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6 señales de que dios está tratando de decirte algo.

Entender su voz es vital para tu camino de cristiandad.

La Biblia dice:

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehovah, pensamientos de
paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11.

Como Cristianos, somos seguidores de Cristo, y estamos todos llamados a vivir de acuerdo a las
leyes de Dios; estamos llamados a vivir una vida de servicio a Dios y a nuestros semejantes. Pero
algunas veces, por el vaivén de la vida y nuestros propios defectos, nos salimos de la senda de Dios
y comenzamos a tener problemas para escuchar su voz.

Pero nada es más importante que la voz de Dios llamando a tu puerta y en especial, cuando el
llamado es a seguirlo. El reconocimiento de las señales que Él está tratando de enviarte, y saber
cómo discernir esos mensajes, es de vital importancia para vivir la vida que Dios quiere para
nosotros.

Jesús puede estar tratando de alcanzarte, de animarte a que vuelvas al camino espiritual.

Es importante calmar la conmoción exterior, así sea por pocos momentos cada día, con el
propósito de escuchar su voz. Así que aquí tienes seis señales de que hay un mensaje de Dios para
ti.

respuestas que no esperabas

1.- Comienzas a recibir respuestas que ni siquiera sabías que necesitabas.

Algunas veces cuando logramos alcanzar a Dios, Él nos da respuestas a preguntas que no sabíamos
que nos estábamos haciendo. Dios siempre provee de acuerdo a sus propósitos para nosotros.
Tomemos como ejemplo nuestras lecturas bíblicas: ¿Cuántas veces hemos llegado justamente a
un versículo en particular que nos toca profundamente? No sabes exactamente cómo o por qué,
pero sientes que esas palabras están dirigidas hacia ti. Y así lo están. Cuando esto nos pasa,
debemos preguntarle a Dios qué es lo que está tratando de decirnos.

Algunas personas tienen la costumbre de, a través de sus lecturas bíblicas preguntarse al final de
cada capítulo o versículo, qué fue lo que más les llamó la atención.

Si por el contrario, aunque estés sintonizado con lo que estás leyendo, no hay nada que sientas
que se destaque particularmente, quizás esos versículos en particular no te están hablando
directamente, y eso no está mal. Tampoco pienses que la Biblia es un libro de historietas. Piensa
en la Biblia como una guía para manejar tu día a día.

Congregado al servicio de Dios

2.- Sientes la necesidad de ayudar a otros.

No es que quieras ayudar a los miembros de tu comunidad cristiana. A veces Dios te está pidiendo
que hagas más por los demás porque simplemente te sientes inclinado a hacerlo. La Biblia nos
dice,

“Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para
que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.”
(Romanos 7:4)

Una de las maneras más grandes de mostrar el amor de Dios y reflejar la presencia de Cristo, es
mediante actos de misericordia y compasión por los demás. Sin importar cual sea tu trabajo o
carrera, has sido llamado al servicio de Cristo a tiempo completo. Si sientes una incontrolable
necesidad de hacer algo más grande que tú mismo, para hacer el bien sin necesidad de recibir
nada a cambio, entonces has sido llamado a cargar tu cruz.

Cuando usas las habilidades que te han sido dadas para ayudar a otros, estas respondiendo a ese
llamado.

3.- Te sientes repentinamente apasionado por alguna buena causa.

Algunas veces, Dios nos dice cosas de maneras que nunca nos imaginaríamos. A veces Dios está
tratando de llamar tu atención diciéndote que tienes una responsabilidad mayor. Esto puede ser
un ascenso en tu carrera. Como nos dice Marcos 10:45:

“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos.”

Eso significa que debemos vivir nuestras vidas de manera que se refleje el servicio a otros. Si tu
actual trabajo no refleja esto, y sientes que te falta algo o simplemente to te sientes bien, es
porque Jesús está tratando de captar tu atención. Nuestro llamado, quizás no se nos sea revelado
de un día para otro, pero utilizando nuestros talentos y dones en nuestras carreras, muchos de
nosotros habremos descubierto lo bien que se siente, y desarrollaremos una necesidad por hacer
más.

4.- Tus relaciones personales comienzan a ser reveladoras.

Nuestras relaciones nos pueden revelar importantes mensajes provenientes de Dios. Trata de abrir
tu mente y escuchar lo que las personas que forman parte de tu vida tienen para decirte, en
especial aquellos más espirituales, particularmente si has estado apartado del camino de Dios.
Estas personas te ayudarán a reafirmar tu fe. Ellos han sido enviados para que puedas reconocer
tu verdadero potencial espiritual, así como también pueden estar transmitiendo un mensaje para
ti.

Por otro lado, está atento a aquellas personas que tienden a alejarte de la mano de Dios.
Cualquiera que cause una separación entre Dios y tú, no es una buena influencia como para tener
cerca. Una vez que sacamos a estas personas de nuestras vidas, volvemos a estar abiertos y
rendidos a la voluntad del Señor para que obre en nuestras vidas.

Se consciente especialmente de las nuevas relaciones, aquellas que no te esperabas. Esas


personas se han cruzado en tu camino para revelarte un importante mensaje Divino.

5.- Mayor interés en la Iglesia.

Si has dejado de mantenerte en contacto con Dios, y no has estado espiritualmente presente en la
iglesia por algún tiempo. Además, te sientes desconectado del servicio y del mensaje. Pero de
repente encuentras la manera de conectarte de nuevo con la iglesia, con un versículo, con una
canción, o simplemente algo que dijo el pastor en su tema principal, eso es una señal de que Dios
está tratando de alcanzarte y hacerte escuchar.

No pienses que es algo al azar. El Espíritu Santo está presente en la casa de Dios y te está dando un
importante mensaje. Aférrate a lo que sea que sientas que está dirigido a ti y agradécelo, porque
cosas buenas sucederán en tu vida. Tampoco tengas miedo a lo que se te pueda estar revelando a
través de estos mensajes.

6.- Comienzas a sentir el poder de la oración trabajando.


Si estás comenzando a darte cuenta de cómo tus plegarias están siendo escuchadas, es porque
estás viendo el poder de Dios en plena acción. Dios está tratando de decirte algo en ese momento.
Jeremías 33:3 nos dice:

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

Nuestro Dios desea una relación íntima con nosotros, y la oración es la mejor manera de
comunicarse con Él. Dios desea que lo llamemos activamente para poder responder nuestras
plegarias. Nunca subestimes el poder de la plegaria y lo real que éste puede llegar a ser.
Realmente puede ayudarnos a mejorar nuestra relación con Dios. Inclusive en nuestras ocupadas
vidas, todo disponemos de aunque sea un poco de tiempo para dedicarle a Dios.

Cuando transitamos por períodos oscuros y difíciles en nuestras vidas, y no sabemos qué rumbo
tomar, el practicar la oración diariamente nos da la oportunidad de acercarnos a Él, sin importar
que tan malo sea el lugar o el momento en el que nos encontramos. Santiago 4:8 nos dice

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros”.

Conclusión:

Cómo Cristianos, siempre queremos saber lo que Dios nos dice, pero no siempre es fácil descifrar
o discernir un mensaje que probablemente está en nuestras narices. Algunas veces nos sentimos
ansiosos de descubrir ese mensaje, de que nos sean dadas instrucciones. Queremos saber cuál es
ese maravilloso propósito que nos tiene Dios reservado, y que nos sea revelado el camino que
Jesús nos tiene reservado para tomar siempre las mejores decisiones en nuestras vidas. Pero lo
que en realidad importa, es que hemos sido llamados por Dios para obedecerlo, amarlo y amar al
prójimo. Puede que no seamos capaces de escuchar su voz directamente, pero si puedes centrarte
en estas señales, Él estará revelándote grandes cosas, que son sólo para ti

PARA VER LAS SEÑALES

Una de las claves para poder mantener la perspectiva correcta y que el poder de Dios se desate en
tu vida, la vemos en una frase muy peculiar, en 1 Samuel 10.

“6 Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás
mudado en otro hombre. 7 Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la
mano, porque Dios está contigo.” 1 Samuel 10:6-7

Muchos están paralizados, después de una serie de eventos en su vida, pensando: Y ahora, ¿qué?
La vida tiene esas peculiaridades. Nos llegan un sinnúmero de situaciones, y llegamos a un punto
en que nos preguntamos: Y ahora, ¿qué? Sin darnos cuenta lo diferente que sería, si
entendiéramos y siguiéramos la instrucción divina: Cuando pasen estas cosas, haz lo que venga a
tu mano. Es muy diferente tener que preguntarte qué vas a hacer, en contraste con saber que,
cuando pasen estas cosas, todo lo que venga a tu mano para hacer, lo vas a hacer, porque Dios
está contigo.
Tú tienes que cambiar tu manera de pensar, para que el poder de Dios se manifieste en tu vida.
Para que puedas ver la transformación, tienes que dejar de preguntarte qué vas a hacer; cuando
se cumpla el tiempo, haz lo que venga a tu mano, porque Dios está contigo.

Ese problema que tú estás teniendo no es eterno. Tu situación va a pasar. Todo lo que Dios ha
estado haciendo es prepararte para el lugar que Él quiere llevarte, para que tú puedas hacer todo
lo que venga a tu mano para hacer. En vez de estar preparándote para el fracaso, debes saber
que, cuando todo lo que te ha estado pasando, termine, tú vas a hacer lo que Dios diga que hagas.
Entiende que Dios nunca te va a llevar a un punto de comodidad. Dios siempre te va a mover a un
nuevo nivel, te va a provocar a creer por algo más grande. Deja de estar viendo las señales
negativas del mundo, y mira cada pedazo de tu vida como una señal de Dios para tú poder hacer
todo lo que Dios quiere que tú hagas.

Quizás te has sentido limitado por tus circunstancias, pero todo eso va a terminar el día que tú
entiendas que tienes que dejar de preguntarte qué vas a hacer, y que, cuando todo eso termine,
tú vas a hacer lo que venga a tu mano para hacer. Planifícate para llenar tu mente y tu corazón de
grandes expectativas, porque lo que estás viviendo va a terminar, vas a transicionar de una vieja
etapa a una nueva temporada.

Quizás has pensado que, cuando se acaben tus problemas, vas a descansar, pero eso no es fe.
Cuando te encierras en ese pensamiento, preguntándote qué vas a hacer ahora, sin darte cuenta,
vuelves a tu pasado, al lugar de donde Dios te quiso sacar. Dios no te trajo hasta este punto en tu
vida, para que tú regreses atrás, sino para que tú tengas una nueva esperanza, un nuevo futuro,
para que saques los sueños que tienes guardados.

Entiende que todo lo que te ha ocurrido, no ha sido fuera de la mano providente de Dios, y que Él
va a usar cada acontecimiento, para llevarte al nivel que Él quiere llevarte; y, cuando todo esto
termine, tú vas a poder hacer todo lo que venga a tu mano para hacer. Créelo; porque, si una
circunstancia de la vida te roba la fe, te robó todo. Dios quiere que tú pienses, no en qué vas a
hacer ahora, sino en que, cuando esto termine, tú vas a poder hacer todo lo que viniere a tu
mano, vas a ver a Dios obrar en tu vida.

El poder de Dios no está en tu vida por casualidad, sino para transformarte, para cambiarte en una
nueva persona, para poner en ti la expectativa correcta de ver todo lo que Dios quiere hacer
contigo, y hacer de ti. Nunca te olvides de que Él te sacó, y de dónde Él te sacó. Mira las señales y
mira cómo Dios te ha ido llevando; y, cuando esto termine, todo lo que venga a tu mano para
hacer, tú lo vas a hacer.

¿Eres capaz ver a Dios en la trayectoria de tu vida? ¿Ves a Dios en las señales? Saúl tenía que
moverse, y las señales iban a pasar, según él fuera moviéndose de lugar a lugar. Porque tú no
sigues señales; las señales te siguen a ti. Dice la palabra que las señales siguen a los que creen. Tú
crees, y ves señales. Así que no esperes señales para creer. Cuando crees y te mueves, ves las
señales; y, cuando ves las señales, sabes que vas por el camino correcto, pero no estás esperando
señales para moverte.
Saúl tenía que moverse, y la señal iba a ocurrir. Entonces, él iba a entender por qué Dios lo había
llevado hasta allí. Las señales te dan confianza. Hay un punto de fe en la vida de todo creyente en
que no hay nada que dé temor, porque ya Dios ha obrado tantas veces en tu vida, que ya tú sabes
que esto también va a pasar. Y se levanta en ti confianza, valentía y seguridad. Pero no puedes
cometer el mismo error que Saúl; esa valentía y seguridad no pueden descansar en ti, en tus
talentos, sino en el Dios que te ha dado señales a través de toda tu vida, para traerte al lugar
donde tú estás hoy. Cuando tú miras tu vida, debes ser capaz de reconocer que, aun en medio de
aquello que tú pensabas que iba en contra de tu destino, Dios estuvo allí para dirigirte por el
camino correcto.

Ten la confianza de obedecer a Dios, en todas las etapas de tu vida, sabiendo que es Él quien dirige
tus pasos, y te llevará a hacer de ti lo que Él te ha prometido.

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