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EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA

El conflicto armado en Colombia inició en las décadas de 1960 – 1970, causado por
problemas agrarios, desigualdades sociales, corrupción y pobreza. Las FARC
surgieron en 1964 como respuesta a una ofensiva militar del Estado colombiano
contra la república independiente de Marquetalia. Este evento marcó el inicio de una
larga historia de confrontación armada que involucró a diversas guerrillas como el
ELN, el EPL y el M-19, así como grupos paramilitares y el Estado realizó diferentes
estrategias represivas hasta intentos de negociación de paz.
La violación de derechos humanos, el narcotráfico y la corrupción política
propiciaron el conflicto, generando un ciclo de violencia. A pesar de los esfuerzos
por desmovilizar grupos armados, algunos grupos paramilitares se volvieron bandas
criminales, contribuyendo a la inestabilidad y la violencia en el país.
A lo largo de los años, el conflicto ha dejado un alto costo humano y social, con
millones de desplazados internos, víctimas de violencia, y una profunda división en
la sociedad colombiana. A pesar de los avances en los procesos de paz y la
reducción de la violencia en algunas regiones, el camino hacia una paz duradera y
la reconciliación nacional sigue siendo un desafío.
Los acuerdos de paz en Colombia como la reforma agraria, la participación política,
el fin del conflicto armado, el problema de las drogas ilícitas, el acuerdo de las
víctimas. Con 578 disposiciones y un plazo de 15 años para su cumplimiento, el
acuerdo ha permitido la reintegración de más de 13.000 exguerrilleros, incluyendo
cerca de 7.000 combatientes, a la vida civil, así como la formación del partido político
Comunes.
Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos significativos. Grupos
armados ilegales y bandas criminales han generado violencia en zonas antes
controladas por las FARC, y algunos líderes y excombatientes han retornado a la
lucha armada. Además, se han reportado asesinatos de excombatientes
desmovilizados y líderes sociales, así como desplazamientos forzados.
Aunque el acuerdo ha tenido impactos positivos en múltiples niveles, incluyendo
institucional, justicia y creación de un partido político, aún se enfrenta a críticas
sobre la aplicación deficiente de algunas situaciones. A pesar de los desafíos, el
acuerdo ha marcado un cambio significativo en la discusión política y social en
Colombia, aunque queda mucho trabajo por hacer para consolidar la paz y la
estabilidad en el país.
Después del Acuerdo de Paz en Colombia, ha habido avances significativos, como
el desarme de la guerrilla y la implementación de programas de desarrollo territorial.
Sin embargo, persisten desafíos importantes, como el aumento de la violencia en
ciertas áreas, el lento progreso en la redistribución de tierras y la falta de avances
en la reincorporación de excombatientes y en la solución del problema de las drogas
ilícitas. Además, los derechos de las víctimas aún no se han abordado
completamente, lo que sugiere que el panorama es mixto y hay mucho trabajo por
hacer para cumplir con los compromisos del acuerdo de paz.
En conclusión, el conflicto armado en Colombia, que duró décadas, ha
experimentado transformaciones significativas antes y después del Acuerdo de Paz
de 2016. Antes del acuerdo, el país estaba sumido en una espiral de violencia,
alimentada por desigualdades sociales, corrupción y narcotráfico, lo que generaba
un alto costo humano y social. Tras la firma del acuerdo, se han logrado avances
importantes, como el desarme de la guerrilla y la implementación de programas de
desarrollo territorial. Sin embargo aún hay desafíos considerables, como el aumento
de la violencia en algunas regiones, el lento progreso en la redistribución de tierras
y la falta de avances en la reintegración de excombatientes. Aunque el panorama
es mixto, el acuerdo ha marcado un cambio significativo en la discusión política y
social en Colombia, aunque queda mucho trabajo por hacer para consolidar la paz
y la estabilidad en el país.

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