El primer uso de la palabra andragogía estuvo a cargo del docente

alemán Alexander Kapp en el año 1833, para hablar de la práctica educativa

que usó el filósofo griego Platón al tratar con estudiantes jóvenes y adultos. Por
otra parte, La Andragogía ha sido descrita como una ciencia (Adam, 1970), un
conjunto de supuestos (Brookfield, 1984), un método (Lindeman, 1984), una
serie de lineamientos (Merriman, 1993), una filosofía (Pratt, 1993), cuerpo,
campo de conocimiento, disciplina (Brandt, 1998), una teoría (Knowles et al.,
2001), y como proceso de desarrollo integral del ser humano (Marrero, 2004),
un modelo educativo (UNESR, 1999).

Podemos decir entonces que la Andragogia es un proceso de desarrollo

integral que utiliza un conjunto de técnicas y estrategias para la enseñanza
entre adultos y para adultos con el fin de lograr un aprendizaje significativo. Los
procesos andragógicos promueven el razonamiento, invitan a confrontar el
conocimiento individual con saberes grupales e incentivan el debate
constructivo.

La andragogía, también, es analizada como un proceso de autoeducación

donde el ser humano consciente, selecciona libremente, exige y asume
compromisos con responsabilidad, lealtad y sinceridad de su propia formación
y realización personal (Caraballo, 2007).

Anteriormente se pensaba que la educación para niños y adultos era la

misma pero, mientras que ambos conceptos tienen el mismo objetivo, no son
iguales ya que su público es totalmente diferente. Desde su semántica hay
grandes diferencias. Andragogía desde el griego significa “liderar adultos”,
mientras que pedagogía se refiere a “liderar niños”.

La andragogía, en este contexto, trata cuestiones psicológicas, sociológicas

y filosóficas vinculadas a la formación de los adultos. Dado que las
características físicas y psicológicas de los mayores y de los niños son
diferentes, la andragogía considera estas particularidades para optimizar el
desarrollo de la capacitación.