cuando hablaron sobre el niño, porque Ron no había comentado conocerlo,
pero si tiene curiosidad; aparte del propio Harry, solamente Draco logró llamar la atención de
todo el salón.

De alguna forma hablan de este casi tanto como él, Harry no puede evitar sentir algo de
curiosidad.

—Es un Malfoy, los Malfoy van siempre a Slytherin— comenta Neville algo tímido, lo que
hace que otros chicos de la habitación se volteen para verlos curiosos, interesados en el tema.

Ron parece algo incómodo.

Algunos habían comentado mal sobre la casa de las serpientes, pero aunque Harry no dice
nada porque no conoce mucho, piensa que las serpientes reales no son tan malas.

Al menos no con él.

—No es malo, en realidad lo conocí antes de venir aquí— Harry notó con algo de celos, que,
en realidad, casi todos parecían conocerse desde antes —papá siempre dice que su padre es
un dolor de culo, pero que una vez conoció a Draco cuando era más pequeño y que le pareció
interesante; no es su culpa haber nacido en una casa de Mortifagos supongo— añade eso
último casi pensativo, a lo cual Harry ladea el rostro confundido.

No sabe que es un mortifago, pero Neville salta diciendo que siempre en las ceremonias de
sangre pura, Draco parece ser el perfecto heredero.

Lo cual no entiende.

¿Heredero de qué?

Todo es nuevo para él.

Ron parecía pensar que el niño era buena persona, era un Ravenclaw, no podría ser tan malo.

Thomas dijo algo que atrajo la atención de Harry, emocionado por esa primera noche y sus
posibles nuevos amigos, determino que Draco Malfoy simplemente no era importante para él;
dudaba que tuviera mucha relevancia dado que estaban en otra casa.

.
Draco Malfoy es amigo de todo el mundo, ve al niño navegar entre su casa y la mesa
Slytherin constantemente, pero en particular puede verlo saludar a Ron cuando Harry no está
cerca; no puede negar que no sea molesto, porque en realidad, es muy molesto. El niño que
parece capaz de sonreírle a todo el mundo, parece listo para huir cada que se acerca; le
comenta a Ron sobre sus pensamientos, pero el niño simplemente dice que está pensando
demasiado en cosas que no son. No es que importe, Hogwarts tiene muchos otros niños de su
edad, no es que tenga que obsesionarse con Draco Malfoy; pero cuando un día camina hacia
él pensando en saludarlo (Ron le había dicho que solo lo tendría que saludar, Draco era tan
amable que podría sacar un tema de conversación con cualquiera; con cualquiera menos con
Harry), pero el niño al verlo literalmente se congela y da media vuelta para irse.

Golpea muy cerca de casa, de sus recuerdos dolorosos, de otros niños que se alejaban por
culpa de Dudley; pero aquí nadie ha hablado mal de él, en general las personas parecen
interesadas en conocerlo y no entiende que pudo hacer para que Draco Malfoy lo odie.

No han hablado nunca.

No por falta de intentos de Harry.

Va molesto con Ron para hablar del tema, a lo cual el pelirrojo parece sorprendido.

—Eso no puede ser cierto, incluso habla con Hermione, y sabes que ella es una molestia—
señala su amigo casi incrédulo, a lo cual Harry quiere decir que la niña no es tan molesta.

Solo demasiado inteligente, una Ravenclaw de hecho; piensa objetivamente que por eso debe
ser amigable con Draco.

Pero es una Gryffindor ahora.

—Te lo juro, me está evitando como si tuviera una enfermedad— gruñe sintiéndose
claramente molesto, en este mundo donde podía ser quien era y nadie parecía odiarlo.

¿Por qué él lo odiaba?

Draco Malfoy parecía traer con él un recuerdo de cómo era Harry en la vida fuera de la
magia, donde los niños solían ignorarlos por petición o tormento de Dudley; sabe que no
debe obsesionarse, es imposible agradarle a todo el mundo, pero quería saber que había
hecho para ganarse la molestia de Draco Malfoy.

Era el niño que podía ser amigo de cualquier persona.

¿Qué tenía mal Harry?

—¿Hice algo mal? — preguntó a Ron, sin saber si lo había ofendido con alguna de las
costumbres de magos de sangre pura y esas cosas.

Su amigo pelirrojo lo vio con cierto grado de duda, antes de negar con la cabeza.

—No, lo dudo, pero te lo digo no deberías preocuparte por eso— el niño intentaba
tranquilizarlo, debería ser fácil para él.
Draco no ignoraba a Ron, siempre le sonreía e incluso lo saludaba con la mano, mientras que
evitaba la mirada de Harry; una semana después de eso Ron le dio la razón a Harry de que tal
vez Draco si parecía evitarlo.

Grandioso.

Además.

¿Cómo era tan jodidamente inteligente?

Draco Malfoy era un niño muy molesto para Harry, especialmente porque lo ignoraba.

Si tan solo pudiera voltear a verlo y explicarle, Harry simplemente podría arreglar lo que no
sabe que averió o simplemente alejarse; pero si no le dicen nada, es imposible para él.

Draco Malfoy es un misterio para él, pero va a ser fuerte y no se va obsesionar.

¿Verdad?

Incluso los profesores lo aman, no hay clase donde el profesor de pociones que tiene un odio
particular por Harry no lo mencione al menos una vez; quisiera odiarlo por eso, pero en
realidad duda que deba hacerlo por ese motivo, Snape parece odiarlo sin eso. Harry se
encuentra viendo a Draco más de la cuenta, esperando que sus miradas se crucen y que no
desvié la mirada, pero no funciona ya que el niño parece no querer ver la mesa de Gryffindor
siempre que está cerca; Ron comenta que está obsesionado y Harry simplemente bufa por
bajo, porque claramente no está obsesionado.

Todos están obsesionados con Malfoy.

No él.

Las niñas no dejan de hablar de este cuando pasa por los pasillos, los niños Slytherin siempre
están a su alrededor hablando y ahora que se ha hecho amigo con los de su propia casa
siempre tiene alguien azul a su lado. Ron había comentado, una vez algo fastidiado cuando
Harry habló del tema, que eso era algo bueno; los Malfoy eran conocidos por ser puristas de
sangre, que Draco estuviera hablando con mestizos o nacidos de muggles, era una cosa muy
positiva.

Hablaba con todos por igual, de forma carismática y sonriente, que hizo que todos parecieran
alabar el camino que pisaba; era el primero de su generación y lo había visto charlando en
ocasiones con Hermione sobre materias.

Molesto.

Incluso los gemelos comentaban sobre este cuando preguntaba, como si hablaran de un viejo
amigo.
¿Por qué no con Harry?

Era la única pregunta que necesitaba respuesta.

Era difícil pensar que hizo algo tan malo para enojarlo, pero era más difícil pensar que el niño
que se había presentado con todos los herederos (no entendía bien cuando Neville comentó al
respecto, pero parecía importante) no podía decirle “hola”; no es que Harry estuviera
suplicando por una hora de conversación o algo por el estilo, simplemente se sentiría bien si
pudiera saludarlo y este no tuviera repulsión por su persona.

Parecía un niño genial a su forma, si todos lo amaban, debe ser por algo.

Lo que ha podido ver Harry desde la distancia, ya que no le dejan acercarse, es que es alguien
bastante excepcional al menos.

—No tienes que ser amigo de todos Harry— le había intentado explicar Ron con inusual
calma y también algo cansado del tema, pero Harry no hizo ningún ademan al respecto.

No es que quisiera ser amigo de todos, pero no entendía porque no podía ser amigo de Draco.

Harry pensó que podría impresionar a Draco con el quidditch, según todos era el buscador
más joven de la historia, así que, aunque algunos lo veían con celos tienen sus esperanzas en
él; puede que no lo apoye por ser de casas diferentes y tener más amigos en Slytherin, pero
Harry quiere al menos pensar que podría hablar de algo con Draco. Hermione quien ahora es
amiga de Ron y de Harry, parece confundida cuando luego de Halloween y todo el incidente
con el Troll, Ron parece aliviado de tenerla como amiga; el niño Weasley comenta sobre que
Harry está obsesionado con Draco, lo cual no es cierto. Puede que le preguntara a Hermione
sí alguna vez Draco habló de él, pero la niña lo ve confundida admitiendo que solo hablaron
de materias y Harry se siente decepcionado por algún motivo.

Pero con el quidditch no tiene nada que perder.

Todos aman el quidditch.

Pero el día del partido, aunque busca por todos lados, no puede encontrar la cabellera rubio
platino por ningún lado.

Maldita sea.

Draco es inteligente, es quien señala quien es Nicolás Flamel y les ahorra horas en la
biblioteca, Hermione parece algo reticente en admitir que el niño tal vez sea más inteligente
que ella; Harry sabe que es inteligente, ha escuchado a varios profesores alabar a Draco en las
clases que comparten. A veces se encuentra pensando que, sí el niño hubiera entrado a
Gryffindor, sería más fácil convencerlo de que fuera su amigo; han pasado 4 meses desde que
entró a Hogwarts y Draco sigue fielmente ignorándolo, lo cual sigue siendo molesto como al
inicio. Porque cada día que ignora a Harry, parece ser amigo de una docena de otras personas,
especialmente Slytherins; los cuales odian a Harry y le hace pensar sí alguno de ellos habría
hablado mal de él para que lo odie tanto.

Lo cual no tiene sentido, por mucho que le guste la teoría, Draco es perfectamente capaz de
relacionarse con Hermione o Ron cuando no está presente.

Señala eso amargamente y sus amigos lo ven incrédulos al comentar al respecto.

—Tal vez no le agradas— musita Ron con demasiada sinceridad, ganando un codo en el
vientre de parte de Hermione y Harry intenta no tomarlo personal.

Pero lo hace.

Naturalmente no tiene que agradarle a todo el mundo, la mayor parte de su vida no le ha


agradado a nadie y estar en un colegio lleno de magia, donde solamente un niño parece
sentirse incomodo con su presencia (no cuenta a los Slytherin, porque ellos solamente son
malos) no significa el fin del mundo; no importa que el niño parezca ser amigo de todos, si
no quiere ser amigo de Harry no debería obligarlo.

Esa resolución no le agrada en lo más mínimo, pero según Hermione es lo correcto.

Una semana antes de navidad Harry estalla frente a Draco, les jura que no piensa hacerlo,
pero al final antes de saberlo está en medio de un pasillo; solamente piensa que debería
preguntarle el motivo por el cual lo ignora para poder seguir adelante. Sí Draco responde que
simplemente no le agrada, dejaría de ser especulaciones y confirmaría lo que todos dicen;
pero el chico habla de forma tan formal y molesta que le hace hervir todo su ser. El otro niño
si bien parece atrapado de alguna forma, responde tan formalmente que confunde a Harry,
hablando de herederos y tradiciones, demasiado formal.

Es como esas personas de la realeza, su voz parece tan controlada y es tan diferente al niño
que ha visto charlar con una sonrisa con la casa Slytherin.

Se está controlando.

Habla tan impersonal e incluso se disculpa si lo ofendió de alguna forma, en nombre de su


casa.

¿Por qué hace eso?

Parece ser que Harry no hizo nada malo, pero eso no evita que no entienda porque quiere
alejarse de él de forma tan contundente.
Algo no debe estar bien, pero no puede averiguar el por qué.

—Tal vez deberías dejarlo tranquilo— comenta Hermione con duda cuando llega para hablar
del tema con ellos minutos después.

Debería.

Pero Draco nunca dijo que lo odiara, tal vez hay algo más de trasfondo que no puede ver;
Ron solo niega con la cabeza y Hermione intercambia miradas con este casi cansada, Harry
los ignora mientras toma asiento. El niño había actuado de forma impecable, no se dejó
provocar y si bien distante, le habló; le habló por primera vez en todo año escolar y tomaría
eso como una victoria.

Los ojos grises del niño se habían visto graciosos cuando lo acorraló.

—Está demente— escucha susurrar Ron a Hermione, se hace el ofendido cuando la niña
asiente.

No está loco, tampoco obsesionado.

Obtuvo una respuesta y Harry se sintió feliz de que el niño por fin lo vio a los ojos, eso es
todo; ahora si tan sólo pudiera conseguir un poco más, está seguro que podría tranquilizarse
un poco.

Intenta volver hablar con Draco sin éxito, lo ha visto salir de la habitación del espejo con su
manta y su rostro consternado le persigue los siguientes días; aunque no son amigos quiere
preguntarle si se encuentra bien. Se pregunto qué vería en el espejo, tiene padres que lo aman,
así que tal vez como Ron solamente vio algún sueño frustrado que lo dejó mal. Pero, aunque
este ahí en vacaciones, no tiene tiempo para hablarle y siempre parece rodeado de alguien; así
que le da tiempo. Tal vez sólo lo imaginó, el niño había lucido mal, pero la próxima vez que
lo vio exceptuando por las ojeras parecía bien; sigue sonriendo a cualquier persona que no es
Harry y sus notas siguen siendo mejores que las de Hermione.

Para decepción de esta.

Draco siempre está rodeado de libros, siempre parece necesitar que alguien lo arrastre y sus
ojos no vuelven a encontrarse con los de Harry.

Está ocupado en sus propias cosas.

Ojalá Harry pudiera ser así.

Pero siempre que camina por los pasillos y una cabellera platina aparece, Harry literalmente
contorsiona el cuello para esperar que sus ojos se encuentren, pero este pasa a su lado como
si no existiera; ha sido degradado de alejarse corriendo a una plaga, a no notar su existencia.
Eso no le gusta, al menos cuando escapaba de él sabe que es consciente de su existencia,
ahora no tiene ni eso.

La idea lo enferma por algún motivo.

Es simplemente inaceptable.

—He sido degradado, ni siquiera soy un gusano en su presencia— farfulla viendo al chico ser
arrastrado por la hermana gemela de Parvati, este sigue leyendo ese extraño libro que lleva a
todos lados de forma casi obsesiva.

Hace un puchero cuando pasa a su lado sin notarlo a él (¡Otra vez!), o a cualquier cosa a su
alrededor.

—Creo que estás pensando demasiado en esto Harry, Draco es un niño muy curioso, debe
estar obsesionado con algo— la forma en que Hermione habla del tema, es casi cansada,
como si lo hubiera dicho un millón de veces.

Pero Harry no entiende.

Un “hola” es demasiado decirle, probablemente el mundo no se acabaría solo porque este lo


saludara correctamente una vez; incluso sí era ese estúpido tono formal que usa con él, o que
usó una sola vez. Había dicho algo sobre herederos, si tan solo pudiera convencerlo de que
estaba ofendido por que no lo saludara, podría conseguir un pequeño “hola” al menos.

—Imagino que estaban hablando de Draco— comenta Ron llegando al lado de ellos, pero
Harry lo ignora caminando al comedor.

No era gracioso.

No está obsesionado.

O tal vez está un poquito.

Pero eso no importa.

El mundo debe estar en su contra, es el único pensamiento cuando ve a Draco Malfoy en la


cabaña de Hagrid con el maldito dragón en su cabeza como si fuera un puto gatito adorable;
cuando esa bestia era peligrosa como ninguna otra. El tema de Hagrid y el dragón
funcionaron para distraerlo de Draco, pero como si el destino quisiera burlarse en su cara,
este aparece ahí luciendo casi radiante con el dragón. Harry había visto a Draco todo el
tiempo (bueno eso diría Ron o Hermione), el niño siempre parecía más cómodo con sus
amigos, pero en general tenía un rostro libre de emociones; pero aquí estaba brillando. Harry
parpadea confundido viendo a sus amigos, pero estos solo parecen ver resentidos al dragón,
sin ver al niño brillar literalmente como lo hace Harry.
¿Es eso normal?

Bien entiende a sus dos amigos, cuando Draco rápidamente habla de cómo convenció a
Hagrid para entregar al Dragón, como habían estado intentando hacer por una semana sin
éxito.

Hay algo entre Hagrid y Draco, ambos amantes de criaturas destructivas que le altera, porque
todos parecen tener una conexión con el niño rubio menos Harry.

Se ve feliz.

Se ve encantado.

Mira al maldito Dragón como si fuera el salvador del mundo mágico, lo cual es injusto,
porque Harry es el niño que vivió por algo.

Incluso sus pensamientos son ridículos ahora, todo es culpa de Draco Malfoy.

Harry ve fijamente como Draco claramente quiere huir, lo cual es bueno (¿o no?) ya que
significa que se ha percatado de él; si lo piensa de extraña forma, que tenga un trato
diferencial con él, significa que al menos lo reconoce de alguna forma. Sí tan solo ahora
pudiera cambiar eso para que fuera positivo, sería algo que Harry aplaudiría mentalmente.
Aunque Draco quiere huir, no lo hace tan fácilmente, porque los ojos del niño brillan
intensamente cuando ve al dragón e incluso se permite sonreír, de forma honesta y sin
ninguna mascara, solamente arrullando cuando ve a la máquina de fuego mortal.

Draco quiere venir a tomar té con Hagrid para ver al dragón, lo cual Harry piensa interrumpir
si lo hace, pero sus amigos lo reprenden por eso.

No es que sea malo, solo que también quiere tomar té con Hagrid.

Esa noche en su habitación, no puede evitar recordar el rostro sonriente de Draco ante el
dragón, una idea estúpida de disfrazarse de dragón corre por su mente; aunque con su suerte,
eso ni siquiera serviría para que este le diera la hora del día.

Se veía feliz, demasiado feliz (incluso con la sangre y fuego en su cabello), Harry sonríe ante
el recuerdo del niño antes de dormirse.

La sonrisa le queda bien después de todo.

Draco ayuda a Ron cuando fue envenenado por Norberta, le preocupa un poco todo el
conocimiento que el niño puede tener en su cerebro; se pregunta, sí sólo pudiera conversar
con él sí sería tan inteligente como Hermione, lo cual es imposible, pero eso no evita que
tome más en serio sus estudios. La idea de poder sorprender a Draco le llama poderosamente
la atención, así que acepta cuando Hermione le ayuda a estudiar y Ron solamente suspira
cuando le da sus razones; se siente algo bochornoso por la mirada de Ron, pero este parece
no preguntar tanto como esperaba. Pero no importa cuánto estudiara, no servía de nada sí el
niño lo ignoraba; pero no ignoraba cuando eran otros.

Anthony Goldstein era el chico Ravenclaw más cercano a Draco, lo había notado gracias a
sus dones de observación (Ron diría que de acosador); el niño rubio, pero de color diferente
al cabello de Draco, siempre parecía estar rodeando a Draco y este era feliz con él. No es que
fuera la gran cosa, claro que era inteligente y pertenecía a Ravenclaw, pero si Harry se
esforzara también podría ser inteligente.

El niño siempre hablaba con Draco y obtenía sonrisas de Draco.

Era molesto.

El niño parecía saber que Harry no estaba tan contento con él, pero cuando preguntó a
Hermione por su amigo, Harry casi rueda los ojos; no tienen que estar todo el día juntos,
ambos podrían tener sus diferentes actividades y tal vez si algún dios lo viera con compasión,
por fin hablaría con Harry.

Pero no, cuando Harry muy amablemente comentó que Goldstein lo buscaba, los ojos de
Draco brillaron y Harry bufó molesto.

Y tal vez no saca lo mejor de él.

—Gracias Potter— aseguró Draco distraídamente listo para irse, pero el bufido de Harry lo
distrajo.

Ni siquiera puede llamarlo por su nombre.

—Ignorar eso Draco no es nada— se apresura a decir Hermione intentando ocultar a Harry,
pero el niño rápidamente niega con la cabeza.

Claro que era algo, Harry estaba cansado de que lo ignoraran, era el único que ignoraba.

—Claro que hay algo, lo que pasa es que Malfoy la tiene contra mi— dice Harry casi
indignado, haciendo que Draco luzca sorprendido.

Eso le sigue molestando, como si no pudiera pensar que notaria que claramente es apartado
de este, sin razón aparente y no importa cuánto lo intente, este no le dirá nada.

Hermione y Ron sueltan gemidos iguales, pero no importa que le advirtieron de no hacer
esto, si no hace nada es posible que todo el año escolar siga de la misma forma.

—¿Disculpa?— porque lo cuestiona tan sorprendido.

—Dices todo eso de las familias y herederos, pero no he visto que hagas todas esas
ceremonias con nadie más, hablas como sí quisieras mantener la distancia conmigo a
propósito— señala Harry disfrutando de la sorpresa del niño, por fin parece que está
ganando, aunque no sabe qué —hablas sobre eso de saludar a los herederos, pero
probablemente fuera la primera vez nada más, te he visto bromear con Hannah cuando
apenas y hablan— añade sintiéndose traicionado.
No tiene nada en contra de Hannah, pero eso significa que solo la tiene contra él, porque
Harry puede contar mejores chistes que Hannah.

—Eso suena terriblemente acosador heredero Potter— señala Draco levemente preocupado.

Escucha a Ron ocultar una risa con tos, porque es verdad de alguna forma y que Draco lo
señale lo hace mil veces más incómodo; quiere decirle que sólo lo acosa porque no quiere
hablar con él, pero si suena mal en su mente, sonara mil veces peor cuando lo diga en voz
alta.

Siente su rostro caliente, pero no le dará la satisfacción de terminar así la charla.

—Ese no es el punto aquí— se apresura a decir Harry, si Draco puede ignorar algunos temas,
Harry también lo hará —mi punto es que hablas con todos y todos hablan de lo genial que
eres, incluso los fantasmas, ¿sabías que eres el único humano que Peeves tolera?— es
humillante, aunque no admite que la mayoría de fantasmas no hablan cosas positivas de él;
pero que Peeves lo quiera es claramente una confabulación en su contra.

Y si, ha aprendido la palabra confabulación por estudiar tanto con Hermione.

—Creo que estas exagerando— musita Draco y Harry lo ve molesto.

Todos dicen eso.

Pero no es verdad.

No está exagerando, Draco tiene algo en su contra y Harry va averiguar que es, solucionarlo
y serán amigos; nunca se había esforzado en ser amigo de nadie (hasta este año es que tuvo
realmente amigos), pero es algo que va hacer, aunque sea lo último que haga.

Lo ha decidido y eso es todo.

—Eres amigo de los Slytherin— señala insultado, pero la ceja alzada de Draco le indica que
eso no es relevante.

Si lo es.

Harry es más amigable que ellos.

—Crecí con ellos Potter, son mis amigos— expresa con condescendencia.

Maldición, si tan sólo Harry lo hubiera conocido antes, seguramente seria él con quien Draco
hablaría casi todas las mañanas y no lo ignoraría como lo hace.

Todo esto nunca habría existido y no se habría humillado en este punto, pero son cosas que
no puede tener a estas alturas, así que se enfocara en el camino que puede tomar ahora.

—Tal vez deberíamos irnos— habla Ron cuando Hermione lo ha empujado.

Maldición, la mirada de Hermione le indica que se detenga, pero no puede hacerlo.


Es la segunda vez que habla con Draco, quien sabe cuánto tiempo tendría que esperar para
una próxima vez.

—Eso es lo que quiero decir, te haces amigo de todos y por algún motivo yo estoy fuera—
habla Harry triunfante de que vea que está mal —¿Por qué no quieres ser mi amigo?— hay
algo vulnerable en su voz que Harry odia, porque es una pregunta que lo atormenta
constantemente y le tiene miedo a la respuesta.

¿Tal vez no debería hacer esto?

No es que no tenga otros amigos, ni Harry entiende como pasó de buscar la mirada de Draco
para confirmar que lo ignoraba a querer ser su amigo; pero de alguna forma aquí esta,
sintiendo que está ofreciendo su corazón en una amistad y será fuertemente destrozado.

Se siente asustado.

Draco por otro lado parece como si alguien le hubiera abofeteado.

Harry quiere disculparse, pero solamente ve a Draco esperando una respuesta por lo que
parece una eternidad.

—Draco— llama alguien cercano y Draco se libera de los ojos de Harry —Blaise me dijo que
buscabas mi diccionario de lenguas antiguas— comentó este niño que era Nott y que siempre
se burlaba de forma poco discreta de Harry.

Sus ojos parecen inocentes, pero algo en su mirada le dice que esto fue intencional y hace que
el ceño de Harry se frunza cuando Draco lo utiliza para escapar.

No contestó a su pregunta.

—Harry, no creo que deberías presionar así a Draco, si este quiere ser su amigo él vendrá más
adelante… pero parece ser de quienes disfrutan su espacio y no les agrada que alguien los
acorrale— comenta Hermione cuando caminan hacía su torre.

Harry no contesta, no dice nada y mantiene su rostro molesto.

—Se que Draco es agradable, pero me preocupa que te obsesiones más con él— añade la niña
en voz baja.

No está obsesionado.

A quien quiere engañar.

Harry está obsesionado con Draco Malfoy a estas alturas y este claramente no quiere ser su
amigo; pero por algún motivo este no le dice el motivo y eso le molesta.

Los rumores sobre que Harry parece desesperado de la amistad de Draco no le molestan,
porque es tan real que quiere reír al escucharlos.

.
.

Harry puede hacer muchos amigos, no necesita de Draco Malfoy y comienza a tomar la
actitud necesaria para dejar de lado esta obsesión; Hermione aplaude emocionada y Ron
solamente bufa que ocupa solo una hora al día para volver a obsesionarse. No importa que
tanto Harry gruña que eso no es verdad, todo se va por la borda cuando ve a Draco
arrastrando a Neville como si fueran amigos de toda la vida; porque no puede negar que
Harry nunca se había sentido más celoso de alguien en su vida que ver a Neville siendo
sujetado por Draco.

Que Neville desaparezca por horas y luego llegue con el rostro rojo abochornado cuando
alguien pregunta que paso con los Ravenclaw, solamente hace que su ceño se frunza.

Neville lo evita.

—Solo quiero saber que pasó, todos parecen curiosos, así que no puedes culparme por eso—
musita por bajo regañado cuando Ron lo amonesta por preguntar varias veces al día al
respecto.

Su amigo lo ve entre divertido y cansado.

—Harry puedo ver en tu cara que claramente mueres de celos, siempre que Draco está
involucrado pareces celoso de todos—

—Bueno eso es porque habla con todos menos conmigo—

—Tal vez no deberías seguir intentando—

—No estoy intentando nada, pero sí de casualidad aparece frente a mí, claramente le voy a
preguntar—

—Estas obsesionado—

—Tal vez—

Ron parece satisfecho con que tanto tiempo después, Harry pueda admitirlo en voz alta y lo
deja tranquilo.

Harry por otro lado mira a la ventana, el recuerdo del niño que parecía feliz con un dragón en
su cabeza llega a su mente; Ron había comentado que tiene un hermano que también es
amante de dragones, lo conoció brevemente cuando dejaron a Norberta con este. Una mirada
oscura se posó sobre su rostro, seguramente sí Draco conociera a Charlie lo amaría antes que,
al propio Harry, porque eso es lo que hace con todos.

Harry lucha contra Voldemort en su primer año, o lo que fuera que es su profesor de defensa
claramente poseído; lo más destacable sería el espejo de Oesed. En lugar de ver a sus padres
o él mismo, Harry se sorprende ver a Draco al otro lado del espejo luciendo sorprendido;
había estado siendo sujetado por Quirrell, pero Draco había aparecido ahí, casi de forma tan
vivida como recordaba. Especialmente porque tiene la piedra filosofal en su mano, lo que
hace que sus ojos brillen emocionados, casi esperando que pudiera obtenerla de alguna
forma.

Se pregunta si este es el deseo más grande dentro de su corazón o es solamente la situación.

Es vergonzoso y bochornoso.

Es anormal, como si fuera el ultimo clavo que necesitaba para saber que tiene problemas
referentes al rubio Ravenclaw.

—¿Qué es lo que vez?— gruñía Quirrell de forma molesta y Harry sintió un dolor
insoportable en su cabeza.

No diría que ve a Draco, no quiere involucrarlo y esto no tiene nada que ver con él.

Jamás haría algo para lastimarlo.

—Me veo con Dumbledore, estrechándonos las manos— exclamó Harry buscando una
solución —Yo… he ganado la Copa de las Casas para Gryffindor— seguía hablando
esperando que todo tuviera sentido, aunque no lo era, no eran malos sueños, pero tampoco
eran sinceros.

¿Draco era lo que más deseaba su corazón?

En navidad había sido sus padres, siempre habría sido su familia y no entiende como ahora
podría ser Draco.

Está claro que estaba obsesionado, pero esto era ridículo.

Draco observó nuevamente la piedra en sus manos, volvió a ver a Harry que parecía negar
con la mirada para que no se la diera a Quirrell. El niño asintió de forma leve y guardo la
piedra en su bolsillo dentro del reflejo, pero Harry sintió que algo aparecía en su propio
bolsillo; sus ojos se abrieron impresionados, pero Draco le estaba dando ahora una mirada
que esperaba influyera confianza.

El dolor seguía, pero cuando Draco se arrojó contra el espejo casi lo sintió vibrar, provocando
que los ojos de Harry se agrandaran levemente y se preguntó si esto realmente era su deseo o
de alguna extraña forma algo estaba sucediendo.

Sonaba imposible.

Pero hace poco más de un año, ser un mago también parecía imposible.

—Sujétalo con las manos Harry— dice en voz alta en su cabeza, los ojos de Harry se
agrandaron —no puede tocarte, sujétate de él— eran instrucciones, su voz desesperada
esperando que pudiera llegar a él.
Harry se sintió alarmado cuando el niño del reflejo de pronto era sujetado por algunas manos
lo atrajeran por la espalda; comenzó a gimotear e intentar alejarse con violencia, porque
parecía que varias manos lo estaban sujetando para alejarlo del espejo.

—Draco— gimotea por bajo, antes que todo cambie de jugada.

Quirrell muere.

O tal vez siempre estuvo muerto.

Harry no admite a Dumbledore que vio a Draco en el reflejo del espejo de Oesed, se siente
mal por mentir y no puede ver al director a sus ojos en ese instante; es algo curioso, porque
cuando poco después habla con Draco todo parece no importar. Es la tercera charla real que
tienen, donde Draco parece ser sincero con él y admitir que no lo odia, lo cual es una
ganancia; pero lo evita por su familia. Harry puede entenderlo o tal vez no, no tiene familia,
pero sí tuviera una familia podría hacer cualquier cosa por ellos. Una parte dentro de él se
alivia de que no sea odiado, otra se entristece porque ni siquiera parece considerar querer ser
amigos en privado.

Lo cual es lo que más temía.

Draco no quiere ser su amigo, aunque no lo odie, no quiere ser su amigo.

Eso duele.

Pero luego algo maravilloso sucede, Draco se ríe en su presencia, provocando que Harry lo
vea incrédulo sin entender porque todo ha dejado de tener importancia. Lo había visto con
sonrisas maliciosas antes, con risas falsas y de manera educada; pero esta risa era tan real,
algo ahogada y sonando casi como un pájaro, pero era la risa más hermosa que Harry alguna
vez escucho.

Era incluso mejor que cuando lo vio con el dragón.

Luego su sonrisa permanece en su rostro cuando le da el collar que su madre le había


regalado, como un obsequio para Harry; Draco probablemente no era consciente de los pocos
obsequios que había tenido en su vida, de lo importante que eran para él y de lo que
significaban realmente. Porque no era como si le diera una pluma cualquiera, era un objeto
apreciado para Draco y cuando estuvo alrededor del cuello de Harry todo se volvió cálido.

Hermione comentaría que el collar tenía hechizos calentadores más adelante, pero Harry no
podía pensar que fuera por eso, su pecho tenía un calor diferente.

Brillaba.

El niño parecía brillar de forma mucho más radiante que cuando estuvo con aquel dragón y
Harry era el causante de eso.
Incluso prometió que en el futuro serian amigos, un futuro que no parecía suficientemente
cerca.

El resto de sus vacaciones cada que se sentía de mal humor vería el collar en su cuello, uno
que escondía recelosamente de sus familiares y admitiría que estaba maldito cuando Dudley
casi se lo quita; porque no importaba que tan malo fuera el día, recordar la risa de Draco
siempre podría animarlo.

Interludio segunda parte: 2º año

Harry odia admitir que la presencia de Draco se siente mucho más en vacaciones,
probablemente debido a que todos parecen ignorarlo en esas fechas y uno de los pocos
recuerdos que tiene de Hogwarts que revisa constantemente es el collar que ahora está
perpetuamente en su cuello; teme dejarlo algún momento y que sus familiares le hagan algo.
Dado que ninguno de sus amigos realmente se pone en contacto con él, todo es una locura
cuando Ron aparece con los gemelos y debe escapar de su casa como si fuera una película de
acción; se pregunta vagamente si eso podría impresionar a Draco, pero cuando hace el
comentario inocentemente el propio Ron solamente se ríe al respecto.

Uno de los gemelos gimotea antes de darle una moneda dorada cuando llegan a su casa y
Harry se ve confundido.

—Ron apostó a que hablarías de Draco a los 10 minutos de rescatarte, George apostó por 20
— habla el que piensa que es Fred, provocando que Harry se vea ofendido.

No es tan predecible, no hablaría de Draco, no está obsesionado.

Puede pasar el resto del verano sin hablar de Draco, pero lamentablemente no funciona tan
bien cuando se topan con Draco y su padre (alguien bastante molesto) en medio de la compra
de libros donde ya era un caos sin su presencia. No puede hablar con él, pero todo el
incidente de Draco defendiendo a Hermione e incluso llamándola amiga, provoca un revuelo
al llegar de regreso a la madriguera.

Arthur parece claramente preocupado, pero Harry se siente incómodo de preguntar eso tan
abiertamente, Percy es quien contesta de forma bastante formal.

—Defender a una hija de muggles en un lugar público dará de que hablar, los Malfoy siempre
han destacado por ser defensores de la supremacía sangre pura— explica este de forma algo
analítica, pero Harry solamente arruga el ceño.

No parece a algo que haría Draco.

Draco siempre hablaría con todos sin importarle su sangre, si bien ha notado que parece sacar
beneficio de todos los que habla y esta ese rumor de que ayuda a los Ravenclaw de años
mayores a cambio de hechizos, no parece tratar a nadie diferente; incluso la propia Hermione,
es amable con esta.

—Pobre niño, espero que no le cause problemas— escucha susurrar a la madre Weasley,
claramente preocupada por Draco y eso le da mala espina a Harry.

Porque si bien Lucius Malfoy parece un tipo desagradable, Harry le gusta pensar que no
puede ser peor que sus propios familiares; Ron habla sobre el asunto en la noche,
comentando que los Malfoy son una familia muy diferente a la Weasley, sobre como pensó
que Draco sería un niño odioso por su familia y se sorprendió de lo diferente que podrían ser
padres e hijos.

—Lucía bastante genial cuando defendió a Hermione— susurró Harry abochornado por algún
motivo, pero Ron solamente roncaba habiéndose dormido hace algunos minutos.

Le dio algo de celos que defendiera a su amiga como si fueran… bueno… amigos, cuando a
Harry apenas y podría saludarlo; pero este había dicho que no lo odiaba, pero tampoco
parecía listo para hablar con él en público.

Pero Harry quería hablar con este en público.

Si tan solo hubiera una posibilidad.

Una idea llega de golpe y sabe que es la mejor idea de todas.

Bueno, tal vez no fue la mejor idea de todas.

—Potter— gruñe en advertencia Draco cuando lo ha acorralado en el armario de escobas.

Harry se siente incómodo, pero sabe que debe hablar con este, luego de que Hermione no
dejara de repetir que todo esto era solamente una mala idea; hasta ahora, solamente ha
ganado miradas incrédulas y casi molestas de Draco que lo ha vuelto loco.

Porque no quiere retroceder como parece que sucede, pero si ser Rivales no es la solución, no
sabe que más podría hacer para hablar con él.

Había parecido un buen plan.

Al inicio, pero no estaba dando resultado; incluso llegar volando en coche a Hogwarts no
logro impresionarlo, como había hecho con sus amigos Gryffindor.
Ese niño rubio era demasiado difícil de impresionar.

—Lo siento, no fue mi intención, pero pensé que no pasarías por aquí… no todos pasan por
aquí, pero en primer año vi que pasabas mucho por aquí cuando ibas a la lechuceria y George
(¿o fue Fred?) me mostró un atajo a principio de año— se preocupa de haber revelado
demasiado, sonar como un acosador que efectivamente no era, solamente buscaba que todo
saliera perfecto.

No darle más dudas al niño de una amistad que no tenían, pero en si era culpa de Draco
Malfoy toda la situación.

Nunca habían estado tan cerca, pero a pesar de las bajas temperaturas, todo parecía sentirse
algo asfixiante dentro del armario.

Usualmente no disfruta tanto de la cercanía de las personas.

¿Por qué olía tan bien?

La mayoría de sus amigos olían siempre de forma diferente, pero Draco parecía oler casi a
vainilla y flores, seguramente era algún truco de ser un sangre pura o algún hechizo; no tenía
otra explicación para eso. Incluso entro a ser parte del equipo de quidditch, pero diferente de
oler mal, parecía listo para un estúpido comercial.

Era tan asfixiante, pero Harry ocupaba hablar con él.

Tenía que convencerlo de que no era un idiota.

—¿Por qué estoy en un armario de escobas Potter?— Draco pregunta casi esforzándose con
sonar paciente, pero Harry siente un escalofrío.

Si.

No está feliz.

—Dijiste que no puedes hablar en público— contesta Harry ladeando la cabeza esperando
que entienda que esto es culpa de él, si hubiera accedido hablar con él antes, esto no habría
pasado.

—Me largo—

—Espera, realmente quería hablar, pero tú dices que no puedes hablar conmigo en público…
no tengo muchas opciones— dice casi con pánico de que se vaya y sujetando con fuerza su
muñeca.

El niño al menos no rechaza el contacto, Harry piensa que eso es una victoria dentro de toda
la horrible situación. Pensó que le desagradaría iniciar contacto con otros, no es tan molesto
usualmente, solo un poco de picazón; Harry ama su espacio, pero se sorprende al no notar
nada incómodo con Draco.

Su piel es demasiado suave comparada a la suya.


—Eso no evita que en lo que va del año escolar no dejes de fastidiarme, pensé que me odias
ahora—

Quisiera.

Harry no deja de pensar que si odiara a Draco Malfoy todo sería mucho más fácil, pero en su
lugar está obsesionado con el idiota que no quiere ser su amigo, pero que no lo odia; entonces
si ambos no se odian, lo más fácil seria que fueran amigos.

Pero no lo hacen, porque nada en la vida de Harry es fácil.

—No te odio, claro que no; pero si no podemos ser amigos, en público podemos actuar como
rivales, de esa forma nadie sospecharía y podríamos hablar— espera que su plan quede claro,
pero en lugar de aplaudir su inteligencia, el niño tiene una mirada claramente igual a la de
Hermione cuando le explicó su plan.

El cual ahora ya no parece tan genial como había querido.

Harry al ver a Draco, parece algo decepcionado habiendo querido que estuviera de acuerdo
con el plan, pero eso claramente no sucedió.

—Hermione dijo que era una mala idea, Ron solo se seguía burlando de que yo siempre estoy
obsesionado… no importa— gruñe Harry quejándose de brazos, no admitirá eso delante de
Hermione.

—Me alegra que alguien tenga sentido común, ahora si me disculpas— la forma en como
Draco parece aceptar que todos son mejores que Harry le molesta, incluso si es Hermione,
que en muchos aspectos es mejor que Harry.

¿Acaso no puede ver que lo hizo para ser amigos?

Sabe que no pueden ser amigos ahora, pero no le sería difícil ser al menos amable por sus
intentos de acercarse.

Al menos uno de ellos lo está intentando.

Cuando Draco levanta su varita, Harry siente un poco de miedo.

—Entraste al equipo de Quidditch— habla Harry apresurado y Draco lo ve fijamente —todos


hablan de eso— tal vez había extorsionado un poco a su capitán de Quidditch por la
información —sé que te he “molestado” por eso, pero de verdad me da emoción, ahora
podremos jugar juntos— Harry sonríe emocionado ante la idea y eso provoca confusión en el
rostro de Draco.

Como si no entendiera que al menos durante el juego podrían estar juntos, si bien no es
buscador como pensó originalmente, Harry piensa que Draco se debería ver bien en el cielo;
volar siempre ha sido una de las mejores cosas de ser mago, ahora compartía eso con Draco y
estaba seguro que podrían ser amigos por eso.

Lo tienen en común.
Debe sonreír en el aire, todos sonríen cuando vuelan y Harry no puede esperar por verlo
sonreír jugando a su lado.

—Bueno, jugaríamos en contra; además no soy buscador, solo golpeador… probablemente te


interese más cuando Cho sea buscadora oficial— Harry no admite que ya sabe que no es
buscador, porque eso sería demasiado incómodo para él, ya la situación era delicada.

En su lugar se concentra en otra cosa.

—¿Quién es Cho?— pregunta el niño confundido y levemente celoso.

Draco siempre habla y conoce a todos, pero nunca habla de Harry con nadie, lo sabe, lo ha
investigado.

Cho debe ser otra persona dentro de Ravenclaw por la cual tendrá que competir con la
atención de Draco, maravilloso.

—Nuevamente no tienes el punto, seremos rivales en quidditch, además no soy buscador—


bueno no podrá seguir la idea, pero ya podrá averiguar de la niña y ver si es de alguna forma
alguien de que preocuparse.

Los amigos de Draco por ahora parecen verlo divertidos por sus intentos fallidos de
acercamiento, esta nueva persona no debería ser una molestia real; o tal vez sea todo lo
contrario, los Slytherin no parecen alegres por los intentos de acercarse de Harry a Draco,
especialmente ese niño Nott.

A Harry no le gusta y este tampoco parece emocionado por verlo.

Siempre hablando con Draco.

Sus ojos como si estuviera ganando, y lo peor es que de alguna forma lo hacía.

—Pero jugaremos en algún momento, tal vez más adelante podríamos entrenar incluso juntos
— habla Harry saliendo de sus ideas, esperando que el dejar esta puerta abierta ahora le
ayude a futuro.

Entrenar con Draco, volar juntos, seria divertido.

Incluso podría enseñarle todo lo que sabe sobre ser buscador y con suerte, eso al menos le
parezca interesante al fin.

No tiene idea porque busca tan desesperadamente la aprobación del niño, pero todos alaban
las habilidades de vuelo de Harry, con suerte Draco al menos las encuentre pasables y lo
anime.

Eso sin duda seria excepcional.

—Estoy comenzando a pensar que no tienes un sentido de lógica y coherencia— acepta


Draco en voz alta y Harry se siente avergonzado.
Tal vez tiene razón, nada de lo que refiere a Draco tiene sentido lógico, pero está ahí; se
pregunta varias veces a la semana como paso de obsesionarse hablarle a intentar
desesperadamente a ser amigos, pero no parece tener un sentido lógico.

Solo.

Pasó.

Y ahora que este no lo odia, que le regaló un collar, que parece verlo a los ojos… Harry sólo
quiere más.

Han escuchado la frase: Ten cuidado sobre lo que deseas.

Harry no ha terminado de pensar sobre que quiere más de Draco, sin saber que es realmente
ese “más”, cuando una risa resopla de parte de Draco obteniendo su absoluta atención. El
niño que lo sigue viendo, deja escapar ahora una risa verdadera mientras sale del lugar; Harry
siente desesperación al verlo irse, porque eso significa que su tiempo ha terminado y casi cae
al salir apresurado del lugar.

Algo que parece incrementar la risa del niño.

Harry nunca lo ha escuchado reír de esa forma, no es para nada elegante y muchas veces
parece que se va quedar sin aire, pero sus ojos se hacen un poco pequeños mientras pequeñas
lagrimas se forman en estos; parece reír sinceramente y Harry jura que nunca ha escuchado
una risa más hermosa.

El pensamiento le aterra un instante, pero lejos de querer huir, solamente quiere escuchar la
risa otra vez, preguntándose de forma desesperada que hizo para hacerlo reír.

Soólo para repetirlo.

Una y otra vez.

Tiene que cansarse eventualmente de eso, pero algo dentro de él casi le dice que es imposible.

—Mira acorralar a alguien en un armario de escobas podría mal entenderse… muy mal—
Draco dice esas palabras, pero Harry sólo puede pensar en que volvería hacer eso para
hacerlo reír —mantengo mi punto de estar alejados, así que deja de hacer locuras; pero,
aunque creo que es estúpido, supongo que ser “rivales” frente a los demás no sería tan malo
ahora que yo sé el plan— Eso lo hace saltar avergonzado.

Está bien, su plan inicialmente no fue una buena idea, pero Draco ha reído y eso para Harry
vale la pena toda la vergüenza por meses.

—Si, tal vez debí hablarte antes… pero nunca estas solo— esto último es totalmente una
queja.

Draco siempre les da atención a otros, pero nunca a Harry; lo cual, si es justo, se lo había
advertido, pero no es justo tampoco para Harry.
Tampoco luego de escucharlo reír.

¿Por qué su risa sólo hace que quiera más?

—Lo que sea, tengo una carta que escribir y tu presencia molesta, así que ¡chu! Vete rival de
mierda— hace un puchero enojado por su forma de apartarlo.

¿Acaso no le gustaba estar cerca de él?

Harry se siente abochornado de lo mucho que este poco tiempo parece significar para él, casi
seguro que este momento se repetirá constantemente en su mente en los días por venir.

—Idiota arrogante— gruñe por bajo.

No quiere irse, pero tampoco quiere darle motivos para que se enoje con él, así que tendrá
que buscar otra forma de reunirse a solas.

Su capa de invisibilidad siempre es una buena idea.

Tal vez incluso lo sorprenda.

—Potter— eso hace que se detenga de inmediato y vuelva a verlo —ese collar es bastante
elegante, quien te lo dio tiene buen gusto— añade como si fuera una burla.

El rostro de Harry se detiene un segundo, antes de que sujete el collar entre sus manos, alegre
de que note que lo tiene puesto; es importante para él, que Draco sepa que es importante para
él, es algo que lo emociona.

—Me lo regaló un idiota—

Pero tal vez, sólo tal vez, Harry sea un idiota mayor por aceptar que es el mejor regalo de
todos.

¿Quién es Orion Blake?

Está seguro que no tiene tiempo para pensar en eso, ya que hay cosas mucho más peligrosas
en que pensar ahora que la cámara de los secretos está abierta; pero la forma en cómo Draco
reaccionó en la clase de historia de la magia, hace pensar que tal vez sea alguien importante.
No investigó sobre él en libros, pero para Hermione parece ser algo desconocido y tiene toda
su atención en la cámara de los secretos.

Muchas veces quiso preguntarle a Draco sobre el tema, pero el niño parecía estar en su propio
mundo ignorándolo nuevamente.

Frustrante.
Tiene la atención de toda la escuela, pero Draco siempre lo ignora, como si su mente
funcionara al contrario de las demás.

Además, parece haber adoptado a esa niña Ravenclaw (técnicamente no le habla, pero Harry
puede notar a la distancia como Draco siempre parece estar viéndola), la de pelo rubio que
parece al de Draco, tal vez solamente tenga algo con los rubios; Harry medita sobre teñirse el
pelo.

—No te vas a teñir el cabello, estoy segura que Draco no les gustan sólo los rubios, su mejor
amiga es Padma y no es rubia— intenta convencerlo Hermione con cansancio.

Harry bufa sujetando un mechón de cabello rebelde, se pregunta sí a Draco eso le importará,
si tal vez pensaría que el cabello de Harry no esta tan mal; si le preguntan a Harry, el cabello
de Draco es bastante bonito.

Pero nadie le pregunta eso.

Tampoco sabe si podría contestarlo en voz alta sin morirse de vergüenza.

¿Sería tan suave como parece?

Harry bufa ante el recuerdo de Draco hablando sobre como es el Gryffindor numero 71 o 72
de sus favoritos, primero le quita la grulla de papel que había querido guardar por algún
motivo y luego le dice que está casi al final de la lista de sus Gryffindor favoritos. Los
siguientes días estuvo bastante enojado al respecto, especialmente con Lockhart quitándole
parte de su hueso, pero al menos había visto a Draco ir a ver su partido; había querido esperar
dar un gran espectáculo para poder hablar con este luego de eso.

Pero no.

Le quitaron un hueso y Harry odió no poder salir de la enfermería.

Fue molesto.

Entonces pasó una locura.

—Hey Potter, veo que tienes un hueso de nuevo— saluda Draco con amabilidad claramente
fingida.

Por un instante Harry casi puede pensar que está soñando de alguna extraña forma, que esto
era una ilusión producida por medicamento o algo similar.

Había entendido que tal vez estaba un poquito obsesionado con Draco Malfoy, pero eso a
pasar a imaginarse que él estaba ahí era un camino muy largo; puede que si tuviera un
problema serio.
—¿Qué haces aquí?— pregunta Harry con desconfianza sobre si es real o no.

No sería un mal sueño, pero tampoco uno que esperaba, simplemente inesperado.

—Eres grosero Potter, saluda primero; no se si ya se han presentado formalmente— lo último


es dicho para Anthony, quien sonríe divertido.

Si.

Esto era real.

Si tuviera que soñar algo con Draco, estaba seguro que Anthony Goldstein seria lo último que
tendría su sueño.

—Lamentablemente no soy alguien importante para Potter cuando alguien más está en su
presencia— habla Anthony provocando que no le agrade mucho más de lo que ya hizo —
Anthony Goldstein— se presenta de manera encantadora.

No le agrada.

Siempre está al lado de Draco, siempre habla con Draco, siempre tiene la atención de Draco;
es por eso que se limita a decir su nombre.

—Harry Potter—

Porque tiene que ser agradable con los amigos de Draco y no darles más oportunidades para
que le desagrade, por la sonrisa de Goldstein puede darse una idea de que el niño lee su
mente o tiene una idea de por dónde van sus pensamientos.

No menciona nada en voz alta y Harry sólo puede esperar que no diga nada cuando se vayan
de aquí.

—Vimos el partido ayer— intenta iniciar Draco.

Harry levanta la mirada emocionado.

Lo sabe.

Si bien hay muchos rubios en Hogwarts, era difícil ignorar el cabello del niño que es mucho
más platino que otros; también funcionaba que Harry lo hubiera estado buscando desde que
entró al estadio, era imposible no verlo a la distancia.

—Lo sé, los vi en la gradería, tu cabello es difícil de perder— su comentario hace que Draco
desvié su mirada de forma curiosa hacía arriba, como si quisiera ver su propio cabello.

Adorable.

El pensamiento arremolina las mejillas de Harry, sorprendiéndose un poco así mismo, pero
no tiene nada de malo piensa apresuradamente; no es que piense eso de otras personas, pero
es solamente la acción lo que hizo que Harry sonriera, sólo eso.
Nada raro de por medio.

Solo un pensamiento correcto.

Si alguien hiciera lo mismo en esta circunstancias, pensaría lo mismo, probablemente.

—Si bueno— Draco ve de reojo a Anthony molesto, Harry siente picazón incómoda porque
pierde su atención —también notamos lo que te paso, además de Lockhart como un fracaso,
pero eso último no es novedad—

Le encanta hablar de Draco, aunque admite que hablar de ese profesor en específico, hace
sentir incomodo a Harry.

Porque no es algo que le guste, pero no le importa, si eso le hace hablar con Draco, no piensa
quejarse.

—Lo detesto, es el peor profesor de todos— musita Harry por bajo casi queriendo que el
tema cambie, pero al mismo tiempo queriendo que Draco siga hablando.

Siempre que esta junto a Draco, es difícil de pensar.

—No te desanimes, trajimos algo para eso— comenta Draco señalando a Anthony, quien
solamente saca de su túnica un paquete de golosinas —es de mi madre, siempre da los
mejores chocolates— añade con una sonrisa de orgullo.

Harry mira la caja detenidamente, meditando sobre la situación.

Draco realmente es alguien amado por su madre, es el primer pensamiento melancólico que
lo inunda, si bien su padre es un auténtico gilipollas, la madre de Draco parece cuidarlo todo
el tiempo; siempre parece enviarle golosinas y cartas.

El niño rubio parece también tener sentimientos a su madre de cariño, que usualmente los
niños de su edad no les gusta demostrar; como si tener madre fuera vergonzoso, eso es algo
que le agrada también de Draco, lo mucho que aprecia de su madre.

Pero esto.

Otro regalo.

Otro regalo que su madre le ha dado y le entrega a Harry.

Su mente se desvía al collar en su cuello, meditando un poco sobre este y como Draco se
desprende fácilmente de sus objetos y se los da; una parte de él se pregunta celosamente si
hace lo mismo con otros, pero sabe que no puede comentarlo en voz alta sin sonar extraño.
Por otro lado, Draco a pesar de su insistencia en no ser amigos, da regalos que realmente
golpean el pecho de Harry.

Si Harry tuviera una madre tal vez sería como Draco, dando desinteresadamente los regalos
de su madre, pero como no tiene madre.
Es diferente.

Los regalos golpean muy cerca de casa, muy cerca de donde duele y al mismo tiempo lo
hacen sentir flotando.

¿Por qué ese niño tiene ese poder sobre él?

¿Sabe que lo tiene?

¿Sabe que cada acción dirigida a él hace que todos sus cimientos cambien?

—Bueno sí Potter no los quiere— musita Anthony aburrido y Harry sale de sus
pensamientos.

Sus manos toman la caja y está cerca de gruñir, antes de meter un chocolate dentro de su
boca; no lo procesa inicialmente, pero el sabor es demasiado delicioso y derritiéndose en su
boca, que lo hace soltar un gemido de completa felicidad.

Delicioso.

Magnífico.

Dudley tendría celos de saber que está probando el mejor chocolate del mundo.

—Son deliciosos— expresa Harry luego de tragar un chocolate y comer el segundo de la


caja, con una mayor lentitud y disfrutando en esta ocasión.

Draco le ha dado los mejores chocolates del mundo, quiere meterlos todos a la boca al mismo
tiempo que no quiere comerlos todos para no quedarse sin ellos.

—Lo sé, se lo haría saber, pero ya sabes que se supone que no deberíamos ser amigos—

Maldice por debajo al niño.

Draco no es justo, dice que no son amigos, pero le da estos regalos; Harry se siente muy
confundido.

Y triste.

Jodidamente triste.

También frustrado para el caso.

—De hecho, eso me parece extraño, si no son amigos ¿por qué trajimos los chocolates?—
pregunta Anthony curioso y Harry asiente con interés.

Precisamente su punto, eso no hace que Anthony le agrade más, pero agradece que alguien
hiciera la pregunta.

—Somos rivales— responde Draco casi divertido, Harry gimotea colocando ambas manos
sobre su rostro y Anthony gira a verle confundido —ya sabes que mi padre es un extremista,
no se siente cómodo con Potter y no podemos ser amigos; así que el genio aquí presente
pensó que podríamos ser rivales—

Harry piensa que tal vez ahí tiene más de lo que dice, pero tampoco puede presionarlo,
Hermione había dicho que a Draco no le gusta que lo presionen y cree que es verdad.

—Entonces ese es el motivo por el cual te molesta todo el tiempo, Padma y yo habíamos
apostado por otra clase de plan que hizo que Potter actuara así— masculla Anthony
levemente sorprendido.

Harry ve curioso al niño, ya que no sabe porque otro motivo molestaría a Draco si no fuera
para hablar con él, es un chico claramente complicado y totalmente inalcanzable en ocasiones
para Harry; en un inicio pensó que tal vez era esa manera de ser imposible que le gustaba
tener cerca como amigos, pero ha descubierto que cada vez que habla más con Draco,
simplemente quiere hablar más con él.

—Pensé que no podríamos hablar— comenta Potter curioso siguiendo la línea de


pensamiento de Anthony.

Draco gruñe dando una mala mirada a ambos.

—Para Hogwarts solamente estoy caminando con mi gran amigo Anthony por algunos
pasillos— con una mano señala a Anthony, quien solo niega divertido y Harry admite celoso
que no son amigos —como dije solo quería pasar a visitar un rato, porque soy un gran rival y
una excelente persona; todos merecen un Draco en su vida cuando tienen algún accidente
para levantar su ánimo— añade teatralmente.

Harry se pregunta cuando Draco hace estas clase de cosas, porque el idiota le agrada, pero no
puede negar que de alguna manera le gusta que hiciera algo tan estúpido.

Está hablando con él.

Lo mejor es enfocarse en los resultados, si vino para hablar con Harry, es porque de alguna
forma quería hablar con él.

Eso es positivo.

—Deberías escapar mientras puedas Potter, Draco es un idiota—

—Miserable traidor, pensé que me querías en tu casa en navidad—

—Cambie de opinión, vete con Padma—

—Idiota—

Hay dos cosas que odia de esta conversación, la primera es que lo excluyen al mismo tiempo
que demuestra que tan cercano es con Anthony, la segunda es la realidad de que no va estar
en Hogwarts para navidad. Se siente aplastado de repente, con el peso de la decepción sobre
sus hombros, porque es algo que no había estado dentro de sus planes.
Sus planes no suelen funcionar.

Pero había estado tan emocionad por la navidad, porque Draco estuviera en el castillo y que
ambos tuvieran horarios libres.

Fantaseado incluso.

—¿No pasarás Navidad este año en Hogwarts?—

Sus palabras se pierden un poco, pero el rostro de Draco se voltea a él y ya no esta tan
interesado en su atención.

No va estar para navidad.

Harry mentiría si no había planeado algunas cosas para hablar con el chico, ya que la mayoría
del colegio no está en navidad, sabe que podría escaparse con este para charlar si usaba la
capa; seria todo un reto demostrarle la capa a Draco, pero valdría la pena.

No debería ser molestia para el niño, pasar unas pocas horas con Harry, pero no iba a estar
para navidad.

Draco tiene una familia después de todo, pero lejos de amargarle como hace cuando piensa
en las familias de otros, Harry solamente quiere que esté aquí.

Con él.

Nuevamente, nada nunca sale como lo espera.

—No sé si podre ir donde Anthony, pero seguramente pase en casa de Padma— Draco musita
casi con arrepentimiento.

Anthony gruñe el nombre de Padma por bajo molesto, lo que hace que Draco lo empuje
divertido.

Harry se siente incómodo.

Incluso si tuviera que volver a casa de los Dursley, no podría invitar a Draco, así que eso lo
hace mucho menos interesante que sus amigos Ravenclaw.

—Pensé que como habría menos gente, tal vez podríamos hacer algo, como volar juntos o
algo así… Hermione está segura de que podrías ayudarnos respecto a la cámara de los
secretos— añade lo último tardíamente, porque es verdad que Hermione está obsesionada y
Harry espera que atraiga la atención de Draco.

Pero sus ánimos están por los suelos.

—Ya te dije Potter, no somos amigos y el día de hoy es una excepción— como si ocupara
algo más que lo deprimiera —vamos no te pongas triste, todos tus amigos estarán en
navidad… también podría conseguirte algo de regalo— agrega lo último algo incómodo por
el ambiente.
Funciona.

El cerebro de Harry deja de funcionar.

Piensa en esa tarde hace tanto tiempo, Draco ofreciéndole el collar como un símbolo de
amistad, la imagen cambia al niño ahora dándole un regalo buscado especialmente para él.

Solo para él.

Draco estaría pensando en él para conseguirle un regalo de navidad.

Harry tiene que conseguirle algo inmediatamente, por qué no había pensado en eso antes, un
regalo de navidad sería algo perfecto para acércalos; lo mejor es que Draco dio ese paso.

No esperaba que Harry fuera tan materialista, pero la idea de un regalo de su parte parece
animarlo de repente.

—¿Me conseguirás un regalo?— pregunta esperando no haber escuchado mal, sujetando el


collar sobre su ropa y sintiéndose inesperadamente animado.

—Si te conseguiré algo, ahora el tiempo se ha terminado y tenemos que ir por el desayuno,
nos vemos luego Potter— empuja rápidamente a Anthony, mientras Harry parece demasiado
feliz al despedirlos.

Ajeno de que se fueron.

Pero no importa.

La sonrisa inunda a Harry mientras sujeta el collar entre una de sus manos, comiendo
distraídamente un delicioso chocolate y pensando que no puede esperar para la navidad.

No verá a Draco.

Pero sin duda este pensaría un poco en Harry.

Cuando ve a Ron y Hermione más tarde, la sonrisa estúpida sigue en su rostro, un regalo,
tiene que pensar en un buen regalo de navidad.

Hermione y Ron le ayudan a conseguir un regalo para Draco, los gemelos les pasan unas
revistas donde puede hacer pedidos por lechuza y si tienes suficiente dinero, puedes
conseguir regalos bastante interesantes; Harry había estado entrando en pánico sobre que
regalarle a Draco, lo que ocasionó que tanto Ron y Hermione se volvieran locos por su
propio estrés. Una de las chicas de años mayores, Angelina, fue quien le dio la revista que
Harry necesitaba; era sobre varios artículos casi de joyería, los cuales no les llamó la
atención, hasta que encontró una pequeña pulsera de cuero. Según Hermione era bastante
caro, pero tenía hechizos calentadores que le recordaron al collar en su pecho y antes de
saberlo Harry estaba haciendo su pedido por lechuza.

Inquieto de que llegara para navidad.

Inquieto de qué pensaría Draco.

Inquieto de que le diría cuando lo viera.

El usar la poción multijugos para ir a las mazmorras para encontrar a los Slytherin no fue
muy útil, a pesar de que Harry tenía la ferviente teoría de que Nott tenía algo que ver, Ron lo
descartó como demasiado joven y apuntó a estudiantes de años mayores. Hermione quien
salió del lugar bastante frustrada al no conseguir nada, musitó que tenían suficiente poción
para usarlo nuevamente; Ron comentó casualmente sobre qué tal vez podrían preguntarle a
Draco y Harry fue quien soltó el:

—No escuchaste a Nott y Zabini antes de vacaciones, solamente hablan de lo mucho que
Draco es unido a Ravenclaw, si no somos ellos no dirán nada—

Lo que provoca que Hermione pareciera interesada en el tema, creando un plan para entrar a
la torre Ravenclaw.

Harry se siente mal por estar emocionado por la idea, de ir, ver que haría Draco, ser alguien
que vea como hace con todos menos con Harry.

Está distraído y Ron quien es inusualmente el razonable, solamente se deja llevar por la ola.

Harry se distrae lo suficiente para que cuando sea navidad, la pila de regalos lo distraiga del
pequeño paquete que no nota hasta que es muy tarde; sujeta la caja confundido, antes de que
sus ojos se abran como platos al ver el remitente del regalo. Ron no hace muchas preguntas
cuando suelta un chillido poco masculino, lleno de emoción antes de abrir el regalo lo más
rápido que puede; pero con cuidado de no rasgar demasiado el papel.

Un pequeño dragón de colores dorados casi platinos y ojos de color gris es quien está dentro
de la caja, lo toma entre sus manos notando que algunas partes de su cuello y patas se pueden
mover; no es un juguete, parece más bien como un objeto de colección bastante bonito. Harry
no tuvo juguetes al ser más pequeño, pero no puede evitar que una parte de él se sienta
sumamente emocionado por el regalo; se imaginó teniendo algo así cuando era pequeño y
totalmente enamorado de este objeto como lo es ahora.

—Supongo que es un buen regalo, algo costoso— habla Ron llegando a su lado, pero Harry
solamente toca suavemente la cabeza del dragón, sin poder contener la sonrisa en su rostro.

Es un regalo que se imagina dando a Draco.

Un regalo que escogió para él.

—Me encanta— habla a Ron sintiendo las mejillas calientes, a lo cual su amigo solamente
niega divertido antes de buscar sus propios regalos.
El dragón se queda en su mesita de noche, Harry viéndolo con una gran sonrisa, sintiendo su
pecho demasiado grande y con dificultad de respirar.

Pero es la mejor sensación del mundo.

Algo está muy mal con Harry.

No sabe que es, pero ya incluso él ha notado que algo está mal y agradece cuando tanto
Hermione como Ron no lo presionan al regresar de la torre Ravenclaw. Desde que había visto
a Draco volver de navidad, Harry había tenido todo planeado para poder ir con él, darle un
gracias adecuado y asegurarle que su regalo había sido un gran detalle de su parte.

Pero no pudo.

Desde que lo vio volver, saludándolo a lo lejos con la pulsera en su mano, la pulsera que
Harry le compró, algo había salido profundamente mal dentro de él.

Las emociones que Draco producían siempre eran muy fuertes para él, pero esto era casi
llegar a lo ridículo, a la línea que Harry no quería cruzar.

Ver a Draco con la pulsera que Harry le había comprado, fue similar a recibir una Quaffle
directo en el vientre, sacando todo el aire de los pulmones de Harry al mismo tiempo que
sentía que todo su interior ardía desde su pecho hasta todo su cuerpo; el pánico lo había
inundado al mismo tiempo que una estúpida felicidad, era como si dos partes dentro de él
lucharan por saber que estaba pensando y al mismo tiempo no pudiera decir que pasaba.
Como estar volando en una escoba a toda velocidad y de repente perder el control de esta,
para comenzar a caer en… no sabe exactamente dónde.

Era aterrador, pero estaba tan feliz, que casi había renunciado al plan de Hermione.

Una parte de él quiere haberlo hecho.

Porque dentro de la torre Ravenclaw fue golpe, tras golpe de Quaffles invisibles y ahora
Harry estaba sobre su cama con el rostro enterrado en su almohada; Hermione le acariciaba la
espalda en un vago consuelo, que no funcionaba y Ron solamente estaba sentado en el suelo
al lado de la cama.

—¿Qué pasa conmigo?— farfulló sin comprenderse, sin entender que debería pensar.

El recuerdo de todo lo hizo sentir abochornado y casi sin aire, primero la felicidad de por fin
ver la torre Ravenclaw, ver la habitación de Draco y poder entrar a esta; emocionado por
saber que podría conocer de este, era todo lo que había querido hacer en realidad y esta era la
oportunidad perfecta si sacábamos la ética de la cuestión. Pero todo se fue al carajo, cuando
pensó que tal vez Draco quería a Padma por como trataba a Hermione, luego que Draco
admitiera que sentía algo por el buscador de Hufflepuff, luego que el chico admitiera que le
gustaban ambos sexos y Harry simplemente no entendía.
¿Cómo sabe que le gustan ambos?

¿No son muy jóvenes para pensar en eso?

¿Solo pensaba que Harry era otro Gryffindor más?

¿Su regalo no significaba nada?

¿De verdad no le gustaba Diggory?

Pero luego había tocado sus mejillas, claro que Draco pensaba que era Anthony, pero había
acercado su rostro al de Harry y por un momento era demasiado difícil pensar.

Respirar.

Nada parecía tener sentido.

Su corazón había dolido demasiado en su pecho por la velocidad y casi no podía escuchar por
la sangre en sus orejas.

Pero como siempre que estaba al lado de Draco, solamente podía querer más y más de algo
que no sabía.

—Harry— la llamada de Hermione lo hace levantar un poco la vista de la almohada, donde


su amiga parece con profunda concentración como si estuviera buscando como abordar el
tema —yo creo que, tal vez… creo que es hora de que pienses en tus sentimientos por Draco
— añade casi tentativamente y Harry la ve con duda.

—¿Sentimientos?— susurra la pregunta sin entender de que habla.

Hermione sólo asiente.

No sabe de qué habla.

No entiende porque debería pensar en algo cómo sentimientos, definitivamente lo que estaba
era enfermo con algún virus mágico o algo por el estilo.

—Sé que te interesa mucho Draco— por la risa ahogada de Ron supone que es algo que
también piensa, Hermione le da una mala mirada —Draco es muy popular entre las niñas, sé
que quieres ser su amigo, pero tal vez quieras ser más que solo su amigo— parece incómoda
al hablar, pero Harry no parece entender nada.

Parpadea confundido.

—Bueno, sí, quiero ser más que su amigo… pero eso es normal— añade con duda, Hermione
y Ron comparten una mirada confundida.

—¿Normal?— Ron parece cauteloso, pero Harry solamente se sienta confundido en la cama.
—Todos quieren ser amigos de Draco, así que no es que esté haciendo nada raro— Harry se
encoge de hombros.

Nuevamente una mirada entre sus amigos que le hace sentir molesto, antes de que Hermione
se ponga un poco pensativa.

—Harry, creo que tal vez hay algo diferente aquí; Draco es popular, pero no todos quieren ser
su amigo, de hecho, hay algunos en Hufflepuff que no parecen agradarle— dice la niña
tentativamente, provocando que Harry sienta un escalofrío en su espalda.

Como si algo estuviera mal.

Harry recuerda principalmente a Zacharias Smith, un niño de Hufflepuff que parece odiar a
Draco y Harry no entiende como alguien podría odiarlo; algunos estudiantes de años mayores
había escuchado que hablaban mal de Draco por ser tan inteligente, pero solía pasar lo mismo
con Hermione.

Idiotas.

—Si, pero es popular, todos quieren ser su amigo, yo no pienso diferente al resto—

—Estas obsesionado con él Harry, eso no es algo que pase con los demás; no me mal
entiendas, creo que es agradable a pesar de sus padres, pero no por eso me muero por ser su
amigo o me obsesiono con quien le gusta—

Las palabras de Ron son algo frío en su pecho.

Porque no tiene sentido.

Bueno, puede comprender que no todos estén obsesionados con Draco, está bien; pero
entonces que significan las emociones que este causa en él.

¿Todo este tiempo algo estuvo mal con él?

La mano suave de Hermione sobre su muñeca, hace que Harry quiera apartarla de golpe,
furioso de que se sienta normal y cálida en esta; nada comparado a como casi sintió que iba a
explotar cuando tomó la muñeca de Draco hace solo unos minutos, el calor arrasador, la
sensación cálida en todo su cuerpo.

Definitivamente algo está mal con él.

—Harry, digo esto porque te hemos observado desde el primer año, pero pienso que tal vez
pueda que Draco te guste un poco— sus palabras suaves hacen que Harry se sienta casi
histérico.

Solamente dice la realidad, como si tuviera algún significado diferente, como si fuera algo
malo.

—Claro que me gusta Hermione, como me gusta Ron y tú, como un amigo— no son amigos,
pero eso no importa, no ahora.
Serán amigos tarde o temprano, Harry espera más temprano que tarde.

—Puede que sea así, pero también puede que te guste de otra forma y no está mal; el propio
Draco mencionó que le gustan las niñas y los niños, tal vez a ti también te gustan ambos…
porque cuando te veo mirar a Draco, parece como si te gustara mucho—

Su boca se abre incrédula, frunciendo el ceño antes de apartar la mano de Hermione.

Se ve herida, pero no hay nada que pueda decir por ahora.

—No es que sea malo, en el mundo mágico es muy común, a Charlie mi hermano mayor solo
le gustan los niños— rápidamente salta Ron intentando aliviar el tema, pero Harry solamente
se da media vuelta para enterrar su rostro en la almohada, ignorando los intentos de hablar de
sus amigos.

Ocupa un tiempo a solas.

Harry ignora la charla el día siguiente como si nunca hubiera pasado y sus amigos no lo
presionan, pero Harry sabe que es la primera noche que sueña con Draco Malfoy; un sueño
donde ambos están en las escobas volando y el niño rubio no deja de reírse de Harry.

Tristemente no será la última vez que sueñe con él.

Harry no piensa que sea gay, no es que tenga algo en contra de los homosexuales, solamente
que nunca pensó que podría ser uno; los Dursley siempre que hablaban del tema (las pocas
veces que salió en conversación) como si fuera una aberración. Algunas veces en la televisión
saldría algún famoso que se declara abiertamente homosexual y sus tíos dirían que eso es
algo anormal, gruñéndole a Dudley que no hiciera alguna locura como esa y que eso es algo
malo. Harry no pensaba en eso, porque no le gustaba nadie, pero cuando era un niño en jardín
de infantes había visto a otras niñas y pensado que eran lindas; así que en ese ámbito no
pensó que hubiera algo diferente con él.

Si bien era un mago, no era un niño anormal como lo llamaron sus tíos.

Cuando entró en Hogwarts no pensó que alguna niña fuera más linda que otra, pero tampoco
pensó que ningún niño fuera más atractivo que otro; había visto a los estudiantes mayores en
las duchas del quidditch, pensando que tenían un cuerpo bastante formado, pero tampoco era
algo que le interesara tanto.

Es un niño, no le gusta pensar en ideas como de amor.


Así que no, piensa que Hermione se equivoca e ignora la conversación, solamente quiere ser
amigo de Draco y todos están pensando las cosas que no son.

—Escuché de mi hermana que Draco obtuvo 7 poemas— avisa Parvati divertida en el


almuerzo del día de San Valentín y Harry siente que apuñala su pollo con mucha fuerza.

Las conversaciones siguen, Hermione y Ron solo le dan una breve mirada antes de hablar con
Neville de algún tema, pero Harry siente algo frío y molesto en su interior. Levanta la mirada
sintiéndose incómodo, viendo como Draco habla emocionado con la niña nueva llamada
Luna, que ahora es parte de su grupo de amigos y lo ve feliz.

Radiante.

Harry se siente mal por eso, pero se pregunta si podría llegar hablar con él.

No lo hace, porque no son amigos y tampoco tiene la necesidad porque no le gusta Draco.

Solo son casi amigos.

No le gusta.

No está enamorado.

No es gay.

Draco sonríe por algo que le dice Luna y el corazón de Harry se aprieta dolorosamente contra
su pecho, provocando que se sienta muy incómodo; traga saliva antes de tomar un gran sorbo
de jugo de calabaza.

Oh no.

Harry habla con Padma una tarde, la ha visto sola y no se ha podido resistir a preguntarle
algo que ha pensado desde navidad; la niña parece verlo con ojos divertidos cuando la saluda
aprovechando que esta con su hermana. Harry se siente sumamente avergonzado por algún
motivo, pensando que esto no ayudara a que Hermione o Ron piense que no le gusta Draco,
pero había tenido tantas dudas y cuando la niña contesta no puede más que asentir antes de
correr abochornado.

—¿El señor de los anillos?— pregunta Hermione con duda sentados en la sala Gryffindor.

—Si yo, quería leer un libro que se llama así— musita Harry por debajo, totalmente
avergonzado y sintiéndose peor cuando Ron cae a su lado.

Este había escuchado la charla y está claro que no lo dejara pasar.


—Tuviste que verlo Hermione, parecía totalmente rojo cuando le preguntó a Padma sobre
qué libro estaba leyendo Draco; ya que señor “no acoso a Draco Malfoy” notó que ha estado
leyendo un libro diferente desde navidad—

—Puede que sea interesante, solo quise saber sí era algo mágico o no— su defensa es
patética, pero Hermione es un amor por no preguntar demasiado.

Es su favorita por algo.

Incluso si es culpa de ella que la mente de Harry sea un caos ahora todos los días.

—Creo que podría pedirle a mi padre una copia de los libros, si no me equivoco necesitas el
Hobbit primero— no entiende de que habla, pero Harry asiente.

Avergonzado.

Muy avergonzado.

No le gusta Draco, sólo quiere leer algo que este lee y tener un tema de conversación con él,
ya que no es malo conversar con él; aun quiere ser su amigo.

Solo que Harry odia leer libros de fantasía, cuando era niño los pocos libros que obtuvo
fueron rotos por Dudley y no había querido más; pero podría leer algún libro muggle para
hablar con Draco.

Estaba tan mal.

Harry deja de pensar en sus sentimientos con Draco cuando las victimas aumentan en su
segundo año, sabe que hay algo ahí, que sus amigos nunca presionan, que Harry no quiere
pensar y simplemente lo deja de lado; sigue obsesionado con Draco como siempre y le gusta
la naturalidad con la cual Draco parece acostumbrarse a él. Pero luego Hermione es
petrificada, al igual que Michael y antes de darse cuenta está descendiendo con la ayuda de
Draco a lo que parece ser una trampa mortal; este los ayuda, este se queda a su lado a pesar
de no ser un Gryffindor y aunque supuestamente su casa no destaca por valentía, Harry no
puede imaginarse el rostro de alguien viéndose más valiente que Draco ese día.

—Se que es egoísta, pero me alegra de no estar solo— su voz tiembla mientras caminan,
ahora separados de Ron en busca de su hermana.

No había querido ir, pero tiene que hacerlo.

No había querido verse cobarde frente a Draco, pero parece que lo hace.

Sintiéndose como una basura, porque esta alegre de no estar solo, incluso cuando no quiere
que el niño a su lado salga herido.
A pesar de toda la situación, cuando Draco toma su mano, todo parece arder como siempre y
se confunde porque los nervios apenas lo hacen pensar bien. El niño rubio sonríe a su lado
con torpeza, queriendo consolarlo y nuevamente todas las emociones que están cuando Draco
aparecer a su lado, quieren ahogarlo.

Y por primera vez, Harry simplemente quiere ahogarse por ellas.

Para lo cual es un muy mal momento.

—Hey, sé que esto es una tontería, pero fue valiente de tu parte venir hasta aquí y no importa;
yo tome mi elección, no estás solo, estoy aquí… somos rivales—

No, no es valiente.

Es un cobarde.

Un egoísta que sólo quiere ahogarse en esta emoción.

Ahora no hay nadie, la idea de ser rivales parece ridícula y Harry se pregunta, sí una vez que
sean amigos, este sentimiento se apagara para atenuarse con los demás; sí ser amigos es todo
lo que Harry necesita, sí esto será suficiente.

—Aquí no hay nadie, solo nosotros… al menos por ahora, ¿podemos ser amigos?— hay una
súplica en su pregunta que hace a Draco parpadear confundido.

Espera que el niño lo entienda.

Espera que lo acepte.

Necesita que lo acepte al menos por ahora.

—Amigos, claro me parece bien— habla este con tranquilidad luego de pensarlo, provocando
que los ojos de Harry se cierren un instante saboreando la amistad.

Amigos.

Son amigos.

Van a una posible muerte segura, pero son amigos.

Abre los ojos esperando que algo cambie, que el anhelo se desvanezca ahora que son amigos,
que los sentimientos de victoria puedan tragar todo lo demás. Pero cuando ve al niño, sus
ojos grises sienten con horror, que no, no se han ido, que ahora que son amigos nada ha
cambiado y que una parte dentro de él sigue queriendo más.

Maldición.

Sonríe algo nervioso, antes de sujetar la mano de Draco con la suya y caminar un poco más,
deben entrar por una puerta y ahora no es tiempo para pensar en lo que sucede; pero por un
instante, uno pequeño, no puede evitar pensar que está realmente jodido.
Que es probable que Hermione tenga razón.

Que tal vez le guste Draco, mucho más de lo razonable y que tal vez sea gay por él. Una parte
de él quiere pensar que es solo un flechazo, pero es como si se riera solamente por el
pensamiento y decide que sólo un paso por el día de hoy.

Le gusta pensar en eso antes de morir, como una autorreflexión.

Pero no importa ahora, si sale con vida será problema del Harry del futuro, por ahora, hay
una puta serpiente gigante que asesinar.

Curiosamente su mente parece mucho más clara luego de ese pequeño paso a la aceptación.

Joder.

Su vida sinceramente nunca será fácil.

Interludio tercera parte: cuentos de un prisionero

El tiempo en azkaban es bastante relativo, a veces parece una eternidad y otras muchas veces
es una completa tortura similar a ver a un caracol moverse un metro; Sirus odia en lo que se
ha convertido, pero una parte de él siente que se lo merece, la vida que tiene ahora es la que
se merece un mal amigo. Cuando está en su forma de perro las cosas son un poco más
pasables, los dementores son una maldita mierda, pero como todo en la vida, se acostumbra a
tener una vida miserable. A veces compara su estancia en la cárcel a lo que pudo ser quedarse
en la familia sin ser repudiado, hay tantas similitudes que se ríe en ocasiones por su cuenta;
los dementores no le afectan tanto como a otros prisioneros, ya que, si bien es un mal amigo,
no está aquí por asesinar a nadie.

Ya quisiera haber asesinado a Peter.

Hubiera sido casi tan bueno como asesinar a Voldemort.

Su estado mental no es bueno, lo cual es una gran revelación de su parte, porque sí estuviera
bien jamás admitiría incluso para sí mismo que no está bien mentalmente. Los recuerdos
parecen casi distorsionados, algunos días recordaría buenos días, días de Hogwarts con sus
amigos y otros días sólo podría recordar el cuerpo de sus mejores amigos muertos en su casa;
recordaría el llanto de Harry, recordaría el temor de vivir en un mundo sin Jamer o Lily.

James y Lily eran su familia, eran lo que él más amaba y lo que lo ataba en este mundo.
Porque James lo aceptó cuando su familia lo rechazó, Lily acepto su persona, aunque al inicio
lo había odiado, porque ambos querían al mismo hombre; de formas muy diferentes por
supuesto, James sin duda estaba fuera del límite ya que era un hermano.

A veces pensaba en Moony, pero odiaba esos pensamientos.

Incluso antes de que sucediera el ataque a los Potter, odiaba pensar en Moony, porque había
pensado que era el traidor; que ciego y estúpido había sido, de no haber notado que Peter ya
no era como fue en Hogwarts.

O tal vez siempre fue así.

Tal vez Sirus era más estúpido de lo que pensaba.

Así que siempre que un pensamiento de Moony entraba a su mente, lo apartaba con toda la
fuerza que podía reunir, porque era una puerta que no quería abrir. Pero esa no era la peor de
sus memorias, muy cerca, superando por mucho el desprecio de su familia; su peor memoria
era también su mejor memoria, la de Harry abrazándolo en su forma de perro, chillando
emocionado por verlo. Era su mejor memoria porque Harry era todo lo que le quedaba en este
mundo y jamás podría volver a verlo, pero al mismo tiempo era lo peor por los mismos
motivos.

¿Estaría bien?

Más de una vez al día se encontraba pensando en Harry.

A veces pensaba que crecería para parecerse a James, cuando era niño era una viva imagen de
las fotografías que Euphemia solía mostrarle cuando se fue a vivir con los Potter; el idiota de
James siempre se mostraba orgulloso, diciendo que era un bebé precioso y Sirus podría
comentar que él fue un mejor bebé.

Aunque sus ojos siempre fueron los de Lily, ojos amables, ojos de alguien que podría amar y
que crecería para ser tan inteligente como su madre.

Ya estaba en Hogwarts, porque, aunque el tiempo aquí pasaba de forma relativa, siempre
había algún idiota que le gustaba restregarle que día era o sus viejos “crímenes”; tristemente
nunca fue acusado por alguno que realmente hubiera provocado, los aurores estaban bajando
el ritmo.

James y Sirus lo hubieran hecho mejor.

Si la guerra no hubiera estallado, ambos habían pensado muchas veces y planeado entrar al
cuerpo de los aurores, ambos eran demasiado impulsivos y tercos para no tener otro trabajo;
no es que necesitaran el dinero, a pesar de los mayores esfuerzos de su familia, Sirus era el
legítimo heredero de la fortuna si los demás morían.

James también tenía una fortuna.

Pero hubiera sido genial luchar al lado de James, siempre pensaron que ese sería su futuro,
pero no lo fue.
James está muerto.

Sirus odia su vida, o al menos, lo que queda de esta.

Así que sus días pasan entre odiarse así mismo, odiar a Peter con todo su corazón, extrañar a
Harry, ignorar a Moony.

Perderse a si mismo cada vez más.

Los dementores eran fríos, sus peores pensamientos siempre terminaban saliendo a la luz y
ser un triste perro en la celda era lo único que lo mantenía cuerdo.

Sirus amaba cuando los dementores se alejaban lo suficiente para soñar en la época de
Hogwarts, tal vez no eran sueños, tal vez solamente deliraba ya que recordaba despertar en la
torre Gryffindor y por unos gloriosos instantes pensaba que toda su vida fue un mal sueño;
recordaría saltar a la cama de James para despertarlo, sonreiría a Moony sin pensar que algo
mal esta entre ellos y sentiría la calidez que tenía de siempre cuando le regresara la sonrisa,
aunque en sus sueños Peter nunca estaba. Caminarían hasta la sala común, donde James
intentaría coquetear con Lily y esta lo ignoraría, pero no como en primer año, ahora habría
una sonrisa divertida en su rostro que le daba esperanzas a James.

James, su hermano idiota que había caído enamorado de Lily desde primer año y Sirus tuvo
que soportar por siempre a que esta se dignara a verlo.

Porque no se diga que un Potter se rinde fácilmente, no, ellos se enamoran (obsesionan habría
comentado Moony) y van hasta al final con ese amor; al menos eso había comentado
Fleamont, quien al igual que su hijo había sido casi amor a primera vista con Euphemia, para
suerte de este la mujer no fue tan ajena como lo fue Lily los primeros años.

En defensa de Lily, Fleamont no había sido tan idiota como James en sus años jóvenes.

Se preguntó sí de alguna manera Harry ya habría encontrado esa persona especial que lo
obsesionaría, con suerte tendría alguien a su lado que lo aconsejara; aunque Sirus se muere de
celos y anhelo por no haber estado ahí para el hijo de su hermano.

Todo por su culpa.

¿Harry lo culparía?

Sí alguien se atreviera a contarle sobre él, probablemente su ahijado lo culparía, por estúpido
e impulsivo, por no haber esperado e ir solo por Peter; por dejarlo ser la rata que arruinaría su
vida. Sí tan sólo se hubiera esperado, sí hubiera ido con un plan, ahora mismo estaría con
Harry y lo aconsejaría en la vida; tal vez no los mejores consejos, pero serían familia.

¿Moony estaría ahí?


No.

No piensa en eso, no quiere pensar en eso, solamente se obsesiona con el extraño sueño que
puede disfrutar unos cuantos meses y finge que no sabe que es un sueño.

Tan solo unos minutos.

Sirus se quiebra el día que Cornelius Fudge llega con ese maldito ejemplar del diario el
profeta, casi como sí quisiera restregarle en toda su cara que Peter esta con vida, siendo la
maldita rata que es y ocultándose con la familia de los Prewett; toda la poca cordura que tenía
se rompe, porque solamente llega el pánico de que Harry está en peligro.

Además de algo suficientemente claro.

Esa maldita rata iba a morir, aunque fuera lo último que hiciera, lo asesinaría.

Ningún prisionero ha escapado de azkaban, pero también le habían dicho a Sirus que los
Black siempre entran a Slytherin y claramente se pasó el comentario por los huevos; porque
con suficiente determinación se puede hacer lo que quiera. No importa que Harry lo odiara
por abandonarlo, por no estar ahí, no le importa mientras esté a salvo y con el maldito de
Peter con vida, eso ya no es tan seguro; así que luego de un escape que casi lo deja muerto,
una neblina sobre el nadando de la cual no quiere entrar en detalles, termina escapando de
Azkaban.

Su mente está casi rota, se hubiera roto eventualmente, pero no lo hizo; pero tampoco está
bien, eso es claro.

Aun así, estar lejos de azkaban hace maravillas, si bien sus pensamientos son negativos, la
sensación del pasto en sus patas y un aroma que no huele a muerte hacen maravillas con su
ánimo los primeros minutos. Es Canuto, porque no hay forma de que sobrevivía cinco
segundos como humano y también porque siente que es mejor visto un perro callejero
robando comida de un basurero que un humano; incluso la basura de la calle sabe mejor que
la comida de azkaban.

Sabe que dentro de él tiene modales y etiqueta (no por nada creció como un Black), que no
importan mientras devora un emparedado pasado de días y lucha contra un gato por eso.

No importa su dignidad.

Solo importa Harry.


Sirus fantasea con verlo, fantasea con ver en la persona que se ha convertido y una parte
estúpida que intenta detener, fantasea con que su ahijado lo abrace.

Hace tanto que nadie lo abraza y le muestra algún afecto, para Sirus que siempre había sido
un amante del contacto físico, había sido la peor tortura.

¿Olería como James o como Lily?

Estaba seguro que Harry olería a casa, porque era su hogar, era todo lo que lo mantuvo
caminando incluso cuando su cuerpo ya no podía avanzar.

12 años.

Habían pasado 12 años.

A veces sentía que era un pestañeo, otros que era una eternidad y a veces sentía que seguía
encerrado dentro de la celda y todo era una alucinación; que despertaría dentro de ese
inmundo lugar, donde las paredes se convertirían en el rostro de aquellos que perdió y lo
asfixiarían por haberles decepcionado.

¿Por qué sigue con vida?

¿Por qué no muere?

Si tan sólo asesinara a Peter, podría morir en paz, podría descansar y con suerte llegar al otro
lado donde se encuentra su familia, James y Lily.

¿Lo estarían esperando?

No al menos que se moviera y protegiera a su ahijado.

Y con el cuerpo desgastado por años de tortura, Sirus toma nuevamente fuerzas para correr y
buscarlo, porque Harry lo necesitaba y era lo único por lo que estaba con vida.

Sirus está cansado, demasiado y tiene mucha hambre, pero no puede más que dormir en
medio de una caja de cartón en un callejón; porque no hay ningún otro lugar donde pueda
estar, pero incluso este lugar miserable, es mil veces mejor que la maldita cárcel de donde
salió. Esta en el mundo muggle, porque se supone que Harry estaría aquí, aun lo buscaba,
pero estaba seguro que lo encontraría; claro que con una varita seria mil veces más rápido.
Casi todo el tiempo podía escuchar la voz de su madre, llamándolo por lo inútil que era,
como sí estuviera en su cabeza martillando continuamente; pero Sirus la ignoró más fácil que
en la cárcel, porque ahora estaba libre (y prófugo) para ayudar a su ahijado.

Nunca fue amante de las reglas.


Aunque sabe que no debería soñar, Sirus se estaba muriendo de hambre; lo cual no era
diferente a cuando estaba en azkaban, la diferencia radica que en la cárcel no le daba tanta
hambre.

Era como si comer no importara.

Como si nada importara ahí.

Pero ahora si importa, porque tiene mucha hambre y ha hecho más ejercicio los últimos días,
que en los últimos 12 años.

Desea tanto una comida, de cualquier tipo, pero algo que lo alimente. Así que con cansancio
y sintiendo su pierna trasera cojear un poco (nadie puede salir inmune dentro de su aventura)
comienza a caminar fuera del callejón, la mayoría de personas no lo volverían a ver dos veces
aparte de mencionar el sucio perro que aparentaba, pero con suerte encontraría alguien que le
diera algo de comer; no estaba en contra de suplicar, con todo lo que ha vivido, eso no
importa.

Especialmente porque tiene hambre.

Tristemente luego de 4 intentos, un zapato en la cabeza y la amenaza de una madre con su


hijo, no obtiene nada y termina en un parque gruñendo por comida; maldito mundo de
mierda.

¿Acaso no hay nadie amable en este mundo?

Es divertido ver al legitimo heredero de la casa Black, aquel que por años estuvo en la
cumbre de la sociedad, estar mendigando por comida; su madre debe estar burlándose desde
la tumba.

Sirus comienza a pensar en Harry, porque eso es lo único que lo motiva y probablemente
pasaría otro día sin comer, esa es la idea hasta que cierto olor llega a su nariz y todo deja de
importar; el hocico se mueve rápidamente para ver una hamburguesa frente a él, lo que le
hace pensar vagamente que es una alucinación, pero la forma en que la arrebata y la mastica
le hace pensar que no es una alucinación.

Porque esta tiene sabor y cuando pasa por su garganta seca, casi duele, Sirus no deja nada y
el mordisco claramente arrebato la hamburguesa de golpe; es la primera comida real en años.

Es deliciosa.

Tanto que puede llorar.

O reír.

Porque parece ridículo.

¿Finalmente ha muerto?
—Draco ya le diste la comida, ahora vámonos— dice la voz aguda y quebradiza de un
adolescente, dado que la comida no llega flotando a Sirus porque no tiene suerte, tuvo que
venir de algún lado.

Los ojos de Sirus ven primero a un chico de cabello castaño, algo apartado y viéndolo
claramente con asco, como la mayoría de personas en este mundo; pero luego se enfocan en
el otro chico, haciendo que su hocico casi caiga incrédulo. Una patada en los huevos hubiera
sido menos sorprendente, porque el adolescente de cabello rubio platino es como ver una
versión de Lucius Malfoy en miniatura; esa clase de personas horrorosas en el mundo que no
se pueden olvidar incluso con 12 años de cárcel.

Aunque está acuclillado frente a él, puede ver que el chico es largo y sus ropas costosas lo
delatan como alguien de sangre Malfoy; no tiene dudas, tiene que ser algún pariente de
Malfoy o en el peor de los casos, su maldito hijo.

Si mal no recordaba, Lucius había engendrado una plaga cerca de la edad de Harry.

No quiere pensar en Narcisa, no quiere pensar en su prima que lo había despreciado cuando
fue arrebatado de la familia; porque eso lo haría pensar en la niña que había sonreído cuando
tenía cinco años, tomándolo de la mano y corriendo a jugar Quidditch juntos.

Recuerdos que no quería.

Los ojos del mocoso frente a él se parecen a los que tenía Narcisa entonces, con el horrible
color de ojos de Lucius, pero brillando de una forma diferente al que probablemente era su
padre; el niño parecía verlo curioso, sacando de su bolsa de cartón otra hamburguesa que
coloca frente a él.

Que huele delicioso.

Maldición.

Gruñe por debajo, haciendo que el otro niño suelte un chillido, pero el rubio no se mueve y
Sirus nuevamente cede a dejar su orgullo de lado para comer nuevamente la hamburguesa;
sabe igual de bien que la anterior y no dura mucho en saborearla. Claro que ahora está alerta
cuando mastica la tercera, se pregunta vagamente cuantas hamburguesas hay dentro de la
bolsa, pero por Sirus esa bolsa puede estar expandida por magia que no le importaría seguir
comiendo hasta reventar.

Esta tan emocionado con su primera comida real, que casi ignora la conversación frente a él,
pero la paranoia no se lo permitiría.

—Maldición Draco debemos irnos, se supone que no debemos estar en Londres Muggle, solo
Merlín sabe cómo deje que me convencieras de esta mierda— gruñe el otro chico viendo a
todos lados, haciendo una mueca repugnante cuando un muggle pasa a su lado y acercándose
al niño rubio con incomodidad.

El niño rubio saca su cuarta hamburguesa que Sirus disfruta más calmadamente, incluso se
atreve a mover la cola y se siente humillado.
Le mueve la cola a un Malfoy.

Su vida sin duda no puede caer más bajo de lo que es ahora.

—Relájate Theo, todo estará bien; además este pequeño tiene hambre— señala el rubio
llamado Draco con indiferencia, sacando lo que parece ser la última hamburguesa por como
dobla la bolsa de cartón.

Maldición, no es que Sirus se queje, su vientre reducido por tanto tiempo sin comer tampoco
soportaría mucho más; pero tenía tanta hambre, que no le importaría seguir comiendo,
aunque se enfermara.

—Esa cosa no es pequeña, parece un caballo miniatura y debemos irnos al callejón Diagon
donde deberíamos estar hace media hora— el otro niño es una molestia, mucho más que
Malfoy, lo cual es irónico en tantos sentidos que no da risa.

El rubio solamente suspira, antes de levantar con cuidado una mano y Sirus tiene el instinto
de gruñir cuando se acerca; el niño castaño chilla como un cerdo, pero el rubio no se ve
afectado, aunque su mano se detiene. Hay un duelo de miradas entre ambos, porque Sirus no
piensa dejar que este mocoso lo acaricie, aunque le diera comida; no sabe que podría hacerle
y aunque es raro toparse con un mago de sangre pura en el mundo muggle, sabe que no puede
bajar la guardia.

Nunca se debe confiar.

Menos en un Malfoy.

—Tranquilo muchacho, te prometo no hacerte daño— Sirus quiere rodar los ojos, porque eso
es lo más estúpido que ha dicho.

Entonces el niño sonríe muy débilmente, una sonrisa que había visto mil veces en un pequeño
Regulus que lo deja congelado; la mano llega a su cabeza y Sirus cree que debe saltar, correr
hasta el fin del mundo para que no le peguen.

Porque solo eso podrían hacer, eso es el único contacto que ha recibido en 12 años y está
aterrado de que este mocoso le pegue.

¿Él?

Sirus Black.

Esta aterrorizado de que un niño lo lastime, cuando Sirus era un mago que se había
enfrentado sin miedo al mismo Voldemort, está aterrorizado del contacto humano que tanto
había anhelado; porque eso es lo único que merece.

Pero solo hay una caricia, una caricia suave en la parte superior de su cabeza que lo paraliza
mucho más que la comida; el niño rubio parece suspirar cuando no ataca y la caricia se hace
un poco más completa. Pestañea confundido cuando la sonrisa del niño crece un poco más,
pero Sirus no se mueve, solamente deja que este agujero negro se forme a su alrededor
mientras es acariciado por primera vez en 12 años.
Paralizado.

Congelado en el tiempo.

Su pecho comienza a sentirse pesado y siente que va llorar en cualquier momento.

—Pero mira que buen chico eres, eres un gran perro gruñón que tenía hambre, pero sólo eres
un encanto— arrulla Draco ahora con dos manos, Sirus aún confundido se deja caer contra
estas y el niño suelta una risa.

—¡Draco!— gimotea el otro mocoso y Sirus no se aleja de Draco, pero gruñe en dirección
del otro niño que lo hace saltar para alejarse de ambos.

El rubio no parece intimidado, pero hay algo en su rostro que lo hace dudar antes de alejarse;
Sirus no se comprende, pero solloza un poco en su forma animal por la falta de contacto.

No quiere que termine, no luego de tanto tiempo.

—Lo siento amigo, pero es verdad que estamos tarde y sí mi padre se entera de esto me va
asesinar— hay algo de peso en la voz del niño, Sirus hasta ahora recae en la mejilla
levemente hinchada de este y el dolor en su mirada al hablar.

Lo que trae de regreso un recuerdo, uno de él mismo, hace tantos años, siendo abofeteado por
su madre por ser una vergüenza a la familia.

El niño solamente sonríe en su dirección, antes de tomar la muñeca del otro y ambos salen
corriendo, parecen tener prisa; Sirus nota al alejarse, como el rubio parece moverse bien entre
los muggles sin importar rozar alguno o pedir permiso para pasar.

Theo, ese otro mocoso, no parece ser igual y está claro que odia a los muggles; o al menos
esta disgustado.

Sirus sólo lo ve marchar, sentado sobre sus patas traseras, viendo a la nada confundido y con
el estómago lleno; su cola se mueve contra su voluntad.

Que día más extraño.

¿Habrá sido una alucinación?

No.

No lo es, porque ya no tiene hambre.

Quiere seguir a los niños, pero sabe que no debe hacerlo, porque necesita llegar a Harry; sí
todo sale bien, tal vez y solo tal vez, busque a ese mocoso Malfoy que le recuerda un poco a
él mismo. Tiene cosas que hacer, pero no es un idiota malagradecido y la existencia de ese
niño parece una sorpresa.

Tal vez no sea la única oveja negra de una familia por ahí.
El pensamiento lo hace sentir, inesperadamente cálido y con esperanza de alguna forma.

Fin.

Chapter End Notes

Inicialmente pensaba poner la parte de Harry hasta el final del tercer libro, pero los amo
demasiado como para no hacer esto ya que algunos lo han pedido.

Espero disfrutaran un poco de este.

El interludio de Sirus por otra parte se supone que iba ser una conversación entre
Dumbledore y Severus, pero la idea de colocar a Sirus me termino matando; este
interludio se encuentra ubicado en medio del primer capítulo del tercer libro, veremos
un poco de la otra cara de la moneda cuando llegue la parte de Draco, pero por ahora les
dejo con este pequeño spoiler del siguiente libro.

A diferencia del primero y segundo libro, que siguió el punto de vista de Draco en los
acontecimientos de esos años, pero con sus propias aventuras, este tercer libro será algo
diferente. Seguiremos viendo solamente el punto de vista de Draco, pero la historia se va
ir alejando del canon mucho más que sus precuelas y va tomar parte del camino que
quiero para la historia.

Espero verlos también en el nuevo proyecto que comenzare a subir la próxima semana.
End Notes

Hola a todos, no ha pasado mucho desde que termine el primer libro de la saga, pero este ya
se encuentra en producción. Al igual que el anterior es posible que tenga 7 capítulos o tal vez
pueda ser un poco más largo, ya que tendremos que abarcar muchos puntos.

El libro de Orion y el espejo de Oesed siguen siendo un misterio para Draco y compañía,
pero este año se sumará otro misterio que tendremos que descubrir; como, por ejemplo,
porque Draco es tan denso y a la vez tan inteligente.

La familia Malfoy tendrá mucho protagonismo en esta historia, además de que estamos
viendo el punto de vista de Draco estas vacaciones; pero en el próximo capitulo ya nos vamos
a Hogwarts y comenzará el salseo.
Nuestro Draco Malfoy en su segundo año de Ravenclaw, tiene una historia que escribir.

Espero me acompañen también a esta aventura.

Gracias de todo corazón a Harley, una chica que me esta ayudando a corregir la mayoria de
erorres de la saga a nivel ortografico :D

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