Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Kurt Landau
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA
DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN
ALEMANA DE 1918-1919
2
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
Libro 309
3
Kurt Landau
Colección
SOCIALISMO y LIBERTAD
Libro 1 LA REVOLUCIÓN ALEMANA
Víctor Serge – Karl Liebknecht – Rosa Luxemburgo
Libro 2 DIALÉCTICA DE LO CONCRETO
Karel Kosik
Libro 3 LAS IZQUIERDAS EN EL PROCESO POLÍTICO ARGENTINO
Silvio Frondizi
Libro 4 INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
Antonio Gramsci
Libro 5 MAO Tse-tung
José Aricó
Libro 6 VENCEREMOS
Ernesto Guevara
Libro 7 DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO – DIALÉCTICA DE LO IDEAL
Edwald Ilienkov
Libro 8 LA DIALÉCTICA COMO ARMA, MÉTODO, CONCEPCIÓN y ARTE
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 9 GUEVARISMO: UN MARXISMO BOLIVARIANO
Néstor Kohan
Libro 10 AMÉRICA NUESTRA. AMÉRICA MADRE
Julio Antonio Mella
Libro 11 FLN. Dos meses con los patriotas de Vietnam del sur
Madeleine Riffaud
Libro 12 MARX y ENGELS. Nueve Conferencias en la Academia Socialista
David Riazánov
Libro 13 ANARQUISMO y COMUNISMO
Evgeni Preobrazhenski
Libro 14 REFORMA o REVOLUCIÓN – LA CRISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA
Rosa Luxemburgo
Libro 15 ÉTICA y REVOLUCIÓN
Herbert Marcuse
Libro 16 EDUCACIÓN y LUCHA DE CLASES
Aníbal Ponce
Libro 17 LA MONTAÑA ES ALGO MÁS QUE UNA INMENSA ESTEPA VERDE
Omar Cabezas
Libro 18 LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA. Breve historia del movimiento obrero en Francia
1789–1848. Selección de textos de Alberto J. Plá
Libro 19 MARX y ENGELS
Karl Marx y Friedrich Engels. Selección de textos
Libro 20 CLASES y PUEBLOS. Sobre el sujeto revolucionario
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 21 LA FILOSOFÍA BURGUESA POSTCLÁSICA
Rubén Zardoya
Libro 22 DIALÉCTICA Y CONCIENCIA DE CLASE
György Lukács
Libro 23 EL MATERIALISMO HISTÓRICO ALEMÁN
Franz Mehring
Libro 24 DIALÉCTICA PARA LA INDEPENDENCIA
Ruy Mauro Marini
4
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
5
Kurt Landau
6
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
7
Kurt Landau
8
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
9
Kurt Landau
10
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
11
Kurt Landau
12
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
13
Kurt Landau
14
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
15
Kurt Landau
https://elsudamericano.wordpress.com
16
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
18
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
ANEXO
LLAMAMIENTO A FAVOR DE LA REVOLUCIÓN
Karl Liebknecht (1 de Noviembre, 1918)
CASTILLO DE NAIPES
Rosa Luxemburg (11 de Enero, 1919)
19
Kurt Landau
Este ensayo es notable por sus afirmaciones de que, dado que ya había
comenzado una revolución en España, sólo podría echarse atrás con la
clase de métodos utilizados por Noske y Scheidemann en Alemania en
1918. Landau fue una de las víctimas de tales métodos solo unos
meses más tarde.
La única copia conocida de este notable texto nos llegó gracias a los
buenos oficios de Reiner Tosstorff de la biblioteca del monasterio de
Montserrat, y debemos nuestro agradecimiento tanto a él como a
nuestro traductor, John Sullivan. 2
1
(Barcelona. 1937. 39 p.)
2
Ésta edición traducida del inglés: marxist.org
20
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
21
Kurt Landau
22
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
3
K. Marx, Discurso al Comité Central de la Liga Comunista, Las revoluciones de 1848,
Harmondsworth. 1973, pp. 323-324.
23
Kurt Landau
LA REVOLUCIÓN BURGUESA Y LA
REVOLUCIÓN PROLETARIA EN ALEMANIA
En comparación con cinco años en España, en Alemania transcurrieron
70 años entre la revolución burguesa y la proletaria. Políticamente, la
revolución burguesa de 1848 fracasó y el poder político quedó en
manos de los Hohenzollern. Sin embargo, el avance del capitalismo
transformó a Alemania de un estado feudal en estado capitalista. La
monarquía feudal y militar de los Hohenzollern sólo podía mantenerse
contra el ascenso revolucionario del proletariado mediante la unión
más estrecha de todas las clases dominantes. Si la burguesía, alarmada
por el espectro de la revolución socialista, se refugió en los brazos de
la monarquía, como lo hizo en París en 1848, por otra parte, la cumbre
feudal de la sociedad tuvo que someterse a las leyes dominantes de la
economía y llegar a un acuerdo con la burguesía, la clase económica-
mente dominante.
24
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
4
En la edición en Inglés dice: “fatherland”
5
L. D. Trotsky, La Tercera Internacional después de Lenin, Londres. 1974, pp. 47-56.
25
Kurt Landau
26
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
“Pero, ¿qué podría hacer Lenin, qué podrían hacer los bolche-
viques, si los socialdemócratas de izquierda de la Segunda
Internacional, y sobre todo del Partido Socialdemócrata Alemán,
fueran un grupo débil e impotente, un grupo sin forma organi-
zativa, ideológicamente mal equipados y temeroso incluso de
pronunciar la palabra “ruptura”, “escisión”?” 6
28
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
CARACTERÍSTICAS ESPECIALES DE LA
REVOLUCIÓN DE NOVIEMBRE
La Revolución Rusa de Octubre y la Revolución de Julio en España son
las últimas etapas de un proceso revolucionario democrático; marcan
el cambio de la forma democrática a la más avanzada de la revolución
socialista. En contraste con las revoluciones proletarias originadas en
las democráticas, la de noviembre de 1918 fue un estallido repentino e
independiente, y desde este punto de vista se parecía más a la
Revolución de Febrero en Rusia, o a la de abril en España, que a las
revoluciones proletarias de Julio o de Octubre. El papel independiente
de los revolucionarios conscientes fue relativamente pequeño. La
derrota militar quebró la autoridad de la monarquía militarista cuya
violencia oprimió a las masas descontentas, que estaban hambrientas
y cansadas de la guerra. La derrota militar produjo una insurrección
revolucionaria de masas, que entró en batalla con violencia espontánea,
pero careció de la fuerza política o de un liderazgo consciente capaz de
dominar el torrente revolucionario.
29
Kurt Landau
32
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
33
Kurt Landau
Sin embargo, una vez que quedó claro que el proletariado alemán era
incapaz de tomar el poder político y alcanzar el socialismo, perdió su
liderazgo sobre la vacilante masa pequeñoburguesa, que a su regreso
de la guerra había sido despertada a la vida política por la revolución
proletaria, y había soñado con un nuevo orden social. Una vez que el
proletariado se dio cuenta de que la contrarrevolución democrática
había pasado a la ofensiva, intentó, lleno de dudas, recuperar lo que
había desperdiciado en noviembre. Pero ya era demasiado tarde para
salvar la Revolución de Noviembre, y demasiado pronto para iniciar
una nueva, dado que el reagrupamiento masivo en la izquierda sólo
podía ocurrir como resultado de la experiencia de las masas en la
contrarrevolución democrática. Así, la insurrección de enero de 1919,
a pesar de su heroísmo, supuso la derrota del joven Partido Comunista
y de sus dirigentes Luxemburgo y Liebknecht, a quienes una vanguardia
impaciente y vacilante había empujado a una acción equivocada.
34
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
35
Kurt Landau
36
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
38
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
39
Kurt Landau
8
Diego Martínez Barrio (1883-1962), líder de la Unión Republicana, fue brevemente Primer
Ministro en España en 1933, y nuevamente en 1936, cuando intentó negociar con los generales
golpistas.
40
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
41
Kurt Landau
42
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
EL LEVANTAMIENTO CONTRARREVOLUCIONARIO:
PRELUDIO DE LA REVOLUCIÓN DE JULIO
43
Kurt Landau
44
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
45
Kurt Landau
47
Kurt Landau
48
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
La Liga Espartaco, que había estado aliada del USPD hasta finales de
1918, se escindió en los últimos días del año y formó el KPD, perdiendo
así la posibilidad de influir directamente en el cambio de conciencia de
los miembros del USPD. El joven y aislado KPD fue derrotado en enero.
Sin embargo, la correlación de fuerzas entre los campos revolucionario
y democrático en la Revolución Española es muy diferente a la de
Alemania en 1918.
49
Kurt Landau
50
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
51
Kurt Landau
Hay que reconocer que ninguna guerra, cualquiera que sea su carácter
de clase, puede ganarse sin armas. Sin embargo, la revolución no
triunfará sobre la contrarrevolución debido a su técnica militar superior.
De eso no puede haber ninguna duda. El imperialismo es tan poderoso
y la revolución proletaria amenaza tanto su dominación, que la contra-
rrevolución siempre podrá contar con un suministro superior de
armas. Si el éxito en una guerra así dependiera principalmente de la
técnica militar, entonces la derrota sería rápida e inevitable. La técnica
militar es un elemento indispensable, pero no decisivo, en la guerra.
Las armas modernas son utilizadas por personas vivas, cuya voluntad
de victoria depende de su moral. Cuanto más dure la guerra y cuanto
más aumenten sus aspectos repugnantes, más determinará la moral la
convicción de que la causa es justa. La paga y el espíritu de aventura
son insuficientes para sostener una guerra larga y sangrienta. El
heroísmo y la entrega de los combatientes están determinados por sus
ideas, no simplemente por la paga de un soldado.
52
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
Sin embargo, para que la guerra adopte esa forma, sería necesario
demoler aquellas instituciones democrático-burguesas que todavía se
oponen al desencadenamiento de la revolución socialista.
53
Kurt Landau
54
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
55
Kurt Landau
10
F. Engels, Introducción a La Guerra Civil en Francia, en H. Draper (ed.), Karl Marx y Friedrich
Engels: Escritos sobre la Comuna de París, Nueva York. 1971, p. 34.
11
K. Marx, Cartas al Dr. Kugelmann, Londres, sin fecha, p. 123.
56
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
57
Kurt Landau
12
V. I. Lenin, Los sindicatos, la situación actual y los errores de Trotsky, Obras completas, volumen
32, Moscú. 1977, p.25.
58
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
59
Kurt Landau
60
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
61
Kurt Landau
62
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
***
63
Kurt Landau
13
Traducido del alemán al francés: Masses, n.° 9, 15 de septiembre de 1933, pp. 4-8. Traducido
del francés al castellano: El Sudamericano, Agosto. 2022
64
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
66
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
14
Entonces, bajo la dirección de Brandler, Thalheimer y los actuales líderes de la S. A. P.: Walcher,
Frölich, etc., el jefe fascista, el Conde Reventlov, pudo escribir en “Rote Fahne” y Frölich le
respondió. Luego, en la “R. F.”, el 18 de agosto de 1923, y escribió: “Incluso con los que
asesinaron a Liebknecht y Rosa Luxemburgo nos asociaremos si quieren unirse a nosotros”.
67
Kurt Landau
La clase obrera, sin embargo, todavía tenía en ese momento todas las
posibilidades de orientar los nacientes movimientos sociales y políticos
en la dirección de la revolución proletaria. Sólo era necesario, para
ello, que la parte revolucionaria avanzada del proletariado reconociera
la verdadera situación y tomara conciencia de los medios de reunir
todas las fuerzas de la clase obrera para defenderse de la ofensiva
general de la burguesía. Si la pequeña burguesía se inclinaba a ver en
el Plan Young la causa del empeoramiento de su situación, sólo había
una forma de convencerla de que el verdadero enemigo común de las
masas trabajadoras y pequeñoburguesas es el capital financiero alemán.
Este medio fue la acción revolucionaria de masas del proletariado. Si
en 1923 la pequeña burguesía se había alejado con desdén de los
trabajadores al pensar que éstos eran incapaces de transformar el
destino del país por medio de una revolución, ya no podía, en la crisis
de 1930, ser convencida solamente con la propaganda, sólo a través
de la acción, demostrando que la clase obrera y su partido revolu-
cionario habían aprendido de sus errores.
68
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
69
Kurt Landau
70
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
72
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
16
Juan Rústico: La tragedia del proletariado alemán, el libro n.º 153 en ésta colección Socialismo y
Libertad
73
Kurt Landau
17
En la Revolución Proletaria del 10 de agosto de 1933, un compañero del S.A.P. da como cifras
actuales de la S.A.P. 14.000 afiliados, y del PCA. 25.000 afiliados. Ambas estimaciones son
inexactas. Los cuadros ilegales del PCA. comprenden hoy unos 10.000 afiliados, y los del S.A.P.
deben llegar a cerca del 10 % de este número.
18
Que Faire? (¿Que Hacer?)
19
La lógica interna de esta política llevó a los líderes trotskistas a capitular ante Stalin justo antes
de la catástrofe (Well, Senine).
74
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
75
Kurt Landau
20
No podemos aquí, por falta de espacio, hacer un análisis profundo de este sistema político, que
designamos con el nombre de centrismo y que está en flagrante contradicción con el marxismo
revolucionario. La absurda valoración de la situación alemana en el Congreso de Wedding del
P.C.A. llevó a cabo casi sin ninguna resistencia seria la P.C.A. adoptar esta política y someterse a
la fracción stalinista
76
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
77
Kurt Landau
Una política con visión de futuro es, sobre todo, no perder a la ligera a
los cuadros existentes por un mero éxito momentáneo. Desde este
punto de vista, la dirección del PCA ilegal se está comportando de
manera criminal. Pero la situación en el partido ilegal difiere profunda-
mente del período legal. La autoridad del liderazgo derrotado se
tambalea. Los mejores cuadros del partido empiezan a sacar para sí
mismos las lecciones de la derrota. Serán apoyados en sus esfuerzos
de claridad y trabajo revolucionario serio por la Oposición de Izquierda,
que conforma una fracción independiente que trata de desarrollar a
los trabajadores avanzados, dentro y fuera del partido, especialmente
en las fábricas, a través de publicaciones y un trabajo político
sistemático. Este trabajo se verá debilitado por la salida voluntaria de
los seguidores de Trotsky, porque si no se separan de Trotsky, se verán
obligados a seguir la línea de un nuevo partido; actualmente, la gran
mayoría de sus cuadros aún se oponen a esta línea.
78
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
79
Kurt Landau
80
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
81
Kurt Landau
Kurt Landau.
82
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
Queridos camaradas:
Desarmad a los oficiales, cuyas simpatías e ideas son las de las clases
dominantes. Conquistad a los caporales que están del lado del actual
orden. Anunciad la caída de sus gobernantes y demostrad vuestra
solidaridad. No prestes atención al consejo de los socialdemócratas del
Kaiser. No te dejes guiar por políticos indignos, que te engañarán y te
entregarán a manos del enemigo.
85
Kurt Landau
CASTILLO DE NAIPES
Rosa Luxemburg
(11 de Enero, 1919)22
22
Esta edición traducida del original en alemán: “Kartenhäuser” (en Inglés “House of Cards”). Este
artículo no fue firmado. Se conoce su autoría porque fue mencionado por Clara Zetkin en su
trabajo Um Rosa Luxemburgs Stellung zur russischen Revolution. Hamburgo, 1922.
Publicado sin firma en “Die Rote Fahne”, 13 de enero de 1919. Die Rothe Fahne Archiv (Traducido
del original en alemán)
23
Rosa Luxemburg se refiere a un célebre ministro de exteriores de Napoleón Bonaparte llamado
Talleyrand, que recordando un pasaje del libro de Julio Cesar: Comentarios sobre la guerra de las
Galias (en latín, Commentarii de bello Gallico o, De bello Gallico) le advertía: “con las bayonetas
se pueden hacer muchas cosas, menos sentarse sobre ellas”. (N. ed.)
86
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
Hay, sin embargo, una falla en este cálculo. Los militares, la burguesía,
que ahora están rescatado al gobierno Ebert-Scheidemann, quieren
disfrutar de los frutos de la cosecha sangrienta. Esos elementos
apoyaron al gobierno “socialista” solo mientras creyeron que podía
controlar a las masas proletarias con ‘operaciones de falsa bandera’
que les permitieran golpear con el impacto “moral” que les brindaba el
llamarse “socialistas”, para estrangular la revolución y el socialismo.
Ahora el hechizo está roto. La semana que ha pasado ha mostrado el
abismo que se abre entre el gobierno de Ebert y la revolución. Hoy
está claro que Ebert y Scheidemann solo pueden gobernar por las
bayonetas. Pero, ahora bien, si este es el caso, entonces la bayoneta
quiere gobernar incluso sin Ebert-Scheidemann. La burguesía asume
como propios los extremos y clama por la proclamación abierta de la
dictadura del sable, por la completa restauración del “ancien regime”
87
Kurt Landau
24
Hugo Haase: “El 31 de Julio de 1914, la oficina socialista internacional lanzaba su llamada a la
lucha contra la guerra, y Jean Jaurés caía bajo los disparos de Raoul Villain. El 1 de agosto, el
gobierno alemán declaraba la guerra a Rusia y proclamaba el estado de urgencia. El 2 el ejecutivo
del partido socialdemócrata se reunía para definir la actitud de los elegidos en el Reichstag sobre
la cuestión del voto de los créditos reclamados por el canciller Bethmann-Hollweg. Los dirigentes
estaban profundamente divididos: mientras que el viejo revisionista David y el secretario del
partido, Scheidemann, se pronunciaban por el voto de los créditos militares, Haase y Ledebour
reclamaban el voto en contra, conforme a las “posiciones de principios” del partido. Después de
discutir, la decisión queda postergada para el día siguiente. En la reunión de la fracción
socialdemócrata del Reichstag, la derecha ataca primero: David esgrime la amenaza que la
autocracia rusa representa para las libertades alemanas, subraya el riesgo de una prohibición del
partido, en caso de voto contrario, la trascendencia de un gesto así, en la atmósfera de excitación
general que reina. Afirma estar decidido a no aceptar la disciplina de voto sobre una cuestión de
tal importancia. Los adversarios del voto a los créditos están lejos de poseer tal determinación.
Cuando la fracción decide por setenta y ocho votos contra catorce, votar los créditos militares,
los catorce oponentes –entre los que están Haase, Ledebour, Liebknecht y Otto Rühle– aceptan
respetar la disciplina al día siguiente; aún más, Hugo Haase es quien, en la sesión del Reichtag del
cuatro de agosto, como presidente del partido y portavoz de la fracción, aporta el sostén
unánime de los socialdemócratas al canciller, es decir a la política de guerra. Justifica este gesto
por la preocupación por la defensa nacional de un pueblo prendado de libertad y de cultura y
amenazado por el despotismo zarista, y expresa el deseo de que, una vez afirmada por las armas
la seguridad de Alemania, los beligerantes puedan concluir lo más rápido posible una paz
duradera, garantizando la amistad entre los pueblos. Votando los créditos y aprobando la guerra,
el partido socialdemócrata se afirma vinculado, al mismo tiempo, a la internacional, al socialismo
y a la paz. Una página de la historia mundial ha pasado”. Pierre Broué, Revolución en Alemania,
t.1, p. 33. 1973
88
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
25
KPD(S): (su grupo de combate fue llamado K.O. Kampforganisation). Kommunistische Partei
Deutschlands (Spartakusbund), el partido fundado por Luxemburg, Jogiches, K. Liebknecht,
Mehring y Zetkin entre muchos otros. Fue el nombre de Partido Comunista de enero 1919 a
noviembre de 1920. El nombre fue retomado luego de agosto de 1921 como KPD(U) ”Unificado”.
26
“Libertad”: fue el periódico del USPD. Dentro del USPD. Partido Socialdemócrata Independiente;
existió, más tarde y durante algún tiempo una fracción “de izquierdas” USPD (Linke) desde el
congreso de Halle (octubre de 1920) hasta el congreso de fusión con el KPD (enero de 1921)
27
USP-D: Unabhängige Sozialdemokratische Partei Deutschlands, (Partido socialdemócrata
Independiente)
28
La presión de las protestas masivas en Alemania contra la furia de las tropas contrarrevo-
lucionarias y las políticas antirrevolucionarias del gobierno, así como la intensificación de las
disputas en el gobierno por parte de los socialdemócratas de derecha forzaron a los
representantes del USPD, Emil Barth, Wilhelm Dittmann y Hugo Haase, a dejar el gobierno el 29
de diciembre de 1918. Para eso, se unieron al gabinete los socialdemócratas de derecha Gustav
Noske y Rudolf Wissell
89
Kurt Landau
90
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
***
91
Kurt Landau
Las cosas en Berlín han tomado un rápido giro, que provoca la más
fuerte crítica y la más seria preocupación de las masas obreras.
Pero todos los esfuerzos e intentos han fracasado finalmente por las
vacilaciones y las posiciones tímidas de este organismo dirigente.
Después de que se hubiera parado y dejado perder durante cuatro
días la determinación práctica y la energía combativa de las masas
mediante una completa falta de dirección, después de que mediante
dos rondas de negociaciones con el gobierno Ebert-Scheidemann, se
debilitaran las perspectivas de lucha revolucionaria y que la posición
del gobierno se hubiera fortalecido de forma efectiva, los dirigentes
revolucionarios decidieron finalmente la noche del miércoles al jueves
suspender las negociaciones y a adoptar la lucha con todas sus
consecuencias. Pronunciaron la palabra huelga general y el grito ¡a las
armas!
Pero este fue, por lo demás, la única conquista a la que llegaron los
dirigentes revolucionarios.
29
Die Rote Fahne (Berlín) Die Rothe Fahne Archiv
92
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
Es claro para todos los que no se quieran dejar engañar, que esta
rimbombante unidad que el USP ingenió es indudablemente el mejor
servicio que podían ofrecer a Ebert-Scheidemann en la situación
presente. Incluso cuando colgaban del aire, temblando, y recibían el
apoyo indeciso y poco placentero de tropas vacilantes, y la descon-
fianza de la burguesía, los traidores del socialismo hacían una prueba
de fuerza con los obreros en los últimos días de las horas más pesadas
de su breve gloria gubernamental. La impresionante salida de las
masas en la calle, el giro que tomaba la brutal provocación guberna-
mental en la cuestión de las provocaciones, había pasado por encima
de la cabeza de estos aventureros. Y al darse ya por medio derrotados:
esto se mostraba claramente en toda la indecisión y la creciente
incertidumbre de las medidas contrarrevolucionarias de los últimos
días.
93
Kurt Landau
94
LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA DE 1936 Y LA REVOLUCIÓN ALEMANA DE 1918-1919
95