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"Los crustáceos vivos, incluida la lan- gosta, no podrán ser transportados sobre
hielo o agua helada. Las especies acuáti- cas deberán mantenerse en su entorno
natural", apunta la regulación, enmarcada en una revisión de la legislación en
materia de protección animal. Y a todas estas, qué sabemos de la langosta. Puede
parecer evidente que una langosta sufre si acaba en una olla de agua hirviendo,
pero aún existe controversia sobre si los animales invertebrados sienten dolor, ya
que la ciencia aún no lo ha demostrado del todo aunque parece encaminada a
confirmarlo. Una razón sugerida para rechazar la experiencia de dolor en
invertebrados es que los cerebros de invertebrados son dema-siado pequeños. Sin
embargo, el ta- maño del cerebro no necesariamente equivale a la complejidad de la
función.
Un artículo publicado por el Washington Post ofrece una visión de la compleja vida
de las langostas y otros invertebrados.
Como la mayoría de los animales que son criados para el consumo humano, los
invertebrados no cuentan con protección legal y, de acuerdo con Robert Elwood,
investigador de la Universidad de Queens, "negar que los cangrejos sienten dolor
debido a que no tienen la misma biología es como negar que puedan ver porque no
tienen una corteza visual".
En sus experimentos con pulpos, los investigadores pudieron determinar que estos
"muestran muchas de las conductas relacio-nadas con el dolor identificadas en los
vertebrados, como el aseo y la protección de una parte del cuerpo lesionada." De
hecho, los mismos investigadores publi-caron un estudio en la Revista de Biología
Experimental, que determinó que el cangrejo europeo experimenta dolor.
Teniendo en cuenta que alrededor del 98% de las especies animales corresponde a
invertebrados, las implicaciones de esta investigación son profundas.
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Sienten dolor los invertebrados
Las langostas viven en todos los océanos del mundo, si bien cada especie tiene una
distribución específica. La mayoría de las especies comerciales, como Homarus
americanus y Homarus gammarus, son criaturas de aguas frías que se capturan en el
norte del océano Atlántico; sin embargo, la langosta común del Caribe (Panulirus
argus) se extiende desde aguas de Brasil hasta aguas de Estados Unidos, sobre todo
en el mar Caribe. Las espinosas son propias de mares cálidos y son muy abundantes
en torno a Australia. Sus hábitats son bastante variados. La dieta de estos
crustáceos decápodos es omnívora y muy flexible, pues pueden consumir pequeños
peces y moluscos, algas, minúsculos invertebrados, gusanos e incluso otras
langostas. Se ha descubierto individuos en cautiverio que han recurrido al
canibalismo. Su boca se encuentra justo debajo del cefalotórax, entre las antenas.
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