Cuaderno 3

Unidad III

Transición a la sociedad capitalista

y el ascenso de la burguesía al
poder. Siglos XVI–XVIII

María del Carmen Galicia Patiño (coordinadora)

Abel Fernández Herrera
Estampa del siglo XVIII de autor no identificado tomada de la
Moisés Gómez Rojas
página Gallica de la Biblioteca Nacional de Francia Francisco Marcelino Castañeda
Martha Ortiz Álvarez
Tania Ortiz Galicia
Alef Pérez Ávila

Cuadernos de Historia Universal Moderna y Contemporánea I. Del siglo XII al siglo XIX
(Paquete Didáctico)
Seminario de Historia Universal Moderna y Contemporánea
Plantel Vallejo
2016-2017

1
 Índice
Presentación del Paquete Didáctico……………… 4
Presentación de la Unidad III………………………. 8
Propósito y Contenido temático de la Unidad III.. 10
Primera Secuencia Didáctica………………………. 11

Primera Sesión 11 Cuarta Sesión 54

Material Didáctico 14 Material Didáctico 55
Formato 1 14 Formato 3 55
Texto 1 15 Textos 6 al 8 56
Mapas 1 a 6 18 Tarea 61
Tarea 24

Segunda Sesión 25 Tercera Secuencia Didáctica……………………. 62

Material Didáctico 26
Texto 2 26 Quinta Sesión 62
Cuestionario 1 30 Material Didáctico 65
Tarea 31 Formato 4 65
Texto 9 66
Formato 5 70
Segunda Secuencia Didáctica……………………... 32 Textos 10 al 13 71
Tarea 73
Tercera Sesión 32
Material Didáctico 34 Sexta Sesión 74
Formato 2 34 Material Didáctico 76
Cuadro 1 35 Formato 6 76
Texto 3 36 Texto 14 78
Texto 4 44 Textos 15 al 19 82
Texto 5 48 Tarea 86
Tarea 53

2
Cuarta Secuencia Didáctica……………………... 87

Séptima Sesión 87
Material Didáctico 89
Formato 7 89
Texto 20 90
Texto 21 93
Textos 22 y 23 97
Mapa 7 104
Tarea 105

Octava Sesión 106

Material Didáctico 108
Formato 8 108
Texto 24 109
Texto 25 113
Tarea 123

Novena Sesión 124

Material Didáctico 125
Cuestionario de Autoevaluación 125
Tarea para la Unidad IV 126

Forma de evaluación de la Unidad III 127

Bibliografía utilizada 128

3
 Presentación del Paquete Didáctico

El Seminario de Historia Universal Moderna y Contemporánea I ha preparado

este paquete didáctico tomando como punto de partida las características que
se establecen en el protocolo de equivalencias en su Rubro I-B o C, así como
la experiencia docente de los profesores que integran este grupo de trabajo
institucional.
El grupo institucional a que nos referimos está integrado por cinco
profesores de carrera y dos profesoras de asignatura. Aunque, sólo tres de los
profesores de carrera comprometieron su plaza para realizar este trabajo,
todos los participantes trabajaron con el mismo rigor y esfuerzo para que los
materiales que aquí se presentan sean de utilidad para quienes imparten
Historia Universal Moderna y Contemporánea.
Para garantizar la coherencia y la calidad de los materiales didácticos y de las secuencias y actividades de
aprendizaje que los apoyan, los integrantes del Seminario decidieron analizar el Programa Institucional de Historia
Universal Moderna y Contemporánea, especialmente los propósitos y los aprendizajes que ahí se mencionan y,
tomando en cuenta la experiencia docente de los integrantes del Seminario, redactar una propuesta operativa por
cada unidad que sirviera de punto de partida para la estructuración de cada uno de los Cuadernos que integran el
paquete. Una vez que se presentaron las propuestas operativas, los integrantes del seminario comenzaron a
precisar las estrategias que orientarían las secuencias y las actividades de aprendizaje del paquete.

4
 Como resultado de estas reflexiones se integraron cuatro
cuadernos a los que hemos dado el nombre de Cuadernos de Historia
Universal Moderna y Contemporánea I. Del siglo XII al XIX. Cada uno de
los cuadernos fue preparado para apoyar las cuatro unidades que
integran el Programa Institucional. Los Cuadernos que integran el
paquete didáctico son:
Cuaderno 1. Introducción al conocimiento histórico
Cuaderno 2. El feudalismo y el surgimiento del capitalismo. Siglos XII-XVI
Cuaderno 3. Transición a la sociedad capitalista y el ascenso de la burguesía al poder. Siglos XVI-XVIII
Cuaderno 4. El capitalismo de libre competencia: movimiento obrero y cambios políticos e ideológicos
(1815-1873).
En cada cuaderno se tuvo cuidado para que cada aprendizaje quedara enmarcado dentro de una secuencia
didáctica, de tal manera que las actividades de aprendizaje permitieran al alumno, de manera gradual, la
construcción de su propio aprendizaje. En lo que se refiere a la selección de materiales, se trató de que éstos fueran
accesibles a los estudiantes, pero sin caer en el error de sacrificar la calidad
de los mismos, por lo que puede decirse que los autores incluidos son de
reconocido prestigio. Se incluyen textos de divulgación, académicos y
algunos fragmentos de fuentes directas.
Se han incluido también materiales audiovisuales, algunos editados
por los integrantes del seminario y otros preparados por ellos mismos. Los
videos que se incluyen en algunas actividades de aprendizaje están

5
relacionados con las actividades propuestas en torno a las lecturas y constituyen un apoyo importante para el logro
de los aprendizajes.
En el Cuaderno 1, sólo se incluyen cinco sesiones, ya que consideramos que al inicio del semestre se debe
utilizar una sesión para la aplicación de un Diagnostico y la segunda, para introducir a los alumnos en la propuesta
de enseñanza de la Historia que caracteriza al Colegio. Como corolario, en el Cuaderno 4, se ha incluido una
sesión extra para aplicar un Diagnóstico de Evaluación del Curso. También se incluye en todos los cuadernos una
rúbrica de autoevaluación que de alguna manera permite evaluar la responsabilidad del alumno ante su propio
aprendizaje.
Siendo la forma de evaluación un tema tan polémico, los
integrantes del Seminario proponen una evaluación que tome en
cuenta todos los productos que resulten de las actividades de
aprendizaje, manteniendo un cierto equilibrio entre las actividades en
las que el alumno participa --individual o grupalmente-- en forma oral
y en las que lo hace por escrito. También se consideró importante
integrar en la evaluación la participación de los estudiantes en los dos
diagnósticos y en la rúbrica de autoevaluación.

6
 En resumen y para que la evaluación sea
integral, no debe perderse de vista que uno de los
aspectos estratégicos de la enseñanza de la
Historia en el Colegio consiste en que nuestros
alumnos logren construir su propio aprendizaje y
que puedan construir su propia interpretación y
explicar los procesos históricos estudiados.
En los cuadernos que integran este paquete
se ha considerado el carácter estratégico que tiene
la comprensión de lectura, las diferentes
interpretaciones históricas que se expresan en las
lecturas, en los mapas y en los recursos audiovisuales, pero sobre todo el desarrollo de las habilidades que
permitan a los estudiantes construir de manera autónoma su propio aprendizaje. Cabe destacar que éste es un
proceso gradual y por ello en las estrategias que sustentan la propuesta de aprendizaje que aparece en cada
cuaderno, se pretende crear condiciones para que transiten poco a poco hacia un desarrollo cognitivo más
complejo.


7
 Presentación de la Unidad III

Siguiendo el eje que guía a la materia de Historia Universal Moderna y Contemporánea I, a saber, el origen,
desarrollo y crisis del capitalismo, esta Unidad III permitirá al alumno comprender los diversos procesos en los
ámbitos político, económico, social y de las ideas, que se manifestaron entre los siglos XVI y XVIII y que dieron paso
al ascenso del capitalismo y al surgimiento del mundo moderno.
Desde la Unidad II se han empezado a estudiar las transformaciones que se dieron en Europa a partir del
descubrimiento de nuevos mundos, lo cual llevó no sólo el resquebrajamiento de las formas en que se interpretaba y
explicaba el mundo, sino también el surgimiento de nuevas prácticas económicas y comerciales que propiciaron un
replanteamiento de las dinámicas políticas y económicas de los estados europeos.
Es por ello que en esta Unidad III se abordarán diversos problemas de orden histórico que permitirán al
alumno comprender los factores que produjeron el ascenso de la burguesía mercantil en el mundo moderno; las
políticas que caracterizaron a los estados absolutistas y sus repercusiones en el proceso de consolidación de la
burguesía; comprender el surgimiento de la mentalidad moderna; y conocer el papel que jugaron las revoluciones
burguesas en la conformación del mundo contemporáneo.
Para lograr los aprendizajes disciplinares, procedimentales y actitudinales propuestos en el Programa, en
esta Unidad se propone trabajar en la construcción de conocimiento histórico a partir de un ejercicio crítico y
reflexivo sobre las fuentes, concentrándose en el trabajo sobre fuentes primarias. Es por ello que los textos de
apoyo que se proponen son esencialmente extractos de libros de texto, los cuales aportan una visión sintética e
integradora que sirve de base para el acercamiento y confrontación con las fuentes primarias.

8
 Así, se propone una sensibilización a las diferencias entre los distintos tipos de fuentes y un ejercicio
constante de contraste que permita desarrollar los rudimentos de una crítica histórica para la construcción de
narrativas históricas explicativas.
Debido a que una de las bases fundamentales de la operación de crítica histórica es la contextualización de
las fuentes y los emisores de los discursos que en ellas se encuentran, se propone que para cada uno de los
documentos y fuentes utilizados se complete un Formato que cumplirá la función de evidenciar los elementos
referenciales de la fuente, tanto espaciales como temporales, así como los intencionales, a saber, el tipo de
documento que es, el objetivo que cumple el mismo, etcétera. La ubicación de estos elementos, pero más allá la
conciencia de la existencia de estos elementos como definitorios de un tipo específico de discurso, permite
comprender que hay diversos tipos de fuentes; que las fuentes y los discursos sobre el pasado son enunciados
desde un contexto concreto y con una intencionalidad particular y, finalmente, sistematizar un ejercicio de
cuestionamiento constante frente a las fuentes y documentos para valorar en su justa dimensión el uso y
aprovechamiento que se puede hacer de la misma.
Sobre la base de Preguntas Problema planteadas en función de los diversos aprendizajes de la Unidad,
éstas servirán como guía para la recuperación de elementos en las diversas fuentes manejadas para eventualmente
transformarlas en hipótesis de trabajo que permitan construir una argumentación que sustente una explicación de un
problema de orden histórico.
Los mapas, videos e imágenes utilizados en las distintas unidades de este paquete, se incluyen en el
almacén digital (USB o CD) que acompaña este material, y que el profesor o profesora pueden incluir
posteriormente en su blog o en otro medio, para que los alumnos puedan acceder a él más fácilmente.

9
 Unidad III

Propósito:
Al finalizar, el alumno:

Identificará las transformaciones en los ámbitos económico, político, social y de las ideas en los
siglos XVI al XVIII, para comprender las dinámicas que permitieron la emergencia del capitalismo y
el surgimiento del mundo moderno.

Contenido temático:
Transición a la sociedad capitalista y el ascenso de la burguesía al poder. Siglos XVI–XVIII

10
Aprendizaje: A través de la recuperación de información y la contrastación y análisis de fuentes secundarias, el
alumno reconoce la relación entre la expansión colonial y el desarrollo del capitalismo, para identificar
los factores que produjeron el ascenso de la burguesía mercantil en el mundo moderno.

Temática: Los imperios coloniales europeos y la formación del mercado mundial. La producción manufacturera y el
trabajo asalariado.

Primera Secuencia Didáctica

? ¿Qué factores económicos contribuyeron al ascenso de la burguesía

mercantil en los siglos XVI al XVIII?

PRIMERA SESIÓN

1. El alumno deberá haber leído con antelación el Texto 1 “El mercado internacional y el
mercado colonial”,1 señalado como Tarea.
2. Dos alumnos presentan al texto y al autor en función del Formato 1 de ubicación.
3. En sesión plenaria se discuten las respuestas a las preguntas planteadas para el Texto 1:

1
Sergio Bagú, La economía de la sociedad colonial. Ensayo de historia comparada de América Latina , México, CONACULTA / Grijalbo, 1992, pp. 59-
62.

11
 a) ¿En qué consiste, según el autor, la "formidable revolución comercial" que se da en
este periodo?
b) ¿Cuál es, según Bagú, la motivación de los castellanos y portugueses para la
exploración y expansión en el continente americano?
c) ¿Según el texto, qué productos extraían los europeos de América?
d) ¿Quién afirma que los primeros ensayos de cultivos tropicales en América fueron
los de caña de azúcar, arroz y algodón?
e) Según el autor, ¿por qué se da una "diferenciación en las economías coloniales"?
f) ¿Qué provoca que en algunas regiones de América se propicie la generación de
ciudades, como en México y Perú, y en otras como Brasil no?
g) Según el autor, ¿qué elementos son los que definen la forma en que se estructuran
las economías coloniales?

4. Reflexión: El profesor indica a los alumnos que, a partir de su lectura de Bagú, deberán
reflexionar en torno a la siguiente pregunta: ¿Qué características tenían las economías
coloniales?

5. En equipos de cuatro integrantes, los estudiantes analizan los Mapas 1 al 62 para responder
la pregunta ¿Qué papel jugaron las potencias en la definición de las dinámicas
comerciales? Para el análisis y para poder sustentar su respuesta, el alumno deberá tomar
en cuenta los siguientes elementos:
a) ¿Qué países centralizaban el comercio?
b) ¿Con quiénes comerciaban principalmente?

2
Todos los mapas fuerpn tomados de: W. Devos y R. Geivers, Atlas histórico universal, 2ª ed., Madrid, Editorial Bruño, 1997, pp. 60-61.

12
 c) ¿Qué productos se comerciaban mayoritariamente?
d) ¿Qué tipo de productos eran los que aportaban las colonias?
6. Las versiones a color de los Mapas 1 a 6 pueden consultarse en el dispositivo electrónico que
acompaña este material.
7. En sesión plenaria, cada equipo presenta la respuesta a la pregunta central y expone sus
argumentos para sustentar su respuesta.

8. Reflexión: El profesor indica a los alumnos que deberán reflexionar en torno a la siguiente
pregunta: ¿Cómo se relacionan el texto de Bagú y el mapa de Colonización europea?
9. El alumno deberá anotar sus conclusiones al respecto en su cuaderno.

13
 Formato 1
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 1 Mapa 1 Texto 2

“El mercado internacional y el “Colonización europea siglos “Hacia a una economía
mercado colonial” XVI al XVIII” mundial”
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

14
Texto 1
El mercado internacional y el mercado colonial * porque el tipo de mercado consumidor de productos europeos
no podía improvisarse aquí en pocos años, sino que debía ser la
a. Cuando castellanos y portugueses tocan las costas obra paciente y perseverante de los colonos blancos a lo largo
americanas, la existencia de un activo mercado internacional de decenios.
europeo es un hecho desde hace mucho tiempo. Un hecho que
está recondicionando toda la economía continental, en
particular la de las zonas occidentales. Las exploraciones del
extremo oriente, las factorías que se establecen en las costas de
la India, el reconocimiento y después el tráfico con las costas
africanas en las cuales los portugueses se muestran tan activos
desde mediados del siglo 15, el descubrimiento y colonización
de América, son episodios en medio de esa formidable
revolución comercial que está conmoviendo toda Europa. Hay
en el viejo mundo un mercado internacional que absorbe con
avidez una variedad de productos de otros continentes; en
menor escala hay también ciertas regiones, sobre todo los
Países Bajos, que se encuentran en condiciones de colocar sus
productos manufacturados en mercados lejanos.
Castellanos y portugueses, al ponerse en contacto con
esta nueva realidad americana —realidad salvaje y áspera—
estuvieron movidos por una misma necesidad, por un igual
propósito: hallar algo que pudiera ser vendido en el mercado Theodor de Bry, America Sive Novus Orbis Respectu Europaeorum Inferior
europeo con el mayor provecho posible. Lustros después de Globi Terrestris Pars, 1596**
iniciada una colonización sólida y permanente, América es aún
para las metrópolis ibéricas mucho más importante como
proveedora que como consumidora. Es lógico que así fuera
**
El original de esta imagen se encuentra en los Fondos Bibliográficos y
*
Sergio Bagú, la economía de la sociedad colonial. Ensayo de historia Cartográfico (Sección: Historia de América Latina) del Archivo
comparada de América Latina, México, CONACULTA / Grijalbo, Histórico del Guayas (AHG), Guayaquil, Ecuador. Tomada de
1992, pp. 59-62. Wikimedia Commons.

15

Theodor de Bry, siglo XVI. Grabado que representa el acarreo de oro y
plata para el rescate del inca Atahualpa en Cajamarca*
La historia de los proyectos o tentativas fallidas o
cumplidas en menor escala para hallar productos de
exportación es apasionante y podría ser narrada como un
intenso preludio que corre hasta cerca de la mitad del siglo 16.
Lo cierto es que fue en México donde los españoles
encontraron el primer gran producto de exportación, que fue el
oro; y poco después la plata, que resultó mucho más abundante
que el oro. También los navegantes lusitanos mantuvieron
*
Imagen tomada de Tomada de Wikimedia Commons.
16
durante lustros la esperanza de hacer en las costas brasileñas el
deslumbrante hallazgo. Pero allí no lo había y, cuando
intentaron lanzarse en expediciones interiores, como los
españoles en México, los indígenas resultaron enemigos
temibles. Las expediciones portuguesas nunca fueron tan
numerosas y de tanto poderío militar como las hispanas y
quedaron reducidas a repetir en Brasil lo que ya hacían en la
India y África: buscar en las costas algo que vender en Europa.
Lo hallaron. Fue el palo brasil, madera cuya extracción
era fácil y económica, la cual encontraron en abundancia y
colocaron sin dificultad en el viejo continente. La extracción
del palo brasil, primera etapa en la historia económica
brasileña, no se realizó tan a ciegas como pudiera pensarse. Fue
declarado monopolio real y los interesados debían actuar bajo
licencia expresa de la corona. La primera compañía que
aparece en la historia económica sudamericana es la que
comienza a actuar en 1501, formada para la explotación del
palo brasil y cuya cabeza visible es Fernando de Noronha.3
El ciclo del palo brasil fue efímero, posiblemente por
agotamiento de las matas costeñas. Había que intentar nuevos
derroteros en ese ignorado continente y no fue por azar que las
primeras experiencias de cultivo de azúcar se realizaran en
Santo Tomé después de 1532. Leite sostiene que fueron
colonos judíos los que trajeron la caña de azúcar al país e
iniciaron su cultivo.4 Sabían ellos, como lo sabían por entonces
todos los comerciantes portugueses —tan bien informados de
las condiciones del mercado europeo— que había por el azúcar
en el viejo continente mucho interés. A la vez, agrega el mismo
3
Ciao Prado Jr., Historia económica de Brasil, Sao Paulo, Editora
Brasiliense, 1945, p. 34.
4
Solidonio Leite, Filho, Os juseos do Brasil, Rio de Janeiro, Leite y
Cia., 1923, p. 99.
historiador que los judíos ensayaron otros dos cultivos
tropicales que podían haber encontrado buena salida en
Europa: el arroz y el algodón. Fue el azúcar el que prosperó y
la visión comercial de los primeros colonos portugueses quedó
confirmada bastante pronto, porque el producto blanco fue bien
recibido más allá del océano y se formó una compañía para
venderlo en Holanda, mientras en Flandes los consumidores se
avenían a pagar por él altos precios.
Cerro del Potosí, Dibujo del siglo que se encuentra en la Crónica del Perú,
de Pedro Cieza de León, escrita en 1553*
También en la historia económica de la colonia hispana el
azúcar aparece muy tempranamente como producto de
exportación. Primero en Santo Domingo; después en Veracruz;
más tarde en la costa peruana, su cultivo fue iniciado con el
*
Imagen tomada de Wikimedia Commons.
17
mismo propósito que en la zona de Bahía. Pero la abundancia
de metales preciosos le redujo allá al segundo plano, creando
con esto una diferenciación inicial en las economías coloniales
que gravitará a lo largo de siglos.
En efecto, el ingenio brasileño se transformó en una
célula económica autosuficiente, un enorme latifundio en el
cual se producía casi todo lo que se consumía. La ciudad —
símbolo y asiento del intercambio— prosperó muy poco. El
mercado interno colonial fue de muy lenta formación en las
zonas azucareras brasileñas.
La mina no es autosuficiente y, por circunstancias que
después estudiaremos, los grandes encomenderos de las
colonias hispanas fueron agrupándose en las ciudades, al lado
de los mineros. Las ciudades llegaron a ser mucho más
pobladas, ricas y activas en México y Perú que en Brasil. El
mercado interno colonial apareció allí mucho antes que aquí y
resultó un excelente consumidor de productos europeos.
b. Es así como las corrientes que entonces predominan en el
mercado internacional europeo constituyen elementos
condicionantes de primera importancia en la estructuración de
la economía colonial. Esto es, por otra parte, característico de
todas las economías coloniales, cuya subordinación al mercado
extranjero ha sido y sigue siendo el principal factor de
deformación y aletargamiento.
Más tarde, cuando se encuentra en plena vigencia el
proceso de reflujo que estudiaremos algunas líneas abajo, la
política económica de las metrópolis vendrá a acentuar la
dependencia económica de las colonias, pero la aparición de un
mercado colonial interno más amplio en las regiones españolas
pondrá a éstas en condiciones de dependencia más agudas que
las regiones portuguesas.
Mapa 1: “Colonización europea siglos XVI al XVIII” *

*
Todos los mapas fuerpn tomados de: W. Devos y R. Geivers, Atlas histórico universal, 2ª ed., Madrid, Editorial Bruño, 1997, pp. 60-61.

18
Mapa 1a: Detalle

19
Mapa 1b: Detalle

20
Mapa 2: Principales rutas comerciales españolas

21
Mapa 3: Comercio triangular Mapa 4: Ruta del tesoro americano

22
Mapa 5: Colonización de la Mapa 6: Colonización de
India América del Norte

23
 Tarea
1. Completa el Formato 1 en el recuadro asignado al Texto 2 “Hacia una
economía mundial”.
2. Lee el texto y señala, para cada uno de los apartados del mismo, cuáles son el
tema principal y la idea central del autor expresada en cada fragmento.
3. Los apartados del texto son 4, de manera que deberás llevar para la próxima
clase tus notas sobre el texto señalando las ideas centrales y temáticas de los
cuatro apartados:
4. Estas notas se revisarán en clase.

24
SEGUNDA SESIÓN

1. En sesión plenaria se revisará el Texto 2 “Hacia una economía mundial”.5

2. Dos alumnos presentarán al texto y al autor en función del Formato 1 de ubicación.
3. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de algunos alumnos en torno a los temas e
ideas principales de cada uno de los apartados del texto con el objeto de lograr un consenso
al respecto.

4. En equipos de 4 alumnos, cada uno deberá responder uno de los cuatro apartados del
Cuestionario 1 sobre el Texto 2.
5. Las respuestas al cuestionario serán discutidas en sesión plenaria.

6. Por parejas, los alumnos deberán responder por escrito la Pregunta Problema ¿Qué factores
económicos contribuyeron al ascenso de la burguesía mercantil en los siglos XVI al
XVIII?
a) Deberán elaborar un texto en el que desarrollen su respuesta y construyan sus
argumentos valiéndose de los diversos documentos trabajados en esta secuencia.
b) Deberán asimismo señalar cuándo recurren a esos documentos, a saber, los textos de
Sergio Bagú y Jackson Spielvogel, así como los mapas sobre la colonización europea
(1 a 6), señalando claramente la referencia.

5
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen I, 9ª ed., México, Cengage Learning Editors, 2016, pp. 386-387.

25
Texto 2
Hacia a una economía mundial*
Durante la Baja Edad Media, los europeos se involucraron en
una revolución comercial que creó nuevas oportunidades para
los residentes dentro de una economía básicamente agraria.
Aunque la devastadora crisis del siglo XIV detuvo este
impulso, el descubrimiento europeo del mundo exterior en el
siglo XV condujo a un enorme despliegue de actividad
mercantil y al nacimiento de un mercado mundial.
Condiciones económicas en el siglo XVI
La inflación fue uno de los grandes problemas económicos de
los siglos XVI y XVII. Esta llamada revolución de los precios
fue un fenómeno en toda Europa, aunque afectó a diferentes
áreas en momentos distintos. Si bien el índice de inflación era
relativamente bajo, con 2 o 3% al año, era raro en una Europa
acostumbrada a los precios estables. Los alimentos eran los
más susceptibles a los aumentos de importe, lo que se hacía
especialmente evidente en el caso del trigo. Un alza en los
precios del trigo se dio primero en el área del Mediterráneo, en
España, el sur de Francia e Italia y allí mismo alcanzó su punto
más alto en la década de 1590.
Aunque no se cuenta con datos precisos, los
historiadores de la economía creen que como consecuencia de
la revolución de los precios los sueldos no pudieron
mantenerse al mismo nivel que el aumento de los costos. Los
asalariados, en particular los agricultores y los empleados de
*
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen I, 9ª ed., México,
Cengage Learning Editors, 2016, pp. 386-387.
26
las áreas urbanas, vieron decaer su nivel de vida. Al mismo
tiempo, los aristócratas terratenientes que podían subir los
alquileres, se las arreglaron para prosperar. Los empresarios
comerciales e industriales también se beneficiaron de la
revolución de los precios por el alza de éstos, el crecimiento de
los mercados y los costos de mano de obra relativamente bajos.
Algunos historiadores consideran esta inflación de las
utilidades como un estímulo valioso para la inversión y el
crecimiento del capitalismo, lo que ayuda a explicar la
expansión y la prosperidad económicas del siglo XVI. Los
gobiernos también se vieron afectados por la inflación.
Pidieron préstamos muy elevados a los banqueros y aplicaron
nuevos impuestos a sus súbditos suscitando por lo general
mayor descontento.
Las causas de la revolución de los precios están sujetas
a diversos debates históricos. Ya en la década de 1560, los
intelectuales europeos habían asociado el alza de los precios
con el gran flujo de metales preciosos del Nuevo Mundo. Si
bien durante mucho tiempo se aceptó este punto de vista,
muchos historiadores económicos creen ahora que el
incremento de la población en el siglo XVI tuvo un papel
importante en el origen de las presiones inflacionarias. La
creciente población aumentó tanto la demanda de tierras como
de comida e hizo subir los precios de ambas cosas.
El crecimiento del capitalismo comercial
El florecimiento del comercio europeo en el siglo XVI se dio
torno a tres áreas principales: el sur del Mediterráneo, los
Países Bajos y la región norte del Báltico y Europa central,
cuyo comercio interno dependía de los ríos Rin y Danubio. Sin
embargo, a medida que se extendía el intercambio con el
extranjero, el litoral del Atlántico comenzó a tener un rol
preponderante, uniendo las áreas comerciales del Mediterráneo,
el Báltico y Europa central, y haciendo del continente un
mercado más integrado pero más vulnerable a los cambios de
precio. Con barcos más baratos y veloces, los holandeses
llegaron a monopolizar igualmente el mercado europeo y el
mundial, aunque cada vez tuvieron más competencia por parte
de los ingleses y franceses durante el siglo XVII.
La expansión comercial de los siglos XVI y XVII se
realizó más fácilmente con las nuevas formas de organización
mercantil, en especial con las compañías de acciones
compartidas. Los individuos compraban acciones de una
compañía y recibían dividendos por su inversión, en tanto un
consejo de directores dirigía la empresa y tomaba las
decisiones importantes sobre los negocios. Las ganancias sobre
las inversiones llegaban a ser espectaculares. Durante sus
primeros 10 años, los inversionistas recibieron el 30% de
ganancias de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales,
la cual inició las actividades de los holandeses en las Islas de
las Especias y el sureste de Asia. Las sociedades constituidas
en compañías de acciones compartidas facilitaron la obtención
de grandes sumas de dinero para las organizaciones de
comercio mundial.
También se generaban enormes ingresos en la
construcción de barcos, en la minería y la metalurgia, donde las
innovaciones tecnológicas, tales como el uso de bombas y
nuevos métodos para extraer los metales de los minerales,
demostraron ser muy exitosos. La industria minera estaba
estrechamente ligada a las familias de banqueros del siglo XVI
que otorgaban préstamos. A cambio de negociar grandes
préstamos con Carlos V, Jacob Fugger obtuvo el monopolio de
la plata, el bronce y las minas de mercurio de las posesiones de
los Habsburgo en Europa Central, que producían ganancias de
más del 50% al año. Si bien estas relaciones estrechas podían
generar tratos impresionantes entre gobiernos y empresarios,
también podían resultar precarias. La Casa de Fugger quebró a
finales del siglo XVI porque los Habsburgo no pagaron sus
préstamos.
Albrecht Dürer, Retrato de
Jakob Fugger, 1519,
Staatsgalerie Altdeutsche Meister *
Hacia el siglo XVII, las tradicionales familias de
banqueros ya no eran capaces de proveer los numerosos
servicios que se requerían para llevar a cabo la expansión del
capitalismo comercial. Entonces surgieron nuevas instituciones
que tomaron su lugar. La ciudad de Ámsterdam creó el Banco
de Ámsterdam en 1609 como una institución de depósito y de
transferencia y la Bolsa o casa de cambio, donde el comercio
de las acciones reemplazó al intercambio de productos. Hacia
la primera mitad del siglo XVII, esta casa de cambio surgió
como el eje del mundo empresarial europeo, así como la misma
*
Tomado de Wikimedia Commons.

27
Ámsterdam reemplazó a Amberes como el mayor centro
comercial y bancario de Europa.
A pesar del crecimiento del capitalismo comercial, la
mayor parte de la economía europea seguía dependiendo de un
sistema agrícola que experimentó pocos cambios desde el siglo
XIII. Por lo menos 80% de los europeos aún trabajaba en el
campo. Casi todos los agricultores de Europa occidental
estaban libres de servidumbre, aunque muchos aún debían una
serie de cuotas feudales a la nobleza. A pesar de la expansión
de los mercados y el alza de los precios, los campesinos
tuvieron muy poca o ninguna mejora en su parcela y se
enfrentaron al alza de las rentas y cuotas, y a mayores
impuestos exigidos por el Estado. Incluso en Europa oriental
empeoró la situación de los agricultores debido a que éstos se
encontraron permanentemente atados a la tierra en una nueva
clase de servidumbre que impusieron los poderosos
terratenientes.
exportados fueran de mayor valor que los importados,
fomentando así un flujo de pagos en oro y plata que
incrementara la cantidad de lingotes. Además, con objeto de
impulsar las exportaciones, los gobiernos debían estimular y
proteger a las industrias exportadoras y al comercio
cediéndoles monopolios, estimulando la inversión en nuevas
empresas mediante subsidios, importando artesanos extranjeros
y mejorando los sistemas de transporte con la construcción de
carreteras, puentes y canales. Por medio de la imposición de
altos aranceles a los productos foráneos, éstos podían
mantenerse fuera del país para evitar que compitieran con las
compañías domésticas. Además, las colonias también se
consideraban valiosas como fuentes de materias primas y
mercados para los productos terminados.

El mercantilismo
El mercantilismo es el nombre que usan los historiadores para
identificar un conjunto de tendencias económicas que llegaron
a dominar la economía del siglo XVII. Para el mercantilismo
era fundamental la creencia en que el volumen total del
comercio era invariable. De ahí que los Estados protegieran sus
economías siguiendo ciertas prácticas: acaparar metales
preciosos, implementar medidas proteccionistas de comercio,
aumentar la construcción de barcos, apoyar a las compañías
mercantiles y fomentar la manufactura de artículos que podían
intercambiarse.
De acuerdo con los mercantilistas, la prosperidad de
una nación dependía de un gran abastecimiento de lingotes (de Claudio de Lorena, Puerto marítimo en el ocaso, 1639
Museo de Louvre*
oro y de plata). Por esta razón, era deseable alcanzar un
equilibrio comercial favorable en el que los productos *
Imagen tomada de Wikimedia Commons.

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 El mercantilismo se concentró también en el papel que El comercio en Europa conservó su fuerza durante todo
desempeñaba el Estado creyendo que, por el bien nacional, era el siglo XVIII, ya que el trigo, la madera, las provisiones
deseable su intervención en algunos aspectos de la economía. navales del Báltico, los vinos de Francia, la lana y la fruta de
Las regulaciones gubernamentales que aseguraban la España y la seda de Italia se intercambiaban por otros
superioridad de los productos exportados, la construcción de productos. Pero este comercio aumentó ligeramente, mientras
carreteras y canales y la concesión de los subsidios para crear que el intercambio ultramarino prosperaba de modo
compañías comerciales estaban basadas en la participación considerable. De 1716 a 1789, el total de las exportaciones
estatal en los asuntos económicos. francesas se cuadruplicó; el comercio al interior de Europa, que
constituía 75% de estas exportaciones en 1716, sólo constituyó
Colonias y comercio ultramarino: tránsito hacia la 50% del total en 1789. Este incremento en el intercambio
globalización ultramarino ha llevado a algunos historiadores a proclamar el
La teoría mercantilista sobre el papel de las colonias surgimiento de una verdadera economía global en el siglo
correspondió, en la práctica, a la expansión de Europa en XVIII. Los modelos comerciales entrelazaron a Europa, África,
ultramar. Con el desarrollo de las colonias y los puestos Oriente y América.
comerciales en América y el Oriente, los europeos se
embarcaron en la aventura del comercio internacional en el
siglo XVII. Si bien algunos historiadores hablan sobre una
naciente economía mundial, debemos recordar que aún era
predominante el intercambio local, regional y al interior de
Europa. A finales de ese siglo, por ejemplo, las importaciones
inglesas ascendían a un total de 360 000 toneladas pero sólo
5000 de ellas provenían de las Indias orientales. Alrededor de
una décima parte de las exportaciones inglesas y holandesas se
embarcaban para atravesar el Atlántico y sólo un poco más se
dirigía hacia el Oriente. Sin embargo, lo que hacía rentable al
comercio transoceánico no era el volumen sino el valor de sus
productos. Los mercaderes ingleses, holandeses y franceses
volvían con materias que aún consumían en gran medida los
ricos pero que empezaban a llegar a manos de los artesanos y
mercaderes. La pimienta y las especias de las Indias, el azúcar
de América y del Brasil, y el café y té asiáticos eran cada vez
más accesibles para los consumidores europeos.

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 Cuestionario 1
“Hacia una economía mundial”
Apartado 1: “Condiciones económicas del siglo XVI”
a) Según el autor ¿cuál fue el impacto que tuvieron en el mundo europeo los descubrimientos del siglo XV?
b) ¿En qué consiste la "revolución de los precios" del siglo XVI de la que habla Spielvogel y cuál fue su efecto
en Europa?
c) Spielvogel habla de "debates históricos" en torno a la "revolución de los precios". ¿En qué consisten estos
debates y a qué época pertenecen?
Apartado 2: “El crecimiento del capitalismo comercial”
a) ¿Cuáles son las regiones en donde se concentra el "florecimiento comercial" del siglo XVI?
b) ¿Cuáles son "las nuevas formas de organización mercantil" que en los siglos XVI y XVII beneficiaron al
desarrollo de la expansión colonial?
c) ¿Quiénes impulsaron en el siglo XVI la exploración y explotación de los recursos del sureste de Asia?
d) ¿Quienes impulsaron el desarrollo de la industria de la metalurgia, siderurgia y construcción de barcos en el
siglo XVI?
e) ¿Qué tipo de operaciones realizaban los Bancos y la Bolsa que surgieron en el siglo XVII?
f) ¿Por qué el capitalismo comercial sólo benefició a un porcentaje reducido de la población europea?
Apartado 3: “El mercantilismo”
a) ¿Cómo define Spielvogel el mercantilismo y en qué consiste según este autor?
b) Para el mercantilismo, ¿cuál debe ser la relación que un Estado debe mantener entre exportaciones e
importaciones?
c) Para el mercantilismo, ¿quién está a cargo de regular el comercio?
Apartado 4: “Colonias y comercio ultramarino: tránsito hacia la globalización”
a) Según el autor ¿qué tipo de comercio predominaba en el siglo XVII?
b) ¿Qué beneficios aportaba a los comerciantes europeos el comercio transoceánico?
c) ¿Cómo se transformó el comercio europeo en el siglo XVIII con relación al siglo XVII?
d) Explica qué quiere decir el autor con la afirmación "Los modelos comerciales entrelazaron a Europa, África,
Oriente y América."

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 Tarea
1. Completa el Formato 2 en el recuadro asignado al Texto 3 “Los Estados
absolutistas”.
2. Lee el texto y señala, para cada uno de los apartados del mismo, cuáles son el
tema principal y la idea central del autor expresada en cada fragmento.
3. A partir de la lectura del texto, responde la pregunta ¿Según el autor, qué es el
absolutismo, en qué época y en dónde se manifiesta?

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Aprendizaje: A partir de análisis de fuentes primarias y secundarias, el alumno conoce el desarrollo de los estados
absolutistas para identificar las políticas que los caracterizaron y sus repercusiones en el proceso de
consolidación de la burguesía.

Temática: Las formas del Estado monárquico absolutista y su relación con el sistema capitalista.

Segunda Secuencia Didáctica

? ¿Qué políticas caracterizaron a los estados absolutistas y cuáles fueron sus

repercusiones en el proceso de consolidación de la burguesía?

TERCERA SESIÓN

1. Para la revisión del Texto 3 “Los estados absolutistas”, 6 dos alumnos presentarán al texto y a
las autoras en función del Formato 2 de ubicación.
2. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de algunos alumnos en torno a los temas
principales e ideas centrales de cada apartado del texto.
3. Algunos alumnos presentarán su respuesta a la pregunta de lectura: ¿ Según el autor qué es

6
Mireya Lamoneda Huerta y María Eulalia Ribó Bagaría, Historia Universal. Del hombre moderno al hombre contemporáneo , México, Pearson
Education, 2002, pp. 78-93.

32
 el absolutismo, en qué época y en dónde se manifiesta? Las respuestas se discuten en
sesión plenaria.

4. En equipos de cinco integrantes, los alumnos completan el Formato 2 de ubicación, en el

espacio destinado a los Textos 4 y 5, "El despliegue de los Estados europeos: la lucha por la
hegemonía"7 y "La crisis del siglo XVII",8 respectivamente.
5. El equipo deberá posteriormente buscar en los Textos 3, 4 y 5 elementos que les permitan
comprender:
a) Qué es el absolutismo y por qué surge
b) El absolutismo español
c) El absolutismo francés
d) Inglaterra y el absolutismo
e) El absolutismo en el resto de Europa
6. Para sistematizar la información, los alumnos podrán tomar como guía el Cuadro 1, pero el
ejercicio deberán hacerlo en su cuaderno.
7. Cada equipo presenta el resultado de sus indagaciones.

7
José Luis Gómez Navarro et al, Historia Universal, 8ª ed., México, Pearson Education, 2008, pp. 59-61.
8
A. Julieta Pérez Monroy, Gerardo Lara Cisneros, Juan Manuel Romero García, Historia Universal. De los orígenes de la modernidad a la crisis del
mundo globalizado, 2ª ed., México, Oxford University Press, 2010, pp. 96-106.

33
 Formato 2
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 3 Texto 4 Texto 5

“Los Estados absolutistas” “El despliegue de los Estados “La crisis del siglo XVIII”
europeos: la lucha por la
hegemonía”
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

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 Cuadro 1
Mireya Lamoneda y Ma. José Luis Gómez Julieta Pérez Monroy et
Eulalia Ribó Navarro al.
Qué es el absolutismo y
por qué surge

Absolutismo español

Absolutismo francés

Inglaterra

El absolutismo en el resto
de Europa

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Texto 3
Los Estados absolutistas*
A principios del siglo XVII, los conflictos religiosos entre
protestantes y católicos se combinaron con otros problemas de
orden político, social y económico, como la aparición de los
Estados-nación la competencia mercantil entre ellos. Las
luchas de las naciones por mantener su hegemonía provocaron
una inestabilidad que se agudizó con una larga cadena de
hambrunas, epidemias y malas cosechas. Cuando la dirección
del Estado-nación se concentró en manos de un monarca o rey,
predominó el absolutismo. En algunas naciones europeas éste
se impuso como la fuerza suprema; pero, en otras, como
Inglaterra, provocó serios enfrentamientos sociales y políticos
que culminaron con el triunfo del parlamentarismo.
Los levantamientos y revueltas que enfrentaron los
monarcas absolutistas caracterizarían la mayor parte del siglo
XVII europeo. En términos generales, dichos enfrentamientos,
aunque de distinta índole, eran el resultado de las tensiones
entre la nobleza y la burguesía, y entre el viejo mundo feudal y
los nuevos intereses capitalistas.
El absolutismo y el Imperio de los Habsburgo
Las ideas en las que se sustentó el absolutismo tuvieron un
claro antecedente en la obra de Maquiavelo, en la que se
analizó la forma en que los Estados podían conquistar y
ampliar el poder. Según la teoría de este florentino, el Estado
*
Mireya Lamoneda Huerta y María Eulalia Ribó Bagaría, Historia
Universal. Del hombre moderno al hombre contemporáneo, México,
Pearson Education, 2002, pp. 78-93.
36
que quiere fortalecerse no debe actuar según consideraciones
de tipo moral, sino subordinar la política a la “razón de
Estado”.
Más adelante, otros pensadores reforzarían la idea del
absolutismo, dotándolo de bases legales. Tal fue el caso de
Jacques Bossuet, quien defendió la teoría del origen divino de
los reyes como justificación indiscutible para que el poder se
concentrara en ellos.
El Estado absolutista se organizó mediante la
unificación de territorios que compartían similitudes históricas
o culturales —como la lengua y la religión—; en ellos se
estableció el uso de una moneda única, de órganos de gobierno
encargados de recaudar impuestos y administrar la justicia y de
un ejército propio para defender las fronteras de la nueva
nación.
Asimismo, el Estado absolutista se encargó de manejar
las relaciones internacionales con otros Estados. La
delimitación de fronteras fue un serio problema, y motivo de
muchas de las guerras que sacudieron a Europa entre los siglos
XV y XVIII.
Formación del Imperio de los Habsburgo
El fenómeno del absolutismo no se dio en todos los estados
europeos con la misma fuerza ni al mismo tiempo. En España,
las bases de la monarquía absoluta aparecieron desde el siglo
XV, cuando los Reyes Católicos unificaron políticamente las
provincias de Castilla, Aragón y Granada. A partir de entonces,
España se fortaleció en forma interna y dejó sentir su influencia
en el exterior; a ello contribuyeron de manera decisiva los
descubrimientos marítimos que la convirtieron en una gran
potencia colonial y las alianzas establecidas con Francia y
Alemania.
El rey Carlos de Habsburgo heredó de su padre, Felipe
el Hermoso, los Países Bajos y varios territorios franceses; de
su abuelo materno, Fernando el Católico, el Imperio Español, y
de su abuelo paterno, el emperador Maximiliano, en 1520, la
corona del Sacro Imperio Romano Germánico, así como
Austria y territorios en el norte de Italia. Con todas estas
posesiones fue proclamado Carlos I de España y Carlos V,
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
La intención de Carlos V fue establecer un imperio
cristiano, donde él sería el “rey de reyes”. Sin embargo, no
encontró el apoyo que necesitaba en virtud de los distintos
intereses que prevalecían en cada uno de los territorios que
estaban bajo su dominio. Tuvo que enfrentar tres problemas
principales: las tendencias nacionalistas, las guerras por la
religión y la amenaza turca.
Las tendencias nacionalistas
Carlos V llevó a cabo un conjunto de políticas encaminadas a
organizar un poderoso estado nacional, cuya fuerza descansara
en el control de la economía, la ley y la política de sus reinos.
En España, los comuneros de Castilla organizaron un
levantamiento para defender su autonomía y crear cuerpos
parlamentarios representativos. En 1521, el mismo año en que
Cortés extendía los dominios del Imperio Español, logrando la
caída de la gran Tenochtitian, los comuneros de Castilla
también eran derrotados.
Un año después, las tropas reales reprimieron otros dos
movimientos similares al castellano surgidos en Valencia y
Mallorca. Desde entonces y hasta nuestros días, en distintos
momentos de la historia, la lucha por la autonomía regional ha
sido motivo de conflictos en la península ibérica.
37
El programa de unificación regional emprendido
muchos años después por Felipe IV de Habsburgo, que
pretendía centralizar todavía más el poder político, desató
nuevas rebeliones. Los catalanes, portugueses y habitantes de
algunos estados italianos pertenecientes a España, se
sublevaron contra sus autoridades locales. De estas rebeliones,
sólo la portuguesa tuvo éxito, logrando su independencia en
l640 y el nombramiento del duque de Braganza, Juan IV, como
rey de Portugal. Así se rompió definitivamente la unidad
territorial de la península.
Guerras por la religión
En su lucha contra las ideas de Lutero y el protestantismo,
Carlos V estableció en los Países Bajos un sistema de
vigilancia similar a la Inquisición española, cuya función
esencial era vigilar que se conservara el dogma católico y no se
contaminara con ideas procedentes de otras religiones. En
cumplimiento de su misión, se sentenció a tormentos, castigos
e, incluso, a muerte en la hoguera a los herejes, principalmente
protestantes, judíos y musulmanes.
Se enfrentó también con la nobleza alemana que se
oponía a la autoridad del emperador. Tras varios años de guerra
civil entre católicos y protestantes, se firmó la Paz de
Augsburgo (1555), en la que Carlos V reconoció a la Iglesia
luterana y decretó la libertad de cultos, además de permitir a
los príncipes alemanes declarar la religión protestante como la
oficial en sus Estados. A pesar de que la firma de la Paz de
Augsburgo había logrado tranquilizar la controversia religiosa
en los Estados alemanes, a principios del siglo XVII los
conflictos se iniciaron de nuevo. El enfrentamiento entre
católicos y protestantes se agudizó, dando lugar a la primera
guerra generalizada de Europa: la Guerra de los Treinta Años
(1618-1648). Esta guerra representó también una lucha de
intereses políticos y territoriales entre el imperio de los
Habsburgo y las nuevas corrientes independentistas
representadas por Holanda, Inglaterra, Suecia, Polonia y
Francia. En el caso de esta última, España había tenido
problemas con ella desde que Carlos V subió al trono español,
porque el rey francés Francisco I, con una política típicamente
nacionalista, pretendía fijar las fronteras de Francia. Así se
inició una serie de disputas entre los dos países con una
sucesión de tratados de paz y fases de conflicto armado, en las
que se alternaron las victorias. Francisco I adoptó dos líneas de
acción contra Carlos V: apoyar a los príncipes protestantes
alemanes y aliarse con los turcos.
Al final del conflicto (1635-1643), España se enfrentó
directamente contra Francia, que se había unido con Suecia y
Holanda, pues los franceses temían la fuerza que podían
adquirir las dos ramas de los Habsburgo si se unían. Pero los
problemas internos de España impidieron que tal unión se diera
y fue derrotada en 1643.
Durante los treinta años que duró la guerra, los campos
fueron abandonados y arrasados, e incendiadas las ciudades.
Millones de personas fueron asesinadas y el hambre y las
epidemias se extendieron por el territorio europeo.
La amenaza turca
Durante los primeros cincuenta años del siglo XVI, los turcos
otomanos amenazaron la tranquilidad del Imperio al haberse
extendido por el norte de África y por Europa hasta las puertas
de la ciudad de Viena y porque Jair al-Din, conocido como
Barbarroja, pirata al servicio de Turquía, atacó las costas
españolas e italianas. Las persecuciones y correrías en el
Mediterráneo causaron bajas importantes a los navíos del
Imperio.
38
Por este motivo, Carlos V, apoyado por su hermano,
Fernando de Austria, organizó un ejército que hizo retroceder a
los turcos. Sin embargo, se vio forzado a firmar una tregua
según la cual les concedía la parte este de Austria.
Tiempo después, bajo el reinado de Felipe II, España
atacó las posesiones turcas del Mediterráneo. En 1571, en la
Batalla de Lepanto, las tropas españolas lograron vencer a los
otomanos. Fue precisamente durante esa batalla cuando Miguel
de Cervantes perdió una mano, razón por la cual ganaría el
mote de el manco de Lepanto.
El triunfo de los cristianos sobre los turcos significó la
pérdida definitiva del control musulmán del Mediterráneo,
después de haberlo dominado durante varios siglos.
El absolutismo de Felipe II
Cuando se dio cuenta de que su plan hegemónico era imposible
de realizar a causa de la debilidad interior del Imperio, Carlos
V abdicó en 1556 y dividió sus territorios en dos ramas: la
germánica, que quedó en manos de su hermano Fernando,
comprendía los territorios austriacos y sustentaba la Corona
imperial; y la española, en favor de su hijo Felipe, que
abarcaba territorios españoles, Flandes y Borgoña, parte de
Italia, así como las posesiones en América. De esta manera
quedaba dividido uno de los mayores imperios de la historia y
la rama de los Habsburgo en los de Austria y los de España.
Durante el reinado de 42 años de Felipe II, a pesar de
las deudas que tenía, España se afianzó como una gran
potencia mundial, gracias a la afluencia de productos agrícolas
y metales provenientes de América. Por ello, el siglo XVI fue
el más esplendoroso de la historia española. Felipe II tenía
como objetivos principales establecer la unidad católica e
implantar un férreo absolutismo mediante la creación de un
complejo aparato burocrático que le permitiría perfeccionar los
mecanismos administrativos; anuló fueros e instituciones
tradicionales y dejó de convocar a las Cortes. Gracias a él,
España se convirtió en uno de los primeros Estados-nación de
Europa.
En muchos sentidos, España conservaba instituciones y
formas medievales de producción que la orillaban a comprar a
Europa del norte —su enemigo religioso— las manufacturas
que requería, las que pagaba con el oro y la plata que recibía de
las colonias. De esta forma España se había convertido en un
puente por donde transitaban metales preciosos provenientes de
América, los que pasaron a formar parte de los Tesoros Reales
del norte de Europa. Este fenómeno sería muy importante para
que el capitalismo recibiera un impulso decisivo en Europa. En
gran medida, el oro y la plata americanos constituirían la base
económica que permitiría la formación del sistema bancario y
financiero del norte de Europa.
El resentimiento creado por el autoritarismo de Felipe
II dentro y fuera de España, provocó que en 1568 los
holandeses, guiados por Guillermo el Taciturno, se rebelaran y
lograran su independencia de España en 1581, después de una
cruenta lucha. Sin embargo, el enfrentamiento continuó hasta la
firma de un armisticio en 1609.
A partir de su independencia, Holanda se convirtió en
uno de los centros más activos del comercio, con Amsterdam
como capital financiera de Europa. En contraste con el
autoritarismo impuesto por el rey español, los holandeses
construyeron una de las sociedades más liberales de Europa, en
la que se garantizó la libertad de cultos y se limitó el poder de
los monarcas.
El resto de los Países Bajos quedó sometido al dominio
español durante un siglo más, hasta que Bélgica pasó a Austria,
a principios de 1700.
39
Al mismo tiempo que España se enfrentaba con los
holandeses, las tensiones con Inglaterra se hacían cada vez más
fuertes. La reina Isabel I apoyó a los holandeses en su
independencia y al pirata Francis Drake en sus ataques contra
los galeones españoles en el Atlántico. Sus intenciones eran
debilitar a España y controlar el comercio con las colonias.
Felipe II decidió atacar Inglaterra y creó para ello una enorme
flota que bautizó con el nombre de Armada Invencible. Los
hechos demostrarían que de invencible aquella armada sólo
tenía el nombre, pues pronto fue derrotada.
En 1598, al morir el rey, su hijo Felipe III heredó un
vasto imperio territorial, pero con una población empobrecida,
una hacienda en bancarrota y conflictos bélicos con Inglaterra
y los Países Bajos. Todo esto, aunado al atraso industrial y
comercial, sumieron a España en una de las crisis económicas
más profundas de su historia. Tal crisis ocasionaría a su vez
una gran inestabilidad política que se pondría de manifiesto
durante la llamada Guerra de los Treinta Años.
La decadencia del Imperio Español
La firma de la Paz de Westfalia puso punto final a la Guerra de
los Treinta Años, conflicto en el que había intervenido toda
Europa, con excepción de Rusia. En su conjunto, las
disposiciones de orden político, económico y jurídico que se
establecieron provocaron una serie de cambios en el mapa
político de Europa, al fortalecerse unos países y debilitarse
otros. Tal fue el caso del imperio de los Habsburgo, que se
redujo al perder los territorios germanos. Estos, a su vez, se
fragmentaron en más de 300 principados y protectorados,
supeditados a los franceses y suecos, lo que significó la pérdida
del poderío alemán. Suiza y Holanda se beneficiaron al obtener
su independencia y Suecia ganó diversos estuarios que le
facilitaron el dominio del Báltico.
 El país más aventajado fue Francia, ya que, además de
adquirir los territorios de Alsacia y Lorena, se quedó como la
potencia heredera de la hegemonía española en el continente.
Los Borbones franceses sustituyeron a partir de entonces a los
Habsburgo, hasta que Inglaterra tomó su lugar en el siglo
XVIII.
La Revolución Inglesa
El establecimiento del absolutismo propició la aparición de
diversos movimientos de oposición y de críticas al sistema. En
Inglaterra, por ejemplo, la burguesía, representada por
pensadores como John Locke, buscó supeditar el poder real al
del Parlamento.
Inglaterra, primer Estado parlamentario de Europa
A fines del siglo XV, la monarquía inglesa estaba constituida
por Inglaterra y el País de Gales. En aquel entonces, Escocia
era un reino independiente del norte. Los reyes ingleses
gobernaban rodeados de un Consejo privado y un Parlamento
(compuesto por los lores y los comunes) que limitaban su
autoridad. Por lo general, el Parlamento apoyaba al rey, a
menos que su política resultara muy impositiva. Otro obstáculo
para el poder real era la Carta Magna (1215), que tenía la
función de reglamentar y frenar el poder monárquico. Ese
documento, producto de la acción conjunta de la nobleza y la
burguesía, había sido la primera constitución política europea.
Los Tudor
A pesar de todos los límites impuestos al monarca inglés, la
dinastía Tudor mantuvo el poder prácticamente en sus manos a
lo largo del siglo XVI. Un claro ejemplo de ello fue Enrique
VIII, cuya autoridad se vio incluso reforzada cuando se firmó
el Acta de Supremacía (1534) y se hizo proclamar jefe supremo
40
de la Iglesia anglicana. En este caso sus reformas religiosas y
económicas nunca fueron cuestionadas por el Parlamento que,
por el contrario, lo apoyó.
En el siglo XVI, uno de los principales problemas con
los que se enfrentaron los Tudor fue el conflicto religioso que
se desató entre puritanos y católicos. Ambos grupos eran
minorías que, con el tiempo, habían ganado poder en
Inglaterra. Los puritanos pensaban que la Iglesia anglicana
debía alejarse más del catolicismo. El nombre de puritanos se
debe a que muchos de ellos hablaban de la necesidad de
“purificar” las complicadas ceremonias y métodos que la
Iglesia anglicana había heredado del catolicismo. Intentando
crear una unidad religiosa en Inglaterra —que no
conseguirían—, los Tudor persiguieron a ambos grupos.
Tanto Enrique VIII como sus sucesoras, María e Isabel
I, lograron mantener las formas institucionales existentes entre
el Parlamento y la monarquía. Los conflictos estallaron con el
advenimiento de la nueva dinastía de los Estuardo, en 1603, la
cual intentó establecer una corte absolutista, en la que el
Parlamento quedara totalmente anulado.
Los Estuardo
Procedentes de Escocia, los Estuardo tuvieron que enfrentar,
durante sus reinados, las exigencias del Parlamento para ejercer
su representatividad.
Las necesidades económicas de la corte absolutista de
Jacobo I provocaron un abierto enfrentamiento entre el
Parlamento y la monarquía. Tanto la política religiosa a favor
del catolicismo como la política económica de la monarquía
provocaron protestas por parte de los parlamentarios. Esta
situación motivó que el monarca encarcelara a muchos de ellos
y limitara sus funciones.
 Su hijo, Carlos I, demostró ser aún más absolutista
cuando decidió desconocer y disolver el Parlamento, al cual en
1629 ya pertenecía una mayoría puritana.
un importante desarrollo económico, en parte gracias al Acta
de Navegación (1653) que, entre otras cosas, permitió debilitar
al comercio holandés y consolidar a Inglaterra como potencia
naval. El puritanismo fue implantado y los católicos fueron
duramente reprimidos.

El retorno del parlamentarismo

El gobierno de Cromwell (1649 a 1658) fue una dictadura
personal que tomó el nombre de Commonwealth (república), y
abrió el camino para el establecimiento de un nuevo tipo de
monarquía.
A la muerte de Cromwell, ocurrida en 1658, se inició la
formación de un nuevo Parlamento, que llamó a Carlos II, hijo
de Carlos I, para gobernar Inglaterra. En ese momento el
Parlamento se dedicó una vez más a limitar el poder real.

Grabado en madera de la muerte de Boye, el perro del príncipe Ruperto,

en la Batalla de Marston Moor, c. 1644 *

Primera revolución inglesa (1642-1649)

El Parlamento y el rey entraron en conflicto. Carlos I organizó
al ejército realista para combatir a los rebeldes puritanos y para
ello contrató a mercenarios, algunos de los cuales eran incluso
católicos. El Parlamento organizó también su ejército,
comandado por el reconocido general Oliverio Cromwell.
En 1647, las tropas realistas fueron vencidas. Dos años
Caricatura contemporánea que representa la guerra civil inglesa,
después, la monarquía fue abolida y el rey decapitado. c. 1642-1649**
Cromwell tomó entonces el control del gobierno, nombrándose
Lord Protector en 1653. Bajo su protectorado, Inglaterra logró

*
Fuente original: BBC History Magazine, vol. 12, no. 5, Mayo de
**
2011.Tomado de Wikimedia Commons. Tomado de Wikimedia Commons.

41
 A los reinados de Carlos II y de Jacobo II se les llamó
la época de la Restauración, por haberse logrado el retorno de
la dinastía de los Estuardo al poder monárquico. Los 25 años
del gobierno de Carlos II fueron relativamente pacíficos. Sin
embargo, al final de su gobierno trató de imponer de nuevo el
régimen absolutista en Inglaterra.
Los Estuardo no parecían haber comprendido el
significado de la revolución y volvieron a establecer una
política de corte absolutista que provocó una nueva revolución
en 1685, cuando Jacobo II, sucesor de Carlos II, intentó
restablecer el catolicismo en el país, por lo cual sería
expulsado.
La Revolución Gloriosa (1685-1688)
La tendencia de la monarquía hacia el catolicismo y la falta de
respeto por parte de los reyes hacia la Constitución hizo que el
Parlamento, integrado como hasta la fecha, en whigs (liberales)
y tories (conservadores), acudiera a Guillermo de Orange,
yerno de Jacobo II, para que gobernara Inglaterra con la
religión protestante y un Parlamento libre.
Durante el reinado de Guillermo de Orange se
consolidaron dos nociones jurídico-políticas muy importantes:
la noción de contrato o pacto entre el soberano y todos los
sectores sociales representados en el Parlamento, materializada
en la Carta de los Derechos (1689); y la noción de
representatividad del Parlamento. Con ambas se daba inicio a
una forma de gobierno monárquico sin igual en el resto de
Europa.
Inglaterra se convirtió en el primer Estado europeo que
contó con miembros de la burguesía en puestos políticos y
parlamentarios, a partir de los cuales se impulsó la navegación
y el libre comercio, y se sentaron las bases para el desarrollo
agrícola, ganadero e industrial.
42
El absolutismo en Francia
La Francia de los siglos XVI y XVII fue escenario de revueltas
campesinas, nobles y burguesas; campo de batalla de guerras
religiosas; y lugar de celebraciones ante el triunfo sobre España
en la Guerra de los Treinta Años.
En Francia, la centralización del poder monárquico se
inició desde el reinado de Enrique IV, a quien sucedió su hijo
Luis XIII, que sólo tenía nueve años de edad cuando ascendió
al trono. Para gobernar en su lugar, se nombró al presidente del
Consejo Real, el cardenal Richelieu. La personalidad
dominante y enérgica de este ministro le permitió llevar a cabo
un conjunto de acciones para fortalecer la política absolutista:
en el interior, unificar a Francia y abolir las soberanías feudales
que todavía subsistían; en el exterior, frenar los avances de los
Habsburgo, contra los que se habría de enfrentar en 1635.
Diversas medidas le permitieron convertir a la alta
nobleza en un grupo prácticamente privado del poder, y
conceder éste, en cambio, a muchos burgueses que ocuparon
puestos de gobierno.
El absolutismo de Luis XIV
A la muerte del cardenal, Francia se vio enfrascada en una serie
de conflictos, entre los cuales el más importante fue el de la
Fronda, un movimiento de agitación que unió temporalmente a
la burguesía y a la alta nobleza en contra de la política
absolutista. La monarquía triunfó frente al movimiento, a causa
de la debilidad de éste ocasionada por los intereses tan
diferentes de las clases sociales que lo impulsaban; de tal
modo, cuando Luis XIV fue coronado rey de Francia pudo
decir: “El Estado soy yo.” Además, convencido del origen
divino de los monarcas, Luis XIV se vio como el Sol dador de
vida, por lo que lo adoptó como símbolo personal.
 Colbert y la economía
La burocracia francesa Entre esos burgueses acomodados que servían como
La doctrina del derecho divino, predicada hasta entonces por el funcionarios, los ministros siempre estaban dispuestos a recibir
teólogo y filósofo Bossuet, sostenía que el rey, como órdenes y hacer la voluntad del
representante de Dios en la Tierra, no tenía por qué rendirle rey. Entre ellos destacó la
cuentas a la Iglesia ni al pueblo. Esto explicaba la fuerza con la figura del ministro de Finanzas
que el Rey Sol debilitó a todos aquellos que no se sometían al Colbert, quien con base en el
poder estatal y su interés por fortalecer las instituciones sistema mercantilista, implantó
estatales. Obligado a que las disposiciones del gobierno fueran una política proteccionista que
aprobadas por un Consejo, Luis XIV reclutó a nobles y respaldaba a los comerciantes
funcionarios que lo admiraban, a quienes logró controlar sin y empresarios frente a la
problema, y pasaron a formar parte de su fastuosa corte. competencia de los productos
Sin tener pureza de sangre o antecedentes familiares extranjeros. Reestructuró el
distinguidos, requisitos para obtener un título nobiliario, grupos cobro de los impuestos, para
de acomodados burgueses fueron convertidos en nobles para que aumentaran los ingresos
servir de apoyo al gobierno, el cual contaba con un canciller y de la Corona; favoreció el
cuatro consejeros que lo asesoraban en asuntos judiciales, comercio interno, aboliendo los aranceles y obligó a los nobles
municipales y en la recaudación de impuestos. Además, a someterse al poder judicial del rey para que dejaran de aplicar
contaba con los gobernadores de las provincias, quienes sí eran la justicia por su propia mano.
miembros de la nobleza, conservaban sus privilegios y, al igual El absolutismo de Luis XIV también incidió en los
que el resto de los funcionarios, dependían directamente del asuntos religiosos. Al revocar el Edicto de Nantes, por cual se
rey. les había otorgado a los hugonotes un estatuto de tolerancia
A pesar de que las leyes lo imponían, durante su religiosa y algunas plazas fuertes, éstos tuvieron que emigrar.
gobierno el Rey Sol nunca convocó ni consultó a los llamados Muchos de ellos se trasladaron a Inglaterra, los Países Bajos,
Estados Generales, cuya estructura era similar a la del los Estados germánicos y las colonias inglesas en América.
Parlamento inglés. Esto provocó un enorme debilitamiento de Las acciones autoritarias también repercutieron en las
la política parlamentaria francesa y de su aristocracia, que artes, a las cuales protegió para ensalzar su propia gloria.
quedaba al margen de la vida política.

43
Texto 4
El despliegue de los Estados europeos: la lucha hombres y a la naturaleza. Este orden se encontraría en la
por la hegemonía* implantación de Estados absolutistas que ejercieron el gobierno
en forma autoritaria.
Característica política esencial de este periodo en el occidente
de Europa fue el nacimiento de los Estados absolutistas, que
ejercieron el gobierno de un modo autoritario. En efecto, las
expansiones del comercio y las políticas mercantilistas
enriquecieron las tesorerías regias de un modo tal que los
Estados formaron poderosos ejércitos y flotas, y extendieron el
radio de acción de sus dominios; además, los negocios de los
mercaderes y del Estado necesitaban una fuerte protección
contra la acción de piratas y bandoleros.
Las guerras, las malas cosechas y los asaltos a los
convoyes sumieron al conjunto de las poblaciones bajo un
clima de inseguridad que favoreció la implantación de
monarquías absolutas.
Mapa de Martin Waldseemüller, 1507 **
El surgimiento del absolutismo
A partir del Renacimiento surgieron, en Europa, nuevas ideas, Se empezó a hablar de naciones cuando los reyes
emociones, creencias y teorías científicas. Todo en el individuo fortalecieron sus alianzas con las ciudades y quedaron abolidos
y en el Universo era discutible, se ponía en duda la autoridad o restringidos los derechos de soberanía de los señores
religiosa y política. Era un mundo cambiante y antagónico; feudales. Se consolidó la supremacía del poder real por derecho
aparecían grandes conflictos, disputas religiosas, reyes y divino independientemente del Papa, lo cual dio estabilidad
comunidades estaban divididos, se perdían vidas y bienes. Las política a los Estados. Se desarrollaron la economía, y el genio
guerras, las malas cosechas y los asaltos sumían a las inventivo, intelectual y artístico. Los nobles obtuvieron puestos
poblaciones en un clima de inseguridad. Se hacía necesario, en políticos, la burguesía se educó y exigía participación en el
este mundo cambiante, un orden capaz de dominar a los gobierno.

*
José Luis Gómez Navarro et al, Historia Universal, 8ª ed., México,
**
Pearson Education, 2008, pp. 59-61. Imagen tomada de Wikimedia Commons.

44
 Los países europeos empezaron a enriquecerse a partir la nación. Por obra de esta idea se sentía investido de todos los
de los descubrimientos geográficos del siglo XV; el oro y la poderes sin limitación temporal alguna: hacer las leyes,
plata de América invadieron el continente europeo. El índice de administrar justicia, controlar la religión de sus súbditos y
la riqueza de un país se medía por la cantidad que poseía de promover la cultura siempre que no atentara contra los
estos metales, tanto en sus minas como en las de sus colonias, o intereses del Estado.
bien, por medio del comercio exterior: vendiendo más de lo
que compraban a otras naciones y cobrando en oro. Los
Estados estimulaban la industria para ser autosuficientes e
independientes; apoyaban la producción manufacturera por
medio de subvenciones (lo mismo que a los artesanos y a los
extranjeros que introdujeran nuevos oficios o métodos, en
beneficio de la economía de la nación); se incentivó a los
inventores y se impulsó la creación de talleres de educación
técnica.
Se construyeron barcos mercantes y de guerra, sobre
todo en Francia e Inglaterra, para arrebatar a los holandeses el
control marítimo.
Los reyes y el Estado alentaron el comercio y todo lo
que se relacionaba con él, porque era el medio para obtener
riqueza y poderío. La posesión de mercados condujo a las
guerras; el arzobispo de Canterbury, en 1690, declaraba que “la
postrera finalidad y el verdadero propósito (de las guerras)
fueron el oro, la grandeza y la gloria secular”.

Las monarquías absolutas René-Antoine Houasse, Retrato ecuestre

Francia
Apoyada en su condición de primerísimo plano entre las
potencias europeas, buscaba con ahínco el centro del Viejo
Continente. Durante el reinado de Luis XIV conocido como el
“Rey Sol’ se llegó al cenit de la monarquía absoluta, expresada
en su conocida afirmación “el Estado soy yo”. El monarca
basaba buena parte de su autoridad en la consideración de ser
lugarteniente de Dios y, en consecuencia, supremo soberano de
de Luis XIV, 1679*
En lo económico se implantó el mercantilismo. A la cabeza
estaba el ministro Juan Bautista Colbert, quien desarrolló con
éxito la industria y el comercio. Para lograr el desarrollo
industrial debilitó los gremios, fundó escuelas y talleres,
*
Imagen tomada de Wikimedia Commons.

45
favoreció a las empresas productivas, y se trabajaron el reinado la religión anglicana y se anexó Escocia, formando el
gobelino, la lana, el vidrio y los encajes. Para fomentar las Reino Unido de la Gran Bretaña.
exportaciones subsidió la construcción de barcos, se
construyeron caminos y canales para facilitar las
comunicaciones y el comercio. Asimismo, destituyó de su
cargo a los funcionarios corruptos, decretó un código penal
uniforme y estableció un sistema de contabilidad eficiente que
permitía al Estado recaudar los ingresos necesarios para
sufragar los excesivos gastos del gobierno.
El ejército se reorganizó y las estrategias militares se
planearon con auxilio de la ciencia y la tecnología (por
ejemplo, los topógrafos conocían a la perfección el suelo de
Francia).
La cultura se desarrolló ampliamente, por lo que
cobraron auge las universidades de La Sorbona, Montpellier y
Port Royal, así como la Academia Francesa. Durante esa época
se edificó el Palacio de Versalles, que se convertiría en la
representación del lujo y centro difusor de la cultura.
Destacaron las figuras de Molière, Racine, La Fontaine y
Pascal.
Anónimo, Pintura de
Inglaterra Oliver Cromwell, siglo XVII*
Mientras España se agotaba combatiendo por la supremacía
religiosa y política, Francia se devastaba en guerras religiosas y Carlos I en el gobierno logró disolver la Cámara, aunque sólo
Holanda luchaba por su independencia, Inglaterra, favorecida temporalmente, razón por la que fue ejecutado. Entonces el jefe
por su situación geográfica y por el absolutismo de los Tudor, de la facción parlamentaria, Oliver Cromwell, tras destrozar al
se convertía en una gran potencia. ejército realista, proclamó la República. Aunque poco a poco
Durante el reinado de Isabel I se sentaron las bases del fue asumiendo los poderes exclusivos del Estado, abolió la
auge económico al fomentar la industria y el comercio. En Cámara de los Lores y la dignidad real, convirtiéndose en Lord
1600 fundó la Compañía de Indias para controlar sus colonias Protector, y llegó a gobernar sin contar con el Parlamento.
y, al vencer a la Armada Invencible española, instauró su
poderío marítimo. Creó compañías de comercio y navegación e
inició la colonización de América del Norte. Impuso en su *
Imagen tomada de Wikimedia Commons.

46
 Cromwell centralizó el poder, castigó a Irlanda
confiscando sus bienes, estableció el Acta de Navegación, creó
la marina mercante y de guerra, estableció alianza con Francia
contra España y en 1655 se anexó Jamaica.
A su muerte, se restableció la monarquía. A finales del
siglo XVIII, el rey Guillermo de Orange promulgó la
“Declaración de Derechos” que estableció definitivamente la
supremacía, en el gobierno de la nación, del Parlamento sobre
la Corona. En 1689 firmó el acta de tolerancia religiosa.
España
Con la incorporación de Portugal y sus colonias, en tiempos de
Felipe II (1580), España poseía el mayor imperio fundado hasta
entonces. Desde ese momento los monarcas del siglo XVII
deberían hacer frente a dos grandes problemas:
1. Las largas guerras exteriores
contra las potencias adversarias del
imperio: Inglaterra, Francia y se proclamó independiente y entregó su principado al monarca
Holanda. Las costosas campañas
hicieron que el Estado contrajera
constantes deudas, y este dinero no
atenuó la crisis demográfica y
económica de la España del siglo
XVII.
2. Los conflictos que surgen
como consecuencia de la dificultad de
mantener la unidad de los distintos
Diego Velázquez, Retrato
de Felipe IV, 1628.
47
territorios que integraban España: Aragón, Cataluña,
Valencia, Navarra y Portugal. No hay que olvidar que
mantenían sus propias instituciones y leyes, salvo la
Corona, la Inquisición y las aduanas exteriores, que
eran comunes a todos los territorios.
Todo este conjunto de factores hizo que la preponderancia de la
monarquía absolutista vacilara en su estabilidad, apareciendo
en tiempos de Felipe IV una aguda crisis del Estado. En efecto,
dicho rey y su valido, el conde-duque de Olivares, trataron de
imponer la política de “unión de armas’ es decir, que las cargas
fiscales se repartieran por igual en todos los territorios de la
Corona, para obtener así grandes cantidades de dinero que
financiaran las costosas guerras exteriores en defensa del
imperio. Aragón, Valencia y Cataluña se opusieron,
especialmente esta última, que en 1640 se sublevó contra las
tropas castellanas que invadieron su país. Esta fue la
denominada crisis de 1640, en el transcurso de la cual Cataluña
francés; meses más tarde Portugal se rebeló asimismo contra la
política del rey y su valido, y proclamó su independencia
definitiva, entronizando a Juan IV, de la Casa de Avis. Vencida
la resistencia de Cataluña, la Monarquía no se fortaleció lo
suficiente, por lo que debió abandonar su política centralista,
así como reconocer los fueros y privilegios tradicionales de
Aragón, Cataluña y Valencia.
Texto 5
La crisis del siglo XVII*
Como resultado del desarrollo capitalista y de las nuevas
formas de pensamiento renacentista, se fortaleció en Europa la
alianza entre burgueses y reyes en detrimento de los antiguos
nobles feudales; ello contribuyó a la consolidación de los
Estados nacionales. Sin embargo, este proceso no fue continuo
y enfrentó diversos obstáculos y conflictos.
El siglo XVII fue un periodo de crisis. A pesar del
crecimiento del capital comercial, la mayor parte de los países
europeos sustentaban su economía en la agricultura. Desde
mediados del siglo XVI, las guerras, la peste bubónica y las
heladas produjeron una caída en la producción agropecuaria.
En consecuencia, sobrevino la hambruna. Las ciudades
también sufrieron por la falta de materias primas y alimentos,
al tiempo que padecieron oleadas de crímenes.
Se ha advertido una relación entre la crisis económica y
la disminución de la población europea en el siglo XVII.
Aquélla abarcó diversas esferas de la vida social, la economía,
la política y la cultura. Las tensiones sociales generadas se
manifestaron en nuevas guerras y rebeliones.
Entre las primeras destaca la Guerra de los Treinta
Años (1618-1648), también llamada la última guerra religiosa,
que fue un conflicto en el que se mezclaron los enfrentamientos
entre católicos y protestantes con las luchas dinásticas por la
*
A. Julieta Pérez Monroy, Gerardo Lara Cisneros, Juan Manuel Romero
García, Historia Universal. De los orígenes de la modernidad a la crisis
del mundo globalizado, 2ª ed., México, Oxford University Press, 2010,
pp. 96-106.
48
soberanía de territorios. En sus distintas fases participaron
Bohemia, Dinamarca, Suecia, Francia y el Sacro Imperio
Romano Germánico. La guerra más destructiva hasta entonces
concluyó con la Paz de Westfalia: Francia obtuvo territorios,
los más de 300 Estados que formaban el Sacro Imperio
Romano Germánico se reconocieron como independientes y
los Estados alemanes quedaron en libertad de determinar su
religión. En estos tratados el Papa fue ignorado, de manera que
el conflicto tuvo un fuerte impulso secularizador —entendido
como la separación entre el Estado y la Iglesia, así como la
disminución del poder eclesiástico—, lo cual favoreció el
distanciamiento entre los gobiernos y la Iglesia católica.
La recesión económica y la carga de impuestos,
aunados a la guerra causaron rebeliones de diversos sectores de
la población desde finales del siglo XVI hasta mediados del
XVII: los campesinos en Francia, Hungría y Austria, la
población urbana en Rusia y los nobles en Francia. Los
enfrentamientos religiosos propiciaron persecuciones; por
ejemplo, la tortura y la muerte por acusaciones de hechicería
recayeron en personas de todo tipo, incluso influyentes, aunque
los castigos fueron más comunes entre las mujeres.
El absolutismo
Una de las respuestas a la crisis fue la búsqueda de un nuevo
orden político, que se tradujo en el fortalecimiento del poder
monárquico: cada vez con mayor fuerza, el rey se constituyó en
el fiel de la balanza entre los bandos e intereses en conflicto. El
monarca fue visto como garante de estabilidad, cohesión y
legitimidad política y social, razón por la que fue acumulando
fuerza, prestigio y control. Así se originó el periodo
denominado absolutismo, cuyos antecedentes se remontan a los
siglos XV y XVI y que se consolidó —con diferencias
regionales, naturalmente— desde mediados del siglo XVII
hasta fines del siglo XVIII.
El absolutismo representó el fortalecimiento del Estado
por medio de la centralización del poder en el rey, con lo que
se socavó la autoridad de los antiguos nobles feudales y del
clero. Fue entonces cuando el Estado comenzó a intervenir más
en el financiamiento de la educación y las artes.
Uno de los aspectos que demuestran el desarrollo
paralelo de las monarquías absolutistas y las primeras etapas
del capitalismo es el mercantilismo, política económica que
caracterizó a los países europeos desde el siglo XVI hasta
entrado el XVIII. El mercantilismo partía de una idea: una
nación, para ser próspera, debía hacer del comercio el
instrumento para lograrlo. La intervención gubernamental era
indispensable para obtener una balanza comercial favorable,
por lo que los gobernantes promulgaron leyes proteccionistas
en favor de la acumulación nacional de capital.
Los fundamentos ideológicos del absolutismo se
encuentran en los conceptos de soberanía real y derecho divino
de los reyes. La primera se refiere a la autoridad del rey para
promulgar leyes, cobrar impuestos, impartir justicia y controlar
tanto la política interna como la externa. De acuerdo con el
escritor y prelado francés Jacques Bossuet, defensor de la
teoría del derecho divino, Dios delega directamente su
autoridad en los monarcas, quienes hacen uso y disfrute justo
de la soberanía por voluntad divina. El absolutismo era, según
Bossuet, el gobierno de Dios por medio de los monarcas, por lo
que el poder real estaba por encima de todos los poderes
humanos, incluidas las leyes y los parlamentos, pero por debajo
de la ley divina: el poder de los reyes era absoluto en tanto no
contraviniera la ley de Dios.
49
La aplicación de los principios de la soberanía real y el
derecho divino de los reyes en el plano regional marcó
diferencias importantes. En los párrafos siguientes se abordarán
los casos de Francia y España, que ejemplifican el proceso
ocurrido en Europa occidental; del resto de Europa se analizará
el caso de los Estados alemanes, Austria y Rusia.
Francia
El absolutismo alcanzó su cenit hacia fines del siglo XVII
durante el reinado de Luis XIV (1643-1715), conocido como el
Rey Sol, quien se convirtió en una de las figuras políticas
preponderantes de Europa occidental y cuyo poder absoluto se
cimentó en la obra de los gobiernos precedentes.
La labor centralizadora por parte del cardenal Richelieu
como primer ministro durante el gobierno de Luis XIII y la del
cardenal Mazarino durante la regencia de la reina Ana de
Austria —viuda de Luis XIII— fue determinante. Richelieu
logró desmantelar los ejércitos hugonotes —protestantes
franceses—, que amenazaban constantemente con levantarse
en armas apoyados desde el extranjero; disminuyó el poder de
la nobleza mediante un sistema de espionaje y represión y
fortaleció la administración con la creación de intendentes o
funcionarios provinciales dependientes del centro. Mazarino
eliminó los intentos por parte de la nobleza de limitar el poder
real en las revueltas llamadas La Fronda.
Luis XIV terminó la tarea de centralización de
Richelieu y Mazarino, al desarticular la influencia de los nobles
más acreditados al involucrarlos en la vida cortesana,
alejándolos así de sus tradicionales áreas de poder. A fin de
conseguir la lealtad de los funcionarios, el alto clero y la nueva
aristocracia, empleó tanto el soborno como el otorgamiento de
puestos políticos. En el plano religioso, Luis XIV atacó a los
hugonotes, obligándolos a convertirse al catolicismo, por lo
que muchos huyeron con destino a Inglaterra y a los reinos
alemanes.
Para estimular la acumulación de riqueza en Francia,
Jean-Baptiste Colbert, contralor general de finanzas, atrajo
productores extranjeros de bienes de lujo; fomentó la
producción de manufacturas y reguló su calidad; apoyó a los
nuevos empresarios eximiéndolos del pago de impuestos, así
como con préstamos y subsidios; construyó canales y caminos;
aumentó los impuestos a las importaciones y fundó una flota
mercante de tamaño considerable.
La política exterior de Francia durante el reinado de
Luis XIV dependió directamente de los afanes expansionistas
del soberano. El Rey Sol formó el ejército más poderoso de
Europa y se enfrascó en constantes guerras, con las que
pretendió dominar los Alpes, los Pirineos y el Rhin, lo que
ocasionó que estados como Holanda, Inglaterra, España,
Suecia, el Sacro Imperio Romano, Austria y los alemanes
formaran diversas coaliciones para hacerle frente.
Al final del gobierno del Rey Sol, Francia logró
importantes triunfos en política interior y exterior; sin
embargo, sus afanes expansionistas redundaron en la pobreza
de los campesinos.
España
Hacia fines del siglo XV y principios del XVI, España se
constituyó en un imperio de enormes dimensiones. La
conquista de partes de América, África y Asia representó una
enorme fuente de ingresos para la Corona. Sin embargo, a
diferencia de otras naciones, España no reunía las condiciones
óptimas para su capitalización: el control marítimo estaba en
manos de Inglaterra; la agricultura era poco productiva; la
nobleza era muy poderosa y defendía con éxito sus lujos y
privilegios, y la burguesía estaba subordinada a las políticas
50
proteccionistas y monopólicas de la Corona, orientadas al
control del comercio exterior. Gran parte de sus ingresos se
utilizaban en el pago de deuda y en el consumo de bienes
suntuarios. El ejército era anticuado, la burocracia ineficiente y
la Iglesia católica tenía un considerable poder económico y
político. Esta serie de factores propiciaron un gobierno
centralizado, pero con características diferentes de las del
absolutismo francés.
En España, si bien Carlos I (1516-1556) y Felipe II
(1556-1598) centralizaron en buena medida el poder, cuando
Felipe III ocupó el trono (1598-1621) la debilidad del gobierno
era evidente. Al ascender al trono, Felipe IV (1621-1665)
intentó cambiar de rumbo por medio de una serie de decretos
que buscaban centralizar el poder con mayor eficacia. No
obstante, los esfuerzos reformadores enfrentaron las revueltas
de la nobleza; además, los conflictos internacionales, como la
Guerra de los Treinta Años (1609-1659), contribuyeron a
desatar la crisis financiera del Estado. El sucesor de Felipe IV,
Carlos II el Hechizado (1665-1700), no tuvo hijos y nombró
heredero del trono a Felipe V, o Felipe D’Anjou, nieto de Luis
XIV. El temor de que a la muerte de su abuelo, Felipe V (1700-
1724) tuviera las Coronas francesa y española movió a
Inglaterra, Austria, Prusia, Holanda y Hannover a oponerse a
su ascenso al trono español, lo que propició la Guerra de
Sucesión española (1702-1713). Sólo después de que Felipe V
renunció a sus derechos a la Corona francesa fue reconocido
como monarca español, de modo que la dinastía de los
Habsburgo cedió su lugar a la de los Borbones en el trono de
España.
Prusia y los Estados alemanes
Desde la Edad Media y hasta el siglo XVII, lo que hoy se
conoce como Alemania fue un territorio que careció de un
gobierno centralizado; los más de 300 reinos alemanes que
constituyeron el Sacro Imperio Romano Germánico eran en
realidad autónomos y soberanos.
En 1618 se unió el Electorado de Brandeburgo (parte
del Sacro Imperio Germánico) con el Ducado de Prusia,
formando así Brandeburgo-Prusia. En 1640, Federico
Guillermo, conocido como El Gran Elector (1640-1688),
heredó este Estado formado por tres territorios separados entre
sí, uno hacia el este, otro al centro y uno más al oeste de la
actual Alemania.
Una vez en el poder, El Gran Elector pronto se percató
de que sus dominios no tenían límites ni defensas naturales,
razón por la que se propuso crear un ejército eficaz y
permanente. Para mantenerlo estableció el Comisariado
General de Guerra, destinado a recaudar impuestos para
sostener el ejército y supervisar su entrenamiento. En poco
tiempo dicha institución se convirtió en una suerte de oficina
de gobierno civil que aparte de recaudar impuestos, vigilaba el
establecimiento de nuevas empresas comerciales e industriales.
Por otra parte, Federico
Guillermo se ganó la simpatía de la
nobleza alemana al abrir las filas de la
burocracia y el ejército a los más
encumbrados e influyentes nobles; para
evitar revueltas, respetó el control que
ejercían éstos sobre campesinos y
tierras, eximiéndolos del pago de
impuestos. Puso en práctica una política
económica similar a la mercantilista
impuesta por el rey francés Luis XIV.
Gericke, Retrato de Asimismo, abrió sus fronteras a los
Federico Guillermo I hugonotes que huían de Francia.
de Prusia, 1713.
Con las acciones descritas
51
anteriormente se sentaron las bases para el Estado prusiano. En
1701, Federico III (1688-1713), sucesor de Federico
Guillermo, consiguió que el emperador Leopoldo I de Austria
le otorgara el título de rey, convirtiéndose en Federico 1 de
Prusia. El sucesor de éste en la dinastía Hohenzollern, Federico
Guillermo I (1713-1740), consolidó a Prusia como el más
moderno de los reinos alemanes, con base en el ejército y la
burocracia, logrando un control absoluto que se manifiesta en
su frase célebre: “El alma es de Dios; todo lo demás me
pertenece”.
Austria
Con la decadencia de España y del Sacro Imperio Romano, la
influyente familia Habsburgo vio caer buena parte de su
influencia en Europa occidental. Ante la crisis, los Habsburgo
se apoyaron en el nacimiento de un nuevo Imperio en el centro
de Europa: Austria.
Leopoldo I (1658-1705) fue pieza clave en la
formación del nuevo reino, ya que impulsó la expansión
territorial aunque con ciertas dificultades. Los austriacos fueron
detenidos en el este por los turcos, que en 1683 sitiaron Viena,
ciudad que sólo pudo salvarse gracias a la intervención de un
ejército multinacional constituido por austriacos, sajones,
bávaros y polacos en 1687. Finalmente, Austria se apoderó de
Hungría, Transilvania, Croacia y Eslovenia, y luego de la
Guerra de Sucesión española, de los Países Bajos y del norte de
Italia.
En el Imperio Austriaco el monarca ejerció un
absolutismo diferente del español o el francés, pues no
centralizó totalmente el poder al regir sobre un territorio
multinacional, multiétnico y multicultural: el emperador
Habsburgo era al mismo tiempo rey de Bohemia, rey de
Hungría y archiduque de Austria. La dificultad que eso
entrañaba consistía en que cada una de estas regiones tenía sus
propias leyes, su propia vida política y, hasta cierto grado, su
autonomía. En este sentido la liga más fuerte era la de la
aristocracia terrateniente de cada país con la familia
Habsburgo. A fines del siglo XVII y comienzos del XVIII la
fuerza de Austria radicaba en su ubicación geográfica y su
potencial militar.
Rusia
Rusia mantuvo una posición marginal respecto al resto de
Europa. Sin embargo, en el siglo XVII empezó a figurar como
una potencia. La monarquía rusa cobró importancia desde el
reinado de Iván IV, conocido como El Terrible (1547-1584),
quien fue el primer monarca con el título de zar. Durante su
mandato, expandió los dominios rusos hacia el este y aumentó
el prestigio y poder de los zares al disminuir la fuerza de los
boyardos (la nobleza rusa terrateniente). Al finalizarla dinastía
de Iván El Terrible, el gobierno ruso pasó por una etapa de
disturbios que terminaron hasta que ascendió como zar Miguel
Romanov (1613-1645). Así empezó el reinado de una dinastía
que fue derrocada en el siglo XX, al comenzar la Revolución
Bolchevique de 1917.
A principios del siglo XVII el zar era un gobernante
que legitimaba su poder, autocrático, en el principio de la
voluntad divina. El zar contaba con la ayuda de dos cuerpos
consultivos: la Duma (Concejo de los boyardos) y la Zemsky
Sobor (Asamblea Nacional formada por los demás propietarios
de la tierra).
Rusia tenía un enorme territorio controlado por familias
terratenientes cuyas propiedades eran trabajadas por siervos.
En las ciudades, en cambio, predominó la producción artesanal
52
y el comercio enfrentó muchas restricciones. Otra peculiaridad
de la Rusia zarista fue su vinculación con la Iglesia ortodoxa,
lo que la alejaba de las influencias religiosas y políticas de
Europa occidental.
Cuando el zar Pedro El Grande (1682-1725) ascendió
al trono, intentó modificar las estructuras tradicionales de
Rusia para asemejarla a las monarquías absolutistas de Europa
occidental.
Entre las principales medidas políticas modernizadoras
que implantó destaca la creación de un ejército profesional,
bien disciplinado y entrenado, dotado de armamento moderno,
y también la creación de un amplio sistema burocrático en
sustitución de las formas tradicionales de gobierno por el
nombramiento de funcionarios según sus méritos. Con ello
logró incorporar a la burocracia amplios sectores de la nobleza
con el propósito de atraer su lealtad. Asimismo, intentó
controlar el poder de la Iglesia ortodoxa con la creación de un
cuerpo concejal, llamado Santo Sínodo, en sustitución del
patriarca. Su política exterior buscó obtener un puerto de salida
hacia Europa occidental a través del mar Báltico, lo que lo
llevó a sostener guerras en el norte de Europa.
Para lograr todo lo anterior aumentó los impuestos a las
clases populares, fundamentalmente a los campesinos. Todos
sus esfuerzos se vieron materializados en la fundación de San
Petersburgo, una ciudad nueva que se convirtió en sede del
poder político y ventana al mundo occidental.
Las medidas modernizadoras de Pedro el Grande
tuvieron un alcance muy limitado ante los tradicionales modos
de vida en Rusia; el mayor rechazo vino de la gente del pueblo,
generalmente más conservadora que las élites, estas últimas,
más influidas por las costumbres de Occidente.
 Tarea
1. En equipos de 3 integrantes, dividan los textos asignados para la siguiente
sesión:
a) Texto 6: “Fragmentos de las Memorias”,
b) Texto 7: “Reflexiones sobre el oficio de rey”
c) Texto 8: “Instrucción a Felipe V”
2. Completa el Formato 3 en el recuadro asignado al texto que elegiste.
3. Lee el texto teniendo en mente las preguntas siguientes:
a) Para el autor, ¿qué significa gobernar?
b) Desde la perspectiva del autor, ¿cuál es la justificación del absolutismo?
4. Lleva tus notas para la próxima clase.

53
CUARTA SESIÓN

1. Cada equipo se reunirá para discutir los textos que trabajaron de tarea:
a) Texto 6: “Fragmentos de las Memorias”9
b) Texto 7: “Reflexiones sobre el oficio de rey”
c) Texto 8: “Instrucción a Felipe V”
2. Deberán compartir sus notas y a partir de su lectura, responder de manera integral las
preguntas planteadas para los textos:
a) Para el autor, ¿qué significa gobernar?
b) Desde la perspectiva del autor, ¿cuál es la justificación del absolutismo?
3. En sesión plenaria, un equipo deberá primero presentar en general los textos y el autor de los
mismos apoyado en el Formato 3 de ubicación.
4. Cada equipo presentará las conclusiones extraídas de la discusión de los textos en torno a las
dos preguntas guía.
5. Los equipos deberán elaborar una conclusión en la que respondan a la pregunta problema:
¿Qué políticas caracterizaron a los estados absolutistas y cuáles fueron sus
repercusiones en el proceso de consolidación de la burguesía? Para ello:
a) Utilizarán todos los documentos que fueron trabajados en clase.
b) Compararán las propuestas de los diversos documentos.
c) Señalarán qué elementos retoman de cada documento.

9
Los tres textos elegidos para esta actividad fueron tomados de: Mémoires de Luis XIV, écrits par lui-même, composés pour le grand Dauphin, son fils, et
adressés à ce Prince…, Segunda parte, París, Garnery Libraire y Librairie Stéréotype, 1806, pp. 16-19 ; pp. 169-172 y s/p. Traducción de Tania Ortiz
Galicia en el contexto del Seminario de Historia Universal Moderna y Contemporánea 2016-2017 del Plantel Vallejo del CCH. El texto original fue
consultado en Google Libros.

54
 Formato 3
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 6: Texto 7: Texto 8:

“Fragmentos de las “Reflexiones sobre el oficio de “Instrucción a Felipe V”
Memorias” Rey”
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

55
Texto 6
Fragmento de las Memorias*
…Mientras tanto, yo continuaba con las
fortificaciones del castillo de Bordeaux y
de la ciudadela de Marsella, esto tanto
para contener a esas ciudades en sus
obligaciones como para dar el ejemplo a
otros. Reprimía con vigor todos los
movimientos que parecían provenir de a
desobediencia como en Montauban, en
Dieppe, en Provence y en la Rochelle,
lugares en los que hice ejecutar mis
órdenes con toda la severidad necesaria,
habiendo ordenado también que fueran apoyados por un
número suficiente de tropas para vencer la resistencia que
podría haberse dado.
Estas acciones se debieron a que, si bien hay que tener
por máxima que en todas las cosas un príncipe está obligado a
emplear las vías de la dulzura en primer lugar y le es más
ventajoso persuadir a sus súbditos que forzarlos, es sin
embargo cierto que a partir del momento en que encuentra o un
obstáculo o una rebelión, es del interés de su gloria y de la de
sus pueblos, que él se haga obedecer indispensablemente.
Pues es un hecho que no hay nada que establezca con
tanta certeza el bienestar y el reposo de las provincias que la
*
Mémoires de Luis XIV, écrits par lui-même, composés pour le grand
Dauphin, son fils, et adressés à ce Prince…, Segunda parte, París,
Garnery Libraire y Librairie Stéréotype, 1806, pp. 16-19. Traducción de
Tania Ortiz Galicia. El texto original fue consultado en Google Libros.
56
perfecta reunión de toda la autoridad en la sola persona del
soberano.
La menor división que se hace de su autoridad produce
siempre grandes desventuras, y ya sea que las partes que están
separadas se encuentren en manos de particulares o en las de
alguna compañía, ellas no pueden nunca permanecer más que
en un estado violento.
El príncipe, que debe conservar unidas esas partes en sí
mismo, no debería permitir el desmembramiento, pues en caso
contrario sería culpable de todos los desórdenes que llegan,
cuyo número es por lo regular casi infinito.
Pues sin contar las revueltas y las guerras intestinas que
produce infaliblemente la ambición de los poderosos cuando no
es reprimida, miles de otros males nacen también del
relajamiento del soberano. Aquellos más cercanos al soberano
son los primeros en ver su debilidad; y son también los
primeros que buscan sacar provecho de ello; cada uno de ellos,
teniendo necesariamente gente que sirven de ministros a su
ambición, les da al mismo tiempo licencia para imitarlos: así,
de grado en grado, la corrupción se comunica por todos lados,
y se vuelve igual en todas las profesiones.
Siempre que un gobernante se atribuye derechos
injustos, que hay tropas que viven con disolución, caballeros
que tiranizan a los campesinos, recaudadores, electos o
alguaciles que ejercen en su ámbito una violencia
particularmente criminal, ellos se sirven de la autoridad de las
leyes para apoyar su injusticia.
¡Parece que, en este desorden general, es imposible al
más justo no corromperse; pues aunque vaya sólo contra la
corriente y se abstenga de una inclinación a la cual lo empuja
naturalmente su propio interés, aquellos que deberían impedirle
caer lo precipitan a través de su ejemplo!
No obstante, de todos estos crímenes diversos, la única
víctima es el público; es solamente a expensas de los débiles y
de los miserables, que tantas gentes pretenden elevar sus
monstruosas fortunas. En lugar de un solo rey que los pueblos
deberían tener, ellos tienen al mismo tiempo mil tiranos. La
única diferencia es que las órdenes del príncipe legítimo son
siempre dulces y moderadas, porque ellas están fundadas en la
razón; mientras que las órdenes de esos falsos soberanos, que
sólo están inspiradas por sus pasiones anárquicas, son siempre
injustas y violentas.
Artista desconocido, Retrato de Luis, Gran Delfín,
hijo de Luis XIV, 2a mitad del siglo XVII.
Debido a su muerte, Luis nunca llegó a gobernar Francia *
*
Imagen tomada de Wikimedia Commons.
57
Texto 7
Reflexiones sobre el oficio de Rey *
A menudo los reyes están obligados a hacer cosas contrarias a
sus inclinaciones y que hieren su bondad natural. Deben amar
el complacer a sus súbitos, y a veces es necesario que repriman
sus afectos y pierdan a gente que naturalmente aprecian, pues
el interés del Estado debe ser lo primero. El rey debe contener
su impulso, para no ponerse en situación de reprocharse a sí
mismo, en asuntos de importancia, que pudo haber obrado
mejor. Pero algunos intereses particulares me lo han impedido
a mí, y han determinado la perspectiva que yo debía tener por
la grandeza, el bien y el poder del Estado. A veces, hay en el
gobierno cosas que provocan dolor; hay algunas delicadas que
son difíciles de desenmarañar; también a veces se tienen ideas
confusas. Mientras se está en este estado, uno puede continuar
sin tomar una decisión; pero una vez que uno fija el espíritu en
algo, y que uno cree ver el mejor partido, es menester actuar.
Esto es lo que me ha hecho salir avante en lo que he
emprendido. Las faltas que he cometido y que me han dado
penas infinitas, han sido provocadas por complacencia y por
dejarme llevar indolentemente por el juicio de otros. Nada es
tan peligroso como la debilidad, sin importar cuál sea la
naturaleza de ella: para mandar a los demás, hay que elevarse
por encima de ellos; y después de haber escuchado lo que viene
de todos los lugares, uno debe decidirse por el juicio que se
debe hacer sin preocupación, y pensando siempre a no ordenar
ni ejecutar nada que sea indigno de uno, del carácter que uno
*
Mémoires de Luis XIV…op.cit., pp. 169-172. Traducción de Tania
Ortiz Galicia. El texto original fue consultado en Google Libros.
ostenta, ni de la grandeza del Estado. Los Príncipes que tienen
buenas intenciones y algún conocimiento de sus asuntos, sea
por experiencia, sea por estudio, y una gran aplicación para
volverse capaces, encuentran tantas cosas diferentes por las
cuales se pueden dar a conocer, que deben tener particular
cuidado y una aplicación universal a todo. Es necesario
cuidarse de uno mismo, evitar su inclinación, y estar siempre
atento contra su naturaleza. El oficio de Rey es grande, noble,
halagador, cuando uno se siente digno de cumplir todas las
cosas a las que se compromete; pero no está exento de penas,
fatigas, inquietudes. La incertidumbre algunas veces desespera;
y cuando uno ha pasado un tiempo razonable examinando un
asunto, es necesario determinarse a tomar el partido que uno
crea el mejor.
Nicolas de Largilliere, Retrato de Luis XIV y su familia, c. 1710 *
*
Imagen tomada de Wikimedia Commons.
58
Cuando uno tiene en la mira el Estado, uno trabajo para
sí mismo; el bien de uno hace la gloria del otro: cuando el
primero está feliz, cuidado y poderoso, quien ha provocado esa
situación está orgulloso de ello, y en consecuencia, debe
disfrutar más que sus súbditos, en relación a él mismo y a ellos,
todo lo que hay de más agradable en la vida. Cuando uno se
equivoca, es necesario reparar la falta lo más pronto posible, y
que no haya consideración que lo impida, ni siquiera la bondad.
En 1671, un hombre que tuvo el cargo de Secretario de
estado, murió, teniendo el departamento del Extranjero. Era un
hombre capaz, pero no sin defecto: no se preocupó de llenar
bien ese puesto que es muy importante.
Yo dediqué algún tiempo a pensar a quién asignaría el
cargo: y después de haber examinado atentamente la cuestión,
encontré que un hombre que había hace tiempo servido en las
embajadas, era el que lo remplazaría mejor.
Lo hice venir. Mi elección fue aprobada por todo el
mundo; lo que no pasa siempre. En cuanto llegó, lo puse en
posesión del cargo; yo no lo conocía más que por su reputación
y por las comisiones que yo le había encargado y que él había
ejecutado bien; pero el trabajo que le di fue demasiado grande
y extenso para él. Yo no disfruté de todas las ventajas que
podía tener, y todo ello por complacencia y bondad.
Finalmente fue necesario que yo le ordenara retirarse del cargo,
porque todo lo que pasó por sus manos, perdió la grandeza y la
fuerza que se debe tener al ejecutar las órdenes de un Rey de
Francia. Si yo hubiera decidido alejarlo antes, habría evitado
los inconvenientes que sucedieron, y yo no me reprocharía que
mi indulgencia por él pudo haber perjudicado al Estado. Relato
este detalle para hacer visible un ejemplo de lo que dije antes.
Texto 8
Instrucción a Felipe V *

1. No faltes nunca a ninguno de tus deberes, sobre todo hacia

Dios.
2. Consérvate a ti mismo en la pureza de tu educación.
3. Haz honrar a Dios en todas partes donde tengas poder;
procura su gloria; da el ejemplo de ello: es uno de los
mayores bienes que los reyes pueden hacer.
4. Declárate en toda ocasión a favor de la virtud contra el
vicio.
5. No tengas nunca ningún apego por nadie
6. Ama a tu mujer; vive bien con ella; pide a Dios una mujer
que te convenga: no creo que debas casarte con una
austriaca.
7. Ama a los Españoles y a todos tus súbditos sujetos a tus
coronas y a tu personas. No prefieras a los que te
halagarán más; estima a aquellos que, por el bien, se
atreverán a desagradarte: ellos son tus verdaderos amigos.
8. Provoca la felicidad de tus súbditos; y en este punto, no
hagas la guerra salvo cuando te veas forzado a ella, y
cuando hayas considerado bien y pesado bien las razones
en tu consejo.
Jean Ranc, Retrato de Felipe V de España, 1723
9. Intenta reestablecer tus finanzas; vela por las Indias y tus Museo del Prado.** Felipe V era hijo del Gran Delfín de
flotas; piensa en el comercio. Vive en una gran unión con Francia y por lo tanto nieto de Luis XIV, rey de Francia. Fue
Francia, pues nada es tan bueno para nuestras dos el primer rey de la casa de Borbón en España. Reinó desde
potencias que esta unión, frente a la cual nadie podrá 1700 hasta 1746
resistirse.

*
Mémoires de Luis XIV…op.cit., Traducción de Tania Ortiz Galicia. El
**
texto original fue consultado en Google Libros. Imagen tomada de Wikimedia Commons.

59
10. Si estás obligado a hacer la guerra, ponte en la cabeza de
tus ejércitos.
[…]
12. Nunca abandones tus asuntos de gobierno por el placer;
pero hazte una especie de regla que te dé tiempo de
libertad y de diversión.
[…]
14. Pon gran atención a los asuntos de gobierno cuando se te
hable de ellos; escucha mucho al principio, sin decidir
nada.
15. Cuando tengas mayor conocimiento, recuerda que eres tú
quien debe decidir; pero sin importar la experiencia que
tengas, escucha siempre las opiniones y todos los
razonamientos de tu consejo, antes de tomar la decisión.
16. Haz todo lo que te sea posible para conocer bien a la gente
más importante, con la finalidad de que puedas servirte de
ellas adecuadamente.
[…]
28. No olvides jamás que eres francés y lo que por ello te
puede suceder; cuando hayas asegurado la sucesión de
España a través de tus hijos, visita tus reinos; ve a Nápoles
y a Sicilia; pasa a Milán y ven a Flandes: esa será una
ocasión para volver a vernos. Mientras tanto visita
Cataluña, Aragón y otros lugares. Ve qué se puede hacer
por Ceuta.
60
29. Cuando estés en España, lanza algo de dinero al pueblo,
sobre todo cuando entres a Madrid.
[…]
31. Evita cuanto puedas hacer favores a aquellos que dan
dinero para obtenerlos. Da oportuna y liberalmente; y no
recibas muchos presentes, a menos que sean bagatelas. Si
alguna vez no puedes evitar recibirlos, haz obsequios más
considerables a quienes te dieron esos obsequios, después
de haber dejado pasar algunos días.
[…]
33. Termino por uno de los consejos más importantes que
puedo darte. No te dejes gobernar; sé el amo; no tengas
jamás un favorito ni primer ministro; escucha, consulta a
tu consejo, pero decide tú. Dios que te hizo rey, te dará las
luces que te son necesarias mientras tengas buenas
intenciones.
 Tarea
1. Completa el Formato 4 en el recuadro asignado al Texto 9 “La ciencia moderna”.
2. Lee el texto y señala, para cada uno de los apartados del mismo, cuales son el
tema principal y la idea central del autor expresada en cada fragmento.
3. A partir de la lectura del texto, responde la pregunta Según el autor ¿en qué
consiste la transformación del pensamiento en el siglo XVII y qué impacto
tuvo para los siglos posteriores?
4. Lleva tus notas de lectura a la clase siguiente para discutirlas en clase.

61
Aprendizaje: A través de la contrastación de fuentes primarias y secundarias, analiza los cambios del pensamiento
europeo y las propuestas de la Ilustración, para comprender la mentalidad moderna

Temática: La revolución científica, el pensamiento filosófico–político y la Ilustración.

Tercera Secuencia Didáctica

? ¿Qué cambios se dieron en el pensamiento de los siglos XVII y XVIII que

contribuyeron a la constitución de la mentalidad moderna?

QUINTA SESIÓN
1. Para la revisión del Texto 9 “La ciencia moderna”, 10 dos alumnos presentarán al texto y a las
autoras en función del Formato 4 de ubicación.
2. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de algunos alumnos en torno a los temas e
ideas principales de cada uno de los apartados del texto con el objeto de lograr un consenso
al respecto.
3. Algunos alumnos presentan su respuesta a la pregunta de lectura Según las autoras, ¿en
qué consiste la transformación del pensamiento en el siglo XVII y qué impacto tuvo

10
Mireya Lamoneda Huerta y María Eulalia Ribó Bagaría, Historia Universal. Del hombre moderno al hombre contemporáneo , México, Pearson
Education, 2002, pp. 106-112.

62
 para los siglos posteriores?
4. En sesión plenaria se discuten las respuestas a la pregunta de lectura.

5. El profesor proyecta el Video 1 “Mentes brillantes. Los secretos del cosmos”.11 Los alumnos
deberán completar el Formato 4 de ubicación y responder las preguntas siguientes:
a) Según el documental ¿Qué tienen en común Galileo, Newton, Einstein y Hawking?
b) ¿Qué "certeza" existía en la Europa del siglo XVI, según señala el documental?
c) Como profesor de matemáticas, ¿contra qué teorías se manifiesta Galileo Galilei y
por qué?
d) ¿Por qué Albert Einstein llamó a Galileo "el padre de la física moderna"?
e) ¿Qué importancia tiene el telescopio en las indagaciones de Galileo?
f) ¿Por qué afirmar que la tierra gira alrededor del sol era en esa época considerado
herejía?
g) ¿Qué logra demostrar Galileo en su última obra?
6. El Video 1 puede consultarse en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=VXs4dpBwVHA)
o en el dispositivo electrónico que acompaña este material.

7. Las respuestas al cuestionario se discuten en sesión plenaria.

8. Reflexión: ¿Qué le permite a Galileo romper con las teorías de base aristotélica en torno al
movimiento y con los esquemas explicativos geocéntricos?

11
“Brilliant Minds. Secrets of the cosmos” (fragmento), producido, escrito y dirigido por Dan Levitt, Discovery Channel, 2004. Consultado en
https://www.youtube.com/watch?v=VXs4dpBwVHA, el 24 de junio del 2017.

63
 9. En equipos de cuatro integrantes, los alumnos completan el Formato 5 de ubicación para los
Textos 10 al 13.
a) Texto 10: Fragmento de Diálogos sobre los sistemas del mundo.12
b) Texto 11: Fragmento del Discurso del método.13
c) Texto 12: Fragmento de Memorias para servir a la Historia Natural de los Animales.14
d) Texto 13: Fragmento de Principios matemáticos de la filosofía natural.15
10. Al interior del equipo se reparten los cuatro textos, de manera que cada integrante lea uno
distinto para responder a la pregunta ¿qué elementos del texto te permiten percibir el
pensamiento científico moderno de los autores?
11. Una vez respondida la pregunta de manera individual, el equipo deberá discutir sus hallazgos
en los cuatro autores.
12. La respuesta a la pregunta guía se presenta en sesión plenaria.

12
Galileo Galilei, Diálogos sobre los sistemas del mundo, Madrid, Ediciones Alcoma, 1946, p. 22.
13
René Descartes, Discurso del método, Espasa Calpe (Austral), pp. 47-48, consultado en línea:
http://www.posgrado.unam.mx/musica/lecturas/LecturaIntroduccionInvestigacionMusical/epistemologia/Descartes-Discurso-Del-Metodo.pdf.
14
Claude Perrault, Mémoires pour servir à l'Histoire Naturelle des Animaux, Première Partie, Amsterdam y Leipzig, Arkstee & Merkus, 1758, (Prefacio).
Traducción de Tania Ortiz Galicia en el contexto del Seminario de Historia Universal Moderna y Contemporánea 2016-2017 del Plantel Vallejo del CCH.
15
Isaac Newton, Principios matemáticos de la filosofía natural, Madrid, Alianza Editorial, 2011 (Libros Singulares).

64
 Formato 4
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 9: Video 1:
“La ciencia moderna” “Mentes brillantes. Los
secretos del cosmos”
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

65
Texto 9
La ciencia moderna*
Al mismo tiempo que se desarrollaba la teoría heliocéntrica,
se creó un nuevo modelo para investigar e interpretar la
información. Ese modelo se conoce actualmente como
método científico.
Este constituyó otro de los pilares de la Revolución
Científica iniciada en el Renacimiento. Gran parte del mérito
de la formulación de este método recae en Francis Bacon,
quien insistió en la necesidad de seguir un modelo fijo en el
proceso de la investigación: primero, la observación y la
experimentación; después el uso de la razón para interpretar
los resultados obtenidos. A partir de ese punto, los
científicos podrían llegar a conclusiones válidas,
comprobables en cualquier momento, por medio de pruebas
o experimentos.
Bacon difería del método científico que se aplicaba
en la antigüedad para llegar al conocimiento. Él pensaba que
se podía lograr una mayor exactitud a partir de
observaciones particulares y, a través de ellas, establecer
generalidades, lo que se conoce actualmente como método
inductivo. En cambio, los griegos seguían el método
deductivo, es decir, partían de generalizaciones para
establecer las particularidades. Este método no consideraba
la comprobación por la vía experimental.
*
Mireya Lamoneda Huerta y María Eulalia Ribó Bagaría, Historia
Universal. Del hombre moderno al hombre contemporáneo, México,
Pearson Education, 2002, pp. 106-112.
66
Galileo fue uno de los primeros hombres de ciencia
que aplicó el método científico apoyado en la
experimentación. Éste se convirtió en la base de la ciencia
moderna, ayudó a acelerar el desarrollo científico y cambió
poco a poco los procedimientos para obtener y hacer válida
una verdad.
Dejando atrás las creencias mágicas, los milagros o
los mitos, a partir del siglo XVII el método científico, la
razón y la lógica matemática se convirtieron en los únicos
caminos posibles para adquirir conocimientos dignos de
confianza.
La existencia de otros mundos
Como continuador de los trabajos de Copérnico, Giordano
Bruno contribuyó a la ciencia moderna, entre otras cosas,
con su concepción del espacio infinito y de la existencia de
otros mundos. Debido a que refutó la idea del límite del
universo, planteada por Aristóteles y Ptolomeo, la Iglesia
católica lo condenó por herejía, con lo que se convirtió en el
primer mártir de la ciencia que murió en la hoguera.
A pesar de la muerte de Giordano Bruno en 1600, la
teoría de Copérnico continuó discutiéndose. Era necesario
determinar con exactitud la longitud de las órbitas dentro del
funcionamiento del sistema planetario. Esto sólo se lograría
utilizando un método de observación confiable. El danés
Tycho Brahe aportó tal método; aunque Brahe difirió del
enfoque copernicano y no lo aceptó por contravenir a las
ideas de la Iglesia católica, él también rompió con el
esquema aristotélico. Para él, la Tierra ocupaba el centro del
sistema planetario, los astros giraban alrededor del Sol y éste
alrededor de la Tierra.
La armonía del universo
Johannes Kepler, aprovechando los trabajos de Tycho
Brahe, llegó a la conclusión de que las órbitas circulares que
Copérnico proponía en su sistema no correspondían a la
realidad. Propuso entonces que los planetas se movían en
órbitas elípticas y no en círculos. Esto, sumado a otras
observaciones, le permitió a Kepler elaborar las tres leyes
del movimiento planetario, por las cuales, además de
establecer la trayectoria elíptica de las órbitas de los
planetas, se explican correctamente sus velocidades de
desplazamiento y las sucesivas distancias de los planetas al
Sol en su viaje orbital. Su obra, editada con el título de
Mysterium Cosmographicum, pone de relieve su pasión por
las matemáticas y es la primera comprobación de la teoría
copernicana que se basó en la observación directa.
La observación de otros mundos
El acontecimiento que completó los trabajos de Tycho Brahe
y de Kepler fue la construcción de un instrumento apropiado
para la observación celeste: el telescopio. Frente a los
anteojos de astronomía elaborados a principios del siglo
XVII, el telescopio de Galileo Galilei tuvo un alcance tal
que permitió la descripción matemática del movimiento del
sistema planetario. Sus escritos, Razonamientos y
demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias y
Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo,
encierran el conjunto de sus numerosas observaciones.
Galileo fue el primer investigador que registró todos
los resultados de esas observaciones, tanto los positivos
67
como los negativos. Cuando sus hipótesis no concordaban
con lo esperado, analizaba nuevamente los resultados hasta
encontrar los errores. Galileo consideraba esta última parte
del proceso como la más importante de cualquier
investigación. Además de los conceptos astronómicos,
Galileo avanzó en la investigación del movimiento de los
cuerpos, que fue la base de las posteriores teorías científicas
de Newton.
Las observaciones y descripciones de Galileo
pusieron de manifiesto las contradicciones entre la teoría
copernicana y las aseveraciones de la Iglesia católica.
Con ello, quedaron sin sustento las creencias
aristotélico-ptolemaicas. La Inquisición amenazó con
torturarlo y condenarlo a morir en la hoguera si no se
retractaba de sus ideas. Galileo se presentó a un juicio en el
que el Santo Oficio lo obligó a abjurar públicamente de sus
descubrimientos.
El cosmos: una enorme máquina
La ciencia moderna llegó a un punto culminante con el
físico Isaac Newton, nacido en Inglaterra en una pequeña
aldea de la región de Lincolnshire, el mismo año en que
murió Galileo. Su espíritu de indagación, su creatividad, así
como su aguda percepción, le permitieron dar una
explicación cuantitativa del mundo físico que desencadenó
otros descubrimientos. Los postulados de Newton
consiguieron romper con la filosofía medieval y con los
restos del aristotelismo que mantenía la Iglesia católica.
Otros factores que favorecieron sus ideas fueron el
desarrollo del capitalismo occidental y las nuevas
necesidades que imponía una creciente población.
 Por ejemplo, la determinación de la longitud
geográfica era muy importante para fijar los límites y las
posiciones de los territorios y ciudades que se habían
descubierto y conquistado durante los dos siglos anteriores
y, por lo tanto, afectaban la riqueza que contenían. Las
disputas entre las naciones y las guerras de conquista
requerían más materias primas para producir cañones y otros
tipos de armas. La extracción de metales hacía necesario
aplicar nuevas técnicas en la minería, como calcular
estructuras, concebir métodos para desaguar minas y
construir tiros de ventilación.
Todas estas innovaciones fueron impulsadas por la
burguesía, un grupo social que se caracterizó por el gusto de
emprender negocios, aventuras y riesgos y que tenía una
mentalidad calculadora, ahorrativa y previsora. Newton
compartía estos conocimientos y representaba a esta clase
social en ascenso. En la Universidad de Cambridge realizó
trabajos de cronología bíblica, de química y,
fundamentalmente, de óptica, e inventó un nuevo tipo de
telescopio de reflexión que eliminaba casi por completo las
distorsiones cromáticas producidas por las lentes del
telescopio de refracción de Galileo. Los trabajos de Newton
sobre la luz blanca y su descomposición en los colores
primarios mediante un prisma fueron muy importantes y
tuvieron múltiples aplicaciones prácticas. La contribución
más espectacular de Newton fue la teoría gravitacional del
sistema planetario, que marcó una nueva concepción del
universo y del movimiento celeste.
Sus razonamientos se basaron en las ideas
astronómicas de Copérnico y Kepler, pasando por las fases
experimentales de Galileo. Para dar consistencia a sus
teorías sobre el movimiento de los cuerpos, Newton creó un
68
complejo sistema matemático que hoy conocemos como
cálculo infinitesimal. Esta espléndida herramienta
matemática fue concebida al mismo tiempo por otro gran
científico, el alemán Gottfried Leibniz (a quien se debe
también el cálculo integral), lo cual suscitó una de las más
grandes controversias de su tiempo.
Newton expuso su teoría gravitacional en la obra
Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (Los
principios matemáticos de la filosofía natural), editada en
1687 por la Royal Society.
Newton impulsó la ciencia de la mecánica, que forma
parte de la física, y enunció las tres leyes que explican el
movimiento de los cuerpos. En realidad, toda su filosofía
mecanicista, apoyada en un sólido edificio matemático,
señaló el carácter experimental del estudio de la naturaleza.
Su obra marcó el cambio más notable conseguido
hasta entonces por la metodología científica, que perduró
por dos siglos y medio: la visión mecánica del cosmos,
concebido éste como una enorme maquinaria cuyo ordenado
funcionamiento responde a leyes naturales. Sus teorías
reemplazan definitivamente el concepto medieval del mundo
y el lugar del hombre y de Dios en el universo.
Los mundos internos
La nueva concepción mecánica del universo provocó un
cambio en la mentalidad del siglo XVII. La idea de
maquinaria invadió el concepto que hasta entonces se tenía
de la anatomía, y las descripciones presentadas por Vesalio
promovieron nuevas investigaciones en el campo de la
medicina. En este ambiente, un médico inglés William
Harvey, contemporáneo de Galileo, descubrió una
explicación mecánica del transporte sanguíneo. Harvey
consideró el cuerpo humano como una gran máquina cuyo
soporte principal de vida no eran ni el espíritu ni el aliento
divino, sino esa bomba hidráulica que es el corazón, que
impulsa el flujo de la sangre de una parte a otra del cuerpo.
Su aportación a la ciencia consistió en corroborar,
gracias a los estrictos experimentos científicos realizados en
animales, que los diferentes órganos del cuerpo estaban
unidos por una red hidráulica que transportaba la sangre.
Con Harvey, se comprendió mejor el mundo interno del
hombre, aunque todavía no se conocía el microscopio.
El racionalismo y la duda cartesiana
Junto con Galileo, Kepler, Newton y Bacon, las aportaciones
de la filosofía de René Descartes completan las ideas
fundamentales de la Revolución Científica. Se acredita a
Descartes la formulación de la geometría analítica. Esta, el
cálculo infinitesimal y el integral hicieron de la matemática
la ciencia modelo, en razón de las condiciones de exactitud y
rigor que aportaba.
En sus reflexiones como filósofo, Descartes
cuestionó el método que había que seguir en todas las
investigaciones para poder alcanzar el grado de rigor y la
sistematicidad matemática. A diferencia de Bacon, no creía
que el conocimiento adquirido exclusivamente a través de la
experimentación fuera científicamente válido. Pensaba que
el único modo de obtener un conocimiento válido era
mediante el uso de la razón, como lo habían señalado los
griegos cuando crearon el método deductivo. Otros filósofos
defensores de la postura racionalista fueron Spinoza y
Leibniz.
La aportación básica de Descartes fue su insistencia
en establecer la duda como punto de partida para cualquier
69
indagación. Lo que hoy se conoce como duda cartesiana
consiste en el cuestionamiento de todos los conocimientos
previamente adquiridos para llegar a saber si alguno de ellos
es verdadero. La conclusión que obtuvo fue que el único
conocimiento cierto que tenía era el de su propia existencia,
lo que plasmó en su conocida frase: ‘Pienso, luego existo.”
Desde su punto de vista, el mundo estaba regido por
leyes naturales que eran en sí mismas racionales y
ordenadas, por lo que cualquier científico podía descubrirlas
a través del pensamiento sistemático y coherente sin
necesidad de experimentar. Con el tiempo, el uso de la
racionalidad se convirtió en el ideal científico a través del
cual se alcanzaba la objetividad.
El empirismo
Esta tendencia filosófica tuvo sus antecedentes en la ciencia
de la mecánica y, aunque se apoyó en las matemáticas,
planteó que las nociones fundamentales de conocimiento
debían recogerse en los campos de lo sensible y lo
experimental.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII, el empirismo
(del griego empeiría, experiencia) prevaleció como la
corriente de pensamiento que reconocía como único
conocimiento válido aquel que se alcanzaba a través de los
sentidos, de la experimentación y no de la razón. Los
máximos representantes de ese movimiento fueron los
filósofos ingleses John Locke y David Hume.
Ambos enfoques, el racionalista y el empirista,
constituyeron la síntesis teórica de la filosofía ilustrada que
se extendió durante el XVIII.
 Formato 5
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 10: Texto 11: Texto 12: Texto 13:

Diálogos sobre los Discurso del método Memorias para servir a Principios matemáticos
sistemas del mundo la Historia Natural de de la filosofía natural
los Animales
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

70
Texto 10 Texto 11
Galileo Galilei (1564-1642) René Descartes (1596-1650)
Diálogos sobre los sistemas del mundo (1632)16 Discurso del método (1637)17

Con tal fin he incluido en el …Y como la multitud de leyes sirve muy a menudo de disculpa a
razonamiento la parte los vicios, siendo un estado mucho mejor regido cuando hay
copernicana, procediendo en pocas, pero muy estrictamente observadas, así también, en lugar
pura hipótesis matemática, del gran número de preceptos que encierra la lógica, creí que me
intentando por todos los bastarían los cuatro siguientes, supuesto que tomase una firme y
caminos artificiosos constante resolución de no dejar de observarlos una vez siquiera.
representarla como superior, Fue el primero no admitir como verdadera cosa alguna,
no sólo por aquello de la como no supiese con evidencia que lo es; es decir, evitar
inmovilidad de la Tierra, cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender
sino, según la defienden en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y
algunos que, profesándose distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de
peripatéticos, lo son sólo en ponerlo en duda.
el nombre, contentos El segundo, dividir cada una de las dificultades que
despreocupadamente con examinare en cuantas partes fuere posible y en cuantas requiriese
adorar las sombras, no su mejor solución.
filosofando con las El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos,
verdaderas normas, sino con empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer,
la memoria de cuatro principios mal aprendidos. para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el
conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un
orden entre los que no se preceden naturalmente.
Y el último, hacer en todos unos recuentos tan integrales y
unas revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de no
omitir nada

17
René Descartes, Discurso del método, Espasa Calpe (Austral), pp. 47-
48, consultado en línea:
http://www.posgrado.unam.mx/musica/lecturas/LecturaIntroduccionInve
16
Galileo Galilei, Diálogos sobre los sistemas del mundo, Madrid, stigacionMusical/epistemologia/Descartes-Discurso-Del-Metodo.pdf. El
Ediciones Alcoma, 1946, p. 22. El Retrato de Galileo (1636) de Justus Retrato de Descartes (c. 1649-1700) de Frans Hals fue tomado de
Sustermans fue tomado de Wikimedia Commons. Wikimedia Commons.

71
Texto 12
Claude Perrault (1613-1688)
Memorias para servir a la Historia Natural de los
Animales (1671)18
Lo que nuestras Memorias tienen de considerables es este
testimonio irreprochable de una verdad certera y reconocida. Ya
que no se trata del trabajo de un particular que puede dejarse
influir por su propia opinión; que no percibe fácilmente más que
lo que confirma los primeros
pensamientos que tuvo, por los cuales
tiene toda la ceguera y toda la
complacencia que uno tiene por sus hijos
(...) Pero estos inconvenientes no pueden
encontrarse en nuestras Memorias, que
no contienen hechos que no hayan sido
verificados por toda la Compañía,
compuesta de gentes que tienen dos ojos
para ver este tipo de cosas de una manera
distinta al resto de la gente; que tienen
también manos para buscarlas con gran destreza y éxito, que ven
lo que realmente es y a quienes difícilmente haríamos ver lo que
no es; que no se preocupan por encontrar novedades sino por
examinar bien aquellas que pretendemos haber encontrado; y a
quienes la certeza misma de haberse equivocado en una
observación produce tanta satisfacción como un descubrimiento
curioso e importante: a ese grado el amor a la certeza prevalece en
su espíritu sobre cualquier otra cosa.
Texto 13
Isaac Newton (1642-1727)
Principios matemáticos de la filosofía natural (1687)19
Con experimentos sobre la materia en
péndulos de diez pies, lo mismo que
con pesos iguales o desiguales o
tirando cuerpos desde distancias
grandes como de ocho, doce o
dieciséis pies, siempre he encontrado
sin error de medida de tres pulgadas
que los cambios de movimiento,
cuando los cuerpos se encontraban
directamente, eran siempre iguales a
los inferidos a los cuerpos en sentido
contrario y, por tanto, que la acción y
la reacción siempre eran iguales. (…) Y así de este modo se ha
comprobado la tercera Ley, en cuanto a las acciones y reacciones,
por medio de una teoría que se adecúa plenamente con los
experimentos.

18
Claude Perrault, Mémoires pour servir à l'Histoire Naturelle des
Animaux, Première Partie, Amsterdam y Leipzig, Arkstee & Merkus,
19
1758, (Prefacio). El retrato de Claude Perrault fue tomada de Wikimedia Isaac Newton, Principios matemáticos de la filosofía natural, Madrid,
Commons. Alianza Editorial, 2011 (Libros Singulares)

72
 Tarea
1. Completa el Formato 6 en el recuadro asignado al Texto 14 “El proyecto”.
2. Lee el texto y, a partir de tu lectura del mismo, responde a la pregunta ¿cómo
define el autor la Ilustración y qué elementos destaca como característicos del
pensamiento ilustrado?
3. Lleva tus notas de lectura a la clase siguiente para discutirlas en clase.

73
SEXTA SESIÓN
1. Para revisar el Texto 14 “El proyecto”,20 dos alumnos presentarán al texto y al autor en
función del Formato 6 de ubicación.
2. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de respuesta de algunos alumnos en torno a
la pregunta de lectura ¿cómo define el autor la Ilustración y qué elementos destaca
como característicos del pensamiento ilustrado?

3. En equipos de 5 integrantes, los alumnos deberán completar el Formato 6 en el apartado

relativo a los Textos 15 a 19:
a) Texto 15: “¿Qué es la Ilustración?”.21
b) Texto 16: “Razón”.22
c) Texto 17: El espíritu de las leyes (Fragmento).23
d) Texto 18: Tratado sobre la tolerancia (Fragmento).24
e) Texto 19: Discurso Sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (Fragmento)25

20
Tzvetan Todorov, El espíritu de la ilustración, traducción de Noemí Sobregués, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2008 (Círculo de Lectores), pp. 9-19.
21
Emmanuel Kant, Filosofía de la Historia, Trad. Eugenio Imaz, México, FCE, 1994.
22
Jean-Baptiste de La Chapelle, Antoine-Gaspard Boucher d'Argis y Louis de Jaucourt, Artículo "Razón" de L’Encyclopedie, 1751, Tomo 13, pp. 773-
776; consultado en Wikisource: https://fr.wikisource.org/wiki/L%E2%80%99Encyclop%C3%A9die/1re_%C3%A9dition/RAISON
23
Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu, El espíritu de las leyes, trad. al castellano con notas y observaciones de Siro García del Mazo, Tomo
I, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1906 (Biblioteca de Derecho y de Ciencias Sociales), pp. 227-228. Consultado en línea:
http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/espirituDeLasLeyesT1.pdf
24
Francois-Marie Arouet, Voltaire, Tratado sobre la tolerancia. Consultado en línea: https://laicismo.org/data/docs/archivo_1299.pdf
25
Jean-Jacques Rousseau, Discurso Sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, trad. de Ángel Pumarega. Edición original: Madrid, Calpe, 1923.
Publicación digital: Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999 (Portal Biblioteca de Traducciones Españolas):
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/discurso-sobre-el-origen-de-la-desigualdad-entre-los-hombres--0/html/ff008a4c-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_5.html#I_3_

74
4. El equipo deberá argumentar por escrito por qué estos cinco autores son representantes
del pensamiento ilustrado. Para ello:
a) Deberán dividir los textos entre los integrantes del equipo, de manera que cada uno
lea y analice un texto distinto.
b) Cada integrante deberá identificar en su texto aquellos elementos del discurso del
autor que ponen en evidencia el pensamiento ilustrado.
c) El equipo discutirá los distintos textos y a partir de ello construir una argumentación
que permita llegar a la conclusión propuesta: que los cinco autores son, en efecto,
representantes del pensamiento ilustrado.
d) En el escrito deberán utilizar citas textuales de los cinco autores para sustentar su
argumento y señalar adecuadamente la fuente.

75
 Formato 6
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 14: Texto 15: Texto 16:

“El proyecto” “¿Qué es la Ilustración” “Razón”
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

76
 Formato 6 (continuación)
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos

Texto 17: Texto 18: Texto 19:

El espíritu de las leyes Tratado sobre la tolerancia Discurso Sobre el origen de la
desigualdad entre los hombres
Autor:

Época del autor:

Tipo de fuente o
documento:

Espacio al que se
refiere:

Tiempo al que se
refiere:

Con qué finalidad

escribe el autor:

77
Texto 14
El proyecto*
No es fácil decir en qué consiste exactamente el proyecto de
la Ilustración, y por dos razones. De entrada se trata de una
época de desenlace, de recapitulación, de síntesis, no de
innovación radical. Las grandes ideas de la Ilustración no
tienen su origen en el siglo XVIII: cuando no proceden de la
Antigüedad, su rastro se remonta a la Edad Media, el
Renacimiento o la época clásica. La Ilustración absorbe y
articula opiniones que en el pasado estaban en conflicto. Por
esta razón los historiadores suelen advertir que es preciso
descartar determinadas imágenes convencionales. La
Ilustración es racionalista y empirista a la vez, tan heredera
de Descartes como de Locke. Acoge en su seno a los
antiguos y a los modernos, a los universalistas y a los
particularistas. Se apasiona por la historia y por el futuro,
por los detalles y por las abstracciones, por la naturaleza y
por el arte, por la libertad y por la igualdad. Los ingredientes
son antiguos, pero la mezcla es nueva. Lo importante es que
durante la Ilustración las diferentes ideas no sólo armonizan
entre sí, sino que también salen de los libros y pasan al
mundo real.
El segundo obstáculo consiste en que el pensamiento
de la Ilustración es fruto de muchos individuos que, lejos de
estar de acuerdo entre sí, se enzarzan constantemente en
*
Tzvetan Todorov, El espíritu de la ilustración, traducción de Noemí
Sobregués, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2008 (Círculo de Lectores),
pp. 9-19.
78
violentas disputas tanto entre países como en cada país. Es
cierto que el tiempo transcurrido nos permite seleccionar,
pero sólo hasta cierto punto. Los antiguos desacuerdos
dieron origen a escuelas de pensamiento que todavía se
enfrentan en nuestros días. La Ilustración fue más un
período de debate que de consenso. Pero como sabemos que
la multiplicidad es temible, no nos cuesta demasiado aceptar
la existencia de algo a lo que podríamos llamar el proyecto
de la Ilustración.
En la base de dicho proyecto podemos encontrar tres
ideas, que a su vez nutren sus incalculables consecuencias:
la autonomía, la finalidad humana de nuestros actos y la
universalidad. ¿Qué podemos decir de ellas?
El primer rasgo constitutivo del pensamiento de la
Ilustración consiste en privilegiar las elecciones y las
decisiones personales en detrimento de lo que nos llega
impuesto por una autoridad ajena a nosotros. Y esa
preferencia comporta dos facetas: una crítica y otra
constructiva. Es preciso librarse de toda tutela impuesta a los
hombres desde fuera y dejarse guiar por las leyes, las
normas y las reglas que desean los que deben cumplirlas.
«Emancipación» y «autonomía» son los términos que
designan las dos fases, igualmente indispensables, de un
mismo proceso. Para poder asumir un compromiso debe
disponerse de total libertad para analizar, cuestionar, criticar
y poner en duda. Se acabaron los dogmas y las Instituciones
sagradas. Una consecuencia indirecta pero decisiva de esta
opción es la restricción que impone a todo tipo de autoridad.
La autoridad debe ser homogénea a los hombres, es decir, no
sobrenatural, sino natural. En este sentido la Ilustración da
lugar a un mundo «desencantado», que obedece todo él a las
mismas leyes físicas, o, en el caso de las sociedades
humanas, muestra los mismos mecanismos de
comportamiento.
La tutela en la que vivían los hombres antes de la
Ilustración era ante todo de naturaleza religiosa, por lo tanto
su origen era anterior a la sociedad de aquellos momentos
(en estos casos hablamos de «heteronomía») y a la vez
sobrenatural. La mayoría de las críticas se dirigirán a la
religión con el objetivo de que la humanidad pueda tomar
las riendas de su propio destino. No obstante, se trata de una
crítica limitada. Lo que se rechaza es la sumisión de la
sociedad o del individuo a preceptos cuya única legitimidad
procede del hecho de que la tradición los atribuye a los
dioses o a los ancestros. Lo que debe guiar la vida de los
hombres ya no es la autoridad del pasado, sino su proyecto
de futuro. Pero nada se dice de la experiencia religiosa en sí,
ni de la idea de trascendencia, ni de determinada doctrina
moral que postula una religión en concreto. Se critica la
estructura de la sociedad, no el contenido de las creencias.
La religión queda fuera del Estado, pero ello no implica que
abandone al individuo. Las principales corrientes ilustradas
reivindican no el ateísmo, sino la religión natural, el deísmo
o una de sus muchas variantes. Los hombres de la
Ilustración se dedican a observar y a describir creencias del
mundo entero no con la intención de rechazar las religiones,
sino para que sirvan de guía en el camino de la tolerancia y
para defender la libertad de conciencia.
Los hombres, libres del antiguo yugo, determinarán
sus nuevas leyes y normas recurriendo a medios
exclusivamente humanos. Ya no hay lugar para la magia y la
79
revelación. La convicción de que la luz desciende de las
alturas queda sustituida por la de toda una multiplicidad de
luces que se propagan de persona a persona. La primera
autonomía que se conquista es la del conocimiento, que
parte de la base de que ninguna autoridad, por prestigiosa
que sea y bien establecida que esté, queda exenta de críticas.
El conocimiento tiene dos únicas fuentes, la razón y la
experiencia, ambas accesibles a todo el mundo. La razón
adquiere importancia como herramienta de conocimiento, no
como móvil de la conducta humana; se opone a la fe, no a
las pasiones. Todo lo contrario: las pasiones también se
emancipan de las obligaciones impuestas desde fuera.
La liberación del conocimiento abre el camino al
desarrollo de la ciencia. A todos les gustaría estar bajo la
protección de un personaje que no sea filósofo, sino sabio.
El papel que desempeña Newton para la Ilustración es
comparable al de Darwin para los siglos siguientes. La física
avanza de forma espectacular, seguida por las demás
ciencias: la química, la biología e incluso la sociología y la
psicología. Los impulsores de este nuevo pensamiento
quieren llevar la ilustración a todo el mundo, ya que están
convencidos de que servirá al bien común. Se parte de la
base de que el conocimiento es liberador. Por eso apoyarán
la educación en todas sus formas, desde la escuela hasta las
asociaciones culturales, y la difusión del saber mediante
publicaciones especializadas y enciclopedias destinadas al
gran público.
[…]
La exigencia de autonomía transforma más
profundamente todavía las sociedades políticas; precede y
culmina la separación de lo temporal respecto de lo
espiritual. Durante la Ilustración esta exigencia da lugar a
una primera forma de acción: los autores que investigan con
plena libertad procuran comunicar los resultados de sus
investigaciones a los soberanos indulgentes para que su
política se haga eco de ellas. Es lo que se espera de Federico
II en Berlín, de Catalina II en San Petersburgo y de José II
en Viena. Más allá de ese despotismo ilustrado, que cultiva
la autonomía de la razón del monarca pero mantiene al
pueblo sometido, esta exigencia lleva a dos principios. El
primero es el de la soberanía, principio ya antiguo que
adquiere aquí un nuevo sentido: el origen de todo poder está
en el pueblo, y nada es superior a la voluntad general. El
segundo es el de la libertad del individuo respecto de todo
poder estatal, legítimo o ilegítimo, en los límites de un
ámbito que le es propio. Para garantizar esta libertad se vela
por el pluralismo y por el equilibrio de los diferentes
poderes. En todos los casos se ha consumado la separación
de los ámbitos teológico y político, y en adelante este último
se organizará en función de sus propios criterios.
Todos los sectores de la sociedad tienden a
convertirse en laicos, aun cuando los individuos sigan siendo
creyentes. Este programa se aplica no sólo al poder político,
sino también a la justicia. Lo único que debe reprimirse es el
delito, la falta contra la sociedad, que no debe confundirse
con el pecado, falta moral respecto de una tradición. Y lo
mismo sucede con la escuela, que debe escapar del poder
eclesiástico y convertirse en un espacio donde se transmite
el conocimiento, abierto a todo el mundo, es decir, gratuito,
y al mismo tiempo obligatorio, y con la prensa, donde debe
tener lugar el debate público. Y también con la economía,
que debe liberarse de prohibiciones arbitrarias y permitir la
libre circulación de los bienes, que debe fundamentarse en el
valor del trabajo y del esfuerzo individual en lugar de
80
apropiarse de privilegios y de jerarquías del pasado. El lugar
más apropiado para que se den todos estos cambios es la
gran ciudad, que favorece la libertad de los individuos y al
mismo tiempo les ofrece la posibilidad de reunirse y de
debatir.
La voluntad del individuo, como la de las
comunidades, se ha emancipado de antiguas tutelas. ¿Quiere
eso decir que ahora es totalmente libre, que ya no tiene
límite alguno? NO. El espíritu de la Ilustración no se limita a
exigir la autonomía, sino que además trae consigo sus
propios medios de regulación. El primero de ellos tiene que
ver con la finalidad de las acciones humanas liberadas.
También ésta baja a la tierra; ya no apunta a Dios, sino a los
hombres. En este sentido el pensamiento de la Ilustración es
un humanismo o, si se prefiere, un antropocentrismo. Ya no
es necesario, como exigían los teólogos, estar siempre
dispuesto a sacrificar el amor a las criaturas en favor del
amor al Creador. Basta con amar a los demás seres
humanos. Suceda lo que suceda después de la muerte, el
hombre debe dar sentido a su existencia terrenal. La
búsqueda de la felicidad sustituye a la búsqueda de la
redención. El Estado no está al servicio del designio divino,
sino que su objetivo es el bienestar de los ciudadanos. Por su
parte, los ciudadanos no dan muestra de egoísmo culpable
cuando aspiran a la felicidad en el ámbito que depende de su
voluntad, sino que están en su derecho de mimar su vida
privada, buscar sentimientos y placeres intensos, y cultivar
el afecto y la amistad.
La segunda restricción que conlleva la libre
actuación tanto de los individuos como de las comunidades
consiste en afirmar que todos los seres humanos, por el mero
hecho de serlo, poseen derechos inalienables. La Ilustración
recoge aquí la herencia de las ideas del derecho natural que
se formulan en los siglos XVII y XVIII. Junto con los
derechos de los que gozan los ciudadanos en su ámbito
social, éstos poseen otros, comunes a todos y cada uno de
los habitantes del mundo, no escritos, pero no por ello
menos imperativos. Todo ser humano tiene derecho a la
vida. Así pues, la pena de muerte no está legitimada, ni
siquiera cuando se aplica a un asesino. Si el asesinato
privado es un crimen, ¿cómo no va a serlo el asesinato
público? Todo ser humano tiene derecho a la integridad
física. Así pues, la tortura no está legitimada, ni siquiera
cuando se practica en nombre de razones de Estado.
Pertenecer al género humano, a la humanidad universal, es
más fundamental todavía que pertenecer a determinada
sociedad. El ejercicio de la libertad está pues limitado por la
exigencia de universalidad, y lo sagrado, que ha abandonado
los dogmas y las reliquias, se materializa en adelante en los
«derechos del hombre», que acaban de reconocerse.
Si todos los seres humanos poseen una serie de
derechos idénticos, de ahí se sigue que el derecho es el
mismo para todos. La exigencia de igualdad deriva de la
universalidad, y permite emprender luchas que siguen
vigentes en nuestros días: las mujeres deben ser iguales a los
hombres ante la ley; debe abolirse la esclavitud, ya que
jamás puede ser legítima la alienación de la libertad de un
81
ser humano; debe reconocerse la dignidad de los pobres, de
la gente corriente, de los marginados, y considerar a los
niños individuos.
Esta afirmación de la universalidad humana genera el
interés por sociedades diferentes de las propias. De la noche
a la mañana los viajeros y los estudiosos no pueden dejar de
juzgar a pueblos lejanos con criterios propios de su cultura.
Sin embargo, se les despierta la curiosidad, son de pronto
conscientes de la multiplicidad de formas que puede adquirir
la civilización y empiezan a reunir datos y análisis que con
el tiempo transformarán su idea de humanidad. Lo mismo
sucede con la pluralidad en el tiempo. El pasado deja de ser
encarnación de un ideal eterno o simple repertorio de
ejemplos y se convierte en una sucesión de épocas históricas
con coherencia y valores propios. El conocimiento de
sociedades diferentes de la del observador permite a su vez a
éste contemplarse con mirada menos ingenua. Ya no
confunde su tradición con el orden natural del mundo. Por
eso el francés Montesquieu puede criticar a los persas, pero
también imaginárselos criticando a los franceses con buenas
razones.
Éste es a grandes rasgos el generoso programa que se
formula en la Ilustración…
Texto 15
¿Qué es la Ilustración?*
La ilustración es la liberación del hombre de su culpable
incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de
servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta
incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta
de inteligencia sino de decisión y valor par a servirse por sí
mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el
valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la
ilustración.
La pereza y la cobardía son causa de que una tan
gran parte de los hombres continúe a gusto en su estado de
pupilo, a pesar de que hace tiempo la Naturaleza los liberó
de ajena tutela (naturaliter majorennes); también lo son que
se haga tan fácil para otros erigirse en tutores. ¡Es tan
cómodo no estar emancipado! Tengo a mi disposición un
libro que me presta su inteligencia, un cura de almas que me
ofrece su conciencia, un médico que me prescribe las dietas,
etc., etc., así que no necesito molestarme. Si puedo pagar no
me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo,
en mi nombre, tan fastidiosa tarea. Los tutores, que tan
bondadosamente se han arrogado este oficio, cuidan muy
bien que la gran mayoría de los hombres (y no digamos que
todo el sexo bello) considere el paso de la emancipación,
además de muy difícil, en extremo peligroso. Después de
entontecer sus animales domésticos y procurar
cuidadosamente que no se salgan del camino trillado donde
*
Emmanuel Kant, Filosofía de la Historia, Trad. Eugenio Imaz, México,
FCE, 1994.
82
los metieron, les muestran los peligros que les amenazarían
caso de aventurarse a salir de él. Pero estos peligros no son
tan graves pues, con unas cuantas caídas aprenderían a
caminar solitos; ahora que, lecciones de esa naturaleza,
espantan y le curan a cualquiera las ganas de nuevos
ensayos.
Es, pues, difícil para cada hombre en particular
lograr salir de esa incapacidad, convertida casi en segunda
naturaleza. Le ha cobrado afición y se siente realmente
incapaz de servirse de su propia razón, porque nunca se le
permitió intentar la aventura. Principios y fórmulas,
instrumentos mecánicos de un uso o más bien abuso,
racional de sus dotes naturales, hacen veces de ligaduras que
le sujetan a ese estado. Quien se desprendiera de ellas
apenas si se atrevería a dar un salto inseguro para salvar una
pequeña zanja, pues no está acostumbrado a los
movimientos desembarazados. Por esta razón, pocos son los
que, con propio esfuerzo de su espíritu, han logrado superar
esa incapacidad y proseguir, sin embargo, con paso firme.
Pero ya es más fácil que el público se ilustre por sí
mismo y hasta, si se le deja en libertad, casi inevitable.
Porque siempre se encontrarán algunos que piensen por
propia cuenta, hasta entre los establecidos tutores del gran
montón, quienes, después de haber arrojado de sí el yugo de
la tutela, difundirán el espíritu de una estimación racional
del propio valer de cada hombre y de su vocación a pensar
por sí mismo…

Texto 16
Jean-Baptiste de La Chapelle et al.,
“Razón”, en La Enciclopedia (1751)*
Razón, s.f (lógica): …Ninguna proposición puede ser
recibida por revelación divina, si ella es contradictoriamente
opuesta a lo que nos es conocido, o por intuición inmediata,
como son las proposiciones evidentes por ellas mismas; o
por deducciones evidentes de la razón, como en las
demostraciones; porque la evidencia que nos hace adoptar
tales revelaciones no puede sobrepasar la certeza de nuestros
conocimientos, ya sea intuitivos o demostrativos; y si ella
pudiera igualar estos conocimientos, sería ridículo darle la
preferencia; pues esto sería alterar
los principios y los fundamentos de
todo conocimiento y de toda
aprobación: de manera que no
quedaría ninguna marca
característica de la verdad y la
falsedad, ninguna medida de lo
creíble y lo increíble, si las
proposiciones dudosas deben
anteponerse a las verdades
evidentes por ellas mismas. Es por
lo tanto inútil forzar como artículos
de fe proposiciones contrarias a la
* *
Jean-Baptiste de La Chapelle, Antoine-Gaspard Boucher d'Argis y
Louis de Jaucourt, Artículo "Razón" de L’Encyclopedie, 1751, Tomo 13,
pp. 773-776; consultado en Wikisource:
https://fr.wikisource.org/wiki/L%E2%80%99Encyclop%C3%A9die/1re
_%C3%A9dition/RAISON
83
percepción clara que tenemos de la conveniencia o falta de
conveniencia de nuestras ideas. Consecuentemente, en todas
las cosas de las cuales tenemos una idea neta y distinta, la
razón es el verdadero juez competente; y aunque la
revelación estuviera de acuerdo con ella pudiera confirmar
estas decisiones, ella no sabría sin embargo en tales casos
invalidar sus decretos; y por todos lados en donde tenemos
una decisión clara y evidente de la razón, no podemos ser
obligados a renunciar a ello para abrazar la opinión
contraria, con el pretexto de que se trata de un asunto de fe.
La razón de ello es que, antes de ser cristianos, somos
hombres.
Texto 17
Montesquieu (1689-1755)
Fragmento de El espíritu de las leyes (1748)*
Hay en todos los Estados tres especies de poder: el
legislativo, el de ejecutar aquello que depende del derecho
de gentes y el de ejecutar lo que depende del derecho civil.
Por el primero, el príncipe o el magistrado hace leyes, para
algún tiempo o para siempre, y corrige y abroga las que
existen. Por el segundo, hace la paz o la guerra, envía o
recibe embajadas, vela por la seguridad, previene las
invasiones. Por el tercero, castiga los crímenes o juzga los
pleitos de los particulares. Éste último debe llamarse poder
Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu, El espíritu de las
leyes, trad. al castellano con notas y observaciones de Siro García del
Mazo, Tomo I, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1906
(Biblioteca de Derecho y de Ciencias Sociales), pp. 227-228. Consultado
en línea: http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/espirituDeLasLeyesT1.pdf
judicial y el otro simplemente poder ejecutivo del Estado. La
libertad política, en los ciudadanos, es aquella tranquilidad
Texto 18
de ánimo que nace de la opinión que cada uno tiene de su
seguridad; y para que exista esta libertad, es menester que Voltaire (1694-1778)
ningún ciudadano pueda temer a otro. Cuando el poder Fragmento del Tratado sobre la tolerancia (1763)*
legislativo y el ejecutivo se reúnen en la misma persona o el
mismo cuerpo de magistrados, no hay libertad, porque puede Capítulo IV
temerse que el monarca o el tirano haga leyes tiránicas para De si la tolerancia es peligrosa y en que pueblos está
ejecutarlas tiránicamente. permitida
No hay …En fin, esta
tampoco libertad si el tolerancia no ha
poder judicial no está provocado jamás una
separado del guerra civil; la
legislativo y el intolerancia ha cubierto
ejecutivo. Si está la tierra de matanzas.
unido á la potestad ¡Júzguese ahora, entre
legislativa, el poder de esas dos rivales, entre
decidir de la vida y la la madre que quiere
libertad de los que se degüelle a su
ciudadanos será hijo y la que lo entrega
arbitrario, porque el con tal de que viva! No
juez será al mismo hablaré aquí más que
tiempo legislador: si del interés de las
está unido al poder ejecutivo, el juez tendrá en su mano la naciones; y respetando, como debo, la teología, no considero
fuerza de un opresor. Todo estaría perdido si el mismo en este artículo más que el bien físico y moral de la
hombre, ó el mismo cuerpo de los próceres o de los nobles o sociedad. Suplico a todo lector imparcial que sopese estas
del pueblo, ejerciese estos tres poderes: el de hacer las leyes, verdades, que las certifique, que las extienda. Los lectores
el de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los atentos, que se comunican sus pensamientos, van siempre
delitos ó las diferencias de los particulares. más lejos que el autor.

*
Francois-Marie Arouet, Voltaire, Tratado sobre la tolerancia.
Consultado en línea: https://laicismo.org/data/docs/archivo_1299.pdf

84
 a propósito quizá para ser disentida entre esclavos en
Texto 19 presencia de sus amos, pero que no conviene a hombres
Rousseau (1712-1778) razonables y libres que buscan la verdad.
Fragmento del Discurso Sobre el origen de la
desigualdad entre los hombres (1754)**
Considero en la especie humana dos clases de
desigualdades: una, que yo llamo natural o física porque ha
sido instituida por la naturaleza, y que consiste en las
diferencias de edad, de salud, de las fuerzas del cuerpo y de
las cualidades del espíritu o del alma; otra, que puede
llamarse desigualdad moral o política porque depende de
una especie de convención y porque ha sido establecida, o al
menos autorizada, con el consentimiento de los hombres.
Esta consiste en los diferentes privilegios de que algunos
disfrutan en perjuicio de otros, como el ser más ricos, más
respetados, más poderosos, y hasta el hacerse obedecer. No
puede preguntarse cuál es la fuente de la desigualdad natural
porque la respuesta se encontraría enunciada ya en la simple
definición de la palabra. Menos aún puede buscarse si no
habría algún enlace esencial entre una y otra desigualdad,
pues esto equivaldría a preguntar en otros términos si los
que mandan son necesariamente mejores que lo que
obedecen, y si la fuerza del cuerpo o del espíritu, la
sabiduría o la virtud, se hallan siempre en los mismos
individuos en proporción con su poder o su riqueza; cuestión
**
Jean-Jacques Rousseau, Discurso Sobre el origen de la desigualdad
entre los hombres, trad. de Ángel Pumarega. Edición original: Madrid,
Calpe, 1923. Publicación digital: Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes, 1999 (Portal Biblioteca de Traducciones Españolas):
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/discurso-sobre-el-origen-de-
la-desigualdad-entre-los-hombres--0/html/ff008a4c-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_5.html#I_3_

85
 Tarea
1. Completa el Formato 7 en los recuadros asignados a los Textos 20 y 21, “La
independencia de las 13 colonias británicas y la formación de Estados
Unidos” y “La crisis del Antiguo Régimen y la Revolución Francesa”,
respectivamente.
2. Lee ambos textos y responde, de manera amplia, las siguientes preguntas:
a) ¿Cuándo y dónde se produjeron ambas revoluciones?
b) ¿Qué tipo de problemáticas fueron las que llevaron a las revoluciones?
c) ¿Qué sectores sociales estuvieron involucrados en ambos procesos
revolucionarios?
d) ¿Qué tipo de demandas tenían los revolucionarios?
e) ¿Qué similitudes y qué diferencias encuentras entre ambos procesos
revolucionarios?
3. Lleva tus respuestas y tus notas de lectura a la clase siguiente para
discutirlas en clase.

86
Aprendizaje: A partir del análisis de fuentes primarias y secundarias, el alumno comprende el proceso de las
revoluciones burguesas para conocer el papel que jugaron en la conformación del mundo
contemporáneo.
Temática: Las revoluciones liberales–burguesas: la Independencia de las Trece Colonias inglesas y Revolución
francesa.

Cuarta Secuencia Didáctica

? ¿Qué papel jugaron las revoluciones del siglo XVIII en la conformación del
mundo contemporáneo?

SÉPTIMA SESIÓN
1. Para revisar los Textos 20 y 21, “La independencia de las 13 colonias británicas y la
formación de Estados Unidos” 26 y “La crisis del Antiguo Régimen y la Revolución Francesa”, 27
dos alumnos los presentarán en función del Formato 7 de ubicación. En la presentación, el
profesor deberá enfatizar la ubicación espacial y temporal de ambos procesos.
2. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de respuesta de algunos alumnos en torno a

26
José Luis Gómez Navarro et al, Historia Universal, 8ª ed., México, Pearson Education, 2008, pp. 81-83.
27
Ibidem, pp. 91-94.

87
 las preguntas de lectura.
3. Agrupados en equipos de cuatro integrantes, los alumnos completan el Formato 7 de
ubicación en la parte relativa a los Textos 22 y 23 “La Declaración unánime de los trece
Estados Unidos de América” 28 y la “Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano”. 29
4. Deberán leer el texto y tomar nota de aquellos elementos que les permitan responder las
siguientes preguntas:
a) ¿Cuál es el o los argumentos que sustentan cada una de las Declaraciones?
b) ¿Qué tipo de ideas son las que se perciben en el texto?
c) ¿Qué similitudes y qué diferencias encuentran en ambas Declaraciones?
5. Las respuestas a las preguntas se discuten en sesión plenaria.

6. Agrupados en equipos de cuatro integrantes, deberán ubicar y colorear en el Mapa 7: “Las

trece colonias de Norteamérica”. 30 Para ello pueden auxiliarse del Texto 22: “La Declaración
unánime de los trece Estados Unidos de América”.

28
Traducción tomada de la página de la Universidad de Valencia: https://www.uv.es/ivorra/Historia/SXVIII/Declaracion.html
29
Traducción tomada de la página del Conseil Constitutionnel de France (http://www.conseil-constitutionnel.fr/conseil-
constitutionnel/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf), completada con la "Representación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano"
(1789) del Museo Carnavalet (imagen de la derecha), consultada en Wikimedia Commons.
30
Mapa elaborado por Tania Ortiz Galicia.

88
 Formato 7
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos
Texto 20: Texto 21: Texto 22: Texto 23:
“La independencia de “La crisis del “La Declaración “Declaración de los
las 13 colonias Antiguo Régimen y unánime de los trece Derechos del Hombre y
británicas y la formación la Revolución Estados Unidos de del Ciudadano”
de Estados Unidos” Francesa” América”
Autor:

Época del
autor:

Tipo de fuente
o documento:

Espacio al que
se refiere:

Tiempo al que
se refiere:

Con qué
finalidad
escribe el
autor:

89
Texto 20
La independencia de las 13 colonias británicas y la costa atlántica, desde la bahía de Hudson hasta el Golfo
la formación de Estados Unidos* de México, y por el interior, hasta el valle del Mississippi.
Sus habitantes eran fruto de una mezcla de
emigrantes europeos, entre escoceses, ingleses y alemanes,
En el último tercio del siglo XVIII, y fuera del contexto
fundamentalmente. Estos individuos, al asentarse en un
geográfico europeo, tuvo lugar un hecho de gran
territorio nuevo, adquirieron costumbres nuevas, aunque su
trascendencia en la historia moderna universal: la primera
lengua de origen conservó palabras antiguas unidas a
independencia de territorios coloniales del imperio británico.
vocablos tomados de los aborígenes y de otros idiomas
Este hecho histórico debe ser encuadrado en los contextos
europeos. Su forma de vida, emprendedora y audaz, creó
económico y político de la rivalidad colonial entre las dos
una sociedad que, en su conjunto, era más democrática que
grandes potencias que en el siglo XVIII se disputaban la
la inglesa, y en ella cualquier asalariado o hijo de un
hegemonía mundial: Inglaterra y Francia.
pequeño propietario agrícola podía ascender de categoría
Este enfrentamiento colonial constituyó un aspecto
social, con su propia iniciativa o empuje.
más, y muy importante, del equilibrio de poderes que estaba
La monarquía inglesa de Jorge III, representante del
fraguándose en Europa, y que fue motivo de que se
despotismo ilustrado imperante en Europa, hizo votar al
suscitaran sentimientos antibritánicos en todos los Estados
Parlamento, en 1765, una ley que imponía a las colonias una
europeos, que veían con recelo el creciente poderío y
serie de impuestos, con la finalidad de sufragar los gastos
enorme desarrollo inglés en sus posesiones ultramarinas.
ocasionados por los enfrentamientos coloniales con Francia.
Sin embargo, la rebelión y la independencia de estos
Lo más importante de estas medidas fiscales fue la Ley del
territorios coloniales constituyó también el primer intento
Timbre, que impuso una tasa sobre los documentos legales,
real de poner en práctica los postulados teóricos
sobre los efectos comerciales y sobre los periódicos.
preconizados por la Ilustración.
Posteriormente, en 1776, se estableció una nueva ley que
prohibía el transporte de mercancías de las colonias a otro
La situación de las colonias
lugar que no fuese Inglaterra.
Las posesiones de la Corona inglesa en América formaban
Dichas restricciones perjudicaron enormemente los
una faja de territorio cuyos límites se extendían a lo largo de
intereses de las colonias norteamericanas, cuyo tráfico
comercial más lucrativo era el realizado con las Antillas.
Los colonos americanos reaccionaron en nombre de
*
José Luis Gómez Navarro et al, Historia Universal, 8ª ed., México, sus derechos como ciudadanos británicos, considerando que
Pearson Education, 2008, pp. 81-83.

90
tales impuestos excedían las prerrogativas de la metrópoli, Las condiciones impuestas por los colonos en la
de regular el comercio con sus colonias. Por otro lado, los declaración de derechos no fueron aceptadas por el gobierno
colonos alegaban que, al no tener representantes en el de la metrópoli, lo cual acentuó aún más las hostilidades. El
Parlamento de Inglaterra, no estaban obligados a pagar los 4 de julio de 1776 fue convocado el Segundo Congreso de
impuestos votados por él. Este argumento era defendido por Filadelfia, donde se acordó proclamar la separación de las
Benjamín Franklin (1706-1790), uno de los hombres de 13 colonias de la Corona británica, mediante una declaración
mayor prestigio en el mundo colonial. de independencia redactada por Jefferson. En ella se
recogieron los principios inspirados en la Ilustración,
La declaración de independencia justificando dicha independencia en las ‘leyes de la
La protesta de los colonos se generalizó por todo el territorio naturaleza” y “en las verdades de la razón’ según las cuales
de las 13 colonias, alentada por los burgueses del norte y los todos los hombres han nacido iguales ante Dios y poseen
ricos plantadores del sur, cuyos representantes, escritores, derechos inalienables, como son la vida, la libertad y el
intelectuales y abogados, eran conocedores de las teorías derecho a la felicidad y, por lo tanto, tienen derecho también
políticas de Locke y de los enciclopedistas franceses. Entre a derrocar al gobierno, si éste se opone al cumplimiento de
sus más destacados defensores figuraban Franklin, Jefferson dichos fines.
y George Washington.
En Inglaterra, el rey Jorge III, interesado en mantener
por encima de todo su autoridad y el principio absolutista de
la monarquía, envió tropas a Boston con el objetivo de
restablecer la obediencia de las colonias a las órdenes de la
metrópoli; sin embargo, los colonos, organizados en grupos
de resistencia, hicieron frente con las armas al ejército real,
eliminando así cualquier tipo de arreglo amistoso. Ese acto
de rebeldía fue apoyado por las demás colonias, por lo que
se celebró en la ciudad de Filadelfia un congreso, cuya
asamblea votó una declaración de derechos.
En dicha declaración se ratifican rotundamente los
principios políticos en que se había basado la oposición de
los colonos, y se decidió no obedecer a la Corona hasta que
no fueran garantizados los derechos de los colonos a
intervenir en la imposición, y a no contribuir al John Trumbull, Rendición de Lord Cornwallis, 1820
mantenimiento de un ejército en tiempo de paz. Rotonda del Capitolio

91

La Declaración de Independencia, después de
referirse a los agravios inferidos por el gobierno inglés a los
colonos norteamericanos, finaliza así su exposición:
Nosotros, los representantes de Estados
Unidos de América, reunidos en Congreso
General, apelando al Juez Supremo del
Universo, que conoce la rectitud de nuestras
intenciones, hacemos público y declaramos
solemnemente, en nombre y con la autoridad
del buen pueblo de estas colonias, que estas
colonias son y tienen derecho de ser Estados
libres e independientes; que están desligadas
de toda obediencia hacia la Corona de Gran
Bretaña; que cualquier unión política entre
ellas y el Estado de Gran Bretaña queda, y
debe quedar, completamente rota [...].
La Declaración de Independencia provocó una guerra abierta
contra Inglaterra, en la cual intervino también Francia en
apoyo de los americanos, interesada en restar a Inglaterra
una gran parte de su poder e influencia coloniales, La guerra
duraría siete años, hasta 1783, cuando se firmó la Paz de
92
Versalles, e Inglaterra hizo un reconocimiento oficial de la
independencia de Estados Unidos.
Construcción de la nueva nación
Después de la guerra, los americanos tuvieron que hacer
frente a los problemas de la reconstrucción nacional,
divididos en dos partidos que se habían distinguido en la
contienda: los republicanos, defensores de un gobierno
central fuerte; y los federalistas, partidarios de mantener la
independencia política y administrativa de los estados. El
acuerdo entre estos dos grupos quedó establecido en la
Constitución de 1787, que entraría en vigor dos años más
tarde. Se trataba de la primera constitución de un país que se
regiría de acuerdo con los principios y leyes de la naturaleza
y de la razón, frente a la legitimidad del derecho divino y los
privilegios tradicionales del absolutismo.
En ese mismo año de 1789 se produjo en Europa la
Revolución Francesa, iniciándose así profunda crisis en las
estructuras social y económica del antiguo régimen y dando
comienzo a una nueva etapa revolucionaria, cuyo resultado
final sería la instauración de un nuevo orden económico y
social de predominio burgués.
Texto 21
La crisis del Antiguo Régimen y la Revolución • Sociales. Fuerza de la burguesía. Distinción del alto y
Francesa* bajo cleros. La nobleza no se preocupaba por los
conocimientos intelectuales, sino por el lujo y la
obtención de puestos militares. Fortalecimiento del
El término Antiguo Régimen fue aplicado al periodo histórico
tercer Estado formado por la burguesía, los obreros, los
que se desarrolló en Francia desde el siglo XVII, y que finalizó
artesanos, los campesinos y el bajo clero.
violentamente con la Revolución de 1789. Pero, en un sentido
• Económicas. Fuertes impuestos a las clases bajas.
más amplio, hoy se entiende por “Antiguo Régimen” al
Decadencia de la agricultura. Restricciones al libre
conjunto de instituciones políticas, económicas, sociales y
comercio. Gastos excesivos de la Corte. Gastos durante
religiosas existentes en Europa desde el siglo XVI hasta finales
la guerra de siete años y la ayuda prestada a la
del XVIII, cuyo ordenamiento y estabilidad serían
independencia de Estados Unidos.
progresivamente transformados con las revoluciones liberal-
• Políticas. La nobleza se constituyó en un simple
burguesas del siglo XIX.
adorno. Los burgueses obtuvieron puestos
administrativos. Poder absoluto del rey, sin tomar en
La situación prerrevolucionaria
cuenta a los diputados. No existía la libertad individual.
Hacia el último tercio del siglo XVIII, Francia atravesó por una
Había una desigual impartición de la justicia y se
situación de grave crisis política y social debido a diversas
suprimieron las libertades de culto y de expresión.
causas:
Tales hechos contribuyeron a formar un clima de inestabilidad
• Ideológicas. Surgimiento de un racionalismo producto
e incertidumbre en Francia, cuyo progreso económico había
de la Ilustración. Las obras filosóficas de Locke,
alcanzado a lo largo del siglo XVIII un nivel de prosperidad tal
Montesquieu, Voltaire y Rousseau atacaban el
que hacía necesario modificar las viejas estructuras
absolutismo, la concentración del poder y la división
tradicionales para que ese progreso continuara su propio
social. La aparición de la Enciclopedia, donde se
desarrollo.
concentraba el saber humano sobre ciencia y arte,
Aunque entre 1774 y 1776 el economista Turgot, uno
trataba de destruir razonadamente las creencias basadas
de los ministros más importantes de Luis XVI, intentó llevar a
en dogmas tradicionales. La burguesía se dedicó al
cabo un programa de reformas económicas, fue destituido antes
estudio para obtener participación en la política.
de ponerlas en práctica. Igual ocurriría con Nécker, su sucesor,
cuyas reformas hallarían una fuerte oposición entre las clases
privilegiadas, hasta ser retirado también del ministerio de
*
José Luis Gómez Navarro et al, Historia Universal, 8ª ed., México, hacienda. La necesidad de cambio era inminente.
Pearson Education, 2008, pp. 91-94.

93
 del gran estallido revolucionario, Luis XVI hizo dimitir de
La Revolución nuevo a Nécker por haber tomado la iniciativa de convocar los
Ante la grave situación creada y las urgentes reformas que el Estados Generales, y le ordenó abandonar la capital del reino.
pueblo francés reclamaba, Luis XVI se vio obligado a llamar
de nuevo a Nécker (1788), quien aconsejó al rey la Las etapas fundamentales de la Revolución
convocatoria de Estados Generales (mayo-junio de 1789), Las disposiciones del rey provocaron una gran agitación en
como último recurso para restablecer la confianza del país, y París. Se produjeron los primeros enfrentamientos entre el
lograr la aprobación de nuevos subsidios para equilibrar el pueblo y las tropas reales, y las calles y plazas comenzaron a
déficit ocasionado por la intervención de Francia en la guerra llenarse de obreros, artesanos, pequeños tenderos, estudiantes y
de independencia estadounidense. funcionarios: la Revolución había comenzado.
Los Estados Generales, que no se convocaban desde Las etapas que se suceden a partir de entonces son ya
1614, eran la vieja asamblea feudal, donde estaban clásicas en la historia de la Revolución Francesa, y se definen a
representados los tres estamentos sociales. Pero entonces se continuación.
introdujo una modificación: el doblamiento del tercer Estado,
en virtud del cual el número de miembros de las clases no
privilegiadas sería igual al de los nobles y el clero juntos.
La nobleza y el clero no aceptaron esta forma de
representación del tercer Estado, pero éste, al aumentar el
número de sus miembros, alegó entonces que representaba a la
mayoría nacional y decidió constituirse en asamblea nacional.
Muchos diputados de la nobleza y del clero se fueron
incorporando al Estado llano, al considerar la justeza y
necesidad de sus planteamientos, y todos juntos tomaron la
decisión de no separarse hasta haber dado a Francia una nueva
constitución.
El primer acto revolucionario de esta asamblea nacional
fue la publicación de un decreto, por el cual se declaró ilegal
todo impuesto que no fuera aprobado con el consentimiento de
los representantes de la nación. Jacques-Louis David, EL juramento del juego de pelota, 1791
Museo de Louvre*
El rey y los partidarios del absolutismo que le apoyaban
se negaron a aceptar las decisiones de la asamblea nacional, y
en París y Versalles se concentran tropas adictas al rey con la
finalidad de disolverla. El 11 de junio de 1789, unos días antes *
Imagen tomada de Wikimedia Commons

94
Asamblea constituyente, 1789-1791
A los pocos días de que la asamblea nacional proclamara sus
acuerdos, el rey se presentó ante ella intentando convencer a
los nobles y clérigos que se habían incorporado al estado llano,
de que se retiraran y tomaran las decisiones por separado. Pero
ante la actitud rebelde de la asamblea, Luis XVI tuvo que
aceptar la decisión de los allí reunidos de convertir la asamblea
nacional en asamblea constituyente, cuyo objetivo era elaborar
la primera constitución francesa.
Durante estos años tuvieron lugar grandes
acontecimientos revolucionarios:
• El pueblo de París tomó La Bastilla (símbolo del
absolutismo real) el 14 de julio de 1 789.
• Se respaldó a la Asamblea y se creó la Comuna
(municipalidad revolucionaria) en todas las provincias.
• Se destruyó el régimen feudal suprimiendo los
derechos de los señores feudales.
• Se establecieron los principios fundamentales del
nuevo régimen por medio de la Declaración de los
derechos del hombre y del ciudadano, en agosto de
1789.
• Se declaró la soberanía del pueblo y el desempeño de
cualquier puesto público sin distinción de origen o
religión.
• Se dieron las libertades de cultos, de pensamiento y
de trabajo.
• Se reconoció la igualdad de los individuos ante la ley.
• Se determinaron las libertades personaesl y de
propiedad.
• Se establecieron las garantías individuales y el
matrimonio civil.
• Se decretó la constitución civil del clero.
95
• Los bienes de la Iglesia fueron expropiados y
declarados bienes nacionales.
• Los conventos fueron suprimidos y la Iglesia pasó a
depender del Estado. El Papa condenó esta situación y
los católicos se sublevaron en algunas regiones de
Francia.
Asamblea legislativa, 1791-1792
Representó la transición entre la monarquía parlamentaria,
instaurada por la asamblea constituyente, y la República, que
se proclamaría en la etapa posterior de la Convención.
En este periodo hay que resaltar dos hechos
fundamentales: en el exterior, la lucha armada entre la Francia
revolucionaria y la Europa monárquica tradicional; en el
interior, la pugna y enfrentamiento entre la monarquía de Luis
XVI y los representantes de la nación.
En las sesiones de esta asamblea legislativa se fueron
destacando las posturas o los partidos que marcarían las
tendencias políticas posteriores: la derecha, el centro y la
izquierda. Los jacobinos eran los más radicales y
decididamente republicanos: Robespierre, Saint-Just, Danton,
Marat y otros.
La diversidad de partidos provocó que Prusia
aprovechara la situación uniéndose a Austria, e invadieron
Francia dirigidos por el príncipe Brunswick. Apoyaron al rey y
declararon que los revolucionarios serían fusilados como
rebeldes y la ciudad de París castigada con la destrucción. Esto
provocó la Revolución del 10 de agosto de 1792. El pueblo
marchó sobre las Tullerías, el rey fue apresado, y se
destruyeron los símbolos del poder real. Danton llamó al
pueblo a tomar las armas en defensa de la patria y los franceses
vencieron en Valmy, salvando a la Revolución. Goethe
escribió: “En este lugar y en este día empieza una nueva era en
la historia de la humanidad... en esta batalla entró un nuevo
protagonista: el pueblo.”
La Convención y la proclamación de la República, 1792-1795
La Convención estaba compuesta por diferentes partidos, cuyos
representantes eran Robespiere, Danton y Marat. Ofrecían a
cualquier pueblo sometido, la ayuda necesaria para lograr su
libertad: “Donde penetran los ejércitos franceses quedarán
abolidos el feudalismo y los privilegios de la nobleza”. Se votó
la Constitución de 1793, donde se establecía el régimen
republicano democrático, pero ante los acontecimientos se
declaró que el gobierno sería revolucionario hasta la paz. Se
inició un régimen de terror (conocido como la dictadura de
Robespierre) y el rey Luis XVI, acusado de haber conspirado
con los ejércitos extranjeros contra la Revolución, murió en la
guillotina como otros nobles y aristócratas.
Se obligaba a los ricos a prestar dinero el gobierno. Se
estableció la ley del precio máximo y se formó un ejército de
leva permanente. Los ingleses fueron vencidos en Tolón, donde
se destacó un joven oficial de 24 años al que se le daría el
grado de general: Napoleón Bonaparte.
Se trata del periodo más crítico y violento y donde se
llevan a cabo las medidas revolucionarias más drásticas. Una
vez proclamada la República, se decretó, al mismo tiempo, que
96
todos los actos y documentos públicos se fecharan a partir de
un nuevo calendario iniciado el año primero de la República.
El Directorio, 1795-1799
La toma del poder por los jacobinos en la etapa anterior
provocó una fuerte reacción política. Robespierre, tras ser
acusado de dictador y responsable de muchos crímenes, fue
encarcelado y guillotinado. Con este suceso terminó el
“régimen de terror” y comenzó el periodo del Directorio,
formado por cinco miembros.
Francia, agotada por los violentos años de la
Revolución, deseaba un gobierno fuerte que restableciera la
paz, la seguridad y el orden. Pero la hacienda nacional estaba
casi en ruinas, el hambre causó estragos en muchas provincias
y las medidas adoptadas por el gobierno del Directorio no
hicieron más que agravar la situación.
Durante las guerras de coalición contra la Francia
revolucionaria, Napoleón Bonaparte, el joven general, se
destacó como un excelente estratega y militar, haciéndose
famoso por sus campañas en Italia. A su regreso llevó a cabo,
ayudado por sus partidarios, el golpe de Estado del 18
Brumario, que cerró definitivamente el periodo revolucionario
iniciado en Francia tras la convocatoria de los Estados
Generales.
Texto 22
En CONGRESO, 4 de julio de 1776. principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla
La Declaración unánime de los trece Estados Unidos de e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos
América* principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su
Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su
necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará
lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos
puesto separado e igual a que las de antiguo establecidos; y, en efecto,
leyes de la naturaleza y el Dios de esa toda la experiencia ha demostrado
naturaleza le dan derecho, un justo que la humanidad está más dispuesta
respeto al juicio de la humanidad a padecer, mientras los males sean
exige que declare las causas que lo tolerables, que a hacerse justicia
impulsan a la separación. aboliendo las formas a que está
Sostenemos como evidentes acostumbrada. Pero cuando una larga
estas verdades: que los hombres son serie de abusos y usurpaciones,
creados iguales; que son dotados por dirigida invariablemente al mismo
su Creador de ciertos derechos objetivo, evidencia en designio de
inalienables; que entre éstos están la someter al pueblo a un despotismo
vida, la libertad y la búsqueda de la absoluto, es su derecho, es su deber,
felicidad. derrocar ese gobierno y proveer de
Que para garantizar estos nuevas salvaguardas para su futura
derechos se instituyen entre los seguridad.
hombres los gobiernos, que derivan Tal ha sido el paciente
sus poderes legítimos del sufrimiento de estas colonias; tal es
consentimiento de los gobernados; ahora la necesidad que las obliga a
que cuando quiera que una forma de reformar su anterior sistema. La
gobierno se haga destructora de estos historia del presente Rey de la Gran
Bretaña es una historia de repetidos
agravios y usurpaciones,
*
Traducción tomada de la página de la Universidad de Valencia: encaminados directamente hacia el establecimiento de una
https://www.uv.es/ivorra/Historia/SXVIII/Declaracion.html

97
tiranía absoluta sobre estos estados. Para probar esto,
sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial.
Ha rehusado su aprobación a leyes de las más
saludables y necesarias para el bien de todos.
Ha prohibido a sus gobernadores aprobar leyes de
importancia inmediata y urgente, a menos que se suspenda
su puesta en vigor hasta no haber obtenido su aprobación; y,
una vez hecho así, ha desdeñado totalmente ocuparse de
ellas.
Se ha rehusado aprobar otras leyes para la colocación
de grupos numerosos de personas, a menos que estas
renuncien al derecho de representación en la legislatura,
derecho inestimable para ellas y temible sólo para los
tiranos.
Ha convocado a los cuerpos legislativos en lugares
inhabitables, incómodos y distantes del depósito de sus
archivos públicos, con el solo propósito de cansarlos en el
cumplimiento de sus disposiciones.
Ha disuelto repetidamente las cámaras de
representantes, por oponerse con firmeza viril a su violación
de los derechos del pueblo.
Después de disolverlas, durante mucho tiempo se ha
rehusado a que se elijan otras, por lo que los poderes
legislativos, no sujetos a la aniquilación, sin limitaciones
han vuelto al pueblo para su ejercicio, mientras que el estado
permanece expuesto a los peligros de invasión externa y a
las convulsiones internas.
Se ha propuesto evitar la colonización de estos
Estados, obstaculizando con ese propósito las leyes de
naturalización de extranjeros, negándose a aprobar otras que
alienten las migraciones en el futuro y aumentando las
condiciones para las nuevas apropiaciones de tierras.
98
Ha entorpecido la administración de la justicia,
rehusando su aprobación a leyes para el establecimiento de
los poderes judiciales.
Ha hecho que los jueces dependan de su sola
voluntad, por la tenencia de sus cargos y por el monto y
pago de sus salarios.
Ha creado una multitud de nuevos cargos y enviado
aquí enjambres de funcionarios a hostigar nuestro pueblo y a
comerse su hacienda.
Ha mantenido entre nosotros, en tiempos de paz,
ejércitos permanentes sin el consentimiento de nuestra
legislatura.
Ha influido para hacer al ejército independiente del
poder civil y superior a él.
Se ha aliado con otros para someternos a una
jurisdicción extraña a nuestra constitución y desconocida por
nuestras leyes, dándoles su aprobación para sus actos de
pretendida legislación:
Para acantonar nutridos cuerpos de tropas armadas
entre nosotros;
Para protegerlos, mediante remedos de juicio, del
castigo por los asesinatos de que hayan hecho víctimas a los
habitantes de estos estados;
Para impedir nuestro comercio con todas las partes
del mundo;
Por imponernos impuestos sin nuestro
consentimiento;
Para privarnos, en muchos casos, de los beneficios
del juicio con jurado;
Para llevarnos a ultramar con objeto de ser juzgados
por supuestas ofensas;
 Para abolir el libre sistema de Leyes Inglesas en una
provincia vecina, estableciendo allí un gobierno arbitrario y
extendiendo sus fronteras a manera de hacer de ella un
ejemplo y un instrumento adecuado para introducir el mismo
gobierno absoluto en estas colonias;
Para quitarnos nuestras cartas [privilegios],
aboliendo nuestras leyes más estimables y alterando
fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos:
Para suspender a nuestras legislaturas y declararse a
sí mismo investido de poder para legislar por nosotros en
cualquier caso que sea.
Ha abdicado al gobierno de aquí, declarándonos
fuera de su protección y costeando la guerra en contra
nuestra.
Ha saqueado nuestros mares, devastado nuestras
costas, incendiado nuestras ciudades y destruido las vidas de
nuestra gente
En este momento, transporta grandes ejércitos de
mercenarios extranjeros para concluir su obra de muerte,
desolación y tiranía, iniciada ya en condiciones de crueldad
y perfidias apenas igualadas en las más bárbaras épocas y
totalmente indignas del jefe de una nación civilizada.
Ha obligado a nuestros conciudadanos capturados en
alta mar a empuñar las armas contra su propio país, a
convertirse en verdugos de sus amigos y hermanos o a caer
ellos mismos por mano propia.
Ha alentado las insurrecciones domésticas entre
nosotros y ha tratado de inducir a los habitantes de nuestras
fronteras, los despiadados indios salvajes, cuya norma de
lucha es la destrucción indiscriminada de todas las edades,
sexos y condiciones.
99
En cada etapa de estas opresiones hemos pedido
justicia en los términos más humildes: a nuestras repetidas
peticiones se ha contestado solamente con repetidos
agravios. Un Príncipe, cuyo carácter está así señalado con
cada uno de los actos que pueden definir a un tirano, no es
digno de ser el gobernante de un pueblo libre.
Tampoco hemos dejado de dirigirnos a nuestros
hermanos británicos. Les hemos prevenido de tiempo en
tiempo de las tentativas de su poder legislativo para
englobarnos en una jurisdicción injustificable. Les hemos
recordado las circunstancias de nuestra emigración y
radicación aquí. Hemos apelado a su innato sentido de
justicia y magnanimidad, y les hemos conjurado, por los
vínculos de nuestro parentesco, a repudiar esas
usurpaciones, las cuales interrumpirían inevitablemente
nuestras relaciones y correspondencia. También ellos han
sido sordos a la voz de la justicia y de la consanguinidad.
Debemos, pues, convenir en la necesidad que establece
nuestra separación y considerarlos, como consideramos a las
demás colectividades humanas: enemigos en la guerra, en la
paz, amigos.
Por lo tanto, los Representantes de los Estados
Unidos de América, convocados en Congreso General,
apelando al Juez Supremo del mundo por la rectitud de
nuestras intenciones, en nombre y por la autoridad del buen
pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos público y
declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben serlo
por derecho, Estados Libres e Independientes; que quedan
libres de toda lealtad a la Corona británica, y que toda
vinculación política entre ellas y el Estado de la Gran
Bretaña queda y debe quedar disuelta; y que, como Estados
Libres o Independientes, tienen pleno poder para hacer la
guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el
comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen
derecho los Estados Independientes. Y en apoyo de esta
Declaración, con absoluta confianza en la protección de la
Divina Providencia, empeñamos nuestra vida, nuestra
hacienda y nuestro sagrado honor.
New Hampshire: Josiah Bartlett, William Whipple,
Matthew Thornton;
Massachusetts: Samuel Adams, John Adams, John
Hancock, Robert Treat Paine, Elbridge Gerry;
Rhode Island: Stephen Hopkins, William Ellery;
Connecticut: Roger Sherman, Samuel Huntington, William
Williams, Oliver Wolcott;
New York: William Floyd, Philip Livingston, Francis
Lewis, Lewis Morris;
100
New Jersey: Richard Stockton, John Witherspoon, Francis
Hopkinson, John Hart, Abraham Clark;
Pennsylvania: Robert Morris, Benjamin Rush, Benjamin
Franklin, John Morton, George Clymer, James Smith,
George Taylor, James Wilson, George Ross;
Delaware: George Read, Caesar Rodney, Thomas McKean;
Maryland: Samuel Chase, William Paca, Thomas Stone,
Charles Carroll of Carrollton;
Virginia: George Wythe, Richard Henry Lee, Thomas
Jefferson, Benjamin Harrison, Thomas Nelson, Jr., Francis
Lightfoot Lee, Carter Braxton;
North Carolina: William Hooper, Joseph Hewes, John
Penn;
South Carolina: Edward Rutledge, Thomas Heyward, Jr.,
Thomas Lynch, Jr., Arthur Middleton;
Georgia: Button Gwinnett, Lyman Hall, George Walton
Texto 23
Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano.
Decretada por la Asamblea Nacional en la reunión de los
días 20, 21, 23, 24 y 26 de agosto de 1789. Aceptada por
el Rey*

Los Representantes del Pueblo Francés, constituidos en

Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el
olvido o el menosprecio de los derechos del Hombre son las
únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción
de los Gobiernos, han resuelto exponer, en una Declaración
solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del
Hombre, para que esta declaración, constantemente presente
para todos los Miembros del cuerpo social, les recuerde sin
cesar sus derechos y sus deberes; para que los actos del
poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse en
todo momento con la finalidad de cualquier institución
política, sean más respetados y para que las reclamaciones
de los ciudadanos, fundadas desde ahora en principios
simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio del
mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos.

*
Traducción tomada de la página del Conseil Constitutionnel de France
(http://www.conseil-constitutionnel.fr/conseil-
constitutionnel/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf), completada con la
"Representación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano" (1789) del Museo Carnavalet (imagen de la derecha),
consultada en Wikimedia Commons.

101
 En consecuencia, la Asamblea Nacional reconoce y
declara, en presencia del Ser Supremo y bajo sus auspicios,
los siguientes derechos del Hombre y del Ciudadano:
Artículo 1º
Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en
la utilidad común.
Artículo 2
La finalidad de cualquier asociación política es la protección
de los derechos naturales e imprescriptibles del Hombre.
Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y
la resistencia a la opresión.
Artículo 3
El principio de toda Soberanía reside esencialmente en la
Nación. Ningún cuerpo ni ningún individuo pueden ejercer
autoridad alguna que no emane expresamente de ella.
Artículo 4
La libertad consiste en poder hacer todo lo que no
perjudique a los demás. Por ello, el ejercicio de los derechos
naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que
garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el goce de
estos mismos derechos. Tales límites tan sólo pueden ser
determinados por la Ley.
Artículo 5
La Ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales
para la Sociedad. Nada que no esté prohibido por la Ley
102
puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer algo
que ésta no ordene.
Artículo 6
La Ley es la expresión de la voluntad general. Todos los
Ciudadanos tienen derecho a contribuir a su elaboración,
personalmente o a través de sus Representantes. Debe ser la
misma para todos, tanto para proteger como para sancionar.
Además, puesto que todos los Ciudadanos son iguales ante
la Ley, todos ellos pueden presentarse y ser elegidos para
cualquier dignidad, cargo o empleo públicos, según sus
capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y
aptitudes.
Artículo 7
Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido,
salvo en los casos determinados por la Ley y en la forma
determinada por ella. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o
hagan ejecutar órdenes arbitrarias deben ser castigados; con
todo, cualquier ciudadano que sea requerido o aprehendido
en virtud de la Ley debe obedecer de inmediato, y es
culpable si opone resistencia.
Artículo 8
La Ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente
necesarias, y tan sólo se puede ser castigado en virtud de una
Ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y
aplicada legalmente.
Artículo 9
Puesto que cualquier hombre se considera inocente hasta no
ser declarado culpable, si se juzga indispensable detenerlo,
cualquier rigor que no sea necesario para apoderarse de su
persona debe ser severamente reprimido por la Ley.
Artículo 10
Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive
religiosas, siempre y cuando su manifestación no perturbe el
orden público establecido por la Ley.
contribución pública, de aceptarla libremente, de vigilar su
empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación
y su duración.
Artículo 15
La Sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a
cualquier Agente público.

Artículo 11
La libre comunicación de pensamientos y opiniones es uno
de los derechos más valiosos del Hombre; por consiguiente,
cualquier Ciudadano puede hablar, escribir e imprimir
libremente, siempre y cuando responda del abuso de esta
libertad en los casos determinados por la Ley.
Artículo 12
La garantía de los derechos del Hombre y del Ciudadano
necesita de una fuerza pública; por ello, esta fuerza es
instituida en beneficio de todos y no para el provecho
particular de aquéllos a quienes se encomienda.
Artículo 16
Una Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los
Derechos, ni determinada la separación de los Poderes,
carece de Constitución.
Artículo 17
Por ser la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie
puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública,
legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y con la
condición de haya una justa y previa indemnización.

Artículo 13
Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos
de administración, resulta indispensable una contribución
común, la cual debe repartirse equitativamente entre los
ciudadanos, de acuerdo con sus capacidades.

Artículo 14
Todos los Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por
sí mismos o a través de sus representantes, la necesidad de la

103
Mapa 7: Las trece colonias de Norteamérica

104
 Tarea
1. Completa el Formato 8 en el recuadro asignado al Texto 24 “Antecedentes
de la Revolución francesa” y al Video 2 “La Revolución francesa en 14
minutos”
2. Lee el Texto 24 y, a partir de tu lectura del mismo, toma notas para
responder a la pregunta: ¿Qué condiciones fueron las que llevaron al
estallido revolucionario?
3. Ve el Video 2 y, a partir de los elementos que encuentres en él, señala:
a) Cuáles son las principales etapas de la Revolución francesa y qué las
caracteriza.
b) Cuáles son, durante el proceso revolucionario, las principales demandas
de los distintos sectores involucrados.
c) Qué transformaciones políticas se logran con la Revolución francesa.
d) Cuáles son los sectores más beneficiados por el cambio revolucionario.
4. Lleva tus notas de lectura a la clase siguiente para discutirlas en clase.

105
OCTAVA SESIÓN
1. Para revisar el Texto 24 “Antecedentes de la Revolución francesa”31 y el Video 2 “La
Revolución francesa en 14 minutos”,32 dos alumnos presentarán ambos documentos en
función del Formato 8 de ubicación.
2. El Video 2 puede consultarse en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=ttdq818TGD0) o
en el almacén digital que acompaña este material.
3. En sesión plenaria se discutirán las propuestas de respuesta de los alumnos en torno a las
preguntas planteadas para ambos documentos.

4. Individualmente, los alumnos completan el Formato 8 de ubicación en el apartado dedicado

al Texto 25 “La época de Napoleón”.33
5. Realizan la lectura de este texto para:
a) Ubicar los principales momentos de este periodo histórico.
b) Responder la pregunta: ¿Con respecto a los ideales de la Revolución francesa y
de los gobiernos revolucionarios, qué cambios y qué continuidades se dieron
durante los gobiernos de Napoleón Bonaparte?
6. Las respuestas se revisan en lluvia de ideas.

31
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen II, 9ª ed., México, Cengage Learning Editors, 2016, pp. 519-522.
32
"La Revolución Francesa en 14 minutos", Video de Academia Play, sitio de elaboración de herramientas de aprendizaje a través de formato video
(https://academiaplay.es/). El video fue tomado del canal de Youtube del sitio: https://www.youtube.com/watch?v=ttdq818TGD0
33
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen II, 9ª ed., México, Cengage Learning Editors, 2016, pp. 538-545.

106
7. Organizados en equipos, los alumnos intercambian puntos de vista sobre las dos
revoluciones trabajadas en esta secuencia con el objeto de elaborar un esquema de
redacción en el que se definan los elementos que permiten responder a la pregunta ¿Qué
papel jugaron las revoluciones del siglo XVIII en la conformación del mundo
contemporáneo?
8. El escrito será realizado de tarea de manera individual.

107
 Formato 8
Referentes contextuales para el análisis de fuentes y documentos
Texto 24: Video 2: Texto 25:
“Antecedentes de la “La Revolución francesa “La época de Napoleón”
Revolución francesa” en 14 minutos”
Autor:

Época del
autor:

Tipo de fuente
o documento:

Espacio al que
se refiere:

Tiempo al que
se refiere:

Con qué
finalidad
escribe el
autor:

108
Texto 24
Antecedentes de la Revolución francesa
Aunque asociamos eventos como la Revolución francesa
con cambios repentinos, sus causas involucran problemas de
largo alcance, así como de aparición inmediata. Como se ha
visto en repetidas ocasiones, las revoluciones no
necesariamente se deben al colapso económico ni a grandes
grupos de gente empobrecida que anhelan un cambio. De
hecho, en los 50 años anteriores a 1789, Francia había
experimentado un periodo de crecimiento económico debido
a la expansión del comercio exterior y al incremento de la
producción industrial, aunque muchas personas,
especialmente los campesinos, no pudieron compartir esta
bonanza. Aun así, debemos buscar las causas de la
Revolución francesa haciendo un examen multifacético de la
sociedad francesa y de sus problemas en la última etapa del
siglo XVIII.
La estructura social del Antiguo Régimen
Las causas a largo plazo o indirectas de la Revolución
francesa deben buscarse primero en las condiciones en que
se encontraba la sociedad francesa. Antes del levantamiento
armado, la sociedad francesa estaba afincada en la
desigualdad de los derechos o en la idea del privilegio. La
población de 27 millones de personas estaba dividida, como
*
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen II, 9ª ed., México,
Cengage Learning Editors, 2016, pp. 519-522.
lo había estado desde la Edad Media, en categorías legales
* conocidas como los tres órdenes o Estados.
EL PRIMER ESTADO. El Primer Estado lo constituía el
clero, conformado por unas 130 mil personas. La Iglesia
poseía cerca del 10% de las tierras y sus dirigentes estaban
exentos de la taille, el principal impuesto francés, aunque
habían accedido a pagar una contribución “voluntaria” cada
cinco años al Estado. Los clérigos también estaban
radicalmente divididos, pues el alto episcopado, que
provenía de familias aristocráticas, compartía los intereses
de la nobleza, mientras que los párrocos eran a menudo
pobres plebeyos.
EL SEGUNDO ESTADO El Segundo Estado era la nobleza
y estaba integrado por no más de 350 mil personas que, no
obstante, poseían entre 25 y 30% de las tierras. Bajo los
mandatos de Luis XV y Luis XVI, la nobleza seguía jugando
un papel importante, incluso crucial, en la sociedad francesa,
ya que sustentaba muchos de los principales puestos en el
gobierno, el ejército, los tribunales y los más altos cargos de
la Iglesia. Gran parte de la industria pesada francesa estaba
controlada por los aristócratas, ya fuera porque invertían en
ella o porque eran los dueños de la minería y de las
empresas metalúrgicas. Pero la nobleza francesa también
estaba dividida. Los miembros de la de toga adquirieron su
posición por su desempeño como funcionarios, camino que a
menudo permitía a los plebeyos obtener títulos de nobleza.
Estos burócratas ahora dominaban los tribunales reales y los
cargos administrativos importantes. Por su parte, la nobleza
109
de espada afirmaba ser descendiente de la nobleza medieval
original. Como grupo, los aristócratas buscaban expandir sus
privilegios a expensas de la monarquía —defender la
libertad resistiéndose a acciones arbitrarias de ésta— y
también mantener su control monopolizador de cargos
militares, eclesiásticos y gubernamentales. En 1781, como
reacción a las ambiciones de la aristocracia recién llegada de
la burguesía, la Ley Segur intentó poner un límite a la venta
de cargos militares a los nobles de la cuarta generación,
excluyendo así a los nuevos miembros enlistados de la
nobleza.
Aunque muchos de los nobles eran pobres, en
conjunto las fortunas de los acaudalados superaban a las de
los demás miembros de la sociedad francesa. Generalmente
los aristócratas tendían a casarse con otros de su misma
clase, formando un grupo fuertemente cerrado. Aunque sus
privilegios variaban de región en región, el simple hecho de
poseerlos seguía siendo un sello de nobleza. Y las
exenciones de impuestos, en especial la taille, era común a
todos ellos.
EL TERCER ESTADO. El Tercer Estado eran los plebeyos,
quienes constituían la gran mayoría de la población francesa.
Estaban divididos por grandes diferencias según su
ocupación, nivel de educación y riqueza. Los campesinos
integraban el descontento económico de este segmento de la
población del Tercer Estado y a menudo su lucha por
sobrevivir los llevó a desempeñar un importante papel en la
Revolución, en especial en la ciudad de París. Un
observador señaló que la insubordinación “había sido visible
entre la gente por algunos años y ahora sobre todo entre los
artesanos” Un historiador ha trazado una gráfica de los
110
altibajos de los disturbios revolucionarios en París
mostrando su correlación con los cambios en el precio del
pan. La gente común gastaba entre un tercio y la mitad de
sus ingresos en pan, alimento que componía las tres cuartas
partes de su dieta, por lo que los incrementos tan repentinos
en su precio influían de inmediato en el orden público. La
población esperaba que el costo del pan fuera controlado. Su
desesperación creció cuando los precios se elevaron y
entonces su único recurso fue tomar acciones multitudinarias
para tratar de cambiar la situación. Los pueblos y las
ciudades albergaban también a gran cantidad de trabajadores
sin oficio especializado. Un magistrado se quejaba de que
“la miseria [...] ha arrojado a gente a las ciudades
saturándolas con su inutilidad y sin encontrar nada que hacer
porque no hay suficiente para quienes viven en ellas.”34
Alrededor de 8% de la población, es decir 2.3
millones de personas, formaban la burguesía o clase media,
que era dueña de entre 20 y 25% de la tierra. Este grupo
incluía a comerciantes, industriales y banqueros que
controlaban los recursos del comercio, la manufactura y las
finanzas, que se habían visto beneficiados por la prosperidad
económica después de 1730. La burguesía también la
conformaba gente profesional como abogados, funcionarios
públicos, médicos y escritores. Muchos de sus miembros
buscaron seguridad y posición social a través de la
adquisición de tierras. Sin embargo, tenían también sus
propias quejas porque a menudo se les excluía de los
privilegios sociales y políticos que estaban monopolizados
34
Citado en O.J. Hufton, “Toward an Understanding of the Poor of
Eighteenth-Century France”, en J.F. Bosher (ed.), French Government
and Society, 1500-1850, Londres, 1973, p. 152.
por nobles. Por largo tiempo, estos resentimientos de la clase
media se tomaron como la causa principal de la Revolución
francesa. Pero si bien todas estas tensiones existían, la
situación se resumía simplemente en una burguesía unida
contra una nobleza también unida. Los nobles estaban
divididos por una gran diferencia de riqueza e importancia y
una brecha similar separaba a los acaudalados financieros de
los abogados locales en las provincias francesas.
Existían marcadas similitudes en los altos niveles de
la sociedad entre la burguesía más adinerada y la nobleza.
Todavía era posible, para los miembros de la clase media
acaudalada, entrar en las filas de la aristocracia mediante la
obtención de cargos públicos e ingresando a la nobleza de
toga. De hecho, entre 1774 y 1789, un nada despreciable
número de 2 500 burgueses acaudalados se integró a la clase
cortesana. Durante todo el siglo XVIII se crearon 6 500
nuevas familias de nobles. Además, como vimos en capítulo
anterior, los aristócratas también estaban comprometidos en
actividades capitalistas en sus propiedades como la minería,
la metalurgia y la industria de la fabricación de vidrio, e
incluso invertían en el comercio exterior. Visto en términos
económicos, muchos miembros de la burguesía y de la
nobleza formaban una misma clase. Finalmente, las nuevas
y críticas ideas de la Ilustración demostraron tener atractivo
tanto para unos como para otros. Integrantes de ambos
grupos compartían un mundo común de pensamiento
político liberal La visión tradicional de que la Revolución
francesa resultó del conflicto entre dos rígidos órdenes, la
burguesía y la nobleza, ha tenido que ser revisada y
ampliada. Tanto las élites burguesas como las aristocráticas,
acostumbradas desde hacía mucho tiempo a una nueva
realidad socioeconómica basada en la riqueza y el éxito
111
financiero, se sentían cada vez más frustradas por el sistema
monárquico que descansaba en sus privilegios y en una
arcaica y estricta estructura social basada en el concepto de
los estamentos. La oposición de estas élites al viejo orden
finalmente las llevó a tomar acciones drásticas en contra del
régimen monárquico, aunque pronto surgió una división de
opiniones en cuanto a los límites: hasta dónde debía
procederse la eliminación de los privilegios tradicionales. En
realidad, la Revolución tuvo sus orígenes en resentimientos
políticos.
Otros problemas frente a la monarquía francesa
Aunque las causas a largo plazo que ocasionaron la
Revolución francesa se pueden encontrar, en parte, en la
creciente frustración hacia la incapacidad de la monarquía
para manejar los nuevos problemas y realidades sociales,
también estaban presentes otros factores. El fracaso de la
monarquía francesa se exacerbó por problemas específicos
en la década de 1780. Si bien el país había disfrutado de 50
años de crecimiento general, seguían presentándose crisis
económicas periódicas. Las malas cosechas de los 1787 y
1788 y los comienzos de una depresión manufacturera
dieron como resultado la escasez de comida, el aumento en
los precios de los alimentos y otras necesidades, además del
desempleo en las ciudades. El número de pobres, estimado
por algunos casi la tercera parte de la población, alcanzó
proporciones críticas en las vísperas de la revuelta. Un
viajero inglés notó la miseria de la gente pobre del campo:
“Todas las niñas y mujeres del campo carecen de zapatos y
calcetines; y en su trabajo, los hombres que labran la tierra
no tienen ni zuecos en sus pies. Esta es una pobreza que
sacude la raíz de la prosperidad nacional.”35
Las ideas de los filósofos. El siglo XVIII se caracterizó
también por el aumento en las críticas hacia los privilegios,
así como hacia las instituciones sociales y políticas. A pesar
de que los filósofos no abogaban por la rebelión, sus ideas
circulaban ampliamente entre las letradas élites de la nobleza
y la burguesía francesas. Es difícil probar la verdadera
influencia que tuvieron las ideas políticas de los
intelectuales, pero una vez que la Revolución comenzó, los
líderes revolucionarios frecuentemente citaban a los
escritores de la Ilustración, en especial a Rousseau.
El fracaso en la creación de reformas. Los parlamentos
franceses solían frustrar todo intento de reforma. Las 13
cortes, que eran las responsables de establecer los decretos
reales, podían bloquear estos edictos simplemente al no
hacer registro de ellos. Y aunque Luis XIV trató de
someterlos, los parlamentos adquirieron una gran fortaleza
en el siglo XVIII, puesto que, tanto ellos como los jueces de
la nobleza, asumieron el papel de defensores de la “libertad”
contra el poder arbitrario de la monarquía. Como nobles
defensores, sin embargo, muchas veces veían también por
sus propios intereses, en especial mediante la supresión de
nuevos impuestos. Esto nos recuerda que uno de los
principales problemas que enfrentaba la monarquía era de
índole financiera.
35
Arthur Young, Travels in France During the Years 1787, 1788, and
1789, Cambridge, 1929, p. 23.
112
La crisis financiera. La causa inmediata de la Revolución
francesa fue el inminente colapso de las finanzas del
gobierno. Al mismo tiempo que Francia pasaba por una
crisis económica, el gobierno se encontraba severamente
escaso de dinero. Sin embargo, los gastos seguían creciendo
por los costos de la guerra y la extravagancia de la realeza.
Debido a que la monarquía respondía mediante préstamos,
en el presupuesto de 1788 tan sólo los intereses de la deuda
constituían la mitad del erario público. La deuda total
alcanzó la suma de 4 mil millones de libras (apenas 800
millones de dólares). Los prestamistas financieros,
temerosos de que nunca se les fuera a pagar, se rehusaron a
prestar más dinero.
El ministro de finanzas del rey luchó contra este
problema, pero no encontró sino resistencia. En 1786, Carlos
de Calonne, contralor general de finanzas, vio que era
imposible seguir pidiendo prestado, así que propuso una
transformación completa del sistema fiscal y administrativo
del Estado. En 1787, Calonne convocó a una “Asamblea de
Notables” para obtener su apoyo. Sin embargo, los nobles,
prelados y magistrados de ese grupo se negaron a cooperar,
y el intento de la administración de seguir adelante por sí
solo lo condujo a mayores desastres. Al borde de un colapso
económico completo, el gobierno al final se vio forzado a
convocar a una reunión entre los Estados Generales y el
cuerpo parlamentario francés, que no se había dado desde
1614. Al llamar a los Estados Generales, el gobierno
prácticamente estaba aceptando que era necesario aumentar
los impuestos.
Texto 25
La época de Napoleón*
Napoleón dominó tanto la historia francesa como la europea
de 1799 a 1815. El golpe de Estado que lo llevó al poder
ocurrió exactamente 10 años después del estallido de la
Revolución francesa. En cierto sentido, él dirigió a la
revolución a su fin, pero también fue su hijo; se llamaba a sí
mismo el hijo de la Revolución. Ésta hizo posible su ascenso
primero en el ejército y después al poder supremo de
Francia. Incluso, más allá de esto, Napoleón Bonaparte dijo
una vez: “Yo soy la Revolución” y nunca cesó de recordarle
a los franceses que le debían la conservación de todo lo que
fue beneficioso en el programa revolucionario.
El ascenso de Napoleón
Napoleón nació en Córcega en 1769, sólo unos cuantos
meses después de que Francia se anexara la isla. Hijo de un
abogado italiano cuya familia provenía de la nobleza
florentina, Napo1eóne di Buonaparte (para utilizar su
nombre de nacimiento) creció en la campiña de Córcega; era
un niño voluntarioso y exigente que no obstante desarrolló la
disciplina, el ahorro y la lealtad a su familia. Las conexiones
de su padre en Francia le permitieron estudiar primero en
*
Jackson J. Spielvogel, Historia Universal, Volumen II, 9ª ed., México,
Cengage Learning Editors, 2016, pp. 538-545. Las imágenes que ilustran
este texto fueron tomadas de Wikimedia Commons. La de la p. 118:
Jacques-Louis David, Detalle de La coronación de Napoleón, 1806-
1807, Museo de Louvre. La de la p. 123: William Sadler, La batalla de
Waterloo, s/f.
113
una escuela en el pueblo francés de Autun, donde aprendió a
hablar la lengua francesa, y posteriormente obtuvo una beca
real para asistir a una academia militar. En aquella época
adaptó su primer nombre al sonido más francés de Napoleón
(no cambió su apellido a Bonaparte hasta 1796).
La educación militar de Napoleón lo condujo a una
comisión, en 1785, como teniente, aunque no contaba con la
simpatía de sus compañeros oficiales porque era de baja
estatura, hablaba con acento italiano y tenía poco dinero.
Durante los siete años siguientes, Napoleón dedicó mucho
de su tiempo a leer los trabajos de los filósofos, en especial
de Rousseau, y en educarse a sí mismo en asuntos militares
estudiando las campañas de grandes líderes militares del
pasado, como Alejandro Magno, Carlomagno y Federico el
Grande. La Revolución francesa y la guerra europea que
siguieron a continuación ampliaron sus perspectivas y le
presentaron nuevas oportunidades.
LA CARRERA MILITAR DE NAPOLEÓN. Napoleón
ascendió rápidamente, en 1792 consiguió ser designado
capitán y al año siguiente cumplió tan bien como
comandante de artillería en la captura de Toulon, que fue
promovido a general de brigada en 1794, cuando sólo
contaba con 25 años de edad. En octubre de 1795 salvó la
Convención Nacional de la muchedumbre parisina, por lo
que fue ascendido al grado de general mayor. En este
periodo, Napoleón se había convertido en héroe en algunos
círculos sociales parisinos, donde conoció a Josephine de
Beauharnais, viuda de un general guillotinado. Seis años
mayor que él, Josephine vivía una vida de lujo gracias a los
regalos de sus amantes influyentes. Napoleón se enamoró
profundamente, se casó con ella en 1796 y le fue fiel por
muchos años, a pesar de las famosas relaciones de Josefina
con otros hombres.
Poco después de su matrimonio, Napoleón fue
nombrado comandante del ejército francés en Italia. Allí
convirtió a un grupo de soldados indisciplinados en una
eficaz fuerza de combate, y en una serie de sorprendentes
victorias derrotó a los austriacos y les dictó la paz en 1797.
Debido a sus campañas en Italia, Napoleón ganó la
confianza de sus hombres por su energía, encanto y
capacidad de comprender ágilmente cuestiones complejas y
tomar rápidas decisiones. Era riguroso con sus oficiales y los
dirigió implacablemente. Con los soldados de rango y de
filas tenía una relación diferente, comía con ellos, les
proporcionaba buen alimento y ropa y los embelesaba con
sus palabras. “Sabían que yo era su patrón”, destacó una vez.
El resto de su vida, estas cualidades combinadas con su
aguda inteligencia, facilidad de palabra y suprema confianza
en sí mismo, le permitieron influir en las personas y ganar su
apoyo decisivo. A Napoleón le gustaba verse como un
hombre de destino y un gran hombre que dominaba la
suerte. Una vez dijo:
Una serie consecutiva de grandes
acciones nunca es el resultado de la
oportunidad y la suerte, esto siempre es
el producto de la planificación y el
genio. Los grandes hombres raramente
se sabe que fracasan en sus misiones
más peligrosas [...] ¿Es porque son
afortunados que se hacen magnánimos?
114
No, pero siendo grandes, han sido
hábiles en dominar la suerte.36
Napoleón se vio también como un genio militar que tenía
“un toque para el liderazgo que no podía ser aprendido en
los libros, ni mediante la práctica.”
En 1797, Napoleón regresó a Francia en calidad de
héroe victorioso y se le dio el mando de un ejército que se
entrenaba para invadir Inglaterra. Creyendo que los
franceses no estaban listos para tal incursión, propuso en
cambio agredir indirectamente a Gran Bretaña tomando
Egipto y amenazando a la India, la principal fuente de la
riqueza británica. Pero los ingleses controlaban los mares, y
hacia 1799 lograron cortar los abastecimientos del ejército
de Napoleón en Egipto. Al no ver futuro alguno en esta
inminente derrota, Napoleón no vaciló en abandonar a su
ejército y regresar a París, donde participó en el golpe de
Estado que, en última instancia, lo condujo a la dictadura
virtual de Francia. Tenía sólo 30 años de edad en aquel
momento.
NAPOLEÓN AL MANDO. Con el golpe de Estado de 1799
se proclamó una nueva forma de república, con una
constitución que establecía una asamblea legislativa
bicameral elegida indirectamente para reducir la función de
las elecciones. El poder ejecutivo del nuevo gobierno quedó
en manos de tres cónsules, aunque el artículo 42 de la Carta
Magna establecía que “La decisión del primer cónsul
bastará”. Como primer cónsul, Napoleón controlaba
36
Citado en J. Christopher Herold (ed.), The Mind of Napoleo, Nueva
York, 1955, p. 43.
directamente la autoridad ejecutiva entera del gobierno.
Tenía una influencia abrumadora sobre la legislatura,
designaba a los miembros de la burocracia, controlaba el
ejército y dirigía los asuntos exteriores. En 1802 fue
nombrado cónsul vitalicio y en 1804 restauró la monarquía
en Francia cuando se coronó a sí mismo como emperador
Napoleón I. Este paso indudablemente satisfizo su enorme
ego, pero además estabilizó el régimen y proporcionó una
permanencia que no era posible en el consulado. La era
revolucionaria que había comenzado con una tentativa de
limitar el Estado arbitrario, terminó con un mandato mucho
más autocrático que la monarquía del Antiguo Régimen. A
medida que su reinado progresaba y las demandas de la
guerra aumentaban, la política de Napoleón se volvía cada
vez más dictatorial.
La política interna del emperador Napoleón
Napoleón a menudo afirmaba que había conservado los
beneficios de la Revolución para el pueblo francés. El ideal
de libertad republicana, desde luego, fue destruido por la
apenas encubierta autocracia napoleónica. ¿Pero se
mantenían acaso los ideales revolucionarios en otros
aspectos? Un examen de su política interna nos permitirá
juzgar la verdad o falsedad de las afirmaciones del
emperador.
NAPOLEÓN Y LA IGLESIA CATÓLICA. En 1801,
Napoleón hizo las paces con el más antiguo y el más
implacable de los enemigos de la Revolución: la Iglesia
católica. Él mismo estaba desprovisto de cualquier fe
personal; era un racionalista del siglo XVIII que consideraba
la religión a lo sumo como una conveniencia. En Egipto se
115
llamó a sí mismo musulmán; en Francia, católico. Pero
Napoleón tuvo la necesidad de ponerse de acuerdo con la
Iglesia para estabilizar su régimen. En 1800 declaró al clero
de Milán: “Es mi firme intención que la religión cristiana, la
católica y la romana sean salvaguardadas en su totalidad.
[...] Ninguna sociedad puede existir sin moral; no hay moral
buena sin religión. Es, por lo tanto, únicamente la religión lo
que da al Estado un apoyo firme y duradero.”37 Poco
después de hacer esta declaración, el emperador abrió
negociaciones con el papa Pío VII para restablecer la
institución romana en Francia.
Ambas partes se beneficiaron del concordato que
Napoleón concertó con el papa en 1801. Aunque el sumo
pontífice ganara el derecho de deponer a obispos franceses,
esto le daba realmente poco control sobre la Iglesia católica
francesa, pues el Estado retuvo el derecho de nombrar a los
prelados. Al clero le fue permitido, además, tener
procesiones nuevamente y volver a abrir los seminarios.
Pero Napoleón ganó más que el papa. Con el simple hecho
de firmar el concordato, el obispo de Roma reconoció los
logros de la Revolución; además convino en no reclamar las
tierras de la Iglesia confiscadas durante el movimiento
revolucionario y, contrario a sus deseos, el catolicismo no se
restableció como la religión del Estado, pues Napoleón
estuvo sólo dispuesto a reconocerlo como la fe de la mayoría
del pueblo francés. El clero recibiría su paga del imperio,
pero para evitar la apariencia de una Iglesia de Estado, los
ministros protestantes también fueron puestos en la nómina.
Como resultado del concordato, la Iglesia católica ya no era
enemiga del gobierno francés. Al mismo tiempo, este
37
Citado en Félix Markham, Napoleon, Nueva York, 1963, pp. 92-93.
acuerdo tranquilizó a quienes habían adquirido tierras de la de la servidumbre y el feudalismo. Los derechos sobre la
Iglesia durante la revolución, pues no les serían arrebatadas, propiedad continuaron siendo protegidos cuidadosamente,
una certeza que obviamente los hizo partidarios del régimen mientras que los intereses de los empleadores se
napoleónico. salvaguardaron prohibiendo los sindicatos y las huelgas. El
Código Civil reflejaba claramente las aspiraciones
UN NUEVO CÓDIGO DE LEYES. Antes de la Revolución, revolucionarias de un sistema legal uniforme, la igualdad
Francia carecía legal y la
de un conjunto protección de la
único de leyes; propiedad y de
en cambio, tenía los individuos.
unos 300 Pero los
sistemas legales derechos de
diferentes. Se algunas
hicieron personas
esfuerzos quedaban
durante la estrictamente
Revolución para restringidos.
redactar un Durante la fase
código de leyes radical de la
para la nación Revolución
entera, pero fue francesa, las
Napoleón quien nuevas leyes
completó la habían hecho
tarea en siete del divorcio un
códigos, de los proceso sencillo
cuales el más tanto para los
importante era esposos como
el Código Civil (también conocido como el Código para las esposas, limitaron los derechos de los padres sobre
napoleónico). Éste conservó la mayor parte de los logros sus hijos (ya no podían colocar a sus hijos en prisión
revolucionarios, reconocía el principio de igualdad de todos arbitrariamente) y aprobaron que todos los descendientes
los ciudadanos ante la ley, el derecho de los individuos para (inclusive hijas) heredaran equitativamente las propiedades.
elegir sus profesiones, la tolerancia religiosa y la abolición El Código Civil de Napoleón anuló la mayor parte de esta

116
legislación. El control de los padres sobre sus familias fue
restaurado. El divorcio todavía era permitido, pero su
obtención fue más difícil para las mujeres. Una mujer
sorprendida cometiendo adulterio, por ejemplo, podía ser
divorciada por el cónyuge e incluso encarcelada. Un esposo,
sin embargo, sólo podía ser acusado de adulterio si
introducía a la amante a su casa. Las mujeres eran ahora
“menos iguales que los hombres” también en otros aspectos.
Cuando se casaban, sus propiedades quedaban bajo el
control de sus maridos. En los juicios se les trataba como
menores, y su testimonio se consideraba menos confiable
que el de los hombres.
LA BUROCRACIA FRANCESA. Asimismo, Napoleón
trabajó para racionalizar la estructura burocrática de Francia
desarrollando una centralizada y poderosa maquinaria
administrativa. Durante la Revolución, la Asamblea
Nacional había dividido a Francia en 83 departamentos y
remplazado con asambleas autónomas a los Estados
provinciales, nobles e intendentes. Napoleón mantuvo los
departamentos pero eliminó las asambleas localmente
elegidas e instituyó nuevos funcionarios, de los cuales los
más importantes eran los prefectos. Como agentes del
gobierno central, designados por el primer cónsul
(Napoleón), los prefectos eran responsables de supervisar
todos los aspectos de la administración local. Sin embargo,
no eran hombres de las comunidades y sus carreras
dependían de quien los elegía.
Como parte de la revisión del sistema administrativo
llevada a cabo por Napoleón, la recaudación fiscal se volvió
sistemática y eficiente (lo cual nunca había sucedido bajo el
Antiguo Régimen). Los impuestos ahora los cobraban
117
recaudadores profesionales empleados por el Estado que
trataban directamente con cada contribuyente. No había
exenciones fiscales debido a condiciones de nacimiento,
estatus o arreglos especiales. En principio, estos cambios se
habían introducido en 1789, pero realmente funcionaron
hasta la llegada de Napoleón. En 1802, el primer cónsul
proclamó un presupuesto equilibrado.
La centralización administrativa requería de una
burocracia de funcionarios capaces y Napoleón trabajó duro
para desarrollarla. En los inicios, el régimen mostró
preferencia por los expertos y le importó poco si esa
destreza había sido adquirida en las burocracias reales o
revolucionarias. La promoción en oficinas civiles o militares
no debía basarse en el rango o el linaje, sino sólo en las
habilidades demostradas. Esto era, por supuesto, lo que gran
parte de la burguesía deseó antes de la Revolución.
Napoleón, sin embargo, también fundó una nueva
aristocracia basada en el mérito al servicio del Estado. Creó
3,263 nobles entre 1808 y 1814; casi 60% eran oficiales
militares y el resto pertenecía a las filas más altas del
servicio civil o eran otros oficiales estatales y locales.
Socialmente, sólo 22% de la aristocracia de Napoleón
provenía de la nobleza del Antiguo Régimen, y casi 60% era
de origen burgués.
EL DESPOTISMO CRECIENTE DE NAPOLEÓN. Con sus
políticas internas Napoleón destruyó y resguardó aspectos de
la Revolución. Aunque la igualdad fue salvaguardada en el
código de leyes y en la apertura de carreras de talento, la
creación de una nueva aristocracia, la fuerte protección
concedida a los derechos de la propiedad y el uso del
reclutamiento militar manifestaban claramente que mucha
de la igualdad se había perdido. La libertad de expresión se
reemplazó por un despotismo inicialmente benevolente que
creció cada vez más en forma arbitraria. Napoleón cerró 63
periódicos en Francia e insistió en que todos los manuscritos
estuvieran sujetos a un escrutinio gubernamental antes de
que fueran publicados. Incluso el correo era abierto por la
policía oficial.
Una escritora prominente, Germaine de Staël (1766-
1817), se negó a aceptar el creciente despotismo del
régimen. Educada en las ideas del siglo de la Ilustración,
estableció un salón en París que fue un destacado centro
intelectual en 1800. Escribió novelas y obras políticas que
denunciaban el régimen tiránico del emperador. Napoleón
prohibió sus libros en Francia y la exilió a los Estados
alemanes donde continuó escribiendo, aunque no sin una
considerable angustia por no estar en su tierra natal. “El
universo está en Francia —escribió una vez—; fuera de ella
no hay nada”. Después del derrocamiento de Napoleón,
Germaine de Staël volvió a su amada París, donde murió dos
años después.
El Imperio napoleónico y la respuesta europea
Cuando Napoleón llegó a ser cónsul en 1799, Francia estaba
en guerra con una segunda coalición europea formada por
Rusia, Gran Bretaña y Austria. Entonces el emperador
advirtió la necesidad de un receso. Le comentó a un
diplomático prusiano que “la Revolución francesa no habrá
terminado mientras el flagelo de la guerra persista [...] Yo
deseo la paz, tanto para poner en orden al presente gobierno
francés, como para salvar al mundo del caos.”38 La paz que
38
Citado en Doyle, Oxford History of the French Revolution, p. 381.
118
buscaba la obtuvo en Amiens en marzo de 1802, dejando a
Francia con nuevas fronteras y diversos territorios clientes
desde el Mar del Norte hasta el Adriático. Pero la paz no
duró, porque tanto los ingleses como los franceses la
consideraron temporal y tenían pocas intenciones de
atenerse a sus términos.
En 1803, la guerra se reinició con Gran Bretaña, a la
que pronto se unieron Austria y Rusia en la Tercera
Coalición. En la Batalla de Ulm en el sur de Alemania en
1805, Napoleón rodeó a un ejército austriaco que se rindió
rápidamente. Luego continuó hacia el este de Ulm, donde
encaró a un gran ejército ruso bajo el mando del zar
Alejandro I y a algunas tropas austriacas en Austerlitz. Si
bien las fuerzas aliadas combinadas superaban en número
las fuerzas francesas, Napoleón devastó a las fuerzas aliadas,
debido a que el zar escogió terreno inadecuado para la
batalla. Austria demandó la paz y Alejandro tomó sus tropas
restantes y volvió a Rusia.
Al principio, Prusia se había negado a unirse a la
Tercera Coalición, pero después de que Napoleón
comenzara a reorganizar los Estados alemanes, invirtió el
curso. Actuando rápidamente, Napoleón aplastó las fuerzas
prusianas en dos batallas en Jena y Auerstadt en octubre de
1806, y luego avanzó para derrotar a los rusos, quienes
habían decidido regresar al combate en Eylau y Friedland en
junio de 1807. El gran ejército de Napoleón derrotó a los
miembros continentales de la Coalición, lo cual le dio la
oportunidad de crear un nuevo orden europeo.
EL GRAN IMPERIO DE NAPOLEON. El Gran Imperio se
componía de tres grandes regiones: el Imperio francés, un
conjunto de Estados dependientes y aliados, era el núcleo
central del Gran Imperio, y consistía en una Francia
ampliada que se extendía hasta el Rin en el este y abarcaba
la mitad occidental de Italia y el norte de Roma. Los Estados
dependientes incluían España, los Países Bajos, el reino de
Italia, la República suiza, el Gran Ducado de Varsovia y la
Confederación del Rin (una unión de todos los Estados
alemanes excepto Austria y Prusia). Los Estados aliados
eran aquellos que fueron derrotados por Napoleón y
forzados a unirse a su lucha contra Gran Bretaña,
principalmente Prusia, Austria y Rusia. Aunque la estructura
interna del Gran Imperio variaba fuera de su núcleo central,
Napoleón se consideraba a sí mismo el líder de todo el
conjunto: “Europa no puede descansar sino bajo una sola
cabeza que tendrá reyes por oficiales, y que distribuirá su
reino a sus lugartenientes”.
Dentro de su imperio, Napoleón exigía obediencia,
en parte porque necesitaba un frente común en contra de los
ingleses y, por otra, porque su creciente egocentrismo
demandaba subordinación a su voluntad. Pero como hijo del
siglo de Ilustración y de la Revolución, el emperador
buscaba también la aceptación en todas partes de
determinados principios revolucionarios, como la igualdad
legal, la tolerancia religiosa y la libertad económica. Tal y
como se lo explicó a su hermano Jerónimo, poco después de
haberlo nombrado rey del nuevo estado alemán de
Westfalia:
Lo que los pueblos de Alemania desean
con mayor impaciencia es que los
plebeyos con talento tengan el mismo
derecho a tu estima y a los empleos
públicos que los nobles, que cualquier
vestigio de servidumbre y de una
119
jerarquía intermedia entre el soberano y
la clase más baja del pueblo queden
totalmente abolidos. Los beneficios del
Código napoleónico, la difusión del
procedimiento judicial y la creación de
tribunales deben ser marcas de
distinción de tu monarquía. [...] ¿Qué
nación desearía regresar al arbitrario
gobierno prusiano una vez que ha
probado los beneficios de una
administración sabia y liberal? Los
pueblos de Alemania, los pueblos de
Francia, de Italia, de España, todos
desean igualdad e ideas liberales. He
guiado los asuntos de Europa desde hace
muchos años, y he tenido la ocasión de
convencerme de que las voces de las
clases privilegiadas son contrarias a la
opinión general. Sé un rey
constitucional.39
En el núcleo central y en los estados dependientes de su
Gran Imperio, Napoleón trató de destruir el viejo orden. La
nobleza y el clero, en todas partes de los Estados, perdieron
sus privilegios especiales; también decretó la igualdad de
oportunidad con cargos abiertos al talento, equidad ante la
ley y tolerancia religiosa. La difusión de principios
revolucionarios franceses fue un factor importante en el
desarrollo de las tradiciones liberales en estos países. Y las
reformas han conducido a algunos historiadores a ver a
Napoleón como el último de los absolutistas ilustrados.
39
Citado en Herold (ed.), The Mind of Napoleon, pp. 74-75.
EL PROBLEMA DE GRAN BRETAÑA. Al igual que
Hitler 130 años más tarde, Napoleón esperaba que su Gran
Imperio durara por siglos; y como el imperio de Hitler, se
desplomó casi tan rápidamente como se había formado. Dos
grandes razones ayudan a explicar esto: la supervivencia de
Gran Bretaña y la fuerza del nacionalismo. La primera se
debió principalmente al poderío marítimo de Inglaterra, que
siempre y cuando gobernara los mares, era prácticamente
invulnerable al ataque militar. Aunque Napoleón contempló
la idea de una invasión a territorio inglés e incluso reunió
barcos para ello, no pudo sobreponerse a la decisiva derrota
que la marina británica diera a una flota combinada de
franceses y españoles en Trafalgar en 1805. Por lo tanto,
cambió a su Sistema Continental para vencer a Gran
Bretaña. Puesto en práctica entre 1806 y 1807, el Sistema
procuró prevenir que las mercancías inglesas alcanzaran el
continente europeo para debilitar a Inglaterra
económicamente y destruir su capacidad bélica, pero
fracasó. Por otra parte, los Estados aliados resentían la
creciente tensión de la hegemonía económica francesa; por
lo que algunos comenzaron a hacer uso del engaño y otros
optaron por resistir, abriendo así las puertas a la
colaboración británica. Nuevos mercados en el Mediterráneo
Oriental y Latinoamérica también proporcionaron
compensaciones a los ingleses. Efectivamente, en 1810, las
exportaciones de Gran Bretaña a ultramar se acercaban al
récord máximo.
EL NACIONALISMO. El segundo factor importante en la
derrota de Napoleón fue el nacionalismo. Este credo político
surgió durante la Revolución francesa con el entusiasmo de
los franceses por la fraternidad (fraternité) y la solidaridad
120
en contra de otros pueblos. El nacionalismo implicó la única
identidad cultural extraordinaria de un pueblo basado en un
lenguaje común, en la religión y en símbolos propios. El
espíritu del nacionalismo francés hizo posibles los ejércitos
de masas de las épocas revolucionaria y napoleónica. Pero al
difundir los principios de la Revolución más allá de Francia,
Napoleón, inadvertidamente, también causó una extensión
del patriotismo. Los franceses despertaron este credo
político de dos maneras: convirtiéndose en opresores
odiados, y así animando el patriotismo de los otros, y
mostrando a los pueblos de Europa lo que el nacionalismo
era y lo que una nación con armas podía hacer. La lección
no fue en vano para otros pueblos y gobernantes. Un
levantamiento español en contra del mandato de Napoleón,
ayudado por el gobierno británico, mantuvo durante años a
una fuerza francesa de 200 000 hombres inmovilizada.
Los movimientos nacionalistas también surgieron en
los Estados alemanes, donde varios intelectuales impulsaron
un nacionalismo cultural basado en la unión del pueblo
alemán. El filósofo Johann Gottlieb Fichte (1762-1814),
quien al principio dio la bienvenida a la Revolución francesa
por liberar el espíritu humano, pronto se convirtió en un
defensor del espíritu nacional alemán radicalmente opuesto
al de Francia. Aunque voces intelectuales como la de Fichte
hicieron poco para derrocar a los franceses, despertaron un
sueño del nacionalismo alemán que daría frutos más tarde en
el siglo XIX.
En Prusia, la opinión contra Napoleón condujo a una
seria reforma del antiguo orden, que fue tan fácilmente
aplastado por el emperador francés. Como un oficial
prusiano lo expresó: los prusianos debían aprender del
ejemplo francés y “colocar sus energías nacionales enteras
en oposición al enemigo.” Bajo la dirección del barón al Sistema Continental sin oposición, otros pronto harían lo
Heinrich von Stein, y posteriormente del príncipe Karl mismo. En junio de 1812, el gran ejército francés de más de
Hardenberg, Prusia se embarcó en la realización de reformas 600 000 hombres entró a Rusia. Las esperanzas de Napoleón
políticas y militares que incluían la abolición la para lograr la victoria dependían de encontrar y derrotar
servidumbre, la elección de ayuntamientos y la creación de rápidamente a las fuerzas rusas, pero éstas se negaron a dar
un ejército permanente más grande. Las reformas prusianas, batalla y se retiraron a cientos de kilómetros mientras
instituidas como una respuesta a Napoleón, la habilitaron incendiaban sus propias aldeas y campos para evitar que el
una vez más para desempeñar un papel importante en los ejército napoleónico encontrara alimento y forraje. El calor y
asuntos europeos. la enfermedad también cobraron su cuota al invasor y el
vasto espacio del territorio ruso llevó a muchas tropas a
La caída de Napoleón desertar. Cuando los rusos se detuvieron para luchar en
Napoleón dijo una vez: “Si hubiera experimentado placer, Borodino, las fuerzas imperiales ganaron una victoria
podría haber descansado; pero el peligro siempre estuvo indecisa y costosa. Murieron 45,000 elementos rusos; los
frente a mí, y la victoria del día siempre era olvidada con la franceses perdieron a 30,000, pero no contaban con
preocupación de la necesidad
de ganar una nueva victoria al
día siguiente.”40 Sin detenerse
nunca, Napoleón estaba
decidido en 1812 a invadir
Rusia. Éste fue el principio de
su caída, ya que la deserción
de Rusia del Sistema
Continental lo dejó con muy
pocas alternativas. Aunque
era consciente de los riesgos
que implicaba invadir un país
tan grande, el emperador
también sabía que si a los
rusos se les permitía desafiar

40
Citado en Steven Englund, Napoleon: A Political Life, Nueva York,
2004, p. 285.

121
remplazos inmediatos. Cuando las tropas restantes del gran Bélgica. El 18 de junio, en Waterloo, el emperador enfrentó
ejército francés llegaron a Moscú, encontraron la ciudad en un ejército combinado de ingleses y prusianos bajo el mando
llamas. Desprovisto de alimento y suministros, Napoleón del duque de Wellington; sufrió una derrota sangrienta. Esta
abandonó Moscú a finales de octubre y emprendió la “Gran vez, los aliados victoriosos lo exiliaron a Santa Elena, una
Retirada” a través de Rusia en medio de las terribles pequeña isla abandonada del Atlántico Sur. Sólo el recuerdo
condiciones del invierno. Sólo 40,000 elementos dispersos de Napoleón continuaría obsesionando la vida política
de su gran ejército lograron regresar a Polonia en enero de francesa.
1813. Este desastre militar produjo posteriormente una
guerra de liberación a lo largo de Europa, culminando con la
capitulación de Napoleón en abril de 1814.
Al derrotado emperador de los franceses le fue
Cronología: La era napoleónica, 1799-1815
permitido jugar al gobernante en la isla de Elba, frente a la
costa de Toscana, mientras que la monarquía de los Borbón
Napoleón como primer cónsul 1799-1804
se restauraba en Francia en la persona de Luis XVIII,
Concordato con la Iglesia católica 1801
hermano del rey ejecutado. Pero el nuevo rey tuvo poco Emperador Napoleón I 1804-1815
apoyo, y Napoleón, aburrido en Elba, regresó furtivamente a Batalla de UIm (derrota de Austria) 1805
Francia. Cuando las tropas salieron a capturarlo, Napoleón Batalla de Austerlitz (derrota de Rusia) 1805
abrió su abrigo y se dirigió a ellos: “¡Soldados del quinto Batalla de Trafalgar (derrota naval 1805
regimiento, yo soy su emperador [...] Si hay un hombre entre de las fuerzas de Napoleón)
ustedes que mataría a su emperador, heme aquí!”. Nadie Batallas de Jena y Auerstädt (derrota de Prusia) 1806
disparó. Gritando “Vive l’Empéreur, Vive l’Empéreur”, las Sistema Continental establecido 1806
tropas se pasaron a su lado y Napoleón entró a París Batallas de Eylau y Friedland (derrota de Rusia) 1807
triunfante el 20 de marzo de 1815. Invasión a Rusia 1812
Las potencias que lo habían derrotado una vez más se Guerra de liberación 1813-1814
Exilio en Elba 1814
comprometieron a luchar contra este hombre que llamaban
Batalla de Waterloo; exilio en Santa Elena 1815
el “enemigo y agitador de la tranquilidad del mundo.” Sin Muerte de Napoleón 1821
embargo, cuando decidió agredir primero a sus enemigos,
Napoleón organizó otro ejército y se desplazó para atacar las
fuerzas aliadas más cercanas que estaban estacionadas en

122
 Tarea
1. Elabora un escrito en el que desarrolles la respuesta a la pregunta ¿Qué
papel jugaron las revoluciones de los siglos XVII y XVIII en la
conformación del mundo contemporáneo? En él deberás:
a) Tomar como base de tu estructura expositiva el esquema de redacción
realizado en clase en equipo.
b) Retomar, como parte de tu argumentación, elementos de los distintos
documentos y fuentes que utilizamos en esta secuencia didáctica.
c) Citar oportuna y adecuadamente las fuentes utilizadas.
d) Utilizar aparato crítico.
e) Incluir al final del escrito una Bibliografía en la que se incluyan todos los
documentos y fuentes utilizadas.
f) La extensión del escrito deberá ser alrededor de DOS cuartillas.
2. Deberás llevar tu escrito la siguiente sesión para entregar al profesor o
profesora.
3. Los escritos serán discutidos en clase.
4. Para la siguiente sesión, deberás traer a clase todos los productos que se
han hecho para esta Unidad.

123
NOVENA SESIÓN
1. Algunos alumnos presentarán brevemente al grupo sus escritos sobre las revoluciones del
siglo XVIII.
2. En sesión plenaria, se discutirá sobre los planteamientos presentados por los alumnos.

ESCRITO FINAL SOBRE LA UNIDAD III

3. Por parejas, los alumnos deberán redactar un escrito en el que, retomando las distintas
lecturas trabajadas en esta Unidad y los diversos productos derivados del trabajo, expliquen
de qué manera, las transformaciones económicas, políticas, sociales y de las ideas
entre los siglos XVI y XVIII, permitieron la emergencia del capitalismo y el surgimiento
del mundo moderno. Para ello deberán:

a) Estructurar su exposición de manera lógica, utilizando el criterio organizador que elijan

(cronológico o temático)
b) Retomar, como parte de su argumentación, elementos de los distintos documentos y
fuentes que se utilizaron en esta Unidad.
c) Citar oportuna y adecuadamente las fuentes utilizadas.
d) Utilizar aparato crítico.
e) La extensión del escrito deberá ser de mínimo TRES cuartillas.

4. El alumno responde el Cuestionario de Autoevaluación que se encuentra al final de esta

secuencia.

124
 Cuestionario de Autoevaluación
RÚBRICA DE AUTOEVALUACIÓN DE LOS ALUMNOS
TERCERA UNIDAD

REGISTRO DE
Acciones a evaluar CUMPLIMIENTO OBSERVACIONES
SI NO ALGUNAS
VECES
Me integré a un equipo de trabajo en
el desarrollo de las actividades
planteadas.
Participé activamente en el equipo de
trabajo aportando criterios de solución
las actividades planteadas.
Tuve una actitud de respeto y
tolerancia con los demás integrantes
de los equipos y/o grupo en general.
Entregué el producto de las
actividades con los criterios
establecidos para su elaboración o
realización
Entregué oportunamente el producto
de las tareas asignadas.
Siempre aporté una reflexión sobre los
aprendizajes propuestos en la clase.

125
 Tarea para la Unidad IV
1. Lee el Texto 1 "Condiciones previas para la Revolución Industrial (1ª parte)" que
se encuentra en el Cuadernillo de la Unidad IV.
2. Elabora notas de tu lectura a partir de aquello que consideres las ideas más
importantes del Texto.
3. Lleva tus notas para la siguiente clase.

126
Forma de evaluación de la Unidad III

Participación oral (individua o colectiva) 40%

Participación escrita (individual o colectiva) 50%

Autoevaluación 10%

127
 Bibliografía utilizada
Bagú, Sergio, La economía de la sociedad colonial. Ensayo de historia comparada de
América Latina, México, CONACULTA / Grijalbo, 1992.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Traducción tomada de la
página del Conseil Constitutionnel de France: http://www.conseil-
constitutionnel.fr/conseil-constitutionnel/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf.
Declaración unánime de los trece Estados Unidos de América. Traducción tomada de la
página de la Universidad de Valencia: https://www.uv.es/ivorra/Historia/SXVIII/Declaracion.html
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Galilei, Galileo, Diálogos sobre los sistemas del mundo, Madrid, Ediciones Alcoma, 1946.
Gómez Navarro, José Luis et al, Historia Universal, 8ª ed., México, Pearson Education, 2008.
Kant, Emmanuel, Filosofía de la Historia, Trad. Eugenio Imaz, México, FCE, 1994.
Lamoneda Huerta, Mireya y María Eulalia Ribó Bagaría, Historia Universal. Del hombre moderno al hombre
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128
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Rousseau, Jean-Jacques, Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, trad. de Ángel Pumarega.
Edición original: Madrid, Calpe, 1923. Publicación digital: Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999
(Portal Biblioteca de Traducciones Españolas): http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/discurso-sobre-el-
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Spielvogel, Jackson J., Historia Universal, 2 vols., 9ª ed., México, Cengage Learning Editors, 2016.
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2008 (Círculo de Lectores).
Voltaire (François-Marie Arouet), Tratado sobre la tolerancia. Consultado en línea:
https://laicismo.org/data/docs/archivo_1299.pdf

VIDEOS
“Brilliant Minds. Secrets of the cosmos” (fragmento), producido, escrito y dirigido por Dan Levitt, Discovery Channel,
2004. Consultado en https://www.youtube.com/watch?v=VXs4dpBwVHA, el 24 de junio del 2017.
"La Revolución Francesa en 14 minutos", Video de Academia Play, sitio de elaboración de herramientas de
aprendizaje a través de formato video (https://academiaplay.es/). El video fue tomado del canal de Youtube del
sitio: https://www.youtube.com/watch?v=ttdq818TGD0. Consultado el 27 de julio del 2017.

129
REPOSITORIOS DIGITALES
Wikimedia Commons: https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page
Google Libros: https://books.google.com.mx/bkshp?hl=es&tab=wp
Wikisource: https://es.wikisource.org/wiki/Portada
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/

130