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Macbeth TODAS Con las manos cogidas, hermanas hechiceras, como heraldos costumbre en la naturaleza?

s, hermanas hechiceras, como heraldos costumbre en la naturaleza? Siempre es menos el horror presente MACBETH Si todo terminara una vez hecho, sería conveniente
del mar y de la tierra, dando vueltas, girando, tres por ti, tres por mí, que el imaginario. Mi pensamiento, donde el crimen es solo acabar pronto; si pudiera el crimen frenar sus consecuencias y al
ACTO I ESCENA PRIMERA. Truenos y relámpagos Entran tres brujas
sean tres más, nueve, así. ¡Silencio, que ya acabó el conjuro! fantasía, agita de tal forma mi condición de hombre que ahoga en desaparecer asegurar el éxito, de modo que este golpe a un tiempo
BRUJA PRIMERA ¿Cuándo habremos de vernos, con el trueno, otra
(Entran Macbeth y Banquo) conjeturas toda forma de acción, y nada existe más real que la nada. fuese todo y fin de todo... aquí, solo aquí, sobre esta orilla y páramo
vez, con el rayo o la lluvia, reunidas las tres?
MACBETH Jamás he visto un día tan hermoso y cruel. BANQUO Mirad, cómo se abstrae nuestro amigo. del Tiempo se arriesgaría la vida por venir. En estos casos es aquí,
BRUJA SEGUNDA Cuando el caos acabe, al fin de la batalla, bien se
BANQUO ¿Cuánto queda hasta Forres?... Y estas, ¿quiénes son de MACBETH (Aparte) Si el azar quiere que sea rey, también el azar sin embargo, donde se nos juzga, porque damos instrucciones
pierda o se gane.
aspecto tan extraño, y tan ajadas que no parecen seres de la tierra podría coronarme sin que yo se lo pida. sangrientas que, aprendidas, son un tormento para quien las da. La
BRUJA TERCERA Antes que el sol se ponga.
aunque habiten en ella? ¿Estáis vivas? ¿Sois seres que nadie puede BANQUO Las nuevas distinciones caen sobre él como un vestido imparcial mano de la justicia pone el cáliz, envenenado por
BRUJA PRIMERA ¿Y el lugar?
interrogar? Diría que me entendéis, pues a un tiempo las tres ponéis extraño que tan solo se adapta después de haberse usado. nosotros, en nuestros propios labios. Se encuentra aquí con doble
BRUJA SEGUNDA En el páramo.
el dedo cuarteado sobre los labios secos: podríais ser mujeres; MACBETH (Aparte) Ocurra lo que ocurra, hora y tiempo atraviesan con doble confianza: primero, soy su deudo a más de súbdito, dos
BRUJA TERCERA Y allí encontrarnos con Macbeth.
vuestras barbas me impiden, sin embargo, creer que lo sois. el más áspero día. buenas razones para no actuar; después, como anfitrión, tendría
BRUJA PRIMERA ¡Graymalkin, ya voy!
MACBETH Hablad, si es que podéis. ¿Quiénes sois? BANQUO Noble Macbeth, estamos a tus órdenes. que cerrar las puertas a los asesinos, no ser yo quien blandiera el
BRUJA SEGUNDA ¡Paddock me llama!
BRUJA PRIMERA ¡Salve, Macbeth! ¡Señor de Glamis, salve! MACBETH Perdonadme, cosas que ya olvidé se agolparon en mi cuchillo. Además, este Duncan ha sido tan humilde en el poder, y
BRUJA TERCERA ¡Aprisa!
BRUJA SEGUNDA ¡Salve, Macbeth! <Señor de Cawdor, salve! aturdida mente. Caballeros, vuestro favor registro en unas hojas tan ecuánime al gobernar, que sus virtudes clamarían —tal ángeles
TODAS Lo bello es feo y feo lo que es bello; la niebla, el aire impuro
BRUJA TERCERA ¡Salve, Macbeth! <Salve a ti, que serás rey! que leo cada día. Vayamos hacia el rey. (A Banquo) Piensa en todo con voces de trompetas— contra el acto deleznable de hacerlo
atravesemos. (Salen) […]
BANQUO Señor, di, ¿por qué te estremeces? ¿Por qué te asusta lo lo que ha sucedido, que mas tarde, cuando madure el tiempo, desaparecer; y la piedad, como un recién nacido que desnudo
ESCENA SEGUNDA
que tan bello suena? En el nombre de la verdad, decidme, ¿sois dejaremos que nuestros corazones hablen con franqueza. galopa en la tormenta, o querubín del cielo montado por el aire en
ROSS ¡Dios salve al rey!
espectros? ¿O sois exactamente lo que aparentáis ser? Habéis BANQUO Así lo haré. sus corceles invisibles, expondría este acto horrible a los ojos del
DUNCAN ¿Desde dónde venís, noble señor?
saludado a mi noble señor con su presente título, predicción de MACBETH Hasta entonces, silencio... En marcha, amigos. (Salen) mundo y sofocarían las lágrimas el vendaval. La espuela, que se
ROSS De Fife, gran soberano, de donde las banderas de Noruega el
nobleza y una esperanza tal de reino que parece extasiado. ¿No ACTO I ESCENA QUINTA. Entra Lady Macbeth, leyendo una carta clava en los ancos de mi deseo, es la de ambición que brinca y al
firmamento insultan y arrojan sobre nuestro pueblo un viento
decís nada para mí? Si podéis penetrar la semilla del tiempo, decir LADY MACBETH […] Ya eres Glamis, y Cawdor; y serás lo que te han sobrepasarse, ya demasiado lejos, se derrumba.
gélido. El mismo rey con sus terribles hordas, con el apoyo del
qué grano crece y cuáles no, habladme a mí, que nada imploro, ni prometido. Pero yo temo a tu naturaleza demasiado repleta por la (Entra Lady Macbeth)
traidor más ruin, ese Señor de Cawdor, inició la lucha hasta que, en
me asustan vuestro favor o vuestro odio. leche de la bondad humana como para tomar el camino mas breve. Y bien, ¿hay algo nuevo?
sólida armadura, el recién desposado con Bellona lo enfrentó,
BRUJA PRIMERA ¡Salve! Tu quisieras ser grande, no te falta ambición, aunque sí el odio que LADY MACBETH Ya casi ha terminado de cenar. ¿Por qué te fuiste
cuerpo a cuerpo, hierro contra hierro, brazo rebelde contra brazo,
BRUJA SEGUNDA ¡Salve! debe acompañarla. Quisieras obtener con la virtud todo lo que del banquete?
doblegando su ímpetu; y, para concluir, nuestra fue la victoria.
BRUJA TERCERA ¡Salve! deseas vehemente; no quieres jugar sucio, aunque sí triunfar con el MACBETH ¿Preguntó por mí, acaso?
DUNCAN ¡Oh, dicha inmensa!
BRUJA PRIMERA Tú, menos grande que Macbeth, aunque más engaño. Mi gran Señor de Glamis, te gustaría poseer algo que te LADY MACBETH ¿No sabías que sí?
ROSS Y ahora, Sweno, el rey de Noruega, quiere capitular; no hemos
grande. gritase: Debes hacerlo así y, al tiempo, te causara más el temor de MACBETH No es posible seguir con esta empresa. Me ha colmado
de permitirle sepultar a sus muertos sin que pague en la isla de San
BRUJA SEGUNDA Menos dichoso, pero más dichoso. hacerlo que los deseos de no hacerlo. Ven pronto, ven, para que de honores y he adquirido reputación dorada entre gentes diversas
Colm diez mil monedas para nuestro uso.
BRUJA TERCERA Padre de reyes, aunque no seas rey. Salve, Macbeth pueda vaciarte mi coraje en tus oídos, y azotar con el brío de mi que quisiera lucir en su esplendor mas fresco sin desecharla tan
DUNCAN El Señor de Cawdor no ha de volver a traicionar nuestros
y Banquo! lengua todo lo que te aparta del círculo de oro con que hados y temprano. […]
más apreciados intereses: que se proclame su inmediata muerte y
BRUJA PRIMERA ¡Salve, Banquo y Macbeth! ayudas sobrenaturales querer, parecen, coronarte. (Entra un LADY MACBETH ¿Estaba ebria la esperanza que te vestía? ¿O
se salude con su título a Macbeth.
MACBETH Quedaos, imperfectos oráculos, y decidme más. […] Mensajero) ¿Qué noticias traes? duerme desde entonces? ¿O se despierta ahora, verde y pálida,
ROSS Así se hará.
Las brujas desaparecen MENSAJERO El rey viene esta noche. frente a lo que miró tan arrogante? Desde hoy esa será la cuenta
DUNCAN Gane Macbeth lo que él ha perdido. (Salen) […]
BANQUO La tierra, como el agua, tiene a veces burbujas y estas lo LADY MACBETH ¿De qué locura habláis? ¿No está a su lado tu que haga de tu amor. ¿Te asusta el que tus actos y tu valentía
ESCENA TERCERA. Truenos Entran las tres brujas
son. ¿Por dónde se desvanecieron? señor? Si fuese cierto él me habría informado para que hiciese los lleguen a ser quizás igual que tu deseo? ¿Quieres, acaso, poseer lo
BRUJA PRIMERA ¿Donde estuviste, hermana?
MACBETH Por el aire; y lo que corpóreo parecía disuelto está, como preparativos. […] que ornamento crees de la vida y vivir ante ti como un cobarde,
BRUJA SEGUNDA Haciendo morir puercos.
en el viento la respiración. ¡Si se hubieran quedado...! MACBETH Amada mía, Duncan viene esta noche. dejando que a "quisiera “, "suceda”, "no me atrevo" como hace el
BRUJA TERCERA ¿Y dónde, hermana, tú?
BANQUO Las cosas de que hablamos, ¡estuvieron aquí o hemos LADY MACBETH ¿Y cuándo partirá? pobre gato del refrán?
BRUJA PRIMERA La mujer de un marinero se metió la bellota en su
comido las malignas raíces que vuelven prisionera la razón? MACBETH Mañana, así lo ha decidido. MACBETH Basta, te lo suplico. Tengo el valor que cualquier hombre
regazo, y la roe y mastica y la roía: Dame, le digo. Atrás, bruja, me
MACBETH Tus hijos serán reyes. LADY MACBETH ¡Nunca habrá de ver el sol ese mañana! Tu rostro, tiene, y no es un hombre quien se atreve a más. […]
grita la roñosa de redondas nalgas. Hacia Aleppo ha marchado su
BANQUO Y tú rey. mi señor, es como un libro donde el hombre puede leer extrañas MACBETH Sean solo varones lo que traigas al mundo porque tu
marido, como patrón del Tigre. En un cedazo encima de una ola
MACBETH También señor de Cawdor. ¿No fue lo que dijeron? cosas. Para engañar al mundo, toma del mundo la apariencia; pon metal duro debería servir para la forja solamente de machos.
hacia allá bogaré, rata sin cola. Lo haré, lo haré, lo haré.
BANQUO Ese fue justamente el tono y las palabras. ¿Quién se una bienvenida en tu mirada y en tus manos y lengua; procúrate el ¿Cómo no creerán si marcamos con sangre a los que duermen junto
BRUJA SEGUNDA Yo haré soplar un viento para ti
acerca? (Entran Ross y Angus) […] inocente aspecto de la flor pero sé tú la víbora que oculta. a él, en su cámara, y usamos sus puñales, que ellos lo hicieron?
BRUJA PRIMERA ¡Qué gentil!
ROSS Como prenda de honores más altos me encargó llamaros, de Habremos de atender al que ha de venir y tendrás que dejar que sea LADY MACBETH ¿Y quién se atrevería a pensar de otra manera si
BRUJA TERCERA Y otro yo.
su parte, a vos, Señor de Cawdor; ¡salve!, os digo, noble señor, con yo quien se ocupe esta noche de nuestro gran proyecto que dará a hacemos que nuestro clamor y nuestro llanto rujan sobre su
BRUJA PRIMERA Los demás míos son, los puertos en que soplan y
este nuevo título que os pertenece ya. nuestros días venideros y a todas nuestras noches absoluto dominio muerte?
los puertos que tocan en la carta marina. Como el heno lo tengo que
BANQUO ¡Cómo! ¿Puede decir el diablo la verdad? […] soberano, y el poder. MACBETH Está ya decidido. Concentraré toda la fuerza de mi cuerpo
secar: y ni noche ni día dormirá debajo de la curva de sus párpados;
MACBETH (Aparte) Dijeron dos verdades como inicio feliz del acto MACBETH Hemos de hablarlo más. en este horrible acto. Adelante, y engañemos a todos fingiendo la
ha de vivir como los condenados, nueve veces por nueve, siete
culminante de este tema imperial... Gracias, caballeros... Quizá esta LADY MACBETH Mantén en tus ojos la serenidad que es de temer el inocencia: que esconda el rostro hipócrita lo que conoce el falso
noches insomne; que se consuma lánguido y se agote. Y no se
sobrenatural instigación no sea mala, puede que no sea buena; si es que se mude el gesto. Y deja lo demás a mi cuidado. corazón.
pierda su velero, pero lo azote el viento. Mirad que cosa tengo.
mala, sin embargo, ¿por qué da muestras de triunfo teniendo por (Salen) (Salen)
BRUJA SEGUNDA Enséñala.
inicio una verdad? Ya soy Señor de Cawdor... Si es buena, ¿por qué ACTO I ESCENA SÉPTIMA. Oboes y antorchas Cruzan la escena un
BRUJA PRIMERA Es el pulgar de un marinero que ha naufragado a su
cedo ante una tentación cuya imagen horrible eriza mis cabellos y mayordomo y varios sirvientes llevando platos y servicio de mesa.
regreso. (Tambores dentro)
hace latir mi firme corazón en los costados contra lo que es Entra, a continuación, Macbeth
BRUJA TERCERA ¡Un tambor allí suena! Es Macbeth que ya llega.
ACTO II ESCENA SEGUNDA Entra Lady Macbeth (Entran Macduff y Lennox) ACTO III ESCENA PRIMERA. Entra Banquo MACBETH Tendríamos bajo este techo todo el honor de nuestro
LADY MACBETH Con lo que a mí me da valor, ellos se embriagan; a MACDUFF ¿Hasta tan tarde estuvo tu persona en pie que, siendo ya BANQUO Ahora ya eres rey, Glamis y Cawdor, todo, como las brujas país, si estuviera presente la noble persona de Banquo
ellos apaga lo que a mí me enciende... ¡Silencio! Era el búho que tan tarde, no puedes levantarla? prometían, y me temo que has jugado muy sucio para conseguirlo. (Entra el espectro de Banquo y se sienta en el lugar de Macbeth)
ulula, el fatal centinela que da las mas crueles "buenas noches". En PORTERO Pues a decir verdad, estuvimos empinándola hasta el Se nos dijo también que no podrías perdurar en herederos y que yo a quien preferiría reprobar por haber sido descortés antes que
ello se entretiene. Abierta está la puerta; saturados, los guardias se segundo toque de mi gallo; y la bebida, mi señor, provoca estas tres mismo, yo, sería padre y raíz de muchos reyes. Si hablaron con lamentar una desgracia.
burlan de su ocio con ronquidos. Puse droga en sus vasos de tal cosas. verdad, como sobre ti, Macbeth, brilló lo que dijeron, ¿por qué, si ROSS Su ausencia, mi señor, hace culpable su promesa. ¿Querría
modo que Vida y Muerte luchan por decidir si mueren o no mueren. MACDUFF ¿Qué tres cosas en particular provoca la bebida? esas verdades pudieron confirmarse sobre ti, no ha de ocurrir lo Vuestra Majestad concedernos el honor de su real compañía?
[…] (Entra Macbeth) Esposo, ¿estás ahí? PORTERO ¡Demonio, mi señor! La nariz roja, y la orina y el sueño. mismo también con mis oráculos para darme esperanza? Pero, MACBETH La mesa está completa.
MACBETH Lo he hecho. ¿No has escuchado nada? Provoca y no provoca la lujuria: provoca los deseos, pero hace silencio. Basta. LENNOX Hay un lugar dispuesto, mi señor.
LADY MACBETH El lamento de un búho y el llanto de los grillos. […] ojear la representación. Así pues, ya se sabe, empinarla en exceso es Sonido de trompas Entran Macbeth como rey, Lady Macbeth, MACBETH ¿Dónde?
MACBETH Uno reía, en sueños, y otro gritó: "¡Asesino!"; se engañar a la lujuria: que la anima y la corta; la excita y al tiempo la Lennox, Ross, caballeros y sirvientes LENNOX Aquí, noble señor. ¿Qué os sucede, Majestad?
despertaron uno a otro. Me quedé inmóvil y escuché, pero solo desinfla; la persuade y la deja; la sube y no la sube; en conclusión, MACBETH Aquí está nuestro huésped de honor. MACBETH ¿Quién de vosotros ha hecho esto?
rezaron y se dispusieron a dormir otra vez. en sueños la equivoca y la deja después desengañada. LADY MACBETH El no invitarlo habría supuesto un hueco en nuestro LENNOX ¿Qué, noble señor?
LADY MACBETH Sí, los dos duermen juntos. MACDUFF A ti te la engañó esta noche la bebida. gran banquete, un gran error imperdonable. MACBETH No podéis decir que lo hice yo: nunca sacudas tu
MACBETH Uno gritó "Dios nos bendiga: Amén", el otro al PORTERO En efecto, señor, por la garganta. Pero le hice pagar su MACBETH Esta noche, señor, ofrecemos una cena solemne para la cabellera ensangrentada sobre mi rostro.
contemplar mis manos de verdugo. Porque escuché su miedo no falsedad; y, siendo como soy, mucho más fuerte que ella, aunque se que requerimos vuestra presencia. ROSS Levantaos, señores: Su Majestad está indispuesto.
contesté yo, Amén, cuando exclamaron “Que Dios nos bendiga”. me aferrase a mis piernas, aun pude echarla al suelo de una BANQUO Disponed, Majestad, de todo mi respeto, puesto que os LADY MACBETH Sentaos, nobles amigos. Mi señor se encuentra así a
LADY MACBETH No pienses tanto en ello. zancadilla. (Entra Macbeth) aseguro mis servicios que con indisolubles vínculos a vos me unen menudo. […]
MACBETH ¿Por qué no pude pronunciar Amén? Necesitaba más que MACDUFF ¿Tu amo está levantado? Le han despertado nuestros para siempre. […] MACBETH ¡Mira allí, te lo ruego! ¡Mira, mira!... <Háblame!..., No me
nunca que me bendijeran, y el Amén se quedó en mi garganta. golpes; aquí viene. ACTO III ESCENA SEGUNDA das miedo... ¡Si mueves la cabeza, también podrías hablar! Si los
LADY MACBETH No podemos seguir tratando así este asunto o LENNOX Buenos días, señor. LADY MACBETH Vamos, mi buen señor, quitaos las arrugas de ese osarios y las tumbas a los que enterramos nos los devuelven,
enloqueceremos. […] MACBETH Buenos días a ambos. adusto ceño, sed alegre y jovial esta noche con vuestros invitados. nuestros mausoleos habrían de ser el vientre de los buitres.
MACBETH Seguí escuchando el grito “No volváis a dormir por todas MACDUFF ¿Está el rey levantado, noble Cawdor? MACBETH Lo he de ser, amor mío; lo mismo os ruego a vos. Dedicad (Sale el espectro) […]
partes, Glamis asesinó el sueño y por lo tanto Cawdor nunca más MACBETH Aún no. a Banquo vuestras atenciones, mostradle preferencia con palabras y LADY MACBETH Noble señor, vuestros amigos os echan de menos.
dormirá, Macbeth no dormirá”. MACDUFF Me ordenó despertarle muy temprano, y casi pasa de la con vuestros ojos. Peligroso tiempo el que nos hace lavar nuestro MACBETH Me olvidaba. No os sorprendáis, nobles amigos; padezco
LADY MACBETH ¿Quién era el que gritaba así? Señor, no debilites tu hora. honor en ríos de lisonja y en máscara del corazón convierte nuestro de una dolencia extraña que no es nada para los que me conocen.
noble fuerza con el pensamiento puesto en las cosas con tan poco MACBETH Te llevaré ante él. […] rostro disfrazando lo que es. ¡Ea! Para todos, amistad y salud. Y ahora me sentaré. ¡Llenad mi
juicio. Ve, coge agua para lavarte de las manos ese testigo MACDUFF ¡Horror, horror, horror! ¡Ni corazón ni lengua pueden LADY MACBETH Abandonad esa actitud. copa hasta los bordes! (Entra el espectro) Brindo por la felicidad de
repugnante. ¿Por qué has traído los puñales hasta aquí? Es allí nombrarlo o concebirlo! MACBETH ¡Mi mente está llena de escorpiones, amor mío! Vos todos los que están a la mesa y por Banquo, nuestro querido amigo,
donde deben estar. Ve, devuélvelos; mancha con sangre a los MACBETH y LENNOX ¿Qué sucede? sabéis que Banquo y Fleance están vivos. cuya ausencia notamos. ¡Quisiéramos que aquí estuviese! ¡Por
dormidos centinelas. MACDUFF ¡La destrucción ya completó su obra maestra! El más LADY MACBETH Pero la imagen de la vida en ellos no es eterna. todos y por él, brindemos! ¡Brindo por todos!
MACBETH No; no iré jamás. Me da pavor pensar en lo que he hecho sacrílego asesino ha violentado el sagrado templo del Señor y ha MACBETH ¡Aún hay esperanza; ya que son vulnerables! Alégrate, CABALLEROS ¡Para vos, nuestro brindis y nuestra lealtad!
y no tengo coraje para verlo de nuevo. robado la vida de su santuario. pues! Antes de que el murciélago complete su vuelo por el claustro; MACBETH ¡Atrás! ¡Fuera de mi vista! ¡Que la tierra vuelva a
LADY MACBETH ¡Qué voluntad tan débil! ¡Dame a mí los puñales! MACBETH ¿Qué decís? ¿La vida? antes que a la llamada de la negra Hécate el escarabajo nacido del ocultarte! Tus huesos están vacíos y tu sangre está fría. Ya no tienes
Los que duermen, los muertos son imágenes solo. Y nadie sino un LENNOX ¿Queréis decir la de Su Majestad? estiércol, con un zumbido soñoliento haga sonar la bostezante mirada en esos ojos con los que me deslumbras.
niño teme ver el diablo dibujado. Si es que sangra pondré color MACDUFF Acercaos a la alcoba y que vuestra mirada se destruya campana de la noche, ya se habrá confirmado lo que se conocera LADY MACBETH Nobles señores, entended esto como algo habitual,
sobre los rostros de los dos guardianes pues debe parecer que es ante esta nueva Gorgona. No me digáis que os hable. ¡Mirad y que por su horror. […] y no de otra manera, aunque nos enturbie la alegría de ahora.
culpa suya. (Sale) […] hable vuestra lengua! ¡Despertad! ¡Alerta! (Salen Macbeth y ACTO III ESCENA CUARTA. Un banquete MACBETH A cuanto se atreve el hombre yo me atrevo; ven,
ACTO II ESCENA TERCERA. Entra un portero Llaman dentro Lennox) ¡Tocad la alarma! ¡Traición! ¡Asesinato! ¡Banquo! MACBETH […] (Al asesino primero) ¡Llevas sangre en tu rostro! acércate, como el feroz oso de Rusia o como el rinoceronte armado,
PORTERO Esto sí que es llamar. ¡Otra vez a gastar la llave! Ni el ¡Donalbain! ¡Malcolm! ¡Despertad! ¡Sacudíos ese blando sueño, ASESINO PRIMERO Es la de Banquo. o como el tigre de Hircania; adopta cualquier aspecto menos este, y
portero del Infierno la habrá hecho girar tanto. (Llaman) <Toc, toc, parodia de la muerte, y contemplad la muerte como es! ¡Arriba, MACBETH Está mejor en ti que dentro de su cuerpo. ¿Ya lo habéis mis templados nervios no temblarán; o bien vuelve a la vida y
toc!> ¿Quién es? En el nombre de Belcebú, ¿quién es? Será un arriba, y mirad la imagen del Juicio Final! ¡Malcolm, Banquo, salid despachado? desafíame en el desierto con tu espada; y si entonces temblando me
granjero ahorcado en espera de que viniese la abundancia. ¡Llegáis como de vuestras tumbas y avanzad tal espíritus para enfrentaros a ASESINO PRIMERO Le cortamos el cuello, señor; yo mismo lo hice. quedara aquí, podrías considerarme muñeca de cartón. ¡Atrás,
a tiempo! ¡Ojalá llevéis pañuelos suficientes! Aquí la vais a sudar. este horror! ¡Tocad la alarma! (Suena una campana) […] MACBETH Tú eres el mejor de los verdugos, aunque bueno es horrenda sombra! ¡Engañosa irrealidad, atrás! (Sale el espectro)
(Llaman) <Toc, toc! En el nombre del otro diablo, ¿quién va? A fe ACTO II ESCENA CUARTA también quien haya hecho lo propio con Fleance. Incomparable Bien, sí, se ha ido. Ya vuelvo a ser un hombre... Os lo ruego, sentaos.
mía, que será un enredante, muy capaz de apostar en contra y a ROSS ¿Se sabe quién cometió este acto tan sangriento? serías de haberlo hecho tú. […]
favor de los dos platos de la balanza a un tiempo, y en el nombre de MACDUFF Aquellos que Macbeth hirió de muerte. ASESINO PRIMERO Majestad, Fleance ha logrado escapar. ACTO III ESCENA QUINTA. Truenos Entran las tres brujas; se
Dios hacer traición, pero que no puede engañar al cielo. Entra, pasa, ROSS ¡Oh, día desventurado! ¿Y qué provecho esperarían? MACBETH Vuelve, entonces, mi angustia. Feliz hubiera sido en el encuentran con Hécate
enredante. (Llaman) <Toc, toc, toc! ¿Quién va? A fe mía, que será MACDUFF Fueron sobornados. Malcolm y Donalbain, los dos hijos caso contrario; compacto como el mármol, firme como la roca, tan BRUJA PRIMERA Y bien, ¿qué decís, Hécate? Parecéis irritada.
un sastre inglés que aquí viene por pasarse al cortarle la calza a un del rey, han desaparecido y dado en fuga, lo que hace recaer en amplio y libre como el aire que nos cubre. Estoy, no obstante, HÉCATE ¿Y no tengo motivos, brujas insolentes y temerarias?
francés. Venga, sastre, adelante, que aquí podrás tú asar el ganso. ellos las sospechas del crimen. encadenado, con nado, atrapado, enjaulado entre insolentes dudas ¿Cómo habéis osado comerciar con Macbeth y traficar en enigmas y
(Llaman) <Toc, toc! ¡Callaos de una vez! ¿Qué sois?... Cierto que es ROSS ¡De nuevo contra la Naturaleza! ¡Oh, pródiga ambición, y con miedo... Y Banquo, ¿está seguro? asuntos de la muerte mientras yo, vuestra maestra en sortilegios,
sitio este demasiado frío para infierno. No quiero ser el portero del devorarías un día lo que a tu vida da sustento! Es, por tanto, ASESINO PRIMERO Sí, mi señor, yace seguro en una fosa con veinte artífice secreta de los maleficios, no fui ni convocada a ejecutar mi
diablo. Pensé en dejar entrar a gente de toda clase y profesión que probable que la soberanía caiga ahora en Macbeth. heridas sobre su cráneo, de las cuales la más nimia matara a la parte ni tampoco a mostrar nuestro arte en todo su esplendor? Y lo
van al fuego eterno por camino de rosas. (Llaman) ¡Ya voy! ¡Que ya MACDUFF Ya ha sido proclamado y ha partido hacia Scone para la Naturaleza. […] que es peor, todo lo que habéis hecho fue por un hijo caprichoso,
voy!... (Abre la cancela) Os lo ruego: recordad al portero. investidura. […] malvado y violento, que al igual que muchos por sus fines procura;
nunca por los vuestros. Poned ahora remedio; así, partid y a las días con sus noches su veneno destila medio en sueños, hierve MACBETH ¿Dónde están? ¿Ya se han ido? Que esta funesta hora sea DOCTOR No tan enferma, mi señor, como atormentada por
cavernas de Aqueronte venid para buscarme con el alba, que allí él primero en la tina encantada. por siempre maldita sobre el calendario. Venid, podéis entrar! fantasías incesantes que no le permiten descansar.
para saber de su destino ha de acudir. Preparad los utensilios, los TODAS Dobla, dobla, trabajo y afán. Avívate, fuego, y tú, caldero, (Entra Lennox) MACBETH ¡Curadla! […]
conjuros, vuestros filtros y todo lo demás. Me vuelvo al aire, que he hierve. […] (Entran Hécate y las otras tres brujas) LENNOX ¿Sí, Majestad? ACTO V ESCENA CUARTA. Tambores y estandartes
de emplear la noche en un fatal y trágico designio. Grandes cosas HÉCATE Bien hecho, aplaudo vuestro esfuerzo, y cada cual tendrá su MACBETH ¿Visteis a las tres brujas? Entran Malcolm, Seyward, Macduff, el hijo de Seyward, Menteth,
habrán de urdirse antes del mediodía. De la curva de la luna pende recompensa. Y ahora, en torno al caldero cantad, como hadas y LENNOX No, señor. […] Cathness, Angus y soldados en formación
una gota que exhala hondos misterios que yo he de recoger antes silfas cantad, y hechizad todo lo que hierve. ACTO V ESCENA PRIMERA. […] MALCOLM Amigos míos, espero que esté cercano el día en que sean
que caiga a la tierra, y destilada por los filtros mágicos hará surgir (Música y una canción “Negros espíritus y blancos!, etcétera!” Salen DOCTOR ¿Qué hace ahora? Mirad, se restriega las manos. seguros nuestros hogares.
espíritus artificiales con la fuerza debida a su ilusión que le Hécate y las otras tres brujas) DAMA Es un gesto usual en ella hacer como si se lavara las manos. MENTETH No lo dudamos.
conducirán hacia su ruina. Despreciando el destino, se reirá de la BRUJA SEGUNDA Por el picor que hay en mis dedos sé que la Así la he visto, sin dejar de hacerlo, durante un cuarto de hora. SEYWARD ¿Qué bosque hay ante nosotros?
muerte, llevara su esperanza más allá del temor, sabiduría y gracia. infamia se aproxima. A quienquiera que sea, abridle los cerrojos. LADY MACBETH Aún queda aquí una mancha. MENTETH Es el bosque de Birnam.
Vosotras lo sabéis: la confianza es para los mortales la peor (Entra Macbeth) DOCTOR ¡Silencio! Habla. Escribiré lo que su boca diga para mejor MALCOLM Que cada soldado corte una rama y la lleve en la mano;
enemiga. (Música y una canción) Me llaman, ¿no lo oís? Ved, mi MACBETH ¿Y ahora qué, secretas y oscuras brujas de la noche? dejarlo en la memoria. ocultaremos de ese modo el número de nuestras tropas; y que los
pequeño espíritu está en su densa nube, y ya me espera. ¿Qué es lo que estáis haciendo? LADY MACBETH ¡Fuera, mancha maldita! ¡Fuera, te digo! ... Una, espías al informar sobre nosotros se equivoquen.
(Cantan dentro “Ven y síguenos, ven”) TODAS Una cosa sin nombre. dos, y bien, ya es hora de hacerlo... el infierno es sombrío... SOLDADO Así haremos.
BRUJA PRIMERA Vayámonos, aprisa, que pronto volverá. (Salen) MACBETH Yo os conjuro por lo que profesáis (venga de donde venga ¡Vergüenza, mi señor, vergüenza! ¿Un soldado con miedo?... ¿Por SEYWARD Solo sabemos que el tirano, confiado, aún permanece en
[…] su saber), dadme respuesta: aunque desatéis los vientos para que se qué temer que se sepa cuando nadie puede pedir al poder que Dunsinane y allí resistirá nuestro asedio. […]
ACTO III ESCENA SEXTA. Entran Lennox y otro caballero estrellen contra los templos, aunque las olas encrespadas ostentamos que rinda cuentas?... ¿Quién hubiera pensado que el ACTO V ESCENA QUINTA
LENNOX Mis palabras de antes apenas han chocado con vuestros confundan y se traguen todo cuanto navega; aunque el grano aún viejo tuviese tanta sangre? SEYTON La reina ha muerto, mi señor.
pensamientos que una interpretación mejor habrán de darles. Solo verde sea abatido y el viento arranque árboles; aunque los castillos DOCTOR ¿Habéis oído eso? MACBETH Un día u otro había de morir. Hubiese habido un tiempo
digo que todo transcurrió en forma extraña. El noble Duncan tuvo la se derrumben sobre las cabezas de quienes los guardan y palacios y LADY MACBETH El Señor de Fife tenía una esposa. ¿Dónde está para tales palabras... El día de mañana, y de mañana, y de mañana
compasión de Macbeth -¡Voto a Dios!- y estaba muerto ya y el pirámides inclinen su frente en los cimientos; aunque se mezclen los ahora?... ¿Nunca estarán limpias estas manos?... Basta, mi señor, ya se desliza, paso a paso, día a día, hasta la sílaba final con que el
valeroso Banquo prolongó demasiado su paseo; podéis decir (si así gérmenes preciados de la Naturaleza hasta que fuera náusea la no más: lo echáis todo a perder con esos sobresaltos. tiempo se escribe. Y todo nuestro ayer iluminó a los necios la senda
os parece) que Fleance lo mató, pues Fleance salió huyendo. No es destrucción; dadme respuesta para lo que pregunto. DOCTOR Bien, muy bien. Ahora sabéis lo que no debíais saber. de cenizas de la muerte. ¡Extínguete, fugaz antorcha! La vida es una
bueno pasear hasta muy tarde. ¿Quién podrá evitar el pensamiento BRUJA PRIMERA Habla. DAMA Ella ha dicho lo que no debía, estoy segura. Solo el cielo sabrá sombra tan solo, que transcurre; un pobre actor que, orgulloso,
de cuán monstruoso fue que Malcolm y Donalbain dieran muerte a BRUJA SEGUNDA Di lo que quieres. lo que ella sabe. consume su turno sobre el escenario para jamás volver a ser oído.
su padre bondadoso? ¡Acción maldita! ¡Cómo afligió a Macbeth! ¿Y BRUJA TERCERA Hemos de responder. LADY MACBETH Aún queda olor a sangre. Ni todos los perfumes de Es una historia contada por un necio, llena de ruido y furia, que
no fue él quien, al instante, -oh, justa ira- hizo pedazos a los dos BRUJA PRIMERA Dinos, ¿quieres saberlo por nuestra propia boca, o Arabia endulzarán esta pequeña mano. ¡Oh, oh, oh! […] nada significa. (Entra un mensajero) Viniste a usar tu lengua.
culpables, esclavos del alcohol, prisioneros del sueño? ¿No fue una por la boca de nuestros superiores? ACTO V ESCENA SEGUNDA. Tambores y estandartes ¡Pronto, cuenta!
noble acción? Sí, y también llena de sabiduría, pues a cualquiera que MACBETH Dejadme que los vea; llamadlos. Entran Menteth, Cathness, Angus, Lennox y soldados MENSAJERO Mi muy noble señor, debería informaros de lo que
tenga corazón hubiese enfurecido oír negarlo a esos hombres. Y yo BRUJA PRIMERA Echad la sangre de una cerda cebada con sus nueve MENTETH El ejército inglés está cerca, conducido por Malcolm, puedo armar que vi, no obstante ignoro cómo hacerlo.
digo que todo lo ha llevado bien y yo creo que si tuviese bajo llave a lechones; grasa que es exudada desde el patíbulo del asesino, Seyward su tío, y el noble Macduff. En ellos arde la venganza; pues MACBETH Y bien, háblame, sire.
los hijos de Duncan (Dios sea loado, espero que no ocurra) habrán echadla al fuego. los males sufridos, a la sangre y al clamor de la guerra, incitarán a MENSAJERO Mientras hacía mi guardia en la colina dirigí mis ojos
de saber lo que es matar a un padre, y lo mismo Fleance. TODAS Acudid, de lo alto o del abismo. Mostrad vuestro poder y lo los muertos. hacia Birnam y pareció de pronto que el bosque comenzaba a
¡Pero, silencio! Porque por palabras imprudentes y por no haber que sois. (Truenos. Aparición primera, una cabeza armada) ANGUS Cerca del bosque de Birnam los encontraremos; van por ese moverse.
ido a la esta que ofreció el tirano, he podido saber que Macduff ha MACBETH Habladme, poder desconocido. camino. MACBETH ¡Mientes, miserable!
caído en desgracia. Señor, ¿podéis decirme dónde se ha refugiado? BRUJA PRIMERA Él sabe todo lo que piensas. Escucha sus palabras y CATHNESS ¿Quién sabe si Donalbain está junto a su hermano? MENSAJERO Sufra mi carne vuestra ira si no es cierto. Puede verse
CABALLERO El hijo de Duncan, cuyos derechos de sangre ha no digas nada. LENNOX No lo está, mi señor. Tengo la lista de todos los nobles: y cómo avanza a unas tres millas de distancia. Afirmo que es un
usurpado el tirano, vive en la corte de Inglaterra, y es allí recibido APARICIÓN PRIMERA Macbeth, Macbeth, Macbeth, guárdate de entre ellos está el hijo de Seyward, y muchos jóvenes imberbes que bosque que se mueve.
por el piadoso Edward con tanto fervor que la malevolencia de Macduff y del Señor de Fife! Dime adiós. ¡Basta ya! (Desciende) […] ahora ofrecen sus primeras muestras de virilidad. MACBETH Si me mientes del árbol más cercano he de colgarte hasta
Fortuna en nada disminuye el gran respeto que le tienen. Macduff (Aparición segunda, un niño ensangrentado) MENTETH ¿Y qué hace el tirano? que el hambre te consuma. Si es cierto lo que dices poco me
acudió allá para rogar al santo rey, y pedirle su ayuda convenciendo APARICIÓN SEGUNDA ¡Macbeth, Macbeth, Macbeth! CATHNESS Fortifica con solidez el castillo de Dunsinane. Algunos importa que otro tanto hagas conmigo. Ya vacila mi ánimo, y
a Northumberland, y al belicoso Seyward: que con la ayuda de MACBETH ¡Si yo tuviera, para oírte, tres oídos! dicen que está loco; otros, que le odian menos, lo llaman furia comienzo a dudar del demonio y sus equívocos, pues miente
ambos (sancionada por el Altísimo) sea posible de nuevo devolver APARICIÓN SEGUNDA Sé decidido, sanguinario, valiente: podrás valerosa; pero es cierto que no puede ceñir su desesperada causa cuando dice la verdad: no has de temer hasta que Birnam no venga
alimento a nuestra mesa y sueño a nuestras noches, y liberar tomar a risa el poder de los hombres, porque nadie nacido de mujer con el cinturón de la ley. […] a Dunsinane... y ahora un bosque se acerca a Dunsinane. ¡Adelante!
nuestros festines y banquetes de cuchillos de sangre, rendir leal hará daño a Macbeth. (Desciende) […] (Truenos. Aparición tercera, ESCENA TERCERA. Entran Macbeth, doctor y sirvientes ¡A las armas! Si todo ocurre como afirma, tanto importa darse a la
homenaje, recibir honores libremente; todo por lo que ahora un niño coronado, con un árbol en la mano) MACBETH No me traigáis más noticias; que huyan todos. Mientras fuga como permanecer. Comienzo a estar cansado ya del sol.
suspiramos. Y estas nuevas tanto han exasperado a nuestro rey que APARICIÓN TERCERA Ten el orgullo y temple del león y olvídate de el bosque de Birnam no avance en dirección a Dunsinane, el miedo Quisiera ver destruido el orden de este mundo... ¡Que suene la
ya se prepara para una acción de guerra. […] quien conspira, o se agita o se queja. Macbeth no podrá ser vencido no ha de delatarme. ¿Quién es el joven Malcolm? ¿No nació, acaso, campana!... ¡Vientos, soplad! ¡Ven, destrucción, ven! Moriremos, al
ACTO IV ESCENA PRIMERA. Truenos Entran las tres brujas hasta el día en que el gran bosque de Birnam por la alta colina de de mujer? […] Lucharé hasta que arranquen la carne de mis huesos. menos, vestidos de armadura.
BRUJA PRIMERA Por tres veces maulló el gato atigrado. Dunsinane no avance contra él. (Desciende) Dadme mi armadura. (Salen) […]
BRUJA SEGUNDA Tres veces y una más se quejó el puerco espín. MACBETH Eso jamás ocurrirá. ¿Quién posee el poder para movilizar SEYTON Aún no es necesaria.
BRUJA TERCERA Grita la arpía ¡Es hora! ¡Ya es la hora! un bosque, y ordenar al árbol que arranque de la tierra que le ata su MACBETH He de ponérmela. Enviad más caballos, que recorran la
BRUJA PRIMERA Rodad, rodad, en torno a este caldero; arrojemos raíz? ¡Dulces presagios! […] comarca y colgad a quien hable de temor. Dadme mi armadura...
en él envenenadas vísceras. Sapo que bajo piedra fría treinta y un (Música. Las brujas danzan y desaparecen) Doctor, ¿cómo está vuestra paciente?

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