Está en la página 1de 11

Unidad Temática Nº 3: Fuentes

Fuentes del Derecho Administrativo. Las fuentes supranacionales del derecho administrativo: la Convención
Americana de Derechos Humanos, la evolución jurisprudencial y doctrinaria con relación a los tratados
internacionales, la reforma constitucional de 1994 y el inciso 22 del artículo 75 de la Constitución Nacional. Las
normas y principios constitucionales. Los principios generales del derecho administrativo como base e informadores
del ordenamiento. Las leyes, y el principio de legalidad o "reserva legal". Los reglamentos: clasificación, y análisis.
Jurisprudencia. La cuestión relativa a la denominada "zona de reserva de la Administración". Legalidad y juridicidad.
Los principios de la legalidad administrativa. El principio de la vinculación negativa. El principio de la vinculación
positiva de la Administración a la legalidad. Los reglamentos: concepto, fundamentos y su justificación: reglamentos
de ejecución, “delegados”, autónomos, y de necesidad y urgencia, concepto. Evolución normativa y jurisprudencial
de los reglamentos de integración o delegados y de necesidad y urgencia. Revisión por parte del Congreso de la
Nación, Ley Nº 26.122. Los casos “Delfino”, “Mouviel”, “Cocchia”, “Peralta”, “Rodríguez”, “Verrochi”, “Video Club
Dreams”, “Selcro”, “Camaronera Patagónica”, “Whirlpool Puntana S.A” los artículos 76 y 99 inc. 1, 2 y 3 de la
Constitución Nacional. La inderogabilidad singular de los reglamentos. Fallos 312:1394 (1989), en autos:
“Promenade S.R.L. c/ Municipalidad de San Isidro s/demanda contencioso administrativa”, Fallo Swiss Medical S.A.
18/03/2020.

Fuentes del Derecho Administrativo

CONCEPTO.- Son los hechos, actos y formas de donde surgen los principios y normas jurídicas que se aplican y
componen el Derecho Administrativo. Las fuentes regulan la función administrativa (objeto del Derecho
Administrativo) y tienen una escala jerárquica dada por la Constitución Nacional (art. 31).

CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES.- Podemos clasificar a las fuentes en:

- Formales: son las normas o principios jurídicos (Constitución Nacional, Tratados, leyes, reglamentos).

- Materiales: son aquellas que no son normas jurídicas pero que pueden hacerlas surgir o modificar
(doctrina, costumbre, principios generales del derecho y jurisprudencia).

Para algunos autores -tal el caso de Gordillo- sólo son "fuentes" las llamadas formales.

Las fuentes supranacionales del derecho administrativo: la Convención Americana de Derechos Humanos, la
evolución jurisprudencial y doctrinaria con relación a los tratados internacionales, la reforma constitucional de 1994 y
el inciso 22 del artículo 75 de la Constitución Nacional

De acuerdo con el art. 31, “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten y los tratados
con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación.” En consecuencia, “puede afirmarse que, en
principio, la sola aprobación de los tratados internacionales, de acuerdo con el procedimiento que establece la
misma Constitución, incorpora a éstos al derecho interno de la Nación.”

Cuando una ley ratifica un tratado por el cual se establecen reglas de derecho que se refieren exclusivamente a
seres humanos individuales (derechos humanos) carecía de asidero pretender que la ratificación valía sólo frente a
los demás Estados y no para los habitantes del país respectivo; la ley de ratificación transforma a esas
proposiciones en normas jurídicas que también son internas. Pero es más, a partir de allí son ya derecho
supranacional o aun orden público internacional, cuyo ámbito de aplicación y contenido se va extendiendo con el
correr del tiempo y puede algún día llegar a cubrir el narcotráfico, el crimen organizado, el lavado de dinero y la
corrupción, delitos estos que se hallan intervinculados según el preámbulo de la Convención Interamericana contra
la Corrupción. Es el ius cogens superveniens, in statu nascendi. Ese desarrollo es constante.

ANÁLISIS DE CADA UNA DE LAS FUENTES.

1. CONSTITUCIÓN NACIONAL.- Es la fuente primaria de todas las ramas del derecho y toda norma debe estar de
acuerdo con ella (nuestro ordenamiento jurídico se basa en la Constitución Nacional, norma madre). A partir de la
Constitución Nacional se sistematizan las demás normas (entre ellas las administrativas). La CN da el orden
jerárquico de las normas, la categoría de los tratados y tiene normas muy importantes para el Derecho
Administrativo:
1) Sobre la relación del Estado con los particulares:

- Arts. 14 y 28: los derechos y garantías reconocidos por la Constitución no pueden ser alterados por las leyes que
reglamentan su ejercicio ni por normas inferiores a las leyes;

- Art. 16: igualdad e idoneidad para asumir la función Pública. La igualdad es la base para las cargas Públicas (es
decir que el Estado va a ser responsable como cualquiera, porque todos son iguales ante la ley).

-Art: 17 expropiación.

- Art. 19 principio de legalidad.

- Art. 21 defensa nacional.

2) Sobre la organización y actividad de la Administración:

- Art. 14 bis: estabilidad del empleado público.

-Arts. 87 a 90: Presidente y vicepresidente (requisitos, duración del mandato, reelección, acefalia).

-Arts. 99 y 100: atribuciones de la Administración Las Constituciones Provinciales (arts. 5, 122 y 123) también son
fuente para su ordenamiento provincial: dictan su propia Constitución y se dan sus propias instituciones, eligen a sus
gobernadores y funcionarios.

2. TRATADOS INTERNACIONALES.- El Tratado Internacional es el acuerdo entre sujetos de derecho internacional,


destinado a producir determinados efectos jurídicos: crear una obligación, resolver una ya existente o modificarla.
No se celebran solamente entre Estados, sino que intervienen nuevos sujetos de derecho internacional (ONU, OEA,
FMI, etc.).

Interesan al Derecho Administrativo, ya que hay Tratados sobre determinadas materias (como navegación, correo,
comunicaciones) que en el derecho interno son reguladas por aquél.

Clases de Tratados.- En la Constitución se reconocen 4 clases de Tratados:

1) Tratados sobre Derechos Humanos (art. 75 inc. 22): que se clasifican en:

a) los que tienen jerarquía constitucional (2do. párrafo): son los 11 Tratados enumerados, más la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes
de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad y la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (aprobada el 19/11/2014). A través de ellos la Constitución Nacional incorpora principios y derechos
sobre el hombre como ser humano.

b) los que no tienen jerarquía constitucional (3er. párrafo): para tenerla necesitan la aprobación del Congreso, y
luego el voto de 2/3 de la totalidad de los miembros de cada Cámara. (Ej.: la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas, antes de ser ratificada en 1997, no tenía jerarquía constitucional). Si no logran
la jerarquía constitucional, tendrán jerarquía superior a las leyes.

2) Tratados que no son sobre Derechos Humanos: estos Tratados tienen jerarquía superior a las leyes.

3) Tratados de integración (inc. 24): estos Tratados son sobre integración eco nómica y no sobre derechos
humanos, por ende no pueden tener jerarquia constitucional (como los del inc. 22) pero tienen jerarquía superior a
las leyes y se firman con países latinoamericanos o con otros países (ambos tienen diferente forma de aprobación).
Ej: Tratado de Asunción.

4) Tratados de Provincias con otros Estados o con organismos internacionales: integran el derecho provincial y son
inferiores a las leyes Nacionales.
Las normas y principios constitucionales. Los principios generales del derecho administrativo como base e
informadores del ordenamiento. Las leyes, y el principio de legalidad o "reserva legal"

Los Principios Generales del Derecho.- Son aquellos principios que constituyen la causa y la base del ordenamiento
y tratan de impedir las arbitrariedades de los poderes públicos (ej: enriquecimiento sin causa, buena fe, moral y
buenas costumbres, pacta sunt servanda -los contratos se hacen para ser cumplidos-, no hay pena ni crimen sin ley,
nadie puede ser acusado dos veces por el mismo delito, continuidad de los servicios públicos, son irrevocables los
actos administrativos que crean derechos subjetivos, los actos administrativos deben ser motivados, informalismo a
favor del administrado, principios de ejecutoriedad y legitimidad del acto, etc.).

La ley.- Es toda norma jurídica de carácter general que emana del Poder Legislativo a través del procedimiento
establecido en la Constitución Nacional.

Características.- La Ley presenta las siguientes características:

- Obligatoria: su cumplimiento es obligatorio para los ciudadanos y el Estado puede acudir a la coacción para hacer
valer el derecho de un tercero surgido de un texto legal.

- Oportuna: debe guardar relación con las necesidades sociales que impone dicha ley.

- Permanente: no debe responder a una cuestión de momento.

- General y Abstracta: no se dicta para un caso concreto, sino para situaciones impersonales.

Clases de leyes.- Encontramos dos clases de leyes:

a) Leyes Nacionales: son las leyes dictadas por el Congreso Nacional. A la vez se subdividen en:

- Federales: regulan materias federales atribuidas al Congreso y se aplican en todo el país, pero a través de
autoridades nacionales (ej: Ley 48, Ley del correo, Ley electoral, leyes de ciudadanía, aduanas, moneda,
bancos, etc.).

- Comunes: tratan sobre derecho común, son dictadas por el Congreso y se aplican a todo el país pero se
ejercen a través de las autoridades locales (ej: el Código Civil y Comercial, el Código Penal, etc., y las leyes
que los integran: matrimonio civil, propiedad horizontal, sociedades, etc.).

- Locales: se aplican en la Capital Federal (art. 75, inc. 30).

b) Leyes Provinciales: son las leyes dictadas por cada Provincia para ser aplicadas dentro de ella, a través de
autoridades provinciales. La reserva legal.- Significa que hay ciertas materias en las que sólo va a entender el Poder
Legislativo y en donde el Poder Ejecutivo no puede hacerlo. Según el art. 99 inc. 3, el Poder Ejecutivo no puede
dictar normas de carácter legislativo (aunque excepcionalmente puede dictar decretos de necesidad y urgencia para
temas puntuales enumerados en la CN, por un plazo establecido por el Congreso y siempre que no sean sobre
materia penal, tributaria, electoral o de partidos políticos).

También hay derechos garantizados por leyes que integran esta "zona de reserva" y por lo tanto no pueden ser
reglamentados por el Poder Ejecutivo a través de decretos de necesidad y urgencia.

La no retroactividad de la ley.- Según el art. 7 del Código Civil y Comercial, las leyes no puede ser retroactivas salvo
disposición en contrario y siempre que no. se afecten derechos amparados por la Constitución (ya que en ese caso
el principio de la irretroactividad tiene jerarquía constitucional).

¿Cuándo empieza a tener vigencia una ley? Desde la fecha en que ella lo disponga. Si no establece ninguna fecha,
entrará a regir a partir del octavo día de su publicación oficial. ¿Y cuándo termina su vigencia? En la fecha en que
ella lo disponga. Si no establece ninguna fecha se aplicarán los principios generales (ej.: la ley posterior deroga a la
ley anterior).
Los reglamentos: clasificación, y análisis. Jurisprudencia. La cuestión relativa a la denominada "zona de reserva de
la Administración". Legalidad y juridicidad. Los reglamentos: concepto, fundamentos y su justificación: reglamentos
de ejecución, “delegados”, autónomos, y de necesidad y urgencia, concepto. Evolución normativa y jurisprudencial
de los reglamentos de integración o delegados y de necesidad y urgencia. La inderogabilidad singular de los
reglamentos

Definición de Gordillo: "Declaración unilateral realizada en ejercicio de la función administrativa que produce efectos
jurídicos generales en forma directa".

Definición de Cassagne: "Acto unilateral que emite un órgano de la Administración Pública creador de normas
jurídicas generales y obligatorias que regula situaciones objetivas e impersonales".

Características.- El reglamento presenta las siguientes características:

- acto unilateral (a diferencia de un contrato);

- que produce efectos jurídicos generales (a diferencia del acto administrativo que produce efectos jurídicos para
casos concretos);

- en forma directa;

- puede ser dictado por cualquiera de los 3 poderes (ya que los 3 pueden ejercer la función administrativa, aunque
en el caso de los Poderes Legislativo y Judicial sólo podrá ser sobre su funcionamiento y organización interna):

- es una actividad materialmente legislativa.

Se le llama decretos a los dictados por el PE; resoluciones a los de autoridades subordinadas al PE (ej.: ministros);
ordenanzas a los de órganos municipales.

Clases de reglamentos.- Hasta la reforma de 1904 existían solamente los decretos reglamentarios; pero luego se
incorporaron expresamente (aunque ya existían de hecho) 3 clases más. Encontramos, entonces, 4 clases de
reglamentos (arts. 76 y 99 de la CN):

1) Decretos reglamentarios o de ejecución (existían con anterioridad).

2) Reglamentos autónomos

3) Reglamentos delegados.

4) Decretos de necesidad y urgencia.

1) Decretos Reglamentarios o De Ejecución (art. 99, inc. 2 CN).- Este artículo señala la facultad del Presidente de la
Nación de dictar los decretos reglamentarios de las leyes que sanciona el Congreso, completándolas y detallando lo
necesario para su aplicación.

Su fin es aclarar y explicar en detalle el contenido de las leyes que reglamenta y el fin que se propuso el autor. El
límite es no alterar el espíritu de esa ley (es decir que se subordina a ella) la cual entra en vigencia aunque no se
haya dictado su correspondiente reglamento.

2) Reglamentos Autónomos (art. 99, Inc. 1 CN).- Según Marienhoff y Cassagne, son aquellas normas generales que
dicta la Administración, sobre materias que pertenecen a su "zona de reserva", es decir sobretemas privativos de su
competencia no regulados por una ley.

Para dictarlos no se aplica una ley sino la misma Constitución. (Ejemplo de reglamento autónomo: el reglamento
7520/44 que reglamentó el recurso jerárquico). Para otros autores (Gordillo, Dromi, Diez) esta "zona de reserva de la
administración" no existe.
3) Reglamentos Delegados (art. 76 CN).- Se llama delegación al traspaso que hace una autoridad con determinado
poder, del ejercicio del mismo a otra autoridad o persona. De esta forma el Congreso dicta "leyes marcos" y le suele
delegar al Poder Ejecutivo la facultad de completarlas por medio de los reglamentos delegados (sin los cuales esa
ley marco no puede entrar en vigencia).

Clases de delegación legislativa según la doctrina:

- Delegación impropia: se da cuando el Poder Legislativo le transfiere al Poder Ejecutivo la tarea de reglar los
detalles necesarios para la ejecución de las leyes (como determinar la conveniencia del contenido o su aplicación
material). Se la llama impropia porque en realidad no hay delegación sino una forma de ejercer el poder
reglamentario del art. 99 inc 2 de la CN.

- Delegación total o propia: se da cuando el Poder Legislativo le transfiere al Poder Ejecutivo la función de dictar una
ley, es decir que le delega la potestad legislativa. Esta delegación está prohibida, salvo la excepción que establece
el art. 76 de la CN, como veremos a continuación.

Excepción a la prohibición de Delegación legislativa total o propia.- El art. 76 de la CN prohíbe la delegación


legislativa (total o propia) en el Poder Ejecutivo. Pero también da una excepción:

- Podrá delegarse siempre que se trate de temas relacionados con la Administración o Emergencia Pública,

- siempre que esa delegación se ejerza por un tiempo determinado,

- y según las pautas que el Congreso establezca.

Esto significa que:

- la delegación no puede recaer sobre materias como penal, tributaria, etc.,

- la emergencia debe estar definida en la ley,

- se debe perseguir un fin público.

- y el plazo de caducidad (establecido por el Congreso) le indica al Presidente hasta cuándo podrá ejercer las
funciones legislativas delegadas. En realidad esto nunca se cumplió.

4) Decretos de Necesidad y Urgencia (art. 99, inc. 3 CN).- Este artículo establece que el Poder Ejecutivo no puede
dictar disposiciones de carácter legislativo, siguiendo así la teoría de Montesquieu de la división y control recíproco
entre poderes.

Pero también da excepciones a ese principio general de división de poderes: el Poder Ejecutivo podrá dictar
reglamentos de necesidad y urgencia ante casos excepcionales en los que:

a) fuera imposible aplicar el mecanismo de la Constitución Nacional para sancionar leyes (es decir que existan
razones de necesidad y urgencia, por ejemplo ante una grave crisis o riesgo social, como ocurrió en nuestro país
con el decreto de necesidad y urgencia 214/02 de "reordenamiento del sistema financiero" por medio del cual se
pesificaron los depósitos y las deudas ante la gran crisis económica), y

b) siempre que los temas de esos reglamentos no sean sobre materia:

- penal,

- tributaria,

- electoral,

- de partidos políticos.
Pero para que un reglamento de necesidad y urgencia dictado por el Poder Ejecutivo tenga validez, deberá reunir
los siguientes requisitos:

- Ser aprobado por los ministros, conjuntamente con el Jefe de Gabinete.

- Pasados 10 días de la emisión del decreto, el Jefe de Gabinete de Ministros deberá someterlo a una Comisión
Bicameral Permanente, que tendrá 10 días para analizarlo y elevar un dictamen al plenario de cada Cámara para
que lo traten expresamente.

- El Congreso debe dictar una ley especial (con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara) que exprese si el decreto es válido o no. El art. 82 manifiesta que no se acepta la sanción tácita del
Congreso.

Ejemplos de decretos de necesidad y urgenia: decreto 2196/86 sobre declaración de estado de emergencia
previsional; decreto 5/89 sobre emergencia eléctrica; decreto 36/90 sobre conversión obligatoria de activos
financieros de particulares en bonos de la deuda Pública interna; leyes de emergencia locativa y moratoria
hipotecaria; etc.

La cuestión relativa a la denominada "zona de reserva de la Administración"

 La administración puede dictar reglamentos sobre aquellas materias que pertenecen a su “zona de
reserva”, esto es que son de competencia exclusiva del Poder Ejecutivo. Se dice que en caso de conflicto,
el reglamento (siempre que refiera a la zona de reserva de la Administración) está por encima de las leyes.

 Doctrina que sostiene que el legislador no puede asumir funciones de naturaleza administrativa, sino que la
Constitución obliga a que estas se desarrollen necesariamente por los órganos de la Administración pública

La “zona de reserva de la administración” carece de todo fundamento constitucional, mucho menos en la


Constitución de 1994 y resulta sorprendente ver como distinguidos autores enuncian una concepción cesarista en un
país donde no nos ha faltado nunca nuestra cuota —generosa— de césares. Hasta hay autores que la visten de
doctrina garantista de los derechos individuales. Cuesta entenderlo, pero así es. Todo tiene su origen en un autor —
dado a las afirmaciones axiomáticas ex-cátedra— que la tomó no de otros sistemas constitucionales como el
nuestro, sino de la Constitución francesa de 1958. Ella introdujo hace medio siglo una reforma expresa y muy
marcada en el punto, estableciendo que el Parlamento sólo puede legislar en los puntos que taxativamente le indica
la Constitución y que todo lo demás queda librado a la potestad reglamentaria del Poder Ejecutivo.

La inderogabilidad singular de los reglamentos

Por una parte no se puede en verdad decir que la administración pueda dictar reglamentos y acto seguido
incumplirlos; hasta ahora se sigue entonces aceptando la aplicación al reglamento del principio de la presunción de
legitimidad de los actos administrativos: Éste los haría, si no válidos por específica subsunción legal, al menos
válidos por habilitación temporaria.55 No cumplir el propio reglamento parece una autocontradicción tan manifiesta
que nadie verdaderamente la ha sostenido nunca: Es más bien al contrario, invocando el principio de legalidad de la
administración, que se postula que ella nunca puede violar sus reglamentos.

Los principios de la legalidad administrativa. El principio de la vinculación negativa. El principio de la vinculación


positiva de la Administración a la legalidad

Principios de la legalidad administrativa

La expresión elemental del principio de la legalidad es así que toda decisión individual debe ser conforme a la regla
general preestablecida; ello encuentra aplicación bajo una triple forma:

1°) La decisión individual debe ser conforme al reglamento dictado por un órgano jerárquicamente superior;

2°) la decisión individual de un órgano no puede contravenir al reglamento dictado por el mismo órgano que toma la
medida individual: Un órgano administrativo no puede pues violar sus propias reglamentaciones. Para poder dictar
este acto individual sería así necesario derogar previamente el reglamento preexistente: Pero aun así esa
derogación no puede ser retroactiva, y las situaciones surgidas bajo una determinada regulación deben en principio
ser solucionadas de acuerdo a la misma;

3°) La decisión individual no puede contravenir al reglamento dictado por un órgano jerárquicamente inferior en los
límites de su competencia. Así, si un Ministro tiene facultades para reglamentar cuáles son las obligaciones de los
agentes públicos bajo su dependencia, no puede el Presidente de la Nación dictar un acto administrativo relevando
a uno de tales funcionarios de parte de esas obligaciones. Desde luego, si la competencia del órgano inferior para
dictar el reglamento no le ha sido delegada por vía legislativa, el órgano superior puede en todo momento retomar
esa competencia y dejar sin efecto el reglamento dictado por el inferior: Pero mientras no lo haga no podrá dictar
actos que no se ajusten a lo dispuesto en tal reglamentación.

Para la aplicación del principio es necesario en todos los casos que el acto individual y el acto reglamentario se
refieran a la misma competencia territorial y de materia, y que el acto reglamentario haya sido válidamente dictado.

Es un principio de todo estado de derecho, en un estado absolutista el monarca hacía y deshacía la ley a su gusto
no había posibilidad de hablar de principio de legalidad. Con el advenimiento del estado de derecho el monarca
admite la sumisión al ordenamiento jurídico es decirno solo va a aplicarse a los particulares sino también al estado,
el contenido de este principio fue evolucionando con el tiempo. Es la sumisión del estado al ordenamiento jurídico.
La legalidad conforma un bloque de normas (no solo la ley) al cual queda sujeto la administración integrado por la
constitución. Leyes, tratados reglamentos dictados por la propia administración y los principios generales del
dcho. Debe existir una norma jurídica previa que autorice a la administración a actuar. Esto es fundamento
necesario para la validez de la actuación administrativa. La administración actúa necesariamente sometida a la
legalidad. Muchos autores, respecto al alcance del principio de legalidad propugnan que se relación con el
sometimiento a la ley pero se debe aclarar que es la ley en sentido material y no formal. El principio es la sumisión
del estado al ordenamiento jurídico. Cuando este principio se establece en los distintos sistemas jurídicos va
adquiriendo diferentes interpretaciones

El principio de la vinculación negativa:

En una primera etapa se sostenía que la administración tiene que cumplir con el ordenamiento jurídico y que el
vínculo era negativo. Todo lo que el ordenamiento jurídico no le prohibía el estado podía llevarlo adelante, solo
había limite cuando específicamente se prohibía algo. La norma es vista como un límite externo de actuación de la
administración, La actividad administrativa se considera esencialmente libre pero actuando dentro de los límites de
la ley. Es análoga a la libre actividad del individuo en la realización de sus finalidades particulares. Encuentra su
límite en el derecho, del mismo modo que los encuentra el particular en el artículo 19.

El principio de la vinculación positiva

En una segunda etapa aparece la teoría de la vinculación positiva. Para poder obrar se debe encontrar una norma
que lo autorice. El ordenamiento jurídico da un apoderamiento previo para poder obrar. Para obrar el E debe
encontrar una norma que le permita hacer. En el ámbito del derecho público todo es indisponible, no se puede
prescindir del ordenamiento jurídico y que ello sea legítimo, el vínculo se da a través de un apoderamiento. Rige el
principio de competencia, debe haber una norma que de competencia para actuar. La norma jurídica es vista como
una condición o habilitación previa para la actuación administrativa. El derecho condiciona y determina, de manera
positiva, la acción administrativa, la cual no es válida si no responde a una prohibición normativa.

Revisión por parte del Congreso de la Nación, Ley Nº 26.122

La Ley 26.122 establece que la Comisión Bicameral Permanente está integrada por ocho diputados y ocho
senadores. Los mismos son designados por el Presidente de sus respectivas Cámaras a propuesta de los bloques
parlamentarios respetando la proporción de las representaciones políticas.

ARTICULO 6º — La Comisión Bicameral Permanente cumple funciones aun durante el receso del Congreso de la
Nación.

Quórum ARTÍCULO 7º —La Comisión Bicameral Permanente sesiona cuando cuenta con la presencia de la
mayoría absoluta de sus miembros. Dictámenes
ARTICULO 8º —Los dictámenes de la Comisión Bicameral Permanente se conforman con la firma de la mayoría
absoluta de sus miembros y en caso de que haya más de un dictamen con igual número de firmas, el dictamen de
mayoría es el que lleva la firma del presidente. Reglamento

ARTICULO 9º — La Comisión Bicameral Permanente dicta su reglamento de funcionamiento interno de acuerdo con
las disposiciones de esta ley. Ante una falta de previsión en el reglamento interno y en todo aquello que es
procedente, son de aplicación supletoria los reglamentos de las Cámaras de Senadores y Diputados, prevaleciendo
el reglamento del cuerpo que ejerce la presidencia durante el año en que es requerida la aplicación subsidiaria.

ARTICULO 10. —La Comisión Bicameral Permanente debe expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto y
elevar el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento. El dictamen debe pronunciarse
expresamente sobre la adecuación del decreto a los requisitos formales y sustanciales establecidos
constitucionalmente para su dictado. Para emitir dictamen, la Comisión Bicameral Permanente puede consultar a las
comisiones permanentes competentes en función de la materia.

ARTICULO 11. — Las bases a las cuales debe sujetarse el poder delegado no pueden ser objeto de reglamentación
por el Poder Ejecutivo. Elevación

ARTICULO 12. — El Poder Ejecutivo, dentro de los diez días de dictado un decreto de delegación legislativa lo
someterá a consideración de la Comisión Bicameral Permanente.

FALLOS

“Delfino”: (1927).- Sobre autorización para crear por decreto contravenciones portuarias.-La Corte Suprema convalida la
delegación, sosteniendo que aunque la misma se encuentra prohibida por la CN, en este caso no había existido delegación
legislativa (es decir delegación para hacer la ley) sino utilización de facultades reglamentarias para llenar vacíos de la ley (el PE
no está legislando sino haciendo la reglamentación ejecutiva autorizada por la CN).

Fallo Monviel (1957).- Sobre facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo y principio de división de poderes.-Mouviel y otras
personas fueron condenados a 30 días de arresto por infracción a los edictos policiales sobre "desórdenes y escándalos". La
condena la impuso el jefe de policía de la Capital porque el Estatuto de la Policía Federal lo autorizaba a emitir y aplicar edictos.
Esta medida policial fue apelada pero confirmada por el juez. Los imputados interponen recurso extraordinario contra esa
confirmación alegando que el régimen de faltas concentraba en el jefe de policía las facultades legislativa, ejecutiva y judicial
violando el principio de división de poderes. La Corte revoca la sentencia condenatoria basándose en los arts. 18 y 19 de la
Constitución: "ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso" y
"nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de lo que ella no prohíbe". El Poder Legislativo establece a través
de leyes, los presupuestos necesarios para que se configure una falta, y su sanción. No puede delegar en el Poder Ejecutivo la
total configuración de delitos ni la libre elección de penas, porque sería delegar facultades indelegables por esencia. El Poder
Ejecutivo podrá dictar reglamentos que ejecuten las leyes nacionales sin alterar su espíritu; reglamentar circunstancias
concretas de las acciones reprimidas siempre que exista una ley anterior definida para respetar el principio de división de
poderes y la garantía de "ley previa". Pero el Poder Ejecutivo no puede dictar esa la ley previa (art. 18). Reglamentar es tornar
explicita una norma que va existe y a la que el Poder Legislativo le ha dado sustancia y contornos definidos. El Estatuto de la
Policía Federal faculta al jefe de policía a emitir y aplicar edictos para reprimir actos no previstos por las leyes en materia de
policía de seguridad, lo cual excede la facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo e importa la delegación por parte del Poder
Legislativo de potestades propias y exclusivas (violando el principio constitucional de división de poderes). Es inconstitucional la
delegación legislativa a favor de la policía para que cree por edictos policiales contravenciones sobre escándalos. Los delitos
deben crearse por una ley.

Fallo Cocchia c/ Estado Nacional (1993).- Con este fallo surge la delegación impropia.- El PE dicta un decreto modificando el
régimen laboral portuario, suspendiendo el convenio colectivo, ante lo cual el gremio interpone acción de amparo (aceptado en
Ira. y 2da. instancia). El PE dijo que el Congreso a través de una ley de emergencia económica le delegó la facultad de resolver
las pautas alli fijadas en cuanto a reducción de costos que causaba el régimen laboral portuario en vigencia derivado de un
convenio colectivo. La Corte dijo que se cumplen las condiciones como para ser una delegación constitucional: se ejerce el
poder de policía, hay razonabilidad en las medidas adoptadas, etc.

Fallo Peralta (1990).- Sobre acción de amparo y decretos de necesidad y urgencia. Con el fin de enfrentar una situación de
emergencia económica, el Poder Ejecutivo dictó un decreto que ordenaba que la devolución de los depósitos de más de $ 1.000
se haría en bonos. Peralta -que tenía un plazo fijo-vio afectado su derecho de propiedad por ese decreto y por eso interpuso
acción de amparo contra el Estado Nacional y el Banco Central, pidió la declaración de inconstitucionalidad del decreto y el
pago de su plazo fijo. El juez de 1ra instancia rechazó la acción. Peralta apeló la sentencia y la Cámara hizo lugar al amparo. Se
interpuso recurso extraordinario federal. La Corte, interpretando dinámicamente la Constitución, dijo que los decretos de
necesidad y urgencia serian válidos siempre y cuando coexistieran los siguientes requisitos:
- que exista una situación de emergencia que afecte al orden económico social y a la subsistencia de la organización juridica y
política,

- que las soluciones no sean rápidas y eficaces adoptadas por el Congreso (es decir, que no debe existir otro medio más
idóneo),

- que la medida sea razonable y su duración sea temporal,

- y que el Congreso no adopte decisiones que indiquen rechazo al decreto.

El decreto se dictó para afrontar una grave situación de emergencia económica que afectaba a todo el bien común. No privó a
los particulares de su propiedad, sólo limitó temporalmente la devolución de los depósitos justificada por dicha crisis. Tampoco
violó el principio de igualdad porque los perjudicados no fueron elegidos arbitrariamente sino con motivos (se necesitaba esa
clase de depósitos porque indicaba que esa gente no necesitaba el dinero con urgencia). Si se hubiera hecho a través del
Congreso no tendría la eficacia y rapidez necesaria. La medida fue razonable con la finalidad. Este fallo se invocó en varios
casos para justificar la facultad del Poder Ejecutivo de dictar estos decretos, luego expresamente incorporado en la reforma de
1994.

Fallo Rodríguez (Caso de los aeropuertos).- El Poder Ejecutivo (PE) dictó 2 decretos (para privatizar los aeropuertos
nacionales), usando sus facultades ordinarias (art. 99 incs. 1 y 2) y no las excepcionales (art. 99 inc. 3: decreto de necesidad y
urgencia). Ante esta situación, un grupo de diputados interpuso un recurso de amparo alegando que el P.E. había invadido
facultades propias del Congreso. En Ira y en 2da instancia fallaron a favor de los diputados El Poder Ejecutivo interpuso un
recurso extraordinario pero al mismo tiempo ratificó los decretos invalidados mediante uno nuevo, esta vez de necesidad y
urgencia (art. 99 inc. 3) y lo remitió al Poder Legislativo para su aprobación. Los diputados pidieron una medida cautelar, y la
jueza hizo lugar a la medida suspendiendo los efectos de este último decreto. Ante esto, Rodriguez (Jefe de Gabinete) pide ante
la Corte Suprema la incompetencia de los jueces para resolver la cuestión porque el decreto tenía que ser tratado por el
Congreso, quien lo aprobaría o no. Interpuso un recurso extraordinario "por salto de instancia" debido a la gravedad institucional
que planteaba el caso. La Corte hizo lugar a la pretensión de Rodriguez y revocó la sentencia de la jueza que había suspendido
los efectos del decreto, porque:

- Los legisladores no están legitimados para impugnar ante la justicia el decreto de necesidad y urgencia porque no les ocasionó
ningún perjuicio concreto. No se les impidió ejercer su función de legisladores ya que les remitieron el decreto para su
aprobación.

- El Poder Judicial no es competente para intervenir en una cuestión seguida por los poderes politicos y pendiente de
tratamiento por uno de ellos (el Congreso Nacional).

-El art. 99 inc. 3 le atribuye al Poder Legislativo, de manera excluyente, la facultad de controlar los decretos de necesidad y
urgencia.

La Corte dijo que no se podía efectuar un control judicial sobre decretos de necesidad y urgencia (en principio sólo podrían ser
controlados por el Congreso) aunque en fallos posteriores expresó que sería válido si existía un agravio concreto. El P.E. puede
dictar estos decretos aun que el Congreso no haya dictado la ley reglamentaria a la que hace referencia el art. 99 inc. 3.

Fallo Verrochi (1999).- Sobre decretos de necesidad y urgencia.- El Poder Ejecutivo dictó 2 decretos de necesidad y urgencia
que suprimían las asignaciones familiares a los trabajadores que ganaban más de $ 1.000. Verrochi, afectado por la medida,
presentó acción de amparo tachando a estos decretos de inconstitucionales por considerar que violaban la garantía de
protección integral de la familia (art. 14 bis y del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales). Además,
no existía una situación de necesidad y urgencia. En Ira y en 2da instancia: le hicieron lugar al amparo. Por eso el Fisco
interpuso recurso extraordinario federal. La Corte declaró la inconstitucionalidad de los decretos impugnados porque:

-El Poder Ejecutivo sólo puede dictar decretos de necesidad y urgencia en circunstancias excepcionales (cuando el Congreso
no pueda reunirse por razones de fuerza mayor; o si la situación es urgente y no se puede esperar el dictado de una ley del
Congreso).

-El Poder Judicial revisa que existan estas circunstancias excepcionales (y en este caso la Corte cree que no existen estas
circunstancias y que el Congreso puede solucionar el tema de las asignaciones familiares, dictando una ley).

Conclusión: "VERROCHI" regresó a "PERALTA": amplio control de la Corte Suprema sobre el dictado de decretos de necesidad
y urgencia por el PE (quien puede dictarlos aun en ausencia de ley reglamentaria emanada del Congreso).

Fallo Video Club Dreams (1995).- Sobre acción de amparo, decretos de necesidad y urgencia, principio de legalidad tributaria.-
La ley 17.741 creó un impuesto aplicable al precio de las entradas de cine. El Poder Ejecutivo, invocando emergencia
cinematográfica, dictó 2 decretos (anteriores a la reforma de 1994 que convalidó expresamente los decretos de necesidad y
urgencia) para extender dicho impuesto al alquiler y venta de videos. Como el Video Club Dreams pagó el impuesto una sola
vez, el Instituto Nacional de Cinematografía lo íntimo para que regularice su situación, pero aquél interpuso una acción de
amparo, impugnando la constitucionalidad de los decretos por violar el derecho a trabajar y a ejercer industria licita. En 1ra y en
2da. Instancia: los jueces hicieron lugar al amparo y declararon la inconstitucionalidad de los decretos en base al principio de
legalidad tributaria (los impuestos sólo pueden ser creados por ley). Ante esta situación el Estado Nacional dedujo recurso
extraordinario alegando que en el caso Peralta se reconoció que el Poder Ejecutivo puede dictar decretos de necesidad y
urgencia aunque no estén expresamente reconocidos en la Constitución. La Corte confirmó la sentencia de Cámara (le dio la
razón al video club) porque:

-El Poder Ejecutivo puede dictar estos decretos pero en situaciones excepcionales, las cuales no existen en este caso.

- Violan el principio de legalidad tributaria: el poder legislativo es el único que puede crear impuestos (art. 17) confirmado por la
reforma constitucional en el art. 99 inc. 3: el Poder Ejecutivo no puede dictar decretos de necesidad y urgencia en materia
tributaria.

Conclusión: los impuestos sólo pueden ser creados por ley del Congreso; el Poder Ejecutivo puede dictar decretos de
necesidad y urgencia pero sólo en circunstancias excepcionales; los jueces pueden evaluar la existencia y las características de
la emergencia invocada por el Poder Ejecutivo al dictar estos decretos.

Camaronera Patagónica S.A. c/ Ministerio de Economía y otros s/ amparo.- 15 de abril de 2014. Fallo firmado por los jueces
Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni, Carmen Argibay y Enrique Petracchi. Pero los hechos
transcurren en marzo del 2002. En la causa, la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de una resolución del Ministerio
de Economía e Infraestructura por la cual se fijaron derechos de exportación (retenciones) a las mercaderías procesadas por
una firma dedicada a la actividad pesquera. Contexto: Cito a continuación los considerando de la Resolución Nº 11/2002, a fines
de entender por qué se dictó y cuál era su contexto: “Que a través de la Ley Nº 25.561 se declaró el estado de Emergencia
Pública en materia social, económica, administrativa, financiera y cambiaria. Que el actual contexto económico se caracteriza,
entre otros aspectos, por un fuerte deterioro en los ingresos fiscales, que a su vez se encuentra acompañado por una creciente
demanda de asistencia para los sectores más desprotegidos de nuestro país. Que asimismo se hace necesaria la disposición
de medidas que atenúen el efecto de las modificaciones cambiarias sobre los precios internos, especialmente en lo relativo a
productos esenciales de la canasta familiar. Que lo señalado anteriormente, fundamenta la aplicación de lo dispuesto en la
presente resolución, entendiendo que su aplicación será de carácter transitorio. Que asimismo se considerarán las
consecuencias de eventuales alteraciones significativas en los precios internacionales de los productos agrícolas. Que la
Dirección General de Asuntos Jurídicos del MINISTERIO DE ECONOMIA E INFRAESTRUCTURA ha tomado la intervención
que le compete. (…)” La empresa, Camaronera Patagónica, había presentado un recurso de amparo respecto del pago de los
derechos de exportación previstos por la Resolución Nº 11/02, durante el período marzo y agosto de 2002. En primera instancia,
se rechaza la acción de amparo. En segunda instancia, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, revocó la sentencia
de primera instancia y resolvió hacer lugar a la acción de amparo instaurada por Camaronera Patagónica S.A. y, en
consecuencia, declaró la inconstitucionalidad e inaplicabilidad a la actora de las resoluciones 11/02 y 150/02 del – entonces –
Ministerio de Economía e Infraestructura. Adujo que el art 76 de la CN prohíbe la delegación legislativa, de manera general,
admitiéndola en supuestos puntuales, esto es, en materia de emergencia pública y de administración. A su vez, señaló que el
art. 99, inc. 3, veda terminantemente al Poder Ejecutivo emitir disposiciones de carácter legislativo, bajo pena de nulidad
absoluta e insanable, aunque también reconoce excepciones al permitir el dictado de decretos de necesidad y urgencia cuando
se den determinadas condiciones, excluyendo de ellas la materia tributaria. Expresó que, para preservar la división de
competencias entre los poderes del Estado, la interpretación en esta materia ha de ser estricta.

Resumen Fallo Promenade S.R.L.- En l, la empresa Promenade S.R.L haba demandado al municipio de San Isidro, provincia de
Buenos Aires, los daos y perjuicios provoca dos por la revocación, mediante la ordenanza 5.203/76, del permiso de construcción
de un centro habitacional, comercial y cultural. Se trataba del "Paseo de Fátima", obra parcialmente ejecutada. En el año 1974
la actora haba iniciado un expediente de consulta ante la Municipalidad demandada, para obtener autorización para realizar la
construcción de la mentada obra, advirtiendo que el Código de Edificación vigente por entonces calificaba como "zona parque"
la rea de emplazamiento elegido. Previos los informes técnicos pertinentes, el Concejo Deliberante sanción la ordenanza 4.744,
el 16/9/74, autorizando al Departamento Ejecutivo a aprobar el proyecto presentado por la actora. Esta ordenanza fue
promulgada por decreto 496/74 y, posteriormente, la Municipalidad aprobó los planos respectivos. Al año siguiente, la
ordenanza 5.003/75 autoriza que en el mismo edificio, una vez construido, funcionaran instalaciones destinadas a sala de
conferencias, convenciones, cine y teatro. Cuando la actora haba adquirido el terreno en que se realizaran las obras y estas
estaban ejecutadas aproximadamente en el 65%, el Intendente "de facto" dicta el decreto 317/76, disponiendo su paralización
hasta tanto se revisaran los antecedentes y circunstancias que dieron origen a la ordenanza 4.744/74.Posteriormente, la
Municipalidad demandada obtiene del gobernador "de facto" el dictado de la ordenanza 5.203/76, mediante la cual se derogó
por razones de necesidad y conveniencia las ordenanzas 4.744/74 y 5.003/75.El juez de primera instancia en lo Civil y
Comercial del Departamento Judicial de San Isidro, ante quien tramita la presente causa, se declaró incompetente a fs. 1141,
decretando al nulidad de todo lo actuado. Para as decidir sostuvo que un examen detenido en la pretensión contenida en la
demanda base de las presentes actuaciones hace llegar a la conclusión que constituye una cuestión contencioso-administrativa
de competencia originaria y exclusiva de la Suprema Corte de Justicia. La pretensión indemnizatoria reclamada debe
entenderse que sustituye a los derechos administrativos dejados sin efecto por la demandada en ejercicio de sus poderes como
persona de derecho público. Por ello, el rubro indemnizatorio debe participar de la misma naturaleza del derecho administrativo
cercenado. De allí deviene el reclamo en autos de en el ámbito propio de lo contencioso administrativo con competencia
improrrogable y de orden público de nuestro ms Alto Tribunal provincial. Cuando el legislador considera conveniente otorgar
competencia a los jueces de la instancia ordinaria en materia indemnizatoria ocasionada por el accionar ilícito de la
Administración pública lo sea la expresamente. (Art. 24, ley 5708).Recurrida la sentencia fue confirmada por la Sala II de la
Cámara Primera de Apelación del fuero. Dedujo la actora recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley y de nulidad a fs.
1218/1224, el que fue resulto por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia. En su pronunciamiento el superior tribunal local
declara que la causa es de su competencia originaria (art. 6o, Cd. Cont. Adm.), por cuanto sea: En autos se discute si procede o
no la indemnización. Así quedó trabada la litis, y el fallo, en definitiva, deber decidir si la ordenanza 5203 por la cual se revocan
las anteriores 4474/74 y 5003/75 de las cuales emergió se reconoció según la postura el derecho cuya conculcación dio origen
a la demanda de autos, se dicte basada en razones de oportunidad, mérito o a conveniencia, o en razones de ilegitimidad,
materia de neto y total contenido administrativo. Y esa decisión es fundamental para reconocer o no la pretensión
indemnizatoria de la demandante, objeto del juicio. La tesis central de la mayoría de los integrantes de la Suprema Corte de la
provincia de Buenos Aires, que decidí rechazar la demanda, se base en el principio de la inderogabilidad singular de los
reglamentos, según el cual ningún organo administrativo puede válidamente violar sus propias reglamentaciones concluyendo
as que las ordenanzas municipales que autorizaron a la actora a construir eran nulas, de nulidad absoluta, por establecer
previsiones particulares que desconocieron las normas edificatorias generales sancionadas, con anterioridad, por el Municipio.
En consecuencia, la abrogación dispuesta por la ordenanza 5203/76 dijeron se basa en la ilegitimidad de los actos que deja sin
efecto, los que importaron una solicitud invalida que no pudo generar derecho alguno a favor de la accionante .La Corte
nacional, haciendo suyo el dictamen de la Procuradora Fiscal, considera que el aludido principio no se aplica a los actos
normativos de substancia legislativa, como lo son las ordenanzas municipales, respecto a las cuales cobran plena vigencia las
reglas generales de lex posterior deroga priori y lex specialis derogat generalis. Esta decisión de la Corte retoma el precedente
Rivademar, en que, se haba señalado el carácter de legislación local de las ordenanzas municipales, frente al de resoluciones
administrativas de las emanadas de las autoridades de las entidades autárquicas. Pero dicha doctrina, que podremos sostener
que en Rivademar constituía solo un obiter dictum, en el caso Promenade es desarrollado como argumento central y decisivo
para la suerte del pleito. Se entendió que las ordenanzas han sido nítidamente diferenciadas de las reglamentaciones de los
órganos burocráticos o descentralizados de la administración comunal, tanto por sus características formales, como por el
origen y conformación del órgano del que emanan y el procedimiento de su formación del órgano del que emanan y el
procedimiento de su formación y sanción. Las ordenanzas emanan de un órgano de gobierno elegido por el sufragio popular,
es, como la ley, una expresión soberana de la voluntad popular, de la voluntad comunitaria organizada. En cambio, el
reglamento, si bien materialmente legislativo, emana de un órgano que ejerce actividad esencialmente administrativa, mediante
un cauce formal distinto, según un procedimiento que tiene como característica la organización jerárquica. El reglamento que en
la estructura municipal es producto de la voluntad de los órganos ejecutivos (Intendente, Secretario y funcionario dependientes),
pertenece a la esfera de la administración, que es una organización instrumental de gestión, tiene carácter vicarial y subordina
permanentemente su voluntad a las normas dictadas por los representantes directos del pueblos.

También podría gustarte