Por Vidal Llerenas Morales

Viernes 12 de Enero de 2024 - 00:05

Excepto por el dato de inflación, la economía mexicana cierra 2023 con buenos números. Se espera que el
dato de crecimiento de la economía del año pasado sea de 3.6%, alrededor de 0.7 puntos más de lo que
esperaba al inicio del año pasado. Existen varias explicaciones. La más evidente es la importante inversión
que llega al país debido al fenómeno del nearshoring, lo que se refleja en mayores exportaciones e inversión,
especialmente en estados del norte y el bajío. El incremento de 24.74% en la Formación Bruta de Capital Fijo
entre octubre de 2022 y 2023 se atribuye en buena medida al nearshoring. Se señala también que una parte de
esta nueva inversión y de la mayor de exportación todavía responde a la sustitución de la capacidad
productiva de China, derivada de los efectos retardados del Covid en esa nación, por lo que no necesariamente
se va a presentar durante 2024.

Los primeros análisis señalan que la economía en 2024 podrían crecer en un rango que va del 2.3 al 2.8% de
crecimiento, ya que no existe certeza en torno a las inversiones que se van a concretar este año como
resultado de los procesos de relocalización. De hecho, lo que tendría que hacer el gobierno, para acelerar el
crecimiento de este año, es precisamente facilitarlos para que se realicen en el corto plazo, ya que esa
tendencia pueda generar hasta 0.6% del PIB adicional durante 2024.

El otro factor que impulsó el crecimiento en 2023 fue la inversión pública. La inversión programada para
2023 fue la mayor en ocho años, de alrededor de 1.19 billones de pesos, y seguramente buena parte de la
misma se ha ejercido, debido a la estrategia del gobierno para acelerar la conclusión de las obras insignia, lo
que muy probablemente impulsó a la economía. Para 2024 la inversión pública programada es menor de 1.11
billones de pesos, pero se esperaría también que este gasto efectivamente se ejerza, para concluir las obras
sexenales.

El otro factor a favor del crecimiento es el mayor consumo, de acuerdo con números de BBVA, éste creció
12% si se comparan los meses de diciembre de 2022 con 2023. La confianza del consumidor alcanzó
máximos históricos, de 45.66 puntos para 2023, cuando cerró 2022 en 42.51 puntos. Las tasas de interés
seguramente bajarán durante el año y van a impulsar el crecimiento, las tasas de Cetes fueron de 10.2% en
2022, cerrarán en 11.25% en 2023 y para 2024 se espera que terminen en 9.5%. Sin embargo, debido a que las
presiones inflacionarias persisten, ya que la inflación en México para 2023 cerró en 4.66%, más de lo
esperado, la reducción de la tasas puede tardar. De hecho, se esperaría que el Banxico sea uno de los últimos
bancos centrales que van a tardar en bajar las tasas.

Llama la atención el rango de las estimaciones del tipo de cambio. No existe un consenso entre analistas e
instituciones financieras en la estimación del cambio peso dólar para 2024, los pronósticos van desde niveles
de 16.5 pesos hasta de 19.5 pesos por dólar. Siempre, en los años electorales esta variable se vuelve volátil,
pero ahora preocupa especialmente la posibilidad de que Donald Trump vuelva a ganar la elección
estadounidense, e incluso el tono mismo de su campaña, particularmente antimexicana. En la misma no
solamente se van a presentar posiciones racistas y antimigrantes, también probablemente otras, que podrían
tener que ver con temas como revisar tratado comercial o regular el envío de las las remesas. La propia
campaña presidencial mexicana será un factor que afecte la estabilidad cambiaria, a medida que se presenten
las propuestas que tienen que ver con la política económica. Será importante que el nuevo gobierno, una vez
electo, presente una estrategia clara para disminuir el déficit público, especialmente alto en el 2023, ya que la
evolución del balance fiscal será un punto que captará la atención durante todo 2024. Por otro lado, Estados
Unidos no se espera una recesión, sino un crecimiento de 1.5%, por lo que ese no parece ser un riesgo serio.