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DELITO DE RECEPTACIÓN:
Art. 456 bis A inciso primero El que conociendo su origen o no pudiendo menos que conocerlo,
tenga en su poder, a cualquier título, especies hurtadas, robadas u objeto de abigeato, de receptación
o de apropiación indebida del artículo 470, número 1°, las transporte, compre, venda, transforme o
comercialice en cualquier forma, aun cuando ya hubiese dispuesto de ellas, sufrirá la pena de
presidio menor en cualquiera de sus grados y multa de cinco a cien unidades tributarias mensuales.
✓ Este delito busca como política criminal, castigar o sancionar tanto a las personas que venden
objetos o pertenencias que tienen origen ilícito, como a las personas que las compran.
✓ Lo importante en este tipo es que debe haber “conocimiento del origen de la cosa sustraída” o
“no hacer menos que conocer este origen”. Es decir, el imputado debe saber que las cosas tienen
origen ilícito y así toda la compra o vende. Con conocimiento de saber que tiene origen ilícito y
con solo tener la cosa es suficiente para que se configure, da igual si los vendemos, regalamos,
etc.
✓ Por lo tanto, debe concurrir este elemento subjetivo, el ánimo del imputado, que se acreditará
en virtud de las circunstancias del caso y según el criterio del hombre medio, por ejemplo, si es
notorio que el precio de ese objeto no es tal en el mercado formal (como comprar un iPhone X en 50 mil
pesos en el persa), o que no se entregó boleta tras la compraventa .
✓ Siempre debe haber dolo o incluso dolo eventual.
En el caso de la receptación de vehículos, por ejemplo, comprarle un auto a un amigo a un precio barato
(puede ser robado).
✓ Pasa que muchas veces el Ministerio Público busca sancionar también a los acompañantes
(copiloto) del conductor, que obtuvo el auto con origen ilegal. No obstante, por regla general, no
se les formaliza a estos por receptación, ya que, el inciso primero nos habla de un elemento
objetivo que debe concurrir, el “tener en su poder” las especies. Incluso si por algún motivo,
estos acompañantes tuvieran conocimiento de que el objeto tenía un origen ilícito, se le debe
absolver por la falta de posesión.
Este es un delito que difiere un poco de los demás delitos de apropiación cometidos por medios
materiales, veremos por qué se diferencian:
Bien jurídico: el bien jurídico que se busca proteger en este caso no es la propiedad propiamente tal,
sino que es el libre ejercicio de los derechos y facultades que nacen de la propiedad como derecho
real.
Entonces, se protege las facultades de usar, gozar y disponer de los bienes raíces y de las Aguas.
Hay que tener en cuenta que se protege el dominio, la posesión sobre bienes raíces y aguas, e
incluso la mera tenencia siempre que sea legítima.
El objeto material entonces son, bienes inmuebles o derechos reales, o derechos que regulan las
aguas, no objetos muebles propiamente tal.
Verbo rector: en este caso, la acción del sujeto activo es una acción de sustitución del dueño, en
cuanto se busca tomar su posición (del dueño) respecto de determinado bien.
El Código ha distinguido normalmente dos figuras, se habla (i) de usurpación violenta, y (ii)
usurpación no violenta.
Sujetos:
✓ Activo: para ser sujeto activo del delito de usurpación de inmuebles, no se exigen mayores
requisitos, incluso pueden ser varias personas. Por el art.457 además, incluso puede aplicarse en
calidad de imputado al que es dueño o al que tiene o detenta el derecho real que se está
usurpando. El art.457 habla de:
▪ la usurpación violenta, pone como primer escenario el caos de los sujetos que lisa y
llanamente se toman un predio a la mala, con violencia, y no basta el echar al legitimo
dueño o tenedor, tienen que echarlo y además los sujetos deben quedarse en el lugar para
que se configure el delito.
▪ El segundo escenario es de gente que en un momento original se toman un terreno,
un bien raíz, o un derecho real x pero no se lo toman con violencia, sino que porque
no habían habitantes, pero después llega el verdadero dueño o el legítimo tenedor a
reclamar lo que es suyo y estas personas (los usurpadores) se defienden o rechazan la
restauración del derecho mediante violencia, también es usurpación.
▪ Entonces, la usurpación puede ser al momento de tomarse el bien raíz o al momento
de defenderse o repeler el “ataque” del verdadero dueño
▪ Y como tercer escenario, está la situación del dueño. Que, en el fondo, para efectos de
evitar una situación de justicia de propia mano, si el día de mañana el verdadero dueño o
el legítimo tenedor de forma violenta rechaza a los usurpadores también se va a constituir
en un usurpador violento. Aunque también juega mucho la legitima defensa, porque está
la posibilidad de defender lo que es nuestro.
✓ Pasivo: por el otro lado, el sujeto pasivo del delito de usurpación puede ser cualquier persona que
sea dueño o tenga un derecho real sobre el bien. También puede serlo un tenedor, cuando tenga
un justo título.
Pero en el caso de las personas poseedoras ilegítimo con título aparente, existe discusión:
▪ Garrido Montt estima que puede ser sujeto pasivo.
▪ Mientras que Oliver, y Politoff, Matus y Ramírez consideran que no, porque el
ordenamiento jurídico no protege las situaciones de posesión irregular que nacen a partir
del título ilegítimo (doctrina compartida por el Profesor).
Respecto del objeto material, como dijimos, debe tratarse de bienes inmuebles o bien, podría ser
una situación de derechos reales que se hubiesen constituidos sobre ellos, Estos derechos deben ser
ocupados, inválidos materialmente, o usurpados, lo importante es que se materializaría una
sustitución del dueño o del legítimo tenedor por el sujeto activo.
✓ ¿Qué pasa con los frutos de estos inmuebles? Cuando se produce una extracción de estos muebles
del bien jurídico implica un trabajo asociado al ejercicio del derecho de dominio o usufructo
(derecho real). De esta manera, si una persona entra a un predio ajeno a talar árboles o sacar
madera, no se produciría un delito de usurpación, sino que más bien un delito de hurto, porque
todos estos árboles (inmuebles por adherencia) lo son en la medida que se mantengan en el lugar
y desde el momento que los cortan y talan no cumpliría con la tipificación de usurpación sino
más bien hurto.
✓ Lo mismo pasa con las frutas que pueda tener un determinado predio, también sería una situación
de hurto ya que, esa conducta en concreto a diferencia de los árboles tiene un tipo penal en
concreto, esta situación se sanciona como falta en el art. 496 N.º 6 CP, y se aplica por ejemplo
en los casos de usufructos.
Como conclusión, respecto de los bienes por adherencia y por destinación que no son fruto del
inmueble por naturaleza, solo pueden ser usurpados en la medida que sirvan y estén adheridos al
bien inmueble, de manera que, si son separados del bien inmueble y dejan de servirle, no cabe
usurpación, sino que solamente hurto o robo (dependiendo de los requisitos que concurran).
Existen dos clases de usurpación de inmuebles: violenta (art. 457 CP), y no violenta (art. 458 CP).
Mientras que, según POLITOFF, MATUS, Y RAMÍREZ los simples empujones y amenazas e
incluso la intimidación no configuran la violencia que se exige en este delito, (i) por el principio de
legalidad y (ii) por la literalidad de la norma.
Porque cuando el CP incluye las amenazas dentro de las hipótesis de violencia, lo hace
expresamente (como no ocurre en este delito). Sin perjuicio de lo anterior, que no exista violencia en
las amenazas, no implica que no haya usurpación, pues como veremos, hay usurpación no violenta
(art. 458 CP).
Hay autores que señalan que, si la violencia llega a constituir lesiones graves, puede sancionarse
mediante concurso. Aunque esta posición genera dudas por el principio de non bis in ídem, si se
busca sancionar las lesiones independientes de la usurpación violenta, ya que en este caso las lesiones
serían el medio por el cual se pasa a usurpar (la usurpación entonces absorbería a las lesiones, por su
penalidad más grave). En todo caso esto es discutible; para el Profesor y Oliver no se aplicaría este
concurso.
En este caso, los profesores POLITOFF, MATUS, Y RAMÍREZ, señalan que no basta la mera
ocupación para consumar la usurpación, sino que, se requiere además despojo, lográndose con de
intimidación, clandestinidad, engaño, abuso de confianza, o astucia, que por su relevancia hacen que
el dueño o tenedor salgan de la posesión de su derecho real.
Esto porque, según ellos, en estos casos se exige algo más que ser un precario en los términos del
Código Civil (tenencia de la cosa, sin contrato previo, por la ignorancia o mera tolerancia del dueño).
Además, plantean que se exige el dolo directo, ya que hay ocupación y ánimo de apropiarse del bien.
Para el Profesor debería descartarse el dolo eventual porque es más confuso, no pareciera ser posible
configurar un delito así.
En este caso se sanciona o es necesario el ánimo de apropiación y no de lucro, ya que basta que la
persona saque las aguas en un concepto amplio, sin que se le exija la tenencia de algún título.
Entonces, basta que tenga intereses en apropiarse de las aguas, no de lucrar, (lo que haga con las
aguas o la finalidad es indiferente).
¿Cabe cualquier forma de sustracción de agua? debemos tener presente que, según el profesor
OLIVER, el numeral 1º exige que se utilice algún mecanismo para extraer aguas de forma permanente
y no solo esporádicamente. Por lo que para este numeral no basta, por ejemplo, sacar aguas una vez
mediante vasijas (en ese caso solo hay hurto de aguas), sino que se exige, por ejemplo, un mecanismo
que haga desviar un cauce, o, generar algún mecanismo que permita tener acceso al agua o sustraer
agua de forma constante, pero si se realiza de forma no habitual, donde la sustracción de agua se
realiza mediante botellas, bidones, en estos casos, la doctrina tiende a señalar que se está en presencia
de hurto de agua.
Según el Profesor, el numeral 2º habría sido la situación que el legislador tuvo en mente al tipificar
este delito.
El art. 460 CP contempla una agravante, en caso de que en la usurpación de aguas exista violencia
contra las personas, en cuyo caso sí puede tratarse de meras amenazas, ya que fueron incluidas
expresamente en una reforma al CP del año 2018:
Art. 460. Cuando los simples delitos a que se refiere el artículo anterior se ejecutaren con violencia
o intimidación en las personas, si el culpable no mereciere mayor pena por la violencia o
intimidación que causare, sufrirá la de presidio menor en cualquiera de sus grados y multa de
cincuenta a cinco mil unidades tributarias mensuales.
En el caso de que, durante la usurpación de aguas con violencia, concurre la comisión de otro delito
contra la vida más grave (como el homicidio), es difícil sancionar con este tipo, ya que (i) claramente
la usurpación de aguas no absorbe la penalidad del homicidio, y porque (ii) además, en estos casos
debería sancionarse mediante concurso real.
Lo más razonable entonces -para el Ministerio Público- sería sancionar mediante usurpación de aguas
no violenta en concurso con el homicidio.
✓ El ejercicio fraudulento del propio derecho de agua: Art. 461. Serán castigados con las penas
del artículo 459, los que teniendo derecho para sacar aguas o usarlas se hubieren servido
fraudulentamente, con tal fin, de orificios, conductos, marcos, compuertas o esclusas de una
forma diversa a la establecida o de una capacidad superior a la medida a que tienen derecho.
Es el caso en que, el titular de un derecho de aprovechamiento de aguas usa los conductos, marcos
y demás elementos:
▪ Utilizando de una manera distinta a lo que la norma establece con anterioridad, o bien,
▪ Cumple con el estándar de la norma, pero utilizando mayor capacidad de lo que le
corresponde.
En este caso se busca aumentar ilegítimamente el derecho de aprovechamiento, engañando a terceros
y produciéndoles un perjuicio.
Para autores como ETCHEBERRY y GARRIDO MONTT, se requiere del perjuicio de un tercero
para que se consume este delito, y, además, estos autores dicen que, este delito es especial de sujeto
calificado, en cuanto solo puede cometerlo la persona que es titular del derecho.
No obstante, esta doctrina genera ruidos para el PROFESOR, ya que, por la redacción del tipo,
pareciera ser un delito de mera actividad y no de resultado, por lo que el perjuicio del tercero no
debería exigirse.
GARRIDO considera que el CP da un uso impropio al hablar de usurpación de aguas ya que, estima
que estos delitos se constituyen como sustracción de agua.
En este caso, el bien jurídico es la propiedad sobre un bien raíz, que puede ser de dominio de un
particular o del Estado.
Mientras que, en cuanto al tipo subjetivo, debe concurrir ánimo de lucrarse, lo que para OLIVER:
“implicaría siempre dolo directo y además un provecho para el imputado y no para un tercero”
(doctrina no compartida por el Profesor).
Con esto terminamos los delitos contra la propiedad por medios materiales.