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DARK LOVE

POR: Miss1Midnight15
PROLOGO

Mentiras y más mentiras, eso era todo lo que Harry podía ver a su
alrededor. Sonrisas falsas y miradas vacías era todo lo que veía.

Nadie lo veía, no realmente. Todos y cada uno de ellos veían su


versión de Harry... El héroe, el jugador estrella, el niño que vivió.
Nadie veía al verdadero Harry, a su corta edad le quedo grabado a
fuego en la piel un disfraz de soldado valiente. Tenían miedo, tanto
que depositaron toda la responsabilidad en él, solo tenía trece casi
catorce y debía cargar con todo el peso del destino del mundo mágico
sobre sus hombros y no solo eso por lo menos un poco de
agradecimiento por todo sería suficiente pero lo único que sabían
hacer era señalarlo y juzgarlo.

Nadie jamás se había preguntado qué fue de Harry, si era feliz, si


estaba bien. No, por su esto que no. A ellos solo les interesaba que él
acabó con el sin nariz, pero nadie se preocupó por Harry, nunca nadie
se preocupó por él.

Los Dursley le golpeaban, no le alimentaban y aparte le trataban como


si fuera un elfo doméstico. Harry realmente se sentía tan solo, lo único
bueno eran sus amigos Ron y Hermione, quienes siempre estaban
con él ayudándole en todo. A veces Harry no podía evitar pensar que
todo sería mejor si sus padres hubieses escapado en lugar de
quedarse.15

Pero nada de eso importaba realmente, a Harry no le importaba el


mundo realmente el solo quería no dejar en nada el sacrificio de sus
padres, que donde sea que se encuentren se sientan orgullosos de su
hijo.
Todo lo que le importaba era su familia, incluyendo a aquellos que lo
habían acogido en su casa como si fuera uno más.

Lo que Harry no sabía es que antes de entrar a su cuarto año en


Hogwarts descubriría una verdad que lo rompería por completo pero
que así mismo le permitiría hacerse más fuerte. Lo que Harry estaba a
punto de descubrir daría un giro de 180 grados y posiblemente
definiría el destino del mundo mágico antes de lo planeado.

CAPITULOS

^ POV Narradora ^

Una semana era lo que Harry llevaba en la casa de los Dursley y aun
así no deseaba marcharse. Estaba acostado en su cama mirando
fijamente sin expresión alguna un pedazo de pergamino hay se
hallaba muerta su última esperanza de por lo menos tener a alguien a
su lado.1

El pergamino o al menos el pedazo que ahora quedaba había sido la


respuesta de Hermionie cuando él le había contado sobre todo lo que
había descubierto antes salir de vacaciones y sin siquiera darse
cuenta se hallaba recordando todo nuevamente.

~Flashback~

Harry estaba agotado, después de que sus amigos le ayudaran a


salvar la vida de su padrino lograron convencer
a Dumbledore que le permitiera a Harry pasar todas las
vacaciones con los Weasley pues este verano sería el torneo
de Quidditch y los señores Weasley lo llevaría a él
también. Harry estaba feliz ya caí tenía todo listo para partir solo
debía recoger algo de pergamino y tinta que dejo en la sala
común, pero Harry jamás pensó lo que encontraría una vez
llegara.
Bajando las escaleras escucho murmullos entre los cuales pudo
reconocer la voz de Dumbledore y la voz, no los gritos de quien
ahora sabia era su padrino. ¿Qué hacía Sirius ahí, si hacía
apenas unos días lo habían salvado?

Decidió quedarse donde estaba y escuchar lo que decían abajo.

-¡No puedo creer esto!- fue el grito de Sirius, sonaba más que
enojado, dolido.

-Todo este maldito tiempo ustedes han estado con vida, en que
demonios estaban pensando al dejar a Harry sólo?

¿Con vida? ¿Quién esta con vida? ¿Que tenía el que ver en todo
esto?

-Entiende Canuto no podíamos quedarnos, Harry estaría mejor


sin nosotros- escucho a un hombre hablar.

-Así es Sirius, teníamos intenciones de ir a buscarlo- completo


una mujer.

-¿Ah sí? ¿Cuando? ¿Cuándo


tu asquerosa familia muggle acabara con mi ahijado?3

Y en ese momento todo hizo click en la cabeza de Harry y aun en


estado de shock salió lentamente de las escaleras y apareció
frente a la comitiva que se hallaba en la sala común. Frente a él al
lado derecho estaba Sirius, con mejor aspecto, pero con la furia
marcada en el rostro. Al otro lado estaba Dumbledore junto a un
hombre de cabello negro alborotado y una mujer
pelirroja, Harry no necesitó que se giraran para saber quiénes
eran, pero cuando lo hicieron no pudo más que mirarlos como
supuso los científicos miraban un descubrimiento extraño. Frente
a él estaban, James Potter y Lily Potter, sus padres. Los padres
que siempre soñó tener los tenía.2

Por un momento una felicidad inmensa lo invadió, pero esta se


vio rápidamente sustituida por una ira aún mayor. Estaban vivos,
todo este tiempo estuvieron con vida.

Harry no pudo más que pasar su mirada de unos a otros para


luego girar en redondo y volver por donde había venido.

Lo siguiente que paso lo tiene bastante fresco, la puerta de la


habitación cerrarse, sus padres al otro lado
golpeándola, Dumbledore tratando de
calmarlos, Sirius intentando que se alejaran de él y Harry solo
pudo llorar como hacía años no lo hacía, llorar de manera amarga
y adolorida. Su única motivación para salvar al maldito mundo
mágico era una puta mentira.

~Fin del Flashback~

Luego de eso había bajado con sus cosas sólo para enterarse de que
los Weasley sabían lo que pasaba, todo este tiempo lo supieron, Ron
su mejor amigo, lo sabía y nadie le dijo nada nunca. Tal parecía que
los únicos que no sabían nada eran los gemelos y los hermanos que
no vivían allí ya.1

Y así fue como Harry por primera vez en su vida deseo no ir a ningún
lado su no fuera la casa de los Dursley.2

Al llegar había escrito a Hermionie para hablar con ella, pero antes de
responder ella habló con sus padres y estos lograron convencerle de
que habían hecho lo mejor para Harry y toda la maldita carta era un
regaño por parte de ella por no haber escuchado a sus padres, por ser
infantil y que debería sentirse feliz de tener la familia que siempre
había querido.9
Estaba solo, jamás se había sentido tan solo como ese día. Pero a
medida que pasaban los minutos algo dentro de Harry se rompía un
poco más.

^ POV Narradora ^

Y así paso otra semana en la que Harry parecía un zombi, comía,


dormía y en las noches se la pasaba mirando a la nada.

Al comienzo de la tercera semana Harry tenía más asimilado lo que


había sucedido y por fin luego de tantas noches en vela había
comprendido que sus padres lo habían abandonado, sus amigos
realmente no eran sus amigos y que estaba solo, siempre estuvo solo,
a nadie jamás le intereso realmente lo que pudiera suceder con él.

Por momentos pensó que quizás Hermionie tenía razón debería


sentirse feliz de tener una familia, pero luego sentía ese horrible dolor
en el pecho y se le pasaba. Ella no sabía nada, ella no creció sin
padres en una casa donde la odiaban y la maltrataban. Tampoco
Ronald entendía nada, él era simplemente un idiota que le encantaba
vivir a la sombra de sus hermanos creyendo que algún día por arte de
magia descubriría un talento oculto, pobre imbécil.1

A medida que los pensamientos de Harry avanzaban la tristeza era


suplantada por la ira y la decepción consigo mismo por ser tan idiota
como para creer en todas sus mentiras. Se arrepentía de no haber
aceptado a Draco aquel día, se arrepentía de haber pedido al
sombrero que lo pusiera en Gryffindor, se arrepentía por haberse
hecho pasar como un idiota impulsivo sólo para conservar a sus
amigos. Pero un grito abajo evito que Harry siguiera lamentándose y
enojándose por lo que estaba pasando, creyó por un pequeño
momento que eran mortifagos y que posiblemente habían matado a
sus tíos, no que le importase realmente.8
Pero cuando bajo era algo peor, casi por un momento prefirió haberse
encontrado con mortifagos en lugar de Albus Dumbledore.2

Harry podía sentir la rabia se hacía presente nuevamente, solo que


esta vez no venía acompañada de aquella tristeza, solamente traía
consigo el sentimiento de traición pura y deseos de venganza. Ese
maldito infeliz solo quería alguien a quien manipular para llevarlo como
cerdo al matadero, pero se equivocaba, Harry ya no haría nada ni por
él, ni por la memoria de sus padres y muchos menos por el maldito
mundo mágico.1

-Mi muchacho que alegría poder verte- los pensamientos de Harry se


vieron interrumpidos por el viejo que le sonreía como un abuelo
preocupado. Maldito anciano decrépito, pensó Harry ante el
despliegue de hipocresía por parte del viejo director.

-¿Que quiere?- fue la fría y escueta respuesta por parte de Harry.

-Necesitas hablar con tus padres- le respondió Dumbledore en tono


preocupado.

Y solo hasta ese momento Harry de dio cuenta que su tía realmente
no había grita por Dumbledore sino por sus padres quienes se
suponían estaban muertos y ahora se hallaban detrás del director.

-Harry, mi niño, queremos hablar contigo- le dijo su "madre" en un


tono que parecía cariñoso.

-No tengo nada que hablar con estas personas, mis padres están
muertos.

-Harry por favor solo escucha lo que tenemos que decirte- suplicó su
padre poniéndose enfrente de Dumbledore junto a su esposa.
-He dicho que no, y si no les molesta están perturbando a mis tíos y yo
debo salir- finalizó Harry para subir a su habitación y tomar algunas
cosas antes de irse hacia el callejón Diagon.

En cuanto Harry se perdió en el último peldaño de la escalera en la


sala se desató el pandemónium. Harry entró a su habitación y cerró la
puerta de su habitación.

Podía escuchar claramente las disculpas de Lilian Potter y los gritos


de Petunia. Tomo su mochila, su varita y una chaqueta y volvió a
bajar.7

Al llegar al piso de abajo se encontró con una Petunia completamente


roja de la rabia y una Lily Potter llorando por el perdón de la otra.

Harry ignoro por completo la escena y decidió salir de la casa, sin


darse cuenta de que tras él iba James Potter.

-¿A dónde vas hijo?

-Primero no soy su hijo y segundo lo que yo haga no es algo que le


importe, o por lo menos no hasta ahora. +

Harry siguió su camino hasta la parada del autobús que lo dejaba en


la calle donde se hallaba el Caldero Chorreante.

^ POV Narradora ^

Harry no quería tener nada que ver con sus padres así que decidió ir
al callejón Diagon para buscar algo de donde sacar dinero. O quizás
podría ir Gringotts y sacar el dinero de su cuenta personal para
ponerla en otra donde sus padres no tuvieran acceso. Si
definitivamente Harry trataría de hacer eso quizás podría conseguir
algo de dinero que le alcanzara hasta que pudiera conseguir un
empleo.
Mientras Harry caminaba completamente decidido a rehacer su vida y
demostrarles a todos que nadie debía meterse con él, en la oscuridad
de la sala de una casa de dos pisos en la mitad de una pequeña colina
en un bosque cerca de Castlecombe* se hallaba Severus Snape
mirando fijamente la chimenea apagada y con una botella de wiskey
de fuego en la mano, pensaba en lo que acababa de pasar.

~Flashback~

Severus Snape el más reconocido pocionista y el más temido


profesor de todo Hogwarts caminaba a paso rápido hacía la
oficina de Dumbledore pues mientras estaba en el el Caldero
escuchó decir que había visto a Potter dando vueltas por el
Callejón.

<Estúpido niño mimado y consentido> pensaba Snape mientras


daba el ridículo contraseña a la gárgola.

-Chicle de limón.8

Las escaleras hacia la oficina del directo aparecieron junto a la


puerta al final de las mismas. Snape subió las escaleras
rápidamente sin perder ni por un segundo aquella gracia tan
característica de los Slytherins.

Abrió la puerta sin tocar, pues jamás pensó que encontraría a dos
fantasmas de su más horrible pasado.

Hay en frente del escritorio estaban James Potter y Lily Potter,


quienes junto al directo giraron a ver quién había entrado.

Lo siguiente paso como en cámara lenta para el profesor, vio


como el miedo cruzaba por el rostro de ambos y la sorpresa
asomar por aquellos ojos azules detrás de unos lentes en forma
de media luna.2
Snape quedo petrificado por un momento al ver a su enemigo
acérrimo de la escuela y junto a él una muy viva pelirroja, la chica
que le regalo su amistad cuando él creía que no merecía el cariño
de nadie y con quien soñaba cada noche aun debido a la
culpabilidad de su muerte.

Snape aún en shock dio media vuelta y con la misma elegancia


con la que había llegado partió rumbo a su oficina. Mientras se
alejaba pudo oír la voz de quien una vez fue su mejor amiga pero
no volvió solo siguió caminando hasta llegar a su oficina, una vez
allí tomo polvos floo y desapareció hacía su casa.1

~Fin del flashback~

Y así era como Severus había acabado en su casa mirando fijamente


una chimenea apagada. Todo este tiempo ellos había estos vivos y él
retorciéndose en su culpa, lo peor de todo era que el hombre al que
había considerado un padre lo sabía, y también sabía que él se sentía
culpable así que lo uso para poder manipularlo y así conseguir que
cuidara del mocoso de Potter. Ahora Snape se preguntaba si todo era
tan verdad como lo había dicho Dumbledore. Quizás, así como mintió
sobre la muerte de los Potter también le mintió sobre la cuna de oro en
la que supuestamente fue criado el chico.

Severus dejó la botella a un lado, el no se dejaría controlar por el


demonio del alcohol.

Se puso de pie con total determinación fue a su laboratorio a buscar


algo para quitarse embotamiento del alcohol y luego ir al Callejón
Diagon a buscar al menor de los Potter.1

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Harry iba caminando a paso firme hacía Gringotts completamente


decidido a desligarse de los Potter, se cambiaría el apellido aún si eso
implicaba ponerse el de sus horribles tíos, era mejor que cargar con
unos mentirosos, acuestas.

^ POV Harry ^

Camine con paso firme y determinado hacia Gringotts para ver que
podía hacer con mi situación, con suerte aun nadie sabía que los
Potter estaban vivos.

Cuando casi llegaba al banco vi una figura envuelta en negro


esperando, era Snape. ¿Qué rayos hacía ahí? Bueno no es como si
me importara.

Seguí mi camino, pero antes de poder entrar el profesor me detuvo


por un brazo y soltó una única pregunta.

-¿Tu lo sabías?

No entendía a qué se refería, que, si yo sabía, ¿qué? Pero al parecer


el vio la confusión en mis ojos porque completo aquella pregunta.

-Lo de tus padres Potter.

Y ahí la realidad me cayó como si fuera un gran elefante, el profesor


Snape también se había enterado y no se veía muy contento con la
noticia, es más a pesar de no conocer a aquel hermético y frío hombre
podía asegurar que se veía destrozado con aquella noticia.

-Lo supe a finales del año escolar- no sabía porque, pero sentía la
necesidad de decirle aquello.

-Entiendo- hizo una pausa que se me hizo eterna y luego- ¿qué hace
aquí?

-Vine a ver que podía hacer para... para quitarme el apellido Potter.

Cuando dije eso el profesor Snape me miró fijamente como si no


entendiera el porqué de lo que quería hacer. Lo sabía, él al igual que
todos en la maldita escuela pensaban que mi vida era perfecta que
nací y crecí en una puta cuna de oro, que mis tíos me trataban como a
un príncipe.

-Si entra ahí solo ni siquiera te van a voltear a mirar los duendes
Potter- fue toda la respuesta del profesor, y ahí estaba aquella sonrisa
sarcástica tan característica de aquel hombre.

¡Por Merlín!

Debería estar prohibido ser tan sexy, porque si, el profesor Snape ha
sido mi amor platónico desde la primera vez que lo vi. Primero fue una
gran admiración luego esa admiración se convirtió en amor, amor
platónico, pero amor, a fin de cuentas.13

-¿Va a acompañarme señor?- pregunto deseando que dijera que sí.

-Como ya le dije Potter si no va con un adulto por muy el niño que


vivió que sea no van ni siquiera a voltear a verlo, así que vamos.

Fue su única respuesta antes de soltarme y emprender el camino


escaleras arriba hacía la entrada del banco.

^ POV James Potter ^

Las cosas estaban mal, muy mal. Lily estaba en la habitación que
siempre ocupábamos en la Madriguera cuando veníamos de visita
llorando luego de que la maldita de su hermana la corriera
prácticamente a golpes.27

¿Quién se creía esa asquerosa para tratar a si a su dulce esposa?3

Pero aun más que eso estaba el asunto de Harry. Ese no era el plan
que habíamos hecho, se suponía que nosotros apareceríamos luego
de que el matara a Voldemort, entonces seríamos una hermosa familia
feliz pero ahora él parecía odiarnos.4
Y los Weasley no tenían ni una sola noticia de Harry, se suponía que
irían todos juntos al mundial de Quidditch y su hijo estaba realmente
emocionado por ello, pero a pesar de eso no había respondido a la
carta que su amiga Hermionie le había enviado.

-Vamos James, tú y Lily necesitan comer algo- se aceró a mi Molly tan


amable como siempre.

-Claro Molly dame un momento y voy por Lily.

Subí hasta el último piso de la casa y entre en nuestra habitación, Lily


aún estaba en la cama con un rastro de lágrimas secas.

-Quiero a mi hijo James- fue todo lo que me dijo.

-Y lo tendremos, ya verás que cuando se dé cuenta de que nos


necesita vendrá a nosotros y seremos la familia que siempre debimos
ser.11

-¿Cómo haremos eso?

-Mañana iremos a Gringotts y cancelaremos su acceso a las cuentas


de los Potter y de esa manera vendrá a nosotros. No me mires así Lily
sé que suena algo cruel, pero debemos hacerlo.6

Lily no dijo nada, pero se por su mirada que sabía que era lo único
que podíamos hacer.

Lastimosamente ninguno de los sería capaz de adelantarse a los


hechos que se acercaban. El niño al que habían abandonado
por miedo y en quien aún tenían la esperanza de confiar había
desparecido y con ello traería un sin fin de emociones y sucesos que
cambiarían el rumbo no sólo de la historia sino también del mundo
mágico.

^ POV Narradora ^
Harry y Snape caminaban por el corredor principal de Gringotts,
ambos con la frente en alto y directo a pedir una sola cosa, la
emancipación de Harry.

-Buenos días, deseamos hablar con el duende a cargo de las cuentas


del señor Harry Potter- hablo Snape con el mismo tono de voz que
usaba en clase solo que un poco cordial.

-¿Y quién lo solicita?- preguntó el duende detrás del mostrador con un


tono totalmente frío.

-El señor Harry Potter- respondió Harry intentado sonar igual de


imponente que el profesor de pociones.7

El duende lo miro y luego llamo a otro, hablaron en su idioma o eso le


pareció a Harry y luego los condujo por un largo y ancho pasillo que
llevaba a una sola puerta al final.1

La puerta media por los menos 10 metros y era de madera negra con
grabados en oro por toda ella, era como si narrara una historia.

-Es una vieja leyenda- le dijo Snape.

-¿Leyenda de qué?

-Es una vieja historia sobre el origen del mundo mágico, pero nadie
sabe exactamente como acaba, siempre difiere, pero hay quienes
dicen que el final que proponen los duendes es el más acertado. Los
duendes son bastante devotos de la magia y por eso honran todo lo
que tenga que ver con ella, es por eso que en la puerta del director del
banco se halla grabada la historia.

Harry no pudo evitar la sorpresa que había en su interior junto a las


malditas mariposas, ja mariposas, el sentía un puto grupo de
Hipogrifos cuando Snape hacia tales despliegues de inteligencia. Ese
hombre sabía demasiado.8
-Si le interesa Potter, tengo un libro escrito por duendes sobre esto así
que si quiere se lo puedo dejar para que lea- Snape le regalo una
sonrisa de lado, pero no la típica sarcástica, sino que una sonrisa real.
No era una sonrisa grande, pero estaba seguro que no muchas
personas habían tenido el honor de ver.1

Y con ese último pensamiento Harry entro en aquella gigantesca


oficina junto al profesor de pociones.

^ Pov Narradora ^

Harry y Severus cruzaron la puerta de la oficina. Era una habitación


bastante grande y ya ni hablar de la altura del lugar. Está pintada en
un color crema que permitía un buen acceso de luz, con varios
retratos y pinturas alrededor.  En el centro de la habitación había un
escritorio en madera bien ordenado y tras él se hallaba un duende que
por su aspecto podría pasar por un abuelo. Harry y Severus
avanzaron y se sentaron frente al duende en dos sillas disponibles
frente al escritorio, luego de saludar con un corte movimiento de
cabeza.

-Bien señores, me han dicho que desean saber algo sobre las cuentas
de la familia Potter.

-Así es, el señor Potter desea saber con qué cuenta su herencia.

-¿Y puedo saber para que desea el señor Potter saber eso?1

-Necesitó saber que poseo y que tanto de eso puedo tomar para
ponerlo a mi nombre, sé que es imposible engañar los pergaminos
mágicos que usan aquí por lo tanto ya deben estar al tanto de que mis
padres están vivos. - intervino Harry queriendo acabar lo más rápido
posible con todo ese asunto.

-Así es señor Potter, pero aun no veo que es lo que desea.


-A parte de la bóveda familiar Potter hay una bóveda que es mía
quiero saber si puedo usar el dinero de esa bóveda bajo otro nombre.

Severus que hasta ahora entendía lo que el mocoso quería hacer se


sorprendió de saber que no quería correr a los brazos de los padres
que tanto quería.

-Bueno señor Potter verá que ese es un asunto delicado la única


manera de que usted pueda acceder a esa bóveda con otro nombre y
desligarla de los Potter es que usted sea mayor de edad.

Harry estaba desesperado, pero como bien había aprendido a no


mostrarlo trato de mantenerse tranquilo y buscar una solución a su
problema, sabía que podía confiar en los goblins.

-La situación es la siguiente deseo alejarme por completo de mis


padres, eso quiere decir que quiero desligar mi cuenta de Gringotts
para no tener nada que ver con ellos así que necesitó saber si hay
otra manera de hacerlo o alguna forma de que se me considere mayor
de edad antes de los 17.

-Hay dos maneras señor Potter, que usted consiga emanciparse


demostrando que sus padres no deben cuidarlo o casarse.9

•Mientras tanto en la Madriguera•

^ Pov Narradora ^

Mientras en Gringontts Harry trataba de idear un plan rápido y eficaz,


Severus trataba de alejar los pensamientos poco racionales que
estaban llegando a si mente luego de ver a Potter hablar con tanto
aplomo y con tanta seguridad que nunca le había visto.

En la Madriguera se realizaba una cena de celebración, aunque había


cinco personas que no sabía qué demonios era todo ese ambiente en
la casa.
Los gemelos Weasley, Bill y Charles, los mayores del clan Weasley y
por último Remus Lupin quien estaba impaciente por saber que
sucedía, debía ser algo bastante importante si hasta Dumbledore
estaba presente.4

-Bueno, ya ha llegado la hora de la cena- dijo la señora Weasley


saliendo de la cocina- Ron ve por ellos.

Todos pasaron a sentarse mientras la señora Weasley y Ginny ponían


los platos, vasos y cubiertos. Justo cuando iban comenzar a repartir la
comida entro Ronald seguido de dos personas a quienes se creían
muertas. Los gemelos Weasley abrieron los ojos y la boca, los
mayores del clan Weasley quedaron petrificados en sus asientos y
Remus solo atinó a levantarse de un solo golpe.1

-Hola Moony, cuanto tiempo- fue todo lo que salió de la boca de


James.

Por su parte Lily solo pudo levantar la mano y moverla ligeramente a


modo de saludo, los primeros en romper el silencio fueron los gemelos
quienes se levantaron de la mesa como si tuvieran resortes en el
trasero y se acercaron a los Potter.

¿Como...

-... Es posible...

-... Que ustedes...

-... Estén aquí?3

Preguntaron en su muy peculiar forma de hablar.

-Pues nosotros nunca estuvimos muertos.5

Fue todo lo que pudo decir James antes de se desatara el holocausto


en la mesa de la Madriguera.
Los mayores de los Weasley discutían con sus padres y sus hermanos
por no haberles dicho todo antes, estaban aún más indignados con
que lo supieran y no se lo dijeran al pobre Harry, la señora Weasley
les gritaba y les regañaba, pero en esta ocasión no surtió efecto pues
los hermanos se enojaron más. Nadie reacciono hasta que vieron
como Remus Lupin le cruzaba la cara a quien una vez fue su mejor
amigo de un solo puñetazo. Todo el lugar se sumió en un silencio
sepulcral hasta que se escucharon unos aplausos que venían de la
entrada de la habitación, en la entrada se hallaba un muy cambiado
Sirius Black quien en sus mejores túnicas y sin el aspecto tan
demacrado de antes lucía como toda una sangre pura.5

-Así que las ratas ya salieron de su escondite- fue todo lo que dijo
Black.

-¿Tu lo sabias?- le preguntó Remus.

-Me entere al final del año escolar Rem- fue toda la respuesta de él.

Remus volvió su atención a los Potter. James estaba sentado en el


piso y junto a Lily le acariciaba el rostro. La pelirroja miraba al
licántropo con resentimiento.

-¿Pero qué te pasa Remus?- le espeto enojada.

-¡¿Que, que me pasa?! Después de todo esto aún me pregunta que


me pasa, sabía que tenían miedo de lo que pudiera pasarles, pero no
creí que fueran tan inconscientes como para abandonar a Harry.

-Nosotros no lo abandonamos- respondió poniéndose de pie Lily.

-Claro que lo hicieron y no solo eso, permitieron que estuviera en


manos de tu hermana aun sabiendo que ella te odiaba, y tu James
dejaste que tu mejor amigo se pudriera durante 13 años en Azkaban.4
Nuevamente en la sala se creó un silencio sepulcral, nadie dijo nada
solo se limitaban a verse unos a otros.

-No puedo creer que ustedes estén con vida y menos aún que
ustedes- señaló a los Weasley- siendo mi familia lo supieran y no nos
dijeran nada- exclamo poniéndose de pie Bill Weasley completamente
enojado.

-Simplemente que si ustedes lo hubieran sabido habrían ido corriendo


a decirle a Harry- fue toda la respuesta que recibió por parte de Ginny.

-Porque Harry merecía saber esto- hablaron los gemelos.4

-Aun no era tiempo de que el supiera todo- replico Granger.1

-Saben que yo me voy de aquí no puedo estar en la misma habitación


con personas como ustedes- fue lo último que dijo Charles Weasley
antes de abandonar la casa siendo seguido por Bill y luego los
gemelos quienes viendo con desaprobación a su familia a los
supuestos muertos se fueron a su habitación.

-Bien Remus y yo también nos retiramos hay cosas que hacer.

Sirius se dio la vuelta sin mirar ni por un segundo a quien algún día
pensó era su hermano, mientras Remus antes de irse se detuvo
mirándolos fijamente.

-¿Valió la pena esconderse a cambio de perder a su primer hijo y sus


amigos?- fue todo lo que dijo antes de desaparecer.5

Todos en la Madriguera quedaron de una sola pieza no sabían que


hacer o decir. Los Potter se despidieron y subieron a su habitación y
se quedaron ahí sin salir hasta la mañana siguiente.

Mientras que en la casa del clan Weasley se desataba la tercera


guerra mundial en una oficina de Gringontts Harry más decidido de lo
que había entrado tomo una decisión de lo que quería hacer.
-Bien si no tengo más opción pues así será- fue todo lo que dijo el
chico para romper el silencio de la habitación.1

-¿Que desea hacer señor Potter?

-Harry, entrar en un juicio contra los Potter sería en contra de


Dumbledore por lo tanto tardaría mucho tiempo y sería casi imposible,
pero casarte siendo tan joven- Severus no término lo que iba a decir.

-No me interesa profesor yo realmente quiero mantenerme lejos de


ellos- fue toda respuesta de Harry mientras bajaba la mirada
perdiendo toda la confianza con la que había entrado y viéndose como
un niño perdido y desamparado y Severus entendió que así era, Harry
no era más que un niño quien había terminado en medio de todo el
maldito juego de la pasa con patas así que tomando un decisión más
por impulso que por nada soltó las palabras que darían un giro de
180° al mundo que conocían ahora. +

-Hagámoslo Harry, casémonos.

^ Pov Narradora ^

Decir que Harry estaba sorprendido era poco, su profesor de pociones


le había propuesto que se casaran, no se hizo muchas ilusiones con
respecto al asunto solo quería ayudarlo, pero no le importo en lo más
mínimo. +

-¿Usted haría eso por mí?- dijo Harry fingiendo inocencia. Harry
estaba dispuesto ahora a jugarse el todo por el todo. No permitiría que
nadie jamás volviera a pasar por encima de él y si en el proceso podía
tener a su amor platónico pues apostaría todo a ello.5

Después de todo quien crearía que detrás del perfecto prospecto de


león había una serpiente lista para atacar a quien le diera la
oportunidad.
-Por supuesto Harry, voy a ayudarte en todo lo que necesites para
alejarte de tus padres- le respondió Severus sintiendo algo que hacía
mucho lo sentía, ternura por el pequeño que se hallaba sentado junto
a él. Severus no era tonto ni mucho menos sabía que detrás de toda
esa inocencia había una serpiente y él se encargaría de darle las
mismas armas que alguna vez le dio Slytherin a él para defenderse del
mundo. Y si para ello debía casarse con él tampoco es que significará
un gran sacrificó para Severus. Aunque nunca se lo diría el chico era
bastante guapo se parecía a su padre, pero sus rasgos eran más bien
femeninos como los de su madre y a pesar de que sus ojos eran
verdes, para nada eran igual que los de Lily. Los de Harry eran más
brillantes, más vivos. Severus pensaba que para nada sería un gran
problema tener a ese chico con él, en su casa paseando de un lado a
otro y más aún en su cama.17

Snape detuvo el hilo de sus pensamientos al llegar a la última palabra,


en que momento sus pensamientos se habían tornado tan retorcidos,
que se casara con Harry, si es que aceptaba no significaba que fueran
a intimar. Severus respiró profundo y fijo nuevamente su atención en
Harry.

-Este bien, hagamos eso profesor- dijo Harry mirándolo fijamente.

Antes de retirarse cada quien para su casa dejaron todo listo para
proceder con el enlace. Sería en una semana y como Harry aún era
menor de edad enviarían la solicitud formal a nombre de Severus
desde el banco a sus padres. En dos días les llegaría la solicitud, pero
para ese entonces Harry estaría en casa de Severus, así lo habían
decidido; de esa manera evitarían los Potter pudieran hacer algo en su
contra como secuestrarlo o algo por el estilo.1

Harry se despidió de Severus de manera formal con un ligero rubor en


sus mejillas.
-Muchas gracias profesor Snape.

-No hay nada que agradecer Harry- le respondió Severus diciendo su


nombre de manera tan suave y delicada, casi como si lo saboreara
mientras se acercaba y le dejaba un beso en la mejilla para luego
desaparecer.

^ Pov Harry ^

Severus se acercó demasiado a mi pude sentir ese olor suyo tan


característico, olía a pociones, libros, menta, café y miel. Y la manera
en la que decía mi nombre, acabaría con la mitad del mundo mágico
solo para oírlo de nuevo. Y por las tangas de Morgana, cuando me
beso creí que haría combustión espontánea.9

Aun en medio de una nube me dirigí a la cada d los Dursley, entre y fui
directo a mi habitación. Al llegar me lance a la cama y me quede hay
recostado sin saber cuánto tiempo estuve pensando en Sirius, en mis
padres, en los Weasley y en Severus. Estaban tan concentrado
pensando que me asusté al escuchar un golpe en la ventana, caí al
suelo para luego levantarme y ver que no era más que una lechuza.
Corrí a abrirle la ventana, y si era Severus arrepintiéndose de casarse
conmigo.

Abrí la ventana y deje que la lechuza entrar y se acomodara junto a


Hedwig, tome la carta y la leí. Era de Sirius quería verme mañana
junto a Remus para hablar, posiblemente Remus no sabía nada y en
el fondo deseaba que fuera así, no quiero perder a nadie más de mi
familia. Respondí rápidamente la carta y decidí escribirle a Severus
para saber si debía decirles lo del enlace. El asunto era que no estaba
seguro de cómo escribirle, que decirle o siquiera como dirigirme a él,
ahora que estábamos metidos en todo este asunto las cosas
cambiarían entre nosotros.
<<Querido Severus>>

Por supuesto que no, cualquier frase que pudiera dejar al descubierto
sus sentimientos por el hombre quedaban descartadas, quizás estaba
siendo paranoico, pero Snape es un hombre bastante astuto y podría
deducirlo así que prefería no arriesgarme.

<<Profesor Snape>>

Con todo esto ya no le parecía correcto ser tan formal con él.

<<Severus>>

¡Si! Eso era perfecto ni formal ni meloso ni nada. Solo lo justo para
llamar la atención del hombre.

<<Severus:

Te escribo para decirte que Sirius se ha comunicado conmigo y


quiere que nos veamos mañana junto con Remus para hablar sobre
el tema de los Potter así que deberías hacer? ¿Debo hablarle sobre
el enlace? ¿O debería dejar que se entere solo?

Ptd: Espero no se enoje por usar su nombre, pero si dentro de una


semana compartiremos por un corto tiempo la vida de casados no veo
porque no debería haber cierta familiaridad entre nosotros.

Suyo, Harry.>>15

Y así finalizó la primera misiva de muchas que le escribiría a Severus.


Decidí finalizar así pues vi en una película de época que los amantes
finalizaban así sus cartas de amor y aunque solo era algo falso quería
aprovechar esto al máximo.

^ Pov Narradora ^

Harry tomo a su hermosa Hedwig y le amarró la carta a la pata,


dándole indicaciones de a quién iba dirigida, la vio partir y decidió que
se iría a dormir temprano habían sido demasiadas emociones para un
solo día.

Y mientras Harry se relajaba o al menos lo intentaba en una sala


mirando fijamente la chimenea se hallaba Severus quien acaba de
recibir una carta de parte de quien alguna vez consideró su amiga y la
única persona después de su mama a la que realmente le importó.

<<Querido Sev:
...
...3

Era como iniciaba la carta de Lilian Potter.

^ Pov Narradora ^

Severus miraba fijamente la chimenea y luego la carta, quizás, sólo


quizás seria mejor si la quemara sin leerla pero en un momento de
debilidad decidió leerla.

<Querido Sev ...

Era la manera como iniciaba la carta, por un momento antes de leerla


Severus creyó que vacilaría en su convicción por ayudar a Harry pero
al leer el inicio de la misiva solo pudo pensar en lo descarada que era
aquella mujer al llamarlo con tanta familiaridad luego de usarlo de un
manera tan vil y rastrera.

Se que debes estar enojado por todo este asunto pero debes


entender que James y yo teníamos miedo y solo hicimos lo que
creíamos mejor para Harry...

^ Pov Severus ^

Al momento de leer aquella ultima frase me llene de rabia y motivos.


¿Lo mejor para Harry? ~Malditos cobardes~.
Espero y pueda contar con tu ayuda como hasta ahora, por la
amistad que algún día tuvimos. Recuerda Sev que no fue mi culpa
separarnos.5

Con cariño LilY>

Y esa fue la gota que derramo el vado. Tras de todo la muy


desgraciada se atrevía a hecharme en cara lo que paso en 5°.

~Preparate Potter porque lo que soy yo ya deje de cubrirte


la espalda~  Pensé antes de lanzar la hoja al fuego.

Decir que estaba enojado era poco, los Potter eran tan manipuladores
como su mentor, pero tal parece que todos olvidaban que yo no era 
un asqueroso y sentimental Gryffindor, me puse de pie y camine hacia
la pequeña licorera de la sala. Saque un vaso, jamas había necesitado
tanto un trago como ahora.

Serví un vaso, dos, tres... Después del quinto perdí la cuenta. Siempre
tuve una gran tolerancia al alcohol así que no me preocupes, estaba
decidido a irme a dormir luego de haber bebido la mitad de la botella,
cuando otra lechuza entro por mi ventana la diferencia era que esta si
la reconocí. Era Hedwig, la lechuza de Potter.

Miles de pensamientos cruzaron por mi mente quizás se había


arrepentido, quizás sus padres habían logrado convencerlo de que
todo lo hicieron por su bien y ahora se iría con ellos y serían una linda
familia feliz.

Tome la carta con manos temblorosas y procedí a leerla. Espere de


todo menos lo que en ella decía.

-Mocoso impertinente, como si yo le hubiera dado permiso de


llamarme por mi nombre.1

~Pero el mocoso tiene razón~


^ Pov Narradora ^

Le respondió una vocesilla (osea la escritora induciendo a Severus a


hacerle cosas perversas a el pequeño Harry xD) oscura dentro de él,
una vocesilla que se había negado a escuchar hasta el momento.11

~Además no estas viendo lo importante Severus, la forma en como


firmó la carta~.

Entonces Severus decidió que por primera vez en su vida le haría


casa a la voz. Y era cierto, el mocoso había firmado la carta de una
manera muy peculiar.

<<Suyo, Harry>>

Solo dos palabras habían sido capaces de liberar aquel torrente de


emociones que Severus se había matado por esconder. Sin importar
que, era verdad, el mocoso era suyo, suyo por un par de años pero
suyo. ¡Oh! Y cuanto iba a disfrutar Severus de ello. Aquel niño a pesar
de todo lo que había pasado era tan inocente y Severus disfrutaría
corrompiéndole.10

Así que sin más Severus tomo pluma y pergamino y le escribió una
respuesta, la mandaría de vuelta con Hedwig pues no tenia lechuza,
no la necesitaba.

^ Pov Harry ^

Decidí intentar dormir pero por mas que intentara no lo conseguí así
que prefería ponerme a leer, tenia una variedad de libros muggles,
clásicos y mis libros de Hogwarts. Me decante por algo del mundo
mágico, así que decidí leer Historia de Hogwarts, me hallaba tan
inmerso en la lectura que no me percate de la llegada de Hedwig
hasta que me pico un dedo.
Mi corazón dio un vuelco, Severus me había respondido. Reprimi el
pequeño grito de fangirl que seguro hubiera despertado a media
cuadra y me puse a leer la respuesta. Desate el pergamino y le di de
comer a Hedwig.

<<Harry...

Y se me salió por completo el corazón, mi nombre se veía hermoso


con su letra suave y elegante.

Concuerdo contigo respecto a los nombres después de todo seras


mío por dos años...

<<Mío>> Esa palabra era mas que suficiente para mi. Joder ni en mis
sueños mas locos hubiera imaginado esto.

Respecto al chucho, podemos ir juntos y hablar con él, después de


todo necesitaremos todos los aliados que podamos.5

Tuyo, Severus.27

Y ese en definitiva fue mi punto de quiebre. Así fuera por juego mi


corazón latió hasta casi salirse de mi pecho.

Tomé otro pedazo de pergamino y respondí afirmativamente a todo,


incluyendo una hora para muestra reunión.

Y antes de volver a la cama me reprendí por esa maldita actitud de


quinceañera enamorada.12

^ Pov Narradora ^

Mientras Harry fantaseaba al tiempo que Morfeo lo reclamaba,


Severus pensaba en mil y una posibilidades de como sería su vida con
Harry.

En una pequeña habitación de la Madriguera Lily Potter trataba de


convencerse a si misma de que habían hecho lo correcto. Ella, James
y el pequeño de casi un año estaban a salvo. No escaparon por miedo
sino porque era lo que debían hacer.9

Mientras Sirius se hallaba en casa con Remus enviando una carta a


alguien que sin duda alguna seria clave para mandar a el maldito viejo
senil a paseo.

^ Pov Narradora ^

Un nuevo día despuntaba en el cielo, en el número 4 de Privet Drive


Harry se hallaba muy despierto enviando cartas con la hora y el lugar
de reunión de hoy. Se alistó y tomo sus cosas para ir al callejón
Diagon. Tenía cosas que comprar y también había un dinero que
quería cambiar.

Hizo el mismo recorrido de siempre hacia el callejón, Londres muggle


era un lugar que le gustaba ver de camino. Al llegar se acomodó la
chaqueta y el cabello lo mejor que pudo y entro al Caldero Chorreante.
Al entrar al callejón camino directo a Gringotts, necesitaba cambiar
ese dinero y sacar otro poco antes de que los Potter hicieran algo.

Muy distinto de lo que todos pensaban Harry era un chico muy listo. Si
no destacaba era porque prefería pasar desapercibido y porque
Granger era un verdadero dolor en el culo cuando alguien era mejor
que ella en lo que fuera. Pero ahora eso era algo que a Harry le daba
igual, no pudo evitar que una sonrisa un tanto macabra que le helaria
la sangre a cualquiera apareciera en su rostro, al imaginarse a
Granger subiéndose por las paredes al ver que Harry era mucho mejor
que ella y ya no hablemos de la cara de indignación de Ronald.

Con un mejor humor que el de antes entro a Gringotts e hizo todo lo


que debía, Erza, el goblin a cargo de las cuentas Potter le informo de
la carta para sus padres ya estaba lista y Harry pidió como favor que
le permitirán entregarla el mismo, y así con un humor aún mejor que
antes saco algo de dinero y salió de nuevo al callejón para poder
hacer unas cuantas compras y dejar lo de sus materiales escolares.

______________________________________

Mientras un muy alegre Harry caminaba y compraba por el callejón


Diagon, un muy malhumorado Severus despertaba con una resaca de
los mil demonios.

Hizo su rutina diaria y antes de disponerse a encerrarse en su


laboratorio hasta la hora de la cita con Harry decidió leer "El Profeta".
Por poco y la resaca le vuelve, los Potter ya habían anunciado de
manera oficial su regreso, ahí en primera plana había una foto de los
Potter junto a un niño de unos 13 años idéntico a James Potter solo
que no usaba lentes, su cabello era rojo. Y al lado de ellos estaba
Dumbledore.

Severus lanzó el periódico a la chimenea y le prendió fuego, muy


pronto los Potter se arrepentirian de todo.

______________________________________

Faltaba media hora para la reunión y Harry ya tenía todo lo que quería
y lo mejor de todo había sido que le había quedado más dinero del
que creía. Fue hacia el Caldero Chorreante y se acomodó en la mesa
más alejada de todo el mundo a esperar la llegada de Severus,
Remus y Sirius.

Harry tomo uno de los libros que había comprado y se dispuso a leer,
estaba tan concentrado en la lectura de no se percató de la llegada de
los 3 hombres hasta que estuvieron sentados en la mesa.

^ Pov Harry ^

Estaba sentado leyendo tan concentrado que no me percate de que ya


habían llegado hasta que alguien se sentó junto a mi, baje el libro y
frente a mi estaban Remus y quién supuse sería Sirius con un
Glamour o quizás poción multijugos.

-Hola cachorro- saludo el hombre rubio junto a Remus.

-Hola padrino, hola Remus.

-¿Qué hace Qujicus aquí?- fue la respuesta que recibí por parte de
Sirius. ¿Por qué lo trata de esa manera? Entiendo que se llevarán mal
desde la escuela pero esto ya es demasiado.

-Estoy aquí porque Harry creyó conveniente que estuviera presente


para lo que va a decirles, verdad?- respondió Severus calmado
mientras me miraba.

-Así es padrino, así que no se qué pasó entre ustedes pero voy a
pedirte que no le faltes al respeto a Severus.

^ Pov Severus ^

Definitivamente si necesitaba una prueba de que Dios existe, allí


estaba. Harry Potter, acaba de defenderme de su padrino, el mejor
amigo de su padre.
~En tu cara puta Potter~1

Hice de tripas y corazón para no reír ahí mismo, me acomode


cuadrando los hombros y trate de ver tan imponente como cuando
asustaba a los inútiles en clase, reclinandome un poco hacía el frente
le susurré.

-Aunque tu presencia no sea de mi agrado Black, estoy aquí por


Harry- le dije restando importancia y mirándolo fijamente mientras
decía el nombre del mocoso.

Volví a mi posición inicial solo para ver cómo se desataba el fin del
mundo, definitivamente le haría más caso a aquellas vocecilla. Al final
todo estaba resultando mejor de lo que pensé.
Analice las diferentes reacciones de la mesa, Lupin abrió los ojos con
sorpresa, el pulgoso me miró con odio y soltó un gruñido bajo como si
en cualquier momento fuera a arremeter contra mi, y Harry por su
parte agacho la mirada completamente rojo.

-Severus está aquí, porque va ha ayudarme a separarme por completo


de los Potter- respondió Harry adoptando aquella actitud tan
imponente y segura que le vi en Gringotts aquel día.

Tanto Lupin como Black abrieron los ojos al ver la seguridad que
emanaba Potter por los poros, y no podía culparlos era demasiado
tentador ver al inocente Harry Potter hacer tal despliegue de carácter.
Definitivamente si hubiese sabido que estar cerca de Harry sería tan
divertido me hubiese acercado antes a él.

-Lupin, chucho, cierren la boca que hay moscas- sonreí de medio lado
y les dedique una mirada cargada de burla.

Vi al chucho enrojecer de rabia y a Lupin cerrar la boca y bajar la


mirada apenado y justo cuando Black planeaba saltar por encima de la
mesa contra mi oí una pequeña risa mal contenida a mi lado y no fui el
único Lupin y Black también lo miraron, lo miraron con cariño.

-Pero que cosas se te ocurren Severus- dijo Harry dando un poco de


rienda suelta a su risa.

Y me quedé como hipnotizado mirándolo reír, sus ojos entrecerrados


brillando por algunas lágrimas causadas por  contener la risa, y una
tranquilidad y alegría que no le había visto, las mejillas sonrosadas y
los finos labios un poco abiertos intentando respirara. Y a pesar de mis
años de vida y la cantidad de polvos de una noche que habían tocado
mi cama jamás había visto nada tan tierno y sensual como Harry
Potter en esos momentos y también supe que haría lo que fuera por
mantener esa tranquilidad en Harry.
^ Pov Narradora ^

Mientras en la mesa más alejada del Caldero Chorreante Harry se


reencontraba con la única familia que poseía, Sirius y Severus
dejaban ir los rencores del pasado entre bromas y chistes que
cualquiera que no hubiese tenido un debido contacto con algún
Slytherin habría tomado como varios insultos. En la Madriguera los
Potter se alistaban para salir directo a Gringotts.

No importaba como pero Harry debía volver a su lado sin importar lo


que tuvieran que hacer para conseguirlo.

Lily junto a su esposo y su hijo Gael bajaron a desayunar solo para


encontrar una imagen que venia repitiéndose en la casa desde que se
había sabido que estaban con vida.4

^ Pov Lily ^

Baje junto a James y Gael al comedor para ver la división que se


había creado en la familia, por un lado estaban Ron, Hermione, Ginny
y sus padres y por el otro los gemelos, Bill y Charlie quienes estaban
aquí por las vacaciones. Percy no quería volver a saber nada de sus
padres después de enterarse de todo y había dejado de escribirles.7

Y sin poder evitarlo un pequeño sentimiento de culpa me golpeó ~no


solo había arruinado mi familia sino que también había acabado con la
familia Weasley~. Pero el pensamiento se desvaneció tan rápido
como vino.

-Buenos días- dije en voz alta para hacernos notar.

-Lily, hola querida- me respondió Molly con su siempre gran


amabilidad.

Los demás nos sonrieron mientras que el resto de la familia nos miró
con fastidio.
-Mama, Ann no planea bajar a desayunar?- me pregunto Gael.

Y mi corazón se oprimió más aún, mi hija la hermana menor de Harry


y la mayor de Gael nos odiaba. Gael entendió porque le mentimos
diciendo que su hermano estaba muerto pero Ann no.10

-Ire por ella- respondió James.

-No hace falta que se molesten en buscarme ya estoy aquí- dijo


entrando con una expresión de indiferencia total.

Ni siquiera nos miró por más de un segundo, abrazo a Gael y se sentó


junto a los gemelos para iniciar una conversación de Merlín sabe que.

Suspiré pesadamente tenía todas las esperanzas puestas en el


almuerzo del sábado, si lo del Banco no funcionaba definitivamente
ver a sus hermanos lo haría venir a nosotros.
 
Apure a James para que salieramos lo más rápido posible.3

^ Pov Narradora ^

Lily y James Potter se aparecieron en el Callejón y caminaron a paso


presuroso hacia el banco. Querían resolver todo lo antes posible.

Entraron al banco y saludaron de manera educada y solicitaron ver a


Erza el goblin a cargo de las cuentas Potter.

-Buen día señores Potter en qué puedo ayudarles- hablo con voz
solemne el hombre frente a ellos.

-Queremos bloquear el acceso de nuestro hijo Harry Potter a las


cámaras de la familia incluida su bóveda personal- dijo James sin
titubear.

-Por supuesto que puedo ayudarles en eso pero hay un pequeño


dilema con la bóveda personal del señorito Potter.
-¿Y cuál es ese problema?- pregunto Lily hablando por primera vez.

-La bóveda se halla congelada desde hace dos horas hasta dentro de
tres días.

-¿Y eso a que se debe?- pregunto James sintiendo un mal


presentimiento nacer.+

-Eso es algo que deben hablar con su hijo.

El goblin hizo lo que le pidieron y una vez hecho los Potter salieron a
toda prisa del banco hacia el Caldero, después de todo ese secretismo
necesitaban beber algo.

Los Potter entraron en el bar llamando la atención de todos los que se


encontraban allí, principalmente de un pelinegro de ojos verdes que se
hallaba en la mesa más alejada. Y ni siquiera sus acompañantes
pudieron ver la sonrisa marca Cheshire que apareció en su rostro.
Sirius dijo algo que hizo reír a todos cuatro y Harry aprovecho ese
momento para que los Potter notarán que estaban ahí.

Lily fue la primera en ver a su hijo, su mejor amigo de la escuela y a


Remus junto a otro hombre en la mesa. Todos juntos riendo, su
esposo se dio cuenta de que miraba fijamente hacia algún lugar y se
percató de lo mismo que Lily.

Ambos caminaron a paso seguro hacia la mesa, en dónde al momento


de verlos se detuvieron las risas, siendo remplazadas por expresiones
serias.

-¿Necesitan algo?- les pregunto Remus sin verlos realmente.

-Queremos hablar con nuestro hijo- respondió James mirando


fijamente a su Harry que se hallaba muy feliz junto a Qujicus.

-Yo no tengo nada que hablar con ustedes- fue la tajante respuesta de
Harry, para luego sonreír.
-Pero si tengo al que darles.

Harry busco en su bolsa y saco la carta con el sello de Gringotts, se


tendió a su padre y puso la cara más inocente del mundo.

James cogió la carta y la abrió lentamente solo para que todo el aire
escapara de sus pulmones en cuestión de segundos. Lily al ver su
reacción le quitó la carta y la leyó también.

-Esto no puede ser posible- dijo ella mirando a su hijo.

-¿Por qué no?- fingió un puchero de enojó Harry. El cual causo gracia
en sus acompañantes al ver que el pequeño no era tan inocente como
todos pensaban que era. Parecía más una serpiente que un león.

-Porque eres muy joven Harry no puedes hacer algo como esto sin
tener le permiso de tus padres- le reprendio Lily.

Y Severus quien estaba al lado de Harry sintió su enojo crecer al ver la


descaradez que tenía aquella mujer. Harry se puso de pie, cuadrando
los hombros y viéndose un par de centímetros más alto, lo cual no era
mucho.

-Yo no tengo porque pedirles permiso para nada. Según la ley tengo la
edad suficiente para tomar estás decisiones.

Sirius que ya había escuchado toda la información, y había tenido algo


de tiempo para asimilarlo ya no se exaltaba.

-¡NO VOY A DEJAR QUE MI HIJO SE CASE CON UN ASQUEROSO


MORTIFAGO!- grito James atrayendo la atención de todos en el lugar.
Y Harry pudo sentir la sangre hervir en su cuerpo al escuchar a ese
infeliz llamar a Severus, a SU Severus de esa manera.

-Bueno- empezó Harry con un tono de voz escalofriantemente


aterciopelado- ese asqueroso mortifago como tú lo llamas ha sido
quien ha cuidado de mi desde que entre a la escuela, mientras el
imbécil del director me enviaba directo a una muerte segura Severus
se encargó de evitar que sucediera. Él cuido de mi mientras mis
supuestos padres huyeron como cobardes y siguieron con su vida
como si nada- finalizó Harry tomando la edición de el profeta que tenía
en sus mano y en dónde se podía ver en primera plana la foto de la
familia Potter, lanzándolo al pecho de su padre.

Severus le puso una de sus manos sobre la de Harry dándole suaves


caricias para tranquilizarlo mientras se ponía de pie.

-Creo que ya ha sido dicho todo Potter así que lo mejor será que se
retiren y no veremos el viernes en mi boda con Harry, sabrán que
tanto ustedes como los Weasley están invitados.

Finalizó Severus con un tono de de voz tan bajo que solo quienes
estaban en la mesa pudieron escuchar. Tomo la mano de Harry y
como ese típico movimiento de su capa que lograba petrificar a todos
y cada uno de sus estudiantes salió del lugar rumbo al callejón con
Harry tras él, quien sin darse cuenta una sonrisa bastante boba
apareció en su rostro.

______________________________________

Mientras en el mundo mágico los Potter aún inmóviles frente a Remus


y un Sirius disfrazado. Harry y Severus caminando por el callejón, el
primero más bien siendo arrastrado.

En una enorme mansión en alguna parte de la región de Trnva,


Eslovaquia una magia pura envolvió el lugar y el bosque a su
alrededor.

♦El pasado♦

Era una noche oscura, luego de un hermoso día dónde habían


celebrado el cumpleaños número 1 de su pequeño niño y con la
pequeña que venia en camino, todo en la vida de los Potter estaba
resultando maravilloso. A pesar de tener que ocultarse por el asunto
de la profecía estaban llevando una buena vida, sus amigos Sirius y
Remus siempre al pendiente de cualquier cosa y los Longbottom
quienes se comunicaban por la chimenea.

______________________________________

El 21 de septiembre nació la pequeña Lily Ann Potter Evans. Con el


cabello rojo más oscuro que el de su madre y tan alborotado como el
de su padre, los ojos cafés como los de su padre y la piel en un tono
intermedio entre los diferentes tonos de piel de sus padres.

A pesar de que era tan pequeña ya buscaba la presencia de su


hermano quién mostró su aprobación desde que la tuvo en frente
riendo cada vez que la veía. Por otro lado la pequeña Ann amaba
estar en los brazos de sus padre. Y ya no hablar de Remus y Sirius
con la pequeña a quien criarian para ser una digna merodeadora.
Pero no todo en la vida puede ser color de rosa y lo supieron cuando
una semana después del nacimiento de la pequeña Albus
Dumbledore entro con importantes noticias a la pequeña casa de los
Potter.

Alguien le había prevenido del ataque que sufrían los Potter y


decidieron tomar medidas ante ello, pero este plan solo debían
saberlo ellos tres. Dumbledore les comento acerca de suplantarlos
con otra pareja para que Voldemort no pudiera matarlos.

Por su parte Lily estuvo de acuerdo, se rehúsaba a terminar con su


vida tan pronto por los delirios de grandeza de un hombre pero James
por su parte de rehúsaba a abandonar a su pequeño hijo. Cómo
podría hacerlo si desde el momento en que vio a sus dos hijos supo
que no sería capaz de amar tanto como lo hacía con ellos.
Pasaron los días y no tocaron el tema hasta que el 21 de octubre llegó
y Albus volvió a la casa pero en esta ocasión solo hablo con Lily, ella
se encargaría de convencer a su marido. James no quiso ni escuchar
nada,ese día su niña cumplía un mes de nacida y por él Albus y su
maldito plan podían irse a la séptima paila de infierno, nada ni nadie le
arruinaría su felicidad así que durante el día se dedicó a jugar y
consentir a sus hijos.

______________________________________

La semana paso entre risas, juegos y mucho cariño por parte de


James a sus hijos. Tenía un extraño presentimiento de que algo iba a
ocurrir y algo le decía que tenía que ver con el plan de Lily y
Dumbledore, por extraño que pareciera esa última semana sentía que
el amor que sintió por Lily ya no estaba. Literalmente sentía que todo
ese amor que profeso por ella durante sus años de escuela se
esfumaron.9

______________________________________

31 de octubre de 1981

El día había llegado, Lily, James y la pequeña Ann dejaron la casa


que durante tanto tiempo había sido su hogar. Con un traslador listo
para llevarlos a una casa de campo en algún lugar del Cantón de
Valais[•].4

Mientras ellos se acomodaban en el lugar que sería su nuevo hogar,


la pareja que sería la encargada de cuidar de Harry estaban
admirando al pequeño niño, sabían que ellos jamás podrían tener una
familia y el pequeño Harry era tan adorable y achuchable que no
pudieron evitar quererlo, y pensar que clase padres serian capaz de
abandonar a su suerte a aquel pequeño. Y supieron inmediatamente
lo que sus padres no sabían ese niño estaba destinado a ser grande,
la profecía muy bien decía que el tenía el poder de acabar con el
señor Oscuro, jamas que lo haría, quizás y solo quizás él sería quien
cambiará el mundo mágico.1

Esos eran los pensamientos de la pareja cuando oyeron un ruido de


explosión en la entrada de la casa, "James" a ver qué sucedía y se
encontró cara a cara con el Lord quien solamente levantó su varita y
un rayo rojo choco contra su pecho, Voldemort no quería matar a
nadie solo quería al niño, subió las escaleras y se encontró con la
pelirroja frente a la cuna de Harry. Intentó que la mujer entendiera
pero no pudo, al final tuvo que aturdirla. No iba a matarlos, cualquier
sangre mágica era valiosa y no iba a acabar con aquella familia, solo
quería asegurarse de que el niño no caería en manos de la pasa
andante. Pero demasiado tarde se dio cuenta de que el maldito viejo
ya está ahí. Mató primero a "James" y luego apunto a Voldemort quien
se hallaba de espaldas a la puerta con el pequeño y adorable Harry
en brazos, Dumbledore lanzó la maldición asesina esperando matar a
ambos y luego que todos pensaran que Voldemort había muerto por
Harry pero que el último no había podido sobrevivir.2

Pero no fue así como sucedieron las cosas cuando la maldición está
por alcanzar a Voldemort, Harry levantó un escudo que a pesar de ser
fuerte ocasionó que la maldición no matará al pero si deshizo su
cuerpo y solo quedo su alma la cual se dividió en dos ocasionando
que un pedazo se aferrara al pequeño Harry para cumplir la última
voluntad material del Lord que era cuidar de aquel pequeño niño.

Y fue de esta manera en que el pequeño Harry fue dejado en casa de


su tía muggle, Sirius acabo en Azkaban y los Potter siguieron adelante
con su vida o al menos casi todos lo hicieron.

A pesar de todo James sentía un gran vacío en su interior, mientras


Lily seguía como si Harry jamás hubiese existido, un año después
llegó el pequeño Gael y aunque James y Ann querían mucho al
pequeño, el vacío aún estaba ahí, el recuerdo del pequeño jamás se
iría. Y a pesar de que la pequeña Ann era demasiado pequeña para
recordar a su hermano ella sabía que algo no iba bien.2

Y mientras ellos dos trataban de que el vacío que había dejado el


pequeño Harry, Lily estaba decidida a que jamás nadie se enterará del
secreto más oscuro que tenía, estaba decidida a llevárselo a la tumba.
+

Pero no todo saldría bien para ella, después de todo eventualmente


todo tiene que volver a su lugar.
^Pov Narradora^

Luego de aquello los Potter abandonaron el Caldero lo más rápido que


pudieron. Se sintieron completamente desmotivados y James sentía
ese horrible vacío que llevaba años suprimiendo. Había momentos en
que sentía odio hacía su esposa el problema era que no sabía porque,
la culpaba por estar lejos de Harry, lo cuál era estúpido después de
todo ellos habían elegido.

Al momento de cruzar la chimenea de los Weasley, Lily se apresuró a


ir a la sala y sentarse ahí, James fue tras ella y al entrar a la sala vio a
todos los ocupantes de la casa allí.

Molly le ofrecía un té, Ginny, Ron y Hermione la acosaban con


preguntas mientras Arthur se mantenía a un lado de su mujer. Por otra
parte lo gemelos y Ann hablaban como si ella no estuviese allí,
mientras Bill y Charlie jugaban ajedrez, y luego está su hijo Gael quien
estaba hablando con los gemelos y Ann mientras acariciaba la mano
de su madre.
Lily lloraba y lloraba y por más que James intentará no conseguía
moverse hacía su esposa sabía que ella lo necesitaba pero algo en su
interior le decía que esas lágrimas eran falsas.

-Bueno papá porque no nos dices tú qué fue lo que sucedió- pregunto
Gael viéndolo fijamente.

Al momento de decirlo todos voltearon a verlo, incluso Ann quien no le


había mirado desde que había sabido la verdad.

-Nos encontramos con Harry, Remus y Sirius...- dijo James haciendo


una pausa antes de continuar.

-Harry va a casarse... Con Severus Snape- al finalizar la frase Lily lloró


más fuerte.

-Y todos estamos invitados- dijo Lily en un tono casi histérico.13

Un silencio sepulcral se instaló en la habitación, nadie sabía que decir


hasta que se oyó una fuerte carcajada, de esas que son tan suaves
que se oyen tres cuadras más allá, por suerte los vecinos de los
Weasley estaban bastante lejos. Todos miraron a Ann quien reía a
carcajadas suelta sin importarle que todos estuvieran viéndola
fijamente.

-Definitivamente nuestro querido Harry si que sabe cómo causar


impresión- dijo limpiándose las lágrimas que tenía a causa de la risa.2

-Tienes razon hermana, tal parece ser que es un rasgo de familia- le


dijo su hermano de muy buen humor. Él en general no estaba del lado
de nadie, amaba a toda su familia, incluso a ese hermano que nunca
había conocido y ahora sabía que tenía.

-Lily Ann esto no es gracioso- le dijo su madre molesta por la actitud


tan despreocupada de su hija, perderían a Harry para siempre.
-¡Oh, por el rayo de Zeus!- respondió Ann mientras elevaba los brazos
al cielo y ponía los ojos en blanco- No exageres mujer, tú hijo se va a
casar, siéntete feliz. En algún momento todo tus hijos emigraran del
nido- finalizó simulando con sus manos un pájaro que volaba, mientras
ponía cara de cordero a medio morir.

Los gemelos rieron levemente al ver a la pequeña Ann reírse de su


madre.

-Aun no es tiempo de que Harry dejé el nido- le dijo Lily con la cara del
color de su cabello por el enojó- Harry debe estar con su familia antes
de eso.2

-Tienes razon mujer, para poder dejar el nido se necesita tener uno y
lastimosamente Harry no lo tuvo, así que ahora no te estés quejándo
de lo que tú misma ocasionaste- a medida que Ann fue hablando su
voz se fue tornando más fría.12

Nuevamente la sala se quedó en silencio mientras madre e hija se


miraban fijamente. Lily la veía con tanta rabia que James temió que
ella la golpeará mientras Ann la veía como sino fuera más que un
insecto que merece ser aplastado, cosa a la que James ya se había
acostumbrado, puesto que antes de todo esto ella miraba a Lily cómo
si de una desconocida se tratase, ellas jamás se llevaron bien
realmente. James hizo memoria y recordó que más o menos hasta los
6 o 7 años Ann adoraba a su madre luego de eso nunca supo que
pasó pero dejo de oponerse a ir a la escuela internado y cada veía a
Lily la veía con tanta frialdad como si en lugar de su madre viera a una
criminal. Y lo que más lo desconcertaba eran esas miradas entre el
cariño más intenso y la profunda lástima que le daba a él.

-No tienes ningún derecho de reclamarle nada a la señora Potter ella


solo hizo lo que creyó correcto y el hecho de que Harry se case con un
hombre que tiene la edad para ser su padre en inaceptable- fue la voz
de Ginny la que lo saco de sus pensamientos.11

-Primero que todo Ginevra yo puedo reclamarle a quien quiera lo que


se me pegue la gana y segundo yo que tú me iba bajando de esa
nube en la que andas dónde Harry van a amarte y caserse contigo,
eso jamás va a pasar porque no eres menos despreciable que ella-
fue toda la respuesta que le dio Ann mientras señalaba a Lily.4

-No te atreves a hablarle de esa manera a mi hermana- espeto


enojado Ron.

-No siquiera voy a desperdiciar palabras en ti- susurro mientras le


lanzaba una mirada despectiva al varón menor de los Weasley- dudo
siquiera que entiendas lo que te diga.

Y mucho antes de que la insufrible Granger interviniera, se giró hacia


ella y le hablo tajante.

-En cuanto a ti mejor no digas nada, no necesito tus supuestos


despliegues de inteligencia- se puso de pie y camino hacia su padre.

-¿Cuando y a qué hora es la boda de Harry?- le pregunto a su padre.

-Es el viernes, a las 2 pm- fue la respuesta de James.

-Buen necesito un buen vestido para este evento tan importante,


después de todo tu hermano desaparecido del que no sabías siquiera
su existencia no se casa todos los días- y Ann soltó aquellas palabras
con tanto veneno que James sintió su corazón hundirse en su pecho
al pensar que perdería la razón de su existencia, el amaba a sus tres
hijos como lo que eran, una parte de él.1

Y una vez que Ann hubo desaparecido por las scaleras los gemelos,
Bill y Charlie también lo hicieron.
Lily por su parte subió a encerrarse y James decidió que debía hacer
lo mismo que Ann debía verse bien para la boda de su hijo y pedirle
perdón por lo que había pasado, tenía que demostrarle a su hijo que
realmente estaba arrepentido, solo le abriría su corazón y ya Harry
podría decidir cuándo venir a él.8

______________________________________

Y finalmente después de tanta espera llegó el viernes, los Weasley se


pusieron sus mejores ropas, Lily decidió vestir de negro como si fuera
a un entierro lo cual enojó mucho a su esposo y a Ann. James Potter
su parte se colocó una túnica muy elegante que había mandado hacer
con el mejor dril que habia en el mundo magico, que consistia en un
pantalón de corte recto en la bota pero ajustado en la cadera,
acompañado de una camisa de seda blanca bastante fresca y un
chaleco de satín negro como el pantalón con los bordes dorados y
botones negros, la túnica que iba por encima tenía grabado el escudo
de los Potter al igual que la de Gael solo que la de él era más juvenil.
Mientras que Ann se decidió un por vestido rojo borgoña de esos que
tanto le gustaban al estilo victoriano, con corsé y polisón [•] incluido,
junto a una hermosa gargantilla de terciopelo con el escudo de los
Potter colgando de ella, el cabello rojo, recogico con dos pequeños
mechones de cabello en una diadema en la parte de atrás y el resto
del cabello suelto, callendo de esa manera desordenada en la que
sólo el cabello de los Potter se veía.2

De dos en dos fueron llegando al destino marcado en la tarjeta, todos


menos Ann que debido a lo grande de su vestido fue sola. La tarjeta
solo decía La Hilandera y así fue como todos y cada uno de ellos
apareció frente a una casa de dos pisos no muy grande pero que lucía
bastante bien cuidada.

^Pov Narradora^
Un elfo doméstico apareció en la entrada de la casa para guiarlos al
lugar donde se llevaría a cabo la boda.

Todo caminaron tras el elfo que iba vestido en un trajesito negro muy
elegante. Rodearon la casa hasta llegar a un camino de piedra
bordeado por árboles con hojas de diferentes colores, encima del
camino habian cadenas de flores rojas. Siguieron caminando por lo
menos unos 500 metros hasta llegar a un pequeño claro dónde habían
sillas dispuestas para los invitados y en frente de estas estaba un arco
de flores blancas donde estaban Severus, Sirius, Remus y para
sorpresa de los recién llegados los Malfoy.3

Todos dejaron de hablar y giraron la cabeza para mirar a los recién


llegados. James se apresuró a pasar al frente a saludar como los
buenos modales que sus padres le habían enseñado mandaban.

-Buenas tardes a todos- dijo mientras hacía una leve inclinación.5

Los Malfoy respondieron con una inclinación similar, Sirius, Remus y


Severus aunque sorprendidos por la tranquilidad de James ante la
boda respondieron de igual manera.

Lily y la parte de los Weasley que estaban de su parte fueron a


sentarse ignorando por completo a los otros invitados. Los gemelos,
Bill y Charlie también saludaron con una inclinación de cabeza y
fueron a sentarse al lado opuesto de los otros, dejando sorprendidos a
quienes se encontraban con Severus. James se acercó a Severus a
entregarle un manto casi transparente de color negro y unos puntitos
plateados que asemejaban estrellas. Severus lo recibió mirándolo
como si le hubiera salido otra cabeza.

-Es una tradición familiar, que pase a manos del primer matrimonio de
cada generación, al finalizar la ceremonia deben pasarlo por los
hombros de ambos, es símbolo de unión durante el tiempo que estén
juntos- explicó James en tono solomne.1

Severus lo miro fijamente entendiendo que esto era muy importante


para él y a pesar de todo Severus era incapaz de burlarse de una
tradición familiar que posiblemente está desde hace siglos.

-Gracias Potter- fue su respuesta.

Severus vio al hombre ir a sentarse junto a su esposa y su hijo, Lily se


veía bastante enoja, posiblemente por el regalo que les dio James.
Severus quedó sorprendido al ver la división en la familia Weasley y
también al ver que Percy acababa de llegar y se sentaba junto a una
chica que era una combinación entre los dos padres de Harry con un
enorme vestido rojo borgoña, era como ver una versión más adorable
de Erzebeth Bathory[•].6

El claro se llenó de una hermoso música que sonaba como el Danubio


Azul[•], mientras Harry aparecía en la entrada del camino de piedra,
todos se acomodaron en sus respectivos asientos listo para ver
aparecer a Harry en la entrada del claro.1

Se veía resplandeciente en su túnica blanca con bordados de


serpientes plateadas en el costado derecho estaba el escudo de los
Potter pues después de la ceremonia y una vez que su enlace fuera
aprobado por la magia aparecería el escudo de su esposo en el lado
izquierdo, dónde está su corazón pues desde ahora ese corazón solo
le perftenecería a Severus.

El encargado del misterio que sería quien oficiaria la boda se


encontraba frente a Severus esperando la llegada de Harry. Apenas
Harry llegó junto a Severus este le tomo de la mano y ambos miraron
fijamente al hombre frente a ellos dándole claramente luz verde para
que iniciará. El ritual de enlace que había escogido Harry era bastante
especial puesto que no se usa desde hace varios siglos, era un ritual
mágico que provenía de Asia. En el no se requería que la pareja
hablara más que para hacer un juramento ante la magia. El resto era
simplemente hacer lo que les indicará el hombre del misterio.

Lo primero fue que aquel hombre convocó un hilo rojo, como el de la 
leyenda [•]. Severus y Harry que permanecían con las manos unidas
entre los dos mirándose de frente, aguardaron pacientemente
mientras el hombre envolvía el hilo alrededor de sus manos al finalizar
el mismo hilo se amarró y comenzó a brillar a medida que el hombre
recitaba algunas palabras ininteligibles para todo los presentes.
Cuando el hilo pareció brillar más el hombre miró a Severus dándole la
señal de que era el momento.

-Yo Severus Snape Prince juro por mi magia y ante la madre


naturaleza que a partir de este instante mi corazón, cuerpo y alma solo
le pertenecen a Harry James Potter Evans. Qué lo protegeré y cuidaré
hasta que el último aliento sea arrancado de mis labios- recitó Severus
mirando fijamente a Harry, infundiendole la valentía para continuar con
aquello.

-Yo Harry James Potter Evans juró por mi magia y ante la madre
naturaleza que mi corazón, cuerpo y alma solo le pertenecen a
Severus Snape Prince y qué permaneceré junto a él hasta el día en
que mi corazón dejé de latir- finalizó Harry mirando al hombre que
estaba frente a él.3

En el momento en que ambos terminaron sus votos el hilo brillo aún


más y lentamente se fue fundiendo en la piel de ambos hasta
desaparecer por completo.

-A partir de este día Severus Snape y Harry Snape son pareja ante el
ministerio y más importante aún ante la magia- finalizó el hombre para
luego dar un pequeño asentimiento de cabeza y desaparecer. Severus
tomó el manto que momentos antes le había ofrecido Potter lo colocó
sobre los hombros de Harry para luego meterse junto a él sintiéndose
estúpido por no saber que hacer realmente hasta que siento un
calorcillo reforrele cada parte del cuerpo y pudo sentir su magia
cubriendo a Harry de manera protectora y de esa misma manera sintió
la magia de si ahora esposo acariciarlo lentamente como si fuera la
cosa más frágil del mundo. Luego todo el ambiente se cargo de una
fuerte energía mágica y pudo sentir a su magia aceptar a Harry y a su
poder como parte de él y supo por la expresión del ojiverde que él
también lo sentía.

Durante una cinco minutos solo reino el silencio hasta que Ann se
puso de pie y comenzó a aplaudir muy efusivamente.

-Bravo, bravo, está a sido la ceremonia más hermosa a la que he ido-


exclamó limpiándose una lágrima falsa de su ojo izquierdo.4

A ella le siguieron los gemelos, el resto de los Weasley junto a su


padre y finalmente Lily. Dumbledore por su parte ni siquiera mostró su
horrible barba o sus monstruosas túnicas por el lugar, lo cual fue un
alivio para los recién casados y para Ann quien no se sentía con
ánimos como para verle la cara a aquel hombre. Uno a uno se fueron
acercando todos a la pareja para desearles felicidades, Lily aprovecho
ese momento para acercarse junto a su esposo con sus dos hijos.
Estaba segura que no fallaría.

-Harry, felicidades- dijo mientras se acercaba.

-Gracias señora- fue la escueta respuesta de Harry.

-Queria presentarte a un par de personas- continuo ignorando el tono


que el chico había usado- Él es Gael Potter Evans y ella es Lily Ann
Potter Evans, son tus hermanos.
Todos el lugar quedó en silencio, Harry miraba a sus hermanos
sabiendo que ellos no tenían la culpa y se veían como buenos chicos.
El primero en romper aquella tensión fue Gael, quien dio dos pasos
vacilantes y sin olvidar los modales que su padre de había encargado
de enseñarle le tendió la mano a Harry.

-Es un gusto poder verte hermano- dijo tratando de parecer tranquilo y


fallando en el intento.

Harry solo podía pensar en lo malditamente adorable que era su


hermano y pudo sentir un instinto sobreprotector salir a flote, tomo la
mano y le sonrió.

-¡Ay! Pero que emotivo encuentro- dijo Ann de manera sarcástica


mientras hacía una mueca de querer vomitar- Ustedes me dan
diabetes.1

Harry miró a aquella chica y supo que era la tal Ann que había
mencionado Lily, porque definitivamente ese nido de pájaros, aunque
de color rojo, era marca Potter.

-Sabes hermanito, si me tomas una foto durará mucho mas- dijo


balanceando su peso sobre la pierna izquierda y levantando una
perfecta ceja.3

Harry por su parte no pudo evitar reír un poco ante la actitud de su


hermana.

-Es bueno poder conocerlos- dijo Harry sabiendo que no podía


odiarlos a ellos por lo que habían hecho sus padres.

-Pero cuánta formalidad mi querido hermano perdido- dijo caminabdo


hacia la pareja. Se plantó frente a Severus y señaldolo con su dedo le
dijo- Y en cuanto a ti Severus, si te atreves a hacer llorar o a lastimar a
mi hermano te haré picadillo y te convertiré en comida para perros,
entendido?1

Todos miraron fijamente a Ann quien como de costumbre no tenía


pelos en la lengua para decirle a nadie lo que pensaba. Y Harry
inmediatamente supo que aquella chica sería muy importante en su
vida al igual que su otro hermano.2

-Bueno ya es momento de irnos, Harry, Severus espero verlos el


sábado en casa de Molly para el almuerzo- dijo mirándolos, Harry solo
asintió sin decirle realmente si iría o no.

Todo se apresuraron a ir al sitio de aparición mientras Ann aún le


decía algunas otras amenazas a Severus si se atrevía a lastimar a
Harry.

-Respecto al almuerzo Harry llevá también a Remus y a Sirius, seguro


será divertido- Harry la miró fijamente mientras ella le hacía cara de
cordero a medio morir y no pudo resistir, finalmente accedió a ir.

-Ann apresurate, tenemos que llegar a casa- grito Lily desde lejos.

Ann puso los ojos en blanco y murmuró algo que sonó como "Dioses,
por qué no se la llevan antes de que yo se las mandé".12

-Ya va mujer, déjame despedirme adecuadamente, el hecho de qué a


ti te importe un kilo de verduras los buenos modales no quiere decir
que todo seamos... Igual de ignorantes- murmuró lo último
asegurándose de que solo quienes están junto a ella la escucharán.3

Ann se despidió de su hermano y su de su esposo y del resto de


invitados teniendo el buen presentimiento de que la boda sólo sería el
comienzo de todo, pronto todo volvería a su estado normal y las cosas
serian como se supone siempre debieron ser y Dumbledore y Lily
aprenderían de mala manera que jugar con la vida de los demás es
más peligroso que un Malfoy enfrentando a un hipogrifo.

^ Pov Narradora ^

El primero en pisar la Madriguera fue Arthur seguido de su esposa,


Ronald, Ginevra y Hermione. Tras ellos llegaron Percy, los gemelos,
Bill y Charlie. Y finalmente la familia Potter.

Todos entraron en completo silencio al lugar para encontrar a Albus


Dumbledore sentado en la sala esperando por ellos. La primera en
hablar fue Ginevra quien camino hacia el viejo y con voz entrecortada
le dijo.

-Profesor debemos evitar que Harry siga junto Snape, él tiene malas
amistades que pueden arrastrarlo al lado oscuro- dijo o más bien
suplico la pelirroja ante la atenta mirada de todos.5

-Lo se mi muchacha pero debemos esperar.1

-Harry no necesita que nadie lo salve- dijo Ann quien apenas iba
entrando en la casa y que desde la entrada había oído a la
insoportable mocosa. A pesar de que tenían la misma mugre edad
Ann era incapaz de verla como una igual.2

-Por supuesto que lo necesita, Severus no es bueno para él- replicó


enseguida Lily.

-Bueno sin importar nada ellos ya están enlazados- respondió mirando


con desdén a ambas pelirrojas- Además querida mamá- soltando la
última palabra con tanto veneno que James estaba seguro de que
morderse la lengua su pequeña moriría en el acto- Yo que ustedes
empezaba a prepararme porque esta boda es solo el comienzo, ya
sabes Lily como dicen los muggles más rápido cae un mentiroso que
un cojo.
Todos vieron fijamente a la pequeña Potter subir las escaleras sin
voltear a ver ni una sola vez hacia atrás. A pesar de ser pequeña y
tener un rostro aniñado y adorable siempre había demostrado ser
fuerte, muy buena con lo hechizos pero así como era de mordaz con
la varita era capaz de destrozar a cualquiera emocional y
psicológicamente.4

Mientras en la primera planta todos se encargaban de poner al tanto


de todo a Dumbledore, en la habitación de chicas Ann estaba sentada
aún con su vestido recordando como había sido su vida.

A partir de aquí todo irá en cursiva y será narrado por Ann.

5 años de edad

Me hallaba sentada a orillas del pequeño riachuelo que pasaba cerca


de casa, me encantaba vivir allí en medio del bosque sin nadie que
moleste. Mamá había ido al pueblo más cercano a hacer las compras
y papá se había quedado en casa cuidando de Gael, mi hermanito
menor. Hace una semana he estado teniendo unos sueños muy
extraños, en ellos aparece un chico bastante parecido a papá, por un
momento llegué a pensar que era Gael, pero él tiene el cabello rojo
como mamá. Sabía que lo conocía de algo pero no lograba recordar
de donde.

6 años de edad

Estoy jugando con Gael en la sala mientras mamá está en la cocina y


papá ha salido, no se a donde. Alguien toca la puerta y aunque
parezca extraño se quien es antes de que se anuncie, mi madre sale
de la cocina y pregunta quién es.1

-Es Dumbledore mamá- le respondo antes de que llegue a la puerta.


Ella me mira pero sin tomar en serio lo que digo abre la puerta,
después de todo jamás en mi vida había visto a ése hombre. Ambos
se saludaron y luego se fueron hacia la cocina.

Aquel hombre es un anciano, viste gracioso y tiene unos ojos azules


que brillan mucho, parece ser una buena persona, pero a mí no me
agrada. Hay algo en él que no termina de entrar en mi cabeza.

Mientras Gael juega con una miniatura de la escoba de vuelo de papá,


yo recuerdo el sueño de anoche, otra vez sole con aquel niño de
cabello negro y ojos verdes. Antes pensaba que eran como los de
mamá, pero no es así son más brillantes. Cada sueño es diferente
pero todos son igual en una cosa, siempre veo a aquel niño en
problemas. Siendo gritado y golpeado por un hombre que parece más
un morsa y un niño que parece una albóndiga.

7 años de edad.

Papá había salido de nuevo y Gael estaba durmiendo. Mamá estaba


en la cocina y yo estaba sentada en la sala viendo por la ventana,
desde hace unos meses mamá ha estado hablando de enviarme a un
internado mágico para señoritas. Yo realmente no quería porque yo
no quería ser una señorita yo quería ser una pirata. Papá había
logrado convencer a mamá de dejarme estar, después de todo papá
siempre decía algo de volver y seguir con la tradición familiar.

Dumbledore venía hacia acá lo sabía lo había visto, y a pesar de tener


7 soy lo suficientemente inteligente como para saber qué sucede, de
alguna manera puedo"ver" cosas que aún no han sucedido y otras
que estaban sucediendo.

Tocaron a la puerta y mamá abrió, siguió con el anciano hasta la


cocina.
-Hola pequeña- me saludo pero como cada vez que venia yo le
ignore, el anciano no me agradaba para nada.

Pero con el paso del tiempo tenía curiosidad por saber qué sucedía,
porque el hombre venia cuando papá no estaba, porque mamá se lo
ocultaba a papá. Así que seguiendo mi instinto fui muy calladamente
hacia la cocina y me acomode tras la puerta. Justo a tiempo para
escuchar a mamá hablando con el anciano.

-¿Cómo está Albus?

-El está bien Lily, Petunia no le da un muy buen trato pero eso nos
asegurara que el chico tomé el camino correcto.

-¿Qué debería hacer con Ann? Ha empezado a soñar de nuevo con


Harry y no sé que debo hacer. La poción supresora de recuerdos ya
no funciona.3

-Simplemente sube la dosis Lily no podemos darnos el lujo de que


abra la boca.

Así que mi madre sabía quién era el chico, se llamaba Harry y yo lo


conocía pero ellos jamás me lo habían dicho. No solo eso, en alguna
parte el pobre chico estaba siendo maltratado para vaya Lucifer a
saber que tenía planeado la pasita con patas.

Subí a mi habitación, necesitaba pensar en todo lo que había


escuchado, no había sido mucho pero de algo estaba segura mi padre
no tenía nada que ver con esto, podrá ser un poco tonto pero no es un
mal hombre.

Fin del Flashback

Ann recordaba muy bien ese día, fue después de eso que cambió con
su madre y poco a poco se fue distanciando de ella. Fue en ese
momento en que supo que no quería ser como ella y a pesar de tener
tan solo 7 años su sentido de justicia era tal que decidió que haría lo
que pudiera y más por ayudar aquel chico de ojos verdes.

Fue ese día en el que supo que debia prepararse para ser la mejor,
fue ese día en el que cambió de opinión y sin más peleas fue al
internado en donde prácticamente no tuvo contacto con sus padres
más que el necesario.

A pesar de que su primer año fue duro, rápidamente consiguió


hacerse respetar por las demás y finalmente consiguió formar el
carácter que tenía hoy en día.

~ Pov's Narradora ~

Mientras en la Madriguera media familia Weasley, media familia Potter


y Dumbledore hablaban sobre cómo devolver por el camino del señor
a Harry (:v).14

En la mansión Malfoy estaban Sirius y Remus junto a los Malfoy y


Severus y Harry charlando calmadamente sobre lo divertido que fue
ver las diferentes reacciones de los "invitados de honor".

-Bueno ha sido realmente divertido todo el complot contra Dumbledore


y su séquito de esbirros pero Harry y yo tenemos una luna de miel
pendiente- informó Severus a todo mientras se ponía de pie junto a un
muy sorprendido Harry.1

-De acuerdo Severus pero tú y tu esposo no se desaparezcan por


mucho tiempo, es grato ver cómo la familia se amplía- dijo entre
divertida y conmovida Narcissa.

Y de esa manera y entre despedidas Harry y Severus partieron hacia


la casa de Severus.

-Así que luna de miel- le dijo Harry levantando una ceja mientras se
sentaba en el sofá.
-Así es Harry, he preparado un lugar que te gustará mucho.

Severus caminó como un tigre siguiendo a su presa y se quedó de pie


frente a Harry, se inclinó hasta que sus ojos estuvieron al mismo nivel.

~ Pov's Severus ~

Este chico era como un libro abierto, siempre era muy fácil identificar
que estaba pasando por su mente. Estaba nervioso, a pesar de que
trataba de no demostrarlo, lo estaba. Y aunque sonará muy retorcido
me encata el hecho de que yo fuera el motivo por el cual el chico
estaba así.11

Me quedé mirándolo fijamente viendo como su rostro empezaba a


ponerse cada vez más rojos, como sus ojos miraban a cualquier lugar
de la casa menos a mí, hasta que su mirada se posó definitivamente
en una fotos sobre la chimenea. Seguí la trayectoria de su mirada y
me di cuenta de que miraba la foto de mi madre.

-Ella era mi madre- le expliqué sin saber realmente porque le decía


aquello.

-Lo supose Severus, eres muy parecido a ella.

Vi como Harry de puso de pie y se acercó a la chimenea y tomo la foto


en sus manos.

-Era una mujer hermosa.

-Lo era, ella me enseñó todo lo que se sobre pociones. No solo era
hermosa sino también muy inteligente.

-Bueno entonces te pareces más ella de lo que se ve a simple vista.

Mire a Harry como si le hubiera salido un cuerno en medio de la frente,


a que se refería con eso? Mi madre había sido una mujer hermosa y
con un porte elegante, yo por el contrario siempre fui más bien
desgarbado.3

-No me mires de esa manera Severus, te pareces más a ella de lo que


piensas, ambos tienen el mismo cabello negro liso y fino, la misma tez
blanca como de porcelana y ambos tienen ese porte elegante y
amenazante.

Estaba sorprendido de escuchar como era que Harry me veía. Y por


extraño que pareciera me sentía bastante cómodo en presencia del
chico. Así sin saber cómo empecé a hablarle sobre cómo fue mi vida
familiar, estuvimos hablando largo y tendido, conociéndonos.

-Bueno Harry creo es un poco tarde y tenemos un espectáculo que dar


mañana- me levanté del sofá viendo que ya eran las 10 de la noche.1

-Tienes razon Severus, tenemos gente a la que molestar- vi a Harry


ponerse de pie y mirarme- Bueno profesor dónde
está nuestra habitación.

^ Pov's Narradora ^

Severus tuvo que luchar consigo mismo para no abrir la boca al


escuchar la descaradez del muchacho, pero él era Severus Snape, el
más temible profesor de Hogwarts, no iba a permitir que el niño se
saliera con la suya, si quería jugar así pues Severus también sabía
hacerlo.1

-¡Oh! Tienes razón Harry debo llevarte a nuestra habitación- dijo


Severus acercándose peligrosamente a Harry.

Harry quien había desarrollado una gran habilidad para detectar el


peligro con el paso del tiempo supo que aquel comentario había
estado demás, pero no podía hacer nada. Le gustaba provocar a
Severus, a Harry le encantaba ver a Severus así como ahora,
imponente y sexy, muy sexy. Pero claro está que a pesar de todo
Harry seguía siendo un Griffindor y por ello apenas supo las
intenciones de Severus corrió escaleras arriba sin detenerse, pero
Harry no contaba con Severus fuera tan veloz y ágil y en cuestión de
segundos lo tuvo detras pisándole los talones hasta que finalmente y
cuando Harry casi alcanzaba el pomo de la puerta negra al final del
pasillo a la derecha Severus lo atrapó por la espalda lo levanto del
suelo para luego cargarlo al estilo princesa.

-Ahora sí señor Snape, es hora de cruzar la puerta de nuestra


habitación- dijo Severus dedicándole una mirada perversa mientras
abría la puerta de la habitación.

En el medio de la habitación había una cama de madera negra con


doseles y velos de color verde y negro, había un armario gigante
donde probablemente cabía la ropa de ambos, a cada lado de la cama
habían unas mesitas de noche del mismo color que la cama cada una
con una lámpara. La alfombra se veía suave y esponjosa, casi tan
cómoda como el colchón de la cama. Y ya que decir de como lucían
las sábanas.

-Las sábanas son cortesía de los Malfoy, son de algodón egipcio


super finas y suaves- le explicó Severus mientras lo depositaba en el
suelo con sumo cuidado.

Ambos estaban excitados (no en ese sentido pervertidas :v) había


sido bastante divertido para ambos así que con las mejillas rojas, el
corazón a mil por hora y la sangre hirviendo de la emoción ambos
entraron a su nueva habitación.7

Ambos sabía que esto solo era el comienzo de lo que sería su nueva
vida pero no tenían miedo de enfrentarse a la incertidumbre del futuro
porque sabían que estarian bien algo les decían que iban por buen
camino.
•Madriguera•

Todos estaban reunidos a punto de hacer una reunión de la orden, les


tocó en la Madriguera ya que Sirius había cambiado las barreras de el
número 12 y ninguno de ellos tenía entrada al lugar.

Y también Albus estába que echaba chispas pues Sirius con ayuda de
los Malfoy había levantado buena demanda en su contra y contra los
Potter.

En lunes de la siguiente semana tendrian que ir al tribunal.

Las expresiones del lugar era todas diferentes, habían caras enojadas,
frustradas, triste pero ninguna se comparaba con la expresión de Ann
quien estaba sentada mirando alternativamente entre su madre el
viejo cómo caramelos. Con una sonrisa de satisfacción tan grande
como la del gato Cheshire.1

-Tu no te ves muy preocupada por Harry- dijo Ginevra con tanto
veneno que Ann estaba segura que si esa chica llegará a morderse la
lengua moriría en cuestión de segundos. Teoría que estaría encantada
de comprobar.

-No veo porque debería estar preocupada.

-Tu hermano está con un hombre que podría ser su padre- fue esta
vez su madre con los ojos verdes llenos de lágrimas que habían
conmovido a todos menos a ella, ella ya no creía en nada que viniera
de esa horrible mujer.2

-Estamos hablando del hombre que le ha salvado el trasero más


veces de las que es moralmente necesario, así que si estoy tranquila.
Quizás el hombre le enseñé un par de hechizos para cuando vengan
mañana sábado.
Todos quedaron en silencio al escuchar aquello, era cierto si Harry
venía traería a Severus.

-Harry vendrá solo- exclamó Ginny claramente enojada - No tiene


motivos para traer a Snape aquí.

-Dios niña, creo que eso que están fuamndo ya te esta pasando
factura- respondía Ann mientras ponía los ojos en blanco- Harry ahora
es el señor Snape y si el viene es obvio que su ESPOSO vendrá con
él.2

-No me llames niña, por si no te había dado cuenta tenemos las


misma maldita edad- exclamó Ginny sin tener ningún argumento para
rebatir lo anterior.+

-Si pero a diferencia tuya niña yo no soy tan infantil como tú.

^ Pov's Narradora ^

El tan esperado día llego, Severus y Harry despertaron pasando un


terrible bochorno pero luego se recompusieron sabiendo que en nada
llegarían Remus y Sirius para partir hacia la Madriguera.

Cada uno se baño y vistió por separado y luego bajaron a tomar el


desayuno, mientras esperaban a que el elfo doméstico les sirviera
sonó la chimenea y luego se escucharon voces ir en dirección a la
cocina.

-Buenos días- saludo Remus quien entro primer. Y tras el estro Sirius
saludando de manera jovial como siempre.

Los cuatro terminaron de desayunar y luego de arreglarse una última


vez partieron hacía la Madriguera. Se aparecieron a unos cuantos
metros y caminaron hacia la entrada donde había un cartel que les
avisaba que debía ir a la parte trasera de la casa, a paso tranquilo y
seguro los cuatro caminaron hasta llegar a la parte de atrás de la casa
solo para encontrar una escena que requirió de todo el auto control de
todos para no reír a carcajadas.

-Mira Lily a mí no me vengas con pendejadas, estás equivocada si


crees que me juntaré con el anciano de túnicas psicodélicas solo para
atraer a mí hermano- le replicaba Ann a su madre de pie en frente de
ella sin apabullarse ante la mirada airada de la misma.3

-Se supone que eres mi hija y deberías apoyarme y ayudarnos a que


tu hermano esté bien.

-Exacto mi principal objetivo ahora es que él esté bien, y el solo estará


bien lejos de ustedes.

Todos estaban callados, por un lado estaban los gemelos, Percy, Bill y
Charlie quienes al igual que los recién llegados estaban a punto de
reír. Y por otro lado estaba el resto de los Weasley rojos de
indignación.

Sirius seguido de los demás caminaron hacía los chico que casi reían.

-¿Que es lo que está sucediendo?- pregunto a Bill.

-Bueno Sirius resulta que Lily ha estado planeando esto desde hace
tiempo para atraer a Harry por medio de sus hermanos, pero Ann lleva
toda la mañana burlándose de ella y ahora están peleando como
siempre.

A Harry se le hizo extraño porque su hermana parecía odiar aún más


que él a su madre.

-Ya basta Ann no te das cuenta de que hieres a la señora Potter-


intervino Ginebra- Ella solo hizo lo que pensó era lo mejor.

-Tienes razón y gracias a eso sabemos que pensar no es lo suyo, en


cuanto a ti no te metas donde no te han llamado. Bájate de la nube en
la que tú y tu mamá están, Harry jamás se fijaría en alguien tan
insípida como tú niñita.

-No le hables de esa manera a Molly y su hija que tanto se han


preocupado por nosotros- le reprendió su madre con los ojos llenos de
lágrimas.

-Oh por la barba de Odín mujer deja ya de llorar, todo lo que está
pasando son las consecuencias de tus actos se una adulta y enfrenta
el hecho de que le jodiste la vida a tus hijos y a tu marido.2

Todos estaban en silencio, Severus se percató de la cara de aflicción


de Potter, el cerdo realmente amaba a sus hijos lo que no cabía en
sus cabeza era que había sucedido para que todo acabará así.

-Oh pero por supuesto que el mundo no sabe la clase de alimaña que
eres.

Lily lloró más fuerte, Molly se acercó a ella a abrazarla, pensando en


lo horrible que debía ser tener una hija como esa.9

Ann sonrió con satisfacción mientras daba media vuelta y se acercaba


como saltando en un campo de flores, quien viera a una criatura tan
adorable sería incapaz de pensar en las cosas horribles que sería
capaz de hacer y decir.

-Hola Harry, señor Snape- saludo a los primeros como si hace unos
minutos no hubiera barrido el patio de los Weasley con su mamá.

-Hola Ann.

-Así que ustedes deben ser Sirius y Remus- dijo girándose hacia ellos-
papá me ha hablado mucho de ustedes.

Y a pesar del odio tan profundo que parecía profesar por su madre,
sus ojos parecían brillar con adoración ante la mención de su padre.
Cosa que extraño a los recién llegados.
-Si así es, supongo que tú debes ser hija de los Potter- le respondió
Sirius de manera neutral.

-Soy la segunda hija de los Potter, soy un año menor que Harry-
respondió Ann viendo fijamente a Sirius.

Sirius arqueo una ceja.

-Entonces si tú eres Sirius, Tu debes ser Remus- prosiguió Ann


ignorando por completo la cara de pastel de Sirius.

-Así es, mucho gusto Lily Ann- Al escuchar sus dos nombres Ann
frunció el ceño como si acabara de morder un limón y corrigió a
Remus.

-Ann solo Ann, mi primer nombre no es de mi gusto- fue todo lo que


dijo antes de que una pequeña voz chillona e irritante, a su parecer, la
interrumpiera.

-Tu primer nombre es el nombre de tu mamá, no deberías decir esas


cosas.2

Los gemelos fueron los primeros en reaccionar ante la llegada de su


queridisima hermanita.

-Ginny porque no vas a ver en qué puedes ayudar a mamá.

-No, vengo a hablar con Harry- respondió haciéndole ojitos de cordero


a Harry. Pero antes de que Harry o cualquiera pudiera reaccionar se
escuchó una carcajada aterciopelada que hubiese sido bastante linda
de no ser por la fría como témpano de hielo que le dedicaba Ann a la
pelirroja.

-¡Oh por todos los Dioses! Niña, yo definitivamente debo preguntarle a


tu mamá si es que eres tonta de nacimiento o te dejaron caer de
cabeza. Porque por más que se te dicen las cosas vuelves, cuántas
veces deseas que barra el suelo contigo. Ya es hora de que recogas
la poca dignidad que te queda en el suelo y desaparescas.4

-Bueno ya basta Ann, se supone que esta es una reunión para que tú
hermano se acerque a nosotros y tú solamente lo están alejando-
entro en escena Lily roja de la indignación.

-Me pregunto si ser estúpida es cuestión de pelirrojas, porque si es así


me cambiare el color del cabello- respondió Ann- no sé si te has dado
cuenta pero Harry no quiere ni verte en pintura.

-Ann, porque no le enseñas a Harry y a sus acompañantes el álbum


de fotos que hiciste para enseñarle la casa de Valais?- intervino
James mirando con súplica a su hija.

Todos quedaron expectantes, esperando a que ella dijeran algo que


enviara el orgullo y la dignidad de su padre a China, pero en lugar de
eso. Los ojos de Ann brillaron en aceptación.

-Tienes razón papá- fue todo lo que dijo antes de arrastrar a los cinco
hasta su habitación. Si eventualmente Gael termino siendo arrastrado
también.

Ann los sentó a todos en su cama y les mostró un álbum donde salían
fotos de ella y Gael, pero en ninguna se veía a sus padres. La última
foto era una foto donde estaban Harry, James y Ann jugando.

-Esa fue la última foto que nos tomaron antes de que


desaparecieramos- le dijo Ann.

Todos vieron la foto conmovidos, donde había quedado aquel hombre


que habría acabado con medio mundo por defender a sus hijos?

-Sigue ahí- respondió Ann adivinando que pensaban todos- Solo que
ella no permite que nadie lo vea.
-Odias a la pelirroja eso es obvio, lo que quiero es saber por qué?- dijo
Sirius sin rodeos

-Eso no es algo que debamos hablar aquí, después de todo- dijo


mientras se ponía de pie y caminaba hacia la puerta- Las paredes
tienen oídos.

Al abrir la puerta cayeron dentro de la habitación Granger, Ronald y


Ginebra.3

Después de los pequeños inconvenientes finalmente el almuerzo


termino en paz, con uno que otro comentario mordaz de parte de Ann
a Ginebra cada que se acercaba a Harry.

^POV Narradora^

Al día siguiente del almuerzo el ambiente en la Madriguera era una


poco triste. Pues todos estaban desanimados al no haber podido
acercarse a Harry mientras que Ann se levantaba más fresca que una
lechuga.3

Todos estaban desayunando en calma cuando por la venta entro una


lechuza blanca que todos pudieron reconocer como Hedwig.

El tiempo pareció detenerse en la cocina de la Madriguera, todos


esperaron a ver en donde se detenía hasta que llegó hasta el lugar
donde estaba Ann sentada.

Ann recogió la carátula y le dio el pedazo de tocino que había en su


plato. Tomo la carta y vio la letra un poco temblorosa e irregular que
escribía su nombre.

-¿De quién es la carta?- pregunto Gael confundido al ver a todos


completamente paralizados.

-Es de Harry, quiere que vaya hoy a casa de los Malfoy- respondió
Ann como si del clima hablará.
-No puedes ir allí- habló Molly o más bien exigió.

-Claro,y tu quién se supone que eres para exigirme cualquier cosa?-


respondió Ann aún sin mirarla.

-Esa casa está llena de mortifagos- Ginebra estaba junto a su madre


roja de la rabia.

-Bueno eso es lo que menos me importa, solo quiero ver cuáles son
sus intenciones con mi hermano.

-Estoy de acuerdo con Ann- dijo Dumbledore apareciendo de quién


sabe dónde, quien sabe cómo.

-Bueno entonces si es así, lo mejor será que uno de nosotros vaya


con ella- respondió Arthur.

-Jajajajajaja por supuesto que no, yo solo quiero ver qué pasa. Y si
ellos realmente quieren a mí hermano pues supongo que ya tengo
nuevos amigos- respondió mientras acariciaba a Hedwig.4

-No puedo permitir que vayas allá entonces mi niña- le respondió


Dumbledore mirándola como si estuviese regañandola.

-Como sea, no estoy pidiendo su opinión ni la de nadie. Así que si


quiero ir y meterme de cabeza a una casa llena de mortifagos o hacer
un tatuaje con una serpiente y una calavera, lo hago y punto-
respondió poniéndose de pie mientras en el reverso de la carta le
enviaba una respuesta a Harry.

-Escucha Gael si todo sale bien la próxima vez que valla a ver a Harry
te llevaré conmigo, de acuerdo?

-Jamas dejaré que lleves a mi hijo a un lugar como ese- respondió


inmediatamente Lily.
-Ambas sabemos que cualquiera estaría en mejores manos de un
basilisco que contigo mujer.

Ann abandonó la cocina de los Weasley y subió a su habitación sí iría


a conocer a personas como los Malfoy debía ir perfecta de pies a
cabeza, asegurarse de hacerlos unos buenos aliados.

Mientras Ann prácticamente moría de un colapso nervioso, Harry en


compañía de Severus llegaban a Malfoy Manor para alistarse antes de
la llegada de la chica.

-No entiendo cachorro si quieres romper todo contacto con los Potter
no sería mejor alejarse de los mocosos también.

-Ellos no tiene culpa Sirius querido, además recuerdo que tu antes de


que todo padara besabas el suelo por donde caminaba la pequeña.

Todos rieron al ver a Sirius colocarse rojo hasta la orejas.

-Por supuesto que no.

Y así entre risas y bromas paso el tiempo hasta que un elfo vino
anunciando la llegada de alguien. Todos cuadraron los hombros y se
sentaron derechos esperando ver aparecer a la chica.

Se abrieron nuevamente las puertas de la sala y por ella entró Ann


con cabbelo recogido en un par de trenzas a los lados de la cara que
la hacían ver aún más pequeña, estaba enfundada en una blusa como
un corsé de tirantes color púrpura y un pantalón como de cuero del
mismo color, llevaba un gabán negro que le llegaba hasta la mitad de
los gemelos y lleno de hebillas y correas en la mitad y para terminar el
conjunto un par de botas negras de cordón hasta dónde llegaba el
gabán.3

El silencio reino el la sala y todos estaban atentos a quien acababa de


llegar.
-Casi se puede cortar la reunión con tijeras, por qué se ven todos tan
rígidos?- pregunto mientras entraba.

-Hola Ann, qué alegría que pudieras venir- Harry fue el primero hablar,
intentando y fallando de manera brutal aliviar la tensión.

-Y a mí me alegra verte hermanito. Buenos días a todos.

Todos asintieron con la cabeza a modo de saludo. Y Ann estrecho los


ojos al verlos a todos de esa manera.

-No entiendo que está pasando pero deberían calmarse es molesto


que estén como esperando a que los asesine a todos.

-No puedes culparnos por ello, después de todo eres hija de ellos- fue
todo lo que dijo Sirius.

-Sirius no digas esas cosas.

-¿Y eso que? Harry también es si hijo, al igual que Gael.

-Si pero Harry no ha vivido con ellos.

-Yo tampoco lo he hecho así que, es completamente ridículo. Que


pensaban? Que llegaría aquí con medio orden del pollo rostizado para
asesinarlos o algo así?3

Harry se sonrojo al ver que todos tenían cara de pensar eso, por un
momento creyó que su hermana se iría pero en su lugar río. No una
risa delicada como cuando estas nerviosa, no. Una risa fuerte y algo
estridente.

-Ustedes si que son paranoicos, pero no puedo culparlos. El anciano


es bastante fastidioso.

Todos supieron a quien se refería con anciano y como por arte de


magia la tensión desaparecio.
Ann se sentó junto a su hermano en una butaca individual, quien
estaba sentado junto a Severus, Sirius y Remus y una sillón. Lucius y
Narcissa estaban juntos y Draco estaba al lado de su madre.

-Entonces, como es eso de que no vivías con tus padres?- pregunto


Draco sin una pizca de tacto.

-Draco querido, eso no es manera de preguntar- le reprendió Narcissa.

-¡Oh! Eso es una larga historia, pero para resumir más o menos a los
siete años cedi ante los deseos de mi progenitora de enviarme a un
internado magico para señoritas.

Todos la miraron esperando a que continuará pero no lo hizo y solo se


dedicó a girar la cabeza por la habitación como si del exorcista se
tratara.

-Y ya, eso es todo?

-Jajajajajaja por supuesto que no, solo que como ya dije la historia es
bastante larga.

-Y no te gusta hablar ello- dijo Remus antes de que alguien


preguntara.

-Exactamente.

-¿Por qué no te gusta hablar sobre ello? A todos les gusta hablar
sobre su niñez- respondió Draco por la curiosidad tan grande que le
causaba aquella chica.1

-No a todos Draco- respondió su padrino antes de que Ann siquiera


abriera la boca.

Ann se quedó mirando fijamente algún punto de la pared frente a ella,


y de repente toda el aura de niña, junto a la expresión burlona
desparecio por completo.
-Tenía 7 años cuando descubrí que era lo que sucedía...

Todos colaron y la miraron, sin entender. Y ella parecía lejos como si


no estuviera en la mansión Malfoy.

-Desde pequeña supe que había algo diferente en mi. Y no hablo de la


magia- se interrumpió al ver que Draco iba a abrir la boca

-Era algo aún más diferente. Recuerdo que unos años antes comencé
a tener sueños extraños. De un niño de ojos verdes.

Todos quedaron sorprendidos al entender a que se refería. Ella


recordaba a Harry o al menos eso pensaban.

-No, no eran recuerdos, Lily se encargó de borrar de mi memoria


cualquier recuerdo de Harry.

-¡Malditos!- grito Sirius indignado.

-Las cosas no son como lo parecen Sirius- respondió Ann mortalmente


sería aún- Papá no lo sabe, es más él no sabe muchas cosas.

-Bueno eso será algo que hablaremos después, continúa- le pido


Harry.

-Bueno, no eran recuerdos eran como visiones solo que eran cosas
que sucedían en el momento en el que las veía- dijo mientras miraba
con dolor a su hermano.

-Lo sabes, verdad todo...

Antes de Harry terminará ella hablo.

-Así es Harry yo, v-vi to... todo- el cuerpo de Ann tembló un poco,
agachando la cabeza y Harry supo lo que pasaba pero antes de poder
acercarse a ella para reconfortarla ella levanto la cabeza, respiró
hondo y continuó hablando como si nada hubiese sucedido, y Harry y
Severus se preguntaron cuántas veces aquella chica había tenido que
tragarse sus sentimientos y hacer como que nada pasaba.

-Yo era muy pequeña así que no entendía mucho, como era lógico
recurro a mi madre. Creí que ella me ayudaría pero algún tiempo
después descubrí que nada podía ayudarme. Y entonces Dumbledore
visitó la casa por primera vez, yo jamás en mi vida lo había visto y con
el tiempo la curiosidad de saber porque aquel hombre iba a casa a ver
a mamá cuando papá no estaba.

Todos estaban serios y atentos a lo que Ann decía tratando de no


perderse nada de lo que la chica decía.

-Y fue ahí donde lo supe, ellos lo sabían. Todo lo que le hacían Harry
pero no tenían intenciones de hacer nada para remediarlo.

Sirius grulo enojado al saber que su mejor amigo sabía todo y no


había hecho nada por su cachorro.

-No. Papá no lo sabía. Hasta donde papá sabía Lily y su hermana


habían arreglado sus diferencias y Harry estaba bien.

-Eso es estúpido, ni siquiera Potter sería tan idiota de creer algo como
eso.

Ann miró enojada a Severus Al escucharlo hablar así de su padre.

-Me he dado cuánta de que pareces odiar a Lily pero a tu padre no,
por qué?- pregunto Remus.

-Mi padre, el a diferencia de Lily no es malo- todos la miraron


incrédulos- Es un idiota si, eso es algo que no se puede negar, pero
no es un mal hombre, solo es demasiado torpe para este mundo.4

Severus vio como de repente la chica parecía más cansada y más


adulta, como si toda una vida de dolores le hubiese caído de golpe.
-Entonces, quieres decir que...

-Papa no abandonó a Harry porque quería sino que lo obligaron.

-¡Oh vamos! Tampoco es como si la pelirroja tuviera la fuerza


suficiente como para someter a James.

-Un imperio habría sido fácil de ver- respondió Lucius incrédulo.

-Si, por eso usaron algo aún más cruel.

Todos miraron impresionados a Ann, que podría ser peor que un


imperio? Y quién más estaba en todo esto?

-Hay una poción bastante antigua y por ello casi nadie la conoce.
Funciona como un imperio pero más potente, doblega por completo la
voluntad de las personas. Ataca el sistema nervioso y lo deja
inservible, es como si la persona estuviera drogada. Solo es un
espectador en lo que suceda y da acceso completo para controlar no
solo los pensamientos sino también los sentimientos.

Narcissa Malfoy, comprendio todo y dejó escapar el aire de manera


horrorizada.

-Lily Evans ha estado manejando a Potter desde la escuela.

^ Pov's Narradora ^

Ann le dedicó una sonrisa cansada a la matriarca de la familia.

-Así es señora Malfoy, Lily Evans y Dumbledore tienen algo macabro


planeado. Y para ello necesitan a mi padre, por eso ella le ha estado
suministrando la poción.

-Pero como es eso posible?- pregunto Sirius aún incrédulo. Él estaba


seguro de que aquella chica solo quería engañar a su cachorro.
-Piensenlo, papá solo molestaba a Lily y Severus por diversión, pero
de un momento a otro descubrió que la amaba, que estaba casi
obsesionado con ella que debía alejar a todos de ella.

-Ahora que lo dices, tienes razón las bromas de tu padre a Severus


empezaron así. Solo bromas pero luego de repente comenzó a ser
humillante con él- dijo Lucius entendiendo por donde iba la cosa.

-Y eso ocurrió justo cuando empezó a perseguir a Lily- termino


Remus.

Sirius los miro a todos recordando todo y encajando las piezas.

-Eso quiere decir...

-Yo vi un recuerdo de papá, Lily lo tenía oculto en un pensadero.

Todos se miraron y tranquilamente se colocaron de pie. Lucius Los


guio hasta su estudio en donde tenía un pensadero.

Ann saco el recuerdo de una bolsa de cuero amarrada a su cintura


que quedaba cubierta por el gabán, y por ello no la habían visto antes.
Lo lanzó y luego uno a uno entraron. Todo dio vueltas que llegaron a
un momento específico.

/Aqui empieza el recuerdo\

De repente todos se vieron en la sala de la casa de los Potter en el


valle de Godric. En la escena se veía a un bebé de ojos verdes
caminar y tras el una bebé riendo.

En el medio del piso sentado estaba James Potter viendo a sus hijos
con devoción.

-Harry cuidado con tu hermana- pero dijo James al ver como se


acercaba a intentar alzarla.
James se puso de pie y camino hasta sus hijos se sentó junto a y
sentó a Harry en sus piernas.

-No se preocupen, papá jamás dejara que nada les haga daño. Sin
importar si debo morir en el intento o desaparecer con ustedes. No
permitiré que nadie los involucre en esta estúpida guerra.

James abrazo con fuerza a su hijo y al sentir la manito de su hija


reclamando atención la alzó y la sentó en su otra pierna.

Estuvo jugando un buen tiempo con ellos antes de que ambos


cayeran profundos por el cansancio.

Lily llegó hasta la habitación de sus hijos donde el los acostaba, así
que se acercó a preguntar.

-¿Aún estás enojado conmigo?

-Claro que si.

-Pues no entiendo el por qué?

-Y todavía lo preguntas, tú y Dumbledore me quieren obligar a que


deje a mi hijo a su suerte.

-Debes entender que no podemos simplemente dejar nuestra vida por


todo esto.1

-No voy a permitir que tú y el anciano desgraciado ese pongan sobre


los hombros de mi hijo todo el peso de esta maldita guerra.

-Es lo que se debe hacer James, pero tú y yo no tenemosque morir en


el proceso.

-Te equívocas esto no tiene que pasar y yo no voy a permitir que nada
les pase a mis hijos. Tu y el maldito ese tendrán que pasar sobre mi
cadáver para ponerle una mano a mis pequeños.
James tomo a ambos niños y subió con ellos al cuarto,luego escucho
la puerta de la casa cerrarse. Seguramente Lily irá a buscar a
Dumbledore. Y James supo que le quedaba poco tiempo.

Dejo a los niños en la cuna de la pequeña y en un hospital guardo


algo de ropa de los tres. Tomaría a sus hijos y se iría lejos a donde
nadie los conociera. Aquella casa de la que alguna vez le hablo su
boadre que se hallaba en algún lugar de la región de Trnava.

Empacó todo lo que podría necesitar, alejaría a sus pequeños de toda


la guerra. No permitiría que Dumbledore usará a su hijo como un
arma.

Cuando tuvo todo listo tomo pergamino y pluma y le escribió una carta
a Sirius contándole todo. Y en la cual le explicaba donde estaría con
sus hijos.

James solo pudo esconder la carta en una caja debajo de las tablas
de la habitación antes de que se escuchará la puerta abrirse y pasos
subir. James sabía quienes eran y dio rogaba que sus amigos
pudieran mantener a sus hijos a salvo.

La puerta de la habitación se abrió y por ella entraron Lily y


Dumbledore. James levanto la varita y se posó delante de sus hijos,
pero ellos sabían que no haría nada porque podía lastimar a los niños.

-Baja la varita James, sabes que no puedes hacer nada.

-No me interesa, si he de matarlos para salvar a mis hijos, lo haré.

-James, sabes que esto es lo que debemos hacer. Harry acabara con
la guerra y con Voldemort.

-Ese no es su deber. Es solo un niño y jamás permitiré que le pongan


un dedo encima.
Dumbledore sin darle tiempo a nada levanto la varita y le lanzó un
hechizo que envió una descarga eléctrica por su cuerpo que lo lanzó
al suelo.

James no se movió del lugar donde estaba, y Dumbledore mantuvo el


hechizo hasta que esté perdió el conocimiento. Entre él y Lily sentaron
a James y le dieron de beber el contenido color plateado de un frasco.
Por un momento el color abandonó a James y se veía como muerto
pero luego todo volvió a la normalidad, solo que cuando abrió sus ojos
estos habían perdido brillo.

Todos fueron expulsados al acabarse el recuerdo. Más de uno estaba


pálido.

-¿Por qué nos has mostrado esto?- pregunto Lucius curioso por saber
por que aquella hifa les había revelado todo aquello.

-Tengo un plan para sacar a papá de las garras de ellos pero no


puedo hacerlo sola.

-¿Si sabías todo por qué moverte hasta ahora?-le pregunto Sirius
quien obviamente aún no confiaba en ella.4

-Bueno una niña sola no es que pueda hacer gran cosa.

Y Lucius tuvo que darle la razón, nadie jamás creería nada y menos si
era en contra del vejete.

^ Pov's Narradora ^

Todos volvieron a la sala para tomar algo de té y recomponerse luego


de todo lo que habían visto. Después de todo ellos sabían qué tipo de
persona era Dumbledore, pero una cosa era saberlo y otra muy
diferente verlo. A más de uno se le escapó un escalofrío al saber que
atrocidades habría sido capaz de cometer aquel hombre en el pasado.

-Bien, creo que es hora de ir a lo que nos compete-dijo Narcissa.


-Exactamente, cuál es el plan?- pregunto Remus.

-Yo puedo elaborar una poción que en apariencia es similar a la que le


dan a papá, solo que esta es para dormir. Puedo cambiarla pero debo
tener la seguridad de que podré sacar a mi padre hacia un lugar
seguro mientras se recupera.

-Las poción está que le han estado suministrando puede afectarle de


alguna manera?- pregunto Harry verdaderamente preocupado.

-Así es Harry, con tanto tiempo de tomarla papá ya debería de estar


internado en San Mungo, pero es un hombre fuerte. Solo que no sé
hasta qué punto ha llegado el daño en su psique.

-Así que lo que necesitas no es ayuda para sacarlo sino para


mantenerlo a salvo- termino por decir Lucius.

-Así es, yo he vivido con ellos algún tiempo y para mi suerte


Dumbledore y Lily son tan egocéntricos que creen que jamás nadie
osaría levantarse contra ellos. Así que se cuando hacerlo, lo haré
faltando una semana para entrar a clases que es cuando toca la
siguiente dosis.

-Entonces quieres que te ayudemos a buscar un lugar seguro para él?

-Y para Gael por supuesto, no dejaré a mi hermano es sus sucias


garras.

-Bien entonces no habrá problema con que sea aquí- ofreció Narcissa.

-¿En serio no es ningún problema?- pregunto Ann.

-Claro que no, tenemos espacio de sobra.

Y con eso listo todos sabían lo que pasaría dentro de poco. Así que
Ann con una gran sonrisa se acercó a su hermano.
-No te preocupes por mí o por papá Harry, ni siquiera por Gael. Yo
cuido de ellos, tú entre tanto disfruta de tu luna de miel. Antes de que
entres a clases- y con eso se despidió de todos y salió al jardín para
que Sirius la apareciera cerca de Madriguera.

-Se que quizás he sido un poco hosco pero...

Empezó Sirius pero Ann lo interrumpió antes de acabar.

-Te entiendo, y me tranquiliza saber que alguien es lo suficientemente


paranoico como para cuidar a Harry.

Ann simplemente camino hasta la entrada. Sirius la vio entrar y luego


desaparecio pensando en lo mucho que ella se parecía James, y por
un momento sintió en su interior un pequeño colorcito que le reavivó la
esperanza de tener a su mejor amigo y hermano. Aquel que le tendía
la mano a quien fuera, orgulloso y a veces un poco idiota pero jamás
una mala persona. Sirius Penso en qué Dorea y Charles estarían muy
orgullosos de ver que a pesar de todo su amado hijo era capaz de dar
su vida por sus seres queridos y eso era lo que más le llenaba de
felicidad saber que a pesar de las manipulaciones en el fondo seguía
siendo aquel chico de cabellos alborotados que había conocido hacia
tanto tiempo ya.

Ann entro a la casa, feliz de saber que todo saldría de acuerdo a como
estaba planeado. Años de preparación y planeación por fin
empezaban a dar frutos y cuando menos esperará estaría disfrutando
de la familia que siempre debió tener. Estaría con su padre y sus
hermanos, el esposo de su hermano y Remus y Sirius. Empezar de
nuevo. Quizás su padre saldría con alguien que realmente le amara y
sus hermanos serían felices sin tener que cargar con una guerra a
cuestas.1
Al entrar en la sala todos estaban esperándola.

-Vaya pero que encantadora bienvenida.

-Dejate de estupideces y dinos qué pasó- exijo Ginebra.

-Escucha pedazo de desperdicio humano, estoy cansada y no vengo


de humor como para oírte.

-Ann, qué pasó en casa de los Malfoy?- pregunto esta vez su padre
saliendo de detrás de su madre con Gael agarrado de una mano.

-Harry, él está bien? Snape lo trata bien? Los Malfoy lo tratan bien?

Una pequeña sonrisa surco los finos labios de la chica antes de


recomponerse y girarse hacia todos.

-Respondere solo porque alguien tuvo la decencia de preguntar por


Harry.

Ann se sentó junto a los gemelos.

-Bien, Harry está bien. Se ve radiante de felicidad junto al señor


Severus y los Malfoy lo aman como si fuera parte de la familia así que
todo salió bien.

-Por supuesto que no, esas personas podrían entregarlo al-que-no-


debe-ser-nombrado.

-Si no vas a decir su nombre mejor cállate. Además a cómo están las
cosas Harry correría a brazos de Voldemort solo para vengarse de
ustedes.

Todos miraron a Ann con molestia, pero James simplemente pensó


que eso no le molestaba. Que a pesar de todo preferia ver a su hijo
oscuro y feliz que en la luz y roto. James se puso de pie y le hizo una
seña a sus hijos para que se acercarán.
-Ann, Gael en cualquier momento todo va explotar y si algo llegará a
pasarme, ustedes deben asegurarse de que Harry y todos aquellos a
quienes consideren familia estén a salvo.

James saco un juego de unas 15 llaves todas hermosas y en un color


plata brillante.

-Estas llaves pertenecen a una antigua mansión de los Potter, es un


refugió.

Y Ann lo entendió, era ahí a donde su padre quería llevarlos. Él no le


había dicho a su madre sobre aquel lugar, y se sintió orgullosa de
saber que a pesar de todo su padre anteponia el amor por ellos.
Incluso bajo los efectos de la poción su prioridad seguían siendo ellos.
Sintió sus ojos aguarde y abrazo a su padre como no lo hacía en
años, ahora con más verá debía sacar a su familia de ahí. Ya tenía un
lugar donde ocultarlos. Quizás podría llevar a los Malfoy para que
Voldemort no intentara matarlos por aliarse con su hermano.

Y esas noche por primera vez en muchos años James sintió una gran
tranquilidad en el alma, sintió que podría morir en paz. Ann durmió sin
despertarse en toda la noche y más feliz de lo que había sido en
mucho tiempo y Harry por su parte había curado una gran parte de su
herida. Su padre lo amaba, lo suficiente como para estar dispuesto a
morir por él, y aunque no murió hizo algo aún más valeroso. Renunció
a su felicidad y a su libertad por defenderlo y ahora era su turno de
hacerlo. Se encargaría de que Dumbledore y su séquito de esbirros
reales supieran que Voldemort era un jodido gatito en comparación a
él.
Y mientras algunos se suman en sueños de esperanza y tranquilidad,
otros maquinan como encaminar sus planes. Mientras en las
profundidades de una mansión un hombre novia todo a su alrededor
para dar comodidad a su Lord antes de partir hacia Londres.
^ Pov's Harry ^

Anoche pude dormir tranquilo. Ann me envió una carta con un ligero
cambio de planes. Me hacía feliz saber que en el fondo papá luchaba
contra ellos, y ahora Ann y yo nos encargaríamos de ponerlo a salvo,
a él y a Gael.

El día de hoy Severus y yo acompañariamos a Sirius y Remus al


ministerio. Hoy lunes sería el juicio y luego Severus y yo nos iríamos
de Londres hasta que fuera hora de actuar.

Severus, Draco, Narcissa y yo iríamos por flu, pero debíamos esperar


a Lucius alla, pues al parecer le había salido un compromiso de último
minuto.

Al llegar al ministerio ya estaban Remus y Sirius esperando, se


acercaron para ver como iba todo.

-Buenos días a todos- saludo Sirius al verlos llegar a todos.

-Buenos días Canuto- respondí abrazándolo.

El resto simplemente se dedicó a inclinar la cabeza, sabían que ni


había mucho que hablar y que pronto el juicio empezaría. Se escuchó
la chimenea y luego la bulla que solo una familia muy grande podría
hacer, y tal como lo esperaba los Weasley y los Potter aparecieron.

Pasaron los primeros mirándonos con rabia, vi a Hermione acercarse


junto a Ronald y Ginebra.

-Harry- empezó a hablar- La verdad que no entiendo que se te pasa


por la cabeza al venir aquí.

-Bueno vine a ver el juicio de mi padrino.

-¡El juicio es contra tus padres!- exclamó escandalizada Ginny.

-Bueno finalmente pagarán por algo han hecho.


Todos se quedaron callados al escucharme, incluso las personas que
caminaban por el ministerio de quedaron viendo a ver qué sucedía. Vi
a Lily tomar impulso para decir algo pero ser brutalmente interrumpida
por Ann como siempre.

-Hoy hace un buen día-  dijo llegando en uno de esos vestidos


elegantes y extravagantes que solía usar, en compañía de unos muy
bien vestidos Bill, Charlie, Percy y los gemelos.

-Y hay vienes nuevamente tu- respondio Ginny antes de que Ann


pudiera hablar.

-La verdad hoy es un muy buen día así que no deseo cruzar ninguna
palabra contigo, así que tomaré a mi hermano y nos iremos al otro
lado de la sala.

Ann tomo la mano de Harry y camino hacia el lado de la fuente que


quedaba cerca del pasillo que llevaba a los juzgados. Sirius y el resto
les siguieron dejando un silencio incómodo tras ellos.

Mientras hablaban en voz baja sobre cosas al azar sin tocar temas
importantes sonó una chimenea por la cual salió un muy agitado
Lucius. Camino directamente hacia donde estaban todos reunidos.
Narcissa le lanzó una mirada interrogante a su esposo quién solo la
miró, para todos era fácil saber que ambos entendían algo que el resto
ignoraba, Harry suponía que se debía a la cantidad de tiempo que
llevaban juntos y no pudo evitar imaginar que algún día el y Severus
serían iguales, y por ello no pudo evitar que un leve sonrojo apareciera
en sus mejillas. Severus que estaba a su lado se percató de ello y le
susurró al oído.

-¿En que piensas pequeño?- susurró Severus en su odio.

-En nada realmente, solo que me parece impresionante la manera en


cómo Lucius y Narcissa parecen entenderse solo con una mirada.
-Es lo que sucede cuando llevas conociendo mucho tiempo a una
persona Harry, es fácil identificar sus emociones con microreacciones.

Harry apartó la mirada de los Malfoy para ver mejor a Severus. Y le


sonrió de manera muy sutil pero lo hizo. El llamado al juzgado lo saco
de sus pensamientos. Todos caminaron tranquilamente hasta llegar a
la sala, se sentaron y esperaron por ver un largo y tedioso caso
posiblemente presedido por Dumbledore. Pero cuan grande fue la
sorpresa de todos cuando el juez entro y les pidió a todos sentarse y
hacer silencio.

-El día de hoy estamos aquí por la demanda presentada por Sirius
Black encontra de los Potter. En el cual se les acusa de haber
permitido que el anterior nombrado permanecerá 12 años en Askaban
injustamente.

Todos quedaron en silencio esperando ver a quienes llamaban a


declarar y las estúpidas y ridículas escusas de Dumbledore, por su
ridículo bien mayor, pero antes de que Dumbledore siquiera pudiera
pensar en caminar el ministro se aclaró la garganta para llamar la
atención de todos.

-El señor James Potter se declara culpable de los delitos que se le


imputan y está dispuesto a cumplir el castigo que se imponga. Así que
el jurado tendrá unos minutos para deliberar.

Todos estaban en shock, cualquiera de hubiera imaginado que todos


tratarían de darle vueltas al asunto para no tener que hacer nada para
Sirius.

-Nocreo que eso sea manera de proceder con juicio- interrumpió


Dumbledore.

-Bueno Albus el asunto es que e mismo señor Potter acaba de


declararse culpable, no hay nada que hacer ahí.
Estuvieron un tiempo deliberando, y aunque fue solo una persona la
que menciono Askaban, Dumbledore logro convencer a todos de que
había sido todo con la mejor de las intenciones.

Finalmente luego de dos horas se decidió que los Potter te darían que
pagarle a Sirius una gran suma de dinero que saldría de sus bolsillos,
así como el ministerio también debía hacerlo por ha reportado metido
en aquella celda sin siquiera un juicio.

Al final no fue lo que quería pero por lo menos ahora Sirius estaba
libre de cualquier cargo. Tras unas últimas palabras todos decidieron ir
a la mansión Malfoy.

Llegó la familia Malfoy, tras ellos Sirius y Remus, seguidos de Harry y


Severus y por último Ann quién trajo a su hermano menor para que
Harry pudiera hablar con él y conocerlo.

Todos los presentes tenían una sonrisa en el rostro al verlo hablando


tan animadamente con su hermano a quienes luego se les unió Draco.
Ann sonrió y sin poderse agua tardes más se sentó en medio de
ambos y los abrazo.

-Ustedes son tan adorables- ambos chicos sé sonrojaron hasta las


orejas. A su lado Draco río y todos los demás con él.

-¡No lo somos!2

-Awww se enojaron- repitió mintras les jalaba las mejillas.

-Bueno ya basta Ann es hora de nos vayamos antes de que mamá se


enoje y te metas en problemas- se puso de pie Gael, todo lo digno que
pudo, con sus mejillas sonrosadas.+

Ann puso los ojos en blanco y lo apresuró hacía la chimenea.

^Pov's Narradora^
Mientras cada uno de los visitantes era escupido por la chimenea en
sus respectivas casas, los Malfoy se preparaban mentalmente para
todo lo estaba por suceder.

______________________________________

Remus y Sirius fueron recibidos en Grimlaud Place por una persona


que jamás creyeron respondería a sus cartas.

______________________________________

Gael y Ann eran recibidos por unas histéricas Lily y Molly en modo
Banshee por ir a un nido de mortifagos.

______________________________________

Y Severus y Harry eran recibidos por una carta de carácter urgente de


parte de Gringotts.

______________________________________

En lo más profundo de una mansión que no había sido habitada en


décadas, se hallaban todos los elfos y sirvientes del lugar limpiando,
ordenando y acomodando todo segun órdenes dadas hace muchos
siglos. Prácticamente se podía verlos a todos multiplicarse para poder
tener todo listo para cuando fuera el momento en que sus amos
vendrían.

______________________________________

A la mañana siguiente muy temprano Severus y Harry partieron hacia


Gringotts, donde los recibieron y fueron llevados hacia la misma hacía
aquella habitación de grandes y hermosas puertas, y dentro de ella los
esperaba Erza y otro goblin.

-Buenos días señores Snape- saludo Erza nada más verlor entrar.
-Buenos días Erza- saludo Severus siendo seguido por asentimiento
de cabeza por parte de Harry.

-Dejenme presentarles a Vlad, quien es el encargado de todo lo


referente a las cuentas Prince.

Los ojos de Severus se abrieron en reconocimiento al escuchar el


apellido de su madre. Se sentó junto a su esposo y le dio a ambos
goblins una clara muestra de que los estaba escuchando.

-Bien, el motivo por el cual Vlad se encuentra aqui es que luego de su


matrimonio, se activo de nuevo la cámara de los Prince, la cámara
personal de su madre señor Snape.

Los goblins callaron dándole tiempo para al hombre de negro para que
pudiera digerir lo que había sucedido.

-Tal parece ser que su abuelo no lo había retirado a usted del


testamento, pero solo sería capaz de activar su herencia al casarse
con un mago o bruja.

Severus sabía que a su madre la habían repudiado por haberse


casado con aquel muggle que por desgracia era su padre. Pero jamás
pensó que su abuelo hubiese pensado en él, y ahora tenía quizás la
mansion Prince y algo de dinero.

-Bueno supongo que tendremos que hacer la prueba de herencia-


respondio Severus aún en shock.

-Si, señor y luego podremos pasar a que vea sus bóvedas.

"Bóvedas" la palabras hacia eco en la cabeza del hombre de negro.


Hace unas horas solo tenía una bóveda en donde guardaba el dinero
que había ganado como profesor y pocionista, y ahora de repente
tenía más de una bóveda.
Vlad le tendió a Severus la daga y un pergamino, Severus se hizo un
corte y dejó caer un par de horas de sangre antes de que la herida
curara.

El pergamino comenzó a llenarse de letras negras que ello alcanzó a


leer antes de que el goblin lo apartará de su vista.

-Bien señores, empezaré a leer el registro de su herencia señor


Snape- dijo Vlad mié tras todomaba en alto el pergamino.

Severus aguanto un momento y la respiración y vio a su joven esposo


ver con curiosidad todo.

Nombre completo: Severus Tobías Snape Prince.

Madre: Eileen Snape (de soltera Prince)

Padre: Tobías Snape

Título por parte materna: Lord Prince. (Reclamable junto a las


bóvedas bajo condiciones del testamento)

Bóvedas:

300
115
280

Bóvedas del heredero prince

790

Boveda familiar

567

Boveda personal
Severus Snape vio el papel con asombro durante  un segundo, todo
esto era tan surrealista. Él estaba tan perdido en sus pensamientos
que fue Harry quien hizo las preguntas que rondaban su mente.

-¿A qué se refiere con reclamable bajo condiciones?

-El Lord Prince antes de morir dejó bastante claro su testamento.


Todas las propiedades y cosas que algún día le pertenecieron a él,
serían suyas una vez y demostrará según los estándares de la familia
ser un mago digno de portar el título de Lord Prince.

-¿Y cuáles eran los estándares de la familia Prince para considerar a


Severus un mago digno?

-En realidad sólo era una condición y era que el debía casarse con un
mago o bruja. Una vez usted cumpliese con este requisito te daría
acceso no sólo a la fortuna sino también al título.

Tanto Severus como Harry estaban sorprendidos, literalmente habían


pasado de preocuparse de donde sacarían dinero a pensar en que lo
gastarían.3

Lo mejor de todo es que ahora contaban no solo con una cantidad


innombrable de dinero sino que ahora tenían de su lado un título
antiguo y muy prestigioso entre la comunidad magica, un gran
respaldo teniendo en Cúa ta el plan tan grande que se les venía
encima.

Al salir de Gringotts luego de dejar todo completamente en orden


Harry y Severus aún estaban anonadado luego de revisar y ver tantas
joyas, libros, armas y un sin fin de antigüedades más. +

Decidieron ir donde los Malfoy a hablar sobre las nuevas noticias.

^Pov's Narradora ^
Harry y Severus se dispusieron a ir a la mansión Malfoy luego de salir
de Gringotts, por otro lado Ann esta buscando opciones respeto al
lugar donde haría la poción que le daría a su padre.

Sabía que muy a pesar de todas las personas que estaban a su favor
en la casa la Madriguera jamás sería un lugar seguro para la poción,
debía hablar con los Malfoy quizás ellos o Severus y Harry podrían
proveerle un lugar seguro. Y quizás podría llevar a Gael para que
tomará algo de aire.

Ann corrió hasta su baúl y busco un hermoso vestido violeta que tenía,
de corpiño ajustado y faldas sueltas, no tan amplio como los que
acostumbraba a usar, este era un poco más sencillo pero no dejaba
de ser hermoso. Ann lo tomó y sin poder evitarlo pensó en Carmen, su
querida amiga. Quizás era momento de llamar a la caballería.

~Flashback~

Ann iba sentada en el tren junto a sus padres y su pequeño hermano,


pronto estaría en ese horrible lugar Saint Marie des bois. Un antiguo
monasterio muggle en medio del canto de Valais, lo peor  era que el
pueblo más cercano estaba a dos días de viaje y la única manera de
desplazamiento era a caballo. Debido a que la zona era horrible para
transportarse y ya ni hablar de la odisea griega en que se convertía en
el invierno. Estaría aislada del mundo, rodeada de un montón de niñas
ricas y caprichosas.2

Su padre no lucia más feliz que ella y su hermanito bueno el aun era
pequeño, mientras su madre ella si que se veía feliz con toda la
situación, Ann casi podía ver los pensamientos de la mujer. Seguro
tenía la esperanza de que se convirtiera en toda una señorita de
sociedad y quizás en un futuro podría casarla con un hombre de
dinero.
Pero Ann definitivamente tenía otros planes, lo único que ella deseaba
era aprender todo lo que pudiera para poder hacer algo por Harry, ese
era su objetivo. Ella no tenía la intención de crear una amistad con
ninguna de las moscosas despreciable que habitaban por lo regular
las instituciones privadas como aquellas. Lo que no sabia era cuán
equivocada estaba.

~fin flashback~

Ann apretó el vestido hacia su pecho y pensó que quizás sería


prudente enviar algunas cartas a sus compañeras de travesuras.
Sabía muy bien que ellas ayudarían sin importar lo que fuera que
necesitará, en más de una ocacion habían demostrado ser
incondicionales y capaces de todo por quienes querían. Si ese era el
tipo de personas que Ann necesitaba ahora más que nunca,ellas
serían capacez de mantener su fuerza incluso si no se sentía lo
suficientemente valiente como para enfrentar todo lo que se venía.1

Así que sin más preámbulos se ducho, se arreglo y perfumo, y


finalmente se caló el vestido y finalmente sus botas de siempre,
habían cosas que nunca cambiarían.

Bajo de la habitación, saludo en general y fue haci su hermano.

-Gael iré a visitar a Harry, vienes conmigo?

-Si claro deja me cambio y salimos.

Ann ignoro a casi todos como ya era su costumbre y simplemente se


sentó a esperar a su hermanito.

Y ya con su hermano en la mano, una despedida a los Weasley y una


breve mirada a su padre se marcho hacia la mansión de los Malfoy.

^Pov's Harry^
Hacia menos de media hora que habíamos arribado a la mansión de
los Malfoy y seguía sorprendido por lo que me había topado al llegar,
Severus aún estaba alerta por lo que pudiera pasar. Pero yo estaba
más bien fascinado por el muy vivo y completo Tom Riddle que tenía
frente a mi.4

-Entonces de alguna manera lograste volver a ser tu? - preguntó cómo


por centésima vez.

Vi a Riddle poner los ojos en blanco de una manera muy poco refinada
para finalmente decir.

-Si Potter, y de nuevo no tengo intenciones de matarte a ti, ni a nadie


más. Cometíunerror.

Fueron las apresuradas palabras de Tom pero que todo en la sala


habían escuchado completamente.

Tom jodido Riddle había acabo de aceptar que se había equivocado,


eso definitivamente era lo más bizarro que hubiese visto en mi vida.

Pero antes de que pudiera preguntar lo mismo nuevamente la puerta


de sala se abrió un muy rígido Draco entró por ella. Seguido por Gael
y finalmente Ann, quien borro su sonrisa al ver que había un completo
desconocido en la sala.

Quedé sorprendido de ver su cambio tan radical, pareció crecer unos


cuantos centímetros, su expresión no mostraba nada y finalmente su
andar despreocupado de siempre cambió por uno más imponente y
seguro.

Gael miéntras tanto solo se limitó a detenerse a una distancia


prudente, cerca de Ann. Pude ver como era obvio que el estaba
acostumbrado a que ella lo defendiera.
Y no por primera vez sentí una pequeña punzada de dolor atravesar
mi pecho. Si yo hubiera estado con ellos quizás ellos no hubieran
tenido que pasar por todo esto.

-Buenas tardes.

Ann pasó a la sala tomando la mano de Gael y buscaron sentarse


junto a nosotros.

La tensión era demasiado pesada y nadie decía nada, hasta que


Severus decidió hablar y contarle a Ann y a Gael la situación y porque
había un completo extraño con nosotros. Estaba nervioso porque no
podía ver nada ni siquiera era capaz de vislumbrar algo de lo que Ann
estaba sintiendo o pensando y Gael simplemente estaba un poco
intranquilo.

-Bueno, entiendo que en este caso para lo que vamos a hacer se


necesita toda la ayuda posible pero solo tengo una pregunta- fue lo
que finalmente dijo Ann luego de la explicación de Tom Riddle en la
habitación.

-¿Ustedes confían en el?- esta vez fue Gael quién hablo.

Ann y Gael nos miraban fijamente a Severus y a mi, sabía que


dependiendo de lo que yo dijera así mismo sería la forma de actuar de
Ann a partir del momento.

-Lo hacemos, él quiere ayudar además que tenemos un enemigo en


común- fue lo que respondí esperando a que fuera suficiente para ella.

-Entiendo Harry, y si ustedes dos confían en él, nosotros también.

Luego de eso nuestra pequeña reunión fue un poco más relajada,


Gael se separó de y vino hacia mi. Realmente no podía entender
cómo era posible que simplemente me sintiera tan unido a ellos a
pesar de no haber estado con ellos antes, siempre sentí que había
algo que me faltaba y desde que los había conocido ese vacío había
desaparecido.

De pronto pareció que Ann había recordado el momento por el cual


ella y Gael habían venido.

-¡Ah! Verdad, lo siento Harry había olvidado el motivo de nuestra


visita.

Ann miro a Gael y él le sonrió con complicidad.

-No te preocupes Ann, ahora puedes decirme.

-Bueno querido más que decirte te voy a dar algo.

Todos en la sala quedaron al pendiente que sucedería a continuación,


incluso Tom que había estado callado y fingiendo que no existía en
una su asiento presto atención a lo siguiente. Mis hermanos habían
adquirido un aire solemne y entendí que estoy era algo muy
importante.

Ann se puso de pie y lentamente camino hacia donde me encontraba


sentado junto a Severus y se acomodó sobre sus rodillas frente a mi.
Saco de una pequeña bolsa que llevaba en la cintura un pequeño
rectángulo que al estar en su mano se anuló el hechizo de
encogimiento. Era un enorme libro de pasta dura en color rojo sangre
con una cinta negra que mantenía las dos tapas juntas.

Mire a Ann esperando a que hablara, ella estaba acariciando la tapa


delantera del libro. Luego levantó la mirada y me dijo.

-Este Harry es un libro que se ha pasado de mano a mano al primer


hijo de cada generación Potter. Lo tuve escondido de Lily y
Dumbledore durante un tiempo.

Todos estaban conteniendo el aire, el libro era hermoso pero no podía


moverme.
-Harry- está vez era Gael quién se dirigía a mi- Este libro es tu parte
del legado Potter, siempre te ha pertenecido.

-Asi es Harry, Lily lo tenía en la casa en el campo en la biblioteca


detrás de una pared oculta. Lo robe y lo mantuve conmigo hasta que
fuera el momento de entregártelo.

Mi pecho estaba comprimido por las emociones y tenía un nudo en la


garganta que no me permitía decir nada, aquí estaba yo en medio de
la sala de los Malfoy teniendo por primera vez lo que había soñado
desde mi alacena durante años. Una familia y algo de ellos. Este libro
era mío, eso también habían tratado quitármelo.

-Ya no más Harry, nadie volverá a quitarte nada y menos ese par Ann
y yo estaremos contigo  hasta el final- declaró Gael mientras tomaba
mi mano.

Ann por su parte solo asintió dándole la razón a su hermano pequeño.


Y por primera vez me sentía completo. Tenía a los Malfoy que tan una
excelente familia, tenía a Sirius y a Tenía, estaba casado con el
hombre del que había estado enamorado y ahora tenía a dos granos
apoyándome en todo, no como había pensado de Ronald y Hermione,
sino unos que de verdad me iban a apoyar en todo y dentro de poco
recuperaríamos a papá.

^Harry's Pov^

Luego de ese emotivo momento pasamos a temas un poco más


escabrosos y fue terminar de pulir los últimos detalles del plan.

-Severus y yo hemos estado hablando referente al plan de salvar a


James- comenzó Lucius- y pensamos que quizás lo mejor sería que
tanto Ann como Gael permanecieran junto a Lily.

Estaba a punto de replicar cuando Severus me tomo la mano.


-Dejalo terminar mocoso.

-Seria muy extraño que desapareciera James y junto con el sus hijos,
no, debemos movernos con cuidado o el viejo y la pelirroja podrían
arruinar todo y enviarnos directo a Azkaban.

Estuve pensando seriamente y lo que dijo Lucius y tenía razón y por la


expresión de Ann y Gael sabían que tenía razón.

Con eso acordado pasamos a pensar en la mejor manera para sacar a


James de la Madriguera, la poción sería fácil de dar. Según Ann quién
con ayuda de Gael se la darían a James, lo complicado sería como
sacarlo sin generar sospechas sobre los Malfoy o sobre cualquiera de
ellos

-Bueno podrías disfrazarnos, ya saben con máscaras y usar hechizos


para camuflar nuestra firma mágica junto con nuestra apariencia.

Todos miramos a Gael porque esa era una buena idea.

-Ya podriamos hacerlo en el Mundial de Quidittch de este año,


después de todo será una gran evento y por supuesto que seremos
arrastrados a él.- finalizó Ann.

-Mortifagos- fue lo único que dijo Riddle haciendo que todos se


callaran.

Todos en la sala lo miraramos fijamente esperando a que terminara de


hablar.

-Podria ser un ataque mortifago que tenía con el fatal "secuestro" de


James Potter

Esa si que era una gran idea si fuera ese el caso aunque Dumbledore
quisiera involucrar a cualquiera de nosotros no podría.
-Bueno esa es una buena idea pero como podrías conseguir
suficientes personas como para simular tal cosa?- pregunto Gael
confundido. Ann por su parte se veía pensativa pero igual de
confundida. No pude evitar reír un poco, si tan solo supieran que están
sentados frente a nada más y nada menos que Lord Voldemort el líder
de los mortifagos.

-Nada que no pueda resolverse- respondió Riddle sonriendo de lado.

-Bueno y además de eso Lucius y Narcissa han sido tan amables


como para ofrecerte la mansión para poder hacer la poción- le
recordé.

-Es cierto, bueno ahora que hemos terminado estos pequeños detalles
del plan debemos hablar de algo serio Harry.

Mire fijamente a mi hermana por un momento intentado descubrir que


quería decir, que otro asunto podía ser tan importante como entrar en
medio de una conversación cómo está.

-Debemos empezar desde ya con tu entrenamiento y tú educación.

-No sé de qué hablas Ann, por si no lo notaste voy Hogwarts


precisamente para culminar mi educación.

Ann río y luego me miró sería por un momento.

-No hablo de eso bête.

Los Malfoy sonrieron por algo y supuse que lo que sea que haya dicho
lo dijo y francés.

-Bueno querido Harry por si lo has olvidado incluso si estás casado


eres el primogénito de la ancestral casa Potter, sigues siendo el
heredero y por tanto hay cosas que debes aprender cómo tal.
No pude evitar rodar lo ojos al oír tan canal cosa, mientras nuestro
padre estaba en peligro, ella pensaba que yo necesitaba clases de
etiqueta todas esas ridiculeces que solían tomar los sangre pura.

-Ann estás equivocada si crees que mientras papá está atrapado en


ese lugar yo voy a tener cabeza para otra cosa.

-Pues querido vas a tener que sacar el tiempo para hacerlo, Harry por
Circe está situación en la que nos estamos involucrando no es solo
son los delirios de grandeza de Dumbledore estamos hablando de un
hombre que tiene un gran poder político y aún no sabes realmente
cuántos en el ministerio están enterados de la situación real.
Entiendes que en caso de que las cosas no vayan cómo deben ir
debes tener no solo tú varita respaldandote.

Mire fijamente a Ann y luego a Gael solo para estar seguro de había
entendido correctamente, ella realmente no tenía muchas esperanzas
en el plan o simplemente sabía algo que yo no. ¿Por qué tomar las
precauciones si ella estuviera segura de la situación?

-¿Que es lo que no estás diciendome?

Pude sentir la mirada de todos fija en mi, sabía que quizás había
hablado un poco más rudo de lo que realmente quería pero
simplemente no podía tolerar que me ocultara información, ya nos
más. Había estado toda mi vida en la oscuridad cuando habían cosas
que me involucraban y ahora que por fin estaba teniendo un poco de
control sobre mi vida y lo que pasaba en ella no iba a permitir que
nadie me ocultara nada.

-Ya te acostumbrarás- fue Gael quién respondió- O quizás no, yo llevo


toda mi corta vida intentando adaptarme a la idea que ella a veces
sabe cosas y ya.

-Estonces no te molesta que ella te oculte cosas?


-La verdad ya me he resignado hasta cierto punto, ella nos dirá lo que
sabe cuándo sea el momento Harry, la paciencia es una virtud- fue la
respuesta que recibí para tener también una mirada divertida.

Sacudí mi cabeza intentando alejar los pensamientos negativos y


serenandome, enojarme no me llevaría a ningún lugar. Durante todo
este tiempo había actuado como un idiota siempre lanzandome de
cabeza sin pensar en las consecuencias y dejando que las emociones
me dominarán. Quizás Ann tenía razón y simplemente debíamos tener
un plan b.

-Bueno, pero que sepas que aún me reuso fervientemente a las clases
banales.

-Harry muy lejos de ser frívolas cómo piensas, las clases de etiqueta,
baile y modales están diseñas no solo para que seas apto a estar
entre personas estiradas, están ahí para fomentar y alimentar el
carácter y la confianza. Porque esto es lo que en un futuro te ayudará
a decidir lo que es correcto y lo que no, no porque los demás digan
que es así, sino porque es lo que tus principios y convicciones te dicta.

Todos en la sala sonrieron dándole la razón.

-Gracias, realmente gracias a los dos por estar aquí- fue todo lo que
pude decir, realmente sentía algo en mi interior vibrar, no sabía que
era pero era como está comezón de que todo se está acomodando en
el orden justo.

-Siempre estaremos aquí Harry, adónde sea que vayas- declaró Gael
un férrea mirada de determinación.

-Incluso si tú siguiente para termina por llevarnos al infierno, petit


chardon.
Sonreí a mis dos queridos hermanos aunque los conocía desde hace
tan poco los sentía más cercanos de lo que alguna vez sentí a los
Weasley. Suspiré con satisfacción para mirar de manera divertida a mi
querida hermanita.

-Tengo curiosidad por saber si entre mis lecciones estarán otros


idiomas.

Ann sonrió pero no afirmó ni negó nada.

-Bueno querida cuando comenzamos?

-No ahora obviamente.

Realmente esta chica era otro nivel después de todo su discurso


persuasivo iba a ponerse en esa actitud.

-Tu y el señor Snape acaban de contraer nupcias, primero deben


disfrutar de su regalo de bodas.

La mire por un momento como si le hubiera salido otra cabeza, estoy


segura que ella sabía que nuestro matrimonio no era más que algo
arreglado convenientemente.

-Gael y yo sabes que con tanta preocupación encima no siquiera han


pensado en su luna de miel.

-Pero nosotros nos encargamos de arreglar todo.

Gale me extendió una bolsa en donde había un juego de llaves y un


moneda de letras y apariencia extraña.

-Es su traslador, nos costó un poco conseguirlo pero eso les abrirá
camino hacia nuevos mundos- dijo mientras se ponia de pie Ann. De
los ella era la más irreverente, Gael siempre daba la impresión de ser
sobrió y muy tranquilo.
-La moneda es un yen, y está programado para dejarlos en la entrada
de la villa Tsukuyomi, le pertenece a una amiga de la escuela, toda
está resuelto para que estén allá una semana una vez que quieran
volver ya sea pasada la semana o antes solo deben tomar la moneda
y decir casa y los traerá devuelta a Malfoy Manor.

Todos en la sala estaban tranquilos, era obvio que ya sabían de los


planes. Merlin  sabía que otras cosas había confabulado todos ellos
juntos.

-Bueno tomaremos ese viaje, pero cuando regresemos quiero que nos
enfoquemos en lo importante.

Ann y Gael levantaron la mano en un saludo militar.

-Como el jefe ordene.

-Que sepas que esto es importante Harry, no hay nada más


importante que tú felicidad.

Fueron las últimas palabras de Gael, tome el traslador y lo guardé en


mi bolsillo.

Luego de eso escuchamos un poco de charla banal sobre cómo iba el


ministerio por parte de Lucius y planes que estaba armando con
Sirius.

Riddle estuvo callado durante toda la conversación solo escuchando y


de vez en cuando cuando creía que nadie se daba cuenta nos miraba
a Severus y a mi. Luego habría tiempo para explicar más cosas por
ahora Ann y Gael debían volver a la Madriguera y los demás debían
retirarse a sus casas. Severus pensó que no sería bueno que nos
quedaríamos en su casa en Spinners End así que provicionalmente
nos quedamos en Malfoy Manor. Sirius y Remus  estaban en
Grimmauld Place.
Ann y Gael me abrazaron antes de irse, Gael le tendió la mano a
Severus mié tras que Ann lo abrazó como a mi para darle la
bienvenida a la familia.

Por primera vez sentía que realmente tenía una familia, mía, personas
en las que realmente podía confiar y ser yo mismo son sentir sus

espectativas aplastandome.

^Pov's Harry^11

Severus y yo despertamos temprano al otro día para poder tomar el


traslador rumbo al hermoso lugar que seguramente mis hermanos y
familia habían preparado para nosotros, toda una semana lejos de
toda está situación de locos. Todo ha pasado tan rápido y tan de
repente que casi no puedo creerlo. Las personas en las que tanto
había confiado no eran más que viles ratas detrás de mi dinero y mi
estúpida fama, pero ahora eso era algo que no me afligía porque tenía
a muchas personas me querían y me apoyaban, y ahora estaba rumbo
a una maravillosa luna de miel.

Severus tomo nuestras cosas y las redujo, luego las guardo en un


bolsillo de su túnica y finalmente tomamos el traslador.

La sensación de haber dejado todos mis órganos en el suelo de la


mansión fue horrible, jamás conseguiría acostumbrarme a esa
sensación.

-Ven Harry tomemos un momento para que te recuperes- Severus


tomo mi mano y me guió hasta una piedra para sentarme.

De entre sus túnicas saco una pequeña caja que volvió a su tamaño y
saco una poción, luego las descorcho y me la tendió.

-Las ventajas de tener a un maestro de pociones como esposo- le dije


antes de beber la poción.
Esperamos unos momentos más antes de haberme recompuesto por
completo. Una vez sucedido pude ver a mi alrededor y quedé
maravillado de lo hermoso que lucía el lugar. Alrededor había mucha
naturaleza, habían muchos árboles, arbustos y algunas flores
silvestres, Alfonso se veía la hermosa vista de de las montañas, el
cielo azul y el sonido de un riachuelo que estaba cerca.2

Respiré profundamente el aire a mi alrededor y simplemente pensé en


que esa era la primera vez en mi vida que podía estar en un lugar solo
para admirarlo y disfrutar de un poco de calma bien merecida después
de tantos años.

-Es un lugar hermoso- dije en voz alta.

-Lo es, estás mejor?- me respondió Severus.

-Asi es ya estoy mejor, solo los transportes mágicos no son para mi.

Dando una última mirada a mi alrededor emprendimos el camino hacia


la villa. Delante de nosotros se abría un hermoso camino hecho de
piedra blanca, había a los lados unos hermosos árboles que formaban
un arco por todo el camino y al final había una puerta redonda de
madera, los muros que rodeaban la villa lucían recién pintados pero se
veías antiguos. Justo cuando íbamos llegando a la puerta está se
abrió y por ella salió un chica de cabello lacio, negro y sujetado en una
cebolla alta. Llevaba un vestido de esos que había visto en la
televisión en casa de los Dursley en algunas películas.

La chica hizo una inclinación.

-Bienvenidos a la villa Tsukuyomi, mi nombre es Sakurako y estoy a


sus servicios.

Severus como siempre confiado en su piel donde fuera que se


encontrará, dio un paso delante de mí y le respondió a la chica.
-Muchas gracias, mi nombre es Severus Snape y este es mi joven
esposo Harry Snape.

Sonreí como un niño al que le dan un dulce y miré a la chica, que nos
miraba con curiosidad, su mirada era muy penetrante.

-Un placer, por favor díganme por aquí, la señorita Ann ya nos ha
explicado todo.

Ella nos guío al interior de la villa y el jardín que se apreciaba adentro


era hermoso flores de todos los colores, árboles de frutas y flores,
hacia el lado izquierdo había una fuente de una hermosa mujer que
llevaba un traje amplio y como cosas escritas por todo el traje, estaba
amarrado a la cintura con un cordón plateado y llevaba un peinado
alto con el cabello todo recogido en la parte superior de la cabeza y
alrededor de ella había una especie de velo que daba diferentes
tonalidades con la luz del sol. Se podían apreciar varios peces de
colores.

Sakurako al ver dónde estaba mirando me sonrió.

-Esa es la estatua de la sacerdotisa Umi*  quien fue quien bendijo todo


el lugar al rededor del templo, por eso es una zona principalmente
mágica. Si toman el camino por el que aparecieron eventualmente
llegarán al santuario para Tsukuyomi no Mikoto que era el lugar donde
residía la sacerdotisa Umi.

Vi a Severus asentir a la Sakurako y yo simplemente mire por última


vez la estatua de la sacerdotisa. Seguimos caminando hasta llegar a
la puerta, se nos explico dónde quedan la cocina,el baño, la sala y
nuestra habitación.

Sakurako se fue un poco después para dejarnos instalar y


desempacar. También nos dijo que podríamos recorrer la villa a gusto
sin ningún incoveniente. Y finalmente nos dejó una pequeña
campanita dorada que debíamos sonar en caso de necesitarla.

^Pov's Narradora^

Severus y Harry desempacaron y finalmente decidieron que antes de


cualquier cosa querían dar una vuelta por el lugar donde se quedarían
la siguiente semana y quizás conocer un poco de Kyoto. Caminaron
un poco viendo la hermosa casa principal que era donde  ellos se
alojarían la madera de la que estaba hecha era de un castaño claro
lustroso y los paneles que hacían de paredes y puertas tenían
hermosos dibujos que parecían relatar historias.

Las habitaciones eran hermosas y se veían bien cuidadas y


elegantemente decoradas. Harry arrastró a Severus al jardín de la
parte de atrás donde se encontraba la zona donde se alojaban
quienes cuidaban de la villa.

Sakurako estaba sentada junto a un chico de cabello negro y ojos


bicolores, charlando mientras deshojaban lo que parecían ser
lechugas.

Sakurako levantó la mano y los saludo,ambos caminaron hacia ellos.

-Señores, hay algo que necesiten?

-No, para nada, solo estábamos caminando alrededor- respondió con


una sonrisa Harry.

-Okay, permítanme presentarles a mi prometido, Akihiko.3

El chico dio una reverencia y una leve sonrisa. Ambos se despidieron


de la pareja y siguieron caminando por el lugar, el jardín de la parte de
atrás era tan hermoso como el de adelante, solo que en lugar de todas
las flores y árboles, había un huerto enorme con todo tipo de plantas,
desde vegetales hasta plantas médico y otras tantas para pociones.
Mientras Severus se acercó a mirar de cerca las plantas de pociones
que se apreciaba Harry decidió volver al jardín delantero, camino
hasta llegar a la fuente de la mañana, donde se sentó en una banca
cerca de la fuente que alrededor tenía una gran cantidad de flores de
lavanda y camomila que le daban un toque relajante al ambiente.

^Pov's Harry^

El primer día de su estadía paso entre comidas y delicioso té mientras


estaban sentados en la entrada de la casa principal. El lugar era tan
tranquilo y tan silencioso que simplemente sintió ganas de quedarse
allí para siempre, seguramente sí traía a todos a quiénes consideraba
familia aquí Dumbledore jamás lograría encontrarlos. Y nuevamente
los pensamientos empezaron a golpear su cabeza, hasta hace unas
cuantas semanas él creía tener una familia y amigos que lo querían y
de repente todo dio un giro de inesperado y ahora estaba siendo
acompañado de las personas que alguna vez llamó enemigos.

-Un knut por tus pensamientos- escucho Harry decir a su lado.

Severus estaba junto a él en la mesa de té, con un libro en la mano y


su taza a un lado, mirándolo de medio lado.

Harry sonrió ampliamente, a pesar de todo poder estar junto a


Severus era lo mejor que había podido obtener de toda la situación.

-Pensaba en lo tranquilo y pacífico que era el lugar. También en como


me encantaría poder simplemente quedarme aquí.

-Entiendo lo que quieres decir Harry, el lugar es simplemente hermoso


y sería maravilloso poder evadir todo lo que se nos está viniendo
encima y permanecer aquí. Pero evadir los problemas no hacen que
desaparezcan Harry simplemente los pospone, mejor enfrentamos
esto ahora y luego veremos qué hacer.
Harry le sonrió ampliamente, Severus tenía razón era mejor tomar al
toro por los cuernos ahora.

-He estado investigando un poco sobre la cultura japonesa y el lugar


en general, quería saber si te gustaría acompañarme mañana a un
pequeño viaje?

-Me encantaría Harry, la verdad es que también tengo mucha


curiosidad por el país. Jamás había saludo de Inglaterra y este viaje
nos permite conocer y estar lejos de la cabra.

Harry rio de manera suelta y asintió para darle la razón a Severus.

-Quizás una casa cerca de aquí no estaría mal para escapar de vez en
cuando.

Severus le sonrió un poco.

-Bueno que has pensado que te gustaría hacer mañana.

-Quiero conocer Kyoto, he leído un poco sobre el lugar y parece ser


que el mundo mágico y el mundo muggle se encuentran bastante
Unidos aquí.

Severus abrió los ojos sorprendido, después de la vida que él había


llevado al lado de su horrible padre y la misma suerte que había tenido
su esposo simplemente pe dar en muggles amigables con magos era
extraño, pero a final de cuentas era otro país quizás hay era donde
radicaba la diferencia.

-Bueno eso suena bastante interesante.

Harry y Severus se enfrascaron en una charla sobre lo que podrían


encontrar y todos los regalos que Harry planeaba llevar a casa para
sus hermanos, para los Malfoy, para Sirius y Remus e incluso para el
señor oscuro.
Severus no se vio sorprendido ante la emoción de Harry a medida que
se permitía conocer a su joven esposo sin el velo del odio por Potter ni
por el cariño fantasma que sentía hacía Lily había sido capaz de
aprender a valorar al chico por lo que él mismo era. Había descubierto
que Harry era maravilloso por sí mismo y que aquellas similitudes
entre sus padres quizás no eran tantas, apesar de sus ojos verdes, los
suyos no eran como los de Evans, eran brillantes y expresivos, era tan
fácil leer las emociones que esos ojos transmitían y luego estaba su
intelecto, a pesar de que siempre se cegó a si mismo pensando en
que Harry era irresponsable y disfrutaba de la atención como en el
pasado su padre haría. No, Harry no era así, el era mucho más listo y
reflexivo solo llevado a todas esas situaciones en las que su vida
peligraba por el maldito de Albus muchos nombres inservibles
Dumbledore, y a pesar de que en cada una solo era un niño logro salir
de casa una virtualmente indemne o con el mínimo de daños. Y
Severus se descubrió a si mismo queriendo saber más sobre él, que
era lo que le apasionaba, que tipo de cosos le gustaban, incluso sus
sueños para el futuro.

-Un knut por tus pensamientos- le dijo Harry divertido sacándolo de


sus pensamientos.

-Muy gracioso, pero pensaba en.... Ti

Harry abrió los ojos como pez y luego un tenue rubor apareció en su
rostro

-Pensaba en la marivollasa persona que eres, y en como en estos tres


años jamás me di cuenta de eso. Eres un buen chico Harry y no
porque seas hijos de tus padres, o porque seas el niño que vivió, eres
maravilloso solo por ser tú.2

Y Harry simplemente sintió como su corazón se detenía y volvía a latir


más fuerte.
Todo su mundo dejó de girar solo para cambiar la dirección y su eje.
Harry desde siempre había deseado alguien que lo apreciará por ser
él. Desde Dumbledore hasta sus supuestos amigos lo adoraban por
ser hijo de sus padres, el mundo entero le recordaba siempre que era
idéntico a sus padres, incluso la espantosa tía Petunia lo habia
detestado por ser hijo de su madre.

Severus, nuevamente Severus se convertía en una excepción, no lo


había tratado con lastima o deferencia porque era y ahora se convertía
en la primera persona en verlo por quien era. Sin poder evitarlo
pequeñas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.

Severus por un momento se sintió asustado creyendo haber dicho


algo malo, hasta que Harry habló.

-Gracias Severus, realmente eres la primera persona en apreciarme,


no por mis padres, no por lo que puedan conseguir de mi fama y
tampoco por lo que esperan de mi, gracias por verme como soy.

Y por puro impulso Severus se acercó a Harry y lo abrazo torpemente


como solo aquellos que no estaban habituados al contacto lo harían, y
lo abrazo no como un amante lo haría, sino como un amigo leal que
entendía y compre día el dolor del otro. Y así estuvieron durante un
tiempo hasta el té se enfrió y la noche comenzó a caer lentamente,
pero a ambos no podría importarles menos pues con ese simple gesto
habían abierto su corazón a la esperanza del amor.

^Pov's Narradora^

Harry y Severus despertaron temprano el día siguiente para poder


tener el tiempo suficiente de hacer todo lo que Harry deseaba.
Pidieron indicaciones a Sakurako de cómo llegar a su destino y sin
más después de un delicioso desayuno partieron, lo primero era
conocer los alrededores de la villa y luego conocerían el lugar en
donde estaba ubicada. Alrededor todo era muy colorido los arboles,
hermosas flores de diferentes colores y en cada respiración que daba
podía sentir la tranquilidad inundando, su cuerpo. Al salir de la villa la
entrada se conectaba con un hermoso camino empedrado de
hermosas piedras lisas de color perla, a los lados del sendero habían
pequeños arbustos de un lindo verde oscuro y hermosas flores,
Severus y Harry siguieron el sendero caminando por alrededor de una
hora hasta que visualizaron un pequeño santuario que lucia bastante
antiguo frente a unas escaleras blancas, al final de las escaleras había
un pequeño pedestal frente a las puertas abiertas del santuario donde
se podía apreciar un dibujo que parecía de acuarela sobre un lienzo
donde se podía apreciar lo que era un deidad.

Harry se acerco un poco para poder mirar mas de cerca y junto al


pequeño santuario había una joven de largos cabellos color chocolate
ataviada en un hermoso Yukata de color verde con flores en tonos
rojos y rosas, estaba inclinada aun lado del santuario arreglando
algunas flores alrededor.

La chica se giro cuando se dio cuenta de que había alguien tras ella,
les dio una leve inclinación de cabeza y Harry con su siempre amable
presencia dio un paso al frente y la saludo ligeramente levantando la
mano. Severus un par de pasos tras él estaba leyendo una inscripción
en ingles que había cerca al pedestal. Hablaba sobre la historia del
santuario y acerca del Dios al que se le rendía culto en el lugar. 

Severus y Harry siguieron caminando un poco mas hasta llegar al


pequeño pueblo que se divisaba en el lugar, pequeñas casas y locales
de apariencia antigua se alzaban, junto a personas caminando por el
lugar, comprando y vendiendo algún producto, a pesar de todo el
alboroto alrededor aun podía respirarse la paz del lugar. Siguieron
caminando siguiendo las instrucciones que Sakurako les había dado
previamente llegaron a un pequeño restaurante llamado Midori,
Sakurako les había dado instrucciones precisas de a donde debían
llegar y por quien preguntar. Midoriko era un bruja mitad criatura que
tenía un restaurante en el centro del pueblo, en el día atendía a
muggles y magos mientras en las noches las historias aseguraban que
atendía espíritus, criaturas y monstruos.  El lugar quedaba entre una
tienda de dulces y una tienda de té, tenía un letrero en el quinto piso
de color crema con letras negras, la fachada del lugar se veía recién
pintada y era de color rojo sangre con dorado, frente al lugar habían
unas escaleras de mármol negras decoradas con faroles y al finalizar
había un arco de madera rojo con negro.

Harry y Severus avanzaron hasta llegar a la entrada que estaba


abierta, los recibió una chica vestida muy formalmente, quien los
saludo con una leve inclinación de cabeza.

-Bienvenidos a Midori.  

-Hola, muchas gracias- respondió Harry imitando la reverencia de la


hostess

-Ustedes deben ser los invitados de la villa Tsukuyomi, Sakurako nos


contacto para brindarles ayuda en su viaje- Dijo la chica mientras
avanzaba entre mesas hasta llegar a las escaleras.

-Suban hasta el quinto piso, el pasillo a mano derecha hasta el fondo y


toquen tres veces en la enorme puerta doble color negra con
arabescos plateados.

Tanto Harry como Severus le dieron las gracias y siguieron las


instrucciones, el lugar lucia por dentro mas grande de lo que se veía,
seguramente por algún hechizo de expansión. Al llegar a la enorme
puerta tocaron y una voz suave y armoniosa les hablo desde
adentro,las puertas lentamente se abrieron y dieron paso a una
enorme oficina con un juego de sofás de color verde esmeralda y una
pequeña mesa de té junto a  un escritorio donde había una chica de
cabello plateado sentada frente a una computadora. Levanto su
cabeza y se acerco a saludarlos,  ella estaba vestida con un hermoso
kimono negro con un dragón rojo que parecía estar posado sobre su
hombro y su cuerpo la rodeaba hasta llegar a la cola sobre una de sus
piernas.

-Buenos días ustedes deben ser Harry y Severus, mi nombre es


Midoriko y soy la Dai Saishi del pueblo

-Un placer conocerla señorita Midoriko- respondió Harry por los dos 

-Bien, por favor sigan y tomen asiento, un poco de té?

Les ofreció mientras ella tomaba asiento en el sofá individual frente al


de dos plazas, tomo de una pequeña caja de madera una cucharada
del té y los metió en una pequeña bola de metal similar a un colador
pero con los poros mas pequeños y una cadena, hizo los mismo dos
veces más y finalmente metió cada bola infusora dentro de cada tasa,
tomo la tetera con agua caliente y vertió lentamente en cada tasa ,
pasados unos momentos retiro las bolas infusoras del té y les ofreció
un cuenco con azúcar o una pequeña jarra con miel.

-Bueno lo primero que deben saber es que Komorebi es un pequeño


pueblo ubicado que esta ubicado en la región de Kansai y en la
prefectura de Kyoto, estamos ubicados al sur de ciudad de Kyoto, es
un pueblo en donde habitan tanto no magos, como magos y algunos
visitantes de otros lugares. Así que traten de no molestar a nadie.

Ambos asintieron mientras que Harry pensaba una y otra vez en el


asunto de visitantes de otros lugares. Finalmente fue Severus quien
preguntó.

-¿Qué quieres decir con visitantes de otros lugares?


Midoriko sonrió de lado y tomo un sorbo de su té para luego dejarlo
sobre la mesa, Harry la imitó y quedó fascinado por el sabor
ligeramente terroso del té pero a pesar de ello tenía un aroma muy
delicado y un sabor secundario cítrico, Harry luego de pasar tanto
tiempo en la cocina de los Dursley aprendió mucho sobre no solo la
comida sino también sobre como degustar de manera adecuada un
buen té. Harry que se había concentrado tanto en el té volvió su
atención a Severus y Midoriko quienes estaban hablan sobre "los
visitantes de otros lugares" .

-Bueno no se como funcione realmente en otros países pero en Japón


estamos muy en conexión con el mundo espiritual. Al cual llamamos el
mundo oculto porque solo aquellos con una gran carga de poder
espiritual o magia podemos verlo. Entonces este lugar suele ser de
paso para visitantes del Mundo Oculto. Cuando terminemos aquí
podemos ir a la playa que es por donde suelen llegar.

-Eso sería bastante bueno, ahora entiendo porque tu hermana nos


envió a este lugar, es simplemente fascinante.

Harry asintió a lo dicho por Severus y decidió hacer su propia


pregunta.

-El té esta delicioso quisiera saber de que es.

-Es mi mezcla personal de té, es una mezcla entre té verde Kokeicha


y té verde Kukicha. Si quieres puedo darte algo antes de que se
vallan. Y quizás  pueda enseñarte a hacer la ceremonia del té.+

-Eso seria muy amable de tu parte, gracias- respondió Harry con un


sonrisa.

CONTINUARA…

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