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Anticonceptivos: para qué sirven

Están ideados para evitar los embarazos no deseados en las relaciones sexuales, ayudando
al control de la natalidad y permitiendo que la maternidad se produzca en el momento
deseado. Además, en el caso de los preservativos, también protegen contra las infecciones de
transmisión sexual o ITS.

Cada método anticonceptivo tiene diferentes indicaciones que es necesario valorar, junto a los
aspectos personales de cada caso, para así elegir el más adecuado a la salud sexual de cada
individuo o a cada pareja.

Antes de elegir un método anticonceptivo


Hay que tener en cuenta que no existe uno mejor que otro, y tampoco hay uno que sea 100%
seguro. Por eso, lo más importante es consultarlo con los especialistas, quienes ayudan a
buscar el que mejor se ajusta al caso personal.

Entre los aspectos que valoramos para elegir un anticonceptivo están:

1. El estado de salud
2. Cada cuánto se mantienen relaciones sexuales
3. Número de parejas sexuales
4. ¿Existe el deseo de tener hijos? Para incluir o no los métodos no reversibles
5. Eficacia para prevenir el embarazo
6. Efectos adversos
7. ¿Es fácil y cómodo de usar?

Clasificación de los métodos anticonceptivos


En la actualidad distinguimos dos tipos, que son:

 Anticonceptivos hormonales: Permiten controlar la fertilidad, y, en ocasiones,


también se prescriben para mejorar las menstruaciones abundantes, la
endometriosis y los efectos más graves de la premenstruación. Eso sí, es vital tener
en cuenta que este tipo de anticonceptivos no previenen el contagio de las
infecciones de transmisión sexual o ITS. Dentro de este grupo se incluyen la
píldora, la minipíldora de progestágeno, los parches, el anticonceptivo
inyectable y los implantes.
 Anticonceptivos no hormonales: Existe una gran variedad según el precio, la
efectividad y la duración. Los más conocidos son los preservativos, masculinos y
femeninos, que además son los únicos anticonceptivos que ayudan a prevenir la
transmisión de las ITS al mismo tiempo que evitan el embarazo no deseado.
También encontramos los espermicidas y las esponjas vaginales.
Lista de 10 métodos anticonceptivos muy populares
1. La píldora
Es un tipo de anticonceptivo hormonal que, en general, consiste en tomar cada día una
pastilla durante 21 días; y, antes de comenzar el nuevo ciclo, se realiza un descanso de una
semana. Al finalizar la tableta, se produce la pérdida de sangre, denominada sangrado de
retiro.

Si olvidamos alguna pastilla podría suponer un riesgo de embarazo, ya que la píldora


anticonceptiva combinada está diseñada para tomarla cada día.

2. Minipíldora de progestágeno
Al igual que la píldora, pertenece al grupo de los anticonceptivos hormonales, pero con la
diferencia de que, en su caso, la pastilla se debe tomar diariamente sin descanso.

Hay que tener especial precaución con la toma de este anticonceptivo, porque requiere
hacerlo siempre a la misma hora, y de no ser así es posible que pierda su efecto unas horas
después de no haber tomado el comprimido,

3. Parche hormonal o adhesivo anticonceptivo


Se trata de anticonceptivos hormonales en forma de parches o adhesivos que se adhieren a
la piel de la mujer cada 7 días durante 3 semanas, y después se deja una semana de descanso
sin parche.

La principal precaución es que deben permanecer en el lugar adherido, aunque nos


vayamos a duchar, nadar o practicar cualquier otro ejercicio.

No obstante, si se desprende el parche, la protección se puede mantener si se reemplaza


antes de las 48 horas
4. Anillo vaginal
Es otro de los anticonceptivos hormonales disponibles en la actualidad. Se trata de un anillo
flexible que se introduce fácilmente en el interior de la vagina, utilizando para ello los dedos
de las manos.

El anillo vaginal permanece allí tres semanas para que haga su efecto, después se retira
ayudándose de nuevo por los dedos, y se descansa una semana. Tras ese tiempo, se coloca
otro anillo vaginal.

5. Anticonceptivo inyectable
Son inyecciones anticonceptivas hormonales que se administran en la nalga o en el brazo,
que son músculos grandes. Su eficacia es muy alta, ya que evitan la ovulación de la mujer, por
lo que el embarazo no se puede producir. Su administración es cada 2 o 3 meses y su efecto
casi inmediato

6. Implante anticonceptivo
Es el anticonceptivo hormonal de larga duración, ya que puede permanecer en el
interior hasta 3 años. En concreto, los implantes de progestágeno son varillas flexibles
estrechas que se introducen bajo la piel del brazo. Para evitar cualquier molestia, se utiliza
anestesia local.

7. Preservativo masculino
Se encuentra entre los anticonceptivos no hormonales más comunes. El preservativo
masculino se coloca en el genital del hombre para impedir que los espermatozoides accedan
al aparato reproductor de la mujer.

La ventaja añadida del preservativo es que ayuda a evitar la transmisión de


microorganismos durante las relaciones, previniendo así el contagio de infecciones de
transmisión sexual, como el VIH.

8. Preservativo femenino
Funciona igual que el condón masculino, impidiendo la entrada de los espermatozoides en el
aparato reproductor de la mujer, e, igualmente, sirve para prevenir las ITS.

La principal diferencia respecto al preservativo masculino es el modo de colocación, el condón


femenino se debe introducir en la vagina antes del coito, en lugar de cubrir el pene.

9. Espermicidas
Es un anticonceptivo no hormonal que se aplica cerca del cuello de útero, es decir, dentro de
la vagina, antes de mantener relaciones sexuales. El espermicida actúa eliminando o
ralentizando los espermatozoides, y se puede encontrar en forma de gel, espuma, supositorio,
lámina o crema, aunque este último solo se recomienda utilizar en diafragmas.

Es importante saber que el espermicida se debe utilizar junto a otro método de


anticoncepción, por ejemplo, los preservativos.
10. Esponja vaginal
Como su nombre indica, se trata de una esponja suave, con forma de disco, que se introduce
en la vagina para impedir el acceso de los espermatozoides al útero. Además, está diseñada
con espuma de poliuretano y, como contiene espermicida, puede bloquear o eliminar los
espermatozoides.

En cuanto a su colocación, se debe introducir al fondo de la vagina, haciendo que cubra el


cuello del útero, antes de las relaciones sexuales. Los músculos de la vagina consiguen
mantener la esponja en esa posición hasta que se procede a retirar con ayuda de una cinta
localizada en el lateral de la misma.

Por último, cabe tener en cuenta que la esponja anticonceptiva, aunque sí previene el
embarazo, no evita las infecciones de transmisión sexual.

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