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Terapeuta Holística
Diferencia entre Gemoterapia o Cristaloterapia
Cristaloterapia: Terapia que utiliza piedras o minerales sin facetar ni tallar. Suele
respetarse la forma cristalina natural que tiene el cristal.
Gemoterapia: Terapia que utiliza las gemas, entendidas estas como piedras preciosas,
talladas, originales, bellas y especiales. Las gemas suelen ser la parte más extraordinaria
de un mineral. Las tallas suelen venir de la mano humana siguiendo patrones
geométricos muy variados y ricos, la energía de forma es muy especial, ya que va
incluida el esmero y cuidado de la persona que las talla, sumado a la singularidad y
especialidad de la gema así como su energía de forma expansiva.
Existen también diferencias cuando hablamos de cristales, gemas y piedras, veamos:
Cristales: Se le denomina cristal porque crece manteniendo una estructura de red
cristalina que sigue un patrón particular.
Gemas: Suele ser la parte más especial y extraordinaria de un mineral,
considerándose piedras preciosas por la talla, belleza, originalidad, singularidad y
exclusividad. Su talla suele ser muy especial, siendo brillantes, en tabla o escalera.
Su precio en el mercado es bastante elevado por la talla y por la singularidad de la
gema.
Piedra Es la denominación más genérica y coloquial para referirse a los minerales,
rocas, cristales y gemas.
En la gemoterapia las piedras son empleados para curar, ya que tienen el poder de
equilibrar las energías de las personas. Es por ello que se recomienda tenerlos cerca o
llevarlos con nosotros todo el tiempo.
Para experimentar la energía de los cuarzos se lo debe tomar entre las manos, cerrar
los ojos y respirar profundamente. Cualquier percepción será válida, ya que cada
persona tendrá sensaciones diferentes, por ejemplo, cosquilleos, calor, latidos, etc.
Cada cristal tiene cualidades determinadas, por lo tanto al colocarlo en contacto con
el cuerpo le transmite su energía. Se cree que de esta manera se conectan con nuestro
aura y actúa sobre él.
Con el paso del tiempo la mayoría de los científicos han ido desacreditando estas
creencias. Sin embargo, Nikola Tesla, inventor e ingeniero eléctrico, consideró la
vibración de energía de todas las cosas, incluyendo las piedras, cristales y minerales. Él
explico que la vibración de energía es fundamental para el entendimiento del Universo,
demostrando que ciertas formas de energía puede cambiar la resonancia vibratoria de
otra. Es decir, que los cristales y piedras cambian la vibración de las células del cuerpo,
los chakras y cuerpos de manera sutil.
Al igual que el físico James Clerk Maxwell explica cómo todo vibra a una frecuencia
determinada, lo que permite que los cristales posean la capacidad de cambiar las
frecuencias de otros objetos y cuerpos cuando ocupan el mismo espacio. Un cristal,
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con sus propias oscilaciones de frecuencia, vibra dentro de un campo de energía a
través de la resonancia, la creación de un campo superior y el impacto en el sistema
nervioso y la transmisión de información del cerebro.
Limpieza
Asear y purificar tus piedras y cristales es sumamente importante. Sin importar dónde
la adquiriste, ha habido una multitud de personas que la han manipulado previamente
y por lo tanto, ha estado sujeta a muchos campos de energía positivos y negativos.
La sal marina y el agua son lo mejor para liberar a tus piedras de las malas energías
de las que pueda venir cargadas. Si la piedra o gema no presentan grietas puedes usar
sal marina sin peligro alguno. En este caso, déjala en agua con sal marina durante toda
la noche. Si tu piedra tiende a deshacerse al tacto, no uses sal marina.
Para incrementar el efecto de purificación, puedes añadir al agua con sal salvia,
albahaca o lavanda.
También se puede limpiar muy bien manteniéndola bajo un chorro de agua corriente.
Al hacerlo, debes al mismo tiempo pedir al Universo que retire todo lo negativo que
contiene. Imagina un rayo de luz blanca limpiándola.
Los cristales, piedras y gemas energéticas necesitan estar dedicadas al propósito para
el que las quieres. Lo mejor es programarlas inmediatamente después de haberlas
limpiado y purificado, ya que estarán más receptivas y también conectarás mejor con
ellas.
Mantén el cristal, gema o piedras en tu mano izquierda (el lado izquierdo, el lado
receptor de nuestro cuerpo). Al hacerlo, mantente bajo una luz pura y después di en
voz alta:
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“Dedico esta piedra al bien más elevado posible y pido que se dedique a ello con amor
y mucha luz”
Si lo que quieres es programar la piedra para un uso específico, sostenla con la mano
izquierda, céntrate en el propósito para el que la quieres (por ejemplo, la curación de
un mal concreto, la protección frente a algo específico, etc.) luego di: Dedico este cristal
al propósito de …. (tu deseo)
Aguamarina: muy usada por las personas con fobias y mareos a los
viajes en barcos o en avión. Esta gema aporta felicidad y bienestar a
quien la lleva. Ayuda a la expresión y al diálogo. Ayuda a conseguir
claridad mental, calma e inspiración espiritual. Símbolo de la
felicidad y el amor. Adecuada para los estados depresivos y
melancólicos. Es buena para las personas que en su vida llegan a tener tensiones y
estrés. Nos produce paz y sosiego. Fortalece el sistema nervioso central, el hígado y los
riñones. Cura las impurezas de la piel, indicada para los dolores de nuca, mandíbulas y
dientes como así las afecciones de la garganta. Chakras entrecejo y plexo solar.
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Amatista: lleva claridad a la mente, purifica y regenera los
niveles de conciencia. Aumenta la capacidad paranormal y la
facultad de meditación. Calma las pasiones, las emociones
violentas y la rabia. Favorece la intuición y la respiración. Reduce
los temores y neutraliza la negatividad. También reduce el dolor
de cabeza. Combate las adicciones a las drogas o el alcohol.
Ayuda con los problemas de la piel y gástricos. Chakra del tercer
ojo.
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Cuarzo rosa: es muy buena para animarse a adoptar una
postura más contemplativa, más alegre en la vida y no
tomarse todo tan en serio, es decir, no quedarse molesto por
períodos tan largos. Da coraje, sana las emociones
traumáticas y las heridas emocionales. Restaura la armonía
en las relaciones de pareja o familiares, ya que reduce la
agresión, el resentimiento, el enojo y permite pedir perdón.
También ayuda a establecer conexiones emocionales, a
expresar y experimentar el amor, la amistad y el sentirse confiado en uno mismo.
Chakracorazón.
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Obsidiana: muy protectora y creativa. Su uso aumenta el
autocontrol y obliga a afrontar el verdadero yo. Repele la
negatividad y dispersa los pensamientos poco amorosos.
Ayuda a perder el miedo y disuelve bloqueos
emocionales. La obsidiana hará que tus problemas en las
articulaciones, los calambres, las lesiones, e incluso la
artritis se reduzca. Chakra raíz.
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En las orejas o como pendientes: fomenta la aceptación de tus dones psíquicos.
Existen muchas formas de trabajar con los cristales para mejorar nuestro bienestar a
todos los niveles del ser. Se puede hacer simplemente un uso pasivo de ellos,
colocándolos en lugares estratégicos del hogar o lugar del trabajo para que propaguen
sus energías benéficas. Sin embargo, si se trata de sanar algún tipo de malestar, se
necesita un impulso mayor.
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Técnica básica de autocuración
Es la que utiliza los estados de meditación, cristales, y el flujo de la polaridad
magnética que hace pasar la energía al lado izquierdo del cuerpo y los libera a través
del lado derecho.
Visualiza que el azul o el verde penetran en el cuerpo por el lado izquierdo y el cristal
situado a la izquierda, el color recorre la zona afectada y elimina el dolor. Imagina a
éste como fragmentos tocados por la luz del cristal y el color azul, y eliminando del
cuerpo con el flujo que sale por el lado derecho. Visualiza la energía cambiada para tu
reciclaje al penetrar en la Tierra o cielo.
Contra el insomnio
Haz pasar una cálida somnolencia violeta o rosada a través del cristal, de modo que
circule por el cuerpo, y elimine el exceso a través de la corona. Visualiza cómo la
tensión se disuelve en fragmentos que son arrastrados por el flujo de polaridad.
Reduce la velocidad de la respiración y los latidos cardíacos.
Para energizar
Haz pasar el color naranja o el amarillo a través de la piedra, de modo que circule por
el cuerpo, aumenta la velocidad de respiración y los latidos cardíacos y elimina el
exceso de energía. Al final del ejercicio, asegúrate de descargar la energía mediante
una "toma de tierra" cuando hayas terminado.
Este ejercicio es eficaz para restituir el equilibrio energético y conseguir que fluya y se
canalice correctamente la energía a través de los chakras, por medio del refuerzo y la
ayuda que les confieren los cristales que les son afines. Se colocan los cristales de abajo
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hacia arriba, en el sentido que fluye la energía, colocando jaspe sanguíneo en el hacia
arriba, en el sentido que fluye la energía, colocando jaspe sanguíneo en el primer
chakra; luego una cornalina debajo del ombligo a la altura del chakra 2; a la altura del
plexo solar un citrino; en el chakra del corazón un cuarzo rosa; sobre la garganta una
turquesa; en el centro de la frente un cuarzo azul y, finalmente, encima de la coronilla
una amatista, con uno de los vértices orientado hacia la cabeza y el otro al exterior. Al
cabo de 15 minutos, manteniendo la misma postura del paciente, se retirarán los
cristales y se volverán a colocar en sentido inverso. Esta sesión debe repetirse cada dos
meses y en modo especial cuando se observe la aparición de problemas en el avance
de la terapia. En el caso de no disponer de alguna o algunas de las piedras
mencionadas, éstas se pueden sustituir por cualquier otra gema afín al chakra con el
que se vinculan. Déjate guiar por la intuición para saber qué cristales son más
armónicos con el paciente.
Equilibrado de chacras
Haz que el paciente se tienda y se relaje por completo, instruyéndolo para que entre
en un estado meditativo por medio de la respiración. Sosteniendo un cristal en cada
mano (los que tienen doble terminación son especialmente apropiados en este caso),
hazlos girar en el sentido de las agujas del reloj sobre un par de centros de chacras -
vientre y frente, raíz y corona- hasta que la intuición perciba que cada par de centros
está equilibrado. Mientras haces girar los cristales visualiza que el color apropiado para
cada chakra entra en él y lo abrillanta.
Primero equilibra el chakra del vientre con el centro de la frente. El color para la
primera es el naranja y para el segundo el índigo. Envía a cada chacra su color,
visualizando que penetra en el centro con un movimiento espiral a través de los
cristales. Cuando la energía se desvanece en las palmas y ambos cristales están
equilibrados, pasa al siguiente par de centros. Esto requiere un tiempo variable, presta
atención a las respuestas del paciente.
El segundo par de centros es el raíz -de color rojo rubí- y la corona -violeta o luz
transparente,-. El tercer par a equilibrar es el plexo solar y la garganta, el amarillo con el
azul, ambos claros y brillantes. El último centro es el del corazón, que puede
equilibrarse tanto con la frente como con la corona. Envía al chakra del corazón un
verde claro o un rosa a través de los cristales. Los centros están siempre equilibrados
en estos pares y por este orden.
Si ocurriera el caso de que el paciente se desbordara emocionalmente, el papel del
sanador sería el de proporcionarle consuelo y ayuda, asegurándole que está a salvo y
puede desahogarse libremente. Las manos que tocan los chakras de la frente y el
corazón son especialmente consoladores en ese momento. Cuando se calme, acaríciale
el aura y suavízala, enviando luz rosa. Después de equilibrar los chakras, con o sin
liberación emocional, deja dormir al paciente si lo desea.
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Cuando este chakra, situado a unos quince centímetros por debajo de los pies, está
libre de obstrucciones, nos abrimos fácilmente a las fuerzas equilibradoras que emanan
de la tierra. Sólo desde la seguridad que nos proporciona la vinculación al mundo
podemos buscar voluntariamente la elevación del espíritu, y superar las estrecheces a
las que sometemos nuestro ser cuando nos empecinamos en permanecer en la parte
más prosaica de la vida.
Mantendremos las piernas extendidas y ligeramente separadas. Los brazos estarán
separados del cuerpo, formando con éste un ángulo de unos sesenta grados, y las
palmas de las manos giradas hacia arriba. Debajo de cada planta del pie, colocaremos
una hematites y, a unos quince centímetros, una selenita, de manera que los tres
cristales formen los vértices de un triángulo. Dirigiremos la mirada interior hacia el
tercer ojo -el chakra de la intuición- e iniciaremos una respiración profunda.
Imaginaremos que al inspirar tomamos el aire desde el chakra de la estrella de la tierra
liberándolo de cualquier obstrucción y abriéndolo para que pueda recibir la esencia de
las raíces de la tierra. Nos sentiremos más fuertes, más deseosos de alcanzar la verdad.
Al espirar nos liberaremos de la falsedad, el miedo a volar más allá. Tras trabajar esta
visualización durante diez minutos, descansaremos, procurando interiorizar todas las
sensaciones y rescatar aquellos pensamientos más vívidos.
Chacra causal
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su recorrido ascendiendo por las piernas y alcanzando el chacra raíz, donde veremos el
color rojo; luego el del sacro naranja, el del plexo solar, amarillo; el del corazón, verde;
el de la garganta, azul; el del tercer ojo, violeta; y el de la corona, blanco. Podemos
visualizar cómo la luz de este último chakra superior asciende y, traspasando el chakra
causal, alcanza el de la estrella del alma donde hemos situado una selenita.
Retendremos unos segundos el aire, procurando así la expansión de la luz blanca por
todos los átomos de nuestro cuerpo, y espiraremos. Repetiremos el ejercicio durante
diez minutos sin prisas, visualizando los colores de los chakras y elevando la energía
vital hasta el chakra de la estrella del alma. De esta forma conseguiremos fortalecerlo y
limpiarlo de posibles bloqueos. Terminaremos el ejercicio con una meditación.
Dirigiremos la mirada interior hacia el chakra de la estrella del alma, ahora vivificado, y
meditaremos sobre el poder de la fuerza espiritual que se ha generado.
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Establecer primero sobre qué área queremos realizar la limpieza, que sentimientos o
emoción produce el desequilibrio y cuán lejos queremos llegar, es importante para
tener claro el proceso de cura.
Profundizar en esa zona puede producir alguna resistencia porque estamos
modificando estructuras muy cristalizadas que hay que disolver con paciencia sabiendo
que el tiempo de cura merece nuestro respeto.
Los símbolos son figuras que surgen cuando solicitamos permiso interno para
expulsar o deshacer patrones que impiden el desarrollo de nuestro ser.
Para evolucionar disponemos de mecanismos de acceso a planos superiores que
moran en los cuerpos sutiles y que están a nuestra disposición cuando ha llegado el
momento de sanarnos.
Tomar estos recursos en forma de figuras o símbolos siempre ha sido el camino que
alma tuvo para contactar el mundo interno, divino, álmico, con el mundo externo, la
vida física, el plano de la realidad de 3ra. Dimensión.
Los símbolos pueden ser figuras actuales como por ejemplo una pluma, una ventana,
un ave, un ser de luz o lo que nuestra alma nos envía como propósito para disolver el
trauma, culpa, ira o la emoción que necesitamos eliminar.
Para llevar a cabo esta purificación, distiéndete, busca un lugar plácido rodeado de
aquellas cosas que te llevan a un clima de paz y calma total.
Elige entre tus piedras favoritas varias de ellas con las que quieras trabajar o que
sientas que resuenan en ese momento para mejorar algún órgano, chacra o emoción.
Obsérvalas, tócalas, armonízate y penetra en el interior de su luz y esencia para que te
guíen en esta purificación que realizarás con tu conciencia abierta.
Sobre el piso en una colchoneta te acuestas y pones las piedras en aquellas zonas de
tu cuerpo que intuitivamente sientas colocar.
Mientras realizas este ejercicio, mentalmente visualiza que situación de tu vida
quieres eliminar para avanzar en tu senda del despertar alerta.
¿Una relación que terminó, tu niño interno está lastimado o abandonado?, ¿La mujer
maltratada o el hombre exigido por una sociedad competitiva?, mira bien y con mucho
amor que quieres dejar ir.
Cuando decidimos soltar algo, aunque sea un aspecto doloroso de nuestra vida,
también nos produce un desgarro interno porque en algún sentido esa situación nos
servía para apoyarnos.
Sabiendo esto y con mucha tolerancia hacia nuestro sentimientos elegiremos los
colores de las piedras guiados por las emociones. Vincula el color con la emoción.
Lleva los colores y las piedras por medio de la mente al núcleo donde se encuentra el
conflicto y quédate en ese sitio hasta que sientas que algo se mueve rompiendo esas
cristalizaciones que impedían el normal flujo de la energía.
Puedes sentir calor, ver colores, algún rostro, que te recorren escalofríos o tener
sentimientos de tristeza como forma de que algo se va o una situación antigua está
desapareciendo, mantén tu atención para ver que sientes sin emitir juicios.
Respira profundamente llevando luz blanca a tu interior con cada respiración.
Siente como llega hasta ti el símbolo que tu alma te envía por medio de las piedras
para que se lleve lo que ya no te sirve.
Agradece a esa parte dolorosa las enseñanzas que te dejó, cómo aprendiste a través
de ella lo que tenías que soltar para proseguir tu camino.
Acostado, coloca el símbolo que elegiste sobre tu cabeza a la altura del techo e
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imagina que el símbolo se lleva esa emoción o herida antigua.
Mira como desaparece sobre la pluma llevada por el viento, la mujer lastimada, el
niño abandonado o el hombre sobre exigido, elige la emoción y la forma que elevará
tus sentimientos a niveles de aceptación y desapego.
Si elegiste un ave, visualiza que sobre el lomo de un águila y en un vuelo alto se va
ese ser dolido, junto a la ira, rencor u odio que durante tanto tiempo soportaste, o si es
una ventana el símbolo elegido, imagina que abres sus postigos y que todas tus
preocupaciones y dolores la atraviesan dejando atrás los errores y negatividades de tu
vida.
Si es un ser de luz la imagen que elegiste, mira como viene a tu presencia y con
inmensa ternura toma tu dolor para transmutarlo y disolverlo.
Llénate de la sensación de alivio que te produce haber quitado ese peso de tu
corazón, siente que la luz se abre camino en el lugar donde se alojaba el dolor y un
sentimiento cálido inunda ahora ese espacio.
Si ya te sientes bien y se ha completado el proceso en tu interior, agradece a tu alma
su ayuda y asistencia y abre los ojos.
Imposición de piedras
Para sanar con cristales se emplea siempre el estado meditativo o la conexión con la
Tierra y el centrado, es imprescindible conectarse con las ondas sanadoras terrestres
antes y después de la terapia con el fin de no absorber la negatividad con la que
trabajamos.
El paciente se tiende boca arriba en estado meditativo, mientras el sanador coloca
piedras de una sola punta en la misma dirección, o una serie de piedras con dos
terminaciones de un extremo a otro. Si el cristal apunta a la corona, se experimentará
una sensación de elevación, energizante y con posible experiencias psíquicas y
despertar. Si los cristales apuntan hacia sus pies, la curación se revela en sensaciones de
serenidad y sosiego. Los cristales en dos terminaciones establecen un flujo de energía
que se desplaza en ambas direcciones, un canal de polaridad.
Coloca un cristal sobre cada chacra, empezando por el que se encuentra bajo los pies
de la persona y el situado en su punto transpersonal, más allá de la corona. Pon un
cristal en cada una de sus manos, uno sobre el chacra raíz, uno sobre el vientre, otro
por encima del ombligo -plexo solar-, otro en el hueco del esternón, un cristal en la
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base de la garganta, otro en el centro de la frente y otro en lo alto de la cabeza,
descansando en el suelo o camilla.
El paciente se relaja por completo y respira rítmicamente mientras se imponen las
manos por encima de los chakras.
Efectúa el movimiento desde la cabeza a los pies, abriendo cada centro y
manteniendo las manos por encima hasta que las sensaciones de la curación se disipan.
Sacude las manos para eliminar la energía negativa antes de pasar al siguiente chakra.
Cuando termines, acaricia toda el aura y apártate hasta que la persona esté dispuesta a
moverse, entonces retira los cristales. Este ejercicio está especialmente indicado para el
dolor de espalda crónico
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Colocar 3 cuarzos ahumados en forma de triángulo sobre un chakra, el vértice apunta
hacia abajo salvo en chacra 7 que apunta hacia arriba – se trata el chakra con un
generador sacando y poniendo energía y se deja al paciente 30 minutos (siempre
turmalinas en los tobillos)
Como cada centro energético tiene una correspondencia con un órgano, glándula y
víscera, tomaremos un cristal de cuarzo terminado en punta de tamaño mediano, lo
más transparente posible y luego de programarlo para realizar esta curación, en
posición acostada, lo pasaremos por el cuerpo.
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enviamos un poderoso rayo al centro del corazón, iluminando este órgano para que
amplíe su capacidad de amar y sacando todas las heridas que podamos haber tenido a
lo largo de nuestra existencia.
Aquí nos detenemos unos instantes para que esa luz purifique este chakra divino
donde se asienta la presencia de Dios.
Al dejar este espacio limpio y despejado, pasamos al chakra de la garganta, aquí el
cristal tendrá los efectos del agua que lava los resquicios donde se acumularon las
palabras no pronunciadas, los enojos reprimidos y los gritos que nos dieron de niños y
nos asustaron, a modo de una ola de mar, el cristal se llevará esos malos recuerdos
para dejarlos hundidos en el fondo de las aguas. La blanca luz cristalina hará que la
garganta quede rodeada de un halo de protección. Cuando está abierto decimos lo
que queremos sin temerle al mundo y sin dañar a los demás.
En el sexto chakra el rayo blanco penetra en el entrecejo, llevando la claridad de la luz
del cielo, para que la mente se transforme en antena de frecuencias superiores, limpiar
aquí con el cristal todo pensamiento de tristeza y de baja frecuencia que impida la
clarividencia y la vista remota. Cuando este chakra está abierto se ve lo por venir o nos
contactamos con seres superiores.
Por último el séptimo chakra es el canal directo con la Presencia Divina, en él se
encuentra el tubo de luz que nos hace participar de lo sublime mientras estamos en la
tierra. Con el cristal barrer todas las toxinas astrales que se puedan encontrar en la
cúspide de la cabeza, lo pasamos alrededor de ella, para dejar el aura en ese sector
limpio de presencias no deseadas. Cuando este chakra está abierto, somos navegantes
voluntarios de los mundos sublimes del espíritu.
Para finalizar, pasamos el cristal de cuarzo por todo el cuerpo, como forma de cerrar
el aura y dejarlo fortalecido para enfrentar el diario vivir.
Si así lo sentimos necesario podemos finalizar con una sesión de armonización de
chakras.
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chakras y limpiando los conductos por donde asciende y desciende la vibrante energía
de la kundalini.
Conclusión
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