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LOS SACRAMENTOS

Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por
los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son
celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los
reciben con las disposiciones requeridas. (CIC,1131)

Bautismo Sacramentos de Cristo


En el Catecismo de la Iglesia Católica (1114-1116) se destaca que
todos los sacramentos fueron establecidos por Jesucristo mismo
durante su vida terrenal. Durante su permanencia en la tierra, Jesús
realizaba acciones que anticipaban y preparaban el cumplimiento
de su obra salvífica en su pasión, muerte y resurrección. Los
sacramentos se basan en los misterios de la vida de Cristo y son
medios de gracia que emanan de su Cuerpo vivo y vivificante; son
acciones del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia, otorgándoles

firmación
eficacia divina, para hacer presente la salvación de Cristo a través
Con de ellos.

Sacramentos de la Iglesia
El Catecismo de la Iglesia Católica (1118-1121) señala la
importancia de los sacramentos y su relación con la Iglesia. La
Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, ha reconocido y precisado los
siete sacramentos instituidos por Cristo. Estos sacramentos son
tanto para la Iglesia, ya que constituyen su vida espiritual, como por
la Iglesia, ya que son administrados por ella para el beneficio de los
fieles. Además, se destaca la relación entre el sacerdocio bautismal
Eucaristía de todos los creyentes y el ministerio ordenado, que sirve para
garantizar que Cristo actúe en los sacramentos a través del Espíritu
Santo. Los sacramentos también confieren un carácter
sacramental que une al creyente con Cristo y la Iglesia de manera
permanente e indeleble.

Sacramentos de fe
En el Catecismo de la Iglesia Católica (1122-1126) se explican
cómo los sacramentos están estrechamente relacionados con la

Penitencia
fe y la vida de la Iglesia. Los sacramentos, como el bautismo, son
una parte integral de la misión evangelizadora de la Iglesia, ya que
están fundados en la Palabra de Dios y fortalecen la fe del pueblo
de Dios. Asimismo, los sacramentos no solo presuponen la fe, sino
que también la alimentan y expresan, por lo que se los llama
"sacramentos de la fe". Se enfatiza que la fe de la Iglesia precede
a la fe individual de los fieles y que la liturgia, como parte esencial
de la Tradición de la Iglesia, no puede ser modificada
arbitrariamente, sino que debe servir a la fe y respetar el misterio
litúrgico; destaca la importancia de la oración en la liturgia como
un criterio fundamental en el diálogo ecuménico. Existe una
conexión fundamental entre los sacramentos, la fe y la vida de la

tremaunció Iglesia, así como su papel en la promoción de la comunión y la


Ex n unidad entre los creyentes.

Sacramentos de salvación
En el Catecismo de la Iglesia Católica (1127-1129) se señala que
los sacramentos, celebrados con fe, otorgan la gracia que
representan, ya que es Cristo mismo quien actúa en ellos. Se
afirma que los sacramentos obran eficazmente debido a la obra
redentora de Cristo, independientemente de la santidad del
en sacerdot ministro que los administra. Igualmente, se destaca que los
d al
Or sacramentos son necesarios para la salvación de los creyentes,
ya que a través de la "gracia sacramental" del Espíritu Santo,
conforman a los fieles con Cristo y los unen vitalmente a él. Se
reconoce la importancia vital de los sacramentos como medios
de gracia divina y como elementos esenciales en el camino de la
salvación para la grey.

Sacramentos de vida eterna


El Catecismo de la Iglesia Católica (1130) resalta que la liturgia
im
Matr onio
de la Iglesia tiene como meta final la plenitud en Dios, tal como
anhela Jesús y como lo expresa el Espíritu Santo en la Iglesia. A
través de los sacramentos de Cristo, la Iglesia experimenta de
manera anticipada las promesas de su herencia y participa en
la vida eterna, aunque aguarda la manifestación completa de la
gloria de Jesucristo. Santo Tomás de Aquino resume las
múltiples dimensiones del signo sacramental: rememora la
pasión de Cristo, muestra la gracia que recibimos por ella y
anticipa la gloria futura que esperamos.

Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica

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