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LAS RADIACIONES IONIZANTES

¿Las radiaciones ionizantes quitan electrones al material expuesto?


Efectivamente, las radiaciones ionizantes tienen la capacidad de expulsar electrones fuera de sus órbitas
normales en los átomos en los cuales incide. Esto hace que el átomo o molécula no sea eléctricamente neutro, es
decir se ioniza. Cuando los átomos o moléculas están cargados eléctricamente, porque ganaron o perdieron un
electrón, se llaman iones o radicales libres.
¿Ioniza a los microorganismos o al material donde se alojan a ellos?
Ioniza toda molécula donde incida la radiación ionizante (efecto directo) y a su vez esos átomos o moléculas
ionizados reaccionan con moléculas adyacentes y las ionizan (efecto indirecto). Tanto los microorganismos (y
cualquier otro organismo vivo presente en el producto a irradiar), así como el material donde se encuentran
alojados, están compuestos por átomos y moléculas, por lo cual el efecto ionizante ocurre en ambos.
¿Por qué se mueren los gérmenes?
Principalmente, gracias al efecto de ionización de una molécula crítica para la vida, el ADN, es posible controlar
hongos, bacterias, parásitos, es decir organismos vivos indeseables presentes en el material que se desea tratar.
Esto se debe a que la ionización produce daños en la molécula de ADN (ruptura de cadena) y la capacidad de
estos organismos de reproducirse depende de su ADN.
¿Puede exterminar virus?
Los virus son los organismos con mayor resistencia a la radiación. Por esta razón no se utiliza este tratamiento
para controlar virus, dado que las dosis a utilizar deberían ser muy altas y se afectaría la calidad del producto a
irradiar.
¿Solamente los radioisótopos que emiten radiación gamma son ionizantes?
Además de las fuentes radioisotópicas, existen otras fuentes de radiación ionizante, éstas son las máquinas
generadoras de rayos X y de haces de electrones de alta energía. Las fuentes emisoras de radiación ionizante
permitidas para el tratamiento de alimentos u otros productos con fines de descontaminación, esterilización,
etc. emiten niveles de energía incapaces de activar los núcleos de los átomos, es decir que sus niveles de
energía son insuficientes para “transformar en radiactivo” al material expuesto.
¿Por qué nos puede producir cáncer?
Esta pregunta parece surgir de conceptos erróneos que es fundamental aclarar y diferenciar: una cosa es
consumir un producto que fue tratado con radiación ionizante en instalaciones adecuadas y otra cosa distinta es
exponernos a una fuente de radiación ionizante. Es importante aclarar que el tratamiento de un alimento (o
cualquier otro producto) con radiaciones ionizantes, consiste en exponerlo frente a una fuente radiación, durante
un tiempo determinado, de acuerdo a la dosis de radiación que se desea que el producto reciba. En este proceso,
el producto recibe radiación ionizante, que es un tipo de energía electromagnética que tiene la capacidad de
ionizar moléculas, tal como se explicó anteriormente, pero de ninguna manera, el producto que fue irradiado
adquiere radiactividad. Es decir, consumir un alimento irradiado o tomar contacto con cualquier otro producto
irradiado, de ninguna manera puede tener un efecto carcinogénico, los productos irradiados son inocuos. Por
otro lado, si nosotros mismos nos exponemos a esa misma fuente de radiación ionizante utilizada para irradiar el
alimento, se producirá un daño a nuestro ADN con consecuencias letales, de acuerdo a la dosis recibida. Vale la
siguiente comparación, para entender la idea: diariamente consumimos alimentos calentados en hornos
microondas u hornos convencionales eléctricos o a gas, el calor produce cambios físicos y químicos en los
alimentos y luego se sacarlos del horno estos alimentos están listos para consumir, han sufrido transformaciones,
pero son inocuos, ricos y nutritivos. Ahora bien, a ninguno de nosotros se nos ocurriría meternos adentro del
horno! porque sabemos que esa energía calórica o las microondas nos producen daño.
Este tipo de radiaciones, ¿pueden alterar el código genético de qué células?
Las fuentes utilizadas en instalaciones para el tratamiento de alimentos u otros productos con radiación
ionizante, emiten niveles de energía que causan ruptura del ADN, no mutaciones.
La inocuidad de los alimentos irradiados está avalada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), así como por numerosos
organismos de salud pública, a nivel nacional e internacional. Hoy en día, las autoridades de salud y seguridad
de 57 países han aprobado la irradiación de alimentos.
La esterilización de productos, ¿puede ser permanente o se necesita aislarlos al vacío luego de
descontaminarlos?
La esterilización del producto se realiza en su envase final, es decir el producto se expone a la radiación y se
elimina su carga microbiana, pero no hay un efecto residual de la radiación, por lo cual el envase debe mantener
su integridad para evitar una recontaminación. El envasado puede ser al vacío o no, eso depende de las
condiciones necesarias para una mejor conservación de la calidad del producto, pero no está relacionado con el
efecto esterilizante.
"Sé que uno de los cuidados es la dosis, pero como se controla esa dosis."
El parámetro a controlar en el proceso de irradiación es el tiempo de exposición, este tiempo de tratamiento se
estima previamente de acuerdo a la dosis que se desea aplicar al producto a irradiar. La dosimetría es un
procedimiento para determinar fehacientemente la dosis absorbida por el producto. Para ello se colocan
dosímetros junto a las muestras a irradiar. Los dosímetros son dispositivos que contienen sustancias cuyos
cambios químicos ante las radiaciones ionizantes son predecibles y medibles con exactitud, de manera que
resulta posible establecer precisamente la correlación con la dosis absorbida durante el proceso de irradiación.
Alimentos irradiados: más saludables y duraderos
Al igual que la pasteurización o la refrigeración, la irradiación es una técnica segura y adecuada para tratar
alimentos, con el fin de conservarlos en mejores condiciones por más tiempo y eliminar microorganismos que
podrían ser nocivos para el ser humano, disminuyendo así el riesgo de contraer ETAs (enfermedades de
transmisión alimentaria), sin la introducción de sustancias químicas que modifiquen las características de los
alimentos. También aporta mejoras sustanciales para la prolongación de vida útil de los alimentos, por ejemplo,
inhibiendo el brote de tubérculos.
Entre las aplicaciones posibles de la irradiación está la inactivación de las larvas de Trichinella spiralis, que
pueden estar presentes en la carne de cerdo y provocar triquinosis. También es efectiva para combatir otros
microorganismos patógenos, como el género Salmonella, varios serotipos de Escherichia (STEC – E. coli
productoras de toxina Shiga), las famosas “lombrices solitarias” transmitidas por cerdos o vacas, o los parásitos
anisakis en el pescado.
Entre los aportes de la irradiación pueden mencionarse:
 Tratamiento en envase final.
 Libra al alimento de microorganismos patógenos, sin introducir sustancias extrañas ni hacer que el
producto pierda su calidad de fresco.
 Reduce o evita el empleo de fumigantes y conservadores químicos.
 Es una alternativa para la preservación de alimentos con componentes termosensibles.
 Mejora la calidad higiénico-sanitaria y prolonga el tiempo de comercialización de alimentos.
La CNEA cuenta con una de las instalaciones existentes en el país para realizar este tipo de procesos: la PISI –
Planta de Irradiación Semi Industrial, ubicada en el Centro Atómico Ezeiza.
Legislación
Las legislaciones de todos los países requieren que los alimentos irradiados estén rotulados como tales. En
Argentina es obligatoria la leyenda “Tratado con Energía Ionizante” y el logotipo internacional “Radura”.
En 2012, la CNEA y el IRAM presentaron la nueva norma ISO 14470, que fija los “requerimientos para el
desarrollo, validación y controles de rutina del proceso de irradiación mediante el uso de radiaciones ionizantes
para el tratamiento de alimentos”.
En octubre de 2017 entró en vigencia la actualización del Código Alimentario Argentino (CAA), que amplía a
ocho las categorías de alimentos irradiados para consumo humano:
 Carnes (de vaca, pollo, cerdo y otras)
 Pescados y mariscos
 Frutas y vegetales frescos
 Bulbos y tubérculos
 Cereales
 Legumbres
 Semillas

 URL: https://www.argentina.gob.ar/cnea/alimentos-irradiados-mas-saludables-y-duraderos

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