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REVISTA DE ARTE

Número 341 Octubre-Dicíentbre 2012 ' Madríd ' 15 €


El diseño para la tumba de Carlos de Aragón y Navarra,
obra del escultor napolitano Annibale Caccavello
· javier ibáñez fernández ·
Universidad de Zaragoza

mitían precisar algo más el nombre del finado –Carlos de Ara-


gón y Navarra– y el lugar en el que se había decidido enterrarlo,
“la capilla del Sor S. Braulio”, la primera del lado de la Epístola
del antiguo templo del Pilar (fig. 1). Por su parte, el traslado del
ministerio instituido por Ángela de Villaragut (o Villarragut) en
ese mismo recinto, incluido al final de la visita pastoral girada al
templo por el obispo Juan Moriz de Salazar en septiembre de
1606, permitía precisar que la fundación se había formalizado en
Valencia el 29 de febrero de 1556 y que, para entonces, todavía no
se había materializado el proyecto, dado que la viuda expresaba
su voluntad de “fabricar” una capilla “so la invocacion de nra. Sa
de la Charidad en el lugar donde [estaba la dedicada a] St Brau-
lio”, para levantar allí la “sepultura para dicho don Carlos”1.

El estudio técnico del diseño –anotado en italiano–, pero sobre


todo el análisis tipológico del proyecto, llevaron a situar su eje-
cución en Italia, y más concretamente en el medio artístico na-
politano de mediados del siglo XVI, donde se realizaron varios
monumentos funerarios que, partiendo del modelo de tumba
humanista elaborado en Florencia a mediados del Quattrocen-
to, presentaban algunos de los rasgos reflejados en el dibujo
conservado en Zaragoza2. Así, por ejemplo, la representación
recostada del difunto, el hecho de que vistiese armadura y de
que apoyase la cabeza sobre el yelmo, permitían relacionarlo
con algunos monumentos napolitanos exportados a tierras
catalanas durante el primer cuarto del Quinientos. Es el caso
del monumento funerario de Bernat Villamarì († 1516), con-
servado en la abadía de Montserrat (Barcelona)3, en el que se
han querido descubrir los modelos compositivos de Girolamo
Santacroce materializados según una declinación estilística
propia de Gian Giacomo da Brescia y de Antonino di Marco4,
1
e incluso la huella de Bartolomé Ordóñez5, y que se ha fecha-
do entre 1516 y 15186. Otro ejemplo es la tumba de su cuñado,
En el año 2006 se dio a conocer un interesante diseño conserva- Ramón III Folch de Cardona († 1522), realizada por Giovanni
do en el Archivo Capitular del Pilar de Zaragoza que recogía el Merliano da Nola entre 1522 y 15257, e instalada en la iglesia del
proyecto para la realización del monumento funerario de un ca- convento franciscano de San Bartolomé de Bellpuig (Lérida)
ballero santiaguista. Las inscripciones anotadas en el verso del en torno a 15328, cuando fue reconocida por Damián Forment y
dibujo señalaban que se trataba de la “traça de la sepultura de Martín Díez de Liatzasolo9.
don Carlos de Aragon y de su mujer doña Angela de Villaragut
en la iglesia del Pilar”, y lo fechaban en 1550. Por su parte, los Por su parte, el desarrollo de panoplias o trofeos militares en el
datos exhumados del registro de las escrituras del Archivo per- frente del sarcófago también recordaba a otras tumbas napo-

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1 Annibale Caccavello: Traza para el
sepulcro de Carlos de Aragón y Navarra,
1550. (Archivo Capitular del Pilar de
Zaragoza, Armario 6, Cajón 4, ligamen
1, nº 4, nº 36).

2 Giovan Tommaso Malvito y


Giovanni Merliano da Nola (atrib.):
Sepulcro de Giovan Battista del Doce, ca.
1519. Iglesia de San Domenico Maggiore,
Nápoles.

litanas, como la de Giovan Battista del Doce (fig. 2), levantada


por Giovan Tommaso Malvito y Giovanni Merliano da Nola en
la iglesia de Santo Domingo Maggiore de la ciudad partenopea
hacia 1519, o la de Leonardo Tomacelli, ejecutada por Malvito
para ese mismo templo diez años más tarde. Estas dos obras
inaugurarían un nuevo tipo de sepulcro, que terminaría sien-
do desarrollado –y codificado– por los últimos herederos del
taller de Giovanni Merliano da Nola y, sobre todo, por sus com-
ponentes más cualificados, Annibale Caccavello y Giovan Do-
menico d’Auria10.

En este sentido, también se advertía que el diseño aplicaba una


fórmula que aún gozaba de plena actualidad en la Nápoles de
mediados del siglo XVI, apuntando como ejemplo el sepulcro
de Scipione di Somma (fig. 3), levantado por el tándem confor-
mado por Annibale Caccavello y Giovan Domenico d’Auria en
la capilla familiar de la iglesia de San Giovanni a Carbonara de
Nápoles entre 1557 y 156611; o el de Giovan Francesco Ferrari,
ejecutado por Girolamo d’Auria, conservado en la catedral de
Bitonto y fechado por la inscripción de su basamento en 157512.

Esta primera aproximación al estudio del diseño concluía re-


conociendo que apenas se conocían más datos sobre los comi-
tentes, que tampoco se podía determinar el nombre del autor
del dibujo y que ni siquiera se estaba en condiciones de preci-
sar si trató de materializarse. No obstante, se convenía en se-
ñalar que resultaba sumamente interesante porque, más allá
de pasar a engrosar el reducido catálogo de trazas del Quinien-
tos conservadas en tierras aragonesas, y de su evidente origen
italiano, reflejaba la voluntad de importar un monumento fu-
nerario desde la Campania para instalarlo en la Zaragoza de
2
mediados del siglo XVI.

El tiempo transcurrido desde la publicación de la noticia del di- Sin embargo, se ha localizado el sepulcro de un caballero, cu-
seño apenas ha permitido recabar nuevos datos ni sobre el difun- riosamente aragonés, llamado Federico (o Fradique) de Urriés
to ni sobre su esposa. No obstante, nuevos hallazgos permiten (Urries o Urríes) en la iglesia de Santiago de los Españoles de
intuir que el proyecto no llegó a ejecutarse. Es más, todo parece Nápoles que, salvo pequeñas variaciones, parece haberse cons-
indicar que los deudos del finado terminaron desestimando la truido a partir de un modelo muy similar al reflejado en el dise-
posibilidad de levantar un monumento funerario, y que se con- ño conservado en Zaragoza (fig. 5). Esta circunstancia permite
formaron con disponer, muchos años más tarde, una lápida con- comprender el dibujo como una suerte de muestra personali-
memorativa de la fundación instituida en la capilla (fig. 4). zada13, realizada a partir de un modelo que, con los ajustes pre-

291
3 Annibale Caccavello y Giovan
Domenico D’Auria: Sepulcro de
Scipione di Somma, ca. 1557-1566.
Iglesia de San Giovanni a Carbonara,
Nápoles.

4 Traza para la lápida conmemorativa


del ministerio instituido por Carlos de
Aragón y Navarra. (Archivo Capitular
del Pilar de Zaragoza, Armario 6,
Cajón 4, ligamen 1, nº 20).

cisos, también se ofreció a otro cliente, en este caso un noble Por otra parte, conviene señalar que tanto el nombre del caba-
aragonés asentado en Nápoles. Tal y como tratará de justificar- llero como el de la dama coinciden con los de dos destacados
se más adelante, el hecho de que la ejecución de este sepulcro miembros de la sociedad galante italo-española conforma-
se sitúe en la órbita de Annibale Caccavello también permite da en la Nápoles de comienzos del Quinientos15, que quedaría
adjudicarle, con todas las reservas necesarias, la ejecución del perfectamente reflejada en diferentes obras literarias como la
diseño conservado en Zaragoza. Question de amor, publicada en Valencia en 1513, o el Dechado
de amor hecho por Vazquez a peticion del cardenal de Valencia,
sobre carlos de aragón y navarra y ángela de endereçado a la Señora Reina de Napoles, que aparecería en la
villaragut segunda edición del Cancionero general, impreso en la ciudad
Tal y como acaba de señalarse, todavía no pueden ofrecerse del Turia un año más tarde, en 151416.
datos de relevancia ni sobre el difunto, ni sobre su esposa que,
tal y como se desprende del análisis de la documentación zara- La Question de amor describe el círculo cortesano reunido en
gozana, era la verdadera impulsora del proyecto. En este senti- la ciudad partenopea en torno a la duquesa desterrada de Mi-
do, quizás interese recordar que el nombre y los apellidos del lán, Isabel de Aragón, y de su hija Bona Sforza, del que formaba
caballero coinciden con los del malogrado Príncipe de Viana parte, entre otros “ilustres guerreros italianos y españoles”, un
(1421-1461), quien tuvo un hijo bastardo durante su estancia en caballero llamado Carlos de Aragón.
Palermo, llamado Juan de Aragón y Navarra (1459-1529), que
fue abad de San Juan de la Peña, prior del Pilar de Zaragoza –el A su vez, el Dechado refleja el ambiente en el que se desarrolla-
templo donde quería levantarse el sepulcro–, administrador del ba la existencia de las dos tristes reinas, Juana de Aragón, viu-
obispado de Patti, en Sicilia, y obispo de Huesca, una diócesis da del rey Fernando el Viejo, y su hija homónima, viuda del rey
que también incluía las demarcaciones eclesiásticas de Jaca y de Ferrantino; quienes vivían rodeadas de un apretado ramillete
Barbastro en ese momento14. de damas de compañía, entre las que se encontraba una, llama-

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da Ángela de Villaragut, a la que pretendía, al parecer, un no- cuadrangulares. Las cajas de las pilastras acogen bandas ver-
ble caballero llamado Francisco Cantelmo. Pero además, esta ticales con motivos vegetales, la rosca del arco dos sencillas
composición mencionaba a otras señoras que no se encontra- molduras concéntricas, y su intradós siete casetones hexa-
ban al servicio de la reina, como la duquesa de Milán, su hija y gonales de lados curvos que contienen rostros angélicos con
sus damas de compañía, incluida una tal Isabel –quizás Isabel las alas explayadas.
Castriota–, quien “era servida” por “Carlos de Aragón, hijo de
un bastardo del viejo Fernando”, tal vez el caballero homónimo El registro inferior del nicho aloja la sepultura propiamente
que aparecía en la Question17. dicha, que presenta varios niveles superpuestos –un plinto,
un basamento del que sobresalen los dos pequeños soportes
nuevos datos sobre la fundación zaragozana de sección cuadrangular que sostienen el sarcófago, y el pro-
Dicho esto, debe reconocerse que no se dispone de dato alguno pio vaso– organizados en dos planos diferentes, uno central,
que permita relacionar a estos dos personajes con los que apa- que se proyecta hacia el exterior, y otro más retrasado, adosa-
recen mencionados en la documentación zaragozana. En cual- do al fondo. Esta estructura bidimensional recuerda a la em-
quier caso, todo parece indicar que su impulso no iría más allá pleada en otros sepulcros, como el de Galeazzo Caracciolo,
de la institución del ministerio fundado en Valencia en 1556, y levantado por Giovanni Merliano da Nola y sus colaborado-
que sus herederos terminaron abandonando el proyecto de le- res más inmediatos en la capilla familiar de los Caracciolo di
vantar un gran monumento funerario y acabaron disponiendo Vico en San Giovanni a Carbonara de Nápoles23, fechado re-
una sencilla lápida de carácter conmemorativo. cientemente en 154624. También recuerda al de su hijo, Nicola
Antonio Caracciolo (fig. 6), realizado por Giovanni Merlia-
La pieza pudo realizarse de acuerdo con el modelo ofrecido no da Nola, Annibale Caccavello y Giovan Domenico d’Auria
por un nuevo diseño localizado en el Archivo Capitular del para el mismo recinto, un monumento que se contrataría en
Pilar de Zaragoza: un marco de carácter arquitectónico com- 1547, pero que todavía estaba en pleno proceso de ejecución
puesto por dos pilastras de orden corintio, un entablamento cuatro años más tarde, en 155125.
del que destacaría el friso, decorado con rostros angélicos uni-
dos mediante draperies, y un frontón curvo partido centrado
por un obelisco y flanqueado por dos cráteras, subrayando su
evidente sentido funerario18.

Según lo anotado en el registro de las escrituras del archivo,


ésta era la “traza de una piedra con su ornato para la capilla de
San Braulio” en la que debía desarrollarse “una inscripcion de
la institucion del ministo. de don Carlos de Aragon y Navarra”,
que debió de disponerse bastantes años más tarde, dado que se
fecha el “año 1600”19.

la tumba de federico de urriés en santiago de


los españoles
Sin embargo, resulta curioso descubrir que, tal y como ya se ha
indicado, la tumba del noble aragonés Federico de Urriés se
construiría conforme a una propuesta muy similar a la recogi-
da en el diseño de Zaragoza. El sepulcro se levanta adosado al
muro del Evangelio de la antigua capilla familiar de la iglesia
de Santiago de los Españoles en Nápoles20. Este recinto, abierto
al brazo meridional del transepto, estaba dedicado al Espíritu
Santo a mediados del siglo XVII21, sufriría graves daños duran-
te la Segunda Guerra Mundial y sería restaurado gracias al im-
pulso del gobierno español, que le impondría la advocación de
Nuestra Señora de Montserrat en 194822.

Se trata de un sepulcro bajo un arcosolio muy poco profun-


do, definido por dos pilastras cajeadas de orden toscano y
un arco de medio punto. Los capiteles de los soportes reco-
rren el fondo del nicho, dividiéndolo en dos registros per-
fectamente diferenciados, el inferior y el correspondiente
al luneto, que muestran sus frentes articulados en paneles
4

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5

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5 Círculo de Annibale Caccavello
(atrib.): Sepulcro de Federico de Urriés,
ca. 1551. Iglesia de San Giacomo degli
Spagnoli, Nápoles.

6 Giovanni Merliano da Nola,


Annibale Caccavello y Giovan
Domenico D’Auria: Sepulcro de Nicola
Antonio Caracciolo, ca. 1547-1551.
Iglesia de San Giovanni a Carbonara,
Nápoles.

El plinto es cajeado. Los extremos del basamento, retran- que se atribuye al tándem formado por Annibale Caccavello
queados, alojan las armas del difunto y parecen sostener dos y Giovan Domenico d’Auria, o la lápida dispuesta en recuer-
delicadas cráteras labradas en bajorrelieve en los paneles del do de su sobrino, el coronel Von Pappenheim27. No obstante,
fondo del nicho. Los frentes de los apoyos del sarcófago al- la lectura del epitafio no deja lugar a dudas dado que, más
bergan las representaciones de Hipnos y Tánatos, y el espa- allá de señalar su condición de comendador o baile de Santa
cio comprendido entre los mismos, el epitafio del difunto26, Eufemia, una dignidad capitular de la orden de San Juan de
cuyo nombre, Federico de Urriés, aparece latinizado como Jerusalén o de Malta ligada a su Lengua de Italia28, destaca
Federico Vries, una fórmula confusa que introduce, segura- su pertenencia a una ilustre familia aragonesa29. Además, se
mente sin proponérselo, equívocas resonancias flamencas subrayan sus dotes como militar y su condición de consejero
en un templo en el que además de los monumentos funera- del emperador, señalándose que murió a la avanzada edad de
rios de otros nobles y altos dignatarios virreinales de ori- ochenta años el 18 de septiembre de 155130.
gen hispano, se levantan los de varios servidores de la Mo-
narquía católica nacidos en diferentes dominios europeos, El sarcófago se apoya sobre dos poderosas garras de león y pre-
como el sepulcro del alemán Walther von Hiernhaim, con- senta una moldura continua decorada con hojas de laurel en la
sejero y capitán general del emperador Carlos y de Felipe II, base, que se interrumpe al introducirse un tondo en el que no

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7 Giovanni Merliano da Nola (atrib.):
Diseño para el sepulcro del virrey Pedro
de Toledo, y de su mujer, María Osorio
Pimentel en la iglesia de San Giacomo
degli Spagnoli de Nápoles, ca. 1539.
Biblioteca Nacional de España
DIB/16/49/102/1 r.

gen de la Misericordia con las imágenes genuflexas de Carlos de


Aragón y de su esposa Ángela de Villaragut, sino de una repre-
sentación en tres cuartos de la Virgen con el Niño que desborda
el escueto marco de rostros angélicos que la rodea; una dispo-
sición que recuerda, en cierta medida, a la adoptada por las dos
enérgicas virtudes alojadas en el cuerpo superior del sepulcro
de Ramón Folch de Cardona31.

La falta de documentación ha impedido adjudicar la ejecu-


ción del sepulcro a un artista concreto. En el apretado perfil
biográfico y profesional de Giovanni Merliano da Nola redac-
tado por Massimo Stanzione hacia 1650 –que permanecería
manuscrito hasta que Bernardo de Dominici lo transcribie-
ra al final de la nueva semblanza del personaje publicada en
sus Vite en 1743– se señalaba que el monumento había sido
7
realizado por Giovanni di Nicola, aunque eso sí, con el con-
curso absolutamente desinteresado del Nolano, su maestro,
campea la cruz de Santiago –tal y como proponía el dibujo con- quien, según el relato de Stanzione, continuó manteniendo
servado en Zaragoza–, sino una cruz de Malta, la orden a la que una estrecha relación de colaboración con su antiguo discí-
pertenecía Federico de Urriés. El frente del vaso presenta un pulo aun después de que concluyese su periodo formativo32.
confuso conjunto de trofeos militares, recordando no tanto a Pasados algo más de dos siglos, Francesco Abbate plantearía
los desplegados por los sepulcros de Giovan Battista del Doce y una nueva atribución basándose en criterios estrictamente
Leonardo Tomacelli fechados en 1519 y 1529 respectivamente, estilísticos, apuntando hacia el cincel de Salvatore Caccave-
cuanto al desarrollado en la tumba de Nicola Antonio Caraccio- llo33, una posibilidad que planteaba graves problemas, sobre
lo que, tal y como se ha señalado, se ejecutaría en unas fechas todo de carácter cronológico, porque según las noticias re-
mucho más avanzadas –y próximas a las del fallecimiento del cogidas en el Diario de Annibale Caccavello, antiguo apren-
propio Urriés–, entre 1547 y 1551. diz de Giovanni da Nola y maestro de Salvatore, el joven no
ejecutaría sus primeros trabajos hasta 155734. Esta circuns-
Sobre la cama se dispone la figura recostada del caballero, que tancia obligaba a retrasar en bloque la supuesta producción
viste armadura completa y adopta una postura sensiblemente de Salvatore, y la realización del sepulcro llegó a situarse a
diferente a la propuesta en el diseño. El cuerpo se extiende de mediados de los años setenta, mucho tiempo después del
izquierda a derecha, apoyando la cabeza directamente sobre la fallecimiento de Urriés35. No obstante, tal y como advirtiera
mano diestra, generando un ángulo con el antebrazo, el torso y Francesco Negri Arnoldi, también debía contemplarse la po-
la propia horizontal de la cama que se llena con el yelmo, ligera- sibilidad de que el maestro –Annibale– hubiese podido cola-
mente aislado en primer plano. El caballero abandona su mano borar con su discípulo –Salvatore– en los primeros trabajos
izquierda –que sostiene un pequeño volumen– a la altura del atribuidos al segundo36.
bajo vientre, y entrecruza con elegancia sus piernas, flexionan-
do la izquierda sobre la derecha. Hoy no se admite la posibilidad de retrasar la ejecución del se-
pulcro de Urriés, aunque esgrimiendo como prueba un argu-
Finalmente, el tímpano cobija una representación diferente a mento que resulta cuanto menos problemático: la presencia
la planteada en el dibujo de Zaragoza. Ya no se trata de una Vir- de una primera transcripción del epitafio en la Descrittione

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8 Giovan Francesco Penni (atrib.):
Diseño para sepulcro, ca. 1525.
Chatsworth, Chatsworth Settlement
Trustess, inv. 125. Tomada de P.
Ragionieri (ed.), Vittoria Colonna e
Michelangelo, Mandragora, Florencia,
2005, p. 63.

de i luoghi sacri della citta di Napoli, escrita por De Stefano, y


publicada en 156037 que, en realidad, no se corresponde con
el que puede leerse en la actualidad38. En todo caso, se prefie-
re señalar hacia el ámbito de Annibale Caccavello39, un artis-
ta que dado su proceso formativo junto a Giovanni Merliano
da Nola, su experiencia profesional con Giovan Domenico
d’Auria y sus propias peculiaridades estilísticas, continúa
planteando importantes interrogantes a día de hoy40.

Sea como fuere, esta atribución posibilitaría situar la eje-


cución del diseño conservado en Zaragoza en la órbita de
Annibale Caccavello, un profesional relacionado con al-
tos dignatarios hispanos, como el virrey Perafán de Ribe-
ra, primer duque de Alcalá41. También permitiría entender
un poco mejor los procedimientos adoptados por los talle-
res de escultura que trabajaban en Nápoles a mediados del
siglo XVI, que recurrían al disegno tanto para realizar los
bosquejos de sus proyectos escultóricos como para ejecu-
tar muestras o modelos, unos dibujos perfectamente acaba-
dos con los que podían ofrecer sus servicios, captar nuevos
clientes y conseguir los encargos que necesitaban para su
propia supervivencia.

De los primeros nos han llegado interesantes ejemplos, como el


dibujo previo realizado para la tumba del virrey Pedro de Tole-
do (fig. 7), primer marqués de Villafranca, y de su mujer María
Osorio Pimentel, conservada en la iglesia de San Giacomo degli
Spagnoli42, pero realizada, según Vasari, para enviarse e insta-
8
larse en España43. Este rasguño se atribuye a Giovanni Merliano
da Nola, se fecha en torno a 1539, y forma parte del álbum de
diseños reunido por fra Giovanni Vincenzo Casale que se con- Esta circunstancia permite intuir que no era un simple bosque-
serva en la Biblioteca Nacional de Madrid44. jo, sino que se trataba de una muestra o modelo a través del que
se ofrecía una propuesta bastante definida, acabada, y ajustada
En cambio, el diseño zaragozano ofrece un acabado mucho a las necesidades –o a los deseos– de un cliente determinado.
más cuidado, a la manera del proyecto para sepulcro parietal En cierta medida, el diseño permitía ofrecer una versión per-
dúplice que hoy se considera realizado para Luis Fernández sonalizada de un modelo que, realizados los ajustes oportunos,
de Córdoba, embajador de Carlos V ante la Santa Sede entre podía ofrecerse a varios clientes a la vez, ya fuese en la propia
1522 y 1526, y su esposa doña Elvira, hija del Gran Capitán. Nápoles o, dado el prestigio alcanzado por los talleres de la ciu-
El proyecto se estima fruto de una idea original de Giulio Ro- dad partenopea, en cualquier otro lugar de Europa, incluso en
mano, completada por Giovan Francesco Penni, y se viene fe- un lugar tan alejado desde el punto de vista geográfico como la
chando hacia 1525 (fig. 8)45. capital aragonesa.

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· notas ·

ACPZ: Archivo Capitular del Pilar de Yeguas i Gassó, L’escultor Damià For- 17 En cualquier caso, según una anota- 23 Sobre el sepulcro véase lo señalado
Zaragoza. ment a Catalunya, Universitat de Llei- ción recogida por Croce, este perso- en F. Abbate, “Un possibile episodio
da, Lérida, 1999, pp. 103-104. El hecho naje habría fallecido en 1512 (B. Cro- valdesiano a Napoli: la tomba di Ga-
1 J. Ibáñez Fernández, “El dibujo para de que Damián Forment conociera de ce, España en la vida italiana…, op. cit., leazzo Caracciolo in San Giovanni a
la tumba de Carlos de Aragón y Nava- manera directa el sepulcro de Cardo- p. 206, nota 47). Carbonara”, Bolletino d’Arte, 1979, pp.
rra (1550)”, Artigrama, 21, 2006, pp. na explicaría su particular respuesta 18 ACPZ, armario 6, cajón 4, ligamen 1, 97-102; F. Abbate, “Ancora sulla cap-
373-394, especialmente pp. 373-376, y y reinterpretación del Thiasos marino nº 20. pella Caracciolo di Vico in San Gio-
documento nº 1, pp. 391-394. de la sepultura de Bellpuig en el reta- 19 “Traza de una piedra con su ornato vanni a Carbonara a Napoli”, Prospet-
2 Ibidem, pp. 380-388. blo de Santo Domingo de la Calzada, para la capilla de San Braulio en que tiva, 53-56, 1988-1989, pp. 362-366; F.
3 J. Garriga, L’època del Renaixement s. sugerida en F. Abbate, La scultura na- se ponga una inscripcion de la insti- Abbate, La scultura napoletana..., op.
XVI, en Història de l’Art catalá, vol. IV, poletana..., op. cit., p. 241, nota 15. tucion del ministo. de don Carlos de cit., p. 254; F. Abbate, Storia dell’Arte
Edicions 62, Barcelona, 1986, p. 47. 10 F. Abbate, “Su Giovanni da Nola e Aragon y Navarra, año 1600” [ACPZ, nell’Italia meridionale..., op. cit., pp.
4 R. Naldi, Girolamo Santacroce. Orafo Giovan Tommaso Malvito”, Prospet- Libro tercero del registro de las escri- 254-256.
e scultore napoletano del Cinquecento, tiva, 8, 1977, pp. 48-53; F. Abbate, La turas del archivo de la Sta. Iglessia 24 R. Naldi, “Virtus unita crescit. La
Electa Napoli, Nápoles, 1997, p. 107, scultura napoletana..., op. cit., pp. 83- Metro(po)litana Cesaraugustana en su cappella di Giovanni Antonio Carac-
nota 85; R. Naldi, “Scultura del Cin- 84 y figs. 68 y 77. Sobre el papel de- Sto. Angelico y Apostco. Templo de Na. ciolo”, en R. Naldi (ed.), Giovanni da
quecento in Puglia: arrivi da Napoli”, sempeñado por Malvito en el panora- Sra. del Pilar. Contiene las escrituras Nola, Annibale Caccavello, Giovan
en C. Gelao (ed.), Scultura del Rinasci- ma artístico napolitano de comienzos pertenecientes a la obrería antigua, y Domenico d’Auria. Sculture “ritrovate”
mento in Puglia, Edipuglia, Bari, 2004, del Quinientos, véanse las valiosas fabrica nueva. Hay al principio un in- tra Napoli e Terra di Lavoro 1545-1565,
pp. 161-186, especialmente p. 176. apreciaciones deslizadas en Y. Ascher, dice de lo que por maior contiene cada Università degli Studi di Napoli l’O-
5 F. Marías, “La magnificencia del már- “Tommaso Malvito and Neapolitan uno de los caxones del armo. 6º de que rientale, Dipartimento di Filosofia e
mol. La escultura genovesa y la arqui- Tomb Design of the Early Cinque- se compone este libro. Y al fin una me- Politica, Electa Napoli, Nápoles, 2007,
tectura española (siglos XV y XVI)”, cento”, Journal of the Warburg and moria de las escrituras, que faltaban al pp. 143-179, especialmente p. 151.
en P. Boccardo, J. L. Colomer y C. di Courtauld Institutes, LXIII, 2000, pp. tiempo, que se escribia que fue desde 25 F. Abbate, La scultura napoletana...,
Fabio (ed.), España y Génova. Obras, 111-136. mayo hasta Agto. de 1721, f. 186r). op. cit., p. 254; F. Negri Arnoldi, Scul-
artistas y colecciones, Fernando Villa- 11 R. Naldi, “Scultura del Cinquecento 20 La pertenencia a la familia Urriés ya tura del Cinquecento in Italia Meridio-
verde Ediciones, Fundación Carolina, in Puglia...”, op. cit., p. 183 y fig. p. 180. se señala en C. D’Eugenio Caracciolo, nale, Electa Napoli, Nápoles, 1997, p.
Centro de Estudios Hispánicos e Ibe- 12 Ibidem, p. 183 y figs. pp. 180, 181 y 182. Napoli sacra, Ottavio Beltrano, Nápo- 19; F. Abbate, Storia dell’Arte nell’Ita-
roamericanos, Madrid, 2004, pp. 55- 13 El valor del dibujo como modelo bi- les, 1624, p. 533. El carácter familiar lia meridionale..., op. cit., pp. 254-256.
68, especialmente p. 59. dimensional para obras escultóricas de la capilla también se recoge en N. 26 Federico Vries S. Evfemie bailo /
6 M. Carbonell i Buades, “Bartolomé de naturaleza tridimensional ya fue de la Cruz y Bahamonde, Viage de Es- Ex illvstri familia Regni Arag. /
Ordóñez i el cor de la catedral de señalado por R. Wittkower, La escul- paña, Francia é Italia, vol. V, Que trata Magno militie prefecto / Cesaris
Barcelona”, Locus Amoenus, 5, 2000- tura: procesos y principios, Alianza, de Nápoles y de sus alrededores, Im- a latere consiliario / Q cvm LXXX
2001, pp. 117-147, especialmente pp. Madrid, 1993, pp. 104-114. prenta de Sancha, Madrid, 1807, p. 42. sve etatis an. ageret / XVIII sep-
129-130. 14 Sobre este personaje véase el perfil 21 Así se desprende de lo anotado por teb. M.D.LI obiit
7 Sobre la tumba véase R. Pane, Il Rina- trazado por R. del Arco, “El obispo Massimo Stanzione en su Vita di Gio- 27 G. de Vargas Machuca, La Reale Pon-
scimento nell’Italia meridionale, Edi- don Juan de Aragón y Navarra, hijo vanni da Nola, redactada, como el res- tificia Basilica…, op. cit., p. 34.
zioni di Comunità, Milán, 1977, vol. II, del Príncipe de Viana”, Príncipe de to de sus Vite, hacia 1650, y transcrita 28 Codice del Sacro Militare Ordine Ge-
p. 181 y fig. 191; J. Garriga, L’època del Viana, XLII y XLIII, 1951, pp. 39- al final del perfil biográfico del perso- rosolimitano riordinato per coman-
Renaixement…, op. cit., p. 49; F. Abba- 82; y el más reciente de A. Durán naje trazado por B. de Dominici, Vite damento del Sacro Generale Capitolo
te, La scultura napoletana del Cinque- Gudiol, “Juan de Aragón y de Nava- de’ pittori, scultori, ed architetti napo- celebrato nell’anno MDCCLXXVI sot-
cento, Donzelli, Roma, 1992; F. Abbate, rra, obispo de Huesca”, Cuadernos letani. Non mai date alla luce da Auto- to gli auspici di Sua Altezza Eminen-
Storia dell’Arte nell’Italia meridionale. de Historia Jerónimo Zurita, 49-50, re alcuno, vol. II, Francesco e Cristo- tissima il Gran Maestro fra Emanuele
Il Cinquecento, Donzelli, Roma, 2001, 1984, pp. 31-86. foro Ricciardi, Stampatori del Real de Rohan, Stamperia del Palazzo di
pp. 247-249; R. Naldi, “Il riposo del 15 La expresión es de Benedetto Croce, Palazzo, Nápoles, 1743, (edición fac- S.A.E. per Fra Giovanni Mallia, Malta,
guerriero. Il sepolcro Cardona a Bell- que la desarrolló en su obra, La Spag- similar, Arnaldo Forni, Sala Bologne- 1782, p. 289.
puig”, FMR, 158, 2003, pp. 103-128. na nella vita italiana durante la Rinas- se, 1979), pp. 29-32, especialmente p. 29 Según unas notas tomadas por Vi-
También véase J. Yeguas i Gassó, El cenza, Bari, 1917. Nosotros, sin em- 32. Ahora también puede consultarse cente Carderera y trasladadas por
mausoleo de Bellpuig. Història i Art bargo, citamos a partir de la reciente la edición comentada por F. Sricchia Gregorio García Ciprés, se trataba
del Renaixement entre Nàpols i Cata- traducción española de su segunda Santoro y A. Zezza (ed.), Vite de’ pit- de “D. Fadrique de Urríes y Pomar,
lunya, Saladrigues, Bellpuig, 2009. edición (Bari, 1922), B. Croce, España tori, scultori, ed architetti napoletani, Comendador de Novillas, Bailo de
8 El monumento, que sufriría los daños en la vida italiana del Renacimiento, Università degli Studi di Napoli Fe- Santa Eufemia, Barón de Carpiñano,
ocasionados por las tropas francesas Renacimiento, Sevilla, 2007, pp. 179- derico II, Dipartimento di Discipli- Maestre de campo, en el reinado de
durante la Guerra de la Independen- 211. ne Storiche “Ettore Lepore”, Paparo Carlos V (que) murió en Nápoles en
cia, sería trasladado después de la 16 Puede consultarse la reciente edición Edizioni, Nápoles, 2003, pp. 495-501, 1551” [G. García Ciprés, “Los Ruiz
desamortización, en 1842, a la iglesia crítica de estas dos obras preparada especialmente p. 501. de Castilla”, Linajes de la Corona de
parroquial de la localidad. Allí su- por F. Vigier, Cuestión de amor, (Va- 22 G. de Vargas Machuca, La Reale Pon- Aragón, Establecimiento Tipográfico
friría importantes daños, sobre todo lence: Diego de Gumiel, 1513), Publica- tificia Basilica di San Giacomo degli de la Viuda de Leandro Pérez, Hues-
durante la Guerra Civil. Ibidem, pp. tions de la Sorbonne, Presses Sorbon- Spagnoli, R. Hermandad de Nobles ca, 1919, pp. 40-48, especialmente p.
91-106. ne Nouvelle, París, 2006. La edición Españoles de Santiago, Nápoles, 1991, 43]. También se le menciona, aunque
9 La noticia del reconocimiento en J. del Dechado en las pp. 369-390. pp. 35-38. tangencialmente, en Genealogía de la

298 g o ya 3 4 1 · a ñ o 2 0 1 2
casa de Urriés, por el Marqués de Ve- del sepulcro de Federico Urriés a Gio- tionis erat speculum, obiit. / Anno à Giovio al servicio di don Gonzalo II
lilla de Ebro, Madrid, Establecimien- vanni da Nola, tal y como se propone Par. Virg. M.D.LI. / Die. XVIII, Mens. de Córdoba, duca di Sessa”, en Gio-
to Tipográfico de A. Marzo, 1922, pp. en la reciente edición crítica del tra- Septemb. / Risonano in uolgare. A vanni da Nola, Annibale Caccavello,
47 y 55. tado de De Dominici, preparada por F. Federico d’Vries Comendatore di Giovan Domenico d’Auria…, op. cit., pp.
30 Además formó parte del parlamento Sricchia Santoro y A. Zezza (ed.), Vite Santa Eufemia di Natione Spagnola, 61-94.
de Nápoles. Desde luego era uno de de’ pittori, scultori, ed architetti…, op. d’illustre, e chiara famiglia; qual per 41 De hecho, quizás interese recordar
sus miembros en 1540 (G. D’Agostino, cit., p. 501, nota 107. li suoi gran meriti di bontà, e uirtù su participación en el proyecto para
Parlamento e società nel Regno di Na- 33 F. Abbate, “Il sodalizio tra Annibale fatto Gran Capitano d’huomini d’ar- la fuente del “Quattro dei Molo”, en-
poli. Secoli XV-XVII, Guida Editori, Caccavello e Gian Domenico d’Auria e me del gran Carlo Imperatori di Ro- cargada en tiempos del virrey Perafán
Nápoles, 1979, pp. 272-273, nota 153), un’ipotesi per Salvatore Caccavello”, mani cosi strenuamente si portò che de Ribera, en 1559 (M. M. Estella, “El
el mismo año en el que estuvo al fren- Annali della Scuola Normale Superiore in tutte le guerre dimostrando gran llamado Neptuno (río?) de la colec-
te del gobierno de la iglesia de Santia- di Pisa, VI, 1, 1976, pp. 129-145, espe- segno di uirtu, consiglio, e militar ción del Carpio y su problemática
go de los Españoles (G. de Vargas Ma- cialmente p. 140. valore, immortale gloria s’acquistò. identificación como una obra atribui-
chuca, La Reale Pontificia Basilica…, 34 A. Filangieri di Candida, Diario di An- finalmente de piu ch’assai benefitii da a Bernini, en Aranjuez”, Archivo
op. cit., p. 35). nibale Caccavello, scultore napoletano illustrato da Cesare, nel’Anno ottua- Español de Arte, LXXV, 298, 2002, pp.
31 Sobre su identificación véase lo seña- del XI secolo, Presso L. Pierro, Nápo- gesimo de l’etá sua con comun do- 117-128, especialmente pp. 119-120), y
lado en J. Yeguas i Gassó, El mausoleo les, 1896, p. 45. lore della gente Spagnola, della cui el hecho de que el aristócrata contase
de Bellpuig…, op. cit., pp. 135-140. 35 F. Abbate, “Recensione: Georg Wei- protettione era lui Specchio, morì. con una escultura de Venus atribuida
32 “Fu Giovanni molto timorato di Dio, se, Studi sulla scultura napoletana l’anno dal Parto della Vergine, Mille a Caccavello en su Casa de Pilatos de
e seguentemente molto caritativo del primo Cinquecento, Napoli, 1977”, cinquecento cinquanta uno, il giorno Sevilla (V. Lleó Cañal, La casa de Pila-
verso de’poveri, ed ajutò anche altri Prospettiva, 13, 1978, pp. 67-74, espe- dieceotto del mese de settembre” (P. tos, Electa, Madrid, 1998, p. 53; M. M.
Artefici della sua professione, accio- cialmente p. 72. Se insiste en esta po- de Stefano, Descrittione de i lvoghi Estella, “Adiciones y rectificaciones
chè le loro famiglie sostentassero, fa- sibilidad, aunque aceptando fechas sacri della citta di Napoli, con li fon- a noticias sobre esculturas italianas
cendo loro disegni, modelli, e bozze, algo más tempranas, en F. Abbate, datori di essi, reliqvie, sepoltvre, et en España”, Archivo Español de Arte,
e sovente assistendoli di persona, e “Percorso di Salvatore Caccavello”, epitaphii scelti che in qvelle si ritro- LXXXI, 321, 2008, pp. 17-30, especial-
massimamente allorchè fatto vecchio en C. Gelao (ed.), Studi in onore di vano, l’intrate, & possessori, che al mente p. 21).
aveva per diletto andare a veder l’ope- Michele d’Elia. Archeologia, Arte, Re- presente le possedono, & altre cose de- 42 Sobre la tumba véase R. Pane, Il Ri-
re altrui, e quelle, occorrendo, correg- stauro e Tutela archivistica, R & R gne di memoria, Appresso Raymondo nascimento..., op. cit., pp. 185-186; J.
gere anche di sua mano, e massima- Editrice, Spoleto, 1996, pp. 286-296, Amato, Nápoles, 1560, f. 61r-v). Pope-Hennessy, Italian High Renais-
mente de’ suoi Discepoli; perchè oltre especialmente p. 290, que también 39 L. Gaeta, Le sculture della sagrestia sance and Baroque Sculpture, Phaidon,
delle fontane, che col di lui nome essi puede consultarse en F. Abbate (ed.), dell’Annunziata a Napoli..., op. cit., pp. Oxford, 1985, pp. 353-354; F. Abbate,
prendevano a lavorare, come quella La scultura del Seicento a Napoli, 63-74. La scultura napoletana..., op. cit., pp.
della Sellaria, e della SS. Nunziata, Scriptorium, Turín, 1997, pp. 205-212, 40 Sobre la importancia de sus prime- 252-253.
che con suoi disegni furon condotte, especialmente p. 211. ros años de trabajo junto a Giovanni 43 G. Vasari, Las vidas de los más exce-
aitò a lavorare di sua mano a Giovanni 36 F. Negri Arnoldi, Scultura del Cinque- Merliano da Nola, resultan especial- lentes arquitectos, pintores y esculto-
di Nicola suo Discepolo, la Sepoltura cento…, op. cit., pp. 20-21. mente sugerentes los planteamientos res italianos desde Cimabue a nuestros
di Federico Uries, Bailo di S. Eufe- 37 Este argumento se esgrime en L. Gae- desarrollados en R. Naldi, “L’altare tiempos, Cátedra, Madrid, 2002, cap.
mia, que fu messa in S. Giacomo degli ta, Le sculture della sagrestia dell’An- maggiore di San Giovanni a Carbo- I, p. 47.
Spagnuoli, nella Cappella oggi del SS. nunziata a Napoli. Nuove presenze nara”, en Giovanni da Nola, Annibale 44 A. Bustamante y F. Marías, “Tumba
Sacramento allato l’Altar Maggio- iberiche nella prima metà del Cinque- Caccavello, Giovan Domenico D’Au- del Virrey don Pedro de Toledo en
re: ben ciò conoscendosi, non sol da cento, Università degli Studi di Lecce, ria…, op. cit., pp. 9-59. Sobre sus años San Giacomo degli Spagnoli, Nápoles,
belli Trofei, ma eziandio dalla mezza Dipartimento dei Beni delle Arti e de trabajo junto a Giovan Domenico y planta de edificación civil B 16-49,
Statua della B. Vergine, che tiene il della Storia, Mario Congedo Editore, d’Auria, además del meritorio trabajo fol. 100a (102 moderno)”, en Dibujos
Bambino in seno; anzi gli ritoccò di Lecce, 2000, pp. 67-68, nota 110. de F. Abbate, “Il sodalizio tra Anniba- de arquitectura y ornamentación de
sua mano opere molte, amandolo per 38 El epitafio recogido por De Stefano le Caccavello e Gian Domenico d’Au- la Biblioteca Nacional. Siglos XVI y
la sua dabbenaggine: E quindi è, che es mucho más complejo, extenso y ria…”, op. cit., ahora también puede XVII, E. Santiago Páez (ed.), Minis-
alcuni poco pratichi prendono molti presenta importantes diferencias con consultarse lo señalado en F. Amiran- terio de Cultura, Biblioteca Nacional,
abbagli, dapoichè attribuisoono (sic) el que puede contemplarse en la ac- te y R. Naldi, “Pale d’altare in società”, Madrid, 1991, pp. 279-280.
a Merliano l’opere di questo Giovan- tualidad: “Federico Vries divae Euf. en Giovanni da Nola, Annibale Cacca- 45 B. Agosti, F. Amirante y R. Naldi, “Su
ni suo Discepolo, senza conoscere le Bailo. / Genere Hispano, ex Ill. Cla- vello, Giovan Domenico d’Auria…, op. Paolo Giovio, don Gonzalo II de
mancanze, che vi sono, ne discernere ráq. Fam. qui / ob eximia probitatis, cit., pp. 95-141. Córdoba duca di Sessa, Giovanni da
le perfezioni delle vere opere del Ma- ac uirtutum merita / a Carolo Max. R. Sobre sus características estilísti- Nola…”, op. cit., p. 75, nota 66; R. Naldi,
estro; le quali faranno ch’egli eterna- I. Magnus effettus / Militum praefec- cas, véase lo señalado en B. Agosti, F. “Progetto per un sepolcro”, en Vitto-
mente viva nella memoria degli Uo- tus, ita strenuè gessit, / ut omnibus Amirante y R. Naldi, “Su Paolo Giovio, ria Colonna e Michelangelo, catálo-
mini, ch’è il dolce premio de’ Virtuosi” in bellis magno uirtutis, / consilii, ac don Gonzalo II de Córdoba duca di go de la exposición (Florencia, Casa
[B. de Dominici, Vite de’ pittori, scul- militaris ualoris argumento / insig- Sessa, Giovanni da Nola (tra lettere, Buonarroti de Florencia, 2005), P. Ra-
tori, ed architetti napoletani…, op. cit., nitus, immortalem sibi gloriam com- epigrafía, scultura)”, Prospettiva, 103- gionieri (ed.), Mandragora, Florencia,
p. 32]. pararit. / Demum quàm plurimus be- 104, 2001, pp. 47-76; las aportaciones 2005, pp. 62-65; F. Amirante y R. Nal-
Después de la lectura de este párrafo, neficiis / à Caes refectus, LXXX sue realizadas por Naldi y Amirante en di, “Con Paolo Giovio al servicio di
resulta difícil de comprender que se aetatis anno, / cum uniuersali Hispa- este artículo vuelven a desarrollarse don Gonzalo II de Córdoba…”, op. cit.,
atribuya a Stanzione la adjudicación nae gentis moerore, / cuius protec- en F. Amirante y R. Naldi, “Con Paolo p. 73, nota 37.

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