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Ley 23.737
La ley 23.737 es una ley en blanco propia porque debemos recurrir a un decreto del PEN para
cerrar los tipos, por la evolució n de la química. El BJ protegido es la salud pú blica (estado de
bienestar de los individuos que componen la sociedad).
Art. 5º — Será reprimido con prisió n de cuatro (4) a quince (15) añ os y multa de cuarenta y
cinco (45) a novecientas (900) unidades fijas el que sin autorizació n o con destino ilegítimo:
a) Siembre (delito instantáneo) o cultive (delito permanente) plantas o guarde (dar cuidado)
semillas, precursores químicos o cualquier otra materia prima para producir o fabricar
estupefacientes, o elementos destinados a tales fines (por ejemplo: balanzas); es un delito doloso:
debe tener conocimiento de qué son y para qué sirven.
b) Produzca (separar de las plantas. Es necesario para el cannabis o coca), fabrique (realizar
procedimientos que permitan obtener estupefacientes. Ejemplo: morfina), extraiga o prepare
estupefacientes;
c) Comercie (actividad que requiere habitualidad, al menudeo o por mayor. Elemento subjetivo:
ánimo de lucro) con estupefacientes, precursores químicos o cualquier otra materia prima para
su producció n o fabricació n o los tenga con fines de comercializació n (se debe probar en base a
la cantidad, manera en que estaba envasada, etc.), o los distribuya (reparto a título gratuito u
oneroso), o dé en pago (darlos en virtud de una obligación pendiente no satisfecha), o almacene
(guardar en grandes cantidades. Por ejemplo: bunkers) o transporte (trasladar de un lugar a otro.
Suele ser oneroso pero puede ser gratuito. Puede ser por un medio o en el cuerpo como las mulas.
No se exige que lleguen a destino para su consumación porque es un delito de actividad);
d) Comercie con plantas o sus semillas, utilizables para producir estupefacientes, o las tenga con
fines de comercializació n, o las distribuya, o las dé en pago, o las almacene o transporte; (difiere
con el inciso anterior en cuanto al objeto)
e) Entregue (acto bilateral), suministre (proveer a quien lo requiera), aplique (introducir en el
cuerpo de otro) o facilite (poner al alcance de otro)a otros estupefacientes a título oneroso. Si lo
fuese a título gratuito (atenuante), se aplicará prisió n de tres (3) a doce (12) añ os y multa de
quince (15) a trescientas (300) unidades fijas.
Si los hechos previstos en los incisos precedentes fueren ejecutados por quien desarrolla una
actividad cuyo ejercicio dependa de una autorizació n, licencia o habilitació n del poder pú blico,
se aplicará , ademá s, inhabilitació n especial de cinco (5) a quince (15) añ os.
Art. 10. — Será reprimido con reclusió n o prisió n de tres a doce añ os y multa de tres mil a
cincuenta mil australes el que facilitare, aunque sea a título gratuito, un lugar o elementos, para
que se lleve a cabo alguno de los hechos previstos por los artículos anteriores. La misma pena se
aplicará al que facilitare un lugar para que concurran personas con el objeto de usar
estupefacientes.
En caso de que el lugar fuera un local de comercio, se aplicará la accesoria de inhabilitació n para
ejercer el comercio por el tiempo de la condena, la que se elevará al doble del tiempo de la
misma si se tratare de un negocio de diversió n.
Agravantes. Art. 11 — Las penas previstas en los artículos precedentes será n aumentadas en un
tercio del má ximo a la mitad del mínimo, sin que las mismas puedan exceder el má ximo legal de
la especie de pena de que se trate:
a) Si los hechos se cometieren en perjuicio de mujeres embarazadas o de personas disminuidas
psíquicamente, o sirviéndose de menores de dieciocho añ os o sin perjuicio de éstos;
b) Si los hechos se cometieren subrepticiamente o con violencia (fuerza física irresistible),
intimidació n (amenazar)o engañ o (hacer creer, viciar el intelecto del otro).
c) Si en los hechos intervinientes tres o má s personas organizadas para cometerlos; (mayor
capacidad de lesión al BJ)
d) Si los hechos se cometieren por un funcionario pú blico encargado de la prevenció n o
persecució n de los delitos aquí previstos o por un funcionario pú blico encargado de la guarda
de presos y en perjuicio de éstos;
e) Cuando el delito se cometiere en las inmediaciones o en el interior de un establecimiento de
enseñ anza, centro asistencial, lugar de detenció n, institució n deportiva, cultural o social o en
sitios donde se realicen espectá culos o diversiones pú blicos o en otros lugares a los que
escolares y estudiantes acudan para realizar actividades educativas, deportivas o sociales;
(cuando hay niños hay mayor probabilidad de que se inicien en el consumo).
f) Si los hechos se cometieren por un docente, educador o empleado de establecimientos
educacionales en general, abusando de sus funciones específicas. (mayor facilidad para difundir
el uso de estupefacientes).
Art. 12 — Será reprimido con prisió n de dos a seis añ os y multa de seiscientos a doce mil
australes:
a) El que preconizare (exaltar las ventajas) o difundiere (divulgar el consumo) públicamente el
uso de estupefacientes, o indujere a otro a consumirlos; (se entiende que este artículo es
violatorio de la libertad de expresión art. 14 CN.)
Art. 14 — Será reprimido con prisió n de uno a seis añ os y multa de trescientos a seis mil
australes el que tuviere en su poder estupefacientes. (pena la tenencia simple. Tener es una
situación de hecho, no una conducta humana. Aplica a estupefacientes, no a semillas,
herramientas, etc.)
La pena será de un mes a dos añ os de prisió n cuando, por su escasa cantidad (¿qué es escasa
cantidad?) y demá s circunstancias (¿cuáles son?), surgiere inequívocamente que la tenencia es
para uso personal. (pena la tenencia para consumo, se entiende que ante la duda se aplica este
artículo. Es un delito permanente).
Recorrido jurisprudencial:
1. Fallo Colavini (1978): el artículo 19 de la CN se torna ineficaz frente a las circunstancias
del caso concreto;
Si no existieran usuarios, no habría interés econó mico en producir drogas: no habría
trá fico de drogas si no hubiera interesados en drogarse, y por lo tanto no puede decirse
entonces que la conducta del tenedor de drogas no trasciende los límites del derecho a
la intimidad. Declara la constitucionalidad del delito de tenencia.
2. Fallo Bazterrica (1986): declara la inconstitucionalidad. El orden y la moral pú blica se
refieren só lo a las relaciones intersubjetivas, esto es, a aquellas acciones que
perjudiquen a un tercero, y las acciones privadas só lo pueden ser objeto de restricció n
cuando medie peligro concreto para terceros.
3. Fallo Montalvo (1990): declara la constitucionalidad. Para que quede fuera de la
protecció n del artículo 19, no es necesario que la acció n sea ofensiva o perjudicial en
todas las hipó tesis, o en la generalidad de los casos, sino que basta que ‘de algú n modo’ –
cierto y ponderable- tenga ese cará cter; el elemento contagioso de la drogadicció n es un
hecho pú blico y notorio, de donde, entre las acciones que ofenden el orden, la moral y la
salud pú blica se encuentra sin duda la tenencia de estupefacientes para consumo
personal, porque al tratarse de una figura de peligro abstracto está ínsita la
trascendencia a terceros.
4. Fallo Arriola (2009): declara la inconstitucionalidad. Desde que se fallaron los casos
anteriores hasta la actualidad se ha producido una reforma constitucional, y los tratados
internacionales reconocen el derecho a la privacidad; estos tratados reconocen también
el principio pro homine, esto es, obligan a preferir la interpretació n menos restrictiva de
los derechos; la norma que se impugna criminaliza conductas que -realizadas bajo
determinadas circunstancias- no afectan a un tercero;
las preferencias personales de la gente por una política no pueden reemplazar las
preferencias personales de un individuo; toda persona adulta es soberana para tomar
decisiones libres sobre el estilo de vida que desea;
El artículo 19 habilita al Estado a intervenir só lo a fin de proscribir interferencias
intersubjetivas, y no es misió n del derecho penal prevenir los dañ os que una persona
pueda causarse a sí misma.
Agente encubierto: es todo aquel funcionario de las fuerzas de seguridad autorizado, altamente
calificado, que presta su consentimiento y ocultando su identidad, se infiltra o introduce en las
organizaciones criminales o asociaciones delictivas, con el fin de identificar o detener a los
autores, partícipes o encubridores, de impedir la consumació n de un delito, o para reunir
informació n y elementos de prueba necesarios para la investigació n, con autorizació n judicial.
Se emplea solo para ciertos delitos.
Arrepentido o imputado colaborador: persona que participó en un delito pero durante el
proceso penal decide dar informació n que ayuda a: evitar que se produzca un delito, resolver un
delito que la justicia está investigando, saber quiénes fueron los autores de un delito, ubicar
dó nde está n los autores, avanzar en la investigació n, ubicar a las víctimas de un delito de
privació n de libertad, averiguar dó nde está n las ganancias o instrumentos de un delito o
conocer có mo se financian las organizaciones criminales. Como ventaja de ello se reduce la pena
de prisió n. Aplica a ciertos delitos entre los que NO se incluyen quienes cometieron delitos de
lesa humanidad.
Maier
CONCEPTO Y CONTENIDO
El derecho procesal penal es la rama del orden jurídico interno de un estado, cuyas normas
instituyen y organizan los ó rganos pú blicos que cumplen la funció n penal del Estado y
disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una
sanció n o medida de seguridad penal, regulando así el comportamiento de quienes intervienen
en él.
Se puede hablar de una rama jurídica porque ha adquirido autonomía legislativa, científica y
académica.
Usualmente se divide en dos ramas internas: derecho de organización judicial y derecho procesal
penal propiamente dicho.
El derecho procesal penal en sentido estricto está expuesto en los có digos procesales penales.
Su materia principal está construida por la regulació n de los diversos procedimiento para
arribar a la aplicació n de una pena o medida de seguridad penal y la actividad procesal.
Ademá s de todos los conceptos que se desarrollaron el derecho procesal penal comprende
también la regulació n de ciertas actividades que cumple el Estado cuando, por intermedio de
sus ó rganos competentes, decide aplicar una pena o medida de seguridad penal.
Puede decirse que existen tres momento diferentes en los que se manifiesta el poder penal del
Estado: el primero es el relativo a la amenaza penal al establecimiento de las condiciones
materiales bajo las cuales el Estado promete una pena, el segundo es el relativo al ejercicio de la
pretensió n penal, aplicar a alguien una pena y el tercero es el relativo a la ejecució n de la
reacció n penal decidida en el caso concreto.
La ejecució n penal en si no pertenece tradicionalmente al á rea de regulació n del DPP, pero, este,
debe prever el tribunal competente para ello.
FUNCIÓN
Función material
El derecho penal solo define el injusto penal y las condiciones bajo las cuales amenaza una pena,
esto es, el hecho punible, pero no procede a su propia realizació n, cuando en el mundo social
acontece un hecho que pertenece a la clase de los definidos por el para fundar una pena o una
medida de seguridad y correcció n.
Para ello está el DPP que, ante la afirmació n de la existencia en el mundo real de una acció n u
omisió n que transgrede una norma de deber del DP, indica el camino necesario para averiguar
el contenido de la verdad de esa afirmació n y, en su caso, disponer la reacció n concreta
correspondiente.
Protección personal
El crecimiento del poder penal del Estado trajo consigo un desmejoramiento evidente de las
condiciones de libertar y seguridad de los individuos. Nuestra CN, en lo que toca al
enjuiciamiento penal, se ha ocupado de ello (art. 18).
El DPP es un estatuto de garantías, sobre todo para quien es perseguido penalmente. Estos
límites al derecho de intervenció n del Estado sobre los ciudadanos ejercido como persecució n
penal, que protegen tanto al inocente cuanto, al mismo culpable, caracterizan la judicialidad del
proceso penal y el legismo procesal en que consiste su regulació n.
El valor definitivo de la decisió n final esta amparado por la prohibició n de la persecució n penal
mú ltiple; una vez que se alcanzo la cosa juzgada ella es irrevisable en perjuicio del acusado
absuelto o del condenado, con miras a una condena superior.
Función formal
Todas las normas del DPP son normas potestativas. Ellas disciplinan los actos procesales, un
procedimiento es un acto tras otro concatenado cuyo objetivo es no solo juzgar al imputado o
decir si es culpable o no. Si no hay pruebas suficientes la misma fiscalía pude pedir sobre
seguimiento y se respaldara en el CPP
CARACTERES
Derecho público
Clasificación tradicional
Porque esta relacionado con la base constitucional, no se puede despegar de ellos. Respetan las
garantias constitucionales. Y es publico porque regula los actos del estado para evitar el abuso
del Estado a la hora de tratar con personas acusadas.
Una de las características del DPP reside en que, salvo escasísimas excepciones, rechaza la
aplicació n de normas internacionales. Los tribunales aplican al enjuiciamiento penal el DPP que
rige en el á mbito del poder soberano que los inviste. La razó n de esta reserva reside en la
consideració n de que la administració n de justicia es un atributo esencial de las soberanías
nacionales.
Mas allá de estas características universal, por razones constitucionales, nuestro DPP es
Derecho local, salvo los casos de excepció n en que la misma Constitució n concede competencia
a los tribunales federales o de la Nació n, son las provincias federadas las que administran
justicia, pues la actuació n del Derecho penal material es uno de los poderes de la soberanía no
delegados.
Distinción clásica
El derecho material es aquel que proporciona el fundamento para la solució n de los conflictos
sociales o, para la valoració n de las acciones que las personas llevan a cabo en la vida de
relació n comú n u ordinaria. El derecho formal, es aquel que regula la vía por la cual esos
conflictos se solucionan, fijando también los pará metros de valoració n de ciertos actos que se
llevan a cabo en una situació n muy particular de vida el procedimiento que el DPP regula para
dar solució n a un conflicto social al que debe aplicarse el derecho material.
El DPP cumple su funció n de realizar el derecho material cada vez que se requiere su actuació n
ante la autoridad competente para imponerlo, pero, inmediatamente, se guía por otro orden de
valores, entre los cuales sobresalen, la seguridad jurídica y, la organizació n de un método de
discusió n que se asiente sobre la piedra basal de la oportunidad efectiva para la defensa de los
intereses de justiciable y de la imparcialidad del tribunal frente al caso.
El DP se puede dividir, así, en derecho penal material y derecho penal formal. El DP, en sentido
estricto, es primario, porque define los hechos punibles y las mandadas u obligatorias y la
consecuencia jurídica característica de él, determina el poder o la potestad penal del Estado. El
DPP es, secundario porque se ocupa de la realizació n del DP cuando se afirma una lesió n a sus
normas, es decir, de la actuació n practica del poder penal del estado. Sin DP no tiene sentido el
DPP.
SISTEMAS DE ENJUICIAMIENTO
Los sistemas de enjuiciamiento son los modelos teó ricos vinculados a la manera de castigar o no
a una persona que cometió un delito. Cabe aclarar que ninguno de estos modelos de
enjuiciamiento se presenta en forma pura en la realidad.
Sistema acusatorio. Domino todo el mundo antiguo hasta la edad media en el siglo XIII.
Comprende aquel paso de la reacció n privada a la canalizació n por la acció n procesal, dando
lugar al nacimiento del juicio con intervenció n del ofensor frente a un tribunal que decidía la
cuestió n. Su característica principal es la divisió n de poderes en el proceso: el acusador persigue
penalmente, el imputado que puede defenderse y el tribunal que decide. La actuació n del
tribunal se encuentra limitada al reclamo del acusador y se contempla la posibilidad de
resistencia del imputado a dicha imputació n. Características principales:
❖ Para valorar la prueba predomina el sistema de la íntima convicció n en donde los jueces
deciden votando sin sujeció n a reglas que establezcan determinado valor a los medios
de prueba y sin exteriorizar los fundamentos de su voto.
❖ La sentencia es el resultado del recuento de los votos de una determinada mayoría o de
la unanimidad de los jueces.
❖ La libertad es la regla durante el proceso.
Rigió durante toda la antigü edad y durante la edad media hasta el siglo XIII momento en que fue
reemplazado por la Inquisició n.
Sistema inquisitivo. Se le da poco valor a la persona humana individual frente al orden social,
siendo el imputado un objeto de investigació n, perdiendo su cará cter de sujeto de derechos y se
autoriza el recurrir a cualquier medio para obtener los fines perseguidos. El poder procesal se
concentra en la figura del inquisidor que persigue y decide, perdiendo el imputado la facultad de
defenderse.
Se caracteriza fundamentalmente por la persecució n penal publica de los delitos, con el deber
de su ejercicio, o sea que no depende de la voluntad particular en la represió n, ademá s de que
dicho procedimiento está orientado a la meta de averiguar la verdad sin importar los medios
para conseguirla.
Características principales:
❖ El monarca o príncipe tiene toda la jurisdicció n penal, y en los casos en que no puede
hacerlo directamente lo delega en sus funcionarios.
❖ El poder de perseguir penalmente se confunde con el de juzgar, que recaen ambos en
una sola persona: el inquisidor.
❖ El acusado es un objeto de persecució n.
-La persecució n penal está en manos de un ó rgano estatal: el ministerio pú blico. Existen sin
embargo excepciones a la persecució n penal publica (la acció n pú blica dependiente de instancia
privada y la acció n privada).
-El imputado es un sujeto de derechos, que durante el proceso tiene el cará cter jurídico de un
inocente hasta que sea declarado culpable por sentencia firma. El Estado debe demostrar su
culpabilidad y no él su inocencia. La privació n de la libertad del imputado durante el proceso es
excepcional. Durante el debate puede defenderse y está en igualdad con el acusador.
-El fallo es recurrible en forma limitada. Mediante el recurso de casació n el recurrente puede
poner de manifiesto los errores jurídicos del fallo, sean de derecho material o procesal, y el
triunfo de dicho recurso implica la realizació n de un nuevo juicio pú blico. El recurso de revisió n
procura rescindir sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada cuando se verifica la
existencia de un fundamento falso que pudo dar lugar a un error judicial. Algunos
ordenamientos admiten la apelació n.
Persiste hasta nuestros días.
En Argentina, la CN tiende al modelo acusatorio (juicio por jurado, garantías, PJ separado de los
demá s poderes), pero histó ricamente no se siguió esa idea. En algunas provincias ya se está n
implementando los juicios por jurados pero a nivel federal no.
LA AGENCIA JUDICIAL
FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DE LA ORGANIZACIÓ N JUDICIAL
IMPARCIALIDAD DE LOS JUECES
La imparcialidad como elemento de la definició n del “juez”
La palabra “juez” no se comprende sin el calificativo de “imparcial”
Pero el juez parte de una posició n que no favorece la imparcialidad, pues la ley lo obliga a
adoptar la posició n de parte en el procedimiento, a tener interés propio en la decisió n.
Ello indica que el calificativo “imparcial”, cuando no se los trata como un ideal sino como un
intento de aproximació n a él en la vida prá ctica, no puede representar un absoluto, sino, menta
una serie de previsiones, cuyo contenido se vincula al intento de aproximarse a aquel ideal o de
evitar desviarse de él.
La independencia judicial
Regularmente, se expresa que la independencia es una característica que corresponde al poder
judicial como tal frente a los demá s poderes del Estado.
Desde este punto de vista, las reglas que prevén la estabilidad de los jueces permanentes, la
compensació n por sus tareas, la prohibició n para el presidente de ejercer funciones judiciales y
el deber general de los jueces de ajustar sus decisiones a la ley del Congreso, son solo aspectos
de la independencia y límites de la funció n judicial, como atributo del PJ del Estado.
Pero esta macro visió n olvida que, el poder judicial es colegiado y la funció n judicial es ejercida
por tribunales integrado por jueces diversos que, en cada caso, pronuncian la decisió n de
autoridad del poder respectivo, jueces que incluso pueden no formar parte de la organizació n
permanente.
Se entiende porque la regla que prevé la independencia o autonomía del criterio judicial debe
ser formulada respecto de cada uno de los jueces que integra el poder judicial permanente o
accidentalmente.
Ello implica que cada juez, cuando juzga y decide un caso concreto, es libre, independiente de
todo poder, inclusive el judicial, para tomar su decisió n y solo se le exige que su fallo se confirme
con aplicar el derecho vigente. En ello reside la independencia judicial.
Precisamente, para que los jueces sean realmente independientes de todo poder del Estado, es
que los Permanentes gozan de estabilidad en sus empleos, a perpetuidad y se atribuyen sus
servicios con una compensació n salarial.
La estabilidad y la retribució n irreducible son necesidades que surgen cuando se pretende
garantizarle a la persona juzgada, que su juez obedecerá al decidir su caso a criterios políticos
permanentes, determinados por la ley que establece los deberes y facultades de todos.
De la misma manera, el sistema de nombramiento y remoció n de los jueces permanentes
pretende responder a esa idea. El sistema de nombramiento respondía al equilibrio entre los
poderes que conforma la soberanía, pues residía en un acto conjunto del poder ejecutivo, que
propone y el poder legislativo que presta su acuerdo para la designació n. La reforma de la
Constitució n de 1994 conservo ese sistema solo para los jueces de la Corte Suprema.
La estabilidad de los jueces permanentes, y profesionales en sus empleos se asegura al
establecer que solo será n removidos cuando desempeñ en mal sus funciones o cuando cometan
un delito al ejercerla o con ocasió n de su ejercicio, y al prever una forma de enjuiciamiento
especial para la comprobació n de estas circunstancias, cuto tribunal solo puede destituir al
acusado, en caso de condena. En el orden nacional se prevé hoy, y solo para los jueces de la CS,
el llamado “juicio político” que resuelve provocar la Cá mara de Diputados, quien asume el papel
de acusador; por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes, mientras el
Senado se constituye como tribunal de enjuiciamiento, que decide con idénticas mayorías.
La reforma constitucional ha previsto, para los otros jueces de la Nació n, un jurado de
enjuiciamiento, integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matricula federal, en el
marco del llamado Consejo de la Magistratura.
Consecuente con este sistema especial de remoció n es el privilegio que impide perseguir
penalmente a los jueces antes de su remoció n. Tal privilegio tampoco está concebido como un
fuero personal, sino como una necesidad propia de la funció n, que no puede ser entorpecida
maliciosamente con denuncias o acusaciones infundadas. El privilegio tampoco significa
inmunidad, pues la pérdida del cargo, por cualquier razó n habilita la persecució n penal y coloca
al juez en la misma posició n que a cualquier habitante.
La estabilidad dura hasta los 75 añ os de edad, momento en el cual se requiere, para proseguir
en el cargo la renovació n del nombramiento, que ahora solo dura 5 añ os.
Imparcialidad frente al caso
Otra de esas condiciones necesarias es colocar frente al caso, ejerciendo la funció n de juzgar, a
una persona que garantice la mayor objetividad posible al enfrentarlo. A esa situació n del juez,
se la denomina, propiamente, imparcialidad.
La imparcialidad no se logra rodeando al juez de ciertas garantías que impidan interferencias de
los poderes políticos, sino, excluyendo del caso al juez que no garantiza suficientemente la
objetividad de su criterio frente a él.
Las reglas sobre imparcialidad se refieren a la posició n del juez frente al caso concreto que, en
principio, debe juzgar e intentan impedir que sobrepase el temor de imparcialidad. La
herramienta que el Derecho utiliza en estos casos reside en la exclusió n del juez sospechado de
parcialidad y se reemplazó por otra persona, presuntamente imparcial frente a él. Las reglas y el
remedio alcanzan, a quienes accidentalmente está n llamados a ejercer la funció n de juzgar, y no
tan solo a los jueces permanentes o profesionales.
Son denominados motivos de apartamiento las relaciones abstractas que la ley procesal
describe como fundantes de la sospecha de parcialidad. Estos motivos, o bien está n relacionados
con las personas que intervienen en el procedimiento, o bien con su objeto, o bien con el
resultado.
Esos motivos fundan el derecho de quienes intervienen en el procedimiento para recursas a un
juez y obtener su reemplazo; pero, al mismo tiempo, fundan el deber del juez de denunciar la
relació n y apartarse de oficio.
Segú n se observa, los motivos de apartamiento pretenden operar de pleno derecho, sin
importar el interés de los intervinientes o su manifestació n procesal. Pero se debe reconocer,
por una parte, que son aquellos interesados en el resultado del procedimiento, quienes, en
primer lugar, sufren el temor de parcialidad que funda el apartamiento de los jueces. Es por ello
que resulta razonable permitir, a quienes pueden recursar, invocar y demostrar otro motivo que
funde seriamente el temor de parcialidad en el caso concreto.
El juez natural
Una buena manera de asegurar la independencia e imparcialidad del tribunal es evitar que él
sea creado o elegido por alguna autoridad, una vez que el caso sucede en la realidad, esto es, que
se coloque frente al imputados tribunales ad hoc, creados para el caso o para la persona a
juzgar. Es por ello que nuestra CN prohíbe que alguien sea juzgado por comisiones especiales o
sea sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
Nuestra Constitució n considera ilegítimos como tribunales de justicia, por una parte, las
comisiones especiales, esto es, los tribunales ad hoc, creados especialmente para el caso o segú n
la persona a juzgar, y, por otra parte, se preocupa por establecer la vigencia temporal de las
leyes que atribuyen competencia a los tribunales.
Conforme a ello es claro que nuestra CN ha intentado asegurar, como garantía para el
justiciable, la imposibilidad de manipular el tribunal competente para el enjuiciamiento, de tres
maneras especificas: al declarar la inadmisibilidad de las comisiones especiales; al impedir que
juzguen tribunales creados con posterioridad al hecho objeto del proceso; y al indicar que, en
todo caso, es competente para juzgar el tribunal, con asiento en la provincia en la que se
cometió ese hecho.
La clá usula se refiere solo al tribunal competente segú n la ley vigente al momento del hecho,
cualquiera que fuere su integració n concreta al momento del juicio. Respecto de los jueces,
como personas individuales, rigen las reglas relativas a su imparcialidad.
JUICIO POR JURADOS
Nuestra CN establece la necesidad de que la sentencia penal sea dictada con la colaboració n de
jueces accidentales. Ello significa, por una parte, que la ley fundamental ha adherido a un
modelo concreto de enjuiciamiento penal, que permite a los jurados, representante populares,
conocer, controlar y valorar la prueba que decide el caso, y, por la otra, que estos representantes
del pueblo de la Repú blica estén presentes durante el juicio en el que son incorporados los
elementos vá lidos para determinar la sentencia y se escucha a todos los intervinientes en el
procedimiento, que pretenden influir sobre esa decisió n.
De tal manera, el ser juzgado por los propios conciudadanos es hoy antes un derecho
fundamental de cada habitante, que una forma específica de distribució n del poder político o de
organizació n judicial.
El solo se ha demostrado eficiente para perseguir los hechos punibles de menor importancia o
cometidos por delincuentes no habituales, pero fue absolutamente ineficiente en las á reas
penales que má s preocupa a la sociedad, o para el enjuiciamiento de delincuentes habituales,
avanzados en la utilizació n de las garantías que brinda el sistema y con suficiente poder
econó mico-social para evitar las consecuencias desagradables.
La concepció n que rechaza el juicio por jurados tiene raíces autoritarias.
UNICA O DOBLE INSTANCIA
Cuando las convenciones sobre DDHH pasaron a formar parte de la legislació n interna nuestra
Corte Suprema se vio obligada a realizar una segunda precisió n, rectificó primero que: “la doble
instancia judicial no constituye, por si misma, requisito de naturaleza constitucional” y aclaró
después que la garantía prevista por la Convenció n americana sobre DDHH que establece el
derecho del inculpado a recurrir el dallo ante un juez o tribunal superior, “se halla satisfecho
por la existencia del recurso extraordinario ante esta Corte”.
Si resulta claro que la CN nada decide sobre la organizació n judicial en una, dos o má s instancias
de mérito, y las convenciones internacionales tampoco han decidido sobre este punto político
general, sino que solo han establecido una garantía para el condenado.
ORGANIZACIÓ N JUDICIAL FEDERATIVA
La CN organizo su administració n de justicia en dos ó rdenes de jurisdicciones: la que ejercen los
tribunales de la Nació n y la que ejercen los tribunales provinciales.
Conforme a ello, cada provincia instituye su propia administració n de justicia, una de las
condiciones fundamentales bajo las cuales el gobierno federal le garantiza el goce y ejercicio de
su autonomía bajo pena de ser intervenida por el gobierno federal cuando no asegure el servicio
de justicia; ello significa que cada provincia es competente para dictar las leyes de organizació n
judicial. La ú nica limitació n de esos poderes proviene de la propia CN pues esas leyes deben
respetar el sistema representativo republicano de acuerdo con sus principios, declaraciones y
garantías.
La Nació n también ha debido instituir su propia organizació n judicial; el congreso es el ó rgano
competente para dictar la ley que instituye y organiza los ó rganos pú blicos intervinientes en la
administració n de justicia penal y la ley de procedimientos penales en el á mbito federal.
Ley 24121
El Estado de Derecho consagra derechos y garantías para proteger a las personas contra el
poder penal del Estado.
Así, el DPP se presenta como Derecho constitucional reformado o aplicado, porque las reglas
que disciplinan el enjuiciamiento penal deben respetar el marco político que le fija la CN,
reglamentando sus derechos, principios y garantías. Ya hemos analizado los principios referidos
a la organizació n judicial, y ahora corresponde analizar los principios directamente relativos al
procedimiento y que hacen al debido proceso.
JUICIO PREVIO.
Nulla pena sine auditio.
El art. 18 CN dice “nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso”. La exigencia del juicio previo impone la necesidad de la sentencia judicial firme para
poder aplicar pena a alguien. El juicio, debe estar fundando en la ley penal previa al hecho que
se juzga (principio de legalidad e irretroactividad).
Por vigencia del principio republicano (divisió n de poderes) dicho juicio le compete al PJ puesto
que el presidente tiene prohibido condenar por si y aplicar penas, ejercer funciones judiciales,
conocer causas pendientes o restablecer las fenecidas, al igual que el PL, que solo esta
autorizado a realizar el juicio político a ciertos funcionarios pero que de todas formas, la propia
CN establece que luego dichos sujetos quedan sometidos a acusació n, juicio y castigo conforme a
las leyes ante los tribunales ordinarios, teniendo el fallo del PL solo el efecto de destituir al
acusado o suspenderlo, o declararlo incapaz de ocupar un empleo de honor, confianza o a
sueldo de la Nació n (forma de inhabilitació n).
Para dictar la sentencia primero debe llevarse a cabo un procedimiento imparcial (donde se
respeten las garantías del imputado, la sentencia emane de juez competente e imparcial y ser
fundada en ley anterior).
La sentencia judicial debe ser fundada para su vez, lo cual significa que debe contener las
razones de hecho y de derecho que justifican la decisió n. Se debe hacer menció n de los
elementos de prueba a través de los cuales se arribó a una cierta conclusió n fá ctica, dichos
elementos debieron haberse incorporado al proceso de forma valida y deben ser aptos para su
valoració n. Ademá s debe explicar el porqué de esa conclusió n a la que se llegó . Existen distintos
sistemas para valorar la prueba (sana critica: se emplea en nuestro proceso/prueba legal o
tasada/ intima convicció n).
Así las cosas, la pena es siempre publica y su imposició n solo puede provenir de una sentencia
penal condenatoria del tribunal, aun en los casos de delitos de instancia y de acció n privada.
También debemos tener en cuenta que el orden jurídico comienza a tratar a una persona como
culpable desde el momento en que la sentencia condenatoria queda firme.
El proceso penal se inicia con una denuncia, Denuncia es la mera participació n de conocimiento
efectuada por una persona, mediante la cual se transmiten los datos sobre la comisió n de un
delito de acció n pú blica (arts. 71 y 72, CP), denunciar no es obligatorio para quien sabe de un
delito salvo que sea funcionario pú blico (policía, o alguno de los poderes), la administració n de
aduana, afip, Los médicos, parteras, farmacéuticos y demá s personas que ejerzan cualquier
rama del arte de curar, en cuanto a los delitos contra la vida y la integridad física.
Quien tiene la facultad de denunciar? Toda persona que se considere lesionada por un delito
cuya represió n sea perseguible de oficio o que, sin pretender ser lesionada, tenga noticias de él,
podrá denunciarlo al juez, al agente fiscal o a la policía.
En los casos de delito privado ej.: delito sexual, la denuncia la debe hacer el particular o su
representante.
Cuando se hace la denuncia frente a un juez este la recibe y tiene un plazo de 24 horas para
darle noticia al Ministerio Publico Fiscal, y el fiscal:
1- Requiere la instrucció n, es decir, considera que es delito, quiere que se investigue y lo
devuelve al juez
2- Desestima por inexistencia de delito: cree que no hay tal delito, o se da cuenta que el
delito no fue por ej. en CABA y fue en provincia, y le dice al juez que se declare
incompetente.
Será desestimada cuando los hechos referidos en ella no constituyan delito, o cuando no se
pueda proceder. La resolució n que disponga la desestimació n de la denuncia o su remisió n a
otra jurisdicció n será apelable, aun por quien pretendía ser tenido por parte querellante. Segú n
el art 196 el juez puede delegarle al fiscal la instrucció n de la causa.
También se puede denunciar ante la policía: La denuncia presentada ante la policía podrá
hacerse por escrito o verbalmente; personalmente, por representante o por mandatario
especial, debe decirse la fecha, el lugar, los tratos de la persona que denuncia (puede ser
anó nima depende si el delito es pú blico o privado) y denunciar un hecho que sea delito. Es
importante que al hacer la denuncia el hecho sea un delito (no se puede denunciar a alguien que
te miro mal). Cuando sea presentada ante el fiscal o el juez, pareciera que só lo se admite.
En todos los casos se exige la identificació n del denunciante, pues si la denuncia es falaz, puede
incurrir en el delito de falsa denuncia, y si contiene una falsa imputació n dirigida a determinada
persona, tal conducta configurará calumnia
Cuando la denuncia escrita sea presentada ante la policía, el funcionario que la reciba, luego de
la comprobació n de identidad, deberá colocar en el escrito un sello que acredite la hora y el día
de la recepció n, el nombre de la dependencia policial y el nú mero de registro de la denuncia,
pudiendo otorgarle una constancia de la presentació n o firmando la copia, a pedido del
denunciante. En caso de ser una denuncia repetida se violaría la garantía de juez natural ya que
se estaría viendo que juzgado es mejor o peor.
Prevenció n: esto ocurre cuando hay policías haciendo prevenció n policial en la calle y ven a una
persona que comete un delito o supuesto delito. La policía actú a de oficio en casos extremos.
Prohibiciones de la policía: no pueden entrar a un domicilio, salvo que alguien denuncie que
esta cometiéndose un delito o haya un incendio. Tampoco puede requisarte, salvo que haya
orden de un procedimiento judicial, como así tampoco un hombre puede requisar una mujer y
viceversa.
Cuando se inicie el proceso se abre un sumario en donde van a poner en la caratula un nro. y el
hecho que se cometió , datos del damnificado, el hecho calificado provisoriamente, la declaració n
de los testigos, el acta de detenció n donde estará n los datos del imputado, los testigos (si no
está n es nulo) fotos del imputado, los derechos de él, declaració n testimonial de personas que
hayan visto el hecho y de los oficiales, informe médico legal y la pericia de los objetos
secuestrados. Y llama al juez de turno y fiscalía para que tomen conocimiento de la causa.
LEGALIDAD
Entonces se deben iniciar las acciones penales de oficio, con excepció n de las siguientes:
OPORTUNIDAD
Las indicaciones previas demuestran, que nuestro discurso jurídico (principio de legalidad)
camina por una acera y la realidad (principio de oportunidad) transita por la vereda de enfrente
y en sentido inverso. Los juristas sostienen el principio de legalidad selecciona de diversas
maneras los casos a tratar y el tratamiento que reciben ya dentro del sistema, aplicando
criterios de oportunidad. La razó n de esta discordancia es siempre el aparato estatal, pues en la
sociedad de masas que experimentamos, no tiene capacidad, por los recursos humanos y
materiales de que dispone, para procesal, todos los casos penales que se producen en su seno.
Finalmente, la afirmació n ciega del principio de legalidad provoca graves disfunciones en el
sistema. La selecció n se oculta o se disfraza por el peso de la regla de legalidad; carece, por
tanto, de transparencia y encubre actos deshonestos y, otras, un trato desigual del sistema a
quienes lo sufren, contrario al Estado de Derecho.
Oportunidad significa, la posibilidad de que los ó rganos pú blicos, a quienes se les encomienda la
persecució n penal, prescindan de ella, en presencia de la noticia de un hecho punible o,
inclusive, frente a la prueba mas o menos completa de su perpetració n, formal o informalmente,
temporal o definitivamente, condicionada o incondicionadamente, por motivos de utilidad
social o razones político-criminales.
LA INVESTIGACION PENAL
D’ALBORA
Se remite:
https://docs.google.com/document/d/1OfRUBo12LEyjhavfD8Xigxf6UVsJqGgp9K5rvrtZXTk/
edit
https://docs.google.com/document/d/1SZXNDbqMARmvpibezAS2j14LxDJLXYtG/edit
Derecho a ser oído: poder conocer cual es la prueba y la posibilidad de aportarla. Implica la
posibilidad de controlar las pruebas, valorarlas y aportarla. Esta ló gica es propia del proceso
inquisitivo. Tiene diferentes derivaciones de acuerdo a la etapa del proceso. Este va a existir
durante todo el proceso pero las implicancias van a ser diferentes depende la etapa procesal.
Requisitos:
IMPUTACIÓN NECESARIA
En primer lugar, para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de que
defenderse, exigencia que en materia procesal penal se conoce como imputació n.
El nú cleo de esa imputació n es una hipó tesis fá ctica atribuida al imputado, la cual, conduce a
consecuencias jurídico-penales. La imputació n correctamente formulada es la llave que abre la
puerta de la posibilidad de defenderse eficientemente, pues permite negar todos o algunos de
sus elementos para evitar o aminorar las consecuencias jurídico-penal a la que, se pretende,
conduce o, de otra manera, agregar los elementos que, combinados con los que son afirmados,
guían también a evitar la consecuencia o a reducirla. Pero, para que la posibilidad de ser oído
sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, debe tener como presupuesto la afirmació n clara,
precisa y circunstanciada de un hecho concreto. La imputació n debe ser previa y debe haber una
relació n clara y circunstanciada de los hechos.
Los hechos que yo le imputo al sujeto en la indagatoria luego no los puedo modificar, si imputo
mal y termina siendo nulo, no puedo retroceder de etapa.
Imputació n: circunstancias del modo tipo y lugar fundamentales para imputar. Debe ser relato
claro y preciso. Es muy comú n que a la hora de describir hechos, vayan al CP y hagan un calco
del delito penal, lo cual es un error porque si luego surgen otras circunstancias, la imputació n
esta mal. Se imputan hechos de la vida, no tipos penales.
CONOCIMIENTO DE LA IMPUTACIÓN
Nadie puede defenderse de algo que no conoce. Es por ello que el pró ximo paso consiste en
ponerlo en conocimiento de la imputació n correctamente deducida; darle a conocer al imputado
aquello que se le atribuye se conoce técnicamente bajo el nombre de intimació n.
Como se trata de hacer conocer la imputació n, el acto por el cual se la íntima debe reunir las
mismas calidades que advirtiéramos para aquella; debe consistir, así, en la noticia integra, clara
precisa y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta
condició n de validez si solo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da
noticia del nomen iuris del hecho punible imputado o se recurre, para cumplir la condició n, a
conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acció n u omisió n atribuida; de la
misma manera, no se observa la exigencia si resultan omitidas circunstancias o elementos que
caracterizan jurídicamente a la imputació n.
¿Qué el imputado brinde su versió n implica mentir? Si pero no trae consecuencias jurídicas. El
imputado puede: no declarar ni contestar preguntas, declarar y contestar preguntas, declarar y
no contestar preguntas.
Art. 296. - El imputado podrá abstenerse de declarar. En ningú n caso se le requerirá juramento
o promesa de decir verdad ni se ejercerá contra él coacció n o amenaza ni medio alguno para
obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad ni se le hará n cargos o
reconvenciones tendientes a obtener su confesió n.
Declaració n espontanea: declaració n previa a la indagatoria que por practica judicial se utiliza
en aquellos supuestos en los cuales se quiere sobreceder.
Declaració n extraoficial: aquellas que no se hacen frente a un juez, las realizan los imputados en
sede policial o durante su prevenció n.
AUDIENCIA
Primer momento en el que el imputado conoce al juez y viceversa. El derecho a ser oído alcanza
su expresió n real en la audiencia del imputado ante el tribunal. Precisamente, las formas antes
estudiadas constituyen presupuestos bá sicos para que el imputado, al concederle el tribunal la
palabra, se encuentre en condiciones ó ptimas para rechazar la imputació n que se le dirige o,
incluso si la admite, para incorporar otras circunstancias que la neutralicen o aminoren, segú n
la ley penal. La audiencia del imputado no solo se debe procurar en relació n a la sentencia final
sino también, en orden a las decisiones interlocutorias que conforman la situació n del imputado
durante el procedimiento. Es por ello que la facultad del imputado de pronunciarse frente al
tribunal sobre la imputació n que se le dirige no solo es necesaria durante el juicio que ofrece el
fundamento de la sentencia definitiva, incluso en el caso de que el acusador amplie su acusació n,
sino también durante el procedimiento preparatorio o preliminar. También cuando se coloca en
manos del MP el procedimiento preparatorio el deber de escuchar al imputado es uno de los
presupuestos formales de la acusació n.
Por lo demá s, el imputado está facultado a requerir que lo escuchen en cualquier momento del
procedimiento, bajo las ú nicas condiciones de referirse a la imputació n y no utilizar su facultad
para perturbar o demorar el procedimiento.
Art. 295. - A la declaració n del imputado só lo podrá n asistir su defensor, y el ministerio fiscal. El
imputado será informado de este derecho antes de comenzar con su declaració n.
D’ALBORA
Procesamiento:
Ocurre cuando el juez considera que hay pruebas suficientes para procesar. Esto puede ser: sin
prisió n preventiva (no estará preso durante el proceso penal) o con prisió n preventiva.
¿Qué es la falta de mérito? Cuando el imputado no tiene suficientes pruebas pero no puede
sobreceder por si aparecen nuevas pruebas. No hay merito ni para procesar ni para sobreceder.
Cuando, en el término fijado por el art. 306, el juez estimare que no hay mérito para ordenar el
procesamiento ni tampoco para sobreseer, dictará un auto que así lo declare, sin perjuicio de
proseguir la investigació n, y dispondrá la libertad de los detenidos que hubiere, previa
constitució n de domicilio.
Concepto: acto que dicta el juez y que debe contar con: los datos principales del imputado (evita
que pueda dictarse una orden de prisió n en blanco) la enunciació n de los hechos (que debe
coincidir con la imputació n) la calificació n legal (puede ser modificada), y la valoració n de la
prueba.
En el término de diez (10) días, a contar de la indagatoria, el juez ordenará el procesamiento del
imputado siempre que hubiere elementos de convicció n suficientes para estimar que existe un
hecho delictuoso y que aquél es culpable como partícipe de éste.
Debe haber si o si una declaració n de indagatoria previa: Bajo pena de nulidad no podrá
ordenarse el procesamiento del imputado sin habérsele recibido indagatoria, o sin que conste
su negativa a declarar.
Procesamiento sin prisió n preventiva: Cuando se dicte auto de procesamiento sin prisió n
preventiva, por no reunirse los requisitos del art. 312, se dejará o pondrá en libertad provisional
al imputado y el juez podrá disponer que no se ausente de determinado lugar, que no concurra a
determinado sitio o que se presente a determinada autoridad en las fechas perió dicas que se le
señ alen. Si es aplicable al hecho alguna inhabilitació n especial, podrá disponer también que se
abstenga de esa actividad.
Procesamiento con prisió n preventiva:
Esta tiene por base el procesamiento, no se podrá dictar sin él. Las bases para citar la prisió n
preventiva se encuentran en el art 312 del CPP.
Art. 312. - El juez ordenará la prisió n preventiva del imputado al dictar el auto de
procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se
le hubiere concedido cuando:
ARTÍCULO 221.- Peligro de fuga. Para decidir acerca del peligro de fuga se deberá n tener
en cuenta, entre otras, las siguientes pautas:
b. Las circunstancias y naturaleza del hecho, la pena que se espera como resultado del
procedimiento, la imposibilidad de condenació n condicional, la constatació n de
detenciones previas, y la posibilidad de declaració n de reincidencia por delitos dolosos;
ARTÍCULO 222.- Peligro de entorpecimiento. Para decidir acerca del peligro de entorpecimiento
para la averiguació n de la verdad, se deberá tener en cuenta la existencia de indicios que
justifiquen la grave sospecha de que el imputado:
a. Destruirá , modificará , ocultará , suprimirá o falsificará elementos de prueba;
b. Intentará asegurar el provecho del delito o la continuidad de su ejecució n;
c. Hostigará o amenazará a la víctima o a testigos;
d. Influirá para que testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera desleal o
reticente;
e. Inducirá o determinará a otros a realizar tales comportamientos, aunque no los realizaren.
MEDIDAS DE COERCION:
ARTÍCULO 210.- Medidas de coerció n. El representante del MINISTERIO PÚ BLICO FISCAL o el
querellante podrá n solicitar al juez, en cualquier estado del proceso y con el fin de asegurar la
comparecencia del imputado o evitar el entorpecimiento de la investigació n, la imposició n,
individual o combinada, de:
a. La promesa del imputado de someterse al procedimiento y de no obstaculizar la
investigació n;
b. La obligació n de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institució n determinada,
en las condiciones que se le fijen;
c. La obligació n de presentarse perió dicamente ante el juez o ante la autoridad que él designe;
d. La prohibició n de salir sin autorizació n previa del á mbito territorial que se determine;
e. La retenció n de documentos de viaje;
f. La prohibició n de concurrir a determinadas reuniones, de visitar ciertos lugares, de
comunicarse o acercarse a determinadas personas, siempre que no se afecte el derecho de
defensa;
g. El abandono inmediato del domicilio, si se tratara de hechos de violencia doméstica y la
víctima conviviera con el imputado;
h. La prestació n por sí o por un tercero de una caució n real o personal adecuada, que podrá ser
voluntariamente suplida por la contratació n de un seguro de caució n, a satisfacció n del juez;
i. La vigilancia del imputado mediante algú n dispositivo electró nico de rastreo o
posicionamiento de su ubicació n física; j. El arresto en su propio domicilio o en el de otra
persona, sin vigilancia o con la que el juez disponga;
k. La prisió n preventiva, en caso de que las medidas anteriores no fueren suficientes para
asegurar los fines indicados.
Diferencia entre excarcelació n y exenció n:
Excarcelació n: cuando ya estaba en prision y lo liberan. Lo puede pedir el defensor o el
imputado y se interpone ante el juez de causa. La base de la excarcelació n es: el imputado debe
ser previamente oído (declaració n de indagatoria), luego se pide la exc. El juez corre vista al
fiscal y este a través de dictamen le pide al juez que se niegue o que conceda. En este dictamen
tiene en cuenta los principios que vimos. La defensa va a proponer otras medidas mejores y es
importante la opinió n de la víctima.
Art. 317. - La excarcelació n podrá concederse:
1°) En los supuestos que correspondiere la exenció n de prisió n.
2°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva el má ximo de la
pena prevista por el Có digo Penal para el o los delitos que se le atribuyan.
3°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva la pena solicitada
por el fiscal, que a primera vista resultare adecuada.
4°) Cuando el imputado hubiere cumplido la pena impuesta por la sentencia no firme.
5°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva un tiempo que, de
haber existido condena, le habría permitido obtener la libertad condicional, siempre que se
hubieran observado los reglamentos carcelarios.
Exenció n: el imputado no llega a estar en prision. El imputado esta en libertad y el informado
del proceso penal, la exenció n la puede pedir el imputado o el 3ero. Se puede solicitar ante
cualquier juez y este remite al juez de la causa. Art 316: . Toda persona que se considere
imputada de un delito, en causa penal determinada, cualquiera sea el estado en que ésta se
encuentre y hasta el momento de dictarse la prisió n preventiva, podrá , por sí o por terceros,
solicitar al juez que entienda en aquélla su exenció n de prisió n.
El juez calificará el o los hechos de que se trate, y cuando pudiere corresponderle al imputado
un má ximo no superior a los ocho (8) añ os de pena privativa de la libertad, podrá eximir de
prisió n al imputado.
Ambos se rigen por el mismo principio (peligro de fuga o entorpecimiento) tramitar
paralelamente, es decir la causa sigue su curso al mismo tiempo que el proceso de excarcelació n
o de exenció n.
D´ALBORA
Sobreseimiento
Segú n el art 334 del CPP el juez, en cualquier estado de la instrucció n, podrá dictar el
sobreseimiento, total o parcial, de oficio, o a pedido de parte, salvo el caso del artículo 336,
inciso 1, en que procederá en cualquier estado del proceso (cuando la acció n penal se haya
extinguido).
Este puede ser total o parcial sobre los hechos o sobre la cantidad de imputados. Y puede ser a
pedido de parte o dictado de oficio. No hace falta que el imputado este citado a indagatoria para
que se dicte el sobreseimiento.
5°) Media una causa de justificació n, inimputabilidad, inculpabilidad o una excusa absolutoria.
En los incisos 2, 3, 4 y 5 el juez hará la declaració n de que el proceso no afecta el buen nombre y
honor de que hubiere gozado el imputado.
Forma: Art. 337. - El sobreseimiento se dispondrá por auto fundado, en el que se analizará n las
causales en el orden dispuesto en el artículo anterior, siempre que fuere posible.
Será apelable en el término de tres (3) días por el ministerio fiscal, y la parte querellante, sin
efecto suspensivo.
Art. 346. - Cuando el juez hubiere dispuesto el procesamiento del imputado y estimare completa
la instrucció n, correrá vista sucesiva a la parte querellante y al agente fiscal por el término de
seis (6) días, prorrogable por otro período igual en casos graves o complejos.
Este es el 1ero supuesto para que el juez confiera esa vista, los requisitos son: que el
procesamiento sea firme y la instrucció n debe estar completa porque cuando se corre vista es
inapelable.
Para el querellante la prorroga es perentoria, es decir, si pasan los 6 días pierde la oportunidad
de pró rroga, para el discal no es así, el plazo es ordenador. El pedido de prorroga debe ser
fundado y el otorgamiento no es automá tico, el juez decide si la concede o no.
1°) Si la instrucció n está completa o, en caso contrario, qué diligencias considere necesarias.
El requerimiento de elevació n a juicio deberá contener, bajo pena de nulidad, los datos
personales del imputado; una relació n clara, precisa y circunstanciada de los hechos, su
calificació n legal y una exposició n sucinta de los motivos en que se funda. (requisitos para que
no caiga en nulidads
El requerimiento de elevació n a juicio es el acto de acusació n por excelencia en la instrucció n,
sin eso no hay etapa de juicio.
El juez puede conceder o rechazar el requerimiento de medidas, y puede agregar otras. Si las
rechaza debe ser fundado.
Art. 349. - Siempre que el agente fiscal requiera la elevació n a juicio, las conclusiones de los
dictá menes será n notificadas al defensor del imputado, quien podrá , en el término de seis (6)
días:
1. Deducir excepciones no interpuestas con anterioridad.
2. Oponerse a la elevació n a juicio, instando el sobreseimiento.
3. Ejercer la opció n, cuando corresponda, para la intervenció n de un tribunal colegiado o
unipersonal, con la conformidad del imputado.
Si no dedujere excepciones u oposició n, la causa será remitida por simple decreto, que declarará
clausurada la instrucció n, al tribunal que corresponda, en el término de tres (3) días de vencido
el plazo anterior.
Dicho decreto deberá mencionar si el imputado y su defensor se expidieron en los términos del
inciso 3. del presente artículo.
Cuando el juez resuelve por auto (escucho ambas partes y resolvió ) si eleva a juicio, la defensa
no puede apelar porque el defensor ya tuvo la oportunidad de criticar lo que impuso la defensa.
Pero si el juez dicta el sobreseimiento ahí si el fiscal y el querellante pueden apelar.
Se remite: https://docs.google.com/document/d/1h4wg8jRD-uJqIflkP4aEvlzEKzlBGvpR/edit
https://docs.google.com/document/d/14dPW2sdUU0g2tcheYoOm6qil2po2CHRF/edit
https://docs.google.com/document/d/1cjojHmqLC1nOKdSjZU7-WGXkQRh5y7L0/
edit#bookmark=id.gjdgxs
FLAGRANCIA
LEY 27272
El proceso se inicia por denuncia o prevencion judicial.
Concepto: art 285 Habrá flagrancia si el autor del delito fuera sorprendido en el momento de
intentarlo, cometerlo, inmediatamente después, si fuera perseguido o tuviera objetos o
presentase rastros que permitieran sostener razonablemente que acaba de participar de un
delito.
a- Flagrancia propiamente dicha: será cuando el autor lo sorprendan al momento de
intentar cometer el delito o después
b- Cuasi flagrancia será cuando lo persigan después de cometer el delito
c- La flagrancia presunta será cuando tenga rastros u objetos que identifiquen que
participo.
Art. 353 bis. - El procedimiento para casos de flagrancia que se establece en este título es de
aplicació n a todos los hechos dolosos en los que se verificasen las circunstancias del artículo
285 y cuya pena má xima no supere los quince (15) añ os de prisió n o veinte (20) añ os de prisió n
en los supuestos del artículo 119, cuarto pá rrafo, y del artículo 166, penú ltimo pá rrafo, del
Có digo Penal, o tratá ndose de un concurso de delitos, ninguno de ellos supere dicho monto.
A partir de que se declare el proceso de flagrancia tienen 24 horas (prorrogables por 24hs má s)
para llevar a los imputados a la 1era audiencia ante el juez. En la audiencia deben estar: los
imputados, los defensores, el juez, el fiscal y la victima si hay, con posibilidad de presentarse
como querella.
El juez lo primero que hace es entrevistar a los imputados, una vez identificados el fiscal debe
hacerle saber a los imputados los hechos que se le imputa, la calificació n legal y la prueba que
hay en su contra.
Luego les pregunta si quieren declarar o no. La defensa va a plantear el sobreseimiento. Todas
las audiencias de flagrancia son multipropó sito: ó sea que en la audiencia se va a hablar de toda
cuestió n que pueda incorporarse al proceso, ó sea, pedido de prision preventiva, elevació n a
juicio, conciliació n, etc.
Una vez ocurrido todo esto el juez consulta a las partes si pasan a la audiencia de clausura, en
caso de que si, ahí es cuando el fiscal puede pedir el requerimiento de elevació n a juicio o
prision preventiva, se hace traslado a la defensa y esta contesta. Con el sobreseimiento las
partes pueden notificar y consentir, o notificar y apelar.
EL JUICIO
El 354 se refiere a la citació n a juicio de las partes, momento en el que el juez notifica a las
partes de que la causa esta en el tribunal oral, le informara quienes son los jueces (por si hay
que recusar) y las partes podrá n ofrecer prueba, interponer recusació n, etc. Esta fase es escrita
Luego tenemos la fase del debate, el juicio, momento culminante del proceso. Las partes tienen
10 días para contestar la vista del 354, y estas van a enumerar las pruebas que van a ofrecer en
el debate, puede pasar que ninguna parte ofrezca pruebas y en ese caso el tribunal considera
que prueba es ú til a los fines de continuar con el proceso.
Una vez finalizada la etapa de 354, el tribunal va a fijar en un plazo de no menor a 10 días, fecha
y hora del debate, notifica a las partes y va a estimar cantidad de audiencias que llevara el
proceso.
1- Principio de oralidad: implica que todo lo que se discuta en el debate no va a ser por
escrito, si no todo verbal. Y todo quedara plasmado en actas. Algunos debates son
filmados.
2- Principio de concentració n: todo lo que se discuta se debe resolver en la misma
audiencia, la idea es que la actividad comience y se termine en la misma audiencia.
3- Principio de continuidad: las audiencias deben darse de forma sucesiva. Puede ser que el
debate deba suspenderse pero no puede suspenderse mas de 10 días há biles. Si el
tribunal no puede reanudar el juicio dentro de este plazo, este cae y debe comenzar de
nuevo (salvo caso extremo).
4- Principio de contradicció n: hay 2 partes contrapuestas que van a discutir o fundar sus
posturas, por ende siempre está n en contradicció n. Es la posibilidad de discutir.
5- Principio de identidad física del juzgador: los mismos jueces que toman la causa será n
los mismo que tomen la prueba, la valores y dicten sentencia.
6- Principio de inmediació n: es el contacto directo o impresió n personal que tendrá el juez
del imputado, de las partes y de las pruebas.
7- Principio de publicidad: el juicio debe ser pú blico, esto es por la posibilidad de controlar
lo que sucede en el juicio, de que los jueces sean imparciales. El juicio no será publico si
el imputado ejerce violencia colectiva (la gente quiere lincharlo) o si la sala es chica.
Publicidad indirecta: relacionada con los medios de comunicació n ej.: una victima de
abuso sexual no querrá que sea pú blico.
Asistencia del imputado: si esta libre, puedo mandarlo a detener si considero que no va a
concurrir. Si esa preso una vez que está en la sala de audiencia, debe estar libre en su persona
osea no puede estar esposado.
Debate:
1era audiencia: Apertura del debate la organiza el presidente de debate. Comprueba la
presencia de las partes, el presidente ordena la lectura del requerimiento del juicio para que no
se muevan má s allá de eso.
Luego está n las cuestiones preliminares que pueden introducir las partes, pueden ser
cuestiones de competencia, unió n, etc. Y en estas cuestiones la fiscalía defensa para poder
hablar de nuevo.
Luego el presidente le dirá al imputado que puede declarar indagatoria y puede ser que:
1- Qué el imputado que no haya declarado en instrucció n y ahora tampoco
2- Qué el imputado haya declarado en instrucció n pero si en juicio oral.
3- Que el imputado haya declarado instrucció n y también en el juicio oral.
La prueba
1- primero se van a leer las pericias.
2- vienen los testigos, cuando estos declaran se les toma juramento
Opciones en los cuá l es el testigo no va a declarar:
1- la fiscalía y la defensa se pongan de acuerdo y digan que só lo se quedan con la declaració n
instrucció n.
2- testigo declare y se contradiga
3- Testigo que declaro por exhorto.
4- La persona falleció .
El presidente va a notificar a las partes qué día y qué hora se va a leer el veredicto en el caso que
la sentencia absolutoria el imputado queda automá ticamente en Libertad
D´ALBORA
Juicio Abreviado:
Es cuando las partes mediante un acuerdo evitan la etapa de juicio oral y ponen final al proceso.
Requisitos: la acció n debe ser publica, la pena a pactar debe ser menor a 6 añ os, y todo lo que se
pacta debe estar de acuerdo con lo que el fiscal de instrucció n requirió , para llevar la causa a
juicio y estar de acuerdo con la calificació n legal. Las negociaciones deben estar documentadas
mediante fichas.
Una vez que deciden, el tribunal puede aceptarlo o rechazarlo porque argumenta mejor estudio
de los hechos o porque no esta de acuerdo con la calificació n legal o jurídica, cuando la rechaza
pasa a otro compañ ero del mismo juzgado. Si esta de acuerdo cita al imputado para tener una
audiencia personal con él y conocerlo.
Art. 293. - En la oportunidad que la ley penal permita la suspensió n del proceso a prueba, el
ó rgano judicial competente podrá conceder el beneficio, en audiencia ú nica, donde las partes
tendrá n derecho a expresarse. Se citará a la víctima aun cuando no se hubiese presentado como
parte querellante.
En este caso no hay aceptació n de responsabilidad, se aplica solo cuando el imputado no esta
privado de libertad. Es una audiencia ú nica donde se cita a las partes y a la víctima a expresarse.
En esta audiencia habrá pautas de conductas que son dadas al imputado y debe cumplirlas para
no seguir con el proceso.
Se tiene que tratar de delitos de acció n publica cuya pena sea menor a 3 añ os, aun en los casos
de concurso. El imputado debe hacerse cargo de la reparació n del dañ o, si la victima no lo
acepta igual el juez puede dictar la suspensió n de juicio a prueba y queda habilitada la acció n
civil para la víctima.
Se remite:
https://docs.google.com/document/d/1xAX6UyQcltE-A_Vo-5PsrvXbqqxTSZg0/edit
https://docs.google.com/document/d/1SMbCXZEo1AT7MXlq3EKRTALtqa7scLHh/edit?
rtpof=true
Clases de penas
Concepto: Una pena es una coerció n estatal que importa una privació n de derecho o infligir un
dolor, no persigue un fin reparador ni neutralizador de un peligro inminente. Así las cosas,
existen penas impuestas al margen de toda legalidad, penas impuestas al amparo de leyes
punitivas latentes o eventuales y penas establecidas por leyes penales manifiestas, siendo estas
ú ltimas las ú nicas que pueden habilitar PP.
Segú n el art. 5 CP en nuestro derecho son principales las penas de prisió n (privativa de la
libertad), reclusió n (hoy desaparecida, se cumplía en el penal de Ushuaia), multa (pecuniaria) e
inhabilitació n, y deben tenerse en cuenta también las medidas dispuestas en el art. 34 inc. 1 CP.
Pueden imponerse de manera exclusiva (só lo se aplica una de ellas), alternativa (reclusió n o
prisió n, prisió n o multa) o conjuntas (prisió n e inhabilitació n/ prisió n y multa, etc.).
Las penas pueden ser divisibles o indivisibles, la regla es la divisibilidad porque se establece
legalmente un mínimo y un má ximo que permite al juez la cuantificació n en cada caso. Las
indivisibles son las que establecen la prisió n perpetua.
También hay penas accesorias: la inhabilitació n del art. 12CP, el decomiso, destrucció n de
estupefacientes, clausura de estadios deportivos, etc. La má s grave es la del art. 52CP
(reincidencia).
Penas ilícitas.
La pena de muerte se encuentra prohibida en nuestra legislació n por imperio de la CADH vía art.
75 inc. 22 (establece que su abolició n tiene cará cter irreversible: no puede volver a
implementarse). La confiscació n general de bienes se encuentra proscrita por el art. 17CN, el
art. 18 CN prohíbe las penas que asumen la forma de tomento y azotes. Vía art. 75 inc. 22 se
encuentra prohibida la tortura, las penas infamantes inusitadas, también el destierro.
La má s grave limitació n a la libertad ambulatoria tiene lugar cuando se somete a una persona a
una institució n en la que realiza la totalidad o gran parte de su actividad diaria. Hoy en día se
encuentra probado que la prisió n tiene un efecto reproductor que da cuenta del fracaso de las
ideologías de resocializació n y otras teorías preventivas especiales positivas.
El art. 77 CP establece que los plazos del CP se cuentan de acuerdo a las disposiciones del có digo
civil. La prisió n preventiva se computa de la misma manera (1 día de prisió n preventiva es igual
a 1 día de prisió n, ya no se aplica el 2x1). El termino comienza a correr desde la 0 hora del día en
que el sujeto fue privado de su libertad, pues de otra manera se le estaría extendiendo el tiempo
en prisió n.
Penas fijas.
Pena de relegación
El art. 52CP establece la aplicació n de una pena de reclusió n por tiempo indeterminado como
accesoria de la ú ltima condena, en particulares supuestos de multirreincidencia. La
particularidad es la indeterminació n pues su duració n no es fija. Dado que la reincidencia es
inconstitucional, para Zaffaroni, la pena accesoria también lo es.
Beneficios. El CP contempla distintos beneficios: en caso de vejez y enfermedad, prisió n
discontinua y semidetenció n, prisió n domiciliaria, la libertad condicional, salidas transitorias y
la semilibertad.
Libertad condicional.
Cuando se reú nen los requisitos formales y materiales, el condenado tiene derecho a reclamarla
y el tribunal el deber de concederla. Sus requisitos son segú n el art. 13CP:
ARTICULO 13.- El condenado a reclusió n o prisió n perpetua que hubiere cumplido treinta y
cinco (35) añ os de condena, el condenado a reclusió n o a prisió n por má s de tres (3) añ os que
hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusió n o prisió n, por tres (3) añ os o
menos, que hubiere cumplido un (1) añ o de reclusió n u ocho (8) meses de prisió n, observando
con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá n obtener la libertad por resolució n judicial,
previo informe de la direcció n del establecimiento e informe de peritos que pronostique en
forma individualizada y favorable su reinserció n social, bajo las siguientes condiciones:
2º.- Observar las reglas de inspecció n que fije el mismo auto, especialmente la obligació n de
abstenerse de consumir bebidas alcohó licas o utilizar sustancias estupefacientes;
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesió n, si no tuviere
medios propios de subsistencia;
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiá trico o psicoló gico, que acrediten su necesidad y
eficacia de acuerdo al consejo de peritos
Estas condiciones, a las que el juez podrá añ adir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirá n hasta el vencimiento de los términos de las penas
temporales y hasta diez (10) añ os má s en las perpetuas, a contar desde el día del otorgamiento
de la libertad condicional.
La multa
Opera sobre el patrimonio del condenado y tiene como limite la prohibició n de confiscació n. El
sistema que se emplea en nuestro derecho para determinarlo es el sistema de la suma total: el
juez condena a una cantidad concreta, que resulta de conjugar la gravedad del delito con la
situació n econó mica del condenado.
La multa tiene cará cter de pena principal, por ello:
- Puede ser impuesta como pena ú nica.
- Puede ser conminada conjuntamente con la pena de prisió n.
- Puede ser conminada conjuntamente con la inhabilitació n absoluta y con la
inhabilitació n especial.
- Puede imponerse en forma alternativa con la pena privativa de libertad.
- En los casos de delitos cometidos con á nimo de lucro, puede conminarse conjuntamente
a criterio del tribunal. Es decir que el juez puede agregar a la pena privativa de libertad una
multa aun cuando esta no estuviera prevista especialmente.
La multa en ú ltima instancia ante su incumplimiento procede el encierro de la persona, que no
puede exceder de un añ o y medio y se da en forma de semidetenció n o prisió n discontinua.
Los facultados son aquellos a quienes el có digo habilita y tienen un interés directo. El
MP puede hacerlo aú n a favor del imputado.
La interposició n del recurso debe hacerse dentro de un plazo perentorio que comienza a
correr al día siguiente de notificada la resolució n en cuestió n. Si vence el tiempo sin ser
interpuesto, las resoluciones quedan consentidas. Debe cumplirse con sus formas y
también presentarse ante el ó rgano que corresponda. Con las
motivaciones/fundamentos.
Finalidad. Se orienta a corregir vicios en la aplicació n del derecho o la apreciació n de los hechos
y para constatar que los actos procesales se produjeron con sujeció n a lo que establece la ley.
El efecto suspensivo (es la regla) refiere a la imposibilidad de ejecutar la resolució n hasta que se
resuelva el recurso. El efecto es no suspensivo cuando pese a interpuesto el recurso, lo
ordenado por la resolució n se debe cumplir de inmediato.
El efecto es extensivo cuando se resuelve sobre uno de los imputados pero afecta a otros. Se
habla de adhesió n al recurso cuando lo presenta uno y los otros adhieren (un imputado y
adhieren otros, presenta el fiscal y adhiere querella o la defensa, etc.)
Los recursos a favor del imputado podrá n ser deducidos por él o su defensor y, si fuere menor
de edad, también por sus padres o tutor, aunque éstos no tengan derecho a que se les notifique
la resolució n.”
Condiciones de interposició n. Art. 438. – “Los recursos deberá n ser interpuestos, bajo pena de
inadmisibilidad, en las condiciones de tiempo y forma que se determinan, con específica
indicació n de los motivos en que se basen.”
Tiempo: los que indique cada recurso. Contando solo los días há biles desde el día
siguiente de la notificació n.
Forma: el lugar es la sede de la secretaria del tribunal que dicto la resolució n de la cual
se pide aclaratoria, o revocatoria, o respecto de la que se deduce apelació n, o casació n, o
inconstitucionalidad o inaplicabilidad de la ley. El recurso de queja ante el tribunal que
debe decidir sobre la admisibilidad denegada. El recurso de revisió n, ante la cá mara de
casació n que corresponda. Por escrito y excepcionalmente de forma oral el de
reposició n durante el debate. Debe contener la firma de quien lo presenta.
Motivos: deben estar fundados, indicando los puntos que a criterio de quien recurre, lo
agravian. Se debe indicar que error de hecho o derecho, deficiencia, imperfecció n,
irregularidad, vicio o anomalía presenta la resolució n.
RECURSO DE REPOSICION.
Su finalidad es que el mismo ó rgano judicial que dictó una resolució n la modifique por contrario
imperio. Procede ú nicamente contra resoluciones que fueron dictadas sin sustanciació n (o sea
en las que no se manifestaron los fundamentos, las que dicen si ha lugar/no ha lugar).
Se interpone dentro del tercer día por escrito que lo fundamente.
La resolució n que recaiga hará ejecutoria (queda firme), a menos que el recurso hubiera sido
deducido junto con el de apelació n en subsidio, y éste sea procedente (o sea que se lo pide con
apelació n en subsidio por si no prospera la reposició n).
RECURSO DE APELACIÓN.
Procedencia. Art. 449. – “El recurso de apelació n procederá contra los autos de sobreseimiento
dictados por los jueces de instrucció n y en lo correccional, los interlocutorios (resoluciones
dictadas luego de la sustanciació n a las partes) y las resoluciones expresamente declaradas
apelables o que causen gravamen irreparable. (cuando se causa un perjuicio que no puede ser
subsanado luego durante el proceso ni con el dictado de la sentencia definitiva).”
Audiencias.
Art. 454. – “Siempre que el tribunal de alzada no rechace el recurso con arreglo a lo previsto en
el artículo 444, segundo pá rrafo, en el plazo de 3 días se decretará una audiencia, la cual no se
realizará antes de 5 días ni después de 30 días de recibidas las actuaciones.
Una vez iniciada la audiencia, inmediatamente se otorgará la palabra a el/los recurrentes para
que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen,
quienes podrá n ampliar la fundamentació n o desistir de algunos motivos, pero no podrá n
introducir otros nuevos ni realizar peticiones distintas a las formuladas al interponer el recurso.
Luego se permitirá intervenir a quienes no hayan recurrido y finalmente se volverá a ofrecer la
palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de
los argumentos vertidos en el debate.
El juez que preside la audiencia y, eventualmente los demá s jueces que integren el tribunal
podrá n interrogar a los recurrentes y a los demá s intervinientes sobre las cuestiones planteadas
en el recurso y debatidas en la audiencia. La audiencia será pú blica.”
Resolución. Art. 455. – “El tribunal deliberará y resolverá en la misma audiencia, en los
términos del artículo 396. En casos complejos, podrá dictar un intervalo de hasta 5 días para
continuar la deliberació n y resolver.
Cuando la decisió n cuestionada sea revocada, el tribunal expondrá sus fundamentos por escrito,
dentro de los 5 días de dictada la resolució n
RECURSO DE CASACIÓN.
Procedencia. Art. 456. – “El recurso de casació n podrá ser interpuesto por los siguientes
motivos:
1) Inobservancia o erró nea aplicació n de la ley sustantiva.
2) Inobservancia de las normas que este Có digo establece bajo pena de inadmisibilidad,
caducidad o nulidad, siempre que, con excepció n de los casos de nulidad absoluta, el recurrente
haya reclamado oportunamente la subsanació n del defecto, si era posible, o hecho protesta de
recurrir en casació n. (se denomina casació n formal o por errores in procedendo, es decir
defectos procesales. Se procura controlar que el tribunal llegue a la sentencia de acuerdo a las
normas formales vigentes).”
Recurso del ministerio fiscal. Art. 458. – “El ministerio fiscal podrá recurrir, ademá s de los
autos a que se refiere el artículo anterior:
1) De la sentencia absolutoria, cuando haya pedido la condena del imputado a má s de 3 añ os de
pena privativa de la libertad, a multa de doscientos mil australes o a inhabilitació n por 5 añ os o
má s.
2) De la sentencia condenatoria, cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad
inferior a la mitad de la requerida.” Se cuestiona su constitucionalidad porque se entiende que la
garantía del recurso en el derecho penal solo está prevista para el perseguido penalmente.
Recurso del imputado. Art. 459. – “El imputado o su defensor podrá n recurrir:
1) De la sentencia del juez en lo correccional que condene a aquél a má s de 6 meses de prisió n, 1
añ o de inhabilitació n o cien mil australes de multa.
2) De la sentencia del tribunal en lo criminal que lo condene a má s de 3 añ os de prisió n,
doscientos mil australes de multa o 5 añ os de inhabilitació n.
3) De la resolució n que le imponga una medida de seguridad por tiempo indeterminado.
4) De los autos en que se le deniegue la extinció n, conmutació n o suspensió n de la pena.
5) De la sentencia que lo condene a restitució n o indemnizació n de un valor superior a once
millones de australes.”
La CSJN declaro en GIROLDI la inconstitucionalidad de este articulo por entender que no es
correcto que el legislador establezca mínimos para revisar las decisiones (se limita la defensa).
Recurso de la parte querellante. Art. 460. – “La parte querellante podrá recurrir en los
mismos casos en que puede hacerlo el MP.”
Recurso del civilmente demandado. Art. 461. – “El civilmente demandado podrá recurrir
cuando pueda hacerlo el imputado y no obstante la inacció n de éste, siempre que se declare su
responsabilidad.”
Recurso del actor civil. Art. 462. – “El actor civil podrá recurrir: 1) De la sentencia del juez en
lo correccional, cuando su agravio sea superior a siete millones de australes. 2) De la sentencia
del tribunal en lo criminal, cuando su agravio sea superior a once millones de australes.”
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.
Procedencia. Art. 474. – “El recurso de inconstitucionalidad podrá ser interpuesto contra las
sentencias definitivas o autos mencionados en el artículo 457 si se hubiere cuestionado la
constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia
regida por la Constitució n, y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del
recurrente.”
Procedimiento. Art. 475. – “Será n aplicables a este recurso las disposiciones del capítulo
anterior relativas al procedimiento y forma de redactar la sentencia.
RECURSO DE QUEJA.
Procedencia. Art. 476. – “Cuando sea denegado un recurso que procediere ante otro tribunal,
ante éste podrá presentarse directamente en queja el recurrente, con el fin de que se declare
mal denegado el recurso.” Es un reexamen sobre la admisibilidad del recurso. El recurso debe
presentarse ante el tribunal que debiera conocer en él. Debe estar fundado y contener una
crítica de los argumentos expuestos para que el recurso prospere.
Procedimiento. Art. 477. – “La queja se interpondrá por escrito, dentro de los 3 días de
notificado el decreto denegatorio si los tribunales tuvieren su asiento en la misma ciudad; en
caso contrario, el término será de 8 días.
De inmediato se requerirá informe, al respecto, del tribunal contra el que se haya deducido y
éste lo evacuará en el plazo de 3 días. Si lo estimare necesario para mejor proveer, el tribunal
ante el que se interponga el recurso ordenará que se le remita el expediente en forma
inmediata.
La resolució n será dictada por auto, después de recibido el informe o el expediente.”
Efectos. Art. 478. – “Si la queja fuere desechada, las actuaciones será n devueltas, sin má s
trá mite, al tribunal que corresponda. (supuesto en que se confirma la desestimació n).
En caso contrario, se declarará mal denegado el recurso, especificando la clase y efectos del que
se concede, lo que se comunicará a aquél, para que emplace a las partes y proceda segú n el
trá mite respectivo.”
RECURSO DE REVISION.
Es una pretensió n impugnativa autó noma. No hay plazo para deducirlo. Se orienta al examen de
sentencias condenatorias firmes al producirse circunstancias nuevas para el proceso, que antes
habían sido ignoradas o que se produjeron con posterioridad. Se orienta a obtener una condena
má s favorable o la absolució n del penado.
Procedencia. Art. 479. – “El recurso de revisió n procederá en todo tiempo y a favor del
condenado, contra las sentencias firmes (la sentencia es firme cuando es insusceptible de
recurso sea porque no fue impugnada cuando debió serlo o porque se encuentra ejecutoriada)
cuando:
1) Los hechos establecidos como fundamento de la condena fueren inconciliables con los fijados
por otra sentencia penal irrevocable. (supuesto en donde los hechos que se tuvieron por
acreditados en la condena está n en pugna con los establecidos en otra sentencia)
2) La sentencia impugnada se hubiera fundado en prueba documental o testifical cuya falsedad
se hubiese declarado en fallo posterior irrevocable.
3) La sentencia condenatoria hubiera sido pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho
u otro delito cuya existencia se hubiese declarado en fallo posterior irrevocable.
4) Después de la condena sobrevengan o se descubran nuevos hechos o elementos de prueba
que, solos o unidos a los ya examinados en el proceso, hagan evidente que el hecho no existió ,
que el condenado no lo cometió o que el hecho cometido encuadra en una norma penal má s
favorable.
5) Corresponda aplicar retroactivamente una ley penal má s benigna que la aplicada en la
sentencia.”
Objeto. Art. 480. – “El recurso deberá tender siempre a demostrar la inexistencia del hecho, o
que el condenado no lo cometió , o que falta totalmente la prueba en que se basó la condena,
salvo que se funde en la ú ltima parte del inciso 4 o en el 5 del artículo anterior.”
Personas que pueden deducirlo. Art. 481. – “Podrá n deducir el recurso de revisió n:
1) El condenado y/o su defensor; si fuere incapaz, sus representantes legales, o si hubiere
fallecido, su có nyuge, sus ascendientes, descendientes o hermanos.
2) El ministerio fiscal.”
El derecho de ejecució n penal se ocupa de todas las penas, es amplio. El derecho penitenciario
se ocupa de la ejecució n de la pena privativa de la libertad, comprende normas de fondo (modos
en que se ejecuta y beneficios), procesales (apelació n de infracciones), condiciones de
alojamiento y trato y normas administrativas.
Se estableció que se considera al preso como un sujeto de derechos y deberes, que siguen
gozando de los dd.hh y libertades fundamentales, que tienen derecho a ser oídos antes de la
toma de medidas disciplinarias y a someter dichas medidas a revisió n, a ser informados de la
infracció n que se les atribuye. Efectivamente el ingreso a una prisió n no implica el despojo de la
protecció n de las leyes. Son personas titulares de todos los derechos, salvo las libertades que
fueron constitucionalmente restringidas.
Régimen de progresividad.
A partir del siglo XVIII comienzan a idearse sistemas penitenciarios, entre los cuales nuestro
país adopta el sistema progresivo que consiste en dividir la ejecució n en etapas que se van
atravesando de forma paulatina, obteniendo cada vez má s beneficios. Se compone de la fase de
aislamiento, vida comú n, prelibertad y libertad condicionada. Se entiende que este sistema es
fundamental para alcanzar el fin resocializador, permitiéndole que gradualmente se reincorpore
a la libertad.
La ley 24.660 prevé un programa de tratamiento que se elabora segú n las condiciones
personales, intereses y necesidades del interno. Es interdisciplinario (intervienen á reas como la
criminología, educació n, trabajo, asistencia social, etc.) e individualizado. Su objetivo es que el
interno reciba tratamiento psicofísico, capacitació n, formació n profesional, actividades
laborales y culturales, etc.
El interno avanza en el programa segú n su evolució n. Los condenados forman parte del
programa desde que se comunica la sentencia al establecimiento penitenciario, y los procesados
desde que lo eligen voluntariamente. El programa se compone de 4 etapas:
1- Periodo de observació n: inicia al recibirse la sentencia en el organismo técnico
criminoló gico que elaborara la historia criminoló gica del sujeto. Se consideran sus
antecedentes, se realizan estudios médicos que sean necesarios y se hace el diagnó stico
y pronostico criminoló gico. Este periodo dura como má ximo 30 días. Si bien es de
naturaleza administrativa, ello no obsta al control judicial.
2- Periodo de tratamiento: se aplica el tratamiento penitenciario que se le diseñ o en la
etapa anterior. Se compone de tres fases en las que el interno va avanzando a partir de
las calificaciones que obtiene respecto a su conducta (su observancia de los
reglamentos) y concepto (su evolució n personal en relació n a la reinserció n social).
a) Socializació n: se busca promover los factores positivos de su personalidad y disminuir
los disvaliosos.
b) Consolidació n: se lo supervisa para observar su aceptació n de las pautas sociales. Se le
asignan actividades con menos medidas de control.
c) Confianza: goza de mayor autodeterminacion para determinar en qué medida
internalizó los valores necesarios para la convivencia social.
3- Periodo de prueba: en esta etapa accede a mayores beneficios puesto que puede acceder
a las salidas transitorias fuera del establecimiento y se disminuyen las medidas de
vigilancia. Para ello requiere no tener causa abierta, haber cumplido parte de la pena y
tener conducta y concepto ejemplar.
Salidas transitorias. Se orienta a que vaya de a poco visitando el exterior para que su libertad
no sea abrupta. Pueden ser por tiempo (12/48/72hs), por el motivo (afianzar lazos familiares,
cursar estudios) o por el nivel de confianza (acompañ ado por alguien del servicio penitenciario,
tuició n familiar o palabra de honor).
Semilibertad. Permite trabajar fuera del establecimiento sin ser supervisado todo el tiempo,
pero debe regresar al final del día. También requiere no tener causa abierta en los que interese
su detenció n, conducta y concepto ejemplar y el cumplimiento de una parte de la pena (pena
mayor a 10 añ os: 1 añ o, penas entre 5 y 10 añ os: 6 meses, penas menores a 5 añ os: desde que se
incorporo al periodo de prueba). Para ciertos delitos sexuales que no está n excluidos se exigen
algunos requisitos má s, entre ellos, la notificació n a la víctima y el uso de tobillera.
Entre los delitos excluidos se encuentran: homicidios agravados, delitos contra la integridad
sexual, robo con arma de fuego, latrocinio, trata de personas, financiamiento del terrorismo,
entre otros.
Libertad asistida. Permite al condenado egresar 3 meses antes del vencimiento de la condena.
En principio estaba pensada para aquellos que por haber tenido revocada una libertad
condicional anterior o por reincidentes no podían acceder a la libertad condicional. Se le
imponen reglas de conducta. Si comete un nuevo delito o incumple una obligació n es revocada.