Andrea Jocelyn Cabrera López

NUA: 346698

Ensayo reflexivo sobre el día mundial de la diabetes y el papel del Educador

terapéutico en diabetes

En el mundo, 420 millones de personas viven con diabetes, un aumentó exponencial en 30

años (dado que había 108 millones de personas en dicha situación, anteriormente), lo más
preocupante es que el 40% de las personas que desarrollan diabetes, desconoce su
condición.
Pero ¿qué es la diabetes? Es una enfermedad crónica que se caracteriza por una glucemia
elevada de forma constante, y que puede llevar a complicaciones agudas (hipo e
hiperglucemia) y crónicas (retinopatía, nefropatía, neuropatía, pie diabético, ACV, etc)es por
ello por lo cual se pretende no solo el diagnóstico precoz y tratamiento adecuado, si no, el
enfoque para la prevención es un eje central al cual a veces no se toma en cuenta.
Cada 14 de noviembre se conmemora el “Día Mundial de la Diabetes” esto inició como un
día para que la población podamos crear conciencia sobre la diabetes mellitus, su impacto
en salud y calidad de vida así como su prevención, para fortalecer la “prevención, diagnóstico
y tratamiento”. Y el tema del presente año es “Educación para proteger el mañana”. La
educación en salud, específicamente en la prevención de la diabetes cobra sentido, y es de
importancia que se capacite a personal de salud para que puedan tener las herramientas
necesarias para llevar a cabo dicha educación para la prevención, y es urgente dado que es
un problema de salud pública y es alarmante las cifras en aumento de personas con
sobrepeso, obesidad, con vida sedentaria, tabaquismo, hábitos alimentarios poco
saludables, así como las cifras de personas que viven con DM, que presentan
complicaciones por un manejo incorrecto del tratamiento, por que desconocían su
diagnóstico o por que presentan otras enfermedades crónicas no transmisibles (cardiopatía,
o problemas cardiovasculares, hipertensión, etc) que contribuyen al riesgo de desarrollar
dicha condición.
Es por ello, que debemos de hacer hincapié en fomentar las conductas preventivas. De
acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud) se ha demostrado que las
conductas de estilo de vida sencillas son muy eficaces para prevenir o retrasar la aparición
de DM2 y sus complicaciones.
 Lograr y mantener un peso saludable
 Ser físicamente activo: realizar al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad
moderada.
 Alimentación saludable, evitando el azúcar y grasa saturadas
 Evitar el consumo de tabaco
Al saber esto, debemos como personal de salud, guiar con el ejemplo y aplicar esta serie de
cambios en nuestro estilo de vida para poder así orientar de forma adecuada a nuestros
pacientes y población en general sobre estas conductas.
Una vez que una persona desarrolle diabetes mellitus, también es importante empoderarla
en su condición sabiendo que existen todavía muchos cambios en sus hábitos y estilo de
vida que van a repercutir de forma muy positiva a su salud, retrasando la aparición de
complicaciones crónicas y agudas. Para esto, la Federación Mexicana de Diabetes propone
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7 hábitos para que la persona que vive con diabetes adquiera responsabilidad para mejorar
su calidad de vida (empoderamiento:

1. Comer saludablemente: permitiendo satisfacer los requerimientos nutrimentales,

energéticos, permitir mantener un peso ideal y controlar niveles de glucosa.
2. Mantenerse activo: para mantener niveles adecuados de glucosa, contribuir al control
metabólico. Por ejemplo: caminar 30 min diarios 6 v7sem
3. Medir constantemente los niveles de glucosa: para conocer la variación de los niveles
de glucosa durante el día, permite esto modificar el tratamiento o identificar elementos
o situaciones que ayudan a mantener un mejor control.
4. Seguir con el tratamiento médico: siguiendo especificaciones, horarios y dosis.
5. Aprender a enfrentar retos cotidianos: como hemos mencionado, la educación es el
eje de la prevención, tratamiento y empoderamiento del paciente, cuando se mantiene
correctamente informado, sigue de forma correcta las indicaciones y reduce el riesgo
de complicaciones.
6. Tomar actitud positiva: la motivación facilita el aprendizaje
7. Reducir riesgos: tener un control médico y nutricional constante, evitando
complicaciones crónicas y agudas.

Para ello, como educadores y personal de salud, se debe de tener en cuenta que el estilo
de vida del mexicano actual, conlleva una desmotivación por mantener hábitos y estilo de
vida saludable, existe un acceso muy limitado a información verídica, así como a servicios
de salud, además, existen un sinfín de mitos respecto a la alimentación como “la
alimentación saludable es cara” así que nos corresponde a todos por igual educar desde las
deficiencias en conocimiento que detectamos en la población mexicana.

Retomando un poco el paso numero 4 y 7, se enfatiza mucho que se mantenga una revisión
sistemática para las personas que viven con DM e hipertensión, esto permite detectar si
existe alguna limitación para seguir de forma adecuada el tratamiento farmacológico y no
farmacológico (orientación nutricia), permitiendo establecer metas compartidas y específicas
para la persona o paciente, y así aumentar las probabilidades de un apego adecuado para
evitar complicaciones agudas y crónicas, en esta parte no se debe de perder de vista, la
educación para el empoderamiento para saber qué hacer ante hipo o hiperglucemia, como
prevenirlo, mantener los 7 pasos del autocuidado, etc.

Así que los principales promotores son personal de salud en general, educadores en
diabetes, médicos y nutriólogos, que deben de prepararse e informarse de forma constante
para ser un educador en salud eficiente, que reconozca poblaciones de alto riesgo, las
limitaciones que llevan y el origen dentro de las conductas de riesgo, además, se requiere
de organismos como instituciones, programas y gobierno que contribuyan a mantener un
trabajo multidisciplinario y en conjunto puedan reducir la morbimortalidad ocasionada por la
DM, las complicaciones asociadas y finalmente la incidencia de los casos.