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Draco Malfoy y el castillo de Nurmengard

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Rating: Explicit
Archive Warning: Creator Chose Not To Use Archive Warnings, Graphic Depictions Of
Violence, Major Character Death
Category: F/F, F/M, M/M
Fandom: Harry Potter - J. K. Rowling
Relationship: Draco Malfoy/Harry Potter, Hermione Granger/Ron Weasley, Terry
Boot/Michael Corner, Lucius Malfoy/Narcissa Black Malfoy, Andromeda
Black Tonks/Ted Tonks, Sirius Black/Remus Lupin, Nymphadora
Tonks/Original Female Character(s)
Character: Draco Malfoy, Padma Patil, Luna Lovegood, Terry Boot, Michael
Corner, Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasley, Blaise Zabini,
Pansy Parkinson, Narcissa Black Malfoy, Theodore Nott, Sirius Black,
Remus Lupin, Albus Dumbledore, Charlie Weasley, Rubeus Hagrid,
Megumi Fujiwara, Neville Longbottom, Ginny Weasley, Fleur Delacour,
Cedric Diggory, Orion Blake, Gellert Grindelwald, Salazar Slytherin
Additional Tags: Alternate Universe - Canon Divergence, Character Death, Past
Character Death, Isekai, Hogwarts Sixth Year, POV Draco Malfoy,
Ravenclaw Draco Malfoy, Draco Malfoy is Obsessed with Harry Potter,
Ravenclaw Pride, Ravenclaw anual games, Mpreg, References to
Depression, Family Drama, Harry Potter Loves Draco Malfoy, Draco
loves dragons, Orion Blake mistery, Dragons, First Time, Gay Sex, Sad
with a Happy Ending, Original Spells and Potions (Harry Potter), Draco
Malfoy Needs a Hug, Everybody need therapy, Magically Powerful
Draco Malfoy, Mythical Beings & Creatures, Hogwarts Houses, Post-
Traumatic Stress Disorder - PTSD, Morally Grey Draco Malfoy,
Wendigo, Eventual Happy Ending, Original Character(s), Protective
Harry Potter, Draco Malfoy is a Little Shit, Curses, Angst and Drama,
Fear of Death, Friendship, Werewolf Culture, Alpha/Beta/Omega
Dynamics, Established Draco Malfoy/Harry Potter, Mirror of Erised
(Harry Potter), Animagus Terry Boot
Language: Español
Series: Part 6 of Saga de Draco Malfoy y el misterio de Orion Blake
Stats: Published: 2023-10-27 Updated: 2023-11-10 Words: 28,716 Chapters:
3/22

Draco Malfoy y el castillo de Nurmengard


by Luka_sama

Summary

Draco ha elegido sobrevivir a su quinto año y ahora tiene que vivir con las consecuencias
de sus acciones, sus amigos están destrozados, pero él prometió protegerlos y ahora que se
acerca la guerra es necesario que estén más unidos que nunca.

Hay muchos misterios que se han resueltos, pero otros que necesitan respuesta, como lo que
se encuentra oculto en el castillo de Nurmengard y que, con suerte, revele aun más de lo
que ya saben sobre Orion Blake para la guerra que se avecina.

Notes

Harry Potter No me pertenece.

Bueno que locura ha sido el libro anterior, llore escribiendo los últimos capítulos y todo ha
sido una locura, pero hemos avanzado gran parte de la historia y ahora nos vamos adentrar
al sexto año de nuestros protagonistas.

Muchas cosas han cambiado, pero este es el sexto libro de la saga, así que recomiendo leer
sus anteriores precuelas para entender que ha pasado. En resumen, Orion Blake una persona
del mundo normal, muere y rencarna como Draco Malfoy; todo ha ido en una montaña rusa
desde entonces, pero de alguna forma Harry Potter sigue obsesionado con Draco.

Gracias por todos sus comentarios, por apoyarme hasta aquí, por seguir teniendo fe en esta
historia y por cada momento que hemos compartido juntos.

Iniciamos este sexto año lleno de muchas situaciones que espero puedan disfrutar y algunas
que seguirán doliendo.

Aquí vamos.

See the end of the work for more notes


Capítulo 1: El inicio de un fin

Draco Malfoy y el castillo de Nurmengard

Capítulo 1: El inicio de un fin.

Un hombre joven de cabellera rubia y ojos azules caminaba por su despacho, mirando la gran
cantidad de libros que había logrado recuperar en los años, cada uno de ellos conteniendo secretos
que en su mayoría no podría descifrar; toda la información siempre estuvo codificada y las pocas
que lograba poder traducir, rápidamente cambiaban a otro idioma como si algo se estuviera
burlando de él.

No se enojó.

Fue interesante.

Había esperado eso una vez que los recuerdos comenzaron a regresar, esta información claramente
quiere ocultarse de él, aunque ya sabía la mayoría.

Un viaje interesante que descubrir que faltaba entre esta, así que, durante años como muchos otros
de sus estudios, comenzó a trabajar en estos diligentemente; un juego para la mente y con los años,
cierta información parecía llegar a la luz, como si siempre estuviera ahí.

“Mi querida amada, espero el día que nos volvamos a encontrar dentro de este basto universo de
posibilidades.

Porque un amor el nuestro, está destinado a encontrarse en esta vida o después de la muerte”.

Era algo patético.

El amor.

Había odiado esa frase antes, ese idiota fue un blandengue.

¿Acaso no lo fue él también?

Luego de mucha investigación, años de trabajo, lo único que logro obtener sobre Orion Blake era
información deplorable de un hombre enamorado que lo deja todo por amor. Algo que sin mucho
esfuerzo pudo haber dicho por su cuenta.

Aburrido.

Aunque su vida, un poco interesante y sus inventos hablan por sí mismo, siempre le encanto saber
sobre Orion, pero esta información era un poco más de la que pudo encontrar antes.

Orion Blake, hijo de una bruja Peverell, que tuvo tres hijos, posiblemente los hermanos de la
fábula, aunque Orion no era uno de los tres grandes; era un hijo bastardo. Se rumorea que era de
una criatura mágica, aunque en esa época sin duda podría haber sido considerado blasfemia su
mera existencia. Hay registros, los tiene todos, sobre su vida y como se convirtió en un domador
de dragones como ningún otro, un alquimista, creador del mismo espejo de Oesed y el velo de la
muerte.

Tantos años existiendo, pero sin ser reconocido, un nombre maldito.

Le agradaba.

Inspiro muchos hechizos en los suyos, aunque jamás pudo replicarlos como el original,
aparentemente algunos atados a magia de sangre; solamente aquellos con su sangre podrían
usarlos. Parece que el hombre había viajado por muchas partes del mundo, algunos lo conocieron
como un salvador, otros simplemente lo vieron como una aberración, un mago oscuro que creo la
lagrima de la sirena.

Interesante.

Quiere saber más de él, recopilo toda su información en su hogar, pero aun así, nunca encontró más
que vagos destellos de lo que fue el hombre.

Sabe que es importante, cuando los recuerdos llegaron, solamente quiso más y más.

Si tan solo pudiera obtener un poco más.

Su varita.

La varita que se compara a la varita de Sauco de su medio hermano.

Orion era sin duda, un enigma, y él ama descubrir los enigmas.

Toma uno de los libros que habla sobre Orion para leerlo nuevamente, ha cambiado a otro idioma,
pero disfruta del reto como un niño que encuentra un nuevo juguete; hoy descubriría otra
información más sobre Blake, porque tenían mucho en común y no estaría saciado hasta
descifrarlo.

Siempre era él.

Siempre fue él.

No podría ser nadie más.

Narcisa es una mujer que recuerda mucho su infancia, la dureza de su padre, la competitividad de
su familia, su concepto de perfección; su madre la crio duramente para que fuera un orgullo para la
familia, para no cometer los errores de su hermana mayor, para no tener el descaro de su otra
hermana. Le enseño como ser una perfecta esposa, como tendría que ser en la sociedad y Narcisa
acepto sus enseñanzas, porque la familia lo era todo y quería que estuvieran orgullosos de ella.
Aunque su madre no podría entender, no era una Black, no podría entender; Druella era una
Rosier.

Ser un Black es diferente.


Cygnus su padre les advirtió a los 15 años que tuviera cuidado, que ser un Black es mucho más que
ser una familia de sangre pura, que hay un peso en la sangre que todos tienen que cargas; Narcisa
no lo entendió, no hasta que conoció a Lucius.

Algo dentro de ella fue como si quemara por dentro.

El chico que le había mirado con curiosidad hace tanto tiempo, ese que hizo que algo dentro de ella
siempre fuera un poco diferente, que le hiciera tener dudas de la tradición y lo que le habían
enseñado toda la vida. Narcisa no puede entender que sucede dentro de ella, pero como le advierte
su padre, hay cosas que simplemente son inevitables.

Solo que no sigue su consejo.

No lucha contra eso, simplemente se deja llevar, porque Lucius Malfoy de alguna forma, es la
gema más brillante ante sus ojos.

Y ella es codiciosa, como un dragón.

Draco Malfoy nace luego de muchos intentos, de una lucha que parece interminable y después de
mucho dolor en su vida. Es pequeño, muy pequeño, pero sus ojos grises siempre parecen ver con
curiosidad el mundo; es un bebé bastante tranquilo y apenas puede ponerse sobre sus pies, hay que
detenerlo para que no corra por todos lados. Aprende hablar con mucha facilidad, mucho más que
otros bebés, Lucius siempre se siente orgulloso al respecto y Narcisa también lo hace.

Su primera palabra es mamá.

Narcisa piensa que es el tesoro más grande que puede guardar en su corazón, el pequeño niño
extendiendo sus brazos regordetes para que lo abrace.

Lucius es su pareja, aquella destinada que siempre fue para ella.

Pero Narcisa elige amar a Draco, con todo el amor que una madre puede darle, porque es algo suyo
y no importa el destino o la sangre.

Es suyo.

Y nadie se lo iba a quitar.

—Es diferente—anuncia Lucius con el rostro serio, Narcisa detiene su mirada en su hijo antes de
regresarla a su esposo.

Lo ama.

Ama a Lucius, algo dentro de ella lo ama con todas sus fuerzas y siempre parece feliz solamente
con verlo. Ignorando su pasado, ignorando sus malas decisiones, Narcisa solo puede ver al chico
que había estado avergonzado de cortejarla y al hombre que se lamentó las decisiones que tomo
durante la última guerra.
Pero no hay marcha atrás.

No con la marca en su brazo.

El mismo hombre que le ha dado poemas, que le ha dicho que es el ser humano más hermoso que
conoce y que sin duda la ama casi con su misma intensidad.

No la misma.

Porque no es un Black, Lucius no podría amarla jamás, como los Black están malditos en amar a
otros.

—Es mi hijo—señala Narcisa y Lucius le da una mirada poco impresionada como si preguntara:
“¿Nuestro?”, pero Narcisa solamente ve a Draco por el jardín.

Tiene 3 años, pero es bastante ágil para caminar, casi no tropieza y no suele llorar mucho, es algo
que le inquieta un poco al recordar a otros niños ser más inquietos; la mayoría de familias de
sangre pura son estrictos con la educación y crianza de niños, pero Narcisa había puesto un pie con
seriedad frente a Lucius diciendo que no lastimarían a su hijo.

Curiosamente este tampoco parecería interesado en seguir esas viejas tradiciones.

Ambos eran el resultado de sobrevivir a ellas.

—Me gusta pensar que es “nuestro” hijo, participe en su concepción por si no recuerdas—dice
Lucius luego de un suspiro algo dramático de su parte, que hace a Narcisa sonreír.

Porque este es el Lucius del que se enamoró, de aquel que, a pesar de mantener un rostro serio y
pétreo ante el mundo, tiene esa libertad con ella para demostrar cuanto la ama; cuando confía en
ella para poder ser su persona lejos de los demás. Lucius quien es ingenioso a la hora de hablar, no
solamente para los negocios, sino también para chistes que nadie más que Narcisa escucha, porque
es la única persona en la cual su esposo confía.

Secretos.

Susurros.

Hipogrifos.

Sueños.

Realidad.

Han avanzado mucho en esta vida, pero no parece ser suficiente nunca, siempre hay algo que
podría estar adelante, algo que podría arruinar su felicidad y Narcisa a veces le gusta fingir que no
existen esos momentos. Aún recuerda a Pandora, la profecía, Regulus muerto, Evan también
muerto por sus elecciones no tan diferentes a su esposo.

Narcisa es afortunada.

—¿Debería recordarlo? —pregunta Narcisa apartando los malos recuerdos de su vida, Lucius le da
una mirada de pocos amigos que ella responde con una sonrisa suave.

—¡Mami mira! —chilla Draco apareciendo de la nada, provocando ambos adultos saltar un poco
cuando este levanta las manos llenas de tierra que tienen una lagartija—La quiero llamar Tobías—
añade con una sonrisa tan inocente que Narcisa tiene que reprimir la mueca de asco al ver la
lagartija que parece tranquila en las manos de su hijo.

Si.

Esto no es lo lindo de ser madre.

No entiende porque, pero Draco es un amante de toda criatura viva, para bien o para mal, porque
esa lagartija le hace querer retorcerse del asco; solo los años de crianza de sangre pura y en la
sociedad provocan que su rostro se mantenga neutro.

—No puedes tener una lagartija mascota Draco—dice Lucius con infinita paciencia, a lo cual
Draco hace un puchero que le recuerda mucho a Lucius.

—¿Por qué no? —

La etapa del “¿Por qué?” es una etapa de Draco no usa mucho, en general no pregunta tanto como
otros niños y siempre parece asimilar bien el funcionamiento de algunas cosas; aunque cuando se
trata de magia o criaturas vivas, siempre parece usar esa mítica pregunta hasta el cansancio.

—Tu madre te explicara—Narcisa voltea a ver a Lucius con infinita traición, pero este tiene el
descaro de sonreírle levemente—después de todo es tu hijo—bromea al final antes de dar media
vuelta para irse.

Traidor.

Lo ama.

Es inteligente para salirse de problemas.

Pero esa traición le costara caro esta noche.

Narcisa voltea a ver a Draco, que está haciendo pucheros y ojos de cachorro, que usualmente lo
dejan salirse con la suya; lo piensa un momento, antes de ver bien a la lagartija y decidirse que eso
no va entrar a su casa, no importa que Draco la quiera o no.

Draco a veces parece no ser un niño, Narcisa que cuida al niño con ojos de águila puede notar que
a veces tiene comportamientos poco atípicos para los niños de su edad, incluso para niños criados
entre la elite Draco es muy diferente. El niño si bien juega a veces como uno, la forma en cómo se
sienta para leer libros o como tiene altos modales en la mesa sin ser totalmente educado, es algo
que le impresiona; Lucius está orgulloso de su hijo, siempre presentándolo ante otros como si fuera
alguien superdotado, como si fuera un prodigio y tal vez lo fuera. Su instinto le dice que es algo
más, algo dentro de su hijo, tal vez relacionado a la profecía o tal vez relacionado a otros factores;
pero hay algo diferente que hace a su hijo especial.

Y le preocupa.

Narcisa ama a su hijo, pero sabe que ser diferente, ser especial puede traer sus consecuencias.

Sirius.

Regulus.
Andrómeda.

Personas excepcionales, que por ser diferentes perdieron todo lo que tenían en su momento y no
quiere eso para su hijo. Su hijo quien tiene el potencial de obtenerlo todo al alcance de su mano,
poder, fama, prestigio; es el heredero de la familia Malfoy y probablemente último en la familia
Black, estaba destinado para las cosas grandes.

Su forma de ser podría llevarlo lejos, o alejarlo del camino que por derecho era suyo.

La profecía, hablaba de una elección y Narcisa solo quiere el bien para Draco.

Aunque una pregunta la hace un día replantearse todo.

—¿Me amarías si no fuéramos ricos o sangre pura? —tiene solamente 5 años, si bien se ha reunido
con hijos de los amigos de Lucius, hijos de sangre pura, se sorprende que pudiera hacer una
pregunta como esa.

En medio de su habitación, mientras Narcisa termina de leerle su libro favorito de Dragones, con
una extraña sensación de pesadez.

Su mano tiembla, pero Draco está viendo el techo sin notarlo.

Sin notar su desliz.

—¿Podrías repetir tu pregunta? —espera que fuera un error, que sus oídos escucharan mal, pero
Draco solamente sigue viendo el techo.

—Amo a mamá, amo a mi papá, pero me pregunto si nuestra vida fuera diferente, si aún me
amarías—el niño voltea a verle con esos grandes ojos grises, que parecen ocultar el motivo detrás
de una pregunta tan cargada a pesar de su tierna edad.

Pero eso la vuelve atrás en el tiempo, en una época donde era joven, preguntándose muchas veces
sobre si sus padres la amarían si fuera diferente; si fuera como Andrómeda, porque sus padres la
desterraron. Fue doloroso convencerse de que su familia solamente la amaría si fuera perfecta, si
fuera la niña que criaron para conquistar el mundo de la alta sociedad.

Solo la amarían si fuera lo que ellos crearon.

Si fuera alguien diferente como Andrómeda, la despreciarían sin dudarlo.

Así que Narcisa siguió siendo perfecta, siempre pensó que estaba bien, amaba esta vida, amaba a
su esposo y ahora a su hijo.

Aunque…si algo fuera diferente…

Miro a su hijo que esperaba la respuesta, pero solamente ver sus grandes ojos grises le hizo
suspirar antes de acariciar su mejilla. Era adorable como siempre ese movimiento parecía
derretirlo, acercarse más a ese calor y parecer anhelarlo cada vez más.

Un niño de mamá, había dicho Lucius divertido una noche, a pesar que este había gastado una
pequeña fortuna en un dragón de cristal solamente para que ese año Draco disfrutara más su regalo
que el de Narcisa; el hombre había estado presumiendo por días.

—No importa como fuera nuestra vida pequeño Dragón, no importa que elecciones tomes, siempre
voy amarte porque eres mío, mi pequeño tesoro—entonces al decir esas palabras, que dentro del
corazón de Narcisa son su verdad absoluta.

Su hijo le daría la sonrisa más grande de todas y nunca olvidaría esa imagen.

Narcisa abre los ojos confundida, durante un segundo siente que se ha quedado dormida, pero al
siguiente cuando despierta todo parece claro; mira de forma cansada la alfombra frente a ella, antes
de ponerse sobre sus pies estirando un poco su cuerpo. Siente que ha pasado una eternidad desde
que Draco estuvo en casa, en este lugar, en su propia habitación y ahora todo parece tan, lejano. Se
ha ido, se ha ido el día anterior y Narcisa piensa que, si lo mejor sería irse también, pero no puede
hacerlo; no puede abandonar esta mansión porque no puede dejar a Draco desprotegido.

Piensa en las paredes, piensa en los recuerdos, en los chillidos de un niño corriendo emocionado
con sonrisas infantiles.

Mi hijo.

Mio.

—Sigues aquí—habla Lucius en su espalda y Narcisa quiere odiarlo, por el mundial, por su hijo en
peligro, porque esto lo llevo a irse.

Lejos de ella.

Su hermana lo protegerá, Andrómeda lo cuidara, se lo había prometido, sus ojos no habían


mentido; pero Narcisa no quiere que otro lo proteja, quiere ser ella, ella es su madre. Es su deber
cuidar de su hijo, no el de su hermana, porque es suyo, es su pequeño tesoro y ahora se ha ido de la
casa.

No volverá.

Lo sabe.

Lo siente y Narcisa quiere que su hijo este aquí con ella.

Narcisa quiere odiar a Lucius, porque, aunque una parte de ella lo odia, otra parte lo sigue amando;
una maldición lo había llamado su padre, esto es una maldición de la cual no se puede escapar. Su
rostro se suaviza un poco al ver a Lucius agacharse en la habitación de su hijo, tomando entre sus
manos una parte del dragón de cristal que había sido uno de sus tesoros, ahora destruido.

El rostro de su esposo está en blanco, pero Narcisa puede ver el dolor en este.

—Volverá a casa—asegura Narcisa al aire, tiene dudas, pero tiene que creerlo.

Tiene que ser así.

—Sería mejor que no vuelva, ahora es libre, eso es lo que siempre quisiste para él—hay
resentimiento en la voz de su esposo, pero Narcisa no dice nada.

Quiere odiarlo, pero mientras ve al hombre recoger con sus propias manos, sin magia, los restos del
dragón de cristal diligentemente; no puede odiarlo.

Ella se quedará aquí, donde puede proteger a su hijo, vendería su alma si pudiera protegerlo y este
mundo se volverá oscuro muy pronto.

Lucius tomo una elección porque pensó que sería lo mejor para su familia, ahora están divididos.

Narcisa protegería a su hijo, y eso los mantendría lejos.

—Lo amo es mi hijo—susurra Narcisa.

—Nuestro—repite Lucius, pero tal vez ha fallado demasiado ya, Narcisa no quiere pensar en eso.

Comienza a dormir en la habitación de su hijo después de esa noche, Lucius dura un tiempo, pero
comienza a seguirla luego de dos semanas.

Draco sueña con ahogarse todo el tiempo, como si todo a su alrededor fuera agua y esta vez no es
un sueño profético o creado por la magia dentro de él, por la gema que no sabía que tenía hasta
hace unas semanas; este sueño es su creación de su máximo miedo. Al igual que su vida pasada,
como descubrió que era Orion Blake un mago oscuro, el agua es probablemente su peor enemigo y
toda criatura en este lo odia; siempre sucedió en esta vida.

Era una rencarnación.

Había vivido antes de esta vida como Orion, un hombre en un mundo sin magia, donde muere en
un altercado y rencarno como Draco Malfoy, el villano redimible de la saga de magos de Harry
Potter. Pero ya no está en medio de un cuento de fantasía, esta es su realidad, una realidad
peligrosa.

Porque vivió en este mundo, hace muchos años, como un mago poderoso y oscuro.

Sus recuerdos fueron eliminados.

Pero parte de sus acciones siguen trayendo consecuencias, incluso en esta vida y cada día descubre
una nueva.

Draco sigue flotando en la nada, en el agua, hasta que manos salen de todos lados atrayéndolo a la
oscuridad, se deja hacer, porque es lo que merece; entre las manos puede ver al zombi de
Esmeralda, la sirena que lo había amado en su primera vida y que murió por su culpa. Entre otras
manos puede ver a Viktor también lo culpa por dejarlo morir en su cuarto año y más reciente
Anthony lo arrastra diciendo que ahora iban a estar juntos en el más allá.

Muerte.

Muertes que son su culpa.

Muertes que deberá cargar en esta vida y son consecuencia de sus acciones.

Cierra los ojos dejándose llevar, mientras la oscuridad lo consume y la soledad es todo lo que
queda ahora detrás de él.

.
—¡Despierta! —dice alguien y abre los ojos alarmados, toma unas cuantas bocanadas de aire
comprender donde esta y quien es él.

No es Orion.

No.

Es Draco.

Se incorpora con dificultad en la cama, volteando a ver en todas direcciones y reconociendo su


habitación en la casa de su tía Andrómeda. Desde el final de su cuarto año, luego de los eventos
del torneo de los 3 (¿4?) magos donde participo y ayudo de forma indirecta a la resucitación de
Voldemort, había estado viviendo con su tía Andrómeda, la hermana de su madre. La habitación
había sido adecuada con sus cosas y aunque fuera su hogar ahora, siempre parecía algo ajena a él,
como si no perteneciera a ningún lado; era cálido como la mansión nunca lo fue.

Pero a veces se siente como la habitación de un desconocido.

Voltea a ver a su derecha, donde Dora lo mira con una sonrisa divertida y Draco intenta ocultar los
restos de la pesadilla en la profundidad de su mente.

—Ya estoy despierto, ya voy—gruñe con voz ronca, Merlín en la parte superior de la cómoda
solamente ulula algo aburrido, mientras que Steven sigue dormido en su terrario adaptado para
esta.

Merlín y Steven no eran los mejores amigos, pero no se han intentado asesinar, lo cual es tan
bueno como podría ser.

—Bueno apúrate, no vaya ser que te gane—ríe Dora con sonrisa que parece ser brillante, pero sus
ojos siguen algo apagados.

Solo han pasado 2 semanas desde que regreso a casa con Draco, ambos habían pasado un tiempo en
el hospital, pero ahora están en casa; mientras Dora camina con sus muletas, Draco mira la pierna
de la chica que tiene una pantaloneta. La pierna derecha de Dora es totalmente negra, había
recibido una maldición de magia negra, que nadie había podido curar y era como un peso muerto;
los curanderos estaban pensando seriamente en amputarla en los siguientes días.

Dora había lucido horrorizada, pero asintiendo de forma tensa, por temor de que la maldición se
expandiera por dentro.

Ya no podría ser auror.

Había estado destrozada, la alegre Dora que aun intenta sonreír por otros, Draco la había
escuchado llorar en su habitación cuando pensaba que todos dormían.

Restos.

Es lo único que queda en este mundo.

Draco mira sus manos (la cicatriz en la palma de una), intentando no irse, no dejarse llevar por la
culpa; Anthony no quería esto. Pero Anthony estaba muerto, por su culpa, por no hacer las cosas
bien, como también estaba Viktor. Levanto la mirada algo tenso, porque, aunque había podido
hablar tanto con Orion (o los recuerdos de este en su interior liberados por ir a un plano astral del
velo) y Anthony, es difícil seguir adelante.
El mundo a veces parece ser un interminable gris que no puede controlar.

Va al baño tomando un poco para hacerse casi en automático, caminando hacía la puerta y viendo
de reojo el diario que habían creado hace tanto tiempo atrás, Terry los había dado como regalo de
navidad hace algunos años, pero apenas si habían podido usarlos este verano. Si alguien ocupaba
hablar con otro usarían las lechuzas, teléfonos o irían en persona; pero ya no usaban los diarios.
Hay algunas hojas que aún tienen párrafos de texto de Anthony que habían guardado antes que
pasara la lucha del ministerio, pero Anthony ya no podría volver a escribir.

El Diario de Anthony había sido enterrado con su cuerpo.

Ahora los otros diarios, ya no se usaban, no soportaban usarlos.

Draco lo tomo antes de lanzarlo a una gaveta de su escritorio, el libro de Orion estaba en la
superficie por otro lado y a veces se preguntó si lo mejor habría sido nunca conocer el libro o su
contenido. Desde su regreso a la casa Tonks había estado leyendo sobre dragones, nada sobre los
primordiales, pero había mucha información interesante que no había conocido antes; había
hablado con Padma sobre esto cuando la visito el día de ayer, pero la chica había parecido tan
distraída que al final no hablaron mucho.

Padma lo abrazo, sin querer separarse de él, como hizo Luna el día antes que ella.

Terry no había podido venir, pero siempre enviaba cartas.

Michael.

Bueno.

Era difícil con Michael.

Sigue molesto, encerrado en la habitación de su casa y nunca quiere ver a nadie, Terry había
intentado visitarlo en muchas ocasiones sin éxito; aunque había aceptado a Luna, unos minutos, sin
que hablara y solo para no estar totalmente solo. Luna aseguro que estaba bien físicamente, pero
mentalmente todos sabían que Michael tiene mucho trabajo.

Lo iría a ver esta tarde, tiene todo preparado y es difícil.

Muy difícil.

Ahora Michael es un hombre lobo, el año pasado en la lucha del ministerio, mientras que fue una
trampa que hizo creer a los chicos que estaba siendo torturado, sus amigos habían ido a buscarlo;
Terry y Michael fueron separados por Greyback y Michael había sufrido heridas del hombre, el
mismo sujeto que asesino a Anthony por salvarlo.

Draco deseo matarlo.

Aun quiere que muera.

Pero Anthony le había dado una tarea del otro lado del velo, le había dicho que cuidara a los
suyos, que los protegiera y eso estaba intentando.

Eso no evitaba que si viera a Greyback no dudaría en asesinarlo.

Draco no salió tan mal parado como en su cuarto año cuando recibió un cruciatus, los médicos
dijeron que era naturalmente bueno para resistir veneno, se preguntó si era algo de la familia Black
o solamente él. No tiene relevancia, la herida por la daga de su tía ahora muerta (algunas cosas
salieron bien al final) no había herido tanto su interior; la magia de sanador pudo repararlo en poco
tiempo y ahora está dado de alta.

Mentalmente.

Bueno.

Eso es otro punto que no quiere tomar.

—Buenos días Draco, veo que dormiste un poco más hoy—saluda Ted con un intento de sonrisa,
mientras Dora al otro lado de la mesa comienza a sumergir su cabeza entre algunas frutas.

Ocupa comer saludable.

El sanador le advirtió sobre luego de la cirugía tantas recomendaciones, que la chica estaba
haciendo todo lo posible por ser el mejor paciente de todos; habían comentado sobre buscar una
prótesis muggle cuando su herida sanara.

Draco odia esto.

Odia a su prima con una pierna maldita que deben cortar, como ella amaba ser un auror y eso se le
había arrebatado, como sus ojos ya no brillaban tanto como antes; pero no puede hacer nada, no
quiere ser una carga así que le toca también fingir.

Esperando que algún día luego de tanto hacerlo, todo mejore.

—Hoy iré a casa de Michael, quería tener energía—susurra con pocos ánimos, porque, aunque
finge que todo está bien.

A veces es solamente cansado.

—Hable con Remus, este vendrá en una hora, dijo que sería un placer acompañarte—comenta
Andrómeda con una sonrisa amable, pero tampoco alegre del todo.

La familia Tonks no había sido vista alegre desde el incidente, Draco sabe que es su culpa, por lo
cual quisiera nunca haberse acercado a ellos; solamente les ha traído dolor y tragedia.

Un golpe en la nuca le hace voltear molesto a su derecha, Dora sonríe un poco más amigable,
como si leyera su mente.

Duele.

—No actúes todo deprimido cuando vayas a ver a Michael, está pasándola mal, pero deberías
invitarlo a venir aquí; un hombre lobo siempre levanta el ánimo—bromea su prima, Draco
solamente sonríe muy levemente antes de ver como sus tíos no parecen afectados con que su prima
invite a un hombre lobo.

Debe ser por Remus.

Draco no puede evitar deprimirse un poco al pensar que el hombre que tanto había rechazado, al
final del día era quien más lo estaba ayudando actualmente. Le había escrito muchas cartas a
Remus sobre Michael, quien pacientemente le aclaro cualquier duda que tuviera y era su mejor
enfoque para poder ayudarlo; querían que saliera de casa, querían que fuera a Hogwarts con ellos,
ahora estaban por iniciar su sexto año.
Frunció el ceño mientras masticaba su desayuno.

Un año más.

Un año antes de la guerra.

¿Se podría evitar?

Les había hablado sobre los Horrocrux el año pasado, esperaba que eso mitigara la carga de Harry
en su séptimo año, pero nadie le había dicho más al respecto; así que hasta donde sabía, es posible
que este sexto año no cambien muchas cosas.

No es que recuerde.

Luego de los eventos de cuarto año en el cementerio, su memoria como Orion Blake ya
deteriorada, se había estado deteriorando más, apenas si recordaba momentos de su vida pasada.
En su cercanía a la muerte se abrieron nuevas memorias, pero ninguna de ellas era realmente útil
con los eventos que vendrían a continuación; solo le hizo ver más claramente como en su vida
pasada, algunas cosas realmente habían parecido más unidas a que también fue una rencarnación.

Miles le habían dicho.

Ha tenido miles de vidas, pero esta podría ser la última.

No más rencarnaciones.

¿El fin absoluto?

La lagrima de la sirena, una gema de gran valor mágico que probablemente le había ayudado todo
este tiempo a ser tan adepto para magia, estaba en su interior; era el alma de Esmeralda cautiva que
lo mantuvo vivo este tiempo, pero cuando muriera es posible que esta liberara el alma de su primer
amor. No es que Draco la conociera, sus recuerdos de ella están en el olvido y aunque vivieron una
vida juntos, no es algo que pueda hacerlo sentir más que curiosidad.

Su alma actualmente anhela una persona.

Irónicamente a pesar de sus advertencias en primer año, había terminado enamorado de Harry
Potter, el protagonista original de este mundo; lo cual es una locura. Muchas cosas podrían salir
mal de este amor, pero lo había elegido y con la maldición de los Black en sus venas, duda que
pueda amar a otra persona en esta vida.

Sus recuerdos dijeron que Harry parecía tener vestigios de Esmeralda, pero dado que su alma sigue
en la gema, es imposible que fueran la misma persona.

Son diferentes.

Pero aun así lo quiere.

Curiosamente este también parece enamorado de él, así que el año pasado habían formalizado una
relación luego de algunos inconvenientes. Aunque no lo había visto mucho desde que salió del
hospital, este parecía culparse por los eventos del ataque del ministerio, aunque nadie más lo hizo;
fue una trampa, Voldemort ha engañado a hombres más inteligentes que ellos, así que no hay
mucho que hacer ahora.

El mago oscuro era el único culpable.


Eso no evito que el propio Draco en ocasiones se ahogara también en culpa.

—¿Ocupas ayuda? —cuestiono Draco luego de la cena, al ver a Dora luchar para sentarse en el
sofá.

Le volteo a ver mal, casi lista para un discurso de mujer independiente, pero un dolor parece
ablandarla y Draco termina ayudando para que se acomode mejor en el sofá. Su cabello rosado se
ha alargado bastante bajo los hombros, su cuerpo parece muy delgado y hay un rostro pálido que le
preocupa; no puede perderla, no puede perder a su prima.

—Has crecido otro poco, me estoy quedando atrás—musita esta con un puchero, Draco le acaricia
la mejilla y esta solamente lo mira algo triste—deja de verme con esa cara, sigo con vida y seguiré
luchando; los Black somos otro nivel—gruñe ahora con un destello de su forma de ser salvaje,
Draco solamente asiente.

Seguir adelante.

Seguir luchando.

Es todo lo que tienen.

Remus es puntual y toca la puerta de la casa a las 9:00 am, Draco le abre listo para irse, pero el
hombre insiste en saludar a sus padres y darle un apretón en el hombro a Dora; esta simplemente
bufa diciendo que no la toque con manos que han pasado por Sirius y hay un ambiente un poco
más ligero. Toma a su mochila, coloca a Steven sobre sus hombros y los tres marchan a la
dirección de la casa de Anthony; en realidad se aparecen con ayuda de Remus, mejor que hacer un
viaje en el mundo muggle y es un poco curioso ver la casa donde vive su amigo.

Es una casa de campo, lejos de las ciudades principales y bastante agradable a la vista, algo
sencilla en arquitectura, pero hay un árbol de manzanas que hace parecer una historia salida de
cuento de hadas. Hay algunas casas vecinas, pero no están tan cerca para escuchar cualquier
eventualidad y puede que fuera lo mejor para la situación actual de Michael.

Una mujer con el cabello castaño oscuro y ojos verde brillantes abrió la puerta, sus ojos parecían
tener ojeras y sus ropas parecían bastante sencillas, la mujer parpadeo un par de momentos antes de
hacerlos pasar con una sonrisa.

—Debes ser Draco, Michael hablaba mucho de ti y sus amigos—su voz es cálida, parece estar
esforzándose por presentar una cara amable cuando se presenta con ellos—mi nombre es Isabella,
pueden pasar, estoy preparando algo de té—añade con expresión contenida.

La casa es sencilla por dentro, hay muchas fotografías, aunque ninguna del padre de Michael, nota
Draco rápidamente.

En varias de ellas se puede ver al pequeño Michael con una niña mayor que este, de cabellera rubia
oscura y ojos azul oscuro también; se parecen en su nariz. Ambos niños saludan para la cámara
con sonrisas idénticas, que Draco no puede evitar extrañar en Michael.

Isabella apenas si se mueve al ver a Steven.

—Muchas gracias por su invitación, escuchamos que el joven Terry Boot estuvo aquí—comenta
Remus mientras toman asiento en el sofá de la sala.

Hay muchos muebles, pero algunos aparatos claramente muggles, Michael había tenido una
infancia más muggle que mágica después de todo. La mujer no tarda en aparecer con una bandeja
llena de utensilios y un olor agradable, Draco realmente quisiera un poco de café, pero agradece el
té cuando se le ofrece con modales que ha tenido toda la vida.

—Terry es un encanto, se había estado quedando por una semana ya, pero…sus padres querían que
volviera, también hay que preocuparse por su salud—comenta Isabella con una sonrisa tensa, que
provoca que Draco voltee a ver las escaleras.

Nunca ha estado en esta casa, pero siente una gran sensación mágica en la parte superior de la casa,
siempre había sido sensible a las partículas de magia; una característica poco común en magos.
Luego de que ocurrió los eventos del velo, algunas cosas habían cambiado y la magia parecía
sentirse de forma más natural a su alrededor.

Michael debe estar arriba.

—¿Puedo ir a verlo? —pregunta tal vez un poco insensible, aunque este era el punto de venir,
puede notar a Isabella lucir algo preocupada por la idea.

No quiere dejarlo, pero Draco es terco e ira incluso si tiene que abrirse paso.

Steven se queda dormitando en el sofá.

Así que, con un asentimiento dudoso de la madre, un comentario de Remus de estar al pendiente
sobre cualquier incidente, Draco prácticamente se abalanza contra las escaleras sin el aviso de
nadie. Hay menos retratos en el segundo piso, pero cuando llega a una puerta en específico se
detiene; hay algo que irradia en el interior, magia, oscuridad, soledad que parece casi atrayente.

Llama a la puerta, pero no hay una respuesta, solo un movimiento casi de forma violenta en el
interior.

Ladea el rostro curioso.

Toma aire una última vez antes de abrir la puerta, sin saber que esperar, no hay seguro, pero parece
que nadie había entrado por aquí. Tiene que forzar un poco la puerta, antes de ver el desastre que
hay en el interior, desde muestras de rasguños en las paredes, muebles destrozados, una gran
cantidad de plumas en el suelo y una silueta ovillada en la esquina de la habitación como si fuera
un niño regañado.

Ha perdido peso, nota alarmado cuando reconoce a Michael, con preocupación.

Mucho peso.

Ojeras en un rostro casi enfermo, heridas no sanadas en sus brazos y un mal uso de la estética con
ropas con cortes por todos lados.

—Michael—susurra, pero el chico apenas si voltea a verlo, parece ver de forma testaruda el suelo
y fingir que Draco no existe.

Voltea a ver a todos lados, antes de tomar con duda asiento en los restos de una cama, su mirada
viaja al diario que Draco también tiene; en una mesa y sin estar destruido, pero tampoco ha sido
utilizado. La habitación es de un hermoso color verde oscuro, como el bosque, pero las cortinas
permanecen cerradas y aunque es temprano, le da una apariencia algo lúgubre al lugar.
Michael no se mueve.

Draco siente inquietud.

Las cartas de Terry habían sido casi al borde del pánico, este había estado en la casa de los Corner
un tiempo, pero Michael parecía demasiado deteriorado mentalmente y sin querer abrirse a nadie,
por lo cual estaban en medio de un callejón complicado sin salida.

Dumbledore quien lo había visitado en el hospital, había comentado que Michael podría volver a
Hogwarts, pero no ocupo decir con muchas palabras que su estado había sido revelado por el
profeta y sin duda sería bastante controversial. Remus había sido revelado como hombre lobo
cuando estaba en su tercer año, no fue un gran escándalo como en el canon, pero sin duda ese fue
un buen motivo para no seguir siendo profesor.

Que un estudiante fuera abiertamente un hombre lobo, no era una buena señal.

Los hombres lobo en realidad son odiados por la sociedad, como si fuera culpa de ellos en que se
habían convertido, pero no tienen ningún derecho que los respalda, eran la paria de la sociedad
mágica; como otras criaturas mágicas. Remus siempre fue una persona que no le gusto, pero no por
ser hombre lobo, si no por el daño secular que ocasiono en Sirius cuando no confió en él; ver a su
padrino tan roto por alguien, le hizo odiarlo indiferentemente si era un humano o un alienígena.

Pero que este había recibido mucho rechazo por quien era.

Bueno.

Ahora con Michael se replantea muchas cosas.

—Esta habitación es un desastre Michael, deberíamos limpiar, Terry siempre es un adicto a la


limpieza me sorprende que dejara esto así—comenta un poco adolorido en su garganta, mientras se
pone de pie listo para comenzar a mover cosas.

Michael no se mueve.

Pasan 10 minutos mientras comienza a buscar alguna bolsa para colocar las cosas rotas, pero
Michael sigue ahí viendo al suelo y por eso luego de una hora de limpieza no se sorprende que no
se mueva. Draco supone que el resto del día seria así, pero no piensa rendirse hasta que encuentra
algunas anotaciones en el fondo del armario del libro de Orion.

Ubicaciones, de las cuales habían investigado el año pasado para los trasladores (ilegales) que
habían estado construyendo.

—Mira lo que encontré, traje mis propias anotaciones, tal vez podrías ir leyendo mientras limpio
este lugar—comenta cuando levanta la mirada, pero el rostro de Michael solamente parece un poco
más oscuro en su lugar.

Camina hacía la mochila olvidada, antes de sacar las cosas y listo para ir en dirección de Michael,
tristemente no bien acercado, este sujeta las cosas y las avienta al otro lado de la habitación; Draco
suspira antes de ver como Michael parece enojado, su rostro sigue siendo humano, pero puede
notar un poco más afilados sus colmillos y un aspecto algo animal en sus ojos.

No sabe que es.

Pero está ahí.


—Largo—su voz parece grave, como si no hubiera hablado hace días o su garganta estuviera
irritada por gritar.

No quiso saber cuál de las dos posibilidades era la verdad.

No se amedrento por su expresión.

Aunque dolió ver la soledad en sus ojos, porque en su vida pasada, Draco había pasado años con
esa mirada.

—Es injusto que me quede aquí limpiando mientras estas sentado sin hacer nada—

—Largo—

—Repetir la misma frase no lo hará más memorable—

Michael golpeo la pared detrás de él, Draco abrió los ojos levemente impresionados al ver la
abolladura que su golpe creo en la pared. Si bien convertirse en hombre lobo claramente no era
algo positivo en el mundo mágico, Remus comento las cosas con las que se viene dicha
enfermedad, una mejor visión y audición cuando eres humano, también se mejora el olfato y su
fuerza física; claro que convertirse en hombre lobo cada mes era doloroso y peligroso, pero como
humano hay mejoras sobre los demás.

Remus había aprendido a controlar esa fuerza extra y sus sentidos.

Michael apenas si llevaba algunas pocas semanas en este estado.

Interesante.

—Vete de aquí Draco, ahora—el siseo en su voz en la última palabra lo hizo estremecer con un
poco de miedo, era un humano después de todo.

Puede sentir la advertencia en la voz.

Pero es Draco.

Así que.

—No—responde con el mentón en alto, dando media vuelta listo para sujetar alguna destrucción,
pero Michael le arrebata lo que queda de una lampara lanzándola contra la pared.

Solo generando más caos.

Duele.

Draco ve a Michael seriamente, pero este sigue luciendo como un gato atrapado en una esquina
rodeado de perros, a la defensiva, pero listo para atacar.

—Solo lárgate, soy un monstruo Draco, solo lárgate ahora—cree sus propias palabras, Draco puede
notar el asco que parece tener al referirse a él mismo.

—Michael—intenta decir algo, pero este lo interrumpe con violencia.

—No digas nada, he escuchado a Terry y Padma, estoy cansado, solo quiero que se marchen de
aquí ahora, déjenme solo—
—No haremos eso—

—Vayan hagan su maldita vida y déjenme solo, eso es lo que quiero, no quiero a nadie cerca de
mí, largo—

Ahora eso es un berrinche, casi puede ver partes del Michael que conoce en ese comentario lleno de
veneno; pero no es del todo Michael. Ahora el Michael frente a sus ojos está roto, totalmente
destruido y odiándose de una forma que le preocupo. El año pasado había visto a este torpemente
admitir que le gustaban los niños como las niñas, como lucia preocupado de que otros dirían si se
daban cuenta y no fue hasta entonces que proceso lo mucho que Michael temía de los
pensamientos de otros sobre él.

Su madre fue abandonada por su padre cuando descubrieron la magia de Michael, este se culpó,
Draco piensa que no es culpa de eso.

Es una criatura social, que le gustaba revolotear por ellos y sonreír.

Ahora sus ojos hinchados, se pregunta cuantas veces habría llorado solo.

Anthony.

El pensamiento sobre su amigo muerto todavía duele, pero no puede evitar pensar que este podría
haber tenido mejores palabras en este momento; habría ayudado al equipo, a que no se derrumbara,
pero Draco le había prometido que cuidaría de todos.

No sabe cómo.

Pero no puede quedarse quieto.

—No, no vamos a dejarte solo, vendrás este año a Hogwarts con nosotros y todo será como
siempre—detiene sus palabras ante la risa amarga de Michael, que parece verlo incrédulo.

—¿Hogwarts? —habla con veneno, con amargura y puños apretados—soy un hombre lobo, un
peligro para la sociedad—

—Remus…—

—Cierra la boca, solo cierra la maldita boca y lárgate, no volveré a Hogwarts, no sabes nada sobre
hombres lobo, solo lárgate—el chico escupe antes de dar media vuelta y volver a la esquina de la
habitación, sus hombros tiemblan como si estuviera intentando contenerse.

Enojado.

Solo.

Lejos de todos.

Hay una barrera, Michael ha puesto una barrera entre el mundo y él, Draco no sabe que hacer al
respecto.

Lo ve sintiéndose inútil e impotente por unos momentos, sintiendo una rabia ardiente en su pecho
sobre Greyback y sobre Voldemort por el daño que han causado a sus seres queridos. Podría irse,
podría dar media vuelta, haber dicho que lo intento y seguir adelante; todavía tiene mucho que
hacer, por descubrir, la guerra será dentro de un año y es mejor ir preparándose.

La varita de Orion.
Trasladores.

Hechizos.

Soldados.

Padma-Luna-Terry, aún tiene amigos, puede enfocarse en ellos, tiene una relación con Harry, tiene
que seguir haciendo algo para que nada se destruya; nunca fue el más cercano a Michael después
de todo, ese siempre fue Terry.

No era su responsabilidad.

Nadie lo culparía.

Sería tan fácil.

—Abre la boca—Michael voltea a verlo confundido, pero Draco solamente lo ve seriamente antes
de levantar el brazo—abre la maldita boca, muérdeme para que sea infectado y así convertirme
también en hombre lobo—la boca de Michael se abre, pero de incredulidad.

Draco se abalanza, intentando meter la mano dentro de la boca de Michael, quien ahora lucha
incrédulo para que no termine con sus colmillos; sus uñas lamentablemente tampoco son tan largas
para que reciba algún rasguño, pero entonces busca la manera de meter su mano en la boca de su
amigo.

Que es fuerte.

Demasiado.

—Estás loco—gimotea Michael incrédulo, alejándolo de golpe, antes de pararse e intentar


mantener la distancia.

No lo va detener.

Draco se incorpora intentando atacarlo, pero Michael solamente lo esquiva con mejores reflejos de
los que tuvo antes de la transformación.

—Todos saben eso, ahora abre la boca, dices que no se nada sobre hombres lobo, así que si ambos
somos hombres lobos seria genial; no estarías solo, entendería que sientes, seriamos iguales—
gruñe cuando cae sobre su vientre, Michael salta sobre él lejos de la habitación, luciendo algo
alarmado.

No con odio, ahora solamente tiene miedo.

Draco no lo va a dejar fácilmente.

—Detente, no, Draco siéntate, maldita sea—Michael ahora está corriendo en la habitación, Draco
intenta alcanzarlo, pero este rueda y Draco se estampa contra la pared; hay sangre saliendo de su
nariz, pero voltea a ver a Michael con la palabra determinación tatuada en su frente—No quiero
que seas un hombre lobo, no quiero que nadie sea un monstruo como yo, aléjate de mí—casi grita
alarmado, pero Draco no se echa atrás.

—No, si es la única forma de estar a tu lado lo hare—

—No tienes que hacerlo, déjame solo, deja de hacer esto—


—Eres mi amigo—

—Soy un monstruo—

—No me importa—

Michael parece adolorido, pero sus ojos se abren cuando logra por fin taclearlo, este cae sobre su
espalda y Draco sobre su pecho; ambos con las manos unidas en un forcejeo, por lograr que este lo
muerda de alguna forma.

Parece que Michael apenas si necesita fuerza para detenerlo, pero Draco realmente lo está
intentando con todas sus fuerzas.

Patético.

No puede moverlo siquiera.

—Draco—intenta razonar Michael luciendo adolorido, pero Draco sigue intentándolo con todas sus
fuerzas.

—No—

—Draco escucha, detente, solo vete, nadie te culpara—

—¡LO SE! —su grito detiene a Michael, deja de luchar, pero Draco se queda inmóvil sobre él
luciendo desesperado—todos dicen que no es mi culpa, lo intente, falle, nadie dirá nada; pero esto
cansado de esta mierda—se siente agotado, su vida pasada había sido dolorosa, pero esta parece un
infierno en ocasiones.

Michael se ve preocupado ahora, pero Draco no contiene sus lágrimas.

“Los hombres no lloran”, no le importa que lo hace eso, una niña, un bebé, una criatura mágica.

No importa.

Porque apenas si puede dejar de llorar estos días, porque llora cada noche por Dora, por Anthony,
por Viktor, por Michael, por sus padres; siempre está llorando, porque no le gusta que está pasando
y no tiene fuerzas para hacer algo por ninguno de ellos.

—Yo…—intenta decir Michael, pero lo interrumpe.

—No quiero perder otro amigo, yo no, yo no puedo perder otro amigo—suelta con voz ahogada
por el dolor, porque realmente no puede hacerlo, perder a Anthony había sido casi como romper su
alma en miles de pedazos y perder a otra persona frente a él terminaría destruyéndolo; los ojos de
Michael se abren impresionado—Terry dijo que lo salvaste, que fue porque lo intentaste proteger
que saliste herido, estabas listo para morir por él—

—Lo hice, moriría por Terry o cualquiera de ustedes—

—Entonces porque mejor no decides vivir por nosotros maldita sea—

Sus palabras parecen chocar como un muro contra Michael, quien queda paralizado por ellas,
Draco sorbe su nariz una vez más, antes de intentar arrojarse otra vez a la boca de Michael; va a
morderlo, será un hombre lobo, su vida será incluso más difícil, pero podrá ayudar a su amigo.

Unos brazos lo arrebatan del cuerpo de Michael, quien se incorpora aun en shock, mientras Remus
lo sujeta con fuerza lejos de él.

—Draco detente—el hombre lo controla fácilmente, porque es más fuerte que él, porque los
malditos hombres lobo son más fuertes.

Se retuerce, pero no puede escapar.

—No, no voy a detenerme, voy a convertirme en un hombre lobo y no dejare a Michael solo, no
voy a perderlo también—grita listo para lanzarse sobre Michael, pero un sollozo lo detiene.

Michael.

Detiene la lucha al ver a su amigo aun sobre el suelo, con lágrimas saliendo de sus ojos y un
sollozo ahogado, rápidamente le da un golpe en el vientre a Remus que lo suelta con un gemido de
dolor; se abalanza hacía su amigo para abrazarlo, este se aferra a él casi desesperado mientras
comienza a llorar. Intenta calmarlo acariciando su cabeza, pero Michael solamente suelta al llanto.

—No quiero estar solo Draco, no quiero estar solo, quiero volver a Ravenclaw con todos…no
quiero que Anthony este muerto, por favor sácame de esta pesadilla, ya no quiero vivir así—
gimotea su amigo como si fuera un niño pequeño perdido en un parque que se encuentra con su
padre.

No puede.

No puede ayudarlo.

Porque no puede sacarlo de la pesadilla donde viven, porque este mundo es un mundo sin Anthony
y ellos tienen que aprender a vivir en él, aunque no quieran.

Aunque duela.

—Oh Michael, no puedo sacarte de este mundo—

—Duele, cada vez duele más, no quiero ser un hombre lobo—

—Si me muerdes podríamos hacerlo juntos, en verdad no me molesta, quiero ayudarte—

Michael lo ve incrédulo, antes de soltar una risa casi ahogada, sus ojos parecen miserables, pero
algo ha cambiado y Draco puede ver en su mirada un poco de esperanza que no tenía antes; se
aferra a eso desesperadamente, se convertiría en un hombre lobo sin dudarlo si eso alivia la carga
de su amigo.

Utiliza parte de su camisa para limpiar el rostro lleno de lágrimas y mocos de Michael.

—¿Harías eso por mí? —pregunta casi incrédulo, pero como si conociera la respuesta a su
pregunta.

Draco asiente.

—Lo haría, desearía mil veces haber sido yo, si hubiera alguna forma de tomar eso solo para mí, si
hubiera sido yo en lugar de Anthony—duele decir su nombre, pero duele más el pensar en él como
si no existiera—no lo dudaría, son mis amigos—añade con una sonrisa tensa.

Michael lo ve por lo que parece un largo tiempo, antes de sorber su nariz y volver a lanzarse para
abrazarlo, Draco le acaricia la espalda suavemente como solía hacerlo su madre.
—Tengo miedo todo el tiempo—susurra Michael solamente para él, pero Draco solo puede
suspirar mientras lo abraza con más fuerza contra él.

Si.

Draco también tiene miedo todo el tiempo.

—Yo igual—responde con voz baja.

Michael lo abraza por un largo tiempo, Remus sigue ahí como un mudo espectador y cuando por
fin se ponen de pie, la madre de Michael está en el marco de la puerta limpiándose las lágrimas que
había soltado en algún momento. Remus le solicita poder hablar a solas con Michael y este parece
algo dudoso, Draco le da un apretón de manos a su amigo, quien asiente con algo de miedo y
promete que estará en el piso de abajo todo el tiempo que sea necesario antes de marcharse.

Cuando baja con la madre de Michael, esta solamente dice un bajo “Gracias” antes de ir a la
cocina casi de forma apresurada.

Draco se queda en la sala de estar por lo que parecen horas, abraza sus piernas contra su cuerpo
mientras ve la chimenea arder de forma paulatina, sin saber que pensar o que hacer, la idea de ser
un hombre lobo sigue latente en su mundo y si Michael decide no ir a Hogwarts, Draco lo hará.
Drogara o hechizara a Remus para que lo haga de ser necesario, porque no piensa hacer que su
amigo sufra por esto solamente por su cuenta.

Lo que parece horas más tarde Remus baja con Michael, quien lo abraza un poco antes de ir al
comedor donde la madre de Michael también lo abraza.

Michael parece preocupado.

Isabella llora mucho mientras le da besos por todo el rostro, ya que parece ser la primera vez que
su hijo baja a comer desde que regreso del hospital.

La cena es incomoda, cuando la hermana de Michael llega, se presenta como Emily; una mujer de
cabellera rubia rizada y ojos azules. Parece confundida de que pasa y cuando ve a Michael en la
mesa, llora, todos lloran todo el tiempo, pero su hermana abraza a Michael como si fuera el ser más
preciado sobre la faz de la tierra.

Michael vuelve a llorar.

Porque llora mucho.

Al despedirse, hay un ligero rastro de alegría que le da esperanza a Draco.

—Remus me invito a ir con él en la próxima luna llena, creo que tomare su oferta…también me
gustaría ir a tu casa esta semana si es posible…podríamos invitar a Terry—lo último lo dice casi de
forma esperanzada, Draco le da un apretón en el hombro con una sonrisa ligera.

—Yo haré todo, solamente preséntate el lunes temprano, o tendré que venir aquí arrastrarte—
asegura Draco y puede ver una sonrisa en los ojos de Michael.

Este los despide, sin toda la energía que Michael tendría normalmente, pero con algo de esperanza
de que todo siga un mejor camino de ahora en adelante. Remus en lugar de aparecerlos como
hicieron esa mañana al llegar ahí, simplemente camina por el lugar, en lo que parece un prado
bastante verde.
Draco simplemente lo sigue, porque realmente no puede hacer mucho por su cuenta.

—James y Sirius hicieron algo similar—habla Remus con una mirada divertida, Draco lo ve
curioso—cuando se dieron cuenta de que pasaba, se ofrecieron a ser hombres lobo también, fue
duro hacerles cambiar de opinión; al final decidieron ser animagos ilegales, dudo que fuera una
mejor opción—cariño, su voz está repleta de cariño.

Interesante.

Mira el cielo que sigue claro, pero que pronto oscurecerá.

—No soy experto en transformaciones, pero podría intentarlo—no ahora, pero cuando todo esto
termine, el siguiente año, sin duda será su primer proyecto a investigar.

Remus sonríe.

—Eres un buen amigo Draco—

—Gracias—

Lo dice de verdad, con una sensación de alivio y esperando que Remus entienda, que también le
agradece su presencia ahí ese día. No fue el mejor inicio entre ambos, hubo muchas cosas que
hicieron que Draco fuera un gilipollas y es un milagro que a estas alturas Remus en realidad sea
amable con él.

Pero ahora aquí en este momento, Draco no puede más que sentir agradecimiento por la presencia
de ese hombre con él.

Las pesadillas siguen siendo un pan de cada día, el ir a visitar a Michael en realidad no era una
forma para que estas disminuyeran, si no que parecían incrementar y por eso no se sorprende
cuando cerca de la media noche se despierta con el sentimiento de ahogarse en sangre; se sienta en
su cama con respiración agitada, sujetando la camisa ligera de dormir que tiene con fuerza, apenas
controlando los latidos de su corazón. Toma un momento tranquilizarse para poder respirar de
forma correcta, aunque toma un poco más de tiempo el procesar que no está totalmente solo en la
habitación.

Su mano viaja a su varita, debajo de su almohada para apuntar al intruso en la oscuridad, con ojos
brillantes de amenaza que se congela al procesar quien está ahí.

Suspira.

Baja la varita lentamente.

Aunque no es algo completamente nuevo, sigue sin acostumbrarse cuando Harry aparece de la
nada, toma asiento al lado de su cama en una silla y lo observa dormir; la primera vez había estado
seguro que era un extraño sueño realista. No lo era, en realidad Harry en ocasiones aparecía en
momentos aleatorios del día, había pasado poco más de un día o dos en la casa de los Dursley
antes que regresara con Sirius en estas vacaciones luego de varios episodios de pánico y de rabia.

Estar en casa de Sirius le dio acceso a poder venir a la casa de Andrómeda y Draco realmente se
sorprende de los momentos que toma para aparecer.
Usualmente en medio de la noche.

Un poco perturbador, pero tampoco tan extraño.

—Harry son la una de la mañana—

—Lo siento—

No parecía realmente arrepentido, simplemente viéndolo fijamente y Draco solo le regreso la


mirada antes de suspirar; se acomodó un poco mejor del lado de la cama, antes de apartar las
sábanas. A diferencia de la primera vez, Harry esta vez no lo dudo para adentrarse con él y
abrazarlo con fuerza.

Miedo.

Todos tienen miedo.

Miedo a diferentes cosas.

Harry tiene miedo de perderlo, otra vez.

Nadie le hablo sobre que paso cuando entro al velo, estuvo varios días como alguien considerado
muerto, así que aparte de los hechos puntuales que le explicaron, no está seguro de que vivieron
realmente en esos momentos; no es que Draco pueda ayudarles bien, cuando apenas si está
logrando sobrevivir sobre cada experiencia vivida luego del velo de la muerte.

Apenas hoy pudo ayudar un poco a Michael, pero tampoco es que pueda hacer mucho, cada uno
tiene que tomar elecciones.

Seguir o no seguir adelante.

La vida sería más fácil si alguien la viviera por uno, pero mientras tanto, Draco tiene que sobrevivir
y seguir adelante.

Tal vez algún día hablen sobre que paso esos días, sobre que paso con todos aquellos que pensaron
que murió y con suerte pueda saber si su madre sabe que esta con vida. Pero por ahora solamente
se aparta de la cama dejando un espacio, antes de levantar la sabana que Harry rápidamente toma
como una invitación para acostarse a su lado.

No parece pensarlo tanto como la primera vez, ahora rápidamente lo abraza por la cintura y sus
piernas se enroscan alrededor de las suyas.

Siente su corazón y su respiración, es reconfortante.

—¿Una pesadilla? —pregunta sabiendo la respuesta, porque no es la primera vez que Harry
aparece con esta situación y duda que fuera la última.

Su cabello esta algo desordenado, intenta acariciarlo un poco, pero Harry ni siquiera se mueve de
donde tiene enterrado su rostro contra su cuello.

Habla en lo que parece una eternidad después.

—Estabas muerto, yo les decía a todos que estabas con vida, pero ellos dijeron que solamente
había imaginado todo…seguías muerto detrás del velo—su mano titubea en la cabeza de Harry con
expresión seria, porque sabe que eso podría haber sido verdad.
En otro universo pudo ser verdad, porque en ese momento cuando estuvo del lado del velo,
descubriendo parte de la verdad sobre Orion y Esmeralda, tuvo la oportunidad de elegir
simplemente seguir adelante y empezar una nueva vida en otro universo o tiempo; a veces piensa
que hubiera sido mucho más fácil haber seguido adelante y dejar todo el desastre que esta vida
representaba.

Pero aquí estaba.

Había elegido vivir.

Tiene mucho que hacer todavía, con sus amigos y seres queridos, así que no tiene muchas
opciones, no se perdonaría de otra forma.

—Estoy con vida, aquí, contigo—le asegura con voz suave, Harry se sujeta un poco más fuerte a
él, no tiene que ver su rostro para saber que sus palabras le afectaron y que quiere creerle.

Entiende que tenga dudas, a veces Draco cuestiona mucho la realidad, todo parece tan oscuro a
veces; pero en momentos como este se siente bien.

Harry y sus amigos son de las cosas que le hacen pensar que la vida no es mala.

Eso y sus deseos de asesinar a Greyback por supuesto.

—No tienes permitido morir de nuevo—susurra Harry casi al borde del sueño, lo que lo hace
sonreír porque es algo un poco difícil de prometer.

Su rostro se vuelve serio al pensar que el chico a su lado, también era un Horrocrux y eso lo hace
sentirse un poco inquieto.

—Tu tampoco—susurra, pero Harry parece haberse dormido antes de escucharlo.

Son vacaciones de verano, apenas iniciando su sexto año, suspira porque en realidad este año
parece más difícil que los otros.

Continuara…
Capítulo 2: Culpa.
Chapter Summary

Draco no se siente bien, pero al menos no esta solo para sobreponerse.

Chapter Notes

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Capítulo 2: Culpa.

—¿Es tu legado? O simplemente eres una copia—

Dice una voz profunda en la oscuridad, mientras un par de ojos dorados familiares parecen verlo
a la distancia.

Draco despierta un poco inquieto, sin recordar exactamente que ha soñado, pero sintiéndose
inquietamente observado. Intenta levantarse de la cama, pero apenas puede sentarse al sentir algo
sujetando con fuerza su cintura y baja la vista para ver a Harry durmiendo tranquilamente a su lado;
está roncando ligeramente y hay un poco de baba saliendo de la comisura de su boca, asqueroso. Al
menos el estado en que se encuentra le hace ver que ha dormido algo, así que acariciando un poco
la cabeza del chico intenta apartar sus brazos de su cintura, sin éxito alguno.

Se siente fastidiado.

Estos últimos dos días parece que todos son más fuertes que él.

Michael.

Remus.

Harry.

Debería hacer un poco más de ejercicios.

Mientras sigue intentando liberarse para poder irse a empezar su día, nota que el ronquido de Harry
desaparece y su cuerpo parece algo tenso, intenta apartarse, pero este lo sujeta con fuerza y aunque
tenga los ojos fuertemente cerrados, sabe que esta despierto.

—Harry—es una advertencia, pero este niega.

—Cinco minutos más, no quiero levantarme—gruñe con voz algo reseca y somnolienta, que si
fuera en cualquier otro momento habría hecho cosas poco para todo público en Draco.

No hoy.

Está cansado del viaje ayer a la casa de Michael, tiene que enviarle una carta para asegurarse que
cualquier avance hubiera funcionado; debido a que Merlín no estaba en su pechero supone que
sigue esperando la carta de respuesta de Padma y por lo tanto debe alistarse para cualquier
eventualidad.

Sería tan fácil usar los diarios para comunicarse.

Pero también tan dolorosamente irritable.

No quiere pensar en esos diarios, ha estado funcionando bien mientras menos piense, pensar está
sobrevalorado.

En resumen, no tiene tiempo para hormonas en este momento y duda que Harry se encuentre en
una situación similar, así que es mejor iniciar su día; tiene mucho que hacer.

Porque si no hace nada.

Simplemente todo será peor, quedarse pensando sin hacer nada, sería tan fácil adentrarse en la
depresión que ocupa hacer algo.

—Pues te puedes quedar durmiendo, pero yo quiero iniciar mi día—reprocha molesto, pero cuando
el ojo de Harry se abre para verlo con pesar, casi se replantea si es necesario iniciar tan temprano
su día.

Sin los anteojos el chico parece tener ojos incluso más brillantes, aunque como ha descubierto
anteriormente con diversión, su novio esta ciego y probablemente ahora solamente este viendo una
extraña mancha borrosa en lugar de Draco.

Genial, porque ocupa lavarse la cara, cepillarse los dientes, peinar su cabello; su rutina de belleza
necesaria para un buen día.

—Quedémonos todo el día en la cama—

—No, tengo hambre—

Harry lo ve unos momentos y parece que va a luchar, pero luego de un suspiro, que desde el punto
de vista es bastante dramático el chico lo deja ir; se apresura a ponerse de pie, saludar a Steven que
sigue durmiendo, antes de adentrarse al baño. No dura mucho tiempo, pero cuando sale tanto Harry
como Steven han desaparecido, así que aprovecha para cambiarse de ropa a una de diario antes de
bajar las escaleras curioso.

Usualmente Harry en casa lo sigue como un cachorro, es un poco desconcertante no tenerlo detrás
de él, así que tal vez se inquieta un poco.

Parece ser que Harry no es el único que ha desarrollado problemas de vinculo en estos días.

Cuando termina de dar el último salto del escalón, puede ver a Dora sentada en el sofá volteando a
verlo con una sonrisa divertida; de reojo nota que no hay nadie en la cocina o el comedor, así que
probablemente Harry tampoco está en esos lugares.

¿Dónde estará?

—Mamá ha tomado a Harry para ayudarle, dejo unos emparedados para el desayuno, así que toma
uno antes que me los acabe—habla Dora como si leyera su mente y lo agradece.

Luego de tomar su emparedado camina hacía el jardín de la casa Tonks, usualmente Andrómeda
iniciaría el cuidado del jardín más tarde, pero ahora se encuentra sentada en una silla exterior,
mientras señala a Harry sobre qué hacer a continuación. Su novio parece no importarle estar lleno
de tierra en sus rodillas o manos, se encuentra bastante tranquilo mientras sigue instrucciones para
plantar unas nuevas flores.

Steven esta alrededor de su cuello, moviendo su cola cual cachorro y siseando cosas.

Harry le contesta.

Draco voltea a ver a su tía, pero esta no parece en lo absoluto preocupada por eso, así que suspira
antes de decidir salir; podría quedarse con Dora un rato, pero tiene curiosidad de que está
sucediendo.

Cuando Harry voltea a verlo con una sonrisa tímida, pero ojos brillantes, decide que no importa
que sea lo que pasa, es algo que vale la pena.

—Parece que elegiste bien a tu novio, es un buen ayudante de jardinería—comenta Andrómeda con
una sonrisa amable hacía Harry, que parece derretirse un poco ante el halago.

—Me gusta las tareas de casa, el jardín siempre fue mi favorito—no especifica mucho al respecto,
pero Draco entrecierra los ojos pensando en el pequeño Harry trabajando en el jardín de sus tíos
desde temprana edad.

Trabajando en toda la casa en realidad, no fue un pensamiento agradable, pero tampoco amargo del
todo.

Ya no está ahí.

Esta con Sirius y Remus, por primera vez desde que tiene memoria, el pensamiento de ambos
adultos cuidando a Harry le hizo sentir tranquilo.

Draco toma asiento en las escaleras que se encuentran en la entrada, viendo a Harry trabajar un rato
mientras come, antes que Andrómeda deba irse para alistar algo que aparentemente necesita Dora;
Draco tiene la idea de que fue una manera de dejarlos a solas, pero no comenta nada mientras
ambos adolescentes quedan solos en el jardín.

Luego de su desayuno Draco toma el lugar al lado de Harry, quien luego de terminar de plantar, lo
molesta un poco; Draco gruñe cuando hay tierra en su mejilla, pero Harry solamente sonríe
divertido.

Gérmenes.

El horror.

Draco la limpia de forma molesta y Harry lo mira pensativo.

—Dumbledore me envió una carta ayer, quiere que lo acompañe a una misión—comenta Harry
mientras ve a Steven deslizarse por el pasto.

Draco arruga el rostro ante el pensamiento.

¿Qué tipo de misión?

No confía en absoluto en ese hombre y tiene sus motivos, pero si eso podría ayudar un poco a
Harry a sentirse útil, no es algo totalmente inútil después de todo.
Tiene que contenerse, es casi séptimo año, sería mejor que Harry tuviera cualquier experiencia
posible; Dumbledore era poderoso, lo cuidaría, porque lo necesitaba y eso es probablemente su
único consuelo por el momento.

Gira a ver a Harry, que parece verlo desde hace tiempo con una expresión pensativa, Draco se
siente algo a la defensiva.

—¿Qué? —la mirada de Harry sigue sobre él a pesar de sus palabras, antes de voltear a ver la tierra
frente a él.

—Siempre me pregunte, ¿por qué te desagrada Dumbledore? —es una pregunta que probablemente
muchos han hecho, al menos fuera de sus Ravenclaw que saben sobre su pasado en otra vida y
porque su desagrado por el director—quise preguntártelo hace tanto tiempo, pero no quería
incomodarte, ahora somos pareja…pensé que sería diferente, pero en realidad me da un poco de
nervios—Harry parece inquieto, la mirada de Draco se suaviza al verlo de esa forma.

Voltea a ver las flores del jardín, diferentes colores destacando sobre otros, el aire un poco lleno de
olores de las plantas y la brisa entre las ramas que lo hace sentirse relajado.

Es un lindo lugar.

Pero esta relajado por Harry, porque está ahí y su presencia desde hace mucho tiempo, es un simple
relajante especial para Draco.

—Aunque nadie lo crea, realmente no odio a Dumbledore—inicia Draco, ganando una mirada
incrédula de Harry que lo hace sonreír un poco—realmente no soy tan diferente a él en algunos
aspectos que me molestan, por ejemplo yo haría cualquier cosa para mantener a las personas que
quiero a salvo; incluso si eso es pasar sobre la vida de otros—el rostro de Harry parece ahora algo
preocupado, Draco mira al suelo con una sonrisa ahora un poco amarga—Dumbledore es similar,
haría cualquier cosa y sacrificaría a cualquiera para el “bien del mundo mágico”; podría verse que
somos similares, pero el problema es que Dumbledore sería capaz de sacrificar a mis personas
queridas si fuera necesario y eso es algo que no puedo perdonar a nadie—nunca le había dicho
algo así a Harry, probablemente el chico pensaba en Dumbledore como un super héroe mágico.

No lo era.

Al menos no para Draco y por razones egoístas.

Harry había preguntado, Draco odiaba mentirle, así que le dijo la verdad.

—Entonces piensas que Dumbledore no es bueno—las palabras de Harry hicieron que Draco
frunciera la boca pensativo.

Medito unos momentos en la respuesta, con los recuerdos de Dumbledore en estos años y los
breves recuerdos de su vida pasada.

No muy prometedores, pero intenta una salida un poco más pacifica para Harry.

—Blanco y negro, no creo que solo existan personas buenas o malas, creo que las personas somos
como el color gris, tenemos bueno y malo dentro de nosotros; para algunas personas Dumbledore
podría ser un salvador, para otras un enemigo—ya no parece tan malvado desde lo ocurrido contra
Voldemort y Anthony, si bien no fue un pilar en la lucha para Draco, simplemente dejo de tener
tanta importancia como antes—es un mago hábil, talentoso, podría hacer cosas, pero tiene sus
motivos; no me agrada, pero no lo veo como un villano, simplemente lo veo como un humano
capaz de equivocarse como yo—su voz suena cansada, agotada de toda esta lucha que ni siquiera
ha empezado realmente.

Al menos en la peor parte que sería el próximo año.

¿Finales de este año?

Draco no tiene intenciones de dejar a los Mortifagos entrar a Hogwarts, el relicario había sido
destruido, Dumbledore no debería haber sido afectado por la maldición del anillo, con suerte sería
un año tranquilo; aunque eso había pensado del último año y fue una locura de emociones.

Hizo una mueca de asco cuando Harry entrelazo sus dedos, porque estaban llenos de tierra y giro a
darle una mala mirada por eso; este solamente sonrió un poco, antes de acercarse lentamente para
depositar un beso casto en los labios de Draco.

Un contacto tan breve como recordaba en su tercer año, pero al mismo tiempo algo que hizo que
un suspiro escapara de los labios de Draco cuando termino.

Fuego.

Es como si fuera un fuego cálido de magia, que hace que por un instante todo en su interior brille y
algo dentro de él lata esperanzado.

Aun sientes emociones positivas.

No estas mal.

No totalmente roto.

Hay esperanza.

No se habían besado en todo este tiempo, no parecía correcto, estaban pasando por momentos
complicados, pero este ligero beso de labios le hizo sentir que podía respirar.

Pequeños pasos, pensó cuando Harry sonrió de forma que parecía alentarlo a seguir adelante. Draco
se encuentra devorando esa expresión con su mirada, porque ha comenzado a ver la mortalidad de
forma diferente y ahora tiene un miedo irracional sobre perder a las personas a su alrededor.

El perder a Anthony fue uno de los límites de su cordura, no sabe que haría si pierde a alguien más.

No puede.

Tiene que ser fuerte para protegerlos, porque no puede perder a nadie más.

—A veces suenas como un viejo mayor de 90 años—parece que intenta bromear, Draco se siente
un poco ahogado al pensar en su vida pasada.

¿Harry aceptaría la verdad?

No había pensado en decirle a nadie sobre su vida pasada, pero Anthony y Luna lo habían
aceptado, sus Ravenclaw a pesar de sus dudas también estaban ahí para apoyarlo; pero no fue algo
que se planeó, algo que quisiera repetir, no quiere que alguien vea atrás en su vida pasada y no
puede explicarle su vida pasada sin llegar al tema de Orion.

El mago oscuro.

No puede maldecir a Harry, ya tiene suficiente en su saco, pero si algún día pudiera quitar la
maldición del nombre de su primera vida, tal vez podría hablar con Harry.

—Algún día te contare una historia, espero que cuando lo hagas quieras seguir conmigo—habla
Draco con tranquilidad poco creíble, realmente nervioso y Harry lo confirma cuando entrecierra su
mirada hacía él.

—¿No puede ser ahora? —

—No—

—¿Tiene algo que ver con ese libro que siempre tienes y los misterios de tus amigos? —

—Pero mira que tengo el novio más inteligente de todos—

—Los halagos no funcionaran—

—Pero si estas sonriendo en este momento—

Harry aparta su mano cuando intenta acercarse para pinchar su mejilla, pero si estaba sonriendo y
eso tranquilizo un poco a Draco; no tiene nada que ver con el ahora, si no con el futuro, algo que
usualmente no se permite pensar. Cada que piensa en el futuro, que hace una línea, esta parece
desaparecer frente a sus ojos y eso le enferma, pero quiere pensar una línea donde las cosas no
salen tan mal y Harry no huye cuando admite sobre su vida pasada.

Cuando admita sus errores y las consecuencias de estos.

—Nada que digas podría hacerme cambiar de idea, así que borra esa mueca de tu rostro, estas
condenado a quedarte conmigo por un largo tiempo—bromea Harry con una sonrisa divertida, que
hace que algo dentro de Draco se conmueva.

Mueve su mano rápidamente a la mejilla de Harry para darle una leve caricia, que este aprovecha
para acomodar mejor su rostro entre su mano; solo para terminar quejándose cuando Draco le
pellizca la mejilla como si fuera un niño.

—Pobre de mí—

—Idiota—

Sintiéndose un poco más ligero ambos se ponen de pie, Harry suelta un siseo que hace que Steven
aparezca para llegar a las piernas de Harry; su novio levanta la serpiente con un movimiento rápido
que parece disfrutar esta y cuando entran a la casa hay dos personas nuevas.

Remus está aquí para llevar a Harry de regreso.

Luna salta rápidamente para abrazar a Draco asegurando que se quedara unos días, Draco la abraza
aspirando el aroma de su amiga, disfrutando de la sensación del cuerpo de su querida
amiga/pseudo hermana contra él nuevamente.

Recuerdos de su anterior vida de su hermana Selena, que parece haber rencarnado como Luna,
aunque esta no tenga recuerdos como Draco, lo atrofian un momento. Al inicio era diferente
separarlas la una de la otra, porque, aunque son la misma alma, parecen ser diferentes a su manera;
pero ahora simplemente ve a Luna y como en ella sigue estando también Selena.

Era complicado.

Pero aquí estaban.


—Hola Harry, es mi turno de cuidar a Draco, prometo mantenerlo en la mira—asegura Luna antes
de sonreír hacía Harry, quien parece un poco más aliviado.

Aunque hay algo mal en la sonrisa de Luna, la cual no llega a sus ojos y le recuerda, que Michael
no era el único roto del grupo de sus amigos; es algo que tendrán que trabajar mucho este año.

Luna era una persona bastante interesante, no solamente era la rencarnación de Selena, si no que, a
pesar de su actitud un poco anormal con la vida, sinceramente era encantadora. Draco no había
conocido un alma más pura que su amiga, quien no se detiene por nada y siempre intenta hacer del
mundo un lugar mejor que otros; sus ideas no están contenidos dentro de una caja, tiene la mente
abierta a cualquier cosa y su actitud positiva siempre anima el grupo. Pero desde los eventos del
ministerio algo había cambiado, se le veía taciturna en ocasiones, parecía al borde del pánico
cuando alguien hizo un movimiento violento a su alrededor y una vez cuando Draco se marchó de
la habitación donde estaban juntos sin avisar, está casi se abalanza sobre él.

Le había dicho que no era su culpa.

Al igual que muchos antes que ella, Luna fue engañada por los malos para que pensara que había
sido capturado.

No se ha perdonado por eso, puede verlo en su mirada, es algo que no le gusta hablar y Draco no
puede manejarlo de la misma forma que Michael; porque Luna le gusta actuar como si no pasara
nada y en ocasiones era casi fácil pensar que era verdad.

Que estaba bien.

Pero no lo era.

Ninguno de ellos estaba bien y es algo que tendrían que trabajar en los siguientes meses o años, le
encantaría tener tiempo para terapias, charlas grupales, ir paso a paso; pero con una guerra en la
cercanía, no tienen el tiempo que le gustara para algunos trabajos que podrían hacer.

Tampoco quiere que Luna luche la guerra, si fuera por Draco, la enviaría en el primer vuelo o
traslador al otro lado del mundo hasta que todo pasara; triste para él, puede que dicha técnica
funcione. En esta vida todo parece salir de la forma difícil para Draco, desde perder amigo, estar
maldito, sus padres lejos y haberlo sacado de su línea de familia.

Sin contar las rencarnaciones por supuesto.

—Podríamos ir a comprar algunas cosas para la casa, escuche a Padma que ha estado visitando a
Terry y quiere venir aquí también—comenta Draco mientras ve a Luna sentada en el suelo de su
habitación, con Steven sobre su cabeza y jugueteando con un libro de criaturas en sus manos.

Este año le tocara a Luna hacer sus TIMOs, quiere ayudarla a estudiar, pero es difícil cuando esta
logra perderse en sus pensamientos tan seguido.

—Me parece bien—contesta y cualquiera que no la conoce pensaría que está bien, que no pasa
nada, pero sus ojos siguen desviándose.

Su boca se contrae antes de regresar a su escritorio.


—Terminare aquí y estaremos listos—es lo que indica antes de regresar a las dos cartas en sus
manos para leerlas una última vez.

Querida madre.

No he hablado con Severus últimamente, ya sabes, no creo que este feliz con que técnicamente
morí por una semana. Realmente me gustaría saber qué opinas al respecto, si sabias algo del
tema, si fuera el caso me disculpo si te preocupe.

¿Estabas preocupada?

En la lucha contra el ministerio he perdido un amigo, no lo conocías muy bien, su nombre era
Anthony, aunque no hablaron en persona, sé que más de una vez tuve que hablar de este, porque
era mi mejor amigo.

Me siento perdido.

Cada día que paso me pregunto si mis elecciones fueron las correctas, siento que quiero
desmoronarme pieza por pieza, pero luego recuerdo que hay personas a mi alrededor que me
necesitan; cualquiera podría pensar que es preocupante, pero en realidad eso es lo único que me
ha mantenido cuerdo.

Usualmente soy alguien egoísta, alguien que se preocupa solo por mi bienestar, pero saber que
aún me necesitan es lo que me impulsa a seguir adelante.

Es cansado.

Duele.

Pero es lo único que mantiene mi poca cordura.

¿Quedara algo de mi cuando esto termine?

Te extraño, cuanto te extraño, en esta vida probablemente eres la cosa que siempre lamente no
haber podido sujetar con fuerza a mi lado; sé que estas con vida, tienes que estarlo, porque
necesito tenerte ahí aunque no pueda verte.

Con amor, tu hijo Draco Malfoy.

Querido Anthony.

Es extraño escribirte una carta, ya que no estas con vida y sé que nunca leerás esta carta, pero de
alguna forma me hace sentir atado a algo; aunque tu persona no está más en este mundo, el
pensamiento de tu existencia ayuda a mitigar mis cargas.

Se que no querías que fuera así, pero en esa última charla, como me pediste seguir luchando por
nuestros amigos fue lo único que impidió que al regresar todo fuera una locura; pero de la que ya
fue. Sentir que alguien me necesita, tener un propósito ayuda a no desmoronarme, espero que con
el tiempo no tenga esta sensación de que todo caerá a mi alrededor, si no que estaré bien.
Eres mi mejor amigo, pero ya no estas, eras una de las relaciones con personas más estables que
he tenido y sin saberlo uno de mis pilares más fuertes. El perderte no solamente destruyo eso, ya
que al volver todos mis otros pilares estaban rotos; me necesitan más de lo que yo los necesitaba.

O tal vez me engaño de esa forma.

Pensando que ser útil es la única forma de vivir.

La verdad es que yo necesito a otros más que ellos a mí, pero me gusta pensar lo contrario.

Te extraño.

En este momento debes estar en otro universo, en otro lugar, comenzando una nueva vida que con
suerte sea mejor que esta que viviste; sé que no te arrepientes, pero ojalá las cosas fueran
diferentes para ti. Espero que la próxima vida que tengas este lleno de buenos momentos con
personas que te lleguen amar.

Se que estarás bien, pero permíteme ser egoísta para poder seguir hablando con tu recuerdo.

A veces solo ocupo sacarlo todo y no quiero olvidarte.

Egoísta hasta la medula, tú siempre lo supiste.

Con el amor de un hermano, Draco Malfoy.

Al guardar las cartas en una caja que tenía para estas, logra bajar al primer piso con Luna, su rostro
se llena de curiosa sorpresa cuando una persona ya está ahí esperando; Padma. Se ve diferente, no
solamente por sus ropas o que ahora luce mucho más como una joven adulta que como una
adolescente, su rostro parece un poco más cansado. Lo que llama rápidamente su atención es el
cabello de Padma, que desde recuerda siempre lo ha tenido bastante largo y solía moverse de forma
de ola cuando caminaba; ahora lo tenía corto sobre los hombros casi tan corto como el propio
Draco. En general el cabello de Draco no era tan corto para un chico, ya casi llegaba a sus mejillas,
pero ahora el de Padma estaba solamente un poco más largo que su barbilla.

Le hizo ver mayor de alguna forma.

Luna parece algo sorprendida de verla en su nuevo look, pero parece que algunos cambios
drásticos últimamente no los acepta cual gato que le han movido los muebles. Draco por otro lado
se apresura a bajar los escalones para darle un abrazo y besar la frente de Padma.

—Estas completamente preciosa—dice con sinceridad, el rostro de Padma permanece neutral unos
instantes, antes que algunas partes de su expresión se suavicen.

—Pensé que sería bueno un cambio, Parvati no estaba tan feliz…mi padre lloro—admite Padma
con tranquilidad, antes de acercarse para saludar a Luna que rápidamente la abraza luego de
superar la sorpresa.

Desesperado.

Los abrazos de Luna parecen desesperados últimamente, siempre aferrándose a las personas como
si estuviera a punto de ahogarse; pero cada que intentaba acercarse a ella, simplemente actuaba
como si todo fuera normal y estaba resultando preocupante.
Aunque.

¿Draco no hace lo mismo todo el tiempo?

Nunca dijo que no fuera hipócrita.

—Me gusta, se ve cómodo—declara Draco antes de pasar a la sala de estar con Padma, para
toparse con otra sorpresa.

Cabello pelirrojo y ojos claros, Charlie Weasley estaba sentado en el sofá al lado de Dora,
haciéndola reír de forma que no había escuchado a nadie en este tiempo. Dora se ve radiante al
lado de su amigo, si bien entre ellos nunca hubo nada de romance de por medio aparte de una gran
amistad, era refrescante ver que Dora aún puede sentir emociones positivas.

No solo fingirlas.

—Draco—Charlie avanza hacia él con confianza, dándole un mortal abrazo mientras escucha a
Padma a su lado decir algo como: “Harry no estará feliz si se entera”—pero mira cuanto has
crecido, Nymphadora no mentía, por cierto, traje a Argo—comenta este con diversión, un gato
negro aparece, Steven sisea asustado y hay un caos dentro de la casa Tonks que parece no haber
sucedido por mucho tiempo.

Charlie es como el aire fresco, Andrómeda lo abraza cual madre que no ve a un hijo en mucho
tiempo, cuando Edward regresa saluda también a Charlie que al igual que Luna y Padma piensa
quedarse unos días; Charlie no parece afectado al decir que ha tomado unos días libres para venir a
ver a su mejor amiga.

Dora parece conmovida.

Luna se ríe un poco sinceramente cuando Argo se acomoda entre sus piernas, pero Steven se queda
fuertemente sobre su cuello viendo mal al gato; Padma toma asiento a su lado sin decir mucho,
pero es bastante cordial cuando se le pregunta algo directamente.

—He ido a ver a Madison—comenta Padma solo para él mientras los demás están en medio de una
historia de Charlie sobre dragones que Draco quiere prestar atención, pero esta se marcha cuando
escucha el nombre de la madre de Anthony—me dijo que no tenía que ir todo el tiempo a su casa,
se ha concentrado en su trabajo en San Mungo, parece que verme la lastimo más—añade casi de
forma adolorida, Draco la mira con pesar.

Solo ha ido a ver a la señora Madison una vez desde que salió del hospital, una visita rápida con
ayuda de Bill Weasley; quien hablaba tranquilamente sobre Fleur, que parece haberlo llegado a
conocer sin la intervención de Harry en el torneo.

Como piensa que sucedió originalmente.

Fleur también le envía cartas ahora, muy seguidas, cree que estará pronto en la madriguera y Bill
había parecido emocionado por que fuera a visitarlos a su hogar.

Su charla con Madison fue rápida, se disculpó por ser el causante de la muerte de su hijo, pero la
mujer que tenía el rostro pétreo, solamente agradeció sus palabras antes de indicar que iba tarde al
trabajo; Anthony le dijo que cuidara a su madre, pero todos los que quiere cuidar solamente
parecen alejarse de él. Madison había perdido a su esposo, también había perdido a su hijo y ahora
parecía sola en la vida; Draco quiso poder hacer algo por ella, pero la mujer se mantuvo firme con
el mentón en alto regresando a su trabajo como sanadora.
Era una mujer fuerte.

Pero la vida no había sido justa con ella.

—Tal vez es mejor darle tiempo, le envió cartas todo el tiempo, cortas…no suele contestarlas—
acepto Draco porque a veces cuando estaba a solas, solo quería enviar cartas.

Escribir pensamientos aleatorios, Merlín estaba mucho en movimiento últimamente y eso lo hizo
sentir que algo estaba haciendo; tal vez era diminuto, tal vez no ayudaba a nadie, pero quería hacer
algo.

Salir de casa era complicado sin protección y ahora sin Dora, siente que no debería presionar a
otros por ayudarle.

—Mira lo que traje, son colmillos de dragón bebé—habla Charlie ofreciéndole un colmillo, que
Draco toma con un poco de ilusión viéndolo contra la luz de la habitación.

Era colmillos de leche, los primeros antes que cambiara a otros de mayor fortaleza, una parte de
Draco quiso emocionarse tanto como lo habría hecho de niño; pero la presencia del colmillo
solamente trajo una pregunta del borde de su mente.

—Charlie—lo llama y este voltea a verlo con rostro inocente—¿Has escuchado hablar antes sobre
dragones primordiales? —ahora su expresión pasa a una perpleja, pero hay algo curioso en el fondo
de sus ojos.

—No, es la primera vez que escucho sobre ellos, ¿Qué son? —

Lo ve detenidamente antes de voltear a ver el colmillo en su mano.

—Lo escuche por ahí, no es importante, solo una teoría—

—Nunca escuche algo sobre el tema, pero mantendré una oreja puesta por si descubro algo—

Asiente agradecido, es todo lo que pide.

Padma debe irse el día siguiente temprano, promete volver pronto en la tarde, pero sus padres la
llaman y por eso no está ahí cuando Michael aparece; tal vez es lo mejor, no estar todos reunidos
con un mar de pesadumbre alrededor. Michael no aparece solo, Terry aparece a su lado casi
luciendo un poco demacrado como el propio Michael, aunque Michael se ilumina al verlo con
Luna. Luna abraza a Michael rápidamente, este parece incomodo, como si pensara que no merece
recibir un abrazo de parte de nadie, es casi doloroso de ver. Draco toma su momento para
abrazarlo, sintiendo un agujero en su interior porque el abrazo de Michael parece tan desesperado
como el de Luna.

Pasara.

Todo esto pasara.

Se recuperarán y serán más fuertes.

Tiene que pensar así, tiene que tener esa fe, porque si no…no sabe qué hará.
Terry es el siguiente en abrazar suavemente a Luna, antes de también abrazarlo con fuerza un poco
más rápido que Michael; aunque en sí que este abrazara, ya es suficiente para notar que algo está
mal, porque usualmente no le gusta tanto el contacto físico.

Draco esta por ofrecerles jugar un juego de mesa, realmente va hacerlo, ir y tomar el monopolio
para hacer las típicas tonterías como cobrar por hoteles o quejarse por robar en el banco.

Solo un día normal en la vida de ellos.

Puede hacerlo.

—Vamos a jugar, pero no dejen que Anthony sea el banco, es un ladrón y corrupto, ¿Verdad
Antho…? —detiene sus palabras al ver los rostros horrorizados de sus amigos, Draco toma un
momento en darse cuenta que estaba hablando como si Anthony estuviera ahí.

Sus manos tiemblan ligeramente, la sonrisa comercial que tenía desvanece, antes de bajar la mirada
en blanco y morder con fuerza el labio antes de intentar tomar aire para tranquilizarse.

Es difícil.

Anthony no está.

Michael se apresura para colocar una mano sobre su brazo, hay una mirada de comprensión en el
chico y Draco debe asentir, está bien; se limpia de forma fuerte la lagrima que sabe que esta por
salir de sus ojos, porque no quiere llorar ese día.

Sus amigos están aquí.

—Orion—salta pronto Terry, atrayendo la mirada de todos—hace tiempo no estudiamos todos


juntos al respecto, eso nos mantendría más ocupados—añade con una sonrisa tensa, Luna baja la
mirada luciendo miserable y Draco se obliga a asentir con su cabeza.

Aun siente el picor de sus ojos y la garganta cerrada por las ganas de llorar, de romperse otra vez,
pero no importa cuantas veces lo haga; Anthony no va a volver. Ya ha llorado tanto en los días del
hospital y en estas paredes, no quiere seguir llorando, no puede seguir roto todo el tiempo.

Es reciente.

Pasara.

Pero no parece que sea tan fácil.

—Tal vez el libro de Orion tenga algo sobre Hombres lobo—intenta animar Michael, lo que
provoca que tres pares de ojos lo vean fijamente y este ría algo tenso—¿Demasiado pronto para
hacer chistes a mi costa? —pregunta algo nervioso.

No, no es demasiado pronto, pero todos habían pensado que este no estaría dispuesto a chistes de
hombres lobo, cuando hace apenas unos días era un total recruzo de su propia habitación; Terry es
el primero que salta.

—Mientras no nos traigas rabia o pulgas—está luchando por hacer una conversación normal, por
fingir que Draco no tuvo un desliz y probablemente este sea su nueva forma de vida.

Fingir cada que alguien, probablemente Draco, se equivoque al decir algo como si Anthony
estuviera ahí; por el bien mayor.
—Leí mucho sobre criaturas mágicas este verano, creo que un hombre lobo es mucho mejor que
Wendigos—comenta Luna caminando a la habitación de Draco, Michael lo empuja por la espalda
y se obliga a caminar.

—No sé qué es un Wendigos, pero ahora tendré que estudiar sobre Hombres lobo; el profesor
Lupin me ha ayudado mucho, aunque ahora tengo que saber sobre alfas-omegas-manadas…es
como estar en clases—musita Michael con expresión cansada, su rostro aún sigue luciendo
hundido, pero sus ojos no se ven tan apagados como cuando Draco lo vio en casa.

Su cicatriz es visible, porque tiene una camiseta y se ve desde la clavícula hasta parte de su mejilla,
además de las cicatrices a lo largo de sus brazos todavía sin curar totalmente por culpa de la última
luna llena.

—Perezoso—señala Terry entrando a la habitación de Draco.

Tres horas después llega Padma, abrazando a todos mientras Terry le alaba por su nuevo corte de
cabello, Michael se queja de que le gustaba más antes y cuando Padma esta por pegarle, Michael
suelta un “Controla a tu novia Anthony”; todos habían quedado congelados y se puede ver el rostro
de horror de Michael que se aparta a una esquina sujetando su cabeza con fuerza.

Duele.

Duele estar juntos.

Duele estar separados.

Padma debe sentarse al lado de Michael, abrazándolo con su cabeza sobre su regazo, diciéndole
que no es su culpa y que todo está bien; aunque parece destrozada, Michael llora mientras se
disculpa y Luna también tiene que abrazarse a Draco con fuerza mientras tiembla.

Soportando las ganas de llorar.

Draco no puede evitar pensar: “Estamos destruidos, cuando quisiera que estuvieras aquí Anthony,
realmente te necesitamos”.

Todo se calma un tiempo después, regresan al libro en silencio y les toca empezar a una vez más.

Draco no puede evitar mirar de reojo su lado derecho, donde usualmente estaría Anthony, pero
ahora esta vacío y puede sentirlo de forma mucho más dolorosa de lo que debería.

Wendigo

El wendigo es una criatura mitológica que aparece en las leyendas de los pueblos algonquinos
de la costa este y de la región de los Grandes Lagos, en Estados Unidos y Canadá. Se le
describe como un ser humanoide de aspecto bestial, al que usualmente se le relaciona con el
canibalismo. Los algonquinos creían que aquellos que consentían el canibalismo eran un
riesgo; parece que la leyenda reforzó el tabú contra el canibalismo. En la mitología
algonquina se suele describir como un equilibrio de la naturaleza.

Wendigos humanos
Todas las culturas en las que ha aparecido el mito del Wendigo comparten la creencia de que
un humano puede convertirse en uno si practica el canibalismo, o, alternativamente, es
poseído por el espíritu demoniaco de un Wendigo, a veces en un sueño. Una vez
transformado, la persona se volvería violenta y obsesionada por comer carne humana. La
causa más frecuente de esta transformación en Wendigo está en si la persona ha recurrido al
canibalismo, consumiendo el cuerpo de otro ser humano para evitar morir de hambre
durante un momento de extremo sufrimiento, como los duros inviernos o la hambruna

Entre las culturas algonquinas del norte, el canibalismo, incluso para salvar su propia vida,
se ve como un tabú importante; la respuesta adecuada a la hambruna era el suicidio o
resignarse a morir. En otro aspecto, el mito del Wendigo pudo servir como disuasivo y
advertencia para aquellos que recurrían al canibalismo; aquellos que lo hicieran se
convertirían en el propio Wendigo.

Draco piensa que está bien luego de la tarde con sus amigos, claro que fueron golpeados
emocionalmente por mencionar a Anthony en algunos instantes, pero luego de eso todo fue,
progresivamente lento, pero mejorando. También encontraron información en el libro de Orion
sobre Wendigos, Draco incluso estuvo al borde de soltar la risa por la debilidad que pensaban los
del pueblo nativo de América del norte. Michael parecía sumamente ofendido de que no
encontraran nada sobre Hombres lobo, solamente sobre Wendigos por ahora, así que por ahora
tendrían que limitarse al conocimiento previo que tenían.

Remus ayudaría a Michael a conocer más sobre el tema, pero por ahora, Orion no tiene nada que
decir al respecto.

Aunque retomando viejas enseñanzas, usar las cadenas de plata cerca de Michael actualmente era
prohibido.

Por obvias razones.

Cuando sus amigos se marcharon pensó que estaría bien, que podría regresar a una rutina semi-
normal y lo intento casi con éxito, la presencia de Charlie en la casa hizo todo más animado; un
cambio de patrón. Draco le encantaba escuchar historias de dragones, sobre cuando Dora y Charlie
estaban en Hogwarts.

Especialmente sobre William y Jacob.

Sobre las bóvedas malditas.

Y es asombroso.

Entonces cuando el día de la operación de Dora llego, Draco sufrió el primer ataque de pánico en
esta vida que no pudo controlar. En su vida pasada siempre lograba controlarlos en presencia de
otros, Selena era su principal motivación para poder mantenerse fuerte, pero en este mundo parece
ser…ya había sido demasiado.
Fue en el pasillo, Edward fue quien se quedó a su lado, mientras estaba en el suelo sentado, con las
manos sujetando su cabeza con fuerza y apenas respirando.

Es su culpa.

Que Dora perdiera su pierna.

Que ya no pudiera ser un auror.

Su forma de parecer tan derrotada.

Era su culpa.

Una parte diminuta en su cabeza le quiso decir lo contrario, pero en medio de un ataque de pánico,
claramente no es tan fácil escuchar el lado que intenta ser razonable. Edward intento tranquilizarlo,
le trajo una bolsa de cartón para controlar su respiración y Draco simplemente quería dejar de
pensar; pero mientras más lo intentaba la culpa solamente parecía mayor.

Como si algo se burlara por intentar pensar en las cosas como sin importancia.

Draco no sabe cuánto tiempo estuvo así, pero en algún momento alguien más apareció.

—Cachorro, todo está bien, tío Sirius está aquí—

—¿Sirius? —su respiración se estaba normalizando cuando levanto el rostro, Sirius estaba ahí,
luciendo un poco deteriorado, pero todavía luciendo mucho mejor que ese tercer año donde lo
encontró fuera de la cárcel.

Viejos tiempos.

El hombre de larga cabellera le dijo algo a Edward, este parecía no querer irse, Andrómeda había
partido con Charlie y Dora hace algunas horas, pero Edward se quedó con Draco; por suerte,
porque estando solo quien sabe que pudo haber pasado.

Hay una charla que apenas entiende, Edward diciendo que lo llamara ante cualquier cosa, Sirius
restándole importancia.

Luego que todo quedo en silencio, Sirius tomo asiento a su lado en silencio, saco de su espalda o de
algún lugar que no pudo ver bien una tela que arremetió contra su rostro; quiso quejarse al
respecto, pero luego el aroma de bosque lo inundo y tomo la prenda de ropa con curiosidad. Su
propia respiración tranquilizándose poco a poco, viendo la sudadera con capucha de color negro.

Olía a Harry.

Levanto la mirada, Sirius simplemente miro al otro lado del pasillo donde estaban en el suelo,
Draco se abrazó un poco más a la prenda de ropa.

—Ambos funcionan como tranquilizante del otro, idiotas enamorados—molesta Sirius, pero Draco
sigue viendo ahora al suelo; dura otros momentos en silencio—quise traer a Harry, pero justamente
hoy salió con Dumbledore, probablemente este enojado de que no estuvo aquí—

—No le digas a Harry—sus palabras se sienten resecas en su garganta, puede sentir la mirada poco
cómoda de Sirius, pero no niega su petición.

—Está bien, ya sabes, tener episodios—


No dice nada a las palabras de Sirius, sabe que son con buenas intenciones, que desde lo sucedido
en Azkaban siempre ha estado luchando contra él mismo. No se supone que Draco pase por eso
también, se supone que debería ser fuerte por los demás; su único consuelo es que aparte de
Edward y Sirius, nadie más sabrá por el momento sobre este vergonzoso episodio.

Toma aire antes de moverse lentamente, solamente para poder colocarse la sudadera para sentirse
reconfortado por el calor y aroma de su novio.

Aire.

Aire a sus pulmones, adentro y afuera de forma constante.

—Dora no debería estar ahí, es mi culpa, la involucre demasiado—susurra por bajo, porque no
puede ni imaginar el miedo que debe tener Dora; debería ser fuerte por ella, pero en su lugar se
había derrumbado sin poder hacer nada.

Una mano sobre su hombro hace que levante el rostro, Sirius tiene una mirada como si estuviera
sufriendo, Draco no ve pena.

Solo dolor.

Como si también estuviera sufriendo y quiere llorar.

—No es tu culpa—

Eso dicen todos, pero Draco no lo cree y este día es difícil simplemente pensar en eso como una
verdad posible.

—Lo es, Viktor, Michael, Dora…Anthony—gira un poco la mirada molesto por el dolor de decir
el nombre de Anthony, no había pensado al respecto, cuanto duele el nombre de alguien en sus
labios—todos dicen que es mi culpa, pero siento que soy un catalizador…yo…no sé cómo detener
el dolor, ¿Cómo superas la muerte de tu mejor amigo? —nuevamente no es hasta muy tarde, luego
de decir aquellas palabras, que recuerda con quien está sentado y a quien le está hablando.

Su rostro se levanta de inmediato, viendo que nuevamente ha dañado a alguien, porque el rostro de
Sirius se transforma en una expresión pálida; duele, puede ver el dolor en sus ojos y Draco se siente
miserable porque solamente sigue hiriendo a los demás.

Sabe que no es el único en perder seres queridos, no es tan egocentrista para pensar que es la
primera persona en este mundo en sufrir y no será la última.

Sirius perdió su familia, como Draco.

Sirius perdió a James, como Draco perdió a Anthony.

Había visto a Sirius sonreír y a veces olvidaba que realmente el hombre había sufrido su gran parte
en la vida, no solamente por Azkaban, la familia Black simplemente parece maldita. Cuando este
conto la historia sintió lastima por Sirius, porque era algo triste, pero ahora que está viviendo
partes similares a este, no puede más que sentir como si todo en su interior quemara.

Sirius ataco resentido a Peter.

Draco no pudo culparlo cuando su reacción fue similar ante la muerte de Anthony.

Tal vez ambos se parecían más de lo que le gustara admitir.


Para bien o para mal.

—No lo superas—sus palabras duelen cuando lo ve, porque parece cansado nuevamente, muy
cansado y viejo; contraste con su usual personalidad juguetona—simplemente sigues adelante,
esperando el momento donde todo se termine, apreciando y amando a otras personas; pero no, no
se llega a superar…lo siento cachorro—ahora su voz suena casi atragantada, Draco quiere
disculparse, pero se pregunta si fuera el contrario quisiera una disculpa.

No sabe que quiere.

Quiere que el dolor se apague, pero no lo hace.

Su cabeza al final se lanza a la izquierda, descansando contra el costado de Sirius que parece luchar
contra el deseo de llorar; es extraño pensar en un adulto llorando, es extraño porque se supone que
los adultos no lloran. Es curioso cómo ha arrastrado esa mentalidad desde su vida pasada, muchas
cosas se han ido olvidando, Serena y Jessie ahora son las únicas cosas que se acuerda; aparte de los
extraños recuerdos de su madre que han vuelto cuando entro al velo.

Pero sobre su padre.

Aparte de que era un mal padre, solo puede recordar a este diciendo que los hombres no lloran.

Supone que es el único lazo que tiene hacía él y no ha soltado.

—Me recordaban mucho ustedes dos, a como éramos James y yo—Sirius parece haberse contenido
lo suficiente para volver hablar, sus hombros se mueven un poco pero Draco está a su lado sin
moverse—fue doloroso como fascinante al inicio, pero luego solo me recordó viejos momentos,
nuevas historias para decirle a Harry; Anthony era como verme a mí mismo muchas veces,
siempre detrás de James y tú eres un líder natural como lo fue Jamie—su voz suena chueca, casi
entre una mezcla extraña entre dolor y emoción que nadie que no sintiera eso puede describirlo.

Draco cierra los ojos.

Casi puede sentir a Anthony del otro lado, siempre a su lado sonriendo y listo para acompañarlo en
alguna locura.

Al abrir los ojos no está, y no hay ninguna parte del mundo donde este, porque está muerto.

Y Draco no piensa dejarlo ir pronto.

—Lo extraño—susurra con pesar, porque no puede decirle eso a sus amigos, no puede cargarlos de
esta forma cuando todos extrañan a Anthony.

—No hay un día de mi vida, donde no piense o me arrepienta de esa noche; cuando entre a esa
casa, cuando vi sus cadáveres…solamente pensé que era una pesadilla, un boggart. No hay un día
que no extrañe a James Potter y Lily Evans, era mi deber protegerlos y les falle—

Draco quiere decir que no es su culpa, pero sus palabras se ahogan en su garganta, porque sería
igual de estúpido como todos los que dijeron esas palabras anteriormente.

No es que no fueran verdad, pero al ver el rostro de Sirius perdido, sabe que esas palabras no
servirían de nada.

Aun años después, no servirían.


Trago saliva temeroso, viéndose reflejado tan cruelmente en Sirius, incluso en Severus quien años
después sigue amando a Lily; siente que ese será su destino, aprender a sobrevivir y tener días
buenos, pero sintiendo el peso de la culpa aun años después.

Suena horrible.

Pero tampoco está mal.

Porque al menos Anthony viviría en sus memorias continuas, porque tiene miedo que lo olviden,
porque, aunque duele Anthony merece ser recordado.

—Anthony murió por mi culpa, protegiéndome…debí haber sido yo—susurra sujetando sus
piernas contra su cuerpo, recordando vívidamente cuando Anthony lo empujo.

Los mejores reflejos de los dos, piensa con amargura.

—Habría muerto por James mil veces sin dudarlo—

—Igual yo, por cualquiera de ellos—

—…—

—…—

Sirius mantiene un ambiente silencioso durante lo que parece un año, Draco se sigue abrazando a
la sudadera sintiéndose adormilado; el ataque de pánico ya paso, charlar funciono. Sabe que todos
sus amigos sufren por ese día, sabe que es su deber protegerlos, le había prometido a Anthony que
cuidaría de todos ellos e iba hacerlo.

Pero aquí, sentado al lado de Sirius, siente que alguien lo entiende.

Entiende el dolor de perder un mejor amigo.

Entiende lo que es ser un Black.

Entiende lo que es ser rechazado por sus padres.

Esta tan loco como él.

—Somos muy parecidos—habla Draco sin esperar nada a cambio, pero cuando se aleja de Sirius
para verlo bien el rostro, puede ver una sonrisa en este.

Sigue habiendo dolor en su expresión, pero hay calidez en su mirada; una parte de él entiende
porque Harry ha empezado a pensar en Sirius como un padre. Puede que ese tercer año solamente
fuera un ex convicto que buscaba venganza, pero luego de estos años incluso con el dolor en su
mirada, se ha convertido en una mejor persona; un hombre en quien confiar.

Tiene sus malos momentos, dudosa moralidad, pero Draco puede sentirse unido a este.

Una figura paterna, aparte de Lucius, no había podido aceptar a nadie; aunque Severus era alguien
que apreciaba y Edward era agradable todo el tiempo, siempre los vio como adultos a su alrededor.

Pero Sirius era familia, tenían sangre en sus venas que los unía.

—Siempre pensé que eras más parecido a Regulus que a mí, pero si, supongo que ahora
compartimos muchas cosas en común—
—¿Regulus? —pregunta un poco curioso, listo para abandonar un tema doloroso y aparentemente
saltar a otro nuevo.

Sirius asiente.

—Mi hermano menor, siempre fue un fanático de los libros, puede que fuera el niño de mis padres
y se comportara todo el tiempo; pero era un poco travieso cuando quería, una vez logro tenderme
una trampa con Kreacher solo porque me comí su galleta…hubiera sido un gran merodeador—

—Suenas orgulloso—

—Lo estoy, yo…por muchos años pensé lo peor, pero supongo que nunca te agradecí por el año
pasado—eso sorprende a Draco, pero Sirius solo lo ve con aprecio—estuve muchos años pensando
lo peor de mi hermano, pero resulta que fue un jodido héroe—sonrió con algo de nostalgia—no me
llevo de la mejor forma con Kreacher, pero encontramos a Regulus como tema en común y parece
ser que eso ha mejorado mucho la relación; al menos ya no me odia…tan abiertamente—

—Eso es genial—lo dice en serio, porque Kreacher había sido importante para la historia, porque
Regulus fue alguien que no merece ser olvidado.

Como Anthony.

Como Viktor.

Ellos deberían seguir adelante en las memorias de otros, incluso si es doloroso, Draco cargaría con
ese dolor para no olvidarlos nunca.

—Sigue siendo un gilipollas con Remus, pero estamos trabajando en eso…el niño Michael vino
hace dos días para la luna llena, fue la primera vez que Remus no me dejo estar a su lado; fue
bastante molesto—habla ahora como si estuviera haciendo un berrinche que provoca una sonrisa
pequeña en sus labios.

Michael había escrito sobre el tema.

El chico parece haber pasado como si hubiera sido aplastado por un elefante, pero comento
emocionado que gracias a la pocion que Draco le compro, no fue tan malo. Sirius había estado
dispuesto a ser su proveedor, hablando sobre que tenía una mina de oro en Gringotts, ya pagaba por
la pocion mata lobos de Remus todo el tiempo; pero Draco se había puesto de pie para ayudar a su
amigo.

Terry también, no es que los Boot fueran totalmente millonarios como la bóveda que su madre le
heredo, pero podrían costearse sin problemas la pocion mata lobos para Michael.

Los padres de Terry no tenían problemas con la condición de su amigo, ni los de Padma o el padre
de Luna.

Eso era bueno.

—Terry pasara con él las lunas llenas en Hogwarts, está trabajando duro para perfeccionar su
forma animaga, también le está enviando cartas a McGonagall sobre el tema—comenta Draco
recordando las cartas ahora de Terry a su persona.

Si bien el año pasado había odiado su forma animaga, si tenía un terror y odio a los Lobos, todo
había quedado a segundo plano cuando se dio cuenta de que podría pasar las noches de luna llena
con su amigo; nadie dentro del grupo tenía la habilidad de Terry, tendrían que trabajar mucho
después de la guerra si quisieran hacerlo, pero por ahora Terry estaba encantado por ayudar.

Michael parecía un poco contrariado con la atención de su amigo, aunque el año pasado parecía
demostrar que Michael tenía sentimientos por Terry, Terry era abiertamente asexual así que no
intento nada para incomodarlo.

También estaba que la perspectiva de Michael sobre él mismo, había caído en picada, era una
alegría que ahora los quisiera cerca; pero duda que pronto quiera tener algo con alguien
románticamente hablando. Incluso si era conocido por tener más parejas dentro de su grupo,
muchas de poca duración, ahora parece tan asqueado de su persona que duda que vea que otros lo
aprecien.

No es que Terry lo vea como alguien romántico.

¿Lo hace?

Parece simplemente desesperado por Michael, Terry había estado tan preocupado cuando paso el
incidente y después de eso, no importa el rechazo de Michael siguió intentándolo; lejos de estar
resentido porque Draco pudo hacer que se abriera a otros, Terry le había agradecido
profundamente.

—¿Esos chicos están juntos? —pregunta Sirius fingiendo desinterés.

No lo engañaba, el hombre era un cotilla peor que Draco.

—Terry es asexual, Michael es…su propia persona—no iba a revelar que era bisexual, su amigo le
había contado el secreto a Draco desesperado entre un castigo con Umbridge el año pasado, no iba
a romper su frágil confianza actualmente—todos pensamos que hay algo entre ambos, pero no son
nada tristemente—

—Tal vez deberíamos hacer un tablón de apuestas—

—¿Eso hicieron con Harry y conmigo? —

—No me mires así, salió de maravilla, el chico sin duda está enamorado de ti…y al ver como
actuaste con esa sudadera, puedo ver el interés mutuo—

Draco empujo a Sirius, quien suelta una pequeña risa antes de volver acomodarse a su lado con
tranquilidad.

Es difícil.

Difícil respirar.

Pero tiene que seguir adelante.

—Podría…—traga saliva para obligarse hablar, pero Sirius ya tiene su atención sobre él—no
puedo hacerle esto a los demás, están luchando…pero tal vez, si no te molesta, cuando sienta
necesidad de hablar sobre Anthony… ¿puedo ir contigo? —pregunta un poco inseguro, porque no
quiere molestarlo, no quiere hacer que duela.

Sirius perdió a James.

Su tío lo ve fijamente, antes de acariciar un poco su cabeza.

—Puedes venir conmigo cuando quieras cachorro, siempre tendré tiempo para ti—hay algo en sus
palabras que le da un poco de alivio a Draco—aunque estoy seguro que cuando todo pase, podrás
hablar con tus amigos, aun es difícil, pero Remus habla de James mucho mejor que el inicio; sé que
Harry le encantaría poder ayudarte también. Aunque siempre seré la primera persona en tu lista de
personas si necesitas hablar, trabajo 24/7 ya que soy tu tío favorito—

—Técnicamente asesine a mi tía Bellatrix, pero creo que Andrómeda es mi favorita—

—Traición—

Sirius se echa sobre el suelo dramáticamente, Draco suspira de forma exagerada y ambos están
sobre sus pies luego de un rato. Toman el camino largo al hospital de magos, Sirius lo lleva de
incognito a un McDonald y por suerte no hay ningún ataque de Mortifago; ya no se sabe cuándo
podrían aparecer.

Habla sobre como Harry está pasando tiempo en la madriguera y como Molly no deja de hablar
sobre que vaya a visitarlos, algo sobre presentarse oficialmente como novio de Harry para
bochorno de este y diversión de todos. Aunque Remus y Sirius son la familia cercana de Harry, los
Weasley realmente han adoptado a Harry como otro de los suyos, lo cual es genial.

Acepta con duda sobre ir próximamente a la madriguera antes de llegar al hospital.

La operación es mucho más rápida que sería en el sector muggle para suerte de todos, solamente
tienen que caminar donde esta Dora en su habitación ya luego de la operación; su ataque de pánico
parece haber durado un poco más de lo que había esperado y gracias a que era una Black.

Unas amenazas de Sirius.

Fue atendida muy rápidamente.

La magia era asombrosa.

Fue doloroso, como si todo su cuerpo se volviera frio cuando Dora estaba sentada sobre la cama
sin mantas sobre su parte inferior. Tenía una ropa que parecía una bata del hospital, una de sus
piernas se encuentra totalmente bien, algunas cicatrices visibles, pero su otra pierna la que había
estado negra ya no se encontraba.

Se había ido.

De esa forma la maldición no se expandiría sobre su cuerpo, de esa manera no moriría. Andrómeda
se abalanzo sobre ambos, viendo significativamente a Draco y este aseguro que estaba bien;
Edward al lado de Dora también pareció preocupado, pero asintió cuando Sirius hizo un
comentario sobre que todo estaba bien. Charlie pareció un poco curioso al respecto, pero no
indago, solamente comento de forma tranquila que toda la operación fue un total éxito, no había
rastros de la maldición en Dora y eso lo hizo sentir tranquilo.

Había sido por algo.

Funciono.

Dora no se iría tampoco de su lado.

Luego de unos minutos con Dora, de algunos chistes de mancos de Sirius, de que Andrómeda lo
amenazara con castrarlo, otra persona apareció. Draco se sorprendió de ver a Cedric entrando
rápidamente, con túnicas de aprendiz de auror, rostro acalorado y luciendo aliviado cuando se
acercó a Dora que lo acepto cual madre con su cachorro.
—Cedric ha sido una eternidad, mira cuanto has crecido—habla Charlie con una sonrisa brillante,
haciendo que Cedric deje de ver a Dora congelado y se voltee a ver al Weasley con rostro
incrédulo.

Draco puede ver un atisbo de rubor cuando Charlie lo abraza, antes de charlar con los dos
Hufflepuff de viejas historias, mientras Draco observa el rostro de Cedric algo perdido sobre
Charlie.

Coloca una mano sobre su mentón curioso.

—Eso ha sido una apuesta larga Sirius, estos dos han sido amigos de Dora desde siempre, pero
Cedric nunca hizo un movimiento—comenta Andrómeda en voz baja, mientras todos dejan al trio
de Gryffindor y dos Hufflepuff hablar entre ellos.

Draco gira a verlos con curiosidad.

—¿Cedric no salía con la adorable chica Ravenclaw? —pregunta Edward curioso, Draco asiente,
porque hasta el año pasado seguían juntos.

Sirius gimotea.

—Pero mira que lindos son, no puedes negar que Cedric siente algo y aunque soy mayor, puedo
decir que Charlie está en forma—Draco asintió ante las palabras de Sirius, pero Andrómeda se
encogió de hombros.

—El tiempo dirá, aunque las relaciones de colegio no suelen durar, tal vez ahora que es un poco
mayor—comenta Andrómeda con tranquilidad, Sirius-Draco-Edward sueltan un quejido en voz alta
que atrae la atención de los otros 3, pero estos se distraen cuando no dicen nada—Mira Ed, te amo,
pero es algo Black el engancharse con una persona por años, mira a Sirius con Remus o Draco con
Harry—

—¿Creo que deberíamos sentirnos ofendidos? —musita Sirius solo para Draco.

Asiente antes de ver como Dora lo llama, se aleja de los adultos que se siguen quejando y hablando
de apuestas, tomando la mano de Dora cuando esta la ofrece. Cedric sigue viendo a Dora con
preocupación y alivio, Charlie sigue ahí siendo el apoyo que prometió ser; Dora esta con una
sonrisa segura.

—Estaba hablando con los chicos, creo que hay algunos médicos Muggles que podrían ofrecerme
una prótesis, pero no puedo irme al mundo muggle sin mi querido acompañante especial—el
tatuaje en su espalda parece quemar ante la propuesta de Dora, recordando lo peligroso que había
sido.

—Hable con Cedric, tiene libre este fin de semana y yo prometo ir con ustedes, luego podríamos ir
a la madriguera, estoy pensando en reclutar también a Bill por seguridad—comenta Charlie
esperando ayudar, lo hace, porque más personas significa más posibilidades de no caer.

Una prótesis.

Sería mejor que ver a Dora tumbada en una cama y seamos sinceros, Dora jamás pasaría mucho
tiempo en una cama.

—Me encantaría—comenta Draco haciendo a su prima sonreír emocionada.

Paso a paso.
Seguir adelante.

A veces Draco siente que nada tiene sentido, que la culpa lo ahoga, que se va desmoronar; pero
tiene que seguir adelante.

Continuara…

Chapter End Notes

Estos capítulos puede que sean dolorosos o que muchos piensen que es un poco como
adicional a la historia principal. Draco siempre iba a sufrir por perder a personajes, me
dolió un poco como del quinto libro al sexto del canon, se ve muy poco del duelo de
algunos personajes y claramente eso iba a cambiar en mi historia. No todos los
capítulos serán dolorosos o con recuerdos de culpa, pero en momentos aleatorios es
probable que Draco recuerde a Anthony.

No solamente él, podemos notar que sus amigos aún no han superado tampoco la
muerte de Anthony y es algo que les tocara cargar de ahora en adelante.

Me rompe el corazón, pero es la realidad.

Harry apareció en este capítulo, aunque siento que quien se lleva la aparición de oro es
Sirius, quien ahora comparte algo más doloroso con Draco que los ha unido
inesperadamente. No creo que nadie esperar este encuentro sorpresa de Cedric con
Charlie, pero es algo que había estado planeando por algún tiempo, espero que estén
animados por verlos juntos, aunque no tendrán tanto protagonismo como quisiera.
Capítulo 3: La madriguera.
Chapter Summary

Draco sigue de vacaciones y tiene una visita un tanto inesperada.

Chapter Notes

See the end of the chapter for notes

—¿Por qué debería aceptarte? —dice la voz femenina, que parece sonar como una niña curiosa a
lo lejos.

Draco no puede verle bien, es solamente a la distancia que observa como esta una niña, con el
largo cabello que cubre parte de su espalda, no puede ver su rostro por su posición.

Su cabello es casi dorado.

Quiere hablar, pero no sabe que está pasando.

—¿Por qué deberíamos enlazarnos? —vuelve a preguntar, antes de intentar girar su rostro, pero
Draco siente que cae al vacío.

Nuevamente un par de ojos dorados lo ven como si brillaran, pero la niña no se acerca, solamente
o ve caer mientras intenta mover sus brazos en medio del vacío.

Sus ojos se abren con extraña calma, aunque siente que estaba cayendo y el recuerdo parece
borroso de su sueño, es como si hubiera visto esos ojos antes. Siente un dolor de cabeza ese día,
pero lo rechaza antes de arreglarse para lo que le espera. Tiene un vago destello de ojos dorados
cuando sale de su habitación, para llegar al comedor donde lo están esperando para el desayuno;
Dora se encuentra lista en su silla de ruedas emocionada por ese día. Charlie Weasley había
encontrado rápidamente entre sus contactos (lo cual fue rápidamente alarmante) un médico muggle
que era un Squib, por lo cual podría ayudarlos con el trabajo de prótesis.

Charlie estaba esa mañana ahí con su gato negro en su cabeza, emocionado por un día de aventuras
con ellos.

Andrómeda y Edward no parecían felices al respecto, algo sobre como ellos siempre se metían en
problemas.

Draco puede asentir.

La llegada de Cedric luego del desayuno puso a todos en marcha, Draco miro al chico con
curiosidad preguntando por su entrenamiento de auror.
—Es bastante intenso, cuando pedí permiso para hoy probablemente sea el único que obtendré este
año—lamenta Cedric con voz cansada, haciendo que Draco le vea curioso, antes de voltear a ver a
Charlie que empujaba la silla de Dora de forma rápida.

Su prima soltaba chillidos emocionados.

Fue agradable verla nuevamente con emociones positivas que no parecían forzadas.

Volteo a ver a Cedric con una leve sonrisa.

—Supongo que Charlie Weasley este aquí no tiene nada que ver—habla de forma burlona, que
hace a Cedric bufar por bajo; su rostro se pone un poco más serio—pensé que…ya sabes…Cho y tú
estaban juntos—la expresión del antiguo Hufflepuff se volvió un poco agria, antes de caminar con
las manos en sus bolsillos.

Estaban en medio de Londres, Draco tenía esa sensación en su espalda que podrían ser atacados en
cualquier momento, como paso el año pasado con Anthony; el pensamiento de Anthony dolió
bastante como siempre en estos días, aunque el dolor ya parece familiar.

Nadie los había atacado.

Todavía.

—Termine con ella—Draco casi se tropieza ante las palabras de Cedric, volteo a verlo incrédulo y
este hizo una mueca en su rostro—fue a finales del año pasado, Cho es una chica asombrosa,
pero…el entrenamiento de aurores, me hizo replantearme muchas cosas; ella hablaba sobre el
futuro, quiere una vida tranquila, incluso aunque entramos al DA para estar listos, ella quiere otra
vida que no le puedo dar—parece un poco culpable de hablar y Draco medita sobre su situación.

Draco no tiene una vida tranquila, desde que inicio a involucrarse más en este mundo, siempre
quedo claro que no tendría un final fácil; muchas veces se pregunta si sobrevivirá séptimo año, las
probabilidades están en su contra. Ha sobrevivido a la muerte dos veces, duda que en una tercera le
vaya tan bien como hasta ahora.

Sus dudas sobre el futuro se hicieron más fuertes al tener a Harry a su lado.

En la historia original Harry tenía una familia, tres hijos, un trabajo estable, era el salvador del
mundo mágico. Si este mundo sigue el rumbo, es probable que este siga siendo el salvador del
mundo mágico; pero si se queda al lado de Draco es probable que no tenga hijos, porque no quiere
tener hijos. Aunque, debido a su sangre Black, es probable que este atado de por vida a Harry y eso
lo aterra.

La sangre de dragón en su interior ha elegido a Harry como su única pareja.

Funcionen o no las cosas (porque siempre le daría opción a Harry de elegir, aunque él no la tenga),
puede que esta relación funcione a la larga, Sirius y Remus, Andrómeda y Edward habían
funcionado; Draco quiere ser parte de esa familia que funcionan las cosas.

Duda que su vida sea alguna vez tranquila.

Pero si Harry quisiera hijos, si de verdad quisiera una familia.

¿Draco cedería?

Sintió su rostro arrugarse un poco, la idea de un niño era un poco molesta, demasiado trabajo, los
mocosos prácticamente buscan morir cada pocos minutos; pero eso haría feliz a Harry, entonces si
eso lo hiciera feliz.

Se sintió algo derrotado.

Uno.

Sería su límite, solamente un hijo si Harry quisiera.

Sus pensamientos eran tan vergonzosos que no iba a decirlos jamás en voz alta. Volteo a ver a
Cedric que sigue caminando pensativo, puede que este no quisiera hijos o una familia, tal vez si los
quisiera o tal vez simplemente su nuevo rumbo de vida como auror sería demasiado para Cho.

Cedric había elegido su sueño.

Cho quiere otra vida.

Entonces si ninguno va a ceder, es mejor terminar las cosas.

—¿Lo tomo bien? —

—Hubo muchas lágrimas, no estamos hablando ahora, pero espero que en el futuro podamos
hablar; ella dijo que ocupa tiempo—

—Es una gran chica, se merece lo mejor, solo que no eres tú en este caso—

Cedric sonríe aliviado, Draco lo imita un poco mejor, aunque sonreír cuesta todavía.

Charlie los detiene cuando han llegado al edificio, es un lugar un poco alejado del centro de
Londres, pero es una especie de consultorio privado; es para muggles y algunos magos que tengan
contactos bastante difíciles como Charlie. El edificio estaba equipado con un ascensor, así que
todos entraron con Dora disfrutando descaradamente de su espacio en la silla de ruedas; Charlie le
empuja el gorro de su cabeza hasta su nariz.

Hay risas, Draco no ríe, pero le gusta el sentimiento de un momento feliz.

Hay un momento donde entran al consultorio, donde Draco se encuentra en shock, cuando esos
ojos celestes voltean a verlo.

—Draco—la voz es jovial, Draco abre la boca antes de ser abrazado rápidamente por una chica de
cabello casi rojizo—Mon vieil ami, comment vas-tu? (Mi viejo amigo, ¿cómo te encuentras?) —es
Colette, la hermana mayor de Eugene que el año pasado les había salvado cuando terminaron en
Francia por culpa de malos cálculos en su traslador.

No solo eso.

Conoció a la chica en su segundo año de Hogwarts en el callejón Diagon por un accidente, luego
en cuarto año había ido al colegio de Hogwarts como parte del torneo de los 3 magos y ahora
estaba aquí luciendo tan hermosa como era. Había sido su pareja para el baile de navidad, no
hablaban mucho, en general Draco escribía algunas cartas a su hermano menor por su ayuda el año
pasado.

Era una total sorpresa verla aquí.

Una sorpresa agradable.


—Colette, je vais bien, c'est une surprise de te voir ici (Colette, estoy bien, es una sorpresa verte
aquí)—habla francés, está un poco falto de práctica, pero la chica no parece afectada.

—Fleur hablaba tanto de Londres, quería conocerlo más por mis propios ojos, aquí no me miran
por ser la hermana menor de mi hermano—le da una larga mirada, que Draco asiente, porque su
hermano era un alto funcionario del ministro de magia y además la parte muggle de la sangre de
ellos era de la realeza muggle—estoy trabajando para ser un médico en el mundo muggle, así que
conseguí una entrada a la universidad de Londres, pero en mis tiempos libres vengo con la señora
Elizabeth para practicar con ella—alaba Colette con una sonrisa.

La doctora Elizabeth era quien conocía Charlie, así que es interesante como a pesar de ser un
médico retirado, la señora sigue haciendo prótesis.

—Eso es genial Colette, seguramente serás un gran Doctor en el futuro—le aseguro con una
sonrisa, que esta imito antes de ver a los demás.

Luego volteo a ver a los otros personajes en la sala, haciendo una leve reverencia.

—Mi nombre es Colette Tudor, es un placer conocerlos, ya mismo le indico a la Doctora Elizabeth
que están aquí para su consulta—sus modales eran excepcionales, sus ropas eran sencillas como de
enfermera, pero sus ojos brillaban en determinación.

Cedric y Charlie se presentaron de forma jovial, pero Draco volteo a ver curioso como Dora no
había dicho ninguna palabra; no solamente él lo sintió algo extraño, los chicos y Colette voltearon
a ver curiosos como su prima estaba en la silla de ruedas en silencio. Dora veía fijamente a Colette
con curiosidad, antes de que sus mejillas se sonrojaran al ver a todos viéndola fijamente.

—Oh si, Dora, Nymphadora, mi nombre es Nymphadora Tonks—se presentó con torpeza, Draco
levanto una ceja al tiempo que Charlie y Cedric parecían sorprendidos.

Colette asintió ignorante de todo.

—Es mi prima—salta Draco, por la necesidad de decir algo que ayudara a Dora, aunque no
entendiera bien que pasaba.

Ahora el rostro de Colette mostro un poco de sorpresa, antes de sonreírle suavemente a Draco y
luego a Dora.

—Entiendo, Draco ha ayudado mucho a mi familia—técnicamente ellos le han ayudado más,


cuando lo sacaron a Anthony y a él de escondidas de Francia—cualquiera de sus amigos o
familiares tiene nuestro agradecimiento, espero poder ayudarle en todo lo posible Nymphadora—
habla esta con amabilidad antes de irse, Draco le sonríe una última vez antes de ver a su prima que
parece aun sorprendida.

—Dejaste que te llamara Nymphadora sin quejarte—sisea Cedric incrédulo, Dora roja como un
tomate le da un manotazo que hace reír a los chicos.

Curioso, el amor funciona de forma curiosa, piensa cuando el resto de la consulta, Dora no deja de
ver a Colette intentado ser disimulada.

Cuando la doctora Elizabeth confirma que tendrá que venir varias veces antes de tener la prótesis y
además para trabajar en rehabilitación, bueno, Dora no parece en lo más mínimo triste al respecto.

.
.

—¿Por qué están cubiertos de lodo? —es la pregunta muy válida de Molly Weasley cuando abre la
puerta de la madriguera, para ver a los cuatro personajes llenos de barro hasta las orejas.

Tres de ellos giran a ver de manera cansada a Charlie Weasley, que tiene el reparo de parecer
abochornado.

Primero Charlie tuvo que contestar unas preguntas de seguridad, pero luego de eso, estaba claro
que había algo muy importante que notar.

Como cuatro personas llenas de barro.

—Bueno puede o no puede que intentáramos bajar la colina de la casa en la silla de


Nymphadora…nadie me detuvo para que dejen de verme así—gruñe este viéndolos a ellos, pero
claramente todos siguen algo molestos al respecto.

Luego de la revisión médica habían tomado la invitación de Charlie de ir a la madriguera para


aprovechar que era un domingo de comida familiar, cabe decir que Dora-Cedric-Draco dudaron un
poco; nada que un carismático Charlie no pudiera solucionar rápidamente.

Cuando todos parecían algo apagados al respecto, Dora pensando sobre cierta chica francesa y
todos querían descansar.

Bueno.

Charlie comento sobre el estado de la silla de ruedas, sobre su resistencia y una cosa llego a la otra,
terminando todos en una gran cantidad de lodo que comenzaba a picar detrás de sus orejas. Draco
no había reído a carcajadas como Dora o Cedric, recuerdos de Viktor lo hicieron pintar una sonrisa
un poco falsa al recordar la noche de juegos de su cuarto año.

Aun así, no fue malo, escuchar a otros reír a su alrededor, este día era muy extraño para definir del
todo sus emociones internad.

—Por Merlín, pasen adentro, traeré algunas prendas para que puedan tomar un baño antes de ir al
jardín—comento la matriarca en todo desaprobatorio viendo a Charlie, que rio de forma risueña
dándole un beso en la mejilla a su madre llenándola de barro.

Caos.

Molly se quejaba.

Todos parecían un poco más, brillantes, Draco estaba dividido entre sentirse bien y sentirse
culpable por sentirse bien. Tomo rápidamente un baño luego de que los demás se bañaran primero,
esperando quitarse la mayor cantidad de lodo, fue al terminar cuando noto que entre la ropa que
parecía de Ron había un suéter de color azul oscuro con una letra D plateada bordada; supo que ese
suéter era nuevo y era para él.

Lo observo mucho tiempo sentado sobre la tapa del inodoro.

Se siente cálido.

Anthony no lo regañaría por sentirse cálido en ocasiones, pero Anthony o Viktor no estaban aquí,
tampoco puede seguir toda su vida pensando en ellos.
Tampoco no quiere pensar en ellos.

—Veo que te queda perfecto, mamá tiene un talento para eso—habla Ginny apenas sale del baño,
la chica que empezaría pronto su quinto año parecía haber estado esperándolo.

Draco la ve fijamente.

Lejos queda la niña que habían ayudado en su segundo año, si bien no tiene apariencia total de un
adulto, su largo cabello rojizo, su rostro cada vez más de joven y cuerpo que comenzaba a formarse
de forma curvilínea. Aunque si Draco tuviera que elegir algún rasgo de la chica que destacara más
que otro, serian sus ojos castaños que siempre parecían brillar de forma desafiante a los demás;
dejaron de ser tímidos para convertirse en seguros y seria sin duda una gran líder si quisiera.

La confianza es atractiva, siempre lo decía.

Puede ver en la chica porque en otro universo, Harry termino enamorada de esta, lo cual siempre
será una de sus inseguridades más grandes. Que algún día Harry simplemente vea a su alrededor,
que vea a chicas como Ginny que sin duda serian un mejor partido que Draco, que lo dejara de
lado. Porque Harry tiene la posibilidad de elegir, una que Draco puede haber perdido simplemente
por ser un Black.

La sangre Dragón en su interior que bramaba solamente por elegir una pareja de por vida.

Y era Harry.

—Tu madre es bastante talentosa—asegura con una mirada hacia abajo, la lana sin duda es
bastante cómoda a pesar que suele usar cosas de seda; también es cálida, lo cual es un punto extra,
porque siempre es muy friolento.

Ginny asiente como si estuviera de acuerdo antes de comenzar a caminar con este en su espalda.

La madriguera era…interesante.

Parecía como si en otro tiempo hubiera sido una gran pocilga de piedra, pero aquí y allá habían ido
añadiendo tantas habitaciones que ahora la casa tenía varios pisos de altura y estaba tan torcida que
parecía sostenerse en pie por arte de magia, y Harry sospechó que así era probablemente. Cuatro o
cinco chimeneas coronaban el tejado. Cerca de la entrada, clavado en el suelo, había un letrero
torcido que decía «La Madriguera».

La Madriguera tenía un pequeño patio en la parte delantera de la casa, con un garaje que
almacenaba los objetos voladores, el Ford Anglia y objetos muggles de Arthur Weasley, y un
gallinero que albergaba los pollos de la familia (esto comentado por Charlie). El jardín trasero
contenía una casa de piedra que los Weasley habían convertido en un cobertizo.

Detrás de la casa principal había un gran jardín con un estanque lleno de ranas.

Los Weasley también poseían un huerto detrás de su jardín, que estaba rodeado de árboles altos. El
huerto estaba contenido dentro de un potrero. A la izquierda de la propiedad principal había colinas
y campos que rodeaban el jardín y huerto de los Weasley. Se podía salir de La Madriguera por un
largo carril que se dirigía hacia el pueblo de Ottery St. Catchpole.

Era como un lugar que desafiaba la lógica.

—Harry puede que no venga hoy, es una pena, ha estado viniendo todo el verano—comenta Ginny
saltando el último escalón y algo dentro de Draco se siente frio.
Sabe que Harry ha venido aquí, este mismo lo había dicho como Sirius, pero se sintió incomodo.

Este año era donde originalmente se enamoraba de Ginny Weasley, o al menos recordaba como en
las películas parecían siempre al borde de besarse, tal vez se besaban; odia que su mente recordara
eso, pero no la ubicación de algún puto Horrocrux.

Ni siquiera sabía si eran mencionados sus ubicaciones.

Este no es momento para celos estúpidos, decidió luego de un rato pensando.

—Siempre pensé que terminarían juntos—no sabe que lo impulsa a ser sincero, pero cuando Ginny
voltea a verlo curiosa no puede más que sonreír de forma irónica—Harry y tú—ahora Ginny luce
horrorizada, se encoge de hombros—tenía esta idea de que te gustaba, eres una chica asombrosa,
siempre pensé que alguna vez él voltearía a verte y no se…casarse y tener 3 hijos—era uno de sus
miedos más profundos, pero en lugar de parecer atormentada, Ginny lo ve cinco segundos, antes de
soltar risas.

Risas histéricas, como si Draco hubiera dicho la estupidez más grande del mundo, ambos se
detienen por el pasillo y Draco comienza a sentirse algo humillado cuando la risa no desaparece en
pocos minutos.

Luego del tiempo más largo que ha escuchado a alguien reír a su costa, esta toma aire, antes de
limpiarse una lagrima de su ojo.

—Merlín ocupaba reír, hazme un favor y nunca le digas esto a Harry, le rompería el corazón—aún
hay risas en sus palabras, que Draco la ve abochornado.

Muy incómodo.

No suele tener a nadie que lo incomode de esa forma.

—Eso fue grosero—musita por bajo, pero Ginny solo lo empuja divertida.

No tan suave, pero definitivamente no como si quisiera lastimarlo.

—Sin duda eres un ciego, Harry ha estado obsesionado por ti desde primer año, si bien tuve un
enamoramiento infantil no duro más de mi primer año en Hogwarts cuando al verlo noté que este
solamente podía verte a ti—bromea con una sonrisa de alguien que sabe demasiado.

Las mejillas de Draco se sonrojan humilladas, mientras intenta volver a caminar por la casa en
dirección del jardín.

Ocupaba una distracción.

—No soy ciego—

—Aunque sé que Harry estaría encantado de verte celoso, por favor no me metas en esto, es
aterrador cuando quiere protegerte como si fueras su territorio—

—Eso no es verdad—

—Merlín, es como un cachorro contigo, pero apenas te das la espalda es aterrador y un poco
acaparador de tu persona—

—Lo que sea—


—Si, intenta decir eso nuevamente sin lucir tan satisfecho—

Le lanza un puchero, que Ginny solamente responde con una sonrisa que se detiene al ver algo por
la ventana, Draco curioso sigue su mirada para notar a Fleur Delacour en medio del jardín
hablando emocionadamente con Cedric como si estuviera hablando con su salvador. La chica rubia
sigue siendo tan apuesta como una veela podría ser, aunque luego de conocerla, Draco puede
admitir que esta es mucho más que solamente apariencia física.

No la había visto desde la muerte de Viktor.

Se enviaron cartas, pero no fue muy constante en ellas.

—Realmente es frustrante—gruñe Ginny viendo por la ventana—me es difícil soportarla, todo le


parece mal y se queja de todo, es molesta—parece querer contenerse de decir más, Draco la ve de
reojo un momento, antes de ver a Fleur caminar hacía Bill y darle una mirada llena de adoración.

Si.

Fleur debe tener dificultades aquí si no es bien recibida, aunque al notar como Bill habla con
Cedric, puede notar que el hombre mayor de los hijos Weasley no deja de ver a Fleur cuando
charla con ellos.

Sabe que Fleur es una persona complicada.

Aunque.

Es difícil olvidar a la chica en la noche de juegos de la torre Ravenclaw, lucir alarmada, pero
igualmente decidida a ganar, porque el cáliz no la había elegido por nada. Si bien no era de las
personas maternalmente cariñosas, tenía cierto encanto en su forma de ser, siempre confiada y con
el mentón en alto; una personalidad fuerte, que no se dejaría aplastar, aunque otros no la aceptaran.

Tomaría lo que es suyo.

—Ella fue una campeona—habla Draco, logrando que Ginny deje de gruñirle a la ventana para
voltear a verlo confundida, pero Draco sigue viendo a Fleur con cariño por la ventana—el cáliz del
fuego la eligió, lucho contra dragones, sirenas y entro al laberinto…no es la personalidad más
agradable cuando esta nerviosa o rodeada de personas nuevas, pero te aseguro que dentro de ella
hay una maga lista para luchar por lo que considere suyo—añade viendo a Ginny, que frunce los
labios y su nariz hace un adorable movimiento.

No parece satisfecha con su respuesta, pero había parecido recordar que Draco y Fleur habían sido
buenos amigos durante su cuarto año.

—Siempre habla mal de la comida de mamá, siempre se queja de que nada es como Francia, y
tiene ese estúpido acento—bueno parece que Fleur no dio una buena primera impresión.

Pero Draco era su amigo.

Así que su deber era ayudarle en los fallos de esta.

—No pido que le perdones si se comportó de forma pomposa—los Weasley eran delicados con
temas de clase, aunque Draco podría envidiar la unión de su familia con todo su ser, ellos parecían
no verlo porque siempre lo han tenido—pero piensa en ella extrañando su familia, su país y
sintiéndose como extranjera; se está defendiendo, un orgullo que la mantiene en alto—toca la
ventana, porque puede comprender a Fleur un poco.
Draco había sido un extraño cuando nació en este mundo, aunque sus memorias de Orion parecían
débiles, las memorias de Draco sintiéndose extraño siempre estaban ahí.

Ahora es aceptado.

Pero fue porque le estaban brindando todo lo que siempre quiso, Fleur podría estar enamorada de
Bill, pero nerviosa de una familia numerosa que claramente no está del todo conforme con ella.

—Me agrada más si fuera como Tonks—musita Ginny claramente queriendo cambiar del tema.

Si bueno.

Mira a Dora sentada en su silla de rueda riendo con los gemelos y Charlie, haciendo cosas
divertidas con su rostro y teniendo la sonrisa más brillante que ha visto en días.

Si.

Venir aquí fue una buena elección.

—Ya tenemos una Dora, no digo que tengan que ser mejores amigas, pero estoy seguro que Fleur
podría sorprenderte si le das una oportunidad—habla con una leve sonrisa, Ginny lo ve fijamente
con esos grandes ojos chocolate antes de suspirar.

—Supongo—dice poco convencida, pero Draco solamente le palmea la cabeza de forma amigable,
provocando una sonrisa de su parte.

Ambos caminan fuera de la casa, Ginny habla emocionada sobre este año y como intentara el
puesto de cazadora para el quidditch en lugar de buscador, ahora que Harry debería volver al
equipo sin Umbridge; Draco pregunta sobre la horrible mujer, porque realmente nadie le dice
mucho sobre ella.

Centauros.

La manera que habla Ginny lo hace escalofriarse por un motivo.

—¡Draco! —estalla Fleur cuando lo ve a lo lejos, caminando casi como si bailara hasta llegar a su
lado para abrazarlo emocionada.

Draco se deja llevar un momento, escuchando como la chica dice en francés cuanto lo había
extrañado y lo feliz de que estuviera aquí ese día; y duele.

Duele mucho.

Esta con vida, fue su elección, pero duele.

Pero cuando Fleur lo ve con ojos emocionada, probablemente sintiendo que es un salvador como
Cedric dentro de una familia que apenas si la quiere, se derrite un poco. Camina a la mesa
saludando a Ginny, quien sonríe antes de ir con sus hermanos gemelos. Fleur se sienta y llama a
Cedric, hay un agujero donde debería estar Viktor, porque ellos habían sido cuatro, pero ahora no
lo son. Fleur toma su mano con una sonrisa cálida, diciendo unas palabras que duelen.

—Me alegras que estes aquí con nosotros—

Apenas si puede tragar el nudo en su garganta, pero cuando Cedric le da algunos golpes en su
hombro para animarlo, Draco puede sentirse bien por estar feliz.
Aún hay culpa.

Pero es feliz.

Y había estado preocupado que nunca pudiera sentir este sentimiento nuevamente.

Fleur parece descorazonada cuando deben irse luego de la comida, Draco aunque vio a Ron y
Ginny de reojo intentar hablar con él, había sido sujeto muy bien por Fleur que no dejo de hablar
de lo emocionada que estaba por la boda y el encantador Bill Weasley; Draco le costó negarle, ya
que en realidad pensaba que Bill era encantador para diversión de esta. Pero Andrómeda
comenzaba a tener un poco de ansiedad por separación por su hija que todos en la casa Tonks
habían notado e intentaban no llevar demasiado lejos, la señora Weasley lo abraza cariñosamente y
solamente tiene unos momentos con Ron mientras Dora se despide ruidosamente de todos.

Ginny se abalanza hacía ellos rápidamente también.

Parece querer hablar y Draco levanta una ceja curiosa por el frente unido de ambos hermanos
menores.

—Queremos saber que ha pasado con los demás, luego del ministerio…—la voz de Ron se ahoga
un poco, Draco intenta mantener el rostro neutral, pero alguna expresión debe haberse escapado
por la mano de Ginny sujetando suavemente su brazo.

—Estamos trabajando en ello—pasos de bebé, piensa Draco, pero no dice en voz alta.

Ginny ve a Ron un momento, antes de voltear a verlo con el rostro lleno de pesar.

—He intentado hablar con Luna, ella, parece afectada—sus palabras claramente quieren que Draco
piense en Luna, pero eso ya lo hace muy seguido.

Con culpa.

Mucha culpa.

Pasa una mano por su cabellera, despeinándola un poco.

—Intente hablar con ella, es difícil, de todos creo que ha sido la más afectada y la que menos
ayuda acepta; Michael al menos ya habla con todos—al decirlo puede ver el rostro de Ginny
iluminarse un poco, aunque fue una espantosa separación, Michael y Ginny habían sido amigos
primero.

Está claro que la preocupación de Ginny es principalmente en Luna, pero también parece
genuinamente alegre por una mejoría en Michael.

¿Habría intentado enviarle cartas?

—El profeta fue muy abierto sobre lo sucedido en el ministerio, especialmente por Michael, por
suerte no hubo nada de tu muerte temporal por una semana—comenta casi casualmente Ron,
aunque claramente hay curiosidad de por medio.

Ginny lo empuja.
Pero Draco apenas si se afecta, acostumbrado a que otros preguntaran cosas así desde el torneo y
sinceramente, Draco no sabría como empezar a explicar que hay detrás del velo; los inefables lo
habían dejado ir, pero estaban por ahí esperando que Draco pudiera hablar. También la forma en
cómo se encubrió su situación y solo es conocida por algunas pocas personas es sospechoso, pero
no tiene tiempo para pensar en eso.

Tal vez lo estaban espiando hasta donde sabia.

Se había ganado su atención después de todo.

La llamada de Dora en la puerta atrae la atención de todos, Draco asiente antes de voltearse a los
menores Weasley.

—Tengo que irme, tal vez pueda volver otro día—no quiere volver si tiene que hablar, pero sería
de mala educación no decir nada al respecto.

La comida fue deliciosa.

Cuando se marchan, Draco no puede evitar voltear la cabeza, viendo la extraña arquitectura y
preguntándose cuantas cenas de un domingo podrán tener la familia por delante.

No duerme mucho ese día, su mente está en todos los eventos vividos y por lo cual está en el
escritorio con Steven en su terráqueo y Merlín dormido cuando lo llaman a la puerta, una vista al
reloj analógico de su habitación indica que es pasada la media noche. Había estado distraído por
todos sus pensamientos, así que no había escuchado alguna charla que lo alertara de que pasaría a
continuación, Edward que estaba en pijama se ve tenso cuando lo llama para que pueda bajar y
Draco lo hace algo aturdido. Su rostro se vuelve de piedra al ver a Albus Dumbledore en la sala de
estar, Dora no está por ningún lado así que debe seguir durmiendo, pero Andrómeda esta con ojos
de madre gallina sobre el hombre.

No había notado que su tía no parecía cómoda con Albus Dumbledore.

Todos parecen amar a Albus menos Draco.

Pero su tía parece tener ahora sus reservas, y Draco mentiría al decir que eso no lo hizo un poco
feliz al respecto.

—El director Dumbledore quiere hablar contigo a solas Draco, le informe que no era necesario,
que puede comentarlo todo frente a tus tutores legales—el rostro de Dumbledore permaneció
impasible, aunque parecía tener una mirada cansada sobre el tema.

Draco quiso hacer burla al respecto, ahora que tenía un aliado, cuando su mirada se posó en la
mano de Dumbledore.

Todo el rostro de Draco perdió color.

Parecía maldita.

No.

Eso no podía ser.


Su pecho se encogió de pánico.

El rostro de Dumbledore se posó en él, por primera vez en casi 6 años, sin parecer realmente
altanero y solamente viéndolo casi como un igual; no lo vio como un niño o adolescente como la
mayoría de sus cercanos, fue como si fuera un adulto.

Su mano tembló, antes de tapar parte de su boca pensativo y lucir alterado.

Esto no era parte del plan.

—Está bien tía, hablare con él a solas—Andrómeda gira a verlo preocupada, Edward parece
nervioso, pero Dumbledore asiente casi agradecido—el jardín de mi tía Andrómeda es hermoso
durante la noche, tiene algunas flores nocturnas que puedo enseñarle director…no saldremos de
este—dice lo último para su tía, que luce poco complacida, pero esta dice que está bien.

Draco les insta a dormir, pero Andrómeda comenta sobre preparar café y esperarlos en la sala de
estar hasta que termine; Edward lo tranquiliza diciendo que estará con ella todo el tiempo.

Cuando salen al jardín, Dumbledore parece tranquilo.

—Tus tíos te quieren bastante—

—Usaste el maldito anillo—

Albus gira a verlo, Draco lo ve con odio, porque se supone que no debe morir, se supone que debe
vivir y que el peso de esta guerra caiga sobre este. Draco no recuerda ubicaciones, algunas cosas de
los Horrocrux parecen casi borrosas con el tiempo; es como si los recuerdos de la vida pasada se
hubieran ido, pero no los recuerdos de esta vida. Recuerda que en sus primeros años de Hogwarts
le advirtió a Albus sobre el anillo, no sabía dónde estaba, pero lo había hecho; ese recuerdo se
quedó con él.

Porque era un recuerdo de Draco, lo había hablado y se volvió tangible en este mundo.

Era aquellos recuerdos que no menciono de Orion a otros, los que desaparecían, como si no
pudieran unirse a este mundo.

Su director parece curioso, antes de negar con la cabeza.

—No había anillo—eso fue, incluso más perturbador, y el rostro de Draco lo volteo a ver
confundido—estuve rastreando claro, un lugar donde un anillo debía ser encontrado, pero al llegar
ahí…solo había esta maldición; Tom se ha vuelto muy ingenioso y precavido—expresa
Dumbledore viendo su mano casi con curiosidad, pero Draco solamente esta inquieto.

Ni siquiera sabe dónde fue el hombre, debería haber encontrado el anillo.

¿Qué no puede hacer nada bien?

Hasta ahora eran solamente Harry y Draco quienes hicieron algo.

¿No era el mago más poderoso de todos?

—No tiene sentido, ¿Qué significa eso? —

No esperaba respuesta, pero la obtiene.

—Que Tom sabe o sospecha al menos que sabemos sobre Horrocrux y ha tomado medidas al
respecto—explica Dumbledore con tranquilidad, pero Draco se congela, voltea a verlo incrédulo
porque no tiene sentido que sepa sobre eso; muy pocas personas saben del tema.

Dumbledore.

Arthur.

Sirius.

Remus.

Sus Ravenclaw jamás dirían nada, es imposible que dijeran algo, nunca habían dejado pruebas de
que habían comentado sobre el tema; Draco nunca explico exactamente que eran esas cosas. Pero
si Tom sabe al respecto, claramente tendría cuidado, buscaría la forma de proteger aquellos
restantes.

¿Sabría del diario y el relicario?

—No—susurra con voz casi ahogada, porque eso era lo único que había hecho para cambiar esta
parte de la historia.

Si Voldemort le quitaba eso también.

Draco se sintió desconsolado, tomo asiento en una de las sillas del jardín, sujetando con fuerza sus
cabezas; Anthony sabría qué hacer, siempre sabía qué hacer y ahora no estaba aquí para ayudarle.

—Con dos de estos destruidos quedan un total de 5, de los cuales sospecho que uno podría ser la
serpiente de este…los otros cuatro—

—Sabe que Harry tiene parte de su alma—Dumbledore lo ve ahora casi fascinado, pero Draco lo
mira con odio, hay un intercambio de miradas antes que este asienta—pero no le dirá nada—añade
casi con veneno a lo cual este ladea la cabeza ahora con la curiosidad de un niño.

—Tú tampoco le has dicho nada—

Y oh.

Como Draco se odiaba por eso.

Porque podía ver detrás de la máscara de ese viejo mago, al igual que este miraba por él, pero a
diferencia de Draco que se llenaba de angustia por la culpa, Dumbledore ahora seguía adelante
convenciéndose que era por el bien común. No sabe si el hombre tiene una pizca de afecto real por
Harry o si solamente es su sacrificio de turno, pero Draco esta tan perdidamente enamorado de
Harry como solamente un Black podría hacerlo y eso lo destruye por dentro.

El pensar si quiera a decirle que es Harry.

Cuál es su función en este mundo, cuál es su posible final y qué papel juega en todo esto.

Ve a Dumbledore con odio, porque muchas veces, el hombre es una representación demasiado
cercana de sí mismo.

Y Draco se odia muchas veces por sus elecciones.

—Siempre pensé que eras una persona, excepcional, pero a diferencia de Tom, probablemente tu
mayor debilidad es tu mayor fortaleza—expresa Dumbledore luego de un rato de tragar su mirada
de odio, Draco levanta una ceja, pero este solamente se encoge de hombros—tu habilidad para
amar a otros, te hace muy manejable—

Bien, eso era demasiado descaro, pero incluso aunque Draco compartiera esta conversación con
otros, nadie pensaría en Dumbledore como el maldito general de guerra manipulador de un tablero
de ajedrez con ellos como fichas; porque todos aman a Dumbledore.

Esta enojado, pero esta conversación ya es suficientemente molesta para que Draco haga un drama.

Cruza las piernas, sus brazos también se cruzan sobre su pecho mientras deja caer un poco su
espalda contra la silla donde esta.

Aquí esta Dumbledore, sin mascara y sería un desperdicio no hacer nada al respecto.

—Siempre odie su forma de manipular a otros—no hay sorpresa en el rostro del viejo y Draco se
siente decepcionado al respecto—yo tengo un círculo cercano al menos, personas que conozco,
pero usted está siempre en lo alto e inalcanzable haciendo lo que cree mejor—señala su mano con
la barbilla, pero Dumbledore no deja de verlo—vemos que tan bien sale—habla con sarcasmo y
veneno, pero nuevamente, no hay reacción.

El hombre parece meditabundo en sus pensamientos, antes de ver una flor del jardín que parece
casi brillar por sí misma a pesar de la hora.

Una flor nocturna.

Una que amaba su tía.

Draco le cortara la mano si intenta tocarla.

—Una maldición ancestral, fui descuidado lo admito, ese anillo era de mi interés como bien sabes;
pero al abrir el compartimiento la maldición egipcia me ataco…Tom se ha estado preparando más
de lo que pensaba, una guerra se avecina—

—Y usted piensa morir antes—

Dumbledore no parece sorprendido de que Draco sepa el resultado de esto, solo parece pensativo,
como si estuviera cansado de vivir; miserable bastardo, puede morirse, pero luego de acabar con
Tom.

—¿Cómo era? —pregunta de repente el hombre, Draco se siente un poco desubicado por un
instante—el más allá, siempre tuve curiosidad—añade con vacilación, pero sus ojos llenos de
esperanza por algún motivo.

¿En quién pensaría?

Draco no le ha contestado a nadie que hizo esa pregunta antes, solo le dio migajas a los inefables,
pero ahora se siente inquieto.

—Blanco y brillante, lleno de almas…no llegue muy lejos, parecía un campo sin final…tal vez se
vea diferente para otros…Anthony estaba ahí—no sabe que le alienta a revelar dicha información,
pero Dumbledore asiente antes de bajar la mirada.

—Lamento la pérdida del joven Goldstein—no quería su lastima, no llega a sus ojos y Draco deja
de sentir compasión por el hombre antes de volverse nuevamente arisco.
—Por favor no tenga condescendencia, al menos que Anthony fuera de su utilidad, no debe
lamentar la muerte de alguien—

—Tal vez era útil, te controlaba bien—

Draco odia la sinceridad en su voz, porque Anthony no era un objeto, era algo y era totalmente
suyo, su mejor amigo y está por destruir a ese hombre con un puñetazo en la mejilla cuando se
detiene con mucha fuerza de voluntad.

Sinceridad.

Honestidad.

—No puede morir, no antes de ser útil—si ese bastardo va a tratar a Anthony como un objeto,
Draco no piensa más que hacer lo mismo con él.

La sonrisa cansada de Dumbledore provoca que Draco se tense, pero sigue con su rostro fielmente
practicado, porque no piensa perder en esta charla; aunque no parece que ningún lado vaya a ganar.

—No pienso morir al menos que mi muerte tenga alguna utilidad, mi destino no es derrotar a Tom,
es el de Harry y tu destino muy probablemente sea estar a su lado; ambos son extremadamente
poderosos, probablemente juntos es como termine todo esto—musita el hombre casi con añoranza,
pero Draco solamente sigue viéndolo fijamente con dudas—mi error fue no acercarme antes, sin
duda nunca fui de tu agrado, pero charlar contigo es como volver a viejos tiempos…eres un Black
sin duda, pero eres un Malfoy también, hubieras sido un gran amigo de Gellert si se hubieran
conocido—

—¿Grindelwald? —ni siquiera se molesta en ocultar su sorpresa, pero Dumbledore por primera vez
desde que lo ha visto, sonríe casi con cariño.

Cariño real.

—Inteligente, poderoso, curioso y creador de milagros…pero a diferencia de ti, sus metas no lo


dejaron ver a su alrededor; cuanto habría hecho si tan solo hubiera aprendido amar a los demás—
hay nostalgia y muchas otras cosas que no descifra en su voz.

Si.

Draco ha sido comparado con muchas personas antes, pero ser comparado con un mago oscuro, no
es algo que le guste mucho por el momento.

Bueno.

Orion Blake fue probablemente peor que Grindelwald y era su vida pasada.

Maldición.

—Aunque amo que me vean como un mago oscuro—Dumbledore gira a verle y Draco se ofende
de que ni intenté disculparse—y la charla de corazón a corazón tan encantadora, me preocupa la
maldición de su mano, como dije, no me sirve muerto todavía—mueve su mano de forma
desdeñosa y Dumbledore solamente suspira.

Ve sus manos con curiosidad.

—Magia antigua, egipcia, para proteger tumbas de faraones; pero muy modificada, demasiado
antigua para tener cura y demasiado rápida para que funcione alguna vez. Severus está buscando
algo para retrasarle, pero se estima que no pase de uno o dos años—

Draco puede vivir con dos años, aunque sea arrastrándolo, piensa enviarlo a la guerra si eso hace
salvar alguna vida.

—¿Contagiosa? —pregunta con cautela, Dumbledore sonríe casi divertido ahora.

—No, pero no solo afecta mi mano, aunque es lo más notable; mis órganos fueron afectados de
inmediato, están dejando de funcionar—

—¿Doloroso? —

—¿Te importa? —

Lo mira de mala forma, antes de ver a otro lado meditando su pregunta, aunque este no respondió
la suya.

—No—y era real, era sincero—pero hay que saber qué clase de maldición hay ahí, si otros
Horrocrux están así de custodiados, no se puede preparar de más; no me interesa estar maldito por
eso—o más maldito de lo que ya está.

Ante eso Dumbledore lo ve fijamente.

—¿Planeas acompañar la búsqueda? —

—No—

—Harry probablemente deba buscarlos, es él quien está destinado a destruir a Voldemort—

—Tan cliché dejar a unos niños el trabajo de un adulto, especialmente a Harry como si solo fuera
un sacrificio, McGonagall sería una mejor directora—

—Totalmente, cuando muera le dejare todo a ella—

Al menos ambos estaban sorprendentemente de acuerdo en algo, Draco giro a verlo aún molesto,
pero el hombre parecía muy tranquilo en realidad; como si admirara el paisaje nocturno de este
jardín y encontrara paz. Es irónico, porque Draco solamente ha encontrado molestia y es malo que
el hombre que más le molesta, encuentre tranquilidad cuando Draco solamente quiere golpearlo.

Mueve su pie incomodo contra el suelo, antes de soltar el aire casi con un bufido.

—Aun lo odio por tratar a Harry como cerdo al matadero—dice, porque tiene que decir algo o se
volverá loco.

Dumbledore lo ve curioso, antes de levantar una ceja.

—En realidad, simplemente pensé que ocupaba experiencia, pero alguien no dejaba de interponerse
—ahora eso es una acusación y bufo.

—No iba a dejarlo sufrir—

—Eso te hizo sufrir—

—Por favor, ambos sabemos que soy capaz de lanzarme frente a Harry para salvarle la vida;
probablemente por eso es que no me expulso en todo este tiempo—
Por la forma en que este movió la barbilla, fue una insinuación que hizo que Draco pensara que lo
había meditado anteriormente, lo cual fue bastante molesto.

—No iba a dejar alguien tan prometedor fuera de mi vista—

—Me siento enfermo—

Dumbledore se puso sobre sus pies luego de una ligera risa, nunca había visto al hombre hablar con
algo que no fueran acertijos o esa imagen de hombre sabio zen que sabe todo y los demás
solamente admiran. Casi estaba cerca de parecer un humano normal, si fuera un humano normal
Draco podría odiarlo mucho menos, porque los humanos normales cometen errores.

Este no.

Este ser que otros idealizaban, al que incluso Voldemort le temía, era una forma de ser correcta
que todos besaban sus pies.

Molesto.

Aunque esa noche, Draco se siente tentado a decir que no fue tan molesto y eso lo molestaba
mucho.

—La vida es un misterio joven Malfoy, todos tenemos los nuestros, pero hay cosas hermosas en
este mundo; no vale la pena vivir de arrepentimientos—casi como si fuera experiencia propia,
Draco arruga los labios cuando este voltea a verlo—realmente lamente la pérdida del joven
Goldstein, puede que tengas razón, no tenía un lazo a este más que uno de mis cientos de alumnos;
pero aunque no lamente su perdida como otros, sé que para ti esa pérdida fue dolorosa…mis
condolencias—bueno eso fue, inesperadamente sincero.

Su enojo se apagó un poco, porque por primera vez alguien no lamentaba la perdida de Anthony
como si lo hubiera conocido, sino más bien lamentaba algo de Draco; que si bien odiaba la lastima
de otras personas, Dumbledore estaba viendo la situación por lo que era.

Anthony en otro lado, sin sufrir o en otro mundo que no es controlado con ellos.

Draco y compañía sufriendo por el recuerdo de Anthony.

Al final cuando alguien muere eso sucede, quienes sufren son aquellos que han quedado atrás,
mientras las almas que se marchan deben empezar su próxima aventura.

—Director—llama Draco cuando este está por desaparecer, Dumbledore gira a verlo y Draco traga
saliva—enséñele bien a Harry, no sé qué planes tenga para este año, pero enséñele todo lo que
necesite; yo pienso protegerlo todo lo posible, pero él necesita más herramientas—odia tener que
pedirle algo al hombre que odia, Dumbledore solo asiente lentamente.

—Joven Mal…no…Draco—se sorprende de escuchar su nombre, un igual había pensado antes y


ahora puede verlo más—siempre pensé que su inclinación por la unidad de casas podría estar
equivocada o apresurada, pero me doy cuenta que fue una equivocación; por el bien de sus viejos
amigos, espero que este año pueda trabajar en eso más que nunca—voltea a verlo con una sonrisa
en sus ojos, la primera en esta noche que hace que Draco sienta que el hombre es un poco más
joven—nunca había visto Hogwarts como uno solo, pero si la lucha se avecina, sería bueno que los
jóvenes puedan pensar que hay más de una elección; usted puede ser el camino y tal vez sea injusto
poner el peso sobre los hombros de una generación más joven, pero a veces es todo lo que viejos
como nosotros podemos hacer—se despide con un asentimiento en la cabeza antes de entrar por la
puerta.
Draco se queda ahí viendo a la nada por un tiempo largo, antes que Andrómeda se apresure para
verificar que todo está bien, antes de dejarlo ir a su habitación dudosa.

Una inesperada sorpresa.

Albus Dumbledore en realidad puede ser una persona agradable, pero morirá, así que no pensará
encariñarse con él.

Unión de casas.

Si.

Este año probablemente sea lo mejor que puede hacer por el momento.

Unos días después donde Luna y Michael habían venido a visitarlo, fue cuando llegaron los
TIMOs; Padma estaba en la india con su familia (aunque no había parecido feliz de dejarlos de
lado) y Terry había tenido que participar en celebraciones familiares con sus padres sin escapatoria.
Era muy extraño ver a Terry lejos de Michael, pero para sorpresa de Draco no era por su amigo con
problemas peludos, Michael parecía desenvolverse bien sin Terry; era Terry quien parecía
obsesionado con ver a Michael todo el tiempo como si tuviera que protegerlo.

Interesante.

Luna tarareaba haciéndose un emparedado, mientras que Michael estaba molesto por su nueva
forma de ser adicto a la mantequilla de maní y Draco bromeaba que era por ser hombre lobo,
cuando dos búhos entraron. Michael no parecía tener asco de los chistes de hombres lobo, en
realidad parecía preocupado por Terry, pero este estaba de acuerdo con no tener problemas; era
encantador como ambos se preocupaban el uno por el otro.

Terry era feliz si eso ayudaba a Michael y tal vez lo era.

Bromear sobre el respecto era un patético intento de seguir adelante, como cuando hicieron chistes
de Draco poseído o la forma en como las chicas eran durante su periodo.

Bromear sobre tus traumas no ayuda, pero aliviana un poco, es curioso cómo funcionan algunas
personas.

—Deben ser sus TIMOs—dice Andrómeda entrando emocionada por la casa, este día fue Edward
quien fue con Dora a la clínica de rehabilitación.

Draco ya había sacado el chisme de Dora y Colette, provocando que ambos padres vieran
emocionados a su hija, que intentó estrangular a Draco.

Sin prótesis todavía, no fue un gran intento.

Para su suerte.

La lechuza tuvo problemas en dejar su sobre, pero Draco le agradeció antes de mirarlo con
curiosidad. Estaba claro que serían la respuesta de sus TIMOs que a veces Draco llegaba a olvidar,
pero la hoja de pergamino salió fácilmente, aunque noto que había algo más en el sobre pensó que
podría verlo luego de saber sus notas.
.

TÍTULO INDISPENSABLE DE MAGIA ORDINARIA

APROBADOS: Extraordinario (E)

Supera las expectativas (S)

Aceptable (A)

SUSPENSOS: Insatisfactorio (I)

Desastroso (D)

Trol (T)

RESULTADOS DE DRACO MALFOY BLACK

Cuidado de Criaturas Mágicas: E

Runas antiguas: E

Aritmancia: E

Estudios muggles: A

Astrología: E

Encantamientos: E

Defensa Contra las Artes Oscuras: E

Adivinación: T

Herbología: E

Historia de la Magia: E

Pociones: E

Transformaciones: E

Observo su hoja con curiosidad, el año pasado había elegido tomar todos los TIMOs incluso sin
preparación (Hermione y Padma no habían estado felices), incluso sin estar preparado para ellos
supuso que lo peor que podría pasar era obtener una nota Troll, lo cual había logrado; pero era
adivinación, así que no se sorprendió ya que nunca había sido el más versado en esa área. Su
sorpresa era haber obtenido un extraordinario en criaturas mágicas que, si bien había estudiado casi
hasta el vómito, era casi imposible pensar que en tan poco tiempo si había logrado llegar ahí.

Un aceptable en estudios muggles fue casi una burla a su sola existencia.

En fin.

Tenía muchos extraordinarios, 10 en total y eso sin duda es algo de mención, sigue siendo un gran
estudiante y seguramente si podría ser un investigador; sus manos casi arrugan el papel pensando
en los resultados de Anthony.

Nunca los sabrían.

Michael arrebata su hoja, mientras Draco observa como su amigo le pasa la suya, que tiene menos
materias y aunque tiene más superar las expectativas, sin duda tiene varios extraordinarios que le
hicieron sonreír.

Luna como Michael ven la hoja con grandes ojos iguales de enormes y emocionados.

—Sigo sin entender porque tomaste adivinación, aunque todas las otras notas perfectas, sin duda
cualquiera te quisiera como tu aprendiz en el futuro—expresa Michael con sonrisa orgullosa,
Draco quiere decir lo mismo, pero Michael estaba tan desanimado desde el incidente del hombre
lobo con lo referente al futuro.

Si eran bromas del presente podría sobrellevarlo, pero cuando alguien hablaba del futuro, no
parecía muy dispuesto a charlar del tema.

Draco sabia cuándo y no presionar el tema.

—Mi idea era ser investigador, pero ahora…—deja la frase al aire, Michael y Luna parecen verse
de reojo preocupados con dolor en sus ojos.

La idea era de Anthony.

Draco lo había pensado por Anthony.

Pero ahora Anthony no estaba.

Nadie dijo nada y Draco tomo eso como forma de tomar el sobre para ver que más había dentro, su
rostro debió perder todo el color cuando saco una insignia de prefecto; Michael y Luna lo vieron
con la boca abierta de la impresión.

No tiene sentido, nadie en su sano juicio le daría un poco de poder a Draco que tenía la capacidad
de convertirse en un dictador si eso ayudar a sus ambiciones; claro que se preocupaba por otros,
pero era un grupo muy reducido y sin duda no incluía todo el colegio.

Quien sería capaz de hacer semejante locura de…

Detuvo sus pensamientos, un rostro de un anciano llego a su mente, apretó la insignia que
anteriormente habría sido de Anthony.

—Miserable viejo bastardo—gruñe pensando en Albus Dumbledore y la “amigable” charla que


habían tenido hace poco.

Ya le extrañaba que hubiera venido por buena fe, sin duda estaba vigilando el terreno y ahora que
lo hacía prefecto, cuando siempre lo había odiado, sin duda le estaba sacando jugo de alguna
manera; lo estaba utilizando sin duda. Dumbledore le dijo que necesitaban unión de casas, además
de que ahora tendría más responsabilidades y entre otras cosas que hacer.

Un truco.

Algo tenía entre manos el viejo bastardo.

—Tu sonrisa da un poco de miedo Draco—hablo Michael algo preocupado, pero Draco solamente
no pudo contener esa sonrisa malvada.
Si.

Dumbledore quería jugar, bueno Draco iba a jugar también.

Andrómeda encontró la placa mucho más pronto que tarde e hizo una fiesta, Draco se estaba
quejando hasta que le dejaron comer una torta de manzana sola para él.

—¿No tienes problemas al respecto? —pregunta Draco algo preocupado cuando Padma llega casi
4 días después de la estúpida carta con sus TIMOs y una placa de prefecto.

No le había querido decir a nadie hasta ahora, le hizo prometer a sus tíos y prima no decir a nadie,
sus amigos por otro lado sabían que era mejor no rebelara sus secretos; Padma y Terry recibieron
rápidamente una carta personal de él explicando la situación. Terry no parecía afectado,
comentando que del año era una opción aceptable (Draco había pensado en secreto que Terry sería
el nuevo prefecto) y Padma por otro lado lo felicito diciendo que serían buenos compañeros.

Se sintió incomodo.

Esto no debería ser suyo.

—Alguien tendría que tomar ese lugar Draco, aunque no nos guste no podemos mantenerlos
detenidos en el tiempo para siempre—habla Padma ayudando a limpiar su habitación, que
últimamente era un desastre, había días que no quería nada más que estar acostado con Steven
sobre su barriga todo el día—me gusta que seas tú, me hará sentir más tranquila si pierdo la
compostura—hay un intento de aliviarlo que Draco en realidad no siente en absoluto, solo la
molestia de que tenía algo que no era suyo.

Algo que no quería.

Quería que fuera Anthony quien era prefecto, lo había escuchado quejarse al respecto muchas
veces el año pasado, pero igualmente este había estado lleno de orgullo cada que regresaba de
alguna patrulla y había ayudado a otros.

Draco no era así.

—No me gusta—habla y Padma deja una bolsa de basura para verlo curioso—un mundo sin
Anthony, no me gusta—puede que fuera cruel mencionarlo frente a Padma, porque aparte de Draco
sabe que Padma probablemente amo más a Anthony que él.

Todos sus amigos sufrían, no debería sentirse más importante que ellos por sufrir, pero era tan
difícil a veces.

Padma no le critico su falta de modales o ser insensible, solamente camino hacia él para tomar
asiento a su lado en la cama, sujeto la mano con una sonrisa muy pequeña.

—A mí tampoco me gusta—admitió como si fuera un secreto, dejando ambos al lado del otro por
lo que pareció un tiempo demasiado largo.

Draco quiere arrancar este dolor de su pecho, pero arrancarlo sería como tomar todo lo que alguna
vez significo Anthony en su vida; no puedes arrancar lo malo y quedarte solo con lo bueno, todo
forma parte de un mismo conjunto que duele. Espera que en algún momento pueda ver atrás,
recordar todos los momentos con su amigo sin que doliera tan horrible como ahora; pero hoy no
sería ese día.

—Bueno creo que deberíamos hablar sobre tu nuevo puesto, te enseñare todo lo que sé para qué no
estes perdido en la reunión de prefectos—

Más trabajo, piensa Draco casi horrorizado, antes de pensar que eso ocuparía su mente y era una
buena idea tenerla ocupada.

Sonríe mientras deja a Padma hablar sobre prefectos el resto de la tarde.

Normalidad.

¿Qué es normalidad?

No sabe cuál es su nueva normalidad, tiene miedo de descubrirla, aún faltan mucho para que las
vacaciones terminen y no sabe cómo sentirse al respecto de su nuevo puesto; Dumbledore tiene una
mano en eso, está seguro que los prefectos no llegarían hasta más tarde, pero se lo había dado
antes.

Una advertencia o quizás una forma de darle tiempo para prepararse.

Unidad de casas.

Con la guerra en camino el próximo año, Draco sabe que tiene que hacer todo lo posible en sus
manos.

Supone que empezar con ser un prefecto podría ser una buena idea.

Continuara…

Chapter End Notes

Hola tesoritos, este capítulo lo estoy escribiendo más lentamente porque mi monitor
tuvo fallas y tuve que remplazarlo y ahora mi CPU también presenta fallas, pero sigue
funcional. Así que mientras que todo siga funcionando aprovecho para escribir un
poco más de estas vacaciones.

Se que muchos odian a Dumbledore, lamento si alenté ese odio los primeros libros, yo
no lo odio…totalmente. Es un personaje cuestionablemente gris que hizo cosas que no
me gustan de mis personajes favoritos, pero no lo odio totalmente, solo me molesta
como hizo las cosas. Creo que nadie esperaba esta especie de “tregua” de Draco y
Dumbledore, pero es interesante como tenía planeado algunas cosas desde el inicio.

¿Qué sabe Tom?

¿Dónde están los Horrocrux?

¿Qué son los sueños de Draco?


Esperemos ver que sucede en los próximos capítulos :D

End Notes

Bueno iniciamos el sexto libro formalmente, hace unos días acabo de publicar el inicio del
quinto libro y este lo estoy tomando con un poco más de calma que los otros. Este libro no
tiene la felicidad inicial que los otros libros, aunque desde el final del cuarto, algunas cosas
ya se veían tornar un poco más oscuras.

La muerte de Anthony en el libro 5 fue algo que había pensado desde el inicio de la
historia, pero creo que es una de las cosas más duras que hice en mi camino como escritora.
Es curioso como la muerte de un personaje puede cambiar tanto la dinámica de un libro, eso
sin añadir a Michael como un hombre lobo actualmente, lo cual también fue planificado
casi desde el inicio de la historia.

Remus Lupin era un hombre lobo que, si bien se pudo ver un poco de este en el libro 3,
creo que fue una dinámica casi no trabajada en el canon que me gustaría replantear con
Michael actualmente.

Harry apenas si salió al final del capítulo, pero prometo que tendrá relevancia en esta
historia, ahora sí, iniciemos una vez más una aventura con ustedes. Con el libro 6 en
proceso, estamos cerca de llegar al final de la historia, pero espero hacer este camino con
ustedes una vez más.

Casi lloro al escribir partes de este capítulo.

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