Está en la página 1de 14

Párrafo introductorio: De interrogante

¿Qué hacía don Quijote sólo y medio desnudo en una montaña?


¿Dónde estaba Sancho? ¿Qué clase de disparates estaba por hacer el
caballero andante? ¿Sería mejor que siguiera el ejemplo de Roldán, que
enloqueció cuando su amada le fue infiel? ¿O le convenía más ser como
Amadís, quien se retiró a una peña a llorar y encomendarse a Dios tras
ser desdeñado por su señora? Y escogiese lo que escogiese, ¿cuál
sensato hombre le haría regresar de su peculiar penitencia?

Párrafo de transición

No habría que esperar demasiado para averiguarlo. En lo que


respecta a don Quijote, este terminó tratando de imitar a Amadís de
Gaula. Para ello, debía seguir su ejemplo y rezar encomendándose a
Dios. A falta de un rosario, rasgó de su camisa una tira y le hizo once
nudos (uno más grueso que el resto). Con esto, pudo rezar avemarías a
gusto.

Párrafo introductorio: Tradicional

En este capítulo, don Quijote se la pasa solo, libre de lamentar la


ausencia de Dulcinea mientras Sancho se ocupa de otros asuntos. Por
ello, nadie detuvo al Quijote cuando se puso a grabar versos para su
amada en las cortezas de los árboles cercanos. Dichos versos
terminaban siempre con las palabras “aquí lloró don Quijote / ausencias
de Dulcinea / del Toboso”, lo que resultó cómico a quienes lo leyeron
después debido a lo forzosa que era añadidura de la última línea.

Párrafo de paralelismo

Mientras tanto, Sancho iba en busca del Toboso. De camino llegó


a la venta donde sucedió el incidente de la manta. Al estar aún dudando
si entrar o no, salieron del lugar el cura y el barbero de La Mancha y lo
reconocieron. Así, mientras don Quijote estaba ocupado con sus locuras,
sus amigos del pueblo llamaron a Sancho para preguntarle por su amo.
Párrafo de desarrollo: De ejemplificación e ilustración

Cuando se amenaza con su honor a una persona sencilla, de buen


corazón y mente susceptible, es muy posible que ceda. Ejemplo de esto
es el pobre Sancho, quien tras ser amenazado con que si no revelaba la
suerte de don Quijote pensarían que lo había matado y robado, contó al
cura y al barbero sobre la penitencia en la montaña de su amo. Además,
les dijo que iba en busca de Dulcinea para darle la carta que le enviaba
don Quijote.

Párrafo de desarrollo: De problema-solución

Parte de la misión del escudero era hacer trasladar en papel la carta


a Dulcinea, que estaba escrita en el libro de memoria de su amo. Fue
entonces que Sancho Panza se vio en problemas cuando no encontró
dicho libro. Además de la carta, en este había una manda de que la
sobrina de don Quijote le diera unos pollos a Sancho. Realmente, su amo
había olvidado entregarle el libro, pero Sancho no recordaba esto. Al verlo
en tal crisis, el cura lo trató de consolar. Al final, Sancho resolvió recitar
lo que recordaba de la carta.

Párrafo de desarrollo: De comparación/contraste

Sancho les dijo que si regresaba con buenas noticias de Dulcinea,


don Quijote debía empezar a procurar volverse emperador o monarca.
De forma similar, Sancho ascendería de clase social, pues tendría
derecho a que su amo le casase con una doncella de la emperatriz (dado
que ya sería viudo para entonces). Además, él imaginaba que la doncella
fuese heredera de un gran estado de tierra firme. Así, ambos tendrían
recompensa por sus actos y Sancho ya no necesitaría ínsulas.
Párrafo de desarrollo: De causa/efecto

Como el barbero y el cura pensaron que no haría daño si Sancho


seguía contándoles necedades, le sugirieron que pidiera a Dios que si
don Quijote no terminaba como emperador, al menos terminara como
arzobispo. En este caso, a Sancho le tocaría algún título de sacristanía.
En consecuencia, Sancho empezó a preguntar qué sería de él si eso
sucedía, pues no se consideraba apto para el cargo por ser casado y no
saber ni el abecedario, lo que le causó una considerable angustia.

Párrafo de conclusión: Con exhortación

Al final del capítulo, el cura presenta un plan para sacar a don


Quijote de la montaña. Este consistía en que él se vistiera de doncella
andante y el barbero, de escudero. Así, irían a pedirle al caballero
andante que los siguiera, pues la doncella ocupaba que le deshiciese un
agravio que un mal caballero le había hecho. Esto nos enseña a tener
paciencia con aquellos que parecen locos y ocupan ayuda. También,
demuestra que a veces seguirles la corriente es una buena forma de
ponerlos a salvo. Ojalá hubiera más personas que, como el cura y el
barbero, estuvieran dispuestas a hacer cosas aparentemente ridículas
para poner fuera de peligro a quienes no se encuentran en todos sus
sentidos.

Párrafo de conclusión: Con cita

Antes de concluir, es preciso citar a Arellano, quien escribió sobre


Sancho Panza: “Tiene buen cuidado con sus alforjas, que al menos no le
falte su pedazo de queso y de pan y su bota de vino. Parece pues, un
aldeano sensato…”1 (2005). De ello, no es de extrañar que si bien se
rehusó a entrar a la venta (por su experiencia pasada), pidió al cura y al
barbero que le sacaran comida caliente. Y así, por fin comió.

1
Arellano, I. (2005). La locura de don Quijote y la sensatez de Sancho Panza.
https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/20560/1/2005_Arellano_LaLocuraDeDonQuijoteYLaSensate
zDeSanchoPanza.pdf

También podría gustarte