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Equipo A: Ecosistema

En biología, un ecosistema es un sistema que está formado por un conjunto de organismos, el medio
ambiente físico en el que viven (hábitat) y las relaciones tanto bióticas como abióticas que se establecen entre
ellos. Las especies de seres vivos que habitan un determinado ecosistema interactúan entre sí y con el medio,
determinando el flujo de energía y de materia que ocurre en ese ambiente. Todos están formados por factores
bióticos (seres vivos) y factores abióticos (elementos no vivos, como el suelo o el aire)
Un ejemplo de las relaciones que tienen lugar entre los seres vivos de un ecosistema son las relaciones
alimentarias. Las cadenas tróficas o alimenticias son representaciones sencillas de las relaciones alimentarias
que existen entre las especies que forman parte de un ecosistema determinado.

También se puede definir un ecosistema como un área geográfica donde las plantas, los animales, y otro
seres vivos, se relacionan en unas condiciones ambientales determinadas (Según el clima, temperatura, tipo
de suelo, etc).
Los escosistemas están compuestos por: Elementos bióticos (son aquellos elementos que poseen vida) y
Elementos abióticos (son aquellos factores sin vida, es decir, el lugar que habitan).
Los ecosistemas se forman por regiones, flora y fauna, se encuentran muy influenciados por la cantidad de
agua, y aridez que exista en los suelos. Se caracterizan por mantener un intercambio constante de materia
y energía que va pasando de un ser viviente a otro, a través de las llamadas cadenas alimentarias.

Equipo B: Tipos de ecosistemas:

Se puede definir un ecosistema como un área geográfica donde las plantas, los animales, y otro seres vivos,
se relacionan en unas condiciones ambientales determinadas (Según el clima, temperatura, tipo de suelo, etc).
Hay varios tipos de ecosistemas:
Terrestres: Son aquellos en los que los seres vivos que viven en el suelo y subsuelo. Los ecosistemas
terrestres están distribuidos por todo el mundo, evidentemente sobre tierra o cerca de ella, y engloban una
gran variedad de especies. Aun siendo uno de los hábitats biológicamente más diverso, depende de muchos
elementos, principalmente la disponibilidad de agua y luz, el clima y la altitud y latitud.
Acuáticos: Son lugares en el que los componentes vivos desarrollan sus actividades en el agua, ya sea salada
como en mares y océanos o dulce como en ríos y lagos.
Los organismos acuáticos comparten características adaptadas para el medio acuoso; a diferencia de los
organismos terrestres que tienen características muy variadas. Este tipo de hábitats son más ricos de lo que
creemos, ya que, aun que la luz, el oxígeno o otros parámetros estén más limitados, no son más que factores
que producen una adaptación y a la vez diversificación de una gran cantidad de especies.

Mixto: Son lugares en los que seres vivos viven en zonas intermedias y tienen características provenientes de
los dos tipos de ecosistemas explicados anteriormente. Un buen ejemplo son las costas y humedales.

Normalmente se suelen considerar como una zona de transición, es decir, que no es permanente. Las especies
que allí habitan pueden utilizar por ejemplo como lugar donde poner sus huevos o bien para reproducirse.
Equipo C: Parte de una célula procariota

Una célula es la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. De hecho, la célula es el elemento de
menor tamaño que puede considerarse vivo. De este modo, puede clasificarse a los organismos vivos según el
número de células que posean: si solo tienen una, se les denomina unicelulares (como pueden ser
los protozoos o las bacterias, organismos microscópicos); si poseen más, se les llama pluricelulares.

La teoría celular, propuesta en 1838 para los vegetales y en 1839 para los animales,3 por Matthias Jakob
Schleiden y Theodor Schwann, postula que todos los organismos están compuestos por células, y que todas
las células derivan de otras precedentes.

Existen 2 tipos de células: las células procariotas y las eucariotas. Las procariotas son pequeñas y menos
complejas que las eucariotas. Una célula procariota es aquella unidad funcional más básica de los seres
vivos unicelulares, como lo son las arqueas y las bacterias.

Están formadas por: una pared celular (la célula se delimita de su entorno y tiene sostén con esta pared
celular), una membrana plasmática (bajo la pared celular está la membrana plasmática), un nucleoide (zona
del citoplasma que contiene el material genético o ADN), ribosomas (pequeños cuerpos, que están dispersos
por el citoplasma), citoplasma (material que rellena el interior celular), Cápsula (membrana que se puede
encontrar por fuera de la pared celular), pilis (pequeños pelillos ubicados alrededor de la cápsula), Flagelo
(similar a una cola, que sirve como elemento de locomoción.

Equipo D: polinización

La polinización es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte
femenina (estigma) de otra o de la misma flor. Es un proceso ecológico de gran importancia. El resultado de
la transferencia es la fecundación de la planta. El nuevo cigoto formado contiene la carga genética de ambos
padres con la que se formarán semillas, frutos y una nueva generación de plantas.

La transferencia de polen puede llevarse a cabo mediante el viento, o el agua, pero en la gran mayoría de las
plantas se lleva a cabo a través de animales polinizadores. Mariposas, abejas, colibríes, murciélagos y
muchos otros grupos de animales buscan alimento en el néctar y polen de las flores. Al alimentarse,
accidentalmente quedan impregnados de polen que transportan a las siguientes flores que visitan. Es así que
la polinización resulta benéfica para ambos organismos.
Los polinizadores son esenciales en nuestro ambiente. Abejas, abejorros, mariposas, colibríes y murciélagos
nectarívoros, entre otros, al alimentarse de néctar y polen mueven el polen de una flor a otra lo que hace
posible su reproducción y por ende la formación de frutos. Los polinizadores son responsables de la
reproducción sexual de más del 80% de las plantas vasculares terrestres
Sin embargo, las poblaciones de polinizadores vienen disminuyendo de manera preocupante al ser afectadas
por:
•La pérdida y fragmentación de hábitats.
•Uso de plaguicidas.
•Presencia de especies exóticas invasoras (plantas y abejas exóticas).
•El cambio climático.
Estos factores han provocado que aproximadamente el 35% de los polinizadores invertebrados, en particular
abejas y mariposas, se encuentren en peligro de extinción a nivel mundial.

Equipo E: fotosíntesis

Simplificando mucho, la fotosíntesis se podría definir como el proceso por el cual las plantas fabrican su
propio alimento. Esto quiere decir que las plantas no necesitan tomar el alimento del medio, como los
animales, sino que ellas mismas son capaces de producirlo. Para realizar la fotosíntesis las plantas
necesitan: luz solar, dióxido de carbono, agua y clorofila. Este último es un pigmento de color verde que se
encuentra en las hojas de las plantas y que se almacena en unos orgánulos llamados cloroplastos.

A través de las raíces, la planta absorbe todo los minerales y agua que necesita para llevar a cabo la
actividad fotosintética. La mezcla de agua y sales minerales constituye la savia bruta. Las hojas comienzan a
orientarse hacia la fuente luminosa para captar la mayor cantidad de luz posible. ? La energía luminosa se
transforma en energía química, la cual, junto con los minerales y el dióxido de carbono, transformará la savia
bruta en savia elaborada, que es el alimento de la planta.

Como consecuencia de este proceso de fotosíntesis, la planta libera oxígeno al medio, de ahí que la
fotosíntesis también es fundamental para los humanos. Si las plantas no realizaran este proceso, los humanos
no podríamos respirar, porque en el aire no habría oxígeno.

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