Capítulo 1

Esa tarde, tan común como las otras, el sol ya insinuaba que pronto daría paso a una noche hermosa y fresca
para este pequeño pueblo que, aunque simple y rudimentario, trajo tranquilidad a la joven que estaba cerca
entre las calles de ese pueblo, montada sobre su caballo favorito.
Se llamaba Lauren, que solo tenía veintidós años y ya tenía el peso de una ciudad entera a sus espalda, sus
hermosos ojos verdes contrastaban con su piel extremadamente clara y su cabello castaño oscuro.
El final de la tarde fue enigmático para la joven, era un sentimiento demasiado bueno para traducirlo en
palabras. A ella le gusta La Paz que proporcionaba el lugar; de la calma, porque cada vez que regresaba a la
ciudad era un infierno total, un completo caos.
La escasez de la tranquilidad convirtió cualquier momento en poesías.
Siendo la líder de la ciudad de Amster y viviendo en guerras constantes, había raras ocasiones en que podía
caminar libremente sin que nadie apareciera repentinamente para informar sobre nuevos problemas.
Se permitió descansar bajo la sombra del árbol que siempre solía quedarse. Sus ojos recorrieron
meticulosamente todo el lugar desde que llegó a estas tierras, había varios puestos alrededor, algunos
vendían frutas, otros vegetales, y también vendían utensilio para el hogar; hubo algunos que hicieron el
servicio de Herrero, zapatero, entre otros. La simplicidad del lugar no resta valor a su belleza, el césped
bien recortado con un tinte verde de envidia, las calles de tierra, el ruido de los pájaros que se dan sus
respectivas "Buenas Noches"... todos ayudaron a dar las gracia y hacer que la vista sea aún más agradable
de admirar a los ojos de Lauren. Una sonrisa tímida llegó a sus labios cuando encontró a quien estaba
buscando.

Una chica simple, vestida con un vestido largo y blanco, que le dio poder a su silueta y realzó su hermoso
trasero, haciendo a Lauren suspirar tontamente, esta prenda dejó sus brazos expuestos y resaltando el leve
ondulado de sus cabello negro. Su sonrisa fue lo que más llamó la atención de la chica sentada en el caballo,
pero sus ojos, con un color marrón diferente no dejaba nada que desear.
Lauren fue a este pueblo todos los días durante los últimos seis meses solo por ella. Solía asociar a la joven
con La Paz que sentía por estar allí. Ella siempre decía a sí misma que incluso sin conocerla, ella era su
calma después de un fuerte viento.
La alegría que irradiaba de sus rasgos era embriagadora para Lauren, la mujer de ojos claros no podía
entender como alguien podía sonreír tan natural y espontáneamente.
A la misma hora todos los días la Morena siempre venia, pasaba unos minutos hablando con una mujer que
trabajaba en uno de los puestos donde se podían encontrar verduras, lo que Lauren pensó que era su madre
debido a la cantidad de sermones que ella había notado que le daba. Había notado que desde hace algunos
meses la mujer ha estado regañado a la joven y después de un tiempo de lo que parecía sermones de su
madre la joven salía de tienda e iba a algún lugar del que Lauren no estaba al tanto, porque no se atrevió a
convertirse en una acosadora de la joven. El brillo en los ojos de la simple morena hizo que Lauren
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supusiera que iría a algún lugar que le gustaba.
Nunca se atrevió a presentarse porque sabía muy bien que la chica nunca le haría caso; era consciente de que
agradar a alguien del mismo sexo no era considerado normal por quienes la rodeaban, pero sin embargo no
renuncio al privilegio de poder verla al menos.
-Sabia que te encontraría aquí—la voz tan conocida la hizo tomar un último suspiro de paz antes de girarse y
mirar a su amiga.
-¿qué pasó?- preguntó inclinándose un poco y acariciando la parte trasera de su caballo.
-Tenemos una fiesta a la que ir, y eso ya lo sabes- la otra chica informó en un tono de reproche y acusación,
también montaba un caballo pero a diferencia del de Lauren, su caballo no era blanco, luego dejó escapar un
suspiro. -Eres demasiado grande para que tenga que informarte sobre tus citas Lauren.
-No pedí que me advirtiera sobre nada, Dinah.
-Pero desafortunadamente este es mi trabajo no pienses que hago esto por ser una amiga buena o algo asi-
dijo la mujer, Dinah a pesar de solo tener veintiún año, poseía hermosas curvas, cabello rubio rizado y era
el brazo derecho de Lauren. Vestía un par de pantalones blancos de pescador extremadamente pegados a su
cuerpo, y un traje azul con gemelos de oro y un pequeño emblema rojo en la parte superior izquierda
exactamente igual al de Lauren, con la única diferencia de que la mayor tenía un pequeño emblema más
grande ambas llevaban una camisa blanca debajo del traje de soldado.

Lauren dejó una última mirada a la chica que ahora estaba desapareciendo en el pueblo antes de asentir y
tirar de las riendas de su caballo, haciendo que el animal comenzara a correr Dinah lo siguió sin decir nada
más hasta el final.
Al acercarse a la ciudad ya podían ver el enorme zeppelin volando sobre el lugar, zeppelin era como se
llamaba cada bote que contenía varios globos, es decir, enormes antorchas de fuego calentaban el aire de los
globos sobre el zeppelin haciendo que flotará. Con el tiempo desarrollaron una forma de hacer que dicho
medio de transporte fuera más rápido y maniobrable, cambiaron los globos a través de enormes cámaras de
aire caliente y después de mucho trabajo tuvieron éxito, fueron ampliamente utilizados en las guerras, sabían
que ser fácil de destruir no duraría mucho por lo que funcionaban más como espías, cuando se acercaba
cualquier tropa enemiga los de arriba ya informaban a toda la ciudad sobre la proximidad del peligro,
también fueron utilizados en los ataque cuando los enemigos estaban cerca.

Tan pronto como llegaron a su ciudad cruzaron el puente que pasaba sobre un río con agua cristalina antes
de llegar a las puertas que se abrieron rápidamente, al ingresar al lugar Lauren asumió una postura seria y
ceñida y tan pronto como llegó a su casa, que tardó mucho tiempo desde que vivían en el centro de la ciudad
tardaba mucho en llegar, vivía ahí precisamente con la intención de no ser golpeada fácilmente porque era el
objetivo principal de los ataques por ser la comandante la autoridad más poderosa allí. Descendieron de su
caballo sin siquiera darse cuenta de quién intentó atraparlo dirigiéndose a su habitación sin decirle nada a
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nadie.

-¿Por qué estás tan enojada?- Dinah que todavía la seguía, finalmente habló tan pronto como llegaron a su
habitación. Lauren suspiro y pasó una mano por su cabello tratando de alisarlo.

-Odio esa fiesta- eso es todo lo que dice.

Dinah entendiendo que su amiga prefiere estar sola, ya la conocía lo suficiente como para saber que cuando
su amiga le daba respuestas cortas todo el tiempo, probablemente no quería conversar y entendiendo la
voluntad de su amiga, solo asintió y dejó a Lauren a solas.
-Solo espero que este evento sea menos aburrido de lo que suele ser- Se dijo antes de desvestirse y fue
directamente a su bañera, que ya había sido preparada por sus doncellas a petición de Dinah

capitulo 2
-Creo que ya he saludado a todos- dijo lauren manteniendo una sonrisa falsa en su rostro.
El corsé debajo de su ropa le estaba molestando ya que todo lo que la mujer quería hacer era simplemente ir
a su casa, a su habitación más específicamente a su cama, arrancarse toda su ropa y arrojarse allí. El
insomnio la consumió durante días sin una noche de sueño tranquila, ya que los problemas no le daban paz e
incluso en la oscuridad de la noche sus pensamientos no le permitieron olvidar los problemas que se
resolverían sobre la ciudad.

Su vestido de color Burdeos con tirantes sueltos en su escote, aunque hermoso, era bastante pesado, lo que
le ayudaba a recordar constantemente lo agotada que estaba. Las mangas y la falda de su prenda estaban
hinchadas y largas, Dinah había insistido en que trajera su abanico y su sombrero con una cinta debidamente
unidas a un encaje del mismo color que su vestido, con una pequeña pluma blanca, pero Lauren afirmó que
solo los ricos egocéntricos desesperados por encontrar a alguien hacia eso... sin mencionar que atraería a un
grupo considerado de hombres y hombres era todo lo que Lauren menos quería en su vida.

Su cabello estaba rizado y estaba bastante contenta con el.

-No estarás pensando en irte ahora, ¿verdad?- Dinah le pregunto a su amiga que resopló y miró a todas esas
personas, era una fiesta comunitaria por lo que todos, incluido la clase baja de los alrededores habían sido
invitados. Celebraron la última victoria de la ciudad contra las tropas enemigas, las aldeas aunque no
estaban protegidas por las enormes fortalezas y muros de la ciudad, contaban con un grupo de soldados que
patrullaban el pueblo a petición de la comandante ya que eventualmente podrían ser invadidas por tropas
enemigas y fácilmente quemarían las casas de la aldea alrededor del lugar.

-No, solo voy a dar un paseo por la orilla del río que rodean la fortaleza ¿de acuerdo?- respondio y Dinah
asintió encontrando la idea de que al menos Lauren no se había ido. Tan pronto como Lauren le dio la
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espalda los ojos de Dinah se encontraron con los ojos cansados y angustiados de los que menos esperaba
allí, se enderezó los senos discretamente y caminó hacia el hombre, con expresión fría y seria.
-¿Como te atreves a aparecer aquí?- preguntó arrogante, pero su corazón se rompió ante la mirada de miedo
en los ojos del caballero de mediana edad.
-Yo...- lo intentó pero nada salio, se quitó el sombrero de la cabeza respetando a Dinah y lo sostuvo con
ambas manos frente a su pecho. Dinah suspiro y sacudió la cabeza sabiendo que la única razón por la que
había sido dura con el hombre era porque su esposa era un bruja arrogante y vieja.
-¿tu esposa también vino?- el solo asintió bajando la mirada a sus pies.
-No puedo pagarlo, mi negocio quebro- confesó en un tono bajo -Estoy trabajando con otras personas para
cultivar, pero lo poco que gano solo alcanza para mantener a mi esposa e hija.

-mira, no tienes que huir de nosotros no somos malas personas ¿de acuerdo? Lauren entenderá tu situación si
hablas con ella yo...- su voz se interrumpió cuando notó que la esposa del hombre se acercaba.

-lo hice venir porque encontré una solución a nuestra deuda-dijo despreocupadamente. Llevaba ropas finas y
cualquiera que la mirara no podría imaginar que estaba al borde de la ruina.
-¿que seria...?- preguntó Dinah poniéndose a la defensiva nuevamente.

- no no!- dijo el hombre mirándola seriamente.

-Todos conocemos el gusto peculiar de tu querida jefa- dijo mirando a Dinah .
-¿qué estás insinuando?- preguntó Dinah apretando los puños.
-Oh cariño no estoy insinuando nada, todos sabemos que Lauren tiende a inclinarse hacia la anatomía
femenina- dijo sonriendo pretenciosamente - y ya es hora de que se case- dijo sacudiendo un poco su
abanico antes de continuar - iré al grano.

- Piensa en lo que vas a decir porque hacerte tragar ese abanico no me llevaría ni treinta segundos- Dijo
Dinah, y la mujer se río tan fríamente que el cuerpo de Dinah se estremeció por toda su longitud.
- Estamos del mismo lado aquí niña- ella dijo - bueno, como dije tenemos una deuda contigo Lauren necesita
casarse, tenemos una hermosa hija- el hombre la miró perplejo - no creo que pueda ser más clara.
-¿estás insinuando que quieres vender a tu hija por una deuda? - Dinah preguntó más para si misma que para
la mujer.
- Todos hacemos eso, excepto que Lauren es una mujer no un hombre, como siempre soy bastante práctica si
no fuera para ella seria para cualquier otra persona, por qué no ser para la heredera de todo el poder de esta
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ciudad ¿hmm?.
- Yo... yo...- Dinah pensó que tal idea era absurda pero no podía negar tal propuesta sin hablar primero con
su "alteza más ilustre" como solía llamarla en medio de sus bromas. - Hablaré con ella y mañana pasaremos
por el pueblo para darle la respuesta tan esperada - respondió—nos vemos - Dijo antes de darse la vuelta y
buscar a Lauren, en el fondo sentía lástima por aquel hombre, porqué veía en sus ojos claros deseo de negar
tal propuesta, por la última conversación estaba claro quien estaba a cargo de relación .
[...]
- ¿Donde has estado?- La voz de Sinuhe sorprendió a Camila que tragó saliva ante su falta de creatividad
para inventar una excusa plausible.
- Estaba...si...
- Estabas con ese pequeño plebeyo de nuevo ¿verdad?- pregunto irritada - Somos suficientemente pobres
¿cuándo entenderás que tu padre quebró y que necesitas ayudar a la familia? - Camila bajó la mirada sin
decir nada. - Te dije que necesitas un marido rico, así que intenta olvidarte de ese gusano.
- Nunca- Camila no pudo evitar responder irritada, Sinuhe suspiró sacudiendo la cabeza.
- Hija, este hombre no es para ti te mereces algo mejor- dijo cambiando las tácticas de su juego - Quiero que
entiendas que tu padre y yo somos lo que siempre esperamos tu felicidad- ella dijo fingiendo estar

emocionada - Desearía que pudieras ver que John no es un buen hombre, pero como se que estás cegada por
éste enamoramiento infundado...- ella suspiro tratando de no salirse de su papel.- Puedo demostrar que no es
quien dice ser.
-¿Qué vas a inventar, mamá? - pregunto molesta.
- No es un invento cariño soy solo yo tratando de abrirte los ojos el es...yo...- ella dudo pero luego dijo -
John esta casado - el piso donde estaba camila pareció derrumbarse bajo sus pies.
-¿Por que estas...?- su voz vaciló un poco - ¿por qué me dices esto?
- Porqué quiero tu bien y como se que no me crees hago un punto de presentarte a alguien especial- siguió y
con eso su madre tomó su mano y guió a una desconcertada Camila a través de la multitud.
No quería creerlo no podía creer que John, su John, su hermoso y fiel John, la había engañado todo este
tiempo porque su madre nunca le mentiría de tal magnitud. Suspiro temiendo todo lo que sucedería en los
próximos minutos, solo rezando internamente que todo esto era un chiste malo. Tenía que serlo.
Que bien que no es nadie de la vida real de Camila Su mes de nacimiento la define...

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Capitulo 3
-Camila quiero que conozcas a Margaret Parker, esposa de John Parker nuestro antiguo vecino- una mujer
pelirroja no mayor de veinticinco años se volteó para sonreírle a Camila extendiendo su mano de manera
amistosa.
-Hola señorita Cabello...- ella dijo - confieso que los cumplidos la hicieron coincidir con su apariencia,
eres impresionantemente hermosa de cualquiera por aquí- dijo ella sonriendo, Camila le dio la mano a
regañadientes queriendo huir a toda costa.
-Gracias- Le agradeció dándole la mano a la mujer y conteniendo las ganas de llorar.
-Imagina que John y tú madre tenían toda la razón al decir que eres tímida- dijo riendo, aflojando
suavemente el agarre exagerado de Camila en sus dedos.
-¿John habla de mi?- no podía soportar preguntar aquello.
-Oh claro hemos estado casado por tres años, no hay secreto entre nosotros- dijo a lo que Camila abrió
muchos los ojos -quiero decir, debo admitir que es un gran maestro y que tampoco sabia montar a caballo
antes de conocerlo. Me alegra que seas su alumna parece que le gusta mucho tu amistad.
"¿Estudiante? ¿Caballo? ¿Eran estas las mentiras que había inventado sobre mi existencia ?"
Pensó Camila.
- Cualquier día podríamos salir para hablar los tres ¿eh?- preguntó y Camila asintió.
-seria um, seria bueno- mintió- realmente tengo que irme, pero fue un placer conocerte- dijo la más joven
visiblemente angustiada.

-¿quieres que vaya contigo hija?- la mujer mayor preguntó pero Camila solo sacudió la cabeza,demasiado
aturdida para decir algo, apresurada salió al instante dejando a Sinuhe y la chica solas.
-¿crees que lo creyó?- Preguntó la joven y sinu sonrió.
- Camila es demasiado ingenua Lidsay, ella si lo creyó- dijo satisfecha.
-Ella eventualmente hablará con el y aclarará todo, sabrá que mentimos- dijo angustiada.
-Cariño no te preocupes- habló con calma -suele ir a ver a ese chico solo por la tarde y bueno todo lo que
necesito es que ella crea que está casado hasta mañana por la mañana después de eso el daño estará echo.
-¿qué tiene en mente señora?- preguntó la joven, aunque Alejandro y Sinuhe se declararon en quiebra todas
las personas que trabajaban para ellos aún no lo sabían creyendo que todavía tenian todos sus ingresos
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intactos.
- espera mañana y entonces toda la ciudad lo sabrá- dijo Sinuhe satisfecha por lo que había hecho.

[...]
Lauren arrojaba piedras al río distraídamente, estaba inclinada sobre el escudo de hormigón hecho para que
nadie cayera abajo, sus ojos siguieron el pequeño objeto hasta encontrar el agua haciendo un pequeño
chapoteo.

Sus ojos se distraen ante el sonido de pasos, detuvo lo que estaba haciendo y apartó la cabeza del río
mirando directamente a la persona que se acercaba.
Le tomó unos segundos darse cuenta de que quienquiera que estuviera allí era nada más ni nada menos que la
chica que había pasado los últimos meses observando, ajustó su postura rápidamente y dejó los guijarros
acurrucados sobre la estructura del puente, la joven estaba abatida y parecía haber llorado lo que hizo que el
corazón de Lauren se apretara.
-Estas cosas solo me pasan a mi- la joven susurró un murmullo haciendo que Lauren fruciera el ceño al
darse cuenta que la chica no se había dado cuenta de su presencia.
Lauren pensó por unos segundos antes de aclararse la garganta y hacerse presente no quería que la chica
revelara algún secreto de ella porque pensaba que estaba sola, sería vergonzoso para las dos.
-Dios mío lo siento, pensé que estaba sola- dijo la chica avergonzada al escuchar el carraspeo que salió de
la garganta de Lauren, y la mujer de ojos verdes solo sonrió demasiada encantada por el sonido de la voz de
la joven que estaba a pocos metros de distancia.

- Está bien, creo que todos deberían en algún momento de sus vidas hablar consigo mismo también-
respondió acercándose con cautela.
-pensé que todos estarían adentro disfrutando de la fiesta, perdón de nuevo- pidió, y el silencio había estado
en su lugar durante algunos minutos, ambas mirándose la una a la otra.
-Te disculpo si me dices a quien debería atacar por sacar lágrimas tan amargas de una cara tan dulce-
Lauren se odió al percatarse de lo que dijo, su discurso sonaba como esos libros de poesía cursi que odiaba
y se maldecía mentalmente por desperdiciar su oportunidad con la chica que anhelaba por estar diciendo
cosas así.
La risa baja que surgió entra los labios de la joven hizo que Lauren respirara aliviada, si la joven se hubiera
reído no podría haberlo hecho tan mal.
-Realmente no quiero hablar de eso, lo siento- pidió. Lauren asintió sin dejar de mirarla.
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-Bueno, bien entonces- dijo un poco desconcertada - me llamo Lauren- se presentó y ante un breve silencio
pensó que la había incomodado y que lo mejor era callarse e irse y dejarla sola -no la molestaré más que
tenga una buena noche señorita- dijo inclinándose frente la joven morena volviendo frente a su montón de
piedra.

Se sentía estúpida por pensar que al menos podrían tener una conversación decente, pero no, estaba
decepcionada ya que imaginaba el fracaso de sus acciones, no solo con la chica parada allí sino con
cualquier chica en la ciudad ¿quién en su sano juicio prestaría atención a una lesbiana?.

Se dio cuenta cuando otra piedra golpeó el agua y frunció el ceño cuando se dio cuenta de que no era ella
quien la había tirado.
-¿nunca escuchó que es de mala educación no esperar una respuesta?- dijo la chica y Lauren se sonroja un
poco - Camila, mi nombre es Camila-
-Camila- Lauren apreció el sabor del nombre en su paladar. Durante meses no tuvo idea de cómo se llamaba
por su puesto si Lauren hubiera querido, habría descubierto el nombre de la joven, era la persona más rica
de su colina y el dinero no sería un problema para ella a cambio de esa información, pero odiaba ser
invasiva y tampoco quería parecer una acosadora obsesiva.
-¿te importa si tiró piedras para pasar el tiempo?- Lauren hizo una mueca y Camila sonrió.
-aqui hay una gran historia, estas piedras en mi colina son mágicas, llegaron del más allá del arcoíris, les
ordené especialmente que probaran mi suerte- Habló mirando la pila de piedras ubicadas a su lado. -La
leyenda dice que solo aquellos que están destinados a ser felices pueden tocarlos- dijo Lauren y Camila
sonrió, la más grande de las chicas quería dejar de avergonzarse, pero quería relajarse y no quería que la
más joven llorara de nuevo, y si necesitaba parecer retrasada, bueno no veía ningún problema en parecer una
loca.

-¿Ah si?- preguntó Camila riendo -dejame ver si es verdad- cogió una de las pequeñas piedras del
montículo de Lauren y sonrió con tristeza - Bueno me las arreglé para conseguirlo- Lauren sonrió y observó
a Camila arrojar las piedras allí arriba, ambas siguieron el camino de la piedra hasta que Camila volvió
hablar -espero que esa leyenda sea real... realmente la necesito- susurro la última parte pero Lauren podría
escuchar con claridad.

-Si fuera por mi sonrerías verdaderamente todos los días.

-¿cómo?.
-nada no, solo pensé en voz alta- habló rápidamente.
-¿Entonces quieres decir que has ido más allá del arcoíris?- preguntó Camila sonriendo.

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-¡Oh no! Solo pedí los guijarros desde allí, no he tenido tanto placer en la vida.

-Entoces ¿cómo sabes que es real?- preguntó con curiosidad por la respuesta de Lauren, la mayor suspiró y
miró al río.
-En algún lugar más alla del arcoíris, en un lugar muyalto, hay una tierra de la que escuché alguna vez en una
canción de cuna- Habló recordando la canción que su madre solía tararear - Allí el cielo esta despejado, los
pájaros azules vuelan más allá del arcoíris y los sueños que te atreves a soñar se hacen realidad.
-Escuché esa canción- dijo Camila mirando el montón de piedras, estiró la mano y se atrevió a tomar una,
cerró los ojos y continuó.
-Deseo algún día estar encima de una estrella y despertar donde las nubes están justo debajo de mi, donde
los problemas se derriten como gotas de limón justo encima de la chimeneas de toda la ciudad- Habló y tiró
la piedra, segundo después el sonido de la piedra golpeando el agua hizo que Lauren sonriera. - ¿Quien sabe

que la letra de esa canción no me traerá suerte también?- Bromeó.

-¿Te gusta volar?- preguntó Lauren.
-Nunca volé, pero estoy segura de que debe ser un experiencia increíble, bueno si estás en unos de esos
gigantes zappelines en el cielo- Sus ojos brillaron cuando habló. -Simplemente no entiendo como esos
enormes zeppelin pueden ser tan grandes.
-Allá arriba no se ven tan grandes.- Ella respondió.

-¿Alguna ves has volado uno de ellos?- preguntó Camila con la boca abierta, Lauren sonrió al ver que
Camila no tenía idea de quién era y probablemente por eso le habló sin disgusto.
- Más veces de las que puedas imaginar.
Y así fue como ambas hablaron durante largas horas al azar y Camila realmente parecía sentirse mejor,
Lauren no podría describir la sensación de finalmente hablar con la chica del pueblo incluso el sueño
se había perdido.
Y así en esa oscura noche con el cielo estrellado y la luna de testigo leyendo los pensamientos y
sentimientos de cada una tan distinto al de la otra mientras una miraba al río, pensando en como la persona
que se creía feliz estaba terriblemente destrozada por culpa de un hombre al que creía amar, y la otra por su
parte estaba profundamente anestesiada viendo el perfil de su amor secreto.
No estaba feliz porque en el fondo sintió el dolor de Camila en sus claros ojos marrones, pero se permitió
estarlo en ese intervalo de tiempo porque sabia que cuando se despidiera de la más joven todo volvería al
mismo caos de siempre...

Insideofmysoul
Capítulo 4
-¿Por que no volviste a la fiesta ayer? Te busqué por todas partes y no te encontré - Dijo Dinah mientras
ajustaba las mangas de su camisa .
-Te dije que estaría en el puente junto al río- Dijo Lauren y Dinah se llevó una mano al centro de su frente
tratando de quitar su ceño fruncido.
- Lo había olvidado.- Dijo exalando el aire de sus pulmones - de todos modos necesito hablar contigo.
-Ya estás hablando.
-Se gentil.

-Me disculpa- una risa ronca apareció entre sus labios.

-Bueno ayer después de que te fuistes a tomar aire me encontré con Alejandro.
-No fuistes grosero con el ¿verdad? Todos sabemos que esta atravesando un periodo difícil.
-bueno...
-Dinah?- preguntó Lauren en alerta .
-Digamos que fui un poco grosera al principio, pero recordé que el rencor era con la bruja mala.

-¿Como esta el?- Lauren preguntó.

Le había prestado dinero al señor Cabello una cantidad enorme, pero no había sido suficiente para que
pudiera pagar la hipoteca de la casa donde vivían, y el estado quería hacerce cargo de su casa entregándole
un precio bajo debido a la deuda, esto le hizo ofrecer su casa al estado por nada acambio de unos días más
allí tratando de cobrar el resto del dinero, debía pagar la hipoteca si no lo hacía perdería la casa.

Lauren ya había ido tras el hombre acambio de ofrecerle más ayuda, en este caso, más dinero, pero el
hombre comenzó a huir de ella porque probablemente pensó que ella estaba detrás de él para cobrar la
deuda. Un día llegó frente a la casa del hombre con Dinah en otro intento de ayudarlo, hasta que llamó y
nadie respondió. Cuando estaban a punto de irse fue inevitable escuchar lo que decía la mujer a quien no
conocía la cara detrás de la puerta de madera.

-Esa sucia lesbiana no tiene vergüenza en su rostro, debería perdonar nuestra deuda, tuvimos que
aguantarla durante horas ya que eso es contagioso ¡imagínate si mi hija se convirtiera en lesbiana por
beber de la misma taza donde bebió ! Ella...- Dinah que estaba a su lado acompañándola la aparto para
enfrentar a la susodicha, ya que no quería que su amiga escuchara tales barbaridad.
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Insideofmysoul
- Ya es suficiente Sinuhe! ¡Basta de estupideces!- fue lo último que pudieron escuchar de Alejandro.

Lauren nunca regresó allí así que no conocía la cara de Sinu, sin embargo, Dinah se aseguró de averiguar
quién era la mujer y cada ves que podía aterrorizaba a la "bruja mala" como solía llamarla amenazándola
con que la iba a sacar de la casa, amenazándola con hacer que los guardias invadan el lugar y rompan todo si
no aceleraban el pago de la deuda.
Por supuesto, Dinah no haría nada de eso, primero porque necesitaba el permiso de Lauren, segundo porque
simpatizaba con Alejandro, y tercero porque solo decía eso para asustar a la "grosera anciana" (otro de sus
apodos)
Dinah estaba más que sorprendida de ver a la mujer querer darle la cabeza de su hija en bandeja de plata a
Lauren, después de reclamar su tamaño desagradable por las lesbianas, pero no pudo hacer que la mujer se
tragara sus propias palabras porque era una propuesta real para su jefa, se vio obligada asumir el cargo de
un simple soldado que cumplía órdenes y nada más.

-Bueno su esposa dijo que hay una forma de pagar las deudas contigo- dijo con cautela.
-¿y como sería ?- pregunto Lauren con curiosidad.
- Iré al grano.

-Por favor - dijo Lauren riendo.

-Ella quiere que perdones la deuda a cambio de la mano de su única hija - los ojos de Lauren se abrieron
por tanta sorpresa. El silencio continuó durante algunos segundos antes de que Lauren hablara.
-Eso es absurdo. ¡Esa mujer solo puede volverse más loca!- exclamó -No soy ese tipo de persona que
aceptaría un maldito matrimonio arreglado, puedo estar soltera para siempre pero ese es un riesgo que
tomaré- Dinah dejó escapar un suspiro que ni siquiera sabía que tenía retenido.

-Sabia que harías lo correcto- Dijo con una sonrisa.

-Nunca condenaría a alguien a vivir a mi lado por un trato de mierda. Nadie debería ser obligado a hacer
eso.
-Eres la mejor Laur- dijo Dinah. -Tenemos que ir a su casa ahora para hacerle saber su respuesta.
-¿ahora?.
-Si, ayer te dije que hoy iríamos para allá - Lauren solo asintió para prepararse e irse.
[...]

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Insideofmysoul
-Hija esta mujer dijo que esta loca por ti y quiere tu mano, dijo que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa
para hacerte feliz - dijo Sinuhe sosteniendo las manos de su hija - El hombre que creías que era tu amor es
un completo imbécil y ya sabes que los matrimonios son arreglados, así que, como no te vas a casar con el
¿no crees que debería casarte con Lauren?- ya habían estado en esa conversación durante horas.
- Mamá...

- Se que no la amas, pero nadie ama cuando se casa, no amaba a tu padre, ni siquiera lo conocía. Así es la
vida y así son las cosas - Dijo llevando una mano al cabello de su hija, acariciando el lugar - Créeme que no
hay males que duren para siempre, esta chica es rica y se preocupa por ti y quiere algo concreto contigo.
Además nos sacaría de la ruina y la futura miseria, estarías ayudando a tu padre de una manera maravillosa.
- No quiero casarme por dinero, además ella es una mujer, no es que tenga algo encontra simplemente no me
gustan las mujeres, y bueno todavía pienso en John - dijo tristemente.
- No te casaría por dinero, sería para ser feliz, exactamente porque es una mujer debes considerar esa
propuesta antes de que un viejo desagradable venga a pedir tu mano y tu padre no lo niegue, ya eres mayor
de edad.
-¿ Ella... parece ser amable?-preguntó Camila con la cabeza agachada. Sinuhe asintió con la cabeza.

-Y muy dulce y porque es mujer no tendrás que sufrir tanto la primera vez. A los hombres nobles no les
importa si les gustas o no, después del matrimonio solo quieren reventar tú sello- Camila guardó silencio
por unos segundos antes de volver a hablar.
-¿Crees que pueda ser feliz algún día?- Preguntó aguantando las lágrimas - Dios mío, mamá no quiero
casarme.
- No quería decírtelo hija pero si no vas con ella tu padre ya tiene a alguien más en mente. Lo hace por tu
bien no quiere que te hablan mal por ser soltera a los veintiún años, las mujeres se casan a los dieciséis
años.
- Pensé que me casaría con John.
-Oh mi niña, solo salieron durante tres meses, solo te usaba y mentía sobre esas promesas, solo quería tu
sello- Camila asintió recordando una vez que John realmente trató de tomar su virginidad pero Camila lo
detuvo a tiempo. Al menos no insistió, pensó Camila.

-Entonces. ¿Que necesito hacer?- preguntó entregada a la idea de su madre.

-Solo finge estar interesada, el resto lo hago yo mi bebé- Camila asintió y abrazó a su madre, finalmente
soltando el llanto compulsivo que estaba atrapado en su garganta.

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Insideofmysoul
-Oh mi amor no llores, estarás muyfeliz y viviremos bien en una nueva casa en el centro de la ciudad. Solo
confía en tu madre que quiere lo mejor para ti...

Capitulo 5
A diferencia de la última vez que Lauren estuvo ahí con Dinah, esta vez no fueron solo ellas dos, se trataba
de un asunto formal por lo que llevo a veinte miembros de la caballería con ella. Trompetas anunciaron su
llegada, y se bajó de su caballo favorito, sin tener que tocar la puerta ya que habían escuchado el anuncio de
su llegada.

El Sr Cabello simplemente le indicó que entrara a su casa y ella lo hizo como dicta la tradición, todos los
guardias de la caballería esperaban a fuera incluida Dinah, que era un soldado de infantería.
-Buenos días, Alejandro!
-Buen día - dijo el hombre con respeto inclinándo la cabeza abatido.

-Vengo a través de esta visita para informarle de mis intenciones con usted - ella comenzó -Primero, quiero
ayudarlo a pagar la deuda de su casa y cuando la tenga pueda devolvérmela, no tengo prisa para que me
devuelva el dinero.- El la miró con expresión sorprendida.
- No tengo palabras para agradecerle señora, pronto su novia...
- No tengo novia.
- Quiero decir, su futura novia- se corrigió a sí mismo.
-Solo vine a decir que no quiero la mano de su hija señor. Quiero la felicidad de la niña, sea quien sea
quiero que ella tenga el libre albedrío para eligir a quien sea que la que haga feliz. Es lo que pido a cambio
de mi ayuda-el hombre la miró asombrado, lágrimas de alegría aparecieron en sus ojos. Era cierto que el no
quería hacer negocios en relación con la felicidad de Camila, y solo lo había aceptado por el bien de la
joven ya que no tendrían hogar, si fuera solo por el, nunca habría aceptado la sugerencia de Sinu.
- Oh... gracias muchas gracias- Dijo emocionado tratando de ponerse de rodillas y besarle la mano en forma
de agradecimiento por salvarle la vida, porque de cierta forma era eso lo que Lauren le hizo ya que el se
veía incapaz de sobrevivir sin tener una casa ni comida que poder darle a su hija, se angustiaria a tal grado
de enfermar y morir por falta de dinero, pero Lauren lo detuvo a tiempo antes de que se inclinarse hacía ella,
Lauren sonrió cuando vio el alivio en los ojos del hombre.

- Papá ...- Entró Camila hablando, pero cuando vio que tenían visitas se encogió y miró hacia abajo -
Perdón - dijo bajo. Los ojos de de Lauren se abrieron cuando se dio cuenta de que la chica con que le
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Insideofmysoul
sugirieron matrimonio era nada más y menos que la joven por la que se estaba muriendo por tener.
- ¿Camila? - Preguntó, los ojos marrones se alzaron, y Lauren no pudo evitar notar la expresión de sorpresa
en el rostro de la chica.
- Luaren - Respondió con una reverencia. No podía negar que estaba aliviada de que su futura esposa fuera
alguien que al menos conocía, a pesar de que solo la había conocido la noche anterior. Los hechos no

cambiaron sus sentimientos, todavía estaba enamorada de John.

" ¡Lauren es la comandante! ¿cómo no supe eso?" "ella tiene interés en mí " pensó sorprendida. "Así que
ayer fuiste amable conmigo porque querías mi mano"
-Hm...¿se conocen?- preguntó Alejandro confundido y Lauren sonrió.
-Si.
-¿Puedo hablar contigo un momento?- la voz de Sinu estaba allí y Lauren trató de sostener la esprecion de su
rostro cuando recordó lo que la mujer había dicho sobre ella días atrás, sin embargo, también reconoció su
rostro por todas las veces que vio a Camila en su tienda.

-Por supuesto- Lauren habló cortésmente y todos los demás salieron de la habitación. Camila se despidió
moviendo su mano y Lauren se derritió nuevamente por lo dulce que era la chica. - ¿De qué le gustaría
hablar?

- Sobre el compromiso - dijo Sinu, no era tonta y ya había notado como Lauren siempre pasaba por el
pueblo y admiraba a Camila.
- No hay compromiso- dijo Lauren aunque obviamente quisiera casarse con Camila, nunca la obligaría a
comprometerse.
- No seas tonta niña, hay un claro interés de su parte hacía mi hija y puedo decir lo mismo de ella. - Lauren
alzó una seja al escuchar como la llamaba la señora sin ningún tipo de respeto así su comandante y máxima
autoridad, pero lo olvido tan rápido por sus últimas palabras que no pudo evitar fruncir el seño el escuchar
lo último que dijo.

- ¿Camila tiene interés por mi?- preguntó sorprendida.

- ¡Pero por supuesto! ¿Por qué creés que te ofrecí su mano? ¿qué madre en su sano juicio le ofrecería su
mano a una... - disimuló una mueca no queriendo tentar su suerte con Lauren - eh... ella no hizo más que
rogarme - mintió - Te vio analizándola todo el tiempo por el pueblo y esta extremadamente encantada, pero
mi hija es tímida y luego me pidió que hablara contigo.

- Yo...- Lauren no pudo pronunciar una frace coherente, estaba atontado por lo que decía Sinuhe que no vio
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Insideofmysoul
la mueca de desagrado que hizo la mayor al decir esas palabras.
- Debo admitir que no me gusta este tipo de trato pecaminoso entre dos mujeres, pero mi hija habla de ti con
tanta pureza que empecé a ver todo esto con otros ojos - Lauren estaba sorprendida. Feliz pero sorprendida.
-¿Podría hablar con ella?- preguntó Lauren - Quiero decir, no es que no le crea pero es una boda. Es
realmente importante para mi tener su consentimiento- Sinu sonrio victoriosa.
- Antes de que hables con ella tengo algunas condiciones.- Lauren asintió dejando que la mujer continuara.-
quiero una boda rápida, no perder el tiempo con mi hija, no quiero que el pueblo hable mal de ella.
- Pero necesito conocerla, quiero decir, casarse a toda prisa suena un poco desesperado.

- Esa es mi condición, si no la quieres hay otros pretendientes que se casarian con ella rápidamente sin
siquiera parpadear - Lauren entrecerró los ojos.
- Hablé con su esposo, si Camila no quiere tener nada conmigo no tendrá ninguna preocupación porque le
dije que le prestaría dinero con la condición de que dejara que Camila elija con quien quiere casarse.
- Claramente puedo rechazar tu propuesta y lograr que se case con alguien de alguna familia acomodada, que
pagaría nuestra deuda.- Lauren apretó su mandíbula al pensar que Camila podría casarse con alguien que
pudiera hacerla infeliz o lastimarla. Los hombres nobles tenían este hábito ridículo de golpear a sus mujeres
cuando le negaban algo.

- Pues bien déjeme hablar con ella - insistió Lauren y Sinuhe asintió saliendo para ir por su hija
....
- No lo eches a perder, recuerda que si no es ella, será alguien mucho peor.- Ese fue el susurro de Sinu en el
oído de su hija cuando fingió besarle la mejilla. Camila suspiró y entró a la habitación.
- Me dijeron que te gustaría verme- dijo Camila suavemente.

- ¿Se encuentra mejor? recuerdo averla visto llorar anoche.

- Fue fugaz, estoy bien- mintió y Lauren asintió aclarandose la garganta antes de tomar la palabra
nuevamente.
- Tu madre dijo que realmente quiere casarse usted conmigo.- Dijo sin gracias. Camila trató de evitar el
ceño fruncido, pero Lauren se dio cuenta.
- Si - Fue todo lo que dijo.

- No tienes que mentir Camila - dijo al ver la falta de emoción en la más pequeña.
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- Realmente no lo hago, te lo juro por favor créeme - Dijo recordando que si no se casaba con Lauren su
padre le daría la mano a un viejo desagradable. Lauren se acercó y le tocó la mano.
-¿Sientes algo positivo por mi? No quiero que hagas algo bajo presión. Eres demasiado preciosa para ser
forzada a casarte con alguien.
- Mi mamá me va a hacer casar con algún estúpido, así que por favor cásate conmigo.- dijo a través del
llanto que finalmente se había mostrado, se sentía segura para revelar la verdad después de horas de hablar
la noche anterior.
- Camila...- no pudo terminar su oración porque el pequeño cuerpo colgaba de su cuello en un extraño
abrazo.
- Prometo ser una buena esposa, hacer lo que quieras, satisfacerte y aceptarte, prometo ser obediente y fiel,
prometo ser todo y más pero por favor Lauren no me dejes casar con un viejo sucio, te lo ruego. - el hipo se
hizo cargo de la habitación y Lauren acarició el cabello de la chica.

-¿Como podrías casarte con un viejo sucio, si serás mi esposa?- Camila soltó su abrazo y pareció
sorprendida.

- Entonces te refieres a... te refieres a...

- Que ahora tengo que ir a una joyería para comprar el anillo más hermoso que allá en ese lugar, para
pedirle a tus padres la mano de una hermosa dama.- Camila sonrió. Por supuesto que no se queria casar con
Lauren, pero entre los males prefería al más pequeño, sabía que al menos Lauren la hacía sonreír y era
amable. No podía imaginar a la mujer golpeándola. - En una hora volveré, espérame.- Y dejando un beso en
la frente de la chica, salió de la habitación.
Solo por qué estás uniendo camren te perdono sinu Si que? Si se conocen? O Si tienes interés en ela?

Capítulo 6
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by RouxPa

-¿Que quieres decir con casarte, no habías dicho que no te casaría con ella?- preguntó Dinah confundida.- Y
lo peor tendrás a esa bruja como suegra.
-Lo explicaré todo más tarde Jane.- Dijo mientras bajaba de su caballo, ya frente a la casa de los Cabellos
nuevamente. Compró el anillo más brillante del lugar, y delicado como Camila. Estaba aterrorizada por esas
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piedra de doscientos kilogramos que usaban las mujeres. Le pareció incómodo y no le haría a Camila ese
papel. Su chica debe estar lo más cómoda posible.
Se sentía inmensamente feliz y al mismo tiempo triste. Sabía que no se casaría por interés mutuo, pero tener
a Camila a su lado sería bueno, incluso si la chica no le respondía. Además, la estaría salvando de las
garras de un borracho que no iba a poder mantener las bolas en su propios pantalones.
Caminó hacía la entrada de la casa Cabello y llamó a la puerta que se abrió segundos después.
- Pensé que no volverías - dijo Sinuhe aliviada.

- ¿Está Camila? - La mujer asintió y la llevó hacia donde estaba su hija.

-No puedo dejarlas solas Lauren antes de que nos preguntes, ¿qué dirían de mi hija?- Lauren miró a Camila y
a Alejandro quienes estaban entrando a la habitación en ese momento.

-Bueno Sr y Sra Cabello, me gustaría hacer algo mucho mejor debido al hecho de que estamos hablando de
Camila. Ella merece nada menos que lo mejor, pero las circunstancias...- Dijo mirando as Sinuhe - Me
gustaría pedirle la mano a su hija en matrimonio, prometo cuidarte, honrarla, y hacer incluso lo imposible
por hacerla feliz - dijo mirando fijamente a Camila.

-Lo permitimos, ¿ya compraste el anillo? ¿Puedo ver?- preguntó Sinuhe sin ocultar tanto interés. Camila
negó completamente avergonzada de las acciones de su madre.
- Perdón por ser irrespetuosa, pero quiero mostrarlo primero a Camila.- Dijo y ambos asintieron saliendo de
la habitación.
-Todavia no entiendo como se van a casar- Susurro Alejandro fuera de la habitación - Lauren me dijo que no
se casaría con Camila- dijo muy confundido.
- Ya se conocían y se querían, así que cuando vio a Camila, Lauren cambió de opinión. - mintió.
-¿Es por ella que Camila se pierde tanto por la tardes?- El hombre preguntó enojado.
- Si pero no te preocupes se van a casar y Lauren ya pidió la mano, no se adelantaron a nada no te preocupes
que Lauren respeta mucho a Camila.- El hombre suspiró aliviado, pensando que su hija se casaría por amor
y no por compromiso. Mientras Alejandro pensaba en su hija, Sinuhe sonreía contenta, pensando en que todo
había salido como lo planeó.

MIENTRAS TANTO DENTRO DE HABITACIÓN*

-Hola...- dijo Lauren tan pronto vio que sus futuros suegros salían de la habitación dejándolas a solas.
-Hola - dijo Camila con timidez.
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-Yo um... quería hacerlo con calma pero.. tu madre me apresuró- Dijo rascándose la nunca, acto de su
nerviosismo.
-Entiendo perfectamente créeme- Dijo, y Lauren sacó la caja de terciopelo de su bolsillo y se arrodilló
frente a Camila sosteniendo su mano y mirándola a los ojos.
- Realmente quería que esto fuera en otras circunstancia; quería que estuvieras feliz por esto, que cuando
escucharas mi nombre tu corazón se acelerara, pero se que este no es el caso.- Dijo, sus manos temblaban
ligeramente y Camila no pudo evitar darse cuenta. - Aún así te prometo Camila que mientras estes a mi lado
daré mi vida si es necesario para hacerte bien, prometo no ser irrespetuosa y mucho menos abusiva, prometo
cuidarte incluso cuando mis heridas estén abiertas. - Camila no la amaba pero sintió seguridad y verdad en
todo lo que escuchaba. - Entonces aceptas este anillo como una señal de mi compromiso contigo. Cásate
conmigo Camila.- Camila no dijo nada, solo siguió mirándola.- Realmente no voy a ponerlo en tu dedo hasta
que escuche tu aceptación, porque como dije, nadie aquí estará encontra de tus elecciones.

- Acepto Lauren. Me caso contigo. - Habló tratando de que en su oración no se notara el dolor que sentía.
Lauren asintió con la cabeza aún sin creer que se iba a casar. Colocó el pequeño anillo en el dedo anular de
la chica, tan pronto como lo hizo se levantó. Camila miraba el anillo en su dedo incapaz de evitar los
recuerdos de cuántas veces había soñado con John pidiéndole que se casara con el. - Es bonito - Dijo
mirando la delicada Joya.

- Y sin embargo tu belleza eclipsa su brillantez. - Camila parecía avergonzada y Lauren suspiró. - Perdón.

- ¿Por qué?.
- No es que estés acostumbrada a ser alabada por una... mujer.- dijo molesta con ella misma.
- No se preocupe - Lauren asintió e intentó tomar las manos de Camila, pero esta retrocedió por instinto.
- Realmente quiero conocerte, no tienes que tenerme miedo. - le dijo dolida por el rechazo. - No te faltaré al
respeto ni intentaré besarte sin tu permiso, quiero que nos veamos y nos conozcamos, quiero que te sientas
segura a mi lado.
En toda su vida Lauren nunca estuvo involucrada con una mujer, aparte de besarse, no necesitaba saber que
era lesbiana, el hecho de que nunca se sintió atraída por hombres era suficiente para estar tan segura. A
pesar de esto, ella creía que cualquier mujer merecía extrema atención y cuidado. Eran joyas preciosas.
Estaba dispuesta a casarse con Camila incluso si la chica no la amaba, no es que fuera capaz de conseguir a
otra esposa e incluso si lo hiciera no quería otra que no fuese Camila. Pasaría todo su tiempo tratando de
hacer feliz a la mujer frente a ella, nunca se perdonaría a sí misma si negara el matrimonio y Camila fuera
arrojada a los brazos de algún ser sin escrúpulos y violento.
- Lo siento, simplemente no he aprendido a lidiar con esta situación, no se como comportarme con una

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mujer.- confesó tímida y Lauren la vio con adoración. Sacudió su cabeza.
- Tratame como te sientas cómoda ¿de acuerdo?.- Camila asintió y Lauren se inclino. - ¿puedo? - Camila
tragó saliva y asintió con tristeza. Luaren se inclinó y dejó un corto beso en su frente. - Que tenga un buen día
señorita Cabello.
Camila la miró sorprendida, estaba aliviada de que Lauren no la hubiera besado en la boca, pero sabía que
tarde o temprano eso sucedería. Agradeció mentalmente a Lauren por verse mucho mejor que los idiotas
brutos que se comprometían con las chicas y ya la trataban como una posesión.
Novia. Sintió que el peso de la palabra la golpeó con fuerzas, estaba comprometida y no era de John.

Capítulo 7
- Me voy yendo, tenga un buen día - Lauren le dijo a Sinuhe haciendo una reverencia rápida.

-¿Lauren, puedo hablar contigo?- Sinuhe la llamó, Lauren la miró y asintió. - Bueno... que pena ni siquiera se
como preguntarte.
- Solo dilo Sra Cabello.- Dijo sospechosamente, ya había descubierto la mentira de Sinuhe diciendo que
Camila también la quería.
-¿No podríamos vivir en la ciudad ? Emm... quiero decir, ahora que tu y mi hija están comprometidas creo
que sería mejor, incluso por su protección
-Protección.?
- Si querida. No quería preocuparte, pero tengo que cuidar de mi hija.- Bajó la voz - Hay un tipo que está
persiguiendo a Camila.
- ¿Por eso lloró ayer en la fiesta? - Lauren preguntó preocupada.
-Si, teme que la lastime, pero por favor no digas que yo te lo dije odia depender de las personas, incluso por
su propia seguridad.- Lauren se sintió más enojada de lo que debería.
-Empaca tus cosas hoy, enviaré por ti y se quedarán en mi casa en las habitaciones de huéspedes.- Le
informó - Y Sinu...- Suspiró. - No me digas el nombre de ese infeliz porque no se que sería capaz de hacer
con el, simplemente ingresa su nombre en las puertas para que su entrada esté prohibida en la ciudad y el
nunca molestará a Camila nuevamente. Les diré a los guardias sobre todo, solo esperarán su nombre.
- Oh Dios mío eres un ángel querida gracias.- dijo disimulando tanta emoción.-¿pero estas segura que
quieres que nos quedemos en tu casa? Podemos quedarnos en un hotel o algo así, además no quiero que
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digan que Camila ya está viviendo contigo antes de casarse.
-No se preocupe, mi casa es muygrande y tiene cuartos de huéspedes para todos. No dormiré con Camila.
- Bien. ¿puede la boda ser en una semana?.- Los ojos de Lauren se abrieron de sorpresa.
-¿Donde voy a conseguir quien nos case y haga los preparativos de la boda en tan poco tiempo señora?
- Querida estoy segura de que puedes hacerlo de alguna manera, eres la jefa de todos y confío en ti, ahora
discúlpame, tengo que hacer las maletas. - Lauren quedó sin argumento y solo asintió despidiéndose y
abandonando el lugar.
[...]
- Estas laca? ¿Que quieres decir con que en una semana?- preguntó Dinah incrédula.

-En una semana en un año, ella no me amará de todos modos Dinah, entonces ¿cuál es la jodida diferencia?
- No puedes estar tan segura de eso.
- Lo veo en sus ojos, ella tiene miedo de tomar mis manos.
-¿entonces por qué te vas a casar con con ella, criatura?

- Porqué nadie me amará como espero, ya me comprometí Dinah. Camila es dulce y si al menos puedo
asegurarme de que no sufra a manos de un idiota, no me importaría casarme con ella.
-Jenna te ama como mujer, si ella puede, Cualquier otra mujer también puede.
- Jenna solo dice que siente esas cosas porque vive conmigo desde que eramos niñas Dinah. Cualquiera que
no me conozca no sentiría nada.
- Por qué? Eres hermosa, rica, amable...cualquiera se enamoraría fácilmente.
- Nadie aceptaría eso por sus hijas, incluso si lo desean lo padres no lo autorizan. - Dijo Lauren- Me tragan
porque soy el Jefe de toda esta mierda, si mi padre no me hubiera dejado todo, ni siquiera se que hubiera
sido de mi.
- Lauren sigo pensando que es estúpido lo que estás haciendo.

- No lo haría ¿Satisfecha? Pero Dinah me suplicó, lloró, para que me casara con ella, no podía dejarla sufrir
así si yo podía hacer algo.
- No ere el jodido genio de la lámpara para dar deseos.- Ella habló inconforme.
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-Para ella si.- Dijo Lauren - pasé el último semestre del año viéndola de lejos, ahora al menos puedo tenerla
serca...
- Si quieres firmar tu sentencia de sufrimiento, bien, hazlo no diré nada más, ya te dije toda...
- Puedo entrar? - El momento se vio interrumpido por una voz y unos toques en la puerta.
- Si Ally?- Dijo Lauren mirando hacia la mujer que asomaba medio cuerpo por la puerta.
- Lamento molestarte pero Jenna te está llamando.

- Dile a tu hermana que ahora no pue...

-¿Es cierto que te vas a casar?- La voz delgada invadió el lugar corriendo el cuerpo de Ally que estaba en la
puerta.
-Jenna te dije que no hicieras eso.- Se quejó Ally.
- Necesito saber si es verdad. ¡Dime Lauren! - La chica flaca con cabello rubio hasta los hombros y baja
estatura lloraba.

Lauren suspiró y asintió.

- Si, me voy a casar y ella y su familia vendrán hoy aquí. Quiero que los trates con respeto, por favor
pequeña.

- ¡Nunca! - Grito -Ella te robó de mi, nunca los trataré bien.

- Ella no te robó nada Jenna, no soy tuya y nunca lo fui, te he dicho millones de veces que mi afecto por ti es
el mismo que siento por tu hermana y tu padre.
- Lo...- La mujer trató de abrazar a Lauren, pero esta le sostuvo las muñecas de la chica en alto, evitando tal
acto.
- Quiero que los trates con respeto, o tendré que sacarte de mi casa.

- Me expulsará por esa...

-¡Ten cuidado con lo que dices!- advirtió - Y nunca te expulsaría, solo te enviaría a mi granja.
- Ellas se comportará Lo, no tienes que hacer eso.- Ally intercedió por su hermana.
- Las odio - dijo Jenna irritada y se fue, Ally observó a su hermana moverse.
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- Perdón por eso Lo.- dijo Ally apenada, Lauren sacudió la cabeza antes de abrirle los brazos a Ally, quien
se acercó y abrazó a su amiga. - Felicidades por la boda mi ángel, ni siquiera sabía que te ibas a casar ya
que eres una amiga desagradecida que no me cuenta nada.- Dijo riendo.
- Gracias Ally, y no dije nada porque ni siquiera yo lo sabía.

-¿Como así?- preguntó saliendo de su abrazo.

- Lauren es una gobernada eterna Ally - Bromeo Dinah que se había mantenido en silencio.
-Respetame puedo bajar tu salario. - Dijo Lauren riendo y Dinah abrió mucho los ojos.
- Atrévete hacer eso y renunciaré a mi trabajo, entonces puedes ir y mandar a la jodida infantería. Quiero ver
como esos cabezas duras fracasan.- Lauren abrió mucho los ojos por solo imaginar tal cosa, sacudió la
cabeza.
- Puedes estar a cargo de ellos.- Dijo y Dinah sonrió satisfecha.

-Todavia quiero saber por qué le dijistes a Lauren que es una gobernada eterna.- Habló Ally y Lauren
suspiró.
- Bueno...- Y pasaron las siguientes horas contándole a su amiga, siendo interrumpida todo el tiempo por
Dinah.

Capítulo 8
- Llegaron señorita - informó el Sr Jerry

- Gracias tío- Lauren agradeció al hombre que llamaba tío por consideración de los años de amistad de su
familia. Se dirigió al frente de su casa y se detuvo cuando vio a Camila más hermosa que nunca, con su
vestido verde esmeralda y blanco que resaltaba su delgada silueta, tenía el pelo suelto que caía como
cascada sobre sus hombros, y su aspecto tímido como siempre.
- Hola! - Dijo Lauren extendiendo su mano hacia Camila, para ayudarla a salir del carruaje. Camila dudó en
tomar su mano, sin embargo al ver que necesitaría ayuda para bajarse debido al vestido, estiró su mano
izquierda chocando con la de Lauren. El calor de la mano de Lauren le transmitió una extraña seguridad a
Camila que se sintió extraña por tal acto.

- Hola - Respondió Camila y Lauren sonrió ayudando a su futura esposa a bajar.

- Ally le mostrará a tus padres donde está su habitación, y bueno luego vendrá a mostrarte la tuya.- Dijo.
Ella no quería mostrarle la habitación porque no quería asustar a la chica. Camila asintió con la cabeza.-
Mientras tanto puedo mostrate la casa ¿qué dices?.

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- Si, puede ser. - Dijo soltando la mano de Lauren tan pronto como estuvo a salvo en el suelo.

- Bueno entonces ven conmigo - Camila se mordió el labio inferior y miró a Lauren. - Podrías olvidar por un
segundo que nos vamos a casar? Ayer estabas más relajada y no parecía que el gato te hubiera comido la
lengua.- Dijo Lauren sonriendo.
- No puedo olvidar que nos vamos a casar, Lauren es una boda. - Dijo seria. - Ayer eras una extraña a la que
le hablé de cosas al azar y con la que arrojé piedras al río, y hoy eres mi prometida.
- Perdón- Dijo Lauren torciendo la esquina de su boca.
- Creo que hubiera sido más amable de tu parte si me hubieras dicho que pedirías mi mano.- Habló cruzando
los brazos y Lauren frunció el ceño.
- Pero yo no...
- Bueno, Bueno... pero mira a quien tenemos por aquí. - Jenna las interrumpió. - La pequeña novia de
Lauren.
- Hola - Dijo Camila sonriendo cortésmente y Lauren miró a Jenna con una mira de advertencia.
- Hola querida - Dijo sonriendo falsamente. - Soy Jennifer, solo vine a presentarme no quiero molestarte.
Espero que disfrutes tu estadía aquí, hasta luego Camila, hasta luego Lauren.- Dijo acercándose a Lauren y
dándo un largo beso en la mejilla de la chica. Camila notó la expresión sensual en el rostro de la muchacha
al pronunciar el nombre de su novia y frunció el ceño.

- Nos vemos.- dijo Lauren alejándose de la chica. Camila respondió con solo un movimiento de cabeza.
- Parecen ser muy íntimas ¿eh? - preguntó Camila.

- Si ella es hija de unos de los hombres que trabajan para mí padre, ella es la hermana de Ally, es decir ella
creció aquí.
- ah...- es todo lo que dice Camila. - Bueno intentaré actuar como si el gato no se hubiera comido mi lengua
entonces. - dijo riendo - y como es tu vida?
- Soy el comandante de la ciudad. Dirigí la caballería cuando tenía diecinueve años, pero mi padre falleció
cuando yo tenía veinte y bueno como soy la única heredera...
- Lo siento mucho - dijo Camila - ¿y tu madre?.
- Ella es una prostituta.
- Lauren no seas grosera con tu madre solo por desacuerdos pasados - Lauren se río cuando escucho a
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Camila.
- Oh no. Ella era realmente una prostituta. Cuando mi padre descubrió que estaba embarazada decidió
hacerle la prueba y confirmó que yo era su hija, así que me tomó de mi madre y me cuidó.
- Ella falleció también?.
- Nunca supe nada de ella. Solo que se llamaba Clara.
- Comandante, las tropas enemigas lanzaron fuego contra el zeppelin del norte.- Normani que trabajaba en la
caballería entró apresuradamente al lugar, advirtiéndole a su comandante de lo que había sucedido.
- Oh mierda Aguirre no se rinde, ¿verdad?.- Dijo Lauren irritada- ¿no tendré paz ni un solo día?- Gritó -
Mantengan la misma estrategia de la última vez y diga que estoy en camino.
- Como ordené comandante- dijo la mujer de piel negra, desapareciendo de la vista de ambas mujeres.
- Camila lo siento pero realmente tengo que irme. Espero que te guste tu habitación, nos vemos pronto.- y
después de un beso en la frente de Camila, corrió hacia su caballo. La más joven estaba parada allí
asimilando la forma en que Lauren parecía ser una persona totalmente diferente cuando se trataba de su
trabajo. Ella deseaba internamente que nunca fuera tan dura con ella.

- No te preocupes, ella comería mierda por ti.- Dinah dijo sobre su caballo, como si pudiera adivinar los
pensamientos de la chica más joven. - Ella no te hará daño, ahora discúlpeme futura cuñada pero tengo
algunas mandíbulas que romper- tiró de la arrienda del caballo y salió cabalgando muy rápido.

- Lauren se ve muy bien en la cama ¿eh? Parece ser el tipo de persona que te sostiene fuerte, y se pone
ardiente, duro ¿no crees?.- La voz ya conocida por Camila apareció en el lugar. Camila se congeló cuando
escucho eso, seguramente tendría que acostarse con Lauren para consumar su matrimonio, pero prefirió
imaginar que la chica era dulce en lugar de bruta.

- No se pero de cualquier manera si ella es buena en la cama o no, no es asunto tuyo, porque es conmigo con
quien se va a casar. Así que creo que es mejor que deje de tener ese tipo de pensamiento sobre mi
prometida, es bastante inapropiado.- dijo, nunca hablaría con nadie así y tampoco estaba celosa, solo era
que la chica que estaba parada allí estaba tratando de provocarla y que estaba loca por Lauren. No amaba a
Lauren, ni siquiera se imaginaba tales cosas con ella.

- Todavía espero que no puedas manejarlo y ella venga corriendo a mis brazos en busca de consuelo, ¿sí me
entiendes no?.- dijo moviendo las cejas sugestivamente.
- Si ahora no a corrido por ti, ¿por qué crees que correría ahora? No sueñes.- dijo Camila con tono de burla.
- ¿Querida quien te asegura que ella nunca corrió hacia mi?.- Camila quedó sin argumentos, abría la boca
varias veces pero nada salía. Jenna simplemente le dio la espalda y se alejó.
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Camila apretó la mandíbula e hizo una nota mental para preguntarle a Lauren si alguna vez había tenido algo
con Jenna, solo para evitar quedarse sin palabras frente a esa imbecil.

Capítulo 9
- Use algo atractivo querida, Lauren regresará hoy según Allyson y no quiero que renuncie a la boda.-
Camila sonrió internamente pensando en la hipótesis, pero pronto recordó que si no se casaba con Lauren
sería con alguien más.
Habían pasado dos días desde que Lauren se fue y Camila nunca había estado tan feliz por eso. No es que
estuviera asqueada ni nada por Lauren, simplemente no podía soportar el hecho de que se iba a casar. Había
pasado minutos incluso horas hablando con la chica del río, pero no podía soportar ni diez minutos con su
novia. Eran la misma persona, pero en la primera no había peso de una boda.
- Sabes que después de la boda tendrán que mudarse ¿no?- preguntó Camila a Sinu.- Solo están aquí para
confirmar que Lauren no me hará nada antes de la boda. Pero por tradición no deberías vivir con nosotras.-
Sinuhe la miro seriamente.

- La casa es enorme...pero lo sé. Voy a pedirle a Lauren que me compre una casa en la ciudad.
- Lauren no es tu banco.- dijo Camila irritada.
- Me alegro que pienses eso. Al menos sonríe cuando te feliciten por la boda, porque llevas una cara que da
a entender que no te interesa para nada.
- ¿Por qué haces eso? Solo en las aldea hay chicas lo suficientemente mayores como para casarse. Aquí la
mayoría es libre de decidir con quien y cuando casarse.
- Estamos haciendo esto por tu bien hija.
-¿Mi bien? Solo acepté este acuerdo matrimonial por la traición de John. Ni siquiera les importaría que
pudiera ser una pervertida asquerosa y desagradable. Si no me amenazaras no habría aceptado casarme con
Lauren ¡no la amo!.
- Ella te proporcionará la vida de una reina. Después de que esta fase de tu apasionado soñador termine y
madures, me agradecerás por lo que estoy haciendo.- Camila resopló, se estaba molestando.
-¿dónde está mi papi?- Decidió cambiar de tema para no enojarse más.
- Con el ex administrador.
- Jerry?.
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- Si. Parecen tener asuntos interminables. - Dijo la mujer sonriendo con satisfacción.

- Mila?- La voz de Ally llenó el gran salón.

- Iré a dar un paseo por el jardín para que estén cómodas hablando. Permiso.- Dijo Sinuhe antes de irse.

- Rosalía hizo unas deliciosas galletas y yo me las robé. - Dijo revelando la caja de galletas en sus manos.
La risa de Camila le pareció adorable a Ally.
- Estas loca, siéntate aquí que quiero probar.- Ella habló emocionada.
En estos dos días de ausencia de Lauren, Ally y Camila se hicieron muy unidas ya que pasaban el día
hablando y riéndose de cosas al azar. Camila se sintió muy cómoda con la chica y sintió que podía confiar
en ella.
- Oye, no te comas todo. Traje para las dos.- Se quejó Ally mirando a Camila que devoraba las galletas.

- Perdón. - Dijo con la boca llena usando su mano derecha para cubrirse la boca. Terminó de comer y
continuó.- Soy adicta a cualquier cosa dulce.
- Lauren también, entonces se matarán para ver quién recibe los dulces.- Dijo y Camila dejó de sonreír de
inmediato. Solo escuchar el nombre de su novia la trajo a la realidad.- No deberías estar tan molesta por
casarte con ella. Ella es maravillosa y te tratará como a una reina.
- Me han dicho eso pero...- suspiró.- No la quiero.
- Mila...- Ally fue interrumpida por el sonido de algo rompiéndose.- Creo que Lauren esta aquí.
-¿Cómo sabes?.

- Se están rompiendo cosas dentro de la biblioteca. Solo puede ser ella.

-¿Por qué rompería las cosas ahí.?
-¿Quieres ir a descubrirlo?.- Camila quería decir que no, que no quería correr riesgo, pero la curiosidad
hablaba más fuerte. Se puso de pie y se despidió de Ally, luego fue a la biblioteca ya Ally le había mostrado
toda la casa por lo que no tendría problemas para encontrar el lugar.

-Lauren?.- Llamó sutilmente después de dejar tres golpes en la puerta.-¿Puedo entrar?.

-No creo que sea buena idea Camila.-Por el tono de su voz Camila se dio cuenta de que Lauren estaba
llorando y sin entender realmente lo que le pasaba decidió abrir la puerta de todos modos.
Se encontró con jarrones rotos y libros arrojados por todo el lugar, pero lo que llamó su atención fue ver a
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Lauren inclinada sobre el sofá con la cara entre sus manos, lo qué hacía que no fuera visible su rostro.
Lauren levantó la vista cuando escuchó que se cerraba la puerta y encontró a Camila. La más pequeña notó
los ojos hinchados, las mejillas rojas y las lágrimas en el rostro de Lauren.
-¿Que pasó?.- Preguntó acercándose.
-Algo en el trabajo, lo siento no deberías verme así.- Dijo secándose las lágrimas.-¿Cómo estás, te has
acostumbrado a la casa?.- Preguntó Lauren forzando una sonrisa.
-Sí. Pero no vine hablar de mi. ¿Que ta pasó a tí? ¿Por qué estabas llorando?.- Preguntó ahora frente a su
novia.

-Fue por la pequeña batalla que tuvimos. - le confesó.

-¿Perdieron?.
- No la batalla.- Camila frunció el ceño.
-¿Cómo así?.
-Dos de mis hombres murieron eran...eran buenas personas.- dijo con un hilo de voz.- No debieron... Era
todo mía... La culpa era...- El hipo comenzó a escaparse de la garganta de Lauren inevitablemente.- No pude
hacer nada para ayudarlos Camila, absolutamente nada.- Camila sintió que su corazón se hundía cuando vio
la fragilidad de la chica en relación con esto.

- Ey...- Tomo las manos de Lauren tentativame.- No fue tu culpa. No puedes llevar a todos tus hombres a tus
espalda, sabían lo que les podía pasar cuando se unieron.
- Pero murieron para salvar mi vida.- Dijo Lauren llorando. Camila se sentó a su lado y no pudo resistir
tomar a Lauren de los hombro y acomodarla sobre su regazo, comenzando a acariciarle el cabello para
calmarla.
- Lo sabían. Y si lo hicieron fue porque creyeron en ti como líder.- Lauren miró a Camila quien en ese
momento solo quería que su futura esposa dejara de llorar.
- ¿Tu crees?.- Camila le dio una leve sonrisa y asintió.
- Claro que sí.- Y después de eso no dijeron nada más. Se quedaron en la misma posición durante unos
minutos, Camila acariciaba el cabello de Lauren y al mismo tiempo hacia un camino de caricias desde su
cabello hasta sus pobladas cejas y de igual forma a los ojos llorosos de Lauren para limpiarle así las
lágrimas, mientras esta se permitía llorar en el regazo de su novia.

-Lauren?.- Se escuchó un golpe en la puerta y un bajo "puede entrar" de Lauren que se incorporó de nuevo
en el sofá permitiendo así que entrara Dinah.- Perdón por interrumpir solo vine a preguntarte si quieres que
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Insideofmysoul
yo vaya y anuncie a sus familias sobre... Ya sabes.- Dinah odiaba todo esto porque sabia que Lauren se
sintia devastada cada vez que uno de ellos moría. Lauren siempre negaba la oferta de Dinah siempre decía
que ella misma anunciaría a las familia.

Se sentía obligada hacerlo.

- No.- Lauren negó un poco más tranquila.- Yo misma iré es lo menos que puedo...- Su garganta se cerró y
más lágrimas salieron de sus ojos.
- No vas a ir a ningún lado.- Camila en un golpe de valentía y coraje dijo de inmediato.- Puedes ir a decirles
Dinah, quiero decir si no es incómodo.

- De ninguna manera.- Dijo Dinah de inmediato.

- Pero yo...

- Pero nada. Estas agotada tanto física como emocionalmente. - Dijo Camila.- Ahora te costarás es mi regazo

y continuaré acariciandote el cabello hasta que te calmes. Luego subirás y tomarás una ducha para después
comer y luego descansar.- Camila no sabía de dónde había salido esto, solo sintió la necesidad de proteger a
Lauren.
- Esta bien.- Dijo Lauren resignada y recostando su cabeza en el regazo de la menor. Dinah que veía la
interacción entre ambas sonrió por la escena. Esta chica definitivamente le haría bien a Lauren y verlo
confortaba su corazón.

-Ok, con su permiso.- Dijo Dinah dejando a las dos mujer solas de nuevo. Camila continuó con sus caricias
y minutos después escuchó el ligero ronquido de la ojiverde, dándose cuenta de que definitivamente se había
quedado dormida.

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 Capítulo 10
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by RouxPa

-¿Cómo está ella?- Preguntó Dinah entrando a la habitación de Lauren. Ya estaba de noche y el frío estaba
más presente que de costumbre.
- Ella está bien, dormía en mi regazo pero la desperté y la hice ducharse y comer algo. La acompañé aquí y
luego se quedó dormida, agotada de todo lo que sucedió.- Explicó Camila cruzando los brazos debido al
frío.
- Gracias.- Dijo sinceramente Dinah.- Ella siempre se ve terrible cuando esto sucede.
-Siempre?.- Preguntó Camila sorprendida y Dinah asintió con tristeza.

- Si.- Habló suavemente cuando vio a Lauren moverse en la cama.- Puedes irte si quieres, me quedaré aquí
con ella unos minutos más y luego iré a mi habitación también.- Camila dejó caer su mirada sobre el rostro
de su novia y asintió a Dinah.

- Realmente te lo agradecería. Si mi madre descubre que estaba sola con Lauren en su habitación ni siquiera
se que podría hacer.
- Que descanses.- Dijo Dinah apoyando la idea de Camila. No se vería bien que estuvieran solas en la
habitación sin antes casarse.
- Gracias Dinah y para ti también buenas noche.- Dijo mirando de nuevo a su novia. Quería besarle en la
frente pero decidió no hacer nada.
[...]

-¿¡Que quieres decir con que Camila se va a casar!?.- Gritó un hombre totalmente enojado.- Ella no puede
hacerme esto. Se suponía que debía casarse conmigo.- Habló el hombre a su hermana.
- lo siento. Pero todos en la alde y en la ciudad solo pueden hablar de esta boda.- Informó la joven.
- Por eso no me ha venido a buscar estos días.- Dijo aturdido por la noticia. - Bueno, voy a ir a su casa y no
me importan que me vean sus padres.- Dijo tomando su sombrero y poniéndolo en su cabeza.
- Se mudó a la ciudad. - Advirtió la joven.
- Iré allí entonces. - Insistió determinado.
- Tu entrada está prohibida John. Sinuhe pidió advertirte que no perdieras el tiempo.- Dijo la chica con
pena.

- Necesito encontrar un camino.- Dijo sintiendo las lágrimas calientes corriendo por su rostro.- No puedo
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 dejar que se case con otra persona. Se que ella está enamorada de mi.- Se secó las lágrimas de inmediato no

quería parecer débil frente a su hermana, pero la verdad era que se sentía lastimado.-¿Cuando es la boda?.
- Dijeron que en cinco días.- Parker abrió mucho los ojos en estado de shock desacreditando lo que había
escuchado.
-¿qué?.- preguntó aturdido.-Tienes que ir a verla Anny necesito que le des un mensaje a ella. Por favor. -
Dijo desesperado arrodillandose frente a su hermana. La chica respiró hondo y sacudió la cabeza en
negación.

-Se casará con la comandante, ni siquiera estoy tan loca para interferir en algo así, además ustedes solo han
estado salido durante tres meses John. Entiende que se acabó hermano, solo sufriría más si ella todavía
estuviera aquí, su madre nunca dejaría que ustedes dos se casaran.- la chica hablo preocupada por su
hermano.
- Maldita sea su madre. ¡YO LA AMO!.- exclamó sintiendo rabia por Sinuhe.- Por favor.- insistió
desesperado. Anny sintió como si mil cuchillos se hubieran clavado en su cuerpo, pero necesitaba que su
hermano olvidara a Camila.
- Lo siento John, pero esta ves no.
[...]

Lauren abría los ojos sintiendo que todos los músculos de su cuerpo se quejaban. La luz que entraba por las
ventanas de su habitación molestaba su visión. "Ally probablemente vino" pensó.

Se sentó en la cama y se restregó los ojos, pasó sus manos por su cabello poco después. Estaba confundida
por la imagen de Camila cuidándo de ella ¿fue un sueño? Era lo que se preguntaba.
Se levantó, se estiró y se fue a duchar antes de bajar a desayunar.
[...]

- La bella durmiente finalmente despertó.- La voz de Dinah estaba presente. Lauren se echó a reír cuando se
acercó a la mesa y vio a su amiga golpear la mano de Camila cuando fue a buscar el último pedazo de
pastel.
- Dinah! Se gentil. - Dijo Lauren ya sentada al lado de su novia en la mesa. Ally y Jenna también se sentaron
con ellas. Sus suegros preferirían desayunar al aire libre.
-¿Estas mejor?.- Camila le susurró suavemente a Lauren quien sonrió tontamente por la preocupación de la
chica.
- Estoy bien.- Respondió sonriendo.-¿Cuantas horas dormí.?

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- Casi diecinueve.- informó Camila y Lauren abrió muchos los ojos.
-Oh Dios mío. Ally...
-He visto todo para tu boda, no te preocupes.- la calmó la chica riendo.

-Bien. ¡Rosalia!- Llamó Lauren y luego apareció la mujer de ojos verdes y sonrisa tranquila.- Traiga más
pastel a la mesa. No quiero peleas por la comida.- Dijo mirando a Dinah que se comía el último pedazo de
pastel en silencio.
-¡si señorita.!- Dijo la mujer mayor saliendo del lugar.
-JUEGO DE VERDAD.- Gritó Dinah y Ally aplaudió haciendo que Camila las viera confundidas.
- Comienzo yo. ¿Es verdad que alguna vez llorastes por alguien estando borracha.?- Preguntó Ally.
-¡No Vale! Le di la idea.- Protestó Dinah.

- Si pero yo comencé el juego ¿eh?ahora contesta.

- Es verdad.- Contestó molesta.- Jauregui
-Yo...

-¿Es cierto que has pasado horas al lado del río ayudando a las hormigas a salvarse.?
-Dinah!.- Dinah se echó a reír le encantaba hacer que su amiga se sintiera avergonzada por cosas que sabía
sobre ella.
-Estoy esperando.
-Es verdad.- Confesó haciendo pucheros y totalmente sonrojada. Camila la encontró totalmente adorable,
tanto el puchero como el color carmesí que se apoderó del rostro de Lauren. Terminó recordando un
momento en que había salido a caminar con John por el río y encontraron un rastro de hormigas, el insistió
en querer aplastar varias hormigas y solo se río diciendo que morirían pronto de todos modos. A pesar de la
gran diferencias de actitudes Camila seguí enamorada de John y era inevitable no extrañarlo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó su nombre.

- Disculpen?.
- Te pregunté si es cierto que duermes con tus medias incluso cuando hace calor.?- Le repitió la pregunta al
ver que estaba distraída en sus pensamientos.

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- Dios mío no.- Respondió riendo débilmente. La verdad es que Camila no estaba feliz de estar ahí, pero al
menos lo intentaría.
- Tu turno. Tienes que elegir a alguien entre nosotras y preguntarle si es verdad o no.
- Esta bien... déjame ver.- Dijo pensativa pasando su mirada por cada una de las mujeres que estaban en la
mesa.- Ya se. Será a Lauren.

-Bien!.- Dijeron Ally y Dinah festejando que no fue a ellas haciendo que Jenna ponga los ojos en blanco
fastidiada.

- ¿Es verdad que te quedabas con Jenna en su habitación.?- Lauren se atragantó con su propia saliva y abrió
muchos los ojos. No entendía por qué su novia le hizo esa pregunta, pero le respondería con la verdad y sin
problemas.
- Bueno... por supuesto que no, Jenna es como una hermana para mi.- Camila miró a Jenna y sonrió con
satisfacción. Nadie más entendía la batalla entre sus ojos con los de Jenna. Pero esta vez fue Camila la que
ganó si duda.

Capítulo 11
Habían pasado unos pocos minutos desde que Camila ha estado viendo la imagen de Lauren balanceándose
sobre una cuerda en el jardín. Llevaba ropa ligera y fresca ya que el día estaba caluroso, esto facilitaba lo
que estaba haciendo. Camila dudaba en querer acercarse, le gustaba la compañía de Lauren pero solo como
amiga y el miedo de que si lo hiciera causara que cualquier atmósfera de tranquilidad cayera a la tierra solo
porque recordaran que no eran solo amigas sino novias. Tomó un poco de coraje por la presión de su madre
de conocer mejor a su novia, y cuando se encontró aburrida y curiosa por lo que Lauren estaba haciendo
decidió caminar hacia la mayor.

-¿Como lo haces?- La voz risueña de Camila hizo que Lauren perdiera el equilibrio y se pusiera de pies.- Te
asusté lo siento, no fue mi intención.- Lauren solo sonrió y sacudió la cabeza frenéticamente.

-No no! Está todo bien.- Respondió riendo.-¿qué pasa con tu primera pregunta de... como hago qué?-
Preguntó frunciendo el ceño.
-Equilibrarte ahí sin caerte.- Respondió sonriendo.
- Bueno fue mucho tiempo de práctica hasta que logré esta hazaña.- Una hermosa sonrisa adornaba sus
labios.

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- Bueno apenas puedo pararme sobre mis pies, imagina en una cuerda.- dijo riendo.
-Pues bien ya veremos.- Dijo Lauren extendiendo su mano hacía camila, quien abrió los ojos un tanto
temerosa.
-Oh no Dios no quise decir...no creo que pueda...yo...
- Vamos lo peor que puede pasar es que te caigas, pero no dejaré que te lastimes.- Camila suspiró asintiendo
sentándose en el piso y quitandose los zapatos de sus pies. Luego se levantó y tomó la mano de su prometida.
- Bien. ¿Que hago ahora?.- ella preguntó.
- Solo sube y mantente enfocada y erguida, concéntrate en el momento y no dejes que tus preocupaciones te
pesen ahora.
-¿Por qué haces esto?.- preguntó curiosa Camila.-¿Para olvidar los problemas?.- Lauren se río antes de
responder.
- Si también, pero también lo hago para aprender a equilibrarme es bueno mantener tu cuerpo en equilibrio
en tiempos de guerra. Perder la cabeza podría ser peligroso. - Aclaró. - Ahora dame tu otra mano.
-Creo que no será una buena idea.- Camila dijo con temor y duda.
- Obviamente al principio no podrás equilibrarte, pero lo importante es intentarlo.- Camila se mordió su

labio inferior antes de finamente darle su otra mano a Lauren.

- Ahora has lo que te dije.- Camila asintió poniendo un pie en la cuerda y empujandose con el otro. Su
cuerpo se balanceaba de lado a otro pero el apoyo de Lauren no la dejó caer. Finalmente se ajustó en
posición recta y sintió la mano de Lauren colocándose lentamente sobre su cintura, colocó un pies frente al
otro dando su primer paso.

- Se siente bien - Dijo Camila aún concentrada.

- Ahora te voy a soltar y bueno probablemente te vas a caer.- Lauren dejó escapar una pequeña risa de su
garganta.- Pero lo importante es tratar de permanecer ahí el mayor tiempo posible.- Camila asintió y Lauren
lentamente comenzó a soltar su agarre. El cuerpo de Camila comenzó a tambalearse y ella abrió lentamente
sus brazos para equilibrarse y evitar caer, pero era inevitable. Al ver esto Lauren corrió y se abrazó al
cuerpo de Camila, sosteniendo su pequeño cuerpo que cayó torpemente sobre el de ella. Ella perdió el
equilibrio pero logró evitar que el pequeño cuerpo de su novia no tocara el suelo.

Una risa hizo que Lauren se diera cuenta que Camila no se había sorprendido por la caída. Durante unos
segundos se vio atrapada por el sonido armonioso que se escapaba de la más pequeña y sin darse cuenta
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sonrió. Camila por otro lado no se había visto ligera durante varios días y por primera vez desde que se
comprometió se encontró a gusto con Lauren.
- No creo que sea buena en esto.- Ella dijo y Lauren se humedeció los labios y la liberó del contacto para no
avergonzar a la joven le encantaba verla tan despreocupada.
- Lo hicistes mejor que yo. La primera ves que me caí me torcí la muñeca.- Confesó riendo.
- Porqué probablemente no tenías una novia para salvarte de la caída.- Dijo Camila naturalmente y Lauren la
miró con miedo, pero cuando vio que Camila no se había congelado cuando dijo esa palabra suspiró
aliviada.
- Ciertamente no lo había.- Dijo riendo.- Bueno...- Dijo trepando la cuerda y caminando tranquilamente
sobre ella.- Ahora ya no la necesito. Creo que fui lo suficientemente buena ¿eh?.- Dijo moviendo las cejas
de manera convencida y Camila frunció el ceño todavía riendo.
- Estas presumiendo de mi?.- Preguntó y Lauren palideció al pensar que había hecho algo mal. Pero Camila
soltó una risita y Lauren comenzó a respirar normalmente.-¿Solo porque soy un desastre? Bueno Jauregui...-
Camila empujó a Lauren de la cuerda haciéndola perder el equilibrio y cayó de espaldas al suelo.
Camila se río y Lauren entrecerro los ojos.
-Oh mal hecho...ahora me las paga señorita cabello.
- No Lauren! Por favor...- Dijo riéndose mientras comenzaba a correr mientras veía a Lauren pararse y
caminar hacia ella.- Por favor...- Corrió hasta que sus pulmones le advirtieron que no podía más. Sintió los
brazos de Lauren a su alrededor y suspiró hondo para respirar, el echo de que ella se riera demasiado le
hizo imposible respirar adecuadamente.

- Ahora me las pagas.- Los ojos de Camila se abrieron de sorpresa al sentir que levantaba su cuerpo. Lauren

la sostuvo con una mano detrás de sus rodillas y otra detrás de su espalda. Cuando sintió que la empezaba a
girar cerro los ojos rápidamente.
-Odio girar me pone enferma.- Dijo suplicando.
- Yo sé, me lo dijistes el día en que nos conocimos.- Confesó riendo.- Dije que me la ibas a pagar.
- Por favor Lauren... ¡Para!- Dijo escondiendo su rostro en el cuello de Lauren, y tan pronto como lo dijo
sintió que los movimientos se detenían.
-Sus deseos son órdenes para mi señorita.- Dijo sonriendo. También se sintió un poco mareada pero no le
importó. Camila respiró hondo inhalando la fragancia dulce del cuello de Lauren y cuando sintió que todo su

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cuerpo temblaba la mujer mayor decidió colocar a su novia en el suelo.- Castigo aplicado.- Dijo sonriendo.
- Idiota.- Camila dijo haciendo un puchero.
-Disculpe por eso, bueno creo que será mejor que entremos ahora, ya esta oscureciendo. - Camila solo
asintió sin decir nada más durante el camino.
Esa fue la primera noche que no recordó a John.

Capítulo 12
-¡Por el poder que me conceden. Yo las declaro unidas en matrimonio.!- Dijo el hombre haciendo que todas
las personas presentes aplaudieran de pies.
Los días previos a la boda estuvieron ocupadas, las mejores costureras de la ciudad habían sido convocadas
para hacer las prendas para las novias y familiares y padrinos de la boda. Se contrataron las mejores casas
de decoración incluida las responsables de la porción de comida y bebidas. Las invitaciones se enviaron un
día después de que Lauren se comprometiera, todos estaban sorprendidos por la proximidad de la fecha pero
nadie se atrevió a disputar o incluso perderse un evento de tanta importancia. Con letras en el mismo tono de
la decoración de la fiesta, predomina el lila y el blanco en las letras del sobre de tamaño medio.

En el gran patio del jardín de su gigantesca casa donde se celebraba la boda, habían flores violetas por
todas partes que combinaban con los detalles de los vestidos de las novias. Camila llevaba un vestido largo
de seda blanca con ligeros detalles lila en los bordes. El cabello tenía dos cintas atadas hacia atrás con el
resto del cabello cayendo sobre sus hombros en rizos. Se colocó un pequeño velo blanco transparente sobre
su cabello haciéndola más delicada físicamente.

Luaren llevaba un vestido un poco más ajustado a su cuerpo con detalles de encaje que alternaba también
entre blanco y lila. Su cabello tenía un lindo moño, sus pendientes dorados en oro en las orejas a juego con
su sutil gargantilla.

Camila había llorado como una niña el día de su boda tan pronto como se despertó. No amaba a esa mujer,
no estaba en un lugar familiar, había cambiado bruscamente su estilo de vida y aunque sus compañías no
eran malas a excepción de Jenna, se sentía sola. Extrañaba las amistades de su pueblo y el factor principal
de su llanto seguía siendo John.

"John" ese sinvergüenza que la engañó cruelmente. Si tan solo no estuviera casado no lo pensaría dos veces
antes de proponerle que huyan a algún lugar donde puedan ser felices, sin embargo el destino le jugó el peor
truco, la hizo enamorarse de un bastardo mentiroso.
- Ahora puede besar a la novia.- El juez informó haciendo que Camila mirara temerosamente a Lauren quien
se acercó a ella.
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- Ahora esposa.- y tomó sus manos susurrando un "Lo siento" antes de inclinarse y probar la unión de boca
más esperado de todo el lugar.
Los labios de Camila eran suaves y delicados para Lauren haciendo que su corazón golpeara frenéticamente
contra su pecho. Por otro lado rompiendo todo lo que esperaba, Camila no sintió asco ni nada de eso, por el
contrario se sintió extrañamente bien cuando sintió los labios de Lauren sobre los de ella. Era una nueva
sensación de que allí era donde pertenecía. Su estómago se revolvió pero por un corto tiempo ya que Lauren
hizo que sus labios se rozaran por un tiempo más.

Se escucharon gritos junto con aplausos y silbidos. Lauren le sonrió torpemente a Camila antes de extenderle
la mano y comenzar a caminar por el pasillo donde le arrojaron una lluvia de arroz a la pareja más joven y

rica de la ciudad.
La fiesta fue extraordinaria y ciertamente no había nadie para quejarse de nada. Todo fue absolutamente
impecable.
- Felicidades comandante. - La bella mujer de piel negra, felicitó a Lauren quien sonrió y abrazó a su amiga.
- Gracias Mani, gracias.
" Ahora ha llegado el momento más esperado, el primer baile de novias"

Sus ojos recorrieron el lugar buscando de dónde venía la voz por el altavoz.
Lauren sonrió torpemente y vio a Camila siendo empujada por su madre al centro del lugar, decidió hacer lo
mismo tocando la mano de su ahora esposa mientras que la otra se acomodó en su espalda baja. La música
lenta comenzó a sonar y la pareja comenzó a moverse al compás de la melodía.
Eran solo ellas dos en la pista de baile mientras todos los ojos estaban puestos en ellas.
- ¿Podrías... podrías fingir ser feliz.?- preguntó Lauren mirándola con cierta tristeza.- Solo por hoy- dijo en
susurro devastado. Camila la miró y no dijo nada.- Por favor...
-Mi...- Se aclaró la garganta.- Mis padres ya llevaron sus cosas a un hotel.- Dijo tratando de cambiar el
tema.
-Dije que no tenían que irse.- Dijo Lauren sorprendida. - Les daré una casa mañana.
- Prefiero que se vayan.- Confesó Camila sonriendo suavemente.- No me malinterpretes, si solo fuera mi
papá estaría bien, pero mi mamá es un poco... demasiado controladora.
- Ya veo.- Dijo Lauren girando a Camila antes de pegar sus cuerpos nuevamente.- Por cierto... te ves

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hermosa.- Camila se sonrojo y le dio una sonrisa tímida.
- Tu también.
-Hmm ya estás avergonzando a tu esposa, esperen la noche de bodas ¿eh?.- Dinah dijo interrumpiendo el
baile de las novias fingiendo una risa mientras miraba la reacción de pánico en el rostro de Camila. Olvidó
que debía tener cuidado con lo que decía cuando Lauren no estaba sola, siempre era juguetona con su amiga
y a veces le pasaba eso, para muchos podía sonar muy irrespetuoso tratándose de la comandante, pero
ningunos sabía que Dinah era así siempre cosa que Lauren le desprendía.
- Dinah!.- La regañó Lauren.

- Lo siento flaca solo estaba bromeando.- Le dijo a Camila.- Tu baile terminó ¿me prestas a tu bella esposa
por unos segundos?- Camila asintió girándose y saliendo de la pista de baile, demasiado sorprendida para
decir algo.

- No podrías haber cerrado esa maldita boca?- Lauren se quejó tomando las manos de su amiga para
comenzar a bailar con ella.

-¿Fue tan malo.?- Preguntó Dinah mirando caer los hombros de amiga.
- Si aceptar mi beso en el momento del "puedes besar a la novia" fue un sacrificio para ella, imagina
escuchar sobre la noche de bodas.- Dijo tristemente.
- Te lo dije.- Alerta molesta.
- No me arrepiento más bien yo... yo no la forzaría, no seré como cualquier idiota que pudo haberla
golpeado o violado.
- No discutiré eso contigo otra vez- Dijo.- Solo deseo que encuentres paz y la felicidad que mereces Laur
porque eres la mujer más honrada que conozco en mi vida- Dijo haciendo que su amiga la abrazara de
inmediato.- Simplemente no le digas a nadie que te dije eso. Soy demasiada cool ¿Sabes?.- Y al escuchar la
risa de su mejor amiga supo que todo estaría bien a pesar de los problemas

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Capítulo 13
Como es habitual en todas las fiestas de los miembros del ejército y familias nobles la celebración duró
largas horas. Lauren estaba sentada en la silla más grande del lugar destacandola por ser la novia, Camila
estaba sentada en su regazo de una manera educada sin faltar al respeto solo por tradición. La leyenda dice
que la pareja que se sienta en esa silla serían feliz por toda la eternidad, algunas parejas se sentaron ahí al
principio para prolongar su relación si es posible por toda la eternidad según la leyenda. A lo largo de la
década la gente a convertido estas creencias en costumbres entre ellos.

Los brazos de Camila estaban alrededor del cuello de Lauren y no era tradicional, la morena simplemente
decidió que ambas estarían más cómodas así.
-¿Estás cansada?- Era la quinta vez que Lauren le preguntaba eso a Camila. Notó los ojos rojos y caídos de
su esposa que bostezaba cada cinco minutos, la más joven estaba realmente agotada solo quería quitarse el
vestido, darse una larga ducha y dormir, pero el hecho de que esa noche fuera en particular su noche de
bodas la tenía en una certidumbre, se estaba acurrucando a Lauren lo mas posible pero el cansancio no le
permitió mentir por quinta vez consecutiva.

-Si- Respondió en un susurro permitiéndose rascar sus ojos, Lauren solo asintió y le dio unas palmaditas en
la cadera para que se bajara. Camila entendió y pronto se levantó haciendo que todos gritaran de emoción.
- ¡La pareja consumará el matrimonio!.- Uno de los hombres gritó de emoción por las dos.
- Cállate Mahone.- Lauren le dijo a su amigo quien a pesar de ser un poco estúpido y desconectado, era un
buen hombre.- Tenga una buena noche- Y sin decir nada más tomo la delicada mano de su esposa guiándola
por los pasillos del lugar hasta su habitación que estaba en la parte superior de la inmensa casa, que Camila
consideraba la mansión más importante.
Una vez dentro la habitación se llenó de un silencio incómodo la cual interrumpido por Camila.
- Bueno voy a... ducharme.- Dijo Camila y Lauren asintió mirando a la más joven sacar algo de su armario y
desaparecer en el baño. Si, las pertenencias de Camila ya habían sido transportada a la habitación de
Lauren, esa también era una tradición allí. Lauren se acercó a la gran ventana y levantó una de las enormes
cortinas para mirar afuera.
Los ruidos que se hicieron en el salón principal de abajo se podía escuchar desde ahí, la fiesta
probablemente duraría toda la noche. Lauren admiraba la vista al cielo e internamente le pidió a Dios
fuerzas para guiarla por el camino correcto. Si, a pesar de no asistir a la iglesia Lauren creía en ella y tenía
mucha fe en el.
Se quedó quien sabe cuántos minutos mirando al cielo, decidió sentarse en el borde de su cama y masajearse
sus talones ya descalza. Ella eligió algunas ropas en sus pertenencias y las preparó para que cuando Camila
saliera del baño ella pudiera entrar a deshacerse de su vestido y bañarse.
Fue el sonido de la cerradura de la puerta lo que hizo que Lauren la viera rápidamente y casi se ahoga
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cuando vio que su esposa llevaba un camisón de seda blanco muy corto y solo nada más cubría su cuerpo
dejando a la vista sus largas piernas morenas que Lauren no pudo resistirse en recorrer con la vista.
La mayor se levantó aún sin reaccionar y caminó hacía Camila lentamente. La más joven parecía asustada y
su respiración se alteró debido al latido rítmico de su corazón.
- Voy a bañarme.- Lauren susurró y respiró hondo antes de entrar al baño.
Camila dio un suspiro de alivio y se sentó en la cama, recordó lo que su madre le había dicho y obedeció
tratando de sentarse sensualmente en la cama y abriendo dos de los botones superiores se su camisón. Su
propia madre le hizo repetir la posición que debía tomar para asegurarse de que no iba arruinar las cosas.
Levantó su camisón ligeramente de una manera que hizo que sus muslos fueran más visibles, quería llorar o
fingir estar dormida pero se dijo que si o no algún día sucedería.
Se dijo internamente miles de veces que no iba a doler, y que Lauren sería amable porque era lo menos que
merecía, había sido obediente hasta entonces no importaba que el destino la ayudara un poco al hacer que su
esposa fuera tierna.

- No puedo entender tus planes Dios mío- Susurró suavemente con los ojos cerrados. - Pero confiaré en ti
incluso sin entenderlo.- Dijo una oración rápida.- Solo por favor no me lo quites. Por favor por favor...que
haya algo mejor que el arcoiris.

Después de eso pensó en John quien a pesar de que estaba enamorada de él, nunca pensó en hacer tales
cosas con el. Al menos no hasta la boda y como eso estaba muy lejos de ser, ni siquiera pintó la idea de los
dos juntos durante los tres meses de noviazgo incluso cuando estaba visiblemente ansioso por eso.
Dejó su ensueño cuando escuchó la cerradura de la puerta del baño y su corazón volvió a latir como loco, le
sudaba las manos le temblaban las piernas y no se sentía cómoda.
Lauren la estudió desde lejos dejando que su mirada recorriera a su esposa durante largos segundos. Camila
aún no había visto esa mirada en Lauren, ignoró el hecho de que se mordió el labio cuando la vio usando
solo una pequeña camisa que dejaba sus muslos libres y marcaba sus curvas.

Lauren respiró hondo y se acercó sentándose en la cama e inclinándose para apagar la lámpara. El silencio
fue todo lo que ambas escucharon hasta que el ruido de Lauren acercándose a Camila en la cama estuvo
presente. Camila cerró los ojos con total desesperación repitiéndose a sí misma que Lauren era una buena
mujer y por supuesto muyhermosa.

- Se que odiaste el factor principal del día en caso de que te conviertieras en mi esposa.- la voz ronca de
Lauren salió en un susurro.- Pero espero que al menos la fiesta te haya gustado. Ally dijo que el color lila es
tu color favorito y por eso lo hice decorar así- le Confesó.
- Todo fue muy...hermoso. - Dijo Camila serena tratando de que Lauren no notara la desesperación en su
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tono de voz, el hecho de que el aliento de Lauren le golpeara su cara no ayudaba mucho.
- Genial- contesto la mayor respirando profundamente, poco después Camila hizo lo que le dijo su madre y
pasó el dedo índice lentamente sobre la clavícula visiblemente de su esposa. No podía negar que su piel era
suave y que la mujer era sensual.

Camila pudo escuchar el largo suspiro de Lauren y notó que sus dedos se apretaba sobre el colchón. Un
silencio inquietante invadió la habitación poco después, la respiración de Lauren era todo lo que se podía
escuchar, sintió el movimiento exacto en el que su esposa se inclinó hacia ella pero para su sorpresa o alivio
le dio un largo beso en la mejilla y tomando su mano que aún estaba apoyada en su cuerpo para darle de
igual forma un beso en la mano antes de alejarse.

- Que tengas buenas noches Camz.- Susurro lentamente y se cubrió con la sábana volviéndose hacia el otro
lado sin decir nada más y sintiendo miles de sensaciones por su cuerpo que trato de ignorar cerrando los
ojos con una sonrisa para después quedar dormida con su único pensamiento que Camila ahora era su
esposa.

Capítulo 14
El ruido de los pájaros cantando y el movimiento de la otra persona en la cama hizo que Camila abriera
rápidamente los ojos, vio a Lauren con su cabello en la cara y pronto recordó que se habían casado el día
anterior se volvió y miró su reloj descubriendo que eran las siete y media de la mañana ¿por qué se despertó
tan temprano? Camila no podía explicarlo.
Volvió a mirar a Lauren y Camila no tardó más de unos segundos en darse cuenta de lo hermosa que era su
esposa. Estaba aliviada de que Lauren la hubiera dejado dormir anoche y eso solo era una de las cosa que
Lauren había hecho para demostrarle a Camila que podía confiar en ella.

Decidió levantarse de la cama sin hacer ruido y luego se cambió de ropa dándose cuenta de que Lauren no
se despertaría en ese momento, se cepilló los dientes se arregló el cabello rápidamente y luego salió en
puntillas de la habitación cerrando la puerta con mayor cuidado para no despertar a Lauren. Caminó
lentamente por los pasillos del lugar y al entrar a la cocina se encontró con dos hombres desconocidos para
ella, estaba agradecida por cambiarse de ropa y no salir con ese camisón por la casa sobre todo porque
habían hombres que vivían allí, sería un poco estúpido salir con ropa inapropiada de la habitación.

- Buenos días señora Jauregui Cabello- Uno de los muchachos la saludó. Quería torcer la boca ante el
nombre pero no podía negar que sus apellidos juntos sonaban demasiado hermoso.
- Buenos días señores- Dijo ella ya sentada en una de las sillas del lugar. Tomaron café ahí considerando
que todo los demás en la casa incluida la sala de estar, los comedores y el salón principal era un desastre
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Insideofmysoul
 debido a la fiesta del día anterior.
Se sentó ahí.
- Um.. miren quién se levantó temprano- La voz de Rosalía llenó todo la cocina, la mujer parecía estar de
buen humor. -¿Cómo está mi niña, aún durmiendo?- Camila sonrió y asintió.
- Si, no quería despertarla parecía cansada anoche.
- Uuh realmente puedo imaginarlo- La risa de la mujer continuó.- Pero anda come, necesitas reponer tus
energías.- Habló extendiendo un maravilloso pastel de chocolate. Camila frunció el ceño pero pronto
recordó lo que todos en esa fiesta pensaban que Lauren y ella iban a consumar su matrimonio la noche
anterior y de cierta forma ella también lo creía, pero no contó con que Lauren no la iba forzar a nada y
agradeció mentalmente que aún siguiera vírgen.

- Y gracias Rosalía- dijo tomando un pedazo de torta y comenzando a comer.

Pasó todo el desayuno hablando con Rosalía la mujer estaba muy atenta y Camila pronto se hizo amiga de
ella, tan pronto como se levantó para ayudar a Rosalía en la mesa escuchó pasos resonando en el piso de
madera. Miró rápidamente para ver a Lauren en su lugar mirando paralizada a los hombres ahí presentes.
- Buenos días mi amor.- dijo Lauren envolviendo sus brazos al rededor del cuerpo de Camila abrazandola

desde atrás, Camila decidió ignorar el escalofrío que le recorrió la columna cuando sintió el delicado beso
en su cuello.
- Buenos días.- Respondió sintiendo a Lauren soltarla. Sospechaba que tener a Lauren haciendo algo así
tenía algo que ver con los dos muchachos que estaban allí quienes analizaron meticulosamente el acto su
esposa.
-¿Que tienes para comer? Tengo hambre Rosalía. - Preguntó caminando hacía la mujer y dándole un beso en
la mejilla.
-¿Dónde están mis buenos días?- Preguntó golpeando a Lauren con una toalla.-¿Te acostastes conmigo a
caso?- La risa de Lauren hizo que Camila sonriera involuntariamente.
- Perdón. - Dijo con un puchero y sonriendo como un niño que hizo algo mal.- Buenos días flor de mi jardín.
- Ahora sí.- Dijo la mujer sonriendo contenta. - Conseguiré más pastel, siéntate ahí mi niña.- Y así lo hizo
Lauren.
- Entonces caballeros...- Dijo Lauren aclarandose la garganta.-¿Qué hacen aquí tan temprano?.
- Protocolo señora, solo protocolo.- Lauren asintió sin decir nada más, tan pronto como terminó de comer se
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retiró del lugar cogiendo de la mano a su esposa a quien le pareció extraño el contacto repentino. Pero ni
protestar pudo.
-¿Para donde vamos?.- Preguntó Camila.
-A un lugar más tranquilo. - El cuerpo de Camila se puso rígido al pensar que Lauren podría haber cambiado
de opinión sobre consumar el matrimonio, pero la mayor intentó explicarse al sentir que el cuerpo de Camila
se había tensando.- Solo hablaremos.- Camila asintió y la siguió. Tan pronto como llegaron al jardín Lauren
se sentó al pie de un árbol, Camila miró el taburete sercano pero prefirió acompañarla sentada a su lado en
el césped.

-¿Es... en serio?
-Digamos... más o menos.- Dijo riendo débilmente. - Me gustaría pedirte un favor.
-Dilo.

-Estos hombres que estaban en la cocina, bueno nos seguirán durante los primeros meses de nuestra boda al
menos.- comenzó. - Y si descubren eso... ya sabes no obedecemos las leyes del matrimonio y... pueden tomar
mi puesto de comandante por mentir a algo tan grave. La honestidad es algo que tenemos que tomar en serio
en nuestro trabajo e incluso si soy la heredera. Me pueden llevar como una líder mentirosa en cualquier
momento.

-¿Y el favor seria...?- Camila tuvo una idea de lo que era, pero prefirió esperar a las palabras de Lauren.
- No me gustan las mentiras pero realmente amo mi trabajo.- Comenzó.- Por eso te pido que me trates como
una esposa ante ellos.- pidió avergonzada.

-¿Tomadas de las manos, abrazos, besos y todo?- preguntó.

- La parte del beso puede ser solo un beso, no necesitamos más demostraciones íntimas que eso.- Ella habló
sinceramente y Camila suspiró aliviada. Era mejor que realmente tener que estar consumando su matrimonio
siempre.- Si no quieres puedo arreglarlo... no se... puedo intentar..

- Está bien.- Camila aceptó rápidamente evitando que entrara en algún tipo de crisis y Lauren asintió con
más calma. Esos hombres podrían destruir su vida si involucrara el matrimonio.
-Gracias.- Susurró.- Entonces...¿Como estuvo tu noche? ¿Dormistes bien?.
-Si, estaba demasiado cansada para ser honesta y tu cama fue como una pastilla de dormir para mi.- Habló
riendo.
- Nuestra cama es realmente muy suave, la compré exactamente por eso duermo como un bebé.- Respondió
riendo y corrigiendo sutilmente a su esposa.
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-Entiendo.- Dijo riendo.- Ahora vamos quiero caminar sobre esta cuerda.- Dijo Camila levantándose y
tirando de Lauren con ella.- Hoy tengo la intención de quedarme más tiempo en el.
- Y si te caes prometo no reír.- le respondió Lauren riéndose mirando a Camila que la veía con
desaprobación antes de que comenzara a caminar. Se dio cuenta que Camila no soltó sus manos y sonrió
internamente incluso si no era por su propia voluntad.- Solo bromeaba, quise decir que si te caes estaré ahí
para abrazarte.

Capítulo 15
Mientras Camila mordizqueba algo sin aparente estado de ánimo, Luaren estaba creando teorías locas sobre
lo que estaba sucediendo dentro de la cabeza de su esposa. Camila había estado callada últimamente más de
lo habitual, parecía triste como si las horas no importarán, como si todo hubiera perdido su gracia.
- Estás bien?.- Lauren preguntó visiblemente preocupada, se habían casado hace cuatro días y el aparente
"entusiasmo" de Camila a este aspecto era notorio.
- Si- Camila acaba de decir eso. Sus ojos siguieron el momento exacto en el que Lauren se puso de pies
dejando sus muslos a los ojos de Camila nuevamente, llevaba solo una camisa ancha que le llegaba a la
mitad de las piernas y lo que llevaba debajo no era visible, probablemente pantalones cortos.

Lauren se acercó a la nevera y tomó leche virtiendo el líquido en una jarra y poniéndola a calentar.
-¿Qué estás haciendo?.- Preguntó Camila con curiosidad ya que Rosalía solía ser la persona en la casa que
tocaba la estufa, pero la mujer había ido al mercado dominical y por lo tanto no estaba presente. A Lauren
no le gustaba tener otros empleados en la cocina y en caso de que Rosalía se fuera, a Lauren no le importaba
cocinar, había aprendido mucho de la dulce dama después de todo había pasado la mayor parte de su
infancia con ella.
- Mi padre me decía que cuando estaba triste...- Hizo una pausa para obtener más cosas.- Que un poco de
chocolate caliente ayuda.
- Pero no estoy triste.- Protestó Camila.
- Eso es lo que tú querida mía, dices.- Dijo Lauren sonriendo y Camila suspiró mirándola.

- Lele dice a menudo que el chocolate caliente es lo mejor del mundo.- Dijo Camila sonriendo ampliamente
al recordar a su mejor amiga.
- Lele?.- Preguntó Lauren confundida mientras derramaba una barra de chocolate en la lechería junto con un
poco de azúcar y comenzó a menear el líquido.
-Si, mi mejor amiga.- Explicó con nostalgia.
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-¿Estuvo en la boda? ¿La vi?.
- No, mamá pensó que era mejor que no a pareciera allí.- Dijo.
-¿Por qué?.- Preguntó aún sin entender.
-Ella no se ajusta a la nobleza según mi madre.
-Ustedes... se conocen desde hace tiempo?- Preguntó tan pronto como virtió el líquido en la taza y se la dio a
Camila. Iba a beber un poco pero Lauren se apresuró en hablar.-¡Cuidado! Esta caliente.

- El nombre es "Chocolate caliente" por alguna razón.- Dijo Camila juguetonamente y Lauren sonrió mirando
a Camila reír antes de soplar el vapor de la parte superior del líquido. Tomando justo después.
-y entonces?.
-Una delicia.- Dijo Camila sonriendo.- Y en cuanto a tu pregunta... nos conocemos desde que teníamos como
trece años
- Parece que te gusta mucho.- Lauren analizó.

- La amo.- Señaló.- como la hermana que nunca tuve

- Casi me imagino a ustedes dos corriendo entre las carpas del pueblo, mientras sus madres gritaba sus
nombres con furia.- Habló riendo.- Camila te vuelves insolente, esa no fue la educación que te di.- Dijo
imitando la voz de Sinuhe. Los ojos de Camila se abrieron riendo, eran exactamente las palabras de su
madre.

- Eso es algo que ella diría seguro.- sonrió. - Eleonora es su nombre. Lele siempre fue aventurera y bueno
huir de mi madre fue una de las mejores aventuras.- Lauren no podía entender por qué la madre de Camila le
impedía su amistad, pero a ella no le importaba porque la impotencia de la chica para Camila era clara. Sin
darse cuenta llevó una de sus manos a la mano libre de Camila y la apretó de manera respetuosa.

-Te ves mucho más sonriente.- dijo genuinamente.- Y no estoy tratando de parecer galante porqué fallaría
miserablemente. - Lo dijo riendo.- Lo digo porqué es la verdad más simple y mas pura.- Camila se sonrojó y
miró a su taza.

- Gracias.- Camila no deshizo el contacto de sus manos Lauren tenía un tacto tranquilo y manos suaves debía
tranquilizarse, pero la imagen de Lauren que la quería como una esposa todavía la asustaba a pesar de que
nunca le faltaba al respeto, Lauren nunca había dicho que estaba interesada en ella pero la forma en la que la
miraba lo dejaba muy claro.- Me siento en deuda contigo.- Confesó Camila sin darse cuenta de que sus
palabras salieron en voz alta.

- Por qué?.- Preguntó sorprendida.

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- Te casaste conmigo pero no tienes una esposa que te cumpla... ya sabes- Terminó sonrojandose.

- Pero tengo una esposa que cumple el rol de amiga, estoy más que satisfecha.- Camila se sintió aún peor,
ella no veía a Lauren como una amiga sino como una amenaza, se dijo así misma que debía sentirse cómoda
frente a esos ojos intensos pero no podía hacer más que sentirse intimidada.
Las palabras de Lauren en lugar de brindar consuelo fue un golpe en el estómago de Camila. Por supuesto
hubo momentos en el que olvidó que estaban casadas y se reía ligeramente de las cosas que decía Lauren. Un
simple golpe en sus manos hizo que Camila pensara que Lauren podría cambiar de opinión y reclamarle sus
derechos como esposas.
- Ambas sabemos que no sé cómo jugar ese papel contigo.- Camila confesó avergonzada.
- Todavía.- Lauren no dijo nada más, solo trató en concentrarse en no enfrentar a Camila, sabía que sus actos

asustaba a la chica sin embargo no siempre podía evitarlo, a veces se quedaba mirando los labios de Camila
mientras esta decía algo.
- Todavía.- Repitió Camila después de un tiempo decidida de darle a Lauren su amistad sin malicia, sin
motivos ocultos, solo su amistad de la manera más pura y sincera.- Y tú no vas a beber chocolate caliente?.
- Más tarde.

-¿Por qué? No te gusta el chocolate caliente por la mañana?.- Preguntó curiosamente.

- Me encanta el chocolate caliente a cualquier hora del día.- Su risa ronca hizo que Camila se sintiera
cómoda con su presencia. - Era la última barra de chocolate que preparé para ti, esperaré que llegue
Rosalía. - Camila no entendía como es que Lauren podía ser tan servicial y amable todo el tiempo, se
permitió examinar los rasgos de la mujer sentada frente a ella y vio satisfacción.

¿Como podrías estar satisfecha de haberse casado con alguien que no la amaba, que tenía pensamientos de
huir con John de ella y todavía le hace la última barra de chocolate con leche?
Apartó la mirada de Lauren cuando notó que la estaba mirando durante vario tiempo, Camila pensó que era
natural mirar a Lauren, todos pierden largos minutos haciendo eso con sus expresiones atónita, seguramente
un efecto secundario de tener esa belleza cautivadora, pensó Camila, nuevamente volviendo a tomar su
chocolate caliente en el silencio intimidante del ambiente.

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Capítulo 16
- Lauren...- Dijo Camila con la boca abierta.
- ¿Qué esperas para ir abrazarla? Supongo que el anhelo es mucho.- Habló sonriendo. Dos semanas después
de su boda Lauren no pudo resistirse a contactar a la mejor amiga de Camila cuando se dio cuenta que
siempre hablaba de Eleonora, vio lo brillante que eran sus ojos cuando hablaba de la chica y decidió
llevarla a caminar por su granja donde intencionalmente su mejor amiga la estaba esperando en la sala de
estar.

Camila no tardó ni dos segundos en abrazar a su mejor amiga, la rubia abrió los brazos en el mismo
momento en que vio a su amiga ir hacía ella. Se abrazaron durante mucho tiempo y Lauren deseó que Camila
la abrazara con el mismo entusiasmo algún día, sonrió genuinamente cuando vio la escena.
- Oh por Dios parece que no te he visto en años.- Dijo Eleonora sonriendo analizando a su amiga de pies a
cabeza. - Te ves hermosa Karla, supongo que te estás cuidando bien ahora que estás casada ehh...
- Gracias.- Respondió Camila sonriendo.- Siéntate aquí, dime cómo te fue con tu hermano ¿y tu madre? Dios
mío debe haberse vuelto loca.- Camila habló apresuradamente mientras se acomodaba en el enorme sofá
ubicado ahí.

- Yo... las dejaré solas.- Dijo Lauren atrayendo la atención de las mejores amigas.- Voy a visitar a mis otros
caballos, si me necesitan estaré en el establo.- Habló acercándose a Camila y le dejó un beso en la frente.-
Permiso señoritas.

- No es mi preferencia pero...¡Que ojos!.- Lele habló tan pronto como Lauren salió por la puerta y Camila no
pudo evitar reír.
- Quita los ojos de mi esposa.- Advirtió Camila en broma, ambas se rieron hasta que Eleonora suspiró.
- Todavía no entiendo lo que pasó.- Dijo simplemente.-¿Y John?

-No quiero hablar de eso.- Dijo bajando la mirada, la última vez que hablaron Camila todavía estaba
saliendo con John y probablemente Lele no sabía sobre la boda del bastardo.
- Me preguntó por ti en estos día.
-¡No quiero hablar de eso!.- Repitió Camila con firmeza y su amiga asintió.

-¿Estás feliz?.- Preguntó su amiga muy preocupada.

- Lauren es muy cariñosa... y juguetona.

- Y tiene esos ojos...- Dijo Eleonora abanicándose con su mano y Camila la golpeó suavemente en el brazo.-
Supongo que tu también pierdes el aliento con esos ojos.- Camila se sonrojó y se miró sus manos.
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- Lele para!.- Dijo sintiendo que le ardían la mejilla.
- Es tu esposa, no deberías estar avergonzada. - Habló riendo.

-¿No te importa qué me casé con una mujer.?- Preguntó Camila sorprendida.
- A quien le importa tu intimidad mila.- Dijo haciendo que los ojos de Camila de abrieran y se sonrojara de
inmediato.- Y nunca te juzgaría mira a esa mujer es una diosa por Dios.- Dijo riendo de nuevo.
- No cambias.
-Y no respondiste a mi pregunta. - Habló mientras fruncía el ceño con los ojos y movía las cejas
sugestivame.-¿No te quita el aliento.?
- Ella es realmente maravillosa. - Respondió Camila dejando que una pequeña sonrisa apareciera en sus
labios sin siquiera darse cuenta.
Hablaron durante horas en esa habitación sobre las últimas semanas que estuvieron separadas. Sobre el
problema del hermano de Eleonora sobre su madre, sobre sus perspectivas sobre el futuro.
Lauren llevaba un buen rato en el establo, nunca interrumpió la conversación de las mejores amigas para
darle más privacidad.
- Oye chico estoy de vuelta.- Dijo Lauren a uno de sus caballos.- Me quedaré contigo por un tiempo.- Ella
habló apoyándose en la madera que la separaba del animal.- Parece que Camila está feliz con la sorpresa. -
Ella habló sonriendo recordando la sonrisa de su esposa.- Me gusta cuando sonríe, es hermosa.- Volvió
hablar cuando llevó su mano hacía el animal acariciandole la cabeza.- Necesitas verla. Es hermosa en su
forma más pura.- Habló con un suspiro. - Creo que está perdiendo el miedo a mí, a veces incluso le sostengo
la mano sin tener que preguntar, se que es para mantener las apariencias pero aún así...

- Lauren?.- Saltó cuándo escuchó la voz de su esposa, la chica río suavemente. - Perdón por asustarte.
-Está bien.- Habló acercándose, recuperándose del susto.

- Lele ya se fue pero la invité a tu casa para que viniera a verme las veces que quiera. ¿Tienes problemas
con eso?.
- La casa también es tuya.- Habló sonriendo con calma.- Y no, tu puedes invitar a quién y cuando quieras
allí.- Habló y Camila asintió.- Bueno ¿de acuerdo?.

- Por supuesto.- y cuando Lauren comenzó a caminar sintió qué su cuerpo era detenido por una mano que
sostenía su antebrazo.

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- Lauren?
-Si?.- Respondió volviéndose hacía la más joven, la chica parecía avergonzada por algo.
- Gracias por eso.- Y sin decir nada más abrazo se abrazó a su cuerpo bruscamente. Lauren se sorprendió
por el acto, pero pronto le devolvió el gesto a la más joven.

-No hay necesidad de agradecerme.

- Por supuesto que sí.- Dijo Camila moviendo su cabeza del hombro de Lauren, pero no sus manos que
estaban alrededor del cuello de ésta. Mirándola a los ojos recordó las palabras de su amiga y se río de ella
misma, la mirada de Lauren sobre ella la dejó sin aliento y ahora después de que su amiga confesara que
Lauren la dejó sin aliento, se dio cuenta de que estaba bien admitirlo.
-¿Por qué te ríes.?- Preguntó Lauren confundida.
-No sé. - Respondió Camila.- Quizás la percepción de algo nos hace estúpido.

-Percepción?
- Tus ojos... son hermosos.- Lauren abrió la boca sin poder reaccionar. Nunca esperaba un cumplido de
Camila.
-Gracias.- Dijo Lauren sintiendo su corazón latir fuerte. - Pero aún así yo prefiero los tuyos.

- El marrón es un color demasiado común.

- Nada en ti me parece común.- Ella trató de responder rápidamente.- Todo en ti es un conjunto único.-
Camila se sonrojó y Lauren suspiró no queriendo parecer oportunista porque estaba aprovechando un simple
cumplido.-¿vamos?.

-Si...bien vámonos.- se deshizo de la proximidad de Lauren. Caminaron por toda la granja ya qué ambas
recordaron que era bueno tomar aire fresco.
- Tobías, volveré pronto para dar un paseo con mis bebés.- le habló al hombre que se encargaba de la
granja.
Sintió que los dedos de Camila se entrelazaba con los suyos, pero cuando iba a engañarse a si misma por la
hazaña, vio a uno de los guardias analizando a larga distancia a ambas.
-Si señora.- La cabeza de Camila le tocó el hombro en señal de cansancio y Lauren se despidió del chico.
-Hora de llevar a mi princesa a descansar. - Lauren habló con calma.

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- Tengo frío.- dijo Camila con voz caprichosa y Lauren se río suavemente soltando su mano y envolviendo
su brazo al rededor de la chica.
-Mejor?.- Camila asintió cuando sintió la mano de Lauren subir y bajar por su brazo con la intención de
calentarla. No vio mal en el acto o alguna según intención, porqué no había ninguna. -Bien.

Lauren se sintió terrible por estar en una situación de la armada, donde su esposa solo hizo esas cosas para
demostrar a los demás cuán real era ese falso matrimonio. Mientras que Camila ni siquiera se había dado
cuenta de que había un guardia ahí, había actuado por impulso pero no lo había hecho para llamar la
atención del soldado, después de todo Lauren no se había quejado. Estaba feliz de finalmente comenzar a ver
que Lauren no era un incesto de siete cabeza, por supuesto que sabía de la amabilidad de la chica, pero el
pánico de estar casada la perseguía aún. Ponerme cómoda con Lauren fue bueno, increíblemente bueno

Capítulo 17
En ese momento Camila se llevó la taza de té a los labios y probó el fuerte sabor del café recién hecho,
antes de eso se permitió inhalar el aroma y soplar lentamente el vapor que salía del líquido.
- Estas muy tranquila.- Dijo Ally sospechosamente.- Pareces incluso deslumbrante.
-Mi mejor amiga esta en camino, por supuesto que estoy feliz.- dijo Camila colocando la taza sobre el
platillo y colocándolo sobre la mesita.
-¿No te gusta nuestra compañía.?- Ally fingió tristeza y Camila sonrió.
-No seas tonta Ally es solo que ella es como una hermana para mi y me gusta tenerla en mi vida.
-Ella debería haber venido antes, espero conocerla.- Dijo Normani.
- Solo tú. -Habló Jenna secamente.
- Ella ya debe venir.- Dijo Ally ignorando como siempre la mala vibra de su hermana.
-Todavía no creo que ella venga.- Dijo Dinah mirando su reloj de pulsera. Era domingo así que todas
estaban allí, Camila invitó a Eleonora a almorzar en su casa cinco días después de ver a su amiga y aceptó
con gusto la invitación, sin embargo Camila le había pedido que fuera antes para que pudieran hablar y
presentarla a sus nuevas amigas.

- Por supuesto que vendrá.- Dijo Lauren sentándose al lado de Camila en el sofá.
-Hablando del diablo...- Dijo Jenna apartando los ojos de sus uñas cuando escuchó el sonido del cuerpo
deteniéndose frente al lugar. La imagen de Eleonora hizo que Camila sonriera emocionada, estaba
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inmensamente feliz de que Lauren no la obligara a renunciar a sus amistades. Se levantó y fue hacia su
amiga.-¿Te vistes así? Que horror!.- Jenna dijo con desprecio cuando vio a la amiga de Camila vestir ropa
humilde.

- Respeto Jenn- Dijo Ally censurándola con vehemencia y la chica resoplo.

-Chicas quiero que conozcan a mi mejor amiga, Eleonora.- Dijo Camila con la sonrisa más grande ignorando
el comentario de Jenna.
- Un placer chicas.- Dijo la joven sonriendo despojada, nunca fue el tipo de persona tímida. Los ojos de
Camila se dirigieron en Jenna que se puso de pien en el acto.

- El placer es nuestro, toma asiento por favor.- Dijo Jenna en un tono extremadamente cortés y amable.
Camila miró a Jenna sorprendida; la chica que le ofrecía su lugar a alguien fue para ella más que un milagro.
-Gracias.- Lele le dio las gracias y Camila finalmente entendió el propósito del acto cuando vio a Jenna
caminando y sentarse justo al lado de Lauren e inmediatamente apoyo su cabeza en las piernas de su esposa.

Camila odiaba que Lauren nunca le dijera que no a Jenna, por supuesto la chica no pedía besos ni nada pero
aún así Lauren permitía que Jenna la abrazara de la nada, se recostara en su regazo y le acariciara el
cabello.
No era que estuviera celosa sino que era SU esposa. No es bueno experimentar la sensación de que todos te
miren como si fueras un cuerno consiente.
Camila quería pedirle a Lauren que dejara de dejar que Jenna hiciera lo que quería, pero no se sentía bien
ella no interpretaba el papel de una esposa por lo que no creía que fuera correcto acusar a Lauren de nada.
Si su esposa quería tener una aventura con Jenna ¿podría quejarse? Claro que no.

Lauren había dejado en claro que veía a Jenna como a una hermana pero...¿y si la necesidad tocaba las
puertas algún día? Camila podía esperar que Lauren besara a alguien más, después de todo su boda era una
fachada y Lauren en un acto de lástima la había salvado de las garras de algún pervertido, pero...¿debería
renunciar a su vida así?

Camila solo quería una barrera magnética para enviar a Jenna lo más lejos posible de Lauren ¿Qué clase de
idiota se le insinúa a alguien casado? Y peor... delante de todos.
Jenna era ese tipo de idiota, porque en ese mismo momento la chica jugaba con el dobladillo de su blusa
marcando así su senos totalmente expuesto en su blusa, la chica tampoco usaba sostén mostrando la forma de
sus senos y pezón, parecía que solo Camila se daba cuenta de la intención de Jenna ya que las demás chicas
seguían platicando sin darse cuenta del descaro que tenía.

Laure no se atrevía a mirar, pensó, pero casi muere atrapada en su saliva cuando vio que Lauren miraba la
región. Pero...¿a quién le importaba? ¡Lauren estaba mirando los pechos de otra persona.!
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De Jenna. Delante de Camila. Descaradamente.
-... y eso fue todo Camila.- Escucho la voz de Lele y volvió a la realidad.
-Yo?
- ¿No escuchaste nada de lo que dije verdad?.- preguntó riendo y Camila asintió avergonzada.
- Perdón solo estaba pensando...- Habló caminado hacía Lauren.-¿Me disculpas cariño?.- Preguntó
sonriendo falsamente a Jenna quién se sentó nuevamente pero no dejó lugar para que Camila se sentara en el
sofá sonriendo cínicamente.
- No creo que quepas aquí.- Dijo Jenna con falsa ingenuidad.

-Oh no hay problema, para eso tengo el regazo de MI esposa.- Dijo sentándose en el regazo de Lauren
envolviendo su brazo alrededor del cuello de la mujer mayor tomando a la chica por sorpresa.- Gracias de
todos modos.- Dio una sonrisa triunfante antes de continuar. - Como dije...hablamos durante horas ese día
pero mi esposa ni siquiera te prestó atención.

-Oh entiendo totalmente que ella es una mujer muy ocupada.- dijo Eleonora y Camila sacudió la cabeza.

- De ninguna manera- Dijo inclinándose y dejando un beso en la mejilla de su esposa. Lauren se encontró
algo aturdida al inhalar el olor del champú de Camila, el olor entró en sus fosas nasales haciéndola
preguntarse el como Camila logra ser tan fragante.- Lauren es la mujer más cariñosa qué conozco me
aseguraré que se conozcan, después de todo a ella le encanta prestar atención a las personas ¿Verdad amor?
Lauren tragó saliva por el apodo pero no por alegría como deveria de ser sino por miedo, halgo en los
modales de Camila le dijo que había hecho algo mal muy mal
- Lo siento señorita, la otra vez solo quería dejarlas hablar en la tranquilidad del entorno para que se
actualizaran las cosas mejor.- Aclaró Lauren.- Mi esposa habla muy bien de usted y pensé que deberían
matar la nostalgia, en ningún momento quise parecer desinteresada en conocer las amistades de mi esposa y
perdóneme si pareciera.

-No hay problema no es necesario disculparse y por favor puede tutearme. - Dijo Lele y Lauren le sonrió
asintiendo, sin embargo algo en la expresión solemne de Camila le dijo que las cosas no estaban bien

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Capítulo 18
Dinah arrojó la pelota a Lauren quien la agarró con éxito y esquivó a Normani para encestar la pelota en la
canasta generando así la victoria.
-Soy demasiada pequeña para este juego.- Dijo Ally protestando airadamente.
-Admitelo Brooke, perdimos de nuevo porque somos malas.- Dijo Normani riendo mientras que Dinah y
Lauren hacían un estúpido baile de celebración.
Ya todos habían almorzado y fueron a disfrutar de la hermosa tarde después de una hora de descanso para la
digestión. Camila estaba en ese momento con los brazos cruzados viendo a Jenna correr hacia los brazos de
Lauren y abrazarla ¿No se cansa?.

-Ofrecida.- Murmuró Camila por lo bajo pero fue la escandalosa risa de Lele la que le recordó que no
estaba sola.
-¡No lo creo Camila!.- Dijo riendo, estaban sentadas en las pequeña gradas del campo que estaba dentro de
la ciudad.
-Yo tampoco. Que no se cansa de avergonzarse así misma.- Dijo mirando a Lauren esquivar cortésmente los
largos brazos de la rubia.
- Me refería a ti, mueres de celos.- Camila levantó una ceja y se volvió bruscamente hacia su amiga.
- No es celo!
-¿Ah no? Entonces ¿qué sería?.- preguntó. Camila le había dicho a su amiga que no se había casado con
Lauren por amor, que su madre la había forzado omitiendo la parte donde todo terminó siendo más fácil
debido a las mentiras de John, también le dijo que no habían consumando el matrimonio que no eran más que
solo amigas.

-Ella debería ser menos estúpida Lauren esta casada ¿por qué?.- Habló al ver que Jennifer sostenía la mano
de su esposa. - Esta casada conmigo. ¿Que pensarían de mi si Jenna siempre comenzara a actuar así?
-Oh entonces es solo por tu imagen, no quieres parecer traicionada.- se enteró.
-Incluso porqué no lo soy.

-Incluso porqué no contaría como traición ya que no estás interesada en ella ¿verdad? No te molestaría que
Lauren apareciera con alguien más, ¿Verdad?.- Camila torció la boca e intentó no imaginar a Lauren besando
a alguien más.
- No creo que me gustaría ver eso.- Confesó.

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-¿Has pensado en la posibilidad...

-No. Todavía pienso en John, a veces- Dijo rápidamente.

- No se que pasó entre ustedes dos...- Lele comenzó con cautela.- Pero no creo que lo ames o el te ame, no lo
se.
-Disculpa?- Preguntó Camila incrédula.
-Quiero decir en el sentido del amor, no quise decir que no estés atraída a él ni encantada.

-Realmente no quiero hablar de John- volvió a repetir, sus ojos se perdieron en la imagen de Lauren
sonriendole genuinamente a Dinah. Hablaban de algo divertido Lauren tenía algunos mechones de cabello
pegados a la cara, con la mano derecha se quitó los mechones de la cara y se avivó en un intento de
refrescarse, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas porque estaba corriendo desde hace algunos
minutos y tenía una pequeña mancha de sudor pegada a su espalda.

Se sintió casi desmayada cuando Lauren la buscó con sus ojos por unos segundos hasta que finalmente la
encontró haciendo que su sonrisa se ensanchara. Camila inconscientemente se mordió el labio inferior
cuando vio a Lauren parpadear en su dirección antes de volver hablar animadamemente con las chicas.
-Tu. Tranquila.- Ordenó señalandole con el dedo cuando vio que Eleonora reprimía una risa para hacerle
burlas.- No es porqué no la ame que estoy ciega ¿de acuerdo?
-Estoy de acuerdo.- Habló Eleonora apoyándose e sus manos que estaban ligeramente detrás de su cuerpo.-
Ella es linda como el infierno.
- Deberías ver cuando se despierta, no pareciera de este mundo.- Dijo Camila casi en un suspiro.
- Debería casarme con alguien con esa belleza estaría en los brazos de esa persona todo el tiempo.
-¡No digas tonterías!.- Habló viendo a Lauren caminar hacia ellas mientras las demás seguían en su debate.-
Ella ya esta llegando no te atrevas a...
-Lauren!- Gritó Eleonora emocionada.- Camila estaba diciéndome aquí lo hermosa que eres cuando te
despiertas.- Los ojos de Camila se abrieron y se sonrojó violentamente, solo quería meter la cabeza en algún
agujero para no tener que mirar a Lauren después de ese desafortunado comentario.
-Es porque no se ve así misma cuando se despierta.- Dijo la chica sonriendo amablemente. Camila se
congeló cuando vio a Lauren inclinarse hacia ella pero para su alivio o no Lauren simplemente agarró cuatro
pequeñas botellas de agua de la bolsa que estaban a su lado. "La bolsa por supuesto" pensó Camila. -
Alguien más quiere agua?- Les preguntó y ambas negaron.

Tener a Lauren desde lejos sudada y guiñandole el ojo a Camila podría ser tentador, pero tener a Lauren
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parada frente a ella con jeans ajustados y una camisa negra pegada a su cuerpo mostrando así sus
maravillosas curvas debido al sudor, la sofocaba enormemente.
-Camila estás bien?- Preguntó Lauren al ver a la chica casi pálida frente a ella, dejó tres botellas en la grada
al lado de Camila y la cuarta la abrió. Ver a Lauren girar la tapa e inclinándo la cabeza hacia atrás mientras
bebía el líquido fue casi un insulto para cualquiera no poder tocarla... pero ese era el problema, Camila

podía.
No podía decir si era el sol abrasador que tocaba su piel lo que la calentaba o la proximidad de Lauren
frente a su cara.

-Yo estoy...- Dijo y luego giró su cara en dirección a Dinah tan pronto como escuchó que esta le gritaba a
Lauren, en el momento en que Lauren miró a Dinah la chica hizo un baile sensual pero rápido, río y gritó.
"Quieren una revancha "
Camila entró en una especie de frenesí en el momento en que Lauren se llevó las manos a la rodilla y se
balanceo como lo había hecho Dinah, con la diferencia de que Dinah casi no había girado el culo en la cara
de Camila.
La inocente risa de Lauren cuando levantó la mano e hizo una señal con los dedos para que Dinah entendiera
que había aceptado la revancha, eso hizo que Camila se diera cuenta que todo lo que veía sensual y sexy era
solo su estúpido baile con Dinah.
-Voy a jugar Camz.- Habló rápidamente y se inclinó tomando las pequeñas botellas para llevar a sus amigas
y sellando rápidamente los labios carnosos de su esposa.
-Si mila...-dijo Eleonora antes de dejar salir un largo suspiro de sus pulmones.- Estas perdida.- Camila
tardó unos segundos en procesar lo que su amiga había dicho, pero cuando entendió asintió aún con los ojos
fijos en el meneo de Lauren mientras esta se acercaba a Dinah.
-Yo también lo creo Lele.- Habló suspirando con resignación. - Yo también lo creo.

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Capítulo 19
-Lo hiciste mejor que las otras veces- Dijo Lauren riendo mientras Camila mirada ceñuda la cuerda que
intentaba trepar de nuevo. Había pasado varios días desde que Eleonora las había visitado.
-Gracias por decirme en mi cara que todavía soy mala.- Dijo Camila cruzando los brazos y haciendo un
hermoso pico.
- Toma tiempo, no seas impaciente nadie aprende algo que lleva tiempo y práctica en solo unas pocas
sesiones de entrenamiento.- Dijo Lauren arrojándose al suelo cuando sintió que las gotas comenzaban a caer
del cielo. Había estado demasiado cargado durante días, finalmente la lluvia hizo su presencia unánime.
-Esta lloviendo entremos.- Sugirió Camila cuando sintió las gotas tocar su piel.
-No quiero entrar, me gusta la lluvia. - Dijo Lauren luciendo nostálgica. Camila curiosa como siempre se
tumbó en el suelo junto a su esposa y le tocó la mano. Algunos de esos guardias podrían estar observando y
no quería complicar la vida de Lauren, después de todo solo se casó con ella porqué le rogó.

-¿Que tiene de especial la lluvia?.- Preguntó Camila mirando al cielo, ahora nublado por un gris oscuro. Las
fuertes gotas advirtieron que al menos llovería unas horas, Lauren la miró antes de mirar al cielo.
— Recuerdo a ver tenido esos sueños... en los que mi madre aparecía en días lluviosos mientras dormía. En
el sueño yo tenía como alrededor de los cuatro, al amanecer se sentía tan real.

—¿Ella te decía algo?.— preguntó Camila.

—Ella cantaba para mí.—Dijo Lauren sonriendo sinceramente.— Solo recuerdo sus ojos verdes, así como
los mío y que le preguntaba por qué no podía quedarse conmigo.— Dijo Lauren. —Decía que siempre
estaría conmigo y me dormía con sus caricias y su canto.
—¿Estás segura que... eran sueños?.—Preguntó Camila y Lauren forzó una sonrisa.

—No lo sé pero prefiero pensar que sí, no me gusta engañarme con sueños— Confesó y Camila le estrechó
la mano con comodidad.
—A pesar de lo que sabes sobre ella...
—Me gusta pensar que ella es o fue una buena mujer.— Lauren la interrumpió y Camila asintió. La mayor no
llegó a conclusiones ni siquiera de alguien que decía ser prostituta y eso sorprendió a Camila, su esposa era
mejor de lo que imaginaba.
—Bueno, duchemonos y comamos algo no te dejaré aquí para qué cojas una gripe.— Dijo Camila
levantándose y tirándo de Lauren de la mano. Lauren sonrió y asintió poniéndose de pie y tomando la mano
de su esposa entre las suya.

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[...]
Los relámpagos y truenos no permitieron que Camila durmiera esa noche, tampoco era el tipo de persona
que temía, tenía mucho sueño y no dejaba de pensar en John. No era justo para Lauren hacer eso ni siquiera
para si misma, y por eso estaba tratando de pensar en otra cosa. Cualquier cosa, siempre y cuando la hiciera
olvidar de John, después de todo ella ya había estado casada por un mes.
Sintió que el brazo izquierdo de Lauren era arrojado sobre ella y por un instante se congeló en su lugar.
Estaba pensando en levantarse y cerrar las grandes cortinas ¿Entonces tal vez los destellos de los
relámpagos no la dejaban dormir? Pero después del movimiento de Lauren, no había salida. Pensó dos veces
antes de despertar a su esposa, después de todo ella parecía cansada pero decidió despertarla de todos
modos.
-Lauren?- Dijo suavemente empujando su brazo. -Lauren?- Insistió al ver que no se había despertado.
-Humm...-respondió aún medio sumergida en el sueño.

-No puedo dormir.- Confesó temerosa de que Lauren la mal dijera por despertarla solo por eso
porqué...¿Que podía hacer Lauren para ayudarla en su insomnio.? Pero, contrario a lo que pensaba los ojos
verdes se abrieron lentamente y el brazo que estaba sobre Camila tiró de ella contra el pecho de Lauren, la
chica más pequeña sostuvo el aliento por el repentino gesto, pero trato de relajarse cuando sintió que Lauren
le acariciaba el cuero cabelludo.

El olor natural de la piel de su esposa era suave y bueno, estar en los brazos de Lauren hizo que Camila se
sintiera segura y protegida, como sin ningún pensamiento que involucrara a Lauren pudiera invadir la
barrera que su cerebro que había creado al estar ahí.
Sus ojos comenzaron a cerrarse y se dio cuenta de que el sueño finalmente estaba llegando, el afecto de
Lauren alternaba entre su cuerpo cabelludo y su espalda hasta la altura de sus omóplatos sentía un ligero
escalofrío cada vez que la mano de Lauren le acariciaba la espalda y se la subía hasta la cabeza tocándole
apropósito la nunca. Quería aplicar un beso en el cuello de su esposa que olía muy bien y donde la piel era
tan suave, pero se contuvo y solo dejó su cabeza metida entre el hueco de su cuello después de todo ¿en qué
estaba pensando? Besar el cuello de Lauren sonaría para ella como una broma y Camila no veía a Lauren
con esos ojos, ni siquiera sabía si le gustaban las chicas. Solo quería inhalar más de serca y saborear la piel
de Lauren en sus labios, pero no de una manera provocativa sino curiosa. Todo lo que quería era...Sacudió
la cabeza para evitar tales pensamientos, pensar en eso solo empeoraba las cosas disminuía su voluntad y
confundía más a la chica.

-Gracias- Susurró, pensó que Lauren ya se había quedado dormida nuevamente porque no recibió ninguna
respuesta inmediata, pero debido al efecto que aún recibía se dio cuenta de que no lo había hecho. Para
ajustarse mejor a la posición de las dos, colocó su pierna derecha entre el centro de las piernas de Lauren
sin hacer el mismo toque en la intimidad de la otra chica, trató de mantenerse a esa distancia.
- De nada.- La voz ronca salió baja y medio quebrada. Camila esperó que Lauren se quejara por lo que
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había hecho, pero parece que la posición las había hecho sentir más cómodas, ya que Lauren no se quejó.
Suspiró aliviada y unos minutos después se quedó dormida, no había resistido al efecto de Lauren.
Por otro lado fue Lauren quien había perdido el sueño, ella sonrió como una idiota y le dio gracias a Dios

por estar en esa oscura habitación por lo que no había riesgo que Camila viera lo mucho que un simple
abrazo podría significar para ella. Ella trataba a Camila con respeto pero eso no significaba que podía
gobernar su corazón.
Y bueno su corazón había elegido a Camila incluso antes de saber que se iban a casar, su corazón la había
elegido hacía meses, solo esperaba que el mismo brillo que su esposa solía tener antes, volviera, porque
seguramente Camila era la mejor versión de Camila

Capítulo 20
- No necesito ayuda para cabalgar. - Dijo Camila riendo.- Se montar a caballo desde que tenía doce años-
Esa era una de las razones por la que se había enojado con John, decirle a su verdadera esposa que el le
había enseñado a montar a caballo era más que una ofensa ya que ella montaba mucho mejor que el.

-Bien bien bien...tengo una esposa que me sigue sorprendiendo. - Dijo Lauren riéndose viendo a Camila ya
montada en el caballo, decidió caminar hacia su caballo y acariciarlo antes de subirse en el.
-¿Una carrera de cien metros?.- Camila propuso al mover su ceja y sonreír ya habían estado casadas más de
un mes.
- No quiero hacer feo delante de ti.- dijo Lauren.
-¿Tienes miedo Jauregui?.- Bromeó arqueando una ceja.

- Tal vez.- Habló inclinándose a un lado y llevando sus labios a la mejilla izquierda de Camila.- Nos vemos
a la llegada, mi amor.- y comenzó a cabalgar haciendo que Camila pareciera incrédula y boquiabierta antes
de comenzar a correr en su caballo justo detrás de Lauren.
Camila incluso lo intentó pero para ventaja de Lauren, era casi imposible adelantarla.
-No vale ¡Hiciste trampa!.- Dijo Camila bajándose del caballo y cruzando los brazos en un acto de
berrinche, Lauren se hecho a reír cuando vio la cara de su esposa.
- Es correcto, hice trampa.- Confesó al bajar de su caballo.- pero fue divertido ver tu cara.
-No lo creo.
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-Por supuesto que no, porque no lo viste.- Lauren respondió- De acuerdo, lo siento.- Dijo al ver que la chica
no sonreía.
-Solo si asumes que yo ganaría si no hubieras hecho trampa.
-Bueno no puedo decir eso porque no estoy segura.
-Corramos de nuevo.-Propuso Camila y Lauren suspiró hondo.
-Tengo una mejor idea.- Y sin decir nada más extendió su mano en el aire para que Camila se subiera en su
propio caballo.
-¿Por qué el tuyo?.- preguntó Camila alzando una ceja.
-Sube y descúbrelo.- Camila siendo demasiado curiosa no pudo resistirse y se subió al caballo de Lauren.
Lauren se acercó al caballo de Camila y lo ató ahí.- Alguien va a venirte a recogerte amigo, yo me encargaré
de eso.- Le habló al caballo y Camila sonrió cuando vio que su esposa se preocupaba por el bienestar del

animal.
-¿Y entonces?- Preguntó Camila emocionada, pero sintió que su cuerpo se ponía rígido cuando vio a Lauren
subir al mismo caballo donde estaba ella.
- Me dijiste el día que nos conocimos que querías volar en un zeppelin.- Dijo Lauren envolviendo sus brazos
alrededor de la cintura de Camila.-Si...- Dijo un poco avergonzada. -¿guías o...
-Puedes guiarlo.-Dijo Camila dejando que Lauren sostenga las riendas del caballo, se sintió extremadamente
nerviosa cuando el aliento de Lauren tocó su oreja. Sintió que Lauren apoyaba la barbilla en su hombro y
cerró los ojos tratando de controlar su respiración.-¿Vamos a volar hoy?.
- Exactamente Sra Jauregui Cabello.- Dijo la voz ronca con una sonrisa, el olor del champú del cabello de
Camila tan cerca de ella hizo que Lauren suspirara tontamente.
- Creo que me gusta nuestros apellidos juntos.- Confesó Camila un poco más nerviosa de lo que deveria
estar para un paseo normal a caballo.
-Te gusta?.- En su interior más profundo Camila asumió para si misma que la voz de Lauren era demasiado
sexy, sus ojos se desviaron a las manos de Lauren que sostenían las riendas y Camila se mordió el labio
antes la idea que tenía. No había nadie mirándolas allí, no necesitaba un teatro, pero lo que Camila quería
hacer no era teatro y ese era el problema porqué no tenía una excusa para hacerlo. Cerró los ojos
rápidamente para tomar valor y luego los abrió para deslizar lentamente sus delgados dedos por el brazo de
Lauren hasta que alcanzó los dedos de su esposa.

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Miró a Lauren por sus hombros y la vio sonreír luego, al darse cuenta de que no había hecho nada
inapropiado, unió sus dedos con los de su esposa sintiendo que la mano suave tomaba un apretón.
Sostuvieron las riendas juntas y siguieron andando el resto del camino sin hablar.

- Pues bien.- Dijo Lauren aplicando un beso lento en la cara de Camila, no quería irse pero no quería
exceder ningún límite.- Estamos aquí.- Iba a soltar el agarre de sus manos pero Camila la detuvo.
- Espera.- Dijo cuando sintió que Lauren iba a soltar sus manos, no tenía nada que decir simplemente no
quería que Lauren la soltara.
-Que pasó?.
- Si...caminar en este lugar es seguro ¿no?.- Dijo lo primero que le vino a la mente, se permitió caer su peso
sobre el cuerpo de la mujer mayor. La risa de Lauren resonó a través de los cuatro vientos.
-¿Tienes miedo Cabello?.- Respondió la pregunta que su esposa le había dicho minutos antes.
-Tal vez. - Dijo en medio de una risa nerviosa.
-Nunca te pondría en un lugar que no es seguro para ti.- Dijo abrazando el pequeño cuerpo contra ella, antes
de soltar las manos de Camila y bajar del caballo.
-Si muero, todo va hacer culpa tuya.- Dijo Camila bajando del caballo con ayuda de su esposa, Lauren dejó
al animal con uno de sus empleados y caminó hacia el enorme zeppelin, sus ojos recorrieron cada detalle. -

Wow... es mucho más grande de cerca.- Dijo con la boca abierta.

-Y como dice el dicho ¡arriba y más arriba!.- dijo Lauren sonriendo, y cuando subió al enorme transporte,
Camila se río tontamente le encantaba el viento que tocaba su cabello de esa manera intensa. Sintió los
brazos de Lauren envolverse alrededor de su cintura y permitió que su cabeza descansara sobre el pecho de
la mujer mayor. Allí arriba hacia frío pero el abrazo de Lauren hizo sentir todo cálido.
- Me encanta la paz que proporciona este punto de vista.- Lauren confesó admirando toda la ciudad debajo
de ellas. Camila apartó la mirada del enorme paisaje y la llevó así a Lauren todavía en los brazos de ella.
-Gracias por traerme aquí.- Susurró y Lauren sonrió sin mostrar los dientes.
-Cualquier cosa que te haga feliz también me hará feliz, así que creo que tengo qué agradecerte.- Dijo
tiernamente, vio el momento exacto en que Camila llevó la mirada a sus labios, manteniendo su atención ahí
durante varios segundos. El momento fue interrumpido por un largo suspiro de Camila quien inmediatamente
después descansó de nuevo su cabeza en el pecho de la mujer mayor y contempló la vista de toda la ciudad.

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Capítulo 21
- Definitivamente dulce de plátano.- dijo Camila.
-No Camila, Lauren ya llega del trabajo y se quedará a tu lado como siempre.- Protesto Ally.-¡Quiero un
dulce de calabaza!
- Prefiero frambuesa.- Habló Jenna.- Lauren ama la frambuesa, esta vez estará a mi lado.
-Hablan de comida?- Dinah entró al lugar con su amiga Normani.- Acabo de llegar de entrenar estoy
exhausta, lo que sea.- Dijo haciendo reír a Rosalía cuando escuchó eso.
-Si ya comes por cinco imagínate cuando estés embarazada.- Normani se refirió a su amiga.
-Dios no lo quiera, me casé el año pasado. William y yo aún no estamos preparados para tener hijos.
- Chicas buenas noches.- Dijo Lauren entrando a la habitación y caminando directamente hacia Camila
abrazandola desde atrás dándole un largo beso en la cara. Dos meses de matrimonio las había dejado muy
unidas, Camila ya no tenía miedo de los toques de Lauren.
-Hmmm- Camila dijo cuando sintió a Lauren besar su mejilla. Al principio lo hacía para ocultarlo, pero con
el tiempo realmente amó cada toque de su esposa.- Pensé que nunca llegarías.- Dijo con un puchero en los
labios.- Diles que hoy vamos a comer caramelos de plátano Lolo, nadie decide.
-¿Dulce de banana? ¡que delicia!.- Dijo Lauren inclinándose para besar la cara de Rosalía también.
- Dije que estaría de tu lado.- Dijo Ally rodando los ojos.

-Ventaja de estar casadas- Dijo Camila mostrando su lengua a Ally, levantándose y apoyando su cabeza en
el hombro de Lauren.
-Estoy de sudada bebé.-Dijo Lauren, pero se congeló cuando vio que le había dado un nuevo apodo a
Camila.
-No me importa- Dijo, y Lauren suspiró aliviada cuando vio que a Camila no le importaba como la llamaba.
-Pero a mi si, no quiero mojarte.- dijo Lauren y se sorprendió cuando escuchó el fuerte ruido de alguien que
probablemente estaba enfermo.
-Voy a vomitar. - dijo Dinah fingiendo sonido de arcadas.
-Callate idiota- Se quejó Lauren riendo.- Voy a ducharme y regresaré pronto y luego podrás abrazarme ¿de
acuerdo?.- Dijo en un tono más bajo para su esposa.
- Voy a esperar.- Respondió Camila sonriendo para luego sonrojarse al recordar lo que debería hacer a

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continuación. Lauren susurró un "lo siento" antes de inclinarse y pegar sus labios sobre los de su esposa.

Camila suspiró al sentir que el casto beso se rompía, su esposa le dio una sonrisa antes de desaparecer de la
vista.
- Deberías decirle que tienes ganas de besarla.- Susurró Dinah solo a ella tan pronto como Camila volvió a
sentarse.
-Dinah!.- Camila la regañó sonrojandose.
-¿Qué?.- Preguntó en voz alta.- Solo digo que...- Se inclinó hacia adelante y le susurró en el oído.- Lauren te
respeta y no hará nada que no quieras, así que creo que es mejor tomar una iniciativa porque mi amiga es
muy lenta.
-¿Podrían compartir los chismes.?- Preguntó Normani riendo.

-Hablamos sobre el ardiente sexo que Camila tuvo con Lauren anoche.- Los ojos de la chica se abrieron
junto con los de Ally.
-¡Son un montón de idiotas!.- Dijo Jenna poniendo los ojos en blanco antes de abandonar el lugar. La risa de
Dinah llenó las cuatros paredes de la habitación.
- Vamos Dinah, sabes que le gusta Lauren podrías haber sido más sutil.- Ally intercedió por su hermana.
- Primero no me gusta, así que no tengo porque ser sutil con ella. ¿De acuerdo? En segundo lugar ella
debería acostumbrarse después de todo Lauren esta casada, y en tercer lugar, me gusta verle la cara que
pone cada vez que la enojo.- Dijo riendo.
-No tienes remedio.- Dijo Ally dándose cuenta de que su amiga no cambiaba.
[...]

-Estoy de vuelta!.- Anunció Lauren.-Hmmm... olor a pastel recién hecho.

- Guardé tu lugar.- Camila dijo señalando la silla a su lado. La sonrisa de la mujer mayor se abrió, sabía que
Camila no la amaba pero como amigas estaba haciendo las cosas más que bien. Tenían esa extraña química
que hizo que sus pensamientos chocaran, excepto en los momentos en los que Lauren se encontraba con
ganas de besar a su esposa sabía que Camila no compartiría esa voluntad, aunque en ciertos momentos su
cerebro le decía que podría haber jurado que veía fuego en los ojos de su esposa, pero ignoró tal estupidez.
Ya había visto miedo en los ojos de Camila cuando pensaba que realmente tenían que besarse, así que
estaba segura de que Camila tendría solo su amistad.

-Gracias.- Dijo sentándose. Sintió que los dedos de su esposa buscaban los suyos en su regazo y luego
intentó entrelazar sus dedos. Camila descansó su cabeza en el hombro de Lauren y se inclinó para susurrar
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algo.

-Puedo esta ves ¿no?.- Lauren se río suavemente y asintió aplicando un beso en la frente de la menor.
-¿Donde está Jenna?- Preguntó Lauren confundida y Camila no pudo evitar poner los ojos en blanco.
-Por qué? La estrañas?.- No se abstuvo en preguntar en tono seco, pero pronto se lamentó retrayéndolo

rápidamente. - Quiro decir, se fue por una broma que le jugó Dinah.
-Oh!.- Respondió Lauren, la respuesta de la mujer le pareció extraña pero decidió no decir nada.

- Se acerca el día de Acción de Gracias, ya es la próxima semana ¿todos listos para comer mucho?.- Dinah
preguntó con entusiasmo.
-¿Solo piensas en comer?.- Normani preguntó. Dinah estaba avergonzado y por lo tanto no esperaba la frase
que seguía.- Por eso soy tu amiga, porque también pienso lo mismo.
-Dinah y Normani en las batallas deben de acabar con todo los suministros de alimentos del ejército ¿estoy
en lo cierto?.- Preguntó Ally riendo.
-Oh. Es cierto!.- respondió Lauren riendo.
- Tu querida esposa tampoco se queda atrás, y mira que ni siquiera tiene un entrenamiento intenso todos los
días.- Dinah se defendió.
-Pero ella tiene que abastecer ¿verdad? Imagínate la cantidad de comida que va a...- Normani fue
interrumpida por una palmada débil de Lauren.
-Respeta a mi esposa.

- Eso, respetame.- Dijo Camila acurrucándose más serca de la curva del cuello de Lauren.
- No le faltaba al respeto, simplemente señalo el hecho de que Camila fue bendecida en la parte de atrás
¿Estoy mintiendo Lauren?.- Lauren comenzó a toser mientras se ahogaba con su propia saliva y esa fue la
razón principal de las risas durante las siguientes horas.

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Capítulo 22
-¿Esto siempre es así? ¿Todos con esas sonrisas falsas?.- Preguntó Camila que estaba agarrada de la mano
de Lauren. Estaban en una tradicional fiesta de Acción de Gracias, todos reunidos ahí como si todo fuera
simplemente hermoso.
-Y eso es exactamente por lo que odio este tipo de fiestas. - Dijo Lauren riéndose mientras comenzaba a
acariciar sin darse cuenta la mano de su esposa, Camila ya se había acostumbrado a las pequeñas caricias.
- Creo que tengo sueño.- Camila le susurró a su esposa quien se río al escuchar la mentira.
- Tendremos que encontrar otra excusa Camz, son solo las siete de la noche.
-No dormí bien por la noche.- Dijo haciendo pucheros.

-No lo creerían.
-Si también tuvieras sueño, seguramente lo creerían.- Dijo con ojos suplicante. Lauren sacudió la cabeza
dándose cuenta de que se estaba rindiendo nuevamente a los caprichos de su esposa.
-Está bien.- se rindió.-¿y que haremos saliendo de aquí tan pronto?
-Podriamos jugar batalla naval con unos de tus cuaderno.- dijo emocionada.-¡Por favor!
-Lo siento... pero vas a perder mucho.- Y sin decir nada más se acercaron a Dinah.-Tenemos sueño, vamos a
subir.
-Dormir a esta hora?.- Preguntó Dinah levantando una ceja, los pares de ojos de aquellas personas con los
de Dinah siguieron la conversación.
-Dormimos poco por la noche, perdimos el sueño creo que fue por la calor.- Dijo Lauren y comenzaron los
susurros, asumirían que habían tenido una noche de sexo caliente y las dejarían ir en paz. Dinah sin embargo
levantó una ceja, ella sabía que su amiga no tenía sexo con su esposa pero ella solo asintió con la cabeza
entendiendo el plan. Lauren nunca fue fanática de las fiestas de todos modos, al menos ahora tenía una
excusa plausible para salir de la habitación sin parecer irrespetuosa.
-Disfruten su noche.- Dijo agregando más leña al fuego.

-Solo voy a ir al baño y ya vuelvo ¿de acuerdo?.- Camila se inclinó para hablar en el oído de su esposa y
Lauren asintió. Camila se mordió el labio inferior y se sonrojó dejando que Lauren supiera que por
protocolo tendría que tocar sus labios para parecer una pareja. Camila se inclinó y selló sus labios con los
de su esposa rápidamente sintiendo que su estómago quería volver a revolverse eso sucedía cada vez que
sus bocas se encontraban y ella no sabía por qué.

Tan pronto como se fue le dio una dulce sonrisa y corrió hacia el baño estaba muy apretada y no sabía cómo
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había aguantado tanto tiempo, entró apresuradamente al baño maldiciéndose por usar ese montón de ropa
debajo, cuando finalmente hizo sus necesidades salió del baño y fue a lavarse las manos. Su reflejo en el
espejo cuando sintió el agua fría tocar su piel la hizo ver que no era tan infeliz.
Ella no tenía a John, era cierto, pero Lauren era una buena amiga para ella y nunca le faltó al respeto incluso
cuando estuvo lejos de su esposa durante mucho tiempo, se sintió extraña. No podía decir si la estaba
anhelando, pero seguro que vibraba cada ves que Lauren regresaba de otro día de servicio.
Le gustaba la compañía de Ally, pero Lauren era más divertida sin mencionar que se reía se sus malos
chistes, hacia todo lo posible para complacerla, y ni hablar de las delicadas caricias mientras tenían las
manos juntas también era del agrado de la más joven y el aroma de Lauren era bueno en nivel
extremadamente alto. Después de todo, no había sido tan malo casarse con Lauren, no entendía como su
esposa podría haber tenido veintidós años y no haberse casado antes. Fue perfecta sin ningún defecto,
suspiró emocionada al recordar que tenía un juego de batalla naval para vencer a Lauren y rápidamente salió
del baño.

Su presión casi cayó cuando vio al lado del baño en un rincón lejano junto a un hermoso jarrón de flores a la
esposa de John con las manos entrelazadas con las de otro hombre. El rostro de la mujer salió a relucir todo
el dolor que había experimentado recientemente, cuando su mundo se puso patas arriba.

"No tiene nada que ver con eso. Te traicionó, esto es más que una venganza" se dijo así misma, pero cuando
el hombre se inclinó y tomó sus labios la ira la invadió ¡No fue justo! Ella tenía al hombre del que Camila se
había enamorado y lo traiciona así, así nada más.

Se acercó a ellos y la miró furiosamente. Cuando se separó del beso la mujer pareció reconocer a Camila ya
que estaba visiblemente incómoda con su acercamiento.
-¿Tú esposo conoce tus asuntos extramarital?.- Preguntó Camila irritada mientras se detenía frente a los dos.
-¿Que quieres decir con "extramarital "? ¿Me estás engañando Lindsay?.- Preguntó irritado, Camila miró al
hombre, probablemente fue víctima de la pareja Parker tal como ella lo fue alguna vez.
- No se de que esta hablando esta mujer.- Dijo la mujer atónita.
-No te hagas la tonta.- Dijo Camila apretando fuerte la mandíbula.-¿Dónde esta tú marido? ¿Y desde cuándo
mientes llamandote Lindsay?.- Sus ojos llevaban furia y su cuerpo temblaba.
-¿Qué quieres decir con que "donde está su marido.?" Soy yo, por qué?- Dijo frunciendo el ceño. Camila
parecía visiblemente confundida y la mujer dejó escapar un suspiro de derrota.
-Mira colega, lo siento mucho.- Dijo Lindsay mirándola con pena.- Solo estaba cumpliendo órdenes y poder
fingir ser su esposa, ni siquiera conozco a ese hombre.- Camila sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y
su labio inferior comenzó a temblar. Su corazón se sentía como si fuera casi imposible bombear sangre
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correctamente a su cerebro, porque era casi imposible pensar algo en ese momento.

-¿Q-quién?.- Fue lo único que logró preguntar tragándose el nudo en su garganta, la mujer al darse cuenta
que Camila era ahora la esposa de la máxima autoridad de la ciudad, no dudó revelar.

- Su madre.- Fue suficiente para la chica ponerse pálida y sintió unas manos tocar su cadera.
- ¿Camz está todo bien?.- Y si no fuera por Lauren. Camila hubiese caído al suelo.

Capítulo 23
Camila abrió lentamente los ojos antes de parpadear varias veces, encontró el par de ojos verdes mirándola
con preocupación y solo entonces recordó lo que había sucedido. Se levantó apresuradamente dándose
cuenta de que estaba en la habitación de Lauren o en la de ellas, como solía llamarlo Lauren.
-Oye...no te levantes así, puedes sentirte mareada.- Dijo Lauren con dulzura en su voz. Fue una suerte que
todas las grandes fiestas tuvieran un lugar en el salón principal de su casa porque de esa manera ella pudo
llevar rápidamente a Camila a arriba y acomodarla en la cama.
- Voy hacerte una pregunta y quiero que me respondas con toda sinceridad.- Habló Camila notoriamente
alterada.
- Pues bien, hazla.- Dijo Lauren curiosa.
- ¿Ayudaste a mi madre para armar un plan encontra de John y de mi?- Lauren levantó una ceja en total
confusión.
-Como?
-¡No te hagas la tonta!.- Gritó Camila caminando por la habitación. Lauren extendió la mano y la tomó del
brazo suavemente.
- Realmente no entiendo.- Habló y sintió que Camila abruptamente retiraba su brazo del toque de sus manos.
- Entonces déjame preguntarte mejor. ¿Cuánto tiempo me has estado esperando? ¿Cuánto tiempo llevas
queriendo besarme?- Lauren se sonrojó, no quería decir la verdad era vergonzoso pero nunca le mentiría a
Camila.
-Umm, desde... Unos meses antes de casarnos.- Confesó abatida.

-¿¡Y pensaste que no descubriría tu juego sucio con mi madre para casarme contigo!?.- preguntó gritando,
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Lauren no pudo entender lo que su esposa estaba tratando de decir.
- Camz...- Lauren fue cerrada por la mano de Camila que golpeó su cara, se tapó su cara con sus manos más
sorprendida que adolorida. A pesar de que Camila tuvo una palmada realmente punzante.
-¡Nunca me vuelvas a llamar así!- Le impuso.- Estoy disgustada contigo, no pienses que tu dinero puede
haber comprado mis sentimientos porque no Lauren, no lo hicistes.
-¿Puedes al menos explicarme que...

-¡SUFICIENTE!- Gritó Camila.- Deja de fingir ser una víctima aquí Dios mío.- Pidió. Su pecho se infló y
desinfló rápidamente.-¿Cómo fui tan idiota? Por supuesto creí que era una coincidencia que apareciera
limpiando mis lágrimas tan pronto como mi madre me contó la peor de las mentiras y al día siguiente

llegastes a casa pidiendo mi mano.- Dijo con ironía.

-¡Camila suficiente.!- Lauren hablo un poco más fuerte.- No se de que mierda estas hablando, yo nunca
intente comprarte.- Ella habló.- Además me pediste que me casara contigo, no al revés.
- Porque mi mamá sabe lo estupida que puedo ser. - dijo llorando.
-No. Tu no lo eres.-Lauren la corrigió y Camila la miró de nuevo.
- Deja de actuar como una esposa perfecta porque tu pequeño juego ya se acabó ya ha sido descubierto, se
acabó esa buena pose de ser perfecta de hacerme sentir segura incluso atraída por ti. No estaría contigo por
todo el dinero del mundo.- Escupió las palabras.- Solo porque eres lesbiana ¿crees que todos tienen el
mismo tipo de atracción por ti? ¿Crees que solo porque eres rica todas las chicas de la ciudad te querrán,
Pero adivina que? Estoy disgustada, te odio ¿Esta claro? Ahora discúlpame.- Lauren incluso pudo ir tras de
ella, pero no podía negar que sus palabras la lastimaba profundamente. No había hecho nada para merecer
tal desprecio, pero en el fondo lo sabía, solo escuchar de la voz de Camila lo que siempre supo, nadie en su
sano juicio se quedaría con ella por sentir algo. Y entregada a ese pensamiento fue al baño a darse una
ducha y tal vez así poder recuperar su corazón que se rompía a pedazos

[...]
-¡Donde está mi madre!- Gritó Camila cuando llegó frente a la casa donde Lauren los había dejado alojado.
Le había pedido a unos de los guardia que la llevara ahí debido a que era turno de noche.
-Hola hija.!- Dijo su padre sonriendo, pero su sonrisa se borró cuando vio que su hija estaba llorando y
parecía irritada.- Esta ahí adentro. - Dijo la ubicación de la mujer.
-¿No tienes nada que ver con esto verdad?.- Le preguntó a su padre quien levantó una ceja confundido.
-Con qué?
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- Por Dios que son esos gritos?.- Sinu salió de la casa confundida por los gritos.
-¿Cómo pudistes madre?- Preguntó llorando.- Estaba enamorada de él.- confesó en un susurro
- Cariño por Dios ¿De qué estás hablando?- Fingió confusión.
-Puedes quitarte la máscara, me encontré a Margaret o quiero decir a... Lindsay?- Sinu abrió mucho los ojos
y la mujer se dio cuenta de que no tenía más remedio que decir la verdad.
-Oh por Dios estaban enamorados? ¿En dónde vivirían? En una pocilga?- Preguntó con desdén.-¿Cómo
alimentarian a mis nietos? ¿Con resto de alimentos y leche de vaca? Deverias agradecerme, te hice un
favor.- Completó cruzando los brazos debajo de sus pechos.
-¿Pero qué está sucediendo aquí.?- Preguntó Alejandro totalmente inconsciente de los eventos.
- Además ni siquiera lo amabas, el amor y la pasión son dos cosas muy diferentes.- Dijo ignorando la
pregunta de su esposo solo para darle la tarjeta final al asunto.- Y aún más, sospecho de que sea pasión,
quedaste encantada por el.- Alejandro miraba confundido a las dos mujeres.

- Tu querida esposa se unió a Lauren para idear un plan ridículo- Sinuhe frunció el ceño al escuchar el
nombre de Lauren, pero no dijo nada.
Camila decidió contarle todo a su padre y el hombre vio las escenas con horror en sus ojos ¿Como había
llegado Sinu tan lejos? Esa misma noche decidió abandonar la casa y regresar a su hogar en el pueblo. Sinu
tuvo que seguirlo completamente molesta. Alejandro dejó en claro que de ahora en adelante las decisiones
tomadas serían todas exclusivamente suyas.

El camino de regreso a casa, Camila se sintió terriblemente triste por haber caído en un juego de engaños
que planeó su esposa y su madre, herida ¿Como en millones de años te imaginas que tu madre y tu esposa
podrían unirse para engañarla de esa manera?
Estaba devastada ella estaba segura que ya no sentía nada por John, sabía admitir que a medida que pasaban
los días lo recordaba cada vez menos, pero dudó cuando sintió la avalancha de verdades caer sobre su
regazo. Sin embargo una cosa era indiscutible cuando llegara a casa terminaría ese falso matrimonio de una
vez por todas

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Capítulo 24
-¿Dónde está mi esposa Rosalía?- Preguntó Camila después de buscarla por toda la casa.
-Dinah llegó hace unos minutos señora, tenían que ir a la batalla tal parece que las mismas personas que
siempre intentan atacarnos le han hecho daño a uno de nosotros con la guardia baja.- Dijo sacudiendo la
cabeza.- Se fue a toda prisa, hay un gran ejército en camino aquí, por lo que escuché.- Camila resopló. Una
ola de preocupación se apoderó de ella después de todo, Lauren no había ido a tomar té con unas amigas.
Ella había ido a una batalla.

"Es bueno mantener el equilibrio en tiempos de guerra, perder la cabeza puede ser peligroso" recordó la
frase que Lauren le había dicho unos días antes de la boda, sacudió la cabeza tratando de no entrar en
pánico. Esa era solo su mente culpable de la pelea que la hacía alucinar.
- Está bien avísame cuando llegue por favor- pidió.

-No creo que vuelva temprano esta vez señora, las cosas parecían feas según la señora Dinah.
- Gracias, subiré entonces. - anunció Camila.

-¿No quiere comer algo? La fiesta fue cancelada porque la mayoría de ellos fueron a la batalla, pero aún
queda mucha comida.- Ahora Camila entendía por qué todos corrían apresuradamente en las calles.
Entraron en batalla.
-No gracias Rosalía voy a descansar.

-Que tenga buenas noches señora.- Dijo.- ¡Oh espere!- Se apresuró a decir haciendo que Camila volviera a
mirarla.- La Sra Lauren me pidió esta mañana que le entregue esto esta noche. Se suponía que debían estar
juntas, pero ella tenía que irse.- Dijo entregando una jarra completamente decorada, dentro del contenedor
estaba las mejores trufas de la ciudad, Camila reconocía sus dulces favoritos desde la distancia.

-Gracias.- Y con la jarra en mano subió las escaleras.

[...]
Seis días habían pasado, la ira de Camila ya se había convertido en pura preocupación no podía negar que
todavía sentía un poco de dolor, admitió que se había pasado demaciado con lo que le había dicho a Lauren.
Todavía quería terminar el matrimonio pero no quería perder el contacto con ella, no había sido una cosa
noble engañarla así pero al menos Lauren nunca la había obligado a nada.
Ya era de noche y Camila miraba al cielo a través de su gran ventanal de cristal, el inmenso zeppelin
regresaba y sabía que Lauren podría estar en el y se permitió crear expectativas.
Casi treinta minutos después escuchó el mismo sonido de cosas rompiéndose en la biblioteca, pero decidió
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Insideofmysoul
no ir ahí esta vez quizás su presencia empeorara las cosas. Ella misma no tenía idea de cómo reaccionaría
ante su esposa después de las barbaridad que le había dicho.
Por dentro se dio cuenta de que probablemente ya no sentía lo mismo por John, porque había pensado en el
todos estos días desde que Lauren se fue, solo cuando recordaba haber sido víctima de una gran mentira, no
lo recordaba con amor ni con anhelo. Anhelando admitió que sentía algo por Lauren ahora tal vez su ex
esposa o amiga.
El ruido en la puerta de su habitación al abrirse la hizo mirar rápidamente en dirección a ella, sorprendida
por una Lauren completamente herida, con un labio cortado, un ojo morado, contusiones en todo el cuerpo y
una venda en el hombro izquierdo, y con nada más ni nada menos que Jenna.

-Dios mío ¿que pasó?- Preguntó Camila acercándose con ojos preocupados. Lauren no dijo nada, solo se
llevó las manos al pecho tratando de abrir los botones de su camisa siendo detenida por Jenna.
- Déjame ayudarte.- Jenna habló rápidamente - Lauren resibió un disparo, pero ya la han tratado.- Le
respondió a Camila.

-No necesitas, déjame hacerlo a mi.- Dijo Camila acercándose más a ellas, no fue por celos ni nada, pero no
quería que Jenna viera a Lauren en ropa interior. Cuando levantó la mano al pecho de Lauren y consideró
abrir los botones, Lauren levantó rápidamente su brazo derecho sosteniendo la muñeca de Camila que la
miró sorprendida y Lauren se quejó de dolor por el repentino movimiento, le dolía todo el cuerpo a pesar de
que el disparo atrapó en el lado izquierdo.

-¡Tú no, ella!.- Le impuso seriamente a Camila haciéndola sorprender.

-No... no quiero a esa mujer en nuestra habitación.- Mintió la verdadera razón para no querer a Jenna ahí
mientras Lauren se desnudaba.- Mira no quiero pelear. Déjame cuidarte.- Le susurró a Lauren a pesar de que
Jenna la escucharía. Lauren mantuvo su expresión neutral.

- No necesitamos pelear.- Dijo la mayor mirando la cara de Camila.- Jenna, llama a Ally por favor.
- Lauren, déjame a...
- Camila, llamaré a Ally a Rosalía, al diablo si es necesario...- Lauren escupió las palabras con dolor.- Pero
no me tocas.- Su tono de amargura era notoria.- No necesitas ensuciarte las preciadas manos con nada
desagradable.- Camila abrió la boca varias veces para decir algo, pero no salió ninguna palabra. Jenna
sonrió discretamente cuando vio la relación de las dos desmoronándose, si todo continuaba así pronto
Lauren la tendría a ella.- Por favor Jenn, haz lo que te pido.- Y sin decir nada más Jenna salió de la
habitación.

Lauren respiró hondo y se apoyó contra la puerta, luego con dificultad caminó hacia su cama y se sentó ahí
tardando más de lo habitual y Camila notó que cojeaba en unas de sus piernas, sintiendo que toda la culpa la
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Insideofmysoul
invadía por lo que le había dicho a su esposa, no era cierto lo que había dicho, Lauren nunca la había
disgustado, solo lo dijo en el calor del momento.
Cautelosamente se acercó al borde de la cama y se sentó junto a su esposa, estudió la cara magullada de la
mujer a su lado y lentamente acercó su mano al mechón de cabello que caía de la chica y lo colocó detrás de

su oreja.
- Déjame ayudarte. - Susurró en un tono gentil.- Por favor.- Sintió que Lauren quería ceder a su declaración
y vibró internamente al ver que su toque tenía un efecto en Lauren.
- Sería útil si dejaras de intentar acercarte, realmente no necesito tu pena.- Dijo con todo el dolor en su
corazón, se levantó y caminó hacia el baño. Camila sabía que Lauren no podría quitarse la ropa sola, pero
también sabía que estaba demasiada herida como para aceptar cualquier cosa que viniera de ella, y de lo
que estábamos hablando no eran de las heridas externas.

Capitulo 25
Después de varios minutos sola en el baño, Ally llegó para ayudar a Lauren a quitarse la ropa. Camila
escuchó algunos gemidos de dolor provenientes del baño y quería ir locamente ahí, pero sabía que Lauren no
le permitiría ayudarla en lo absoluto. Después de lo que pareció una eternidad para Camila, Ally fue a su
habitación respectiva y Lauren se fue a su cama, Camila ya estaba en la cama pero no dormiría sin tratar de
hablar con Lauren nuevamente.

Levantó las sábanas para facilitar el trabajo a su esposa y ella solo la miró sentándose en la cama lentamente
para posteriormente sentarse.
- Tienes ungüento en nuestra cómoda, ¿quieres que te lo aplique en los moretones?- Preguntó Camila con
cautela.
- Llamaré a Ally no...
- ¡No llamarás a nadie!- Decretó Camila.- Estoy aquí y quiero hacerlo, soy tu esposa y no ella maldita sea.-
Se quejó resoplando. Lauren la miró sin decir nada. - Déjame ayudarte.
La mayor se volvió hacia el otro lado sin decir nada y Camila decidió levantarse, cerrar la puerta con
seguro y tomar el ungüento.
- Se que puedes estar odiandome ahora pero créeme cuando digo que no es una pena para mi ayudarte, estoy
diciendo la verdad.- Dijo sentada en la cama y levantando la mano con cautela al primero de los botones de
la camisa de Lauren.
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Camila sintió que la mano de Lauren sostenía suavemente su muñeca suspiró aún sin darse por vencida.

- Piensa que la pomada ayudará con los moretones, me dijistes que amas tu trabajo déjame ayudarte a volver
a el.- Sintió que los dedos de Lauren se soltaban del agarre y lo tomo como un si. Comenzó a desabotonar
todos los botones de la camisa de su esposa y cuando la camisa estuvo abierta revelando su piel blanca
Camila tuvo que mantener sus pensamientos rectos.

-¿Podrías... ayudarme a acostarme boca abajo?.- Preguntó Lauren un poco molesta- No tengo sujetador y no
quiero que me vomites.- La boca de Camila se torció cuando escuchó eso, pero lo ignoró ayudando a la
chica a darse la vuelta y tan pronto como lo hizo, Camila respiró hondo y deslizó la camisa de su esposa por
sus hombros lentamente no quería causarle más dolor, puso la camisa en cualquier rincón de la habitación.

Tomó el tubo de Ungüento y se puso un poco en los dedos, comenzó a trazar círculos sobre los moretones de
Lauren. No pudo evitar notar lo suave que era su piel; rasgos femeninos, piel blanca, las hebras del cabello
tirados a un lado, todo contribuyó a que la visión fuera totalmente sexy.
- A-ay!- Lauren gimió suavemente cuando Camila aplicó demasiada presión sobre una de las marcas
moradas, ella había sido distraída por la vista.

Lentamente pasó el dorso de su mano en una caricia de abajo hacia arriba y bajó su dedo índice sobre la
curva de la columna vertebral de la mujer mayor, en un acto que hizo que Lauren temblara.
- Camila...- Advirtió Lauren y Camila se mordió el labio inferior.
- Perdón. - Dijo suavemente, devolviendo la pomada en los lugares morados. Tan pronto como terminó se
inclinó tratando de detener su propio cuerpo, pero falló, por lo que terminó aplicando un ligero beso en la
parte posterior del cuello de su esposa.- Date la vuelta, necesito aplicarte la pomada adelante.- Susurró y
Lauren tragó saliva cuando sintió los labios de su esposa contra su piel, y luego el lento susurro que hizo que
Lauren pudiera sentir el aliento de Camila rozando su oreja. Se giró lentamente con la ayuda de Camila para
no lastimar su hombro lesionado en el colchón.

Camila se congeló cuando vio los senos y sus pezones rosados endurecidos de Lauren. Si no hacía frío ¿Por
qué sus senos se veían así?
Frotó más pomada en sus dedos apartando sus ojos de los senos de su esposa y comenzó a hacer lo mismos
movimientos circulares en las contusiones, en el abdomen y las costillas.
- Ally ya limpió la herida así que no hay necesidad...- Aclaró Lauren y Camila pronto entendió asintiendo
demasiada tensa para decir algo. Quería besar esa piel, esos senos. ¿Qué estaba pasando con ella?
Respiró hondo y le quitó los pantalones cortos a Lauren haciendo los mismos movimientos en las
contusiones de las piernas. Cuando volvió a mirar a Lauren a los ojos, se aplicó más pomada en los dedos y
lentamente comenzó acariciar su rostro.
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- Dios... te lastimaron mucho.- Camila dijo tristemente. - Odio verte así.
- Terminaste? - Preguntó Lauren apartando la mirada de Camila.
- Si - Dijo Camila al ver desaparecer el ungüento entre los poros de la cara de Lauren.- Mañana estarás
mucho mejor.
- Gracias.- Dijo Lauren tratando de agacharse para recoger su camisa pero Camila la detuvo en el acto.
- No es necesario vestirse, cerré la puerta - Dijo Camila en un tono suave.- Debe ser horrible ponerse la
camisa con todos esos moretones.
- ¿Estás segura?- Lauren preguntó y Camila asintió inclinándose y dejando un beso en el cuello de Lauren
uno de los únicos lugares donde no había heridas.
- Buenas noches Lern - Y se volvió hacia el otro lado. No podía dormir viendo a Lauren semidesnuda a su
lado. De hecho no sabía si sería capaz de dormir sabiendo que Lauren estaba en esos trajes en la misma
cama que ella.
Se mordió el labio inferior tratando de obtener la imagen de los pezones rosados y rígidos de Lauren a
centímetro de su boca, se veían realmente deliciosos para probar a pesar de que nunca había hecho algo así.
[...]

fue en medio de la noche cuando se despertó al darse cuenta de que estaba acurrucada con Lauren, su brazo
derecho sostenía posesivamente alrededor de la cintura de Lauren. Se inclinó y estudió el rostro de su
esposa. " Tan hermosa incluso con todas esas lesiones" pensó.
Miró el cuerpo de la mujer y vio que Lauren estaba semidesnuda y no pudo resistirse a darle un beso en el
hombro bueno de Lauren, y luego subió un pequeño rastro de castos besos hasta la curva del cuello de la
mujer. Le picaba la mano para subir un poco más y sostener esos senos, pero sería un error hacerlo mientras
Lauren dormía.

Inhaló el olor de la piel de Lauren y apretó los ojos con fuerza evitando decir tonterías y luego recostándose
en la cama.
- ¿Qué me estás haciendo Lauren? - Susurró en voz baja antes de pegar su cuerpo al de Lauren de nuevo, lo
hizo demasiado lento para no despertar a su esposa y no lastimarla de más.
Pronto se durmió en el calor del cuerpo de Lauren pegado al suyo, sin saberlo Lauren había estado despierta
todo ese tiempo, no pudo dormir debido al calor y fue testigo de toda la escena dando gracias a los cielos de
que Camila no notó su piel de gallina por sus toques.

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Capítulo 26
Camila se despertó al día siguiente por un fuerte golpe en la puerta, abrió uno de sus ojos solo para
descubrir que Lauren se movía inquieta en la cama.
- Ya va. - Dijo Camila cubriendo con una sábana a su esposa que tenía la espalda completamente libre. Le
besó la mejilla antes de envolververse en su bata ya que solo llevaba un camisón corto, se dirigió a la
puerta.
- ¿Cómo está ella? - Preguntó Dinah aterrorizada.
- Esta bien, ayer puse ungüento en sus hematomas y a parte de la inyección, no hay nada profundo en su
cuerpo, todo superficial.
- ¿Como sabes? - Preguntó Dinah levantando una ceja. - ¿Te lo dijo ella? No sabía que estaban hablando de
nuevo.
- Yo, unm, puse ungüento en su cuerpo ayer así que lo sé. - Dinah levantó el cuello y miró por encima del
hombro de Camila, vio a su amiga durmiendo como un bebé y cubierta por una sábana.
- Traté de protegerla, pero fallé. - Dijo Dinah decepcionada de ella misma.
- Hey, ella estará bien - Dijo Camila
- ¿Fue disparo superficial o profunda? ¿Ya la vio un médico? - Camila suspiró antes de responder.
- Yo... no lo sé - Confesó.

- El disparo fue superficial, le rozó, y si, ya la vio el médico de la familia antes de venir aquí y revisar la
herida, y si, no había nada más grave en su cuerpo - Jenna apareció ahí entrometiéndose - ¿Ya se ha
despertado?

- Todavía no - Camila dijo con dureza.

- Déjame verla - Jenna ordenó en un tono arrogante y Camila se aseguró de no bajar a su nivel.
- Más tarde ahora mi esposa está descansando.
- Sal de aquí no quiero dañar mi mañana de buen humor contigo, satanás. - Dinah habló y Jenna puso los
ojos en blanco

- Bueno, se que volveré más tarde - Habló saliendo con pasos pesados.
- Dinah? - La voz ronca de Lauren desde el interior de la habitación hizo que ambas girarán para ver a

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Lauren despierta. Camila corrió a buscar su camisa en el mismo lugar donde la dejó la noche anterior y la
ayudó a vestirse con cuidado, los ojos de Dinah siguieron cada movimiento Lauren no le había dicho por qué

Camila la había lastimado pero Dinah esperaba que volvieran hablar pronto.
- Buenos días chica ¿cómo te sientes?
- Parece que me pasaron mil tractores - Respondió riéndose, dejando que Camila terminara de abrocharale
los botones de su camisa.
- No sabía como estabas me puse desesperada, lamento haberte atormentado tan temprano yo solo...
necesitaba saber como estabas - Habló y Lauren asintió.
- Esta bien no te preocupes, pero gracias por venir - Habló con calma.
- Imagina que podrás comer las golosinas de Rosalía, así que valió la pena. - Bromeó matando
inmediatamente la tensión entre la mirada de Lauren con Camila. - Yo... te dejaré cambiar, te espero ahí
abajo.
Camila y Lauren siguieron el cuerpo de Dinah que desapareció de la vista cuando cerró la puerta.
El silencio que se estableció ahí en la habitación fue incómodo para ambas.

- ¿Podemos hablar después de comer? - Preguntó Camila torpemente.

- No tenemos nada de que hablar.- Habló Lauren a la defensiva.

- Si tenemos - Dijo Camila - Necesito disculparme - Los ojos de Lauren que antes miraba la ventana se
encontraron con los de Camila.
- No tienes que hacer eso podemos separarnos si quieres o seguir manteniendo las apariencias, lo que sería
ventajoso para mi para no tener que explicar por qué todavía estoy soltera a los veintidós. De todos modos
no necesitas disculparte por decir lo que todos piensan.
- Yo no pienso así. - Dijo rápidamente sosteniendo las manos de Lauren.
Lauren miró los dedos de su esposa sobre los de ella y se encontró confundida Camila realmente no parecía
disgustarla anoche, pero decidió no pensar en eso.
- Estaba molesta Lo, traté de lastimarte de alguna manera, traté de hacerte sentir como yo para que
experimentaras la sensación, pero perdóname. - Dijo sinceramente - No estoy disgustada por ti... eres
fantástica cualquiera se enamoraría de ti en un abrir y cerrar de ojos - Lauren miró fijamente a los ojos de su
esposa durante largos segundos luchando una batalla intensa consigo misma.

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- ¿Puedo saber quién es John? - hizo la pregunta que había estado en su mente durante días.
Camila abrió y cerró la boca varias veces pero no encontró forma de explicar quién era ¿Cómo es que
Lauren no sabía quién era John?
- El hombre que tu y mamá me hicieron creer que estaba casado con otra - Lauren resopló.
- Ahí vienes con tus acusaciones. - Dijo rodando los ojos - Quien quiera que sea es un tipo con suerte. - Dijo

levantándose e ir a buscar ropa para ponerse algo en la parte inferior, los pantalones cortos de la noche
anterior eran demasiado cortos para caminar por la casa y ni siquiera se lo puso. Se colocó la pieza mientras
Camila buscaba una forma de poner en palabras lo que estaba sucediendo en su mente.
- Tu...- Comenzó mordiéndose el labio inferior. - ¿No ayudaste a mi madre a trazar un plan haciéndome
creer que el chico con el que estaba saliendo estaba casado para poder casarme contigo? - Preguntó al ver
que Lauren no parecía entender de lo que estaban hablando.
- El único plan que hice con tu madre fue prometerle que te haría feliz - Ella habló frustrada - Y para
prohibir la entrada de un tipo que te perseguía...- Habló dándose cuenta de que Sinu también la había
engañado.
- ¿Ese hombre que me perseguía se llama John?

- Yo no sé, le pedí a tu madre que no me lo dijera porque no se que iba hacer con el, ella pasó el nombre a
los guardias pero probablemente debe ser el. - Habla mirando al suelo durante mucho tiempo. - Perdón por
arruinar tu relación.- Finalmente dijo en un susurro.
- Perdón por acusarte- Dijo Camila levantándose de la cama - Dios mío lo siento dije tantas cosas...

- Déjalo ir - Dijo Lauren mordiéndose el interior de su mejilla para aguantar sus ganas de llorar.
- No. Siempre me has trato de la mejor manera posible, con amabilidad y respeto y en la primera
oportunidad te acuso de algo que no hicistes.
- Déjalo, Camila - Dijo Lauren sintiendo a Camila entrelazar sus dedos con los de ella. - Voy a cancelar el
bloqueo de la entrada de ese hombre a la ciudad y cuando quiera puedo concederte el divorcio, puedo
comprarte una casa y...
- ¡Lauren! - Llamó Camila tocando con su pulgar e índice la cara de su esposa haciendo que Lauren la
mirara.- No quiero estar con el.
- Pero...

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- ¡Pero nada! Solo... déjame cuidarte y todo será como fue entre nosotras.- Susurró. - Por favor...

- Por qué?
- Me hiciste falta - Confesó con voz quebrada y se mordió el labio inferior. Su mirada alternaba entre los
labios de Lauren y sus ojos.- Te extrañé mucho y sé que soy una idiota, pero por favor...
-¿Van a bajar pronto? Dinah está devorando el desayuno - La voz de Rosalía seguida de un golpe en la
puerta hizo que ambas suspiraran.
- ¿Comtinuamos más tarde?- Preguntó Lauren y Camila asintió llendo a seguir a Rosalía por las escaleras
con una expresión suave, sin embargo en su interior más profundo le pidió a Lauren que la perdonara por ser
tan estúpida.

Capítulo 27
Lauren y Camila no tuvieron tiempo para hablar en todo el día debido al mimo de todos en esa casa por
Lauren, no la dejaron sola ni un segundo y aunque a ella le encantaba todas esas golosinas y los mimos,
realmente quería hablar con Camila.
Todavía estaba resentida, de hecho, pero no podía negar que ver a Camila disculpándose la ayudó un poco a
sanar su ego herido.
Salió del baño después de pasar varios minutos adentro sintiendo el agua tocar su cuerpo, Camila la había
ayudado a quitar su ropa de hecho Camila estaba siendo de mucha ayuda, por la tarde insistió en volver a
poner la pomada en sus moretones y limpiar la herida en su hombro. No pudieron hablar ya que Dinah y Ally
decidieron entrar a la habitación y hablar con ellas durante el proceso.

A Lauren no le importaba su semi desnudez frente a sus amigas y aunque Camila se sintió avergonzada por
los demás, sabía que las chicas no miraban mal al cuerpo casi desnudo de su esposa, sin embargo se negó a
que Jenna entrara a su habitación mientras Lauren estaba de esa manera.
Camila también le sirvió el desayuno y el almuerzo alimentándola en su boca como a un bebé, sabía que
Lauren podía comer sola pero no quería sentirse inútil por no hacer nada mientras su esposa estaba
claramente sufriendo.
La más joven también se había ofrecido a llevar todo para Lauren, sin dejarla buscar ni siquiera un
bolígrafo, en otras ocasiones la mayor su hubiera sentido sofocada, pero la verdad es que estaba disfrutando
de ver a la chica cuidarla.
- Ni siquiera te vistas, pasaré primero la pomada- Advirtió Camila tan pronto como vio a Lauren solo con
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una bata de seda azul celeste.
-¿Podemos hablar antes?- Preguntó caminando lentamente a la cama.
Camila la miró y asintió dándole espacio para sentarse a su lado.
-¿Todavía me odias?- Preguntó Camila mordiéndose el labio en una ansiedad más que obvia, Lauren se río
suavemente y sacudió la cabeza.
- Por Dios Camila, nunca te odié- Recalcó- Pero admito que todavía estoy herida.
- Juro que no...
- No dudé nada de lo que me dijiste solo que...- Susurró volviendo la mirada hacia sus manos - Ni siquiera
sabía por qué me estabas maldiciendo. - Señaló - Un minuto estábamos haciendo planes para jugar una
batalla naval y reír, y al siguiente vienes y me cuentas todo estas cosas.
- Perdón - Fue lo único que logró decir bajando su mirada avergonzada.

- No tengo miedo de confesar que me dolió - Dijo Lauren -Pero todo fue un mal entendido, así que será
mejor que lo olvidemos- Los ojos de Camila se iluminaron cuando escuchó eso y la chica rápidamente
encontró la mirada de Lauren sobre los de ella.
-Prometo no actuar así nunca más- Dijo Camila sentándose más cerca de Lauren llevando su mano a un
mechón de cabello y lentamente deslizando sus dedos hasta que puso el mechón detrás de su oreja. -Prometo
no desconfiar nunca más de ti- Dejó que su mano descansara en la cara de Lauren y aprovechó la
oportunidad para comenzar una caricia lenta mirándola con los ojos llenos de afecto.- Fui tan estúpida -
Dijo en voz baja.

Lauren se permitió cerrar los ojos para sentir el toque tan cálido en su rostro, dejó salir el aire de sus
pulmones y volvió abrir sus ojos.
-Necesitamos hablar sobre la boda.- Dijo Lauren mirando esos ojos marrones tan concentrados en cada
detalle de su rostro. Camila quería separarse hace unos días, ayer para ser exacto, pero hoy... hoy no lo
sabía.

-¿Qué hay con la boda?- Fingió ser malentendido.

-¿Realmente no quieres estar con John?- Preguntó sería.
-No voy a mentir que cuando nos casamos quería, tenía muchas ganas pero hoy... ya no.
-¿Qué a cambiado?- Preguntó Lauren sintiendo a Camila deslizar el dorso de sus dedos sobre su mejilla.

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Camila suspiró sintiendo el interior de su acto extraño.

- Yo... no sé- Ella habló.

-¿Quieres el... divorcio?
-¡No!- Respondió demasiado rápido haciendo que Lauren asistiera aliviada internamente.- Quiero decir, me
gusta estar casada contigo y así te deshaces de los cargos de este matrimonio y yo también. - "Por supuesto,
ventajas" pensó Lauren.- Además sería demasiado sospechoso si nos divorciámos ahora. Demasiado
temprano ¿no te parece?
- Es correcto- Lauren estuvo de acuerdo llevando sus manos a la cuerda de su bata y abriéndola
expertamente. Lauren había hecho lo que siempre hacía para abrir la bata, sin embargo Camila lo vio como
un movimiento extremadamente sensual.-¿Me puedes ayudar con la pomada?
Los ojos de Camila siguieron a Lauren para levantarse y coger el ungüento antes de volver a la cama, la más
joven se detuvo para contemplar esa vista con una Lauren con piel lechosa casi completamente expuesta,
vestía diminutas bragas rosas y nada más.
- S-seguro - Se aclaró la garganta y se maldijo por actuar de esa manera. - Pero sobre nuestra
conversación...- Dijo tratando de recobrar la compostura.- Eso significa que seguiremos casadas ¿Verdad?-
Lauren asintió con la cabeza.
- Prometí cuidarte incluso cuando mis heridas estén abiertas ¿no?- Preguntó y Camila sonrió ampliamente, su

sonrisa hizo que Lauren sonriera de igual manera.

La más joven todavía en el calor del momento se arrojó hacia Lauren sentada en la cama, se inclinó pillando
a Lauren por sorpresa mientras tocaba sus labios en un casto beso.
-Tan perfecta esposa- Dijo riéndose tan pronto como separó sus labios haciendo reír a Lauren también.
-Si- Dijo Lauren todavía sonriendo - Perfecta- Susurró casi sin aliento perdiendo la sonrisa cuando se dio
cuenta que Camila la miraba directamente a los ojos. El ambiente se volvió un poco tenso, Lauren perdió el
aliento cuando notó que Camila no había estado lo suficientemente lejos de su rostro.
- Lauren...?- Camila llamó suavemente tragando saliva cuando vio lo que acababa de hacer.
-Si?- Preguntó todavía demasiado extasiada para alejarse.
De repente las palabras de Dinah sonaron en la mente de Camila, Lauren realmente no haría nada, necesitaba
dejar que ella misma tomara la iniciativa pero...

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¿tendría ella tanto coraje?
- Si te besara ahora...¿estaría muy mal?- Preguntó casi inaudible, las palabras escaparon de sus labios antes
de que pudiera arrepentirse. El silencio de Lauren hizo que Camila se desesperara por dentro, no debería
haber dicho eso.
-Camila...- Dijo Lauren en un tono arrastrado, tragó saliva -¿Qué estas haciendo?- Susurró.

-Solo...- Dijo acercando su cabeza a la de Lauren rozando sus labios con los de la chica mientras hablaba.-
Solo responde mi pregunta. - habló en voz baja sintiendo que la sangre se aceleraba en sus venas y su
corazón golpeaba contra su pecho.
- De ninguna manera- Lauren finalmente respondió haciendo que Camila se tomara unos segundos para
entender.
- Entonces si te beso ahora...- Comenzó con una respiración agitada - Te enojarias?- Preguntó mordiéndose
el labio inferior casi sin voz solo para confirmar si entendía correctamente.

Sintió que sus manos sudaban y temblaban, así que apretó los puños.
- No - Lauren respondió en voz baja y Camila asintió mirándola a los ojos y respirando profundamente antes
de inclinarse vacilante y temiendo que estuviera cometiendo el mayor error.
¡No debería estar haciendo eso, no debería estarlo haciendo!
Hasta que sus labios finalmente encontraron el dulce toque de los labios de Lauren, haciéndola cambiar de
opinión al instante.
¡Debería estar haciéndolo! Debería haberlo hecho hace mucho tiempo.!

Capítulo 28
- Entonces si te beso ahora...- Comenzó con una respiración agitada - Te enojarias?- Preguntó
mordiéndose el labio inferior casi sin voz solo para confirmar si entendía correctamente. Sintió que sus
manos sudaban y temblaban, así que apretó los puños.

- No - Lauren respondió en voz baja y Camila asintió mirándola a los ojos y respirando profundamente
antes de inclinarse vacilante y temiendo que estuviera cometiendo el mayor error.
¡No debería estar haciendo eso, no debería estarlo haciendo!
Hasta que sus labios finalmente encontraron el dulce toque de los labios de Lauren, haciéndola cambiar
de opinión al instante.
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¡Debería estar haciéndolo! Debería haberlo hecho hace mucho tiempo. !
Camila sintió un pánico diferente explotar dentro de ella, sintió que se le revolvía el estómago cada vez que
tocaba sus labios con los de Lauren, pero fue cuando sintió a Lauren introducir su lengua en su boca
profundizando el beso que sintió como si su lengua fuera sido secuestrada, una hambre que ni siquiera sabía
que existía dentro de ella se apodero de su cuerpo haciéndola llevar su mano a la parte posterior del cuello
de Lauren para acercar más sus cuerpos.
Intentó besar a Lauren con toda la suavidad del mundo, no quería que su avaricia e impaciencia lastimaran a
Lauren ya que tenía un pequeño corte en su labio superior.
Lauren con su brazo derecho tiró de Camila sobre su regazo haciéndole caer el tubo de ungüento sobre la
cama. Camila se acomodó con una pierna a cada lado del cuerpo de Lauren y envolvió sus dos brazos al
rededor del cuello de la mujer mayor, con cuidado de no golpear el lugar lesionado. Camila sintió que su
cuerpo se calentaba al recordar que mientras sentía la lengua de Lauren deslizarse sobre la de ella
deliciosamente, estaba en el regazo de su esposa, y bueno, lo que separaba a Lauren de estar desnuda era
solo unas pequeñas bragas.

Fue cuando Camila lentamente arrastró sus uñas en la parte posterior de su cuello que Lauren apretó la
cintura de Camila haciéndola soltar un gemido involuntario en la boca de su esposa. Lauren se sentía en
llamas con tanta armonía en sus oídos y solo aumentó cuando Camila le mordió el labio inferior de una
manera sensual.

Sintió que el beso se volvía más desesperado y cuando sintió que el brazo de Camila le rozaba el hombro
herido no pudo evitar soltar ungruñido.
- Dios mío, lo siento- Dijo Camila y Lauren soltó una risita sacudiendo la cabeza. - Soy un desastre deberías
saber eso- Susurró sonriendo sellando los labios de su esposa sin prisa.- Entonces...debemos centrarnos en
lo más importante aquí: La pomada.
-Bien- Dijo Lauren riendo mirando a Camila retirarse de su regazo y de repente se sintió avergonzada de

estar desnuda de la cintura para arriba, se acomodó bien en la cama y Camila la siguió con más dificultad
que nunca por la adrenalina del momento.
Hablaron de cosas triviales después del episodio del beso, y tan pronto como Camila terminó de aplicar el
ungüento Lauren prefirió usar una delgada camisa blanca con botones, Camila le agradeció mentalmente y se
inclinó apagando la lámpara.
-Buenas noches Laur- Susurró.

-Buenas noches Camz- Le respondió, quería besar a su esposa con las buenas noches pero cumplió lo que le
había prometido a Camila cuando le propuso matrimonio: nada de forzarla, respetaría cada voluntad y
decisión de Camila.
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Sintió los brazos de Camila abrazarla minutos después, acurrucadose contra las curvas de su cuerpo y sonrió
para si misma y pronto se durmió.
[...]
Camila abrió los ojos parpadeando varias veces solo para confirmar que no estaba soñando, Lauren la
miraba sin decir nada.
-¡Buen día!- Dijo Lauren, su piel estaba un poco menos moradas y su cabello estaba despeinado.
- Buenos...- Bostezó estirando los brazos sobre la parte posterior de su cabeza, estirandose.-Días..-
Completó con una sonrisa.
-Rosalía dijo que nos están esperando ahí abajo.
-¿Estaba ella aquí?- Preguntó.
-No. Bajé para pedirle que preparar waffles con dulce de leche y plátano.- Los ojos de la chica más joven
se iluminaron cuando escuchó eso, hasta que cayó en la percepción de algo y frunció el ceño.
-¿Fuistes así?- Preguntó refiriéndose a la bata azul celeste que llevaba la noche anterior.

- Si- Habló como si fuera obvio.

-Lauren!-
-¿Qué?

-Jenna no puede verte así.- Ella habló ligeramente roja, Lauren sonrió discretamente.
-¿Y por qué no?.- Preguntó levantándo una ceja.
- Porqué... porqué no, porqué...- Dijo Camila sentada rápidamente en la cama.
-Camila...- Dijo Lauren sentándose también-¿Estás realmente celosa?

-¿Celosa?- Habló levantándose rápidamente de la cama.- Simplemente no creo que sea apropiado salir así.-
Lauren acordó levantándose.
-Bien- Dijo aguantando la risa.- No había nadie en el momento que fui porque era demasiado temprano ¿de
acuerdo?- Habló y Camila la miró con una expresión más suave.- Voy a darme una ducha rápido porque ya
tengo que ir a trabajar, ya vuelvo.- Dijo luego de dejar un beso en la cara de Camila haciéndola sonrojar.-
Puedes cepillarte ahí, voy a dejar la puerta abierta y luego puedes bajar, nos vemos allá.- Y se fue al baño.

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De acuerdo no había tocado el tema de los besos y si fuera por Camila nunca lo habría tocado en lo
absoluto. No es que significara que ella no quisiera repetir el acto.
Se llevó los dedos a los labios y sonrió recordando la sensación de tener los labios de Lauren cubriendo los
suyos, suspiró y se cambió rápidamente.
[...]

-¡Buenos días chicas!- Dijo Camila al entrar a la cocina y encontrar a todas sentadas ahí, Normani y Dinah
siempre pasaban por el desayuno antes de ir a trabajar con Lauren.
-¡Que buen humor a esta hora del día!- Dijo Dinah. - Mi buen humor no existe a esta hora, porque todavía
estoy entumecida del sueño.- Terminó bostezando.
- Buen día chicas!.- Lauren quien entró justo detrás de Camila dijo sonriendo, llevaba su uniforme y estaba
bien vestida. Se acercó a Rosalía y le dio un largo beso en la mejilla.
-¡Cruces!- Dijo Dinah.- Vas a trabajar así de jodida y estas de humor. Dios me defienda!
- Creo que lo hicieron- Normani le susurró a Dinah, quién apartó la mirada de Camila justo a tiempo para
encontrarla sonriendo a Lauren.
-Definitivamente!- Le respondió.- Si no tuvieron sexo, están en camino.- Le susurró devuelta a Normani.
-Tienen una buena cara Rosalía. - Dijo Lauren mirando los gofres.- Mi madre ciertamente no podría
competir contigo si volviera.- Completó viendo palidecer la cara de la mujer.
-¿Competir conmigo?- Preguntó.
- La posición de quién me cuida mejor.- Dijo Lauren y la mujer sonrió, Camila sin embargo encontró la
actitud de la mujer extraña. Rosalía miró a Camila con ojos preocupados y se dio cuenta de qué la estaba
mirando de forma diferente.

-Apuesto a que Camila podría unirse a la disputa conmigo. - Dijo sonriendo.- incluso puedo cocinar para ti,
pero es la señorita Cabello quien se presta para ayudarte con los moretones.
- Podría ayudar con eso, Camila no tiene que tomar crédito por algo que también podría hacer yo.- Dijo
Jenna con amargura. Camila la miró pero no dijo nada.
- No eres la esposa de Lauren- Dijo Rosalía seriamente y nadie dijo nada más, solo se limitaron a probar el
delicioso postre que se sirvió después de los magníficos gofres de Rosalía.

Un salto de Lauren fue lo que asustó a todos.

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Insideofmysoul
- Llegamos tarde.- Dijo mientras revisaba su reloj de pulsera. Dinah y Normani abrieron mucho los ojos.
Afortunadamente ellas son las que ordenan, Normani en la caballería y Dinah en la infantería mientras que
Lauren ordena a todas las fuerzas ahí. - Estaba delicioso Rosalía. Gracias- Habló levantándose
apresuradamente.
-¡Hey!- Llamó Camila haciendo que Lauren se detuviera a mitad del camino y se volviera para mirarla.-¿No
estás olvidando nada?- Lauren frunció el ceño confundida y Camila puso un pequeño puchero en sus labios
señalandolos. Lauren miró a su alrededor solo para descubrir que no había guardia ahí, luego sonrió
ampliamente y regresó con su esposa.
- Perdón.- Susurró tímidamente al lado de la cara de Camila inclinándose y dándole un delicado beso en los
labios de una manera dulce, suave, y larga. Camila suspiró y abrió los ojos viendo esos ojos verdes tan
pronto como sus bocas se separaron.

-Necesitamos hablar de esto, ya qué siempre que me vas a besar te disculpas primero.- Dijo suavemente
sonriendo como una tonta, luego tiró del cuello de la camisa de Lauren con una agilidad y las fuerzas
necesarias para que sus labios se tocaran nuevamente.
Rosalía sonrió complacida por la escena mientras sostenía el tarro de fresas, Ally estaba boquiabierta
porque en todo ese tiempo de casadas lo que más la vio compartir fueron abrazos y pequeños besos rápidos.
Dinah y Normani intercambiaron una mirada de complicidad con risitas bajas cuando Jenna apretó la
mandíbula evitando mirar la escena.

Lauren jadeo en la boca de su esposa cuando sintió el maravilloso sabor de helado del postre que acababan
de comer, helado de chocolate, no pudo resistirse a morder el labio inferior de su esposa, solo para
introducir la lengua de nuevo en su boca.

Camila estaba emocionada por el delicioso toque de la suave y helada lengua de Lauren sobre la de ella y
olvidando que tenían una audiencia envolvió sus brazos alrededor de Lauren sintiéndola tomar su mano
derecha hasta la parte posterior de su cuello y perderse en su cabello, aplicando ligeros tirones. ¿Como
demonios había perdido tanto tiempo deseándola en secreto.? Debió haberla besado desde el momento en
que comenzó a sentirse terriblemente atraída por la chica. Camila sonrió lentamente chupando los labios de
Lauren antes de abrir los ojos y darle un último beso.

- Date prisa si aún no quieres llegar tarde.- Lauren abrió muchos los ojos y se dio cuenta que había olvidado
su retraso.
- Bien.- Habló volviendo a la realidad.
- Y, Lauren...- Dijo Camila.- Vuelve pronto.- Lauren sonrió y se mordió el labio inferior asintiendo
frenéticamente y volviendo para otro beso rápido antes de desaparecer de la vista con Dinah y Normani
detrás de ella.
-¿Qué fue eso?.- Ally preguntó sonriendo sugestivame. Camila se río y se mordió el labio inferior sintiendo
aún el sabor de Lauren en ella y suspirando por su ausencia.

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-¿Eso?- Preguntó mirando la dirección por donde Lauren se había ido.- Bueno... Esta soy yo descubriendo
que además de mi arcoíris, hay algo mucho, mucho mejor de lo que imaginaba Ally.

Capítulo 29
-Perdón por el retraso Camz.- Susurró Lauren mientras yacía en la cama al lado de Camila, ya se había
duchado y estaba exhausta. Cuando llegó a casa luego del trabajo encontró a Camila durmiendo
tranquilamente y la entendió absolutamente, después de todo casi había llegado a casa por la mañana, besó a
su esposa por la mejilla y se recostó en la cama.
- ey.. hola- la pequeña voz de Camila sobresaltó a Lauren quién pensó que Camila dormía.
-Siento haberte despertado.- Lauren dijo avergonzada.
- Me dormí durante media hora y me alegró de haberme despertado, necesito aplicarte tu ungüento.- Dijo con
la voz un poco ronca.
- No es necesario, estás cansada y yo también mañana hago eso.- Dijo exhausta.

- No señora! Quiero que esas marcas sanen pronto.- impuso levantándose torpemente y tomando el tubo ya
conocido por ambas. -¿Está mejor tu hombro?
-Ya casi no duele fue solo un rasguño sanará muy pronto.- Dijo mientras desataba el encaje de su túnica
negra, abriéndola y retirándola de su cuerpo.
- Ya conoces el procedimiento... - Comenzó Camila mirando el abdomen y los senos de Lauren
completamente expuestos.-¿Por qué no te das la vuelta de una vez?
-Tendré que dar la vuelta de todos modos...- Dijo Lauren sonriendo cínicamente.-¿Por qué no empiezas por
el frente hoy?- Camila suspiró y asintió tragando saliva cuando vio las diminutas bragas de encaje negro que
llevaba Lauren.

Se sentó en el borde de la cama y se llevó la pomada fría a los dedos comenzando a hacer movimientos
circulares sobre los moretones de Lauren hoy menos púrpura que el día anterior.
- Están mucho mejor hoy- Dijo Camila analizando las marcas en el cuerpo de la chica y Lauren asintió.
- No duele más.- Confesó Lauren.
- Eso es bueno.- Respondió contenta de que el resultado de la pomada tuviera efecto. - ¿Por qué llegaste tan
tarde?- No eran celos ni exigencias en su voz, sino curiosidad.
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- Querían cambiar nuestra estrategia frente a la guerra y acepté, tuvimos que rehacer todo el plan en cada
compartimento, infantería,caballería,artillería en fin...
- Wow se ve agotador.- Habló sonriendo levemente.- Te extrañé cuando fui a entrenar con la cuerda hoy.
-¿Entrenaste hoy?- Lauren preguntó sorprendida.

-Si. Después de ayudar a Rosalía en la cocina. Ah! Espero que no te importara que haya montado unos de tus
caballos hoy.
- Nuestros caballos.- Corrigió llevándose una mano a la boca bostezando poco después.
-Bien- Dijo Camila intimidada por la mirada de Lauren sobre la de ella. Dudaba que alguna vez se
acostumbrara a eso.-¿Por qué me miras así?
-¿Así como?- Preguntó Lauren arqueando una ceja.
-Como si solo fuera yo en el mundo.- Habló sonrojandose.
-Eres demasiado hermosa como para qué pierda mis ojos en otra cosa y, bueno, técnicamente en mi mundo
solo estás tú.
-No seas tonta!- Camila habló avergonzada. - Ahí está Dinah, Ally... Jenna.- Dijo mordiéndose el interior de
su mejilla para no parecer celosa.
-Oh si especialmente Jenna.- Lauren recibió una mirada tan, pero tan mortal que instantáneamente se
arrepintió de la broma que hizo.- Estoy bromeando Camz.
-Hm...- Habló mirando solo el lugar donde aplicó la pomada.-¿Sabes qué Lauren? Aplica esa mierda sola,
tengo sueño.- Dijo tratando de levantarse, pero la mano de Lauren sostuvo su muñeca.
- No sabía que tenía una esposa celosa. - Dijo Lauren sonriendo.
-No estoy celosa, pero tampoco estoy obligada a tener que escuchar ese tipo de chistes graciosos sobre ti y
otra mujer dentro de nuestra habitación y lo que es peor, en nuestra cama.- Habló seria pero al contrario de
lo que esperaba Lauren sonrió. -¿De que te ríes idiota?
- Dijiste "Nuestra"- Habló y Camila se sonrojó.

- Quiero decir "tuya"

-Nop. No lo hicistes- Dijo sonriendo.- Y tampoco debería porque realmente es nuestra habitación, nuestra
cama y nuestra boda que involucra solo a usted y a mí, a nadie más.- Terminó de sonreír tímidamente y
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Camila torció la boca levantando el tubo de pomada nuevamente poniéndose un poco más en el dedo y
haciendo una mueca malhumorada. Toco su piel nuevamente, volviendo a poner la pomada.
-Solo hago esto porque quiero mi lugar garantizado en el cielo.- Dijo seria y Lauren se hecho a reír.
-Definitivamente eres mi ángel. - Dijo inclinándose y dándole un largo beso en la mejilla. Camila suspiró
ante el simple toque y la miró entregada.
-Eres una idiota. - Dijo inclinándose y sellando los labios de Lauren con los de ella.

-Lo sé- La más grande murmuró entre el beso.

-Muy, muy estúpida.- Destacó entre un picotazo y otro.

- Soy una completa idiota.- Dijo Lauren con voz baja al sentir las manos de Camila recorrer su piel por su
espalda en una tentadora caricia, sintió la lengua de Camila pidiendo permiso y cedió sin pensarlo dos
veces, el cuerpo de la chica más joven se inclinó sobre el de su esposa haciendo que Lauren se recostara
contra el colchón.
Que Camila la besara por la mañana fue algo que Lauren nunca imaginó y la sensación fue inexplicable, no
negó haberce derretido por Camila no se molestó ya que cualquiera que la viese mirando a su esposa se
daría cuenta de cuánto la quería.

Camila deslizó sus dedos por los brazos de su esposa desde el hombro hasta la muñeca, deslizando su mano
entre su brazo y su cintura tan pronto como llegó al final del viaje. Acarició la silueta desnuda de su esposa
y sintió que Lauren temblaba debajo de ella, nunca consideró el hecho de que el beso de Lauren fuera tan
delicioso de esa manera, si lo hubiera sabido, probablemente hubiera probado esos labios antes.
Sintió que su pecho se apretaba y su corazón se aceleró cuando escuchó a Lauren jadear en su boca mientras
deslizaba sus dedos sobre el abdomen desnudo de la mujer mayor, sin embargo, la piel suave y lisa hizo que
Camila mordiera el labio inferior de Lauren más fuerte de lo habitual sin dejar que sangrara.
Lauren atrajo a Camila más cerca de ella, haciéndola poner una pierna a cada lado de su regazo y pasó los
dedos por las curvas del cuerpo de Camila sin prisa, había querido hacer eso tantas veces antes, pero nunca
consideró la idea de que un día sus manos realmente se deslizaran sobre esa piel suave y bronceada. La más
joven sintió que su propio centro se empapaba cuando Lauren se permitió deslizar su mano hacia abajo para
alcanzar su trasero y audazmente metió sus manos dentro de su pequeño camisón envolviendo sus dedos
alrededor de la carne y apretando con fuerza haciendo que Camila gimiera suavemente, los dedos de Lauren
jugaban en la región y si iba un poco más allá tocaría la intimidad de Camila, solo pensarlo hizo que Camila
se volviera loca.

Las más joven se resistió y comenzó a dibujar besos desde la mandíbula hasta el cuello, el aroma natural que
emanaba Lauren siempre dejaba a Camila tonta como si el olor de piel de Lauren la volviera loca y bueno,
de alguna manera lo hacia. Respiró hondo antes de aplicar un tortuoso beso en el cuello.
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-Hueles muy bien.- Camila susurró jadeando mientras cambiaba de dirección y mordisqueba el lóbulo de la
oreja de la mujer mayor.
- Mérito de la pomada.- Dijo Lauren con los ojos cerrados casi inmersa en sus propias sensaciones. Ninguna
de las dos sabía que estaban haciendo, se dejaban llevar solo por sentimientos y sensaciones.
Camila se río suavemente cuando escuchó eso, sabía que era una mentira había inhalado el olor de la piel de
Lauren antes y sabía que la mujer era muyfragante incluso sin el ungüento. Llevó sus besos a la clavícula de
Lauren dejando que sus ojos cayeran sobre los pechos desnudos de su esposa, no pudo resistir en llevar su
mano lentamente sobre el pecho de Lauren y sostener uno de sus senos rosados y suavemente hinchados.
Lauren arqueó su espalda ante el toque alucinante.
-Sabes...- dijo Camila sonriendo seductoramente.-Hoy no hace frío.- Dijo mirando los pezones duros de los
senos de Lauren haciéndola sonrojar.
- Tal vez sea por la poma... ¡Ah!- Ella gimió suavemente sin resistirse cuando sintió la lengua de Camila
chupando uno de sus senos mientras masajeaba el otro con una de sus manos.

Camila estaba un poco insegura de sus acciones, después de todo ella nunca había hecho algo así y pensó
que Lauren probablemente era alguien con experiencias, pero sus instintos hablaron más fuerte y no pudo
resistir experimentar el sabor de ellos en su boca.
Lauren pasó los dedos por el cabello de Camila obligando a la más joven a no irse de ahí. La más joven
mordisqueó ligeramente el pezón de su esposa antes de deslizar su lengua en círculos. Lauren gimió
suavemente ante la deliciosa sensación y no pudo soportarlo, tubo que cruzar las piernas con fuerza para
aliviar la sensación cuando sintió que su intimidad se contraía, sintió que su sexo latía y no pudo evitarlo.
Acerco nuevamente sus manos al trasero de Camila y apretó con fuerza deslizando sus dedos por el
dobladillo del camisón de la chica subiendolo lentamente, a medida que se revelaba el cuerpo de su esposa
se sentía cada vez más en llamas, su piel era perfectamente lisa como si fuera cuidada por profesionales
todos los días. Tragó saliva cuando notó la pequeña braga blanca de encaje que usaba Camila. La mujer
poseía las curvas más hermosas y Lauren no podía haberse sentido más afortunada, se mordió el labio
cuando sintió que Camila apretaba su intimidad contra la de ella apretando desesperadamente en busca de
alivio, a pesar de las finas telas de sus bragas el placer fue inmenso y cuando Lauren terminó de quitarle
todo el camisón por primera vez vio los senos de su esposa sus ojos brillaron de placer, sus senos pequeños
pero perfectamente diseñados.

Camila la vio con ojos ansiosos y se inclinó tomando sus labios en un beso lento y húmedo, ambos pechos se
rozaban tan pronto como Camila se inclinó haciéndola apretar sus dedos sobre la colcha, tal fue su
excitación que chupo el labio de Lauren cuando comenzó a quedarse sin aire y se recostó en Lauren
separando sus bocas, ya no podía soportar su palpitante intimidad era casi como si le doliera, necesitaba un
alivio urgente antes de comenzar a gemir desesperadamente.
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Camila le sonrió de manera sublime a Lauren antes de poner sus manos en el vientre de su esposa e inclinar
la cabeza hacia atrás y moviéndose lentamente hacia atrás y adelante con desesperación.
-Señora? Señora?- El grito desesperado de Jerry las hizo resoplar irritadas, Lauren atrajo a Camila para un
beso tratando de ignorar el golpe en la puerta y Camila le agradeció mentalmente por eso mientras seguían
moviéndose.- Por favor...- El sollozo que escapó entre los labios del hombre hizo que ambas detuvieran el
beso en el acto y se vistieran rápidamente.
-¿Qué pasa Jerry?- Lauren preguntó preocupada tan pronto como abrió la puerta.

- Es Rosalía...- Dijo limpiando algunas lágrimas.- Perdón por molestar a las damas.
- No hay problema. ¿Que le pasó a ella?- Había cierta desesperación en su voz.

- Tenía dolor severo en el pecho y se desmayó, el médico la está examinando y pensé que le gustaría saber a
las señoras.
- Tranquilizate Jerry.- Dijo Camila sacudiendo el hombro del hombre.- Y gracias por hacernos saber.

Capítulo 30
-No debiste despertar a las señoras hombre terco.- Dijo Rosalía sacudiendo la cabeza.
-Tenía razón al hacérnoslo saber, si el médico dijera que necesitaba llevarte al hospital necesitaría enviar a
alguien para preparar todo para que te lleven.- Dijo Lauren y Camila solo asintió, estaba abrazada a su
esposa por el brazo de Lauren con la cabeza sobre su hombro.

-Le tomé la sangre para analizarla y dado que se trata de alguien de la casa principal en unas pocas horas ya
sabremos lo que sucedió, pero al parecer fue algo de estrés lo que sucedió, los dolores en el pecho no son
buena señal.- Dijo el doctor Harding.

-Yo estoy bien.- Dijo Rosalía.- Me levanté solo para tomar un vaso de agua y me sentí mal, pero fue algo
pasajero.
-Si no te hubieras caído frente a mi habitación no te habría escuchado.- Dijo Jerry acariciando el brazo de
mujer.
-Mientras tanto necesitas descansar solo faltan unas pocas horas para obtener el resultado, pero aún así, la
prevención siempre es buena.
-Bien. Entonces pueden volver a dormir estaré bien.- Dijo Rosalía pero nadie se movió.- Escucharon al
doctor, necesito descansar.- Habló con firmeza alzando la voz y todos se rieron y asintieron.
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-No tengo intención de moverme de aquí.- Lauren dijo alejándose sutilmente de Camila y tomando la mano
de la mujer mayor.
Rosalía la miró con ternura.
-Oh mi niña.- Dijo mientras una de sus manos sostenía la cara de Lauren.- Siempre tan preocupada.- Sonrió.
-Pero estaré bien fue solo un susto no te preocupes. Por ahora solo necesito que me hagas un favor.
-Cualquiera.
-Vuelve a tu habitación para la comodidad de tu esposa, te veo por la mañana.- Lauren la miró y torció la
boca haciendo que Rosalía se riera a carcajadas.- No seas desobediente.
-Está bien.- Se rindió.- Volveré por la mañana o tan pronto como el médico traiga los resultados.- Dijo
Lauren dándole un beso en la frente a Rosalía.- Cuidate.- Acarició la mano de la mujer por última vez.
El doctor se fue junto con los otros empleados.
-Chicas buenas noches.- Dijo Rosalía y Lauren sostuvo los dedos de su esposa.
- Adelantate primero, quiero hablar con Rosalía te alcanzaré pronto.- Dijo Camila y Lauren asintió
inclinándose y haciendo que Camila sostuviera su rostro mientras sus bocas se encontraban para un beso.

-Buenas noches Rosalía- Dijo Lauren saliendo de la habitación poco después.

Camila caminó hacia la cama de la mujer que estaba sonriendo.
- Eres más inteligente de lo que pensaba niña.- Dijo y Camila sonrió comprensiblemente.-¿Cómo te
enteraste?
-Bueno, primero sospeché porque cada vez que Lauren menciona a su madre te ponías pálida. Segundo,
porque la miras de una manera única. Tercero, porque comencé a notar bien y sus ojos son los mismos,
algunos rasgos también no tienes que ser muy genial en descubrirlo después de sospechar, y bueno por
último... olvidó cerrar su caja de recuerdos que esta encima de su tocador.- Dijo señalando la caja marrón
oscuro en su lugar y Rosalía abrió mucho los ojos y Camila la tomó rápidamente de las manos.- Ella no se
dio cuenta, no te preocupes.

-Soy una cobarde.- Dijo la mujer conteniendo las lágrimas.

-¿Por qué nunca le dijistes? ¿Por qué dices que te llamas Rosalía cuando en realidad te llamas Clara?

-Su padre aceptó dejarme cerca de Lauren después de tanto insistir pero solo bajo estas condiciones.

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-Pero después de que se haya ido...

-Querida. Rosalía es la criada favorita de Lauren ella me adora, me mima, me obedece, me respeta, me
valora y me cuida, me permite cuidarla a ella también. - Dijo sonriendo con orgullo. - Clara solo es...-
Suspiró. - Solo es una prostituta, que ocultó la verdad a su hija toda la vida. Ella me odiaría! Entonces, ¿Por
qué decir la verdad y solo traer dolor y destrucción?

- Ella merece saberlo.- Dijo Camila a pesar de entender el punto de vista de la mujer mayor, no lo
compartía.- Lauren no te juzgaría por tu pasado.
-No quieres mentirle ¿cierto?- Dijo Clara sonriendo y Camila asintió tímidamente.
-Ella y yo nos estamos llevando muy bien y no quiero construir nada sobre mentiras.- Confesó abatida.
-Aprendistes a amarla ¿me equivoco?- Camila se sonrojó y se mordió el labio inferior.
- No se si es amor.- Clara dejó escapar una risa de sus labios.
-Dime niña... ¿cómo te sientes cuando estás con ella?- Los ojos de Camila se iluminaron al recordar a
Lauren.

- Me siento completa- Respondió Camila con una sonrisa jugando con sus dedos.- Y al mismo tiempo
perdida. Es como si me encontrara y me perdiera al mismo tiempo.- confesó.- Cuando ella va a trabajar me
siento... vacía, pero cuando regresa no puedo contenerme con tanta energía.- Dijo mordiéndose el labio
inferior. - También tengo malos sentimientos, como cuando está cerca de Jenna. Quiero estrangularla por ser
tan ruidosa, y a Lauren por no saber decirle que no esa chica.- Habló apretando la mandíbula y Clara sonrió
sabiendo que eso eran síntomas de celos.

- Tu...

- Ella tiene esos ojos que me miran con tanto cariño que quiero sumergirme en ellos y nunca más dejar esas
aguas.- Clara sonrió cuando escuchó las palabras de su nuera.- Pero no es solo su belleza lo que me retiene
sabes? Algo sobre su paciencia y dulzura me cautiva, Lauren es dulce, delicada, paciente y benevolente.-
Dijo sumergida en sus sentimientos- Es madura, responsable, amable, honesta y... no puedo reunir todas la
cualidades pero se que hay algo más.

-Y todavía dices que no es amor...

-Creo que es demasiado pronto para decir que es amor, pero ciertamente creo que me estoy enamorando de
ella.- Confesó Camila. - Estoy perdida... y solo puedo verlo ahora, Dios mío casi tuve que perderla para
darme cuenta de esto.

-¿Por qué casi tuvistes que perderla?.- Clara dijo curiosa.

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-Digamos que la acuse de algo estúpido.

-Bueno, no vuelvas a cometer el mismo error Lauren es una especie rara de ser humano amable que no se
encuentra por ahí.- Dijo Clara sosteniendo la mano de Camila en una mano y golpeándola suavemente con la
otra.- Contéstame algo niña... si Lauren te dijera que no está contenta contigo, que quiere separarse porqué
está enamorada de otra persona ¿la dejarías ir?- Camila sintió que su pecho se contraía al imaginar la
escena.
-Yo... insistiría, lucharía por ella no puedo dejarla ir tan fácil.- Dijo.- Pero si nada de lo que hiciera fuera
bueno...- Torció la boca y suspiró. - Bueno, realmente quiero que Lauren sea feliz Clara, ella lo merece.-
Susurró.
-¿Entonces te divorciarías?
-Si.- Confesó en voz baja.- Ella merece la felicidad más que nadie en el mundo y no tengo derecho a
privarla de ser feliz.
-Entonces escucha lo que te voy a decir querida. - Dijo Clara mirándola a los ojos.- La pasión es intensa,
ardiente, algo increíble, pero también es egoísta.- Clara habló. - Incluso puedes estar enamorada de Lauren
también. Pero está presente ahora, estás dispuesta a renunciar a ella para que sea feliz con otra persona
incluso queriéndola.- Señaló los hechos.- Solo el amor es tan generoso, solo el amor es capaz de dar esa
libertad a pesar del dolor.- Camila la miró atentamente. - El amor no es cuestión de tiempo, no se trata de
llegar demaciado temprano o no; se trata de sentir, se trata de respeto mutuo y el deseo de amarse siempre
viene el uno al otro, se trata de no ser egoísta. Estas enamorada de ella, estas cosas dan frío en el vientre,
ansiedad, anhelo, desesperación, deseo intenso y celos infundados, son cosas de la pasión. El amor es más
maduro pero apesar de tener todos los síntomas de la pasión, te encanta.- Ella habló con convicción. -Y...
cariño amar a alguien y estar enamorado de esa misma persona al mismo tiempo es algo increíble. Nada más
hermoso que la mezcla de las dos.

-Wow.- Dijo Camila analizando cada palabra dicha por Clara.

-Merecen ser feliz juntas mientras compartan el mismo sentimiento.- Dijo sonriendo con lágrimas en los

ojos.- Lauren nunca ha sido tan feliz como lo ha sido últimamente y no me permitiría dañar su matrimonio.-
Ella dijo aún con lágrimas.- Nunca me lo perdonaría... Así que voy a decirle la verdad, solo dame un
respiro.

- Es genial para mí.- Dijo Camila sonriendo.- Y Clara... ella nunca te odiaría, Lauren es la persona más
noble que conozco en la vida, puede estar enoja por un tiempo, pero te perdonará.
- Eso espero cariño. - Dijo en tono fraternal.- Ahora vuelve a tus actividades sexuales.- Camila abrió mucho
los ojos y miró a la mujer, quien se río.

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- Nosotras no...- Su voz era pura vergüenza.
-Oh por favor... ambas llegaron aquí con sus batas totalmente torcidas en sus cuerpos, sus cabellos
despeinados y sus senos advirtiendo que si no tenían frío pues...- Dio una mirada sugestiva sin decir nada
más y Camila se sonrojó aún más.
-No creo que este sea un tema apropiado para discutir con mi suegra.- Dijo Camila con timidez y los ojos de
Clara brillaron cuando escuchó que la llamaba suegra.
-Bien. Buenas noches cariño. - Camila mostró la sonrisa más grande.
- Buenas noches Clara.
[...]

-¿Qué querías hablar con ella?.

- Secretos.- Dijo Camila mientras cerraba la puerta, se quitó la bata que se había puesto sobre el camisón
corto y se acurrucó en los brazos de Lauren tan pronto como se subió en la cama.
-¿Vas a esconderme cosas entonces?- Dijo Lauren en un falso tono de enojo.
-Nunca! Cuando ella decida decírtelo lo sabrás ¿de acuerdo?.- Dijo dándole un largo beso en la mejilla.

-¿Y por qué no me lo cuentas?

-Porque este es un asunto que no me concierne. Ahora vamos a dormir porque el doctor vuelve por la
mañana y tengo mucho sueño.- Lauren asintió dejando un beso en la frente de su esposa antes de apagar la
lámpara y acurrucarse más cerca a Camila en sus brazos.

Capítulo 31

-¿Por qué no me despertaste?- Camila cerró los ojos tan pronto como escuchó la voz de su esposa tan ronca
y baja cerca de su oído, sus brazos envolvieron la silueta de la más pequeña.
-Me desperté muy trapano y vine a comer algo antes que despertaras.- dijo con voz quebrada. Estaba
apoyada contra la mesa decidiendo si comer o no un plátano.
-¿Y que quieres comer?.- Preguntó con la voz todavía arrastrada igual que la primera vez haciendo que
Camila temblara por todas partes.
Lauren dejó algunos besos en el cuello de Camila haciéndola maldecir internamente por ver el doble
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significado de la oración pronunciada por su esposa. No sabía lo que estaba pasando con su cuerpo desde
que experimentó la sensación de tener los labios de Lauren pegados a los suyos. "Debí volverme loca", esa
era la única explicación, tragó saliva y se volvió hacia su esposa.

- Todavía no he decidido.- Dijo envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Lauren.
-Yo te ayudo.- Dijo Lauren mirando la nevera pero Camila llevó una mano a la cara de su esposa y la hizo
mirarla de nuevo.
- Primero mi beso de buenos días- Dijo y Lauren sonrió ampliamente, nunca se acostumbraría a que Camila
le pidiera besos, se inclinó y presionó sus labios contra los de su esposa. Camila sintió el ligero sabor a
menta tan pronto como sus lenguas se encontraron, el sabor a menta debido a la pasta de diente que Lauren y
ella usaban.

-Por el amor de Dios, no en la cocina.!- Dijo Dinah entrando al lugar haciéndoles terminar el beso.- Ya
deberías estar lista Jauregui.
- No voy a trabajar hoy, necesito controlar de cerca las condiciones de Rosalía.
-¿Qué le pasó a ella?
-La noche fue mala, el doctor vendrá hoy aquí y sabremos pronto lo que tiene.

-Todo estará bien no te preocupes. - Dijo Dinah y Lauren sonrió débilmente caminando hacia la nevera y
sacando algunas cosas de ahí.- Pero entonces... la pareja finalmente lo hizo bien ¿eh?- Preguntó sonriendo
mientras lavaba una manzana.

-Estamos... eh... nosotras...- Lauren comenzó incómoda, no sabía que pensaba Camila de eso así que no
sabía como responder.
- Definitivamente si.- Respondió Camila haciendo que Lauren sonriera tontamente.
- Pero que hay de lo demás? ¿Alguna vez se han frotado?

-Dinah!!- Ambas gritaron fuerte haciendo que Dinah detuviera la manzana en su boca.
-¿Qué, chicas?- Preguntó finalmente mordiendo la manzana.

-Si... Camz puedo hablar contigo más tarde?- Lauren preguntó en voz baja y su esposa asintió.- Perfecto.
Comieron en silencio y cuando casi había terminado llegó Normani junto a Ally y Jenna.
- Eva repetiré la comida, para no ser grosera con las chicas que acaban de llegar. - Dijo Dinah sonriendo
alegremente.
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- Veré si ha llegado el doctor.- Informó Lauren.
- Voy contigo.- Dijo Camila levantándose poco después.
-¿Por qué el doctor?- Preguntó Ally preocupada. - ¿Estás bien?
-Lo estoy. Rosalía estuvo enferma anoche tenía dolores en el pecho y los exámenes llegarán hoy por la
mañana.
-Que horror, espero que se recupere.- Dijo Ally.
-Si.- Jenna no dijo nada más.
- Tengan buen apetito. - Y así Lauren y Camila salieron por los enormes pasillos de la casa.

-Laur...?- Camila llamó tan pronto como descubrieron que el médico aún no había llegado. Estaban cruzando
el jardín yendo a la habitación de Rosalía.- Dijiste que querías hablar conmigo.
-Oh cierto. - Dijo deteniéndose y volviéndose hacia Camila, el sol hizo que los ojos de Camila se frucieran
ligeramente y Lauren podía verse así misma en el reflejo de los ojos marrones.- Se trata de... sobre nosotras.
-¿Qué tiene?- Preguntó Camila.
-Nos hemos estado besando y todo...- Comenzó Lauren, estaba un poco avergonzada de mencionarlo pero
necesitaba saber.
-Si ¿y qué?- Preguntó Camila sonriendo.
-Tú... ¿te sientes cómoda con eso? Quiero decir, se que es estupido preguntar pero realmente necesito
saberlo.- Dijo mirando al suelo.-¿No estoy empujando la barra?- Camila abrió la más bella de las sonrisa y
Lauren volvió a hablar.- No es por qué te duele que te hayas sentido culpable y lo estés haciendo por un
favor ¿verdad? Quiero decir, no lo creo pero realmente...

Los labios de la chica más pequeña la silenciaron, no con un beso de lenguas sino con un casto y largo beso
solo para que Lauren dejara de hablar.
-No seas paranoica. - Dijo riendo Camila mientras separaba sus labios de los de Lauren.- Siempre te beso
porque quiero, y no, no lo hago por lástima.

-¿De verdad te gusta besarme?- Lauren preguntó. En sus sueños más lejanos Camila le decía que si.
- Déjame ver...- Dijo Camila sonriendo mientras colocaba una de sus manos en la parte posterior del cuello
de Lauren y volvía a pegar sus labios, Lauren debería estar ciega si no notara cuanto le gustaba besar a
Camila. La lengua de Camila invadió la boca de Lauren haciéndola suspirar y ceder al beso. Camila deslizó
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lentamente su mano libre hacia la espalda baja de Lauren entrando debajo de la camisa de la chica y
sintiendo la suavidad de su piel bajo el toque de sus dedos.- No creo que lo haya decidido todavía.- Susurró
Camila con su boca sobre la de Lauren.- Necesito intentarlo de nuevo.- y sin más besó a su esposa otra vez.
Lauren sonrió en medio del beso mientras acercaba a Camila a ella. Camila chupó el labio inferior de
Lauren y suspiró aplicando un último beso antes de mirarla a los ojos.-¿Esto responde a tu pregunta?-
Preguntó sonriendo.

-Creo que no- Dijo Lauren sonriendo, pero pronto se puso seria respirando profundamente.- No quiero que
hagas nada que no quieras, no es porque nos casamos que necesitas besarme ¿de acuerdo?
-Pero me gusta besarte.- Camila finalmente habló apoyando su cabeza sobre el pecho de Lauren.
-De acuerdo entonces, pero si alguna vez hago algo que no te gusta dímelo.- Camila asintió suspirando para
luego abrazarse a Lauren.
-Eres demasiado perfecta para ser real.- Dijo sonriendo levantándo la cabeza y besando suavemente la
clavícula de Lauren. -Y por primera vez en mi vida me veo obligada a estar de acuerdo con mi madre.-
Lauren frunció el ceño y parecía confundida.- Me hizo un gran favor cuando me mintió.

Lauren miraba fijamente el suelo también. Éste era un tema que no debía abordar, pero era inevitable
imaginar a Camila besando la boca de otra persona, causó un dolor insoportable.
-Camz...
-No. Ella realmente me hizo un favor.- Dijo Camila mirando a Lauren.
-¿lo amas?
-No, creo que nunca lo amé.- Dijo convencida.- Un día pensé que estába enamorada de él, pero mi madre
dijo algo...- Parecía recordar las palabras de su madre.- y creo que tenía razón, creo que estaba encantada,
era amable pero si fuera algo más fuerte no se habría ido tan rápido ¿no crees?
-Bien.- Dijo Lauren.- "Entonces. ¿Puedo pelear con él si viene a intentar a recuperar el corazón de mi bella
dama?"- Preguntó imitando la voz de un hombre, y Camila se hecho a reír y sacudió la cabeza.
- No hay necesidad de un duelo. Mi corazón sabe muy bien con quien quiere estar.- a Lauren se le revolvió
el estómago cuando escuchó eso, tenía miedo de preguntarle por sus sentimientos, aún era temprano.
-Bien.- Dijo ella conteniendo el loco deseo de sonreír. -¿Vemos a Rosalía?
-Vamos- Y entrelazando sus dedos con los de Lauren caminaron hacia la habitación de la mujer.

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Capítulo 32
-¿Entonces solo fue un susto?- Lauren le preguntaba al doctor por cuarta vez haciendo que Rosalía (Clara)
pusiera los ojos en blanco.
- Pero si ya dijo que si ¿Por qué insistes en esa pregunta niña?- Preguntó y Lauren la miró rápidamente.
-Quiero asegurarme de que estés bien, solo déjame hacer mi trabajo.- Dijo la chica seriamente y la mujer
mayor asintió resignada.
-Está perfectamente bien, su presión acaba de mejorar, y el dolor en el pecho debe haber sido emocional.
Probablemente se enteró o hizo algo demasiado importante para ella, lo que le resultó un dolor psicológico
ya que en los exámenes no mencionó nada sobre su salud.- Camila que estaba más atras, en el marco de la
puerta. Pensó automáticamente en la caja, Clara debió haber estado viendo fotos de Lauren minutos antes, ya
que Lauren le había mencionado su madre a la mujer el día anterior, eso probablemente aumentó la presión
psicológica en su mente.

- Bien, entonces... ¿Puedo volver a trabajar hoy?- Preguntó la mujer mayor que se estaba apoyando en la
cama apresuradamente.
- Te sugiero que descanse hoy para que mañana estés como nueva.- Dijo el doctor.
-No te permitiría trabajar hoy de todos modos. - Dijo Lauren.

- De todo modos como ya no me necesitan me iré, que tengan un buen día señoras.- Dijo el doctor saliendo
de la habitación de la mujer, Clara suspiró y miró a Camila que le sonreía suavemente.
- Lauren...- La voz de la mujer mayor salía incierta y Lauren notó la inseguridad en su voz luciendo
confundida.
-¿Está todo bien, necesitas algo?.

- Estoy bien hijita solo que...-respondió y se acomodó en la cama.- Necesitamos conversar.

-Soy todo oído.- Dijo sentada al borde de la cama, la mujer la miró con los ojos nostálgicos, una sonrisa
estalló en su rostro.
- El día que naciste llovió mucho.- Lauren la miró sorprendida, Rosalía nunca le contó nada sobre su
infancia. - Me preguntaba como sería tu cara...- Habló sonriendo. - Pasé los nueve meses preguntándome
como sería tu cara, como sería tus rasgos... cómo sonaría tus gritos... o que suave sería tu piel, si querías el
color de las paredes de tu habitación.

-Me alegra saber que siguieras el embarazo de mi madre.-Dijo Lauren inocentemente.

- Creo que mejor... - Comenzó Camila pero fue interrumpida por la mujer mayor.
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-Prefiero que te quedes querida.- Su mirada suplicante hizo que Camila entendiera que quería que ella
estuviera ahí para consolar a Lauren. Camila solo asintió y se quedó en su lugar.
-¿Qué está pasando?- Preguntó Lauren. La mujeer suspiró y tomó sus manos.
- El día que conocí a tu padre estaba encantada.- Dijo la mujer con nostalgia.- Solo imagina, un apuesto
militar como ese cortejándome.
-¿Estabas enamorada de mí papá?- Lauren preguntó sin reacción. La mujer simplemente presionó el toque en
sus manos y continuó.

-No sabía en ese momento que el era poderoso y rico, el solo era mi Michael.- Habló con calma.- Por un
minuto pensé que la basura de la vida que me obligaron a tener podría ser mi pasado. "Oh alguien me prestó
atención debo valer algo, debo ser más que una espalda en la vida de otras personas. Alguien se preocupa
por mí" eso era lo que yo pensaba.

-Rosalía...

-Me cortejó por meses.- Habló con la voz agotada. - Dejé de hacer lo que hice porque juró que me
protegería de alguien y de mí, bueno... yo le creí. - Dijo limpiando unas obstinada lágrima con una mano
mientras que la otra aún sostenía la de Lauren. - Me escapé de donde estaba y caí en los brazos de tu padre y
me entregué a él en cuerpo y alma, pero un día...- Suspiró. - Un día se enamoró de otra.

- Mi mamá ¿verdad?- Lauren preguntó pesadamente, la mujer solo se mordió el labio y continuó.
- Mi tío quien era el hombre del que me escapé, me encontró...- Sus ojos se desviaron hacia Camila que
tampoco conocía la historia. La chica asintió y sonrió como para decir adelante.- Y fui golpeada con un
látigo durante una semana.- Los ojos de Lauren se abrieron, una mezcla de ira y sorpresa apareció en sus
ojos.- Pero dos semana después las marcas dejarían mi cuerpo y tendría que volver a trabajar. - Lauren
escuchó un débil sollozo de su esposa, pero no sabía que decir, estaba horrorizada nunca había oído hablar
del pasado de la mujer por quien estaba aficionada.

-Por qué usted...

-Pero no había tiempo de volver hacia el trabajo gracias a Dios, por qué... un día empecé a sentirme mal y
mi ciclo se retrasó. Fue entonces cuando decidí hacerme la prueba de embarazo.- Lauren frunció el ceño
confundida. Clara trago saliva y miró a su hija a los ojos, vio confusión pero también vio a una mujer
hermosa y honorable, nada podría ser más satisfactorio. Perdería a su hija pero no dañaría su felicidad con
Camila nunca.- Luego descubrí que la prostituta estaba embarazada.

-No puede... no puede ser...- Dijo Lauren soltando las manos de Clara y levantándose asombrada.-¿Qué
estás... qué me estás diciendo Rosalía.?
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- Qué eres el mejor regalo que tú padre podría haberme dado en toda la miserable vida que tuve hija.-
Lauren sacudió la cabeza y miró a Camila.
- Dile que no lo hago Camz.- Suplicó con los ojos llenos de lágrimas.- Dile que no puede ser- Camila apretó
el labio y por la mirada que Lauren conocía descubrió que Camila ya lo sabía.- Tú... - Miró a Rosalía o

Clara, luego volvió su mirada a Camila.- ¡Tú lo sabías!- No fue una pregunta. Camila intentó acercarse pero
Lauren salió corriendo de la habitación de la mujer.
Las lágrimas fue lo que más se vio en los ojos de Clara pero aún así, cuando Camila la miró desconcertada
encontró el coraje para decir con firmeza.
-Vete! Ella te necesita.

-Per tú...
-Estaré bien.- Camila la miró aún sin saber si debería irse, pero Clara volvió a hablar.- Te lo digo mi niña,
así que necesito que vayas con ella para que pueda ver que lo que hiciste valió algo.- Camila se acercó y le
dio un beso.
- Perdón si te forcé...

-Nadie me obligaría a decir eso, mi corazón necesitaba paz.- Camila asintió secándose las lágrimas con las
manos y corriendo tras Lauren

Capítulo 33
- Hey... te encontré.- Dijo Camila aún jadeando, había corrido muy rápido. Encontró a Lauren sentada a los
pies de la cama, sentada de una forma que si Camila no entraba a la habitación, no podría verla.- Bebé...-
Dijo Camila mientras cerraba la puerta, las únicas luces provenían de la lámpara ya que las cortinas estaban
cerradas. Se acercó a ella sentándose con cautela a su lado en la cama.

-¿Cuánto tiempo?- Lauren preguntó con una voz neutral, sus ojos estaban ocultos porqué su cabeza
descansaba sobre su brazo, descansando sobre sus rodillas de modo que Lauren miraba su propio regazo y
Camila no podía ver su rostro.
- Sospeché por algún tiempo, pero solo ayer estaba segura.- Confesó dejando que un largo suspiro se
desvaneciera. Lauren levantó la cabeza rápidamente y la miró.
- Lo juras?- Camila solo asintió levemente y Lauren se arrojó a sus brazos de repente.
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- Pensé que también estaba equivocada.- Dijo rindiéndose al grito que estaba atrapado en su garganta.
Camila sintió el abrazo demasiado fuerte, pero cómo no dolía dejó a Lauren de todos modos. Su mano
derecha fue al cabello de su esposa en una caricia tranquila.
- Te dije ayer que no te lo podía decir.- Habló con calma.- ¿Como te sientes?
- Horrible.- Dijo Lauren llorando intensamente, Camila odió ver a Lauren llorar así pero sabía que era
bueno dejar salir el dolor
- Lo siento, yo...
- No tienes la culpa de nada Camz.- Habló reprimiendo algunos sollozos.- Ella no pudo haberme hecho esto.
No puede ser mi madre.- La frustración en la voz de Lauren era notoria. Camila solo continuó con sus
caricias durante varios minutos en silencio dejando que Lauren llorara y se desahogara. No sería fácil para
nadie pasar por esa situación. Después de un tiempo Lauren se calmó gradualmente.

- Bueno... no entiendo nada.- Camila decidió romper el silencio.- Si amas tanto a Rosalía, que ahora
sabemos que se llaman Clara. ¿Por qué es tan mala la idea de que sea tu madre?
- Tu no entiendes...?- Dijo Lauren acurrucandose más en los brazos de Camila.- Me mintió toda su vida, ella
siempre estuvo aquí pero me hizo creer que no, que mi madre no me amaba lo suficiente.- Habló con la voz
ahogada.- Ella me engañó Camila, me hizo pensar que no era digna del amor de una madre, me hizo pensar
durante largas noches de cual seria mi culpa, por qué una madre abandonaría a una hija tan pequeña.

- Ven aquí.- Dijo Camila quitándose los zapatos y levantándose un poco para acostarse en la cama, Lauren la
siguió y en segundos volvió a abrazarse como un gatito.- Deberías terminar de escuchar su historia.
-Camila eres mi esposa, deberías estar de mi lado.- Dijo Lauren haciendo un puchero, seguía llorando.

- Hey...- Dijo Camila sosteniendo su rostro con ambas manos, haciendo que Lauren la mirara a los ojos.-
Siempre estaré de tu lado ¿entiendes? Solo quiero que aclares tus pensamientos.- Lauren asintió y la abrazó
de nuevo.
-¿Puedo pedirte algo?- Lauren susurró.
-Lo que quieras.
-¿Dame un beso?- Habló mientras levantaba la cabeza dejando su rostro cerca del de Camila.

-No tienes que pedirme algo así, mis besos son tuyos.- Dijo Camila inclinándose y sellando sus labios con
los de Lauren, quería quitar todo el dolor del corazón de Lauren si pudiera soportar el dolor por ella, lo
haría, no podría soportar ver a Lauren tan vulnerable.

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-Tu beso me calma.- Dijo Lauren entre un beso y otro.

-Es bueno saber eso.- Dijo Camila sonriendo débilmente al final del último beso, su respiración se cortó por
un instante cuando vio a Lauren mirarla intensamente, sintió que su corazón se aceleraba y su cuerpo se
calentaba. No estaba bien pensarlo ahora.- Laur?- Habló cuando Lauren se inclinó y besó su cuello.
-Hmm?.- Dijo Lauren subiendo sus besos hasta el lóbulo de la oreja donde le mordió suavemente. Camila se
estremeció ligeramente y cerró los ojos disfrutando la sensación.
-¿Me estas seduciendo?.- Preguntó riendo y Lauren dejó de hacer lo que estaba haciendo y la miró fijamente.
-Yo quiero... - Camila se río y le golpeó suavemente en el brazo.
-No quiero... ya sabes...-Dijo y Lauren asintió inclinándose lentamente y tomando sus labios en un cálido
beso, nunca se acostumbraría a la sensación de su estómago cada vez que sentía la lengua de Lauren tocando
la suya. Gimió suavemente cuando Lauren le acarició el muslo, luego lo apretó estratégicamente.- Laur...- Lo
intentó de nuevo entre besos.

-Perdón- Dijo Lauren aplicando fuerza al cerrar los ojos, respiró hondo y volvió abrirlos.
-No tienes que disculparte tonta.- Dijo Camila pasando su dedo índice sobre la nariz de Lauren.
-Por supuesto que sí, dijiste que no querías y yo...
-No es que no quiera.- Confesó de inmediato. - Porque si pudieras sentir como se ven mis bragas cada vez
que me besas así...- Habló lentamente, su voz ligeramente ronca, libre de vergüenza, mordiéndose el labio
inferior.
- Camila...- Dijo Lauren apretando la mandíbula para evitar el deseo de gemir cuando escuchó eso.- Decir
eso no ayuda- Hablaba sonriendo, pero en sus ojos todavía era posible ver la llama del deseo.
-El hecho es que... bueno, quiero que nuestra primera vez sea increíble.- Confesó sonrojandose ligeramente.-
Tu estás ahora triste con la mente llena. No quiero ser tu escape. No quiero que hagamos el amor mientras
piensas en tu madre.

-Oh Dios mío.- Dijo Lauren con horror. -Ella no está... no creo...- Frente a la mirada severa de Camila,
simplemente se rindió dejando caer sus hombros.- Entendí tu punto, perdón.
-No te disculpes.- Dijo sosteniendo la mano de Lauren.- Es solo que quiero que sea especial, nunca... tuve
relaciones con nadie más.-Dijo mirando sus manos entrelazadas sobre la cama.- Se que puede parecer
patético y que debes haber salido con varias pero...
-Cero.- Camila frunció el ceño.

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-¿Qué?
-Dije cero.
-Cero qué?- Preguntó confundida.
-Cero es el número exacto de varias mujeres con las que he estado.- Camila la miró sorprendida.
-Pero entonces ¿como...como sabes...
- Di algo...-Dijo Lauren deslizando su dedo índice de su mano libre sobre el muslo de Camila dándole una
caricia tortuosa, haciéndola detener casi en la ingle de la chica. Camila casi gimió ante la lujuria que de
repente sintió. -¿Te atrae?- Camila asintió con una respiración completamente agitada. - ¿Una persona
heterosexual sentiría eso?- Preguntó jugando con su dedo en un área peligroso. Camila solo sacudió la
cabeza casi sin aliento.
-No se lo que soy... Me gustaban los hombres, estoy segura pero...

- El término correcto es bisexual.- Dijo Lauren obligándose a quitar su mano de donde estaba. El cuerpo de
Camila casi gritó de desesperación por la falta de calor, sin embargo en su mente le dio las gracias.
-Como?
- Bisexual, a quién le gusta los hombres y las mujeres, a veces te pueden gustar más los hombres o más las
mujeres pero igual te atraen ambos sexos.
-Oh.- Camila no sabía el término, donde vivían los prejuicios era inmerso quien quiera que fuera usualmente
lo escondía solo para si mismo, Lauren había tenido el coraje de revelarlo a todos pero al ser el comandante
nadie le faltaba respeto. Con el tiempo los lugareños llegaron a comprender que la orientación sexual de las
personas no eran nada especial, pero todavía habían muchos con perjuicios.
-Y yo soy homosexual nunca he tenido relaciones sexual con nadie, nunca me han atraído los hombres.- Le
confesó.- No necesito tener sexo para saber lo que me gusta.
-Lo entiendo bien.- Dijo Camila aún recuperándose de las provocaciones de su esposa.- Entonces nunca te
quedaste con nadie eh?- Preguntó Camila sonriendo, de repente se sentía feliz saber que Lauren no había
estado con otras personas la hizo sonreír tontamente.
- No para el sexo.- Dijo y Camila trató de concentrarse en la parte buena, no en la parte donde su cerebro la
hizo imaginar a Lauren besando a otras mujeres. No es que ella se imaginara que Lauren nunca había besado

a nadie, bueno ella también se había besado con alguien antes de Lauren pero el hormigueo de ira que sintió
cuando pensó en Lauren con alguien más era inevitable.- Y también quiero que sea especial.

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-Bien.- Dijo Camila apoyando su frente en la de Lauren, la mirada de tristeza en la mujer mayor reaparecio y
Camila le acarició la cara.- Todo va a estar bien- Susurró.
- ¿lo creés?
-Estoy tan segura de eso.
-¿Por qué?- Preguntó Lauren sintiendo la caricia de Camila.
- Porque me casé con una mujer muy madura...- Habló con suavidad.- Tan honrada y tan justa... y sé que
cuándo pase tu ira harás lo correcto.
- Pero...
-Sin "Peros." Solo acuéstate conmigo y abrázame.- Y al momento siguiente ambas se estaban abrazando en la
cama.

Capítulo 34
- Hola...- Dijo Camila entrando a la cocina, habían pasado más de una semana desde lo sucedido con Clara.-
¿Como estás?.
- Sorprendida de que todavía no me haya despedido.- Dijo Clara y Camila se aseguró de darle todo su
apoyo. Sabía que la mujer amaba a su hija incondicionalmente y la mayor prueba de ello fue haber dicho la
verdad solo porque entendía que Camila quería una relación constante con su esposa y ocultar cosas podría
afectar eso. Camila también se sintió culpable, por su culpa Lauren finge no ver a Clara ahí.

- Ella no hará eso.- Intentó consolarla.

-Si lo hace yo... lo entenderé.- Dijo sinceramente.
-Camz...- La voz proveniente del jardín hizo que Camila mirara a Clara como si se estuviera disculpando.
- Ella solo necesita un poco más de tiempo.- Habló e inmediatamente pidiendo permiso y yendo a ver que
quería su esposa.
-Hola- Dijo Camila sonriendo.
-Hola, ojos marrones.- Dijo Lauren sonriendo haciendo que su esposa no se resistiera y se inclinara tomando
los labios de Lauren en un suave beso. Después de llorar mucho días atrás Lauren volvió a actuar como si
todo fuera normal. A Camila le preocupaba pero al menos la chica no era un fragmento.
-No puedo creer que te vayas Laur.- Camila se quejó entre el beso tan pronto como vio a su esposa vestida.
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- Bebé solo voy a ir a la biblioteca a resolver unas cosas.
- Hoy no ¿si?- Dijo Camila mientras tenía sus brazos alrededor del cuello de Lauren, sus bocas
prácticamente se presionaban entre sí y Lauren caminó lentamente haciendo que Camila retrocediera.- Hoy
es domingo, así que tienes prohibido dejarme sola.- Dijo inclinándose y saboreando los labios de Lauren
nuevamente.
- Es rápido Camz- Dijo riendo, no pudo evitar sonreír antes la reacción de Camila, cada día más atenta y
cariñosa. No hablaban de eso, pero el intercambio de caricias era inevitable y la acción siempre venía de
Camila.
- No quiero saber.- Dijo Camila mordiendo el labio inferior de su esposa, ese sabor era más que adictivo. -
Quédate aquí conmigo.- Dijo haciendo una carita de perrito, y Lauren suspiró.
-Te llamé para avisarte, ya sabes por si me buscabas. Igual volveré en unos minutos lo prometo.- Insistió y
Camila asintió resoplando, resignada a eso dejó un ligero beso en el cuello de Lauren haciendo que su
esposa casi renunciara a ir a cualquier lugar que estuviera lejos de sus besos.

- ¿Entonces prometes ir a montar a caballo conmigo?- Preguntó Camila y Lauren sonrió de acuerdo. No
tocaron el tema de Clara, Camila prefirió darle un descanso a Lauren.
- Lo prometo mi vida.- Camila casi de desmorona por el apodo que se había ganado.
-Bien- Dijo sonriendo mientras estaba de puntillas otra vez pegando sus labios a los de Lauren, la suave
lengua recorría su boca libremente cuando sintió que Lauren apretaba más su cintura ella sonrió entre el
beso cuando escuchó que Lauren probablemente se estaba excitando. Genial, porque ella también lo estaba.

Camila sonrió ligeramente cuando notó la reacción de la piel de Lauren que se erizó cuando escuchó a
Camila gemir suavemente entre el beso. Fue cuando Lauren profundizó el beso aún más cuando sintió que
Camila se rascaba ligeramente las uñas en la parte posterior de su cuello, deslizó su lengua delicadamente
sobre la de Camila, escucharon que alguien se aclaraba la garganta, haciendo que ambas miraran a la
persona.

Camila casi se ahoga al ver quién estaba parado ahí delante de ellas, se puso pálida al instante cuando vio
nada menos que a John al lado de Dinah. No imaginó que vería al hombre tan pronto, de hecho, no imaginó
que lo volvería a ver.

Sintió que sus piernas se debilitaban y soltó a Lauren. El hombre la miró con seriedad y con ojos heridos,
Camila sonreía entre el beso con Lauren y eso el lo había presenciado, no se lo había dicho nadie, lo había
visto con sus propios ojos.
Mientras el había pasado meses de infidelidad Camila había compartido la cama con otra persona, se había
enamorado de las palabras de otra persona y había besado otros labios. Y lo peor fue ver a Camila
disfrutarlo.
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- Perdón por molestar. - Dijo Dinah conteniendo la risa.

-No hay problema Dinah- Dijo Lauren con calma agarrando la mano de su esposa como siempre lo hacía.
- Este es Peter Leroy, el nuevo administrador- Dijo Dinah y Camila parpadeo lentamente tratando de
entender lo que acababa de escuchar. Se hacía pasar por otra persona ¿pero para que propósito?
-Mucho gusto Peter.- Dijo Lauren extendiendo su mano libre hacia el hombre, quien apretó la mandíbula
antes de sostener su mano y sonreír falsamente. - Será un placer trabajar contigo. Esta es mi esposa Camila
Jauregui Cabello- Habló y el hombre la miró antes de acercarse.
- Con todo respeto.- Le dijo a Lauren antes de agarrar la mano de su amada y dejar un beso. La piel suave de
Camila no había cambiado lo que había cambiado era la forma en la que Camila quería alejar su mano
cuando sintió su toque.- Es un placer señora.- Camila estaba aturdida no sabía que pensar.
-Yo... tengo que irme, Lauren tengo... recordé algo...- Lauren la miró confundida.
-¿Estas bien Camz?- Preguntó Lauren acariciando su mano. Camila contuvo el aliento y asintió.

-Si. Solo... ve hacer lo tuyo, hasta luego.- Ya se iba pero Lauren sostuvo su muñeca ligeramente y se inclinó
llevando sus labios a la cara de Camila. Había notado que su esposa se había puesto tensa e incluso sin
entenderlo decidió no forzar la barrera.

-Hasta más tarde entonces.- Dijo ella siguiendo con la mirada a Camila, quien salió visiblemente alterada.
Camila no sabía que hacer no esperaba ver a John, no esperaba que el estuviera ahí bajo un nombre falso
¿Por qué haría eso? O tal vez no sabía que Lauren lo había dejado entrar a la ciudad.
Los ojos azules del hombre hicieron que su estómago se revolviera y su corazón se acelerara, pero no por
algún buen sentimiento, sino por miedo. ¿Y si Lauren cree que ella estuvo de acuerdo con el en mentir? ¿Qué
pasaría si le contara la verdad a Lauren y decidiera que por la suplantación de identidad y por mentirle a un
Comandante, John debería tener un castigo? Ella no amaba al hombre, pero no deseaba el mal para el. El era
un buen hombre.
Tampoco quería perder a Lauren, en los últimos meses se ha enamorado profundamente de su esposa, ella la
quería, la quería y estaba totalmente enamorada de ella le había pedido a Dios que le diera algo bueno
después del arcoíris y lo que había encontrado era mucho más que bueno. Ninguna riqueza ni nada se podía
comparar por lo que sentía por Lauren.

Era algo puro, sincero, que crecía todos los días ¿Pero quién podría juzgarla? Lauren es la mujer más dulce,
paciente y comprensiva que había conocido. Cualquiera se enamoraría.
-¿y ahora? ¿Qué hago?- Se susurró así misma.

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Durante semanas había querido que John volviera pero ahora solo quería que el hombre se fuera y fuera
feliz. Intentó pero no pudo descifrar lo que él chico estaba haciendo ahí ¿Qué pretendía hacerse pasar por
alguien más? Necesitaba averiguarlo, y la única forma sería hablando con John.

Capítulo 35
- Hija, ¿estás bien? - preguntó Clara cuando vio a Camila entrar a la habitación casi sin color. Jenna estaba
sentada en la mesa comiendo cereal.
- Debe ser el calor ... - dijo Camila forzando una sonrisa.
- ¿Estás bien? - preguntó Jenna mirándolo con curiosidad. - Quiero decir, no es que me importe.

- Lo estoy. - dijo Camila con los ojos perdidos en algún lugar de la mesa. Nunca hubiera imaginado que se
enamoraría tanto de Lauren y deseara que John desapareciera de su vida, pero la vida sorprende, ¿verdad?
Ella sigue jugando este tipo de juego en el que crees que eres consciente de todos tus pasos, pero todo fue
solo una broma.

No estaba segura de si era amor lo que sentía por Lauren. ¿Era demasiado temprano para decir que sí?
Camila no podía decirlo, después de todo, nunca había amado a nadie.

Ni siquiera sabía cuándo desarrolló esos sentimientos, sin embargo, Lauren era el tipo de persona que te
rodea y te das cuenta de que ella es esencial en tu vida cuando la pierdes. Camila no había perdido a Lauren,
pero el desprecio y el dolor en la voz de Lauren el día que regresó de la batalla hicieron que Camila se
estremeciera. No podía soportar esa mirada de su esposa, no cuando Lauren siempre la miraba con cariño y
ternura, no cuando siempre era dulce y amable, no cuando siempre le sonreía. Sintió que un escalofrío le
recorría la espalda. ¿Y si Lauren la volviera a mirar de esa manera?

- ¿Quieres comer algo, niña?- Clara preguntó

- Solo ... Me gustaría tomar un vaso de té, por favor.- Clara levantó la ceja.

-- ¿Está segura? Odias ...

- En realidad, tienes razón. No me gusta el té - Habló y Jenna frunció el ceño.
- ¿Dónde está Lauren?- Jenna preguntó.
- En la biblioteca con el nuevo administrador y Dinah. - Respondió y Jenna miró a Clara. Camila nunca le
respondia a Jenna con simpleza cuando le preguntaba por Lauren. Algo no estaba bien.
- Cariño ... - dijo Clara tirando de una silla y sentándose al lado de la chica.

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- No deberías estar sentada cuando estás de servicio - dijo Jenna a Clara.

- Cállate. Ella se sienta cuando quiere. - dijo Camila irritada.

- Estoy de acuerdo con Jenna, no debería estar sentada. - dijo Lauren mientras entraba a la cocina, haciendo
que Jenna sonriera victoriosa. Camila miró severamente a Lauren, haciendo que la chica suspirara en señal
de rendición. - Pero Camila es tan propietaria como yo, así que puedes quedarte sentada. - Habló secamente.

Clara sabía que Lauren solo estaba actuando por ira. Nunca le importó cuando la mayor se sentaba junto a
una de ellas en la mesa.
- Terminaré mis tareas. Permiso. - dijo la mujer levantándose apresuradamente.
- Dije que sería rápido. - dijo Lauren sonriendo, sentada en el lugar donde estaba Clara hace unos segundos.
- Podemos ir a caminar ...
- En realidad, prefiero quedarme aquí en casa. No me siento muy bien - Dijo, haciendo que Lauren pareciera
preocupada.
-- ¿Que tienes?
-- No es nada. Pronto pasará, no te preocupes.- Lauren asintió, sosteniendo una de las manos de su esposa
sobre su regazo. Jenna dejó su plato de cereal en la mesa y salió sin decir nada. Odiaba ver a las dos juntas.
- Laur ...
- si?
- Ese hombre ...
- Peter?
- Sí. - Dijo acariciando la mano de la mujer mayor.
-- ¿Qué tiene él?
- ¿Qué quería él? Quiero decir, ¿qué estaba haciendo él aquí?
- Es el nuevo administrador, bebé. Trabajará aquí.
- ¿Aquí en la casa? - Lauren asintió con la cabeza. -- ¿Todos los días? -Lauren asintió nuevamente y frunció
el ceño.
-- ¿Por qué preguntas?

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-Oh, nada. Sólo curiosidad. - Dijo.

- bien. - Lauren habló y Camila se mordió el labio cuando vio la brillante mirada de su esposa. No pudo
resistirse a inclinarse y darle un dulce beso en la esquina de sus labios.
- Puede que me haya tomado el tiempo de entender ... - susurró Camila, su boca contra la de Lauren. -Pero
no cambiaría esto aquí ...- Señaló a Lauren y a ella. - Para nada ni por nadie. Solo necesito que nunca lo
olvides.- Lauren sonrió ampliamente. Nunca se cansaría de escuchar estas cosas de Camila.
Esa chica, la que había pasado meses analizándola a escondidas ahora estaba casada con ella. Nunca
imaginó esa sonrisa brillante, que esa niña feliz de ese pequeño pueblo algún día le diría esas cosas e
incluso después de meses, Camila siguió siendo su punto de paz.

-Eres más hermosa de cerca.- Lauren susurró. Sus labios rozaron los de Camila mientras hablaba.
- hermosa?- Preguntó Camila.
- si. Tu sonrisa. - dice - Sabes, el día que te enteraste de la mentira de tu madre ... Me preguntaste cuándo te
quería.
-- Es verdad.
- Y cuando dije meses no estaba bromeando. - Le confesó. - Te diré un secreto. - Susurró y Camila rio
suavemente pasando la punta de su nariz en la de Lauren.
- Entonces dime por qué sabes que tengo curiosidad. - Dijo más relajada.
- Un día tuve que ir al pueblo para decirle a una familia que su hijo había muerto ... - comenzó Lauren. - y,
bueno, ya sabes cómo me veo en esos casos. - Camila solo asintió, sus ojos vidriosos sobre cada detalle de
su esposa. - Había salido disparada de su casa, pero mis ojos estaban tan borrosos por las lágrimas y mi
cuerpo tan cansado que me caí del caballo.

-- ¡Oh Dios mio! - exclamó Camila.

- Sí, y cuando estaba a punto de romper algo, renunciar a todo, te vi. - La sonrisa que Lauren abrió fue tan
sincera que hizo que Camila deseara haberla visto ese día. - Te estabas riendo con un conejo.
Aparentemente el animal fue más rápido que tú. - se rio Camila.
- Me encantó jugar con Zayn, mi conejo. Es una pena que se haya ido. - dijo tristemente.
-- Lo siento mucho. - dijo Lauren
-- Está bien.

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- Bueno, recuerdo pasar mi siguiente hora entera escuchando el sonido de tu risa, viendo el brillo de tu
sonrisa. Tu energía me fue transmitida. Al parecer, su edad de oro es muy ligera.
- ¿Y luego empezaste a espiarme? - preguntó Camila en broma y Lauren se sonrojó.
- Al principio iba a refrescar mi mente. Luego comencé a ir porque me gustaba el sonido de tu risa, con el
tiempo me faltaba tu sonrisa e incluso sin conocerte sentí que necesitaba verte. - Le confesó. - Nunca tuve a
nadie en mi vida y me gustaba imaginar que si alguna vez lo tuviera, al menos que se pareciera a ti.
- Mira que coincidencia. Encontraste una igual. - Camila habló en broma y Lauren sonrió.
- En un día aleatorio te encontré llorando y, a pesar de tu dolor, fuiste extremadamente amable, cariñosa y
juguetona. - dijo Lauren con nostalgia. - Descubrí que superaste la imagen que tenía en mis sueños de ti. No
es solo belleza externa, Camz. Eres la mezcla de todo. Eres educada, amable y no he podido sacarte de mi
cabeza desde que te hablé ese día. - Le confesó. - Antes de eso era algo platónico, pero cuando te conocí ...
Dios, era tan perfecto e intenso. Tan increible, Camila, que aún lo es, sé que aún es temprano y
probablemente sea demasiado obvio lo que voy a decir, pero yo ...

- Tú ... - Camila de repente se sintió demasiado ansiosa.

- Me enamoré profundamente de ti. - Camila miró intensamente a Lauren, haciendo que la mayor se sintiera
nerviosa por el repentino silencio. Se sintió más aliviada al ver a Camila abrir una hermosa sonrisa y
levantarse, sentándose en el regazo de Lauren. Ella no perdió el tiempo y envolvió sus brazos alrededor de
la cintura de su esposa.

- Bueno, creo que deberías haberme dicho eso antes. - habló sonriendo. - Es muy bueno saber que uno
coincide. - Dijo Camila sonriendo seductoramente a Lauren, haciéndola sentir que la sangre fluye más
rápido de lo normal por sus venas. - No te volveré a besar, Jauregui. - Dijo con una sonrisa juguetona en sus
labios. - Creo que mi esposa necesita tomar medidas de vez en cuando. - Habló acercando sus labios a los
de Lauren. Lauren sonrió y lentamente se inclinó, dándole a Camila un beso suave. La más joven acercó su
mano al cabello de Lauren, entre sus dedos y tiró de ella un poco.

- Ya era hora. - dijo Camila jadeando tan pronto como terminó el beso. - Y en caso de que no entendieras lo
que quise decir con coincidir... - Dijo sonriendo. - Quise decir que también me enamoré de ti, Lauren
Michelle Cabello Jauregui.

- ¿Puedo saber cómo ocurrió tal milagro?- Lauren preguntó juguetonamente mientras acariciaba la espalda
de su esposa debajo de su camisa.
- Bueno ... creo que al final del arcoíris encontré algo mucho mejor de lo que esperaba. - susurró sonriendo.
- como? - Camila se rió suavemente y sacudió la cabeza.

- nada. - Dijo deslizando la punta de su nariz en la de Lauren. - A decir verdad ... sería un milagro si no me
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enamorara de alguien como tú. - Lauren no podía creer lo que escuchó.
- Sabes ... Cuando nos casamos, tu sonrisa era muy diferente de la que solías dar aquella vez. - Camila
frunció el ceño y puso toda su atención en lo que dijo su esposa. - Entonces estaba segura de que no estabas
contenta.
-- Pero ahora...

- Shh ... - dijo Lauren pegando sus frentes. -- Yo se. - Camila suspiró y le robó otro beso inocente a Lauren. -
Solo quiero que recuerdes que haré lo imposible para que nunca vuelvas a perder esa sonrisa. Hacerte feliz
es ... mi prioridad. - Camila sintió que se formaban lágrimas en sus ojos. Lauren estaba tan tierna que su
pecho se contrajo ante la imagen de un día alejándose de ella.
- Eres muy dulce. - dijo Camila en un susurro. - Solo necesitas estar a mi lado para yo ser feliz. - Su dedo
índice rodeó las cejas de su esposa, luego acarició la manzana de su mejilla.
- Espero que sea suficiente, porque no tengo la intención de ir a ningún lado.

Capítulo 36
- Sra. Cabello Jauregui? - El hombre llamó casi apretando los dientes cuando encontró a Camila sentada en
el regazo de Lauren mientras la besaba. La mano de Lauren estaba alojada justo por encima del culo de
Camila, mientras que los brazos de la menor estaban envueltos alrededor del cuello de Lauren. Camila nunca
fue tan íntima con John cuando solían besarse, por el contrario, su beso nunca duró mucho porque ella
siempre decía que estaba demasiado ansioso.

- Hmm? - Ambas mujeres murmuraron juntas, volviéndose hacia el hombre. Lauren se rió y sacudió la
cabeza, sin darse cuenta de que Camila se tensó ante la vista del hombre.

- Creo que deberás llamarnos por nuestros nombre, Peter. Ambas somos las damas Cabello Jauregui. - dijo
Lauren riendo.
- Lo siento, señorita Lauren. Solo me gustaría saber dónde está la llave de la biblioteca para comenzar mi
trabajo. - Dijo con las manos hacia atrás y la cabeza baja.
- Iré por Jerry, solo un minuto. - dijo Lauren dando dos palmaditas en el muslo de Camila, haciéndola
levantarse.
- Iré con ...
-- No amor. Ya vuelvo. - dijo Lauren dándole un rápido besito antes de desaparecer de la vista. Camila se
habría derretido cuando Lauren la llamó "amor" si John no se hubiera acercado visiblemente irritado.
- Tenemos que hablar, Camila. - Dijo sosteniendo su brazo.

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- Déjame ir, John. No tengo nada de qué hablar contigo. - susurró sobresaltada.
-- Si tiene. - Dijo mirando hacia atrás para verificar que no viniera nadie. - Creo que merezco una
explicación, ¿no?
- John ...
- Desapareciste, Camila. Sin dejar ningún mensaje, ninguna señal ... - Dijo angustiado. - Y de repente te
casas. ¿Sabes cómo llegué? - Camila suspiró y lo miró.
- Por favor, dejemos las cosas como están. - Dijo revisando de nuevo.
- Solo necesito ... solo quiero hablar. -- El dice. - Por favor, Mila. - Camila pensó por un momento. Sabía
que se suponía que debía hablar con el chico, pero no quería tener problemas con Lauren. La mirada
desesperada del hombre hizo que Camila suspirara. Le debía una explicación y por eso asintió lentamente.
- Mañana por la tarde, cuando Lauren vaya a trabajar, te buscaré. - habló en voz baja. - Pero ahora libérame,
por favor. No quiero ningún problema con ella. - El chico la soltó, mirándolo confundido.

- por qué? ¿La bastarda te golpea?

-- Aquí está. - Lauren entró en el ambiente sonriente, entregándole la llave al hombre, haciendo que Camila
la mirara sobresaltada por miedo de que hubiera escuchado algo.
-- Gracias señora. Permiso.
- Hey, Peter. - Lauren llamó y el chico se volvió. - No tienes que matarte para trabajar, ¿de acuerdo? Si tiene
hambre o algo así, no dudes en venir a la cocina a comer algo. - El hombre asintió y miró a Camila.
- Gracias. Lo haré, disculpe.
- Buen tipo, ¿eh? - dijo Lauren - Un poco demasiado serio, pero me cae bien. - dijo Lauren y Camila forzó
una sonrisa y asintió abrazando a su esposa con fuerza. - Hey, ¿qué pasa, Camz?
- Yo solo ... - Dijo apretando sus brazos alrededor de Lauren. El aroma de su esposa la calmó un poco. -
Solo necesito que me abraces y me prometas que todo estará bien. - Incluso sin comprender, Lauren abrazó a
Camila, tratando de consolar a su esposa.
- Haré todo lo posible para asegurarme de que todo esté bien, ¿eh?
-¿Promesa?
- Lo prometo.

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[...]
Lauren leyó distraídamente un libro en su cama, mientras Camila estaba acostada sobre su pecho, sus ojos
enfocados en la cara de su esposa.
- No puedo concentrarme sabiendo que me estás mirando. - dijo Lauren riendo.
- ¿Qué tal si ...? - dijo Camila tomando el listón rojo del libro y colocándolo en la página para marcarlo,
cerrando el libro inmediatamente después y colocándolo en la mesita de noche al lado de la cama. - No te
enfocas en el libro por ahora, ¿eh? - preguntó Camila dejando un beso en el cuello de Lauren, haciendo
temblar a la mujer.
-- Por mi todo bien. - dijo Lauren volviendo la cara hacia Camila e intentando besarla, pero Camila se
apartó, haciendo que Lauren frunciera el ceño.
- Ahora que tengo tu atención, podemos hablar de Clara. - Lauren frunció el ceño al mismo tiempo. - Amor
... - Camila usó un tono de arrastre y lástima. - Por favor habla con ella. - Dejó un beso en la mejilla de
Lauren. - Escucha el resto de su historia. - Con un beso en la esquina de sus labios, Lauren no sabía si
temblaba porque Camila la llamaba "amor", por el tono sensual y arrastrante en su voz o por los besos.

- Camila, ella me mintió.

- Porque tu padre solo la dejaría estar a tu lado en estas condiciones. - reveló Camila, ganando la atención
de Lauren aún más.

- Murió cuando yo tenía veinte años. Ella podría ...

- Ponte en sus zapatos. Las cosas no son tan fáciles. - Lauren la miró y se mordió el labio inferior. - Habla
con ella, por favor ... - Dijo Camila uniendo sus bocas finalmente, dejando a Lauren sin aliento. - Por favor,
Laur ...
-- Está bien. - dijo Lauren. No podía decirle que no a Camila y, en el fondo, realmente quería hablar con la
mujer, la extrañaba y quería entender mejor y conocer toda la historia. Ella se sintió lista para eso.
- Yay - dijo Camila sonriendo, mientras se inclinaba y apagaba la luz de la lámpara. Lauren estaba
sorprendida por la cálida boca de Camila sobre la de ella. Puso su mano sobre la cintura de la chica más
joven, acercándola a ella

Camila invadió la boca de Lauren sin pedir permiso. Sabía que no tenía que hacerlo, así que se atrevió a
hacerlo. No se cansaba de besar a Lauren, podía pasar días besándola sin quejarse. Los labios eran suaves y
jugosos, haciendo que Camila casi quisiera morderlos con fuerza.

Se inclinó un poco más y levantó el dedo índice sobre el hombro de Lauren. La marca todavía estaba allí,
aunque ahora solo hay una pequeña costra en la herida. Acarició el recuerdo de esa batalla y terminó el
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beso.
- Odio saber que sales a estas guerras. Odio esperar, odio mi cerebro loco que crea millones de teorías
sobre lo peor que te puede pasar. - Camila confesó en un susurro. - Te prefiero aquí, abrazándome.
-- ¿Ah, sí?-- Lauren preguntó sonriendo.
- Sí. - Dijo Camila apoyando su cabeza en el pecho de Lauren. Le encantaba escuchar los latidos de su
corazón.
- Si pudiera, nunca me iría de aquí, pero es mi trabajo.
- Que por cierto odio. - dijo Camila, sintiendo que sus párpados pesaban frente a la caricia de Lauren en su
cabello. Lauren solo se rió cuando escuchó la voz somnolienta de Camila.

- Mira si sueñas conmigo, lo pensaré. - Camila no sabía si Lauren realmente había dicho eso o si había sido
en su sueño, pero asintió levemente antes de caer en un sueño profundo.

Capítulo 37

Lauren había estado parada en la puerta durante casi diez minutos, analizando cada movimiento de Clara. La
mujer preparó gofres con precisión y agilidad. Llevaba un delantal blanco sobre la camisa negra con botones
que Lauren le había regalado una vez y jeans normales. Su cabello estaba atado en un moño perfectamente
alineado, mientras que sus ojos no perdieron el ritmo de su trabajo de revolver la masa.

- ¿Quieres algo, señora? Te veo ahí - Dijo la mujer sin siquiera mirar a Lauren. Lauren incluso se reiría si
no estuviera tan herida y nerviosa. La mujer siempre tuvo la capacidad de notar la presencia de Lauren.
- Tú ... Camila ...
- Respira y concéntrate en lo que quieres decirme mi niña. - dijo Clara con calma, conocía a Lauren lo
suficientemente bien como para saber que no solía decir nada cuando se sentía insegura. La más joven
asintió lentamente mientras se acercaba.

- Camila me pidió que hablara contigo. - Dijo sin mirar a la mujer a los ojos.
- Oh, ella ya se despertó?
- No. Todavía está dormida. Me di una ducha y vine a hacer lo que me pidió ayer. - Dijo.
- Esa chica vale oro. - dijo Clara sonriendo, todavía revolviendo la masa.

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- Sí. - La sonrisa de Lauren realmente se abrió.

- ¿Sabías que ella me pidió que te dijera la verdad? - dijo Clara mirándolo por primera vez. - A esta chica
realmente le gustas.
- Le gusto? Por qué? qué dijo ella?- Lauren preguntó emocionada, acercando una silla y mirando de cerca a
Clara. Camila ya le había dicho que estaba enamorada de ella, pero saber que se lo había dicho a otras
personas la hizo estar aún más segura. Clara se echó a reír y sacudió la cabeza.
- Oh, no te diré lo que ella me dijo. Eso estaría mal. - dijo ella sonriendo. - Pero por lo que dijo, puedo
garantizar que le gustas.
-- Ella es increíble. - dijo Lauren con ojos brillantes. - Hey ... espera! Me estás jodiendo No vine a hablar
de Camila. - Clara se echó a reír y la miró.
- No te estoy engañando, mi niña.
- Entonces, ¿podemos ... hablar? -- Clara asintió con la cabeza. - bien. Siéntate aquí conmigo.
-- Yo necesito...
- Más tarde! Quiero hablar bien - La mujer asintió y dejó de hacer lo que estaba haciendo. Se lavó las manos

rápidamente se las secó, colocando una mano sobre la corbata del delantal y soltándola. Lo colgó y se
acercó, sacando una silla y sentándose.
- bien. ¿Que quieres saber? - A pesar de tratar de parecer tranquila, Clara casi temblaba.
- ¿Cómo estabas segura de que mi padre era el ...? Tu sabes...
- Me escapé por un mes con él. No me entregué a nadie en ese momento. - Habló mirando a Lauren.
- ¿Lo creyó? - Clara sacudió la cabeza.
- Estuvo de acuerdo en darme comida y un techo hasta que nacieras para tomar el examen. - Le confesó. - El
día que naciste ... - La sonrisa de Clara se abrió y sus ojos brillaron. - Estaba lloviendo mucho. Recuerdo
haber tenido miedo al futuro, pero luego escuché tu grito, hija ... - Intentó sostener la mano de Lauren, pero
esta retrocedió. - Y entonces supe que ya no importaba mientras estuvieras conmigo.
- Entonces, ¿por qué nunca me lo dijiste? - Habló con un tono de voz herido.
- Después del examen que demostró a tu padre que eras su hija ...-- Se aclaró la garganta. - Dijo que debería
irme. Siempre dijo eso durante el embarazo, pero nunca lo tomé en serio.

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- Y que hiciste? -- Lauren preguntó con curiosidad.
- Se lo supliqué. - Una lágrima solitaria rodó de sus ojos, hasta que se la limpió. - Me arrodillé, me humillé,
pero él seguía diciendo que no sería un buen ejemplo de madre. - Habló y luego respiró hondo. - Así que me
puse a trabajar para él gratis. Solo aceptó después de que juré nunca revelar quién era.
El silencio predominaba en el lugar. Lauren no sabía qué pensar o qué decir, no podía creer lo que había
hecho su padre.
- ¿Trabajaste gratis todos esos años? - Preguntó sorprendida al ver a Clara asentir.
- Empecé a recibir dinero solo después de que falleció. No quería despertar sospechas por ti. - dijo Clara
bajando la cabeza.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste? Después de su muerte, podrías ...

- ¿Qué diría yo? - Clara preguntó con firmeza. - "Oye, soy tu madre, la ex prostituta que tu padre hizo
denigrar su imagen durante toda su vida".
- ¡Lo que hiciste no interferiría en nuestra relación, madre!-- Lauren gritó, haciendo que los ojos de Clara se
abrieran para sonreír poco después. Las lágrimas de felicidad brotaban de sus ojos cuando escuchó a Lauren
llamar a su madre.
- Quiero que sepas algo. Nunca quise hacer lo que hice en el pasado. - Aclaró. - Mi tío me forzó y me
golpeó si no lo hacía. - Las lágrimas seguían saliendo de sus ojos. - Intenté escaparme varias veces, pero era
muy conocido, siempre le decían dónde estaba ... Nunca quise ... Créeme, nunca quise ...
-- ¡Yo te creo!-- Dijo Lauren, extendiendo la mano para tomar la mano de Clara. -- ¿Puedo pedirte algo? --

Clara asintió con la cabeza. - ¿Podrías ... abrazarme? ¿Como cuando tenía cuatro años?
-- ¿Te acuerdas? - preguntó Clara sorprendida.

- Nunca lo olvidaría. - Al escuchar esto, Clara abrazó a su hija con fuerza. Oler a su bebé ya crecido fue
maravilloso, pero la sensación de saber que Lauren finalmente sabía quién es era liberadora. - Siempre te
consideré una madre, de todos modos. -- Lauren susurró, haciendo que Clara llorara aún más. - Perdón por
huir de ti.

- Oh mi niña. Hija, mi hija ... - Dijo. - Te debo una disculpa. ¡Te quiero mucho, mi bebé!
- Yo también te amo ... mamá! - Clara había soñado durante años con el sonido de esas palabras que Lauren
le decía, pero la realidad era aún más cautivadora.
- ¿Qué tal si preparamos una bandeja de desayuno especial para tu esposa, eh? Creo que le debo una vida de
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favor.
- ¡Gran idea! - dijo Lauren, dándole a Clara un beso en la mejilla. - Y madre ...
- si?
- Gracias por nunca alejarte de mi lado. - Clara sonrió con emoción.
- Camila tenía razón, después de todo.
-- ¿En que? - Preguntó levantando una ceja.
- Eres realmente madura y quiero que sepas que me llena de orgullo, hija.-- Lauren abrió una sonrisa sincera
cuando escuchó eso.
- Te extrañé todos estos días.
- Yo también, hija. Yo también.

Capítulo 38
Camila salió del baño, se secó, aplicó crema, se vistió y finalmente se inclinó, envolviendo la toalla en su
cabello mojado. Llevaba un camisón color salmón y zapatillas blancas. Se había despertado sola en la cama
y asumió que Lauren se había ido a trabajar, pero cuando abrió la puerta del baño y entró en la habitación,
se quedó boquiabierta. Había dos bandejas llenas de cosas para el desayuno en la cama, un pequeño ramo
de rosas blancas en el florero al lado de su cama y una sola rosa roja en la mano de Lauren. Sonrió cuando
notó que había todo allí, gofres, tostadas, fruta, leche, jugo, café, algo de pan, entre otras cosas.

- ¿Cómo trajiste todo esto?--Preguntó Camila, sintiendo su estómago gruñir.

- Recibí ayuda adicional de mi madre. - Los ojos de Camila se abrieron y se acercó, inclinándose para dejar
un casto beso en los labios de Lauren, ya que estaba sentada al borde de la cama.
-- Buen día. - susurró Camila sonriendo después del beso y Lauren suspiró.
- Buenos días, Camz. - Le respondió. -- Para ti. - Dijo, tendiéndole la rosa.
-Gracias. - respondió Camila dulcemente, inhalando la fragancia de los pétalos.
-- ¿Estás con hambre? Espero que sí, porque no fue fácil traer todo esto. - dijo Lauren riendo.
- Sí. - respondió Camila. - ¿Por qué no me despertaste? Es una pena despertarse y que no estés en la cama. -
Dijo Camila colocando la rosa en la bandeja, quitándose la toalla del cabello y colgándola, antes de
sentarse en el regazo de Lauren, tomándola por sorpresa. No sabía dónde tocar ya que no quería asustar a
Camila ahora que la estaba ganando.
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- Fui a hablar con Rosál ... quiero decir, Clara. - Se corrigió, haciendo que Camila la mirara atentamente.
- ¿Se entendieron bien? Digamos que escuché toda la historia, Perdón... - dijo Camila cerrando los ojos en
una multitud silenciosa y Lauren se echó a reír.
- Sí, nos entendimos bien. Escuché toda la historia, solo necesitaba algo de tiempo. - dijo Lauren sintiendo
el aroma del champú de Camila difundirse en el aire.
-- Lo se. - dijo Camila - ¿Y cómo te sientes ahora? - Preguntó poniendo su cabeza sobre el hombro de
Lauren.
- Es extraño llamarla madre, ¿sabes? Pero creo que puedo acostumbrarme y, bueno, me encanta. Ya sea
Rosalía o mi madre, me siento mucho más ligera ahora que estamos bien de nuevo.
- bien. - dijo Camila aplicando un suave beso en el cuello de Lauren.
- Me acostumbré a llamarte esposa sin siquiera conocerte bien, así que llamarla madre será más fácil. - dijo
Camila riendo.

- No me llamas esposa.— Lauren protestó.

- No para ti, sino para otros, cuando me refiero a ti. - dijo Camila Lauren se echó a reír.

- bien, entonces come algo esposa. Te acompañaré para el desayuno, pero necesito ir a trabajar.
- Yo también quiero trabajar en algo. - Dijo Camila quitándo la cabeza del hombro de su esposa e
inclinándose, capturando una fresa y se la llevó a la boca.
- por qué? - preguntó Lauren siguiendo el movimiento de Camila. Sexy, pensó.

- Me siento impotente estando aquí todo el día sin hacer nada.

- Pero no necesitas hacer nada cariño, y si pudiera, tampoco lo haría. - dijo Lauren riendo.
- Pero yo quiero. - dijo Camila tomando otra fresa. Lauren suspiró y asintió.
- perfecto. ¿Eres buena con las cuentas? - Camila asintió mientras disfrutaba de la fresa. - Entonces está
decidido. Quédate con Leroy. - Camila comenzó a toser cuando escuchó eso, haciendo que Lauren le diera
una palmadita en la espalda. - ¿Estás bien, Camz?
- S-si. - Dijo respirando mejor esta vez. - Solo me atraganté. - Aclaró. - ¿Quieres decir con Peter? ¿No hay
nada más que pueda hacer?
- Camz, dijiste "algo" además sabes de cuenta. - dijo Lauren riendo.

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-- Yo no créo que...

- Además de que es nuevo, sería muy bueno tener ayuda adicional. --Lauren agregó, haciendo que Camila
resoplara.
- ¿No hay nada más con lo que necesites ayuda? Pensándolo bien, soy un desastre con los números. - Lauren
se echó a reír y sacudió la cabeza.
-- No te preocupes. Lo harás genial.-- Camila tragó saliva, pensando en alguna excusa para compensarlo,
pero los dedos de Lauren acariciando la parte posterior de su muslo la hicieron mirarla y sonreír.
- ¿Me está provocando, señorita Cabello Jauregui? - preguntó Camila sonriendo sugestivamente. Lauren se
mordió el labio inferior y sonrió.

-- ¿Esta funcionando?-- Camila se rió y le dio unas palmaditas a Lauren en el hombro.

--No--, dijo la más joven, inclinándose y recogiendo otra fresa, se la llevó a la boca de Lauren y se la pasó
por el contorno de los labios, antes de morder lentamente la fresa y sellar los labios de su esposa.
Lauren se rió del acto. Todavía no habían dado el siguiente paso, se acercaron una vez, pero eso fue todo.
Con cada día que pasaba Lauren sentía que se sentían más cómodas con eso, y la forma en que el cuerpo de
Camila reaccionaba a su toque dejaba en claro que el deseo era mutuo.

- Bien, porque no estaba tratando de seducir a nadie. - Ella habló y Camila entrecerró los ojos.
- cínica. - Se quejó, haciendo reír roncamente a Lauren y sacando el sonido que tanto amaba escuchar.
-- Sólo un poquito. - dijo Lauren inclinándose y tomando los labios de Camila. La más joven no protestó por
el beso e incluso se empeñó en profundizarlo. Empujó a Lauren sobre la cama, con cuidado de no dejar caer
las bandejas, cayendo sobre ella y atrapando el cuerpo de Lauren entre sus piernas.

- Pues bien. Tengo una esposa agresiva. - dijo Lauren riéndose, pero casi perdió el aliento cuando vio que
Camila la miraba tan penetrante que sintió que podía leer su alma.
-- Parece que si. - dijo Camila, tomando la mano de Lauren y guiándola hacia su cuerpo. Lauren sintió que la
mano de su esposa temblaba, pero no estaba segura si la de ella también. Jadeó cuando sintió que su mano se
dirigía a los labios de Camila, donde le dejó un beso en la punta de sus dedos antes de llevar la mano de
Lauren hacia su pecho, haciéndolas gemir al tocarlas. Camila se inclinó y besó a Lauren tan lentamente que
Lauren sintió que todas las células de su cuerpo reaccionaban. La lengua de Camila rozó la de Lauren, dando
una deliciosa mezcla de placer y pasión. - ¿Crees que puedes llegar un poco tarde al trabajo? - La pregunta
surgió entre el beso, en un susurro, para que Lauren pudiera percibir el deseo contenido en ese discurso.

Sin la fuerza para decir nada, Lauren solo asintió, sintiendo que Camila tomaba sus labios nuevamente.
Aprovechó el hecho de que su mano estaba sobre el pecho de Camila y lo tocó de buena gana, sintiendo el
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pico rígido sobre la textura de la tela. Genial, ella estaba sin sostén. Lauren pensó.
Camila jadeó en la boca de Lauren cuando sintió a su esposa entrar en la tela del camisón desde la parte
superior, tocando directamente la piel de su pecho. Sintió una punzada en el centro de que esto era algo que
realmente le gustaba. Determinada, Camila se levantó bruscamente, quitándose el camisón de su cuerpo y
tirándolo en algún rincón. Lauren tragó saliva al ver a Camila medio desnuda.

- Saco las bandejas. - Camila habló poseída por el deseo que sentía. - Y tú la ropa.
No necesitaba decir nada más para que Lauren se parara de la cama y comenzara a desabotonarse los
botones de su camisa, la tirara por alguna esquina, se quitara los zapatos y los pantalones, dejando solo el
sujetador y las bragas. Camila se rió y se acercó tan pronto como colocó las bandejas en la mesa auxiliar.
- ¿Por qué tanta desesperación, Jauregui? - Preguntó cerrando las cortinas, dejando la habitación aún
luminosa, pero no tanto. No sabía de dónde venía el tono seductor y la vergüenza que aparentemente la
dominaba, pero no le importaba. - Y dije que te quites la ropa. La ropa incluye las piezas que están en tu
cuerpo. - Sus ojos recorrieron el cuerpo de Lauren sin que ella pudiera evitarlo.
- ¿Qué tal si me ayudas con esto? - preguntó Lauren, tratando de sonar provocativa, pero no se sentía segura,
sentía que estaba siendo patética al tratar de sonar tan sexy como Camila. Pensó que había fallado
miserablemente.

En cuanto a Camila, esas palabras la obligaron a morderse el labio para contener su deseo. Se inclinó y besó
a Lauren, abrazando su cintura posesivamente con una mano y aflojando el broche del sujetador blanco de su
esposa con la otra. Se inclinó y tomó un lazo entre sus dientes, sacando la pieza de su cuerpo con la ayuda de
la mano que había abierto el cierre.
No pudo resistirse a inclinarse y tomar el pecho hinchado, rígido y rosado entre sus labios. Después de

conocer el sabor de la piel de Lauren no pudo resistirse. Lauren gimió suavemente y comenzó a caminar
hacia atrás hacia la cama, arrastrando a Camila con ella. Cuando sintió que su pierna tocaba la madera de la
cama, se sentó, haciendo que la boca de Camila perdiera contacto con su piel. Se acomodó en la cama y
llamó a Camila, quien no perdió el tiempo y se acomodó entre las piernas de Lauren, inclinándose sobre su
cuerpo. La mayor levantó un poco la barbilla cuando sintió que Camila le daba besos suaves en la región e
inclinó la cabeza para darle más acceso a la chica.

La más joven no se sentía tan estúpida ahora, ya que sabía que Lauren nunca había estado con otra persona y,
por lo tanto, no se sentía inhibida de hacer lo que quería. La piel de Lauren siempre le había llamado la
atención, suave, su aroma, su piel lisa. Irresistible no querer llenar cada parte de ese cuerpo con besos.

Cuando besó a su esposa nuevamente, casi gimió cuando sintió los senos de Lauren tocar los suyos de una
manera deliciosa. Deslizó las yemas de sus dedos por todo el torso, hasta que le apretó el pecho de buena
gana. Lauren no tardó mucho en deslizar sus manos libres por toda la piel de Camila, hasta que llegó a su
cintura, apretando la región con más fuerza, haciendo que sus cuerpos chocaran aún más. Camila suspiró al
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sentir las bragas ya húmedas de Lauren con la piel de su muslos, ya que había decidido presionar una de sus
piernas contra la intimidad de su esposa.

Encontró el gemido, que Lauren dejó escapar al tacto, lo más agradable de escuchar y por eso repitió el
gesto, sintiendo sus propias bragas empapadas por la escena.
Se permitió mirar hacia abajo, viendo el cuerpo casi desnudo de su esposa debajo de el de ella y se dio
cuenta de que quería más. Esa comprensión la hizo levantarse y colocar sus manos sobre las dos finas tiras
de las bragas de Lauren, quitándole la prenda lentamente, dejando que sus ojos disfrutaran de la escena de
Lauren completamente desnuda debajo de ella. Su cabello, húmedo y cayendo al azar sobre su delicado
rostro, hizo que Lauren no dudara de que hubiera alguna mujer más hermosa que su esposa.
- Absolutamente hermosa - susurró Camila antes de agacharse y besar el vientre extremadamente blanco de
Lauren. Deslizó su lengua por la región cuando sintió la mano de Lauren tocar su cabello. Su mirada
coincidía con la del mayor mientras movía su lengua por su cuerpo, observando a Lauren acurrucarse hacia
atrás mientras sentía la lengua de Camila correr por su ingle.
- Me encanta el sabor de tu piel. - dijo Camila con los ojos llenos de lujuria. Dejó un beso en el clítoris de
Lauren, antes de volver a mirar a los ojos verdes. - ¿puedo?-- Lauren gimió cuando sintió el aliento de
Camila rozar su intimidad y asintió con urgencia.

Camila centró su mirada en la intimidad de Lauren. Completamente mojado y rosado. Quería probarlo,
necesitaba conocer el sabor, así que inclinó la cabeza y pasó la lengua lentamente desde la entrada al
clítoris. Lauren gimió más fuerte y apretó los músculos de su abdomen.
Nunca había sentido algo tan placentero en su vida y sintió que podía explotar en cualquier momento. La
lengua de Camila pareció cobrar vida, explorando lentamente cada parte de la intimidad de su esposa.
Lauren arqueó la espalda cuando Camila succionó estratégicamente su clítoris, dejando que sus dientes se
arrastraran suavemente por la carne. Su lengua bajó esta vez, amenazando con entrar en Lauren, lo que hizo
que la mujer mayor gimiera el nombre de Camila e inclinara sus caderas hacia adelante, buscando más
contacto.

Camila entendió lo que Lauren quería y deslizó su lengua deliciosamente hacia la entrada de su esposa,

haciendo que Lauren gimiera ruidosamente. Sintió su coño palpitar con el sonido, y cuando vio la
respiración inestable de Lauren, comenzó a insertar y retirar la lengua en un movimiento tortuoso. Las
caderas de Lauren comenzaron a seguir el movimiento de Camila haciéndolas moverse juntas, moviéndose
cada vez más rápido.
A Camila le encantaba el sabor ligeramente salado al principio, pero luego se volvió agridulce. Los
gemidos de Lauren casi la llevaron al borde de la locura y, para calmar la sed de Lauren, levantó el pulgar
de una mano hacia el clítoris de la mujer en un movimiento circular. No tenía experiencia, solo sabía cómo
leer las señales de que Lauren le daba lo que le gustaba o no, y cuando oyó a Lauren susurrar un "Eso". Se
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dio cuenta de que esto era algo bueno.

La cama comenzó a balancearse muy rápido junto con los movimientos de Lauren y Camila comenzó a sentir
un calor infernal. Levantó su lengua hacia el lugar donde estaba su pulgar y bajó su dedo índice a la entrada
de Lauren, introduciéndolo lentamente en Lauren.
-Oh, Dios mío ...-murmuró Lauren, sus ojos casi rodando. Camila repitió los movimientos de su lengua con
su dedo, entrando en su dedo medio tan pronto como vio que Lauren anhelaba más. Cada gemido que Lauren
hizo hacía que Camila casi alcanzara su clímax, reteniendo y aumentando la velocidad de los empujes,
siguiendo la velocidad de las caderas de su esposa. Nunca pensó que podía sentir tanto placer sin siquiera
ser tocada, pero aparentemente la sangre corrió más rápido por sus venas mientras le daba placer a Lauren.
Ella intensificó la presión de su lengua sobre el clítoris de Lauren tan pronto como sintió que sus músculos
internos se contraían en sus dedos, la mano de Lauren apretaba con fuerza el cabello húmedo de Camila.
- Camila ... - gimió Lauren, inclinando la espalda al sentir una ola electrizante inundar todo su cuerpo,
haciéndola sentir la mejor sensación del mundo. Sus ojos se estrecharon con fuerza y ??su boca se abrió en
una "o" perfecta tan pronto como su cuerpo comenzó a temblar; Las puntas de sus pies se crisparon y ella
abrió más las piernas, permitiéndose sentir ese mar de placer por unos segundos más.

Sintió que la abrumadora ola de placer desaparecía, siendo reemplazado por el cálido aliento y la suavidad
de los besos de Camila que siguió un rastro de besos desde donde estaba, pasando por el vientre, los senos,
hasta llegar finalmente a su boca, dándole un largo beso.

-- ¡Qué delicia! - susurró Camila, haciendo que Lauren asintiera con la respiración volviendo a la
normalidad.
-- Yo... te amo. - susurró Lauren, acariciando la cara de su esposa antes de meter sus manos en su cabello y
besarla con pasión y suavidad, sintiendo su propio sabor en la boca de su esposa.
- Yo ta ...
- Señora? ¿Está ahi? - la voz de John sonó y Camila resopló. - Me pidió que le llamara para el trabajo.
-- Estoy. Solo un minuto.!!-- Lauren gritó, molesta.
- Dijiste que llegarías tarde. - dijo Camila haciendo mañas. - No puedes dejarme así. - Susurró con voz
arrastrada, sosteniendo la mano de Lauren y llevándola a sus bragas, gimiendo ante el toque. Lauren sintió
que se contraía de nuevo cuando sintió lo húmeda que estaba Camila.

Sin perder el tiempo, deslizó los dedos por los pliegues de su esposa, haciendo que Camila arqueara su
columna vertebral. De repente, Camila giró, obligándola a hundirse y rápidamente se quitó las bragas.
Camila tenía miedo, después de todo, nadie la había penetrado y su madre solía decir que le dolería, pero
estaba demasiada emocionada para pensarlo. Los rígidos pezones de sus senos mostraban su situación
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actual.

Contuvo el gemido atrapado en su garganta cuando sintió que Lauren comenzaba a masturbarla. No sabía si
John se había ido y no iba a darle el placer de escuchar lo que era solo para su esposa. Lauren se inclinó
sobre Camila y la besó de placer, mientras jugaba con el clítoris de la más joven. Trató de repetir los
movimientos que le dieron el mayor placer cuando Camila la tocó, pero Camila la sorprendió al cambiar de
posición nuevamente, de pie en la parte superior, con una pierna a cada lado de Lauren. Lauren se sentó en
la cama con su esposa todavía en su regazo, intrigada por la velocidad de Camila en cambiar de posición.

-- ¿No quieres? - preguntó Lauren confundida y Camila sonrió negando.

- Eso no, amor. - Susurró en su oído, mientras envolvía sus brazos alrededor de sus hombros, juntando sus
manos en el cabello de Lauren. - Solo me gusta estar en la cima. Prefiero esta posición.-- Lauren asintió,
besando el cuello de Camila. - Creo que mi coño necesita atención. - se quejó Camila sin vergüenza.
Ciertamente era virgen, pero no sentiría vergüenza frente a Lauren.- Lauren, necesito más. - Susurró
lloriqueando. Lauren tomó los labios de su esposa en un beso desesperado, sintiendo que su propia
intimidad palpitaba de nuevo, mientras guiaba su dedo medio hacia Camila, haciendo que la más joven
bajara su cuerpo, tomando el dedo de Lauren más profundo. - Ah! - solto un pequeño gemido cuando fue
penetrada.

No había dolido como dijo su madre. Tal vez debido al exceso de lubricación en su vagina, o tal vez debido
a la lujuria inimaginable que sentía, o debido a la calma y el cuidado de Lauren al penetrarla, Camila no
podía decirlo, pero lo importante era que no había dolor en absoluto. Sintió a Lauren mover otro dedo y
sintió un leve líquido interno, miró hacia abajo solo para ver un poco de sangre ahí. Sus ojos se abrieron por
el momento, pero Lauren rápidamente la calmó.

- Shh ... Shh ... Cálmate. Esto es totalmente normal. - dijo Lauren, haciendo que Camila la mirara
atentamente. - Algunas mujeres sangran la primera vez, otras no. Algunos no sangran la primera vez, pero
sangrarán la segunda o la tercera. Otros solo sangran en muchas relaciones después y otros aún nunca
sangran. Así que mantén la calma, ¿de acuerdo? -- Preguntó, sabiendo la expresión de temor en el rostro de
su esposa.

-- ¿Entonces está todo bien?—Preguntó Camila.

-- Si amor. - dijo Lauren aún viendo preocupación en los ojos de su esposa.
- Entonces, ¿por qué sangré? - Lauren intentó quitarle los dedos a Camila, pero la más pequeña lo negó.
Lauren respiró hondo y asintió.
- Bueno, la causa del sangrado es solo una pequeña piel en la entrada de nuestra vagina llamada himen. En la
mayoría de las mujeres, esta "barrera" se rompe en la primera relación sexual. - dijo - El himen varía tanto
en términos de forma como de elasticidad. - explicó. - Algunos son gruesos y duelen cuando están rotos.
Otros son delgados y la mujer no siente nada y solo lo sé porque lo estudié.

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- Pensé que eras una loca por las vírgenes. - dijo Camila riendo, bromeando, visiblemente más aliviada.
-- Ah claro. He tenido tantos que he perdido la cuenta. - bromeó Lauren, haciendo que Camila la viera mal.
- Estamos haciendo el amor y tú con estos estúpidos chistes ... -- La última sílaba salió en un gruñido,
porque Lauren se inclinó y tomó uno de los senos de su esposa entre sus labios. -- Eso es muy bueno. - Dijo
Camila en un susurro, sintiendo su pulso central nuevamente cuando sintió que la lengua de Lauren rodeaba
la piel sensible de su seno. Comenzó a mover sus caderas sobre los dedos de Lauren y cuando el calor
volvió a su cuerpo, comenzó a levantarse y caer sobre los dedos de la mujer mayor. Lauren quedó
hipnotizada por el sabor del pezón de Camila y el sonido de la fricción que comenzó a extenderse por la
habitación cuando la intimidad de Camila envolvía sus dedos.

Cuando sintió que las uñas de Camila casi le rasgaban la piel de la espalda, intensificó sus movimientos,
agregando más fuerza y ??agilidad a la lanzadera. Los jadeos que Camila soltó con gemidos en su oreja la
estaban volviendo loca y cuando Camila apretó por dentro sus dedos, no pudo soportarlo y terminó llegando
al clímax con su esposa.
Los cuerpos sudorosos pegados entre sí temblando, apretones intensos, gemidos bajos, respiraciones
desiguales. Lauren hizo los empujes aún más rápido, dándole a Camila unos segundos más de placer, a pesar
de que sus ojos estaban presionados con fuerza debido al orgasmo que acababa de tener. Camila respiró
hondo y se inclinó, besando a su esposa en la frente.
- ¿Podemos dormir hasta mañana? --Lauren preguntó riéndose, abrazando a su esposa y hundiendo su cabeza
en su cuello, sintiendo su cabello mojado.
- Estoy tan débil, amor. - dijo Camila juguetonamente, sintiendo que su respiración volvía a la normalidad.
- Señora? -- La voz volvió a aparecer, junto con un golpe en la puerta.
- ¿No se cansa?-- Preguntó Camila, al ver la expresión culpable en el rostro de Lauren. - Bien, ve a darte
una ducha rápida y vístete de nuevo, yo le responderé. - Dijo y Lauren salió de la cama y usando el papel
higiénico para limpiar los rastros de sangre, vistiéndose rápidamente y dejando un largo beso en los labios
de Lauren. - Antes de que abras la puerta ... - susurró Camila. - Quería decirte que me encantó. - Le confesó.
- Y que te quiero mucho.
-- Yo también te amo. - dijo Lauren dándole un beso más a Camila y corriendo hacia el baño para ducharse.
Camila sonrió ampliamente y respiró hondo. Era hora de enfrentar al fantasma que estaba detrás de la puerta.

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Capítulo 39
- si? - respondió Camila abriendo la puerta ya vestida. El hombre miró a su alrededor y su atuendo
desordenado, el cabello despeinado y mojado y se detuvo ante la sonrisa que se asomaba en el rostro de
Camila.
- Si quieres puedo matarla. - Dijo con una mandíbula rígida. - Ella no debería hacerte ...
-- Cállate. - Dijo bajando la voz, pero irritada, apoyada contra la puerta del dormitorio. - Ella no me hizo
hacer nada.
-- ¿Dónde está ella? -- Le preguntó.
-- En el baño. - Aclaró. - Le haré saber que tiene que ir a trabajar, gracias de todos modos. - Estaba
entrando en la habitación, pero sintió que la mano fuerte sostenía su muñeca. Ella suspiró y se volvió hacia
él nuevamente. - Por favor, John. - susurró. -- Ahora no.
- Mila, yo ... te extraño. - Dijo acariciando la mano de la chica con su pulgar

- Nunca más amenaces con matar a mi esposa. - Dijo con convicción, mirándolo con condena. - Quería
decirte que lo siento por todo lo que pasó, pero ya no soy la misma. - Dijo soltando el toque del chico. -Eres
un tipo increíble, con buen corazón, John, pero ...
- Camz? - La voz de Lauren sonó dentro de la habitación y recordó que Lauren se iba a duchar muyrápido,
después de todo, eso solo eliminaría el olor a sexo, ya que se había duchado no hace una hora.
- Ya voy, amor.!! - gritó mirando al chico. - Me engañaron para que me casara, no creas que soy de ese tipo
de mujer, pero las cosas sucedieron en ese momento. Ahora no puedo hablar, te buscaré más tarde. - El
hombre asintió molesto, pero sintió alivio cuando escuchó que Camila había sido engañada para casarse. No
lo había abandonado por nada, después de todo.

-- Si señora. - Volvió a su papel y se fue, pero vio que la puerta del baño se abría detrás de Camila.
- Hey Peter. - El hombre realmente quería odiarla, encontrar algo que lo hiciera detestarla, pero hasta ahora
solo había encontrado dulzura y amabilidad. - ¿Quieres tomar un café con nosotras allá abajo?

- No, gracias, señora. Solo vine a advertirle sobre su cita.

- bien. Gracias, ¿Camila te informó sobre su trabajo?

- Oh no, decidí que realmente me encanta quedarme en casa. - Camila habló rápidamente, sintiéndose
nerviosa por tener a los dos frente a ella. Lauren la abrazó por la cintura y la besó en el cuello.
- Pero amor ...

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-- Es en serio. Puedo ayudar a Clar ... Quiero decir, Rosalía en la cocina. - No sabía si podía revelar el

secreto a todos, así que decidió ocultarlo por ahora hasta que Lauren decidiera qué hacer.-- Me encanta
cocinar y, ¡ah! También puedo enseñar clases de equitación, me encanta montar a caballo.
- Muy bien, princesa. - dijo Lauren, haciendo que Camila suspirara de alivio. - No voy a tomar café
entonces, ya es demasiado tarde, Comeré algo por allá. ¿Me acompañas Peter?
- Claro, señora.
- Te veo de noche, mi vida. - dijo Lauren inclinándose y sellando los labios de Camila. -- te amo.
-- También te amo. - susurró Camila, dándose cuenta de la incomodidad del hombre que estaba parado ahí.

[...]
--Entonces ...--comenzó John, aclarándose la garganta. - La chica de allí parece ser buena en lo que hace,
¿eh? Apuesto a que la pasaste muy bien. - John no era el tipo de hombre que se refería a las mujeres así, era
un hombre correcto, pero necesitaba saber si Camila y Lauren habían consumado el matrimonio. Si minutos
antes estaban rodando entre las sábanas.

--Nunca te di la intimidad para referirte a mi esposa así, Sr. Leroy, con tanta falta de respeto--. Le dijo
Lauren -- Limítese a hacer comentarios constructivos, de lo contrario, cállase, ya que no puedo tolerar esto.
- Lauren tenía principios, no era ese tipo de persona quien andaba hablando de la intimidad con su esposa y
John lo encontraba valioso, aunque todavía buscaba una falla en la mujer ahí.
- Lo siento, señora. Por lo que veo, la amas mucho, ¿eh?
- Sí. Esa mujer de allá significa todo para mí. - dijo Lauren mientras caminaban. --Le prometí que la haría
feliz y trato de hacerlo todos los días-- Bueno, si John iba a perder a Camila con alguien, al menos ese
alguien la trataba bien.

- Admiro eso en usted. Hay personas que se casan enfocándose solo en su propia felicidad, esto no suele
funcionar si solo piensas en si mismo.
- Tienes toda la razón. ¿Tú te has enamoras? Parece tener principios, muchacho.-- John apretó la mandíbula.
- Estaba saliendo con alguien, señora.
- Oh, que pasó?
- Ella me dejó por alguien más.
-- Lo siento mucho. - dijo Lauren sincera. - Espero que algún día encuentres a alguien que te corresponda el
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amor. -- Sería gracioso si no fuera trágico. ¿Qué tan irónico podría consolarte la mujer que robó a tu novia?
- Le gusto, estoy seguro. - Dijo refrenándose para no sonar duro. - Resulta que las personas ricas pueden
comprar bodas.-- Lauren lo miró seriamente.
- Tienes toda la razón, encuentro esta forma ridícula de tratar a las mujeres como meros objetos, deben
elegir con quién quieren estar. - Dijo despreocupada.

- Desafortunadamente, la pobre mujer no tiene otra opción. Por ejemplo, si su esposa afirmara estar
enamorada de otra persona, ¿la liberarías? - Preguntó burlonamente.
- Le di a escoger para divorciarnos, y le ofrecí una gran casa en la ciudad por si escogía divorciarse . -
Confesó. - Entonces, ¿qué te parece?--John la miró sorprendido.
- Tu esposa ... está enamorada de otra persona?-- Lauren sonrió aliviada.
- No. Ella negó mi oferta y ya dijo que me ama, por suerte. - Le confesó. - No sé por qué te dije estas cosas,
lo siento, no me gusta hostigar. - John se contuvo de llorar y solo sacudió la cabeza.
- No hay problema, señora. Es bueno hacer amistades de por vida.
- Llámame Lauren. - ofreció ella, finalmente alcanzando su caballo. - Y tienes razón. La amistad es esencial.
Que tenga un buen día, Sr. Leroy.
- Para usted también, Sra. Cabello Jauregui.
- Te dije que me llamaras Lauren. - dijo Lauren ya montada en su caballo blanco.
- Entonces puedes llamarme Peter.

- De acuerdo, Peter. Hasta luego.

- Hasta luego, Lauren. - Dijo al ver al caballo alejarse de su visión. Deseó querer asesinar a esa buena
mujer, que aparentemente amaba a su esposa. Necesitaba escuchar a Camila decirle eso, si Camila lo
negaba, haría cualquier cosa para recuperarla, incluso matar a Lauren si Camila decía que la habían forzado
a algo incluso fuera de su pasión, pero si Camila asumía que amaba a Lauren, dejaría el camino libre para la
felicidad de la mujer.

Amaba a Camila, pero no se prestaba al papel de volverse una sombra para ella. El amor se trataba de
libertad, y si Camila amaba a Lauren, él la dejaría libre para volar donde quisiera y seguir su propio camino
incluso si no la tuviera a ella.

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Capítulo 40
- ¿Estás bien, chica? - Clara preguntó cuando vio a Camila poner sal en la leche en lugar de azúcar.
- Genial! Por qué? - le preguntó Camila a Clara sonriendo débilmente.
- Bueno, no creo que haya probado la leche salada en mi vida. - dijo Clara señalando el cristal y Camila
cerró los ojos cayendo en la percepción.
-- Lo siento mucho. Yo voy...
- Déjame tirar esa y preparar otra para ti. - dijo Clara uniformemente. Camz tensó sus músculos mientras
veía a John pasar por el pasillo.
-- Gracias, Clara. -- Ella dijo. - Pero creo que prescindí de la leche. Tengo algo ... que hacer. Gracias de
nuevo. - dijo Camila levantándose. Clara siguió el movimiento de la niña con los ojos. Algo no estaba bien,
cualquiera diría eso.
- ¿Hay problemas con Lauren? - preguntó Jenna cuando vio el estado caótico en el que parecía estar la mente
de Camila.

- ¿Has pensado en comer bolitas? - Clara preguntó y Jenna se echó a reír.

- ¿Qué es lo que la atormenta en estos días? Ella es rara - Jenna habló evidentemente curiosa. Clara solo
suspiró.
- Oh niña. Camila es una chica maravillosa, pero siento que está pasando por un conflicto interno.
- No tienes que ser un genio para comprenderte a ti misma. - Dijo Jenna mirando a su alrededor y, al ver que
no había nadie más, se levantó y comenzó a ayudar a Clara.
- Probablemente descubrió que se rompió una uña.-- Clara se echó a reír y sacudió la cabeza.
- ¿Por qué finges ser mala delante de los demás?
- No tengo que fingir. Lo heredé de mi madre. - dijo la chica, comenzando a lavar los platos.
- Camila ama a Lauren, debería darle la oportunidad de ...

- Ni siquiera la conocía cuando se casó. No puedes amar a alguien en tan poco tiempo.
- Te sorprenderías del poder del amor.
- Puede que haya como mucho una pasión abrumadora, ¿pero amor? Lo dudo mucho.

- ¿Entonces crees que tu amor es más real que el de ella? -- La mujer preguntó.

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- Ya no importa, de todos modos. - Dijo Jenna con un suspiro. - Y no le digas a nadie que estuve ...
- Ayudándome? Oh niña Me ayudas desde que eras joven, ¿por qué lo diría ahora?
-- Es correcto. - Dijo Jenna riendo. - ¿Y qué hay del chico guapo?
- Peter?
- si.

- Parece ser competente.

- ¿Más que papá? - Preguntó levantando una ceja.
- Tu padre sigue siendo competente, se acaba de retirar. - Clara respondió.

- De todos modos, no olvides que mañana celebraremos los cien años de la ciudad.
- ¿Cómo lo olvidaré? Si Yo cocino - Habló riendo.

- Y algo me dice que esta fiesta promete. - Dijo sonriendo triunfante, recordando la reacción de Camila
cuando vio pasar a John.
[...]
- John? - Camila llamó al hombre, que levantó la vista de las hojas de cálculo y miró a Camila. Era tarde y
pensó que Camila ya no lo buscaría más, pero sonrió cuando vio que estaba equivocado. -- ¿Puedo entrar?
- por supuesto. - Dijo levantándose. Camila entró y se apoyó contra la puerta, respiró hondo hasta que se
acercó al hombre.
-- ¿Cómo estás?
- Oh, por Dios, salta esa parte, no tienes que fingir que te importa, solo quiero saber qué pasó. - Camila
asintió, cruzando los brazos.
- Primero quiero que sepas que me importa. - Dijo. - Y segundo ... ¿Por qué estás haciéndote pasar por otra
persona?
- ¿De qué otra forma entraría si la idiota de tu esposa me prohibiera entrar a la ciudad?-- Preguntó irritado.
- Bueno, antes de ofenderla, deberías saberlo mejor. Lauren ya ha autorizado tú entrada nuevamente.

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- Después de casarse con mi chica, por supuesto. - Dijo con ironía.

-- No soy tu chica. - Habló con firmeza. - Y ella es tanto una víctima en esto como tú y yo. - se defendió
Camila.
- ¿Víctima? Esa mujer...

- Si vuelves a ofender a Lauren frente a mí, te dejaré hablando contigo mismo. No vine a escucharte hablar
estúpideses sobre alguien que apenas conoces. - Ella le advirtió.
- ¿Y la conoces, por casualidad?
- si! - Respondió con firmeza. John respiró hondo y asintió.
-- Está bien. Perdón. - Habló molesto.
- Bueno ... - Camila comenzó a contar todo lo que había sucedido. Desde el matrimonio roto hasta la farsa de
su madre.
- ¿Y luego te enamoraste?-- Preguntó con un nudo en la garganta.
-- Lo siento mucho. - susurró ella. Y John sacudió la cabeza, desconcertado.
- Ella te trata ... ¿Te trata bien? Porque puedo luchar por tu amor, Mila. Yo puedo...

- No creo que lo entiendas. - comenzó Camila. - La amo, John. Con cada fibra de mi ser, si la conocieras lo
entenderías ella es benevolente, amable, pura, madura ... - Habló sintiendo como la sinceridad habitaba cada
una de sus palabras. - No quiero que luches por mí, quiero estar con ella, solo quiero que seas feliz.-- El se
rió y sacudió la cabeza.

- ¿Tener tanto dinero influyó en tu amor? - Preguntó con rencor y Camila lo miró incrédulo.
- ¿Cómo te atreves?
- Oh, vamos, Camila nadie se enamora tan rápido. - Habló con la rabia apoderándose de él . - amor? Lo
dudo. Tú familia estaba al borde de la ruina. Quien me asegura que no se lo vas a dar ahora que eres ... - No
terminó su discurso debido a la bofetada que recibió en la cara.

- Gracias a Dios, me desperté a tiempo para ver al hombre horrible y sucio que eres, porque si realmente me
conocieras lo sabrías ...
- amor? - Lauren entró en la habitación, acercándose a los dos. Camila estaba sorprendida, no había
escuchado la puerta abrirse. -- ¿Estás bien? - Pudo ver la expresión de dolor de Camila.

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- Sí, solo le estaba diciendo al Sr. Leroy que realmente odio los números no me había dado cuenta de eso
hasta ahora. - Habló saliendo de la biblioteca al momento siguiente.
Lauren observó la partida de su esposa confundida.
- No pude escuchar lo que dijeron porque estaba lejos ... - dijo Lauren con la mandíbula tensa tan pronto
como vio al chico. - Pero vi la bofetada.-- Presionó sus dos manos sobre el escritorio y lo miró fijamente. -
Y si me entero que le faltaste el respeto a mi esposa, Leroy, no será solo el trabajo lo que perderás.
- ¿Me estás amenazando con la muerte?
-- Oh no, nunca me ensuciaría las manos Camila no merece un monstruo como esposa. - Habló. - Pero para

hundirte no necesito mucho.

- Deberías preguntarle el motivo de la bofetada. - ladró.
- Si ella no quiere decirme respetaré su espacio, no pienses que este pequeño juego de tratar de confundirme
funcionará. - Dijo respirando hondo y enderezando su postura. - Me agradas, Peter. No me decepciones. - Y
diciendo sus últimas palabras, se fue de ahí haciendo eco del ruido de la puerta.
John respiró hondo y golpeó el aire no pensó esas cosas sobre Camila, solo lo dijo cuando estaba enojado
en el calor del momento, sabía que ella no podría estar con alguien por dinero.

Pensó en Lauren.
La verdad es que había estado celoso de que ella fuera la dueña de los pensamientos de Camila, la vida no
había sido justa para él, pero sabía que había pisado la pelota y que le debía una disculpa a Camila.
Por un momento también se sintió aliviado, Lauren había defendido a Camila sin perder su postura o
carácter. Él, después de disculparse con Camila, podría irse en silencio Camila estaría en buenas manos.

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Insideofmysoul
Capítulo 41
- amor? - llamó Lauren entrando lentamente a la habitación.
- Buenas noches, Laur. Lamento no haberte hablado. - Camila le ofreció la cama. Lauren respiró hondo y se
apoyó contra la puerta, se acercó al borde de la cama y se sentó ahí.
-- ¿Esta todo bien? - Preguntó acariciando la cara de su esposa. Camila solo asintió y se inclinó, dejando un
beso afectuoso en su esposa. - Entonces, ¿por qué estás así?- Camila torció la boca y la miró con tristeza.
- Sabes que te amo, ¿no?-- Lauren sonrió y asintió. - Por favor, confía en mí cuando digo que me encanta
estar contigo. - Dijo colgando del cuello de Lauren en un fuerte abrazo.
- Hey ... ¿Qué pasó en la biblioteca, Camila?
-- No quiero hablar de eso. - Le confesó. - ¿Podrías darme el beneficio de la duda?

-No- dijo Lauren, haciendo que Camila se soltara de su abrazo y la mirara con preocupación. - No tengo
dudas de eso. Confío en ti y si dices que no quieres hablar de eso, debes tener tus razones. - Los labios de
Camila temblaron y volvió a abrazar a su esposa.
- Me casé con la mejor persona del mundo. - Dijo dejando caer una lágrima de su ojo.
- Imposible, amor. La mejor persona del mundo se casó conmigo. - dijo Lauren tiernamente

- Oh, Lauren ... Si supieras lo valiosa que eres ... Si vieras lo especial que puedes ser todos los días para
mí.
- Camz, ¿estás segura de que todo está bien? - Camila la miró de nuevo y asintió.
- Pero y tú, ¿por qué llegaste tan temprano? - Preguntó, confundida, secándose la solitaria lágrima de su
rostro. Lauren nunca solía llegar a casa tan temprano.
- Digamos que te extrañé. - Habló y Camila sonrió sinceramente.
-¿Quieres decir que los otros días cuando llegabas tarde no me extrañastes? - Preguntó al ver a Lauren
quedarse sin reacción.
-- Yo no quise decir eso...
- Sé muy bien el tipo de nostalgia que tenías por mí, Lern. - Habló entrecerrando los ojos y empujando
suavemente el hombro de Lauren.

- Camz, no es eso ... - Dijo sonrojándose, haciendo que Camila se riera y besara a Lauren abruptamente. Sus
manos se detuvieron en la parte posterior del cuello de la mujer mayor, acariciando la región, sintiendo sus

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lenguas matando la nostalgia y finalmente chupando el labio de la mujer mayor, aún riendo.

- Estoy bromeando, Lauren. - Dijo como si fuera obvio. - Yo también te extrañé. - confesó Camila, pasando
su mano sobre la clavícula de Lauren, como si estuviera desenvolviendo su camisa.
- bien. - dijo Lauren avergonzada y Camila sonrió. Lauren logró estar aún más linda avergonzada. - Mañana
tenemos otra de esas fiestas aburridas a las que ir. ¿Te acuerdas? - Camila asintió
- Los vestidos llegaron hoy tan pronto como te fuiste. - advirtió Camila. - Y tendré que contenerme para no
besarte todo el tiempo. Te verás aún más fantástica en tu vestido. - dije emocionado - Necesitas verlo.
- Y el tuyo, ¿te gustó? - Camila asintió encantada.
- Ally dijo que mi vestido es el más hermoso de todos, pero no estoy de acuerdo. La tuya es la más bella.

-- Si quieres...
- ¡No te atrevas! Quiero que te vistas con eso. - Camila le impuso.
- ¿Cuándo te volviste tan mandona? -- Lauren preguntó riéndose.

-- Siempre lo fui. Es bueno saber quién estás a cargo de esta relación. - dijo Camila sonriendo con la lengua
entre los dientes.
- ¿Ese alguien serías tú?-- Preguntó Lauren, quitándose sus zapatos.

- Exactamente Soy la parte celosa, mandona y linda de la relación. - Dijo convencido. - Eres la parte
madura, romántica, sensata y hermosa. - Habló mordiendo el labio inferior de Lauren, lenta y sensualmente.
- Olvidaste mencionar que tú también eres la parte sexy y atrevida. - dijo Lauren llevando su mano al muslo
de Camila y acariciando la región en una caricia sin malicia.
- Si tu lo dices ...- Dijo dándole a Lauren un beso largo antes de poner su cabeza sobre su hombro.
- Voy a ducharme y luego comeré algo. Estoy hambrienta. - dijo Lauren y Camila asintió.
-- Está bien. - Dijo dejando un breve beso en el hombro de su esposa sobre su camisa antes de volver a
levantar la cabeza.
- Ah, me encontré con Eleonora hoy al salir y ella dijo que vendrá mañana para la celebración.
- Lo juaras? ¡Eso es fantástico! - Respondió ella desabotonando los botones en las mangas de la camisa de
Lauren.

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- Simplemente no me cambies mañana, ¿eh? - habló riendo y Camila entrecerró los ojos.
- Como si Jenna no quisiera bailar contigo. - Habló y Lauren se echó a reír.
- Es que bailo muy bien. - bromeó.
- Bueno, atrévete a bailar demasiado bien con ella mañana para que ni siquiera tengas que venir a por mí. -

Habló comenzando a desabotonar los botones en el pecho de Lauren.

- No sé por qué estás celosa de ella, ya que dije que no la veo con esos ojos.

-Incluso si lo viera, tendría que arrancarlos. - Habló y Lauren se echó a reír. - Pero en serio, no me gusta el
hecho de que sé que está loca por ti. - Confesó cuando terminó de abrir el último botón de la camisa de su
esposa. Puso sus manos sobre los hombros de Lauren debajo de su camisa y bajó la pieza sobre sus
hombros.

- Si quieres puedo alejarme. - sugirió.

- Sí, puedes bailar con ella mañana, pero compórtate bien. - Dijo acariciando su rostro.
- ¿Entonces la parte celosa se calló? -Lauren preguntó confundida.
Acabo de dar paso a la parte que también confía en ti. - Dijo dejando un beso en su rostro. - Ahora ve a
tomar una ducha, te traeré tu ropa y te la llevaré.
- ¿No quieres acompañarme?- Preguntó Lauren, levantando una ceja y sonriendo sugestivamente. Camila se
mordió el labio inferior y la miró, asintiendo lentamente.
-- Me encantaría. - Susurró sintiendo que la atmósfera de repente se volvía pesada. Lauren sonrió y se
levantó.
- Siguiente parada ... paraíso. - Lauren habló juguetonamente, extendiendo su mano hacia Camila, quien la
capturó y se levantó, chocando su cuerpo con el de Lauren.
-- No puedo esperar. - Susurró pasando sus brazos alrededor del cuello de Lauren, besándola al momento
siguiente. La mayor no perdió el tiempo y movió las manos por el costado del cuerpo de Camila, apretando
su culo de buena gana e impulsando el cuerpo de Camila hacia arriba, quien no protestó y envolvió sus
piernas alrededor de la cintura de Lauren.

-- te amo. - dijo Lauren volviendo a besarla mientras caminaban hacia el baño con Camila pegada a su
cuerpo.
-- Yo también te amo. - respondió Camila comenzando a dar besos húmedos en el cuello de Lauren. Una de
132

Insideofmysoul
sus manos aflojó la cremallera del sujetador de la mujer mayor, lo quitó y lo arrojó a cualquier lugar de la
habitación.
Sintió que su cuerpo estaba presionado contra el mostrador del baño, luego se estremeció cuando sintió las
manos de Lauren acariciando sus muslos, levantando su falda y acercándose a su intimidad.
- ¿Cómo puedes hacerme esto? - preguntó Camila sin aliento cuando Lauren comenzó a bajar sus bragas.
-- ¿Eso qué? - Preguntó bajando delante de Camila, que estaba sentada en el mostrador de mármol, con las
bragas ahora fuera de su cuerpo. Camila sintió que se sonrojaba ante tal exposición, porque la luz estaba
encendida y Lauren estaba mirando su intimidad, admirando cada detalle.
Lauren separó las piernas de Camila y le bajó la falda, mirando directamente a los ojos de la chica antes de

lamer lentamente la extensión de la intimidad de Camila.

- Oh ... - gruñó Camila echando la cabeza hacia atrás. - Lauren ...
- Hmm? - preguntó Lauren, chupando voluntariamente a Camila, quien comenzó a gemir fuerte.
- Esto es ... Oh, Dios ... - Gimió guiando una de sus manos hacia el cabello de Lauren, entrando lentamente
en los mechones. Su cuerpo ardía y se sentía más excitada que nunca.
Lauren amenazó con dejar de hacer lo que estaba haciendo, pero Camila sostuvo su cabello un poco más
fuerte, no queriendo perder esa sensación. A pesar de estar hace menos de un minuto, sintió que iba a
explotar.
- N-no pares ... por favor. - gimió mordiéndose el labio. - Ya casi estoy.-
Ella gimió más intensamente cuando sintió el dedo de Lauren penetrar, mientras su lengua aplicaba la
presión exacta sobre su clítoris.
- Eso ... - Cerró los ojos con fuerza cuando sintió que sus piernas querían debilitarse. Se agradeció
mentalmente por sentarse, si no se caía. Lauren tomó algunos empujes lentos pero profundos antes de quitar
su dedo y penetrar con su lengua, haciendo que Camila ponga los ojos en blanco. Nunca la habían chupado
antes, pero dudaba mucho que alguien pudiera dar tanto placer con la lengua como Lauren. Esa lengua fue
mágica.

Sintió que sus músculos se tensaban con la explosión de sensaciones dentro de ella. Lauren aumentó la
velocidad de sus movimientos, haciendo que Camila comenzara a temblar y a gemir suavemente, viniendose
en la boca de su esposa al siguiente segundo.
Se sintió avergonzada de no poder sacar a Lauren de ahí a tiempo, después de todo, se había corrido en su
boca, pero cuando vio a Lauren sorbiendo cada gota de lo que había soltado, con tanta devoción, se dio
cuenta de que no había hecho nada malo. Finalmente, si las posiciones se invirtieran, ella haría lo mismo.

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- Linda - susurró Lauren levantándose, besando sus labios.

-Tú- respondió Camila con una voz todavía temblorosa, quitándose su propia camisa. - ¡Ahora métete en esa
ducha! - ordenó con una sonrisa traviesa en sus labios. -- Mi turno.

Capítulo 42
El aroma de las flores del campo, mezclado con esas calles de tierra y pasto por todas partes, hizo que Jenna
arrugase la nariz. ¿Cómo podría alguien vivir en lugares tan simples?
Rechazaba a aquellas personas que amaban la naturaleza y bla, bla, bla. Eran solo un grupo de ignorantes
sureños para ella. Este tipo de persona no deben mezclarse con los nobles de ninguna manera. La única
persona en esa clase que había sentido afecto era por Rosalía, pero solo porque la mujer ayudó en su
crianza. Respiró hondo, irritada por el entorno, pero dio unos pasos más y llamó a la puerta. No tardó mucho
en escuchar la voz familiar gritar "Voy" y esperar con impaciencia.
- si? - preguntó la mujer, ajustando su postura cuando vio que era Jenna.
- Hola señora Cabello! - Dijo sonriendo falsamente.

- Sabía que Camila me perdonaría y me quitaría la penalización para sacarnos de aquí. - dijo la mujer
riendo, victoriosa. - Por supuesto que no era ella. Los ingenuos nunca expulsarían a nadie, pero Alejandro
era una bestia. - Aclaró, al ver a Jenna confundida. - De todos modos ... Ahora que sé que la casa sigue
siendo mía, me mudaré hoy.

- Lamento decirlo, pero no vine a instancias de Lauren o Camila. ¿Me veo como una criada o una paloma
mensajera?-- Jenna preguntó aburrida.
- ¿Qué quieres entonces? - dijo Sinu poniendo la expresión helada en su rostro nuevamente.
- Hacerte una pregunta.

- ¿Y por qué no lo has hecho todavía? ¿Crees que tengo todo el tiempo del mundo?- Jenna se echó a reír y
sacudió la cabeza. La mujer había pasado una semana en la misma casa que ella, pero nunca intercambiaron
un diálogo. Sinu se parecía más a ella de lo que podía haber imaginado.

- Se trata del ex de Camila. ¿Cómo era él? Quiero decir, físicamente. - Jenna había levantado sospechas por
algún tiempo. No era tan ingenua como Lauren y no perdería la oportunidad de llegar al fondo.
- ¿Qué quieres saber?
- Digamos ... creo que está en casa, usando otro nombre. - lo hizo. - La pregunta es: necesito saber si es él o
no.
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- ¿Y qué obtengo al hundir la boda de mi hija, ya que yo lo hice posible? - Preguntó cruzando los brazos y
Jenna abrió su sonrisa más grande.
- No creo que te estés beneficiando de la boda de tu hija, ¿verdad? - Preguntó, viendo a Sinu moverse
incómoda. - Necesito separar a Lauren de Camila para poder casarme con la heredera de todo. - Sinu se rió
en voz alta cuando escuchó eso.

- No hables estupideces, niña. ¿Por qué te daría mi olla de oro?

- Porque tu olla se ha vaciado, querida. - Ella fue audaz en su oración. - Pero tiendo a ser generoso con la
gente. Podría comprarte la mejor casa de la ciudad y darte una buena cantidad de dinero al mes. - Ofrecido -
No quiero a Lauren solo por el dinero, por lo que puedo apoyar a quien me ayude. - Dijo mirando a su
alrededor. - Me casaré con ella con tu ayuda o sin tu ayuda. La diferencia es que si me ayudas, te
beneficiarás y lograré mi propósito más rápido. - La mayor resopló cuando escuchó eso.

- Cabello castaño claro, ojos azules, tamaño mediano y piel clara. Más oscuro que Lauren y más claro que
Camila. - Jenna sonrió al confirmar sus sospechas.
- Buen punto, Cabello. - Dijo Jenna sonriendo. - Ahora solo necesito desenmascarar a tu hija. Lauren suele
ser una idiota con esa confianza. No es una simple escena de besos que le haga creer. Se quedaría a ver toda
la escena, la conozco. Más estúpida imposible. - Concluyó rodando los ojos.
- Creo que puedo ayudarte con eso. Digamos ... soy bueno para persuadir a la gente.
- Tu equilibrio está aumentando conmigo. - Dijo Jenna sonriendo triunfante.

- Bueno, desafortunadamente John es otro tonto que toma en serio la integridad. Así que no intentes
sobornarlo. - explicó. - También tendrás que hacer que la idiota se enamore de él. - Ella habló
pensativamente.
- Y Lauren necesita estar borracha. Borracha se vuelve más intensa y no piensa con claridad. - dijo Jenna -
¿Crees que Camila está teniendo una aventura con él?
- No. Esa tonta realmente se enamoró de su esposa. La madre de Eleonora me lo dijo. - Dijo sacudiendo la
cabeza. - ¿Vas a usar la fiesta de hoy?
- Es mi gran noche. - Jenna respondió sonriendo.
- Entonces ya tengo un plan inicial. El resto lo desarrollas mientras estás allí. El agradecimiento de mi hija
por todo es que ya no me invita a las fiestas. - Ella habló irritada.
- Soy todo oídos, Sra. Cabello.

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[...]
UNAS HORAS DESPUES.

John se estaba preparando para la fiesta en la mansión Jauregui, en ese momento estaba terminando el
empate en su corbata. Estaba dispuesto a irse esa misma noche, solo se disculparía con Camila por las
atrocidades de las que le había hablado. Sus ojos estaban enfocados en su reflejo en el espejo, sin embargo,
el sonido de algo rozando el piso había llamado su atención.
Caminó hacia la puerta y notó el papel blanco ahí. Confundido, se inclinó y capturó el papel en sus manos.
Vio que era una nota y no pudo soportar su curiosidad, la abrió y comenzó a leer.
"Dear John, sé que he sido una tonta para ignorar mi corazón , pero ahora caigo en la realidad. Y esa

realidad dice que cada vez que te veo, más te amo , ya que el día en que mis ojos se encontraron con los
tuyos cuando te fuiste a comprar fruta en la tienda de mi madre , ¿recuerdas?
El hombre sonrió, asintiendo solo al papel. No conocía la letra de Camila, pero pensó que era muydelicada.
"No puedo pedir el divorcio , Lauren es una mujer buena, pero se vuelve agresiva cuando las cosas no
van a su manera y por esa razón segui diciéndole Me encanta a ella , pero mi corazón le pertenece sólo a
usted .
Te ofrezco una salida , podríamos escapar juntos. Nos vemos en la biblioteca a las veintitrés si todavía
estás dispuesto a quedarte conmigo.
Con Amor, Camila ".
- Sabía que no podrías haberme olvidado en tan poco tiempo, mi amor. - Dijo besando la nota. Sonrió a los
vientos y mira su reloj. Eran las siete y treinta y dos de la noche. En menos de cuatro horas su vida volvería
a la normalidad. Camila y él juntos.

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Capítulo 43
Oh, lo siento. Soy torpe - Dijo la rubia mientras golpeaba a John en el hombro "sin querer". Ella se volvió
hacia él y lo miró atentamente. - Espera ... ¿Eres el nuevo administrador o me equivoco?--Jenna preguntó
fingiendo estar sorprendida y sonriendo al hombre.
-- Si lo soy. Señorita, ¿quién es usted? - Preguntó mirándola.
- Oh, disculpa la grosería. Mi nombre es Jenna, soy hija del ex administrador. - Dijo sosteniendo una copa
de champán. -- No vas a dejar que una dama beba sola, ¿verdad?- pregunto y John miró su reloj. Tenía diez
minutos para subir, tendría tiempo para tomar un vaso.
-- De ninguna manera- Dijo sonriendo amablemente y estirando su mano para alcanzar la copa.
- Pero entonces, Peter ... estoy muy feliz de tenerte trabajando para mi padre. Camila elogió mucho su
trabajo y eso me tranquilizó. - El hombre tomó un gran sorbo del líquido cuando escuchó la mención del
nombre de su amor.

- ¿Ella habló bien de mí?

- Uh ... Camila habla de ti todo el tiempo. - Dijo bebiendo un poco del líquido de su vaso. - Es muy amable y
si no le hubiera escuchado decir que ama a Lauren, podría haber jurado que está completamente enamorada
de ti. - El chico sonrió y bebió el resto de la bebida nuevamente.
- Esto ... - Dijo sintiéndose repentinamente mareado. -- Eso es bueno.

- estas bien?- Preguntó cuando notó la expresión desconcertada del hombre y él asintió, todavía mareado.
- Sí. Yo solo ... necesito subir. - Dijo, mirando la hora en su reloj. Cerró los ojos con fuerza, ya que no
podía ver la hora, por suerte sabía que solo eran unos minutos y decidió no llegar tarde para subir. - Espero
que no te importe. - Dijo sintiendo que su cuerpo comenzaba a sudar frío.

- Para nada, también tengo algunas cosas que resolver. - dijo ella sonriendo. El chico sacudió la cabeza
tratando de ahuyentar el mareo, pero fue en vano. - Fue un placer, Peter.
-- Fue un placer. - Respondió, dirigiéndose a la escalera pasando serca a Camila, que estaba hablando con
Eleonora frente a la mesa de vasos. Respiró hondo sonriendo discretamente antes de subir.

Se dirigió a la biblioteca, revisó los pasillos para confirmar que nadie lo había visto y entró en la
habitación. Llamó a Camila, pero nadie respondió, por lo que dedujo que aún no había llegado. Estúpido,
obviamente no había llegado, pues había pasado cerca a ella, pensó.
Respiró hondo y deseó que su malestar pasara. ¿Qué demonios estaba pasando con él? Porque además de la
visión borrosa y el aparente calor, se sentía enfermo.

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Pasaron unos minutos antes de que las luces se apagaran de repente. John miró a su alrededor, sobresaltado,
pero no vio nada.

- Camila? - Preguntó, jadeando.

- Shh ... - Era lo único que podía escuchar antes de sentir que su boca se juntaba con otra. John fue tomado
por sorpresa, pero cuando reconoció el perfume de Camila, inhaló profundamente el dulce aroma antes de
devolver el beso con desesperación. Camila nunca lo había besado así antes y probablemente el anhelo le
dio ese efecto.
- Te extrañé mucho. - Dijo entre besos, todavía mareado y con los sentidos cambiados. Gimió secamente
cuando sintió las manos de su amante apretar su miembro sobre su ropa y sonrió ante la noticia. - Parece que
estar con Lauren te hizo más inteligente, ¿eh? - Preguntó, escuchando una suave risa antes de sentir las manos
abrir su cinturón, bajando sus pantalones. Gimió de nuevo cuando sintió la delicada piel de las manos de
Camila envolviendo su polla y bombeándola, dejándolo erecto y duro como una piedra. - Qué delicia,
Camila ... Siempre soñé con este momento. - gimió cerrando los ojos. - Pero te hacías la difícil.

Casi se desmayó cuando notó que Camila se inclinaba frente a él y se tragaba todo su miembro con esos
suaves labios. No podía ver debido a la oscuridad, pero había imaginado este momento tantas veces que la
visión no era necesaria. Le puso las manos en el pelo y comenzó a invertir en la boca de la niña.
- Qué boca tan deliciosa. - Gimió, sintiéndose alcanzando el cielo. recordó que Lauren posiblemente había
tomado su virginidad y eso ni siquiera contaba, dedujo que ella era la primera persona en tener relaciones
sexuales con Camila de verdad.

Cuando estaba a punto de venir, respiró hondo y levantó a Camila del brazo, la empujó hacia la mesa y le
subió el vestido. Se dio cuenta de que la chica estaba un poco tensa, pero no le importó.
- Mantén la calma, te encantará. - Dijo, sintiéndola intentar liberarse de su toque, pero la abrazó más fuerte.
- No tengo condón, pero no te preocupes no me vendré dentro de ti. Quiero disfrutarlo mucho antes de que
tengamos hijos. - Dijo, ni siquiera se molestó en quitarle las bragas, solo se la puso a un lado y la penetró
con fuerza, de inmediato. Escuchó a la chica quejarse de dolor en un susurro, pero no le importó, tenía que
venir.

Él comenzó a bombear a la chica, que todavía estaba seca, pero ella lo comenzó. Probablemente debería ser
uno que no tenga lubricación natural. La penetro en seco, con fuerza sintiendo que la mujer le quitaba la
carne de los hombros con los dientes, pero comenzó a sentir a la mujer mojada con su lubricación y sonrió.
- ¿Ves amor? Mi polla te ayudó. - Dijo sosteniendo a la mujer y girándola abruptamente sobre la mesa,
comenzando a penetrarla por detrás, aún en su privacidad. - Te lo haré fuerte para limpiarte de esa esposa
tuya. - Dijo sintiendo a la chica llorando suavemente debajo de él. ¿Se lo estaba tomando difícil? Le
sorprendió la idea de recordar que ella quería y que ella sería su esposa, que le tendría que cumplir con sus
deseos sexuales y por eso aceleró los movimientos, golpeando sin piedad en el sexo de la mujer. Comenzó a
gemir en voz alta cuando sintió que vendría y, con disgusto, le quitó el pene del interior y se masturbo para
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poder vaciar su semen a fuera, luego manoseó las nalgas de la mujer con fuerza.
Cuando se ajustó el cinturón de nuevo, vio a la mujer huir, pero estaba demasiado mareado para seguirla.
- ¿Te lastimé? - Preguntó borracho. - Maldita sea. - Susurró apoyándose contra la mesa. Esperaría a que

pasara su incomodidad. Nada en su cuerpo funcionaba bien, ni su vista, ni su oído, ni su sentido del espacio,
pero tan pronto como mejorara, iría tras ella.
- Bastardo - susurró Jenna secándose las lágrimas. Se quejó irritada, sintiéndose totalmente adolorida. - El
animal ni siquiera sabe cómo echar un polvo. - Dijo recuperando la compostura. - Pero, ¿qué no hago por ti,
eh, Lauren? - Y, habiendo dicho eso al aire ya que estaba sola, se dirigió a la fiesta. La primera parte del
plan se llevó a cabo, que era hacer que John creyera que había tenido un contacto íntimo con Camila.

Capítulo 44
Jenna iba a la fiesta, pero, recordando que John la había manchado, corrió a su habitación y se duchó casi a
la velocidad de la luz, cambiándose rápidamente y bajando las escaleras. Tomó una de las píldoras más que
había puesto en la bebida de John y golpeó la taza que ahora tenía en la mano. Miró alrededor del enorme
salón y encontró a Camila riéndose con Eleonora, caminó hacia allí con pasos tranquilos y elegantes.

- Un brindis por el aniversario de la ciudad. - Dijo Jenna tomando un vaso de la mesa, pero en lugar de
tomárselo, se lo entregó a Camila. Camila ya había bebido demasiado y, dado que ya tenía un vaso en la
mano, rechazó la de Jenna, haciendo que la chica apretara la mandíbula. Su plan no podría salir mal.

- Continuaré con este. - dijo Camila señalando su propia copa. - Pero sigamos brindando. Un brindis por los
cien años de la ciudad de Amster. - Dijo, refiriéndose a su copa en la de Jenna. La rubia sonrió falsamente y,
después de beber un poco de champán, se fue. Estaba desconcertado. Camila necesitaba beber eso.
- ¿Viste a Lauren?- Camila le preguntó a Eleonora mientras tomaba el resto del líquido de su copa de
champán.
- Oye ... Tómatelo con calma con la bebida. - Dijo su amiga riendo. - Y no, pero ella ya aparecerá
alrededor. Debes estar cabreando tu cara con Dinah.
- Pero ella debería estar bebiendo conmigo. - dijo Camila haciendo un puchero encantador y su amiga volvió
a reír.
- Me alegra saber que lo entendiste bien. - Dijo sinceramente.
- Sabes ... Todo está en esos ojos ... - dijo Camila, ya aturdida. -- Estoy segura.
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- ¿Me darías el honor de un baile? - El susurro de Lauren en el oído de Camila hizo que la mujer sonriera y
se mordiera el labio, volviéndose hacia su esposa.
- Te doy el honor de todos los bailes que quieras. - Dijo mirándola dulcemente. Le guiñó un ojo a su amiga,
colocando el vaso vacío sobre la mesa y caminaron hacia la pista de baile. Ella sonrió, bajando la mirada
hacia la mano de Lauren, sosteniéndola y pegando lentamente su cuerpo al de su esposa. Sintió que los dedos
fríos tocaban la piel desnuda de su espalda, ya que su vestido estaba abierto en la parte posterior, y unió el
cuello de Lauren con la otra mano.
Lauren la miró y sonrió, respirando profundamente. Nunca podría entender cómo había logrado casarse con
la mujer más hermosa que había visto.
-- ¿Que pasó?-- Preguntó Camila, ligeramente sonrojada por la mirada hipnotizada de Lauren.
- El día que nos besamos casi me muero del corazón, ¿sabes? - Habló, mientras sus cuerpos se movían en un
suave baile.

- Para ser honesta, quería besarte durante mucho tiempo, simplemente no tuve el coraje. - confesó Camila,
besando lentamente la mandíbula de Lauren. Lauren miró un poco hacia abajo, mirando a Camila, se inclinó
y acercó sus labios a los suyos. - Laur ... - dijo Camila a través del beso. Sintió que su corazón se aceleraba
cada vez que tenía un simple contacto con Lauren y su estómago se revolvía ansiosamente.

- si? - Preguntó con los labios todavía pegados a los de Camila.

- Nos ven. - susurró Camila y Lauren se echó a reír, soltando la mano de Camila y llevándola a la cintura de
la mujer, sosteniéndola firmemente por ambos lados de la cintura y levantándola en el aire.
- Deja que nos vean. - dijo Lauren riendo, girando a Camila en el aire, quien apoyó sus dos manos sobre los
hombros de la mujer mayor para sostenerse. Camila cerró los ojos y se echó a reír, sintiendo que Lauren la
hacía girar en el aire antes de dejarla caer al suelo nuevamente, abrazándola por la cintura con ambas
manos. - Hazles saber que soy solo tuya. - habló al ver las pestañas de Camila bajar lentamente a sus labios.
- Y también tu esposa. - susurró.
- No puedes decirme cosas hermosas así cuando estoy borracha-. - dijo Camila en voz baja, como si fuera un
secreto. - Porque entonces me enamoro más y si me enamoro más tendré una sobredosis de amor. - Lauren se
echó a reír cuando vio a su esposa hablar en voz baja y lenta, su voz arrastrada.
- ¿Por qué bebiste sin mí? Deberías haberme esperado. - pregunto sonriendo
-- Desapareciste. - dijo Camila haciendo un puchero triste.
- Amor, fui al baño y cerré las habitaciones para que ningún perverrido tuviera sexo allí. No fueron ni
cuarenta minutos. - dijo Lauren y Camila se rió suavemente.
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- Bueno ... deberías probar este champán, es demasiado bueno esperar cuarenta minutos. - reclamó. - Y no
tiene sentido cerrar las habitaciones si tienes acceso a cualquier habitación que desee.
- ¿Me estás llamando loca?- Lauren preguntó riéndose.
- No, Lolo. Estoy hablando de mi - Susurró aún bailando con Lauren.
- ¿Estás cachonda?
- Cuando estoy contigo lo he estado últimamente. - Dijo besando el cuello de Lauren. - Porque solo puedo
pensar en quitarte la ropa todo el tiempo.- Lauren se mordió el labio y sonrió, sacudiendo la cabeza.
- Creo que mi esposa bebió demasiado, ¿eh? - Habló, absteniéndose de pensamientos inapropiados.
- Debes creer las palabras de un borracho. - habló riendo, apoyando su cabeza en el pecho de Lauren y
abrazándola, deteniendo el baile. -- Yo te amo. - susurró.
-- Tambien te amo amor. - dijo Lauren, mirando a Camila suspirar pesadamente.
- Lo ... necesito decirte algo.

-- ¿Puede ser después? Ahora también necesito una copa de champán. No se trata solo de emborracharse. -

Dijo riendo.
- No. Quiero decírtelo ahora. - dijo seria - Debería haberlo dicho antes, pero creo que tenía miedo ... -
Lauren frunció el ceño cuando notó el tono preocupado de Camila.

- Oye ... ¿qué pasó? - Preguntó tocando la barbilla de Camila y haciéndola mirar a los ojos. Camila se
mordió el labio inferior y suspiró.
- Primero quiero que sepas que te amo y que no fue mi culpa.
- Camila ...
- Segundo, promete que no lastimarás a nadie.
- Me está asustando, Camila.
- Promesa, amor...?- Preguntó ansiosamente.
- De acuerdo, lo prometo. - Dijo ella, resignada.

- bien. Bueno ... John está aquí. -Lauren parecía asombrada y estaba completamente sin palabras.
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- Oh

- Se presentó bajo otro nombre ... Dijo que se llamaba Peter Leroy. - Dijo mirando hacia abajo. Lauren dio
un paso atrás y la miró fijamente. - Tenía miedo de que creyeras que tenía algo que ver con eso, o miedo de
que harías algo malo a él.
- ¿Entonces lo escondiste para protegerlo?
- No. Quiero decir, sí ... - dije confundido. - Es un buen hombre, pero no quiero tener nada que ver con él.-
Lauren la miró, todavía esperando algo. - Solo estaba asustada... - confesó. - Miedo de perderte, de pensar
en cosas que no existen ... - Lauren asintió, tomó su mano y caminó, deteniéndose junto a las copas de
champán y tomó cinco copas seguidas.

- bien. - dijo Lauren sintiendo el efecto del alcohol extendiéndose por sus venas. Se detuvieron en algún
rincón de la habitación y Lauren se volvió hacia Camila. - ¿Entonces no tienes nada que ver con él?
- No. Solo te amo a ti... - Habló vulnerable, tanto por la situación como por el alcohol.
- Yo también te amo, tonta. - dijo Lauren pegándose la frente. - Deberías haberme dicho, boo.
-- Yo quedé con miedo. - repitió, sintiendo a Lauren abrazándola.
- Debes saber que confío en ti. - Susurró suavemente, mirando a Camila sonreír dulcemente.

- ¿Entonces no estás enojada con su mentira?- Preguntó y Lauren suspiró.

- Mira, no me gustó su actitud. - Fue sincera. - Le abrí las puertas de nuestra casa, le di un techo y un trabajo,

con un salario superior al promedio. - dijo - Hablaré con él mañana.

- No harás nada malo, ¿verdad?- Preguntó con miedo y Lauren sonrió.
- No, pequeña princesa. - Dijo cuando vio a Camila parecer un bebé a su manera. - Pero hablaré con él en
serio. Eso no se hace.
- ¿Me juras que no le harás nada? - preguntó Camila con miedo.

-- Yo lo prometo. - dijo Lauren sosteniendo las manos de Camila. - Te tengo, me amas y eso es todo lo que
necesito. - Camila sonrió aliviada, sintiendo su pecho desbordarse de tanto amor por su esposa.
- Sra. Lauren? - Una de las mujeres que sirvió bocadillos para la fiesta llamó, haciéndola recurrir a ella. -
Tenemos una emergencia allá arriba.
- ¿Qué emergencia? ¿Qué pasó? - Preguntó
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- No puedo decir, señora. Solo me pidieron que le avisara.- Lauren asintió, besando la frente de Camila y
mirándola.
- Espera aquí, ya vuelvo.
- ¿Tardarás?- Preguntó Camila y Lauren se inclinó, dándole un suave beso en los labios.
- Intentaré ser breve. - Camila asintió, viendo a Lauren desaparecer en las escaleras.
En otro parte de la fiesta se encontraba Jenna viendo a Lauren y a Camila que hablaban muy cariñosas,
apretó su mandíbula viéndolas tan juntas. "Esa debería ser ella en vez de Camila, maldita pueblerina" no
entendía como Lauren se había casado con alguien de pueblo. Quizás su plan A no había funcionado, pero
afortunadamente ella había pensado en un plan B que ya había comenzado cuando vio a la criada que había
enviado, hablando con Lauren, el comienzo de su plan ya se estaba llevando acabo.

- Dado que mi primer plan para despegar a los dos no funcionó ...- dijo Jenna, ajustando su postura. -
Cambiaré un poco el orden de las cosas. - Ella habló sonriendo contenta, caminando hacia Camila después
de esperar unos minutos desde que Lauren había subido, su plan tenía que funcionar, porque Lauren sería
suya esa misma noche, y para lograrlo tendría que quitar a Camila del camino y eso iba a hacer.

Capítulo 45
- Hola Camila - Jenna llamó, haciendo que la dulce chica se volteara hacia ella cuando escuchó su nombre.
-- ¿sí? - Respondió, todavía un poco atontada.
- ¿Cuánto debiste querida? - preguntó Jenna al ver a Camila parpadear lentamente.
- No conté. - respondió Camila respirando profundamente.
- Bueno, Lauren me pidió que te hiciera saber que te está esperando arriba. - Dijo, haciendo que Camila
levantara una ceja dudosa.
- Ella me pidió que esperara aquí. - dijo Camila y Jenna sonrió.
- Bueno, si lo prefieres puedo ir a ver qué quiere tu hermosa esposa. - habló arqueando una ceja
sugestivamente y Camila entrecerró los ojos.
- ¿Por qué no te rindes, Jennifer? Ella no te quiere. - dijo Camila - Deberías tratar de ser feliz, en serio. Este
clima aburrido entre nosotras podría terminar. - Camila habló mirándola serenamente, pero cuando Jenna se
rió, entendió que no serviría. Ella no se rendiría con Lauren.
- Déjame divertirme con Lauren entonces. Permiso. - Dijo Jenna, sintiendo la mano de Camila sostener su
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brazo.
-- Yo voy. - Dijo, mirando la escalera antes de dejar a Jenna sola.
Subió las escaleras durante mucho tiempo porque ya estaba torpemente ebria, imagínese borracha. Tan
pronto como llegó a la cima de las escaleras, caminó por los pasillos de la enorme casa en busca de Lauren.
- amor? - gritó Camila en voz alta. Lauren, que todavía deambulaba por los pasillos en busca de una
emergencia, escuchó la voz de Camila y se guió hacia la voz de su esposa. - amor? - Llamó de nuevo. - Me
dijeron que me llamaste aquí.-- Lauren frunció el ceño. No la había llamado.
- Oh mi amor ... - Escuchó la voz de John y se acercó sin ser vista.

- John? - Escuchó a Camila decir.

- Necesito disculparme contigo. - Dijo abrazándola. Lauren sintió una punzada en el corazón cuando vio que
Camila no protestó por el abrazo. - Después de que me enviaste esa nota pidiendo huir conmigo, me puse
nervioso. ¿Te lastimé? - Lauren se congeló en su lugar y esperó la respuesta de Camila.
Jenna observó desde lejos como Lauren escuchaba la conversación y entraba en pánico. Se suponía que John
la había besado y no dijo eso. Camila frunció el ceño.
- Que ...

-- Por favor responde. ¿Te lastimé? - Camila suspiró y asintió, dejando para preguntar más tarde qué quería
decir con "nota".
-- Claro que sí. Esperaba más de ti. - Ella realmente había sido lastimada por las palabras del hombre
cuando él dijo que estaba con Lauren por dinero. Le tenía cariño y escuchar eso de el le dolía, pero no sabía
que a eso no se refería John.
-- Perdon. Por favor ... fui un idiota. No sé que me dio. De repente me sentí mareado y ...

- Está bien, se acabó. - dijo Camila, sintiendo a John abrazarla nuevamente.

- Me emocioné mucho. Me chupaste tan bien en la biblioteca que no podría tomarme las cosas con calma.
Prometo ser más delicado la próxima vez. - Dijo y Camila frunció el ceño, tratando de deshacerse de él,
pero el se inclinó y presionó su boca contra la de ella. Camila trató de liberarse, pero el hombre la abrazó
con fuerza.
- ¿Quieres decir que tuviste sexo con él? - Preguntó Lauren, haciendo que Camila empujara a John, mientras
el hombre aflojaba su agarre.
No podía creer lo que escuchó. Camila le mintió todo este tiempo ... Y volvió a mentir esa noche, cuando
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dijo que no tenía nada que ver con él.
- Lauren no es lo que parece ...
- Dímelo en mi cara, Parker. Ríete de mi en mi cara delante de mí. - dijo Lauren apretando la mandíbula
sintiendo la rabia invadir cada parte de su cuerpo. Había escuchado a Camila decir que no resultó herida
durante el sexo. No pudo mentir. - Debe haber sido divertido hacerlo a mis espaldas y en mi propia casa. -
Dijo aguantando el grito.

-Mira, Lauren. No es personal, pero Camila y yo nos queremos. - Dijo, recibiendo una mirada incrédula de
Camila. Lauren vio la sinceridad en los ojos del hombre. - Huiríamos esta noche, pero como estás aquí,
prefiero ser honesto contigo.
- No. Lauren, te juro que ...
- Lauren solo sacudió la cabeza, riéndose de su propia estupidez, rodando sobre sus talones y alejándose
atónita. Necesitaba respirar, respirar, emborracharse ... Cualquier cosa que no incluyera estar allí.
- Déjame ir, idiota. - gritó Camila mientras trataba de ir tras Lauren, pero fue detenida por la mano del
hombre en su muñeca.
- Camila, lo siento, pero teníamos que decírselo.
- ¿Por qué demonios me besaste? -Preguntó, gritando enojada. - por qué? Entiende que no te amo.
- Mila, entiendo que le tienes cariño, pero la sinceridad es mejor. -- El dice. - Los dos ...
- John, despierta, en mi vida. No hay un nosotros. Solo estamos Lauren y yo, casadas. Un matrimonio que
estás colaborando para destruir.!!-Gritó, tratando de liberarse del agarre del hombre.

-- ¿Qué? - preguntó confundido - Pero en la nota me dijiste que me amabas ... Y en la biblioteca los dos ...
- No sé de qué mierda estás hablando. - Dijo alterada. Estaba desesperada, la borrachera se le había ido un
poco del cuerpo, estaba asustada. No podía perder a Lauren. - ¿Y de dónde sacaste esa mierda de la que
tuvimos sexo?
- Porque tuvimos sexo! - Dijo como si fuera obvio. Camila apretó la mandíbula y respiró hondo.
- Nunca estuve contigo, loco estúpido- Escupió las palabras. - Solo déjame ir, ¿de acuerdo? Ve a tu casa.
¡Déjame en paz! Ya has echado a perder mi vida demasiado. - Ella habló sintiéndose mareada debido al
alcohol.
- No entiendo ... - Dijo.
- ¡Que me jodiste mi matrimonio! - gritó Camila comenzando a llorar por miedo a perder a Lauren. Solo
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podía pensar en Lauren y lo que podría haber escuchado, malinterpretando las cosas.
- Por favor ...
-Déjame ir, John ...- Lloró, llorando, empujando su mano libre en el pecho del hombre.
- De acuerdo, lo siento. - Dijo abatido, aflojando el agarre que aplicó a la muñeca de la mujer, solo para
verla seguir desesperadamente a Lauren.
Camila buscó en toda la casa durante casi una hora consecutiva, pero solo en el jardín encontró a Lauren.
Tenía una botella de vino blanco casi vacía a su lado y arrojaba piedras, que encontraba en el suelo, en
cualquier esquina.
- Amor ... Necesitas escucharme ... - comenzó Camila, sentándose al lado de Lauren.
- Vete al infierno con ese "amor". - Dijo la mujer visiblemente borracha.
- El me beso. Lo juro ...

- ¿Fue agradable tener sexo en la biblioteca?- Lauren preguntó con una expresión neutral. Su cabello estaba
despeinado y sus ojos eran pesados ??para mantenerlos abiertos, tal era su embriaguez.
- Lauren, no tuve sexo con él. Él ...
- Oh no, Camila? - Preguntó levantándose, cambiando el tono de su voz. - Porque no recuerdo que
protestaras por lo que dijo. No recuerdo que lo hayas negado ... Además, aún dijiste que no dolía. - Escupió
las palabras. - No te recuerdo alejarte del beso. - Habló sintiendo un nudo en la garganta. - ¿Por qué me
hiciste esto? Estaba dispuesta a divorciarme y comprarte una casa ... Estaba dispuesta a ser tu amiga a pesar
de que estaba enamorada de ti ... Fui amable y honesta ... ¿Era demasiado pedir honestidad también? -
Preguntó a través del llanto.

- No, amor ... Tú ...

- Lo vi, Camila. ¡Lo Ví! - Ella gritó. - No negaste nada de lo que dijo y aún se besaron. - señaló. - ¿Fue por

el dinero? ¡Dime! - lloró llorando. - ¿Por qué me lastimaste así?

- No te engañé, lo juro. ¡Yo te amo! Por favor ... Créeme ... - Dijo sintiendo lágrimas brotando de sus ojos.
Lauren sacudió la cabeza, demasiado borracha para decidir algo.
- Solo ... Sal de mi casa. - Habló fríamente, intentando en vano limpiarse las lágrimas y caminando dentro de
la mansión. - Te daré el maldito divorcio, así que ustedes dos vayanse al infierno. Estoy cansado de ser
paciente! - Terminado, ya distante.

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- No, no ... No puedes hacernos esto ... - dijo Camila, comenzando a seguir a Lauren. - Necesitas creerme ...

-¿Me creíste cuando te di cero razones para sospechar?- Su lado borracho habló más fuerte en ese momento
que su razón. Su corazón gritaba al creerle a Camila, pero el alcohol no le permitía tomar la imagen de John
y Camila y de él narrando parte de la relación sexual que tenían. Ante el silencio de Camila, Lauren se rió
fríamente. - Eso es lo que pensé ...
- Lauren ...
- Dije fuera. De. Mi. Casa. - Habló lentamente, acelerando su paso.
- Ese es solo tu lado borracho hablando ... Me amas, te amo ...
- ¿Amas con la misma intensidad que cuando nos casamos? ¡Casi sentías repudio hacia mí!- Escupió las
palabras, recordando cómo solían ser las cosas antes.
- Era miedo a lo desconocido. Lauren, por favor escúchame ...
- Camila, estoy demasiado borracha, ¿de acuerdo? Solo necesito descansar. - Dijo cerrando los ojos y
respiró hondo, abriéndolos de nuevo. - Solo sal de mi vista.
- No puedo dejarte pensar que ...
- ¡Fuera! - gritó Lauren, empujando a Camila con tanta fuerza que la mujer más pequeña perdió el equilibrio.
Lauren, al ver que Camila estaba bien, simplemente subió las escaleras sin mirar atrás.

Capítulo 46
Lauren salió del baño emocionalmente exhausta. Se había duchado mucho para ver si el agua le quitaría la
suciedad de su alma. ¿Cómo, en tan poco tiempo, se había derrumbado todo?
Llevaba su túnica blanca y su cabello estaba mojado, en contraste con sus ojos enrojecidos por el llanto en
el baño. Se congeló cuando vio a Jenna, semidesnuda, en su cama, con las piernas extendidas y las bragas de
encaje azul, que describían totalmente su intimidad.
- ¿Qué haces así en mi cama? -Preguntó Lauren, al ver que la mujer se masajeaba sus grandes pechos.
-- Estaba esperandote. - Dijo Jenna con voz sensual. - Sé lo que hizo Camila y decidí venir a consolarte. -
Habló sonriendo sensualmente. - Si esa infiel puede relacionarse con alguien más, creo que tú también
puedes. - Dijo, viendo que Lauren todavía estaba borracha. - Vamos, Lauren. Olvídala por esta noche ... -
Olvidar a Camila fue una propuesta tentadora.

Lauren entrecerró los ojos y se rió suavemente. No podía olvidar a Camila aunque quisiera. Se pasó las
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manos por el pelo y suspiró, sacudiendo la cabeza y acercándose.
- Consigue esa mierda. - dijo Lauren agachándose, tomando la ropa de la mujer y tirándola a la cara. - Y sal
de mi habitación.
- Lauren ... - comenzó Jenna, quitándose la ropa de la cara y mirando la puerta abrirse detrás de Lauren.
Camila había llegado allí, pero Lauren no pareció darse cuenta.
- Lauren al carajo! - Lauren usaba un idioma bajo, pero no le importaba la educación en ese momento. -
Quiero que te vistas, salgas de mi habitación y hagas las maletas.
- ¿Me estás echando?
- Debí haberlo hecho hace mucho tiempo. - Ella habló irritada. Jenna se levantó y comenzó a vestirse.
Camila no dijo nada, solo miró todo. - ¿Pensaste qué? ¿Que hacerte prostituta me haría quererte? - Dijo con
una risa fría. - Simplemente me disgusto más contigo. ¡Quiero que salgas de mi casa! - advirtió. - Irás a mi
granja y agradecerás a Ally por eso, porque si no fuera por la consideración que tengo por ella, te pondría
en la calle. Esta vez fuiste demasiado lejos. - Camila sonrió con tristeza cuando vio que Lauren no eligió
traicionarla incluso después de lo que había visto.

Jenna pasó serca de Camila empujándola por los hombros, pero Camila la tomó del brazo.
- Fuiste tú, ¿no? - Preguntó en voz baja. También tenía los ojos rojos y llevaba una túnica negra. Se había
duchado en el baño de una de las habitaciones. Jenna le guiñó un ojo antes de irse. Lauren siguió el
movimiento de Jenna, encontrando a Camila parada en la puerta.

-- ¿Que haces aquí? ¿No te he dicho que salgas de esta casa? - Camila tragó saliva y se acercó con miedo,
apoyándose contra la puerta. Quería ir tras Jenna para quitarle todos los pelos de la cabeza, pero Lauren era

su prioridad. Siempre lo sería.

- Laur ...
- No supliques. Será vergonzoso para ti y no servirá de nada. - dijo Lauren fríamente.
- No vine a rogar. - Dijo suspirando resignada, deteniéndose frente a Lauren. - Vine a pedirte una última
cosa.
- No estás en condiciones de pedirme nada, Camila. Solo déjame en paz. - Habló con indiferencia.
- No puedo irme sin tenerte en mis brazos por última vez. - habló en voz baja. Esperaba que Lauren viera
amor en sus acciones, Lauren vería que todo era estúpido y aceptaría escucharla.

-- ¿Que quieres decir con eso? - Camila suspiró y llevó su mano al lazo de su túnica, ubicada frente a su
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cuerpo y tiró de ella, dejando que la túnica se soltara, revelando sus senos y sus bragas rojas.
-Quédate conmigo esta noche, Lauren ...- susurró, quitándose la bata de su cuerpo, dejándola caer como una
cascada en el suelo y bajando las bragas de su cuerpo, estando completamente desnuda. Se acercó a Lauren
y sacó la cinta de su túnica, haciendo lo mismo con la de ella, revelando su cuerpo. No llevaba nada debajo.
Camila suspiró al verlo y acercó su rostro al de Lauren. -- Haz el amor conmigo...

Lauren tragó saliva y se obligó a cerrar los ojos. Camila era su debilidad, siempre lo había sido. No era
justo jugar bajo así. Amaba a la chica de todas las formas posibles y eso incluía el deseo, amaba la forma en
que Camila gemía su nombre, cómo la acariciaba...
- Camila ... vístete. - Dijo tratando de controlar su propio deseo. - No te haré el amor. - Dijo determinada y
Camila sintió como si mil puñaladas la hubieran lastimado. Ella asintió y cerró los ojos, respiró hondo y los
abrió de nuevo, decidida a hacer algo que nunca antes se había atrevido. Se acercó a Lauren y levantó una
ceja.

-- Está bien. - Dijo, haciendo que Lauren respirara aliviada. - Si no quieres hacerme el amor ... Entonces
fóllame . - susurró. Lauren sintió que su centro se contraía al escuchar las palabras salir sensualmente de los
labios de Camila. - Poseeme ... - Dijo inclinándose y besando lentamente la clavícula de Lauren. - Hazme
venir ...

- Camila ... - dijo Lauren casi sin aliento. Camila se alejó y cerró la puerta, luego caminó hacia la cama y se
subió a ella, caminando a cuatro patas, apoyada sobre sus rodillas y codos. llevó una de sus manos a su
intimidad y comenzó a masturbarse lentamente.
- ¿Vienes o ...? - Dijo llevándose el dedo, que había estado en su intimidad, hasta los labios y se lo chupó. -
¿Tengo que hacerlo sola?
Lauren no podría tener una visión más satisfactoria que la de Camila a cuatro patas para ella. No deberia.
Estaba enojada, muy enojada, pero también sentía deseo. Culpa al alcohol con seguridad.
- ¿Quieres que te folle entonces? - dijo Lauren riéndose fríamente y quitándose la bata, desnudándose.
Camila todavía asintió en posición y Lauren fue a su armario. Tomó una caja de allí y le sonrió desafiante a
Camila. - El día de nuestra boda teníamos algunas cosas interesantes. - Camila se congeló cuando vio a

Lauren sacar un pene de goma de la caja. - ¿Quieres follar, Camila? Así que vamos a la mierda.
- Lauren ...? - Dijo con miedo, al ver a Lauren ajustarlo en una correa y poner un punto dentro de ella,
gimiendo suavemente antes de atar la correa.

- ¿No es eso lo que querías? - dijo Lauren burlonamente, caminando hacia Camila y acercándola. - Ahora
chupala! - Camila miró a Lauren, que tenía una cara neutral.

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- no! - dijo Camila tristemente.
- ¿No que te gustaban los penes? ¡Así que ahora te la chupas! - Camila la miró con ojos tristes y Lauren
volvió la cara para no llorar por la escena.
Camila suspiró y se inclinó, tragando casi todo el miembro con sus labios. Lauren gimió suavemente ante la
vista y el juguete se había movido dentro de ella al toque de Camila. Camila sabía que solo era el enojo de
Lauren hablar, no se rendiría con su esposa fácilmente. - ¡Ahora vuelve a la posición en la que estabas! -
Camila volvió a ponerse en cuatro patas, preparándose para Lauren. La mayor no entendía qué coño estaba
haciendo, pero demostraría que era mejor que un maldito pene. Dio una palmada a Camila en el trasero y la
abrazó por la cintura.

- Laur ... Solo ve despacio ...

- Tranquila! - Camila cerró los ojos y se crió más. Estaba asustada, pero en el fondo creía que, a pesar de su
ira, Lauren no lo lastimaría. Sintió que la punta del miembro de goma tocaba su entrada y se tensó bajo el
contacto, pero cuando Lauren impulsó su cuerpo hacia adelante, haciendo que el juguete de goma rozara su
clítoris, Camila suspiró aliviada, dejando que una sonrisa jugara en sus labios. Después de todo, su Lauren
todavía estaba allí, a pesar de la ira no lastimaría a Camila, quería darle placer.

Lauren se inclinó y le dejó un beso en la espalda, deslizando la lengua por completo. Camila suspiró ante el
suave toque de los labios de Lauren en su piel, no creía que hubiera más labios delicados que los de su
esposa. La mayor pasó su mano sobre el cuerpo de Camila, hasta que alcanzó su pecho, apretándolo
deliciosamente. Camila gimió ante el toque, ya estaba lo suficientemente excitada, ya que Lauren estaba
frotando su clítoris con el miembro.

Lauren dejó de hacer lo que estaba haciendo y se inclinó, comenzando a chupar a Camila lentamente. Camila
suspiró al sentir que la lengua de Lauren comenzaba a tocarla tortuosamente. Gimió suavemente cuando
sintió la mano de Lauren comenzar a masturbarla mientras la chupaba. La mayor, a pesar de haber chupado
solo a Camila, era muy buena en lo que hacía.
Camila sintió que su núcleo se contraía ante tanta lujuria y agarró las sábanas con fuerza, pero Lauren dejó
de hacer lo que estaba haciendo, dejando que Camila tragara con frustración. Odiaba que le impidieran
venir.
Cerró los ojos con fuerza cuando sintió que Lauren lentamente comenzó a penetrarla, sintiendo un dolor
insoportable con la invasión, pero cuando sintió que la mano de Lauren comenzaba a tocarla nuevamente, se
concentró en el placer. Lauren no era tosca, ni grosera, ni bruta, la penetró lentamente y solo porque sabía
que Camila estaba lo suficientemente húmeda. Aunque la ira todavía estaba viva en sus venas, nunca dañaría
a la mujer.

Vio a Camila gemir y echar la cabeza hacia atrás tan pronto como el miembro llegó profundamente y cerró
los ojos, sintiendo el placer de la parte más pequeña dentro de ella. Quería ir rápido y fuerte, pero tenía en
cuenta que la parte que estaba dentro de Camila era más grande que la parte que estaba dentro de ella, por lo
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que se controló. Envolvió su mano libre en el cabello de Camila y comenzó una lenta lanzadera, mirando a
Camila comenzar a gemir y moverse con ella.
Camila no podría haberla engañado. No cuando todo lo que ella hizo fue darle amor, pensó. Continuó
frotando el clítoris de Camila mientras la penetraba y notó los gemidos cada vez más fuertes provenientes de
la más pequeña.
- ¿Me querías joder, Camila? - Dijo rencorosa, intensificando la fuerza de los ataques.
- ¿Qué esperas para fortalecerte entonces? - preguntó Camila jadeando, sabiendo que Lauren había dicho eso
solo para desanimarla de continuar.

Apretó los dedos con fuerza sobre la colcha al sentir que Lauren invertía mucho. Sus músculos se tensaron y
supo que vendría en cualquier momento. El sonido de cuerpos sudorosos que se tocaban debido al
movimiento de Lauren se escuchó junto con sus gemidos.

-Fóllame caliente, Lauren ...- susurró suavemente, sintiendo que Lauren todavía lo masturbaba mientras la
penetraba. - Fuerte ... más ... ¡Ah! - Gimió arrastrado para sentir a Lauren poner fuerza en los movimientos. -
Eso ...- susurró, sintiéndose más emocionada cuando escuchó a Lauren gemir con los avances.

Camila entrecerró los ojos tan pronto como sintió que vendría, pero casi gritó de frustración cuando sintió
que Lauren le quitaba el pene de goma del interior.
-- Todavia no. - dijo Lauren, quitando el aparato ortopédico de su cuerpo. - Solo vendrás cuando yo quiera.
- Impuesto. - Y que quede claro, solo vendrás una vez. Después de eso ... ¡te vas! - Camila se levantó de la
cama y se inclinó sobre Lauren, pero la más grande miró hacia otro lado. - No besos.

Camila suspiró irritada. Sabía que la estaban castigando, pero de todos modos estaba enojado.
- ¿Qué tipo de sexo tendremos sin besarnos? No soy una prostituta para no ...

- Tómalo o déjalo. - dijo Lauren y Camila resopló, rodando los ojos. Se inclinó y chupó uno de los senos de
Lauren, haciendo el mismo gemido suavemente.
- Qué boca tan deliciosa. - Lauren susurró, empujando a Camila en la cama y colocando una pierna a cada
lado de su cabeza. - Chúpame sabroso. - Ordenó, al ver a Camila sonreír seductoramente y humedecerse los
labios antes de lamer toda la intimidad de la mujer. Ella gimió en voz alta cuando sintió la boca de la mujer
más pequeña chupar su clítoris. -- Eso.- Susurró con los ojos cerrados. Sintió la mano de Camila subir y
apretar su pecho en una caricia caliente. Lauren ya estaba completamente húmeda debido a los empujes
anteriores, lo que también le dio placer, por lo que Camila penetró su lengua profundamente, todo a la vez. -
Oh, joder ... - Gimió, comenzando a mover sus caderas sobre la boca de la mujer más joven.

- Si no me puedo venir ... - Escuchó a Camila hablar, besando su clítoris. -- Usted tampoco no lo hace. -
Habló empujando a Lauren sobre la cama y levantándose.

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- Pero puedes. - dijo Lauren - Solo ten en cuenta que será solo una vez. - Dijo sentir que su coño aún se
contraía con el recuerdo de la lengua de la más joven que la penetraba.
- No vendrás. - dijo Camila sonriendo tristemente, poniéndose la correa, que anteriormente estaba en
Lauren. - ¿lo tomas o lo dejas?- Le sonrió cínicamente cuando vio a Lauren poner los ojos en blanco. Se
puso de rodillas en la cama y comenzó a besar todo el cuello de la mujer mayor. - Tu coño está muy caliente,
bebé-. Susurró, acurrucándose detrás de Lauren, levantándola, aún aplicando besos en su cuello. - ¿Estás
seguras de que no quieres probarlo en mi boca?- Lauren se mordió el labio inferior con tal deseo de besar a
Camila, pero solo asintió.

Camila pudo ver a Lauren queriendo ceder a sus acciones, pero no forzó el beso, solo sostuvo el pene y
comenzó a frotarlo sobre Lauren, aún parada detrás. Lauren levantó ligeramente la pierna y echó la cabeza
hacia atrás, sintiendo besos de Camila en su espalda, su cuello y finalmente en sus senos mientras se
inclinaba. Comenzó a chupar los senos de Lauren voluntariamente, mientras comenzaba a penetrar a la
mujer, que gimió suavemente al sentir que Camila lentamente profundizaba su pene. Camila soltó su pene tan
pronto como vio que ya no cambiaría de dirección y deslizó su mano en la intimidad de su esposa.

-Qué delicia tener sexo contigo así ... desde atrás ...- susurró al oído de Lauren, moviéndose en una lenta y
agradable lanzadera para los dos. - Te amo, Lauren ... - Dijo, dejando el juego de la seducción. Simplemente
sintió la necesidad de decir que había visto a Lauren tan rendida.
- Sin sentimientos, Camila ... - dijo Lauren. Camila solo asintió, inhalando el aroma de Lauren de su cuello
mientras aceleraba los ataques. Tenía ganas de explotar, pero no quería. Era su última vez con Lauren,
debería aprovecharlo al máximo. - Más rápido, Camz ... - Escuchó a Lauren decir, mientras comenzaba a
acariciar su propio pecho, haciendo que Camila casi disfrutara la escena. Aceleró sus empujes, sintiendo
que su cuerpo quería comenzar a temblar. - Ahora vete. Sal de mi ...

- No ... - dijo Camila, a punto de venir. Estaba ciega de deseo. Había tratado de evitarlo, pero necesitaba
venir.
- ¡Sal de mi Camila! - Lauren repitió, su voz vaciló debido a la lujuria.
- Vente conmigo, amor ... - dijo Camila, empujando más fuerte y más profundo. Lauren cerró los ojos con
fuerza y, con su último toque de fuerza, logró liberarse de Camila, pero sintió que Camila se volvía para
mirarla, sosteniendo sus dos muñecas y agachándose, besando sus senos con respiración irregular.
- Camila ...
- Necesito venir ... - dijo Camila, mirando a Lauren desesperadamente. No podía soportarlo más, quería
llorar de desesperación, quería gemir con tanta lujuria. Su sexo palpitaba fuertemente y sabía que si no fuera
por esa correa estaría goteando. Su cuerpo estaba sudado y la sangre fluía más rápido de lo normal por sus
venas.

-- ¿Está segura? - Preguntó Lauren, acariciando el pecho de Camila con una mano. Camila gimió suavemente
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y asintió. En el fondo, Lauren no quería que terminara, no lo hizo, pero honraría lo que dijo. - ¿Quién es la
debilucha ahora? - Preguntó riendo - Fóllame y consigue lo que quieres de inmediato. - Habló con frialdad.
Camila respiraba con dificultad y guió el juguete hasta la entrada de Lauren, penetrandola lentamente. La
punta que estaba dentro de él golpeó su punto G, era obvio que no duraría mucho.

- Te amo ... - susurró Camila, dejando caer una lágrima de sus ojos, sabiendo que cuando se viniera, nunca
volvería a tener a Lauren para sí misma. - Te he estado amando por un tiempo ... - Dijo a través de empujes
lentos y profundos. Lauren sintió que vendría en cualquier momento también y contuvo las lágrimas cuando
vio que Camila estaba llorando. - Créeme ... - susurró Camila mientras cerraba los ojos, acelerando sus
movimientos. No quería venir, no quería terminar el momento, pero sabía que había perdido a su Lauren de
todos modos. - Dame un último beso ... Por favor ... - Suplico, sin aferrarse al orgasmo.

Lauren le metió los dedos en el pelo y la besó. Camila redujo la velocidad de los trazos para disfrutar de la
sensación de tener los labios de Lauren sobre los suyos por última vez. Las lenguas bailaron lentamente
entre sí y Lauren sintió una lágrima salada invadir su boca. Era de Camila. Abrió los ojos cuando escuchó el
sollozo de la mujer. Iba a decir algo, pero Camila aumentó la velocidad de los ataques, manteniendo la boca
unida, ya que no podían besarse debido a la velocidad.

- Lo haré ... - dijo Camila, entrecerrando los ojos ...

- Prefiero que nuestra última vez sean solo nuestros cuerpos ... - susurró Lauren, mirando a Camila morderse
el labio inferior mientras sostenía su orgasmo. La más joven podría decir que ya tenía tanto dolor físico que
estaba aguantando su clímax, pero cumplió con la solicitud de Lauren, quitándose rápidamente la correa. Se
sentó sobre Lauren, sintiendo las intimidades húmedas chocar y jadear, inclinándose y dándole a Lauren otro
beso.
- Nunca te engañé ... - Dijo Camila, sintiendo a Lauren abrir la boca e invadir la suya con un beso lento.
- Vamos, Camila ... Ya sostuviste demasiado ... - Susurró, ignorando las palabras de la más joven con dolor
en su corazón y sabiendo que había empujado a la chica al límite demasiadas veces. No era muy diferente,
después de todo, ya que vio a Camila a cuatro patas por ella, sintió ganas de venir. El aroma y el tacto de
Camila la intoxicaron cuando Camila comenzó a moverse sobre ella, lo suficientemente rápido como para
darle a ambos clítoris la presión necesaria.

Vio lágrimas en los ojos de Camila nuevamente y la abrazó, deslizando sus manos por la espalda de la mujer
en una lenta y deliciosa caricia.
- Cuando te despiertas, el verde de tus ojos se vuelve gris. - susurró Camila. - Solo te pido que me leas. Lee
en mis ojos que no te estoy mintiendo, Lauren. - Dijo sintiendo que sus lágrimas fluían de sus ojos, tanto de
placer como de tristeza. Sintió que sus músculos se tensaban y cerró la boca, cerrando los ojos con fuerza. -
Ah ... - gruñó Camila, comenzando a temblar sobre Lauren, pero algo era diferente. Al ver a Lauren venir
debajo de ella, se dio cuenta de que ella también se venía, pero extrañamente sintió que todavía no
necesitaba venir. Lauren suspiró exhausta debajo de ella, pero Camila no dejó de balancearse.

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- Camila ... - susurró Lauren, mirando a Camila gemir más fuerte. Se dio cuenta de lo que estaba sucediendo
cuando Camila echó la cabeza hacia atrás.
- Shh ... por favor ... - susurró mientras lloraba. Lauren quería consolar a su mujer no podía llorar así, pero
todo lo que hizo fue llevar las manos a la cintura de la mujer y ayudarla a moverse. -- Eso...

Sintió que Camila comenzaba a temblar de nuevo, pero aún no se había detenido. Se sintió emocionada
nuevamente cuando vio a Camila gemir arrastrándose, aún moviéndose sobre ella.

- Que lindo - Dijo Lauren mientras acariciaba el pecho y el vientre de Camila, mientras que con la otra mano
todavía la ayudaba a mover. Había llevado a Camila a su límite, impidiéndole venir, probablemente porque
la lujuria se había intensificado, causándole orgasmos múltiples.

- No digas nada ... por favor. - susurró Camila llorando, inclinándose sobre el pecho de Lauren sin dejar de
moverse. Lauren arrastró su mano entre ellos, tocando la intimidad empapada de Camila y ayudándola a
terminar de correrse. Camila sintió que estaba en el cielo, nunca había estado allí, pero le dolía mucho el
pecho porque sabía que era el final. No podía perderla. Gimió suavemente, dejando escapar un sollozo entre
sus labios y escondió su cabeza de la curva del cuello de la más grande, sacudiéndose intensamente sobre el
cuerpo de Lauren por última vez y cuando la sensación pasó, ni siquiera tuvo la fuerza para abrir los ojos.
Simplemente se entregó a un grito silencioso, abrazando a su esposa con fuerza, mientras sentía a Lauren
acariciando su espalda. Segundos después cesaron los llantos. Había sido vencido por el agotamiento.
Lauren, al ver que Camila estaba dormida, comenzó a llorar de nuevo, sosteniendo una mano contra su
cabello, mientras la otra acariciaba la espalda desnuda de Camila, que se había quedado dormida aferrada a
Lauren como un koala. Lauren exhaló el aire de sus pulmones, sabiendo que estaba demasiado borracha.
Vio sinceridad en los ojos de Camila, lo vio claramente. Decidió levantarse, separándose suavemente de
Camila para no despertarla. Necesitaba tomar café para mejorar. Necesitaba pensar con claridad sobre todo.
Necesitaba muchas cosas, incluida Camila.

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Capítulo 47
Ese amanecer había sido cálido, con una temperatura suave y agradable, sin embargo, el frío de las cinco de
la mañana golpeó la habitación de Lauren y Camila, haciendo que la más joven se acurrucara en la cama, ya
que Lauren no estaba en ella. La mayor la miró acurrucada en su propio cuerpo y suspiró, ignorando el
impulso de protegerla en sus brazos y volvió a trabajar cada pieza colocada en la maleta negra de Lauren
estaba más confundida. ¿Cómo podría ir en contra de su instinto? Camila parecía tan sincera al decir que no
la había engañado.

Sintió que el efecto del alcohol desaparecía a medida que pasaban las horas y finalmente puso la última
pieza de Camila en la maleta, la cerró y miró de nuevo a la más joven. Se acercó a la cama y se permitió
admirar la belleza de Camila sin la presencia de ningún maquillaje.

La nariz delgada hacía juego con la delicada forma de su rostro y sus largas pestañas. Su boca rosada fue el
toque final a esa vista purificada de una Camila roncando pacíficamente, con algunos mechones de cabello
sobre su rostro. Cualquiera que la viera así nunca diría que había dormido entre sollozos por un grito
contenido, mientras abrazaba a su esposa después de una intensa cogida.

La boca de Lauren se torció al recordar lo que Camila había propuesto y, a pesar de aceptarlo, supo que no
importaba la forma o las palabras utilizadas. Con Camila ella siempre haría el amor; incluso en la
agresividad de las malas palabras; incluso en intensa tensión y excesiva sensualidad; incluso lleno de ira y
dolor; incluso follando , todavía hacían el amor. Porque la amaba, de la manera más pura y sincera que
cualquiera podría amar a una persona.

La piel bronceada estaba expuesta y por eso Lauren se inclinó, tirando de la sábana más arriba, tratando de
cubrir a su esposa lentamente para no despertarla. Suspiró al recordar cómo había conquistado gradualmente
a Camila en el pasado y cuestionó el hecho de que realmente había logrado tal hazaña.
Se puso una bata de felpa en lugar de su bata, después de todo hacía frío a esa hora de la noche, y se puso
las zapatillas, mirando de nuevo a Camila antes de salir de la habitación.
Bajó a la cocina y siguió escuchando la música del salón principal. En ese momento, por lo general, solo
quedaban borrachos deprimidos y Lauren pensó que podría encajar bien ese término.
Entró en la cocina y desde allí oyó el ruido de grillos procedentes del exterior. Sintió una opresión en su
corazón cuando recordó la risa de Camila cada vez que ella comentaba cómo amaba ese ruido.
Se acercó a la estufa y se sorprendió al escuchar la voz familiar resonando en la habitación.
- ¿Qué haces despierta a esta hora, hija mía? - Preguntó Clara, acercando una silla y sentándose.
- Solo ... creo que perdí el sueño. - dijo Lauren sonriendo débilmente a su madre. Las ojeras y los ojos rojos
hicieron que Clara se diera cuenta de que su hija había estado llorando.
- ¿Qué pasó, mi amor?- Clara preguntó preocupada.
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- Nada mamá. ¿Qué haces aquí a esta hora? - Preguntó mirándola.
- Yo limpio el desorden, ¿recuerdas? - preguntó ella riéndose. - Ahora siéntate aquí y dime por qué pareces
un pedazo de basura caminando.-Lauren suspiró y caminó hacia ella, sentándose a su lado.
- Creo que bebí demasiado. Vine a tomar un café para ver si me ayuda a recuperar la sobriedad completa. -
Dijo sin ánimo evidente.
- Bien, ahora dime por qué te emborrachaste. - dijo Clara sosteniendo una de las manos de su hija y comenzó
una caricia reconfortante. Sabía que Lauren no era del tipo que bebia en las fiestas hasta las botas.
- Camila realmente nunca me amó. - habló en voz baja. - Pero qué hay de nuevo, ¿no? ¿A quién le gustaría? -
Preguntó sintiendo un nudo formándose en su garganta.
- Oh querida. La bebida te puso realmente fuerte. - dijo Clara sacudiendo la cabeza. - Esa es la mierda más
grande que te he escuchado decir en años.
- Desearía que fuera una mierda. - dijo Lauren riendo asqueada. - Su ex ha estado bajo mi nariz todo este
tiempo y yo, estúpida, no me había dado cuenta. - explicó. - Huirían juntos, mamá. Hoy- Clara frunció el
ceño ante la información. -Sí ...- dijo Lauren cuando vio la expresión de su madre. - Y sin embargo ...
todavía tenían un momento íntimo evidente en la biblioteca mientras yo cerraba las habitaciones.
- ¿Íntimo?
- Sexo, mamá.- Lauren fue contundente y los ojos de Clara se abrieron.
- Bueno, entonces esta es la mayor estupidez que ocurrió en el año.
- Sí ... - dijo Lauren bajando la cabeza con tristeza. - Todavía no puedo creer que ella pueda hacerme esto.
- Me refería a que creyeras en este montón de mierda. - dijo Clara - ¿Quién te dijo que tuvieron relaciones
sexuales y que huirían? Camila?
- No, pero los escuché hablar.
- ¿Y ella lo dijo en todas las cartas? - Lauren pensó por un momento y finalmente respondió.

- No, pero ella nunca negó nada.- Clara resopló y sacudió la cabeza, irritada.
- Por Dios, siempre fuiste tan inteligente y ahora pareces haber tomado los genes de tu padre, eras tan
estúpida. - habló.
- No escuchaste lo que yo escuché para juzgarme. - dijo Lauren irritada.
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- Cachorro, ¿me estás diciendo que hoy ... durante la fiesta ... Tuvieron relaciones sexuales, eh?
- si.
- Imposible - dijo Clara - Estuve allí todo el tiempo sirviendo. Mantuve mis ojos en ella toda la noche. -

Confesó. -See quedó con Eleonora todo el tiempo junto a la mesa de los tazones y solo salió cuando Jenna la
llamó, unos minutos después de que subiste las escaleras. - Habló mirando a Lauren, quien frunció el ceño.

- No entiendo ... No pudieron haber tenido relaciones sexuales en tan poco tiempo ... - dedujo Lauren.
- E incluso si no te di esa información. ¿Por qué Camila elegiría huir, vivir huyendo, cuando le ofreces el
divorcio y una casa? - Preguntó Clara, recordando lo que su hija le había dicho en una de sus
conversaciones.
-- No sé. Algunos planean tener dinero, tal vez.

- dinero? ¿Qué dinero tendría la pobre niña si se fuera hoy, cariño? - Preguntó dándole una mirada dulce. -
Bebiste y cuando bebes no piensas bien.
- ¿Fui injusta? - Lauren preguntó con horror en sus ojos, todavía se sentía mareada por el alcohol.
- ¿Sabes por qué te dije que soy tu madre?

- Porque Camila te lo pidió. Ya dijiste

- Y una simple solicitud de ella obviamente me haría decidir revelar el mayor secreto de mi vida, ¿verdad? -
Preguntó y Lauren frunció el ceño nuevamente.

- Es verdad ... - Dijo deteniéndose para pensar. - ¿Cómo te convenció ella? - Clara abrió una sonrisa
satisfecha, después de todo eso era a lo que quería llegar.
- Dijo que no quería esconderte nada, hija. Que estaban comenzando algo y que ella quería comenzar de la
manera correcta. - lo hizo. - No recuerdo exactamente qué palabras usó, pero la frase incluía algo como ser
benevolente, dulce, delicada y la persona más increíble que conocía. - Revelado. - No puedo olvidar la
parte en la que asumió que estaba perdidamente enamorada de ti. Sin duda mi parte favorita. - dijo Clara
riendo. - Los ojos de esa chica se llenaron de amor tanto que no pude someterme a arruinar tu matrimonio
con una mentira que no involucraba a Camila. Una mentira que era mía.

- John no parecía estar mintiendo. - dijo Lauren como si fuera una gran discusión.
- ¿Y Camila, hija? ¿Ella mintió?-Lauren se mordió el labio inferior. - Tu silencio ya ha respondido mi
pregunta. - lo hizo. - Ve a tu cama, duerme, descansa bien y mañana, cuando te despiertes, vuelve a analizar
los hechos. Ahora todavía estás demasiado borracho para organizarte. - dijo Clara y Lauren asintió, besando
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la mejilla de su madre.

-- Gracias mamá. Eres la mejor. - Y, después de recibir una sonrisa genuina de su madre, subió las
escaleras, abrió la puerta de su habitación y la cerró lentamente para no despertar a Camila.
Se quitó la bata y se acercó a la cama. Camila todavía estaba acurrucada en su propio cuerpo; su rodilla casi
cubría su frente y Lauren dedujo que Camila tenía mucho frío.
"Te amo, Lauren. [...] Por favor, créeme".
La voz de Camila resonó en su cabeza, junto con el recuerdo de sus ojos brillando mientras decía las

palabras. Ella resopló, incapaz de razonar y se arrastró sobre la cama, quitando la sábana de Camila,
acurrucándose en sus brazos en un intento de calentarla y colocando un beso en su clavícula antes de poner
su cabeza sobre su pecho y cubrir ambos cuerpos con la sábana nuevamente. . No sabía qué pensar, pero
independientemente de lo que decidiera al día siguiente, en ese momento solo se permitió quedarse dormida
en el calor del cuerpo de la única persona que siempre había sido capaz de traerle paz: Camila.

Capítulo 48
El sol entraba por las ventanas de la habitacion de las chicas, ya que ninguna de ellas se había molestado en
cerrar las cortinas la noche anterior. Lauren comenzó a fruncir el ceño cuando sintió que la luz le golpeaba
la cara y de repente sintió una fuerte punzada en la cabeza. ¡Tenía resaca, demonios!
A pesar de haberse cepillado los dientes en la ducha anoche, sintió un sabor extremadamente horrible en la
boca, como si hubiera tomado alcohol puro en lugar de vino y champán.

Sintió que se le hacía agua la boca de mala manera y aún sin abrir los ojos respiró hondo, quejándose
suavemente.
- Lauren?- Esa voz. Camila había sido despertada por los movimientos desconectados de Lauren sobre ella
y solo entonces la mayor se dio cuenta de que todavía estaba encima de Camila, con la cabeza apoyada en el
pecho de la niña más joven. - Laur? - Escuchó a Camila volver a llamarla y sintió que los dedos delgados y
delicados le quitaban un mechón de pelo de la cara.
¿Cuándo se volvió tan débil de repente? Cuando sintió que algo caliente le subía por la garganta,
simplemente arrojó su cuerpo a un lado, vomitando en la alfombra en el piso, al lado de su cama.
- Oh Dios ... ¿estás bien?- Preguntó Camila, inclinándose y sosteniendo su cabello mientras vomitaba. Sintió
una punzada en la cabeza, después de todo, nunca bebió y era obvio que la resaca estaría presente, pero
prefirió ignorar su dolor y cuidar de Lauren.
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- ¿Me veo bien? - Preguntó Lauren, vomitando de nuevo. Camila contuvo el aliento ante el fuerte olor que se
instaló en la habitación y solo acarició el cabello de Lauren. Por su parte, Lauren no entendía cómo estaba
vomitando desde la noche anterior y juró que el efecto del alcohol había pasado casi por completo. -
Mierda, estaba realmente borracha. - Habló sintiendo que le dolían todos los músculos.

Tan pronto como terminó de vomitar, Camila la sacó de la cama y la arrastró al baño. Sus ojos se detuvieron
en la maleta en la esquina de la habitación y giró la cabeza hacia su armario, encontrando las puertas
abiertas y completamente vacía. Mantuvo su dolor dentro de sí misma y volvió a concentrarse en Lauren.
Lauren podía caminar, simplemente apoyarse en ella, por lo que no fue tan difícil llevarla al puesto. No
llevaba nada, ya que se había puesto la bata solo para ir a la cocina durante la noche y se la había quitado
del cuerpo tan pronto como regresó a la habitación. Camila abrió la ducha, regulando el agua a una
temperatura más fría que caliente y colocó a Lauren debajo del agua.
- ¿Puedes ducharte sola?- Preguntó Camila y Lauren lo negó. Sí, podía, había mentido, pero solo porque
temía que Camila se fuera antes de que pudiera pensar en las cosas.
Camila respiró hondo y asintió, comenzando a bañar a Lauren. El agua cubrió todo el cuerpo y le aplicó
suavemente champú al cabello y, después del enjuague, le aplicó el acondicionador. Tan pronto como
eliminó por completo el contenido del cabello de Lauren, la colocó sentada en la bañera. Le entregó su
cepillo de dientes y lo dejó para cepillarse los dientes mientras se lavaba los suyos en el fregadero.

También necesitaba sacar el mal sabor de su boca.

Después de cepillarse los dientes, se fue a la ducha donde estaba Lauren, dándose una ducha rápida, la otra
sentada en la bañera mirándola.
- Hey... - llamó a Lauren suavemente en cuanto cerró el agua. - Ven, te secaré y luego limpiaré esa suciedad.
- No hay necesidad de limpiar, llama a alguien. - Dijo Lauren levantándose con la ayuda de Camila y la más
joven le agradeció por no haber recibido ninguna patada fuerte todavía.
No dijo nada más, solo envolvió a Lauren en la toalla e hizo lo mismo para sí misma. Tan pronto como
llegaron a la habitación, colocó a su esposa en la cama y comenzó a secarle el cabello.
- Déjame ... puedo hacerlo. - dijo Lauren sintiéndose mejor. Camila solo asintió en silencio, le entregó la
toalla y fue al armario de Lauren, recogiendo algo de ropa para ella. Abrió la bolsa con lencería nueva,
después de todo, todos estaban en la maleta y se vistió, tomando prestadas algunas piezas de Lauren.

- Te lo devolveré más tarde. - dijo Camila señalando la ropa y Lauren solo suspiró. - ¿Puedes vestirte? -
Lauren podía, pero nuevamente negó con la cabeza.
Camila se acercó y se inclinó a su lado, levantando pierna por pierna para ponerle las bragas y pantalones
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cortos que había tomado para la mayor, tratando de no tergiversar el hecho de que Lauren estaba
completamente desnuda y casi estaba entre sus piernas.
- Yo estaba ... agreciva anoche? - preguntó Lauren mientras Camila ayudaba a Lauren a levantarse para
acomodar la ropa en su cuerpo derecho. - Quiero decir, durante ... Ya sabes.
- ¿Quieres saber si me lastimaste o me equivoco? - dijo Camila, conociendo bien a su esposa.
- No... bueno si tienes razón. - respondió Lauren, sintiendo que Camila se ponía una camiseta.

- Bueno, no me lastimaste. - Le respondió. - Y si lo hiciste no fue a propósito. - Lauren abrió mucho los ojos
y Camila sonrió al ver que su Lauren seguía allí. - Cálmate! -- Pidió. - Solo quería decir que mi cuerpo no
está acostumbrado a ciertos tipos de juguetes que usamos ayer... aunque no lo creas.- Susurró la última parte
con tristeza, pero Lauren todavía la escuchó. - Y bueno, al principio era evidente que dolería, pero pronto
pasó.

- bien. - dijo Lauren mirándola por largos segundos. Camila no lo sabía, pero Lauren estaba haciendo lo que
le pidió que hiciera ayer durante el sexo, la estaba leyendo.
- Bueno, conseguiré algo para limpiar esto y luego te prepararé algo para comer, ¿de acuerdo? - le dijo. -
Necesitas ponerte algo en el estómago.- Lauren todavía miraba a la más joven y, frente al silencio de la
mujer mayor, volvió a hablar. - No te preocupes, sé que debería irme. - habló mirando la maleta de nuevo. -
Tan pronto como haga esto, me iré.
Lauren sintió que su corazón se hundía cuando vio la expresión devastada de la mujer más joven, pero por
alguna razón Camila estaba conteniendo sus emociones. Cuando vio que Camila se iba, la agarró de la
muñeca a toda prisa.

- Camila, espera! - Dijo rápidamente, al ver a la más joven, que tenía el pelo goteando porque no se la había
limpiado, la miraba con tristeza.
- si?
- Sí ... - Se tragó sus palabras y solo sacudió la cabeza. Pensaría mientras Camila iba a preparar algo para
ella. - Nada ... solo gracias.
- Solo ... solo espera aquí. Ya vuelvo, ¿de acuerdo? - Y, arriesgando la mayoría de los sermones, se inclinó
y dejó un largo beso en la frente de Lauren, dejando la habitación al momento siguiente.
Lauren suspiró. Todo sobre Camila gritaba inocencia, entonces ¿por qué demonios todavía tenía que pensar?

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Capítulo 49
Camila entró a la habitación empujando la puerta con la espalda, ya que sus manos estaban ocupadas por la
bandeja que llevaba con ella. Cerró la puerta con un pie y caminó hacia Lauren, sentándose a su lado en la
cama. Ya había ido allí y había limpiado la suciedad que Lauren había dejado.
- Te traje jugo de naranja y una manzana. - Habló torpemente. - Es lo más seguro de poner en tu estómago en
este momento, pero como sé que eres terca, también me tomé la libertad de traer tostadas
- Gracias. - dijo Lauren
- También traje aspirina. - Ella habló y Lauren enfocó sus ojos en la medicina, frunciendo el ceño.
- Veo dos aspirinas aquí.

- No fuiste la única que bebió anoche. - dijo Camila riendo débilmente. Ambos tomaron la medicina y
Lauren comió en silencio, mientras que Camila la admiraba en silencio. Tan pronto como Lauren terminó de
comer, Camila sonrió. - ¿No tocaste la tostada?
- Dijiste que la manzana y el jugo eran los más seguros para poner en mi estómago ahora. - Habló y Camila
asintió levantándose.

- Dejaré la bandeja sobre la mesa, ¿de acuerdo? - Ella habló y Lauren asintió, al ver a Camila tomar la
bandeja y ponerla donde ella dijo, caminando hacia su maleta justo después. - Yo, um, me iré entonces, ya
que.... ya no me necesitas. - Habló tristemente, sintiendo su corazón roto, mirando a Lauren por última vez
antes de tirar del asa de la maleta.
- ¿Quién dijo que no te necesito? - Escuchó a Lauren decir con voz vacilante y volvió a mirar a la mayor.
Lauren se levantó y caminó hacia Camila, quitándole la maleta de la mano y mirándola a los ojos.
-- ¿Que necesitas? - preguntó Camila mirando los labios de Lauren cuando vio la proximidad de la más
grande. Lauren solo suspiró.
- Esto ... - En un acto intenso, Lauren se inclinó y besó a Camila, tomando a la menor por sorpresa y
haciendo que ambos corazones se aceleraran contra su pecho.
De repente, Camila sintió más ganas de llorar de lo que quería admitir, pero le devolvió el último beso sin
dudarlo. El beso fue corto, solo podía sentir las lenguas juntas en una fracción de segundo, porque en el
siguiente instante Lauren detuvo el beso y envolvió a Camila en sus brazos, comenzando a llorar sin control.

Camila no pudo soportar el llanto y se derrumbó con Lauren, disfrutando del abrazo posesivo de la mujer
mayor.
-- Yo te amo. - susurró Camila entre llantos.

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- No digas que me amas a menos que me ames. - dijo Lauren, separándose del abrazo y mirándola fijamente,
su rostro empapado en lágrimas.
-- Yo te amo tanto. - Dijo Camila nuevamente, bajando la cabeza para limpiar algunas lágrimas. Lauren
levantó la barbilla con el índice y el pulgar y suspiró.
- Mírame a los ojos y repítelo. - Camila suspiró, mirando a Lauren de una manera tan intensa que Lauren no
necesitaba escuchar nada más para creer lo que Camila estaba diciendo.
- Te amo, Lauren Jauregui. - Dijo convencido. - Me encanta tanto que duele; Me encanta tanto que cada vez
que me miras, mi estúpido corazón casi explota tan rápido cuando late; - Dijo sintiendo un nudo formándose
en su garganta cuando vio a Lauren apoyar su frente sobre la de ella. Tener a Lauren tan cerca siempre la
hacía perder el aliento, como si cada célula de su cuerpo gritara por acercarse y, debido a su distancia, sus
pulmones la hacían jadear tanto que la mantenía alejada de ella. - Me encanta tanto que aunque no lo creas,
aquí estoy, diciendo que te amo desesperadamente, con cada fibra de mi ser. - Dijo mordiéndose el labio
inferior antes de volver a hablar. - No puedo decir el momento exacto en que comenzó este amor, pero estoy
seguro de que nunca terminará.

Lauren tragó saliva y asintió, dejando que el silencio permaneciera entre las dos durante largos segundos.
- Mi cerebro duerme cuando bebo. -Lauren finalmente susurró. - Lo siento, Camz ... Lo siento ... - Dijo casi
desesperado, abrazando a Camila, haciéndola fruncir el ceño. Se secó algunas lágrimas y se apartó del
abrazo, mirándolo.
- Perdón por qué?

- Por sospechar esa estupidez. No harías eso.

- ¿Y cómo dedujiste eso ahora? - preguntó Camila confundida, sintiendo su corazón llorar con esperanza.

- Por Dios, Camila ... - dijo Lauren levantando la mano y acariciando la cara de la niña. - Pasaste horas para
llegar al otro lado del parque, solo para no cansar al conejo. No tendría el coraje de lastimarme. - Camila se
rió suavemente y se arrojó al abrazo de Lauren, hundiendo su rostro en la curva del cuello de la más grande
y lloraron de alivio.
- Tenía miedo. - dijo Camila mientras lloraba suavemente.
- No estoy seguro de lo que pasó y todavía necesito entenderlo, pero mi madre me ayudó a abrir los ojos. -
dijo Lauren mientras acariciaba el cabello de su esposa.
-- ¿Tú madre? - preguntó Camila levantando la cabeza, todavía abrazando a Lauren.
- Sí ... - dijo Lauren llevando una mano a la cara de Camila y sacándole las lágrimas. - Digamos que no pude
dormir tan pronto. - Dijo inclinándose y dándole a Camila un largo beso en la cara. - Algunas cosas aún no
coinciden. - Camila miró con miedo a Lauren tan pronto como escuchó eso.
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- ¿Sospechas de mí otra vez? -Preguntó y Lauren se rió suavemente.

- Tengo la intención de nunca volver a cometer ese error. - Susurró colocando un beso en la nariz de Camila.

- Mi cerebro debe ser un apasionado del alcohol, porque se volvió estúpido. Después de que mi madre
confirmó que estuviste allí todo el tiempo, debería haberme tocado, pero como dije ... Mi inteligencia se
evapora cuando bebo.
-- Bueno saber; Voy a romper todas las botellas de alcohol en esta casa. Eres realmente rica, no te
importará. - Lauren se rió cuando escuchó el dulce tono que su esposa había usado y abrazó a Camila
nuevamente.
- Eres mi esposa, eres tan rica como yo. - habló inhalando el olor del cabello de Camila, todavía húmedo.
- Lo más precioso que tengo es tu amor por mí. - Dijo suavemente, enterrando su cabeza en la curva del
cuello de la más grande, como si estuviera allí, nadie pudiera golpearlos de nuevo.
- Entonces ... - Dijo al ver a Camila levantar la cabeza y mirarla. - Tengo la intención de hacerte rica por el
resto de nuestras vidas. - Dijo rozando sus labios sobre los de Camila. Camila suspiró y cerró los ojos
cuando sintió que sus bocas chocaban y Lauren sonrió al ver cómo se rendía Camila ante su toque. Si se
sentía estúpida por dudar de su esposa, después de todo lo que ella le había dicho la verdad sobre quién era
realmente Peter, no tendría razón para decir si se iba a escapar con John.
Suspirando como un idiota, se inclinó, tocando los labios de su esposa con tanta delicadeza que ella gimió
ante la dulzura. Camila introdujo su lengua en la boca de Lauren al mismo tiempo que llevaba su mano a la
nuca de la mayor. Lauren, a su vez, estaba disfrutando el momento, porque sabía que tan pronto como saliera
de esa habitación, encontraría a quien sea que le hiciera creer esa mierda. ¿Y el culpable ...? Bueno, pagaría
caro por hacer que Camila derramara lágrimas cuando merecía sonreír. Todas las sonrisas del mundo.

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Capítulo 50
- Camila ... - murmuró Lauren sintiendo a Camila caminando entre los besos, haciendo que Lauren llegara a
la cama. No pudo controlarse cuando Camila la besó así y la hizo olvidar incluso su nombre. - Necesitas
dejar de besarme ahora ... - Dijo, su voz vacilante, entre besos, mientras Camila la hacía sentarse en el
colchón y luego la guiaba a un lugar más cómodo en la cama.

- No necesito hacerlo. - Susurró en la boca de Lauren, mordiendo el labio inferior de Lauren.

- Podemos ... - comenzó Lauren, dándole a Camila un último beso y riéndose. -- ¿Podemos conversar?
- acerca de? - preguntó Camila deslizando la punta de su nariz sobre la piel de la cara de Lauren, haciendo
que la mujer mayor suspirara y cerrara los ojos para disfrutar de la caricia.
- Bueno, ¿sientes que necesitas algo más en la relación? Algo así como ...- Lauren se sonrojó y se mordió el
labio inferior. - Ayer, um, tuviste ...
- Dios mío, Lauren. No necesitamos un pene, ¿de acuerdo? - Dijo Camila tan pronto como se dio cuenta de a
qué se refería su esposa.
- Es solo que ... Nunca tuviste ... - Camila se rió de la repentina timidez de su esposa y suspiró.
- Me empujaste al límite. Me impidió venir cuatro veces y sí, lo hice. ¿Te das cuenta de lo doloroso que se
siente al sostenerlo? - Lauren se echó a reír y torció la boca.
-- Perdón. - Camila se inclinó y le dio un beso a Lauren, estaba sentada a horcajada sobre la mujer mayor
- No fue porque tenía un pene, mi vida. - aclaró Camila. - Fue porque estaba contigo; fueron tus toques, tus
gemidos, tu aliento contra mi piel, tu mano tocándome y bueno, me provocaste demasiado.
- ¿Entonces no siempre necesitamos usarlo? - Camila rio y sacudió la cabeza.
- Ni siquiera lo usaría más. Lo encontré bastante incómodo y no tengo tacto.
- Ayer no parecías incómoda. - dijo Lauren riendo, haciendo que Camila entrecerrara los ojos.
- Ayer me prendiste y me chupaste ... - dijo Camila frotando sus labios con los de Lauren, usando su tono de
voz capaz de volver loca a la mayor. - Muy sabroso, antes de usarlo. Y luego ... - dijo Camila
mordisqueando la boca de su esposa. - Me masturbaste deliciosamente mientras lo llevaba puesto.- Lauren
contuvo el aliento cuando las palabras salieron de la boca de su mujer.

- Solíamos hacerlo más... lindo. - dijo Lauren riéndose, pero sintiendo un calor repentino al mismo tiempo
después de lo que Camila había dicho. Desde el principio, Camila siempre había sido así, desvergonzada
cuando se trataba de lo que vivían dentro de las cuatro paredes.

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- Solíamos no tener relaciones sexuales. - dijo Camila riendo, deslizando el vértice de su nariz sobre la piel

desnuda del cuello de Lauren, haciendo que los escalofríos le recorrieran la espalda.
- Camila ... - Su voz fue ahogada por los labios de la chica más joven sobre los de ella, mientras sentía que
Camila se inclinaba sobre ella. - Camila ... - Lo intentó de nuevo, sintiendo a Camila entrar en su camisa con
una de sus manos. La lengua de la pequeña mujer masajeó la suya y con cada segundo se hizo más difícil
salir de allí. - espera - dijo Lauren de repente, interrumpiendo el beso. - ¿Cómo sabía Jenna que se suponía
que me traicionarías?
- Jenna me molesta incluso cuando no hay motivos. - susurró Camila, sintiéndose un poco emocionada. --
Porque claramente fue ella quien hizo todas estas payasadas. - dijo Camila
- No tenemos evidencia, aún no juzgaremos.
- Oh, vamos, Lauren? - dijo Camila indignada. - Ella mintió diciendo que me llamaste allí y luego aparece
semidesnuda ofreciéndose, sabiendo cosas que no debería saber y cuando le pregunté si era ella, bueno, me
guiñó un ojo. ¿Quieres algo más obvio? Bueno, ella está enamorada de ti, de hecho, obsesionada, porque la
pasión no suele ser una locura como esa.
- ¿Dijo que te llamé? - Camila asintió y Lauren entrecerró los ojos, amenazando con salir de la cama.
- Espera ... - dijo Camila, abrazando a Lauren para que no se fuera. - Gracias por creer en mí. - Murmuró
sintiendo su corazón satisfecho.
- Me da vergüenza haber dudado. - reclamó. -- ¿Me perdonas?
- Bueno, yo dudaba de ti y mira, ni siquiera estaba borracha en ese tiempo, así que digamos que descubrí el
dolor de no ser tomada en serio. - dijo Camila

- Yo solo ... me quedé ciega de rabia. Imaginar que estás cogiendo con ... - Lauren apretó la mandíbula, pero
se relajó o sintió a Camila besar su mejilla.
-- Ha pasado. - susurró Camila, tratando de domar a su esposa. - Nadie más que tú me tocaste, Lauren. -
Reafirmó, sosteniendo la mano de Lauren y besándola. - Solo soy tuya en cuerpo y alma.- Lauren sonrió ante
eso.

- Bueno, entonces qué suerte tengo. - Respondió en medio de una risa genuina.
- Qué suerte para nosotros. - susurró Camila besando la cara de Lauren nuevamente. - ¿Podemos quedarnos
aquí y salir más tarde? - Preguntó poniendo un puchero en su expresión, haciendo reír a Lauren.

- Solo un poco, ¿de acuerdo?- Camila asintió, rozando sus labios sobre los de Lauren. Abrazándose a la
curva de la más grande y se besaron de nuevo. Camila, sin perder el tiempo, volvió a insertar su mano
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dentro de la camisa de Lauren, jadeando en su boca cuando sintió la piel suave bajo su toque. - Camila, estás
muy cachonda. - asumió Lauren riéndose entre besos.
- Nunca dije lo contrario. - confesó riendo, sintiendo a Lauren sacar su mano del interior de su camisa. Ella
resopló ante el hecho. - ¿Qué tiene de malo querer tocarte? Tu eres mi esposa - dijo Camila extendiendo
besos alrededor del cuello del más grande. - Hermosa y ardiente ... - Más besos. - Y acabamos de descubrir
el lado sexual de la vida. Es normal parecer un conejo. - Dijo riendo, haciendo reír a Lauren juntas.

- Tuviste múltiples orgasmos ayer. - dijo Lauren

- Exactamente Ayer - Dijo como si fuera obvio. - Hoy tengo la intención de volver. - Habló mordisqueando
el lóbulo de la oreja. - Además, estamos bajo mucho estrés, necesitamos aliviar nuestras tensiones. - Lauren
volvió a reír con la voz que Camila usó, dándole un beso rápido.
- Primero tenemos que resolver esto, luego, si lo desea, podemos permanecer encerradas en la habitación
durante una semana seguidos haciendo el amor, deteniéndonos solo para dormir y comer, porque en el baño
probablemente también tenga relaciones sexuales.
- Sabes que lo voy a querer, ¿no?-Lauren volvió a reír, acariciando la cara de la niña más joven.
-- Yo se. ¿Por qué crees que propuse eso? - Camila se mordió el labio inferior y la miró.

- ¿Ni siquiera un rapidito entonces? - Lauren entrecerró los ojos y contuvo la risa. - Por si acaso pregunto.
- No. - Camila resopló y asintió resignada.
- Está bien, pero ¿qué hago con mis bragas mojadas? - Preguntó levantando una ceja.
- Cambialas bebé Ahora discúlpeme, necesito visitar a tú ex novio. - Habló levantándose. - Escuché que
todavía está cerca.
- No puedo creer que me estés rechazando. - Dijo Camila fingiendo estar lastimada, pero luego se levantó y
asumió su postura seria, libre de juegos. - Voy contigo, amor.
-- ¿Está segura? - Lauren preguntó.
- Quien nada debe nada teme, no tengo miedo y por eso, estoy segura en acompañarte amor. - dijo Camila
solemnemente.
- Pero ya te advierto ... Si él sigue la mentira, no seré tan buena. - dijo Lauren, recordando todas las veces
que Camila temía por John.
- Bueno, si él continúa con la mentira, yo tampoco.

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Capítulo 51
Lauren caminó casualmente por los pasillos de la enorme casa, con los dedos de Camila entrelazados con
los de ella en su mano derecha. Era casi como si no necesitara vengarse de nadie, como si tener a Camila a
su lado fuera suficiente. De hecho, realmente lo era, sin embargo, Lauren no podía dejar las cosas como
estaban. Si Jenna realmente hubiera hecho algo, ¿sería justo dejarla pensando que siempre podría hacerlo?
Obvio que no.

Se detuvo frente a la pequeña habitación al lado de la biblioteca, que era donde se alojaba John. Tocó tres
veces y la puerta no tardó mucho en abrirse. Sobre la cama había una pequeña maleta y el hombre estaba
vestido como si estuviera a punto de irse.
- No me fui ayer porque me sentía mal. - Se justificó a sí mismo. - Incluso lo intenté, pero tenía miedo de
sentirme mal en la calle. Lo siento mucho. - Dijo, con una mano apoyada en la puerta. Sus ojos se desviaron
hacia Camila y la más joven pudo ver casi desprecio contenido en ellos.
Lauren respiró con facilidad, mientras entraba a la habitación sin permiso. Camila lo siguió, sorprendiendo
la mirada serena de Lauren. Bueno, hasta que Lauren cierra la puerta con fuerza, causando un fuerte ruido en
la habitación.
- Así están las cosas, Parker ... - dijo Lauren mirando con calma. - Negarás la mierda que dijiste ayer, ¿de
acuerdo? Y después de eso me dirá por qué los inventó. - El hombre la miró confundido, antes de apartar la
mirada de Camila, sacudiendo la cabeza.
- Realmente le hiciste creer que mentí, ¿no?- Preguntó el hombre, aplaudiendo irónicamente después. - No sé
lo que te hice para lastimarme así, Camila. No sé por qué dijiste que me amas y ahora lo estás negando... -
Habló sintiendo que fue traicionado. - ¿Solo quería saber cómo fue meterme en tu coño? ¿Era eso?- Gritó. -
¡Contéstame, pequeña perra!
Lauren respiró hondo y se pasó la lengua por los labios antes de tomarlo de el cuello y empujar a John a una
de las paredes, apretando el cuello de su camisa con las manos.
- Escúchame bien, pedazo de basura caminando ... - dijo Lauren apretando los dientes. - Si vuelves a faltarle
el respeto a Camila ... - Sintió que John intentaba golpearle la cara, pero fue más rápida y agarró su puño,
girándolo casi hasta el punto de romperlo. - No soy el jodido comandante de toda esta mierda solo por ser la
heredera del título.- Lauren susurró irritada.
- Laur? - dijo Camila sintiéndose angustiada. Estaba aterrorizada por la violencia, y Lauren aparentemente
no estaba bromeando.
- Camila, lamento haberte hecho ver esto. - Dijo calmandose un poco, aflojando su agarre. - Vayamos desde
el principio John ... ¿Por qué inventaste esto?
- Yo no ... Ai, ai, aiii. - Gimió cuando sintió a Lauren doblar la muñeca con fuerza. - Lo juro, lo juro ... Por
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favor ... - Gimió. Lauren apretó la mandíbula y soltó a John con fuerza.

- Bastardo - Susurró, controlandose a sí misma para no romperle todo. Ella no era agresiva, pero cuando se
trataba de Camila, perdía el autocontrol. - Cuéntame sobre el comienzo. - John asintió sorprendido y miró a
Camila.
- Bueno ... - Comenzó a arreglar el cuello de su camisa. - Camila me envió una nota ...
- Déjame ver la nota.- John asintió y caminó hacia la mesa de noche, abriendo el primer cajón y sacándolo.
Fue hacia Lauren y se la entregó. Lauren lo miró seriamente antes de abrir el periódico y respirar de alivio.
- Esa no es mi letra. - Afirmó Camila en cuanto se acercó a Lauren.
- Por supuesto que no. - dijo Lauren. No es que tuviera dudas sobre Camila, pero tener una prueba real de
que todo era un malentendido fue reconfortante.

- ¿Y cómo sabes que no te está mintiendo? Por supuesto, ella escribió eso. Ayer tuvimos sexo, por Dios. -
dijo John disgustado.
- Bueno, primero porque es mi esposa. - dijo Lauren - No nos casamos por pacto imaginario, bestia.
Tuvimos que firmar los papeles. - Habló devolviendo la nota. - Segundo, conozco muy bien al dueño de esa
carta.

- Ella pudo haber enviado a alguien más a escribir. - dijo John y Lauren se echó a reír.
- Mira, mientras tenían sexo ... ¿Cómo Jenna te hizo creer que era Camila? ¿Con los ojos vendados?- John
frunció el ceño.
-- ¿Qué? - Preguntó confundido, Lauren suspiró y lo miró asombrada.
- Lamento haber creído que estuviste involucrado. - dijo Lauren sinceramente - Jenna te engañó, Parker. No
sé como; No tengo todas las respuestas.- John sacudió la cabeza.
-No puedes ...- Sacudió la cabeza aturdido. -- No puede ser. Te olí - Habló casi llorando.
- ¿Se puedo a ver comprado la misma loción de mi esposa? -Lauren preguntó incrédula. - Casi pierdo el
amor de mi vida porque dijiste que era ella por el olor.
- Apagó las luces y, bueno, estaba mareado, mis sentidos cambiaron, no estoy seguro si fue su risa, pero ...
En mi lugar, ¿quién lo hubiera pensado si hubiera recibido un boleto así? - Preguntó mirándolo.
- Estúpido - Lauren preguntó, frunciendo el ceño. - Maldición ... ¿bebiste con alguien antes de sentirte así?
- Solo con la hija del ex administrador. Nadie más. -Lauren sacudió la cabeza y suspiró.
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- Esta chica pudo ponerle algo a su bebida. - Dedujo Lauren.

- Es más loca de lo que pensaba. - dijo Camila

- Camila ... - dijo John, mirándola con vergüenza. - Lamento decirte esas cosas. Pensé que los dos ... dijiste
que te había hecho daño ...

- Me refería a tus duras palabras que me acusaron de estar con Lauren por dinero. - Aclaró.
-- Lo siento mucho. - Dijo mirando hacia abajo, sintiéndose como un idiota. - Me iba a disculpar ayer y
luego me iría. Pero mis planes se cambiaron debido a éste confuso hecho, yo pensé que todo era real y... me
dejé llevar por tu olor- Admitió. - No puedo creer que haya tenido sexo con esa rubia. - Dijo sacudiendo la
cabeza.
- Creo que tengo que preguntarle si la lastimaste entonces. - dijo Lauren mirándolo meticulosamente. - Sería
una pregunta por si acaso, ¿verdad? No la obligarías a ...
-- Oh no. - dijo John asustado - Ella comenzó todo. ¡Ella quería!
- bien. - dijo Lauren suspirando aliviada. A pesar de todo, no dejaría que el hombre quedara sin castigo si
hubiera forzado a Jenna a algo, porque a pesar de ser Jenna, nadie merecía ser violado. Pronto se maldijo
mentalmente, John no haría eso, parecía ser un buen hombre y todavía pensaba que era Camila, si la amaba
tanto como decía que nunca la lastimaría. - Necesito decirte que estás despedido, John. Odio las mentiras. -
dijo Lauren - Pero si quieres un trabajo en la ciudad, lejos de aquí, sería un honor ayudarte.

Camila miró a Lauren sorprendida. Su esposa nunca estaba cansada de sorprenderla. A pesar de todo, su
amabilidad nunca la abandonaron. Recordó las palabras de Clara y sonrió. Lauren realmente era uno de esos
seres humanos raros, casi extintos en el mundo y estaba orgullosa de haberse casado con alguien como ella.
- por qué? - John preguntó sin entender cómo Lauren logró ser así.
- Porque fuiste tan víctima de esas travesuras como Camila y yo. - lo hizo. - Lo siento, lo dudaba. - Admitió,
extendiendo su mano. John asintió,
sintiéndose conmovido y estrechó la mano de la mujer de ojos verdes.
- Siento haber mentido. - Dijo apartando la mirada de Camila justo a tiempo para verla mirar a Lauren. -
Bueno, me iré entonces ... - Dijo respirando profundamente, agarrando su maleta y caminando hacia la
puerta. - Y, Lauren ... - Dijo haciéndo que Lauren lo mirara. - Camila tomó la decisión correcta. - Lauren
sonrió sinceramente y asintió, mirando al hombre desaparecer de la vista.
- Claro que sí. - Escuchó decir a Camila, abrazando a Lauren por la cintura. - Nunca te cansas de hacer que
me enamore de ti, ¿verdad?- Preguntó, riendo tontamente.

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- Es parte de mi encanto natural, no puedo evitarlo. - Bromeó, riéndose también.
- Bueno ... - dijo Camila apoyando sus labios contra los de Lauren rápidamente. - Espero que su encanto
natural esté preparado para enfrentar a Jenna, porque estoy muy enojada con ella, lo admito.
- ¿Todo porque ella me hizo creer que me habías traicionado?- Lauren preguntó riéndose.
-- Obvio que no. - lo hizo. - ¿No sabes que ya te perdoné? -Lauren frunció el ceño confundida.
- Entonces, ¿por qué tú ira?
- Ella se acostó en bragas en nuestra cama; delante de ti - habló, entrecerrando los ojos. - Eso es
imperdonable.- Lauren se echó a reír.

-¿Estás diciendo que estar en ropa interior frente a mí es peor que tener sexo con alguien después de bautizar
tu bebida, falsificar la letra de alguien y mentir sobre una traición? - Preguntó levantando una ceja.
- Definitivamente si. - Y cuando escuchó la ronca risa de Lauren, sonrió. No tenía dudas, amaba a esa mujer
profundamente.

Capítulo 52
Mientras caminaban hacia Jenna, que estaba en la cocina, hablando algo al azar con Clara y prácticamente
ignorando la solicitud de Lauren de querer sacarla de la casa, Camila pensó en todo lo que había vivido
hasta ese momento. Había sufrido al aceptar un hermoso destino. Ese destino tenía ojos tan verdes como las
esmeraldas y una sonrisa mágica; destino que tenía un corazón enorme y un toque tan suave que era como si
el algodón tocara su piel.

La más joven incluso lo intentó, pero no pudo identificar el momento exacto en que se enamoró de Lauren.
Un día estaba segura; Nada mejor podría haberle sucedido.
- ¿Dónde estás ahora, mi señora Cabello-Jauregui?- Preguntó Lauren, sacudiendo la mano de Camila
suavemente, deteniéndose en la puerta de la cocina.
- En algún lugar entre el brillo en tus ojos y el sabor de tu beso. - Murmuró Camila y Lauren se mordió el
labio inferior.
- Gracias por dejarme entrar en tu corazón. - Susurró, poniendo un mechón de cabello de Camila detrás de
su oreja.
- El mérito es todo tuyo. Nunca me fui - Habló riendo. - Acabas de entrar; me quedaré aquí ... - habló
sosteniendo la mano de Lauren y la colocó sobre su corazón. Lauren se acercó, sintiendo los dulces labios
de Camila rozar los suyos en un suave beso. - Hora de expulsar a la bruja. - Dijo sonriendo con los ojos.
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- bien. - dijo Lauren, entrando a la cocina. - Dios mío, Camila, ¿cómo puedes traicionarme? - Preguntó
queriendo reír, viendo a Jennifer sonreír en la escena.
- Lauren, te juro que la noche siguiente te dejaré dormir a tu lado de la cama. - habló riendo, viendo a Jenna
fruncir el ceño
- Entonces está bien ... Estás perdonada. - dijo Lauren, dándole un beso a Camila mientras sonreía.
- ¿Perdonaste su traición? - Jenna preguntó incrédula, mientras que Clara se fue cuando notó que el clima se
puso pesado.
- si.
- Lauren, tuvo relaciones sexuales con otra, en la biblioteca. ¿Cómo puedes perdonar eso?
- Perdonar por qué.?- Jenna apretó la mandíbula y se hinchó la nariz.
- bien. Luego continuas besando su boca después de que ella chupó la polla de su ex novio.
- ¿Cómo sabes lo que hizo, Jenna? ¿Y cómo sabes que estaba en la biblioteca? -Preguntó Lauren, viendo a la
rubia palidecer.

-- Él me dijo. - mintió, mirando a Camila reír suavemente.

- ¿Al menos te gustó?- Preguntó Camila. - Porque todo ese trabajo debe haber valido algo, ¿no te parece?
-- ¿De que estas hablando?
- No tienes que jugar el juego. Ya sabemos lo que hiciste. - dijo Camila - Esta vez fue muy bajo, Jenna.
Tenía muchas ganas de ser tu amiga; quería levantar la bandera de la paz; pero si es la guerra lo que querías,
deberías haber recordado que mi esposa es la comandante.
- Lauren, no sé de qué está hablando.- Lauren suspiró cuando escuchó eso.

- Vi la nota. - asumió Lauren, al ver el momento exacto en que Jenna cerró los ojos cuando se dio cuenta de
la estupidez de hacer que su escritura fuera reconocible.
- Solo quería tener la oportunidad de verte. - Dijo Jenna, iniciando un fuerte grito.
- Si ese fuera el caso ... ¿No crees que tener sexo con otra persona me haría notar menos?

-- Lo que tú...

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- Sabemos que tuviste sexo con él. John confesó. - dijo Lauren - Mira Jenna, esa parte no me interesa, ¿de
acuerdo? Con quien decidas tener relaciones y cosas por el estilo. La parte que me interesa es ...
- ¡No tuve sexo con él! - Dijo en voz baja, mirando al suelo. - Yo solo ... lo excitaría.
- entiendo ... De lo que quiero hablar es ...
- no! Me abrazó con fuerza y ??no me dio oportunidad de escapar. - El silencio allí era inquietante.
- Ally! - gritó Lauren, haciendo que la chica baja corriera porque sabía el tono en la voz de la niña. -Que
uno de mis hombres impida que John se vaya de la ciudad

- John?
- Peter, Ally. Peter's. Date prisa, acaba de salir de la casa, no debe estar muy lejos. - Ally asintió, huyendo.
- ¿Qué vas a hacer con él?-Jenna preguntó.

- Cuando llegue lo sabrás. Si realmente hizo esto, no quedará impune, pero llegué aquí para tratar con otra
cosa.
- Perdóname, solo quería que me amaras. - Dijo Jenna llorando de nuevo. Camila puso los ojos en blanco y
la miró. - Solo quería que vieras mi amor por ti.
- Me hiciste creer que Camila me había traicionado. ¿Qué clase de amor es este donde incluso sabiendo que
sufriría elegiste mentir?
- Sinu me persuadió a mentir. No haría algo tan serio por mi cuenta.

- Mi ... mi madre? - preguntó Camila sorprendida.

- Sí. Su plan era hacer que Camila tomara la bebida bautizada e ir a la biblioteca, donde sabía que John la
obligaría a besarla pensando que quería, Lauren vendría gracias a mí y vería que Camila le devolvió el
beso, pero de hecho, simplemente no tendría la fuerza para alejarse. - Confesó en su impulso. - John, por
estar menos dopado, le diría a Lauren la verdad y Camila no podría mover un músculo. Lauren lo creería y
la dejaría libre, la seduciría después de beber, porque siempre bebía cuando estaba triste, pensé que no
cambiaría. - Ella asumió. - Y tendríamos sexo toda la noche. Lauren no podía culparme por tomar mi
virginidad y me propondría matrimonio, pero Camila no bebió el champán que le di y lo que sucedió fue
improvisado, no estaba segura de lo que sucedería.

- Tú ... - Camila intentó pasar por encima de Jenna, sin embargo Lauren la detuvo, sosteniéndola por los
hombros.
- No vale la pena, mi amor. - Lauren susurró, haciendo que Camila se calmara debido al suave tono de su
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esposa.
- ¿Eras virgen antes de John? -Preguntó Camila y Jenna sacudió la cabeza.
- Haría que Lauren creyera eso. - Camila se rió con ira y la miró con expresión fulminante.
- ¿Te estás escuchando a ti misma?- Preguntó irritada. -Arreglaste un jodido drama enorme por querer a
Lauren para ti. ¡Cuánto egoísmo! - dijo ella. - ¿Qué ganó mi madre con esto?
- Dinero y una casa. - Jenna confesó.
- bien. Eso es lo que tomaré de ella. - dijo Camila, haciendo que Lauren pareciera sorprendida. - Y tú ...
¡Rua! - le dijo a Jenna, quien asintió con tristeza.
- Ya había preparado mis maletas. Lauren me envió a la granja ayer. - Camila rio y sacudió la cabeza.
- No creo que entiendas ... Déjame ser más clara. Estas en la calle No te alojarás en ninguna de las
propiedades de mi esposa.- Los ojos de Jenna se abrieron y miró a Lauren con desesperación.
- Lauren ... - Lauren miró a Jenna, pero la voz de Camila la hizo girar la cabeza hacia él.
- Sigues diciéndome que lo que es tuyo es mío. - recordó Camila mirando a su esposa. - Así que repito, a
Jenna se le prohíbe ingresar a cualquiera de nuestras propiedades. Estás en la calle! - Ella habló con
convicción. - Quién sabe, es posible que aprenda a dedicar su tiempo a algo útil en lugar de desperdiciarlo
tratando de separarnos.- Lauren solo suspiró y asintió.
-- Su pedido es una orden. - susurró Lauren, sellando los labios de Camila.

- No tengo a dónde ir ... - Dijo Jenna desesperadamente. -- Yo no conozco a nadie.

- No pienses que soy tan mala, te dejaré quedarte en casa de mi madre. - dijo Camila - Allí en medio del
bosque, como sueles llamar al pueblo.
- ¿Se irá tu madre?- Lauren preguntó confundida.

- Debían la casa. Tú dinero la mantiene allí. Entonces la echo, traigo a mi papá a vivir aquí si quieres y
Jennifer se queda en la casa.
- ¿Dónde vivirá tu madre?
- Ella tiene parientes por ahí.
- Qué rencorosa esposa mía. - dijo Lauren riendo, envolviendo la cintura de Camila con uno de sus brazos.

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- No le guardo rencor a nadie, simplemente no les doy la oportunidad de involucrarse en nuestro matrimonio
nuevamente. - dijo Camila
- Lauren?- La voz de John llamó la atención de todos. - ¿Enviaste por mí? - Lauren lo miró y soltó a Camila.
- Sí. Parece que todavía tenemos algunas cuentas que pagar. - Dijo, mirándolo de una manera tan intimidante
que el hombre lo sabía en ese momento; Jenna le había dicho.

Capítulo 53
Una lluvia de aplausos resonó en todo el enorme patio de la casa Cabello-Jauregui. Todo dedicado a
Lauren, fue su turno para agarrar el micrófono y dar la bienvenida al nuevo año por venir. Habían pasado
aproximadamente un mes desde todo ese lío con Jenna. Lauren se subió al podio y agarró el micrófono,
sonriendo amablemente a todos. El silencio se instaló sobre la multitud; todos atentos a lo que diría su
comandante.

-- Buenos días a todos. - Dijo, después de todo, en su ciudad era una tradición que el comandante
pronunciara su discurso por la mañana para que, poco después, todos pudieran comenzar a celebrar todo el
día. - Yo, Lauren Michelle Cabello Jauregui, tengo el honor de hablar con ustedes. Me gustaría desear los
deseos tradicionales de salud, paz, alegría, etc. - Dijo riéndose. - La verdad es que todos saben que odio los
discursos, solo estoy aquí porque mi esposa, la señora Karla Camila Cabello Jauregui ... - dijo Lauren
señalando a Camila, que estaba en la multitud y le envió un beso lejos, sonriendo de inmediato. - Insistió en
que yo hablara.

Hubo un gran ruido en el cielo y Lauren miró a la persona a cargo, y vio a Dinah sonreír.
- Mi pareja!- Gritó, haciendo reír a Lauren porque Dinah había disparado fuegos artificiales.
- Bueno, me gustaría informarle que me tomaré unas vacaciones por un período no demasiado largo, dejando
a la Sra. Dinah Jane Milika Ilaisaane Hansen Amasio como responsable de toda la armada, teniendo así el
poder absoluto como mi suplente.
- Mi pareja!- Gritó, haciendo reír a Lauren porque Dinah había disparado fuegos artificiales.
Dinah miró a Lauren con asombro. Nunca se imaginó ser digna de tal honor.
- También me gustaría presentar a mi madre, Clara Morgado, en público. - Dijo sonriendo, señalando a
Clara. - Si alguien maltrata a esa mujer, se la tendrá que ver conmigo. - Dijo en tono divertido. - Me gustaría
agradecerles delante de todos, madre, por haber concebido mi vida y por cuidarme a lo largo de ella. Te
quiero mucho y me siento honrada de poder llamar madre a alguien como tú.

Clara, que ya estaba llorando de emoción, se sentía como la mujer más afortunada del mundo. Nunca hubiera
imaginado que Lauren la presentaría frente al mundo. No es que pensara que Lauren se sintiera avergonzada,
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sino porque no había necesidad de decírselo a nadie más.
- Y finalmente, le informo que el arresto del Sr. John Bartholomeu Parker finalmente ha sido decretado por
violación e intento de fuga. - dijo Lauren, recordando el día que le habló.
- Lauren?,- La voz de John llamó la atención de todos. - ¿Enviaste por mí? - Lauren lo miró y soltó a
Camila.
- Sí. Parece que todavía tenemos algunas cuentas que pagar. - Dijo, mirándolo de una manera tan
intimidante que el hombre lo sabía en ese momento; Jenna le había dicho.

- Bueno entonces ?
- Espero sinceridad, porque de lo contrario las cosas se complicarán. - advirtió - Cuando se tienen
relaciones ... Usted sabe, con Jenna se llegó a decir que sí? ¿ Dio alguna indicación de que lo deseaba
tanto como lo hizo ?
- Ella fue quien empezó . -- Él responde. - Bajó mis pantalones y se arrodilló.
- Ella dijo que sí en relación al momento de la penetración? Responde mi pregunta! - Cambió su tono de
voz.
- Ella nunca dijo que no.- Lauren cerró los ojos y respiró hondo.
- No decir no no significa decir sí, idiota, bastardo. - dijo ella, sintiendo su sangre hervir.

- Ella trató de cargarse tú boda y que, ahora sales a su defensa? - John preguntó con incredulidad . -
Gran esposa fuiste a buscarte, ¿ eh Camila?
- Ella puede haber hecho lo que hizo, pero que lo hizo no le da el derecho de violar a alguien . -
respondió Camila . Jenna solo miraba todo en silencio .
- Ni siquiera sangró. No fui tan duro. La penetre como se lo merece - Lauren se contuvo para no dañar al
hombre.
- Voy a poner un palo de escoba en el medio de su ano con el fin de no tener un problema de entrar en
seco.- Gritó. - Y mira el lenguaje frente a las chicas. - dijo Lauren - ¿No aprendiste a ser un caballero?
- A la mierda . Se me acusa de algo que no hice.
- Yo te empujé , para que me soltaras pero eras más fuerte ... - Jenna fue interrumpido por John.

- Pensé que era Camila . - Se hizo cargo. - Pensé que te casarías conmigo, así que debería aceptar mi
placer.- Los ojos de Lauren se pusieron negros en el instante en que escuchó eso . Ella se acercó a él y
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agarró el cuello de su camisa, lanzando un puñetazo en la mejilla derecha del hombre.
- ¿Y cómo crees que decirme a la cara que violaste a alguien pensando en mi mujer mejora tu situación ?
- Ella gritó .
- Amor ... - dijo Camila tratando de tranquilizar a su esposa. - Sin agresiones . -- Pidió. - No necesitamos
eso.
- Ella sería mi esposa y , como esposa, tendría que dejarme follarla cuando y como quisiera. - Dijo
tratando de liberarse de las garras de Lauren.
- Eres un bastardo , sexista, anticuado y, a pesar de tener integridad en algunos puntos de tu vida, eres
un sinvergüenza con otros. - Habló, dejando caer su camisa. - Estás bajo arresto, John. Después de
cumplir tu condena, reflexione sobre su mente cerrada, porque tiene el potencial de ser una buena
persona .

- Usted no puede arrestarme! - Dijo riendo atónito. - Yo sólo me comía una puta que se entrego a mí. No
puedo ser arrestado por eso.
- Al abrir la boca solamente empeora su situación . Jennifer, ve a buscar a mis hombres. - Al escuchar
eso John cerró los ojos sintiéndose atrapado y comenzó a correr. Lauren solo sacudió la cabeza . - No te
preocupes . Aquí dentro él no escapará.
-- Era solo eso. Que comiencen las festividades. - Lauren gritó riendo, mirando a Dinah y Normani liberar la
gran explosión de fuegos artificiales en el cielo. Bajó corriendo de donde estaba y se acercó a Camila,
viendo que la joven miraba tristemente a un punto fijo. Lauren siguió la mirada de Camila y se encontró con
Sinu, vestida con ropa simple mientras le ofrecía verduras a la multitud. La mujer parecía exhausta y no se
concentró en nadie, demasiado avergonzada de que ahora todos supieran que la familia estaba en la ruina.
Un largo suspiro escapó entre los labios de la mujer.
-- Aún duele. - susurró Camila. - A pesar de haber hecho lo que hizo, ella sigue siendo mi madre. - Dijo,
apoyando su cabeza en el pecho de la mujer mayor.
- Sabes que si quieres podemos ...
- No. - Dijo Camila en voz baja. - Solo miraré desde lejos en caso de que tenga hambre algún día, no dejaré
que eso suceda, pero no quiero a alguien que venda la felicidad de su hija por dinero.
- bien. - dijo Lauren, besando la parte superior de la cabeza del amor de su vida. - Pero estamos en el último
día del año, no pensemos en cosas tristes. - Dijo sosteniendo su mano y arrastrándola.
-- ¿A donde vamos? - preguntó Camila, viendo a Lauren coger su caballo favorito y luego subirla a ella y
luego subirse en el mismo.

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- Es un secreto federal.- Lauren susurró, sosteniendo las riendas del caballo y corriendo al animal.
- Laur ... Sabes que odio no saber cosas. - Dijo Camila en un falso gemido tan pronto como pasaron el
puente donde se encontraron, al salir de la ciudad. El verde de la naturaleza dominaba la vista junto con el
azul del cielo. Los pájaros cantaban mientras volaban y no había nadie alrededor, ya que nadie vivía allí.
- No tengas curiosidad hoy. Es una sorpresa - dijo Lauren riéndose contra la piel del cuello de Camila.
- ¿Ganaré un premio por ser obediente? - preguntó Camila suspicaz, escuchando a Lauren reír suavemente
detrás de ella. - No te rías de mí, amor. - Preguntó con voz dulce.
- No me reí de ti, Camz.
-- Realmente Puedo dejarte castigado durante un mes si te burlas de mi necesidad física. - Dijo, apoyándose
contra el cuerpo de Lauren, acurrucándose en sus brazos.
- Perderías. Ere la que tiene menos autocontrol entre nosotros dos.
-- No soy no. - dijo con berrinche. Sintió que Lauren le mordisqueaba el lóbulo de la oreja, sintió la piel de
gallina en todo el cuerpo y decidió defenderse, moviendo el culo, haciendo que sus nalgas se frotaran contra
Lauren. Escuchó un gemido bajo y sonrió. - ¿Ves?

- No lo vi. - dijo Lauren - No vale la pena jugar bajo así. - Lauren se quejó, oyendo reír a Camila. -- No es
gracioso.
-- Si lo es. - Dijo Camila en un tono ligeramente ronco, haciendo que Lauren detuviera al caballo y le tomara
su mano derecha, llevándose los dedos blancos a la boca, chupándose el dedo medio e índice y murmurando
un "Hmm". Arrastrada, sensual y corta.
-Eso no sirve ...- susurró Lauren anestesiada.

- Si pudieras sentir cómo mi coño late con solo imaginarme que me estás chupando, amor ... - Dijo en un
tono arrastrante.
-- ¿Ah, sí? ¿Quieres jugar bajo? Bueno - La mano derecha de Lauren se deslizó por los muslos de Camila y
se acercó a su intimidad, esquivando la tela de sus bragas y los dedos de Lauren, que Camila había chupado,
se deslizaron tortuosamente en la más pequeña. Camila echó su cuerpo hacia atrás y suspiró.
-- Eso es maldad. - Camila gimió cuando sintió que Lauren le quitaba la mano. Jadeó al sentir besos de
Lauren a lo largo de la piel de su cuello y la dándole caricia con su mano libre en uno de sus senos.
-- Es cierto. Ahora que ambas estamos entusiasmadas, veremos quién tiene más control. - dijo Lauren,
volviendo a sostener las riendas del caballo, haciendo que Camila abriera la boca con incredulidad.

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-- No vale. Me acabas de tocar aquí. - protestó Camila, sintiendo que su intimidad palpitaba.
- Tú empezaste el juego de la provocación intensa. - Reclamó, haciendo que el caballo volviera a caminar.
No pasaron ni treinta segundos y Lauren vio a Camila resoplar todo el tiempo.
- No. No puedes! - dijo Camila - Necesitas terminar lo que empezaste. - Se quejó emocionada. Lauren se rió
suavemente y detuvo al caballo.
- Entonces, ¿quién tiene menos control sobre ti?- Lauren preguntó y Camila se inclinó sobre Lauren.
- Yo - susurró. - ¿Podrías ayudarme aquí? - Preguntó y Lauren asintió sonriendo.
- Pero rápidamente, ¿cómo estás? Lo arreglaré más tarde.
- Solo necesito venir. - Dijo cerrando los ojos cuando sintió el dedo índice de Lauren deslizarse hacia él.
-- ¡Oh si! - Murmuró intoxicada de sensaciones tan pronto como Lauren deslizó otro dedo dentro.
Sintiendo que Lauren tomaba empujes lentos y fuertes, se mordió el labio, inclinándose más en la comodidad
de los brazos de su esposa, después de todo, no quería caerse. -- ¡Eso!
-- ¿Así? - preguntó Lauren sintiendo su propio pulso sexual cuando escuchó la respiración pesada de Camila
en medio del gemido.
- Oh, Dios ... - Sintió los dedos de Camila apretarse sobre su muslo y vio las piernas de la mujer abrirse un
poco más. - Esto es ... ¡ah!- Lauren mantuvo el ritmo, masajeando el clítoris de Camila con su pulgar. - Sí,
Lauren ...

[...]
Cinco minutos después volvieron a la normalidad. Camila se acurrucó entre Lauren y los brazos de Lauren,
llenando el cuello de Camila con castos besos.

- Parece que llegamos. - dijo Lauren, deteniendo el caballo y entregándolo a uno de sus hombres tan pronto
como ella y Camila se bajaban. - Eres libre de disfrutar tu día, Tom.
- ¿Me trajiste a volar el último día del año? - preguntó Camila cuando vio al enorme Zeppelin parado allí.
- Sí. Pensé que ... - Sus mejillas se sonrojaron cuando notó que nunca le había preguntado a Camila si estaba
de acuerdo con la idea, pero no pudo, después de todo, fue una sorpresa. - Pensé ... - Dejó salir un largo
suspiro de sus pulmones. -- Me disculpa. Si quieres volver nosotros ...
- No seas tonta. - Camila interrumpió a Lauren, sonriendo cuando vio que su esposa todavía se sonrojaba en
situaciones como esta. -- Yo lo adoré. - Susurró acercándose a Lauren y dándole un beso largo en la mejilla
izquierda.
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- Bueno ... - comenzó Lauren, suspirando tras el toque de Camila. - Entonces ven conmigo. - Dijo
entrelazando sus dedos con los de su esposa. Ambos se subieron al zepelín y Camila frunció el ceño.
- Lauren, no hay nadie! - dijo Camila asustada
- Exactamente Esta vez seremos solo nosotros dos. - dijo Lauren, acariciando la mano de Camila.
- ¿Sabes cómo guiar esto?
-Si- dijo Lauren, riendo. - No te preocupes, ¿de acuerdo? Yo ...
- Nunca me pondrías en un lugar donde no fuera seguro para mí. - Dijo sonriendo al recordar la frase que su
esposa le había dicho la primera vez que volaron juntas. -- Sí, lo sé. - Concluyó con un suspiro tonto.

- Exactamente - dijo Lauren, haciendo que el Zeppelin tomara vuelo. Tan pronto como estuvieron a salvo en
el cielo, ella reguló el calentamiento de las cámaras de aire caliente y se acercó a Camila, que admiraba
todo encantada. La brisa cálida tocó sus caras y, a diferencia de la última vez que volaron, esta vez no había
rastro de frío.

- ¿Recuerdas lo que pediste el día que nos conocimos? -Preguntó Lauren acercándose.
- ¿Jugar a los guijarros contigo? - preguntó Camila confundida y Lauren sacudió la cabeza.

- No. Digo cuando arrojaste una piedra al río y pediste un deseo. - Camila sacudió la cabeza.
- No lo recuerdo, lo siento. - Le confesó.

- Bueno, tus palabras fueron: "deseo algún día estar encima de una estrella y despertar donde las nubes están
justo debajo de mí, donde los problemas se derriten como gotas de limón, justo encima de las chimeneas de
toda la ciudad." - Le dijo.

- ¿Grabaste mis palabras? - preguntó Camila sorprendida.

- Bueno, es la letra de mi canción favorita. No fue dificil. - confesó riendo. - Me preguntaste con tanta
devoción que tuve que hacer algo al respecto. - Señaló hacia abajo y continuó. - En este momento estamos
muy por encima de la parte superior de las chimeneas de la ciudad y mañana, tan pronto como despertemos,
las nubes estarán debajo de nosotras.- Camila sonrió y se volvió hacia Lauren.

- Sin mencionar que, contigo a mi lado, los problemas se derriten como gotas de limón. - dijo Camila
dejando un dulce beso en la clavícula de su esposa. - Entonces pasaremos la noche aquí, ¿eh? Lauren asintió,
sonriendo. - Solo tenemos un problema, amor ...

- ¿Y qué sería?- Lauren preguntó confundida.

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- No estamos en la cima de una estrella según mi pedido. - bromeó. Lauren sonrió y se inclinó, tocando
suavemente sus labios.
-- ¿Quien dijo?-- Susurró, inclinándose y señalando al costado del zeppelin. Camila abrió la boca con
incredulidad mientras leía el cartel de oro escrito "Estrella".
-- ¡No lo creo! - dijo Camila llevándose la mano izquierda a la boca. - lo hiciste solo para ... - Sus ojos
comenzaban a llorar. Lauren, la mujer que en medio de su primera vez interrumpió el acto para explicar el
sangrado, solo porque vio miedo en los ojos de Camila, sin preocuparse por su propio deseo al poner a
Camila primero; la mujer que se casó con ella para salvarla de las garras de algún pervertido; la chica que,
aunque estaba locamente enamorada de ella, se limitó a tener solo una amistad, incluso después de la boda;
ahora había hecho un enorme letrero dorado en uno de sus zeppelines solo para Camila. La más joven
sonrió, llorando de emoción. Se había casado con la mujer más dulce del mundo y no pudo evitar sentir que
su pecho explotaba de amor.

- Todo por ese brillo en tus ojos. -Lauren susurró, acariciando su rostro suavemente.
- Me tienes de pies a cabeza. - susurró Camila, cerrando los ojos para sentir la caricia de Lauren. - Y te
quiero mucho ... mucho. Nuestros hijos tendrán suerte de tenerte como madre.
- ¿Quieres hijos? - Los ojos de Lauren se iluminaron ante eso. Siempre había soñado con tener niños
corriendo por la casa, sin embargo, pensó que nunca encontraría a alguien que pudiera amarla, ahora, casada
con Camila, su sueño no parecía tan imposible.
- Muchos de ellos. - Susurró Camila, envolviendo sus brazos alrededor de Lauren mientras se inclinaba.
Suspiró, sintiendo su cálida y suave lengua tocar la de ella. El viento hizo que sus cabellos se mezclaran y
Camila sonrió entre besos; no podría haber deseado nada mejor que lo que tenía; El amor de Lauren.
Tan pronto como terminó el beso, Camila apoyó la cabeza sobre el pecho de su esposa, aún abrazándola, y
contempló el silencio completo. Lo único que Camila escuchó fueron los pájaros, que aún se podían
escuchar desde allí, y la respiración de Lauren, junto con los latidos de su corazón, ya que tenía la cabeza
sobre el pecho de la mujer mayor. - Es casi como si estuviéramos fuera del planeta. - dijo Camila
serenamente, frente a la inmensidad de todo. El viento le revolvió el cabello, pero para Lauren solo hizo que
Camila se viera aún más hermosa.

- Y nosotros lo estamos.- Lauren susurró, besando la parte superior de su cabeza. Camila apoyó la barbilla
sobre el pecho de Lauren y la miró atentamente. Esos verdes la quemaron de la mejor manera posible. -
Estamos en un lugar propio.
-- ¿Ah sí? - preguntó Camila riendo suavemente.
- Sí. ¿Puedes identificarte? - Camila sacudió la cabeza, mientras sonreía, mirando los labios rosados ??de su
esposa.- Después de tanta tormenta parece que, finalmente, hemos llegado más allá del arcoíris, Camz. -
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Terminó al ver la sonrisa más bella en el rostro de Camila, inclinándose y transmitiendo todo el amor que
había en su corazón a través de ese dulce beso.
En algún lugar más allá del arcoíris, en un lugar muyalto, hay una tierra de la que escuché una vez, en una
canción de cuna. Allí los cielos son claros, los pájaros azules vuelan por esos cielos y los sueños que te
atreves a soñar se hacen realidad. Camila solía soñar con el amor, y Lauren ... Bueno, Lauren solía soñar
con Camila.

FIN

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