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Qué es la elasticidad de la demanda?

La elasticidad precio de la demanda (EPD) indica en qué medida los cambios en el


precio alteran la demanda de productos o servicios concretos. Se calcula
comparando el valor porcentual del cambio en el precio con el del correspondiente cambio
en la demanda.

Por regla general, un aumento de precio produce una disminución de la demanda, ya que
menos consumidores podrán o querrán pagar el nuevo precio por el producto o servicio.
De la misma forma, una reducción del precio suele suponer un aumento de la demanda.
En ambos casos se habla de una demanda elástica que depende en gran medida de la
fijación del precio y fluctúa con él.

No es el caso, sin embargo, de los bienes de primera necesidad como los alimentos
básicos, los medicamentos más necesarios o las viviendas de alquiler. En estos casos, el
consumidor no puede renunciar tan fácilmente a consumir el producto ni a sustituirlo por
otro equivalente. Su demanda, por lo tanto, se mantiene relativamente estable, aunque el
precio aumente: es una demanda inelástica.
A partir de estos ejemplos se concluye que la elasticidad de la demanda depende
principalmente de cuántos bienes sustitutivos (bienes equivalentes) hay disponibles. Si
un producto o servicio puede ser sustituido fácilmente por otro más barato, su demanda
será muy flexible. Si, por el contrario, el bien en cuestión es indispensable para los
consumidores, su demanda será poco flexible.

Cómo calcular la elasticidad de la demanda


Para obtener un valor que sea comparable entre diferentes productos y servicios, se divide
el porcentaje del cambio en la demanda entre el porcentaje de cambio en el precio,
resultando la siguiente fórmula:

La elasticidad de la demanda se
calcula dividiendo el cambio porcentual en la demanda entre el cambio porcentual en el
precio.

Se considera que la demanda es elástica si el resultado es mayor que 1; inelástica, si es


menor. Si el resultado es exactamente 1, la relación entre demanda y precio es
exactamente proporcional, algo muy poco probable en la práctica y que solo ocurre si la
observación se limita a un corto período de tiempo. El resultado 0 también es una
excepción que indica que los cambios en el precio no tienen influencia alguna sobre la
demanda. Un ejemplo típico de tales demandas perfectamente inelásticas son los
medicamentos esenciales, como la insulina para los diabéticos.

El siguiente gráfico ilustra cómo el precio y la cantidad demandada reaccionan entre sí:
La figura muestra cómo interactúan el precio y la demanda, resultando en diferentes
niveles de elasticidad. En el caso de una demanda elástica (valor superior a 1), la
demanda cambia más que el precio, mientras que, con una demanda inelástica, los
cambios que se esperan en la demanda al alterar el precio son relativamente pequeños.

Elasticidad precio de la demanda: ejemplo de cálculo


Un panadero sube el precio de la barra de pan integral de 1,10 a 1,25 euros. Si antes
vendía 45 barras integrales al día, ahora solo vende 36.

Aumento de precio de 1,10 a 1,25 euros = 13,6 %

Descenso de la demanda de 45 a 36 unidades al día = 20 %

Si se divide el descenso de la demanda entre el aumento del precio, el resultado es 1,47,


lo cual indica que la demanda es claramente elástica. Para el panadero, esto significa
que la disminución de ingresos que causa la caída de las ventas es mayor de lo que la
subida de precio le aporta. Por ello, al panadero le convendría más una bajada que una
subida del precio.

Este ejemplo demuestra que, para productos y servicios con alta elasticidad de la
demanda, una bajada de precio de compra puede servir para aumentar las ganancias de la
empresa.

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