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Daniel 11 10
A la muerte de Seleuco II Calínico (246 - 227) (Justino, Epítome de las historias filípicas, libro XXVII, 3, 12)
el poder había pasado a su primogénito, Alejandro, que había tomado el nombre de Seleuco III Soter
Cerauno (227 - 223) (Justino, Epítome de las historias filípicas, libro XXIX, 1, 2 - 3; Polibio de Megalópolis,
Historia universal bajo la República romana, libro V, 12).
Historia universal siglo XXI volumen 6
El Mundo Mediterráneo en la Edad Antigua 2 El Helenismo y el Auge de Roma.
Seleuco III Cerauno, que sucedió a Seleuco II en 226, fue envenenado tres años después (223). Ocupó el
trono su hermano Antíoco III (223-187), denominado el Grande (Justino, Epítome de las historias
filípicas, libro XXX, 1, 4).
Historia de Israel en la época del antiguo testamento de Siegfried Herrmann
221 a.c.
Ptolomeo III Evérgetes, al contentarse, tras sus efímeras victorias de la tercera guerra siria, con
subvencionar a los aliados en Asia Menor y en la propia Grecia, había descuidado el ejército. Cuando
murió, en el mes de febrero del 221, fue sucedido por su hijo, Ptolomeo IV Filopátor (Polibio de
Megalópolis, Historia universal bajo la República romana, libro V, 10; Justino, Epítome de las historias
filípicas, libro XXIX, 1, 5 y XXX, 1, 1 - 4), de unos veintidós años de edad. Filopátor estaba en manos de un
«visir», Sosibio, al que los historiadores nos presentan como un bellaco malhechor y sanguinario (Este
pretendido tutor de Ptolomeo era, por lo que parece, un hombre astuto, avezado a las intrigas y arterias
de las cortes, y perverso. El primero a quien hizo morir fue Lisímaco, hijo de Ptolomeo y Arsinoe, hija
ésta de otro Lisímaco; el segundo fue Maya, hijo de Ptolomeo y Berenice, hija de Maya. Por igual
procedimiento acabó con Berenice, madre de Ptolomeo Filopator, con el lacedemonio Cleomenes y con
Arsinoe, hija de Berenice. (Polibio de Megalópolis, Historia universal bajo la República romana, libro XV,
10).
Historia universal siglo XXI volumen 6
El Mundo Mediterráneo en la Edad Antigua 2 El Helenismo y el Auge de Roma.
Antíoco III (223 - 187), aconsejado por Hermias, un personaje muy influyente en la Corte por su
ascendiente sobre el monarca y que acaparaba la administración civil y financiera del Estado, prefirió
encaminar sus primeras acciones a hacerse con el dominio de la Celesiria. No era ésta una decisión
caprichosa, sino que pretendía aprovechar una coyuntura politica favorable, cual era la debilidad interna
de Egipto, motivada por el cambio de rey y las revueltas indígenas contra el poder de la dinastía
reinante.
El mundo helenístico, Arminda Lozano Velilla
CUARTA GUERRA SIRIA
219 a.c.
Antíoco III el Grande empezó por «liquidar» la cabeza de puente egipcia que subsistía en Seleucia de
Pieria (Justino, Epítome de las historias filípicas, libro XXX, 1, 5), el puerto de Antioquía.
Después, tras hacerse dueño de ella tanto por la traición como por la fuerza, se dirigió hacia el Sur. El
gobernador lágida, un etolio llamado Teódoto, le entregó las ciudades de Tiro y de Ptolemaida (Acé = San
Juan de Acre) y pudo así ocupar, casi sin lucha, toda la Celesiria (Polibio de Megalópolis, Historia
universal bajo la República romana, libro V, 12).
Historia universal siglo XXI volumen 6
El Mundo Mediterráneo en la Edad Antigua 2 El Helenismo y el Auge de Roma.
Logró, en efecto, expulsar a los egipcios de Siria meridional: Fenicia y Palestina, y anexionar
Jerusalén/Judá a la soberanía de los seléucidas (Polibio de Megalópolis, Historia universal bajo la
República romana, libro V, 16,17). Esto no significó sólo un cambio, sino también una mejora de la
situación en Jerusalén.
Historia de Israel en la época del antiguo testamento de Siegfried Herrmann

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Después de haber ocupado Fenicia, Antíoco III se había dejado detener por una mediocre fortaleza, Dora
o Duras, en lugar de proseguir su ruta (Polibio de Megalópolis, Historia universal bajo la República
romana, libro V, 18). El ejército egipcio, desorganizado, habría sido incapaz de detenerle. Pero Sosibio le
hizo creer que unas numerosas fuerzas defendían Pelusio, la puerta de Egipto, y Antíoco, dejándose
engañar, aceptó una tregua de cuatro meses con la esperanza de que Ptolomeo se avendría a entregarle
la Celesiria (Polibio de Megalópolis, Historia universal bajo la República romana, libro V, 21).

El Egipto que Antíoco III combatía no era ya el de Ptolomeo Soter o el de Filadelfo.

Historia universal siglo XXI volumen 6


El Mundo Mediterráneo en la Edad Antigua 2 El Helenismo y el Auge de Roma.

Cuando ... Antioco III, decidió conquistar Palestina y adentrarse en Egipto, la corte de Alejandría quedó
aterrada: En sus últimos años, Ptolomeo III se había dedicado a financiar guerras entre los demás
monarcas pero había descuidado por completo el ejército propio.

Cuadernos, historia 16, El Egipto ptolemaico. Miguel Ángel Elvira.

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