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Caso clínico: Uso del consentimiento informado en el tratamiento de un paciente con cáncer

Juan, de 50 años, ha sido diagnosticado con cáncer de pulmón en etapa avanzada. El equipo
médico ha propuesto un tratamiento agresivo de quimioterapia y radioterapia para intentar
controlar la progresión del cáncer y mejorar su calidad de vida. Antes de comenzar el tratamiento,
el equipo médico debe obtener el consentimiento informado de Juan y explicarle los riesgos,
beneficios y alternativas del tratamiento.

En este caso, se presentan varios principios de la bioética relacionados con el uso del
consentimiento informado:

1. Autonomía: El principio de autonomía se refiere al respeto por la capacidad del paciente para
tomar decisiones informadas sobre su propia atención médica. En el contexto del consentimiento
informado, es esencial que el equipo médico brinde a Juan toda la información relevante sobre su
diagnóstico, el tratamiento propuesto y las posibles consecuencias. Juan debe tener la libertad de
aceptar o rechazar el tratamiento propuesto después de recibir una explicación clara y
comprensible de todas las opciones disponibles.

2. Beneficencia y no maleficencia: Los principios de beneficencia y no maleficencia están


relacionados con el deber de los profesionales de la salud de buscar el bienestar del paciente y
evitar causarle daño innecesario. En este caso, el equipo médico debe equilibrar los posibles
beneficios del tratamiento de quimioterapia y radioterapia para el control del cáncer, con los
posibles efectos secundarios y riesgos asociados. Es importante que Juan esté informado sobre los
beneficios esperados del tratamiento y también sobre los posibles efectos adversos, para tomar
una decisión informada que tenga en cuenta su bienestar.

3. Justicia: El principio de justicia se refiere a la equidad en el acceso a la atención médica y a la


distribución justa de los recursos disponibles. En el contexto del consentimiento informado, el
equipo médico debe asegurarse de que la información proporcionada a Juan sea comprensible y
esté adaptada a sus necesidades y nivel de educación. Esto garantiza que todos los pacientes,
independientemente de su nivel socioeconómico o educativo, tengan igualdad de oportunidades
para tomar decisiones informadas sobre su tratamiento.

En conclusión, el caso clínico de Juan y su tratamiento de cáncer ilustra la importancia del


consentimiento informado en la práctica médica. Los principios de autonomía, beneficencia, no
maleficencia y justicia están estrechamente relacionados con el proceso de obtener el
consentimiento informado y garantizar que los pacientes puedan tomar decisiones informadas y
participar activamente en su atención médica. El respeto por la autonomía de Juan, junto con la
consideración de los posibles beneficios y riesgos del tratamiento, y la equidad en el acceso a la
información, son fundamentales para asegurar una atención médica ética y centrada en el
paciente.

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