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Una oración es un conjunto de palabras que posee unidad de sentido y coherencia
gramatical, es decir que se puede comprender de manera autónoma. Por ejemplo: La verdad
siempre sale a la luz.
Las oraciones bimembres son aquellas que cuentan con dos componentes centrales: sujeto y
predicado.
Por ejemplo: El perro mueve la cola. ¿Quién mueve la cola? El perro. Entonces “El perro” es
el sujeto de esta oración.
Es importante recordar que el sujeto no siempre está encarnado por personas o animales.
Muchas veces se trata de conceptos, objetos, ideas, sentimientos, entre múltiples opciones.
Por ejemplo:
El valor de la amistad es lo más importante. En este caso «El valor de la amistad» es el sujeto
y «es lo más importante» es el predicado, cuyo núcleo es el verbo “es”.
¿Cómo reconocer el predicado?
El predicado es la estructura que detalla la acción que realiza el sujeto, la cual está indicada
con un verbo conjugado, por lo general acompañado de diversos modificadores. Para
identificarlo, se puede hacer la pregunta ¿Qué hace el sujeto de la oración? o ¿Qué se dice
de él?
Por ejemplo: Felipe viajó a la capital. ¿Qué hizo Felipe? Viajó a la capital. Entonces «viajó a la
capital» es el predicado de la oración.
Por ejemplo: El agua se terminó. El verbo de esta oración es «terminó», y concuerda con el
núcleo del sujeto “agua”.