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LEY DE ESTUPEFACIENTES

Ley 23.737

Qué es un estupefaciente: lo define el art. 77 CP “el término “estupefacientes” comprende los


estupefacientes, psicotró picos y demá s sustancias susceptibles de producir dependencia física o
psíquica, que se incluyan en las listas que se elaboren y actualicen perió dicamente por decreto
del Poder Ejecutivo nacional.”

La ley 23.737 es una ley en blanco propia porque debemos recurrir a un decreto del PEN para
cerrar los tipos, por la evolució n de la química. El BJ protegido es la salud pú blica (estado de
bienestar de los individuos que componen la sociedad).
Art. 5º — Será reprimido con prisió n de cuatro (4) a quince (15) añ os y multa de cuarenta y
cinco (45) a novecientas (900) unidades fijas el que sin autorizació n o con destino ilegítimo:
a) Siembre (delito instantáneo) o cultive (delito permanente) plantas o guarde (dar cuidado)
semillas, precursores químicos o cualquier otra materia prima para producir o fabricar
estupefacientes, o elementos destinados a tales fines (por ejemplo: balanzas); es un delito doloso:
debe tener conocimiento de qué son y para qué sirven.
b) Produzca (separar de las plantas. Es necesario para el cannabis o coca), fabrique (realizar
procedimientos que permitan obtener estupefacientes. Ejemplo: morfina), extraiga o prepare
estupefacientes;
c) Comercie (actividad que requiere habitualidad, al menudeo o por mayor. Elemento subjetivo:
ánimo de lucro) con estupefacientes, precursores químicos o cualquier otra materia prima para
su producció n o fabricació n o los tenga con fines de comercializació n (se debe probar en base a
la cantidad, manera en que estaba envasada, etc.), o los distribuya (reparto a título gratuito u
oneroso), o dé en pago (darlos en virtud de una obligación pendiente no satisfecha), o almacene
(guardar en grandes cantidades. Por ejemplo: bunkers) o transporte (trasladar de un lugar a otro.
Suele ser oneroso pero puede ser gratuito. Puede ser por un medio o en el cuerpo como las mulas.
No se exige que lleguen a destino para su consumación porque es un delito de actividad);
d) Comercie con plantas o sus semillas, utilizables para producir estupefacientes, o las tenga con
fines de comercializació n, o las distribuya, o las dé en pago, o las almacene o transporte; (difiere
con el inciso anterior en cuanto al objeto)
e) Entregue (acto bilateral), suministre (proveer a quien lo requiera), aplique (introducir en el
cuerpo de otro) o facilite (poner al alcance de otro)a otros estupefacientes a título oneroso. Si lo
fuese a título gratuito (atenuante), se aplicará prisió n de tres (3) a doce (12) añ os y multa de
quince (15) a trescientas (300) unidades fijas.
Si los hechos previstos en los incisos precedentes fueren ejecutados por quien desarrolla una
actividad cuyo ejercicio dependa de una autorizació n, licencia o habilitació n del poder pú blico,
se aplicará , ademá s, inhabilitació n especial de cinco (5) a quince (15) añ os.
Art. 10. — Será reprimido con reclusió n o prisió n de tres a doce añ os y multa de tres mil a
cincuenta mil australes el que facilitare, aunque sea a título gratuito, un lugar o elementos, para
que se lleve a cabo alguno de los hechos previstos por los artículos anteriores. La misma pena se
aplicará al que facilitare un lugar para que concurran personas con el objeto de usar
estupefacientes.
En caso de que el lugar fuera un local de comercio, se aplicará la accesoria de inhabilitació n para
ejercer el comercio por el tiempo de la condena, la que se elevará al doble del tiempo de la
misma si se tratare de un negocio de diversió n.

Agravantes. Art. 11 — Las penas previstas en los artículos precedentes será n aumentadas en un
tercio del má ximo a la mitad del mínimo, sin que las mismas puedan exceder el má ximo legal de
la especie de pena de que se trate:
a) Si los hechos se cometieren en perjuicio de mujeres embarazadas o de personas disminuidas
psíquicamente, o sirviéndose de menores de dieciocho añ os o sin perjuicio de éstos;
b) Si los hechos se cometieren subrepticiamente o con violencia (fuerza física irresistible),
intimidació n (amenazar)o engañ o (hacer creer, viciar el intelecto del otro).
c) Si en los hechos intervinientes tres o má s personas organizadas para cometerlos; (mayor
capacidad de lesión al BJ)
d) Si los hechos se cometieren por un funcionario pú blico encargado de la prevenció n o
persecució n de los delitos aquí previstos o por un funcionario pú blico encargado de la guarda
de presos y en perjuicio de éstos;
e) Cuando el delito se cometiere en las inmediaciones o en el interior de un establecimiento de
enseñ anza, centro asistencial, lugar de detenció n, institució n deportiva, cultural o social o en
sitios donde se realicen espectá culos o diversiones pú blicos o en otros lugares a los que
escolares y estudiantes acudan para realizar actividades educativas, deportivas o sociales;
(cuando hay niños hay mayor probabilidad de que se inicien en el consumo).
f) Si los hechos se cometieren por un docente, educador o empleado de establecimientos
educacionales en general, abusando de sus funciones específicas. (mayor facilidad para difundir
el uso de estupefacientes).

Art. 12 — Será reprimido con prisió n de dos a seis añ os y multa de seiscientos a doce mil
australes:
a) El que preconizare (exaltar las ventajas) o difundiere (divulgar el consumo) públicamente el
uso de estupefacientes, o indujere a otro a consumirlos; (se entiende que este artículo es
violatorio de la libertad de expresión art. 14 CN.)

Art. 14 — Será reprimido con prisió n de uno a seis añ os y multa de trescientos a seis mil
australes el que tuviere en su poder estupefacientes. (pena la tenencia simple. Tener es una
situación de hecho, no una conducta humana. Aplica a estupefacientes, no a semillas,
herramientas, etc.)
La pena será de un mes a dos añ os de prisió n cuando, por su escasa cantidad (¿qué es escasa
cantidad?) y demá s circunstancias (¿cuáles son?), surgiere inequívocamente que la tenencia es
para uso personal. (pena la tenencia para consumo, se entiende que ante la duda se aplica este
artículo. Es un delito permanente).

Recorrido jurisprudencial:
1. Fallo Colavini (1978): el artículo 19 de la CN se torna ineficaz frente a las circunstancias
del caso concreto;
Si no existieran usuarios, no habría interés econó mico en producir drogas: no habría
trá fico de drogas si no hubiera interesados en drogarse, y por lo tanto no puede decirse
entonces que la conducta del tenedor de drogas no trasciende los límites del derecho a
la intimidad. Declara la constitucionalidad del delito de tenencia.
2. Fallo Bazterrica (1986): declara la inconstitucionalidad. El orden y la moral pú blica se
refieren só lo a las relaciones intersubjetivas, esto es, a aquellas acciones que
perjudiquen a un tercero, y las acciones privadas só lo pueden ser objeto de restricció n
cuando medie peligro concreto para terceros.
3. Fallo Montalvo (1990): declara la constitucionalidad. Para que quede fuera de la
protecció n del artículo 19, no es necesario que la acció n sea ofensiva o perjudicial en
todas las hipó tesis, o en la generalidad de los casos, sino que basta que ‘de algú n modo’ –
cierto y ponderable- tenga ese cará cter; el elemento contagioso de la drogadicció n es un
hecho pú blico y notorio, de donde, entre las acciones que ofenden el orden, la moral y la
salud pú blica se encuentra sin duda la tenencia de estupefacientes para consumo
personal, porque al tratarse de una figura de peligro abstracto está ínsita la
trascendencia a terceros.
4. Fallo Arriola (2009): declara la inconstitucionalidad. Desde que se fallaron los casos
anteriores hasta la actualidad se ha producido una reforma constitucional, y los tratados
internacionales reconocen el derecho a la privacidad; estos tratados reconocen también
el principio pro homine, esto es, obligan a preferir la interpretació n menos restrictiva de
los derechos; la norma que se impugna criminaliza conductas que -realizadas bajo
determinadas circunstancias- no afectan a un tercero;
las preferencias personales de la gente por una política no pueden reemplazar las
preferencias personales de un individuo; toda persona adulta es soberana para tomar
decisiones libres sobre el estilo de vida que desea;
El artículo 19 habilita al Estado a intervenir só lo a fin de proscribir interferencias
intersubjetivas, y no es misió n del derecho penal prevenir los dañ os que una persona
pueda causarse a sí misma.
Agente encubierto: es todo aquel funcionario de las fuerzas de seguridad autorizado, altamente
calificado, que presta su consentimiento y ocultando su identidad, se infiltra o introduce en las
organizaciones criminales o asociaciones delictivas, con el fin de identificar o detener a los
autores, partícipes o encubridores, de impedir la consumació n de un delito, o para reunir
informació n y elementos de prueba necesarios para la investigació n, con autorizació n judicial.
Se emplea solo para ciertos delitos.
Arrepentido o imputado colaborador: persona que participó en un delito pero durante el
proceso penal decide dar informació n que ayuda a: evitar que se produzca un delito, resolver un
delito que la justicia está investigando, saber quiénes fueron los autores de un delito, ubicar
dó nde está n los autores, avanzar en la investigació n, ubicar a las víctimas de un delito de
privació n de libertad, averiguar dó nde está n las ganancias o instrumentos de un delito o
conocer có mo se financian las organizaciones criminales. Como ventaja de ello se reduce la pena
de prisió n. Aplica a ciertos delitos entre los que NO se incluyen quienes cometieron delitos de
lesa humanidad.

EL DERECHO PROCESAL PENAL

Maier

CONCEPTO Y CONTENIDO
El derecho procesal penal es la rama del orden jurídico interno de un estado, cuyas normas
instituyen y organizan los ó rganos pú blicos que cumplen la funció n penal del Estado y
disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una
sanció n o medida de seguridad penal, regulando así el comportamiento de quienes intervienen
en él.

Se puede hablar de una rama jurídica porque ha adquirido autonomía legislativa, científica y
académica.

Usualmente se divide en dos ramas internas: derecho de organización judicial y derecho procesal
penal propiamente dicho.

El derecho procesal penal en sentido estricto está expuesto en los có digos procesales penales.
Su materia principal está construida por la regulació n de los diversos procedimiento para
arribar a la aplicació n de una pena o medida de seguridad penal y la actividad procesal.

Ademá s de todos los conceptos que se desarrollaron el derecho procesal penal comprende
también la regulació n de ciertas actividades que cumple el Estado cuando, por intermedio de
sus ó rganos competentes, decide aplicar una pena o medida de seguridad penal.

Puede decirse que existen tres momento diferentes en los que se manifiesta el poder penal del
Estado: el primero es el relativo a la amenaza penal al establecimiento de las condiciones
materiales bajo las cuales el Estado promete una pena, el segundo es el relativo al ejercicio de la
pretensió n penal, aplicar a alguien una pena y el tercero es el relativo a la ejecució n de la
reacció n penal decidida en el caso concreto.

La ejecució n penal en si no pertenece tradicionalmente al á rea de regulació n del DPP, pero, este,
debe prever el tribunal competente para ello.

FUNCIÓN

Función material

Realización del Derecho penal material

El derecho penal solo define el injusto penal y las condiciones bajo las cuales amenaza una pena,
esto es, el hecho punible, pero no procede a su propia realizació n, cuando en el mundo social
acontece un hecho que pertenece a la clase de los definidos por el para fundar una pena o una
medida de seguridad y correcció n.

Para ello está el DPP que, ante la afirmació n de la existencia en el mundo real de una acció n u
omisió n que transgrede una norma de deber del DP, indica el camino necesario para averiguar
el contenido de la verdad de esa afirmació n y, en su caso, disponer la reacció n concreta
correspondiente.

Aú n má s, el DPP es el ú nico medio legitimo para la realizació n penal.

Protección personal

El crecimiento del poder penal del Estado trajo consigo un desmejoramiento evidente de las
condiciones de libertar y seguridad de los individuos. Nuestra CN, en lo que toca al
enjuiciamiento penal, se ha ocupado de ello (art. 18).
El DPP es un estatuto de garantías, sobre todo para quien es perseguido penalmente. Estos
límites al derecho de intervenció n del Estado sobre los ciudadanos ejercido como persecució n
penal, que protegen tanto al inocente cuanto, al mismo culpable, caracterizan la judicialidad del
proceso penal y el legismo procesal en que consiste su regulació n.

Recomposición de la paz y seguridad jurídicas

El valor definitivo de la decisió n final esta amparado por la prohibició n de la persecució n penal
mú ltiple; una vez que se alcanzo la cosa juzgada ella es irrevisable en perjuicio del acusado
absuelto o del condenado, con miras a una condena superior.

Función formal

Todas las normas del DPP son normas potestativas. Ellas disciplinan los actos procesales, un
procedimiento es un acto tras otro concatenado cuyo objetivo es no solo juzgar al imputado o
decir si es culpable o no. Si no hay pruebas suficientes la misma fiscalía pude pedir sobre
seguimiento y se respaldara en el CPP

CARACTERES

Derecho público

Clasificación tradicional

Porque esta relacionado con la base constitucional, no se puede despegar de ellos. Respetan las
garantias constitucionales. Y es publico porque regula los actos del estado para evitar el abuso
del Estado a la hora de tratar con personas acusadas.

Derecho interno y local

Una de las características del DPP reside en que, salvo escasísimas excepciones, rechaza la
aplicació n de normas internacionales. Los tribunales aplican al enjuiciamiento penal el DPP que
rige en el á mbito del poder soberano que los inviste. La razó n de esta reserva reside en la
consideració n de que la administració n de justicia es un atributo esencial de las soberanías
nacionales.

Mas allá de estas características universal, por razones constitucionales, nuestro DPP es
Derecho local, salvo los casos de excepció n en que la misma Constitució n concede competencia
a los tribunales federales o de la Nació n, son las provincias federadas las que administran
justicia, pues la actuació n del Derecho penal material es uno de los poderes de la soberanía no
delegados.

El enjuiciamiento es competente un determinado tribunal penal, ese tribunal aplica la ley


procesal penal vigente en el á mbito del poder soberano que lo inviste para administrar justicia,
las provincias o la Nació n, segú n los casos. El hecho de que las provincias no hayan delegado
sino por excepció n el poder de administrar justicia es un rasgo característico de nuestro
federalismo.

Derecho formal o adjetivo

Distinción clásica
El derecho material es aquel que proporciona el fundamento para la solució n de los conflictos
sociales o, para la valoració n de las acciones que las personas llevan a cabo en la vida de
relació n comú n u ordinaria. El derecho formal, es aquel que regula la vía por la cual esos
conflictos se solucionan, fijando también los pará metros de valoració n de ciertos actos que se
llevan a cabo en una situació n muy particular de vida el procedimiento que el DPP regula para
dar solució n a un conflicto social al que debe aplicarse el derecho material.

El DPP pertenece a este segundo tipo de regulaciones jurídicas.

El DPP cumple su funció n de realizar el derecho material cada vez que se requiere su actuació n
ante la autoridad competente para imponerlo, pero, inmediatamente, se guía por otro orden de
valores, entre los cuales sobresalen, la seguridad jurídica y, la organizació n de un método de
discusió n que se asiente sobre la piedra basal de la oportunidad efectiva para la defensa de los
intereses de justiciable y de la imparcialidad del tribunal frente al caso.

El DP se puede dividir, así, en derecho penal material y derecho penal formal. El DP, en sentido
estricto, es primario, porque define los hechos punibles y las mandadas u obligatorias y la
consecuencia jurídica característica de él, determina el poder o la potestad penal del Estado. El
DPP es, secundario porque se ocupa de la realizació n del DP cuando se afirma una lesió n a sus
normas, es decir, de la actuació n practica del poder penal del estado. Sin DP no tiene sentido el
DPP.

SISTEMAS DE ENJUICIAMIENTO

Los sistemas de enjuiciamiento son los modelos teó ricos vinculados a la manera de castigar o no
a una persona que cometió un delito. Cabe aclarar que ninguno de estos modelos de
enjuiciamiento se presenta en forma pura en la realidad.
Sistema acusatorio. Domino todo el mundo antiguo hasta la edad media en el siglo XIII.
Comprende aquel paso de la reacció n privada a la canalizació n por la acció n procesal, dando
lugar al nacimiento del juicio con intervenció n del ofensor frente a un tribunal que decidía la
cuestió n. Su característica principal es la divisió n de poderes en el proceso: el acusador persigue
penalmente, el imputado que puede defenderse y el tribunal que decide. La actuació n del
tribunal se encuentra limitada al reclamo del acusador y se contempla la posibilidad de
resistencia del imputado a dicha imputació n. Características principales:

❖ La jurisdicció n penal reside en tribunales populares. En el proceso el tribunal aparece


como á rbitro entre el acusador y el acusado.
❖ El juzgado era un ciudadano, el acusador y la defensa se encontraban en una igualdad de
estamento. No perseguían la verdad, solo importaba resolver el conflicto.
❖ El procedimiento consiste en un debate pú blico, oral, continuo y contradictorio.

❖ Para valorar la prueba predomina el sistema de la íntima convicció n en donde los jueces
deciden votando sin sujeció n a reglas que establezcan determinado valor a los medios
de prueba y sin exteriorizar los fundamentos de su voto.
❖ La sentencia es el resultado del recuento de los votos de una determinada mayoría o de
la unanimidad de los jueces.
❖ La libertad es la regla durante el proceso.
Rigió durante toda la antigü edad y durante la edad media hasta el siglo XIII momento en que fue
reemplazado por la Inquisició n.
Sistema inquisitivo. Se le da poco valor a la persona humana individual frente al orden social,
siendo el imputado un objeto de investigació n, perdiendo su cará cter de sujeto de derechos y se
autoriza el recurrir a cualquier medio para obtener los fines perseguidos. El poder procesal se
concentra en la figura del inquisidor que persigue y decide, perdiendo el imputado la facultad de
defenderse.
Se caracteriza fundamentalmente por la persecució n penal publica de los delitos, con el deber
de su ejercicio, o sea que no depende de la voluntad particular en la represió n, ademá s de que
dicho procedimiento está orientado a la meta de averiguar la verdad sin importar los medios
para conseguirla.
Características principales:

❖ El monarca o príncipe tiene toda la jurisdicció n penal, y en los casos en que no puede
hacerlo directamente lo delega en sus funcionarios.
❖ El poder de perseguir penalmente se confunde con el de juzgar, que recaen ambos en
una sola persona: el inquisidor.
❖ El acusado es un objeto de persecució n.

❖ El procedimiento consiste en una investigació n secreta, cuyos resultados constan por


escrito en actas que constituyen el material sobre el cual luego se dicta la sentencia. No
hay debate.
❖ Para valorar la prueba impera la prueba legal: la ley indica las condiciones para tener
por acreditado un hecho.
❖ El fallo era impugnable: aparece la apelació n y los recursos contra la sentencia,
conectados a la idea planteada en el primer ítem de la delegació n del poder
jurisdiccional es funcionarios.
Se extendió por Europa desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII con la Revolució n Francesa que
dará lugar a la reforma de este sistema dando lugar a los que se conoce como el sistema mixto.
Sistema inquisitivo reformado o mixto. Irrumpieron otras reglas que remiten al sistema
acusatorio y que condicionaron a estos principios inquisitivos: la persecució n penal pú blica y la
averiguació n de la verdad histó rica se relativizaron frente a otros valores superadores: el
reconocimiento de atributos a la persona humana que condicionaban los medios mediante los
cuales podían lograrse dichos objetivos.
Se contemplan garantías y derechos individuales: el tratamiento del imputado como inocente
hasta no ser declarado culpable por sentencia firme, el juicio previo, la posibilidad de defensa,
prohibició n de coacciones, todos valores referidos a la dignidad de la persona humana
individual que se consideran superiores a los dos valores que pregona el sistema inquisidor.
Esto se refleja en un nuevo método del proceso penal: 1. Investigació n de forma inquisitiva, pero
con ciertos limite. 2. Paso intermedio que garantiza la seriedad del requerimiento penal del
Estado antes de convocar al juicio pú blico para evitar juicios inú tiles. 3. Debate pú blico y oral
ante el tribunal, con la presencia del acusador y el acusado que culmina con la absolució n o la
condena fundadas en actos llevados a cabo en dicho debate. Principales características:
-La jurisdicció n penal es ejercida por tribunales con participació n popular o con tribunales con
jueces profesionales.

-La persecució n penal está en manos de un ó rgano estatal: el ministerio pú blico. Existen sin
embargo excepciones a la persecució n penal publica (la acció n pú blica dependiente de instancia
privada y la acció n privada).

-El imputado es un sujeto de derechos, que durante el proceso tiene el cará cter jurídico de un
inocente hasta que sea declarado culpable por sentencia firma. El Estado debe demostrar su
culpabilidad y no él su inocencia. La privació n de la libertad del imputado durante el proceso es
excepcional. Durante el debate puede defenderse y está en igualdad con el acusador.

-El proceso consta de:


1. Instrucción preparatoria o procedimiento preliminar: a cargo de quien persigue
penalmente, el ministerio pú blico, o de un juez de instrucció n, orientado a recoger
elementos que den base a la acusació n o al requerimiento para la apertura al juicio
pú blico o que determinen la clausura de la persecució n penal.
2. Procedimiento intermedio: se controlan los actos del ministerio pú blico, el
requerimiento del juicio pú blico o acusació n puede ser rechazado o la clausura de
persecució n (sobreseimiento) puede ser rechazada, ordená ndose la apertura del
juicio pú blico.
3. El juicio: consta de un debate bajo formas acusatorias de publicidad, oralidad,
concentració n en una ú nica audiencia y continuidad, la presencia de todos los
sujetos procesales en el procedimiento (inmediació n), la libre defensa del imputado.
De ese debate surgen los elementos para fundar la sentencia, que esta limitada por la
acusació n en tanto no puede ir má s allá de ella en perjuicio del imputado. De él se
obtiene la sentencia de absolució n o condena que finaliza el proceso.
-El tribunal se integra de jueces profesionales en nuestro caso.

-El fallo es recurrible en forma limitada. Mediante el recurso de casació n el recurrente puede
poner de manifiesto los errores jurídicos del fallo, sean de derecho material o procesal, y el
triunfo de dicho recurso implica la realizació n de un nuevo juicio pú blico. El recurso de revisió n
procura rescindir sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada cuando se verifica la
existencia de un fundamento falso que pudo dar lugar a un error judicial. Algunos
ordenamientos admiten la apelació n.
Persiste hasta nuestros días.
En Argentina, la CN tiende al modelo acusatorio (juicio por jurado, garantías, PJ separado de los
demá s poderes), pero histó ricamente no se siguió esa idea. En algunas provincias ya se está n
implementando los juicios por jurados pero a nivel federal no.
LA AGENCIA JUDICIAL
FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DE LA ORGANIZACIÓ N JUDICIAL
IMPARCIALIDAD DE LOS JUECES
La imparcialidad como elemento de la definició n del “juez”
La palabra “juez” no se comprende sin el calificativo de “imparcial”
Pero el juez parte de una posició n que no favorece la imparcialidad, pues la ley lo obliga a
adoptar la posició n de parte en el procedimiento, a tener interés propio en la decisió n.
Ello indica que el calificativo “imparcial”, cuando no se los trata como un ideal sino como un
intento de aproximació n a él en la vida prá ctica, no puede representar un absoluto, sino, menta
una serie de previsiones, cuyo contenido se vincula al intento de aproximarse a aquel ideal o de
evitar desviarse de él.

La independencia judicial
Regularmente, se expresa que la independencia es una característica que corresponde al poder
judicial como tal frente a los demá s poderes del Estado.
Desde este punto de vista, las reglas que prevén la estabilidad de los jueces permanentes, la
compensació n por sus tareas, la prohibició n para el presidente de ejercer funciones judiciales y
el deber general de los jueces de ajustar sus decisiones a la ley del Congreso, son solo aspectos
de la independencia y límites de la funció n judicial, como atributo del PJ del Estado.
Pero esta macro visió n olvida que, el poder judicial es colegiado y la funció n judicial es ejercida
por tribunales integrado por jueces diversos que, en cada caso, pronuncian la decisió n de
autoridad del poder respectivo, jueces que incluso pueden no formar parte de la organizació n
permanente.
Se entiende porque la regla que prevé la independencia o autonomía del criterio judicial debe
ser formulada respecto de cada uno de los jueces que integra el poder judicial permanente o
accidentalmente.
Ello implica que cada juez, cuando juzga y decide un caso concreto, es libre, independiente de
todo poder, inclusive el judicial, para tomar su decisió n y solo se le exige que su fallo se confirme
con aplicar el derecho vigente. En ello reside la independencia judicial.
Precisamente, para que los jueces sean realmente independientes de todo poder del Estado, es
que los Permanentes gozan de estabilidad en sus empleos, a perpetuidad y se atribuyen sus
servicios con una compensació n salarial.
La estabilidad y la retribució n irreducible son necesidades que surgen cuando se pretende
garantizarle a la persona juzgada, que su juez obedecerá al decidir su caso a criterios políticos
permanentes, determinados por la ley que establece los deberes y facultades de todos.
De la misma manera, el sistema de nombramiento y remoció n de los jueces permanentes
pretende responder a esa idea. El sistema de nombramiento respondía al equilibrio entre los
poderes que conforma la soberanía, pues residía en un acto conjunto del poder ejecutivo, que
propone y el poder legislativo que presta su acuerdo para la designació n. La reforma de la
Constitució n de 1994 conservo ese sistema solo para los jueces de la Corte Suprema.
La estabilidad de los jueces permanentes, y profesionales en sus empleos se asegura al
establecer que solo será n removidos cuando desempeñ en mal sus funciones o cuando cometan
un delito al ejercerla o con ocasió n de su ejercicio, y al prever una forma de enjuiciamiento
especial para la comprobació n de estas circunstancias, cuto tribunal solo puede destituir al
acusado, en caso de condena. En el orden nacional se prevé hoy, y solo para los jueces de la CS,
el llamado “juicio político” que resuelve provocar la Cá mara de Diputados, quien asume el papel
de acusador; por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes, mientras el
Senado se constituye como tribunal de enjuiciamiento, que decide con idénticas mayorías.
La reforma constitucional ha previsto, para los otros jueces de la Nació n, un jurado de
enjuiciamiento, integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matricula federal, en el
marco del llamado Consejo de la Magistratura.
Consecuente con este sistema especial de remoció n es el privilegio que impide perseguir
penalmente a los jueces antes de su remoció n. Tal privilegio tampoco está concebido como un
fuero personal, sino como una necesidad propia de la funció n, que no puede ser entorpecida
maliciosamente con denuncias o acusaciones infundadas. El privilegio tampoco significa
inmunidad, pues la pérdida del cargo, por cualquier razó n habilita la persecució n penal y coloca
al juez en la misma posició n que a cualquier habitante.
La estabilidad dura hasta los 75 añ os de edad, momento en el cual se requiere, para proseguir
en el cargo la renovació n del nombramiento, que ahora solo dura 5 añ os.
Imparcialidad frente al caso
Otra de esas condiciones necesarias es colocar frente al caso, ejerciendo la funció n de juzgar, a
una persona que garantice la mayor objetividad posible al enfrentarlo. A esa situació n del juez,
se la denomina, propiamente, imparcialidad.
La imparcialidad no se logra rodeando al juez de ciertas garantías que impidan interferencias de
los poderes políticos, sino, excluyendo del caso al juez que no garantiza suficientemente la
objetividad de su criterio frente a él.
Las reglas sobre imparcialidad se refieren a la posició n del juez frente al caso concreto que, en
principio, debe juzgar e intentan impedir que sobrepase el temor de imparcialidad. La
herramienta que el Derecho utiliza en estos casos reside en la exclusió n del juez sospechado de
parcialidad y se reemplazó por otra persona, presuntamente imparcial frente a él. Las reglas y el
remedio alcanzan, a quienes accidentalmente está n llamados a ejercer la funció n de juzgar, y no
tan solo a los jueces permanentes o profesionales.
Son denominados motivos de apartamiento las relaciones abstractas que la ley procesal
describe como fundantes de la sospecha de parcialidad. Estos motivos, o bien está n relacionados
con las personas que intervienen en el procedimiento, o bien con su objeto, o bien con el
resultado.
Esos motivos fundan el derecho de quienes intervienen en el procedimiento para recursas a un
juez y obtener su reemplazo; pero, al mismo tiempo, fundan el deber del juez de denunciar la
relació n y apartarse de oficio.
Segú n se observa, los motivos de apartamiento pretenden operar de pleno derecho, sin
importar el interés de los intervinientes o su manifestació n procesal. Pero se debe reconocer,
por una parte, que son aquellos interesados en el resultado del procedimiento, quienes, en
primer lugar, sufren el temor de parcialidad que funda el apartamiento de los jueces. Es por ello
que resulta razonable permitir, a quienes pueden recursar, invocar y demostrar otro motivo que
funde seriamente el temor de parcialidad en el caso concreto.
El juez natural
Una buena manera de asegurar la independencia e imparcialidad del tribunal es evitar que él
sea creado o elegido por alguna autoridad, una vez que el caso sucede en la realidad, esto es, que
se coloque frente al imputados tribunales ad hoc, creados para el caso o para la persona a
juzgar. Es por ello que nuestra CN prohíbe que alguien sea juzgado por comisiones especiales o
sea sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
Nuestra Constitució n considera ilegítimos como tribunales de justicia, por una parte, las
comisiones especiales, esto es, los tribunales ad hoc, creados especialmente para el caso o segú n
la persona a juzgar, y, por otra parte, se preocupa por establecer la vigencia temporal de las
leyes que atribuyen competencia a los tribunales.
Conforme a ello es claro que nuestra CN ha intentado asegurar, como garantía para el
justiciable, la imposibilidad de manipular el tribunal competente para el enjuiciamiento, de tres
maneras especificas: al declarar la inadmisibilidad de las comisiones especiales; al impedir que
juzguen tribunales creados con posterioridad al hecho objeto del proceso; y al indicar que, en
todo caso, es competente para juzgar el tribunal, con asiento en la provincia en la que se
cometió ese hecho.
La clá usula se refiere solo al tribunal competente segú n la ley vigente al momento del hecho,
cualquiera que fuere su integració n concreta al momento del juicio. Respecto de los jueces,
como personas individuales, rigen las reglas relativas a su imparcialidad.
JUICIO POR JURADOS
Nuestra CN establece la necesidad de que la sentencia penal sea dictada con la colaboració n de
jueces accidentales. Ello significa, por una parte, que la ley fundamental ha adherido a un
modelo concreto de enjuiciamiento penal, que permite a los jurados, representante populares,
conocer, controlar y valorar la prueba que decide el caso, y, por la otra, que estos representantes
del pueblo de la Repú blica estén presentes durante el juicio en el que son incorporados los
elementos vá lidos para determinar la sentencia y se escucha a todos los intervinientes en el
procedimiento, que pretenden influir sobre esa decisió n.
De tal manera, el ser juzgado por los propios conciudadanos es hoy antes un derecho
fundamental de cada habitante, que una forma específica de distribució n del poder político o de
organizació n judicial.
El solo se ha demostrado eficiente para perseguir los hechos punibles de menor importancia o
cometidos por delincuentes no habituales, pero fue absolutamente ineficiente en las á reas
penales que má s preocupa a la sociedad, o para el enjuiciamiento de delincuentes habituales,
avanzados en la utilizació n de las garantías que brinda el sistema y con suficiente poder
econó mico-social para evitar las consecuencias desagradables.
La concepció n que rechaza el juicio por jurados tiene raíces autoritarias.
UNICA O DOBLE INSTANCIA
Cuando las convenciones sobre DDHH pasaron a formar parte de la legislació n interna nuestra
Corte Suprema se vio obligada a realizar una segunda precisió n, rectificó primero que: “la doble
instancia judicial no constituye, por si misma, requisito de naturaleza constitucional” y aclaró
después que la garantía prevista por la Convenció n americana sobre DDHH que establece el
derecho del inculpado a recurrir el dallo ante un juez o tribunal superior, “se halla satisfecho
por la existencia del recurso extraordinario ante esta Corte”.
Si resulta claro que la CN nada decide sobre la organizació n judicial en una, dos o má s instancias
de mérito, y las convenciones internacionales tampoco han decidido sobre este punto político
general, sino que solo han establecido una garantía para el condenado.
ORGANIZACIÓ N JUDICIAL FEDERATIVA
La CN organizo su administració n de justicia en dos ó rdenes de jurisdicciones: la que ejercen los
tribunales de la Nació n y la que ejercen los tribunales provinciales.
Conforme a ello, cada provincia instituye su propia administració n de justicia, una de las
condiciones fundamentales bajo las cuales el gobierno federal le garantiza el goce y ejercicio de
su autonomía bajo pena de ser intervenida por el gobierno federal cuando no asegure el servicio
de justicia; ello significa que cada provincia es competente para dictar las leyes de organizació n
judicial. La ú nica limitació n de esos poderes proviene de la propia CN pues esas leyes deben
respetar el sistema representativo republicano de acuerdo con sus principios, declaraciones y
garantías.
La Nació n también ha debido instituir su propia organizació n judicial; el congreso es el ó rgano
competente para dictar la ley que instituye y organiza los ó rganos pú blicos intervinientes en la
administració n de justicia penal y la ley de procedimientos penales en el á mbito federal.
Ley 24121

GARANTIAS CONSTITUCIONALES EN EL PROCESO PENAL

LIMITES AL PODER PENAL DEL ESTADO

El Estado de Derecho consagra derechos y garantías para proteger a las personas contra el
poder penal del Estado.
Así, el DPP se presenta como Derecho constitucional reformado o aplicado, porque las reglas
que disciplinan el enjuiciamiento penal deben respetar el marco político que le fija la CN,
reglamentando sus derechos, principios y garantías. Ya hemos analizado los principios referidos
a la organizació n judicial, y ahora corresponde analizar los principios directamente relativos al
procedimiento y que hacen al debido proceso.
JUICIO PREVIO.
Nulla pena sine auditio.
El art. 18 CN dice “nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso”. La exigencia del juicio previo impone la necesidad de la sentencia judicial firme para
poder aplicar pena a alguien. El juicio, debe estar fundando en la ley penal previa al hecho que
se juzga (principio de legalidad e irretroactividad).
Por vigencia del principio republicano (divisió n de poderes) dicho juicio le compete al PJ puesto
que el presidente tiene prohibido condenar por si y aplicar penas, ejercer funciones judiciales,
conocer causas pendientes o restablecer las fenecidas, al igual que el PL, que solo esta
autorizado a realizar el juicio político a ciertos funcionarios pero que de todas formas, la propia
CN establece que luego dichos sujetos quedan sometidos a acusació n, juicio y castigo conforme a
las leyes ante los tribunales ordinarios, teniendo el fallo del PL solo el efecto de destituir al
acusado o suspenderlo, o declararlo incapaz de ocupar un empleo de honor, confianza o a
sueldo de la Nació n (forma de inhabilitació n).
Para dictar la sentencia primero debe llevarse a cabo un procedimiento imparcial (donde se
respeten las garantías del imputado, la sentencia emane de juez competente e imparcial y ser
fundada en ley anterior).
La sentencia judicial debe ser fundada para su vez, lo cual significa que debe contener las
razones de hecho y de derecho que justifican la decisió n. Se debe hacer menció n de los
elementos de prueba a través de los cuales se arribó a una cierta conclusió n fá ctica, dichos
elementos debieron haberse incorporado al proceso de forma valida y deben ser aptos para su
valoració n. Ademá s debe explicar el porqué de esa conclusió n a la que se llegó . Existen distintos
sistemas para valorar la prueba (sana critica: se emplea en nuestro proceso/prueba legal o
tasada/ intima convicció n).
Así las cosas, la pena es siempre publica y su imposició n solo puede provenir de una sentencia
penal condenatoria del tribunal, aun en los casos de delitos de instancia y de acció n privada.
También debemos tener en cuenta que el orden jurídico comienza a tratar a una persona como
culpable desde el momento en que la sentencia condenatoria queda firme.

Proceso legal previo. Nulla pena sine proceso.


La CN supone un procedimiento previo a la sentencia que le procure los elementos para la
decisió n final del tribunal. Es otro sentido que asume la clá usula del “juicio previo”.
La reacció n ante el delito es mediata, no hay coacció n directa, se requiere de un procedimiento
previo. Dicho procedimiento previo debe ser jurídico, reglado por ley (leyes procesales), que
defina los actos que lo componen y el orden en que deben ser llevados a cabo. Debe por ende,
haber necesariamente una ley del Estado que lo establezca, y ello es un deber de los ó rganos
legislativos. Dicha ley debe organizar la administració n de justicia penal y establecer el
procedimiento que dichos ó rganos pú blicos deben observar.
El procedimiento ademá s debe ser acorde a las garantías individuales. Debe haber un plazo
razonable, la persona sometida a proceso debe tener un proceso á gil, esta va a tener que ver con
la complejidad de la causa (porque no es lo mismo robo que homicidio)
El plazo razonable para la prisió n preventiva? 2 añ os + 1 que puede pedir de pró rroga. Pasado
ese plazo se lo libera.
PRINCIPIO DE INOCENCIA. (art. 1 CPPN: nadie podrá ser considerado culpable mientras una
sentencia firme no desvirtú e la presunció n de inocencia de que todo imputado goza)
La CN impide que se trate como culpable a la persona hasta tanto el Estado pronuncie la
sentencia penal firme que lo declare culpable y lo someta a una pena. La sentencia lo declarara
inocente si no desobedeció ningú n mandato o infringió una prohibició n, o si lo hizo al amparo
de un permiso, o concurrieron causas que eliminaban su culpabilidad o excluyen la punibilidad,
o lo declarara culpable si se comportó contra un mandato o prohibició n, de forma AJ, culpable y
punible. En este sentido, la sentencia NO constituye la culpabilidad sino que simplemente la
declara.
In dubio pro reo. (art. 3 CPPN: en caso de duda deberá estarse a lo que sea má s favorable al
imputado).
Deriva de la presunció n de inocencia que ampara al imputado. Es la exigencia de que la
sentencia de condena solo puede estar fundada en la certeza del tribunal que falla sobre la
existencia de un hecho punible atribuible al acusado. La falta de certeza implica la imposibilidad
del Estado de destruir la situació n de inocencia construida por la ley en amparo del imputado, y
por ende, lleva a la absolució n. La duda o la probabilidad impiden la posibilidad de condenar.
Así, el in dubio pro reo exige que el tribunal alcance la certeza sobre todos los extremos de la
imputació n delictiva para condenar y aplicar una pena, exigencia que refiere meramente a los
hechos y que NO soluciona problemas de interpretació n jurídica, ni prohíbe ningú n método de
interpretació n de la ley penal.
La certeza o probabilidad negativa (no hay elementos suficientes para acreditar la culpabilidad)
tiene como consecuencia el tener que dictar la absolució n (o el sobreseimiento si aú n estamos
en etapa de instrucció n. Si ya se pasó al debate solo queda absolver). Solo la certeza positiva
puede derivar en una condena.
Onus probandi.
En el proceso penal la carga de la prueba de la inocencia no le corresponde al imputado, o dicho
de otra forma, la carga de demostrar la culpabilidad del imputado le incumbe al acusador. El
imputado no tiene necesidad de construir su inocencia que ya está construida de antemano por
la presunció n que lo ampara, por ello, quien lo condena debe destruir completamente dicha
presunció n, arribando a la certeza sobre la comisió n del hecho punible que se le atribuye.
El deber de investigar la verdad es un principio rector que expresa que la condena requiere la
certeza de la existencia de un hecho punible. El deber del acusador pú blico no reside en verificar
ese hecho punible sino en investigar la verdad objetiva, tanto en perjuicio como en favor del
imputado, deber similar que pesa sobre el tribunal. El acusador debe ser objetivo (pero no es
imparcial).
Los integrantes del MP fiscal tienen el deber de actuar con objetividad, lo cual implica que deben
procurar la verdad y ajustarse a las pruebas legitimas en sus requerimientos o conclusiones, ya
sean contrarias o favorables al imputado.
Trato de inocente y la coerción procesal.
La CN pese a impedir la aplicació n de pena hasta la sentencia firme de condena, si tolera el
arresto por orden escrita de autoridad competente, durante el procedimiento de persecució n
penal. Pero esto de ninguna manera implica afirmar que la autorizació n para emplear la fuerza
pú blica durante el proceso (coerción procesal) conculcando los derechos del imputado carezca
de límites.
Primero cabe destacar la diferencia entre la pena (coerción material) y las medidas de coerció n
procesales, que tienen en comú n la utilizació n del poder penal estatal para privar a las personas
de libertades y que incluso en muchos casos se exteriorizan de igual manera (ejemplo: prisió n
preventiva y pena privativa de libertad).
Pero se diferencian en cuanto a sus fines: a la pena se le suele dar una funció n preventiva
(general/especial, positiva-negativa), en cambio la coerció n procesal tiene como fin garantizar
la correcta averiguació n de la verdad y la aplicació n de la ley penal.
Así, la prisió n preventiva solo puede tener como fundamento el peligro de fuga del imputado o
el peligro de que se obstaculice la averiguació n de la verdad, entorpecimiento de causa (cuando
el propio imputado tiene la posibilidad de influir en el resultado del procedimiento,
entorpeciendo la averiguació n de la verdad).
Los distintos medios de coerció n procesal afectan distintos derechos bá sicos:
- El encarcelamiento preventivo (sea como arresto, detenció n, aprehensió n o prisió n
preventiva): la libertad física o ambulatoria.
- El allanamiento: la intimidad.
- Inspecció n de correspondencia y papeles privados: intimidad.
- Embargo y secuestro: disposició n de los bienes.
- Extracció n de sangre y otras inspecciones medicas: derecho a la integridad física o
intimidad.
Sin embargo, el empleo de estos medios de coerció n procesales tiene límites, principalmente el
encarcelamiento preventivo. En este caso, se parte de la regla que es el derecho a la libertad
física o ambulatoria, que en principio solo puede ser alterada por una sentencia firme de
condena. Pero como excepció n la CN autoriza a la privació n de libertad durante el proceso penal
bajo ciertas formas y en ciertos casos:
- Se requiere ante todo, una orden escrita de autoridad competente. Dicha autoridad es el
PJ.
- El encarcelamiento preventivo depende de su legalidad.
- La reglamentació n legal no depende del arbitrio total del legislador, pues son dos las
exigencias que el derecho a la libertad ambulatoria y el principio de inocencia plantean a
la posibilidad de privar la libertad durante el proceso:
1. El cará cter excepcional del encarcelamiento preventivo emerge de la combinació n
entre el derecho a la libertad ambulatoria y la prohibició n de aplicar una pena que
cercene dicho derecho antes del dictado de una sentencia condenatoria firme que la
imponga. El trato de inocente durante la persecució n penal impide adelantarle una
pena.
Por ello, en nuestro derecho la posibilidad de encarcelar preventivamente se reduce
a casos de absoluta necesidad, para proteger los fines que se persigue en el
procedimiento y solo cuando no pueda recurrirse a otras medidas menos
perjudiciales para el imputado. Son los casos de peligro de fuga o de entorpecimiento
a la actividad probatoria, debiendo haber elementos de prueba que permitan
afirmar al menos como gran probabilidad, que el sujeto es autor o participe del
hecho punible que se le atribuye.
No solo basta con ello para encarcelar preventivamente, también debe ser
absolutamente indispensable, en el sentido de que no debe haber otros medios que
satisfagan el mismo fin a coste de un menor sacrificio para los derechos del
imputado. Esto da cuenta que se trata de una medida excepcional.
2. Aunque se admita la encarcelació n preventiva, la misma no puede de ninguna
manera superar la misma pena que se espera recibir en caso de sentencia
condenatoria. Por ello debe ser proporcional a la pena que se espera, y no la puede
superar en gravedad.
En este sentido, la ley 24.390 estableció un sistema para calcular la razonabilidad del
plazo de privació n de la libertad procesal: el plazo bá sico es de 2 añ os, con
posibilidad de ser prolongado por decisió n judicial un añ o má s, y con una
prolongació n mayor de 6 meses para ambos plazos, posible solo si ya existe una
sentencia de condena, que aun no haya pasado en autoridad de cosa juzgada. Sin
embargo, el plazo es incierto porque se debe descontar de él los periodos que
demandaron en el procedimiento requerimientos defensivos, sin utilidad prá ctica.
Luego, la ley establece que la prolongació n del plazo má s allá de los 2 añ os concede
al imputado en caso de condena el derecho a que se le compute por 1 día de prisió n
preventiva, 2 de pena de prisió n y 1 de pena de reclusió n.
En conclusió n, los requisitos para la prisió n preventiva son:
1. Orden escrita de autoridad competente.
2. Probabilidad positiva de que la persona haya cometido un hecho punible.
3. Razonabilidad (que no haya otra medida menos perjudicial. En este sentido el art. 210
CPPF establece medidas de coerció n menos lesivas: promesa del imputado de someterse
al procedimiento, obligacion de someterse al cuidado de una persona o institució n
determinada, prohibició n de salir sin autorizació n del á mbito territorial que se
determine, obligacion de presentarse perió dicamente ante el juez, retenció n de
documentos de viaje, prohibició n de concurrir a ciertos lugares o acercarse a ciertas
personas, prestació n de una caució n personal o real, vigilancia mediante dispositivo
electró nico de rastreo, arresto en su domicilio o de otra persona con o sin vigilancia,
prisió n preventiva solo cuando esas medidas no fueran suficientes), necesidad y
proporcionalidad (no puede superar la pena en expectativa, y solo aplica a delitos con
pena privativa de la libertad).
4. Que existan causas objetivas que hagan presumir que existen peligros procesales:
a. Peligro de fuga: el art. 221 CPPF establece pautas a tener en cuenta para su
acreditació n, tales como a. arraigo (determinado por el domicilio, residencia
habitual, de su familia, negocios o trabajo, y facilidades para abandonar el país), b.
circunstancias y naturaleza del hecho, pena que se espera como resultado,
imposibilidad de condenació n condicional, constatació n de detenciones previas, c.
comportamiento del imputado durante el procedimiento, si incurrió o no en
rebeldía, si proporciono falsa informació n de su identidad o domicilio. En la medida
en que hagan presumir que no se someterá a la persecució n penal.
b. Peligro de entorpecimiento de la investigació n: el art. 222 CPPF establece pautas
para tener en cuenta a modo de indicios, si existe grave sospecha de que el
imputado: a. destruirá , modificara, ocultara, suprimirá o falsificara elementos de
prueba. b. intentará asegurar el provecho del delito. c. hostigara/amenazara a la
víctima o testigos. D. influirá para que testigos o peritos informen falsamente o se
comporten de forma reticente. E. inducirá a otros a realizar tales comportamientos.

MODOS DE INICIACIÓN DEL PROCESO

Persecución penal oficial (oficialidad)

Como se inicia el proceso penal?

El proceso penal se inicia con una denuncia, Denuncia es la mera participació n de conocimiento
efectuada por una persona, mediante la cual se transmiten los datos sobre la comisió n de un
delito de acció n pú blica (arts. 71 y 72, CP), denunciar no es obligatorio para quien sabe de un
delito salvo que sea funcionario pú blico (policía, o alguno de los poderes), la administració n de
aduana, afip, Los médicos, parteras, farmacéuticos y demá s personas que ejerzan cualquier
rama del arte de curar, en cuanto a los delitos contra la vida y la integridad física.

Quien tiene la facultad de denunciar? Toda persona que se considere lesionada por un delito
cuya represió n sea perseguible de oficio o que, sin pretender ser lesionada, tenga noticias de él,
podrá denunciarlo al juez, al agente fiscal o a la policía.
En los casos de delito privado ej.: delito sexual, la denuncia la debe hacer el particular o su
representante.

Cuando se hace la denuncia frente a un juez este la recibe y tiene un plazo de 24 horas para
darle noticia al Ministerio Publico Fiscal, y el fiscal:
1- Requiere la instrucció n, es decir, considera que es delito, quiere que se investigue y lo
devuelve al juez
2- Desestima por inexistencia de delito: cree que no hay tal delito, o se da cuenta que el
delito no fue por ej. en CABA y fue en provincia, y le dice al juez que se declare
incompetente.
Será desestimada cuando los hechos referidos en ella no constituyan delito, o cuando no se
pueda proceder. La resolució n que disponga la desestimació n de la denuncia o su remisió n a
otra jurisdicció n será apelable, aun por quien pretendía ser tenido por parte querellante. Segú n
el art 196 el juez puede delegarle al fiscal la instrucció n de la causa.

También se puede denunciar ante la policía: La denuncia presentada ante la policía podrá
hacerse por escrito o verbalmente; personalmente, por representante o por mandatario
especial, debe decirse la fecha, el lugar, los tratos de la persona que denuncia (puede ser
anó nima depende si el delito es pú blico o privado) y denunciar un hecho que sea delito. Es
importante que al hacer la denuncia el hecho sea un delito (no se puede denunciar a alguien que
te miro mal). Cuando sea presentada ante el fiscal o el juez, pareciera que só lo se admite.
En todos los casos se exige la identificació n del denunciante, pues si la denuncia es falaz, puede
incurrir en el delito de falsa denuncia, y si contiene una falsa imputació n dirigida a determinada
persona, tal conducta configurará calumnia
Cuando la denuncia escrita sea presentada ante la policía, el funcionario que la reciba, luego de
la comprobació n de identidad, deberá colocar en el escrito un sello que acredite la hora y el día
de la recepció n, el nombre de la dependencia policial y el nú mero de registro de la denuncia,
pudiendo otorgarle una constancia de la presentació n o firmando la copia, a pedido del
denunciante. En caso de ser una denuncia repetida se violaría la garantía de juez natural ya que
se estaría viendo que juzgado es mejor o peor.

Prohibiciones para denunciar: art 178


Art. 178. - Nadie podrá denunciar a su có nyuge, ascendiente, descendiente o hermano, a menos
que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del denunciante o de un pariente suyo de grado
igual o má s pró ximo que el que lo liga con el denunciado.
Ó sea solo puedo denunciar por ejemplo a mi padre, si YO soy la víctima. Esto se debe a la unió n
familiar, se trata de proteger el bien jurídico que es la familia

¿El denunciante puede ser parte del proceso penal?


El denunciante no será parte en el proceso ni incurrirá en responsabilidad alguna, excepto por
el delito en que pudiere incurrir.
Querella: forma por la cual un particular ejerce la acció n penal y se vuelve parte de un proceso
penal. La denuncia, en cambio, solo pone en conocimiento de las autoridades la comisió n de un
delito, pero no hace al denunciante parte del proceso de investigació n y juzgamiento.

Prevenció n: esto ocurre cuando hay policías haciendo prevenció n policial en la calle y ven a una
persona que comete un delito o supuesto delito. La policía actú a de oficio en casos extremos.
Prohibiciones de la policía: no pueden entrar a un domicilio, salvo que alguien denuncie que
esta cometiéndose un delito o haya un incendio. Tampoco puede requisarte, salvo que haya
orden de un procedimiento judicial, como así tampoco un hombre puede requisar una mujer y
viceversa.

Cuando se inicie el proceso se abre un sumario en donde van a poner en la caratula un nro. y el
hecho que se cometió , datos del damnificado, el hecho calificado provisoriamente, la declaració n
de los testigos, el acta de detenció n donde estará n los datos del imputado, los testigos (si no
está n es nulo) fotos del imputado, los derechos de él, declaració n testimonial de personas que
hayan visto el hecho y de los oficiales, informe médico legal y la pericia de los objetos
secuestrados. Y llama al juez de turno y fiscalía para que tomen conocimiento de la causa.

Principio de oficialidad o legalidad y ley de victimas

LEGALIDAD

Frente a la decisió n de oficializar la persecució n penal, se ha estimado necesario imponer a los


ó rganos del ministerio pú blico, el deber de promover la persecució n penal, ante la noticia de un
hecho punible, en procura de la decisió n judicial que, solucione el caso por intermedio de alguna
de las resoluciones previstas en la ley procesal. De allí que, una vez promovida la persecució n
penal, ella no se pueda suspender, interrumpir o hacer cesar, sino por el modo y la forma
previstos en la ley procesal. El Estado tiene el monopolio de la persecució n penal, este esta
dividido en diferentes organizaciones como por ejemplo: agencias policiales, ministerio pú blico,
etc. Y cada uno tiene diferentes funciones por ejemplo: el fiscal tiene el deber de acció n y el juez
el ú nico que tiene deber de jurisdicció n.

En el derecho positivo argentino, el principio de legalidad se apoya en el imperativo expuesto en


el CP 71: “las acciones penales se iniciará n de oficio”. Frente a la noticia de un hecho,
eventualmente punible, perseguible por acció n pú blica, es obligatorio promover la persecució n
penal y, tras el trá mite procesal pertinente, arribar a la decisió n judicial que solucione el caso
segú n las normas del Derecho Penal y ponga fin al proceso. En apoyo de este principio,
precisamente, el CP 247, amenaza penalmente al ó rgano estatal cuando “dejare de promover la
persecució n y represió n de los delincuentes”.

Entonces se deben iniciar las acciones penales de oficio, con excepció n de las siguientes:

OPORTUNIDAD

Las indicaciones previas demuestran, que nuestro discurso jurídico (principio de legalidad)
camina por una acera y la realidad (principio de oportunidad) transita por la vereda de enfrente
y en sentido inverso. Los juristas sostienen el principio de legalidad selecciona de diversas
maneras los casos a tratar y el tratamiento que reciben ya dentro del sistema, aplicando
criterios de oportunidad. La razó n de esta discordancia es siempre el aparato estatal, pues en la
sociedad de masas que experimentamos, no tiene capacidad, por los recursos humanos y
materiales de que dispone, para procesal, todos los casos penales que se producen en su seno.
Finalmente, la afirmació n ciega del principio de legalidad provoca graves disfunciones en el
sistema. La selecció n se oculta o se disfraza por el peso de la regla de legalidad; carece, por
tanto, de transparencia y encubre actos deshonestos y, otras, un trato desigual del sistema a
quienes lo sufren, contrario al Estado de Derecho.

Oportunidad significa, la posibilidad de que los ó rganos pú blicos, a quienes se les encomienda la
persecució n penal, prescindan de ella, en presencia de la noticia de un hecho punible o,
inclusive, frente a la prueba mas o menos completa de su perpetració n, formal o informalmente,
temporal o definitivamente, condicionada o incondicionadamente, por motivos de utilidad
social o razones político-criminales.

Existen dos modelos generales de aplicació n de criterios de oportunidad. Para el primero, la


oportunidad es la regla, elevada a principio rector de la persecució n penal. Hay países donde
domina esta regla, ellos desconocen el principio de legalidad; el poder de selecció n reside en el
MP y es inherente a él, con esa arma el MP gobierna el proceso penal y su forma concreta y
armonizar sus posibilidades concretas de perseguir penalmente con eficiencia, con los recursos
personales y materiales de la administració n de justicia en general.

LA INVESTIGACION PENAL

MAIER. PROTECCIÓN DEL DOMICILIO, LAS COMUNICACIONES Y PAPELES PRIVADOS

Es un obstá culo a la averiguació n de la verdad histó rica, el imputado NO es un ó rgano de


prueba, no pueden obtenerse declaraciones por medio de torturas y se protegen
constitucionalmente el domicilio/comunc./pp.
La CN en el art. 18 establece que el domicilio es inviolable, como también la correspondencia
epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá
procederse a su allanamiento y ocupación (o sea que NO es absoluto).
Así las cosas, una ley debe reglamentar esta garantía estableciendo qué autoridad es
competente para ordenar el allanamiento, en qué casos y con qué justificativos puede hacerlo y
la forma en la que debe desarrollarse el acto.
Respecto a la primera cuestió n, la autoridad competente para emitir la orden es el juez, pues es
el encargado de decidir sobre la persecució n penal y es el custodio de las garantías ciudadanas.
Extraordinariamente, en caso de necesidad, se puede aceptar que otros funcionarios allanen,
intercepten comunicaciones o secuestren papeles privados sin la orden del juez, mientras dure
la emergencia, pero la medida debe ser sometida brevemente a autorizació n judicial, ya que sin
ella queda sin efecto la medida y carece de valor probatorio lo obtenido de dicha manera. Se
puede autorizar a que otros funcionarios intercepten la correspondencia provisionalmente en
casos de urgencia, pero la apertura de sobres y la incorporació n al procedimiento es tarea
privativa del juez.
En cuanto a la segunda cuestió n, tiene que existir una persecució n penal concreta, cuyo objeto
este definido, que haya probabilidad probatoria (el hecho esté probado prima facie) y la medida
sea necesaria conforme al hecho que se intenta probar. La decisió n de emitir la orden debe estar
fundada y determinar cuá l es la finalidad.
Respecto a la tercera cuestió n (las formas), la injerencia se satisface con el logro del fin
determinado en el mandamiento, de la manera más moderada posible, o sea sin infligir a quien la
soporta otros dañ os que son accesorios y evitables.
La ley reglamentaria es la que regula el procedimiento penal, por ende, la reglamentació n de
esta garantía está en cabeza de cada provincia y de la Nació n en casos de competencia federal,
quienes establecerá n de forma autó noma, cuidando de no alterar la garantía, la autoridad
competente, la justificació n necesaria, la forma de ingresar de forma legítima al á mbito privado
protegido.
Respecto al valor del consentimiento, se pregunta si el mismo permite prescindir o no de las
formalidades exigidas por la ley: se entiende, en general, que para el allanamiento el
consentimiento solo tendría efecto de autorizar su realizació n en horario nocturno, pero NO
tiene valor para prescindir de las formalidades previstas en la ley.
Si bien la garantía implica la facultad/derecho de exclusió n de las personas que el portador
indique, es insuficiente frente a ó rganos dotados de la fuerza pú blica estatal, puesto que la sola
presencia de la fuerza pú blica implica coacció n suficiente para producir un consentimiento
viciado. Sumado a que ella puede emplear formas sutiles de coacció n que le son fá ciles de
ocultar. Por ello la CN contiene una garantía frente al poder del Estado, que reside en prohibir la
injerencia de los ó rganos estatales, por regla general, y solo permitirla en los casos y bajo la
observancia estricta de las formalidades previstas en la ley que reglamenta la garantía.
Así las cosas, en el DPP solo se concede al consentimiento del afectado un lugar mínimo: permite
dejar de lado el horario diurno no especificado en la orden judicial de allanamiento, pero NO
tiene poder para permitir un allanamiento que carece de los requisitos antes establecidos.
Respecto a la correspondencia y las comunicaciones, rigen los mismos principios y exigencias
que para la garantía del domicilio (allanamientos). Una vez secuestrada la correspondencia o
papeles privados, solo el juez se entera de su contenido y mediante resolució n judicial dispone
si los incorpora o no al proceso dependiendo de que sean o no ú tiles para esclarecer los hechos.
En este caso el consentimiento expreso operaria en la forma en que el propio imputado o su
defensor incorporen la correspondencia al proceso, pudiendo así ser valorada como medio de
prueba.
Claramente que hoy en día la garantía comprende a las comunicaciones inalá mbricas, por
teléfono, radio, etc.
También, mas en relació n al derecho a la defensa pero vinculado a la protecció n del á mbito
privado, las leyes procesales contemplan preceptos que declarar inadmisible de forma absoluta
la interceptació n de comunicaciones escritas u orales entre el imputado y su defensor, al igual
que el secuestro de ellas.

D’ALBORA

Se remite:
https://docs.google.com/document/d/1OfRUBo12LEyjhavfD8Xigxf6UVsJqGgp9K5rvrtZXTk/
edit
https://docs.google.com/document/d/1SZXNDbqMARmvpibezAS2j14LxDJLXYtG/edit

DECLARACIÓN DEL IMPUTADO

Derecho a ser oído

La declaración del imputado

Garantía de defensa en juicio: en términos bá sicos implica la posibilidad de una persona


demandada de poder controvertir la situació n. Esta garantía no aplica solo en penal, si no en
otros á mbitos pero de manera diferente porque la coerció n mas intensa se da en penal. Lo que
va a hacer esta garantía es evitas los excesos, es decir, no es que impide que la persona sea
condenada si no que va a impedir que sea condenada a través de practicas que no sean las
estipuladas en la norma. De la misma manera que el principio de inocencia no significa que la
persona sea inocente, si no que la persona va a tener trato de inocente hasta que se demuestre
lo contrario.
Entonces se trata de herramientas para que el imputado pueda defenderse dentro de un cierto
á mbito.

Derecho a ser oído: poder conocer cual es la prueba y la posibilidad de aportarla. Implica la
posibilidad de controlar las pruebas, valorarlas y aportarla. Esta ló gica es propia del proceso
inquisitivo. Tiene diferentes derivaciones de acuerdo a la etapa del proceso. Este va a existir
durante todo el proceso pero las implicancias van a ser diferentes depende la etapa procesal.

Requisitos:

IMPUTACIÓN NECESARIA

En primer lugar, para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de que
defenderse, exigencia que en materia procesal penal se conoce como imputació n.

El nú cleo de esa imputació n es una hipó tesis fá ctica atribuida al imputado, la cual, conduce a
consecuencias jurídico-penales. La imputació n correctamente formulada es la llave que abre la
puerta de la posibilidad de defenderse eficientemente, pues permite negar todos o algunos de
sus elementos para evitar o aminorar las consecuencias jurídico-penal a la que, se pretende,
conduce o, de otra manera, agregar los elementos que, combinados con los que son afirmados,
guían también a evitar la consecuencia o a reducirla. Pero, para que la posibilidad de ser oído
sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, debe tener como presupuesto la afirmació n clara,
precisa y circunstanciada de un hecho concreto. La imputació n debe ser previa y debe haber una
relació n clara y circunstanciada de los hechos.

Los hechos que yo le imputo al sujeto en la indagatoria luego no los puedo modificar, si imputo
mal y termina siendo nulo, no puedo retroceder de etapa.

Imputació n: circunstancias del modo tipo y lugar fundamentales para imputar. Debe ser relato
claro y preciso. Es muy comú n que a la hora de describir hechos, vayan al CP y hagan un calco
del delito penal, lo cual es un error porque si luego surgen otras circunstancias, la imputació n
esta mal. Se imputan hechos de la vida, no tipos penales.

CONOCIMIENTO DE LA IMPUTACIÓN

Nadie puede defenderse de algo que no conoce. Es por ello que el pró ximo paso consiste en
ponerlo en conocimiento de la imputació n correctamente deducida; darle a conocer al imputado
aquello que se le atribuye se conoce técnicamente bajo el nombre de intimació n.

Como se trata de hacer conocer la imputació n, el acto por el cual se la íntima debe reunir las
mismas calidades que advirtiéramos para aquella; debe consistir, así, en la noticia integra, clara
precisa y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta
condició n de validez si solo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da
noticia del nomen iuris del hecho punible imputado o se recurre, para cumplir la condició n, a
conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acció n u omisió n atribuida; de la
misma manera, no se observa la exigencia si resultan omitidas circunstancias o elementos que
caracterizan jurídicamente a la imputació n.

¿Qué el imputado brinde su versió n implica mentir? Si pero no trae consecuencias jurídicas. El
imputado puede: no declarar ni contestar preguntas, declarar y contestar preguntas, declarar y
no contestar preguntas.

Art. 296. - El imputado podrá abstenerse de declarar. En ningú n caso se le requerirá juramento
o promesa de decir verdad ni se ejercerá contra él coacció n o amenaza ni medio alguno para
obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad ni se le hará n cargos o
reconvenciones tendientes a obtener su confesió n.
Declaració n espontanea: declaració n previa a la indagatoria que por practica judicial se utiliza
en aquellos supuestos en los cuales se quiere sobreceder.

Declaració n extraoficial: aquellas que no se hacen frente a un juez, las realizan los imputados en
sede policial o durante su prevenció n.

AUDIENCIA

Primer momento en el que el imputado conoce al juez y viceversa. El derecho a ser oído alcanza
su expresió n real en la audiencia del imputado ante el tribunal. Precisamente, las formas antes
estudiadas constituyen presupuestos bá sicos para que el imputado, al concederle el tribunal la
palabra, se encuentre en condiciones ó ptimas para rechazar la imputació n que se le dirige o,
incluso si la admite, para incorporar otras circunstancias que la neutralicen o aminoren, segú n
la ley penal. La audiencia del imputado no solo se debe procurar en relació n a la sentencia final
sino también, en orden a las decisiones interlocutorias que conforman la situació n del imputado
durante el procedimiento. Es por ello que la facultad del imputado de pronunciarse frente al
tribunal sobre la imputació n que se le dirige no solo es necesaria durante el juicio que ofrece el
fundamento de la sentencia definitiva, incluso en el caso de que el acusador amplie su acusació n,
sino también durante el procedimiento preparatorio o preliminar. También cuando se coloca en
manos del MP el procedimiento preparatorio el deber de escuchar al imputado es uno de los
presupuestos formales de la acusació n.

Por lo demá s, el imputado está facultado a requerir que lo escuchen en cualquier momento del
procedimiento, bajo las ú nicas condiciones de referirse a la imputació n y no utilizar su facultad
para perturbar o demorar el procedimiento.

Art. 295. - A la declaració n del imputado só lo podrá n asistir su defensor, y el ministerio fiscal. El
imputado será informado de este derecho antes de comenzar con su declaració n.

RESOLUCION DE LA SITUACION DEL IMPUTADO

D’ALBORA

Procesamiento:
Ocurre cuando el juez considera que hay pruebas suficientes para procesar. Esto puede ser: sin
prisió n preventiva (no estará preso durante el proceso penal) o con prisió n preventiva.
¿Qué es la falta de mérito? Cuando el imputado no tiene suficientes pruebas pero no puede
sobreceder por si aparecen nuevas pruebas. No hay merito ni para procesar ni para sobreceder.
Cuando, en el término fijado por el art. 306, el juez estimare que no hay mérito para ordenar el
procesamiento ni tampoco para sobreseer, dictará un auto que así lo declare, sin perjuicio de
proseguir la investigació n, y dispondrá la libertad de los detenidos que hubiere, previa
constitució n de domicilio.
Concepto: acto que dicta el juez y que debe contar con: los datos principales del imputado (evita
que pueda dictarse una orden de prisió n en blanco) la enunciació n de los hechos (que debe
coincidir con la imputació n) la calificació n legal (puede ser modificada), y la valoració n de la
prueba.
En el término de diez (10) días, a contar de la indagatoria, el juez ordenará el procesamiento del
imputado siempre que hubiere elementos de convicció n suficientes para estimar que existe un
hecho delictuoso y que aquél es culpable como partícipe de éste.
Debe haber si o si una declaració n de indagatoria previa: Bajo pena de nulidad no podrá
ordenarse el procesamiento del imputado sin habérsele recibido indagatoria, o sin que conste
su negativa a declarar.
Procesamiento sin prisió n preventiva: Cuando se dicte auto de procesamiento sin prisió n
preventiva, por no reunirse los requisitos del art. 312, se dejará o pondrá en libertad provisional
al imputado y el juez podrá disponer que no se ausente de determinado lugar, que no concurra a
determinado sitio o que se presente a determinada autoridad en las fechas perió dicas que se le
señ alen. Si es aplicable al hecho alguna inhabilitació n especial, podrá disponer también que se
abstenga de esa actividad.
Procesamiento con prisió n preventiva:
Esta tiene por base el procesamiento, no se podrá dictar sin él. Las bases para citar la prisió n
preventiva se encuentran en el art 312 del CPP.
Art. 312. - El juez ordenará la prisió n preventiva del imputado al dictar el auto de
procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se
le hubiere concedido cuando:

1°) Al delito o al concurso de delitos que se le atribuye corresponda pena privativa


de la libertad y el juez estime, prima facie, que no procederá condena de ejecució n
condicional.

2°) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de


ejecució n condicional, si no procede conceder la libertad provisoria, segú n lo
dispuesto en el artículo 319.

Entonces se va a dictar cuando al delito que se le atribuye corresponda pena privativa o


cuando la pena supera 8 añ os. De acuerdo al inc 2 el juez valora si hay peligro de fuga o de
entorpecimiento de justicia.

ARTÍCULO 221.- Peligro de fuga. Para decidir acerca del peligro de fuga se deberá n tener
en cuenta, entre otras, las siguientes pautas:

a. Arraigo, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y de sus


negocios o trabajo, y las facilidades para abandonar el país o permanecer oculto;

b. Las circunstancias y naturaleza del hecho, la pena que se espera como resultado del
procedimiento, la imposibilidad de condenació n condicional, la constatació n de
detenciones previas, y la posibilidad de declaració n de reincidencia por delitos dolosos;

c. El comportamiento del imputado durante el procedimiento en cuestió n, otro anterior o


que se encuentre en trá mite; en particular, si incurrió en rebeldía o si ocultó o
proporcionó falsa informació n sobre su identidad o domicilio, en la medida en que
cualquiera de estas circunstancias permita presumir que no se someterá a la persecució n
penal.

ARTÍCULO 222.- Peligro de entorpecimiento. Para decidir acerca del peligro de entorpecimiento
para la averiguació n de la verdad, se deberá tener en cuenta la existencia de indicios que
justifiquen la grave sospecha de que el imputado:
a. Destruirá , modificará , ocultará , suprimirá o falsificará elementos de prueba;
b. Intentará asegurar el provecho del delito o la continuidad de su ejecució n;
c. Hostigará o amenazará a la víctima o a testigos;
d. Influirá para que testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera desleal o
reticente;
e. Inducirá o determinará a otros a realizar tales comportamientos, aunque no los realizaren.
MEDIDAS DE COERCION:
ARTÍCULO 210.- Medidas de coerció n. El representante del MINISTERIO PÚ BLICO FISCAL o el
querellante podrá n solicitar al juez, en cualquier estado del proceso y con el fin de asegurar la
comparecencia del imputado o evitar el entorpecimiento de la investigació n, la imposició n,
individual o combinada, de:
a. La promesa del imputado de someterse al procedimiento y de no obstaculizar la
investigació n;
b. La obligació n de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institució n determinada,
en las condiciones que se le fijen;
c. La obligació n de presentarse perió dicamente ante el juez o ante la autoridad que él designe;
d. La prohibició n de salir sin autorizació n previa del á mbito territorial que se determine;
e. La retenció n de documentos de viaje;
f. La prohibició n de concurrir a determinadas reuniones, de visitar ciertos lugares, de
comunicarse o acercarse a determinadas personas, siempre que no se afecte el derecho de
defensa;
g. El abandono inmediato del domicilio, si se tratara de hechos de violencia doméstica y la
víctima conviviera con el imputado;
h. La prestació n por sí o por un tercero de una caució n real o personal adecuada, que podrá ser
voluntariamente suplida por la contratació n de un seguro de caució n, a satisfacció n del juez;
i. La vigilancia del imputado mediante algú n dispositivo electró nico de rastreo o
posicionamiento de su ubicació n física; j. El arresto en su propio domicilio o en el de otra
persona, sin vigilancia o con la que el juez disponga;
k. La prisió n preventiva, en caso de que las medidas anteriores no fueren suficientes para
asegurar los fines indicados.
Diferencia entre excarcelació n y exenció n:
Excarcelació n: cuando ya estaba en prision y lo liberan. Lo puede pedir el defensor o el
imputado y se interpone ante el juez de causa. La base de la excarcelació n es: el imputado debe
ser previamente oído (declaració n de indagatoria), luego se pide la exc. El juez corre vista al
fiscal y este a través de dictamen le pide al juez que se niegue o que conceda. En este dictamen
tiene en cuenta los principios que vimos. La defensa va a proponer otras medidas mejores y es
importante la opinió n de la víctima.
Art. 317. - La excarcelació n podrá concederse:
1°) En los supuestos que correspondiere la exenció n de prisió n.
2°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva el má ximo de la
pena prevista por el Có digo Penal para el o los delitos que se le atribuyan.
3°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva la pena solicitada
por el fiscal, que a primera vista resultare adecuada.
4°) Cuando el imputado hubiere cumplido la pena impuesta por la sentencia no firme.
5°) Cuando el imputado hubiere cumplido en detenció n o prisió n preventiva un tiempo que, de
haber existido condena, le habría permitido obtener la libertad condicional, siempre que se
hubieran observado los reglamentos carcelarios.
Exenció n: el imputado no llega a estar en prision. El imputado esta en libertad y el informado
del proceso penal, la exenció n la puede pedir el imputado o el 3ero. Se puede solicitar ante
cualquier juez y este remite al juez de la causa. Art 316: . Toda persona que se considere
imputada de un delito, en causa penal determinada, cualquiera sea el estado en que ésta se
encuentre y hasta el momento de dictarse la prisió n preventiva, podrá , por sí o por terceros,
solicitar al juez que entienda en aquélla su exenció n de prisió n.
El juez calificará el o los hechos de que se trate, y cuando pudiere corresponderle al imputado
un má ximo no superior a los ocho (8) añ os de pena privativa de la libertad, podrá eximir de
prisió n al imputado.
Ambos se rigen por el mismo principio (peligro de fuga o entorpecimiento) tramitar
paralelamente, es decir la causa sigue su curso al mismo tiempo que el proceso de excarcelació n
o de exenció n.

LA LLAMADA ETAPA INTERMEDIA DEL PROCESO

D´ALBORA

Sobreseimiento

Segú n el art 334 del CPP el juez, en cualquier estado de la instrucció n, podrá dictar el
sobreseimiento, total o parcial, de oficio, o a pedido de parte, salvo el caso del artículo 336,
inciso 1, en que procederá en cualquier estado del proceso (cuando la acció n penal se haya
extinguido).

Este puede ser total o parcial sobre los hechos o sobre la cantidad de imputados. Y puede ser a
pedido de parte o dictado de oficio. No hace falta que el imputado este citado a indagatoria para
que se dicte el sobreseimiento.

Art. 335. - El sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con relació n al


imputado a cuyo favor se dicta. Es decir, luego no puede ser juzgado por el mismo delito.

¿Cuá ndo procederá el sobreseimiento?

Art. 336. - El sobreseimiento procederá cuando:

1°) La acció n penal se ha extinguido.

2°) El hecho investigado no se cometió .

3°) El hecho investigado no encuadra en una figura legal


4°) El delito no fue cometido por el imputado.

5°) Media una causa de justificació n, inimputabilidad, inculpabilidad o una excusa absolutoria.

En los incisos 2, 3, 4 y 5 el juez hará la declaració n de que el proceso no afecta el buen nombre y
honor de que hubiere gozado el imputado.

Forma: Art. 337. - El sobreseimiento se dispondrá por auto fundado, en el que se analizará n las
causales en el orden dispuesto en el artículo anterior, siempre que fuere posible.

Será apelable en el término de tres (3) días por el ministerio fiscal, y la parte querellante, sin
efecto suspensivo.

Una vez firme el sobreseimiento torna operativa la garantía constitucional “prohibició n de


persecució n penal mú ltiple”: una persona no puede ser perseguida dos veces por el mismo
delito.

La doble persecució n penal tiene 3 requisitos:

1- Identidad de persona: debe ser la misma persona


2- Identidad de hecho
3- Identidad de causa/pretensió n punitiva.

La etapa intermedia o critica

Esta entre la etapa de instrucció n y el juicio.

Art. 346. - Cuando el juez hubiere dispuesto el procesamiento del imputado y estimare completa
la instrucció n, correrá vista sucesiva a la parte querellante y al agente fiscal por el término de
seis (6) días, prorrogable por otro período igual en casos graves o complejos.

Este es el 1ero supuesto para que el juez confiera esa vista, los requisitos son: que el
procesamiento sea firme y la instrucció n debe estar completa porque cuando se corre vista es
inapelable.

Para el querellante la prorroga es perentoria, es decir, si pasan los 6 días pierde la oportunidad
de pró rroga, para el discal no es así, el plazo es ordenador. El pedido de prorroga debe ser
fundado y el otorgamiento no es automá tico, el juez decide si la concede o no.

¿Qué pueden responder los acusadores?

Art. 347. - La parte querellante y el agente fiscal manifestará n al expedirse:

1°) Si la instrucció n está completa o, en caso contrario, qué diligencias considere necesarias.

2°) Cuando la estimaren completa, si corresponde sobreseer o elevar la causa a juicio.

El requerimiento de elevació n a juicio deberá contener, bajo pena de nulidad, los datos
personales del imputado; una relació n clara, precisa y circunstanciada de los hechos, su
calificació n legal y una exposició n sucinta de los motivos en que se funda. (requisitos para que
no caiga en nulidads
El requerimiento de elevació n a juicio es el acto de acusació n por excelencia en la instrucció n,
sin eso no hay etapa de juicio.
El juez puede conceder o rechazar el requerimiento de medidas, y puede agregar otras. Si las
rechaza debe ser fundado.

El requerimiento de elevacion a juicio va a contener calificaciones o hipotesis alternativas,


cuando el fiscal tiene 2 alternativas el juez elije 1.

Art. 349. - Siempre que el agente fiscal requiera la elevació n a juicio, las conclusiones de los
dictá menes será n notificadas al defensor del imputado, quien podrá , en el término de seis (6)
días:
1. Deducir excepciones no interpuestas con anterioridad.
2. Oponerse a la elevació n a juicio, instando el sobreseimiento.
3. Ejercer la opció n, cuando corresponda, para la intervenció n de un tribunal colegiado o
unipersonal, con la conformidad del imputado.
Si no dedujere excepciones u oposició n, la causa será remitida por simple decreto, que declarará
clausurada la instrucció n, al tribunal que corresponda, en el término de tres (3) días de vencido
el plazo anterior.
Dicho decreto deberá mencionar si el imputado y su defensor se expidieron en los términos del
inciso 3. del presente artículo.

Cuando el juez resuelve por auto (escucho ambas partes y resolvió ) si eleva a juicio, la defensa
no puede apelar porque el defensor ya tuvo la oportunidad de criticar lo que impuso la defensa.
Pero si el juez dicta el sobreseimiento ahí si el fiscal y el querellante pueden apelar.

Se remite: https://docs.google.com/document/d/1h4wg8jRD-uJqIflkP4aEvlzEKzlBGvpR/edit

https://docs.google.com/document/d/14dPW2sdUU0g2tcheYoOm6qil2po2CHRF/edit

https://docs.google.com/document/d/1cjojHmqLC1nOKdSjZU7-WGXkQRh5y7L0/
edit#bookmark=id.gjdgxs
FLAGRANCIA
LEY 27272
El proceso se inicia por denuncia o prevencion judicial.
Concepto: art 285 Habrá flagrancia si el autor del delito fuera sorprendido en el momento de
intentarlo, cometerlo, inmediatamente después, si fuera perseguido o tuviera objetos o
presentase rastros que permitieran sostener razonablemente que acaba de participar de un
delito.
a- Flagrancia propiamente dicha: será cuando el autor lo sorprendan al momento de
intentar cometer el delito o después
b- Cuasi flagrancia será cuando lo persigan después de cometer el delito
c- La flagrancia presunta será cuando tenga rastros u objetos que identifiquen que
participo.
Art. 353 bis. - El procedimiento para casos de flagrancia que se establece en este título es de
aplicació n a todos los hechos dolosos en los que se verificasen las circunstancias del artículo
285 y cuya pena má xima no supere los quince (15) añ os de prisió n o veinte (20) añ os de prisió n
en los supuestos del artículo 119, cuarto pá rrafo, y del artículo 166, penú ltimo pá rrafo, del
Có digo Penal, o tratá ndose de un concurso de delitos, ninguno de ellos supere dicho monto.
A partir de que se declare el proceso de flagrancia tienen 24 horas (prorrogables por 24hs má s)
para llevar a los imputados a la 1era audiencia ante el juez. En la audiencia deben estar: los
imputados, los defensores, el juez, el fiscal y la victima si hay, con posibilidad de presentarse
como querella.
El juez lo primero que hace es entrevistar a los imputados, una vez identificados el fiscal debe
hacerle saber a los imputados los hechos que se le imputa, la calificació n legal y la prueba que
hay en su contra.
Luego les pregunta si quieren declarar o no. La defensa va a plantear el sobreseimiento. Todas
las audiencias de flagrancia son multipropó sito: ó sea que en la audiencia se va a hablar de toda
cuestió n que pueda incorporarse al proceso, ó sea, pedido de prision preventiva, elevació n a
juicio, conciliació n, etc.

Una vez ocurrido todo esto el juez consulta a las partes si pasan a la audiencia de clausura, en
caso de que si, ahí es cuando el fiscal puede pedir el requerimiento de elevació n a juicio o
prision preventiva, se hace traslado a la defensa y esta contesta. Con el sobreseimiento las
partes pueden notificar y consentir, o notificar y apelar.

EL JUICIO

MAIER. PUBLICIDAD Y ORALIDAD DEL JUICIO PENAL

La primera fase que se presenta es la llamada el control de cumplimiento de las prescripciones


de instrucció n. Una vez que la causa llega al tribunal oral este determina si se cumplió con la
garantía del debido proceso y va a controlar si se cumplió el principio de congruencia (que el
delito de la imputació n sea el mismo por el cual se lo eleva a juicio)
Debe ademá s controlar que el juez participe de todos aquellos actos obligatorios.

Art. 354. - Recibido el proceso, se verificará el cumplimiento de las prescripciones de la


instrucció n.
Para el caso de corresponder la integració n unipersonal, el Presidente del Tribunal procederá al
sorteo de las causas entre los tres (3) magistrados segú n el ingreso de los casos y bajo un
sistema de compensació n, de forma tal que la adjudicació n sea equitativa.
En caso de excusació n o recusació n del juez del trá mite de la causa, la Secretaría procederá a
reasignar la misma sorteando entre los restantes miembros, con igual criterio de equilibrio en la
distribució n.
Integrado el tribunal, el vocal actuante o el Presidente del Tribunal, segú n corresponda, citará al
Ministerio Pú blico Fiscal, y a las otras partes a fin de que al término de diez (10) días
comparezcan a juicio, examinen las actuaciones, los documentos y las cosas secuestradas,
ofrezcan las pruebas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes.
En las causas procedentes de juzgados con sede distinta a la del tribunal, el término será de
quince (15) días.

El 354 se refiere a la citació n a juicio de las partes, momento en el que el juez notifica a las
partes de que la causa esta en el tribunal oral, le informara quienes son los jueces (por si hay
que recusar) y las partes podrá n ofrecer prueba, interponer recusació n, etc. Esta fase es escrita
Luego tenemos la fase del debate, el juicio, momento culminante del proceso. Las partes tienen
10 días para contestar la vista del 354, y estas van a enumerar las pruebas que van a ofrecer en
el debate, puede pasar que ninguna parte ofrezca pruebas y en ese caso el tribunal considera
que prueba es ú til a los fines de continuar con el proceso.

Una vez finalizada la etapa de 354, el tribunal va a fijar en un plazo de no menor a 10 días, fecha
y hora del debate, notifica a las partes y va a estimar cantidad de audiencias que llevara el
proceso.

En el debate rigen distintos principios:

1- Principio de oralidad: implica que todo lo que se discuta en el debate no va a ser por
escrito, si no todo verbal. Y todo quedara plasmado en actas. Algunos debates son
filmados.
2- Principio de concentració n: todo lo que se discuta se debe resolver en la misma
audiencia, la idea es que la actividad comience y se termine en la misma audiencia.
3- Principio de continuidad: las audiencias deben darse de forma sucesiva. Puede ser que el
debate deba suspenderse pero no puede suspenderse mas de 10 días há biles. Si el
tribunal no puede reanudar el juicio dentro de este plazo, este cae y debe comenzar de
nuevo (salvo caso extremo).
4- Principio de contradicció n: hay 2 partes contrapuestas que van a discutir o fundar sus
posturas, por ende siempre está n en contradicció n. Es la posibilidad de discutir.
5- Principio de identidad física del juzgador: los mismos jueces que toman la causa será n
los mismo que tomen la prueba, la valores y dicten sentencia.
6- Principio de inmediació n: es el contacto directo o impresió n personal que tendrá el juez
del imputado, de las partes y de las pruebas.
7- Principio de publicidad: el juicio debe ser pú blico, esto es por la posibilidad de controlar
lo que sucede en el juicio, de que los jueces sean imparciales. El juicio no será publico si
el imputado ejerce violencia colectiva (la gente quiere lincharlo) o si la sala es chica.
Publicidad indirecta: relacionada con los medios de comunicació n ej.: una victima de
abuso sexual no querrá que sea pú blico.

Asistencia del imputado: si esta libre, puedo mandarlo a detener si considero que no va a
concurrir. Si esa preso una vez que está en la sala de audiencia, debe estar libre en su persona
osea no puede estar esposado.

Debate:
1era audiencia: Apertura del debate la organiza el presidente de debate. Comprueba la
presencia de las partes, el presidente ordena la lectura del requerimiento del juicio para que no
se muevan má s allá de eso.
Luego está n las cuestiones preliminares que pueden introducir las partes, pueden ser
cuestiones de competencia, unió n, etc. Y en estas cuestiones la fiscalía defensa para poder
hablar de nuevo.
Luego el presidente le dirá al imputado que puede declarar indagatoria y puede ser que:
1- Qué el imputado que no haya declarado en instrucció n y ahora tampoco
2- Qué el imputado haya declarado en instrucció n pero si en juicio oral.
3- Que el imputado haya declarado instrucció n y también en el juicio oral.

La prueba
1- primero se van a leer las pericias.
2- vienen los testigos, cuando estos declaran se les toma juramento
Opciones en los cuá l es el testigo no va a declarar:
1- la fiscalía y la defensa se pongan de acuerdo y digan que só lo se quedan con la declaració n
instrucció n.
2- testigo declare y se contradiga
3- Testigo que declaro por exhorto.
4- La persona falleció .

Alegato de las partes:


La parte apoya la postura en base a la prueba. Discusió n pú blica cada uno con su tiempo luego,
surge lo que se llama réplica y duplica y se puede contestar, el có digo prevé un orden de quién
comienza:
1- va a empezar el actor civil.
2- Luego la querella CIA.
3- la fiscalía.
4- la defensa.
5- el civilmente demandado si existe

El presidente va a notificar a las partes qué día y qué hora se va a leer el veredicto en el caso que
la sentencia absolutoria el imputado queda automá ticamente en Libertad

SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA Y EL JUICIO ABREVIADO

D´ALBORA

Juicio Abreviado:

Es cuando las partes mediante un acuerdo evitan la etapa de juicio oral y ponen final al proceso.

¿Cuá l es su objetivo? Es para que no se acumulen casos ni prescriban, el juicio abreviado es


entonces un acuerdo entre el imputado, su defensor y el MPF que busca descongestionar el
tramite de causas penales.

Requisitos: la acció n debe ser publica, la pena a pactar debe ser menor a 6 añ os, y todo lo que se
pacta debe estar de acuerdo con lo que el fiscal de instrucció n requirió , para llevar la causa a
juicio y estar de acuerdo con la calificació n legal. Las negociaciones deben estar documentadas
mediante fichas.

Una vez que deciden, el tribunal puede aceptarlo o rechazarlo porque argumenta mejor estudio
de los hechos o porque no esta de acuerdo con la calificació n legal o jurídica, cuando la rechaza
pasa a otro compañ ero del mismo juzgado. Si esta de acuerdo cita al imputado para tener una
audiencia personal con él y conocerlo.

Las pruebas será n todas acumuladas en instrucció n, no se incorporan nuevas pruebas en el


tribunal oral, salvo alguna pericia que se mande a hacer.
Se puede pactar en el requerimiento de juicio a prueba o antes de la audiencia de debate.
Igualmente en la practica no suele ocurrir esto porque si un día antes del juicio presentan
abreviado se acepta igual.
En caso de que haya varios imputados para que el acuerdo sea aceptado todos deben estar de
acuerdo. En algunos casos se pueden separar causas si alguno acepta el abreviado y otro no.
Suspensión del juicio a prueba

Art. 293. - En la oportunidad que la ley penal permita la suspensió n del proceso a prueba, el
ó rgano judicial competente podrá conceder el beneficio, en audiencia ú nica, donde las partes
tendrá n derecho a expresarse. Se citará a la víctima aun cuando no se hubiese presentado como
parte querellante.

Cuando así ocurra, el ó rgano judicial competente en la misma audiencia especificará


concretamente las instrucciones y reglas de conducta a las que deba someterse el imputado y
deberá comunicar inmediatamente al juez de ejecució n la resolució n que somete al imputado a
prueba.

En este caso no hay aceptació n de responsabilidad, se aplica solo cuando el imputado no esta
privado de libertad. Es una audiencia ú nica donde se cita a las partes y a la víctima a expresarse.
En esta audiencia habrá pautas de conductas que son dadas al imputado y debe cumplirlas para
no seguir con el proceso.

Se tiene que tratar de delitos de acció n publica cuya pena sea menor a 3 añ os, aun en los casos
de concurso. El imputado debe hacerse cargo de la reparació n del dañ o, si la victima no lo
acepta igual el juez puede dictar la suspensió n de juicio a prueba y queda habilitada la acció n
civil para la víctima.

¿Cuá ndo se puede solicitar?

1- Se puede hacer desde el llamado a indagatoria (posicion + amplia)


2- No se puede hacer hasta que ingrese a la etapa a juicio. (posicion + restrictiva)

Se remite:

https://docs.google.com/document/d/1xAX6UyQcltE-A_Vo-5PsrvXbqqxTSZg0/edit

https://docs.google.com/document/d/1SMbCXZEo1AT7MXlq3EKRTALtqa7scLHh/edit?
rtpof=true

Clases de penas

Penas licitas e ilícitas

Concepto: Una pena es una coerció n estatal que importa una privació n de derecho o infligir un
dolor, no persigue un fin reparador ni neutralizador de un peligro inminente. Así las cosas,
existen penas impuestas al margen de toda legalidad, penas impuestas al amparo de leyes
punitivas latentes o eventuales y penas establecidas por leyes penales manifiestas, siendo estas
ú ltimas las ú nicas que pueden habilitar PP.

Segú n el art. 5 CP en nuestro derecho son principales las penas de prisió n (privativa de la
libertad), reclusió n (hoy desaparecida, se cumplía en el penal de Ushuaia), multa (pecuniaria) e
inhabilitació n, y deben tenerse en cuenta también las medidas dispuestas en el art. 34 inc. 1 CP.

Pueden imponerse de manera exclusiva (só lo se aplica una de ellas), alternativa (reclusió n o
prisió n, prisió n o multa) o conjuntas (prisió n e inhabilitació n/ prisió n y multa, etc.).
Las penas pueden ser divisibles o indivisibles, la regla es la divisibilidad porque se establece
legalmente un mínimo y un má ximo que permite al juez la cuantificació n en cada caso. Las
indivisibles son las que establecen la prisió n perpetua.

También hay penas accesorias: la inhabilitació n del art. 12CP, el decomiso, destrucció n de
estupefacientes, clausura de estadios deportivos, etc. La má s grave es la del art. 52CP
(reincidencia).

Penas ilícitas.

La pena de muerte se encuentra prohibida en nuestra legislació n por imperio de la CADH vía art.
75 inc. 22 (establece que su abolició n tiene cará cter irreversible: no puede volver a
implementarse). La confiscació n general de bienes se encuentra proscrita por el art. 17CN, el
art. 18 CN prohíbe las penas que asumen la forma de tomento y azotes. Vía art. 75 inc. 22 se
encuentra prohibida la tortura, las penas infamantes inusitadas, también el destierro.

Privación de la libertad ambulatoria

La má s grave limitació n a la libertad ambulatoria tiene lugar cuando se somete a una persona a
una institució n en la que realiza la totalidad o gran parte de su actividad diaria. Hoy en día se
encuentra probado que la prisió n tiene un efecto reproductor que da cuenta del fracaso de las
ideologías de resocializació n y otras teorías preventivas especiales positivas.

El art. 77 CP establece que los plazos del CP se cuentan de acuerdo a las disposiciones del có digo
civil. La prisió n preventiva se computa de la misma manera (1 día de prisió n preventiva es igual
a 1 día de prisió n, ya no se aplica el 2x1). El termino comienza a correr desde la 0 hora del día en
que el sujeto fue privado de su libertad, pues de otra manera se le estaría extendiendo el tiempo
en prisió n.

Penas fijas.

El principio de irracionalidad mínima de la respuesta punitiva exige que la pena guarde


proporció n con la magnitud del delito, esto demanda una flexibilidad que posibilite que sea
adecuada a cada caso concreto. Este argumento se emplea para indicar la inconstitucionalidad
de las penas fijas y de las penas perpetuas.

La pena perpetua lesiona la intangibilidad de la persona humana, genera trastornos de


personalidad, sería una pena ilegal porque podría producir la incapacitació n del sujeto. Ademá s,
la CN impide que de un delito emerja una consecuencia jurídica negativa imborrable para toda
la vida del sujeto. Ademá s, la prisió n perpetua en nuestro CP no es tal, porque todo penado goza
de la libertad condicional a los 35 añ os.

Pena de relegación

El art. 52CP establece la aplicació n de una pena de reclusió n por tiempo indeterminado como
accesoria de la ú ltima condena, en particulares supuestos de multirreincidencia. La
particularidad es la indeterminació n pues su duració n no es fija. Dado que la reincidencia es
inconstitucional, para Zaffaroni, la pena accesoria también lo es.
Beneficios. El CP contempla distintos beneficios: en caso de vejez y enfermedad, prisió n
discontinua y semidetenció n, prisió n domiciliaria, la libertad condicional, salidas transitorias y
la semilibertad.

Libertad condicional.

Es la posibilidad de que el condenado a una pena privativa de libertad pueda recuperarla


condicionalmente por decisió n del juez y después de haber cumplido una parte determinada de
dicha pena en encierro. Es una suspensió n parcial de la privació n de libertad que tiene lugar
durante un periodo de prueba que, si es favorable, determina la extinció n definitiva del resto de
la pena privativa de libertad que le quedaba por cumplir al condenado.

Cuando se reú nen los requisitos formales y materiales, el condenado tiene derecho a reclamarla
y el tribunal el deber de concederla. Sus requisitos son segú n el art. 13CP:

ARTICULO 13.- El condenado a reclusió n o prisió n perpetua que hubiere cumplido treinta y
cinco (35) añ os de condena, el condenado a reclusió n o a prisió n por má s de tres (3) añ os que
hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusió n o prisió n, por tres (3) añ os o
menos, que hubiere cumplido un (1) añ o de reclusió n u ocho (8) meses de prisió n, observando
con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá n obtener la libertad por resolució n judicial,
previo informe de la direcció n del establecimiento e informe de peritos que pronostique en
forma individualizada y favorable su reinserció n social, bajo las siguientes condiciones:

1º.- Residir en el lugar que determine el auto de soltura

2º.- Observar las reglas de inspecció n que fije el mismo auto, especialmente la obligació n de
abstenerse de consumir bebidas alcohó licas o utilizar sustancias estupefacientes;

3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesió n, si no tuviere
medios propios de subsistencia;

4º.- No cometer nuevos delitos;

5º.- Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes;

6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiá trico o psicoló gico, que acrediten su necesidad y
eficacia de acuerdo al consejo de peritos

Estas condiciones, a las que el juez podrá añ adir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirá n hasta el vencimiento de los términos de las penas
temporales y hasta diez (10) añ os má s en las perpetuas, a contar desde el día del otorgamiento
de la libertad condicional.

Es importante tener en cuenta que la revocació n de la libertad condicional solo opera si se


violan las condiciones subrayadas así. Mientras que el incumplimiento de las restantes, pueden
aparejar una prolongació n del tiempo de la condicionalidad.

Condenación condicional o “en suspenso”. Implica una condena sometida a condició n


resolutoria, que suspende la pena durante el tiempo de prueba y que, cumplida la condició n,
hace desaparecer la pena y la condena, pero no la sentencia en sí misma.
La condenació n que puede pronunciarse condicionalmente debe ser una pena de prisió n
privativa de la libertad que no exceda de 3 añ os y debe tratarse de la primera condena.
Condició n: La principal condició n a la que queda sometida la condenació n es que el condenado
se abstenga de cometer un nuevo delito durante el termino de 4 añ os a partir de la fecha en que
la sentencia que impone esta condena condicional haya quedado firme. Transcurrido ese plazo
sin que el condenado cometa un nuevo delito, la condenació n se tendrá como no pronunciada.
Pero, si dentro de esos 4 añ os el sujeto cometiere un nuevo delito, sufrirá la pena impuesta en la
primera condenació n y ademá s la que correspondiere por el segundo delito.

La multa
Opera sobre el patrimonio del condenado y tiene como limite la prohibició n de confiscació n. El
sistema que se emplea en nuestro derecho para determinarlo es el sistema de la suma total: el
juez condena a una cantidad concreta, que resulta de conjugar la gravedad del delito con la
situació n econó mica del condenado.
La multa tiene cará cter de pena principal, por ello:
- Puede ser impuesta como pena ú nica.
- Puede ser conminada conjuntamente con la pena de prisió n.
- Puede ser conminada conjuntamente con la inhabilitació n absoluta y con la
inhabilitació n especial.
- Puede imponerse en forma alternativa con la pena privativa de libertad.
- En los casos de delitos cometidos con á nimo de lucro, puede conminarse conjuntamente
a criterio del tribunal. Es decir que el juez puede agregar a la pena privativa de libertad una
multa aun cuando esta no estuviera prevista especialmente.
La multa en ú ltima instancia ante su incumplimiento procede el encierro de la persona, que no
puede exceder de un añ o y medio y se da en forma de semidetenció n o prisió n discontinua.

Inhabilitación. Consiste en la pérdida o suspensió n de uno o má s derechos de modo diferente a


la prisió n y la multa. Puede darse de dos formas:

Inhabilitació n absoluta. Prevista en el art. 19CP que establece que importa:


“1º. La privació n del empleo o cargo pú blico que ejercía el penado aunque provenga de elecció n
popular;
2º. La privació n del derecho electoral; (por el tiempo de la inhabilitació n y esto solo puede
alcanzar a condenados por sentencia firme).
3º. La incapacidad para obtener (o sea aspirar a) cargos, empleos y comisiones pú blicas; (esto
es, cargos obtenidos por elecció n popular).
4º. La suspensió n del goce de toda jubilació n, pensió n o retiro, civil o militar, cuyo importe será
percibido por los parientes que tengan derecho a pensió n. (para Zaffaroni esto tiene cará cter
confiscatorio x ende inconst.)”
La inhabilitació n absoluta puede aplicarse como pena principal o como pena accesoria.
Inhabilitación especial.
Se impone como pena principal y puede ser temporal o perpetua. Se diferencia de la anterior
porque se limita a derechos que guardan relació n con el delito cometido, por ello cuando se
impone esta pena debe necesariamente indicarse de qué se trata y su alcance.
Rehabilitación.
La prevé el art. 20ter CP, en el primer pá rrafo para la rehabilitació n del condenado a pena de
inhabilitació n absoluta impuesta como pena principal: “El condenado a inhabilitació n absoluta
puede ser restituido al uso y goce de los derechos y capacidades de que fue privado, si se ha
comportado correctamente durante la mitad del plazo de aquélla, o durante diez añ os cuando la
pena fuera perpetua, y ha reparado los dañ os en la medida de lo posible.”
El segundo pá rrafo la prevé para la pena de inhabilitació n especial: “El condenado a
inhabilitació n especial puede ser rehabilitado, transcurrida la mitad del plazo de ella, o cinco
añ os cuando la pena fuere perpetua, si se ha comportado correctamente, ha remediado su
incompetencia o no es de temer que incurra en nuevos abusos y, ademá s, ha reparado los dañ os
en la medida de lo posible.”
Base normativa para la construcción de la pena estatal.
El art. 41 CP establece la base legal para el derecho de cuantificació n penal. Su principal
problema es el concepto de “peligrosidad” que en la actualidad es incompatible con la CN y el
DIDH. Se considera que la peligrosidad es un síntoma de inferioridad moral y bioló gica de la
persona, y es inaceptable que una pena funde su cuantía por considerar al sujeto un subhumano.
Por ende, cualquier interpretació n acorde a la CN impone descartar que la peligrosidad refiera a
una cualidad personal que denote inferioridad y que opere sobre un pronó stico de futuro.
La peligrosidad debe ser considerada la calidad de toda conducta que pueda afectar esta funció n
del DP, y eso ocurre en los casos en donde un elevado esfuerzo por alcanzar una situació n
concreta de vulnerabilidad agota cualquier posibilidad de reducir la tensió n que presiona sobre
los filtros constructivos de una pena estatal.
El ú ltimo pá rrafo del art. 41 CP dice “El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del
sujeto (imputado), de la víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para
cada caso.”
El art. 41 CP indica que se tendrá n en cuenta para la determinació n de la pena “La naturaleza de
la acció n y de los medios empleados para ejecutarla y la extensió n del dañ o y del peligro
causados;” y en el inciso 2 menciona “la participació n que haya tomado en el hecho”.
La referencia del art. 41 CP a la “calidad de los motivos que lo determinan a delinquir” impone
una consideració n que permite reducir el PP en casos de errores de prohibició n vencibles y en
cualquier hipó tesis cercana a la inculpabilidad.
En la culpabilidad por el acto, la personalidad es un dato indicador del á mbito de
autodeterminació n del autor. Se debe evaluar esa personalidad en el contexto del hecho, para lo
cual sirven las pautas del art. 41 relativos a la edad, educació n, costumbres y la conducta
precedente del sujeto. También los vínculos personales que unen al autor con el sujeto pasivo
por razones de parentesco o especial confianza. .
Pero claro que por má s grave/alto que sea un estado de vulnerabilidad, no hay pena ni
construcció n de pena sin delito es decir, sin un esfuerzo personal por alcanzar la situació n
concreta de vulnerabilidad. Sin embargo, es en estos casos en donde se parte de un alto estado
de vulnerabilidad y bajo esfuerzo donde el poder jurídico tiene una gran oportunidad para
cumplir con su funció n reductora acotando la pulsió n de pena sobre los mínimos legales o
incluso por debajo de ellos.
El art. 41 CP también establece que deben tenerse en cuenta “las reincidencias en que hubiera
incurrido” que implicaría una agravació n de la pena en razó n de anteriores delitos. Así, el plus
de PP que habilita la reincidencia se funda en razó n de un delito ya juzgado o penado, lo cual
sería una violació n al non bis in idem.
La reincidencia en definitiva es demostrativa del fracaso de la pena. Puesto que la propia prisió n
agrava el estado de vulnerabilidad pues deteriora a una persona, o sea que la reincidencia
agrava la vulnerabilidad. En razó n de esa reincidencia, habría una menor culpabilidad dado el
aumento del estado de vulnerabilidad y en razó n de ello Zaffaroni entiende que el Estado no
puede agravar la pena del segundo delito que él mismo contribuyo a causar.
La ley argentina ademá s de agravar la pena para el reincidente (impide la libertad condicional),
también destina a los multireincidentes la pena accesoria por tiempo indeterminado en dos
hipó tesis: cuando el condenado registre 4 penas privativas de libertad siendo una de ellas
mayor de 3 añ os, y cuando existieren 5 condenas a penas privativas de libertad iguales o
menores a aquel má ximo (art. 52CP).
Consecuencias procesales del dinamismo de la responsabilidad. La pena se calcula en tiempo
lineal pero se cumple en tiempo existencial, y durante el curso de ella se alteran muchas
circunstancias personales y sociales. Por ello los jueces tienen el deber de revisar sus decisiones
durante su ejecució n para evitar que el PP resulte cruel luego de la sentencia definitiva.
REINCIDENCIA. Art. 50 CP “Habrá reincidencia siempre que quien hubiera cumplido, total o
parcialmente (¿?), pena privativa de libertad impuesta por un tribunal del país cometiere un
nuevo delito punible también con esa clase de pena. La pena sufrida no se tendrá en cuenta a los
efectos de la reincidencia cuando desde su cumplimiento hubiera transcurrido un término igual
a aquél por la que fuera impuesta, que nunca excederá de diez ni será inferior a cinco añ os.”
Ver caso Gramajo
LOS RECURSOS EN EL PROCESO PENAL
Etapas: 1. Instrucció n. 2. Intermedia o crítica. 3. Juicio. La 4ta y 5ta son la de ejecució n y
recursos. Pero la de recursos en realidad puede presentarse en las 4 etapas anteriores puesto
que permiten revisar lo decidido en ellas.
El recurso contra la sentencia es una garantía procesal del imputado, que tiene derecho a que su
sentencia sea revisada por un tribunal superior (distinto del que la dicto) y haga un doble
conforme (doble conforme de condena o de absolució n, o de que de una condena luego la alzada
establezca la absolució n). El fiscal si puede recurrir pero no es una garantía/derecho que pueda
invocar. Respecto de las personas a quienes ampara esta garantía: claramente al condenado
penalmente pero también a quien, pese a resultar absuelto, sufrirá una medida de
seguridad/correcció n.
Es un acto procesal de parte orientado a mejorar en su favor una resolució n judicial o
eliminarla, en tanto se persigue su modificació n parcial o total, su revocatoria o nulidad. Exige la
indicació n de los motivos y fundamentos en que se sustenta la impugnació n. También debe
aducirse un interés. Requiere de la existencia de una resolució n judicial.
Se fundamenta en el hecho de que los jueces son humanos y por ello pueden incurrir en errores,
el recurso viene a tratar de sanear los mismos.
Requisitos comunes.

 Los facultados son aquellos a quienes el có digo habilita y tienen un interés directo. El
MP puede hacerlo aú n a favor del imputado.
 La interposició n del recurso debe hacerse dentro de un plazo perentorio que comienza a
correr al día siguiente de notificada la resolució n en cuestió n. Si vence el tiempo sin ser
interpuesto, las resoluciones quedan consentidas. Debe cumplirse con sus formas y
también presentarse ante el ó rgano que corresponda. Con las
motivaciones/fundamentos.
Finalidad. Se orienta a corregir vicios en la aplicació n del derecho o la apreciació n de los hechos
y para constatar que los actos procesales se produjeron con sujeció n a lo que establece la ley.
El efecto suspensivo (es la regla) refiere a la imposibilidad de ejecutar la resolució n hasta que se
resuelva el recurso. El efecto es no suspensivo cuando pese a interpuesto el recurso, lo
ordenado por la resolució n se debe cumplir de inmediato.
El efecto es extensivo cuando se resuelve sobre uno de los imputados pero afecta a otros. Se
habla de adhesió n al recurso cuando lo presenta uno y los otros adhieren (un imputado y
adhieren otros, presenta el fiscal y adhiere querella o la defensa, etc.)
Los recursos a favor del imputado podrá n ser deducidos por él o su defensor y, si fuere menor
de edad, también por sus padres o tutor, aunque éstos no tengan derecho a que se les notifique
la resolució n.”
Condiciones de interposició n. Art. 438. – “Los recursos deberá n ser interpuestos, bajo pena de
inadmisibilidad, en las condiciones de tiempo y forma que se determinan, con específica
indicació n de los motivos en que se basen.”

 Tiempo: los que indique cada recurso. Contando solo los días há biles desde el día
siguiente de la notificació n.
 Forma: el lugar es la sede de la secretaria del tribunal que dicto la resolució n de la cual
se pide aclaratoria, o revocatoria, o respecto de la que se deduce apelació n, o casació n, o
inconstitucionalidad o inaplicabilidad de la ley. El recurso de queja ante el tribunal que
debe decidir sobre la admisibilidad denegada. El recurso de revisió n, ante la cá mara de
casació n que corresponda. Por escrito y excepcionalmente de forma oral el de
reposició n durante el debate. Debe contener la firma de quien lo presenta.
 Motivos: deben estar fundados, indicando los puntos que a criterio de quien recurre, lo
agravian. Se debe indicar que error de hecho o derecho, deficiencia, imperfecció n,
irregularidad, vicio o anomalía presenta la resolució n.

RECURSO DE REPOSICION.
Su finalidad es que el mismo ó rgano judicial que dictó una resolució n la modifique por contrario
imperio. Procede ú nicamente contra resoluciones que fueron dictadas sin sustanciació n (o sea
en las que no se manifestaron los fundamentos, las que dicen si ha lugar/no ha lugar).
Se interpone dentro del tercer día por escrito que lo fundamente.
La resolució n que recaiga hará ejecutoria (queda firme), a menos que el recurso hubiera sido
deducido junto con el de apelació n en subsidio, y éste sea procedente (o sea que se lo pide con
apelació n en subsidio por si no prospera la reposició n).
RECURSO DE APELACIÓN.
Procedencia. Art. 449. – “El recurso de apelació n procederá contra los autos de sobreseimiento
dictados por los jueces de instrucció n y en lo correccional, los interlocutorios (resoluciones
dictadas luego de la sustanciació n a las partes) y las resoluciones expresamente declaradas
apelables o que causen gravamen irreparable. (cuando se causa un perjuicio que no puede ser
subsanado luego durante el proceso ni con el dictado de la sentencia definitiva).”
Audiencias.
Art. 454. – “Siempre que el tribunal de alzada no rechace el recurso con arreglo a lo previsto en
el artículo 444, segundo pá rrafo, en el plazo de 3 días se decretará una audiencia, la cual no se
realizará antes de 5 días ni después de 30 días de recibidas las actuaciones.
Una vez iniciada la audiencia, inmediatamente se otorgará la palabra a el/los recurrentes para
que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen,
quienes podrá n ampliar la fundamentació n o desistir de algunos motivos, pero no podrá n
introducir otros nuevos ni realizar peticiones distintas a las formuladas al interponer el recurso.
Luego se permitirá intervenir a quienes no hayan recurrido y finalmente se volverá a ofrecer la
palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de
los argumentos vertidos en el debate.
El juez que preside la audiencia y, eventualmente los demá s jueces que integren el tribunal
podrá n interrogar a los recurrentes y a los demá s intervinientes sobre las cuestiones planteadas
en el recurso y debatidas en la audiencia. La audiencia será pú blica.”
Resolución. Art. 455. – “El tribunal deliberará y resolverá en la misma audiencia, en los
términos del artículo 396. En casos complejos, podrá dictar un intervalo de hasta 5 días para
continuar la deliberació n y resolver.
Cuando la decisió n cuestionada sea revocada, el tribunal expondrá sus fundamentos por escrito,
dentro de los 5 días de dictada la resolució n
RECURSO DE CASACIÓN.
Procedencia. Art. 456. – “El recurso de casació n podrá ser interpuesto por los siguientes
motivos:
1) Inobservancia o erró nea aplicació n de la ley sustantiva.
2) Inobservancia de las normas que este Có digo establece bajo pena de inadmisibilidad,
caducidad o nulidad, siempre que, con excepció n de los casos de nulidad absoluta, el recurrente
haya reclamado oportunamente la subsanació n del defecto, si era posible, o hecho protesta de
recurrir en casació n. (se denomina casació n formal o por errores in procedendo, es decir
defectos procesales. Se procura controlar que el tribunal llegue a la sentencia de acuerdo a las
normas formales vigentes).”

Recurso del ministerio fiscal. Art. 458. – “El ministerio fiscal podrá recurrir, ademá s de los
autos a que se refiere el artículo anterior:
1) De la sentencia absolutoria, cuando haya pedido la condena del imputado a má s de 3 añ os de
pena privativa de la libertad, a multa de doscientos mil australes o a inhabilitació n por 5 añ os o
má s.
2) De la sentencia condenatoria, cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad
inferior a la mitad de la requerida.” Se cuestiona su constitucionalidad porque se entiende que la
garantía del recurso en el derecho penal solo está prevista para el perseguido penalmente.

Recurso del imputado. Art. 459. – “El imputado o su defensor podrá n recurrir:
1) De la sentencia del juez en lo correccional que condene a aquél a má s de 6 meses de prisió n, 1
añ o de inhabilitació n o cien mil australes de multa.
2) De la sentencia del tribunal en lo criminal que lo condene a má s de 3 añ os de prisió n,
doscientos mil australes de multa o 5 añ os de inhabilitació n.
3) De la resolució n que le imponga una medida de seguridad por tiempo indeterminado.
4) De los autos en que se le deniegue la extinció n, conmutació n o suspensió n de la pena.
5) De la sentencia que lo condene a restitució n o indemnizació n de un valor superior a once
millones de australes.”
La CSJN declaro en GIROLDI la inconstitucionalidad de este articulo por entender que no es
correcto que el legislador establezca mínimos para revisar las decisiones (se limita la defensa).

Recurso de la parte querellante. Art. 460. – “La parte querellante podrá recurrir en los
mismos casos en que puede hacerlo el MP.”

Recurso del civilmente demandado. Art. 461. – “El civilmente demandado podrá recurrir
cuando pueda hacerlo el imputado y no obstante la inacció n de éste, siempre que se declare su
responsabilidad.”

Recurso del actor civil. Art. 462. – “El actor civil podrá recurrir: 1) De la sentencia del juez en
lo correccional, cuando su agravio sea superior a siete millones de australes. 2) De la sentencia
del tribunal en lo criminal, cuando su agravio sea superior a once millones de australes.”

RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.

Procedencia. Art. 474. – “El recurso de inconstitucionalidad podrá ser interpuesto contra las
sentencias definitivas o autos mencionados en el artículo 457 si se hubiere cuestionado la
constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia
regida por la Constitució n, y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del
recurrente.”
Procedimiento. Art. 475. – “Será n aplicables a este recurso las disposiciones del capítulo
anterior relativas al procedimiento y forma de redactar la sentencia.

Al pronunciarse sobre el recurso, la Cá mara de Casació n declarará la constitucionalidad o


inconstitucionalidad de la disposició n impugnada y confirmará o revocará el pronunciamiento
recurrido.”

RECURSO DE QUEJA.
Procedencia. Art. 476. – “Cuando sea denegado un recurso que procediere ante otro tribunal,
ante éste podrá presentarse directamente en queja el recurrente, con el fin de que se declare
mal denegado el recurso.” Es un reexamen sobre la admisibilidad del recurso. El recurso debe
presentarse ante el tribunal que debiera conocer en él. Debe estar fundado y contener una
crítica de los argumentos expuestos para que el recurso prospere.

Procedimiento. Art. 477. – “La queja se interpondrá por escrito, dentro de los 3 días de
notificado el decreto denegatorio si los tribunales tuvieren su asiento en la misma ciudad; en
caso contrario, el término será de 8 días.
De inmediato se requerirá informe, al respecto, del tribunal contra el que se haya deducido y
éste lo evacuará en el plazo de 3 días. Si lo estimare necesario para mejor proveer, el tribunal
ante el que se interponga el recurso ordenará que se le remita el expediente en forma
inmediata.
La resolució n será dictada por auto, después de recibido el informe o el expediente.”

Efectos. Art. 478. – “Si la queja fuere desechada, las actuaciones será n devueltas, sin má s
trá mite, al tribunal que corresponda. (supuesto en que se confirma la desestimació n).
En caso contrario, se declarará mal denegado el recurso, especificando la clase y efectos del que
se concede, lo que se comunicará a aquél, para que emplace a las partes y proceda segú n el
trá mite respectivo.”

RECURSO DE REVISION.
Es una pretensió n impugnativa autó noma. No hay plazo para deducirlo. Se orienta al examen de
sentencias condenatorias firmes al producirse circunstancias nuevas para el proceso, que antes
habían sido ignoradas o que se produjeron con posterioridad. Se orienta a obtener una condena
má s favorable o la absolució n del penado.

Procedencia. Art. 479. – “El recurso de revisió n procederá en todo tiempo y a favor del
condenado, contra las sentencias firmes (la sentencia es firme cuando es insusceptible de
recurso sea porque no fue impugnada cuando debió serlo o porque se encuentra ejecutoriada)
cuando:
1) Los hechos establecidos como fundamento de la condena fueren inconciliables con los fijados
por otra sentencia penal irrevocable. (supuesto en donde los hechos que se tuvieron por
acreditados en la condena está n en pugna con los establecidos en otra sentencia)
2) La sentencia impugnada se hubiera fundado en prueba documental o testifical cuya falsedad
se hubiese declarado en fallo posterior irrevocable.
3) La sentencia condenatoria hubiera sido pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho
u otro delito cuya existencia se hubiese declarado en fallo posterior irrevocable.
4) Después de la condena sobrevengan o se descubran nuevos hechos o elementos de prueba
que, solos o unidos a los ya examinados en el proceso, hagan evidente que el hecho no existió ,
que el condenado no lo cometió o que el hecho cometido encuadra en una norma penal má s
favorable.
5) Corresponda aplicar retroactivamente una ley penal má s benigna que la aplicada en la
sentencia.”

Objeto. Art. 480. – “El recurso deberá tender siempre a demostrar la inexistencia del hecho, o
que el condenado no lo cometió , o que falta totalmente la prueba en que se basó la condena,
salvo que se funde en la ú ltima parte del inciso 4 o en el 5 del artículo anterior.”
Personas que pueden deducirlo. Art. 481. – “Podrá n deducir el recurso de revisió n:
1) El condenado y/o su defensor; si fuere incapaz, sus representantes legales, o si hubiere
fallecido, su có nyuge, sus ascendientes, descendientes o hermanos.
2) El ministerio fiscal.”

EJECUCION DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD

El derecho de ejecució n penal se ocupa de todas las penas, es amplio. El derecho penitenciario
se ocupa de la ejecució n de la pena privativa de la libertad, comprende normas de fondo (modos
en que se ejecuta y beneficios), procesales (apelació n de infracciones), condiciones de
alojamiento y trato y normas administrativas.

El marco normativo del derecho de ejecució n penal lo da en principio la CN en el art. 18 sienta


las bases del sistema carcelario estableciendo que su fin es la readaptació n social respetando la
dignidad de las personas. También el art. 43 que regula el habeas corpus correctivo ante el
agravamiento ilegitimo en la forma o condiciones de detenció n.
Luego distintas normas de la CADH, PIDCP, la ley 24.660 sientan todo un conjunto de principios
para la protecció n de las personas detenidas o privadas de su libertad, fundados en la
humanidad, la prohibició n de penas o tratos crueles e inhumanos, la separació n que debe haber
de condenados y procesados, de niñ os y adultos.

LEY 24.660. EJECUCION DE LA PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD.

Se aplica a condenados y a procesados (respecto a estos siempre que no se contradiga el


principio de inocencia y sea mas favorable para resguardar su personalidad). Respecto a la
validez espacial de esta ley hay quienes sostienen que es de competencia provincial
(minoritario) y que por ende cada provincia puede legislar en materia de ejecució n penal. Otra
corriente (mayoritaria) entiende que es de competencia nacional, que seria una ley
complementaria del CP. Y otra corriente entiende que esta ley establece un piso mínimo que se
debe respetar pero que puede ser mejorado.

Principios que rigen la ejecució n de la pena privativa de la libertad.


1- Principio de legalidad: el legislador determina qué se castiga, cuando y quien lo hace.
Ello implica que debe haber una descripció n clara y precisa del hecho y su pena, la
prohibició n de penas indeterminadas y la irretroactividad de la ley penal (ley vigente al
momento del hecho) salvo que sea mas benigna.
Este principio también aplica en materia penitenciaria, en donde se establece que se
debe determinar en el reglamento correspondiente que conductas constituyen
infracciones disciplinarias, cuales son las sanciones disciplinarias y su duració n y cual es
la autoridad competente para imponerlas.
2- Principio de humanidad de la pena: implica la exclusió n de ciertas penas (tormentos,
azotes, pena de muerte, vejaciones), la exigencia de proporcionalidad en la
determinació n de la pena, la invalidació n de las penas “ejemplificadoras” y la humanidad
durante la ejecució n (el condenado no debe ser maltratado, tratos discriminatorios, etc.)
3- Principio de resocializació n: la pena cumple una funció n resocializadora. El art. 1 de la
ley 24.660 establece que el fin es que condenado pueda respetar la ley, comprender la
gravedad de sus actos, procurando su reinserció n social. Se presenta a la resocializació n
como proceso de personificació n: se entiende que con el trato humano se tiende a
disminuir el nivel de vulnerabilidad al sistema penal, dá ndole medios para salir del
estereotipo selectivo del PP. La participació n en el programa es voluntaria para el
condenado, pero es un deber para el Estado proveerle herramientas como estudio,
trabajo, etc.
4- Principio de judicializació n: la ejecució n de la PPL esta sometida a permanente control
judicial, a cargo del juez de ejecució n que debe garantizar el cumplimiento de la CN y
tratados internacionales de DDHH. Durante la ejecució n rigen todas las garantías del DP
y el derecho a la defensa material y técnica. Los informes carcelarios no son vinculantes
para el juez.
5-
En el fallo Romero Cacharane la CSJN estableció que durante la ejecució n de la pena rigen con
plenitud los principios de legalidad y judicializació n, y que el cumplimiento de la pena es objeto
de control permanente por el juez.

Se estableció que se considera al preso como un sujeto de derechos y deberes, que siguen
gozando de los dd.hh y libertades fundamentales, que tienen derecho a ser oídos antes de la
toma de medidas disciplinarias y a someter dichas medidas a revisió n, a ser informados de la
infracció n que se les atribuye. Efectivamente el ingreso a una prisió n no implica el despojo de la
protecció n de las leyes. Son personas titulares de todos los derechos, salvo las libertades que
fueron constitucionalmente restringidas.

Derechos de los internos. Tienen derecho al trabajo (también es un deber), a la educació n, a la


asistencia médica en todo momento, a tener relaciones familiares y sociales, a estar informado
sobre lo que ocurre en el país, a la asistencia espiritual.

Régimen de progresividad.
A partir del siglo XVIII comienzan a idearse sistemas penitenciarios, entre los cuales nuestro
país adopta el sistema progresivo que consiste en dividir la ejecució n en etapas que se van
atravesando de forma paulatina, obteniendo cada vez má s beneficios. Se compone de la fase de
aislamiento, vida comú n, prelibertad y libertad condicionada. Se entiende que este sistema es
fundamental para alcanzar el fin resocializador, permitiéndole que gradualmente se reincorpore
a la libertad.

La ley 24.660 prevé un programa de tratamiento que se elabora segú n las condiciones
personales, intereses y necesidades del interno. Es interdisciplinario (intervienen á reas como la
criminología, educació n, trabajo, asistencia social, etc.) e individualizado. Su objetivo es que el
interno reciba tratamiento psicofísico, capacitació n, formació n profesional, actividades
laborales y culturales, etc.

El interno avanza en el programa segú n su evolució n. Los condenados forman parte del
programa desde que se comunica la sentencia al establecimiento penitenciario, y los procesados
desde que lo eligen voluntariamente. El programa se compone de 4 etapas:
1- Periodo de observació n: inicia al recibirse la sentencia en el organismo técnico
criminoló gico que elaborara la historia criminoló gica del sujeto. Se consideran sus
antecedentes, se realizan estudios médicos que sean necesarios y se hace el diagnó stico
y pronostico criminoló gico. Este periodo dura como má ximo 30 días. Si bien es de
naturaleza administrativa, ello no obsta al control judicial.
2- Periodo de tratamiento: se aplica el tratamiento penitenciario que se le diseñ o en la
etapa anterior. Se compone de tres fases en las que el interno va avanzando a partir de
las calificaciones que obtiene respecto a su conducta (su observancia de los
reglamentos) y concepto (su evolució n personal en relació n a la reinserció n social).
a) Socializació n: se busca promover los factores positivos de su personalidad y disminuir
los disvaliosos.
b) Consolidació n: se lo supervisa para observar su aceptació n de las pautas sociales. Se le
asignan actividades con menos medidas de control.
c) Confianza: goza de mayor autodeterminacion para determinar en qué medida
internalizó los valores necesarios para la convivencia social.
3- Periodo de prueba: en esta etapa accede a mayores beneficios puesto que puede acceder
a las salidas transitorias fuera del establecimiento y se disminuyen las medidas de
vigilancia. Para ello requiere no tener causa abierta, haber cumplido parte de la pena y
tener conducta y concepto ejemplar.

Salidas transitorias. Se orienta a que vaya de a poco visitando el exterior para que su libertad
no sea abrupta. Pueden ser por tiempo (12/48/72hs), por el motivo (afianzar lazos familiares,
cursar estudios) o por el nivel de confianza (acompañ ado por alguien del servicio penitenciario,
tuició n familiar o palabra de honor).
Semilibertad. Permite trabajar fuera del establecimiento sin ser supervisado todo el tiempo,
pero debe regresar al final del día. También requiere no tener causa abierta en los que interese
su detenció n, conducta y concepto ejemplar y el cumplimiento de una parte de la pena (pena
mayor a 10 añ os: 1 añ o, penas entre 5 y 10 añ os: 6 meses, penas menores a 5 añ os: desde que se
incorporo al periodo de prueba). Para ciertos delitos sexuales que no está n excluidos se exigen
algunos requisitos má s, entre ellos, la notificació n a la víctima y el uso de tobillera.
Entre los delitos excluidos se encuentran: homicidios agravados, delitos contra la integridad
sexual, robo con arma de fuego, latrocinio, trata de personas, financiamiento del terrorismo,
entre otros.

4- Libertad condicional: es una libertad controlada, es un derecho del condenado cuando


cumple con los requisitos del art. 13CP:
- Haber cumplido parte de la pena en encierro: 35 añ os si es perpetua, 2/3 partes en
penas mayores a 3 añ os, 8 meses en penas menores a 3 añ os.
- Observancia de los reglamentos carcelarios.
- Calificació n de concepto.
- No haber sido declarado reincidente.
- No tener una libertad condicional revocada con anterioridad.
- No tener condenas o causas pendientes en las que esté detenido.
- Para delitos sexuales no excluidos se exige la notificació n a la victima que ademá s debe
ser oída, y el uso de tobillera.
- No estar condenado por uno de los delitos excluidos.

Libertad asistida. Permite al condenado egresar 3 meses antes del vencimiento de la condena.
En principio estaba pensada para aquellos que por haber tenido revocada una libertad
condicional anterior o por reincidentes no podían acceder a la libertad condicional. Se le
imponen reglas de conducta. Si comete un nuevo delito o incumple una obligació n es revocada.

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