Perfil El universo de este inclasificable cómico,

ESCRITURAS

que gira en torno a la risa inteligente y surrealista,

se expande con la aparición de un segundo libro

Los miedos de
Miguel Noguera
Miércoles, 22 agosto 2012

Miguel Noguera SERGI SIENDONES primero de camarero y luego de te-

Ser madre hoy Dice Noguera que a veces le gusta- leoperador, siete años durante los
(+DVD) ría volver a la sensación del princi- cuales fue desarrollando un hobby
BLACKIE BOOKS pio, cuando todo daba un poco un tanto especial. “En 4º de carre-
240 PÁGINAS igual porque el contexto era más fa- ra empecé a anotar cosas en una li-
22 EUROS miliar. “Al empezar en el Teatre- breta –recuerda–. Es algo normal,
neu hubo una época en que lo pasé lo hace mucha gente”. Lo que le
Ver crítica del DVD
mal por dentro –explica–. Me con- iba a diferenciar es la forma de
Cultura|s La Vanguardia

en la página 22
vertí en el peor espectador, en la
Ultraviolencia persona que más odia lo que hago.
Un boicot como muy estúpido a mí
BLACKIE BOOKS
312 PÁGINAS mismo”. Ahora parece que lo lleva
20 EUROS mejor, aunque es inevitable que al
ganar proyección suba la presión y
se despierte algún que otro mie-
do... Pero, ¿quién es este Noguera
que de la nada absoluta ha pasado
10
usar sus anotaciones: subir a un es-
cenario y leérselas al público. “La
forma de resolverlo parte de algo
que no es pereza, pero sí gusto por
la inmediatez, por hacer algo sin
una gran elaboración –dice Nogue-
ra–. Tratar las ideas como un todo.
No embellecerlas ni desarrollarlas
para generar un relato o una pieza

a simbolizar que un humor diferen- de arte. Simplemente rescatar la

te es posible en este país?
Miguel Noguera nació en Gran
Canaria en 1979. A los tres años se
mudó a Mallorca con su familia y
con dieciocho vino a Barcelona
–donde reside actualmente– para
estudiar Bellas Artes. Tras la carre-
ra se pasó siete años trabajando,
Dos ideas de ‘Ser madre hoy’
Beethoven. “Teclear así, con el teclado puesto tras el moni-
tor. Responder mails como un pianista trágico.”
Desfachatez extrema. “El novio de la hija, el gran descono-
cido, el día de su presentación en familia, el día de la
prueba de fuego, pocos minutos después de haber entrado
en la casa de los padres de ella es invitado a sentarse en
el sofá y, sin dudarlo un instante, apoya las piernas sobre
la abuela demente.”
idea y explicarla”. Este es el géne-
sis del Ultrashow, que es el génesis
del universo Noguera. Porque si
cualquier otra persona apuntara
ideas y las contara no saldría lo
que sale cuando lo hace este cómi-
co. Sus ideas son como fragmen-
tos, como escenas, pedazos de rea-
lidad que deforma a su gusto para
generar un choque en la mente del
espectador. Una carcajada por des-
encaje. “Mi discurso parte de co-
sas que veo, pienso o dice alguien.
Si me haces decir algo inteligente,
analizar o juzgar, no se me da nada
bien. Es cuando hablo de algo muy
concreto o de cómo lo percibo que
alcanzo cierto grado de certeza.
Hay algo muy físico en ello”.
La popularidad del universo No-
guera ha pegado un estirón estos
dos últimos años. Primero los Ven-
ga Monjas –los gamberros del hu-
mor surrealista en internet– le in-
cluyeron en sus vídeos. Luego Jan
Martí (editor de Blackie Books) le
propuso hacer un libro: Ultravio-
lencia, un catálogo con más de 300
de sus ideas ilustradas que ya ha
agotado la tercera edición. A partir
de ahí llegaron las entrevistas para
la prensa y la oportunidad de ha-
cerse un sitio en la programación
del Teatreneu, cosa que le ha per-
mitido sacar su Ultrashow de los
pequeños locales y colocarlo en el
Teatre Alexandra los viernes por
la noche (bolos por todo el estado
aparte). Y la expansión no cesa. La
última muestra es un segundo li-
bro, Ser madre hoy, con nuevas
ideas, dibujitos y un DVD (ver críti-
ca en la página 22). “Lo mío se basa
en acumular”, afirma Noguera.
Todos estos logros son cambios
que vienen acompañados de temo-
res. Uno de ellos lo ejemplifica él
Miguel Noguera durante el último ‘Ultrashow’ de la temporada
Una hora de
risas muy locas
A Miguel Noguera no le inte-
resan los monólogos, aun sa-
biendo que su Ultrashow se
les parece. El humor que le
interesa tiene más que ver
con los Monty Python y La
hora chanante. Noguera se
sube al escenario con una bo-
tella de agua y se coloca de-
lante del micro, sí, pero no
para abrir un tema y desarro-
llarlo, sino para decir cosas
muy locas durante una hora.
A veces parece que cuenta al-
go normal, identificable, has-
ta que con un simple clic le
da la vuelta. A veces uno se
ríe mucho, por lo que dice y
por cómo lo dice. Otras ve-
ces uno no se ríe porque no
entiende, o porque no y pun-
to, pero como pasa rápido de
una idea a otra se lleva bien.
En los últimos shows ha in-
corporado un guitarrista que
bebe cerveza callado a su la-
do: Daniel Granados. De tan-
to en tanto toca, y Miguel ex-
plica ideas cantando. Aligera
el show, aunque es mejor
cuando grita y gesticula.
LAURA GUERRERO
mismo en una de sus ideas: la idea
de un hombre sentado en la terra-
za de un bar haciendo bolitas con
una servilleta de papel mientras ha-
bla con su acompañante. En cierto
momento, el hombre pone todas
las bolitas en una mano y la cierra.
Más tarde, el suelo del bar cede y
la persona que tiene delante se pre-
cipita al vacío. A nuestro hombre
“Si haces todo lo que
puedes y aun así la
tragedia ocurre, tiene
sentido. Pero, ¿y si por
una estupidez fallas?”
le da tiempo de coger a su acompa-
ñante, pero sólo usa la mano libre
y al final no puede aguantarlo, lo
deja ir y el otro muere.
“Por la urgencia el tipo creía
que la mano de las bolitas de papel
estaba ocupada. –explica Nogue-
ra–. ¡Y podría haber salvado al otro
usando las dos manos!”. Esta esce-
na muestra su gran preocupación
por fallar: “Hay posibilidad de
equivocación, de malentendido
–dice–. El mundo espera algo de ti
muy básico y tú la cagas. Si haces
todo lo que puedes y aun así la tra-
gedia ocurre, tiene sentido. Pero,
¿y si por una estupidez cognitiva fa-
llas? Creo que esta idea transmite
un estado de terror muy mío”. |