Obras Misionales Pontificias Rif.

J-00178528-0
 Directorio

Editorial 3
Escuela de animación misionera 5 Director: Pbro. Ricardo Elías Guillén
• El diálogo: inicio del anuncio del Evangelio.
Director Editorial: Lcdo. José Luis Andrades
Domund: Misioneros que parten 14 Jefe de Redacción: Lcdo. Rubén Darío Rojas
el pan y comparten la vida
Redactores:
• Mensaje del Papa. Pbro. Ricardo Elías Guillén
• Catequesis Central. Lcdo. José Luis Andrades
Lcdo. Rubén Darío Rojas
• Entrevista a P. José María Calderón: “Ser generosos es
Lcdo. Anderson Mendoza
la forma de ser todos misioneros”. Yesenia Quintero
• Entrevista a Hna. Norma Gómez: “Salgo para dar a Lcdo. Luis Mindiola
conocer a Jesús”.
Escritores Invitados:
• Entrevista a Mons. Felipe González: “Somos o no
Hna. Elena Azofra.
somos misioneros”.
• Infografía del Domund. Edición:
Lcdo. Rubén Darío Rojas
Los rostros de la misión 38 Corrección:
• Misioneros en el tiempo VIII. Lcdo. Anderson Mendoza
• Una Familia Misionera en Guariquén. Deyciret, Pedro y Fotografías:
Ana Teresa. Propias de los entrevistados
• Entrevista a Hna. Joanna Rymen: “La generosidad Archivos OMP
misionera es un asunto de fe”. Google.com

Pueblos originarios 43 Administrador:

• Añú. Lcda. Magdalena Ilija Brisa

Juegos Misioneros 44 Diseño Gráfico:

Imagencreativadigital.com
• Un Avemaría y una monedita por las misiones.
• Recetas.
En la onda misionera 47 Depósito Legal N°PP 94-0121

• Cooperación misionera, una realidad tangible.
Vida OMP 50
• Asamblea Arquidiocesana de Animación Misionera en
Caracas.
• Encuentro del Voluntariado Misionero de las OMP.
• Campamento Juvenil Misionero en Guasdualito.
• Publicado el Manual de la IAM.
• Primer Encuentro Nacional de Jóvenes Indígenas.
• OMP Venezuela realizó Encuentro Nacional de
Familias Misioneras.
Noti Misión 53
• Camino a Mongolia con Francisco.
• CEAMA celebra primera Asamblea ordinaria
presencial en Manaos.
• Nombramiento de los Jefes de Oficina del Dicasterio
para la Evangelización.
• Las OMP en la Jornada Mundial de la Juventud.
Depositar en las Cuentas Corrientes de:
DOMUND (Mes de las Misiones)
Banco Mercantil
N° Cta. Cte. 01050020681020648694,
a nombre de:
Pro Fomento de las Obras Misionales Pontificias.
Rif.: J-00178528-0
INFANCIA MISIONERA
Banco Fondo Común
N° Cta. Cte. 01510115661020002000,
a nombre de: Obras Misionales Pontificias.
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Órgano Informativo Independiente de las OBRAS
MISIONALES PONTIFICIAS de Venezuela
Año XXVIII- N° 84 Julio/Septiembre 2023.
 EDITORIAL
Corazones ardientes, pies en camino
Cada año somos convocados a
vivir con entusiasmo renovado el
octubre misionero y a celebrar el
Domingo Mundial de las Misiones,
el Domund, la jornada en que toda
la Iglesia reza especialmente por
su labor evangelizadora y expresa
su solidaridad a los misioneros.
El lema del Domund de este
año es “Corazones ardientes,
pies en camino”. Un sugestivo
lema que nos recuerda cómo la
historia de la Iglesia está tejida
por corazones ardientes que,
como los discípulos de Emaús, se
encuentran con Jesús resucitado,
y se ponen inmediatamente en
camino para anunciarlo a quienes
aún no lo conocen.
Hoy también la Iglesia pide a su
Señor que suscite continuamente
en cada bautizado ese encuentro
personal con Él y con la belleza
de su Evangelio, que los lleve a
experimentar la compasión que
inflamaba su corazón y lo hacía
recorrer caminos y valles, para
que nadie quedara fuera de la
cercanía amorosa de su Padre
Dios. Expresión de este deseo
es la experiencia que estamos
viviendo desde el inicio del pro-
ceso sinodal y ahora más aun
en esta primera asamblea. La
3
comunidad creyente que, junto
al sucesor de Pedro, entra
en un tiempo de oración y
discernimiento espiritual para
reapropiarse de su identidad
y misión como sacramento
universal al servicio del encuentro
de Dios con la humanidad.
Es por ello que, en este número
de Misión Hoy, damos la palabra
a quienes viven esta experiencia
del encuentro con el Señor
que los impulsa a aventurarse
por los caminos del mundo
para compartir la alegría de
ser discípulos misioneros del
Señor. Un obispo, una religiosa,
unos jóvenes laicos, una familia
misionera, nos ayudan a entender
que todos somos llamados a ha-
cer realidad el mandato misionero
del Señor. Nos dice el P. José
María Calderón, en la hermosa
entrevista que nos concedió: “En
la misión se tiene que mostrar
necesariamente la grandeza
de la Iglesia tal como es: una
con multitud de vocaciones, de
servicios, de talentos que reman
en la misma dirección, que se
apoyan y necesitan mutuamente
y que ayudan a construir la
Iglesia tal como es en el corazón
de Cristo. Unos y otros se sirven
 EDITORIAL
y se necesitan, y, todos juntos,
muestran el rostro más bello de
Jesús”.
Es el rostro del Señor que
resplandece en la vida sencilla
y fraterna de la Hna. Joanna
Rymen, misionera belga de
las Hermanas de las Escuelas
Cristianas de Vorselaar, quien
celebró recientemente 50 años
de vida consagrada en Venezuela.
Siempre inserta en las realidades
populares, ha acompañado a
las pequeñas comunidades
cristianas en la vida de cada día,
en sus esperanzas y desalientos.
Como ella, son muchos los
misioneros que sienten arder
sus corazones del deseo inextin-
guible de dar a conocer el amor
misericordioso de Jesús, quien se
ha hecho compañero de camino
de la humanidad.
El Domund nos ofrece la
oportunidad de sintonizar espi-
ritualmente con ese gran caudal
de amor misionero. Por ello, no
olvidemos la importancia de
nuestra cooperación misionera,
porque nos importa la extensión
Pbro. Ricardo Elías Guillén Dávila
Director Nacional de las OMP
4
del Evangelio, colaboremos en
la jornada del Domund. Gracias
a la intuición de la beata Paulina
Jaricot —la madre del Domund—
todos pueden participar en esta
tarea con la oración, el tiempo y
el donativo. No es sólo “colaborar
con” la misión, sino ser partícipes
de ella. Con lo recaudado, el Papa
puede apoyar la tarea misionera
que permite que el Evangelio siga
siendo proclamado en los confines
de la tierra y el crecimiento de
todas las Iglesias que están
brotando en todo el mundo.
Que la celebración del octubre
misionero y del Domund avive
en nosotros aún más el espíritu
misionero. No dejemos que
nada ni nadie nos robe el ardor
misionero y a pesar de nuestra
pequeñez y las adversidades,
no nos cansemos de poner
los pies en los caminos de
la evangelización, hasta que
lleguemos a la Nueva Jerusalén,
donde el Señor Resucitado nos
espera.
¡Feliz y provechoso octubre
misionero!
 Escuela de Animación Misionera:

El diálogo:
inicio del anuncio
del Evangelio
Hna. Elena Azofra
Congregación Pureza de María

Objetivo:
Lograr la sensibilización de los participantes como
misioneros del evangelio, a través del diálogo que
lleva a la apertura de la mente y el corazón.

Ver/reconocer

1. Leer

“No se puede evangelizar sin dialogar, no se

puede. Porque uno debe partir justamente
desde donde está la persona que debe ser
evangelizada”, señaló el Papa durante la misa
celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta
(2014), al comentar el pasaje de los Hechos de
los Apóstoles, que destaca las tres cualidades
cristalinas de un cristiano: la docilidad al Espíritu,
el diálogo, la confianza en la gracia.

5
 Escuela de Animación Misionera:

El Papa recuerda en el número 238 de su

Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium que
“la evangelización también implica un camino
de diálogo. Para la Iglesia, en este tiempo hay
particularmente tres campos de diálogo en
los cuales debe estar presente, para cumplir
un servicio a favor del pleno desarrollo del ser
humano y procurar el bien común: el diálogo
con los Estados, con la sociedad −que incluye el
diálogo con las culturas y con las ciencias− y con
otros creyentes que no forman parte de la Iglesia
católica”.

2. Redactar
Escribe una oración a la Santísima Trinidad en la
que se exprese alabanza, ofrecimiento, petición
y acción de gracias, enfocada en los dos textos
anteriores.

6
 Escuela de Animación Misionera:

Juzgar/interpretar

Dios inicia el diálogo de amistad con el ser

humano

3. Relacionar
Escribe en la segunda columna la afirmación
que se relaciona mejor con el texto de la primera
columna:

Dios se da a conocer hablando: la Revelación

es la base de la fe, de la teología y, por ende,
de la espiritualidad.

La verdad fundamental: Dios es el primero

no solo como convicción sino como
experiencia, así como el reconocer que
esta experiencia y conocimiento es un acto
provocado por Dios en su voluntad salvífica,
ya que “el diálogo de la salvación fue abierto
espontáneamente por iniciativa divina: Él
nos amó el primero” (Ecclesiam suam, n. 39).

Como bien lo recuerda Rahner (1967):

El Dios hablante es el que deviene accesible
para el lenguaje humano, es decir, se
hace palabra, no como “logos ratio”, sino
como “logos verbum”, precisamente para
encontrar en el ser humano su privilegiado
interlocutor.

7
 Escuela de Animación Misionera:

Dios se dice plenamente en Cristo, no

obstante, el hablar de Dios —cada vez
más profundo a medida que progresa la
Revelación— se hace pleno cuando, más
allá de los decires y palabras del universo y
del Antiguo Testamento, finalmente se dice
a sí mismo, se presenta definitivamente,
abre las puertas de lo que es en su santidad
y trascendencia en Jesús de Nazaret. Jesús
no solo transmite palabras de Dios. Jesús es
la Palabra de Dios, la Revelación suprema,
la Sabiduría, el Verbo. En Cristo, se hace el
decir definitivo de Dios a la humanidad tanto
en su vivir y morir como en su resurrección.

La comunión que Dios quiere con su Pueblo

tiene por condición para este la escucha y
respuesta libre. Escuchar es condición de
que la Palabra de Yahveh se haga vida en el
ser humano y en el pueblo; así se realiza la
Alianza.

El ser humano es quien escucha y responde

a Dios. El hombre es el ser creado como
oyente de la Palabra, como quien en la
respuesta a la palabra se eleva a su propia
dignidad. En su más íntima entraña, está
dialógicamente diseñado.

8
 Escuela de Animación Misionera:

Afirmaciones
1. “Dios habla para ser escuchado (Hb 12, 25) y creído (Hb 4, 2). Para
suscitar la única respuesta del hombre: la fe”.

2. La finalidad última del diálogo Dios-ser humano no es otra que entrar

en comunión con las tres Personas de la Trinidad.

3. La fe acontece como encuentro personal: “la Revelación, como la fe,

se abre al misterio de una persona y no de una cosa: de un yo que
se dirige a un tú; de un yo que, al descubrir el misterio de su vida,
descubre al hombre; que todo el sentido de la existencia humana
reside en el encuentro con ese yo y en la acogida del don que hace
de sí mismo” (Latourelle et al., 1992, p. 1272).

4. La ‘espiritualidad’ expuesta por Jesús no era de carácter individualista,

sino eminentemente social, orientada hacia la vida en comunidad”
(Arens, 2010). De esta enseñanza de compromiso con los otros
hasta lograr la comunión fraterna, muy bien entendida y vivida, da
testimonio la vida de los primeros cristianos que narra los Hechos
de los Apóstoles (2, 4). De ellos se dijo, como menciona la carta a
Diogneto: “cuál es ese amor que se tienen unos a otros” (Carta a
Diogneto, n. 1).

5. Cristo la plenitud del ser humano que escucha y responde a Dios

como este lo espera de aquel. Con todo lo cual, si el ser humano
hace de su vida una continua escucha y respuesta obediente al plan
salvífico de Dios, indefectiblemente se humanizará divinizará a sí
mismo y ayudará en la humanización-divinización de la sociedad
y del mundo. Esta es la espiritualidad verdadera que se consigue
experimentando el diálogo como experiencia de encuentro pleno
con el Señor y con el ser humano.

(Textos tomados de Reflexión teológico-espiritual del diálogo: 1 Dios-ser humano,

ser humano-ser humano* Amparo Alvarado Palacios**2 Recepción: 14 de diciembre
de 2017)

9
 Escuela de Animación Misionera:

Actuar/elegir

4. Hacer

Escribe un acróstico que relacione diálogo y evangelizar

D
I
A
L
O
G
A
R

5. Elaborar
Ordena los rasgos que forman parte del perfil del evangelizador dialogante
según la prioridad de cada uno.

• ___ Permite el diálogo en libertad.

• ___ No permite que nada del espíritu del evangelio sea desvirtuado.

• ___ Con una gran docilidad a la autoridad eclesial que dirige la

misión evangelizadora por voluntad de Dios.

• ___ Muestra espíritu de iniciativa, de previsión, de reflexión para

ver lo que más convenga.

• ___ Prepara con todo empeño las reuniones, las acciones

misioneras, los temas de conversación y de predicación.

10
 Escuela de Animación Misionera:

• ___ Ser de tal manera que todos los que le rodean no puedan
más que hablar bien de él/ella.

• ___ Ser de tal manera que sólo por Cristo tiene explicación su
actuación.

• ___ Vive relaciones serias y comprometidas.

• ___ Escucha atentamente la Palabra de Dios y la vive hondamente.

• ___ Capacidad de interiorizar (orar) y exteriorizar (actuar) con

una actitud evangélica.

• ___ Testimonia con su alegría las Bienaventuranzas proclamadas

por Jesús.

• ___ Conoce a Cristo y de Cristo y acepta los valores del Reino.

• ___ Tiene sentido de pertenencia al grupo/equipo misionero o

evangelizador.

• ___ Responsable en el estudio de la Palabra de Dios, en el trabajo/

misión; con la propia salud física, emocional y espiritual; con
la propia dignidad.

• ___ Relativiza las dificultades y los posibles rechazos de los que

son objeto de la evangelización, para dar importancia a lo
esencial.

• ___ Capacidad de entrega y servicio desinteresado, al estilo de

Jesús.

11
 Escuela de Animación Misionera:

Actuar/elegir

6. Compromiso

“En la Iglesia hay lugar para todos. ¿Hay lugar para mí? Hay lugar para todos.
Todos juntos, todos, todos, todos. Todos, todos, todos. Y esa es la Iglesia, la
madre de todos. Hay lugar para todos. El Señor no señala con el dedo, sino
que abre sus brazos; es curioso, el Señor no sabe hacer señalar, sino que nos
abraza a todos. Nos muestra a Jesús en la cruz, que tanto abrió sus brazos para
ser crucificado y morir por nosotros. Él nunca cierra la puerta, nunca, sino que
invita a entrar. Jesús recibe, Jesús acoge. En estos días, cada uno de nosotros
transmite el lenguaje de amor de Jesús. Dios te ama; Dios te llama. Que lindo
que es esto. Dios me ama, Dios me llama. Quiere que esté cerca de Él”. (Papa
Francisco, en Lisboa el 2/08/2023)

Créelo tú y compártelo: cada uno del grupo llame a 10 amigos, familiares o

compañeros de trabajo y díganle: hay lugar para ti, hay lugar para todos en la
iglesia. El evangelio de Jesús es para todos. Dios te ama, Dios te llama.

12
Escuela de Animación Misionera:

13
DOMUND

SUMARIO

Mensaje del Papa 1

Catequesis Central 2
P. José María Calderón
“Ser generosos es la forma de ser 3
todos misioneros”
Hna. Norma Gómez: 4
“Salgo para dar a conocer a Jesús”
Mons. Felipe González:
5
“Somos o no somos misioneros”
Infografía del Domund 6

14

del Santo Padre
para la Jornada Mundial de las Misiones 2023
Queridos hermanos y hermanas:
Para la Jornada Mundial de las
Misiones de este año he elegido
un tema que se inspira en el
relato de los discípulos de Emaús,
en el Evangelio de Lucas (cf.
24,13-35): «Corazones ardientes,
pies en camino». Aquellos dos
discípulos estaban confundidos y
desilusionados, pero el encuentro
con Cristo en la Palabra y en
el Pan partido encendió su
entusiasmo para volver a ponerse
en camino hacia Jerusalén y
anunciar que el Señor había
resucitado verdaderamente. En
el relato evangélico, percibimos
la trasformación de los discípulos
a partir de algunas imágenes
sugestivas: los corazones que
arden cuando Jesús explica las
Escrituras, los ojos abiertos al
reconocerlo y, como culminación,
los pies que se ponen en camino.
15
Mensaje
Meditando sobre estos tres
aspectos, que trazan el itinerario
de los discípulos misioneros,
podemos renovar nuestro celo
por la evangelización en el mundo
actual.
1. Corazones que ardían
«mientras [...] nos
explicaba las Escrituras».
En la misión, la Palabra de
Dios ilumina y trasforma el
corazón.
A lo largo del camino que va de
Jerusalén a Emaús, los corazones
de los dos discípulos estaban
tristes —como se reflejaba en sus
rostros— a causa de la muerte de
Jesús, en quien habían creído (cf.
v. 17). Ante el fracaso del Maestro
crucificado, su esperanza de
que Él fuese el Mesías se había
derrumbado (cf. v. 21).
Entonces, «mientras conversaban
y discutían, el mismo Jesús se
acercó y siguió caminando con
ellos» (v. 15). Como al inicio de
la vocación de los discípulos,
también ahora, en el momento de
su desconcierto, el Señor toma la
iniciativa de acercarse a los suyos
y de caminar a su lado. En su gran
misericordia, Él nunca se cansa de
estar con nosotros; incluso a pesar
de nuestros defectos, dudas,
debilidades, cuando la tristeza y
el pesimismo nos induzcan a ser
«duros de entendimiento» (v. 25),
gente de poca fe.
Hoy como entonces, el Señor
resucitado es cercano a sus
discípulos misioneros y camina
con ellos, especialmente cuando
se sienten perdidos, desanimados,
amedrentados ante el misterio
de la iniquidad que los rodea y
los quiere sofocar. Por ello, «¡no
nos dejemos robar la esperanza!»
(Exhort. ap. Evangelii gaudium,
86). El Señor es más grande
que nuestros problemas, sobre
todo cuando los encontramos al
anunciar el Evangelio al mundo,
porque esta misión, después de
todo, es suya y nosotros somos
16
simplemente sus humildes
colaboradores, “siervos inútiles”
(cf. Lc 17,10).
Quiero expresar mi cercanía en
Cristo a todos los misioneros
y las misioneras del mundo,
en particular a aquellos que
atraviesan un momento difícil.
El Señor resucitado, queridos
hermanos y hermanas, está
siempre con ustedes y ve su
generosidad y sus sacrificios
por la misión de evangelización
en lugares lejanos. No todos los
días de la vida resplandece el
sol, pero acordémonos siempre
de las palabras del Señor Jesús
a sus amigos antes de la pasión:
«En el mundo tendrán que sufrir;
pero tengan valor: yo he vencido
al mundo» (Jn 16,33).
Después de haber escuchado a
los dos discípulos en el camino
de Emaús, Jesús resucitado
«comenzando por Moisés y
continuando con todos los
profetas, les interpretó en todas
las Escrituras lo que se refería a
él» (Lc 24,27). Y los corazones de
los discípulos se encendieron, tal
como después se confiarían el uno
al otro: «¿No ardía acaso nuestro
corazón, mientras nos hablaba
en el camino y nos explicaba
las Escrituras?» (v. 32). Jesús,
efectivamente, es la Palabra
viviente, la única que puede
abrasar, iluminar y trasformar el
corazón.
De ese modo comprendemos
mejor la afirmación de san
Jerónimo: «Ignorar las Escrituras
es ignorar a Cristo» (Comentario
al profeta Isaías, Prólogo). «Si
el Señor no nos introduce es
imposible comprender en
profundidad la Sagrada Escritura,
pero lo contrario también es
cierto: sin la Sagrada Escritura, los
acontecimientos de la misión de
Jesús y de su Iglesia en el mundo
permanecen indescifrables»
(Carta ap. M.P. Aperuit illis, 1).
Por ello, el conocimiento de la
Escritura es importante para la
vida del cristiano, y todavía más
para el anuncio de Cristo y de
su Evangelio. De lo contrario,
¿qué trasmitiríamos a los demás
sino nuestras propias ideas y
proyectos? Y un corazón frío, ¿sería
capaz de encender el corazón de
los demás?
Dejémonos entonces acompañar
siempre por el Señor resucitado
que nos explica el sentido de
las Escrituras. Dejemos que Él
encienda nuestro corazón, nos
ilumine y nos trasforme, de modo
que podamos anunciar al mundo
su misterio de salvación con la
fuerza y la sabiduría que vienen
de su Espíritu.
17
2. Ojos que «se abrieron y lo
reconocieron» al partir el
pan. Jesús en la Eucaristía
es el culmen y la fuente de
la misión.
Los corazones ardientes por
la Palabra de Dios empujaron
a los discípulos de Emaús a
pedir al misterioso viajero que
permaneciese con ellos al
caer la tarde. Y, alrededor de la
mesa, sus ojos se abrieron y lo
reconocieron cuando Él partió
el pan. El elemento decisivo que
abre los ojos de los discípulos
es la secuencia de las acciones
realizadas por Jesús: tomar el pan,
bendecirlo, partirlo y dárselo a
ellos. Son gestos ordinarios de un
padre de familia judío, pero que,
realizados por Jesucristo con la
gracia del Espíritu Santo, renuevan
ante los dos comensales el signo
de la multiplicación de los panes
y sobre todo el de la Eucaristía,
sacramento del Sacrificio de la
cruz. Pero precisamente en el
momento en el que reconocen a
Jesús como Aquel que parte el
pan, «Él había desaparecido de
su vista» (Lc 24,31). Este hecho da
a entender una realidad esencial
de nuestra fe: Cristo que parte
el pan se convierte ahora en el
Pan partido, compartido con los
discípulos y por tanto consumido
por ellos. Se hizo invisible, porque
ahora ha entrado dentro de los
corazones de los discípulos
para encenderlos todavía más,
impulsándolos a retomar el camino
sin demora, para comunicar a
todos la experiencia única del
encuentro con el Resucitado. Así,
Cristo resucitado es Aquel que
parte el pan y al mismo tiempo es
el Pan partido para nosotros. Y, por
eso, cada discípulo misionero está
llamado a ser, como Jesús y en
Él, gracias a la acción del Espíritu
Santo, aquel que parte el pan y
aquel que es pan partido para el
mundo.
A este respecto, es necesario
recordar que un simple partir el
pan material con los hambrientos
en el nombre de Cristo es ya
un acto cristiano misionero.
Con mayor razón, partir el Pan
eucarístico, que es Cristo mismo,
es la acción misionera por
excelencia, porque la Eucaristía es
fuente y cumbre de la vida y de la
misión de la Iglesia.
Lo recordó el Papa Benedicto
XVI: «No podemos guardar
para nosotros el amor que
celebramos en el Sacramento [de
la Eucaristía]. Éste exige por su
naturaleza que sea comunicado a
todos. Lo que el mundo necesita
es el amor de Dios, encontrar a
18
Cristo y creer en Él. Por eso la
Eucaristía no es sólo fuente y
culmen de la vida de la Iglesia;
lo es también de su misión: “Una
Iglesia auténticamente eucarística
es una Iglesia misionera”» (Exhort.
ap. Sacramentum caritatis, 84).
Para dar fruto debemos
permanecer unidos a Él (cf. Jn
15,4-9). Y esta unión se realiza
a través de la oración diaria, en
particular en la adoración, estando
en silencio ante la presencia del
Señor, que se queda con nosotros
en la Eucaristía. El discípulo
misionero, cultivando con amor
esta comunión con Cristo, puede
convertirse en un místico en
acción. Que nuestro corazón
anhele siempre la compañía de
Jesús, suspirando la vehemente
petición de los dos de Emaús,
sobre todo cuando cae la noche:
“¡Quédate con nosotros, Señor!”
(cf. Lc 24,29).
3. Pies que se ponen en
camino, con la alegría
de anunciar a Cristo
Resucitado. La eterna
juventud de una Iglesia
siempre en salida.
Después de que se les abrieron
los ojos, reconociendo a Jesús «al
partir el pan», los discípulos, sin
demora, «se pusieron en camino y
regresaron a Jerusalén» (Lc 24,33).
Este ir de prisa, para compartir con
los demás la alegría del encuentro
con el Señor, manifiesta que «la
alegría del Evangelio llena el
corazón y la vida entera de los que
se encuentran con Jesús. Quienes
se dejan salvar por Él son liberados
del pecado, de la tristeza, del
vacío interior, del aislamiento. Con
Jesucristo siempre nace y renace
la alegría» (Exhort. ap. Evangelii
gaudium, 1). No es posible
encontrar verdaderamente a banquete deseable» (ibíd., 14). La
Jesús resucitado sin sentirse
impulsados por el deseo de
comunicarlo a todos. Por lo tanto,
el primer y principal recurso de
la misión lo constituyen aquellos
que han reconocido a Cristo
resucitado, en las Escrituras y en
la Eucaristía, que llevan su fuego
en el corazón y su luz en la mirada.
Ellos pueden testimoniar la vida
que no muere más, incluso en las
situaciones más difíciles y en los
momentos más oscuros.
La imagen de los “pies que se
ponen en camino” nos recuerda
una vez más la validez perenne de
la misión ad gentes, la misión que
19
el Señor resucitado dio a la Iglesia
de evangelizar a cada persona y
a cada pueblo hasta los confines
de la tierra. Hoy más que nunca
la humanidad, herida por tantas
injusticias, divisiones y guerras,
necesita la Buena Noticia de la
paz y de la salvación en Cristo.
Por tanto, aprovecho esta ocasión
para reiterar que «todos tienen el
derecho de recibir el Evangelio.
Los cristianos tienen el deber de
anunciarlo sin excluir a nadie, no
como quien impone una nueva
obligación, sino como quien
comparte una alegría, señala
un horizonte bello, ofrece un
conversión misionera sigue siendo
el objetivo principal que debemos
proponernos como individuos y
como comunidades, porque «la
salida misionera es el paradigma
de toda obra de la Iglesia» (ibíd.,
15).
Como afirma el apóstol Pablo,
«el amor de Cristo nos apremia»
(2 Co 5,14). Se trata aquí de un
doble amor, el que Cristo tiene
por nosotros, que atrae, inspira
y suscita nuestro amor por Él. Y
este amor es el que hace que
la Iglesia en salida sea siempre
joven, con todos sus miembros en
misión para anunciar el Evangelio
de Cristo, convencidos de que
«Él murió por todos, a fin de
que los que viven no vivan más
para sí mismos, sino para aquel
que murió y resucitó por ellos»
(v. 15). Todos pueden contribuir
a este movimiento misionero
con la oración y la acción, con la
ofrenda de dinero y de sacrificios,
y con el propio testimonio. Las
Obras Misioneras Pontificias
son el instrumento privilegiado
para favorecer esta cooperación
misionera en el ámbito espiritual
y material. Por esto la colecta de
donaciones de la Jornada Mundial
de las Misiones está dedicada a la
Obra Pontificia de la Propagación
de la Fe.
20
La urgencia de la acción misionera
de la Iglesia supone naturalmente
una cooperación misionera cada
vez más estrecha de todos sus
miembros a todos los niveles.
Este es un objetivo esencial en
el itinerario sinodal que la Iglesia
está recorriendo con las palabras
clave comunión, participación
y misión. Tal itinerario no es de
ningún modo un replegarse de
la Iglesia sobre sí misma, ni un
proceso de sondeo popular para
decidir, como se haría en un
parlamento, qué es lo que hay que
creer y practicar y qué no, según
las preferencias humanas. Es
más bien un ponerse en camino,
como los discípulos de Emaús,
escuchando al Señor resucitado
que siempre sale a nuestro
encuentro para explicarnos el
sentido de la Escrituras y partir
para nosotros el Pan, y así poder
llevar adelante, con la fuerza del
Espíritu Santo, su misión en el
mundo.
Como aquellos dos discípulos
«contaron a los otros lo que les
había pasado por el camino» (Lc
24,35), también nuestro anuncio
será una narración alegre de
Cristo el Señor, de su vida, de su
pasión, muerte y resurrección,
de las maravillas que su amor ha
realizado en nuestras vidas.
Pongámonos de nuevo en camino
también nosotros, iluminados por
el encuentro con el Resucitado
y animados por su Espíritu.
Salgamos con los corazones
ardientes, los ojos abiertos, los
pies en camino, para encender
otros corazones con la Palabra
de Dios, abrir los ojos de otros a
21
Jesús Eucaristía, e invitar a todos a
caminar juntos por el camino de la
paz y de la salvación que Dios, en
Cristo, ha dado a la humanidad.
Santa María del camino, Madre de
los discípulos misioneros de Cristo
y Reina de las misiones, ruega por
nosotros.
Roma, San Juan de Letrán, 6 de
enero de 2023, Solemnidad de la
Epifanía del Señor.

En su mensaje de este año el
Santo Padre quiere que nos
detengamos a reflexionar sobre
lo que para él es fundamental en
la misión y nos invita a meditar
“aspectos, que trazan el itinerario
de los discípulos misioneros”, con
la finalidad de “renovar nuestro
celo para la evangelización en el
mundo actual”.
Bajo el lema “corazones ardientes,
pies en camino” el Santo Padre
nos introduce en la experiencia
de encuentro con el Señor de
los discípulos de Emaús que se
constituye en paradigma para
todo discípulo misionero.
Nos invita “a ponernos en
camino, escuchando
al Señor resucitado
que siempre se
hace presente
en nuestro
itinerario
22
Catequesis
Central
P. Ricardo Elías Guillén
de vida y de fe para explicarnos
el sentido de la Escrituras y partir
para nosotros el Pan, de modo
que podamos llevar adelante, con
la fuerza del Espíritu Santo, su
misión en el mundo”.
Las tres partes en las que el
Santo Padre organiza el mensaje
puede decirse que evocan tres
realidades que constituyen la
espiritualidad misionera, a saber:
la centralidad de la Palabra de
Dios, Jesús Eucaristía, fuente y
culmen de la misión y la apertura
misionera de los discípulos.
El mensaje presenta la reflexión
contemplando las inspiradores
imágenes que ofrece el texto
bíblico de Emaús: a. los corazones
que arden cuando Jesús explica
las Escrituras, b. los ojos abiertos
al reconocerlo al partir el pan y, c.
los pies que se ponen en camino.
1. Los corazones que arden
cuando Jesús explica las
Escrituras
Con base en los datos bíblicos, el
Papa subraya en este primer punto
las dos verdades importantes en la
vida de los discípulos-misioneros
de Cristo: la incansable cercanía
del Resucitado a sus discípulos,
a pesar de sus limitaciones o
problemas, y el poder de la
Palabra de Dios explicada por
Jesús que ilumina y transforma el
corazón.
Todo el relato de Emaús está
construido sobre el tema del
“camino”. El camino es un rasgo
que atraviesa el evangelio
de Lucas y los Hechos de los
apóstoles. El camino de los
23
discípulos es ahora de regreso
de alejamiento de Jerusalén.
Los dos discípulos se alejan
poco a poco del lugar donde
experimentaron el gran dolor de
la pasión. Cuando se dice que
son dos “de ellos” se muestra que
se trata del alejamiento discreto
de la comunidad de Jesús, una
comunidad que –sin el Maestro-
ya no significa nada para ellos.
Entonces “Jesús en persona
se acerca y camina junto con
los discípulos, pero éstos no lo
reconocen. “Sus ojos estaban
retenidos (impedidos) para que no
le conocieran” (24,16). Es su modo
de ver la Pasión lo que les impide
reconocer a Jesús resucitado.
Primero los hace hablar con él:
“¿De qué van discutiendo por el
camino?” (24,17a). El Resucitado no
se desentiende de este mundo,
sino que se hace caminante
solidario y encontradizo para
entablar diálogo con sus
hermanos y reconducirlos a la vida
y a la esperanza. Jesús se interesa
por ellos y por lo que les pasa.
Jesús se sitúa al mismo nivel
en el que están ellos y luego los
va conduciendo gradualmente
hasta el nivel de comprensión
que Él tiene. Jesús desciende
hasta el escándalo de la cruz
que los discípulos tienen aún
vivo y los comienza a atraer hacia
su experiencia de resurrección
dejando que ellos expongan los
acontecimientos pascuales de
esa misma mañana, no importa
que concluyan que “no lo vieron”.
Jesús nos precede continuamente
en nuestro camino de fe y misión,
y sus discípulos misioneros
están llamados a reconocer la
presencia del divino compañero
durante el camino. Prestemos,
pues, atención a los corazones y
a los ojos cerrados por la tristeza
y el pesimismo porque nos llevan
a volvernos “necios y tardos de
corazón”, incapaces de advertir
al Señor resucitado que está
siempre delante de nosotros.
El texto de Emaús también se
caracteriza por sus diálogos
entre los mismos discípulos
24
(cómo conversan referente
a la interpretación de los
acontecimientos) y la intromisión
de Jesús en su conversación, que
sin embargo les aporta esperanza
y les explica lo sucedido desde
otra perspectiva bastante distinta.
En la comunicación con los
otros, a pesar de las diferencias,
donde nos obligamos a aprender
a escuchar, a compartir ideas,
vivencias y esperanzas.
En camino y compartiendo con
los demás es como se supera
mejor el sufrimiento y la soledad.
La presencia del Resucitado no
es posterior a su conversación,
sino que se verifica en el diálogo
mismo. En el encuentro con el
otro, abierto al diálogo, va el Señor.
Llegamos así al segundo aspecto
que destaca el Papa Francisco
en este primer punto del
mensaje: la fuerza iluminadora y
transformadora de la Palabra de
Dios en Jesús.
Jesús toma la palabra. Él les
presenta su punto de vista
apoyándose en una lectura de
las Escrituras. Los introduce a la
comprensión de su camino que
ellos vieron terminar en la Cruz.
Les hace entender que la Cruz
hay que verla desde la lógica
salvífica de Dios revelada en
las Escrituras: “Empezando por
Moisés y continuando por todos
los profetas” (26,26).
A la luz de quienes han sufrido en
la historia de Israel, se comprende
que su muerte en una cruz no es
un fracaso, sino la expresión de
su fidelidad incondicionada hacia
Dios. De consecuencia, su camino
no termina con la muerte, sino
que a través de ella Él “entra en la
gloria”, en la comunión eterna con
Dios (25,26).
Jesús es verdaderamente
el “Mesías” (el “Cristo”), y lo
es precisamente en cuanto
Crucificado. Por medio de Él, que
ha renunciado a todo, incluso a su
vida, y se ha atenido únicamente a
la voluntad del Padre, se manifiesta
la plenitud de la potencia de Dios,
que les ha hecho el don de la vida
eterna. Jesús les enseña qué es lo
que se puede esperar de él con la
mayor confianza y cuáles son las
expectativas que hay que dejar de
lado.
25
Llama la atención el uso que
hace Jesús de la Escritura para
iluminar la vida. Jesús usa la
Escritura y la historia del pueblo
de Dios para iluminar el problema
que hacía sufrir a los dos amigos,
y para aclarar la situación que
ellos estaban viviendo. La usa,
asimismo, para situarlos dentro
del proyecto de Dios que venía de
Moisés y de los profetas.
Y así les muestra que la historia
no se había escapado de la mano
de Dios. Jesús usa la Biblia como
un compañero que va a ayudar a
los amigos para que recuerden lo
que habían olvidado: “Cuánto les
cuesta creer todo lo que anuncian
los profetas”.
El evangelista Lucas al recordar el
episodio de Emaús quiere llamar
la atención de la comunidad a
la que dirige su Evangelio y la
de los cristianos de todos los
tiempos sobre la permanente
tarea de descubrir desde la
Escritura el paso constante de
Dios en todas las circunstancias
de la vida y de transformar la
cruz, señal de la muerte, en señal
vida y de esperanza. Aquello que
les impedía caminar, se vuelve
ahora fuerza y luz en la caminada.
¿Cómo la misión evangelizadora
puede hacer esto hoy?
El Papa escribió en Evangelii
Gaudium, el documento
programático de su pontificado:
“Las Sagradas Escrituras son
fuente de la evangelización. Por
lo tanto, hace falta formarse
continuamente en la escucha de
la Palabra. La Iglesia no evangeliza
si no se deja continuamente
evangelizar. Es indispensable que
la Palabra de Dios «sea cada vez
más el corazón de toda actividad
eclesial». La Palabra de Dios
escuchada y celebrada, sobre
todo en la Eucaristía, alimenta
y refuerza interiormente a los
cristianos y los vuelve capaces
de un auténtico testimonio
evangélico en la vida cotidiana”
(EG 174).
De igual modo, el anuncio
misionero es ante todo
anuncio de la Palabra de
Dios. Es la Palabra la que
debe hacerse camino
en medio de los
pueblos y culturas.
Cada misionero
26
está llamado a testimoniar la
Palabra y a ser instrumento para
que la Palabra sea la primera
mediación para el encuentro con
el Señor que ofrece la misión
evangelizadora.
2. Ojos que «se abrieron y lo
reconocieron» al partir el
pan. Jesús en la Eucaristía
es el culmen y la fuente de
la misión.
El segundo punto que el Papa
Francisco expone en el Mensaje
no es menos importante que el
primero: Jesús en la Eucaristía es
la cumbre y la fuente de la misión.
Hasta ahora en el diálogo Jesús
siempre había tomado la iniciativa,
pero cerca del lugar del destino
deja que sean los discípulos
quienes le pidan «quédate con
nosotros». Jesús ocupa el lugar
del anfitrión y repite los gestos
de la última cena, que revelan el
verdadero sentido de la pasión
y de la cruz: su entrega por los
demás.
Jesús no sólo comparte la casa de
ellos sino también su mesa. Allí les
renueva el gesto de la última cena.
Los discípulos lo reconocen en la
fracción del pan, o sea, en el gesto
que revela el sentido positivo de
la pasión: la generosidad de Jesús
hacia nosotros, su amor que llegó
hasta el extremo de dar la vida y
que ha transformado su sentido
(la muerte como donación de sí
mismo). Y fue ahí, en el sentido
positivo de su pasión, donde lo
reconocieron. “Entonces fueron
abiertos los ojos de ellos, y le
conocieron” (v. 31).
Resulta interesante notar que la
Escritura, de por sí, no abre los ojos.
Apenas hace arder el corazón,
prepara para el encuentro. Lo
que abre los ojos y hace ver,
es la fracción del pan, el gesto
comunitario del compartir, rezar
juntos, la celebración de la Cena.
En Lc 24,30 quedan descritos
todos los gestos eucarísticos que
permiten reconocer e identificar
al Jesús de la Vida, el crucificado
y resucitado, como la realidad
visible del Dios invisible. Tomar
el pan, bendecirlo, partirlo y
darlo son los verbos claves del
dinamismo espiritual eucarístico.
Entre todas las formas de
presencia, y no en último lugar,
sino como fuente y cumbre de
la vida cristiana, la celebración
eucarística de la fracción del
pan es la presencia reconocida
y gozosa del Resucitado en el
27
mundo. El anuncio misionero
debe generar discípulos que viven
unidos íntimamente al Señor en la
Eucaristía.
En el momento en que los dos
reconocen a Jesús, ellos renacen
y Jesús desaparece. Jesús no se
adueña del camino de los amigos.
No es paternalista. Resucitados,
los discípulos son capaces de
caminar con sus propios pies.
Podría decirse que Lucas quiere
invitar a las comunidades a
crear un ambiente de fe y de
fraternidad, de celebración y de
compartir, donde pueda actuar el
Espíritu Santo. El misionero es el
enviado del Señor para partir el
pan eucarístico y para compartir la
vida. Para eso debemos aprender
la hospitalidad semita, con lo
que implicaba de fraternidad,
protección, acogida y confirmar
la dignidad de tantos marginados
sociales que se acercan en busca
de esa hospitalidad.
Esta solidaridad y hospitalidad
conlleva compartir el pan, el
de la Eucaristía y el de saciar el
hambre material. Toda comida
es acercamiento de las personas
y tiempo de participación, de
compromiso mutuo. Porque dar
de comer es darse un poco de
uno mismo, lo cual nos puede
enseñar a vivir juntos.
3. Pies que se ponen en su vida voluntariamente (Lc 24,23).
Anunciar y decir que Jesús vive es
camino, con la alegría
la excepcional Buena Noticia del
de anunciar a Cristo Evangelio de Lucas, una Buena
Resucitado. Noticia, que no podía esperar, ni
ayer ni hoy.

La síntesis final que el evangelista La imagen de los “pies que se

hace nos muestra el momento
central y más importante del largo
camino de los dos discípulos. Lo
vivido en el camino los llevó a
ver con nuevos ojos lo que había
pasado en el camino precedente
con el Maestro hasta el momento
de la Cruz. Ahora, después del
encuentro en el camino y en la
mesa, son capaces de mirar el
camino que sigue a continuación:
la gozosa comunicación del
mensaje pascual.
Salen “sin demora”, ¡ellos dejaron
todo para partir, incluso la cena
aún inconclusa! El que vive es
Jesús, el Señor, el justo que
resucitó de entre los muertos,
después de ser crucificado
injustamente y de haber entregado
ponen en camino” nos recuerda
una vez más la validez perenne de
la misión ad gentes, la misión que
el Señor resucitado dio a la Iglesia
de evangelizar a cada persona y
a cada pueblo hasta los confines
de la tierra. Nos recuerda el Santo
Padre:
Contar a otros, es decir proclamar
nuestra experiencia de encuentro
con Jesús Resucitado, será
siempre la primera tarea misionera.
Posibilitar el encuentro entre el
resucitado y el ser humano en el
camino de esta historia ha de ser
la meta de toda evangelización.
¡Qué Señor nos conceda cada
día corazones ardientes y pies
en caminos!

Bibliografía:

ÁLVARES, C. David, Emaús, Paradigma del encuentro en el camino con el Resucitado,

Estudio Teológico Agustiniano, Valladolid, 2016

DINH, Anh Nhue NGUYEN Introducción a la lectura y comentario del mensaje del
Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2023. Pontificia
Unión Misional, Libro 2023.

OÑORO C. Fidel. “Elementos característicos de la pedagogía de Jesús en el

Evangelio de Lucas”, en: Revista Medellín, n. 110, 2002.

28
P. José María Calderón:

“Ser generosos es la forma

de ser todos misioneros”
Redacción Misión Hoy

Para esta edición especial de Misión

Hoy compartimos la entrevista que
realizamos al P. José María Calderón,
director nacional de las Obras
Misionales Pontificias España, con quien
conversamos una variedad de temas de
interés para el mundo misionero actual.

Misión Hoy: ¿Cómo relaciona con Corazón ardiente es haber

su vida vocacional el sugestivo
lema del Domund de este año
“¿Corazones ardientes, pies en
camino?
P. Calderón: La vida de fe y
la vocación, creo, sólo son
comprensibles cuando uno se deja
enamorar por Cristo. Corazones
ardientes es la expresión que
mejor manifiesta la razón de
nuestro seguimiento al Señor. Ya
no es simplemente que necesito
de Él, es que le deseo: mi corazón
ha oído su voz que me llama y
hace sentirme amado por Dios.
encontrado a aquel que, a pesar
de mis pobrezas, mis limitaciones,
mis infidelidades ¡me ama!
¡me cuida! ¡no se arrepiente de
haberme elegido! Y me siento
acogido, sostenido y valorado por
él.
Ese convencimiento del amor de
Dios, me impulsa a llevarlo a los
que me rodean, a darlo a conocer,
a buscar la forma de que otros
tengan la experiencia del amor:
por eso ‘pies en camino’. Salir de
uno mismo, desear gritar con voz
potente, pero en el corazón de

29
cada persona que Dios ha puesto
en mi camino, que Dios existe, que
Dios es grande, que Dios es bello.
MH: ¿Cómo llegó usted al mundo
de la animación misionera y cuál
ha sido su experiencia en este
ministerio eclesial?
P.C: No fue nada buscado ni
previsto. En 1994 se me enco-
mendó atender a la comunidad
de Misioneras de la Caridad, de
la Madre Teresa de Calcuta. Con
ellas empecé a llevar jóvenes a
sus casas de Europa y, a petición
de ellas, de África. Los veranos
me los pasaba acompañándolas
a ellas en su servicio a los más
pobres en Rumanía, Etiopía,
Ghana, Benín.
Cuando mi obispo, en 2007, pensó
en mí para hacerme director
diocesano de OMP, me excusé
diciendo que yo no sabía nada
de misiones, y su contestación
fue: Tantos años como capellán
de unas misioneras y llevando
jóvenes a sus misiones y ¿no
sabes nada de misiones? ¡qué
poco aplicado eres!
Así, sin quererlo ni beberlo,
comencé una tarea que, para mí,
era nueva pero que me ha ido
cogiendo el corazón y el alma y
que me ha hecho descubrir en la
30
realidad y en la práctica aquello
que estudié en la teología sobre la
Iglesia: que es universal y católica.
Parece una tontería, pero creo que
ver la vida misionera de la Iglesia,
nos hace ver con más claridad el
inmenso amor de Jesús por los
hombres.
MH: ¿En su servicio como director
nacional de las OMP cuáles han
sido sus prioridades pastorales?
P.C. Creo firmemente que hay que
hacer conscientes a los bautizados
de que la vocación cristiana es,
por su misma naturaleza, vocación
al apostolado como señalaba
Pablo VI (AA 2). El empeño que
deberíamos tener todos los
agentes de pastoral en la Iglesia
(obispos, consagrados, laicos o
sacerdotes) indistintamente de si
son o no responsables de las OMP
o de alguna institución misionera,
es hacer de los cristianos
‘discípulos-misioneros’ como dice
el Santo Padre.
Si los cristianos viviéramos
con pasión la vocación a
la evangelización surgirían
vocaciones a la misión ad gentes
para ir al mundo entero y llevar
a Cristo hasta los confines de la
tierra. Por eso el esfuerzo mayor
que hacemos en OMP de España
es la animación misionera. Hacer
que los cristianos se sientan
responsables de la tarea misionera
de toda la Iglesia, y no deleguen la
responsabilidad que tienen como
apóstoles en los que parten para
las tierras de misión.
MH: ¿Cuál es la situación actual
de los misioneros españoles en
el mundo?
P.C: En la base de datos que
tenemos en Obras Misionales
Pontificias figuran cerca de siete
mil misioneros españoles que
están en la actualidad trabajando
en algún lugar del mundo.
Desgraciadamente, aunque
es un número grande, hay dos
datos que empañan la alegría:
primero que en los últimos 10
años ha disminuido el número
de misioneros casi en un 50% y
segundo que la edad media de
estos misioneros es muy alta, está
alrededor de los 75 años.
Evidentemente, no dejamos de
dar gracias a Dios por todos
31
los que están en la misión en la
actualidad y pedimos al Señor que
les llene de alegría y entusiasmo.
Casi el 55% son mujeres que
pertenecen, principalmente,
a institutos religiosos. Pero es
verdad que ahora van, poquito a
poco, aumentando los laicos que
parten a la misión, y eso es motivo
de esperanza, estos laicos y las
familias misioneras van a llegar a
ámbitos a los que los sacerdotes
o consagrados no podrían llegar.
MH: ¿Cómo cree usted
que podemos actualizar y
profundizar el carisma de las
Obras Misionales Pontificias en
el marco de una Iglesia sinodal y
en salida misionera?
P.C: Sinceramente, creo que la
salida misionera es una de las
expresiones más elocuentes de la
sinodalidad de la Iglesia. La misión
no se puede hacer de forma
personal, por libre. La misión exige
la comunión de las personas, los
carismas, las vocaciones.
En la misión uno descubre con más
naturalidad que los sacerdotes
y los laicos, las consagradas y
los obispos, los enfermos y los
niños, las personas mayores y los
dedicados a la oración y al silencio,
se necesitan mutuamente.
En la misión se tiene que mostrar
necesariamente la grandeza
de la Iglesia tal como es: una
con multitud de vocaciones, de
servicios, de talentos que reman
en la misma dirección, que se
apoyan y necesitan mutuamente
y que ayudan a construir la
Iglesia tal como es en el corazón
de Cristo. Unos y otros se sirven
y se necesitan, y, todos juntos,
muestran el rostro más bello de
Jesús.
MH: Hoy en día la cooperación
misionera, que tiene una de sus
32
expresiones en la colecta de la
Jornada Mundial de las Misiones,
sigue siendo tan necesaria como
en los tiempos de la beata Paulina
Jaricot, ¿cuáles otras opciones
de cooperación misionera se
pueden llevar a cabo en este
contexto de globalización?
P.C: Francisco insiste que la
primera Obra Misional Pontificia
es la oración, evidentemente
la forma primera y más eficaz
de apoyar, sostener y alentar la
misión de la Iglesia es la oración.
La oración y el sacrificio ofrecidos
por la evangelización de nuestro
mundo, pidiendo que todos los
hombres se encuentren con Cristo,
pidiendo por que el Señor suscite
vocaciones a la misión entre los
sacerdotes, los consagrados y
los laicos jóvenes. Sin oración no
hay frutos, ni posibilidad de que el
corazón del hombre se convierta.
Sin duda, cada uno debe
plantearse con sinceridad y con
sencillez cómo puede colaborar
personalmente.
Cuando yo era niño, le dije
al sacerdote con el que me
confesaba que rezaba porque
hubiera muchas vocaciones
sacerdotales… y su contestación
me hizo entender muchas cosas:
“no pidas porque otros sean lo
que tú sabes es tan necesario en
la Iglesia, reza para que tú mismo
puedas ser uno de esos jóvenes
a los que el Señor pueda llamar”
dicho y hecho y ¡aquí estoy!
Por lo tanto, otra forma de ayudar
a la misión es ofrecerse al Señor,
algunos podrán ser misioneros
en lugares lejanos, otros más
cerquita, otros podrán colaborar
con los responsables de las
Obras Misionales Pontificias de
la propia diócesis, participando
en encuentros y promoviendo las
actividades que se realicen.
Por supuesto, no podemos olvidar
que nadie es tan rico que no
necesite de los demás, ni nadie
tan pobre que no pueda dar algo,
y aunque los donativos no son lo
más importante, sí son necesarios.
33
En muchos lugares de nuestra
tierra, la Iglesia es capaz de
mantenerse por lo que les llega
de la Santa Sede con motivo del
DOMUND, por eso invito, también
a ser generosos. Es la forma de
ser todos misioneros, unos en ‘el
frente’ y otros en la retaguardia,
apoyando y haciendo posible el
trabajo de los que están delante.
MH: Con motivo de la celebración
del Octubre Misionero puede
enviar un mensaje a los
misioneros y a la familia de las
OMP en Venezuela.
P.C: Yo creo que el mensaje
fundamental es ¡esto vale la
pena! Por mucho que el demonio
intenta apagar nuestra ilusión por
la evangelización y nos hace ver,
de forma destacada, los fracasos,
la debilidad de los cristianos, las
pobrezas de la Iglesia ¡esto vale la
pena!
Evangelizar es apostar por un
mundo mejor, una sociedad más
justa, una oportunidad de traer
luz y esperanza al corazón de
los hombres y mujeres que viven
perdidos o angustiados y, además,
estamos en el equipo vencedor:
estamos en el equipo de Cristo ¡el
que ya ha vencido!
 Hna. Norma Gómez:
“Salgo para dar
a conocer a Jesús”
Redacción Misión Hoy

Norma Gómez Sánchez es Hermana Terciaria

Capuchina de la Sagrada Familia, nativa del
estado Táchira, en la actualidad hace su trabajo
en la diócesis de Machiques estado Zulia, al
occidente de Venezuela.

Fue en el grupo juvenil Justicia y Paz, guiado por

el padre Otto Cárdenas, que la hermana Norma
conoció a las religiosas de las que ahora forma
parte: “Yo era catequista y ahí me enganché por
san Francisco; me encantó y me encanta la vida
de San Francisco, su espiritualidad, y empecé a
frecuentar a las capuchinas. Me gustó y bueno
el Señor me llamó a ser religiosa, porque quería
algo diferente a lo que hacían las amigas mías,
que era estudiar y casarse”.

La joven que había formado parte de la Infancia

Misionera, quería entregar su vida al Señor y
“sobre todo ser misionera”.

34
 Al otro lado del mar
A principios de la década de los
noventa fue destinada a una
misión en África, para lo que debió
primero aprender francés, antes
de dedicar siete años a la misión
en la República Democrática del
Congo.
Allí trabajó en una misión en la
selva, “a seis horas de la ciudad
más cercana y que fue creada
por nosotras las hermanas
terciarias capuchinas de África”,
afirma. Donde se dedicaba a
apoyar a los maestros que viven
una situación muy difícil, porque
son mal pagados y los niños
tampoco tienen recursos para
comprar los materiales escolares
para estudiar, “pero una ONG
de católicos españoles apoya la
parte educativa y de formación
en valores y en valores cristianos”.
El regreso a casa
A raíz de la pandemia en el año
2020, terminó quedando en
Venezuela sin poder renovar
pasaporte o regresar a África, así
que sus Superioras decidieron
que se quedar en el país y la
destinaron a Machiques, donde
trabaja actualmente.
35
Corazones que arden
La hermana explica que ese
corazón ardiente es estar
enamorada de Jesús: “me arde
el corazón en deseos de darlo
a conocer como los discípulos
cuando partió el pan. Desde
joven hasta hoy mi corazón arde
en deseos de ir hacia los otros,
de estar con ellos y de compartir
mi fe con los que no conocen a
Jesús, eso significa que no me
puedo quedar encerrada en mí
misma o en las cuatro paredes
del convento o de la comunidad,
sino que debo salir y aquí estoy
en acción”.
“Me comunico con la gente, con
los que no vienen a la escuela,
voy al barrio y a donde están los
indígenas en la ranchería. Salgo
para dar a conocer a Jesús, y como
decía san Francisco: “salgamos
y no hablemos, caminemos y
saludemos a la gente. Paz y bien”.
 Mons. Felipe González:
“Somos o no somos
Mons. Felipe González es Obispo
emérito del Vicariato Apostólico
de Caroní desde el 27 de abril de
2021. Nació el 14 de diciembre de
1944 en Madrid, España.
Hizo profesión religiosa como
miembro de la Orden de los
Frailes Menores Capuchinos el 14
de agosto de 1962 y fue ordenado
sacerdote el 15 de marzo de 1970
para la misma orden.
El 25 de noviembre de 1985, el
papa Juan Pablo II lo nombró III
Obispo del Vicariato Apostólico
de Tucupita.
Fue enviado a Machiques, al
occidente de Venezuela, a la única
misión de la región donde estaban
los capuchinos. Precisamente
36
misioneros”
Redacción Misión Hoy
el joven Felipe provenía de una
familia “capuchina”, pues dos de
sus tíos y un hermano se habían
formado en esa congregación.
Sin embargo, al llegar en barco
a La Guaira, por problemas de
salud de uno de los religiosos
de la orden que estaba ya en el
país, fray Felipe terminó junto a
tres compañeros en Tucupita, al
oriente de Venezuela en el delta
del río Orinoco. Contaba con
25 años de edad y llegaría a ser
obispo a los 43 años, “43 años nada
más”, recuerda monseñor.
Monseñor siente que su
aprendizaje como misionero es tan
amplio que incluye “desde subirse
a la Curiara hasta aprender alguna
palabra en warao”, pues en tantos
años aprendió “de la vida, del expresa Monseñor, “por las
ambiente, de las circunstancias y circunstancias no nos queda
de la gente”. mucha gente”.

“Creo que es fundamental. Si uno Ciertamente algunos misioneros

va a estar entre ellos, tiene que
por lo menos aprender algunas
palabras”, insiste.
“Es importante para los misioneros,
ahora que hay otro concepto
de misión, adaptarnos. Ya sea
en la zona indígena o en la zona
criolla, donde estemos tenemos
que conocer ese sitio”. Para el
obispo eso pasa especialmente
por conocer primero la geografía
y después la cultura de cada
pueblo.
más jóvenes a veces tienen
ciertas dificultades, por las
complicaciones geográficas,
ambientales e incluso tecnológi-
cas de los territorios de misión,
a lo que Monseñor responde
sin dudar: “¿Somos o no somos
misioneros? Bueno, pues somos
misioneros”.

“Yo recuerdo que nos mandaron

a leer, pues a los que veníamos
para Venezuela, algunas de las
obras de Rómulo Gallegos como
Canaima y Doña Bárbara. Empecé
con el segundo y no lo terminé,
porque no entendía. Entonces
luego ya cuando estuve aquí la
leí completa y la entendí”, cuenta
para resaltar la necesidad de
conocer el lenguaje y el ambiente
para entender también a la gente.

El progreso humano, el progreso

espiritual y el progreso social han
sido parte de la tarea de todos
aquellos misioneros capuchinos,
pero en la actualidad, según

37
 Rostros de la Misión

Misioneros
VIII
en el tiempo

Karyna Urbaneja
Relacionista Público
Diócesis de la Guaira
Vicariato Apostólico de Caroní
2022-2023
Nacher Freire
Docente
Arquidiócesis de Maracaibo
Vicariato Apostólico de Caroní
2022-2023

Alexander Robles
Administrador
Diócesis de Cabimas
Vicariato Apostólico de
Tucupita 2022-2024

Daniela Prieto
Psicóloga
Diócesis de Cabimas
Vicariato Apostólico de
Tucupita 2022-2023
Mileidis Linares
Docente
Diócesis de Cabimas
Vicariato Apostólico de
Tucupita 2022-2024

38
 Rostros de la Misión

Una Familia Misionera

en Guariquén
Deyciret, Pedro y Ana Teresa

Anderson Mendoza

Deyciret Díaz y Pedro Ríos, junto a su hija Ana

Teresa, son originarios de la diócesis de Cabimas,
estado Zulia. Actualmente viven una experiencia
como familia misionera en la diócesis de
Carúpano, gracias a un convenio entre ambas
diócesis

El primer chispazo en en diciembre de ese año, para

el corazón
Deyciret Díaz conoció el
quehacer misionero de las Obras
Misionales Pontificias cuando
ella tenía 14 años, al asistir a un
encuentro que realizó su diócesis.
En esa oportunidad escuchó
el testimonio de una misionera
ad gentes, actual directora de
misiones en la diócesis.
Este testimonio hizo arder su
corazón, pero no fue sino hasta el
2013 cuando tuvo la oportunidad
de ir a la JMJ en Brasil y vivir el CAM
tomar la decisión de comenzar
un proceso de preparación para
ir a las misiones.
A imagen de la de
Nazareth
Las intenciones misioneras de
Deyciret se vieron frustradas
por la enfermedad y muerte de
su padre. Durante el proceso de
enfermedad de su papá, conoce
a Pedro, su esposo. Pedro, por su
parte, venía de una familia que,
si bien no están casados, han
estado siempre juntos, cultivando

39
 Rostros de la Misión
valores como el respeto, el amor
hacia Dios.
Eso era lo que él y Deyciret desde
el inicio querían vivir: una familia
cristianamente constituida
donde se vivieran valores, pronto
llegaría Ana Teresa al conformar
la pequeña familia.
Poco después de casarse
recibieron la invitación para
participar en un encuentro de
Familias Misioneras, al que
efectivamente asistieron y donde
pudieron recibir formación e
información del servicio.
Ponerse a caminar
Pocos años más tarde, les
pidieron buscar algunas familias
para ir a una misión en Guariquén,
y fue ahí donde, así como para
el matrimonio, Pedro tomó la
iniciativa y le dijo a Deyciret: “¿Por
qué no nos vamos nosotros a vivir
esta misión?”. Invitación que dejó a
ella desconcertada, porque jamás
se esperó una invitación como
esa de su esposo. Ella aceptó y
comenzaron a prepararse a través
del Relevo Misionero.
40
40
Durante este proceso recibieron
una llamada de Lisbet y Moisés,
una familia misionera que ya
había estado en Guariquén, una
comunidad de indígenas y criollos,
y les dicen: “¡Vayan! Estén allá su
tiempo, lo que ustedes quieran:
un mes, dos meses, tres meses”.
El 27 de julio de 2021 llegaron
a su destino, Ana se adaptó
rápidamente al ritmo de vida
en la misión y pronto también
comenzó la escuela. Para
Dayciret y Pedro, su día a día
se había vuelto misión como
familia: la oración, el trabajo en la
escuela, tareas dirigidas, reunión
con los grupos de jóvenes y de
infancia, la academia de fútbol, la
coordinación y asistencia de los
comedores.
Pero también “los quehaceres de
la casa, porque soy misionera,
pero no dejo de ser mamá,
no dejo de ser esposa”, afirma
Deyciret. Además, Pedro, aunque
jamás pensó hacerlo, comenzó a
animar las comunidades con la
celebración de la Palabra.
 Rostros de la Misión

Hna. Joanna Rymen:

“La generosidad misionera
es un asunto de fe”
Redacción Misión Hoy

Joanna Rymen, nacida en Bélgica, celebra

cincuenta años de vida misionera en Venezuela
y es Hermana de las Escuelas Cristianas de
Vorselaar. Ha pasado gran parte de su vida en
una de las zonas más marginadas de la ciudad
capital y comparte anécdotas y recuerdos con
Misión Hoy en este Octubre Misionero.

“Tenía inquietudes misioneras, vinieron a Venezuela para trabajar

pero no había hermanas ni una
congregación misionera donde
vivíamos. Tenía un hermano
misionero en Brasil, cuando supe
que la congregación necesitaba
unas enfermeras que iban a la
misión a América Latina entonces
yo pregunté para estudiar
enfermería”, refiere la religiosa
sobre sus primeras inquietudes
misioneras.
Las primeras Hermanas de Las
Escuelas Cristianas de Vorselaar
en la catequesis, labor por la que
son muy reconocidas, “se trata de
una congregación muy pequeña
y no teníamos mucha idea de
misión”.
Las seis primeras hermanas que
llegaron a Venezuela, buscaron
una casa en el 23 de Enero,
Caracas, una zona muy popular.
Por lo que algunas personas
pensaban que era un castigo, ya
que no entendían que las religiosas
fueran a vivir en el barrio.

41
 Rostros de la Misión
Las primeras hermanas aquí en
Venezuela visitaron mucho a la
gente en sus casas, y, explica la
Hna. Joanna, “llevaban un papelito
con ellas porque no conocían
mucho el castellano”.
“Yo encontré mi vocación aquí
en la comunidad, visitándolos y
tratando de que ellos se organicen.
Acá tenemos un consejo donde
nosotras no somos las que
tenemos solamente la palabra,
tenemos que escuchar muy bien
lo que dicen los otros, además lo
trabajamos junto con el consejo
comunal”.
“Mi mamá nos inculcó a nosotros
qué es ser misionero; ella atendía
muchos enfermos en mi pueblo,
aun en las que llaman zonas rojas.
Eran peligrosas, como se dice
ahora del 23 de Enero”, explica
al referirse a la populosa zona
del oeste de Caracas, en la que
desarrollan su actividad pastoral.
A la religiosa no dejan de
sorprenderla la solidaridad y
la calidez del venezolano: “Los
primeros años cuando yo estaba
aquí, había una señora que iba a
dar a luz y no tenía ropita, y había
una vecina que también iba a dar
a luz y tenía dos ropitas. Ella le
regaló una, a mí me llamó tanto
la atención que pensé: ¿cómo
puede ser que uno que necesita
42
tanto también es solidario?”.
“Nosotros en Bélgica somos muy
fríos, pero aquí aprendí mucho de
lo que es la cercanía, el compartir,
la solidaridad y la apertura, como
cuando uno dice dos palabras
y afirman: ¡mira, habla bien
castellano!”, continúa.
Acaba de cumplir 50 años en
Venezuela como misionera, y de
ellos 36 los ha pasado en el barrio,
“seguiré hasta que dé el último
suspiro siendo amable con esta
gente, saludando, atendiendo a
los que vienen a la puerta, y en
otras cosas pequeñas aquí en la
casa”.
“Los jóvenes deben estar seguros
de que Dios es el centro de su vida
y desde ahí ellos podrán ir a la
misión, pero cuando ellos no están
seguros de su propia vocación no.
Al final la generosidad misionera
es un asunto de fe, de seguimiento
de Jesús”, finaliza.
 Pueblos originarios venezolanos

Población
20.814 personas según
censo de 2011.

Nombre étnico y familia Ubicación geográfica

lingüística ancestral y actual
Arawak. Laguna de Sinamaica, estado Zulia.

Amenazas Pueblos Fortalezas

Su lengua está en peligro
de desaparición y con ella
la posibilidad de mantener
Originarios: Siguen siendo un número
considerable dentro
del marco de su propia
vivos ciertos elementos
culturales. Grave crisis de
los servicios de salud y
Los Añú geografía. Mantienen vivos
algunos elementos de
su cultura material y de
Fuente: Información de
educación. José Luis Andrades supervivencia.

Características culturales Problemática actual

La vivienda típica es el palafito, viven de
Es un pueblo fuertemente amenazado
la Pesca y la venta de artículos naturales.
de desaparición, a pesar de su
Poseen una cosmovisión propia según
condición histórica ampliamente
la cual Dios vive con su mujer en otro
documentada.
mundo.

43
 Juegos Misioneros

Un Avemaría
y una monedita
por las misiones

Yesenia Quintero

Celebramos el Octubre Misionero También les sugerimos unas

y la Jornada Mundial de las recetas muy sabrosas y sencillas
Misiones compartiendo con que puedan hacer con ayuda de
sus papás o profesores, y luego
todos ustedes una linda carta
vender para reunir dinero para
imaginaria de Mons. Carlos poner en la alcancía misionera y
Augusto de Forbin-Janson, apoyar la colecta del DOMUND
fundador de la Infancia Misionera. 2023. A continuación, la carta:

44
 Juegos Misioneros

¡Hola misioneros!
Nos encontramos nuevamente en octubre, un mes muy especial para
todos nosotros.
En el año 1842, regresé a mi amada Francia. Tenía la intención de
irme como misionero, pero el Señor tenía otros planes para mí. Fue
así como en mi encuentro con el Santo Padre Gregorio XVI, me indicó
que no era el momento preciso para la misión, y me dijo que debía
aguardar un poco más y acompañar a mis hermanos en mi país natal.
Eran muchos los fieles que podía acompañar en la Diócesis de Nancy
y en toda Francia; sin embargo, en mi corazón latía el deseo de algún
día poder ir a la misión. Fue así como diariamente venían a mi mente
y a mi oración la vida de los niños y niñas que sufrían abandonados
en China, ya que ese es uno de mis deseos más fervientes.
Ya que no podía ir a la misión, me encontré con una joven, que desde
hacía veinte años había comenzado a ayudar a los misioneros del
mundo, solo había escuchado hablar de ella y creo que fue una
buena oportunidad para dialogar de mi deseo de ayudar en la
misión.
Queridos niños y adolescentes, en mi encuentro con la señorita
Paulina Jaricot, el Señor me inspiró una idea maravillosa: que
sean ustedes mismos quienes ayuden a los niños de China.
Nuestra pequeña misión será rezar un Avemaría a diario y dar
una monedita al mes. Cada uno de nosotros con su aporte ayudará
a millones de niños y niñas que necesitan de nuestra oración y
nuestra cooperación económica.
Por eso, cada octubre las OMP nos invitan a celebrar el mes
de las misiones con nuestro corazón ardiente y los pies en
camino, para ayudar a todos los misioneros del mundo.
Nuestra cooperación espiritual, material y personal
ayuda a millones de hermanos que están esperando de
nuestra mano amiga.
Mons. Carlos Augusto

45
 Juegos Misioneros
Galletas de mantequilla
Ingredientes
• 200 grs. de margarina sin sal
• 250 grs. de azúcar
• 1 cdta. de vainilla
• 1 cdta. de sal
• 2 huevos
• 500 grs de harina de trigo leudante
• Azúcar para decorar
Preparación
1. Precalienta el horno a 180°C.
2. Con la batidora crema
mantequilla, incorpora el azúcar
y la sal, mezcla bien y agrega los
huevos y la vainilla.
3. Añade poco a poco la harina hasta
que sea una masa homogénea.
4. Forma las galletas en una bandeja
de horno engrasada, usando la
manga pastelera o la de galletas.
Espolvorea con azúcar.
5. Hornea durante unos 20 minutos o
hasta que comienzan a dorar por
debajo.
6. Deja enfriar en una rejilla, puedes
guardarlas en recipientes
herméticos y tenerlas listas para
disfrutar en la semana.
Ponquecitos de cambur
Ingredientes
• 2 tazas de harina de trigo todo uso
• 1 cdta. de polvo de hornear
la
• 1 cdta. de bicarbonato
• ¼ cdta. de sal
• ½ cdta. de canela en polvo
• ¼ cdta. de nuez moscada rallada
• 3 cambures grandes
• 1 huevo
• ½ taza de azúcar
• ¼ taza de aceite
Preparación
1. Precalienta el horno a 180ºC.
2. Engrasa y enharina el molde de
ponquecitos o prepáralos con los
capacillos.
3. Une bien la harina, la sal, las
especias, el bicarbonato y el polvo
de hornear. Reserva.
4. En un envase, usando la batidora
eléctrica, haz puré con los
cambures. Incorpora el huevo, el
azúcar y el aceite batiendo muy
bien.
5. Añade poco a poco la mezcla de
harina sin dejar de batir.
6. Vacía en los moldes y hornea por 25
minutos o hasta que estén dorados.
7. Déjalos reposar antes de desmoldar.
46

Cooperación misionera,
una realidad
tangible
Los jóvenes
estamos llamados
a contribuir en la Misión
con una participación activa.
En virtud de nuestro bautismo
y la confirmación, pasamos a ser
parte de una corriente de acción
maravillosa: el plan de salvación
universal que es del mismo Dios y se
realiza, día a día, con el nombre de
cooperación misionera.
La cooperación misionera es toda
acción eclesial que nos invita a
extender los horizontes de la caridad
y se fundamenta y se vive, ante
todo, mediante la unión personal
con Cristo: sólo si se está unido
a él, como el sarmiento a la
viña, se pueden producir
buenos frutos (cf. Jn
15,5).
47
En la Onda Misionera
Luis Mindiola
Cuando se hace
realidad
Los resultados de la cooperación
que hacemos, permiten
comprender cómo ella se
convierte en el fermento de
grandes sueños alcanzados en
los territorios de misión, como
es el caso de Darlyn García, del
Pueblo Bare y Baniwa (San Carlos
de Río Negro y Maroa, Vicariato
Apostólico de Puerto Ayacucho),
de la comunidad Arawako en la
Amazonía venezolana.
Darlyn nos cuenta que su
recorrido en la Iglesia comenzó
como catequista en la Parroquia
Sagrado Corazón de Jesús del
Estado Amazonas, animada y
motivada por el padre Jorge
Aguilar, indígena arawako
(Curripaco).
 En la Onda Misionera
Con el trabajo que comenzó a
realizar en la parroquia tuvo un
acercamiento con monseñor
José Ángel Divasson, quien era
el responsable del Vicariato
de Puerto Ayacucho para ese
entonces, y con quien aprendió
muchas cosas importantes para
su crecimiento en la fe.
Por esos mismo años Darlyn
conoció las profesoras Nidialis y
Norayma, laicas misioneras del
equipo del Vicariato Apostólico,
quienes le dieron la oportunidad
de realizar el primer curso
nacional de DDHH con Uniandes
en Mérida. A partir de ahí, creció
su amor por la defensa de los
pueblos indígenas y la formación
de los jóvenes.
El sostenimiento de las tierras de
misión ayuda a acompañar los
sueños de jóvenes como Darlyn,
quien hoy es abogada, defensora
de los DDHH y miembro de la
REPAM, del eje DDHH.
48
Compartir lo
poco o mucho
que tenemos
La cooperación misionera trata
de aquella acción eclesial
que nos invita a extender los
horizontes de la caridad, al
manifestar la solicitud por
todos los pueblos de la tierra,
pues “la gracia de la renovación
no alcanzará a las comunidades
si no extienden su amor hasta
los confines de la tierra y se
preocupan por los que están
lejos si fueran sus propios
miembros” (AG 37).
La cooperación misionera, se
realiza desde tres ámbitos:
En lo espiritual se expresa en
la oración, el sacrificio y el
testimonio que acompañan los
pasos de los misioneros por todo
el mundo.

La oración debe acompañar el
camino de todo joven misionero,
para que el anuncio de la Palabra
resulte eficaz por medio de
la gracia divina, pero también
teniendo presente que la oración
debe ir unida al sacrificio y el
testimonio de vida que irradia
el joven al encontrarse con el
Resucitado, y que hace arder su
corazón.
La cooperación material, está
referida a las indispensables
ayudas materiales con los
proyectos misioneros y con
las comunidades que pasan
necesidades. (Rm 15, 25-28; RMi
81): “Dios ama a quien da con
alegría” (2Co 9,7).
La cooperación personal se
manifiesta en el promover las
vocaciones misioneras y reafir-
mar la prioridad de la donación
de la persona a las misiones. La
promoción de estas vocaciones
es el corazón de la cooperación:
el anuncio del Evangelio requiere
anunciadores, la mies necesita
obreros, dispuestos a ir por todo
el mundo para llevar la Buena
Noticia de Salvación.
En esta tarea de animación, el
primer responsable son las Obras
Misionales Pontificias, como ha
afirmado varias veces el papa
Francisco en los mensajes para la
Jornada Mundial de las Misiones.
49
En la Onda Misionera
Las cuatro Obras Pontificias
tienen en común el objetivo de
promover el espíritu misionero
universal en el Pueblo de Dios.
En Venezuela, se ofrece el
Programa del Relevo Misionero,
una iniciativa de carácter
permanente cuyo objetivo es la
preparación de candidatos con
inquietud misionera (laicos/as,
sacerdotes, religiosos/as) para su
envío a las misiones, de manera
que puedan ponerse al servicio
de los pueblos y comunidades
que son atendidos por aquellas
Iglesias más necesitadas, dentro
y fuera del territorio nacional.
¿Cómo podemos los jóvenes
ayudar a las misiones y a los
misioneros? Hoy necesitamos
jóvenes comprometidos en la
misión universal, que cooperan
con corazones ardientes y ponen
sus pies en camino a la misión.
 Vida OMP

Asamblea Arquidiocesana de
Animación Misionera en Caracas

El sábado 23 de septiembre se
llevó a cabo la I Asamblea de Animación
Misionera de la Arquidiócesis de
Caracas, en el marco de la preparación
para el DOMUND 2023 y bajo el lema
“Corazones ardientes, pies en camino”
(cf. Lc 24,13-35). La actividad organizada
por Obras Misionales Pontificias (OMP)
Venezuela contó con la asistencia de
delegados de 43 parroquias y vicarías
de la Arquidiócesis.

Encuentro del
Voluntariado Misionero
de las OMP
Las Obras Misionales Pontificias
(OMP) en Venezuela, a través de su
Centro de Formación Misionera (CFM),
llevaron a cabo el segundo encuentro
de formación del Voluntariado
Misionero de las OMP con una
actividad presencial en el Colegio San
José de Tarbes, El Paraíso, Caracas
y la participación de 31 voluntarios
de varias parroquias y colegios de la
Arquidiócesis de Caracas.

50
 Vida OMP

Campamento
Juvenil Misionero
en Guasdualito
La Pontificia Obra de Propagación
de la Fe, una de las cuatro obras
que conforman las Obras Misionales
Pontificas (OMP) en Venezuela, llevó
a cabo el Campamento Juvenil
Misionero Diocesano del 21 al 28 de
agosto con la participación de 68
jóvenes de la diócesis de Guasdualito,
a través del servicio JOVENMISIÓN.

Publicado el Manual
de la IAM
Las Obras Misionales Pontificias
(OMP) en Venezuela publicaron el
Manual de la Infancia y Adolescencia
Misionera (IAM) con la finalidad de
fortalecer la identidad de esta Obra
Pontificia y ofrecer de modo ordenado
los elementos de espiritualidad,
pedagogía, animación y cooperación
misionera que le son propios.

51
 Vida OMP

Primer Encuentro
Nacional de Jóvenes
Indígenas

Se llevó a cabo el Primer Encuentro

Nacional de Jóvenes Indígenas, en el Centro
de Formación Nekuima de Ciudad Guayana,
estado Bolívar, del 9 al 12 de agosto, con la
participación de 42 jóvenes provenientes
de los estados: Amazonas, Delta Amacuro,
Bolívar, Anzoátegui y Zulia.

OMP Venezuela realizó

Encuentro Nacional de
Familias Misioneras

La Pontificia Obra de la Propagación

de la Fe (POPF), una de las cuatro Obras
Misionales Pontificias (OMP) en Venezuela,
realizó el primer Encuentro Nacional de
Familias Misioneras (EFAMI) entre los
días 7 y 9 de julio en El Hatillo, estado
Miranda, con familias provenientes de las
provincias eclesiásticas de Maracaibo,
Mérida, Calabozo, Caracas, Maturín,
Ciudad Bolívar y Valencia.

52
 Noti Misión

CEAMA CELEBRÓ PRIMERA ASAMBLEA

ORDINARIA PRESENCIAL EN MANAOS

Del 8 al 11 de agosto, en el corazón

de la Amazonía brasileña, se llevó a
cabo la primera Asamblea Ordinaria
presencial de la Conferencia Eclesial
de la Amazonía (CEAMA) con el objetivo
de reflexionar sobre las realidades de la
Amazonía e identificar desafíos, líneas de
evangelización e itinerarios prioritarios
para establecer la hoja de ruta de los
próximos años y definir los compromisos
y procedimientos que competen a su
naturaleza eclesial.

CAMINO A MONGOLIA CON FRANCISCO

Agencia Fides realizó una serie de trabajos

especiales como preparación al viaje del
papa Francisco a Mongolia entre el 31 de
agosto y el 4 de septiembre. Los cuatro
artículos se publicaron acompañados
cada uno por un video; incluyen una
interesante entrevista con Mons. Giorgio
Marengo, misionero de la Consolata y
Prefecto Apostólico de Ulán Bator creado
Cardenal por el papa Francisco en el
Consistorio del 27 de agosto de 2022, así
como testimonios de misioneros.

53
 Noti Misión

LAS OMP EN LA JORNADA MUNDIAL DE

LA JUVENTUD

Las Obras Misionales Pontificias (OMP)

estuvieron presentes en la XXXVII
Jornada Mundial de la Juventud en la
Ciudad de la Alegría, dentro de la Feria
Vocacional, donde los jóvenes entrarán
en contacto con diferentes movimientos,
asociaciones, comunidades, órdenes
religiosas e iniciativas eclesiales.
Fuente: Vatican news

NOMBRAMIENTO DE LOS JEFES DE

OFICINA DEL DICASTERIO PARA LA
EVANGELIZACIÓN

El Santo Padre nombró ad quinquenium

Jefes de Oficina en la Sección para la
primera evangelización y las nuevas
Iglesias particulares del Dicasterio para la
Evangelización a monseñor Erwin Aserios
Balagapo y a monseñor Han (Agostino)
Hyuntaek, actualmente Oficiales en el
mismo dicasterio.

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