Está en la página 1de 6

PROMOCIÓN DE LA SALUD ORAL Y

ODONTOLOGÍA PREVENTIVA
Promoción de la salud
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la promoción de la salud es un proceso para hacer capaz al
individuo de incrementar el control y mejora de su estado de salud para lograr un completo bienestar físico, mental,
social y espiritual; conduciéndole a una vida activa y productiva (Calidad de Vida)”, WHO 1986.

La OMS define a la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no a solamente a la ausencia de
enfermedad.

Salud oral y bienestar


Fomentar la salud oral trae consigo varios beneficios tangibles e intangibles, tales como la apariencia (sonrisa),
autoestima, capacidad funcional, impacto en la salud general, impacto sobre estados mórbidos sistémicos, economía,
cultura para la salud y comportamiento saludable.

Al conservar la salud oral, se tiene un mayor control sobre los procesos patogénicos que se producen en enfermedades
como diabetes, artritis reumatoide y enfermedades cardiovasculares, inmunológicas y metabólicas además, influye
favorablemente en la disminución de la morbilidad asociada a estados fisiológicos como la pubertad, la menopausia y el
embarazo.

Odontología y medicina para la salud


La salud bucal y la salud general están interrelacionadas de manera unidireccional y bidireccional. La presencia de
desequilibrios bucales afecta la condición general de una persona, de igual forma que las enfermedades sistémicas
pueden afectar la cavidad oral.

Actualmente, el modelo médico se concentra únicamente en la enfermedad, sin tomar en cuenta el concepto global de
calidad de vida, al cual solo aporta una parte. Muchos clínicos ignoran el bien que la odontología puede producir en los
contextos médicos, y no toman en cuenta los daños que causan al prescindir de la participación odontológica, la cual
está comprobada que puede hacer más lenta la aparición de los síntomas o promover un restablecimiento más rápido
de varios grupos de entidades nosológicas sistémicas.

Por otra parte, la medicina no aprecia ni se hace responsable de los efectos colaterales que diversos tipos de terapias
farmacológicas, quirúrgicas o ionizantes causan sobre el componente bucal y la calidad de vida. Algunos ejemplos de
efectos bucales secundarios de la terapéutica médica son: hiposalivación, anulación de la función salival, destrucción
dental, agrandamiento gingival, incremento a la susceptibilidad infecciosa, decremento de la capacidad reparativa,
fibrosis muscular, mucositis, dolor o ardor crónicos.

El modelo médico debe apreciar y valorar la sobrecarga biológica de origen bucal que la inflamación, contaminación e
infección crónicas causan en la aparición, desarrollo y eficiencia en el control o curación de enfermedades sistémicas.

La aspiración de ofrecer bienestar e incrementar y conservar la calidad de vida a la población obliga a la coparticipación
entre áreas de salud (médicas, dentales y psicológicas) con otras disciplinas como las socioeconómicas y las
socioculturales.
Niveles de riesgo en la promoción de la salud oral y odontología preventiva
La odontología contemporánea no debe dedicarse únicamente a atender individuos enfermos, también debe atender a
personas sanas que deseen conservar un buen estado de salud.

Uno de las primeras acciones para lograr esto es identificar el Nivel de Riesgo que el individuo, sano intacto o sano
recuperado de una enfermedad, pueda desarrollar y de ahí establecer medidas universales así como individualizadas, de
promoción de la salud que le ayuden a conservar, potencializar y prolongar ese estatus.

Establecer el nivel de riesgo no sólo implica generar un concepto cuantitativo o cualitativo, sino identificar, modificar y
controlar los factores que exponen o inducen al riesgo.

 Escenarios clínicos en salud y enfermedad


La valoración del riesgo también se debe establecer en individuos enfermos, ya que en ellos las medidas curativas se
deben combinar con las preventivas y de promoción de la salud, cuando se haya recuperado.

Los estados condicionantes y sus combinaciones son variados:


a. Salud bucal:
Intacta
Recuperada
b. Salud sistémica:
Intacta
Recuperada
c. Enfermedad o condición general:
Salud bucal intacta
Salud bucal recuperada
Enfermedad bucal

El establecer el nivel de riesgo hace que los procedimientos clínicos sean más sensibles y específicos. Esto se be iniciar
con la determinación del nivel de riesgo para establecer en forma temprana las medidas preventivas y promotoras de la
salud necesarias, ya que la sola curación de la enfermedad o la rehabilitación funcional del paciente no se han mostrado
suficientes para evitar su reaparición o dar estabilidad.

Las actividades de promoción de la salud y las preventivas pueden:


a. Preceder al manejo del padecimiento general.
b. Acompañarlo durante su fase de control.
c. Ser parte del manejo a largo plazo de la enfermedad general, cooperando en su estabilidad clínica, bienestar y
logro de calidad de vida.

Para definir los niveles de riesgos para caries, periodontitis y cáncer bucal, se pueden utilizar cuestionarios. Estos datos
se emplean para identificar los factores determinantes mayores e intentar modificarlos, así como para definir el plan de
tratamiento del paciente, establecer medidas individuales para la promoción de la salud y medidas preventivas
específicas. Esto suele acompañarse exámenes de volumen y función salival.

Biofilms periodontales como factor de riesgo en la enfermedad sistémica


Algunos tipos de sobrecarga microbiológica, inmunológica e inflamatoria pueden perturbar la salud y bienestar de los
individuos con padecimientos sistémicos o de aquellos que están propensos a serlo.

El biofilm o placa dentobacteriana es una masa blanca, tenaz y adherente de colonias bacterianas en dientes, encías,
lengua y otras superficies bucales, capaz de causar caries dental, enfermedad periodontal y formación de tártaro.

Desde el biofilm periodontal, alojado en el surco gingival o en las bolsas periodontales, pueden ingresar al organismo
por vía digestiva, sanguínea o linfática microorganismos gramnegativos completos, fragmentos de su membrana celular
(lipopolisacáridos [LPS]) y subproductos de su metabolismo, repercutiendo en el manejo y cuadro clínico de
enfermedades y condiciones de distinta etiología, como alteraciones isquémicas cardiacas, hipertensión arterial, artritis
reumatoide y diabetes mellitus.

Existen bacterias periodontopatógenas reconocidas, entre las que se encuentran Porphyromonas gingivalis, Tannerella
forsythia, Peptostreptococcus micros, Prevotella intermedia, Eikenella corrodens, Fusobacterium species,
Camphylobacter rectus, Aggregatibacter actinomycetemcomitans, entre otras. Todas estas especies aportan LPS y otros
subproductos que inducen respuestas inmunoinflamatorias por parte del huésped con la consecuente producción de
productos proinflamatorios, como metaloproteinasas, citosinas, IL-1β, TNF-α e IFN-γ y reguladores de la respuesta
inflamatoria como la prostaglandina E2 (PGE2).

Por efecto de bombeo, todos estos efectores biológicos pueden ingresar al interior del organismo vía vascular durante la
masticación y el cepillado o por manipulaciones efectuadas durante la consulta dental. Ya en la circulación, los
microorganismos, sus subproductos y los elementos inflamatorios y proinflamatorios del huésped, causarán sobrecarga
en los órganos de depuración, afectando así a órganos o tejidos susceptibles, llegando, en ciertas ocasiones, a dificultar
el control de la enfermedad sistémica o a magnificar la morbilidad, acrecentando el riesgo de mortandad.

Es por esto que surge la necesidad de que algunos pacientes sanos, pero propensos (nivel de riesgo) o con
padecimientos sistémicos establecidos, tengan que controlar la flora nociva con un adecuado control personal,
supervisión y mantenimiento periódico dental y periodontal.

Condición sistémica en odontoestomatología


Existen algunas consideraciones particulares en el manejo de odontológico de individuos susceptibles o con factores de
riesgo aumentado para desarrollar enfermedades sistémicas.

 Embarazo
La embarazada sufre variados cambios hormonales que influyen en la magnificación de estados inflamatorios
preestablecidos. Los ajustes estrogénicos, de progesterona y otras hormonas incrementan la permeabilidad y
proliferación vascular en el tejido gingival previamente irritado por biofilms microbianos y cálculos dentales,
conduciendo a una reacción inflamatoria aumentada que produce sangrado, halitosis, enrojecimiento gingival, aumento
de la movilidad dental y pérdida dental, como cambios clínicos principales. En ausencia de sarro, cálculos dentales y
biofilms patógenos que contaminan estas formaciones o a la superficie dental, los cambios gingivales o periodontales no
se presentarían, conservando y preservando la mujer embarazada su estado de salud bucal.

Acorde a los niveles de prevención, algunas de las medidas que se pueden aplicar son:

Promoción de la salud
a. Promoción, ante y por la sociedad médica y dental, de los beneficios de atención dental a la mujer
embarazada o por embarazarse. Pre, trans y posembarazo.
b. Orientación dietética. Disminución del consumo de sacarosa. Muy importante
c. Acciones de estimulación salival.
d. Visitas odontológicas trimestrales durante el embarazo. Establecimiento de métodos de control de biofilms
dentales y periodontales, y realización de profilaxis dental.

Protección específica
e. Examen físico completo: bucal, dental y periodontal.
f. Examen radiográfico:
· Completo: previo al embarazo.
· Panorámica y aleta mordibles: 2do y 3er trimestres.
· Periapical: casos de urgencia durante 1er trimestre, utilizando mandil de plomo.
g. Aplicación de tratamientos más urgentes, como lesiones cariosas profundas con tratamiento endodóntico.
Atención periodontal de hasta la primera fase (raspado y alisado radicular), sin importar el avance del
embarazo.
h. Posponer cirugía periodontal hasta después del alumbramiento, dar terapia de mantenimiento trimestral.
i. Durante el periodo de lactancia, la selección farmacológica es importante para evitar que los medicamentos
prescritos los absorba el lactante.

 Estados de hiposalivación
La saliva es un fluido orgánico de secreción externa que
contiene diversos elementos que causan satisfacción y
protección a las personas, y por consecuencia, su
disminución o ausencia afecta significativamente al
ecosistema oral.

La saliva contiene e influye en funciones como:


 Agua. Vehículo general, humectante y disolvente de
sustancias saborizantes.
 Proteínas. Mucina, que interviene en la función
lubricante de la mucosa, así como otros
mucopolisacáridos y glucoproteínas.
 Función digestiva. Formación y tránsito del bolo
alimenticio.
 Capacidad buffer. Mantiene el pH salival por la
presencia de diversos electrolitos, en particular los
carbonatados.
 Función gustativa. El contenido acuoso determina
el nivel de dilución de los sabores básicos (salado,
dulce, agrio y amargo). El contenido acuoso actúa
como vehículo para que se alcancen los receptores
gustativos y haya intercambio iónico y el sabor o
sus combinaciones sean captados.
 Efecto sobre el control carioso y periodontal.
Influyen en la actividad remineralizante y en el
contenido del biofilm adherido al diente.

Por consecuencia, la presencia o ausencia salival puede


exponer a las personas a desarrollar condiciones bucales
adversas de repercusión local y general, en algunos casos
provocando desequilibrios e inadecuaciones en el manejo
médico.

La hiposalivación se describe como la incapacidad, por


cualquiera que fuera la causa, de producir cantidades de
saliva de 0.5 a 1 mL/min, con la provocación de un estímulo
físico o químico. De todas las causas de hiposalivación la
más frecuente es la producida por el consumo de fármacos
con efectos anticolinérgicos como reacción secundaria, con
lo que la transmisión nerviosa al órgano efector es
bloqueada a nivel sináptico. En ausencia de estímulo
nervioso, la glándula reduce su producción salival y sufre un proceso de atrofia, hasta que en forma gradual la sustituye
fibrosis reparativa.

Acorde a los niveles de prevención, algunas de las medidas que se pueden aplicar son:
Promoción de la salud
a. Identificar a los sujetos susceptibles a desarrollar estados de hiposalivación o en riesgo de disminución de la
capacidad secretora salival.
b. Orientar a los pacientes sobre la adecuada hidratación corporal. Consumo de agua
c. Reducción en la ingesta de sacarosa.
d. Uso de selladores y barnices con flúor.

Protección específica
e. Elegir materiales que desprendan flúor y que no requieran alto índice de humedad para su preservación.
f. Establecer un programa de control personal del biofilm dental de alto rendimiento.
g. Establecer el uso de sustancias con aporte iónico de acción conjunta: calcio, fosfatos y flúor.
h. Inducir estimulación salival
i. Establecer un programa trimestral de mantenimiento dentoperiodontal

 Pacientes discapacitados
La discapacidad física puede ser por incapacidad parcial o total del uso de manos o extremidades superiores. La
enfermedad de Parkinson, epilepsia, artritis reumatoide, esclerodermia y paraplejia son ejemplos de este tipo de
discapacidad.

La discapacidad mental conceptualmente es más complicada, ya que puede atribuirse a condiciones que van más allá del
deseo del paciente hasta la falta de cooperación volitiva. La trisomía 21, enfermedad de Alzheimer y depresión algunos
ejemplos.

Algunos métodos para mejorar la higiene y condición bucal de este tipo de pacientes son:

 Alargar el mango del cepillo dental.


 Uso de cepillos automáticos. Eléctricos o preferentemente sónicos.
 Higiene dental asistida. El equipo dental debe capacitar a una enfermera, a un familiar o a un cuidador.
 Evitar el uso de dentífricos en personas inconscientes o con reducida capacidad mental.
 Uso de gluconato de clorhexidina al 0.12% 1 vez a la semana.
 Control trimestral (examen, profilaxis, aplicación de sustancias remineralizantes, solución de posibles
problemas).

 Pacientes en quimioterapia, radioterapia y cirugía oncológica, de implantes y de trasplante orgánico


Los pacientes con antecedentes de algunas enfermedades sistémicas graves, agudas o crónicas, como las oncológicas o
que necesiten un trasplante de órganos, debe presuponer intervenciones dentales y periodontales preliminares y de
acompañamiento en las diversas fases de la terapia médico quirúrgica.

Algunas medidas que se pueden adoptar para evitar que se agudicen o aparezcan complicaciones en el manejo de la
enfermedad general son:

a. Control previo de focos infecciosos e inflamatorios orales, agudos o crónicos. En radioterapia puede haber
cambios en la biología ósea que lleven a necrosis y hagan sensible al paciente a infecciones crónicas óseas,
pérdida de sustancia y disminución del pronóstico restaurador, protésico y de implantes. La quimioterapia
emplea fármacos citotóxicos para tratamiento neoplásico e inmunosupresores para la aceptación de trasplantes
orgánicos. Esto provoca que la persona tenga problemas reparativos y de susceptibilidad infecciosa primaria y
secundaria. Los bifosfonatos usados en oncología para prevenir la destrucción ósea acelerada afectan la
respuesta vital de los maxilares, complicando su reparación. Lo anterior es importante para tener un paciente
sin infecciones ni contaminaciones activas o crónicas antes del inicio de la terapia médico-quirúrgica.

b. Control de flora nociva. Un control personal de biofilms microbianos patógenos, producto de la instrucción
profesional, que garantice alto rendimiento en los resultados.

c. Mantenimiento periódico periodontal. Denominada terapia periodontal de soporte. Son esquemas de


supervisión periódica estricta y de alto rendimiento en el control de biofilms periodentarios.

d. Programas especiales. De promoción de la salud y prevención de enfermedades bucales para personas con
discapacidad o incapacidad.

 Enfermos en etapa terminal


La prudencia, sensatez y ética médica indican que, en enfermos que médicamente se han declarado en etapa terminal,
sólo se deben intentar procedimientos dentales que mantengan a los enfermos libres de dolor o molestias dentales.

Las prescripciones contra la infección y el control doloroso estarán indicadas. El uso de procedimientos y elección de
materiales intermedios de tratamiento y restauración se convierten útiles y pertinentes, de tal forma que algunas
propuestas para este fin son:

a. Eliminación de tejido reblandecido carioso y restauración


b. temporal con óxido de zinc y eugenol reforzados.
c. Uso de selladores de fisuras. En los casos de incremento de la susceptibilidad cariosa.
d. Pulpotomía o pulpectomía con medicación cameral.
e. Profilaxis semanal.
f. Uso profiláctico de antimicóticos en gel (miconazol). Una aplicación una vez a la semana.
g. Enjuagues con soluciones con bicarbonato de sodio.
h. Uso profiláctico de antisépticos potentes como clorhexidina 0.12%, para combatir la presencia bacteriana, una
vez a la semana, 2 a 3 minutos sin enjuague posterior.

El objetivo es brindan un mayor margen de seguridad y comodidad al paciente terminal o moribundo, no sólo
excluyendo la posibilidad de que se agudicen o complíquen, sino evitar la aparición de dolor o molestias agregadas a un
estado perentorio.

También podría gustarte