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REFLEXIONES AL FINALIZAR LOS CICLOS 2024

Estimados docentes, buenos días.


Al concluir el ciclo C-2024 del Cepreval, y con ello, el periodo 2024, quiero dirigirles
unas breves líneas de gratitud. En primer lugar, a Dios, por permitirme, una vez
más, servir desde el cargo que desempeñé a ustedes, como profesionales, en un
trabajo conjunto que tuvo un objetivo en común, así como en la preparación
preuniversitaria brindada a los estudiantes a fin de que logren sus aspiraciones.
Siempre he entendido que cuando se asume un cargo, este es una oportunidad por
encargo, pero para servir. Tengo entonces la convicción de haber cumplido con
satisfacción tal encargo, estimados docentes.
Gracias a cada uno de ustedes que me acompañaron en uno, dos, tres o
cuatro ciclos que tuve la responsabilidad de dirigir en el Cepreval, porque el último
ciclo es producto de un esfuerzo conjunto cuando todavía era coordinador general.
Durante todo este tiempo compartimos diversos momentos: bien sea en las clases
presenciales del ciclo C-2023, en los diversos exámenes en los que tuvieron la
oportunidad de participar, en la elaboración por primera vez de unos verdaderos
libros, en los tres ciclos virtuales y en sus campañas previas, en las etapas
preliminares de evaluación vocacional, en cada clausura que por circunstancias
diversas no se dio en este ciclo recién concluido, pero que sí tenemos muy fresco lo
vivido durante el aniversario de las Bodas de Rubí, la Navidad pasada y las
transmisiones en vivo que concluyeron con la presentación de la plana docente
exclusiva. Gracias por todos esos gratos momentos que hicieron de mi gestión algo
inolvidable.
Podrán venir tiempos mejores, pero cada época es una vivencia única e
irrepetible; esa es la dinámica de nuestra vida, en la que todos aprendemos y a la
vez enseñamos. Al igual que ustedes también aprendí, y mucho, no solo en el
quehacer académico o administrativo, sino fundamentalmente en el conocimiento a
las personas; y estoy seguro de que ustedes también aprendieron, poco o mucho,
depende de cómo tomaron las circunstancias exigentes y retadoras que vivimos en
estos ciclos.
Muchos aspectos se dieron por primera vez. Eso es lo que marca la
diferencia y deja una profunda huella interna que aflorará como un grato recuerdo
con el devenir del tiempo. Siempre estarán presentes en mi recuerdo y en cualquier
momento los volveré a convocar. Gracias una vez más a quienes sin dudar un
momento ante mi primera convocatoria aceptaron el reto de integrarse o
reintegrarse al Cepreval, lo cual me permitió ir conformando un equipo selecto y
exclusivo. Tal cual fue mi visión inicial, paro con la convicción de que cuando mi
presencia incomoda, no me aferro a nada, sino que dejo que mi ausencia se añore.
Un abrazo a cada uno de ustedes y gracias por el servicio brindado en el ciclo
o ciclos que sirvieron a la juventud a través del Cepreval.

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