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Texto bíblico.

Colosenses 3: 23-24

Para considerar este tema comenzamos por entender que somos todos cristianos y lideres en su obra, y
por tener a Cristo en el corazón, entonces nuestro mayor amor debe ser el Señor Jesucristo y que no hay
nadie ni nada más, en el trono de nuestro corazón. Así que si le amamos así tan profundamente
entonces estamos dispuestos para lo que sea con dios, porque el amor se debe manifestar con mis
hechos con el que amamos.

Cuando hablamos de compromiso debemos entender qué significa la palabra compromiso, y según el
diccionario dice que Compromiso es: Una obligación mantenida de manera voluntaria, en la cual
debemos tener todas nuestras capacidades comprometidas para sacar adelante todas las cosas
cabalmente; ejemplos tenemos muchos, por ejemplo el matrimonio. Cuando aceptamos un compromiso
es porque estamos dispuestos a dar el todo por el todo, con el propósito por el cual nos hemos
comprometido. Así que si debemos ser efectivos en cualquier cosa que nos comprometamos, llámese
hogar, negocio, empresa, la propia vida, ministerio etc. Cuando decimos que nos comprometemos en
algo, es porque estamos decididos a hacer las cosas bien, porque lo estamos haciendo como para el
Señor, así que hoy debemos aprender: LA IMPORTANCIA DEL COMPROMISO.

Es trascendental aprender a ser gente comprometida porque cuando estamos comprometidos con algo,
esto atrae a las personas a nuestro alrededor, al desarrollar un ministerio queremos servirle a Dios, y
todo se construye con base a las personas, que están alrededor de nuestra vida, y una persona se va a
querer acercar a ti, cuando vea que realmente eres una persona que hace frente a sus compromisos.

Infortunadamente cuando se hacen convocatorias, a muchos líderes les cuesta comprometerse, pero a
cambio, sí quieren ser bien atendidos; y resulta que un discípulo de Cristo debe andar como Jesús
anduvo. Si algo hizo Jesús fue comprometerse con su Iglesia, sin ningún reparo, ni limitación. Esa
ausencia de compromiso de parte nuestra, se ha ido impartiendo alrededor de la familia, y de allí se ha
ido transmitiendo a toda la sociedad; es la razón por la cual, la gente no desarrolla un sentido de
pertenencia hacia su propia vida; lo vemos en personas que dejan sus empleos por otro en el cual
aunque le ofrecen un poco más, no obstante no le importa dejar su trabajo y todo lo que allí ha
realizado, por ir en busca de otras cosas; y así sucede incluso en la relación de parejas, que se
constituyen ya con hijos y todo, sin querer adquirir un compromiso matrimonial; pero resulta que si
realmente queremos proyectarnos como Dios lo quiere, necesitamos aprender a ser gente de
compromiso.

Las personas que pretendan acercarse a nuestra organización, sin lugar a dudas –y aunque nada digan-,
van a estar observando si realmente somos personas de compromiso; igual como cuando llegábamos
nosotros a conocer de Dios, mirábamos qué tanto compromiso tenía nuestro líder con la causa de la
iglesia, en todas las estrategias de crecimiento espiritual (encuentros, discipulados, escuelas etc.); y esto
se evidenciaba y entonces, nosotros poníamos buen cuidado en cómo servían a los demás y mirábamos
si realmente estaría comprometido con todo aquello que nos estaba enseñando; y esa es la semilla que
iba quedando plantada en cada nuevo corazón. Dios nos confirma esto, en aquel pasaje cuando Dios le
dice a Moisés que aliste líderes de su pueblo, gente escogida para que le ayudaran en el oficio de juzgar
al pueblo, porque iba a colocar -Dios-, del espíritu del mismo Moisés, en ellos, no dice que Dios iba a
colocar de Su Espíritu, sino del espíritu de Moisés en aquellos hombres, y si algo tenía Moisés, es que era
un hombre comprometido, con la causa del Señor, la cual era sacar al pueblo de Dios hacia la libertad.

Hay quienes consideran que por el hecho de ser mentores, ya no necesitan esforzarse tanto, pero
resulta que nuestros discípulos siempre están mirando qué tanto adoramos a Dios, cómo es nuestro
servicio y compromiso con la iglesia, si realmente nos gozamos alabando al Señor, de lo contrario, lo
único que ha de querer es que le cambien de líder, porque desea tener al frente alguien que sea un
desafío para él (ella) mismo(a); que sea un mentor o mentora que lo quiera llevar muy adelante en su
compromiso con Dios; debemos tener cuidado, porque la Escritura dice que hay de aquel que sea un
estorbo para que alguno no alcance el propósito divino.

Igual de importante es el compromiso familiar, porque quien no se compromete con su familia, no se


compromete con nada, por eso se ve a gente tan inconstante, porque son personas que no son capaces
de comprometerse en sacar su familia adelante de acuerdo a los principios de Dios, por tanto, Dios no le
tiene en cuenta para cosas trascendentales e importantes, sino para cosas muy pequeñas.

Estás obligado a progresar. Dios no lo demanda, porque no lo dejó dicho (Génesis 1:22), tenemos la
responsabilidad de progresar, porque cuando no hacemos así, hay gente alrededor de uno que se
empieza a cansar; hay mujeres que se cansan del estancamiento de su esposo, y es la consecución de
nuestros sueños lo que nos va a llevar a progresar. Un compromiso es importante porque cuando uno
asume el compromiso, se quebranta toda duda, o temor; por tanto ha de guardar su palabra,
primeramente con Dios, pero también con la persona con la cual se ha comprometido; es la razón por la
cual dice: “Hazlo todo como para el Señor”, porque en realidad hay cosas que en ocasiones no provoca
hacerlas, y si uno sabe que todo lo hace como para Dios, entonces sale el amor para perseverar y Dios
confía en que todo lo haremos bien hecho.

¿Cómo se logra el compromiso?


1. Cuando alimentamos nuestra fe (Romanos 10:17). Un error muy común es comprometerse bien sea
con algo que no conoce o con alguien a quien no conoce; a Dios hay que conocerlo, porque en la medida
que escudriñamos la Palabra, obtenemos una mayor confianza, con aquel que nos está pidiendo que nos
comprometamos con él. Si estudio la Palabra voy a saber que indudablemente Dios es: bueno, no nos va
a dejar fracasar, pero es preciso conocer quién es Dios y no por lo que me cuentan, sino por lo que
tengo como relación con Él. Si conozco de Él, entonces entiendo los principios de Su Palabra, de tal
forma que cuando adquirimos un compromiso, debe haber cosas que ya no existan para nosotros sino
solamente lo que tiene que ver con dicho compromiso, todo aquello que esté por fuera de ello, ni
siquiera tengo ya que considerarlo; porque las decisiones son las que mantienen vigente el compromiso.

2. Evaluando permanentemente nuestras decisiones y lo que estamos alcanzando hasta el momento. Es


necesario estar revaluando nuestra decisión cada día, para saber qué ha pasado con nuestro
compromiso. En ocasiones evaluamos sobre los resultados, cuando ya no hay nada qué hacer. Una meta
en la cual como iglesia nos hemos comprometido es llevar este año a quince mil personas para
Encuentro; pero si nosotros nos quedamos hasta fin de año para ver cuántas vamos a llevar, estaremos
echándole la culpa al diablo o a las personas, porque no logramos la meta propuesta; al tener claro
nuestro compromiso, estaremos evaluándonos constantemente y revisando permanentemente las
metas y orando y con nuestros discípulos revisándonos cómo vamos respecto de ello. Igual sucede con
el llamado de atención que nos tengan que hacer nuestros líderes, o nuestro apóstol, porque es la única
manera de mantener vigente el compromiso, porque estamos evaluando constantemente.

En ocasiones queremos, evaluar al final cuando ya no hay nada qué hacer. Así se logra responder a los
compromisos, evaluando constantemente nuestra vida, o cómo invertimos nuestros recursos,
evaluando como van nuestros compromisos, evaluando nuestros procesos con respecto a esos
compromisos; por eso, es necesario hacer un alto en el camino, ya terminamos el primer trimestre del
año, hay qué evaluar qué ha pasado en nuestra vida.

3. Quebrantando el emocionalismo. El compromiso es una herramienta fundamental para quebrantar el


emocionalismo, porque esto es lo que más detiene el fluir de una persona, hay gente que va muy bien,
pero se dejan llevar de repente por sus emociones y éstas le llevan a tomar decisiones equivocadas,
porque se vuelve tremendamente quisquilloso, ejemplos: ya no quiere perdonar, o no quiere ir a
determinado lugar porque el líder le llamó la atención, empieza a desarrollar una sensiblería que no le
deja avanzar.
Tenemos que considerar que en medio de las relaciones interpersonales siempre va a haber fricciones,
va a haber conflictos, infortunadamente hay casos en los cuales la gente se adapta a ellos, parecido a los
ruidos que hacen las bisagras cuando pasado el tiempo se van oxidando o carecen de lubricante, algunas
personas se adaptan a dichos sonidos y pasan inadvertidos, igual suele suceder con algunas personas y
por tanto, ya no prestan atención a las quejas o comentarios de sus discípulos en su ministerio; así que
en lugar de buscar del Señor para solucionar sus dificultades interpersonales y que Él pueda colocar de
su “aceite” en su vida, prefieren dejar todo tirado y ni el uno, ni el otro se prestan para el cambio,
empiezan a tomar actitudes muy raras, todo debido al emocionalismo; razón por la cual debemos
quebrantar todo emocionalismo.

4. Resultados del compromiso (Colosenses 3: 24); es decir que el Señor no te va a dejar sin recompensa,
porque cuando creemos que Dios no nos va a dar recompensa, entonces nos desesperamos y nos
vamos, no seguimos asumiendo el compromiso porque creemos que como Dios ya no hizo nada,
entonces ya no va a hacer nada y resulta que justo en el momento en que todo lo dejamos tirado, en ese
preciso momento Dios ya venía con su recompensa.

Por eso, es necesario ser paciente, perseverante, constante y perseverante, porque tenemos promesas
de Dios, por ejemplo aquella que dice que Él va a sanar tu pan y tus aguas y que va a quitar de tu tienda
la aflicción; si Él lo dice, no debemos nunca ponerlo en duda; porque Dios nos da privilegios a todos
aquellos que adquirimos responsabilidades. Hay gente que quiere privilegios sin responsabilidad; pero
cuando se es una persona de compromiso, se aprende a disfrutar absolutamente todo lo que Dios pone
a su alcance, de tal modo que aunque sea muy duro tú lo disfrutas. Si Dios nos da el privilegio de ir a
ministrar a las naciones, entonces procuremos disfrutar el privilegio de hacerlo. El disfrute solamente
viene como un resultado de afrontar correctamente el compromiso.

5. El compromiso te genera sentido de pertenencia. Cuando no hay sentido de pertenencia, la gente


asiste a la iglesia y no se identifica con ella, ni siente que esté en su casa o que el hecho de que tenemos
un lote para construir, no lo sentimos como nuestro para participar, por eso, es necesario desarrollar
compromiso, para poder desarrollar sentido de pertenencia; de igual forma hay personas que no tienen
sentido de pertenencia con su familia. Quien no tenga sentido de pertenencia con la casa de Dios, debe
pedirle al Señor que le quebrante, para que pueda aprender a comprometerse con el Señor en primera
instancia; porque una persona que no desarrolle este sentido, tiene serias dificultades y nada le va a
parecer o gustar.
Cuando hay sentido de pertenencia con la iglesia, uno no llega a criticar, sino a ayudar y aprendemos a
amar la familia de fe tal y como son; solamente cuando esto hacemos, entonces le tomamos afecto a
todo lo que sucede en nuestra familia y queremos asistir a los congresos y a cuanta reunión seamos
convocados; aprendemos a estar pendientes de nuestros hermanos, al igual que lo hacemos con nuestra
familia biológica; por eso es necesario que nos sintamos parte de esta casa y sentir que somos todos
Misión Paz a las Naciones.

Hay personas que no se les da nada cambiar de iglesia, y resulta que ese es un reflejo de lo que pasa con
su familia, porque le da lo mismo estar en casa, que no estar. Cuando es importante saber que podemos
contar con nuestros hermanos y que ellos, pueden contar con nosotros también y que todos
necesitamos de todos. Debemos ser recíprocos con el compromiso que nuestros hermanos en la fe, han
adquirido con Dios y con nosotros, por lo cual trabajan en diferentes áreas para que todo salga bien en
cada reunión.

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