Está en la página 1de 2

Partimos de que toda vocación se encuentra radicalmente enraizada en la primera llamada

de Dios al hombre, es este diálogo que aparece en el Génesis (6,26).


Para el cristiano la llamada, su vocación, arranca del bautismo (PC 5)

En el Antiguo Testamento

Esta vacación como llamada de Dios está expresada en su Palabra a través de la creación,
como Palabra que estimula, que invita indicando un camino a seguir : como Palabra
dirigida a un tú.

Todos los relatos vacacionales del Antiguo Testamento siguen prácticamente los mismos
pasos que se podrían sintetizar en estas claves:
 Se introduce situando lo que condiciona la llamada
 Sigue una manifestación de Dios que llama al hombre .Es Dios el que toma la
iniciativa de salir al encuentro
 Le encarga una misión. Dios siempre llama a un fin
 Aparece un signo que confirma la elección y como el Señor
 Al final una conclusión encierra el relato como unidad literaria

En el Nuevo Testamento
En Cristo la llamada es a vivir en el amor de Dios, como recuerda Pablo a los efesios “ os
exhorto a caminar como corresponde a la vacación que habéis sido llamados” 8 Ef 4,17-24)
La vocación fundamental es ser llamados a vivir en Cristo (Ef 4, 17-24 )
Además de esta vocación “ a todos “ a ser y vivir en Cristo existen otras llamadas, como
por ejemplo la elección de los doce (Mt 10,12) que también tienen su propio esquema:
 Parte de la situación que ambienta el relato
 Jesús es que el llama, toma la iniciativa
 Respuesta de los llamados
 El seguimiento implica vivir con Cristo, a su estilo y participando de su entrega

La vida Consagrada
La llamada implica toda la vida. Es un ideal por el cual vivir y “ dar la vida”. Es una
realidad de fe y que es desde esta vida teologal, de fe, esperanza y caridad, donde deben
vivir los medios fundamentales para descubrirla, madurarla y realizarla

También podría gustarte