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ROBERT RESSLER, JOHN DOUGLAS Y EL ORIGEN

DEL PERFILADO CRIMINAL EN "MINDHUNTER" DE


NEFIX
En EL ARCHIVO DEL CRIMEN
nos hemos ocupado en varias
ocasiones el programa VICAP del
FBI
(http://manuelcarballal.blogspot.com.es/2007/03/dedu
ccin-intuicin-y-experiencia-en-el.html) y del
trabajo de sus primeros impulsores,
los agentes Robert Ressler
(http://manuelcarballal.blogspot.com.es/2007/03/robe
rt-ressler-en-bandas-como-eta.html) y John
Douglas
(http://manuelcarballal.blogspot.com.es/2007/03/john
-douglas-de-profesin-perfilador.html). Incluso tuvimos la oportunidad de entrevistarlos para EAdC
en su momento, en relación a los asesinos españoles.
Pioneros de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, Ressler y Douglas
comenzaron la ciencia del perfilado criminal realizando entrevistas con los principales
asesinos en serie norteamericanos (http://manuelcarballal.blogspot.com.es/2011/03/el-perfil-psicologicocriminal.
html). Un proyecto pionero y revolucionario que comenzó con sus encuentros con
Ed Kemper (http://manuelcarballal.blogspot.com.es/2007/03/edmud-emil-kemper-el-gigante-asesino.html ) y que luego
se extendió a otros muchos asesinos seriales del país.
Hoy Netflix ha llevado al formato de ficción esta página de la historia de la criminología
convirtiendo a Ressler y Douglas, y los inicios del programa VICAP en una serie:
Mindhunter, recomendada para todos los interesados en conocer los orígenes del
perfilado criminal.

John Douglas, el hombre que logró meterse en la mente de asesinos en serie y creó los primeros perfiles
criminales del FBI
 July 14, 2019 3:44 pm
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El experto en asesinos seriales John Douglas, un año después de retirarse del FBI, en 1996
John Douglas trabajó durante 25 años para el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus
siglas en inglés). Pero no es un exagente más: es uno de los máximos expertos en el mundo en asesinos seriales.
De hecho, él y sus colegas inventaron ese término en los años setenta para describir a aquellos individuos que
habían asesinado a al menos tres personas, con cierta periodicidad entre cada asesinato y con la motivación de
lograr una gratificación psicológica.
Douglas fue un pionero en el uso de la perfilación criminal: la elaboración de perfiles criminológicos de
delincuentes peligrosos.
Fue él quien tuvo la idea de sentarse y analizar la historia, el comportamiento y la psicología de los asesinos. Y
también de examinar las escenas del crimen y buscar patrones y detalles, todo para intentar comprender por qué
estas personas hicieron lo que hicieron, y cómo lo logaron.
Entrevistó a decenas de asesinos en serie, entre ellos algunos de los más famosos como Ted Bundy, Charles
Manson y John Wayne Gacy (alias “El payaso asesino“), y hoy puede recitar de memoria los detalles de
muchos de los homicidios más espeluznantes de la historia reciente de EE.UU..
Esto ha convertido a este hombre de 73 años en una especie de base de datos humana del crimen. Y también en
la inspiración detrás de películas como “El silencio de los inocentes” y series como “Mindhunter”.
“No creo que exista el mal, que estas personas nazcan con un gen de la maldad, una especie de gen asesino”,
señaló Douglas en una entrevista con la periodista Andrea Kennedy del programa “Outlook”, del Servicio Mundial
de la BBC.
“Creo que estas personas se hacen malvadas y son llevadas a hacer estos crímenes que ciertamente son
malignos”, opinó el autor de varios libros, entre ellos The killer across the table (“El asesino del otro lado de la
mesa”), que acaba de publicarse.
Charles Manson, uno de los muchos asesinos con los que habló Douglas.
Reclutado
Este experto en mentes criminales no nació queriendo ser detective del FBI.
“Cuando era chico quería ser veterinario“, confesó. De hecho, arrancó la carrera de veterinaria, pero debió
interrumpir sus estudios universitarios cuando fue reclutado para servir en la Fuerza Aérea, durante la época de la
guerra de Vietnam.
Fue durante este período que un agente del FBI se le acercó para preguntarle si estaba interesado en unirse a esa
fuerza. Douglas, quien en esa época era un estudiante pobre, se vio atraído por las posibilidades económicas que
ofrecía esta nueva oportunidad.
En la década de 1970 comenzó su carrera en Detroit. Ya en ese época se distinguía por el detalle con el que
interrogaba a los sospechosos que detenía.
Eventualmente Douglas empezó a trabajar para la unidad de ciencia del comportamiento del FBI, un
departamento relativamente nuevo dedicado a entender la psicología de los criminales.
Tenía 32 años y sentía que sabía mucho menos sobre la mente de los criminales que muchos de sus colegas que
habían entrevistado a algunos de los asesinos más famosos de la época.
Fue entonces que tuvo la idea de visitar a todos estos criminales y entrevistarlos él mismo.
Junto con su compañero Robert Ressler fue a la prisión de San Quentin, en California, a hablar con Edmund
Kemper, un hombre de más de 2 metros de altura y 130 kilos de peso que había asesinado a su madre, sus
abuelos y a siete mujeres, seis de ellas estudiantes universitarias.
Douglas y Ressler no tenían un plan. Simplemente usaron su instinto.
Douglas (der.) y Robert Ressler (izq.), junto con Edmund Kemper, el primer asesino en serie al que entrevistaron.
Hablando con Kemper, Douglas descubrió que odiaba profundamente a su madre, quien lo encerraba en el sótano
de niño. Allí degollaba y descuartizaba los muñecos de su hermana, a quien también odiaba porque era el centro
de atención de su madre.
“Más tarde hizo eso mismo con sus víctimas”, contó el exagente, quien consideró que los crímenes de Kemper
“eran predecibles”.
Experto interrogador

Douglas estaba convencido de que estudiar a asesinos como él podía aportar información valiosa para entender la
mente criminal. Junto con Ressler viajaron por todo el país entrevistando a los criminales más violentos.
No todos los entrevistados estaban tan abiertos al diálogo como Kemper, peroDouglas desarrolló técnicas para
hacerlos revelar sus secretos, entre ellas responder preguntas sobre su propia vida privada y no reaccionar ante
las revelaciones que oía, incluso las más grotescas, como el asesinato de niños.
“Creaba una empatía falsa con ellos“, señaló el experto.
También empezó a utilizar ciertos “trucos”, como colocar su silla a una altura menor que la de su interlocutor para
que ellos se sintieran en una posición de dominio (algo que le funcionó muy bien con Manson, de poca estatura).
Y se aseguraba de que los criminales pudieran mirar hacia una ventana o puerta, de manera tal que tuvieran para
donde desviar la vista si algún tema los incomodaba.
Douglas se dio cuenta de que grabar las conversaciones inhibía a sus interlocutores así que dejó de llevar una
grabadora y empezó a transcribir las conversaciones de memoria.
Douglas empezó a memorizar sus conversaciones con asesinos, para no intimidarlos con grabaciones.
A pesar de que los hombres con los que hablaba habían asesinado a sangre fría, asegura que él no sentía temor.
“Incluso los peores asesinos en el fondo son predadores, son cobardes, buscan a los más débiles, a personas que
son vulnerables, susceptibles: los más ancianos, los más jóvenes, las trabajadoras sexuales, las personas que se
fugaron de la casa”, observa.
Sin embargo, reconoce que a su familia le preocupa la posibilidad de que alguno de estos asesinos recobre la
libertad y los busque a ellos o a Douglas.
Patrones
Eventualmente, Douglas empezó a reconocer ciertos patrones en las historias de vida que escuchaba.
Todos los asesinos habían sufrido abusos y abandono en su infancia, en particular de mano de sus
madres.
La mayoría había sido o un bully (acosador) o una víctima de acoso. Muchos habían cometido algún crimen de
índole sexual, lo que les daba una sensación de poder.
Y todos eran narcisistas y manipuladores.
Otro importante indicio que tenían en común era la crueldad hacia los animales.
“El maltrato animal es un buen indicador”, resaltó el exagente. “Si alguien es despiadado con un animal indefenso
no te sorprendas de lo que podría pasar en el futuro”.
Quienes lastiman a animales pueden luego lastimar a otros seres humanos, advierte el experto.
La relación de confianza que establecía Douglas con los asesinos hacía que le contaran detalles sobre sus
crímenes que nunca antes habían revelado. Eso permitió reforzar las penas de algunos de ellos, que de otra forma
podían haber salido libres.
Un ejemplo es el de Joseph McGowan, un maestro de escuela que había asesinado a una niña de siete años que
le tocó la puerta para venderle galletas.
En 1998 McGowan estaba a punto de salir en libertad condicional hasta que Douglas habló con él y determinó que
si saliera volvería a asesinar.
El experto considera que casi ninguno de los asesinos con los que habló podría ser rehabilitado. Para él,
nunca fueron “habilitados” en primer lugar.
Desgaste
Lo más duro de su trabajo, contó, eran las preguntas que le hacían los familiares de las víctimas.
“Querían saber si su ser amada había sufrido dolor, si había luchado, si fue atacada sexualmente”, recordó. “Si no
les dabas los detalles se enojaban contigo”.
Su trabajo fue impactando su vida personal. Y cada vez trabaja más, porque otros colegas le pedían que
colaborara con sus casos.
“Empecé con 59 casos en mi primer año pero para cuando me retiré del FBI estaba trabajando en más de 1.000
casos al año”, reveló.
Douglas llegó a trabajar en 1.000 casos por año.
Cada vez que aparecían víctimas de asesinatos que podían estar conectados, Douglas era consultado para que
creara un perfil criminal del posible asesino en serie.
Él inspeccionaba las escenas del crimen y analizaba a las víctimas y la forma en la que fueron asesinadas para
crear una especie de imagen del criminal: su probable edad, su raza y sus posibles antecedentes.
Esto ayudaba a la policía a encontrar al culpable.
En 1981 aportó información clave para lograr el arresto de Wayne Williams, un joven que por dos años había
aterrorizado a la población de Atlanta, en Georgia, al asesinar a niños.
Un año después trabajaba en un famoso caso conocido como el del “asesino del Río Verde” —un hombre
sospechoso de haber asesinado a al menos 13 mujeres cerca de Seattle— cuando sufrió un colapso emocional.
Empezó a sufrir ataques de pánico. Un día empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza. Lo terminaron internando
en terapia intensiva. Tenía encefalitis, una inflamación cerebral que lo dejó en coma.
Recuperó la conciencia cinco días más tarde, pero su cuerpo estaba paralizado. Tardó cinco meses en
recuperarse.
“Un psicólogo me dijo que estaba sufriendo de estrés postraumático“, señaló. No obstante, volvió a trabajar con
el FBI.
Fue recién en 1995, cuando cumplió 50 años, que decidió retirarse. “Simplemente era demasiado“, confesó.
Douglas escribió una novela titulada “Mindhunter”, basada en su experiencia, junto con Mark Olshaker en 1995.
Ese mismo año Douglas publicó su libro Mindhunter (“Cazador de cerebros”), que fue un éxito y luego inspiraría la
serie en Netflix. También se ha dedicado a dar charlas sobre su experiencia.
Pero aunque ya no es agente, reconoce que toda la espeluznante información que recopiló a lo largo de su vida
laboral aún le pesa.
“No importa lo que haga, no puedo salir de mi mente. Vive conmigo“.

PERFILADOR PERFILADO.
John Douglas en su libro "Homicidios Sexuales: Patrones y Motivos"(1986) sugiere siete etapas de proceso en la
elaboración del perfil criminal; estas siete etapas son:
1. Evaluación del comportamiento criminal en sí mismo.
2. Evaluación comprensiva de las especificaciones en la
escena del crimen.
3. Análisis comprensivo de la víctima.
4. Evaluación de los reportes policiacos preliminares.
5. Evaluación del protocolo de medicina forense.
6. Desarrollo del perfil con características del agresor.
7. Sugerencias en la investigación y construcción.
John Douglas además estableció la importancia de identificar la ESCENIFICACION o STAGING en la escena del
crimen, para Douglas la alteración del sitio era motivado por dos razones:
La primera para direccionar la investigación de un sospechoso lógico, y la segunda para confundir los motivos en el
crimen.

Robert D. Keppel
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de 2013 )
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Wikipedia para biografías . ( Septiembre de 2013 )
Robert David Keppel (nacido el 15 de junio de 1944) es un ex oficial de policía y detective estadounidense. También es
un ex profesor asociado de la Universidad de New Haven y la Universidad Estatal Sam Houston . Keppel es comúnmente
conocido por sus contribuciones a las investigaciones de Ted Bundy y Gary Ridgway . Sin embargo, también ayudó en la
creación de HITS, el Sistema de Seguimiento de Investigación de Homicidios después de sus investigaciones.

Contenido
 1vida temprana
 2carrera
 3vida posterior
 4obras
 5referencias
 6enlaces externos
Vida temprana [ editar ]
Robert Keppel se crió en Spokane, Washington , donde asistió a Central Valley High School. Después de graduarse,
asistió a la Universidad Estatal de Washington , donde compitió en el salto de altura. [1] Keppel fue inspirado por su
padre para perseguir la justicia penal, con la esperanza de convertirse en un jefe de policía. [2] Luego recibió su maestría
en ciencias policiales y administración. [3] Después de su graduación, Keppel trabajó para el departamento del sheriff del
condado de King antes de ser reclutado como sargento de instrucción del ejército y capitán de la guerra de Vietnam . [1]
Carrera [ editar ]
Los "asesinatos de Ted" marcaron el comienzo de la carrera de Robert Keppel como detective. Testigos del Parque
Estatal Lake Sammamish proporcionaron información sobre un hombre llamado "Ted" que había hablado con dos
mujeres jóvenes que fueron declaradas desaparecidas. [1] Durante la investigación, Keppel redujo una gran lista de
sospechosos hasta que quedó con 25, incluido Ted Bundy . Se enfrentó a Bundy, pero Bundy desestimó la
conversación. Antes de que Keppel pudiera hablar con él nuevamente, Bundy ya había sido arrestado y huyó de la
custodia. [1]
Después de pasar de los "asesinatos de Ted", Keppel decidió regresar a un programa de doctorado en la Universidad de
Washington . [1] Mientras completaba este programa de 12 años, asumió el cargo de investigador jefe de la oficina del
Fiscal General del Estado de Washington. [1] En esta posición, investigó otros crímenes como la desaparición del Capitán
Rolf Neslund y la muerte de Donna Howard. [1]
Se le pidió a Keppel que ayudara en la Fuerza de Tarea de Green River para la investigación de un conjunto de asesinatos
en Washington. En 1984, Ted Bundy comenzó a escribir cartas a Robert Keppel con la esperanza de ayudar en la
investigación del asesino de Green River . [1] Esta correspondencia condujo a entrevistas entre los dos, lo que resultó en
que Bundy confesara sus crímenes no identificados días antes de su ejecución. [1] [2]
Vida posterior [ editar ]
Keppel se retiró como investigador criminal jefe de la Oficina del Fiscal General del Estado de Washington. Se unió a la
facultad de la Universidad de Seattle . A partir de 2004 , Keppel era profesor asociado de justicia penal en la Universidad
Estatal Sam Houston , y actualmente enseña allí por teleconferencia . [1] En 2007, Keppel se unió a la Universidad de New
Haven como profesor asociado de justicia penal . [1]
Keppel es autor de The Riverman: Ted Bundy y I Hunt for the Green River Killer , que se convirtió en una película para
televisión del mismo nombre en 2004, protagonizada por Bruce Greenwood como Keppel y Cary Elwes como
Bundy. [4] También es autor de muchos libros de texto sobre justicia penal y temas relacionados.
Obras [ editar ]
 Asesinato en serie: implicaciones futuras para investigaciones policiales (1989; ISBN 0932930840 )
 Signature Killers (con William Birnes) (1997; ISBN 0671001302 )
 Asesinato: una antología multidisciplinaria de lecturas (con Joseph Weis) (1999)
 The Psychology of Serial Killer Investigations: The Grisly Business Unit (con William Birnes)
(2003; ISBN 0124042600 )
 The Riverman: Ted Bundy y I Hunt for the Green River Killer (con William Birnes) (1995; ISBN 0671867636 /
Revisado después de las confesiones de Ridgeway, 2004; ISBN 9780671867638 )
 Perfil del delincuente (2006; ISBN 075938875X )
 Reconocimiento forense de patrones: de huellas digitales a marcas de herramientas (con Katherine M. Brown y
Kristen M. Welch) (2006; ISBN 978-0132329484 )
 Violencia en serie: análisis de Modus Operandi y características de firma de asesinos (con William Birnes)
(2008; ISBN 9781420066326 )
 Perfilado: Principios, procesos, aspectos prácticos (con David V. Canter) (2010; ISBN 9780131192768 )
Referencias [ editar ]
1. ^ Salte a:a b c d e f g h i j k Ramsland, Katherine (primavera de 2012). "Robert D. Keppel: detective
consultor". El examinador forense . 21 : 52–55 - a través de EBSCOhost.
2. ^ Salte a:a b "Anatomía del asesinato: Robert Keppel '66 Police Science, '67 MA Police Science |
Washington State Magazine | Washington State University" . magazine.wsu.edu . Consultado el 9
de mayo de 2018 .
3. ^ Conozca al autor, Robert Keppel
4. ^ Águilas, Bill (06/09/2004), The Riverman , Bruce Greenwood, Sam Jaeger, Sarah Manninen ,
recuperado 09/05/2018
Enlaces externos [ editar ]
 Entrevista de la Biblioteca del crimen
 Currículum Vitae de Keppel (en formato PDF)
 BNF : cb146222188 (datos)
 ISNI : 0000 0000 8386 4031
 LCCN : n91119909
 NTA : 305848631
 VIAF : 59339518
 Identidades de WorldCat (a través de VIAF): 59339518

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