Está en la página 1de 1

ESTEBAN:

Gustavo Adolfo Bécquer se encontraba visitando la célebre abadía de Fitero, en una biblioteca abandonada,
buscando un libro. Descubrió dos o tres cuadernos de música antiguos, era un Miserere, estaba dañado e
incompleto.

Adolfo no sabía de música, sin embargo, tenía afición por ella. Le llamó la atención de que encontrara en la
última página una palabra latina vulgar, también le llamó la atención que las palabras estaban en alemán.
Después de traducir los renglones que parecían escrito por un loco le preguntó a un anciano que lo
acompañaba sobre si sabía que era eso, y el anciano le comenzó a contar una leyenda la cual es EL
MISERERE:

Un Romero en una noche lluviosa y oscura, pidió refugio a un monasterio, lo recibieron y les contó que era
un músico que había nacido muy lejos de allí, que hizo con su arte un arma poderosa de seducción, y que
esto lo arrastró a un crimen, y que en su vejez quiere convertir el bien, se sentía culpable de sus actos, y le
intentaba pedirle a Dios Misericordia, pero no encontraba las palabras exactas para expresarse.

MIA:

Hasta que un día abrió un libro santo en la cual encontró un arrepentimiento verdadero en un Salmo de
David, el cual comienza con: ¡Miserere mei, Deus!, y decidió encontrar una forma musical tan magnífica
como esa. Pero todavía no logra expresarse en palabras.

El Romero comentó que quería llegar hacer un Miserere maravilloso y desgarrador nunca oído. Y que no
logra escuchar un Miserere en el cual se inspire y que ha escuchado todos.

Un pastor le comenta al Romero sobre el miserere de la montaña, y le cuenta que hace años en un
monasterio, edificado por un señor al cual desheredó a su hijo al morir. El hijo enojado al ser desheredado
reunió a unos bandoleros, y un Jueves Santo, los monjes se encontraban en un coro justo antes de empezar
el Miserere. Prendieron fuego al monasterio y saquearon la iglesia. Ahora solo quedan ruinas de lo que fue
el monasterio.

ANGELINA:

Y que Actualmente en las noches se escucha a los monjes muertos cantar el miserere.

El Romero se interesó en la historia y empezó a hacer preguntas. Y le respondieron que hoy por ser Jueves
Santo dentro de tres horas comenzará en canto de los monjes. Y decide ir al lugar donde le indicaron que
estaba el monasterio para presenciar el miserere.

Después de una o dos horas de camino, y finalmente llegó al monasterio. Transcurrió mucho el tiempo y
nada sucedió, pensó que lo habían engañado al contar aquella historia. Sin embargo, se oyó un ruido nuevo.
Y comenzó a ver los esqueletos de los monjes salir del profundo de las aguas, y empezaron a trepar con una
desgarradora expresión del dolor, pronunciando el primer versículo del Salmo de David.

JOAQUIN:

El Romero aterrado creía estar fuera del mundo real, y cayó sin conocimiento a la tierra y no escuchó nada
más.

Al día siguiente el Romero regresó a la abadía de Fitero, le preguntan al romero sobre qué le pareció el
Miserere, al cual contestó de que lo va a escribir y les pide un cuarto.

Días tras días el Romero intento escribir el miserere, sin embargo, poco a poco perdió la cordura, y falleció
sin poder terminar el Miserere al cual todavía lo conservan en la Abadía de Fitero.

El anciano finalizó de contar la historia y Adolfo Bécquer no volvió a ver al Miserere con los mismos ojos.

También podría gustarte