Está en la página 1de 64

EL ARCHIPIÉLAGO

DE LA SOLEDAD
Esta primera serie de Cuadernos de poesía no hubiese sido posible sin el apoyo pleno de los
autores y colaboradores. Agradecemos a Rey Andújar, Glaem Parls, Karol Starocean,
a Graciela Azcárate, Ignacio Barragan, Mario Fondeur, George Heinsen y Darío Portalatín.

El Archipiélago De La Soledad
Lubrini
Primera Edición

Primera edición: 2018


Cuadernos de poesía, No.1, dirigido por Daniel Infante Liranzo y Belén Oteiza.
Co-dirigido por Rey Andújar.
2018, Papá Bocó [Editorial Artesanal]

© 2018 Rey Andújar


Ilustración del sello editorial George Heinsen
@ ilustraciones Mario Fondeur
Fotografía Paul Grisanti
Portada Belén Oteiza
papabocoeditorial@gmail.com
Objeto artesanal / libro único sin ISBN
Impreso en Argentina
Printed in Argentina.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Papá Bocó, Armenia 2104, Buenos Aires, Argentina.
EL ARCHIPIÉLAGO
DE LA SOLEDAD
Como espadas en desorden
la luz recorre los campos.
Islas de sombras se desvanecen
e intentan, en vano, sobrevivir más lejos.

El hombre nada sabe de estos callados


combates.

Álvaro Mutis
Amada enemiga

Cómo sana tu beso, cómo conforta


terso da vida, alienta, recompone.

Yo he vivido de tu beso
tu beso quise ser.

Por migajas de tu piedad fui


mordido.

Te busqué labio a labio


tu labio me dañó: me fui al olvido
dañé al olvido; me volví luz
dañé la luz; reté a la noche
dañé la noche; me abandoné a tu beso
dañé tu beso

De tu beso
ya nada queda.

11
Ser en tu sombra

Corro a tu beso
pero caigo.
Miles de brazos
sangre en derredor
promesa de fuego y furia
como nadie ha visto jamás.
Corro a tu beso.

Corro a tu beso
encaminado hacia la nada
vuelo sombra de tu voz pequeña
fogatas que tu sombra encendía.
Corro a tu beso.

Seré tuyo o del viento que recita.


Seré tuyo o preso de la juventud, del soldado.

¿Seré tuyo? ¿Seré mañana?

12
Entre lo claro

No sé si eres.
Te beso
pierdo mundos heridos
de ayer y tiniebla.

Pierdo anhelos y señales


(un toro ardiente entre lo claro).
Pierdo luces; hormigas que trabajan
pesarosas.
Una naranja de hombre pesadilla
que muros promete.

El lago Michigan recibe la lluvia


allá en el este.

13
San Gabriel

Mi madre no
podrá acompañarme
en este viaje
de agua y aguja.

El cielo me llaga.

Mi madre tiene
mi última camisa
seersucker azul rayas lavadas
enmarcada en uno
de los ambientes
del café.

Mi madre no
podrá acompañarme
en este viaje.

Entro al agua.
Atrás queda
caliente la arena.

14
Bicicleta fantasma

Llegué a los brazos del cielo


en las alas de una bici helada.

Mi primera transformación
fue en erizo de colores.
El huracán borró los corales
y allí perecí.

La segunda metamorfosis
simplemente:
De mano de arena a corazón
de vidrio.
Mi sangre guardó los cristales.
Arterias que pierden el ritmo.

Ahora bailo cojo entre las avenidas.


Juego con el fantasma y el luto de las cosas.

15
Hielo quebrado

Hielo yo fui
pero hielo quebrado
hielo de sol cauterizando mi herida.
Mi sombra comienza,
mi aceptada sombra
hacer huraña u odio
dulce o alegre.

Yo te amo.
Quise alzarme en tu llanura
anhelo o no
fuiste pavura iluminada.

Yo te quiero
siempre que amanece.
De hielo fui
pero hielo destrozado.
Hielo de sol llego a vos
hielo amarillo
hecho de sol estoy
muerto de hielo.
Tanta hambre
tanto dolor que en ti se enciende.

17
Va chata de silencio

Tiburones son ataúdes


son silencio
por cada gota que se aleja
por cada yola barca barcarola
cada madre sollozando
dedos que tocan la tierra negra
raíz o tambor o quién en el dolor que ya no arde.

Tiburones son ataúdes


son silencio
querido, aturdido
como quien muerde naranjas y llora
son silencio
son tiburones ataúdes.

En el fondo del Canal de la Mona


jardín submarino de huesos
son silencio.

18
Algo se ofusca

Algo se ofusca cemento o asfalto


que cruje de muerte ya despierta

Ciertamente algo se ofusca


cruje la niebla entre los huesos
de las alegres ballenas jorobadas
alguien esconde las cosas y sigue de largo
algo en alguna parte
cae en un estruendo de noche
mil pedazos, muere de a poco
sin ruina y sin remedio.
Algarabía
miedo de rabia
qué apenado oscuro
Caribe corazón sin ti.

19
Sarabande

Me quedé o hace mucho


dejé que cayeran
quise irme pero no
luz y algarabía me agrietaron.

Me alimenta tu sombra
amada isla enemiga
divina sombra que de tu mar llega.

20
21
Cuerpos yo deseo

Cuerpos yo deseo.
Tiburones picotean el navío
nada de naufragios
isla que habito
triste entre Vieques, viajes, Marías.

Isla que pende en el silencio


en el vacío de cuatro pisos.

Cuerpos ya deseo
manos sí, sol y ceniza
caigo
labios de espinas, fuego quisieron ser
hambre de enfrente, isla de ayer.

Luces de trajes de musgo del bosque de tu alegría.

22
Requiém Gatúvelo
Para Carmen Z

Verde luz
ser en la sombra de un hueco
en el día.

Cautelosa volviste a la luz


en el tumulto de la sombra y su gemelo
siempre
estarás
encendida.

No habrá perdón
en el cuerpo que te olvide
no habrá paz
para quien se burle de tu maullido.

23
Sin memoria

Despierto hielo de impares


nube en que la noche
deshecha está en la arena
temblando muda.

Hielo sereno la primera piedra del muro


cuánto pesa tu luz
cómo arropan tus huesos diciendo adiós domingo.

El cristal que hoy sangra ayer fue arena


huesos hay
más no olvido.

24
En principio fue el viaje

El lastre dejar atrás


cómo es amargo jugar en esta playa
qué osamenta de cetáceos ya jorobada
cómo es amargo acercarse al esclavo
orilla que fue del encanto
triste de crustáceos
clara de alegrías.

Sí, qué alegría


esta ficción, este exilio
reniego la terra firma
silencios hago desde el fuego
te lloré como para reventar ángeles.

25
26
Luz que te alejas

Agua, o cuánta amargura


como alfanje o árbol abrazado
hay en tu luz.

Caliente, suave te vienes


sequía o aire ostentado
donde las once son apenas un disparo.

Un tambor que retumba


desde lo aborigen te aleja
amargamente estoy semilla
o me desgarro.

¿Cómo te llamo?
caliente, suave te llamo.

Pero te alejas luego tan clara


suave luz
luz que te alejas.

27
Cursi

Fuego o nada
qué algarabía en el pueblo de tu cuerpo
qué absurdo
este o aquel
mundo alegre de linternas.

Miedo o amar
sé que te amo como ama el agua herida
barra de corales
con polvo de brillo
tejido de helecho.

Te vienes. Eres.

Qué refrescancia
en la lengua del fuego de tu beso.

28
Sombra, amiga, luz

Caigo y a mi lado
arterias y ginebra
arruinan el día
a la sombra de tu beso.

30
Yenesis

Luz hubo
día uno
día segundo.

Bóvedas y luceros para señalar el tiempo

y monstruos marinos
aves
vida animal el día quinto.

Creó distintas clases de animales salvajes


y al hombre y a la mujer a imagen y asemejo
para que tuviesen autoridad sobre esos animales
para que sometieran la tierra: llénenla

fue el día sexo y descanso en el séptimo.

31
Sorella

Eres la mordida
hermana del puño cerrado
mi luz
luz enemiga muda entre la arena
memoria amable
grito que resguarda
cuerpo a tierra
ballenas o gorriones.

Perdernos será un constante hacer


y deshacerse.
Cómo te añoro: vete
peces gritando que se quede
que mis huesos a borbotones
la naturaleza: vete
el azúcar amargo de mis huesos
que te quedes
brújula mía del hueso más antiguo
hermana del óxido del clavo derecho
del pie de Cristo.

33
Silvia Torcida Cecilia

Para Silvia Goldman

No. No saben.
Las que devoran mis historias
en el nervio del huracán
no sospechan el fémur de cementerio
o la sangre en el brindis de la nada.

No. No saben.
Las que devoran mi palabra
falseada de sensatez
los que me niegan con pasión suculenta
no sospechan
esta calistenia de fisuras:

Cecilia aleteando la caída


Silvia rompiendo el mapa de otoño.

Una mujer de aire


Una muchacha de pie.

No. No saben.

34
Su caída es la de ella

Silvia se sueña
haciendo maromas de relámpago
para ahogarse en un gustito de aire.

Cecilia se sueña
colgando hamacas en andamios de cañaveral
en la ciudad de la vida
donde hay un país de cuatro pisos.

Siete pisos perdió Cecilia.

Silvia en llamas como puede


amortigua el peso de ambas
con la pluma del ala de un perro realengo.

36
Azares

El país es una astilla de memoria


donde el soñar está conectado
por un acorde que asegura:
los muertos paren el doble
apilados bocarriba
esperando lluvia de ayer.

Con cada tortura duramos


dueños de la noche clara
al fondo de un charco cualquiera
cuerpo quebrado con cadenas balas bloques
ser Yuniol Ramírez Ferreras ser silencio.

No eran cabezas calientes


sino hermanos y hermanas
acústicos, abandonados al sexo
a la claridad la protesta el conjuro.
El buitre está tras el nombre
el nombre sangra por el mismo medio de la isla.

37
38
El balcón Federico

Cantar de luna sobre las aceras


es repartirse entre el ron y la sal.

Hago todas las diligencias que dicta la tristeza


le cambio el agua a los fantasmas
les platico sobre mi trabajo
dibujo para ellos el sabor de una toronja
y entre tanta canción a veces desconozco mi voz.

Despierto hecho trueno frente al lago Michigan


quiero torear la depresión
pero me interrumpe la muchacha de café
mi nombre es Caín, le digo.
Todo apunta al odio y sin embargo me resigno
al levitar caribe de mi estatura.

39
El fémur de tu madre

Familia es el reverso del hueso


blanco sentado en mi falda
los colmillos del hasta luego.

Sembré mi apellido en las colinas de la isla


allí planté naranjos y cristales
para que tu nombre se contagiara de sonidos y fuego.

Siglos de maña se repiten en mi sangre


pero tu nombre grande se abre brecha
perfuma las sombras, organiza cachivaches y retratos.

En la espalda guardo un beso de azogue


viva llama sin grito ni consuelo.
Familia es isla que se repite
en una deuda sorda de abundancia y esqueleto.

40
Batucada

El aire gira en suspenso


aire claro de séptimo piso.
Manos largas y huesudas abanicando.
¿Balcón florido?
¿Batucada de venas y bulerías?

Collar Caribe, isla del pie descalzo


perla desnuda, axila, fémur flotante
en un cielo carente de caricatura

Hará un año que aborrecí todo lo vivo


vendiendo envidias en el cementerio
ya no importaron la luz ni los clavos
ni los ataúdes ni el silencio.

42
Dinorah (Medusa)

Mil y un veranos laceran su torso con cadenas y cimientos en


el fondo de la rosa en la superficie del calor érase una vez una
mujer sola en su pubis habitan islas en la punta de la lengua
Bienmesabe y nace y muere no por lo que calla sino por lo que
otorga.

Seguro puedo gritar para recordarte amor al fauno que pierde


los ojos en el vértigo la pavura la hoguera sabor del aire de
pronóstico soledad cero kilómetro al que no me invitas cada
cadencia es un mundo total el ritmo es un nudo que se piensa
bahía, cetro, diente de caballo regalado, madrugada te pienso
llanto como el primer remordimiento.

44
Panorama

Entre la experiencia y el mercurio


entre el tentáculo y la balanza
entre tu abrazo y mi última fibra
contemplo sereno
tu contorno de carnada.

Así distante de mi anzuelo


oscuro cual futuro
absurdo me declaro
panorama atolondrado
un coro de tígueres salpica tu nombre
mientras cierro los ojos fuerte
susurrando
una plegaria que da cuenta
de todos y cada uno de tus bellísmos dientes

Sabrosuras que los marineros sueñan en tu boca.

45
La desnudez es la materia

La desnudez es la materia del desborde


de tu boca llena de pájaros
pueblo despojado decir pueblo es ponerse en peligro
una navaja en la lengua
lengua que cubre o que adorna
sin bienes o fortuna.

Sueño con un regreso


que complete el hueco entre el hueso y la carne
sal de arraigo
cárcel la isla
puño de acero
coral fecundo.

Así baila la aquí la sangre


el odio negruzco
la fracción más pesada del petróleo
un documento aterido
impermeable en muros y tejados.

46
Mar y Sol

oh Marisol burn those bridges


let me call you mine after the goodbye

Antes que la noche te reclame mártir


la madre de pasaporte brillante que late en mi ignorancia
escápate a esas torres
escóndete en los supermercados
con sus tramos tranquilos y seguros.

Voy a verte
le entrego el corazón infestado
a un english speaking agent
que insiste en hablar en español no obstante mis credenciales
allí estuve Marisol
pensándote en un idioma ajeno
pretendiendo revelar el deseo
dedicarte un tanto de tinta
frustrado ante la idea
de que nomás eres
another number in the middle of the sea.

Entonces un tiburón mastica una cifra


el coyote deja de serlo
metáfora de olor / cuero transparente / tradiciones orales
y el Very Big Bad Brother
trayendo malas noticias
y aún así celebramos
a tientas nos pretendemos civilizados
prudentes
y aguantamos el irrespeto como ingleses

48
Oh Marisol shine those hips
di buenas tardes Guantánamo
tráete esas maracas para tu cuerpo guerrera
cántate o báilate algo
pare catorce esclavos
proclámate and
keep the cool
and return to me
your son
the breath of the flesh
the taste and the blood and the soul.

49
Gozo en mi arma

Entre dioses y hombres y mujeres hay una distancia finita:

Siete chorros de sangre


siete serpientes que brotan del torso decapitado
siete es el número del relieve
siete semillas en el surco.

Siete es el secreto de la risa.

Todos los objetos se ríen del hombre


de pie ante sus papeles
buscando el secreto de la risa en fechas masticadas.

Al tiempo se le revelan una joroba y una idea:


La risa es el lenguaje del sol.

50
érase una vez un dios
y un carro tirado de oro y fuego

el primer día vio caribe y le encantó


al segundo día retozo
por tercero se entiende agua de sal y apalabramiento
cuarto: arenas y cópula
en el quinto fuimos comadres
para el sexo llamaron abogados

no hubo domingo.

Sunday everyday must be

51
entre los álamos
baila
de caderas ofrecida
el otoño le inaugura tersos anaranjados
hay un punto moreno entre los álamos

ojos descalzos
y en el oído bueno

musarañas de mentol y algodones

ella tiene un camino de secretos más allá del vientre

allí habita mi voz

El palacio de las tardes encontradas

53
mi cuerpo
es la posición comprometida

allí residen el otoño

la flaqueza
anatomía

54
Sharon Amarillo

Cada latido
es
una
semilla
más

regreso sujeto a la instancia del primer suspiro


así piden las rezanderas paz al neptuno del canal de la mona
mientras
en los palacios se gesta nuestra miseria

si tomé las armas fue por gusto


yo
que anhelaba ser trapecista
me he visto obligado a la manopla
al fervor morado
a resistir

la fuerza con la que nivelo los nudillos ha sido confundida con


un deseo funeral
nunca adivinaron el miedo
confundieron
anzuelo con coraje
en el cojo intento

55
de acompasar sus agrias palpitaciones
al abismo que define las profundidades del tambor

escribir así
es preguntarse el por qué de la forma
la diferencia entre
el huevo
y la piedra
me confieso encerrado en la madera
eco
respirando la armonía que le tiembla a los animales que asedi-
an el cortejo

será que cada hombre puede ser una silla


será que cada hombre debe parecerse a su silla
tener una imagen
de la misma
del silencio
que se llenaba de copas
mientras una bruma violeta
se congregaba en tus reflejos
oh amiga
hermana
cuántas manos
cuánto acertijo
será que cada frontera puede ser una isla
o el retrato de la madera sentada

cuántas balas
cuál tiene mi nombre
cada hombre es el espejo de su silla

56
*

he mencionado el asedio a las formas más irregulares de la


madera
se espera que regrese hecho hijo o amante
eso no importa
importan tus manos
la revolución en los candelabros
en los cristales del exceso

en tu miedo a las brújulas


a las pancartas
a los huevos
a las piedras

a la cola de los tritones

he sugerido que hay pueblos que se lanzan hacia el mar


para regresar con la misma mano encadenada
delante
y detrás
he ahí el gatillo sudado
los blones prendidos
un pueblo entero comiendo ceniza y respirando mierda

a fin de cuentas
esto es la miseria
hemos votado por ella
sonrientes

57
entregamos el pecho para que nos lo pintaran
indeleble

pero yo sigo enamorado de ti como el primer día


como la primera ofensa
y te pienso con la falda alborotada
y el hilo de luz que engarza los bordes de
esos mismos dedos
temblando de floras
cal azul mediterráneo
semillas tostadas
y un reguero de merengues poderosos de los ochenta.

hoy he visto un hombre tropezarse con su solitude

ojalá ese enamoramiento tuyo radique


en el aleteo rubiroso de mis pestañas
en el sabroseo de mis acentos que bailan delatantes

cuántas islas me tocan, cuántas albergo

la palabra
era el miedo a revelar las arenas
y pensar que esta silla está hecha de árboles naufragados

58
esa carne antillana
soñadora
que se consuela en el cabotaje de sal estremecido
de pasaporte visado
si la fila
fuese
para recibir de vuelta mi fortaleza
rompería la madrugada
sacrificaría al dios de los albores

[porque en algún momento fuimos estruendo


quizás esta isla posee una caverna
que guarda los primeros dominicanos heridos
las boricuas sangrantes
quizá este pedazo de madera levantada
tuvo un pasado
una ética
piel
tornasolada
que quizás
tropezando
encuentre sentido
en tanto desarraigo]

ella es un sueño mordido entre mariposa y almendro


una voluntad amarilla
una inseguridad atropellándose en la caja torácica
uno quisiera ponérsele cerca
remendarle la diástole

59
hay en su labio una contradanza
hay una luna varada en su vientre
he mencionado su vientre anteriormente
he dicho que hacia allí se orientan los caracoles

la calle dibuja tus contornos de espada


te aburre y te sorprende que la turba
se cuide te tu extremo de ángel
sin embargo
te esfuerzas en los acordeones amenazando con tu partida

¿qué harás
con estos huesos
cuando te canses de zarpar?

60
Epílogo
Los primeros poemas de este cuaderno son una especie de
contracanto al poeta mexicano Max Rojas en su libro Ser en la
sombra. Un ejercicio similar hice con dos o tres poemas en la
sección del medio y que refieren a Cecilia, a los siete o cuatro
pisos y a las despedidas de aire… todo ello inspirado por la po-
eta uruguaya Silvia Goldman. De igual forma influyeron las lar-
gas conversaciones con el poeta español Álvaro Hernando y el
doctor alemán Gideon Ilsset. Gracias sobre todo a Papá Bocó, a
las manos diligentes que cosen y que como Lezama, continúan
trabajando la madera como uña despierta, como el hilo que ata
y destrenza en la reminiscencia.
Índice
Amada enemiga
Ser en tu sombra
Entre lo claro
San Gabriel
Bicicleta fantasma
Hielo quebrado
Va chata de silencio
Algo se ofusca
Sarabande
Cuerpos yo deseo
Requiém Gatúvelo
Sin memoria
En principio fue el viaje
Luz que te alejas
Cursi
Sombra, amiga, luz
Yenesis
Sorella
Silvia Torcida Cecilia
Su caída es la de ella
Azares
El balcón Federico
El fémur de tu madre
Batucada
Dinorah (Medusa)
Panorama
La desnudez es la materia
Mar y Sol
Gozo en mi arma
Sunday everyday must be
El palacio de las tardes
encontradas
anatomía
Sharon Amarillo

También podría gustarte