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un amor aparentemente perfecto. Laura y Andrés eran una pareja que irradiaba
felicidad y complicidad. Ella, una joven llena de alegría y cariño, y él, un chico
encantador y atento. Juntos parecían formar la combinación perfecta, pero la
sombra de los secretos acechaba.
Laura: (riendo) ¿Puedes creer lo divertido que fue el picnic de ayer, Andrés?
Andrés: (sonriendo) Fue increíble, Laura. No puedo imaginar un mejor día que
pasar tiempo contigo.
Laura: (tomando la mano de Andrés) Sabes que eres el mejor novio del mundo,
¿verdad?
En ese mismo escenario, Laura tenía una mejor amiga llamada Sofía, mientras que
Andrés tenia a su mejor amigo Alejandro, quien secretamente estaba enamorado
de Laura. Aunque siempre había ocultado sus sentimientos, Alejandro nunca dejó
de estar cerca de Laura, como un amigo fiel y apoyo constante.
Un día, Laura y Andrés decidieron organizar una fiesta para celebrar el cumpleaños
de Alejandro. Querían que fuera una noche especial para su querido amigo y para
todos los demás que formaban parte de su círculo íntimo. Laura se puso manos a
la obra con la planificación, mientras Andrés ofrecía su ayuda en todo lo que
pudiera.
Alejandro: (sonriendo) Ustedes son los mejores. No puedo esperar para ver qué
están planeando.
Después de la conversación, Sofía observó a Alejandro mientras Laura y Andres se
alejaban del grupo. Notó cómo su mirada se dirigía sutilmente hacia Laura en
varias ocasiones. Intrigada por la posibilidad de que Alejandro tuviera sentimientos
por su amiga, Sofía decidió hablar con él en privado.
Sofía: (con una sonrisa pícara) Oye, Alejandro, ¿hay algo que no me estás
contando?
Sofía: (con una sonrisa cómplice) No puedo evitar notar cómo la miras, Alejandro.
Parece que hay algo más allá de la amistad.
Sofía: (con curiosidad) ¿Nunca? ¿No crees que a veces las cosas se complican?
Sofía: (evadiendo la pregunta) Oh, nada. Solo estoy diciendo que a veces las
emociones son complicadas y confusas.
Sofía: (en tono enigmático) Supongo que cada uno tiene sus propios límites.
Llegó el esperado día de la fiesta de cumpleaños de Alejandro. El lugar estaba
decorado con colores alegres y luces parpadeantes, y todos los amigos se habían
reunido para celebrar.
Alejandro: (sonriendo) Chicos, en serio, no puedo creer todo lo que han hecho por
mí. Gracias por esta increíble sorpresa.
Laura: (riendo) ¡Es lo menos que podemos hacer por ti, Alejandro! Feliz
cumpleaños.
Laura: (bromeando) Saben, creo que Alejandro y Sofía harían una bonita pareja.
Laura: (riendo) Bueno, solo lo decía en broma. Pero en realidad, siempre han
tenido una química especial.
Laura: (frunciendo el ceño) No me convences del todo, pero si dices que todo está
bien.
La noche continuó con bailes y conversaciones, pero la grieta entre Laura y Andrés
se hizo más evidente. Andrés comenzó a sentirse cada vez más inseguro. La idea de
que Alejandro y Sofía pudieran tener algún tipo de conexión lo llenaba de celos y
dudas.
Andrés: (frustrado) Laura, ¿alguna vez has sentido que alguien más podría estar
interesado en ti?
Andrés: (vacilando) No sé, siento que hay algo extraño entre Alejandro y Sofía.
Como si tuvieran secretos que no nos cuentan.
Andrés: (serio) Oye, Alejandro, tengo que preguntarte algo. ¿Hay algo entre tú y
Laura?
Laura: (con una sonrisa) Buenos días, ¿te gustó la fiesta de anoche?
Andrés: (evitando mirarla) Sí, sí, la pasamos bien. Pero sabes, necesito salir a tomar
un poco de aire fresco.
Laura: (preocupada) ¿Estás bien? ¿Pasa algo?
Esa mañana, Andrés se reunió con Sofía en un lugar discreto. Mientras caminaban
juntos, la tensión entre ellos era palpable.
Sofía: (con voz suave) Andrés, ¿estás seguro de que podemos seguir haciéndolo de
esta manera? Laura es mi mejor amiga y no quiero lastimarla.
Andrés: (mirando a otro lado) Lo sé, Sofía, pero no puedo evitar lo que siento.
Estoy confundido y necesito tiempo para pensar.
Mientras tanto, Laura trataba de distraerse en casa, pero no podía evitar pensar en
la actitud distante de Andrés. Finalmente, decidió enviarle un mensaje, preocupada
por su bienestar.
Laura: (mensaje de texto) Hola, ¿estás bien? Me tienes un poco preocupada por
cómo te fuiste esta mañana. Por favor, háblame cuando puedas.
Andrés, por su parte, recibió el mensaje de Laura mientras seguía con Sofía. Se
sintió atrapado entre sus emociones y sus acciones, sin saber cómo manejar la
situación.
Sofía: (suspirando) Solo dile que todo está bien y que tenías algunas cosas en la
cabeza. No la hagas sospechar.
Andrés: (con voz suave) Hola, cariño. Tengo algo para ti.
Andrés: (intentando parecer normal) Solo pensé que te alegrarían el día. (le da las
flores y le da un beso en la mejilla)
Laura: (cambió su expresión a una sonrisa) Oh, gracias, Andrés. Eres muy dulce.
A pesar de sus dudas, Laura decidió pasar por alto su extraño comportamiento. Se
besaron nuevamente y trataron de disfrutar su tiempo juntos como lo habían
hecho antes. En los siguientes días, la rutina entre Laura y Andrés continuó. Aunque
había momentos de cercanía, Laura notó que Andrés se mostraba distante en
ocasiones, pero intentó no darle importancia y concentrarse en mantener la
relación que habían construido.Sin embargo, la tensión entre Andrés y Alejandro
seguía en aumento. Un día, en el trabajo, Alejandro notó la inquietud en la
expresión de Andrés y decidió que era hora de enfrentar la situación. Aunque le
dolía admitirlo, no podía quedarse de brazos cruzados ante la angustia de su mejor
amigo.
Alejandro: (serio) Andrés, necesitamos hablar. Sé que algo está pasando contigo, y
no puedo simplemente ignorarlo.
Andrés: (mirando al suelo) Lo sé, y lo siento. No quería que nadie saliera lastimado.
Alejandro: (con firmeza) Entonces, ¿por qué lo estás permitiendo? ¿Qué está
pasando, Andrés?
Alejandro: (furioso) ¡No me importa cómo te sientes! Lo que estás haciendo está
mal y sabes que Laura no merece ser traicionada de esta manera.
Alejandro: (respirando hondo) No puedo creer que estés haciendo esto, Andrés,
pero como tu amigo, te guardaré el secreto. Pero debes tener en cuenta que esto
no está bien.
A medida que los días avanzaban, el peso de las mentiras y los secretos se hacía
cada vez más insoportable. La distancia entre Andrés y Laura crecía, y aunque
Andrés intentaba mantener la fachada, no podía evitar sentir la culpa que lo
consumía por dentro. En medio de esta situación, una noche en la que las estrellas
brillaban en el cielo, Laura buscó respuestas.
Andrés: (vacilante) Laura, es complicado. Estoy pasando por algunas cosas en este
momento.
Laura: (con lágrimas en los ojos) ¿Y no crees que merezco saberlo? Somos una
pareja, Andrés, deberíamos poder compartir nuestras preocupaciones.
Laura: (con lágrimas) ¿Acaso todo este tiempo ha sido una mentira?
Andrés: (angustiado) Laura, por favor, entiende que no es tan simple. Hay cosas
que necesito resolver.
Andrés: (con tristeza) No, Laura, escúchame por favor. Quiero empezar diciéndote
que nunca te he traicionado de la forma en que piensas. Pero eso no significa que
no haya cometido errores, y eso es lo que necesito que entiendas.
Laura: (escéptica) ¿Qué estás diciendo, Andrés? No puedo seguir creyendo en tus
palabras cuando has ocultado tanto.
Andrés: (respira hondo) Lo que sea que hayas escuchado es falso. Pero eso no
significa que no haya cometido errores. He estado siendo distante contigo, y eso es
algo de lo que sí soy culpable. Ha sido por el trabajo, por cosas que están pasando
en mi vida que no he sabido cómo manejar.
Laura: (frustrada) ¿Así que has estado distante por trabajo? ¿Esa es la razón detrás
de todo esto?
Andrés: (asiente) Sí, pero no es una excusa. He cometido un error al no ser sincero
contigo, al no hablarte de lo que estaba pasando. Y eso es algo de lo que me
arrepiento profundamente.
Andrés sintió el peso de sus mentiras aplastándolo mientras veía el dolor en los
ojos de Laura. Sabía que había llegado el momento de enfrentar la verdad, pero
también sabía que esa verdad podía destruir lo que tenía con Laura.
Laura: (con lágrimas) No sé qué hacer, Andrés. Te amo, pero también me duele
pensar en que has estado ocultando cosas. No sé si podré superarlo.
Andrés miró a Laura, con la esperanza de que algún día ella pudiera perdonarlo. La
canción "Mientes" de Camila seguía resonando en su mente, una melodía amarga
que recordaba sus mentiras y las consecuencias de sus acciones.
Laura: (suspira) Te perdono, Andrés. Pero necesitamos tiempo para sanar esto. Aún
estoy confundida y asustada, pero quiero intentarlo.
Andrés sintió un peso levantarse de sus hombros al escuchar esas palabras. Sabía
que tenía mucho trabajo por delante para demostrar su sinceridad y reconstruir la
confianza de Laura.
Andrés: (con gratitud) Gracias, Laura. Haré todo lo que esté en mi poder para que
no te arrepientas de esta decisión.
La canción "Mientes" de Camila, seguía resonando en el fondo, una melodía que
encapsulaba la complejidad de sus emociones y las promesas de redención en el
aire.
Laura: (suspirando) Sofía, necesito hablar contigo. No sé qué hacer con todo esto
que está pasando entre Andrés y yo.
Sofía: (fingiendo sorpresa) ¿Qué? ¿Pasa algo entre ustedes? Pensé que eran la
pareja perfecta.
Laura: (frustrada) Parece que las cosas no son tan perfectas como pensaba. Andrés
ha estado distante y evasivo, y cuando intento hablar con él, siempre me da
excusas vagas.
Sofía: (con una sonrisa forzada) Laura, las relaciones tienen sus altibajos. A veces,
los chicos simplemente necesitan su espacio. Seguro que pronto todo se aclarará.
Laura: (mirando a lo lejos) Ojalá fuera tan fácil. Siento que algo más está
sucediendo, pero no puedo poner el dedo en el porqué.
Sofía: (tratando de mantener la calma) Laura, confía en Andrés. Siempre han sido
una pareja increíble y estoy segura de que resolverán cualquier problema que
tengan.
Laura: (suspirando) Supongo que tienes razón. Solo espero que todo se aclare
pronto. Necesito saber que puedo confiar en él.
Sofía: (con una mirada esquiva) Por supuesto, Laura. Siempre debes confiar en la
persona que amas.
Laura asintió, sintiendo un poco de alivio después de su conversación con Sofía. Sin
embargo, ni siquiera podía imaginar que su mejor amiga estaba ocultando un gran
secreto que cambiaría por completo su perspectiva de la situación.Mientras tanto,
Andrés seguía lidiando con su propia lucha interna. A pesar de sus mentiras, no
podía evitar sentirse culpable por herir a Laura. Sabía que la verdad eventualmente
saldría a la luz, pero temía las consecuencias de sus acciones. La historia seguía
tejiendo una red de engaños y emociones encontradas, mientras la canción
"Mientes" resonaba en el fondo, sirviendo como un recordatorio constante de la
fragilidad de la confianza y el poder destructivo de las mentiras.
El día siguiente amaneció cargado de tensión. Alejandro, quien había estado
llevando el peso de los secretos de Andrés, finalmente descubrió la verdad que
había estado oculta a sus ojos. Mientras caminaba por la ciudad, pasó frente a un
café y vio a Andrés y Sofía besándose en una esquina, como si no tuvieran cuidado
de ocultar sus sentimientos. La ira y el dolor se apoderaron de Alejandro quien los
confrontó.
Alejandro: (furioso) ¡Tú deberías ser la última persona en hablar, Sofía! Tú, que has
estado mintiendo y traicionando a Laura, a tu mejor amiga.
Mientras luchaba con sus pensamientos, su mirada se cruzó con la de Laura, quien
estaba sentada en un rincón cercano. Aunque ella no sabía lo que había sucedido,
pudo percibir la tristeza en la expresión de Alejandro. Intrigada y preocupada, se
acercó a él.
Laura: (notando a Alejandro en el bar) Alejandro, ¿qué estás haciendo aquí? (con
preocupación)
Alejandro: (evitando su mirada) Oh, solo necesitaba un poco de aire fresco, nada
importante.
Laura: (frustrada) ¿Y crees que yo no noto cuando algo está mal contigo? Ya tengo
suficiente con Andrés mintiéndome, no necesito que tú también lo hagas.
Alejandro: (se remueve incómodo) No quiero causarte más problemas, Laura. Solo
quiero que estés bien.
Laura: (enojada) ¡No te atrevas a decidir por mí lo que es mejor! Si somos amigos,
deberías confiar en que merezco la verdad.
Laura: (interrumpiéndolo con enojo) ¡Explicarme qué, Andrés? ¿Que has estado
viendo a Sofía a mis espaldas?
Laura: (con lágrimas en los ojos) No puedo creer que hayas sido capaz de hacerme
esto, Andrés. Tú, de todas las personas...
Sin darle la oportunidad de explicarse, Laura alzó la mano y abofeteó a Andrés con
fuerza. El sonido resonó en el aire, y la tensión entre los tres era palpable. Andrés
se llevó la mano a su mejilla, mirando a Laura con tristeza y culpa.
Laura: (con voz entrecortada) Las mentiras y las traiciones duelen más que
cualquier cosa, Andrés. Pensé que éramos diferentes.
Laura: (dirigiéndose a Alejandro) Y tú... (con lágrimas en los ojos) ¿También has
estado mintiéndome?
Laura: (con frustración) ¡No quiero más mentiras! ¿Acaso no merezco la verdad?
Laura, sin dejarlo terminar, le dio una cachetada a Alejandro. La expresión de dolor
y tristeza en su rostro era palpable, pero también estaba acompañada de una
resolución firme.
Laura: (con voz quebrada) No pensé que tú también serías capaz de traicionarme
así. Esto es demasiado...
Con lágrimas en sus ojos, Laura se dio la vuelta y se marchó, dejando a Andrés y
Alejandro con el peso de sus decisiones y el dolor que habían causado. La canción
"Mientes" parecía resonar en el aire, recordándoles las consecuencias de las
mentiras y la importancia de la confianza en una relación.
Alejandro y Andrés se quedaron en silencio, enfrentando las consecuencias de sus
acciones. A pesar de sus deseos de enmendar sus errores, sabían que habían
perdido la confianza de Laura y que la herida que habían causado era profunda. La
historia de amistad y amor que habían compartido se había fracturado
irreparablemente, y la canción "Mientes" parecía ser el eco de su triste realidad.
Con el corazón hecho pedazos y el peso de la traición todavía latente, Laura tomó
una decisión difícil pero necesaria. Después de confrontar a Andrés y a Alejandro,
después de descubrir las mentiras que habían tejido su relación, Laura sabía que no
podía seguir adelante como si nada hubiera pasado.
Andrés, que había estado tratando de ponerse en contacto con ella desde la
confrontación, la llamaba una y otra vez. Pero cada vez que su teléfono sonaba,
Laura resistía la tentación de responder. Sabía que necesitaba alejarse de esa
situación para sanar y encontrar su propio camino.
Sin mirar atrás, Laura cerró la puerta de su apartamento y se alejó de su vida con
Andrés. Sus pasos resonaban en el pasillo, y a medida que se alejaba, la canción
"Mientes" parecía acompañarla en su triste partida. Cada paso que daba estaba
marcado por la dolorosa realidad de las mentiras que habían socavado su relación.
La canción, que había sido un hilo conductor a lo largo de esta historia de engaño
y desilusión, resonaba una vez más mientras Laura se adentraba en un futuro
incierto. A pesar del dolor que sentía, sabía que tomar esta decisión era un paso
necesario para recuperarse y encontrar la paz que había perdido en medio de la
confusión y las mentiras.
FIN
Alex: (susurrando, con tristeza en los ojos) Mateo, ¿por qué tenemos que mantener
esto en secreto todo el tiempo?
Mateo: (susurrando, con una mirada preocupada) Lo sabes, Alex. No estoy listo para
que todos lo sepan. Tengo miedo de las consecuencias, especialmente en nuestra
carrera.
Alex: (suspira, con pesar) Pero, Mateo, a veces me duele que nuestra relación sea un
secreto, sobre todo aquí en la universidad.
Mateo: (entrelaza sus dedos con los de Alex, su mirada llena de conflicto) Yo
también lo siento, Alex, pero no puedo arriesgarnos. Nuestra carrera es importante
para ambos.
Alex: (asiente con tristeza) Entiendo, pero... (pausa) a veces, es difícil de aceptar.
Mateo revisó su reloj y notó que era hora de dirigirse a clases. Antes de partir, miró a
Alex con determinación.
Mateo: (con una sonrisa tranquilizadora) Alex, todo estará bien, lo prometo.
Mientras caminaban hacia el aula de clases, Mateo, sin darse cuenta, chocó con una
chica que pasaba por allí. Mateo se disculpó por el choque, y la chica se sonrojó y
bajó la mirada. Tanto Alex como Mateo notaron la reacción extraña de la chica, pero
decidieron continuar hacia el aula, sin darle mayor importancia. La tensión entre
ellos era palpable. Alex permaneció en silencio, frustrado por la necesidad de ocultar
su relación, mientras que Mateo tomó el encuentro como algo sin importancia en ese
momento.
Luego, al llegar al aula de clases, la tensión persistía en el ambiente mientras todos
los estudiantes se preparaban para clases. El maestro les indicó que tomaran
apuntes, y los estudiantes sacaron sus cuadernos y revisaron sus mochilas.En medio
de la preparación para la clase, alguien tocó la puerta del aula. El maestro la abrió y
presentó a la nueva estudiante, Doménica.
Alex: (susurrando a Mateo) ¡Es la misma chica con la que te chocaste esta mañana!
Doménica, sin saber en dónde sentarse en este nuevo entorno, eligió un asiento al
lado de Mateo y Alex. La entrada de Doménica al aula creó un ambiente inesperado,
ya que ahora se encontraba entre ellos, sin conocer la conexión previa que existía
entre Mateo y la chica con la que se había chocado. La clase comenzó con una nueva
dinámica que nadie podría haber anticipado.
Los tres estudiantes se encontraban en sus asientos, y la tensión era palpable. Alex
mantenía silencio, mirando alternativamente a Mateo y a Doménica. Mateo, por su
parte, intentaba concentrarse en la clase, pero no podía evitar sentirse incómodo por
la presencia de Doménica, quien, a su vez, se mostraba tímida y ajena a la dinámica
subyacente en el aula. El maestro comenzó la clase, pero para Alex y Mateo, era
difícil concentrarse. La entrada de Doménica había cambiado la dinámica de su vida
universitaria de una manera que nunca habrían imaginado.
La clase termina, el maestro anuncia el proyecto que será una parte importante de la
calificación final. Alex y Mateo, mientras empacaban sus cosas, se dieron cuenta de
que necesitarían un tercer miembro en su equipo. Mientras salían del aula y se
dirigían a la cafetería, comenzaron a discutir sobre su elección. Una vez en la
cafeteria la frustración se reflejaba en el rostro de Alex mientras hablaban sobre su
preocupación de no encontrar un tercer miembro para completar su equipo en el
proyecto.
Tanto Alex como Mateo se quedan pensando en la oferta de Dominica. Alex, aunque
se siente incómodo, intenta sugerir que no, pero Mateo responde afirmativamente.
Alex: (con una sonrisa forzada) Está bien, no hay problema. Haremos equipo.
Dominica: (con un suspiro): Alex, necesito hablar contigo. Tengo que ser sincera.
Domenica: (con cierta timidez) Lo de formar el grupo... en realidad, fue solo una
excusa para acercarme a Mateo. Me gusta mucho.
Alex sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Domenica. Sabía que
debía ser cuidadoso con su respuesta, dadas las circunstancias de su relación secreta
con Mateo.
Domenica: (apenada) Sé que puede sonar egoísta, pero necesito tu ayuda. ¿Puedes
decirme más sobre él? ¿Qué le gusta?
Alex: (intenta mantener la calma) Bueno, Mateo es una persona genial. Le gustan
los deportes y la música. Es muy simpático y le encanta ayudar a los demás.
Domenica: (emocionada) ¡Eso suena increíble! Pero, permíteme ser sincera... (su
expresión cambió a una sonrisa nerviosa) Sé que es un poco extraño, pero me
gustaría acercarme más a él. ¿podrías darme algunos consejos para conquistarlo?
Mateo: (preocupado) Alex, ¿estás seguro de que estás bien? Has estado callado
desde la cafetería.
Alex: (tratando de sonreír) Sí, Mateo, solo ha sido un día largo, eso es todo.
Aunque Alex intentó ocultar sus verdaderos sentimientos, Mateo notó la tristeza en
su mirada. Sin embargo, decidió no presionar más en ese momento.
Alex simplemente se alejó sin decir una palabra, y Mateo lo observó alejarse con una
mirada de tristeza en sus ojos, consciente de que algo había cambiado entre ellos, y
no sabía cómo arreglarlo.
Al llegar a casa, Alex se sintió abrumado por todas las emociones que habían surgido
durante el día. La melodía de "Secreto de Amor" sonaba de fondo, añadiendo una
capa de tristeza a la situación. Sin poder contenerse más, las lágrimas comenzaron a
correr por sus mejillas. Alex se dejó caer en una silla y cubrió su rostro con las
manos, sollozando en silencio.
Juan: (con una sonrisa) Mateo, ¿cómo te fue en la universidad hoy? ¿Tuviste un buen
día?
Al día siguiente, Mateo decidió buscar respuestas y confrontar a Alex antes de que
comenzara el día en la universidad. Sabía que algo andaba mal y necesitaba
entender por qué la actitud de Alex había cambiado drásticamente. Se ubicó en un
parque que sabía que Alex cruzaría en su camino hacia la universidad y lo esperó
con determinación.
Cuando finalmente vio a Alex aproximarse, notó que su rostro estaba serio y
preocupado. A pesar de su propia confusión, Mateo decidió abordar la situación.
Mateo: (decidido) Alex, necesito hablar contigo. ¿Por qué esta actitud?
Alex, aunque se mostró reacio al principio, decidió escuchar a Mateo, sabiendo que
era el momento de ser sincero.
Alex: (respira hondo) Mateo, quiero que sepas la verdad. En la cafetería, Domenica
me confesó que le gustas. Me dijo que se acercó a ti para intentar conquistarte. No
puedo dejar de pensar en eso.
Alex quedó pensativo por un momento, reflexionando sobre las palabras de Mateo.
Alex: (suspira) Mateo, sabes que esto sería mucho más fácil si no tuviéramos que
mantener nuestra relación en secreto. Me duele no poder estar contigo abierta y
libremente.
Mateo: (triste) Entiendo lo que sientes, Alex. Pero, como te he dicho antes, mi
situación como becado y mi familia... Tengo miedo de lo que podría pasar si se
enteraran de que soy gay. No quiero que eso nos afecte a ambos.
Alex: (enojado) Mateo, no podemos seguir viviendo así. Necesitas tomar una
decisión. No sé cuánto más puedo soportar esto.
Mateo, sintiéndose atrapado entre su amor por Alex y sus miedos personales, solo
pudo mirar a su novio con tristeza mientras este continuaba su camino hacia la
universidad.
Alex se alejó con pasos decididos, dejando a Mateo solo en el parque, con el corazón
apesadumbrado. Mientras observaba a Alex alejarse, se dio cuenta de que su relación
se estaba volviendo cada vez más frágil, y se quedó pensando en el futuro incierto de
su amor, acompañado por la melancólica melodía de "Secreto de Amor".
Alex: (serio) Mateo, a partir de ahora, creo que es mejor que nos tomemos un
tiempo. Necesitas decidir por completo acerca de nuestra relación. Estoy dispuesto a
continuar trabajando juntos en el proyecto, pero solo te entregaré mi parte, y no nos
reuniremos más.
Los dos quedaron separados por una brecha de silencio incómodo en medio de la
cafetería llena de gente. El tiempo que una vez compartieron, lleno de risas y
complicidad, parecía un recuerdo distante. Si alguna vez querían recuperar lo que
tenían, Mateo sabía que tendría que enfrentar su miedo y tomar una decisión con
valentía.
Alex salió de la cafetería con un rostro serio y una mirada preocupada en sus ojos.
Doménica lo observó mientras se alejaba y, sintiendo curiosidad por su estado de
ánimo, se acercó a él con amabilidad.
Doménica: (preocupada) Alex, ¿estás bien? Pareces molesto.
Alex, tratando de disimular sus sentimientos, respondió con una sonrisa forzada:
Alex: (tratando de sonar amable) Estoy bien, Doménica, gracias por preguntar.
Doménica: (curiosa) Mateo, ¿puedes decirme si pasa algo entre tú y Alex? Lo vi salir
molesto de la cafetería.
Mateo, aún sintiéndose triste por su pelea con Alex, intentó minimizar la situación.
Doménica asintió, pero notó que Mateo no estaba siendo completamente honesto
con ella. A pesar de eso, decidió no presionar y cambiar el tema para aligerar la
atmósfera.
Mateo: (amablemente) ¿Por qué no vamos a un lugar más silencioso para trabajar
en el proyecto? Podremos concentrarnos mejor allí.
Alex, sintiéndose abrumado por la situación con Mateo, decidió buscar apoyo y
consejo de uno de sus amigos de confianza, Daniel. Sabía que podía contar con él en
momentos difíciles. Se reunieron en una acogedora cafetería cercana al campus.
Alex compartió con Daniel los detalles de su relación con Mateo, incluyendo la lucha
de Mateo por mantener su orientación sexual en secreto y cómo eso estaba
afectando su relación.
Alex: (triste) Lo sé, pero... a veces me duele tener que ocultar nuestra relación. Siento
que está afectando lo que tenemos.
Daniel: (amistoso) Alex, siempre he notado que eres una persona tan amorosa y
apasionada. Tu sinceridad y determinación son cualidades admirables.
Alex: (sonriendo levemente) Gracias, Daniel. Trato de ser honesto con mis
sentimientos.
Alex: (asintiendo) Sí, así es. Mateo tiene un gran corazón, pero su miedo a perder su
beca y el miedo al juicio de su familia lo mantienen atrapado.
Daniel: (animando a Alex) Ánimo, Alex. Mateo te ama, eso es seguro. A veces, las
personas necesitan tiempo para enfrentar sus miedos. No permitas que esta
situación te haga sentir menos valioso.
Doménica: (nerviosa y apenada) ¡Oh, Mateo, lo siento! Pensé que... no quería verte
triste.
Mateo: (decidido) Creo que es mejor dejar el proyecto hasta aquí. Necesitamos un
descanso.
Valentina: (sorprendida) ¿Mateo Pérez? ¿El mismo Mateo Pérez que siempre está
con Alex?
Doménica: (asintiendo) Sí, él mismo. No entiendo por qué rechazó mi beso,
Valentina. Me siento tan avergonzada.
Valentina: (pensativa) No insinúo nada, Doménica, pero tengo que admitir que es
un tanto extraño. Siempre los veo juntos en la universidad.
Doménica, sintiendo que Valentina estaba insinuando algo más, la miró con
curiosidad y un atisbo de sospecha.
Doménica se resistió a aceptar la idea de que hubiera algo más entre Mateo y Alex.
Se sentía confundida y emocionalmente vulnerable en ese momento.
Doménica: (negando con la cabeza) No, no puede ser. No veo por qué Mateo
rechazaría un beso mío si no fuera por una buena razón. Valentina, sin presionar
más el tema, decidió cambiar de conversación y sacó uno de sus snacks de su
mochila.
Valentina: (sonriendo) Bueno, dejemos de lado ese tema. ¿Quieres un snack? Son
deliciosos. Doménica, perdida en sus pensamientos, negó con la cabeza.
Valentina: (haciendo una expresión de resignación con los ojos) Bueno, como
quieras.
Animado por las palabras de Daniel, Alex decidió que era hora de abordar la
situación con Mateo y tratar de resolver sus problemas. Se levantó de su silla en la
cafetería y agradeció a su amigo antes de salir con un renovado sentido de
determinación.
Alex: (curioso) Oye, ¿qué está pasando? ¿Por qué todos están tan inquietos?
Estudiante: (mostrando la foto en su teléfono con ternura) ¡Mira esto! Es tan tierno.
Estudiante: (sonriente) Awww, ¿no es una foto encantadora? Parece que Mateo y
Doménica están juntos. ¡Me alegra que Mateo haya encontrado a alguien!
Alex: (enfadado) ¡Mateo! ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué juego estás jugando?
Con lágrimas en los ojos y el corazón roto, Alex da un paso atrás y mira a Mateo
profundamente.
Mateo, con el corazón pesado, se acerca a la cafetería donde Doménica suele pasar
su tiempo entre clases. Cuando la ve, intenta forzar una sonrisa a pesar de la
tormenta emocional que lo envuelve.
Mateo: (serio) ¿Puedes explicarme esto? ¿Por qué publicaste esta foto en las redes?
Mateo, frustado por la situación, se siente abrumado por las emociones. Doménica,
al ver su angustia, le pide que se calme y toma asiento junto a él.
Doménica: (compasiva) Mateo, respiremos y hablemos con calma. Esto debe ser un
malentendido.
Doménica: (amable) Está bien, Mateo. Estoy aquí para escucharte. Siéntete libre de
compartir lo que te preocupa.
Mateo, después de un largo suspiro, decide abrir su corazón y contarle la verdad a
Doménica sobre su relación con Alex. A pesar de la incertidumbre y la complejidad
de la situación, siente que es necesario sincerarse.
Mateo: (sincero) Doménica, la verdad es que Alex y yo hemos estado en una relación
desde hace tiempo. Hemos estado ocultándolo, y esa foto ha hecho que todo
termine. No quería herirte, pero es importante que sepas la verdad.
Doménica: (comprensiva) Mateo, aunque esto me duele, quiero que sepas que te
apoyo. Entiendo que el amor puede ser complicado, y no puedo juzgarte por eso.
La persona que tomó la foto, sin conocer la historia detrás de la imagen, la publica
en las redes sociales, y rápidamente se convierte en objeto de comentarios y
especulaciones.
Alex: (triste) Gracias, Daniel. No sé cómo lidiar con todo esto. No puedo dejar de
pensar en Mateo y lo que teníamos.
Mientras Daniel intenta consolar a Alex, su teléfono emite una notificación que lo
toma por sorpresa. Alex nota la expresión de sorpresa en el rostro de Daniel y le
pregunta qué sucede.
Alex: (preocupado) Daniel, ¿qué acaba de pasar? ¿Por qué te sorprendió tanto esa
notificación?
Alex, sintiendo que algo no cuadra, insiste en que Daniel le muestre la notificación.
Después de un momento de vacilación, Daniel finalmente accede a mostrarle la
pantalla de su teléfono. En la pantalla, se ve la misma foto de Mateo y Doménica
que se compartió en el campus.
Alex: (con la voz quebrada) ¡No puedo soportar esto, Daniel! Todo lo que teníamos
se ha desmoronado.
Valentina: (con tristeza) Mateo, necesito decirte algo. Estoy enamorada de ti.
En ese entonces, ella ya sabía que él era gay y estaba en una relación con Alex. A
pesar de eso, no pudo evitar expresar sus sentimientos por él.
Mateo: (amable pero firme) Valentina, aprecio mucho tu sinceridad, pero sabes que
estoy con Alex y que soy gay. No puedo corresponder a tus sentimientos de esa
manera.
Valentina quedó con el corazón destrozado y sintió que Mateo se las tendría que
pagar de alguna manera.
Valentina: (susurrando con malicia) Ahora, todos sabrán quién eres, Mateo.
Ella lo llevó a la biblioteca y le mostró las redes sociales, donde la foto que Valentina
había subido estaba causando un revuelo. Mateo se sintió impotente y triste al darse
cuenta de que su secreto había salido a la luz, y peor aún, su reputación estaba en
entredicho. La gente creía que estaba saliendo con Doménica y Alex y no sabía
dónde esconderse.
Mateo: (angustiado) No puedo creer que esto haya sucedido, Doménica. Esto no es
lo que parece.
Director: (decidido) Lamento informarte que tu beca queda suspendida hasta nuevo
aviso. Debes entender que nuestras normas de conducta son fundamentales, y no
podemos permitir este tipo de escándalos.
Mateo salió del despacho del director con el mundo aplastándolo. Había perdido su
beca y su reputación en la universidad estaba en ruinas. No sabía cómo iba a
enfrentar esta situación y deshacer el daño causado por las maliciosas acciones de
Valentina.
Mateo, con los ojos llenos de tristeza, le cuenta a Doménica lo que sucedió en la
oficina del director y cómo su beca ha quedado suspendida. Doménica lo escucha
con empatía y comprensión.
Doménica: (compasiva) Mateo, esto es terrible. Lo siento mucho por lo que estás
pasando.
Mateo se siente agradecido por el apoyo de Doménica, pero en ese momento, ella le
menciona que hay alguien más que quiere verlo. Antes de que pueda preguntar
quién es, Alex aparece. La sorpresa en el rostro de Mateo es evidente.
Mateo: (angustiado) Alex, lo siento. No puedo creer que esto haya sucedido. Nunca
quise que pasara.
Alex: (sereno) Mateo, no tienes que disculparte. Doménica ya me explicó todo lo que
sucedió. No es tu culpa. Estamos juntos en esto, y encontraremos al responsable.
Los tres, unidos por la determinación de hacer justicia, se preparan para enfrentar la
situación y descubrir quién está detrás de la maliciosa publicación en las redes
sociales.
Doménica sigue su rutina, sin embargo se siente muy mal por lo que ha sucedido
con Mateo y su expulsión de la universidad. Valentina se cruza en su camino y, al
notar la tristeza de Doménica, le pregunta qué le pasa.
Valentina: (curiosa) Doménica, ¿qué te sucede? ¿Por qué pareces tan afligida?
Valentina: (emocionada) ¿En serio? ¡Qué buena noticia! Me alegra que lo hayan
expulsado.
Doménica, confundida por la reacción de Valentina, la mira con asombro. Valentina,
consciente de que ha dicho algo inapropiado, cambia su expresión y finge tristeza.
Mientras Valentina abre su mochila y saca el snack, sin darse cuenta, hace que los
pedazos de la foto rota de Mateo y Alex salgan volando. Doménica los recoge
rápidamente y mira la foto con sorpresa.
Doménica: (confundida) Valentina, ¿por qué tienes una foto rota de Alex y Mateo?
Doménica: (cuestionando) Valentina, estoy segura de que hay algo que no me estás
diciendo. ¿Fuiste tu quien rompió la foto de Alex y Mateo?
Doménica: (furiosa) ¡Basta de mentiras, Valentina! ¿Fuiste tú quien subió las fotos a
las redes sociales?
Doménica: (decidida) Está claro que no puedo confiar en ti. Mejor vete.
Doménica: (decidida) Mateo, ya sé quién está detrás de todo esto. Fue Valentina
quien subió las fotos con mala intención.
Doménica: (compasiva) Mateo, creo que es hora de que hables con sinceridad sobre
lo que realmente sucedió. La gente merece saber la verdad y comprender que todo
fue un malentendido.
Mateo reflexionó sobre las palabras de Doménica. Se dio cuenta de que no podía
vivir con la falsa imagen que se había creado en las redes sociales, ni seguir
ocultando su orientación sexual. Tomó un suspiro profundo y, con determinación,
decidió hacer un live para aclarar la situación.
Mateo: (resuelto) Gracias, Doménica. Tienes razón. Es hora de que diga la verdad y
deje de vivir con miedo. La gente merece saber quién soy realmente y lo que siento.
Mateo: (serio) Hola a todos, estoy aquí para aclarar una situación que ha estado
afectando mi vida. Las fotos que se compartieron en las redes sociales son falsas.
Doménica y yo somos amigos, pero no estamos en una relación amorosa. La persona
a la que realmente amo es Alex.
Mateo: (agradecido) Quiero agradecer a todos los que han estado a mi lado y me
han apoyado. A veces, las circunstancias nos llevan a tomar decisiones equivocadas,
pero estoy comprometido a corregir esto.
Mateo se siente abrumado por la tristeza que lo había envuelto, pero la expresión de
alegría en el rostro de Alex le da un rayo de esperanza. La noticia de que Alex ha
logrado recuperar su beca lo llena de emoción, y no puede evitar preguntar cómo lo
hizo.
Alex, con una sonrisa radiante, le responde a Mateo mientras comparte la historia de
su valiente gesto. Mientras Alex habla, hacemos un flashback a sus esfuerzos para
convencer al director y a su ingenioso plan para obtener las pruebas que
demostraban la inocencia de Mateo. Vemos a Alex y Doménica trabajando juntos en
este plan, en el que logran hacerse con el celular de Valentina mientras ella está
distraída.
Alex: (reflexivo) Recuerdo claramente cómo me sentí cuando fui a hablar con el
director. Al principio, pensé que sería imposible convencerlo.
Mateo: (asombrado) ¡Alex, no puedo creer que hicieras todo eso por mí! Eres
increíble.
Alex, humilde pero lleno de alegría, agrega más a la historia y revela cómo confrontó
al director con las pruebas, lo que finalmente convenció al director de devolverle la
beca a Mateo.
Alex: (orgulloso) Bueno, eso no es todo, Mateo. Fui a hablar con el director y le
mostré las pruebas. Al verlas, reconoció que cometió un error y llamó a Valentina a
su oficina.
Doménica: (bromeando) ¡No olvides que también fui parte de este plan, chicos!
Mateo, sonríe y se gira hacia Doménica, agradecido por la ayuda de sus amigos, y la
abraza cariñosamente.
Mateo: (sonriente) Tienes razón, Doménica. Gracias a los tres, esto significa el
mundo para mí.
Una vez en casa de sus padres, Mateo reúne coraje y, con voz temblorosa pero firme,
comienza a compartir su verdad con ellos. Al principio, sus padres parecen serios
mientras escuchan atentamente, pero luego sus expresiones cambian. Su madre es la
primera en hablar, con un tono de amor y aceptación.
Carolina: (sonriendo) Hijo, quiero que sepas que siempre te hemos amado y
aceptado tal como eres. No importa tu orientación sexual; sigues siendo el mismo
hijo maravilloso que siempre hemos conocido y amado.
Juan: (asintiendo) Estoy orgulloso de ti por ser valiente y compartir esto con
nosotros, Mateo. Siempre te apoyaremos.
Mateo siente una gran carga liberada de sus hombros, y las lágrimas de felicidad
llenan sus ojos. Se acerca a sus padres y los abraza con gratitud y emoción. Después
de los abrazos, Mateo se gira hacia Alex, quien ha estado a su lado en todo
momento, y le ofrece un apasionado beso como símbolo de amor y agradecimiento.
FIN