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INTRODUCCIÓN

Los elementos en varias combinaciones comprenden toda la materia, incluidos los


seres vivos. Algunos de los elementos más abundantes en los organismos vivos
incluyen carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo. Estos forman los
ácidos nucleicos, proteínas, carbohidratos y lípidos que son los componentes
fundamentales de la materia viva. Los biólogos deben entender estos importantes
bloques de construcción y las estructuras únicas de los átomos que componen las
moléculas, permitiendo la formación de células, tejidos, sistemas de órganos y
organismos enteros.
La combinación de estos seis elementos puede dar lugar a la formación de millones
de moléculas distintas, sin embargo, como veremos más adelante, la mayoría de
los seres vivos está formado por un número relativamente bajo de tipos de
compuestos.
COMPUESTOS ORGÁNICOS Y COMPUESTOS INORGÁNICOS

La diferencia principal entre los compuestos orgánicos e inorgánicos está


en su origen. Mientras que los compuestos orgánicos tienen un origen
biológico, los inorgánicos provienen casi siempre de la corteza terrestre,
como el agua. Sin embargo, actualmente pueden obtenerse algunos
compuestos orgánicos de manera artificial en laboratorios, como las fibras
sintéticas o los plásticos.
Justamente a razón de su origen biológico, las moléculas orgánicas son
mucho más numerosas que las inorgánicas.
También se diferencian en el número de elementos que participan. En los
compuestos orgánicos solo participan el carbono –cuya presencia es
constante–, el hidrógeno, el azufre, el oxígeno, el nitrógeno y el fósforo.
En cambio, los compuestos inorgánicos pueden combinar todos los
elementos metales y no metales de la tabla periódica.
Los compuestos orgánicos normalmente se forman con enlaces
covalentes, mientras que los orgánicos se forman con enlaces iónicos casi
siempre.
Entre las propiedades de los compuestos orgánicos se cuentan
combustibilidad, aromaticidad, bajos puntos de fusión y ebullición,
solubilidad en disolventes orgánicos y agua y, por último, isomería (esto
es, una misma combinación de átomos puede crear diferentes moléculas).
Entre las propiedades de los compuestos inorgánicos podemos reconocer
buena conducción del calor y la electricidad, solubilidad en agua y altos
puntos de fusión y ebullición.

MOLÉCULAS ORGÁNICAS

Los compuestos orgánicos son sustancias químicas que contienen


carbono, formando enlaces covalentes carbono-carbono o carbono-
hidrógeno. En muchos casos contienen oxígeno, nitrógeno, azufre,
fósforo, boro, halógenos y otros elementos menos frecuentes en su
estado natural. Estos compuestos se denominan moléculas orgánicas. No
son moléculas orgánicas los compuestos que contienen carburos, los
carbonatos y los óxidos de carbono. La principal característica de estas
sustancias es que arden y pueden ser quemadas (son compuestos
combustibles). La mayoría de los compuestos orgánicos se producen de
forma artificial, aunque solo un conjunto todavía se extrae de forma
natural.
Las moléculas orgánicas pueden ser de dos tipos:
Moléculas orgánicas naturales: son las sintetizadas por los seres vivos, y
se llaman biomoléculas, las cuales son estudiadas por la bioquímica.

Moléculas orgánicas artificiales: son sustancias que no existen en la


naturaleza y han sido fabricadas por el hombre como los plásticos.

La línea que divide las moléculas orgánicas de las inorgánicas ha originado


polémicas e históricamente ha sido arbitraria, pero generalmente, los
compuestos orgánicos tienen carbono con enlaces de hidrógeno, y los
compuestos inorgánicos, no. Así el ácido carbónico es inorgánico,
mientras que el ácido fórmico, el primer ácido graso, es orgánico. El
anhídrido carbónico y el monóxido de carbono, son compuestos
inorgánicos. Por lo tanto, todas las moléculas orgánicas contienen
carbono, pero no todas las moléculas que contienen carbono, son
moléculas orgánicas.
Historia
La etimología de la palabra «orgánico» significa que procede de órganos,
relacionado con la vida; en oposición a «inorgánico», que sería el
calificativo asignado a todo lo que carece de vida. Se les dio el nombre de
orgánicos en el siglo XIX, por la creencia de que sólo podrían ser
sintetizados por organismos vivos. La teoría de que los compuestos
orgánicos eran fundamentalmente diferentes de los "inorgánicos", fue
refutada con la síntesis de la urea, un compuesto "orgánico" por definición
ya que se encuentra en la orina de organismos vivos, síntesis realizada a
partir de cianato de potasio y sulfato de amonio por Friedrich Wöhler
(síntesis de Wöhler). Los compuestos del carbono que todavía se
consideran inorgánicos son los que ya lo eran antes del tiempo de Wöhler;
es decir, los que se encontraron a partir de fuentes sin vida, "inorgánicas",
tales como minerales.

TIPOS DE COMPUESTOS ORGÁNICOS


El carbono es singularmente adecuado para cumplir un papel central en
los compuestos orgánicos, por el hecho de que es el átomo más liviano
capaz de formar múltiples enlaces covalentes. A raíz de esta capacidad,
el carbono puede combinarse con otros átomos de carbono y con átomos
distintos. Una característica general de todos los compuestos orgánicos
es que liberan energía cuando se oxidan.

En los organismos se encuentran cuatro tipos diferentes de moléculas


orgánicas:

Glúcidos: Son compuestos orgánicos que tienen en su molécula carbono,


hidrógeno y oxígeno. Estos dos últimos elementos suelen estar en la
misma proporción que en el agua, es decir, existe el doble de hidrógeno
que de oxígeno. De ahí que se les conozca con el nombre de hidratos de
carbono o carbohidratos. Los carbohidratos son la fuente primaria de
energía química para los sistemas vivos, y también son importantes
componentes estructurales. Los más simples son los monosacáridos
("azúcares simples"). Los carbohidratos formados por dos monosacáridos
reciben el nombre de disacáridos; si son tres los monosacáridos que
forman la molécula tenemos un trisacárido, y así sucesivamente hasta
obtener los llamados polisacáridos. Los glúcidos más importantes son la
glucosa, la ribosa, la galactosa, la sacarosa, el almidón, el glucógeno o la
celulosa.

Lípidos: Están compuestas principalmente por carbono e hidrógeno y en


menor medida oxígeno, aunque también pueden contener fósforo, azufre
y nitrógeno. No responden a una estructura química común y sus
propiedades biológicas son muy variadas, si bien tienen como
característica principal el ser hidrófobas o insolubles en agua y sí en
solventes orgánicos como la bencina, el alcohol, el benceno y el
cloroformo. En el uso coloquial, a los lípidos se les llama incorrectamente
grasas, ya que las grasas son sólo un tipo de lípidos procedentes de
animales. Los lípidos cumplen funciones diversas en los organismos
vivientes, entre ellas la de reserva energética (triglicéridos), la estructural
(fosfolípidos) y la reguladora (esteroides). Algunos de los lípidos más
importantes son los ácidos grasos, las grasas, los fosfolípidos o los
esteroides.

PROTEÍNAS: Son moléculas muy grandes compuestas de largas cadenas


de aminoácidos, conocidas como cadenas poli pépticas. A partir de sólo
veinte aminoácidos diferentes se puede sintetizar una inmensa variedad
de diferentes tipos de moléculas proteínicas, cada una de las cuales
cumple una función altamente específica en los sistemas vivos. De hecho,
cada especie animal o vegetal es capaz de sintetizar sus propias
proteínas, diferentes de las de otras especies, e incluso dentro de cada
especie cada individuo sintetiza las suyas propias. Las proteínas
desempeñan un papel fundamental para la vida. Son imprescindibles para
el crecimiento del organismo y realizan una enorme cantidad de funciones
diferentes, entre las que destacan: la estructural (colágeno y queratina),
la reguladora (insulina y hormona del crecimiento), la transportadora
(hemoglobina), la inmunológica (anticuerpos), la enzimática (sacarasa y
pepsina), la contráctil (actina y miosina), la defensiva (trombina y
fibrinógeno), etc.

ÁCIDOS NUCLEICOS: son macromoléculas, polímeros formados por la


repetición de monómeros llamados nucleótidos (que son cinco: la
adenina, la guanina, la citosina, la timina y el uracilo). Los ácidos
nucleicos forman largas cadenas o polinucleótidos, lo que hace que
algunas de estas moléculas lleguen a alcanzar tamaños gigantes (de
millones de nucleótidos de largo). Los ácidos nucleicos tienen una enorme
importancia, ya que son los responsables de la biosíntesis de las
proteínas. Existen dos tipos de ácidos nucleicos: el ácido ribonucleico
(ARN) y el ácido desoxirribonucleico (ADN).

FUENTES
La mayoría de los compuestos orgánicos puros se producen hoy de forma
artificial, aunque un subconjunto importante todavía se extrae de fuentes
naturales porque sería demasiado costosa su síntesis en laboratorio.
Variedad
El análisis estadístico de estructuras químicas se llama informática
química. La base de datos de Beilstein contiene una amplia colección de
compuestos orgánicos. Un estudio informático que implicaba 5,9 millones
de sustancias y 6,5 millones de reacciones, demostró que el universo de
compuestos orgánicos consiste en una base de alrededor de 200.000
moléculas muy relacionadas entre sí y de una periferia grande (3,6
millones de moléculas) a su alrededor. [2] La base y la periferia están
rodeadas por un grupo de pequeñas islas no-conectadas que contienen
1,2 millones de moléculas, un modelo semejante al www.
Más estadísticas:
Las moléculas de la base (solamente 3,5% del total) están implicadas en
el 35% de todas las reacciones que dan lugar al 60% de todas las
moléculas.
La distancia media entre dos moléculas en la base es de 8,4 pasos
sintéticos, y el 95% de todas las reacciones conectan con menos de 15
pasos. Cualquier molécula de la periferia puede ser alcanzada por una de
la base en menos de 3 pasos.

La base contiene el 70% de los 200 productos químicos industriales más


utilizados.
Un inventario químico óptimo de 300 productos químicos que contenga
10 reactivos de Wittig, 6 reactivos de Grignard, 2 bloques de DNA y 18
aldehídos aromáticos, permite a una compañía química hipotética la
síntesis de hasta 1,2 millones de compuestos orgánicos.
Se ha dicho que es suficiente reconocer cerca de 30 moléculas para tener
un conocimiento que permita trabajar con la bioquímica de las células.
Dos de esas moléculas son los azúcares glucosa y ribosa; otra, un lípido;
otras veinte, los aminoácidos biológicamente importantes; y cinco las
bases nitrogenadas, moléculas que contienen nitrógeno y son
constituyentes claves de los nucleótidos.

ELEMENTOS EN CÉLULAS VIVAS


El elemento más abundante en las células es hidrógeno (H), seguido del
carbono (C), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). A estos
elementos los llamamos macronutrientes, y representan cerca del 99%
del peso seco de las células. Algunos elementos, como sodio (Na), potasio
(K), magnesio (Mg), zinc (Zn), hierro (Fe), calcio (Ca), molibdeno (Mo),
cobre (Cu), cobalto (Co), manganeso (Mn), o vanadio (Va), son
requeridos por algunas células en cantidades muy pequeñas y se
denominan micronutrientes o oligoelementos. Todos estos elementos son
esenciales para la función de muchas reacciones bioquímicas, y, por lo
tanto, son esenciales para la vida.
Los cuatro elementos más abundantes en la materia viva (C, N, O y H)
tienen números atómicos bajos y, por lo tanto, son elementos ligeros
capaces de formar fuertes enlaces con otros átomos para producir
moléculas (Figura7.1.17.1.1). El carbono forma cuatro enlaces químicos,
mientras que el nitrógeno forma tres, el oxígeno forma dos y el hidrógeno
forma uno. Cuando se unen entre sí dentro de moléculas, el oxígeno, el
azufre y el nitrógeno a menudo tienen uno o más “pares solitarios” de
electrones que desempeñan un papel importante en la determinación de
muchas de las propiedades físicas y químicas de las moléculas
(ver Apéndice A). Estos rasgos en combinación permiten la formación de
un gran número de especies moleculares diversas necesarias para formar
las estructuras y habilitar las funciones de los organismos vivos.

LOS CARBOHIDRATOS
Los carbohidratos son la fuente primaria de energía química para los
sistemas vivos. Los más simples son los monosacáridos, como la glucosa
principal fuente de elegía de la mayoría de heterótrofos, o ribosa azúcar
de los nucleótidos. Los monosacáridos pueden combinarse para formar
disacáridos como la lactosa componente de la leche o la maltasa
componente del almidón que es un polisacárido. Para los sistemas vivos.
Los más simples son los monosacáridos ("azúcares simples"). Los
monosacáridos pueden combinarse para formar disacáridos ("dos
azúcares") y polisacáridos (cadenas de muchos monosacáridos).
LOS LÍPIDOS
Son moléculas hidrofóbicas que, como los carbohidratos, almacenan
energía y son importantes componentes estructurales. Incluyen las
grasas y los aceites, los fosfolípidos, los glucolípidos, las ceras, y el
colesterol y otros esteroides.
LAS PROTEÍNAS
Son moléculas muy grandes compuestas de cadenas largas de
aminoácidos, conocidas como cadenas polipeptídicas. A partir de sólo
veinte aminoácidos diferentes usados para hacer proteínas se puede
sintetizar una inmensa variedad de diferentes tipos de moléculas
proteínicas, cada una de las cuales cumple una función altamente
específica en los sistemas vivos.
LOS NUCLEÓTIDOS
Son moléculas complejas formadas por un grupo fosfato, un azúcar de
cinco carbonos y una base nitrogenada. Son los bloques estructurales de
los ácidos desoxirribonucleico (DNA) y ribonucleico (RNA), que transmiten
y traducen la información genética. Los nucleótidos también desempeñan
papeles centrales en los intercambios de energía que acompañan a las
reacciones químicas dentro de los sistemas vivos. El principal portador de
energía en la mayoría de las reacciones químicas que ocurren dentro de
las células es un nucleótido que lleva tres fosfatos, el ATP.
PAPEL CENTRAL DEL CARBONO
Puede formar 4 enlaces covalentes con cuatro átomos diferentes y entre
si Una molécula orgánica deriva su configuración final de la disposición de
sus átomos de C, esqueleto. De la configuración depende las propiedades
y función dentro de los sistemas vivos. Hidrocarburos, compuestos
formados solo por C e H, estructuralmente son el tipo más simple de
moléculas orgánicas Derivan de los restos de organismos que murieron
hace millones de años. Son de poca importancia en organismos vivos,
pero de estos sale gasolina, etc.
GRUPOS FUNCIONALES
Determinan las propiedades químicas de las moléculas orgánicas Unidos
al esqueleto de C, reemplazando a uno o más de los H presentes en
el hidrocarburo. Eje. Grupo –OH (hidroxilo). Cuando un H y un O se unen
covalentemente, un e exterior del O sobra, queda no apareado, no
compartido, puede entonces ser compartido con un electrón exterior que,
de modo semejante, quedo disponible en un átomo de C, formando así
un enlace covalente con el C. Conocer los grupos funcionales facilita
reconocer moléculas particulares y predecir sus propiedades. Ej. Grupo
carboxilo –COOH, propiedades de ácido Alcoholes, con sus grupos
hidroxilos polares, tienden a ser solubles en agua Metilo, grupos
funcionales no polares, insolubles en agua. Aldehídos asociados con olores
y sabores acres. Formaldehido. Mayoría de grupos funcionales son polares
y confieren solubilidad en agua.
ISÓMEROS Y ACTIVIDAD BIOLÓGICA
• Isómeros fórmula química, pero diferente en disposición de átomos
Isómeros estructurales: forma molecular, pero diferente forma de
unión entre átomos. Estos difieren en sus propiedades químicas.
Isómeros ópticos o enantiómeros: moléculas idénticas excepto en su
geometría tridimensional, “espejo”. Todos los a se presentan en dos
formas, los dos isómeros ópticos, llamados forma L y forma D. Solo
los a L se encuentran comúnmente en las proteínas de los seres vivos
EL FACTOR ENERGÉTICO
Los Enlaces covalentes que se encuentran comúnmente en las moléculas
orgánicas, son enlaces fuertes y estables, sus e se mueven alrededor de
dos o más núcleos atómicos. Estos enlaces pueden romperse por fuentes
de energía, kilocalorías, y después pueden volver a formar la misma
molécula o una diferente, lo cual depende de varios factores: la
temperatura, la presión y los átomos que estén disponibles. Dependiendo
de las fuerzas relativas de los enlaces rotos y de los formados se liberará
o se obtendrá energía del medio circundante. Los seres vivos utilizan
enzimas para minimizar el uso de energía.
COMPUESTOS INORGÁNICOS:
Los compuestos inorgánicos (o moléculas inorgánicas) son aquellos
que se forman por la combinación de elementos metales y no metales
de la tabla periódica. Generalmente no tienen carbono y, cuando lo
tienen, este no constituye un elemento principal.
Reciben este nombre porque no tienen origen biológico. Es decir, son
materia inerte que normalmente procede de la corteza terrestre.
También se pueden generar a partir de fenómenos naturales.
Los compuestos inorgánicos pueden formarse a partir de los elementos
metales y no metales mediante enlaces iónicos. Este tipo de enlaces
se da por la transferencia de electrones de los metales hacia los no
metales. Eventualmente, pueden formarse por enlaces covalentes, los
cuales solo se establecen entre elementos no metales. Estos, en vez
de transferirse los electrones, los comparten.
Aunque puede decirse que la suma de los elementos metales y no
metales representa la mayor parte de la tabla periódica, los
compuestos inorgánicos son superados en número por los compuestos
orgánicos.
Algunos ejemplos de compuestos inorgánicos en la vida cotidiana son
el agua (H2O); la sal (cloruro de sodio, NaCl); la cal (oxocalcium u
óxido cálcico, CaO); el amoníaco (NH3); el dióxido de carbono (CO2)
y el bicarbonato de sodio (NaHCO3).
Los compuestos orgánicos son la materia de estudio de la química
inorgánica.
CARACTERÍSTICAS DE LOS COMPUESTOS INORGÁNICOS
Los compuestos inorgánicos son muy variados entre sí. Dentro de su
variedad, comparten determinadas características que los diferencian
de los compuestos orgánicos.
Resultan de la combinación de los elementos metales y no metales de
la tabla periódica.
Se forman por enlaces iónicos casi siempre.
No presentan concatenación, es decir, sus enlaces no forman cadenas.
Algunos compuestos inorgánicos pueden formarse por enlaces
covalentes, como el amoníaco, el agua y el dióxido de carbono.
No presentan isomería, es decir, cada combinación de átomos da lugar
a un único compuesto.
Por norma general, no son combustibles.

PROPIEDADES DE LOS COMPUESTOS INORGÁNICOS


Las propiedades de los compuestos inorgánicos se refieren al
comportamiento de los mismos frente a determinados factores. Las
propiedades más conocidas son:
ALTOS PUNTOS DE FUSIÓN Y EBULLICIÓN: debido a las características
de sus enlaces, los compuestos orgánicos presentan puntos de fusión
y ebullición muy superiores a los compuestos orgánicos.
PUEDEN CRISTALIZARSE: debido a la falta de movilidad de sus iones,
ciertos compuestos inorgánicos tienen la propiedad de la cristalización.
Por ejemplo, las sales.
SOLUBILIDAD EN AGUA: la mayor parte de los compuestos inorgánicos
suelen ser solubles en el agua, aunque existen algunas excepciones.

BUENA CONDUCCIÓN DEL CALOR Y LA ELECTRICIDAD: gracias a


que se ionizan, son buenos conductores de electricidad cuando se
disuelven en agua. También son buenos conductores del calor.
CLASIFICACIÓN DE LOS COMPUESTOS INORGÁNICOS
La forma más común de clasificar los tipos de compuestos orgánicos
es de acuerdo a sus grupos funcionales.
ÓXIDOS

Reúne a los compuestos formados por la unión del oxígeno con otro
elemento. Se subdividen en óxidos básicos y ácidos.
ÓXIDOS BÁSICOS: combinan el oxígeno con un metal por medio de
un enlace iónico. Por ejemplo, el óxido de magnesio (MgO), que se usa
en la fabricación de antiácidos estomacales.

ÓXIDOS ÁCIDOS: combinan el oxígeno con un no metal mediante


enlaces covalentes. Por ejemplo, el monóxido de carbono (CO).
• HIDRÓXIDOS
Son aquellos que se forman por combinaciones de agua con
óxidos básicos. Por ello, en su estructura manifiestan la
presencia de OH-. Por ejemplo, el hidróxido de sodio (NaOH),
utilizado en la fabricación de textiles, crayones, pinturas y papel.

• ÁCIDOS
Surgen de la combinación del hidrógeno con elementos o grupos
de alta electronegatividad. Se dividen en:
HIDRÁCIDOS: combinan hidrógeno con un no metal. Su fórmula
nunca presenta oxígeno. Por ejemplo, el ácido clorhídrico (HCl).
OXÁCIDOS: combinan agua con óxido ácido, de modo que su fórmula
siempre tiene oxígeno e hidrógeno. Por ejemplo, ácido sulfúrico
(H₂SO₄).
Sales
Son aquellas que resultan al combinar un ácido con una base.

OXISAL: combinan ácido oxácido y un hidróxido. Por ende, su fórmula


siempre contiene oxígeno, un metal y no metal. Por ejemplo, el nitrato
de sodio (NaNO3).

SALES HALOIDEAS: su estructura se compone de un no metal con


un metal, y en su proceso de formación se produce agua. Por ejemplo,
la sal común, cuyo nombre químico es cloruro de sodio (NaCl).
Hidruros
Suele referir a los compuestos formados por átomos de hidrógeno con
cualquier elemento metal o no metal de la tabla periódica. Por ejemplo,
hidruro sódico (NaH).

EJEMPLOS DE COMPUESTOS INORGÁNICOS


A continuación, presentamos una lista con ejemplos de compuestos
inorgánicos presentes en la vida cotidiana, señalando su origen o sus
usos más conocidos.
Ácido sulfúrico (H2SO4), ácido de baterías para vehículos.
Ácido clorhídrico (HCl), producido por el estómago para la digestión.
Agua (H2O), usada en la hidratación de los seres vivos, la higiene, la
industria agropecuaria y más.

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