02 - 07 FEB 2024 LA REFLEXIÓN MEDIÁTICA SOBRE EL SER DEL
ARQUITECTO / ARQUITECTA
BALTIERRA MAGAÑA ADRIAN
VAZQUEZ BUSTAMANTE ALLISON EOWIN
EL ARQUITECTO NACE O SE HACE De la teoría a la practica y viceversa, para este caso en la rama de la arquitectura es el hilo del cual vamos a tirar para que nos lleve hacer las cosas bien, es nuestra herramienta para que entre en función nuestra demanda y cualquier otra actividad. No hay un manual especifico que te enseñe como hacer la arquitectura, pero algo que es muy importante y se debe que tener en cuenta es un orden. He notado que algunas veces iniciar por la practica de da un panorama profundo, una percepción de análisis detallada y la practica funge para desafiar los limites intentando y fallando. Esto se inicia desde una preparación, pues lo que más tiene peso y valor es saber hacer las cosas. Algunas veces se salta directamente a la práctica, que de la misma forma es válida, porque estamos en un proceso de aprender, para así seguir con la parte de la teoría, el objetivo al final sigue siendo el mismo, adquirir todo lo que nos pueda servir para formarnos para el futuro y aplicarlo en casos de la vida real. La interacción entre teoría y práctica en la arquitectura es dinámica. La teoría sin práctica puede resultar en ideas que nunca se materializan o que son inviables en el mundo real. Por otro lado, la práctica sin una base teórica puede carecer de profundidad, innovación y relevancia cultural. La mejor arquitectura surge cuando la teoría informa y enriquece la práctica, y cuando la práctica desafía y expande los límites de la teoría. Este diálogo continuo entre teoría y práctica es lo que impulsa la evolución de la disciplina arquitectónica. La cuestión de que es lo que nos hace ser Arquitectxs es algo muy conceptual, claramente va más allá de la perspectiva que la sociedad tiene, como alguna de las respuestas sería es “Se encargan de manejar el espacio para crear edificaciones”, pero no solo se queda ahí, de la misma manera el usar casco, un chaleco y botas nos hace ser conocedores... y con ello me deja una espinita de en realidad saber que es lo que hace indistinto e único a nuestra profesión. Ser arquitecto es, por tanto, una profesión que implica creatividad e innovación, junto con una sólida base de conocimientos técnicos y habilidades de gestión, todo ello orientado a la creación de entornos construidos que enriquezcan la vida de las personas y las comunidades. Siendo de esta forma que la educación y la experiencia juegan roles cruciales en el desarrollo de un arquitecto. aunque ciertas cualidades innatas pueden facilitar el camino hacia convertirse en arquitecto, es la educación, la formación, la experiencia práctica y, sobre todo, la pasión y la dedicación a la profesión lo que verdaderamente forma a un arquitecto.