Está en la página 1de 95

O. A.

Agustı́n-Aquino UTM

Del pensamiento aritmético al lenguaje


algebraico

Octavio Alberto Agustı́n Aquino


Universidad Tecnológica de la Mixteca

Julio de 2018

1
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Números disfrazados: aritmética y álgebra

Objetivo

Observar la naturaleza algebraica de algunos problemas surgidos


en el antiguo Egipto y Mesopotamia, pese a que su solución
aparenta ser puramente aritmética.

2
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

EGIPTO

3
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

El papiro de Rhind fue encontra-


do en Tebas en las ruinas de un
pequeño edificio junto al templo
a Ramsés. Después fue compra-
do en Luxor, Egipto, en 1858
por el escocés Alexander Henry
Rhind, y finalmente fue hereda-
do al Museo Británico en 1864.

Retrato de Alexander Henry Rhind


pintado por Alexander S. Mackay,
1874.

4
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Fue escrito alrededor del 1650 a. C. por el escriba Ahmose duran-


te el reinado del faraón Apopis, de la quinceava dinastı́a. Ahmose
asegura que lo copió de otro hecho durante la doceava dinastı́a,
que corrió de 1849 a 1801 a. C.

Escarabajo de esteatita con el nombre del faraón Apopis, Museo de Bellas Artes, Boston.

5
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

El papiro de Rhind inicia con una tabla de descomposición de las


2 , 2 , . . . , 2 . Por ejemplo, 2 = 1 + 1 .
fracciones 5 7 101 15 10 30

1 , . . . , 9 en fracciones con
Continúa con la descomposición de 10 10
numerador unitario o 2. Por ejemplo, 10 = 3 + 1
9 2
5 + 1.
30

Después vienen 84 problemas aritméticos y geométricos variados.

6
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Texto hierático del papiro matemático de Rhind, Museo Británico, Londres.

7
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

El tercer problema del papiro de Rhind pregunta

¿Cómo se dividen 6 hogazas de pan iguales entre 10 per-


sonas?

Buscamos una fracción tal que, al multiplicarla por 10, nos de


6. Si postulamos que tal fracción es 1/2, no funciona porque
1
 
10 = 5.
2

¡Pero ya sólo nos falta 1!

8
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

¿Cómo podemos obtener el que nos falta? Puesto que


1
 
10 = 1
10
podemos sumar lo que tenemos hasta ahora para obtener
1 1 1 1
     
10 + 10 = + 10 = 5 + 1 = 6.
2 10 2 10

9
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

La respuesta 2 1 + 1 era completamente satisfactoria para los


10
egipcios, pues es una suma de fracciones con numerador igual a
1 o 2. Además, es relativamente práctica, pues lo que tenemos
que hacer es dividir a la mitad 5 de los panes, en 10 partes al que
falta y darle una mitad y un décimo a cada una de las personas.

10
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

El método egipcio de postular una solución y después corregir


según lo que nos falte para llegar a la respuesta correcta se le
ha llamado método de la falsa posición.
Ejercicio 1. Encuentre, con el método egipcio de falsa posición,
cómo repartir 9 hogazas entre 10 personas. Explique cómo puede
obtenerse la respuesta del papiro que es 32+1+ 1.
5 30

11
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Al jugar con este método un rato, le surgen a uno preguntas


como la número 25 del papiro: ¿qué cantidad más su mitad es
igual a 16? Postulemos, por ejemplo, que es 10, porque es fácil
dividirla entre 2. Nos da
10
10 + = 10 + 5 = 15.
2

12
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Nos falta 16 − 15 = 1. A los egipcios les gusta mucho la fracción


2 , y como
3
2 2/3
+ = 1,
3 2
entonces la respuesta es 10 + 2
3 . En efecto
1 2 1 2
     
16 = 15 + 1 = 1 + 10 + 1 + 21 = 1+ 10 + .
2 3 2 3
Ejercicio 2. Pruebe con el problema 26 del papiro, que pregunta
por una cantidad tal que sumada con su cuarta parte da 15.

13
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

MESOPOTAMIA

14
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Cerca de 3,000 a. C., los “babilonios” (pues en realidad hay to-


da una serie de cambios sociohistóricos en Mesopotamia a lo
largo de los milenios) desarrollaron un sistema de escritura pic-
tográfica. Se hacı́a con un estilete triangular sobre barro fresco.
Como las marcas parecen pequeños conos, por eso la escritura
se denomina cuneiforme.

15
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Los babilonios representaban los números en el sistema sexage-


simal, esto es, en base 60. Sin entrar en las exquisiteces de la
escritura cuineiforme, usaremos la representación con una mez-
cla de números decimales, separando los dı́gitos con comas y con
un punto y coma distinguiremos a la parte fraccionaria. Ası́
3 30
3, 25, 0; 3, 30 = 3 · 602 + 25 · 60 + 0 · 1 + +
60 602
= 12300.053.

16
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Los matemáticos babilonios


preparaban tablas para rápida
consulta, como la que se ve a la
izquierda.

Número Recı́proco
2 0; 30
3 0; 20
4 0; 15
7 0; 8, 34, 17
8 0; 7, 30
11 0; 5, 27, 16, 21, 49
Colección digital de la Universi-
dad de Pennsylvania, LJS 201,
1990-1700 a. C.

17
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

La suma, resta, y multiplicación procedı́a como lo harı́amos no-


sotros con la notación decimal. Sin embargo, para la división,
aprovechaban la identidad
a 1
 
=a .
b b

Por ejemplo, si queremos calcular 7/8 tenemos

7(0; 7, 30) = 0; (7 × 7), (7 × 30)


= 0; 49, 210
= 0; 49, (3 × 60 + 30)
= 0; 49 + 3, 30
= 0; 52, 30.

18
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

En la tableta MS 2830 de la colección de Schøyen, aparece el


siguiente problema, en una formulación más comprensible para
el siglo XXI.

Hay cuatro bienes que podemos comprar. Por un shekel


de plata nos dan un volumen del primero, 2 del segundo,
3 del tercero y 4 del último. Si disponemos de 1 she-
kel ¿cuánto podemos comprar de cada bien si hemos de
comprar la misma cantidad de cada uno?

19
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

20
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para resolver este problema, hay que encontrar el recı́proco de


1, de 2, de 3 y de 4 pues ası́ averiguamos el “precio unitario” de
cada bien. Luego sumamos todos precios y dividimos al shekel
entre este precio total.
Ejercicio 3. Expresar el resultado en notación sexagecimal.

21
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 4. En la tableta de la colección de Yale 4652 (1900-


1600 a. C) aparece el siguiente problema:

Tomé una piedra, pero no la pesé. Le añadı́ 1/7 de su


peso, y luego le añadı́ 1/11 de este nuevo peso, y obtuve
2, 24, 22; 30. ¿Cuál era el peso original de la piedra?

Resuélvalo, usando la notación babilonia de ser posible.

22
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

ARITMÉTICA
Y
ÁLGEBRA

23
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Opinión popular:

1. La diferencia entre el álgebra y la aritmética es el uso de


letras.

2. Las letras se utilizan para representar cantidades que aún no


se conocen o incógnitas.

Por ejemplo, Aurelio Baldor en su famoso libro de texto dice:

En Álgebra, para lograr la generalización, las cantidades


se representan por medio de letras, las cuales pueden
representar todos los valores.

24
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Estas opiniones de suyo no están equivocadas, pero hemos visto


que problemas algebraicos y aritméticos se escribieron en pro-
sa llana en la antigüedad, y que ambos piden determinar una
cantidad. ¿Cuál es la diferencia?

Problema aritmético ¿Cuánto vale 10 por 106 después de su-

marle 2?
Problema algebraico ¿Cuál es la cantidad tal que, después de
multiplicarla por 10, al sumarle 2 da 8?

6 + 2. Al
El problema aritmético es simplemente calcular 10 × 10
problema algebraico lo podemos escribir, denotando con x a la
cantidad desconocida como
10x + 2 = 8.
25
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Esquemáticamente, el proceso subyacente a ambos problemas es

(datos), (operaciones) −→ (resultado)


pero en el problema aritmético

nos dan los datos y las operaciones y debemos encontrar


el resultado,

mientras que en el algebraico

nos dan el resultado y las operaciones, y debemos encon-


trar los datos originales.

26
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Diferentes clases de números

Objetivo

Recordar que hay distintos tipos de números que limitan o facul-


tan el encontrar los datos dadas las operaciones y los resultados.

27
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Los números naturales N a partir del 1 son más que suficientes


para realizar solamente adiciones y multiplicaciones.

Sin embargo, nos limitan a la pura aritmética. Es decir, bási-


camente sólo nos pueden dar números y decirnos si hemos de
sumarlos o multiplicarlos.

28
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Si nos preguntamos por el número x tal que 5 + x = 7, salvo


por tantear la respuesta no podemos contestar eficazmente sin
utilizar la resta. Y para hacerla posible con toda generalidad, se
necesita el 0 y los números negativos. Ası́ obtenemos los números
enteros Z.

Die ganzen Zahlen hat der liebe Gott gemacht, alles an-
dere ist Menschenwerk.

Leopold Kronecker, citado por Heinrich Weber

29
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

La resta es un mecanismo para “deshacer” la suma y averiguar


un dato. ¿Se puede hacer lo mismo con la multiplicación y buscar
un número x tal que

12989x = 194835?

¿O qué tal con


5x = 2?

30
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para poder dividir (esto es, deshacer la multiplicación) excep-


to entre 0, necesitamos los quebrados. Es decir, los números
racionales Q.

Con los números racionales es posible hacer todas las operaciones


aritméticas básicas: suma, resta, multiplicación y división (salvo
entre 0). Por eso se le denomina cuerpo o campo.

31
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Sin embargo, como veremos más adelante, para resolver proble-


mas algebraicos es necesario “deshacer” el elevar al cuadrado,
esto es, multiplicar a un número por si mismo. Esta operación
nos lleva fuera de Q.


El número 2, que es tal que al elevarlo al cuadrado da 2, no
puede escribirse como un quebrado ab .

Usemos papiroflexia para entender por qué.

32
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Tomemos un cuadrado de 17
2 = 8.5 pulgadas de lado. Tenemos
que su diagonal mide
√ 17
2 ≈ 12
2
pulgadas.

¡Pero no puede dar exactamente 12! Para empezar, tendrı́amos



2 = 24
17 y es una fracción en sus mı́nimos términos.

33
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Doblemos a la mitad el cuadrado para apreciar mejor la diagonal.

34
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ahora tomemos un lado y hagámoslo coincidir con el pliegue


de la diagonal, y marquemos el pliegue resultante. Vean que se
forma un triángulo semejante al original pero más pequeño.

35
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Un cateto mide
17 7
12 − = .
2 2

Por ser un triángulo isósceles, la hipotenusa mide


17 7
− = 5.
2 2

Ahora
√ 7
2 =5
2

lo que implica que 2 = 10 7 , ¿no que estaba en sus mı́nimos
términos?
Ejercicio 5. Adaptar
√ este razonamiento con un pentágono, para
demostrar que 1+2 5 es irracional.
36
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Las expresiones que se forman usando un número finito de ope-


raciones racionales y extracción de raı́ces son llamadas fórmulas
algebraicas.

Hemos apreciado cómo el cuerpo Q no es suficiente para resolver


todas las ecuaciones, pues x2 = 2 no se puede resolver con
racionales.

37
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Otra ecuación que no se puede resolver en los números racionales


es x2 = −1, y que introduce la unidad imaginaria i y con ella los
números complejos C.

La invención última de números que necesitamos, para que cual-


quier ecuación que involucre potencias y sumas y números del
cuerpo, tenga solución en el cuerpo es el cuerpo de los números
algebraicos A. Este es un cuerpo algebraicamente cerrado. Tam-
bién C es algebraicamente cerrado, por el teorema fundamental
del álgebra.

38
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Vale recalcar que números algebraicos son todos los que pueden
formarse con suma, resta, multiplicación, división y radicación.
√ √
Por ejemplo, la expresión 2 + 3 representa 4 números posi-
bles. Son, de hecho, las raı́ces de una ecuación con coeficientes
enteros, a saber
x4 − 10x + 1 = 0.

39
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para apreciar otro poco qué significa trabajar en un cuerpo que


no es Q ni C, consideremos todos los números de la forma

a + 2b
con a y b números racionales. Podemos sumarlos o restarlos
√ √ √
(a1 + 2b1) ± (a2 + 2b2) = (a1 ± a2) + 2(b1 ± b2)
y multiplicarlos
√ √ √
(a1 + 2b1)(a2 + 2b2) = (a1a2 + 2b1b2) + 2(a1b2 + a2b1)
y tienen la forma requerida.

40
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

La división es más truculenta, pero funciona


√ √ √ !
a1 + 2b1 a1 + 2b1 a2 − 2b2
√ = √ √
a2 + 2b2 a2 + 2b2 a2 − 2b2

a a − 2b1b2 + 2(a2b1 − a1b2)
= 1 2
a2
2 − 2b 2
2

!
a1a2 − 2b1b2 a1a2 − 2b1b2
= + 2 .
a2
2 − 2b 2
2 a2 − 2b2
2 2


Este cuerpo se denota con Q( 2).
Ejercicio 6. Compruebe que los números de la forma a + 21/3b +
22/3c con a, b y c racionales, conforman un cuerpo.

41
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ecuaciones polinomiales y sus raı́ces

Objetivo

Veremos el proceso seguido por Al-Juarismi para plantear ecua-


ciones polinomiales de segundo grado y resolverlas, y como lo-
graba esto para algunas ecuaciones polinomiales de tercer grado
Omar Jayam combinando maravillosamente el álgebra y la geo-
metrı́a.

42
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Mohammed ibn Musa al-Juarismi es


famoso por su tratado “Al-kitab al-
almukthtasar fi hisab al-gabr wa’l-
muqabala” (Tratado sobre el cálculo
por álgebra y almucabala), que le dió
el nombre al álgebra, y que escribió al-
rededor de 820 d. C.

Imagen tomada de Espo-


sito, John L., The Ox-
ford History of Islam, OUP,
2000, p. 186.

43
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para Al-Juarismi todo se construı́a alrededor de las unidades


(dı́rhames), las raı́ces (jidhr o shay ) y los cuadrados (mal) y
las ecuaciones que se podı́an construir con ellos. Nosotros sim-
plemente escribiremos números, x y x2 en su lugar para ilustrar.

44
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Al-Juarismi reducı́a todas las ecuaciones posibles, lineales o cuadráti-


cas, a seis tipos:

1. Cuadrados iguales a raı́ces (x2 = x).


2. Cuadrados iguales a unidades (x2 = 2).
3. Raı́ces iguales a números (x = 3).
4. Cuadrados y raı́ces iguales a números (x2 + 10x = 39).
5. Cuadrados y unidades iguales a raı́ces (x2 + 21 = 10x).
6. Raı́ces y números iguales a cuadrados (3x + 4 = x2).

45
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para realizar reducción es que usaba el “álgebra” y el ’almuca-


bala”.

1. El álgebra significaba completamiento o restauración, lo que


removı́a términos negativos de una ecuación. Por ejemplo,
x2 = 40x − 4x2,
5x2 = 40x.
2. El almucabala significa balanceamiento, lo que implica can-
celar los términos positivos de una misma potencia cuando
aparecen en ambos lados de la ecuación. Por ejemplo
50 + 3x + x2 = 29 + 10x,
21 + 3x + x2 = 10x,
21 + x2 = 7x.

46
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

¡El álgebra y el almucabala no son más que pasar términos su-


mando y restando!

La razón para separarlos y para hacerlos un poco rebuscados es


que a los árabes de la época de Al-Juarismi no les gustaban los
números negativos como coeficientes.

47
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Veamos un problema planteado por Al-Juarismi.

Un cuadrado más diez raı́ces son iguales a treinta y nueve


unidades.

Es del tipo cuatro, el primero que no es trivial. En sı́mbolos


modernos es
x2 + 10x = 39.

La estrategia de Al-Juarismi es la de completar el cuadrado.

48
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Al-Juarismi básicamente dice: “Hay 10 raı́ces. Tomemos la mitad


de 10, que es 5. Sumemos de ambos lados 52 = 25”. En sı́mbolos
esto se ve ası́

x2 + 10x + 52 = 39 + 25 = 64.

“Tomemos la raı́z de 64, que es 8, y restemos a esto al número


que es mitad de las raı́ces, que es 5, lo que nos deja 3. El número
3 es entonces la raı́z”. En sı́mbolos

(x + 5)2 = 84,

x + 5 = 84 = 8,
x = 8 − 5 = 3.

49
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Los pasos de Al-Juarismi son, pues, como sigue. Si tenemos

x2 + bx = c
entonces sumamos (b/2)2

x2 + bx + (b/2)2 = c + (b/2)2,
factorizamos
(x + b/2)2 = c + (b/2)2,
sacamos raı́z y “despejamos”
q
x= c + (b/2)2 − b/2.

50
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 7. Utilice la completación de cuadrados de Al-Juarismi


para resolver el problema: dos cuadrados y diez raı́ces son iguales
a 48 unidades. Al-Juarismi recomienda que, antes de empezar,
hay que “reducir” la ecuación dividiendo todas las cantidades
entre dos.

51
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Veamos otro ejemplo de Al-Juarismi del quinto tipo.

Dividı́ a 10 en dos partes y las multipliqué por sı́ mismas, y


la suma de estos cuadrados es 58. ¿Cuáles son las partes?

Sea x una parte. La otra es 10 − x. Si multiplicamos a 10 − x


por sı́ mismo, nos da 100 − 20x + x2. Sumando esto con x2, nos
debe dar

100 − 20x + x2 + x2 = 100 − 20x + 2x2 = 58.

52
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Por álgebra nos da

100 + 2x2 = 58 + 20x,


“reduciendo” por 2 nos da

50 + x2 = 29 + 10x
y por almucabala
21 + x2 = 10x.

53
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para resolver esto, Al-Juarismi otra vez completa cuadrados. Pa-


ra esto, toma la mitad del número de raı́ces, esto es, 10/2 = 5,
y suma el cuadrado de ambos lados

21 + x2 + 25 = 10x + 25.
Usando almucabala,

x2 + 25 = 10x + 4.

54
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Aquı́ Al-Juarismi se hace pato y como que aplica un álgebra para


pensar que
x2 − 10x + 25 = 4
lo que se factoriza como

(x − 5)2 = 4
y ya puede sacar raı́ces de modo que

x = 4 + 5 = 7.

55
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 8. Divida a 10 en dos partes de modo que cuando una


parte se divida entre la otra, la fracción resultante sea 4.

Finalmente veamos como el polı́mata persa Omar Jayam (1048-


1131) resolvı́a geométricamente la ecuación cúbica

x3 + Bx = C

con B y C números positivos. Obsérvese que definiendo b = B
y c = C/b2, se puede reescribir esto como

x3 + b2x = b2c.

56
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Dibujemos una parábola con vértice en el origen y latus rectum


igual a b y luego un semicı́rculo de radio c/2 sobre dicho eje de
modo que pase por el origen.

b P

x
Q α S R

57
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Sea P el punto donde se cortan el semicı́rculo y la parábola, y


P S el segmento perpendicular al eje de las abcisas. Afirmamos
que α = QS es una raı́z de la ecuación.

b P

x
Q α S R

58
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

b P

x
Q α S R

La parábola tiene por ecuación a y = x2/b, por lo que


α2
PS =
b
o sea
α b
= .
PS α
59
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

b P

x
Q α S R

Una propiedad de los cı́rculos nos dice que P S es la media


geométrica de α y c − α, es decir
q
PS = α(c − α)
y de aquı́ que
PS α
= .
c−α PS
60
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Juntando las ecuaciones obtenidas, resulta


b PS
= ,
α c−α
2
pero como P S = αb , al sustituir nos da

b α2/b
= ,
α c−α
y que basta transponer para verificar la ecuación deseada.

61
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para terminar por hoy, un fragmento del Rubaiyat de Jayam.

Y allı́ estaba la puerta cuya llave no vi;


y allı́ se alzaba el velo que lo ocultaba todo:
un vago murmurar cerca de ti y de mi
se escuchó... y después nada, ni de mi ni de ti.

62
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Enfoques numéricos y simbólicos respecto a las ecuaciones

Objetivo

Estudiaremos un algoritmo clásico que describió Qin Jiushao pa-


ra aproximar las raı́ces (reales) de un polinomio con precisión
arbitraria, y lo contrastaremos con las ideas babilonias y de del
Ferro, Tartaglia, Cardano, Ferrari, Abel y Galois para encontrar-
las de manera exacta por medio de fórmulas algebraicas.

63
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

En el siglo trece presenció una de las cúspides en el desarrollo


de la matemática china. Los mejores matemáticos, curiosamen-
te y para este caso, no eran funcionarios necesariamente sino
maestros errantes y académicos enclaustrados.

Es interesante que estos avances matemáticos ocurrieran du-


rante un periodo de mucha inestabilidad del imperio chino. A
principios del siglo XIII se registraron las primeras avanzadas del
ejército de Gengis Kan, que finalmente tomó el control de todo
el paı́s para 1279.

64
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Uno de los exponentes de este periodo es Qin Jiushao, el autor


del “Tratado Matemático en Nueve Secciones”, donde atribuye
su conocimiento a un maestro itinerante cuyo nombre omite.
Jiushao no era una persona particularmente agradable: se dice
que envenenaba a sus enemigos, y aunque llegó a gobernador de
dos provincias, en un caso fue removido del cargo por corrupción.

65
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

A diferencia de los árabes del siglo IX, los chinos del siglo XIII
aceptaban a los números negativos (que se imprimı́an en rojo en
el tratado de Qin) y ya tenı́an un sı́mbolo para el 0.

El tratado de Qin también es el primer escrito chino donde apa-


recen ecuaciones polinomiales de grado mayor a 3. Por ejemplo

−x4 + 736200x2 − 40642560000 = 0.

Además, la resuelve usando un algoritmo iterativo, como veremos


más adelante.

66
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Otro ejemplo impresionante proviene de plantear la ecuación para


resolver el siguiente problema.

Hay una ciudad circular amurallada de diámetro desco-


nocido con cuatro puertas. Un árbol se encuentra a 3 li
al norte de la puerta norte. Si uno camina 9 li hacia el
este desde la puerta sur, el árbol de divisa por primera
vez. Calcule el radio de la ciudad.

Tomando a x2 como el diámetro de la ciudad, Qin llega a la


ecuación de décimo grado
x10 + 15x8 + 72x6 − 864x4 − 11664x2 − 34992 = 0.
(Aunque si se toma a x2 como el radio me sale
16x8 + 48x6 + 36x4 − 1944x2 − 2916 = 0.)
67
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Figura del problema de la ciudad amurallada circular y el árbol de Qin Jiushao.


68
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

También es el notable “Espejo de Jade


de las Cuatro Incógnitas” escrito por
Zhu Shijie, donde introduce en sus pri-
meras páginas los coeficientes de la ex-
pansión del binomio (x + 1)n hasta la
octava potencia.

Fotografı́a: Tang Ge.


69
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

El método para encontrar raı́ces cuadradas y cúbicas aparecen


en el legendario libro “Nueve Capı́tulos del Arte Matemático”,
que es una obra colectiva realizada entre los siglos décimo a.
C. y segundo d. C. Durante el siglo XI d. C. Liu I encontró
como extender el método para resolver ecuaciones cuadráticas,
y aunque su obra se perdió, quedó registrado en el libro de Yang
Hui de 1275.

En el curso de ocho siglos varias generaciones de matemáticos


chinos encontraron cómo extender esto a ecuaciones de grado
cada vez mayor.

70
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Precisamente Qin Jiushao explica en su libro el algoritmo general


para resolver ecuaciones polinomiales, en principio de cualquier
orden. Hay que considerar primero que para esto se necesitan
evaluar polinomios en diferentes números, y por eso descubrió
el llamado algoritmo de la división sintética. Recordemos cómo
procede para el polinomio x4 − 10x2 + 1 al evaluarlo en 3 y 4.

x4 x3 x2 x 1 x4 x3 x2 x 1
3 1 0 −10 0 1 4 1 0 −10 0 1
3 9 −3 −9 4 16 24 96
1 3 −1 −3 −8 1 4 6 24 97

71
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Por el cálculo infinitesimal sabemos que los polinomios son fun-


ciones continuas, y como el polinomio cambió de signo entre 3
y 4, sabemos que tiene que anularse en algún lugar entre esos
números. Lo que hacı́an los chinos es ahora poner que la solución
es de la forma x = 3 + h, y sustituı́an en el polinomio

(3 + h)4 − 10(3 + h)2 + 1.

Es para esto que querı́an el triángulo de “Pascal”.

72
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Lo anterior queda como

34 + 4(33)h + 6(32)h2 + 4(3)h3 + h4 − 10(9 + 6h + h2) + 1


= 81 + 108h + 54h2 + 12h3 + h4 − 90 − 60h − 10h2 + 1
= h4 + 12h3 + 44h2 + 48h − 8.

Vale notar que si p(x) es el polinomio, entonces los coeficientes


son p(k)(3)/k!, por la expansión de Taylor.

Ahora hay que probar con h = 0, 0.1, 0.2, 0.3, . . . , 0.9 para averi-
guar el primer decimal.

73
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Para no hacer más largo un cuento ya de suyo muy largo, tene-


mos las siguientes evaluaciones.

x4 x3 x2 x 1
0.1 1 12 44 48 −8
0.1 1.21 4.521 5.2521
1 12.1 45.21 52.521 −2.7479

x4 x3 x2 x 1
0.2 1 12 44 48 −8
0.2 2.44 9.288 11.4576
1 12.2 46.44 57.288 3.4576

Esto quiere decir que la raı́z está entre 3.1 y 3.2.

74
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 9. Realizar los cómputos para encontrar otro decimal


de la raı́z del polinomio x4 − 10x2 + 1 con el método chino.

Vale mencionar que el matemático y astrónomo persa Sharaf


al-Din al-Tusi descubrió este método para ecuaciones de tercer
grado en el siglo XII d. C.

También que la matemática china entró en un declive en el siglo


XIV, al grado de prácticamente ser olvidada y ni siquiera docu-
mentada sino fuera por algunos libros que llegaron a Corea y
Japón. En el siglo XVI y XVII algunos misioneros jesuitas (co-
mo el italiano Mateo Ricci) intentaron introducir la matemática
desarrollada por los occidentales en China, pero los académicos
chinos la rechazaron en favor de la “tradicional”. Esto sacó del
mapa matemático a China durante otros trescientos años más.
75
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

A continuación veremos cómo pudo haber aprovechado Al-Juarismi


los cómputos y razonamientos babilonios para encontrar sus méto-
dos generales de solución de ecuaciones cuadráticas. Si sabemos
que todo polinomio de segundo grado x2 +bx+c tiene dos raı́ces,
digamos u y v, sabemos que se puede escribir

x2 + bx + c = (x − u)(x − v) = x2 − (u + v)x + uv
o sea
b = −(u + v), c = uv.

A estas se le conocen como las fórmulas de Viète para el poli-


nomio de segundo grado.

76
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Los babilonios, ası́ como tenı́an tablas de recı́procos, también


tenı́an tablas de cuadrados. La razón es que la multiplicación se
puede escribir en términos de cuadrados, por la famosa identidad
de polarización.
(x + y)2 − (x − y)2
xy =
4

Ası́, si un babilonio querı́a multiplicar dos números, sacaba su


diferencia, su suma, consultaba sus cuadrados en la tabla, restaba
los resultados y dividı́a entre 4. Parece un proceso largo, pero
en notación sexagesimal es mucho más breve que si se hace la
multiplicación directa.

77
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

De la identidad de polarización se deduce que


u−v 2 u+v 2
   
= − uv
2 2
y podemos “romper la simetrı́a” tomando la raı́z cuadrada
s
u−v u+v 2
 
= − uv.
2 2

Recordando que u + v = −b, entonces tenemos el sistema lineal



 u+v −b



 2 = ,
2
s
 u−v b2
−c


 =
2 4

que es muy fácil de resolver y nos lleva a los algoritmos (!) de


Al-Juarismi.
78
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Retrato de fray Luca Pacioli haciendo matemática, pintado en 1495 tal vez por Jacopo
de’Barbari.
79
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

En 1494, en su libro “Summa de Arithmetica, Geometria, Pro-


portioni et Proportionalita”, el fraile Luca Pacioli declaraba que
la resolución de ecuaciones cúbicas era “tan imposible como la
cuadratura del cı́rculo”. Pero el matemático boloñés Scipione del
Ferro (1465-1526) demostró que estaba equivocado, resolviendo
ecuaciones de la forma x3 +px = q, para p y q positivos, de forma
simbólica (recordemos que Jayam ya podı́a resolveras de forma
geométrica). Del Ferro nunca publicó su solución y solamente se
la confió a su discı́pulo Antonio Maria Fiore.

80
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

En 1535, Niccolò “Tartaglia” Fontana logró resolver también las


cúbicas de la forma x3 + px2 = q. Fiore creyó que mentı́a y lo
retó a un duelo matemático: cada uno propondrı́a 30 ecuaciones
y ganarı́a el que pudiera resolver la mayor cantidad en 50 dı́as.
Obviamente, ganó Tartaglia.

81
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Niccolò “Tartaglia” Fontana (1499-1557).

82
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Cuando Girolamo Cardano escuchó del duelo de Fontana y Fio-


re, fue a visitar al primero para suplicarle le diera a conocer su
fórmula, de modo que en un libro de matemática que estaba
escribiendo la pudiera publicar con su nombre. Al principio Tar-
taglia se negó, pero después de mucha insistencia accedió, bajo
la promesa de que Cardano nunca revelara el secreto.

83
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Girolamo Cardano (1501-1576) y su “Ars Magna”.

84
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Sin embargo, en 1543 Cardano fue a Boloña, pues habı́a escu-


chado que Tartaglia no habı́a descubierto la fórmula primero. Al
revisar los manuscritos de Scipione del Ferro concluyó que el ver-
dadero descubridor era del Ferro y que la promesa ante Tartaglia
ya no era válida.

85
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Cardano publicó su “Ars Magna” con la fórmula para la cúbica


en 1545, dando crédito a Tartaglia por la fórmula para resolver
las ecuaciones de la forma x3 + px = q. Algo en lo que Cardano
fue original es en demostrar que todas las ecuaciones de la forma

x3 + ax2 + bx + c = 0
pueden reducirse a otra sin el término de segundo grado. Para
ello, se hace el cambio de variable x = y − a/3 de modo que al
final queda
y 3 + py = q
con
a2 2a3
!
ab
p=b− y q=− − +c .
3 27 3

86
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Una vez puesto en esta forma, la solución general de y 3 + py = q


es
v s v s
u u
q2
3 q
u
p3 q 3
u
q2 p3
x= + + − − + +
t t
2 4 27 2 4 27
y que se conoce, por supuesto, como la fórmula de Cardano.
Ejercicio 10. Compruebe que la transformación x = y − a/3
remueve el término cuadrático de la ecuación cúbica x3 + ax2 +
bx + c = 0 y aplique la fórmula de Cardano para resolver
11 2 1
x3 − x + x − = 0.
6 6

87
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Fue un estudiante de Cardano, Ludovico Ferrari, el que encontra-


ra una fórmula para la ecuación de cuarto grado, y que también
fue publicada en el “Ars Magna”. La fórmula general es endiabla-
damente complicada. Dada la ecuación ax4 + bx3 + cx2 + dx + e =
0, sus raı́ces están dadas por
b 1 q
r
x1,2 = − −S± −4S 2 − 2p +
4a 2r S
b 1 q
x3,4 = − +S± −4S 2 − 2p −
4a 2 S

donde p y q son
8ac − 3b2
p=
8a2
b3 − 4abc + 8a2d
q=
8a3
88
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

v !
u
1u 2 1 ∆0
S= t− p+ Q+
2 3 3a Q
v q
u
3 ∆1 +
u
t ∆2 3
1 − 4∆0
Q=
2

con

∆0 = c2 − 3bd + 12ae,
∆1 = 2c3 − 9bcd + 27b2e + 27ad2 − 72ace.

89
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

¿Pueden encontrarse fórmulas semejantes para ecuaciones de


grado más alto?

En 1824, el matemático noruego Niels Henrik Abel demostró


que, en general, para ecuaciones polinomiales de grado 5 o
más no hay fórmulas algebraicas para sus raı́ces. Natural-
mente, hay casos en los que sı́, por ejemplo x5 − 3125 = 0,
el punto es que, si traen una ecuación de quinto grado cual-
quiera, no hay una única fórmula algebraica que nos de las
soluciones.

Hacia 1832, el matemático francés Évariste Galois creó lo que


ahora se denomina teorı́a de grupos y con ella caracterizó a
las ecuaciones polinomiales para las que existe una fórmula
algebraica para sus raı́ces.

90
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Niels Henrik Abel (1802-1829, izquierda) y Évariste Galois (1811-1832, derecha).

91
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Algunos problemas clásicos (egipcios, babilonios, chinos y


árabes)

Objetivo

Practicar lo aprendido con problemas algebraicos de las fuentes


originales.

92
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 11 (Problema 57 del Papiro de Rhind). Una cantidad,


su mitad y su cuarta parte, reunidas, dan diez. ¿Cuál es la can-
tidad? (Trate de expresar su resultado en fracciones egipcias).
Ejercicio 12 (Tableta AO 8862, depositada en el Louvre, Paris).
Multiplico la longitud por el ancho para obtener el área. Le añado
la cantidad por la que el largo excede al ancho al área y obtengo
183. La suma de la longitud y el ancho es 27. ¿Cuáles son la
longitud, el ancho y el área?

93
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 13 (Del capı́tulo 7 de “Los Nueve Capı́tulos del Arte


Matemático”). Un grupo de personas se juntan para comprar
gallinas de costo idéntico. Si cada persona contribuye 9 wen,
entonces sobran 11 wen, y si cada persona contribuye 6 wen
entonces faltan 16 wen. Encuentre el número de personas y el
precio de cada gallina.
Ejercicio 14 (Del “Al-kitab al-almukthtasar fi hisab al-gabr-
wa’l-muqabala” de Mohammed Al-Juarismi). Divido una unidad
entre un número de muchachas, de modo que todas reciben la
misma cantidad. Luego llega otra muchacha y, si reparto la mis-
ma unidad nuevamente de forma equitativa, ahora reciben un
sexto menos de lo que antes. ¿Cuántas muchachas habı́a origi-
nalmente?

94
O. A. Agustı́n-Aquino UTM

Ejercicio 15 (Del “Tratado Matemático en Nueve Secciones” de


Qin Jiushao). Calcule, usando el método chino, la raı́z cuadrada
de 71824; esto es, resuelva x2 − 71824 = 0.
Ejercicio 16 (Problema 3 del capı́tulo 17 del “Ars Magna” de
Girolamo Cardano). Un oráculo le ordena a un prı́ncipe construir
un templo sagrado cuyo espacio sea de 400 unidades cúbicas,
cuya longitud sea 6 unidades más que el ancho, y cuyo ancho
sea 3 unidades más que la altura. Encuentre las dimensiones.

95

También podría gustarte