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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como objetivo hacer un recorrido por la historia de

vida de uno de los asesinos en serie que mayor tiempo permaneció sin ser

capturado, Dennis Lynn Rader. Manteniendo en vilo por más de tres décadas a

la ciudad de Wichita en el estado de Kansas; raro seria que en estos casos no

surgieran diversas interrogantes tanto por parte de la comunidad como de las

autoridades que llevaron adelante el caso: ¿Cómo puede una persona

permanecer por tantos años entre las sombras sin ser atrapado?, ¿Cuáles son

los motivos que derivan a esta clase de personas a cometer hechos tan

atroces?, ¿Estamos frente a un asesino con una estructura de personalidad

psicopática? O cómo determinaron algunos psicólogos y psiquiatras ¿Rader

padece trastorno antisocial de la personalidad?, ¿Puede tratarse de un sujeto

psicopático con trastorno antisocial de la personalidad?

Este trabajo pretende esclarecer y explicar un poco más en profundidad a

que nos referimos cuando hablamos del término psicópata, y el llamado:

trastorno antisocial de la personalidad. Así como también ahondar en las

características propias del perverso, tomando como referencia central al

asesino en cuestión a trabajar.

RESUMEN

¿A cuántos tendré que matar antes de ver mi nombre en el periódico?

"BTK". 10 de febrero de 1978 Dennis L. Rader nació el 9 de marzo de 1945 en

Pittsburg, Kansas(Estados Unidos). Fue jefe de grupo de los Boy Scouts.

Dennis disfrutaba fantasear con escenas de tortura y muerte, aunque en su

vida social era un chico tímido e introvertido. También sufría una discapacidad
de aprendizaje que lo hizo un alumno mediocre y de lento aprendizaje.

Descargaba sus frustraciones y obtenía placer torturando animales, como

perros, gatos y roedores.

Dennis entró al ejército y llegó a ser Técnico de Aviación. Tras pedir una

licencia, regresó a Wichita, se casó y empezó a trabajar en un supermercado,

hasta que lo despidieron. A finales de 1973, frustrado y desempleado, inició lo

que denominaría sus proyectos: asesinar apersonas. En sus ratos libres, se

dedicaba a circular por las calles con su coche para seleccionar a sus víctimas.

Eran sus objetivos próximos, alos que /"vigilaba y perseguía"/ durante un

tiempo antes de eliminarlos. Le gustaba ver en el buzón cómo se llamaban sus

"proyectos", averiguar

dónde trabajaban, qué solían hacer, porque, como declaró: "cuanto más

sabía de una persona, más confortable me encontraba con ella".

Compraba ropa especial para cometer los crímenes, que después tiraba, y

solía llevar una bolsa de boliche en la que guardaba su kit de asesinato con

cuerdas, bolsas y esposas.

En otoño de 1974 cometió su primer asesinato. Según informó el entonces

corresponsal de este periódico Alfonso Armada, los cuatro miembros de la

familia Otero (Joseph, de 38 años, ex oficial de la Fuerza Aérea; su mujer,

Julie, de 34, empleada; y dos de sus hijos, Josephine, de 11, y Joseph, de 9)

fueron estrangulados lentamente con cordones de una persiana veneciana en

pleno día. Todos aparecieron atados de pies y manos. Fue la única vez en que

Dennis L. Rader mató a dos varones. El resto de los diez asesinatos que se le

atribuyen fueron mujeres de entre 21 y 62 años.


El primer contacto directo que estableció con la Policía llegó apenas nueve

meses después de su primer crimen, cuando descubrió que tenía retenido a un

hombre que se había confesado autor de los homicidios. Para desmentirlo, el

asesino en serie llamó a un periodista del Wichita Eagle para que acudiera a la

Biblioteca Pública principal de la ciudad y buscara un libro titulado «Applied

Engineering Mechanics». En él, había una carta con detalles que solo el

asesino podía conocer y se bautizaba a sí mismo: «Las palabras clave para mí

serán… Atarlos, Torturarlos, Matarlos» (BTK, las siglas en inglés que se

convirtieron en su sello).

Mientras Rader seguía matando, evadiendo a la policía y provocando a los

medios y a las autoridades con todo tipo de pistas, llevaba una vida familiar

tranquila en Wichita junto a su esposa, Paula, a quien conocía desde el

instituto, y sus dos hijos, Kerri y Brian. Había tenido una vida corriente en un

entorno familiar estable. Era un niño tranquilo, aunque sus profesores

recordaban que tenía un lado inquietante. «Cuando estaba en la escuela

primaria tuve algunos problemas. Fantasías sexuales, sobre todo.

Probablemente más de lo normal. Todos los hombres probablemente pasan

por algún tipo de fantasía sexual, supongo. El mío fue probablemente un poco

más raro que otras personas», explicó en una entrevista en «Oxygent».

Pero recondujo su vida. Pasó cuatro años en la Fuerza Aérea. A su regreso,

se empleó en la empresa de montaje Coleman (como dos de las asesinadas) y

trabajó en una compañía de seguridad que se vio beneficiada por la ola de


terror y finalmente como probo funcionario. Entre 1973 y 1979 se hizo con una

maestría en la Universidad Estatal de Wichita. Su título: justicia criminal.

Además, dirigía el Club Scout de su hijo y era presidente del Consejo de su

Iglesia Luterana.

Consiguió ocultarse entre la normalidad, pero su ego le hizo cometer un

error. En enero de 2005, The Wichita Eagle publicó un artículo recordando las

tres décadas transcurridas desde la matanza de los Otero y sugiriendo que tal

vez BTK estaba encarcelado o muerto. Esta información enfureció al asesino,

quien no dudó en enviar otra tanda de misivas. Lo que no se imaginaba es que

con esas cartas proporcionaría a la Policía material suficiente para que le

arrestaran. Richard LaMunyon, jefe de la Policía de Wichita cuando empezó la

persecución de BTK, admitió al Times que siempre pensaron que el asesino

era un vecino, «e incluso un miembro activo de la comunidad. Pero nunca

imaginé que sería alguien tan conocido y con una vida tan pública: líder

religioso y de los "boy scouts"».

ANÁLISIS

Es claro que todas las personas, aun viviendo las mismas situaciones, son

diferentes entre sí, y la capacidad para afrontar la vida, dependerá de muchas

variables que solo se podrán explicar una vez que se estudia al individuo y su

comportamiento. Es por ello que cuando se trata de delitos, la personalidad del

sujeto es igual de única que una huella lofoscópica o el ADN.

El trastorno de personalidad paranoide, se ubica en el grupo A de los

trastornos de personalidad según el DSM 5, este grupo se caracteriza por

incluir los trastornos de tipo «Raros o excéntricos», como el trastorno


esquizoide y esquizotípico. Se trata de una afección mental en la cual la

persona tiene un patrón de conducta de desconfianza y recelos hacia los

demás en forma prolongada.

Al tener facilidad de ingreso a la vivienda, es probable que el sospechoso

usara esto a su favor para llevar a cabo sus fantasías, en donde se sentía con

total y absoluto control sobre la situación, causando terror en sus víctimas, el

miedo que estos jóvenes pudieron haber experimentado en ese momento es lo

que buscaba el homicida para sentirse superior a ellos, triunfante, sobre todo

contra la joven de la cual estaba obsesionado, como una forma de venganza

hacia a ella.

Podemos inferir que el éxito de su captura pudo deberse al trabajo de

seguimiento y vigilancia por parte del OIJ realizado durante varios días, puesto

que por el tipo de personalidad que describen, es evidente que se debían tomar

precauciones para evitar acorralarlo y que actuara agresivamente durante su

captura.

Por supuesto, debo aclarar que todo esto son simples criterios personales

que se extraen de la información que se publicó sobre el caso, y que no

representa en ningún momento la verdad de lo ocurrido, ya que el caso se

encuentra en investigación y además, para crear un perfil criminal más exacto,

se requiere información adicional sobre la vida social, sentimental, familiar y

laboral del sujeto, así como la evaluación psicológica de los expertos que le

hayan tratado anterior y posteriormente, sobre todo porque el individuo cuenta

con antecedentes penales relacionados al tráfico de drogas, lo cual también

puede hacer creer que exista riesgo de presentar rasgos de personalidad

antisocial.
Para finalizar, no puedo evitar expresar la impotencia y el dolor que sentí

cuando supe del hecho, de imaginar el sufrimiento de estos jóvenes que creo

nunca imaginaron encontrarse en una situación como esta, este tipo de

comportamientos son tan brutales que nos parecen irreales y muchas veces

creemos que nunca nos tocará, por eso es tan importante tomar medidas de

seguridad para protegernos en nuestros entornos, la preparación adicional en

defensa personal o uso de armas de fuego pueden ser también una opción

para no ser víctimas fáciles ante estos ataques, eso sí, siempre velando por

una adecuada preparación y por supuesto, el trabajo en equipo organizando

nuestras comunidades para detectar sujetos que puedan poner en riesgo la

seguridad del barrio.

Comienzos criminales y modus operandi

Dennis Rader, un padre de familia, con un empleo estable y una vida sin

complicaciones decide un día convertirse en criminal. Los motivos solo pueden

ser conocidos a través de sus propias declaraciones y por algunas indicaciones

que se dejan ver en su modus operandi.

Probablemente un deseo de poder y control le llevó un día a entrar armado

en la casa de una pareja con dos hijos. Ató a toda la familia, la torturó y la

mató. Este modo de obrar marcaría el resto de sus crímenes. Las siguientes

víctimas fueron dos hermanos adolescentes, uno de ellos consiguió salvarse.

No ocurrió lo mismo con las siguientes 5 víctimas, todas mujeres, que murieron

siguiendo la firma BTK (bind, torture, kill).


El perfil de sus víctimas era el mismo, mujeres, ancianas y niños, aunque no

determinaba su conducta puesto que si se encontraban en presencia de un

hombre, también le aplicaba el mismo método. Sus actos le proporcionaban

un poder y control que iba alimentando cada vez más sus ansias de matar.

Obsesión por el poder y reconocimiento

El asesino no solo mataba sin remordimientos, mostrando su insensibilidad y

falta de empatía por las víctimas, sino que quería ser reconocido por ello.

Cada vez que cometía sus crímenes se encargaba de dejar pistas sobre su

autoría, enviando cartas a la policía o un reportaje fotográfico a la prensa.

Quería alcanzar la fama de algunos de los asesinos en serie que habían

pasado a la historia.

Seguimiento de pistas y detención

Las investigaciones de la policía de Kansas les habían llevado hasta Rader,

pero aún no disponían de pruebas concluyentes que presentar ante un tribunal,

es por ello que recurrieron al ADN. La hija de Dennis Rader estudiaba en la

universidad y en su ingreso tuvo que dejar análisis de sangre. La policía

accedió a la muestra y pudo hallar la correspondencia con los restos

encontrados en las uñas de las víctimas.

CONCLUSIÓNES

 Con todo esto quiero decir que Dennis Rader y sus crímenes también

se vieron condicionados por su contexto. No quiere decir que en otra

situación no hubiera intentado matar, pues no lo sabremos nunca,

pero lo que sí está claro es que muy seguramente se le hubiera


atrapado mucho antes, quizás con los crímenes de la familia Otero,

quedando fuera de la lista de asesinos en serie.

 La falta de medios tecnológicos para que la policía pudiera realizar

mejores indagaciones también fue un punto muy importante. La tardía

aplicación de las muestras de ADN en investigaciones criminales

propiciaría la anonimidad de estos durante años. El mismo jefe

Lendwehr decidió guardar las pruebas de ADN tomadas en los casos

del BTK a la espera de tener un sospechoso o mejores medios para

cotejarlas, lo que fue un acierto.

 Podemos decir que los asesinatos en serie de estos años y sus

características y motivaciones han sido acordes a la evolución general

de los diferentes aspectos del contexto, compartiendo las conexiones

comunes que ocurrían entre el aspecto musical, social y político, por

ejemplo. La sociedad ha cambiado, las tecnologías han cambiado, la

historia es distinta, la política, las leyes, las formas de relacionarnos y

vivir nuestras vidas. Y quizás vuelva a ocurrir otra oleada con otros

factores distintos, pero por el momento y para explicar ésta en la que

se centra el trabajo, considero de vital importancia todos los factores

anteriormente desarrollados.

RECOMENDACIONES

 Es importante tener conocimiento sobre todos los materiales,

procedimientos, técnicas, etc. para poder resolver un caso, teniendo

en cuenta todos losindicios con los que se cuenta, sin dejar de lado

ninguna pista por más mínima que esta represente.


 Como mencionaba en el trabajo, insertarse en la mente del criminal

es de gran importancia, puesto que “pensar como un asesino” por

más fantasioso que uno pueda comportarse, tiene la facilidad de

ayudar mucho en el caso que fuere.

 No se debe confiar en lo más mínimo dfe personas que estén

inmersas en un delito, por más que inmiscuyan la religión o el tipo de

educación que tengan. Estos asesinos en su mayoría tienen una

doble personalidad que lo saben manejar muy bien y obtienen un

coeficiente intelectual demasiado alto del promedio.

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez, J.L., Sotoca, A. y Garrido M.J. (2015) El perfilamiento en la

investigación criminal. En A. Giménez y J.L. González. Investigación criminal.

Principios, técnicas y aplicaciones. Madrid: Cid

Abas Larrar, X. El asesino BTK : la cara de la psicopatía y la perversión [en

línea]. Trabajo final de grado. Montevideo : Udelar. FP, 2021.

https://dokumen.tips/documents/escrito-con-sangre

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