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III.

DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS FRANQUICIAS

Haciendo un poco de historia, el modelo de franquicia se puede ubicar en la época


feudal. Al revisar la historia de Europa, de los siglos V al XII, se puede encontrar su
invención. En estos siglos se desarrollaron en Inglaterra y en el continente eu-ropeo
los sistemas económicos y políticos basados en el establecimiento de gran-des
señoríos que después se convirtieron en Estados. Se puede decir que los re-yes
feudales y los nobles eran los únicos propietarios de la tierra y, por tanto, la
controlaban de forma absoluta. La mayoría de los campesinos eran, o bien escla-vos,
o siervos de los nobles. Al paso de los siglos, en la medida en que la pobla-ción
trabajó duro para incrementar el ingreso del señor, los campesinos o siervos como se
les conocía en Inglaterra, empezaron a exigir más y más derechos y privi-legios a los
amos.
Al paso del tiempo muchos siervos emprendedores y productivos fueron re-
compensados con derechos y privilegios adicionales relativos a la tierra que habí-an
trabajado. En Inglaterra, algunos siervos recibieron derechos y privilegios es-peciales,
incluyendo el derecho a la ganancia que se obtuviese de la tierra, sujeta a las cuotas
o impuestos que se pagaban al rey o a la nobleza, según fuera el ca-so. Estas cuotas
se llamaban “diezmo real” y conforman la raíz etimológica de la palabra “regalías”. A
los siervos a los que se les honraba de esa manera, se les otorgaba un privilegio
especial y se les llamaba “hombres libres”5.
En Francia, al proceso de otorgamiento de derechos adicionales a los cam-
pesinos o siervos se les llamaba francis, que quiere decir, literalmente,
otorgarderechos o poder a un campesino o siervo. La raíz francesa francis pasó al
inglés como to enfranchise, con el mismo significado: “otorgar derechos o poder a al-
guien que no los tiene” por tanto, un campesino o una persona a la que se le otor-
gaba la ciudadanía, el estado de “hombre libre”, o el derecho al voto, se decía que
había ganado la franquicia, o que se había franquiciado.
El estudio de los sistemas económicos feudal o señorial de la Edad Media es
fascinante por su similitud con el modelo de la franquicia del negocio. De hecho, el
propósito del sistema señorial consistía en hacer prosperar al señor sin el riesgo de
compromiso financiero para el señor, tal y como los franquiciantes buscan hacer
prosperar sus sistemas con el trabajo y el riesgo de los franquiciata-rios.
La historia económica se puede entender a la luz de la lucha constante del
pueblo para equilibrar la exigencia de una seguridad política y económica, por un lado,
con la exigencia de mayor independencia y libertad. El feudalismo es el ejemplo
clásico de esta lucha. Los siervos eran efectivamente esclavos del señor, pero
recibían protección, alojamiento y alimentación del sistema económico feudal. Los así
llamados hombres libres abandonaban la seguridad del sistema feudal en busca de
una mayor libertad, así como de la oportunidad de una mayor prosperi-dad. Tanto los
siervos como los hombres libres eran campesinos en el sistema feudal. Así, durante la
época colonial, el concepto de franquicia ya se había esta-blecido. De hecho, cada
una de las trece colonias estadounidenses eran franqui-cias comerciales diseñadas
para extender el dominio de un soberano mediante el otorgamiento de derechos a
otros, a cambio de impuestos y regalías.
Similar a las modernas franquicias comerciales, los colonos respetaban tan-to
su propia independencia como su fidelidad a su franquiciante, el rey. También, como
los modernos franquiciatarios, creían que sus soberanos los estaban explo-tando y
exigieron finalmente respeto, equidad, representación a su franquiciante. Las
monarquías que no supieron otorgar el debido respeto a sus colonias, final-mente las
perdieron; tal fue la situación del colonialismo en Estados Unidos; Méxi-co y
Latinoamérica en general.
En su acepción moderna una franquicia es una forma de hacer negocios
exitosos mediante un sistema que se ha constituido en una medida de operación
comercializable. Definida técnicamente, constituye una opción de expansión para
negocios bien formados o bien adaptados. Donde el propietario cede los derechos de
uso de la marca y los manuales de operación del negocio a cambio de un pago inicial
y de regalías posteriores, con la promesa de cumplir con los estándares es-tablecidos
con anterioridad por el propietario6.
La franquicia se reconoce por muchos como un excelente vehículo para la formación
de capital y una rápida expansión del negocio, también se considera como un
mecanismo excelente para la capacitación para el trabajo (o la recapaci-tación), tan
necesaria para una economía como la nuestra.
El negocio de la franquicia es básicamente un mecanismo de distribución de
productos o servicios. En general, cualquier negocio de manufactura o de ser-vicio
requiere de un sistema de distribución para llegar al mercado de sus produc-tos. Pero
la creación de un sistema de distribución propio requiere mucho capital e implica
riesgos sustanciales. Además, el crecimiento normalmente requiere de varios años.
Sin embargo, a través de la franquicia, el propietario de un negocio o pro-ducto
(el franquiciante) otorga derechos a otro (s) el (los) franquiciatario(s) para
comprometerse en el negocio de la distribución de los productos o servicios del
franquiciante, utilizando las marcas comerciales de éste y su sistema de comer-
cialización. En teoría, el franquiciatario adquiere el derecho de poseer un negocio
representando o vendiendo una buena o al menos probada línea de negocios, una
marca respetada y un sistema de operación establecido que ha sido totalmente
probado con el fin de alcanzar el máximo beneficio.
El modelo de franquicia ostenta la imagen de un franquiciante y un franqui-
ciatario trabajando mano a mano para lograr el éxito financiero. El franquiciante ha
sido descrito como un socio, un mentor, un hermano mayor, un entrenador a su lado –
todas ellas, semejan imágenes que convergen en un centro de apoyo y re-cursos,
benevolente, experimentado y con conocimiento, que está listo, deseoso y capaz de
ayudar, asesorar y proteger a los franquiciatarios del sistema para el bien de todos.
En la actualidad, las franquicias producen un gran impacto en la distribución de
productos y servicios dentro del país. Siguiendo el ejemplo inicial de Isaac Sin-ger7,
los fabricantes de autos, las compañías refresqueras y las cervecerías desa-rrollaron
redes nacionales de distribución franquiciando a través de distribuidoras locales,
embotelladores y distribuidores. Los franquiciatarios generalmente son inversionistas
locales que proporcionan capital y asumen el riesgo del esfuerzo de distribución en los
mercados locales.
El modelo de franquicia con formato de negocio es una invención económi-ca
cuyo impacto se equipara al de la revolución industrial, la revolución de los
transportes, incluso la invención de la rueda. Según la opinión de John Naisbitt, autor
de Megatrends, la franquicia es el concepto de comercialización más exitoso jamás
visto.
De acuerdo con Hellriegel, presidente de Internacional Franchise Manage-
ment, la alianza de franquicias, es el tipo más formalizado de asociación coopera-tiva,
posee uno de los historiales de éxitos más numerosos, tanto a nivel de Esta-dos
Unidos como internacionalmente. Jack Hellriegel, en una entrevista realizada en
octubre de 1991 señaló:

“Una de las razones por las cuales la alianza de franquicias tiene tanto éxito a través
del mundo es porque proporciona los medios para determinar los detalles operaciona-
les. El proceso se ha formalizado –existen guías, formatos, formas y procedimientos a
las cuales ambas partes han de comprometerse antes de que la alianza se forme-. Una
alianza de franquicias tiene su propio marco que permite planear los detalles operacio-
nales mucho antes de que cualquier persona se comprometa a aceptar riesgos subs-
tanciales.
Una vez que todo está en orden, cada quien conoce su rol a desempeñar, lo que se espera
de él y lo que se debe esperar de su socio en la alianza. Dado que sí existe mucha
atención anticipada a los detalles, no existen tantas ambigüedades como para crear un
riesgo adicional” (Jack Hellriegel, entrevistado por Newskeek, 1991).

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