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Gemoterapia

La gemoterapia es una práctica que se realiza con la ayuda de piedras o


cristales con propiedades energéticas con la finalidad de sanar y relajar
tanto el cuerpo como la mente. La técnica es comúnmente usada para tratar
el estrés, la ansiedad e incluso para aliviar los músculos y activar los
chakras.
Cada persona ha de elegir el cristal por el que se sienta atraída,
sosteniéndolo en sus manos, sintiéndolo y decantándose por aquél que le
transmita una sensación de frescor, viveza y actividad. Después es
necesario limpiarlo y purificarlo de las energías de otras personas.
Curación. (introd.)
La curación con cristales tiene relación con la cromoterapia (técnica
utilizada en la llamada medicina alternativa o naturopatía, en la que se
utiliza la visualización de los colores en que se divide el espectro de la luz
solar, para influir en la mejora del estado anímico y de bienestar del
paciente). Si sostenés el cristal en la mano izquierda e imaginás que una luz
(del color que quieras) lo atraviesa y llega a vos o a la parte de tu cuerpo
que quieras sanar (o de otra persona que estés sanando). La idea es
visualizar cómo el color penetra en tu cuerpo por el lado izquierdo y
recorre la zona afectada. Los cristales que se sostienen en la mano
izquierda se usan para recibir energía y los que se sostienen en la derecha
para enviarla, de modo que para sanar a otra persona se sostiene en la mano
derecha.
Cuando se utilizan gemas de colores el proceso es similar, con la excepción
de que cada gema se utiliza para el tratamiento de afecciones diferentes. Su
uso se basa en los colores y los chakras.
Clasificación de cristales.
Piedras preciosas: diamante, esmeralda, rubí, topacio, zafiro, etc.
Piedras finas o semipreciosas: algunas son preciadas en joyería, como la
turquesa, el granate, la amatista, el ágata y el ópalo.
Piedras ornamentales: como el cuarzo, el jade, el lapislázuli y la malaquita.
Sistemas cristalinos.
Cúbico: el poliedro que tiene las 6 caras iguales. Ej.: diamante, granate,
magnetita, sal gema.
Hexagonal: el prisma tiene base hexagonal. Ej.: esmeralda, aguamarina.
Trigonal: un poliedro con 6 caras romboides. Ej.: rubí, zafiro, hematites,
jaspe, turmalina, cuarzo.
Tetragonal: un prisma de base cuadrada. Ej.: circón, casiderita.
Rómbico: un prisma vertical con base de romboide y de caras verticales en
forma rectangular. Ej.: topacio, olivino.
Monocíclico: un prisma oblicuo de base rómbica. Ej.: malaquita,
amazonita, jadeita.
Triclínico: un prisma oblicuo de base rectangular. Ej.: turquesa, rodonita,
labradorita.
Formas de los cristales.
Punta: los cristales con punta definida por varias caras tienen
la capacidad de conducir energía, entonces si apuntamos con
la punta cristalina hacia el exterior ayudamos a canalizar el
exceso de energía del cuerpo, y si apuntamos a una parte del
cuerpo o chakra ayudamos a recargarlo de energía.
Doble punta: cuando los cristales tienen una punta
bien definida en ambos lados tenemos un cristal
biterminado. Las 2 puntas pueden canalizar energía,
por lo que estos son especialmente efectivos para
equilibrar energías, también para desbloquear
emociones y ayudan a superar adicciones y traumas.

Tabular: son aquellos que son de una forma “plana”


debido a que las dos caras de cristal son más anchas
que el resto. Estos facilitan la circulación de
energía, por lo que son muy indicados para meditar
ayudándonos a aclarar pensamientos y emociones.
También útiles en períodos de confusión.
Estriadas: Las estrías en los minerales responden a su
estructura interna (foliación). Estas estrías generan
planos y líneas de foliación que conducen energía con
gran intensidad. Se suelen usar para para conectar
cristales entre sí en terapia. Cuando la foliación se da en
planos bien definidos que generan una estructura a
capas del mineral, estos cristales son una buena
herramienta para profundizar, paso a paso, en problemas muy ocultos o
profundos.
Generador de cuarzo: un generador de cuarzo solo
está formado por las 6 caras que conforman la punta,
ninguna de las laterales. Estos cristales son potentes
herramientas para trabajar con los cristales para fines
curativos por sus grandes cantidades de energía
curativa.
Bipiramidal: hay cristales naturales que poseen una
forma bipiramidal, es decir, dos pirámides unidas por
la base. Estos cristales tienen un gran poder de
equilibrio, de forma que al situarlos en un chakra
ayudan a equilibrar sus flujos enérgicos.
Agregados cristalinos. (cristales que crecen
unidos a otros)
Geodas: Cuando esta base es plana o curva se
denomina drusa, mientras que si tiene forma de cueva
o burbuja se denomina geoda. La coexistencia de
numerosas puntas de minerales hace de estas piezas
grandes acumuladores de energía, que se pueden
utilizar ya sea en terapia o para recargar
enérgicamente espacios como el hogar o el trabajo. Una forma de recargar
enérgicamente otros cristales es colocarlos sobre una drusa o geoda, que los
limpiarán y cargarán. A su vez, las geodas y drusas no necesitan de
recargas debido a su configuración, ya que cada cristal recarga a los
cristales circundantes.
Estrellas: Determinados cristales crecen formando
agregados cristalinos en forma de estrella. Estos
agregados, al tener las puntas de los cristales enfocadas
en todas las direcciones ayudan a disolver nudos y
bloqueos energéticos colocándolos sobre ellos.
Los colores de los minerales.
El color de un mineral está relacionado con sus propiedades físicas.
Cuando la luz incide sobre un material este absorbe parte de la energía de
la luz, que corresponde a una longitud de onda determinada, reflejando el
resto de la radiación.
El color de un material corresponde a las ondas reflejadas por este. Aunque
suene complejo, este fenómeno nos da una idea de la importancia del color
de los minerales, ya que este responde precisamente a la franja de energía
en la que actúa el mineral.
Negro: los minerales de color negro, correspondientes al chakra de la tierra,
nos ayudan a transformar la energía negativa en positiva, estando
especialmente para combatir miedos y limpiar espacios con energía
negativa. Correspondencia física: Ano, recto colon.
Rojo: el rojo corresponde al chakra básico. El color rojo aporta energía, por
lo que está indicado para fortalecer el cuerpo, así como los aspectos
mentales (voluntad, fuerza interior) que se quiera reforzar.
Correspondencia física: Órganos reproductores (ovarios, testículos) y
próstata.
Naranja: corresponde al chakra sacro. El color naranja posee como el rojo
la capacidad de energizar, pero por la fusión con el amarillo posee también
la capacidad de equilibrar. Son muy útiles para fortalecer la voluntad en las
personas que están dejando una adicción. Correspondencia física:
Abdomen, bazo.
Amarillo: corresponde al chakra del plexo solar. El color amarillo es el de
la luz solar, el dorado. Por ello los minerales amarillos y dorados aportan
energía y equilibrio, recargando energéticamente la zona donde se sitúen
con una energía suave y reparadora.
Correspondencia física: Abdomen, intestino.
Verde: corresponde al chakra del corazón. El verde es el color de la
fertilidad, de la vida. Aporta capacidad regeneradora a la parte del cuerpo
sobre la que se sitúe. Colocados en la tierra de las macetas ayudan al
crecimiento y desarrollo de nuestras plantas. Correspondencia física:
Corazón y pulmones.
Rosa: corresponde al chakra del corazón superior. El color rosa es el color
del amor y la amistad. Ayudan a transformar cualquier exceso de energía
(enfado, ira) en la energía del amor. El más representativo de todos los
minerales de color rosa es el cuarzo, rosa, que es la piedra del amor por
excelencia. Correspondencia física: Corazón y pulmones.
Azul: corresponde al chakra de la garganta. El color azul es el color del
cielo, de la armonía y la paz interior. Ayuda a calmar estados de excitación,
nerviosismo, ira. Por su capacidad de sosegar son útiles en cualquier estado
de exaltación. Su correspondencia con el chakra de la garganta los
convierte en cristales especialmente útiles para verbalizar las cosas que nos
cuesta expresar. Correspondencia física: Garganta, voz, tiroides.
Índigo: corresponde al chakra del entrecejo (tercer ojo). El color azul
oscuro o índigo poseen las mismas propiedades sedantes que las de color
azul claro, solo que además ayudan a potenciar la intuición y a despertar el
tercer ojo. Correspondencia física: Tercer ojo, cerebro.
Violeta /Morado: Corresponde al chakra de la corona. El color violeta es un
color muy elevado, por lo que se puede utilizar prácticamente en todas las
partes del cuerpo y para casi todos los fines. Tiene la capacidad de limpiar,
regenerar y aportar energía. La amatista es uno de los cristales minerales
más potentes de la naturaleza, que nos ayuda en cualquier tipo de
tratamiento, así como en meditación. Correspondencia física: Cerebro,
tercer ojo.
Dorado, Blanco, Trasparente: Corresponde al chakra coronario superior. El
blanco en sí mismo posee todos los colores, lo que significa que vibra en
todas las frecuencias de la luz visible. Hay que diferenciar entre cristales
blancos y trasparentes, ya que son los cristales trasparentes los que poseen
la capacidad de emanar la más pura energía. El máximo exponente de la
naturaleza es el cuarzo trasparente, que puede ser utilizado prácticamente
para cualquier fin curativo y que emana elevadísima energía. Los minerales
no completamente trasparentes (como la calcita) o claramente blancos son
especialmente útiles para limpiar y purificar, pero carecen de la elevada
energía de los cristales de cuarzo o diamante. Correspondencia física:
Cerebro.
Los chakras.
Los chakras, según su ubicación, representan la energía en diferentes partes
del cuerpo. Es un concepto muy utilizado en la cultura oriental y en
disciplinas como el yoga o la meditación. Estos vórtices o chakras son siete
y representan la unión entre la conciencia o la mente y la materia o el
cuerpo. De esta manera nuestro ser físico, emocional, espiritual y social se
unen.
Los chakras absorben la energía, la procesan y la asimilan según la
frecuencia vibratoria de cada ser humano, desencadenando una respuesta
fisiológica como parte final del proceso. Para poder comprender mejor qué
son y cómo funcionan los chakras es fundamental creer que todo es
energía.
Las gemas y la astrología.
No existe un consenso que especifique la relación de un determinado cristal
con un signo zodiacal. Por lo contrario, cada planeta tiene su casa natal en
un signo zodiacal determinado al que rige. En consecuencia, los cristales
correspondientes a un signo zodiacal determinado serán las mismas que las
de un planeta que influya en él.
Aries, regido por Marte, les corresponderán los cristales rojos; a Tauro
influido por Venus, los verdes; a Géminis, dirigido por Mercurio, los grises
y cambiantes; a Cáncer, regido por la Luna, los cristales blancos, lechosos e
irisados; a Leo, gobernado por el Sol, los cristales amarillos; a Virgo,
regido por Mercurio, los cristales grises y cambiantes; a Libra, regido por
Venus, los verdes; a Escorpio, vinculado con Júpiter, los cristales azules; a
Capricornio y Acuario, regidos por Saturno, los cristales negros y violetas;
a Piscis, tutelado por Júpiter, los cristales azules.
No hay una sola piedra para cada signo y planeta, sino mas bien, una para
cada individuo en relación con sus signos y planetas dominantes.
Limpieza y cuidado de cristales.
Hay diferentes métodos de limpieza de los cristales:
Agua: Poner el cristal bajo un chorro de agua durante unos minutos (mejor
todavía en un río, arroyo, lago o en el mar con mucho cuidado de que no se
nos pierda) limpia el cristal de energías negativas. Lo más conveniente es
dejarlo secar a la luz del sol para que se recargue. NO TODOS LOS
CRISTALES PUEDEN MOJARSE.
Sal: Poner el cristal en un recipiente completamente envuelto de sal. La sal
tiene la propiedad de absorber la negatividad residual que puedan contener
los cristales. Dejar el cristal en la sal durante varios días, lavarlo y dejarlo
secar a la luz del sol.
Inmersión en agua con sal: Cuando nuestros cristales están muy
descargados o se han utilizado en personas enfermas o con mucho
sufrimiento se pueden limpiar sumergiéndolos durante un día en agua con
sal y secándolos después al sol.
Luz solar: La luz del sol limpia y recarga nuestros cristales. Conviene
dejarlos unas horas expuestos a la luz solar. Hay que tener en cuenta que
ciertos cristales minerales pueden generar un efecto lupa con los rayos
solares, por lo que es importante colocar nuestros cristales sobre una
superficie cerámica que admite perfectamente el recalentamiento que pueda
sufrir. Ciertos minerales son susceptibles de sufrir cambios de color al estar
expuestos largos periodos de tiempo a la luz solar, en ese caso se pueden
colocar en sitios donde reciban abundante luz indirecta.
Drusas de amatista y cuarzo: Las drusas de minerales están formadas por
múltiples cristales que se refuerzan unos a otros, por lo que en general no
necesitan recargarse. Colocando nuestros cristales sobre drusas de cuarzo o
de amatista durante varias horas estos se recargarán de energía.
Luz de la Luna: Los cristales se pueden purificar y recargar si se los dejan
expuestos a la luz de la Luna, especialmente si son usados para meditación,
relajación y búsqueda espiritual.
Tierra: Este método consiste en enterrar la piedra durante 3 días y 3 noches,
y una vez se finalice, lo más recomendable es lavarla con agua. La energía
telúrica de la tierra tiene un gran efecto regenerador sobre los cristales, ya
que es la cuna en donde nacieron. Si la energía negativa es muy fuerte,
puede que quede enterrado durante 1 año.
Humo de incienso: Basta con sujetarlos con la mano y exponerlos al humo
aromático, girándolos despacio mientras nos concentramos en transmitirles
la esencia clara del humo.
Sonido de campana: Las ondas sonoras de las campanas tienen un
significado esotérico de purificación y creación. Exponiendo un cristal al
sonido de una campana podemos descontaminar su campo energético
positivamente, también sirven el sonido de un diapasón o de un cuenco o
un gong tibetano.
!! Los cristales deben ser conservarse en lugares donde no se encuentren
expuestos a energía negativa de los ambientes, es aconsejable guardarlos en
cajas o bolsitas de materiales aislantes (madera, piedra, cerámica, seda,
lino, algodón, etc.)
Piedras y sus propiedades.
Ágata.
Rareza: común.
Formula química: SiO2
El ágata es una variedad de la calcedonia, que es
a su vez una variedad del cuarzo.
Atributos: emocionalmente ayudan a sanar las
heridas y a limpiar el aura, favoreciendo la aceptación. Centran y
estabilizan la energía física. Potencian la función mental mejorando la
concentración, percepción y habilidades analíticas. Sana la ira interna y
también ayuda con traumas, ya que crea una sensación de seguridad
disolviendo la tensión interna. Conduce al crecimiento espiritual y la
estabilidad interna.
Curación: Puesta sobre el corazón cura enfermedades emocionales que
impidan la aceptación del amor. Situada sobre el abdomen o elixir estimula
el proceso digestivo y alivia la gastritis. Cura los ojos, el útero y el
estómago.
Diversidad de colores:
Ágata azul-verde: generalmente es un cristal fabricado artificialmente y no
tiene propiedades terapéuticas.
Ágata verde: potencia la flexibilidad emocional y mental, y mejora el
proceso de toma de decisiones. Resulta útil para disolver disputas.
Ágata rosa: Promueve el amor entre padres e hijos. Ponerla en el corazón
hace que tenga el máximo efecto.
Si bien hay más tipos de ágatas, estos son los más comunes.
Amazonita.
Rareza: común.
Formula química: Pb, KAlSi3O8
Cuando la amazonita se pule, adquiere un color verde claro. Por esa razón,
se usa en joyería o como adorno.

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