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El espectro “machista” dentro del Boom Latinoamericano

Si alguien pregunta por un autor referente del boom latinoamericano, saldrán a


colación nombres como los de García Márquez, Julio Cortázar, Vargas Llosa, Juan
Rulfo, etc. Nombres que se acompañan del éxito, la intelectualidad y la libertad de
opinión referente a la América Latina; pero las verdaderas preguntas serían ¿qué pasó
con las mujeres durante el boom latinoamericano?, ¿acaso no hay alguna que haya
destacado?, ¿es entonces el boom un “club solo de machos”?

No se puede afirmar que no hubo mujeres, puesto que dentro de la lista figuran
nombres como los de Elena Garro, Alba Lucía Ángel, Clarice Lispecto, etc. El afirmar
que el boom fue sólo un “club de machos” (aunque algunos críticos lo piensen así y
popularmente parece evidente) hay algunos que mencionan que no era un movimiento
“anti mujeres” sino que ellas se encontraban marginadas por el papel de esposas, amas
de casa y madres, que les impedía la relevancia necesaria para su obra.

Es una concepción natural, pero equívoca el que la imagen del escritor


latinoamericano remita inmediatamente a la de un hombre; eso permite cuestionar por
qué ese arquetipo se encuentra tan enraizado en la cultura popular. Resulta increíble que
las obras de estas mujeres no cuenten con el reconocimiento mediático de otras, esto se
debe en parte a que ellas han hecho todo desde las sombras, a escondidas.

más que el machismo de los autores, la ausencia de mujeres en el boom es producto de


la ideología de esos años en los que la escritura femenina ocupaba en América Latina un
lugar marginal y opacado por una imagen del escritor masculino, comprometido, seguro
de sí mismo, hegemónico (Arevalo, 2003)

Se podría acusar al contexto sociocultural como el mayor enemigo de la


literatura femenina en ese momento; con el boom también se buscaba derribar los
canones de literatura europea y estadounidense, permitiendo al lector acercarse a obras
que se vincularan con el contexto acecido en esa América Latina, pero se cometió el
grave error de dejar en el proceso de lado a las mujeres, llevándoselas de frente sin
permitirles formar parte del “selecto grupo” de literatos que había convergido.
No es correcto pretender reivindicar a las escritoras olvidadas bajo el título de
“otro boom latinoamericano” esto sólo dejaría la impresión de que en el boom no hubo
un explicito deseo de dejar a las mujeres de lado, además de dejar al género femenino
como un género revanchista haciendo a un lado lo que verdaderamente interesa: el no
permitir que ninguna mujer quede fuera como si se hizo en movimientos anteriores.

En este punto es preciso hacer hincapié que este ensayo no pretende colocar la
figura de la escritora por encima de la del escritor, sino más bien poder colocarlas a
ambas en una misma estratificación de acuerdo a criterios de calidad y estilo; por
ejemplo, dentro del boom toma fuerza lo denominado como realismo mágico, un género
que mezcla elementos fantásticos con reales y en el que los personajes conviven con
total normalidad, pero, ¿qué tiene que ver este género con la literatura femenina?

Es importante aceptar en primera instancia que de forma general se asocia a


Gabriel García Márquez como uno de los máximos exponentes del realismo mágico
(algo completamente válido), pero Elena Garro con su obra Los recuerdos del Porvenir
publicada dos años antes que Cien años de soledad, trata temas como la desigualdad de
género, la violencia doméstica, las represiones y humillaciones que sufren las mujeres,
todo a través del realismo mágico, algo curioso es que ella negó y se molestó de que
encasillaran su obra dentro del mismo.

Aun con eso, no se puede pasar por alto los elementos que integran la obra y la
hacen participe del género, inclusive han llegado a nombrar su obra como la madre del
realismo mágico, en el siguiente fragmento se puede notar esos elementos.

Había dos Isabeles, una que deambulaba por los patios y las habitaciones y la otra que
vivía en una esfera lejana, fija en el espacio. Supersticiosa tocaba los objetos para
comunicarse con el mundo aparente y cogía un libro o un salero como punto de apoyo
para no caer en el vacío (Garro 31).

Pese a todo eso ¿qué significaba ser mujer mexicana en la época de Elena
Garro? Ella con sus propias palabras respondió que, por el simple hecho de ser mujer
todo quedaba invadido, todo queda invalidado y todos se confabulan para ver cómo te
dañan

Eso sólo confirma una vez más lo que ya se sabe y es el hecho de que por mucho
que la calidad literaria se asemejara o superara a la de los hombres, en ese momento (y
parte del actual) no se reconoció la producción literaria de las mujeres. Ella
particularmente tuvo el enemigo en casa, su esposo Octavio Paz se especula que fue una
de las principales razones por las cuales Elena no pudo figurar dentro del grupo de los
autores del boom. Es conveniente aclarar que el punto de este ensayo no pretende que la
literatura femenina tenga que ser reconocida sólo por tratarse de material escrito por
mujeres, sino más bien darle a conocer al lector las obras representativas del boom que
se encuentran de la mano de escritoras; pretendiendo juzgar la literatura en base a su
calidad no de acuerdo al género de su autor.

Retomando el tema y siguiendo la línea colombiana que acompaña a Márquez,


se encuentra Albalucía Ángel quien con su obra busca una intensa identidad femenina
en esa época colombiana y, la urgente necesidad de descubrir sus raíces propias la llevó
a tratar al individuo como parte de un todo, como un ser social por naturaleza, ligado a
la región en que se halla. En Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón,
Albalucía hace énfasis en uno de los aspectos destacados del boom, la estructura, en la
cual el lenguaje juega un papel importante, pretendiendo en este caso, ayudar a la autora
a trasmitir un mensaje a base de coloquios y signos de puntuación condensados en un
mismo espacio. Por ejemplo:

No entendía ni la mitad de las palabras que los locutores transmitían, su mamá


preguntó que qué iba a pasar si el ejército no podía con la chusma, ¿estás loca?, el
ejército puede con lo que le echen: no falta, sino que el Gobierno se decidiera
a trancarles tieso y parejo, no había más remedio, explicó su papá (Ángel, 38).

Otro de los recursos empleados en el boom es la exploración de la identidad


fuera de América, como el caso de Rayuela de Cortázar, en donde la historia se
desarrolla en Francia, pero sus personajes son latinoamericanos. En el caso de Ángel sus
personajes logran poner la identidad latinoamericana en el mismo plano donde se
desarrolla la acción literaria, y hace uso de la fragmentación y la abstracción para
explorar las emociones de lo latinoamericano.

La autora se concentró en buscar la identidad local para dar voz a las mujeres
que no podían hacerlo sin considerar que ella también sería callada; según Pinzón “fue
marginada de las grandes editoriales que, en cambio, año tras año reimprimían
incesantemente las novelas de esos escritores bien entronizados de las naciones
latinoamericanas. Pero no las de ella” en conclusión fue marginada simplemente por ser
mujer, perdiéndose allí la oportunidad de conocer su excelente producción literaria.

Dentro del canon del boom no existe ningún autor que represente a Brasil, o al
menos eso es lo que se piensa, para asombro del lector si existe una, pero ¿por qué no se
sabía? está claro que fue porque ese autor en realidad era una autora. Clarice Lispector
fue una escritora brasileña que pese a tener en su obra características propias del boom,
su obra no puede ser encasillada en un género especifico, ya que su falta de estilo en
concreto es en sí mismo un estilo literario.

Desafiaba los límites del lenguaje con el fin de presentar una identidad sin
máscaras; ella era hija de migrantes ucranianos, debido a ello también Lispector centró
su atención en escudriñar en sus raíces, tanto biológicas como socioculturales, como ella
misma decía:

Hay muchas cosas por decir que no sé cómo decir. Faltan las palabras. Pero me niego a
inventar otras nuevas: las que existen deben decir lo que se consigue decir y lo que está
prohibido” (Coronado, párr. 4).

Como anteriormente se ha mencionado Clarice en su obra buscaba escudriñar en


sus orígenes y en el ambiente en el que vivía, es por ello que la búsqueda de la identidad
es una temática recurrente en su producción literaria. La autora plantea la disonancia
entre la verdad y la realidad que sus personajes experimentan como parte de la acción
literaria, además de instaurar un constante enfrentamiento entre dos factores: un
narrador que duda y no cuestiona estereotipos, y descripciones con afirmaciones sólidas,
como se ve reflejado en su novela La hora de la estrella:

Discúlpenme, pero voy a seguir hablando de mí, que soy mi desconocido y al escribir
me sorprendo un poco más porque descubrí que tengo un destino quién no se preguntó
alguna vez: ¿soy un monstruo o esto es ser una persona? (Lispector 24)

Las palabras que escoge no son capaces de ser descubiertas en una lectura
pasiva, la autora escoge las palabras con una minuciosidad con el fin de trasmitir un
fuerte mensaje reflexivo sobre la profundidad de la naturaleza humana; plantea
preguntas cuyas respuestas no se resumen a una sola posibilidad debido a su carácter
reflexivo, por ejemplo en La hora de la estrella:

Historia exterior y explícita, sí, pero que contiene secretos, empezando por uno de los
títulos, “En cuanto al futuro”, que está precedido por un punto #nal y seguido por otro
punto final. No se trata de un capricho: al #nal tal vez se entienda la necesidad de lo
delimitado (Lispector 13).

Así como los tres ejemplos anteriores, hubo otras mujeres que fueron opacadas y
su obra no fue conocida ni tomada en cuenta. Actualmente se habla de que la literatura
latinoamericana se decanta más por ser intimista, más relacionada con la fantasía y el
terror, géneros en los cuales las mujeres han demostrado mayor interés, por
consiguiente, las mujeres se han vuelto unas campeonas de la época. Otro factor que
influye en el reconcomiendo de esta literatura son las traducciones, que hacen que
puedan ir entrando poco a poco en el mundo anglosajón principalmente.

La literatura debería ser un rubro en donde no se ponga en duda la calidad del


producto de acuerdo al género de quien lo escriba, sino apreciarlo de acuerdo a su
calidad; lastimosamente aún se vive en un mundo en donde las capacidades de las
mujeres se ponen en tela de juicio, y pese al avance que se ha hecho aun queda camino
por recorrer y obras que descubrir.
Bibliografía.

Arevalo, E. (2023). Maestrías literarias atrapadas en cuerpo de mujer: El Boom


Latinoamericano bajo el epíteto de¨" club de machos". Ánima, 3, 69-81. Obtenido de:
https://mertinwitt-litag.de/wp-content/uploads/2021/07/Press-12-06-2021-LaNacion-
SPA.pdf

Castro Rueda, M. (2019). La voz femenina de Elena Garro en el Boom


latinoamericano. Obtenido de:
https://repository.unab.edu.co/bitstream/handle/20.500.12749/16938/2019_Tesis_Castro
_Manuelalejandra.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Croce, M. (2022). Mujeres argentinas, escritoras latinoamericanas. Caderno de


Letras, (43), 425-429. Obtenido de:
https://periodicos.ufpel.edu.br/index.php/cadernodeletras/article/view/22643/14693

Scherer, F. (2021). El nuevo boom latinoamericano: las escritoras marcan el


rumbo. La Nación, 12. Obtenido de:
https://mertinwitt-litag.de/wp-content/uploads/2021/07/Press-12-06-2021-LaNacion-
SPA.pdf
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS EN EL VALLE
DE SULA UNAH-VS

Departamento de Letras

Asignatura: Literatura Latinoamericana.

Catedrático: Mst. Jaqueline Toro.

Trabajo: Ensayo: el espectro “machista” del Boom Latinoamericano.

Sección: 1600

Alumna: Isis Fabiola Torres Hernández, tengo 20 años y me caracterizo por ser una
persona con un deje de responsabilidad y compromiso, me gusta mucho leer y esa es la
razón por la que estoy en esta carrera, aunque a veces mi estrés y frustración no me
permite ir más allá de lo que sé que podría ir, también soy alguien algo indeciso y le doy
demasiadas vueltas a las cosas pero he logrado aprovechar eso para sacar cosas
productivas. Me gustan los gatos y el café, aunque este último no pueda tomarlo seguido
por problemas de salud.

Cuenta: 20222001617

San Pedro Sula, Cortés.

Lunes 4 de diciembre del 2023.

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