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Staff
Moderadoras
Jessibel Malefica
Neera Tessa

Traductoras
Tessa Malefica
Nanaromal Neera

Moderadoras de corrección
Jessibel
RRZOE

Diseño
Blue 3
Índice
Sinopsis Capítulo 6
Capítulo 1 Capítulo 7
Capítulo 2 Capítulo 8
Capítulo 3 Capítulo 9
Capítulo 4 Capítulo 10
Capítulo 5 Sobre el autor

4
Sinopsis
R
avana Faith ha estado aprendiendo a vivir como vampiro mientras
estaba rodeada de su sobreprotectora familia. No ha tenido la
oportunidad de brillar, y está lista para demostrar a todos que no
está hecha de vidrio. Cuando el espectro de un cazador llega a su ciudad, ella
quiere ser la que lo mate. ¿Pero qué pasa cuando es exactamente ella quien se
enamora?

Valen Sterling procede de una larga línea de hombres que cazan vampiros.
No es la vida con la que soñaba cuando era niño, pero ¿qué más se supone que
debe hacer? Tiene un legado que continuar y nada se interpondrá en su
camino... hasta que Ravana sea la que bloquee su camino.

¿Puede renunciar a todo lo que ha conocido por la mujer que se


supone que es su enemiga?

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1
Ravana
Veo a todos los niños ir de casa en casa pidiendo dulce o truco. Cada uno
se ve más lindo que el anterior en sus disfraces de Halloween. Me duele el
corazón con nostalgia cuando sus mejillas redondas se tornan rosadas por el
ligero frío en el aire. Cuando me siento en el banco, veo a los padres tomados de
la mano mientras siguen a sus hijos, sonriendo y tomando fotos.

Cuando muera no llorare la pérdida de mi vida. Lloraré porque nunca


llegaré a ser madre. Supongo que eso significa que al final él ganó. Me dijo que
yo pagaría, pero no tenía idea de que el precio sería tan alto. Debería haber
escuchado mejor. Siempre fui terrible en eso porque soy demasiado testaruda
para mi propio bien. La gente me advirtió sobre él, diciéndome que me
mantuviera alejada. Al principio me enamoré de él, pero no tarde mucho en ver
lo que había debajo de su encantador exterior.

Dijo todo lo correcto para atraerme, como querer una familia y una cerca
blanca. Fui una presa fácil para él cuando lo único que quería era ser mi dueño.
Su objetivo era controlarme y mantenerme como si fuera una posesión valiosa.
No creo que el fuera capaz de amar a nadie más que a sí mismo. Se concentró
en mí cuando empecé a ver quién era realmente y lo rechacé. Fue entonces
cuando su ego no pudo soportarlo. Me dijo que, si no estaba con él, no estaría 6
con nadie. Eso fue lo último que dijo antes de clavarme el cuchillo en el
estómago.

Mi mano va allí cuando lo pienso y juro que todavía puedo sentir algún
tipo de dolor fantasma. Bishop me encontró desangrándome en un callejón esa
noche. Jarrod me dejó allí como un pedazo de basura para que muriera sola. No
es que no estuviera acostumbrada a estar sola. Perdí a mis padres cuando era
joven, y estaba demasiado asustada para acercarme a alguien más después de
eso. Pero en ese momento, cuando pensé que iba a morir, nunca me había
sentido tan sola en mi vida.

No sé por qué Bishop eligió convertirme, pero cuando lo hizo, me dio una
familia. Una que no es fácil de matar. No tengo que tener tanto miedo de
perderlos como lo tuve con otros en mi vida. Puede que no sea el tipo de familia
con la que había soñado todos estos años, pero es más de lo que pensaba que
sería posible. Tal vez por eso soy tan protectora con ellos.

Todavía me sorprende que Kane haya encontrado a su compañera. Nuestra


familia está creciendo, pero por alguna razón siento como si hubiera perdido
algo. Kane siempre era el que más me necesitaba. Era como un hermano
pequeño del que me ocupaba, aunque era décadas mayor que yo. Pero sé que
una compañera es mejor para él. Ella le dará todo lo que necesite, y puedo verlo
en la forma en que la mira: finalmente es feliz. Ella lo hace sonreír e incluso reír.
Es algo que nunca había oído de Kane antes.

Estoy muy contenta por él, pero no puedo evitar la amargura y los celos
que sentí cuando dejó embarazada a su pareja. Va a tener un bebé y eso es algo
que nunca podré hacer. Las vampiresas no pueden quedar embarazadas. El
dolor de estómago empieza a latir y siento lágrimas en la mejilla. Me las quito
furiosamente porque ya no puedo llorar por esto. He derramado demasiadas
lágrimas y debería estar agradecida de estar viva.

Me levanto porque necesito salir de aquí. Ni siquiera debería salir sola,


pero mi casa empezaba a sofocarme. No estoy segura de cómo una casa tan
grande como la mía puede hacer eso, pero a veces pienso que el tamaño sólo la
hace mucho más solitaria. Es sólo otro recordatorio de que nunca podré llenarla.

Me deslizo entre las sombras y vuelvo a casa. No doy más que unos pocos
pasos cuando hago una pausa mientras una sensación de hormigueo me golpea
en la nuca. Me doy la vuelta, miro detrás de mí, pero no veo nada. Me quedo ahí
un momento, pero lo único que oigo son los sonidos de los niños. Sabía que no
debería haber venido aquí esta noche. Ni siquiera me escucho a mí misma.
7
Casi salto cuando mi teléfono vibra en mi bolsillo trasero y me toma
desprevenida. Respiro profundamente para recuperarme. Ya sé quién es sin
tener que mirar.

—Bishop —digo con calma mientras contesto el teléfono.

—No estás en casa. —Puedo oír una pizca de ira en su voz.


—Salí a dar un paseo —respondo, incapaz de pensar en una buena razón.
Maldita sea—. ¿Me estás rastreando? —No sé por qué lo pregunto. Bishop a veces
lleva el papel de mi creador demasiado lejos. He notado que es más estricto
conmigo que con los otros, y está empezando a ponerme nerviosa.

—Por supuesto, y no se suponía que fueras a ninguna parte a menos que


tuvieras a alguien contigo.

—No soy una niña —chasqueo cuando empiezo a caminar. —Y no dejaré


que me trates diferente porque soy una mujer.

—Eres la más joven y no eres tan fuerte como el resto de nosotros. —Puedo decir
que está tratando de contener su ira porque no le gusta que lo desobedezcan.

—Puedo cuidar de mí misma. Lo estaba haciendo antes de...

—Antes de que te mataran. —Me interrumpe y casi me tropiezo con mis


propios pies.

—No puedo creer que hayas dicho eso.

—Maldita sea, Ravana. Hay un caza vampiros ahí fuera ahora mismo. No
puedo creer que hayas ido en contra de mis órdenes. Eres la última que pensé
que haría esto.

Eso es porque siempre hago lo que me dicen, pero esta noche necesitaba
salir. Necesitaba respirar un momento.

—Estaré en casa pronto. —Cuelgo y apago el teléfono. Sé que tiene razón


y que no debería salir con un caza vampiros por ahí. Dos vampiros ya están
desaparecidos y no estaban lejos de donde vive nuestro clan.

Vuelvo a meter el teléfono en el bolsillo y sigo caminando. Salto el


pavimento dejando que mi enojo alimente mi paso mientras voy a casa. Ahora
está completamente oscuro y estoy caminando entre los árboles cuando tengo la
sensación de que alguien me está observando de nuevo. Me detengo y tonteo,
pero no hay nadie ahí. Inhalo y puedo oler el jarabe de arce. Es tan extraño. El 8
dulce olor me recuerda a los panqueques calientes y me encanta. Estoy ansiosa
mientras miro a mi alrededor y mis ojos se mueven por todas partes. No veo a
nadie, pero decido que necesito llegar a casa lo más rápido posible. Salgo
corriendo tan rápido como puedo.

Cuando veo mi casa, no me detengo a abrir la cerca. En vez de eso, salto


sobre ella y caigo de pie, corriendo a toda velocidad hasta que llego a la puerta.
Escaneo mi pulgar en la cerradura y la puerta se desbloquea inmediatamente.
La abro y luego la cierro detrás de mi antes de recostarme contra ella.

Tengo un hormigueo extraño por toda la piel y siento calor. Respiro hondo
y me calmo. No fue nada. Estoy segura de que, entre visitar a los fantasmas de
mi pasado esta noche y un cazador suelto, estoy al límite. Eso es todo.

—¿Ravana?

Mi mano vuela a mi pecho mientras Juliet entra revoloteando en la


habitación con Kane justo detrás de ella.

—Lo siento, ¿Te asusté? —Me mira confusa porque sí, debería haberlos
oído. O al menos olerlos cuando entré en mi casa, pero mi mente estaba en otra
parte.

—Me sorprendió verlos aquí, eso es todo. No sabía que Kane te dejaba salir
de casa —bromeo.

Él ha estado en modo súper protector. No lo culpo, con el caza vampiros


ahí afuera y su nueva compañera embarazada. Cualquier vampiro sería así, y el
deseo de tener un compañero me golpea una vez más. ¿Habrá alguna vez un
momento en que los vea a los dos y no me ponga celosa? Quiero que alguien se
preocupe por mí de esa manera, incluso si soy lo suficientemente fuerte para
cuidar de mí misma.

—Oh, bueno, quería pasar por aquí y pasar el rato. Pensé que te vendría
bien un poco de compañía.

La miro con una ligera sorpresa. Fui grosera con ella cuando nos
conocimos por primera vez porque no sabía que era la pareja de Kane y estaba
preocupada de que se enterara de lo que éramos. Kane parecía que estaba
perdiendo la cabeza y actuaba de una manera que nunca había visto antes. He
dicho que lo siento, pero a veces no es suficiente y lleva tiempo.

—Ella estaba preocupada por ti —dice Kane desde atrás.


9
—¿Lo estabas? —miro a Juliet y se encoge de hombros.

—Parecías triste, y las chicas tenemos que estar juntas por aquí. —Me
sonríe. No puedo evitar sonreírle. Ella es realmente dulce, y la amo por lo que ha
hecho por Kane.
—Vamos, te prepararé algo de comer —le digo. Me acerco y le tomo la
mano. Ella le da a la mía un pequeño apretón y puedo sentir un vínculo que se
forma entre nosotras.

—¿Tú cocinas? —pregunta ella, levantando una ceja.

—Por extraño que parezca, me encanta cocinar, aunque no pueda comer.


Me relaja. Fui chef antes.

—Entonces puede que esté aquí mucho más a menudo, porque


últimamente no puedo llenarme. —Juliet se da palmaditas en la barriga.

Kane nos sigue mientras yo la llevo a la cocina. Nunca la deja estar a más
de un brazo de distancia.

—Bien, porque me gusta cómo suena eso. —Puede que no pueda tener una
familia propia, pero voy a apreciar la que tengo.

10
2
Valen
Es tarde y el sol ya se ha puesto. Me estoy acercando a la ciudad, pero
esto no se siente como cualquier otra cacería en la que haya estado antes. Algo
está mal, pero no sé qué es.
He cazado vampiros desde que tenía edad para sostener un arma. Mi padre
viene de una larga línea de cazadores y transmitimos nuestros conocimientos de
una generación a otra. Hay vampiros en este mundo que sólo buscan
destruirnos. Hacen daño a gente inocente y matan a cualquiera que se
interponga en su camino. Es mi trabajo eliminar esas amenazas y erradicar su
maldad del mundo. Ha habido rumores de un clan viviendo entre humanos
dentro de la ciudad. Es inaudito en su mayor parte, y estoy ansioso por poner
mis ojos en ellos.
No sé mucho de sus costumbres, pero normalmente son solitarios y les
gusta estar solos. Por lo general, viven en colinas lejos de la gente, o en las
profundidades de los bosques, lugares a los que la gente no va. No necesitan
mucho para sobrevivir, sólo tienen que mantenerse alejados del sol. Por lo que
me han enseñado, no comen y no necesitan beber la sangre de los humanos para
mantenerse vivos. No se parece en nada a las películas que veía cuando era niño,
lo que me decepcionó en ese momento. Cuando crecí descubrí que no son
inmortales pero que pueden vivir hasta doscientos años sin pareja. Nunca he
matado a una pareja antes, así que no sé si son raros o simplemente buenos 11
para pasar desapercibidos.
Al crecer, este no era mi sueño. Cuando mi padre comenzó a entrenarme
para hacer esto, pensé en todos los otros chicos que conocía que no tenían idea
de que los vampiros eran algo real. Tuve que guardar el secreto mientras
aprendía a cazar y rastrear a estas criaturas. Mi padre me crió solo, así que no
tenía a nadie más a quien recurrir. Cuando murió hace unos años, pensé en
dejarlo. Pero soy conocido como el mejor cazador ahora que se ha ido y tengo
que pensar en las generaciones futuras después de mí. No tengo esposa ni hijos,
y me preocupa lo que pasará con nuestro legado familiar si muero. ¿Será el final
de nuestra línea de cazadores?
Lo único que tengo en mi vida es cazar vampiros. No me enorgullece haber
matado a otra criatura, pero mi padre creía que eran una plaga maligna en este
mundo, como lo creía su padre antes que él. Se supone que debo seguir con esta
tradición, pero tengo mis propias convicciones. Aquellos a los que he matado
sabían que eran malos y tenían lo que se merecían. No me arrepiento de lo que
he hecho, pero nunca he tenido una noche de sueño reparador.
Con el paso de los años me he vuelto frío y distante, por lo que nunca he
podido establecer una relación con nadie. ¿Quizás esa es la diferencia entre mi
padre y yo? Le encantaba lo que hacía y era capaz de tener una familia. Cuando
mi madre murió, yo era todo lo que le quedaba. No puedo evitar preguntarme, si
ella hubiera vivido, ¿Me habrían dado la opción de encontrar mi propio camino?
Cuando llego a la ciudad estaciono mi camioneta en el centro y saco mi
teléfono. Reviso los mensajes codificados que me envió mi informante de los
Cazadores y veo qué información tienen para mí. Dice que ha habido rumores
de que un clan vive cerca y que recientemente hubo una serie de asesinatos
cerca del área. Escuché las noticias en el camino y parece que podría ser un
vampiro, pero también podría ser un psicópata humano en una matanza.
Eliminé a dos vampiros cerca de aquí hace unas semanas. Estaban
matando a humanos al azar y torturándolos por deporte. Los maté sin una pizca
de culpa, pero los asesinatos en la ciudad no se detienen.
Cuando salgo de la camioneta un par de niños con disfraces me tiran de
espaldas. Me desconcierta por un segundo hasta que recuerdo la fecha. Nunca
llegué a celebrar Halloween cuando era niño. Mi padre pensó que eran unas
vacaciones tontas y sólo idealizaba a los monstruos que nos rodeaban. Él era un
hombre frío que no creía en mimar a los niños, pero era amable conmigo.
Me pongo mi abrigo de cuero y cierro la cremallera cuando el aire frío de
la noche comienza a soplar. Una cosa a la que me adapté bien es a vivir en la
noche. Tengo que estar despierto cuando los vampiros lo están, y eso significa
dormir cuando sale el sol.
Mis botas pesan mucho en el pavimento mientras meto las manos en los
bolsillos de la chaqueta. Mis vaqueros también son oscuros, así que es más fácil 12
para mí mezclarme. La chaqueta también ayuda a ocultar la navaja larga que
tengo atada a la espalda. Hay otra en mi tobillo y otra en mi cintura. No me
gustan las armas y prefiero ser lo más callado posible cuando mato vampiros.
El plan para esta noche es explorar el área y algunas de las casas. Uno de
los cuerpos fue encontrado el mes pasado cerca del bosque en el parque, así que
iré allí primero. Quiero mirar con mis propios ojos el lugar y no sólo las fotos de
la escena del crimen. Me metí en el sistema de la ciudad y saqué toda la
información que pude de allí, pero los policías no tienen nada hasta ahora, así
que no fue exactamente útil.
Hay multitudes de gente caminando y el centro de la ciudad está lleno de
emoción. Veo a una familia cruzando la calle y cada uno de los padres lleva a
sus hijos durmiendo mientras agarran sus cubos de caramelos. Algo en verlos
me hace apartar la vista rápidamente. Es casi como si mi cerebro no quisiera ver
lo que no puedo tener, así que no me permito quedarme en ello. La idea de amar
a una mujer y tener un hijo con ella es algo en lo que no pienso, y no hay tiempo
para ello esta noche.
El borde del parque es denso con árboles y el lugar donde se descubrió el
cuerpo no es diferente. Hay un pequeño sendero a un lado que se aleja del parque
y de la ciudad, pero no lo sigo. En vez de eso, me quedo en el borde de los árboles
y observo el parque, buscando cualquier cosa sospechosa. A lo lejos veo a una
mujer morena sentada en un banco. Está mirando hacia otro lado, pero su
cabello ondulado está sobre el hombro y su cuello pálido brilla a la luz de la luna.
Está viendo a los niños cerca de ella mientras corren y juegan con sus disfraces.
Yo debería estar haciendo lo mismo, pero mis ojos están puestos en ella. Antes
de darme cuenta, he dado un paso en su dirección. Todavía estoy en el borde del
bosque y me sorprende haberme movido sin pensar conscientemente.
La observo sin parpadear y con total concentración mientras se sienta allí
en silencio. Después de un momento, levanta la mano y parece que se está
secando una lágrima. De repente doy otro paso hacia ella y me pregunto qué es
lo que está mal. Quiero llamarla y preguntarle si está bien. Quiero ir y sentarme
a su lado y darle consuelo. Nunca he tenido esta ridícula atracción hacia alguien
antes y no entiendo de dónde viene este impulso.
De repente ella se levanta del banquillo y espero que se aleje de mí y entre
en la ciudad. Pero me sorprende al ir hacia donde estoy parado y al bosque. Es
delgada, con brazos y piernas fuertes y se mueve como un tigre. ¿No sabe del
asesinato que se cometió en este mismo lugar? Es demasiado peligroso para una
mujer como ella entrar en el bosque.
Estoy a punto de dar un paso fuera de los árboles y delante de ella cuando
la luz de la luna brilla en su cara, y por primera vez la veo de verdad. Tengo que
contener el silbido en mi garganta cuando me doy cuenta de que es un vampiro.
Nada tan hermoso en la tierra podría ser humano. Su piel es como la seda y sus
ojos son tan azules que brillan en la luz. Sus labios son de color rojo sangre, e 13
incluso desde aquí puedo ver que ella es la perfección absoluta.
He matado más vampiros que la mayoría de los cazadores en su vida, pero
esta es especial. Esta vampiresa no se parece a ninguna que haya visto antes
que ella y sé que nunca volveré a ver a otra como ella. Camina como si estuviera
deslizándose por el aire, con su cabello oscuro fluyendo detrás de ella. Es
elegante en cada movimiento y no puedo dejar de mirarla. Estoy hipnotizado
cuando se mueve y se acerca a donde estoy.
Contengo la respiración cuando se detiene justo más allá del borde de los
árboles y mira a su alrededor. ¿Puede sentirme de alguna manera? Mi corazón
se acelera y siento la sangre caliente correr por mi cuerpo mientras quema a
través de mis venas. ¿Estoy teniendo un ataque al corazón?
Su teléfono suena y contesta. El sonido de su voz es como un puñetazo en
el estómago. Es suave y melódico con un toque de ira mientras habla con la
persona que está al otro lado del teléfono. Escucho su conversación y por alguna
razón estoy irritado. No me gusta no saber con quién está hablando.
Antes de que pueda acercarme más, está guardando el teléfono y se va
casi corriendo. Es rápida, pero no me quedo atrás porque la sigo por el pequeño
sendero. Una vez que está en el claro veo una casa rodeada por una puerta de
hierro forjado a lo lejos. Sin perder el ritmo, ella salta por encima y yo me detengo
en el borde de los árboles para mantenerme en las sombras. No se da la vuelta
ni me atrapa siguiéndola, sino que entra en la casa como si fuera otra noche
normal.
Me alivia no haber sido atrapado, pero también me intriga que un vampiro
viva en esta área. Ella parecía estar en completo control de sí misma y
obviamente vive aquí en la ciudad. ¿Podría ser la asesina después de todo? La
idea de un vampiro con el control que se necesita para sentarse entre todas esas
personas y niños y no sentirse obligado a lastimarlos de ninguna manera es
chocante. Va en contra de todo lo que me han enseñado. Los vampiros son
malvados e incapaces de controlarse a sí mismos; esa siempre ha sido la regla.
Pero allí estaba ella, con cada centímetro de su perfección, y todo lo que
quería hacer era ir hacia ella. No puedo dejar pasar esto, y tengo que saber más.
Decido vigilar su casa por la noche y ver si hay alguna pista de quién es y de
dónde viene. ¿Podría ser parte del clan al que me enviaron a buscar?
De todas las cosas que pasan por mi mente, lo más ruidoso que no puedo
controlar es una palabra una y otra vez.
Mía.

14
3
Traducido por nanaromal
Corregido por Jessibel

Ravana
—¿Qué piensas? —le pregunto a Bishop mientras me aliso el largo vestido
rojo.
No sé qué tiene el vestirse y salir, pero me encanta. Me gusta lucir bien y
estar rodeada de otras personas. O tal vez disfruto de que, por un momento,
todavía puedo sentirme humana y fingir que simplemente soy como todos a mi
alrededor.
Me tomé el tiempo para arreglar mi cabello y maquillarme. Tengo unos
tacones que me habrían matado en una hora, antes de cambiarme. Esa es otra
ventaja de ser un vampiro. Puedo correr en estas cosas si es necesario y no
lastimarán mis pies.
—Pensé que hablamos sobre esto —suspira Bishop.
Se agita mientras mete sus manos en los pantalones. Siempre lleva un
traje de tres piezas y parece que está a punto de ir a una reunión. No me
sorprendería si acabara de salir de una llamada en conferencia. Bishop es bueno
invirtiendo dinero y asegurándose de que ninguno de nosotros tenga que
preocuparse por nada. Últimamente el trabajo ha estado consumiéndolo y creo
que es porque le preocupa no poder estar alrededor por mucho tiempo. Al diablo
con el dinero, es él quien me preocupa.
—No, diste una orden y esperabas que la acatara. —Mi voz es firme porque 15
me niego a permanecer encerrada. No dejaré que un hombre vuelva a intentar
ponerme en una jaula.
Me acerco al espejo en mi entrada y me aseguro de que el maquillaje se
vea bien. Puedo sentir la mirada de Bishop detrás de mí, pero la ignoro, evitando
una pelea. Él es como un padre para mí, y aunque no quiero rendirme, no puedo
ser irrespetuosa.
—El vestido atrae demasiada atención.
Pongo mis ojos en blanco y me giro para mirarlo. Tal vez sí, pero me hace
sentir sexy.
—No es como si fuera a tener sexo esta noche. Necesito un compañero
para eso, ¿recuerdas? —le sonrío, tratando de aligerar el estado de ánimo.
Aunque, por lo que sé, puede que no sea cierto. Los vampiros masculinos
son los que no pueden hacerlo hasta que encuentran a sus compañeros. No es
como si tuviera ese problema porque no necesito conseguir nada. Dicho esto,
nunca sentí nada parecido al deseo, incluyendo el tiempo antes de ser creada.
Bishop sacude su cabeza hacia mí con una decepción clara en su rostro.
—Estás actuando como un amante celoso o algo así. ¿Qué importa lo que
me ponga? —Recojo mi pequeño bolso y hago una doble verificación para
asegurarme de que tengo mis boletos para la obra.
—Sólo te estoy cuidando, Ravana. Ese es mi trabajo.
Está enojado, pero por alguna razón eso no me afecta hoy; nada lo ha
hecho últimamente. La vida se ha sentido tan común estas últimas semanas.
¿De qué sirve llegar a vivir tanto tiempo si no hay nada por lo que vivir?
—Dijiste que no puedo salir sola y no lo hago. —Cierro mi cartera, y como
si fuera una señal, entran los gemelos.
Sonrío, viendo que en realidad se engalanaron esta noche. Sus jeans y
camisetas habituales han sido cambiados por pantalones y camisas de cuello
abotonadas. Ambos me brindan sonrisas idénticas, e incluso después de todos
estos años puede ser difícil distinguirlos.
Las mujeres siempre ponen sus ojos en los dos, pero ellos nunca prestan
mucha atención. Son encantadores y divertidos, así que puedo ver por qué las
personas los notan. No creo que quiera saber en qué estaban metidos antes de
convertirse en vampiros. Una parte de mí piensa que podrían haber sido
jugadores, pero la otra parte no está tan segura. Será interesante ver a cada uno
de ellos encontrar a su compañera. También será extraño no verlos unidos como
siameses más, puesto que siempre están juntos.
Ezra silba cuando me ve, mientras que Erik agarra mi mano y me hace
girar como si estuviéramos bailando.
—Vamos a tener que alejarlos de ti a golpes esta noche —dice Erik
mientras me inclina hacia atrás y me hace reír. 16
—¡Ya basta! Ustedes dos.
La voz de Bishop interrumpe la diversión que estamos teniendo y puedo
decir que tanto Ezra como Erik quieren hacer un comentario inteligente, pero
deciden guardárselo. Bishop ha estado tenso últimamente y sé que, al menos en
parte, tiene que ver con el asesino acechándonos. Está empezando a trastornarse
y la oscuridad dentro de él está progresando. No ha encontrado a su compañera
y su tiempo casi se ha acabado. Es algo en lo que no quiero pensar porque no
estoy lista para enfrentarlo.
—Hay un asesino ahí afuera —dice Bishop por millonésima vez como si
todos lo hubiéramos olvidado.
—Y somos tres —digo, apretando mi puño—. No puedo quedarme
encerrada en esta casa cada hora del día. —Mis hombros se hunden porque no
quiero pelear con él.
No sé cómo ha pasado tantas noches solo. Soy la más joven de todos
nosotros y, a veces, la soledad es más de lo que puedo soportar. Es por eso que
necesito salir de aquí, estar con gente y hacer cosas cotidianas.
Bishop pasa las manos por su pelo.
—¿Cómo es que incluso le pides a estos dos que te lleve al teatro?
¿Realmente pueden quedarse quietos tanto tiempo?
Miro a los gemelos y me pregunto lo mismo. Normalmente arrastraba a
Kane conmigo, solo para que él dejara su hogar de vez en cuando, pero al menos
podía quedarse quieto.
—Estoy segura que me divertiré sin importar lo que pase —le digo y me
encojo de hombros. Incluso si me avergüenzan, terminará siendo una buena
broma.
—Podemos comportarnos —dice Ezra a la defensiva, pero la mentira es
clara en su rostro, mientras que los ojos de Erik bailan con picardía.
—Tal vez encuentren a su compañera —digo, y los gemelos comparten una
mirada entre ellos. No puedo decir si les gusta esta idea o no.
—Tengan cuidado con ella —les advierte Bishop.
—Puedo cuidar de mi misma. —Me encanta que todos quieran protegerme,
pero a veces es asfixiante. Su preocupación es por amor verdadero, no por
obligación, lo cual me hace muy feliz pero también me desespera.
—Pareces un amante celoso —agrega Erik, repitiendo lo que dije antes de
que llegaran.
La cara de Bishop se torna mortal y el aire en la habitación se vuelve
denso.
17
—Lo digo en serio. Si algo le sucede a ella, probablemente será mejor que
ustedes dos no vuelvan. —Con eso, sale de la habitación pisando fuerte.
—¿Qué diablos? —murmura Ezra, mientras nos miramos unos a otros con
incredulidad.
—Se está descontrolando —le digo en voz baja. Está siendo un imbécil,
pero todavía lo amo como un padre.
—¿Estás segura de que ustedes no son compañeros? —Erik me mira.
—No. —Mi cara se arruga de disgusto por la idea. No sólo suena grosero,
también suena tan erróneo. Estaría mintiendo si no sintiera que tengo una
conexión más profunda con Bishop, pero eso se debe a que es mi creador—. Solo
siento un vínculo más fuerte con él. Es nuestro creador, así que estoy segura
que ustedes también lo sienten. Es lo que nos mantiene más cerca de él.
Probablemente no sientan de la misma manera por Kane y por mí, pero con él
es más fuerte. ¿Cierto?
—No —dicen ambos al unísono y sin dudarlo.
—Sentimos lo mismo por todos ustedes —dice Erik, y Ezra asiente en
acuerdo.
Los veo mirar fijamente uno al otro y sé que su vínculo es más profundo
de lo que sería con cualquiera de nosotros. Si bien todos somos una familia, son
gemelos y eso es algo especial.
—Vamos, no quiero llegar tarde. —Me quiero ir porque no quiero
detenerme en la conexión que siento con Bishop. Y estoy rezando para que él no
tenga más que un amor filial por mí.
Sonrío cuando salgo y veo una limusina esperándonos.
—Sabes que nos gusta hacer las cosas con estilo. —El conductor se acerca
y me abre la puerta. Me deslizo dentro y los gemelos me siguen.
—¿Eran jugadores los dos cuando eran humanos? —les pregunto,
reclinándome en mi asiento.
—Nunca nos creerías si te lo dijéramos —murmura Ezra.
—Así de malo, ¿eh? Apuesto que dejaron corazones rotos en todas partes
—bromeo.
Siempre evité a los hombres como ellos, sabiendo que tenían la palabra
“rompe corazones” escrito por todos lados. Cuando era humana mi corazón era
demasiado delicado para cualquier cosa así. Para mí, cualquier cosa sexual
siempre se sintió como algo más que un poco de diversión. Pensaba que eso
estaba destinado a ser especial, así que quería esperar al hombre perfecto. Pero
mira a donde me llevó.
—Para ser honestos, éramos un poco solitarios —admite Erik.
—No me lo creo. —No hay manera de que no fueran el centro de atención. 18
Son encantadores y pueden ser el alma de la fiesta—. Pero son tan... —mi voz se
desvanece, insegura de cómo describir lo increíble que es eso.
—Antes de que Bishop nos encontrara, dados por muertos por nuestro
padre de mierda, siempre fuimos sólo nosotros dos. Éramos un equipo y siempre
cuidábamos nuestras espaldas. No queríamos nada interponiéndose en ello. —
Encoge sus hombros—. Algunas chicas tratarían de separarnos. Nos harían
pelear por ellas, así que nos mantuvimos alejados de las chicas después de eso.
—Eso es desgarrador, y una de las cosas más dulces que he escuchado.
—La idea de que no dejen que nada se interponga entre ellos es lealtad
verdadera.
—Tal vez haya una chica que nos quiera a ambos —dice Ezra, pero parece
que no cree en las palabras que salen de su propia boca. Erik niega con la cabeza.
Nunca he escuchado de dos vampiros compartiendo una pareja antes. ¿Podría
ser incluso posible?
—Kane encontró a alguien —ofrezco.
Eso es chocante si me preguntas. Si hubiera tenido que apostar por quién
sería el último entre todos nosotros en encontrar un compañero, habría sido él.
Bishop y yo estaríamos en un cercano segundo lugar. Hubo un tiempo en que
quise el cuento de hadas, pero no creo que pueda volver a confiar en otro hombre
de esa manera. Nunca sabes quiénes son realmente las personas hasta que
quieren mostrarte. Aunque con Kane, eso funcionó para bien. Había pasado de
un gigante hombre gruñón a una pila de dulzura.
Cuando llegamos al teatro, me sorprende lo bien que se comportan ambos
gemelos. Excepto por el monólogo agregado inesperadamente, que tengo que
decir que hizo la interpretación aún más agradable, ellos fueron muy divertidos.
No es hasta el final de la obra que el sentimiento del día anterior comienza a
subir por mi columna vertebral. Erik pone su brazo detrás de mi silla, sintiendo
que mi estado de ánimo cambia.
—¿Qué es? —pregunta mientras sus ojos recorren la sala.
—No lo sé. Probablemente nada. —Respiro, tratando de calmar mis
nervios, pero el mismo olor de la noche anterior llena mis pulmones. Jarabe de
arce—. ¿Hueles eso? —Me inclino hacia Erik, hablando en voz baja para que
nadie más pueda oírnos.
—Sólo el perfume barato dos filas detrás de nosotros.
Respiro hondo, pero extrañamente el olor se ha ido. ¿Estaba todo en mi
mente? Cuando caen las cortinas, estoy feliz de que la obra haya terminado.
Estoy teniendo una sensación incómoda y no me gusta.
—¿Estamos listos? —pregunto cuando todos nos ponemos de pie. Los
gemelos están a cada lado mío, pero no se mueven.
—Lo huelo ahora. Maldita sea, mi boca está hecha agua. ¿Eso es algodón 19
de azúcar? —la voz de Erik es apenas un susurro.
Un profundo gruñido proviene de Ezra y asiente. Le golpeo el pecho para
recordarle que estamos en público.
—Yo también lo huelo —confirma, y ambos miran a su alrededor.
Sigo su línea de visión, insegura de lo que están buscando. Ese no era el
olor del que estaba hablando, pero son como perros que acaban de oler un filete.
Cuando mis ojos exploran el teatro una vez más, el olor a jarabe de arce
me golpea fuerte. Es entonces cuando veo a un hombre parado en la puerta de
salida del teatro. La gente lo empuja pasando y tratando de irse, pero él no se
mueve de su lugar. Nuestros ojos se fijan uno en el otro y no tengo idea de cuánto
tiempo estoy allí perdida en él.
—Salgamos de aquí. Algo no está bien. —Erik pone su mano en mi espalda
para guiarme a la salida.
Parpadeo varias veces ahora que el contacto visual con el extraño se rompe
y comienzo a mover mis pies. Erik hace otro gruñido y sus ojos se lanzan por
todas partes.
—¿Qué te pasa? —siseo mientras le doy un codazo en su costado. Él gruñe,
pero no creo que lo ayude a volver a la realidad.
—Alguien nos está observando —dice Ezra, manteniendo su voz baja.
Esta vez sus ojos se dirigen al hombre en el que estaba perdida hace unos
momentos. Es grande e imponente mientras se inclina contra el marco de la
puerta mirándonos. Es más grande que los gemelos, y durante medio segundo,
me pregunto si es un vampiro. Hay alguna conexión que tiene nuestro tipo, y
cuando ves uno, lo sabes. Este hombre es humano, pero la forma en que mi
cuerpo está reaccionando a él es de otro mundo.

20
4
Traducido por nananormal
Corregido por Jessibel

Valen
Los tres vuelven sus ojos hacia mí cuando me quedo de pie y miro
fijamente. Lo único que me interesa es la belleza de pelo oscuro entre los
hombres y la mejor manera de conseguirla a solas. Ella es un vampiro, pero no
sabe quién soy. En este momento, no debería mostrarme tan descuidadamente
ante ellos, pero estoy siendo arrogante. Tienen habilidades que no poseo, pero
tengo un tesoro propio. He entrenado toda mi vida para luchar contra hombres
como ellos, y haré lo que tenga que hacer para acercarme a ella.
Podrían darse la vuelta y salir por la puerta trasera del teatro, pero espero
que se acerquen más a mí. Es una apuesta, pero no soy de los que retroceden.
Cuando la veo extender la mano y tocar a uno de los hombres, rechino los
dientes. No me gustan sus manos sobre ellos. ¿Están todos juntos? Parecen
protectores con ella ahora, pero a lo largo del espectáculo no mostraron ningún
toque íntimo. Si ella fuera mía y estuviéramos en la oscuridad, de ninguna forma
podría evitar que mis manos se deslizaran bajo su vestido. Estaría desesperado
por tocar su calidez y ver si estaba mojada como una mujer humana lo estaría.
¿Haría los mismos sonidos si la inclino sobre el asiento y entierro mi miembro
en ella? Si lamiera su sexo, ¿gimotearía como una chica?
Ella se inclina y le susurra a uno de los gemelos y ambos sacuden la
cabeza. Los rodea y camina hacia la parte trasera del teatro, pero no antes de
mirarme por encima del hombro. Le doy una sonrisa arrogante y levanto mi 21
barbilla mientras salgo por la puerta y camino por la parte de atrás del teatro
para ver a dónde va.
Me sorprende que no haya venido en mi dirección, sin embargo, parecía
que estaba abandonando al dúo dinámico.
Cuando llego a la zona del vestíbulo, hay cientos de personas dando
vueltas y tratando de irse. Es fácil para mí mezclarme en las sombras mientras
me dirijo al baño de damas. Tengo la sensación de que es adonde ella ha ido.
La siento antes de verla cuando estoy cerca de la multitud. Me paro a un
lado y me apoyo contra la pared justo cuando ella pasa frente a mí. Antes de
pensar en lo que estoy haciendo, alcanzo su brazo y la atraigo hacia mí.
Rápidamente me giro, la coloco contra la pared y me paro frente a ella para
protegerla de la vista. Mi cuerpo está presionado contra el suyo y mi boca está
sin aliento mientras le sonrío como si fuera mía.
—¿Estás cansada de penetrarme con la mirada a través del salón y estás
lista para la realidad, princesa?
Ella aprieta su mandíbula y entorna sus ojos, pero me doy cuenta que no
me aleja.
—Todo lo que tengo que hacer es gritar y serás destrozado. —Sus ojos
brillan y creo que lo que dice es verdad.
—No querrás terminar la diversión antes de que empiece. —Pongo una
mano en la pared junto a ella y puedo sentir a la multitud a mi espalda. Estamos
en un rincón oscuro, y si los dos hombres que están con ella creen que está en
el baño, entonces tenemos algo de tiempo—. ¿Qué tal si abandonas a cosa uno
y dos y me dejas llevarte a casa?
—¿Funciona esto con tu habitual basura de la calle? —sus labios se
aprietan y me pregunto por un segundo si está celosa.
—Nunca había visto a alguien que luciera como seda fina. Ni siquiera soy
digno de tocar tu piel. Entonces tal vez ese es mi problema, debería haber llevado
a una princesa a la cama.
Ella pone los ojos en blanco, pero capto el borde de sus labios luchando
con una sonrisa.
—Deja de llamarme así.
—Si la zapatilla de cristal encaja. —Extiendo la mano y toco bajo su
barbilla, para que me mire—. Soy Valen, dime quién eres.
—¿Por qué debería decirte algo? —Ella lame sus labios y me inclino más
cerca, desesperado por probarla.
—Porque los dos sabemos que quieres. —Me inclino hacia delante y rozo
mi mejilla contra la suya antes de susurrar en su oído—. Porque cuando esté
enterrado hasta mis bolas, quiero saber qué nombre gritar.
22
Todo esto está muy mal, pero nunca me he sentido tan bien. Me criaron
para despreciar su tipo y todo acerca de ella, y ahora todo lo que quiero hacer es
poseer cada centímetro de su cuerpo y penetrarla en sumisión. Nunca he estado
con una vampira antes, y nunca tuve el deseo de hacerlo. ¿Sería incluso posible?
Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para averiguarlo.
Su mano llega a mi pecho y me inclino hacia atrás para mirarla a los ojos.
—No puedes hablarme así.
—Dime que no te gusta y me detendré —le digo cuando mira hacia al suelo.
—No me gusta.
—Mentirosa —replico, y ella me mira de golpe.
—Ni siquiera me conoces —dice con desafío, y no me rindo.
—Sé que incluso desde el otro lado de una sala llena de gente querías que
te tuviera a solas.
Espero, pero el tiempo entre nosotros se alarga y ella no lo niega.
—Si supongo correctamente, solo tenemos poco tiempo antes de que ya no
estemos solos.
Ella mira a su alrededor y luego asiente mientras sus ojos regresan a los
míos.
—Ravana —susurra, y yo coloco su cabello detrás de su oreja—. Mi
nombre es Ravana.
—Buena chica —digo antes de inclinarme y colocar mis labios sobre los
suyos.
Sus labios tocan los míos y es como si me hubieran electrificado. Es suave
y gentil cuando paso mi lengua por la unión de sus labios exigiendo entrada.
Ella abre para mí y entonces tengo lo que quiero. Se somete mientras sostengo
su rostro con ambas manos y tomo el beso por el que he estado jodidamente
desesperado. ¿Cómo podía un beso sentirse tan poderoso y consumidor?
Pero antes de poder continuar, hay manos sobre mis hombros y me están
arrancando de lo que más deseo.
—Quítenme las manos de encima —escupo cuando veo a los gemelos a
cada lado mío—. Déjenme ir o se arrepentirán.
—Demonios, lo sabía —susurra uno de ellos.
Ambos me empujan por un pequeño pasillo cercano y ni siquiera creo que
nadie en la multitud lo note. Puedo sentir a Ravana detrás de nosotros cuando
me arrastran a una habitación y cierran la puerta de golpe. Por un segundo, me
pregunto si saben que soy el asesino en el área, pero tuve cuidado de enmascarar
mi olor cuando estaba de caza. No hay forma de que puedan hacer la conexión
ahora, así que trato de mantener la calma. 23
—Pon eso ahí —dice uno de ellos cuando agarran algo cercano para atar
mi muñeca. Los siento apretando más detrás de mi espalda y alrededor de mis
muñecas hasta que no puedo moverme.
—¿Qué están haciendo? —les susurra Ravana, pero su voz tranquila en
esta pequeña habitación bien podría ser un grito—. Déjenlo ir.
—¡De ninguna manera! Vamos a darle a este imbécil su merecido —dice el
gemelo justo cuando le da un rodillazo en el estómago—. Te puso las manos
encima y si no hubiéramos aparecido, Dios sabe lo que habría hecho.
—¡Detente! ¡Lo estás lastimando! —grita Ravana, y el sonido de su miedo
me quema vivo.
Antes de poder pensarlo, reacciono pateándolos y luego asaltándolos con
mis hombros. Mis manos pueden estar atadas detrás de mi espalda, pero no
estoy indefenso. Estoy luchando contra el suelo, pero no me rindo cuando los
dos luchan por sostenerme. Pueden ser vampiros, pero yo soy más grande y he
estado entrenando toda mi vida. Justo cuando estoy a punto de lanzar a uno de
ellos, Ravana nos grita que nos detengamos.
—¡Es suficiente! —Los tres dejamos de movernos por el suelo y la miramos.
Hay lágrimas no derramadas en sus ojos y no sé por quién son—. Ezra, Erik, vámonos
—dice ella antes de mirarme por última vez—. Lo siento mucho. —Luego, abre
la puerta y sale corriendo.
—Espera, Ravana —grita uno de ellos mientras el otro me mira desde la
puerta.
—Quédate lejos de mi hermana. —Ante la palabra hermana, la sonrisa
más grande aparece en mi cara—. ¿Estás loco?
—No, sólo me alegro de no tener que matarlos para llegar a ella —digo
mientras me pongo de rodillas—. No te preocupes. Estoy seguro de que nos
volveremos a encontrar. —Le guiño un ojo antes de que él salga por la puerta y
siga a los otros dos.
Flexiono mis brazos y se rompe el cable que usaron para atar mis manos.
Froto mis muñecas mientras me levanto y luego sacudo la cabeza. Maldita sea,
esos dos podrían dar pelea. Pero tenía la necesidad por ella de tenerla cerca y
eso me hizo más fuerte. El beso valió la pena y odiaba que terminara tan pronto.
Una sensación de frío me rodea, y su presencia se ha ido. No me tomó
mucho tiempo averiguar a dónde iba y estar aquí listo. Sé dónde vive y pienso
en esperar hasta el amanecer para visitarla. De esa manera, no tiene a dónde ir
y podré descubrir qué es esta extraña atracción por ella. Es abrumadora y
diferente de todo lo que alguna vez he sentido. Es como el rastreo, pero a fin de
cuentas no quiero matarla, quiero adorarla.
24
5
Traducido por Neera
Corregido por Jessibel

Ravana
Me siento en la parte trasera de la limusina, repasando lo que pasó.
Incluso cuando recuerdo cada detalle, parece que mi mente no puede procesarlo.
Cada parte de mí se siente como si estuviera sobrecargada y quiero llorar. Pero
la peor parte es que ni siquiera puedo señalar si estoy enfadada o triste.
La parte más abrumadora es la forma en que estoy tan enamorada de un
idiota alfa mandón. No puedo creer que lo dejé besarme. Ni siquiera había
tratado de detenerlo cuando me dio una salida, me quedé allí y dejé que lo
hiciera. Luego, solo un segundo después, me enfurecí con los gemelos por
hacerle daño. Es como si mi cuerpo no pudiera decidirse y todo lo que podía
hacer era ponerme emocional.
Una ira como nada que hubiera sentido me invadió cuando pensé que lo
estaban golpeando. Tuve que detenerme para no lanzarme contra ellos. Mi única
salvación fue que Valen se lo tomó todo con calma y no parecía tener miedo de
los dos. Esa actitud arrogante nunca perdió el ritmo ni siquiera con las manos
atadas a la espalda. Maldición, no quiero admitir lo caliente que fue eso.
Miro a los gemelos y ellos, también, parecen estar al borde.
—Puedo besar a quien quiera. —Las palabras salen de mis labios antes de
que tenga la oportunidad de controlarlos. ¿Qué diablos está mal conmigo?
—Iba por algo más que un beso. Te estaba maltratando. 25
Dejo que las palabras de Ezra se hundan porque tiene razón. La pregunta
más grande es, ¿por qué me gusta? No se puede ocultar su deseo por mí y no
está jugando ningún juego. Él estaba allí, en mi espacio diciéndome lo que
quería. No se estaba forzando hacia mí, sino arrastrando los pensamientos en
mi cabeza como si pudiera leer mi mente.
—Llévame a casa —murmuro. Quiero estar sola y recomponerme—. Y
ustedes dos mejor mantengan la boca cerrada sobre esta noche. —Señalo con
mi dedo hacia ellos. Ninguno responde, sin darme idea de si lo mantendrán en
secreto o no. Los gemelos pueden ser los más fáciles de todos nosotros, pero al
final del día todos actúan como hermanos mayores dominantes—. ¿Qué pasó
con ustedes dos esta noche de todos modos? Se descontrolaron hasta que fui al
baño.
Miro entre los dos y hay algo diferente. De hecho, me sorprendió un poco
cuando me dejaron ir sola al baño. He mirado a Valen a los ojos y nunca olvidaré
cómo me hizo sentir. Fue entonces cuando decidí intentar escaparme solo para
ver qué pasaba. Su mirada era oscura e intensa y juro que me sentí como si me
hubieran creado de nuevo cuando me miró. Al principio pensé que era un
vampiro con lo grande y hermoso que era. Había algo en él que no podía señalar,
pero quería saber más. También quería saber si las cosas que estaba sintiendo
eran por él. Pero el segundo en que puso sus labios en los míos, supe que él era
la raíz de todo lo que me estaba pasando. No me han besado desde antes de que
me convirtieran, así que tal vez cualquier hombre se sentiría así. Solo hay una
manera de estar segura.
—Nada nos pasa. —Erik finalmente responde, pero no lo compro—. ¿Qué
pasó contigo al defender ese imbécil?
Sé que está dando vuelta para cambiar el tema, pero por ahora lo dejaré
tenerlo.
—No creo que sea una buena idea para nuestro tipo correr y golpear a los
humanos cuando un asesino ya nos está buscando. Lo mejor es un perfil bajo,
¿no crees? —Levanto una ceja hacia ellos.
—O tal vez nos estamos haciendo cebo —dice Ezra fácilmente. Aprieto la
mandíbula, no estoy interesada en esa idea en absoluto. Tampoco estoy segura
de que Bishop esté preparado para eso, al menos no sin un plan completo en su
lugar.
—Ezra —le advierto.
—Parece que los dos tenemos cosas de las que queremos hablar esta
noche. —Erik mira a su hermano con severidad y se miran el uno al otro por un
momento.
El resto del viaje es tranquilo, lo que es anormal para los dos. Cuando la
limusina finalmente se detiene, no espero a que nadie abra la puerta, salgo por
mi cuenta y entro. Ambos me siguen y parece que las cosas ya están cambiando. 26
Pensé que solo sería diferente con Kane, pero algo más grande está cambiando.
Puedo sentirlo en los cambios en el comportamiento de todos.
—Gracias por llevarme a la obra esta noche, pero creo que me gustaría
estar sola ahora. —Coloco las manos en mis caderas, lista para un desafío de
algún tipo.
—Eso es genial. Tenemos algo que manejar —dice Ezra demasiado rápido.
—Dejen a ese hombre en paz, chicos, no estoy jugando. —Doy un paso
hacia Ezra—. No fue todo su culpa y puedo manejar a un humano si es necesario.
—Lo miro fijamente—. No me traten como lo hace Bishop. Puedo hacerme cargo
de mí misma.
—Mierda —murmura—. Eso no era de lo que estaba hablando, así que tu
humano está a salvo por ahora. —Él levanta las manos en señal de rendición.
Miro a Erik, quien asiente.
—Pero quédate quieta. No necesito que Bishop nos envíe para buscarte —
agrega Erik.
Muerdo el interior de mi mejilla para evitar lanzar otro comentario,
sabiendo que solo terminará en más discusiones. Nos despedimos y los veo salir
por la parte posterior para tomar los túneles que conectan todos nuestros
hogares. Escucho durante un largo momento para asegurarme de que se hayan
ido antes de abrir mi bolso y sacar mi teléfono celular. Lo dejo en la mesa para
que nadie pueda seguirme, luego entro al garaje.
Encendiendo la luz, saco mi espejo compacto y lo uso para mirar debajo
del auto. No falta mucho para encontrar lo que estoy buscando y me dirijo hacia
abajo para agarrar el rastreador. Lo dejo sobre el concreto y lo saco del camino
antes de entrar en mi auto.
La misma pregunta me molesta en el fondo de mi mente. ¿Fue esta loca
atracción por el beso, o fue porque Kane encontró a su compañera y estoy
deseando algo que realmente no está ahí? ¿Estoy tratando de forzarme a querer
a Valen, o podría ser algo completamente diferente? La necesidad de averiguarlo
me hace salir del garaje y conducir de regreso a la ciudad. Me detengo en un
espacio frente a un conocido bar que no está muy lejos de donde el asesino ha
estado atrapando vampiros. Tal vez pueda matar dos pájaros de un tiro esta
noche. Los pocos vampiros que creemos que ha matado han sido hombres. Tal
vez el asesino tenga debilidad por las mujeres y esa es una debilidad que puedo
usar contra él.
Es hora de que demuestre que puedo encargarme. Si puedo enfrentar al
asesino y ponerle fin a él, entonces puedo mostrarle a mi familia que no necesito
su protección constante. Y mientras estoy aquí, quiero saber si otro hombre
puede besarme como hizo Valen. Quiero ver si alguien más puede hacerme sentir
todos esos sentimientos que no debería desear. La idea de besar a otro hombre
me hace apretar la mandíbula, pero tengo que saberlo. 27
Princesa. El recuerdo de él diciéndolo envía un escalofrío por mi espalda.
Debería enojarme porque la nueva yo, la que renació, ya no es una princesa. El
cuento de hadas de la vida perfecta con el marido perfecto hace mucho que
desapareció y él llamándome así golpeó un nervio. No soy la princesa de nadie y
nunca lo seré.
Salgo de mi coche y miro alrededor. Puedo decir que estoy sobre
direccionada, pero no me importa. Hay una larga fila de personas esperando
para entrar al bar, pero mientras camino hacia el portero, sus ojos vagan sobre
mí y levanta la cuerda para dejarme entrar sin una palabra. Guiñé un ojo
mientras paso y me detengo por un momento, atrayéndolo. El portero es guapo
de una manera bonita. No se parece en nada a Valen, pero no creo que haya
visto a otro hombre así antes. No hay chispa de nada entre nosotros, así que sigo
moviéndome.
Entro en la barra ruidosa y al instante todo me pone nerviosa. Me toma
un momento acostumbrarme a los sonidos fuertes y todos los olores
mezclándose. ¿Cómo podría un vampiro disfrutar de esto? Nuestros sentidos
están tan agudizados que deberían ser miserables aquí. Pero tal vez a los salvajes
no les importa o no tienen las habilidades que tenemos. Cierro los ojos, tratando
de mantener la calma, y es un recordatorio de que Bishop tiene razón. Todavía
soy un vampiro joven, pero sigo adelante, queriendo probarme a mí misma que
puedo hacer esto. No soy la misma chica débil que era antes de que me cambiara.
Cuando abro los ojos veo a varios hombres mirándome. Sonrío y luego
trato de recordar cómo coquetear. Ha pasado tanto tiempo, pero quiero saber
qué se siente cuando un hombre se acerca a mí. Me muevo hacia el bar y ordeno
una bebida al azar. No me importa lo que sea porque no lo beberé.
Mis ojos escanean la barra por solo un momento cuando mi mirada se
encuentra con los ojos de alguien. Su mirada se reduce a un desafío y no estoy
dispuesta a retroceder. Nunca lo había visto antes, pero sé que es un vampiro.
Parece como si me reconociera, pero no puedo decir lo mismo de él. Me pongo de
pie para dirigirme hacia él, pero una mano cae sobre mi hombro.
—Una dama nunca debe dejar su bebida sola en un bar —dice el hombre
sentado a mi lado.
—Tienes razón. —Le doy una sonrisa completa y la levanto. Tomo un
pequeño sorbo mientras miro para ver que el otro vampiro se ha ido ahora.
Tendré que decirle a Bishop sobre él, lo que significa que también voy a tener
que confesar mi escapada. Normalmente los vampiros se hacen saber cuando se
aventuran en sus áreas. Es un código de respeto, y esta ciudad es de Bishop.
Suspiro interiormente, sabiendo que decirle va a ser un dolor en el culo. Es como
si estuviera en la escuela secundaria y no soy más una mujer adulta. Aunque él
me sigue recordando que, incluso como mujer adulta, mis elecciones no siempre
son las mejores. Su comentario del día anterior todavía arde, y el lugar donde
me palpita la cicatriz. Me digo a mí misma que todos cometen errores y solo 28
puedo esperar haber aprendido de los míos.
—¿Cómo te llamas? —pregunta el humano a mi lado—. Nunca te había
visto aquí antes y estoy seguro de que te recordaría. —Sus ojos vagan por mi
cuerpo y sé que disfruta lo que ve. Puedo oler su lujuria, y la forma en que mira
mi vestido rojo ajustado, que deja poco a la imaginación.
—¿Puedo besarte? —pregunto, directo al grano.
Me temo que cuanto más hablo con él, menos me gusta, así que es mejor
hacerlo ahora. No es malo y es el tipo de hombre con el que me hubiera gustado
estar hace mucho tiempo. Sus ojos se abren por un momento antes de que llegue
a mi cintura y me atraiga hacia él. Tengo que obligar a mi cuerpo a relajarse para
poder intentar ver si esto es lo que quiero.
—Me gusta una mujer que dice lo que quiere.
Cierro los ojos, preparada para lo que viene. Mi estómago gira, pero lo
controlo mientras aprieto mis manos en puños a mi lado para no apartarlo.
Necesito ver si esto será diferente. Necesito saber por qué echo de menos los
comentarios arrogantes de Valen y por qué con los ojos cerrados es su cara la
que estoy viendo. Me inclino un poco mientras espero que sus labios se
encuentren con los míos, pero no pasa nada.
En lugar de cálidos labios contra los míos, siento una bocanada de aire
frío cuando mis ojos se abren y veo a Valen de pie frente a mí. Está enojado
mientras mira mis fruncidos labios y se inclina. El aroma del jarabe caliente
invade mis sentidos y mi cuerpo sufre por que él se acerque.
Hubo un tiempo en que pensé que Bishop tenía una mirada que podía
matar, pero no tiene nada comparado con mi Valen.

29
6
Traducido por Neera
Corregido por Jessibel

Valen
No sé cómo la encontré tan fácilmente. Si alguien me pusiera un arma en
la cabeza, no podría explicarlo. Pero caminaba por la calle y de repente giré en
dirección opuesta, casi derribando a la gente. Algo dentro de mí me llevó a este
lugar, y supe tan pronto como abrí la puerta que ella estaba aquí y que estaba
ansiosa.
Tal vez es la línea de sangre de asesino o los instintos que he afinado a lo
largo de los años, pero todo eso me llevó a ella. La ciudad es lo suficientemente
grande como para estar en uno de los mil lugares, pero no lo estaba. Estaba en
el bar, sabía que tenía que ir y tenía hambre de mí.
—¿Qué estás haciendo aquí? —dice ella mientras inclina su cabeza hacia
atrás para mirarme.
Puedo sentir que ahora está tranquila y lo que la estresó hace unos
segundos ya no está ahí. Es cálida y flexible, y quiero inclinarla sobre el taburete
y hundirme en ella.
—Evitando que cometas un error. —Ignoro al hombre que me maldice
mientras se aleja. Es inteligente que me deje con ella y no intente reclamar.
—No necesito que interfieras en mi vida amorosa. Tengo hermanos que lo
hacen por mí. —Levanta la barbilla desafiante y la agarro con el pulgar y el
índice. 30
—Cuida esa boca tuya, princesa. No querrás hablar como un tigre cuando
eres toda una gatita.
Lamo mis labios pensando en cómo sabría ella en el lugar donde está más
húmeda.
—No tienes ni idea de con quién estás tratando. —Ella sacude su cabeza
fuera de mi control pero no retrocede un paso.
Envuelvo mi brazo alrededor de su espalda y la atraigo hacia mí solo para
molestarla.
—No veo a esos hermanos tuyos aquí para intentar detenerme esta vez. —
Me inclino y muerdo su labio inferior antes de retirarme sonriendo—. Me
pregunto qué tan lejos me habrías dejado ir en la esquina de ese teatro. ¿Me
habrías dejado tomarte allí delante de todos?
Entorna sus ojos en mí, pero puedo oler su deseo.
—¿Cómo me encontraste?
—Solo le pregunté al chico de mi hotel donde podría encontrar al vampiro
más hermoso. —Ella respira hondo e intenta alejarse de mí, pero no le doy ni
una pulgada—. Shh. No causes una escena. —La sostengo aún más fuerte
mientras usa toda su fuerza para tratar de separarnos. Me inclino y le susurro
al oído—. Sí, sé lo que eres, pero no seas tímida. Hace apenas unas horas estabas
moliendo mi miembro, así que no dejemos que el reconocimiento de tu secreto
te detenga ahora.
Presiono mi miembro en el vértice de sus muslos mientras deslizo una
mano por su espalda. Empujo su culo más cerca de mí y escucho su respiración
entrecortada mientras mi miembro se balancea contra ella.
—Si sabes lo que soy, entonces debes querer algo. Sea lo que sea, lo
conseguiré para ti, solo déjame ir. —Hay un pequeño tirón en su voz que trata
de ocultar, pero lo escucho.
—Pero no quieres que haga eso —le digo mientras la beso en el cuello—.
Estás temblando y no es porque tengas frío. —Sus manos ya no están empujando
mi pecho, sino que agarran el cuello de mi traje—. Sin embargo, tienes razón en
una cosa. Yo sí quiero algo.
Cuando me inclino hacia atrás para mirarla a los ojos, me mira y aprieta
los dientes.
—Nómbralo.
—Primero quiero tomar esa bonita boca, y luego quiero que te subas a mi
miembro y alivies el dolor que has estado causando desde que te vi por primera
vez.
Si pudiera sonrojarse, lo haría, pero en lugar de mirarme con disgusto, veo
que sus ojos se oscurecen cuando la necesidad y el deseo eliminan todas sus 31
inseguridades.
—Ni siquiera me conoces. —Su voz es tranquila, como si no quisiera que
la escuchara protestar.
—Ravana —le digo mientras suelto una mano de su cintura y le paso un
dedo por el cuello—. Voy a llevarte a casa y te presentaré mi cabecero. Eso es
todo lo que necesitamos. —¿Soy presumido, egoísta, tal vez incluso demasiado
confiado? No. Estoy tomando lo que quiero: a ella, y puedo decir que es una
corredora. Tengo que dejar claro que no va a pasar conmigo.
Saco mi billetera y deslizo un poco de dinero por la barra sin decir una
palabra. Luego agarro su mano, la atraigo entre la multitud de personas
alrededor de la barra y hacia la pista de baile.
—¿Qué estás haciendo? —pregunta confundida mientras mira a la salida
y luego a mí.
—Juegos previos —respondo cuando acerco su exuberante cuerpo contra
el mío y nos deslizamos en el mar de cuerpos molidos.
Las luces son bajas y la música es alta. Estoy seguro de que esto solo está
aumentando sus sentidos a un nivel que apenas puede soportar.
—Cierra los ojos —le digo, y me mira con una expresión de asombro—.
Necesito que confíes en mí.
Sostiene mi mirada, y después de solo un segundo, asiente y hace lo que
le pido. Pongo mis manos en su cintura y le doy la vuelta para que esté de
espaldas a mí y coloco mis manos sobre su estómago. El DJ está tocando algo
nuevo que tiene un bajo profundo y me balanceo con ella al ritmo. Pongo mis
labios en su oído para que pueda oírme sobre el ruido y se concentre en lo que
estoy diciendo.
—Solo escucha la música y muévete conmigo —le digo, y ella se relaja
contra mi pecho—. No puedes enfocarte en lo que ves y lo que oyes en un lugar
como este. En este momento, déjame ser tus ojos.
Ella levanta una mano y toca mi cara, luego la apoya en mi hombro. Su
culo se mueve contra mi miembro, y si este fuera mi dormitorio es como la
tomaría. Agradable y lento con su cuerpo relajado. Mis dedos se arrastran por
su cadera y su pecho. Meto la mano dentro de su vestido y puedo sentir su pezón
endurecerse cuando mis dedos la pellizcan ligeramente. Ella jadea pero empuja
su cuerpo contra mí aún más e inclina su cabeza hacia un lado. Miro hacia abajo
a su cuello desnudo y nunca en mi vida he tenido el deseo de morder, pero lo
hago ahora. Algo oscuro dentro de mí me llama a tomarla y convertirme en uno.
Es ella. No estoy actuando como yo en absoluto.
—¿Es esto lo que quieres? —digo mientras coloco un beso en la piel
desnuda de su garganta.
32
—Más —dice ella, y de alguna manera puedo escuchar la palabra suave
sobre la canción atronadora.
La beso de nuevo y esta vez paso la lengua por el lugar mientras juego con
su pezón y froto mi miembro en su culo.
Algo me pica la nuca y levanto la vista para ver a un hombre al otro lado
de la pista de baile mirándonos. Él tiene sus manos metidas en los bolsillos y
probablemente parece ser casual para todos los demás, pero estoy entrenado
para conocer a su clase. Él también es un vampiro, y por la mirada en sus ojos
no le gusta que tenga a Ravana en mis manos. Justo cuando estoy a punto de
decirle que tenemos que irnos, nos da la espalda y se va. No sé si se dio cuenta
de que sabía lo que era, o decidió que no era alguien con quien quisiera meterse.
De cualquier manera, mi enfoque está en lo más importante y eso es Ravana.
Se gira en mis brazos, sus ojos aún están cerrados, me inclino y presiono
mis labios contra los de ella. El fuego que comenzó antes estalla en un infierno.
Mis manos van a su culo y la aprieto contra mí mientras sus brazos se envuelven
alrededor de mi cuello.
—Me estoy quemando —dice entre besos, desesperada porque nuestros
cuerpos estén conectados—. ¿Qué me está pasando? Nunca he sentido esto
antes.
Me levanto y agarro un puñado de cabello, luego la tiro hacia atrás para
poder mirarla a los ojos. Yo tampoco.
—Y no lo volverás a sentir.
La saco de la multitud a la salida principal cuando el portero abre la puerta
para mí. Mi hotel está justo al final de la cuadra y recorro el espacio en un
momento. No dejo que sus pies toquen el suelo ni una vez, desde el momento en
que nos fuimos del club hasta el momento en que entramos en mi suite.
Estoy respirando pesadamente, pero no es por el esfuerzo, es por el deseo
de golpear todo mi cuerpo, y no tengo más remedio que escucharlo.
—Quítate el vestido —le ordeno cuando la pongo de pie y la sostengo
firmemente cuando comienza a balancearse. Me acerco a ella, pero por cada paso
que doy, da uno hacia atrás—. Eso no fue una pregunta, Ravana. Lo vas a hacer,
porque los dos sabemos cómo va a terminar esto.
Su espalda golpea la ventana que da a la ciudad abajo. Se ve hermosa con
sus labios hinchados y su cabello hecho un desastre. Cuando estoy justo frente
a ella y no tiene a dónde ir, su aliento tiembla.
—Te deseo —dice y lame sus labios—. Traté de ver si podía sentir lo mismo
por otra persona, pero fue imposible. Esto es irreal y siento que no tengo control
de mi cuerpo.
Corro mis manos por sus costados y me arrodillo frente a ella.
—Eso es porque es mío. —Agarro el material con los puños y lo arranco de 33
su cuerpo—. Y si quieres esto, todo lo que tienes que hacer es decir la palabra.
La miro mientras deslizo mis dedos en la parte delantera de sus bragas y
las saco de ella como si fuera una cinta de papel. Los tiro al suelo y agarro su
muslo, poniéndolo en mi hombro. Grita mientras entierro mi cara en su sexo y
paso la lengua entre sus labios.
Sus manos agarran mi cabello con fuerza cuando comienza a perder el
equilibrio. Pongo su otra pierna en mi hombro y aprieta sus muslos a cada lado
de mi cabeza mientras la lamo. Le he agarrado el culo con ambas manos, ya que
su espalda desnuda está contra el cristal frío. Se está volviendo más fuerte a
medida que se acerca su clímax y mi lengua trabaja dos veces. El sabor de su
sexo es mejor que cualquier cosa que haya tenido y estoy ansioso por más. Es
caliente, está pegajosa y tengo mucha hambre. La siento cada vez más húmeda
y se balancea contra mi cara. Ella se balancea en mi boca porque su sexo es un
regalo de Dios y lo tomo como si fuera el maldito Santo Grial.
Llega al orgasmo en mi lengua y gruñí por más mientras pronunciaba mi
nombre. Es fuerte, pero yo soy más fuerte. Mientras trata de luchar para que me
detenga, sigo.
—Tienes otro para mí —le digo y sigo lamiendo. No toma mucho tiempo
hasta que ella me demuestra que tengo razón y estalla de nuevo en mi lengua.
Soy un hombre poseído y nunca me he sentido tan en sintonía con alguien. Es
como si pudiera leer su mente.
La dejo caer lentamente, asegurándome de que sus piernas puedan
sostenerla, luego me siento y me quito la ropa. Estoy arrodillado en el suelo
mientras tomo mi miembro en mi mano y le doy unas cuantas caricias largas.
—Baja aquí y muéstrame cómo una princesa chupa un pene.
Sin dudarlo, cae de rodillas delante de mí y se inclina hacia delante con la
boca abierta. En lugar de burlarse de mí y lamer mi cabeza, ella chupa la mitad
de mi longitud en su boca antes de que golpee la parte de atrás de su garganta.
—¡Demonios! —grito, y se hace eco a través de la habitación.
La alfombra quema en mis rodillas cuando empujo hacia adelante y sus
manos se envuelven alrededor de la longitud que no puede tomar. Me siento tan
cerca del borde cuando la crema sale de mi miembro y ella la da vuelta.
Recojo su cabello con una mano y lo aprieto para guiarla hacia arriba y
hacia abajo. Sus ojos se fijan en los míos mientras traga mi miembro, y juro por
Dios que veo el cielo en ese momento. Entonces, la alejo de mí y la empujo sobre
su espalda. Separo sus piernas con rudeza, mientras deslizo la longitud de mi
miembro contra su clítoris antes de entrar en ella.
—Esta boca me va a enloquecer —le digo mientras paso mi pulgar por su
labio inferior. Es probable que todo sobre ella me enloquezca.
Me inclino, la beso y pruebo mi semen en su lengua. Todavía hay olor de 34
su sexo en mis labios y es sucio e íntimo. Estoy fuera de control y no puedo
esperar más mientras empujo mi miembro en su sexo que gotea.
Algo se aprieta en mi pecho y jadeo cuando nos conectamos. Mis ojos
permanecen fijos en los suyos y ella está tan sorprendida como yo cuando sus
uñas se hunden en mis brazos. Es poderoso y emocionante y algo dentro de mí
se desplaza, un lazo invisible que fluye entre nosotros como magia.
Ambos gemimos cuando me muevo y el vínculo que nos rodea se vuelve
más y más fuerte. Pongo mi cuerpo completamente sobre ella y envuelvo mis
brazos alrededor de su espalda. No puedo acercarme lo suficiente, no puedo estar
dentro de ella lo suficientemente profundo, ya que nuestra conexión se fortalece.
—¿Qué está pasando? —pregunto, preguntándome si esto es lo que pasa
cada vez que los vampiros tienen relaciones sexuales.
—No lo sé —dice mientras sus párpados se vuelven pesados y su cuerpo
se suaviza—. No te detengas.
Muerdo su labio inferior antes de besar mi camino por su cuello y los
pensamientos de mis dientes en su tierno cuello vuelven a mi mente. Estoy
sorprendido pero excitado ante la idea de probarla. Me criaron para que me
rechazaran, pero en este momento lo único que quiero hacer es permanecer
dentro de ella para siempre.
Su sexo está apretado y me siento goteando semen en ella con cada
empuje. Sus manos van a mi trasero, y cada vez que me levanto, me agarra con
fuerza y me trae de vuelta. Me sostengo profundamente en ella y me muevo
contra su clítoris.
Cada centímetro de mi cuerpo está encendido con lo que se siente como
una corriente eléctrica. Su cuerpo contra el mío es lo único en lo que puedo
concentrarme, y cuando grita, es como si fuera mi propio orgasmo. Gruño y
entierro mi cara en su cuello cuando mi miembro comienza a vaciarse. Su sexo
pulsa mientras mis dientes rozan su cuello y comienzo a morder. Ahí es cuando
siento que ella hace lo mismo y ya no puedo controlarme. La muerdo con fuerza
y otro orgasmo la atraviesa, sus afilados dientes perforan mi piel.
Mi visión se vuelve negra y mi cabeza está mareada a medida que mi clímax
sigue y sigue. No sé qué pasa, pero pruebo algo dulce justo antes de que todo se
quede en silencio. El único sonido en la habitación es el sonido de nosotros
respirando y tengo que parpadear varias veces para recuperar la vista.
Me inclino hacia atrás y la miro, y me sorprende ver una pequeña cantidad
de sangre en sus labios.
—Lo siento mucho —jadea cuando ve la marca en mi hombro y va a tocar
sus labios.
Agarro su muñeca antes de que ella pueda limpiarla, me inclino
lentamente y la beso. El sabor de los dos mezclados es de alguna manera más
35
íntimo de lo que acabamos de compartir.
—No te atrevas a disculparte —le ordeno, besándola una vez más—. No
hay nada de lo que hicimos que estuvo mal.
La miro a los ojos y espero hasta que asiente antes de que la envuelva en
mis brazos y la levante.
—¿Qué estás haciendo? —Mira alrededor, sorprendida.
—Llevándote a la cama. —Le doy mi sonrisa arrogante que sé que ella
ama—. Tengo una cabecera que aún no conoces.
La siento golpearme el pecho mientras la llevo a la habitación. No planeo
dejarla ir por bastante tiempo, si es que alguna vez, una vez que estemos allí.

36
7
Traducido por Malefica
Corregido por Jessibel

Ravana
Mis ojos se abren con la sensación de que el sol saldrá pronto. Hay algo
dentro de cada vampiro que nos recuerda y nos mantiene a salvo, y ese pequeño
sentimiento es cada vez más fuerte.
No tengo que sentir su cuerpo contra mí para saber que la noche anterior
fue real. Lamí mis labios pensando en hundir mis dientes en él otra vez, y el
dolor por saborearlo hace que mi cuerpo se encienda. Todavía no puedo creer
que lo haya mordido, pero todo se siente como un sueño. Sabía mejor de lo que
jamás hubiera imaginado. Sabía que era mío. Incluso me había mordido.
Recordar su mordida en mí me hace apretar las piernas.
Giro mi cabeza para mirarlo y me pregunto por qué siento esta atracción
hacia él. ¿Y si esto es solo una aventura de una noche para él? Por la forma en
que hablaba y manejaba mi cuerpo, no tenía dudas de que esto no era nada
nuevo para él. Sin mencionar la habitación del hotel. Él obviamente solo pasaba
por aquí.
Me tumbo allí, empapándome de él, deseando recordar todo. La idea de
estar separada de él hace que un dolor palpite a través de mi cuerpo. ¿Nos
apareamos anoche? Me lo pregunté durante el calor del momento, pero no sentí
sus sentimientos o pensamientos como pensé que los compañeros podían hacer
juntos. Me debato por salir de la cama y tomar el camino de los cobardes. No
quiero tener un adiós incómodo y ya me va a destrozar tener que irme. Tiene que
37
ser una aventura de una noche porque la noche anterior no fue sobre hacer el
amor. Fue algo primitivo. Era la primera vez en mi vida que sentí tanta atracción
y necesidad. Tal vez por eso nunca había ido tan lejos con un hombre antes de
convertirme. Estaba eligiendo el tipo de hombres que creía que encajarían en el
molde de la vida que había soñado en mi mente.
Tal vez las cosas podrían ser diferentes con Valen si estuviéramos
emparejados. No parece ser del tipo que busca matrimonio y bebés, pero no
puedo recordar la última vez que tuve una noche tan maravillosa. Podría ser una
aventura divertida por un tiempo, pero ¿qué pasa si él terminó con las relaciones
a corto plazo? No puedo darle las cosas que la mayoría de las personas quieren
cuando están listas para establecerse. Echo un vistazo a la puerta de la
habitación del hotel, debatiendo qué debo hacer.
—Ni siquiera lo pienses —su voz profunda retumba, y hace que la piel de
gallina brote sobre mi cuerpo. Él realmente tiene algo conmigo.
Cuando me pongo de lado para mirarlo, mis ojos van a la marca que hice
en su hombro. Él tenía algunas otras en su cuerpo que sé que hice, pero la
sábana las está escondiendo en este momento.
—No irás a ninguna parte. —Su control sobre mí se cierne y sus palabras
simples me encienden.
—Está saliendo el sol —le recuerdo, todavía sorprendido de cómo sabe lo
que soy—. No me siento segura en una habitación de hotel. Necesito llegar a
casa. —Para empezar, me sorprendió que me desmayara, pero el hombre me dio
un orgasmo que me envió al estado de coma. Esa es otra cosa que necesito
reflexionar. Desde que comenzó no he podido escaparme, pero anoche se
abrieron las compuertas. Valen me llevó a un estado de excitación que nunca
antes había tenido. Todavía me pregunto si él sabe que él fue mi primero. Con
su actitud arrogante no planeo dejarle saber ese pequeño hecho si no se dio
cuenta en ese momento.
—No permitiré que nada te haga daño. —Se da vuelta sobre mí y mis
piernas se abren, dándole espacio. Su gran cuerpo cubre el mío y se siente bien.
Él podría lastimarme tan fácilmente. He estado por ese camino antes, pero
este será diferente. Los gemelos me dijeron que me mantuviera alejada de él. Tal
vez debería haber escuchado, porque la última vez que un amigo me dijo que me
mantuviera alejada de otro hombre, no lo hice y pagué el precio. Con ese
recuerdo puedo sentir que mi guardia empieza a subir.
—¿Me llevaste a un hotel porque estabas cerca, o es esto lo que
normalmente haces con las mujeres? Supongo que solo estás pasando por la
ciudad. —Estoy ansiosa por saber, debido a que el sol está saliendo y necesito
moverme. ¿Qué soy yo para él y si está sintiendo las cosas que soy?
—¿Qué hago normalmente? —Él me da esa sonrisa arrogante que debería 38
odiar, pero eso lo hace ver más sexy. Bastardo. Él es dominante, pero lo hace de
una manera que me hace sentir querida. Su necesidad para mí es tan grande
que no puede evitar exigir cosas, otra cosa que debería enviar señales de alerta.
Mi ex también quería ser dueño de mí, pero él trató de ocultarlo. Valen dice lo
que quiera y no pasa desapercibido que no dijo que solo estaba pasando por
aquí—. Recoger a chicas y llevarlas al hotel más cercano. Dándoles a todos un
espectáculo en la pista de baile anoche para alimentar tu arrogante ego. —Trato
de sonreír como si no me afectara. Estoy agradecida de que no sea un vampiro
o él olería los celos que emanan de mi.
—Puede ser difícil creer, princesa, pero no encuentro mujeres en los bares
y las llevo de vuelta a los hoteles. —Se inclina y se acerca más frente a mí—.
Recuerdo que disfrutaste de nuestro baile anoche. —Él va a besarme, pero coloco
mis manos en su pecho y lo empujo para que se detenga. Lo disfruté, pero ahora
me siento como una conquista barata. O tal vez estoy tratando de hacer que yo
no le guste para que esto no duela tanto.
—Oh, así que recibí el trato barato del hotel y tú dejaste que todos los
hombres en el bar anoche supieran que podrías tener sexo conmigo.
Su mandíbula se endurece mientras aprieta los dientes, y me pregunto si
está luchando por decir algo. Me parece extraño porque, por lo que he visto, no
tiene problemas para decir lo que quiere, sin importar lo grosero que pueda ser.
Empujo con fuerza sobre su firme pecho y él se mueve lo suficiente como
para que pueda deslizarme fuera de él y ponerme de pie. Se sienta en la cama,
mirándome cuando coloco mis manos en mis caderas, mientras todavía estoy
completamente desnuda. Estoy bastante segura de que mi vestido está
arruinado, así que no hay manera de que me lo vuelva a poner.
Es entonces que realmente veo bien su cuerpo. Está lleno de pequeñas
cicatrices, como algo que verías en alguien del ejército o un luchador de algún
tipo. Él está preparado para eso y es un recordatorio de lo poco que sé de él.
Es entonces cuando me golpea el hecho de que él también puede ver mis
cicatrices. Observo mientras sus ojos van a mi estómago y mi mano vuela para
cubrir la marca. Me doy vuelta para que él mire a mi espalda, pero incluso el
hecho de apartar la vista de él es doloroso. Oh dios, ¿me empareje con él anoche?
Un hombre que, por lo que sé, se irá en horas, me va a dejar enloquecer. Al
menos eso es lo que creo que sucede. No sé nada acerca de las mujeres vampiros
cuando pierden a sus parejas. Ni siquiera sabía que los vampiros pudieran
aparearse con humanos hasta Kane y Juliet. Esta vida todavía es nueva para
mí.
—Los vampiros no cicatrizan. —Sus palabras son bajas y llenas de ira.
—No, no lo hacemos. —Lo siento venir detrás de mí, y luego él me da la
vuelta para enfrentarlo. Miro hacia arriba en sus ojos oscuros, tratando de leer 39
sus emociones.
Si estamos emparejados, ¿no debería sentir más sus emociones o incluso
escuchar sus pensamientos? Tal vez los míos están demasiado consumidos y por
todas partes, incluso para intentar leer el suyo. Ni siquiera me siento como yo.
La mano de Valen va a mi estómago y mueve la mía fuera del camino. Él coloca
las suyas allí, y la sensación de sus manos ásperas en mi suave piel es agradable.
No puedo evitar inclinarme sobre su toque, y la atracción hacia él se hace más
fuerte.
—Dime quién hizo esto —susurra.
—Ya no importa. —Trato de decirlo como si no me importara—. Ya ha sido
atendido.
Con la cantidad de sangre que quedaba en la escena y mi sangre por toda
la ropa de Jarrod, la policía lo acusó de mi asesinato, incluso sin un cuerpo.
Pensaron que me había enterrado en algún lugar, por lo que fue encerrado en
un lugar donde nunca podría lastimar a otra mujer. Se hizo justicia o eso dijeron.
Nunca pensé que fuera porque quería que él también sangrara.
—¿Por qué te importa? Solo soy otra conexión aleatoria en una línea de
muchas, estoy segura. Estaba demasiado dispuesta a arrodillarme y chuparte a
tu orden. —Arrojo las palabras con enojo. O tal vez no era ira, sino tristeza,
frustración, celos y algo más que no puedo ubicar. Todo esto es demasiado. Estoy
sobrecargada aquí, sintiendo emociones que ya no estoy acostumbrado a tener.
Quiero alejarlo de mí, pero también aferrarme a él al mismo tiempo. Ni
siquiera puedo evitarlo porque me gusta la forma en que me ordenó que hiciera
esas cosas. Él tomó el control de mis manos. El control y el orden son cómo he
tenido que tener las cosas para poder funcionar. Lo necesito todo planeado, y él
me quitó eso anoche. Pero ahora estoy haciendo lo que me dije a mí misma que
nunca volvería a hacer. Estoy enloquecida por un hombre, y esta vez es peor que
antes.
—Me importa mucho cuando alguien lastima a una mujer. —Sus palabras
son duras, pero su rostro se suaviza. Lo hace parecer más joven de lo que
previamente asumí que era. Él no tiene líneas de risa en su cara, y tal vez es
porque tiene tantas paredes levantadas como yo.
Entonces me doy cuenta de que la ira me está alimentando más que nada
ahora, la ira con la que puedo lidiar porque es más fácil.
—¿Tienes familia? —le pregunto, sabiendo que lo he tomado desprevenido
con mi pregunta.
—Ya no. — Veo el indicio de tristeza cuando lo dice.
—Sin embargo, quieres una, ¿no? ¿Un día? —Agito mi mano alrededor de
la habitación del hotel—. Una vez que hayas pasado tus días de conquistador y
de aventuras de una noche.
40
—No soy un maldito conquistador. Si lo fuera, habría tenido un condón en
mi miembro anoche. Tal vez hubiera estado preparado en lugar de atacarte como
a un hombre probando algo que nunca ha tenido.
—Estoy segura de que nunca has tenido un vampiro antes. Dicen que las
hembras son raras y no suelen encontrar pareja. Los vampiros varones tienen
dificultades para convertir a las mujeres. Creo que se relaciona con la falta de
respeto a quien sea su pareja. Los vampiros apareados son criaturas celosas.
Escucho que las hembras pueden ser lo peor. —Dejo que mi advertencia suene
claramente.
Valen se acerca y toca una de las marcas de mordeduras que le dejé. Ni
siquiera puedo estar segura de cuántas veces lo mordí o cuánto tiempo tuvimos
sexo en la cama del hotel. Mi estómago da vuelta ante la palabra sexo, sí, porque
algo de eso se sentía como un polvo crudo, pero otras partes se sentían tiernas
y dulces a medida que pasaban las horas. Era como si fuéramos dos personas
enamoradas.
—Responde la pregunta —le recuerdo. Es bueno pasando a otro tema e
intenta distraerme de las preguntas reales de las que quiero respuestas.
—Sí, en un momento la idea de una familia sonaba bien. Una verdadera.
No una que sintiera que toda tu vida estaba planeada. Que tenías que seguir un
cierto camino.
—El sueño americano —respondo con facilidad, porque una vez tuve ese
sueño también—. Eso es algo que nunca podría darte. —Le doy la espalda para
ir en busca de algo que ponerme. No quiero ver la decepción en su rostro porque
no puedo darle todo lo que pueda desear.
Claro, tal vez podríamos hacernos trabajar por un tiempo, pero para él no
sería para siempre, ¿y dónde me dejaría eso? Muerta de nuevo por un hombre.
Tal vez no nos habíamos emparejado o, si lo hubiéramos hecho, podría romperse
aún porque es muy temprano. El pensamiento me quita el aliento.
Valen se acerca y agarra mi brazo suavemente.
—Sabes mejor que nadie que las cosas cambian. —Levanto la cabeza para
mirarlo a los ojos.
—Tal vez para algunos, pero para mí... —Retiro mi mirada de la suya
porque no puedo soportar lo que me hace. Puede controlarme como un hechizo—.
Todavía lamento mis pérdidas y nunca veo que eso se vaya. —Trago para evitar que
se forme un nudo en la garganta—. Terminaría haciéndote miserable si te
quedaras conmigo. Nos romperíamos el corazón el uno al otro. —Le doy una
media sonrisa. Es forzada, pero trato de no parecer afectada. Sacudo la cabeza—
. Esto es tonto. Ni siquiera sé por qué me meto en esto contigo. No importa.
Ambos sabemos lo que fue anoche y no hay razón para que esto sea un gran
problema. Lo entiendo. Soy una chica grande, pero también soy lo 41
suficientemente mujer como para admitir que andar por ahí y hacer esto contigo
por unos días más no funcionará para mí. Probablemente me volvería loca con
posesividad y me aferraría a ti.
—Princesa, puedes aferrarte a mí cuando quieras. —Me atrae hacia su
cuerpo duro y me derrito en él como si estuviéramos hechos el uno para el otro.
El me mira—. Deja de levantar las paredes. Te prometo que seguiré
derribándolas.
Quiero gritarle y decirle cómo esto jamás funcionará. Él admitió que ha
soñado con tener una familia antes, y sé que se refiere a algo más allá de lo que
tengo con mi propia familia. Él sabe que soy un vampiro. También debe saber
que no puedo tener hijos. No sé por qué está presionando para esto.
Me agacho y levanto una camisa del suelo, pero me quedo inmóvil cuando
escucho que alguien se acerca.
—Alguien se acerca.
—Lo sé —dice, ya en movimiento. Él me empuja detrás de él cuando la
puerta es abierta de golpe.
De pie allí, en la puerta abierta, están Bishop y los gemelos.
—Te has divertido, es hora de irse —me dice Bishop mientras me asomo
por detrás de Valen.
—Ella no va a ninguna parte. —Valen da un paso hacia Bishop en desafío.
No me malinterpretes, Valen es un hombre grande, pero no puede enfrentar a
tres vampiros a menos que quiera matarlos.
—Son mi familia, Valen —le digo mientras le pongo la mano en el brazo.
Puedo sentir todas las emociones saliendo de él y quiero calmarlo.
—Den la vuelta. Todos ustedes. Ella ni siquiera está vestida, maldición.
Tengan un poco de respeto —les grita.
Me sorprende que realmente hagan lo que él dice, y me tomo el tiempo
para deslizar la camisa de Valen sobre mi cabeza. Echo un vistazo y lo veo
poniéndose unos pantalones.
—Tic toc, el sol está saliendo —oigo decir a Erik.
—Me tengo que ir —le digo a Valen.
Hace unos momentos estaba tratando de salir de aquí y ahora que
realmente está sucediendo, no quiero irme.
—¿Sabes lo difícil que es esto para mí? No puedo dejar que salgas por la
puerta con ellos.
—Son mi familia —digo de nuevo, y Valen mira por encima de su hombro
por un momento y luego de vuelta a mí. 42
—Sí, bueno, uno no te está mirando como si fuera tu familia. —Suena
celoso. Valen gruñe la última parte.
Se vuelve para mirar a Bishop y a los gemelos.
—Ella se queda conmigo. —La postura de Valen se ensancha como si
estuviera listo para una pelea.
—Supongo que podríamos entrar y tener una pequeña charla agradable.
Entonces quizás puedas decirle a Ravana quién eres realmente, Valen Sterling.
¿O ya mencionaste la verdad? —Bishop dice perezosamente, como si ya hubiera
ganado esta pelea.
—No es así. —Valen se gira para mirarme—. Prometo que nunca iba a
lastimarte. —Él se acerca para tocar mi cara—. Ni siquiera estaba buscándote,
pero ahí estabas, haciéndome olvidar por qué estaba aquí, para empezar. Te vi
sentada en ese banco viendo a esos niños ir de puerta en puerta. No sabía que
algo pudiera parecer tan hermoso y triste al mismo tiempo.
—Entonces no pudiste dejar de seguirla, ¿verdad? —Bishop da otro paso
hacia la habitación, entrando en nuestro momento. —¿Estabas debatiendo si
querías tomarla o matarla? O tal vez pensaste que podrías tener ambas cosas.
Valen se lanza contra Bishop, lo lleva al suelo y le pega un puñetazo en la
cara. Ellos ruedan, y Bishop se levanta sobre Valen.
—¡Hagan algo! —Les grito a los gemelos, pero siguen observando como si
estuvieran en asiento de primera fila viendo una pelea de UFC. Cuando Bishop
se inclina para lanzar otro puñetazo a Valen, me muevo tan rápido como puedo
y me lanzo encima de Valen. Sé que Bishop no me va a pegar.
Valen rueda, llevándome con él, y se levanta. Juro que pensaría que era
un vampiro si no supiera nada mejor. Valen me empuja detrás de él una vez
más, listo para pelear a pesar de que se enfrenta a tres vampiros.
—Él te quiere y no dejaré que te tenga —dice Valen.
Los gemelos miran alrededor de la habitación, tratando de no mirar a
ninguno de nosotros porque han estado haciendo las mismas observaciones en
las últimas semanas sobre Bishop.
—Soy protector con ella porque es mi sobrina. Ella es la única familia que
me queda —escupe Bishop.
Mis ojos se cruzan con Bishop y veo la angustia en su rostro. Fue creado
mucho antes que yo y esta es la primera vez que escucho sobre eso. ¿Por qué
escondería esto?
—Es por eso que me salvaste ese día —digo, más para mí misma, dándome
cuenta de que debe haber estado observándome. 43
—Eso nunca debería haber sucedido. Debería haber estado vigilándote
mejor. —El arrepentimiento resuena en sus palabras.
—Es por eso que siento una conexión más profunda contigo que con los
demás. ¿No es solo porque eres mi creador? —pregunto.
—Eso creo. Yo también lo siento, y no lo tengo con los demás. Eres como
una hija para mí. Te observé durante tanto tiempo y te vigilé lo mejor que pude.
Todavía te he fallado. —Él mira a Valen—. No volveré a cometer el mismo error—
. Los ojos de Bishop vuelven a los míos—. Él es el asesino.
Jadeo mientras me alejo de Valen como si me hubieran golpeado.
—Nunca te lastimaría—. Valen despeja el espacio que pongo entre
nosotros mientras él extiende sus manos.
—Pero ya lo has hecho —dice Bishop por mí—. El hombre que le quitó la
vida a ella también le llenó la cabeza de mentiras. Fingió ser algo que no era y tú
no eres diferente.
Me quedo mirando a Valen, deseando que él diga algo, pero sus ojos están
puestos en el suelo. Puedo sentir la ira alejándose de él, pero curiosamente
todavía no le tengo miedo. De alguna manera en el fondo sé que nunca me haría
daño.
—El sol casi se ha puesto y tenemos que llevarte a casa. —Bishop me
tiende la mano y yo voy a tomarla, pero Valen agarra la mía en su lugar.
—Esto no ha terminado —me dice mientras sus ojos oscuros se clavaban
en los míos.
—¿Es eso una amenaza? —Levanto mi barbilla para desafiarlo.
—No, princesa. Es una promesa.

44
8
Traducido por Malefica
Corregido por Jessibel

Ravana
Me siento en mi cama sin saber qué hacer. Entre descubrir a Bishop y
Valen, y ahora esta hambre en lo más profundo de mí que aumenta por segundo.
¿Por qué todos los hombres en mi vida ocultaron quiénes eran realmente
para mí? Voy a mi armario y encuentro algo para ponerme, sabiendo que es
probable que Bishop esté abajo, esperando a que baje. No estaba en mi cuando
salimos del hotel para hablar con él sobre todo.
Siendo un vampiro más joven, es más difícil para mí permanecer despierta
cuando el sol comienza a salir. Normalmente odio eso, pero hoy lo agradecí. Pude
dormir sin tener que repasar todo lo que tenía en mente. Me pongo un vestido
sencillo antes de ir al baño y cepillarme el pelo. Me miro en el espejo. Algo se
siente apagado. Tampoco es el dolor de estar separada de Valen. Es algo más y
no puedo entenderlo. Es difícil concentrarse en lo que podría ser cuando mi
corazón está destrozado. Nunca me he sentido más fuera de control que en este
momento. Es inquietante.
Salgo de mi habitación, me dirijo a la sala de estar donde Bishop está
caminando de un lado a otro como sabía que estaría. Se detiene cuando entro
en la habitación.
—Ravana. —Él cierra la distancia entre nosotros—. Lo siento. Debería
haberte dicho. —Su traje normalmente perfecto parece arrugado, como si durmió 45
con él. Aunque no creo que se haya dormido del todo.
—¿Por qué no lo hiciste? —pregunto. Pude ver que no me dijo cuando era
humana, pero no después de haber cambiado. No había necesidad de ocultarlo
entonces.
—Te fallé. No estaba allí para evitar que ese hombre te lastimara. —Él pasa
la mano por su pelo—. Cuando te traje de vuelta, me miraste como si yo fuera
una figura paterna para ti. Siempre tan confiada. Sabías que te mantendría a
salvo, que me dejarías guiarte para aprender esta nueva vida. No quería perder
eso. Puede que no seas mi hija, pero desde ese día te he sentido así. Perdiste tu
vida ese día, pero gané algo que pensé que nunca habría tenido. Una hija.
Mi corazón se aprieta porque puedo relacionarme con eso.
—Podrías haber encontrado una compañera, Bishop. Mira a Kane, su
compañera es humana y ahora va a ser padre. —Trato de darle esperanza, no
quiero que nadie sienta la pérdida que siento.
—No creo que haya una compañera para mí, Ravana. —Lo dice con tal
certeza. Voy a rechazarlo, pero él me interrumpe—. He estado leyendo un poco
desde Kane y Juliet. Con su embarazo y todo eso, necesito saber todo lo que
pueda.
Siempre nuestro protector. Cuidando de todos nosotros. Todos nos
sorprendimos cuando nos enteramos de que Juliet estaba embarazada.
—Es raro que un vampiro se empareje con un humano, y en los casos en
que el hombre era el vampiro, las mujeres habían quedado embarazadas.
—Creo que eso está bastante claro —río, pero es forzado. Noté que dijo que
cuando el vampiro era el macho, la mujer humana quedaba embarazada. No de
la otra manera. Todavía no puedo evitar preguntar, segura ahora que Valen es
mi compañero. Desde que me desperté puedo sentirlo cada vez más. Estamos
conectados. El hambre me molesta. Lo necesito. Más que eso, necesito morderlo
tanto. La boca se me hace agua pensar en ello. Ha pasado tanto tiempo desde
que experimenté la sensación de hambre.
—¿Alguna vez ha sucedido de otra manera? ¿La mujer vampiro se queda
embarazada? —pregunto, ya sabiendo la respuesta.
—Lo siento, Ravana. No había nada documentado, y en realidad ni
siquiera podía encontrar un par de parejas de hombres y mujeres vampiros. —
Veo la tristeza en sus ojos por mí. Sé que también lo está lastimando, porque
cree que no tener hijos es una carga sobre sus hombros porque no detuvo lo que
me pasó. Podría haber estado allí casada como una humana viviendo una vida
normal con una casa llena de niños—. Es por eso que no estaba seguro de si
ustedes dos estaban realmente emparejados —agrega. Puedo escuchar una nota
casi esperanzadora en sus palabras. Sí, puedo ver por qué él no querría que me
apareara con un asesino. 46
—Está bien. —Agito mi mano—. Es algo que he aprendido a aceptar. —Los
niños no están en mi futuro. Realmente necesito dejar eso y quizás pueda vivir
una vida más feliz, llegar a un acuerdo con todo.
—No tienes que mentirme, Ravana. —Él tira de mi por un abrazo.
—Creo que estoy apareada con Valen —le susurro mientras me abraza—.
Estoy apareada con un hombre que mata a mi especie. —La historia de seguro
tiene una forma de repetirse, ¿no es así? No solo eso, nunca podría darle a mi
compañero lo que realmente quiere.
—No dejaré que te vuelva a pasar nada —jura Bishop. No quiero que haga
una promesa que no puede cumplir.
—No podré alejarme de él. Ya estoy peleando conmigo misma por ir a
buscarlo ahora mismo.
—He cerrado la casa con llave. No puedes salir, Ravana. —Sus ojos se fijan
en los míos—. Incluso si quisieras. —No presume con sus palabras, pero
mantienen un toque de advertencia para ni siquiera intentarlo. Sé que
probablemente tiene guardias en todas partes afuera. La ira incontrolable se
levanta dentro de mí.
—Sé que te has apareado, pero estoy viendo lo que se puede hacer. Tal vez
podamos romperlo. Todavía necesito saber más sobre tu pareja. Ha hecho un
nombre para sí mismo, Ravana. Temido por los vampiros. No es solo su nombre.
Es su familia. Nació para matar a nuestra especie. —Sus palabras cuelgan por
un momento—. No solo quiero decir que él está entrenado para matar vampiros.
Está en su sangre. Es humano, pero es un poco más que el hombre promedio.
Más rápido, más fuerte, e incluso puede sentir nuestro tipo. Es aún más
peligroso si se aparea contigo. Tenía tu sangre. Quién sabe qué tan fuerte es
ahora. No hay forma de decirlo.
—Él nunca me haría daño —defiendo. Yo se esto. Pero más que eso, sus
palabras aún resuenan en mis oídos. Esto no ha terminado, me dijo—. No creo
que entiendas. Necesito su sangre. Duele. Siento hambre. Hambre real. —Mi
mano va a mi estómago, el dolor es cada vez más intenso
Bishop saca su teléfono y pulsa en la pantalla.
—Necesitamos a Kane. Quiero saber si él sintió lo mismo. Pensé que la
falta de sangre era una indicación de deseo, una necesidad de que el sexo se
sintiera conectado. ¿Estás segura de que eso no es lo que quieres decir?
Sacudo la cabeza.
—Oh, yo también siento esas cosas, pero esto se siente como que me
muero de hambre. —Miro hacia la puerta, pero Bishop me agarra, tirando de mí
hacia atrás. Su fuerza es demasiado grande para que pueda pelear. En mi mente,
grito el nombre de Valen. 47
—¡¿Qué demonios ?! —Kane irrumpe en la habitación, su compañera está
no muy lejos detrás de él, seguido por los gemelos. Me vuelvo para mirarlos a
todos y un gruñido viene de lo más profundo de mí.
—¿Qué diablos está pasando? — Ezra gruñe. Todo el mundo está en el
limite.
—Déjame ir —exijo.
—Cálmate y lo haré —responde Bishop con frialdad—. Respira. Prometo
que resolveremos esto. —Sé que está tratando de calmarme, pero no puedo
encontrar la razón en mi mente. Sólo una cosa importa en este momento. Valen
—El es mío. No puedes alejarme de él. —Sacudo el agarre de Bishop, pero
es inquebrantable—. ¡Lo necesito! —Sale en un grito esta vez.
Todos permanecen allí en conmoción mientras siento que me están
destrozando.
—Escupe qué está pasando —Kane exige. Puedo decir que no está seguro
de si debería atacar a Bishop o ayudarlo a contenerme.
—Ella quiere ir a él. Pensé que podrían haberse apareado. Ahora está claro
que sí, pero algo es diferente. —Tiene razón. Algo es diferente.
—Lo necesito —le digo de nuevo.
—Ella anhela su sangre —les dice Bishop—. Esto es más que mero deseo.
Esto es hambre.
—Me muero de hambre. —Sale en un gemido.
—Eso no es como se sintió para mí. Oh, quería morder a mi Julieta, pero
no era inanición. —Todos siguen mirándome como si me estuviera volviendo
loca. A lo mejor si lo estoy.
—Lo siento —dice Juliet en voz baja, saliendo más por detrás de Kane. Ella
coloca la mano en sus brazos y él la empuja hacia él—. También disfruto
mordiendo a Kane, pero creo que el hambre que tengo, como la que estás
hablando, viene del bebé. —Ella apoya la mano sobre su estómago—. Pensé que
anhelaría cosas como helados y pepinillos, cosas tontas como esas, pero no.
Cuando un ansia golpea, es por la sangre de Kane.
Sus palabras llueven sobre mí. Intento empaparme de lo que está diciendo.
—Pero... —Ni siquiera puedo formar palabras. No hay forma de que esté
embarazada.
—La primera vez que Kane y yo hicimos el amor, él me dejó embarazada.
—Las mejillas de Juliet se enrojecen cuando lo dice. Kane le sonríe, algo que
solía ser algo raro de ver, pero no desde que encontró a Juliet.
Sacudo la cabeza. 48
—No puede ser. —Ni siquiera quiero esperar algo como eso. Cierro los ojos,
tratando de concentrarme en mi cuerpo. Bishop finalmente me deja ir. Me vuelvo
a mirarlo, en busca de orientación.
Su mano descansa sobre mi estomago. Veo que sus ojos se abren. Mi
corazón comienza a latir con fuerza. Entonces lo siento. Yo no. Valen. La ira me
golpea, y sé que él está aquí.
Suena un ruido fuerte y sé que es la puerta de entrada. Kane tira a Juliet
detrás de él cuando Valen, muy enfadado, entra en la habitación como si fuera
el dueño de la casa, como si no hubiera atravesado la puerta de mi casa.
—Deberías tener mejores guardias—. Sus ojos se dirigen a Bishop—. Quita
tus jodidas manos de ella o las quitaré de tu cuerpo. No me importa si ella es tu
sobrina. —Juro que una sonrisa se levanta en la esquina de la boca de Bishop.
—Tienes un poco de su sangre en ti, ¿verdad? Me pregunto qué podría
hacer eso a alguien como tú. —Bishop estudia a Valen—. ¿Aún más fuerte
ahora? —Él inclina su cabeza hacia un lado, estudiando a Valen, pero su mano
cae lejos de mi estómago.
Valen ignora a Bishop.
—Ven aquí, princesa. Siento lo que necesitas. Tómalo. —En un abrir y
cerrar de ojos estoy sobre él, mis dientes se hunden en su cuello. Mientras
envuelvo mi cuerpo alrededor de él, él me sostiene cerca de él. Puedo sentir la
tensión abandonar su cuerpo—. Hubiera estado aquí más rápido, pero tenía
cosas de las que ocuparme —me susurra al oído. No puedo responder porque no
quiero alejar mi boca de él.
—Todos ustedes, salgan —oigo decir a Valen, pero en lo único que puedo
concentrarme es en la dulzura de su sangre llenándome. Ese hambre se disipa
a medida que otro crece. La necesidad de que esté dentro de mí florece por un
segundo.
—Ahora. —Saco los dientes de su cuello para repetir la orden de Valen.
Quiero estar a solas con él. Necesitamos hablar…
—Bebe —ordena Valen, colocando la cabeza en la parte posterior de mi
cabeza y empujándome de vuelta a su cuello. Lo hago.
—Sé lo que ella necesita. La tengo. Vete o aprenderás lo mortal que
realmente soy. La única razón por la que no he venido por ninguno de ustedes
después de haberla tomado es por ella y por lo que significas para ella. —Me
retiro, lamiendo mis labios y mirando sus ojos oscuros.
—Nadie me está alejando de ti —le tranquilizo. No podía soportarlo. Ni
siquiera estoy segura de qué haría si alguien lo intentara en este momento, y
amo a todos los que están en esta sala. Me golpea duro cuando pienso las
palabras. Amo a este hombre. 49
—También te amo, princesa. —Dejo escapar un pequeño jadeo al oír mis
pensamientos internos. Él me da una sonrisa completa. Todo lo que siente por
mí me invade. Puedo sentirlo. Realmente lo siento. Creo que todos mis miedos y
el cambio en mi cuerpo desorientaron mis sentidos, pero ahora todo está
llegando a mí.
—Nos iremos por ahora —dice Bishop, dejando claro que todos volverán—
. Hay mucho que discutir. —Con eso, todos comienzan a irse.
—Había una jovencita escondiéndose mirando este lugar. Humana —les dice
Valen cuando están a punto de irse—. La he visto antes. Ella estaba en el teatro
la misma noche que yo. Está espiando por lo que parece. Ninguno de tus
guardias la vio. Por lo que vi en su bolso, los ha estado observando a todos por
un tiempo, y no tengo idea de quién es ella. No corre en ningún círculo que yo
conozca.
—¿Y qué le pasó a mis guardias? —pregunta Bishop. Sé que algunos son
humanos que no saben lo que somos, pero otros son vampiros locales que
trabajan para Bishop.
—Tengo tranquilizantes para todo tipo. —Esta vez sí da una de esas
sonrisas arrogantes—. Tal vez quieras ir a despertarlos.
—¿La niña? —Erik escupe. La ira es clara en su tono, lo cual es inusual
para él y su manera relajada. Algo destella en sus ojos.
—Dulce de algodón —Ezra dice distraídamente, sus fosas nasales están
enrojecidas. Su gemelo asiente. Ambos se ven en el limite.
—La dejé estar. La asusté un poco, así que se fue. No hago daño a personas
inocentes. —Los gemelos se dan la vuelta para irse sin siquiera una palabra.
—Pero no somos personas, ¿verdad? —Bishop se vuelve hacia nosotros
nuevamente, deteniendo su retirada.
—Nunca dije que todos los vampiros son malos. Tu asumiste eso —él se
echa hacia atrás—. Pero eventualmente a veces incluso los buenos se vuelven
malos. Locos. Y algunas personas, vampiros o no, deben ser atendidas. —Se
miran el uno al otro por un momento antes de que Bishop asiente y se vaya.
—Si quieres hablar, llámame —Juliet me dice mientras Kane la saca de la
habitación, dejándonos a Valen y a mí solos.
—Rompiste mi puerta —bromeo mientras me inclino hacia delante y lamo
el lugar donde lo mordí. El gruñe. Puedo sentir su miembro sacudirse contra mí.
—Al demonio la puerta. —Toma mi boca en un profundo beso lleno de
tanta pasión que sé que en este momento nunca fue un juego para él. Nunca fue
solo una aventura de una noche. Estaba apostando su reclamo sobre mí tanto
como yo había apostado el mío sobre él.
—No solo la puerta —respiro mientras me alejo de su boca, y pronto nos 50
dirigimos a mi dormitorio.
9
Traducido por Malefica
Corregido por Jessibel

Valen
La presiono contra la pared y planto mis manos a cada lado de ella.
—No tienes idea de lo que has despertado dentro de mí —le digo mientras
paso mi nariz por su mandíbula—. Hablas sobre cuándo te cambiaron y cómo
Bishop te creó... —Mis dientes rozan su cuello y ella tiembla bajo mi toque—.
¿Te detuviste y pensaste que quizás tú eres la que me creó?
Sus manos se mueven a mi estómago y luego bajan hasta que sus dedos
están vacilando en mis pantalones.
—Te amo tanto, Ravana —Mi pecho se contrae cuando su mano se hunde
en mis calzoncillos de boxeador y se envuelve alrededor de mi miembro. —No me
importa si son tu familia, no dejaré que nadie se interponga en nuestro camino
nunca más. —Era tan difícil esperar a que el sol se pusiera para ella. Sabía que
necesitaba un momento con ellos y no quería que los arrasara el infierno cuando
saliera el sol y eso podría acabar con ella o con la gente a la que llama su familia.
Por mucho que quisiera sacarles la mierda, me mataría hacerle daño si ella me
viera hacer eso. Pero lo haría si tuviera que hacerlo. Por suerte no ha llegado a
eso.
Su agarre se aprieta mientras se mueve hacia arriba y abajo de mi
longitud. No puedo pensar con claridad, pero cuando siento sus labios en mi
cuello, todo se centra en eso. Quiero su mordida de nuevo. Podía sentir su 51
hambre cuando estaba en mi camino hacia ella. Había estado con el dolor y me
necesitaba. Odiaba eso, pero una parte más oscura de mí disfrutaba que me
necesitaba tanto. Sólo a mi.
—Hazlo —ordeno, y siento que ella muerde suavemente. Siseo cuando su
otra mano se une y ella duplica su esfuerzo en mi miembro. Su lengua se desliza
a través de la mordida y puedo sentir cómo se conectan nuestros cuerpos. Es
irreal y tan poderoso que tengo que obligarme a ponerme de pie.
Ella lentamente se pone de rodillas frente a mí y saca mi miembro. Desliza
su lengua al final y gruño mientras agarro su cabello oscuro.
—Eso es suficiente —le digo, tirando de ella después de sólo unas pocas
lamidos. Me encanta su boca, pero no es lo que busco ahora—. Ponte a cuatro
patas —ordeno. Sé que la excita cuando le ordeno durante el sexo. Y me excita
cuando ella hace lo que le digo, no porque yo lo diga sino porque ella quiere
complacerme.
Hace lo que le pido y me quito la camisa mientras me tumbo en el suelo
con ella. Levanto su vestido alrededor de su cintura y luego agarro el borde de
sus bragas. Las deslizo por su culo y alrededor de sus muslos mientras beso sus
mejillas. Cada centímetro de ella es tan suave. Más suave que cualquier cosa
que haya tocado antes.
—Abre las rodillas.
Una vez más, hace lo que le digo, extendiendo sus piernas tanto como
puede con sus bragas, impidiéndole ir demasiado lejos. Me inclino y beso la parte
de atrás de sus muslos antes de lamer mi camino hacia su centro. Sus redondos
glúteos se presiona contra mi cara mientras mi lengua encuentra sus labios
vaginales. Lamo su clítoris mojado y pruebo su dulzura, agarrando sus glúteos
y apretándola contra mí. Sus caderas comienzan a moverse con el movimiento y
pronto ella está montando mi cara. Me encanta la libertad con la que ella se
entrega a mí y al placer.
—Valen, me muero por ti. Ha pasado mucho tiempo.
Solo han pasado horas, pero se siente como semanas. ¿Cómo puedo estar
tan desesperado por ella en tan poco tiempo? Es el vínculo entre nosotros, y
ahora nunca volveré a estar sin ella. Lo es todo para mí y juro por mi vida que
la mantendré a salvo.
—Solo déjame probarte primero —le digo mientras chupo su clítoris—. Lo
necesito, princesa —ella gime cuando su orgasmo cae sobre ella. No puedo entrar
en ella sin el sabor de su sexo en mis labios, y quiero que llegue al clímax para
mi. Le doy un ligero azote en el culo y ella grita mientras sus muslos se contraen.
Empuja su sexo contra mi boca con fuerza y tomo su orgasmo en mi lengua.
Gimo por el sabor y no puedo evitar pensar que es diferente esta vez.
¿Podría ser nuestro vínculo emparejado lo que la hace parecer mucho más 52
dulce? Cierro los ojos y lo bebo, saboreando cada gota que me da.
Cuando termina, me siento y agarro mi miembro. Deslizo la cabeza dura y
gruesa de arriba a abajo por su hendidura húmeda hasta que el final brilla con
su liberación. Lentamente entro en ella, dejándola sentir cada centímetro de mí.
Mi miembro palpita con la necesidad de liberarse, pero me obligo a luchar contra
ello
Me inclino hacia adelante y cubro mi cuerpo con el de ella mientras le beso
el hombro y el cuello.
—No podré detenerme —le digo mientras lentamente entro y salgo—. Soy
adicto a ti, y retirarme es doloroso.
Mueve sus caderas hacia atrás y se muele contra mí. Paso mi mano por
su cintura y luego entre nosotros para poder acariciar su sexo mientras ella se
mueve. Nuestros cuerpos se mueven como lo hemos estado haciendo durante
siglos y el vínculo que compartimos se fortalece.
—Nunca me dejes ir —dice, y mi agarre en ella aumenta. Eso nunca
sucederá. Ella es mía.
Mis dientes mordisquean su hombro y ella no tiene que decirme lo que
quiere. Puedo sentirlo pulsando a través de ella como si estuviera dentro de su
cabeza. Nuestra conexión es poderosa y diferente a todo lo que hemos tenido
antes. No sé por qué o qué ha cambiado, pero estoy completamente en sintonía
con cada uno de sus pensamientos y movimientos.
—¿Crees que te dejaría escapar? —hundo mis dientes en ella, y en ese
preciso momento su orgasmo la atraviesa.
Grita mi nombre y puedo probar su pasión. Se desencadena mi propio
clímax cuando nos convertimos en uno y puedo sentir nuestra liberación
mezclada en mis dedos. Es todo consumidor y estoy rodeado de ella.
—Te amo, Valen —dice ella, su voz es suave y dulce.
Odio sacar mi miembro de ella, pero la levanto y la llevo en mis brazos a
la cama. Tengo que aprender algo de autocontrol y esperar hasta que esté en
una superficie adecuada para tomarla. Pero estoy demasiado consumido por
probarla y no puedo pensar con claridad.
La coloco en la cama y luego me deslizo junto a ella. Beso cada centímetro
de ella mientras nos rozamos piel con piel, y no puedo pensar en una mejor
manera de pasar la eternidad.

53
10
Traducido por Malefica
Corregido por Jessibel

Ravana
—Sabes que tendremos que salir de esta cama en algún momento — le digo a
Valen mientras le pellizco el pecho, que estoy tirado al otro lado—. ¿No necesitas
comida? —Lo miro. Está jugando con mi pelo largo, envolviéndolo alrededor de
sus dedos. Siempre necesitaremos alimentarnos unos de otros para vivir por la
eternidad, pero él sigue siendo humano.
Él me da la vuelta.
—Oh, lo que quiero comer ya está en esta cama. —Me besa. Me envuelvo
alrededor de él, pero sé que tiene que estar hambriento.
—Sabes que soy una muy buena cocinera. En realidad, es lo que solía
hacer antes... —Me alejo. Siempre odio decir que morí.
—No moriste, nena. Te volviste algo más —me dice, leyendo mis
pensamientos—. Piénsalo. Podríamos no habernos encontrado nunca si no lo
hubieras hecho, y ahora no solo nos tenemos el uno al otro, nos tenemos el uno
al otro por la eternidad.
—¿Cómo te las arreglas para ser engreído y dulce al mismo tiempo? —Puse mis
manos en su cabello.
—Lo tengo en mi. —Se inclina, rozando su boca contra la mía—. Y te
gusta. 54
El tiene razón. Lo sé. Cuando tuve citas, nunca hubiera ido por un hombre
como él, pero él es lo que necesito. Tan rudo, con un toque dulce que es sólo
para mí. Un protector. Incluso Bishop admitió que nació asesino, pero creo que
es algo más que eso.
También sé que es algo de lo que tenemos que hablar. Porque él mata a
mi clase y pronto descubrirá que nuestro hijo también será un vampiro.
—Sabes que lo hago. Incluso cuando trato de ocultarlo. —Algo que ya no
haré con él. Antes, era un escudo para protegerme. También pensé que estaba
mal que me gustara la idea de que él me ordenara. No sabía qué sentir sobre el
hecho de que me excite. Ahora puedo ver que podría estar dando órdenes, pero
este hombre haría cualquier cosa por mí a su vez, dándome todo el control, si
realmente lo pienso. Nunca haría nada para lastimarme.
—¿Como en el bar? —Asiento con la cabeza—. No debería haber hecho eso,
pero es difícil mantener mis manos lejos de ti. Para colmo, quería que todos allí
supieran que eras mía. Todos esos malditos mirándote. Deseándote. Estaba
apostando mi reclamo.
—Creo que me molestó porque sentí que estabas defendiendo tu reclamo,
pero tenía miedo de que solo fuera por la noche. —Aparto la mirada un momento
antes de admitir mi inseguridad—. Te quería tanto y estaba enojada de que tal
vez solo fuera por la noche. Odiaba querer algo que me pudieran quitar.
—Si alguien debería ponerse celoso, soy yo. —Sus palabras salen en un
gruñido.
—Casi besaste a otro hombre después de solo haberme besado horas
antes. Tienes suerte, eso es todo lo que hice en ese bar esa noche —me recuerda.
—Me había olvidado de eso. Solo estaba tratando de ver si tu beso fue
diferente. —Muerdo mi labio para no sonreír, disfrutando demasiado sus celos.
—Al menos sé que soy el único hombre que te ha tenido. —Aquí viene esa
sonrisa arrogante de él—. Te puedo prometer esto. Nunca ha habido un beso
como los que compartimos. —Para demostrarlo, me besa duro y profundamente.
Es tan poderoso que quiero llorar. Nunca quiero estar sin esto, y sé que
vamos a tener una pelea por delante.
—Princesa, va a estar bien —Valen trata de tranquilizarme.
—Me será difícil acostumbrarse a que te metas en mi cabeza —admito. Puedo
escuchar sus pensamientos al azar, también.
—Me encanta, pero aún siento como si estuvieras bloqueando algo de mí.
—Se da vuelta y se sienta conmigo a horcajadas, de espaldas a la cabecera—.
Sabes que no solo mato vampiros por matarlos, ¿verdad, princesa? Nunca
lastimaría a tu familia. 55
—Lo sé. —Pero esa no es la razón por la que todavía tengo levantada una
pared mental.
—También quiero que sepas que, si bien te dije que no me gusta la idea
de que alguien lastime a una mujer, es diferente cuando pienso en alguien que
te está lastimando. Tú estando herida cruza las líneas que he trazado para mí
para vivir. Empiezan a desdibujarse.
Su mano va a mi estómago desnudo, sobre mi cicatriz.
—Saber que el hombre que hizo esto estuvo en la cárcel por su crimen
normalmente sería suficiente para mí. —Sus ojos se cruzan con los míos—. Pero
no lo es.
Juro que sus ojos se ponen cada vez más oscuros.
—Es hombre muerto. Te prometo eso. —Voy a responder, pero él me
detiene—. No intentes detenerme. Por favor, no me pidas que solo lo deje.
—Confío en que harás lo que crees que debe hacerse —le digo. Ese hombre
está en prisión, pero tengo la sensación de que algo así no detendrá a un hombre
como Valen. También me hace preguntar si él no es solo un asesino solitario.
—Tienes razón. Recibo alertas cuando los vampiros están actuando mal y
cuándo necesitan ser tratados. Todos ustedes no son tan secretos como creen
que son.
—Te encanta leer mis pensamientos, ¿no? —le sonrío. Pienso en cómo le
dijo a Bishop que algunos vampiros necesitan ser reprimidos porque se vuelven
locos. Pero nunca había pensado que necesitaban ser reprimidos porque eran
malvados hasta la médula. Si una persona era mala antes de ser convertida,
estoy seguro de que seguirían siendo malas después. Solo que ahora serían más
poderosos. Más difícil de encontrar. Más difícil de matar.
—Quiero que sepas todo sobre mí para que te sientas segura. Lo
suficientemente segura para derribar todos esos muros porque no hay nada que
no te dijera. Si me preguntas algo, siempre te daré la verdad.
Sé que está siendo honesto conmigo. Se ha abierto a mí y me ha dejado
entrar en sus pensamientos. Sé que este hombre me ama más que a nada en
todo el mundo. Pero lo que sí me asusta un poco es que su mente ya se ha
decidido por la idea de que nunca tendremos hijos. Él no parece molesto por eso.
De hecho, todo lo que quiere y le importa es a mí.
Me estiro, tocando su rostro. Se inclina hacia mi caricia. Dejo que mi
mente se abra completamente y veo como la sorpresa ilumina su rostro.
—Vas a ser padre. —Le digo las palabras que él ya sabe. Las que todavía
estoy tratando de asimilar.
—Princesa —dice en voz baja—. Quiero esto. Estoy seguro de que ya
puedes sentir eso. —Yo puedo—. Pero no tienes idea de lo que significa para mí 56
poder darte algo que tanto deseabas. Me hace sentir como un maldito rey.
—Tú eres mi rey. —No puedo detener la lágrima que cae. Valen la aparta
con un beso—. Lo hiciste sin siquiera darme un hijo, Valen. Siempre pensé que
había perdido algo el día que morí. Todavía enojada por eso y haciendo la mejor
vida que pude después de lo que era. Pero ahora, por primera vez estoy feliz de
que se tomó mi vida. Me trajo a ti, y todavía lo habría elegido sin que pudiéramos
tener un hijo. Yo también quiero pasar la eternidad contigo.
—Eso es bueno, porque realmente no iba a darte una opción —dice
mientras nos da la vuelta, su miembro se desliza profundamente dentro de mí.
Sé que hay un millón de otras cosas con las que hay que lidiar, pero lo mejor de
vivir para siempre es que podemos preocuparnos por todo eso mañana.
O el siguiente libro... cuando tengas el doble de mordiscos.

FIN

57
Sobre el autor
Alexa Riley es un seudonimo tras el que están dos amigas descaradas que
se reunieron y escribieron algunos libros eroticos. Ambas casadas, son mamás
de dos niños que aman el futbol, los donuts y los heroes de libros.
Se especializan en las historias de amor insaciables, sobrecargadas, dulces
y cursis que no toman todo el año leer. Si quieres algo seguro, corto y siempre
con un final feliz, entonces ¡Alexa Riley es para ti!
Alexa Riley son dos amigas atrevidas que se juntaron y escribieron algunos
libros sucios. Ambas son madres casadas que aman el futbol, donas y tienen
una obsesion por los heroes de los libros.
Se especializan en historias de amor insta-love, exageradas, dulces y
cursis que no toman todo el año para leer. Si quieres algo seguro, corto y siempre
con un felices para siempre, entonces, ¡Alexa Riley es para ti!

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Traducido, Corregido
& Diseñado por:

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