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Libro 2
Libro 2
libros y
poemas
" Cualquiera podría pensar que la Navidad es un día feliz para todos, aunque sea un
legado comercial, una excusa frívola para consumir todo un mercado de regalos, hasta
licores, y dejar que las borracheras causen accidentes y crímenes. Se ha transformado en
un negocio que provoca que mucha gente pobre se endeude hasta el último de sus días, en
infinitos créditos de las rapiñas casas comerciales... Aún así, quiérase o no aceptar, por
razones morales y espirituales, la famosa Navidad es un momento también de unión
familiar, de reflexión, un llamado a la solidaridad, al perdón, al amor y a la paz... Muchas
personas en el mundo disfrutan de este día, compartiendo el agradecimiento a la vida, con
algo de bondad, regalándose mutuamente, cualquier objeto como símbolo de cariño...
También hay confusiones religiosas al respecto que no importan mucho en este momento...
Mientras tanto, durante la noche de navidad, cuando las familias se preparan para comer
cosas ricas, y luego ir a buscar los regalos, hay rincones tristes y obscuros de nuestra
sociedad, (que muchos por ahí prefieren no observar), en que los más sensibles a este día,
( que son los niños ), sienten una enorme soledad porque los golpea un abismo profundo
de necesidad y de dolor...Les falta ropa, comida, casa, amor y familia... sí, familia, porque
no todos los niños tienen una familia que los cuide, los ame y los proteja...ese día, muchos
niños y niñas están abandonados en una casa de menores del Sename, o porque no tienen
padres, porque están en la cárcel, o porque estos los abandonaron a su suerte,
despreciándolos desde antes de nacer...Hay personas que no quieren a los niños, padres y
madres los abandonan como basura, familias sin misericordia...
La noche de Navidad, en que el mundo "normal" disfrutará una cena, y todos abrirán sus
regalos, se podrán ver niños domando bicicletas, jugando con autitos y muñecas, y en las
calles se escucharán los estallidos de los fuegos artificiales, pero a la misma hora, justo a
la medianoche, ( presten atención en sus corazones), cientos de pequeños ya se habrán
dormido, porque de acuerdo a las normas, se deben quedar dormidos bajo pena de castigo
sino guardan silencio, antes de las diez de la noche...yo estuve ahí más de alguna
Navidad, solo entre otros niños, y no podía dormir, quizás, ( no sabía nada con exactitud,
sólo vagaban mis pensamientos), porque no había comido nada rico, salvo, ( durante el
día ), un rancho mejorado de comida prácticamente dietética, muy pobre y miserable, una
jalea, un helado y algunas galletas, no mucho, porque o sino la administración del
Sename no podría robar tanto del minúsculo presupuesto estatal destinado para mantener
a los infantes recluidos...
Así que cada cierto rato, durante esa noche, en medio de la obscuridad de la habitación
colectiva, hacinada, se escuchará a algunos niños llorar casi en absoluto silencio, pero
igual, amargamente, por todas las razones de injusticia y horfandad, a causa de extrañar
a sus familias, o por los maltratos sufridos casi todos los días de parte de algunos
funcionarios verdugos, o de parte de niños más grandes y abusadores...yo no quería
regalos, y la comida siempre me faltó, así que no conocía la diferencia, sólo quería una
familia, una mamá, un papá, una abuelita para mí solito, pero era un sueño demasiado
atrevido, cruel, abstracto e irreal, sólo podía aspirar a escapar a la calle cuanto antes, para
dejar de ser abusado sexualmente, o que me pegaran porque se les da la gana, y buscar la
aventura de cualquier destino... Así que sí, yo tenía muchas razones para llorar también,
pero aprendí a ahogar mis llantos con mi boca en la almohada, y así me quedaba dormido
hasta que las lágrimas de mi corazón ya las había vaciado todas...
Uno de mis mejores deseos era poder estar libre en las calles pronto, y así lo logré algunas
veces, como muchos niños y niñas que no tienen hogar, o han escapado de las garras del
estado, y así nos dibujamos como mejor pudimos un árbol navideño y regalos, pero de
fantasía...en mi caso yo ya había caminado muchas calles durante la Navidad, mirando
a los niños del otro mundo, felices y bien cuidados, o me había cansado de recorrer
Santiago en micro, por último podía subir a las micros sin pagar, y yo iba mirando por
la ventanilla los adornos de la ciudad donde la gente se veía, como si todos fueran felices...
Pero realmente mi única felicidad, como la de tantos otros niños pelusas como yo, era la
de dormirme aunque sea en un rincón de paz y seguridad, en alguna caleta del río
Mapocho... Era dichosa la libertad después de todo, qué mejor Navidad iba a querer un niño
wuacho, no había
amor, ni juguetes,
ni nada, ( qué era el
amor realmente ? ), pero la
libertad es el mejor
regalo del mundo,
y vale más que cualquier
Navidad, muchos
niños y niñas, no
queremos otro regalo,
que nuestra libertad,
no estar presos como si
fuéramos
delincuentes, si sólo nos
dejaron
abandonados, no es un
crimen no ser amados
cuando niños, no
elegimos nacer en un
mundo que no nos
querría.
En esta navidad,
sólo déjennos dormir,
así podremos soñar...no nos hagan daño por favor"...
" A veces nos preguntamos por qué nos suceden ciertas cosas, y nos damos cuenta que
una de las razones es porque nos hemos equivocado. Pero también nos ocurren algunas
injusticias, y nos enfrentamos a pruebas muy duras de soportar, que no tan sólo
atormentan nuestros cuerpos y alma, sino que además estas pruebas amenazan con
destruirnos. Sin embargo, hay una razón universal y sublime para todo, y si algo
hemos aprendido es que definitivamente las casualidades no existen, y una de estas
razones es lograr que nos miremos en el espejo de nuestras vidas y reflexionemos en
qué hemos fallado. La otra razón es para volvernos más fuertes, cuyo fin es
capacitarnos para poder volvernos un puente sólido, por el que puedan pasar otros seres
que sufren por algo. La experiencia del sufrimiento no es tan sólo para dolerse y llorar,
esta experiencia en que superamos las dificultades, y enfrentamos a gigantes, es
sabiduría pura, y sirve como escudo, espada y faro luminoso, que sin duda salvará
muchas vidas... Porque nuestras vidas son también parte de una sociedad, en la cual
debemos ser apoyo y edificación, y las pruebas que enfrentamos y todas las
dificultades, son el medio justamente con el cual nos liberamos del egoísmo en primer
lugar, y así nos transformamos en un mejor ser, cuya luz hará de muchas formas
que este mundo sea mejor para tod@s nosotr@s, de hecho una forma de sanar nuestras
propias heridas, es ayudando a soportar y sanar a otr@s...
Así que demos gracias al cielo y a su arquitecto, por las batallas que estamos
luchando. No es hora de rendirse, sino de vencer !!! "
" Los pétalos de Jazmín "
"Noche...
Algunos edificios ven a Jazmín
veinte años, subir a un automóvil...
Ruge petulante el motor entusiasta,
rodando a prisa hacia algún rincón
de la profundidad selvática de la
ciudad, mientras el otoño, de su tibio
aliento expira una brisa melancólica,
arrastrando unas hojas
verdeamarillentas y secas, que de
súbito y en pueril juego, las
arremolina hacia el cielo que nos
mira a los mortales, a veces tan
ajeno...
En esa cama fría, de sábanas
perfumadas con loción barata, un
hombre de quizá cinco décadas,
devora a la mujer, con la torpeza de
una lujuria adolescente. Jazmín
muñeca de trapo, soporta el nauseabundo jadeo alcoholizado y unas mordidas e n sus
pechos delicados y adoloridos... Los minutos son eternos y tormentosos, hasta que el
hombrecillo se deja caer por fin sobre el casi asfixiado y joven pecho femenino donde
tamborea su lastimado corazón... Cobra su dinero y se marcha sola, caminando hacia su
casa, que por casualidad estaba a unas cuadras... Era ya la madrugada, entró descalza
sosteniendo los tacones en sus manos, para no despertar a sus pequeños hermanos. Entró
al baño, y en la llovizna de la ducha se desmugró los sudores profanos, entre los que unas
fugaces e hirvientes lágrimas se le escaparon y se diluyeron...
Jazmín despertó sobresaltada por la alarma del reloj. Se apresura, los niños y su madre a
quienes con su "trabajo nocturno" ayuda dándoles mejor vida, aún duermen cuando ella
les besa cariñosamente, debe llegar a su otro trabajo, uno diurno, más convencional y
esclavista, como casi todos los trabajos que ofrece el gran capital mezquino de los
poderosos...y en el velador del dormitorio materno deja unos billetes... Su buena madre
nunca pregunta sobre ese ingrato dinero, ni de las salidas nocturnas de su hija...
Son las nueve de la mañana, antes de ir a trabajar a la fábrica de muebles, Jazmín saluda
con besos y abrazos a otro hombre bastante mayor, pero no es uno de sus clientes
noctámbulos, éste, al hablarle unas palabras, llenas de promesas, logra hacerla sonreír,
tanto, que brilla mil soles en sus miradas aún de niña, porque su padre le noticia que
saldrá en sólo unos meses más de la cárcel, por la que la abandonó tan cruelmente...
Ella aborda un taxi colectivo...y la ex penitenciaria queda atrás, y las callejuelas pasan
indiferentes por la ventanilla, por donde se aventuran las miradas llenas aún, a pesar de
todo, de las ingenuas esperanzas de Jazmín, la niña bruscamente hecha mujer, y heroica
matriarca del pueblo"...
" Natasha, y el amor de tu
padre fugitivo "
🌸
"Era la madrugada de ese
16 de febrero, a pocas horas
del amanecer. Yo había
alcanzado a dormir cerca
de tres horas, entre
huracanes de cosas que
ocurrían en mi vida...
Estaba volcánicamente
estresado. Quería dejar mi
vida de delincuente, y se
me estaba haciendo cada
vez más difícil, con
mayores responsabilidades, y dificultades, pero quería dejar de correr, de eso sí que
estaba bien seguro...
Las jugarretas del destino nos había echo perder una casa que nos arrendaban en la
comuna de Puente Alto. La policía andaba muy cerca... Cada cierto tiempo debíamos
dejar abandonadas las casas en que vivíamos...Me buscaban hace años, y no era el
momento de entregarme. Tuve que pedirle ayuda a un mecánico, (que me arreglaba
nuestro cacharro en el cual solíamos salir de paseo en bulliciosa patota familiar),
Ricardo se llamaba, y le pedí prestados unos dormitorios que tenía desocupados en su
parcela, allá en las alturas de Peñalolen, donde aún en sus cielos pueden verse algunos
cóndores, planeando entre las suaves oleadas de los vientos andinos...
Sería por unos días, por mientras que encontrábamos una casa adecuada para dos
adultos y cuatro niños, o sea tres, pero contigo que nacerías en cualquier momento,
cuatro...
Tu nombre ya lo habíamos acordado con tu mamá. No quisimos saber la exactitud de
tus ecografías, porque en mi instinto de padre, sabía que eras una niña, y convencí a
tu mamá de esto, y ella confiaba en mis percepciones...
Así que la urgencia era lograr rápido una casa grande, con árboles y jardín, para tener
harto espacio donde correr con los niños, ( tus hermanitos ), entre los perros callejeros
que íbamos a llevar para vivir con nosotros...
Con tu mamá cuando andábamos por ahí, siempre recogíamos perritos garrapatientos
que habían sido abandonados, les salvábamos la vida, los criábamos un tiempo, y
luego les buscábamos un mejor hogar, así que por cada lugar en que vivíamos
teníamos nuevos compañeros perrunos, ahora no sería distinto...
Aaah, ya te mencioné que tenías hermanitos en ese momento, sí poh, estaban Nicolás,
Cristóbal, y la Tania, en ese orden. La Tania y el Cristóbal eran chiquitos, mientras
el Nicolás ya tenía seis años, quien despertó en el instante más importante de tu vida
Natasha, y mientras nacías vió y preguntó todo sobre tí...
Esa noche, afortunadamente llegué temprano, quise dormir urgente para refrescar mis
energías...
Repentino como cada segundo que transcurría veloz, pero eterno e intenso a la vez, tu
mamá me despertó,
- Chinitooo ! Chinitooo !!! , ( así me llamaba tu mamá por mis ojos pestañudos, que
ella a veces besaba con cariño, aunque yo le llamaba igual a ella )...
Abrí mis ojos con dificultad, miré su cara de asustada :
- Viene ahooora. ( Dijo tu mamá en grito murmurado )...
- Pero cómo mi amor, si aún faltan unos días, estás segura ?. Y claro, la mayor
evidencia fue el agua, se había roto la bolsa en la cual habías nadado casi nueve meses,
y ahí estaba el líquido amniótico, derramándose en la cama de dos plazas. Me levanté
de un brinco, y me vestí, tomé las llaves del auto, hacía algo de frío, en verano hace
frío en los cerros cercanos a las montañas, tenía que calentar un rato el motor del
automóvil, pero mientras yo lo hacía, un grito desgarrador de tu madre cortó la brisa
de la mañana, interrumpiendo mi primera urgencia, que era llevarlas a un hospital :
- Chiniitooooo !!!
Dejé el auto ahi botado sin pensar, corrí vuelto loco... Cuando entré al dormitorio Nicolás
estaba despierto, y me preguntó de inmediato :
- Qué pasó papá???
Erika se apresuró indicándome con mímicas lo que ocurría entre sus piernas...Y
obviamente mis ojos se fueron directo a las piernas de tu mamá, y tú también estabas
ahí, asomando tu cabecita. Un sólo segundo, pero infinito, me hizo reflexionar y darme
cuenta :
- Pero si yo sólo sé curar rasmilláduras de codos y rodillas de mis hijitos, pero atender
un parto?
- Chinitooo !!! reacciona !!!
Los gritos de tu mamá los escuchaba, pero yo estaba en un trance...Esa noche llegué
temprano por fortuna, preparándome para trabajar al día siguiente, porque faltaba
dinero para pagar el arriendo, y a la misma vez mientras yo vagaba por las calles en
busca de suerte, robando, buscaba desesperadamente esa casa que ya iba a aparecer...
Es un gran lío quedar en la calle de pronto con tu pareja y tus hijos, las leyes de las
probabilidades no respetan si es invierno o si está lloviendo, y en el caso de los que
buscamos arriendo de un día para otro, o sí o sí, es una locura, más aún con poca plata
y con la familia junto a ti como fugitivos de la justicia, ufff, sí, porque hace rato la
policía andaba tras de mí, ya era hora de que yo diera cuenta de mis acciones delictivas
a la justicia, y eso yo sabía que ocurriría de un momento a otro...
Mi voz se activó para responderle a tu hermano Nicolás :
- Es tu hermanita Nico, decidió nacer ahora...
Fui hasta tí Natasha, tenías el cordón umbilical enredado en tu cuello, me apresuré, te
desaté y aparté una gelatina que impregnaba el cordón y que también tenía cubierta
tu carita, te desenredé fácil, tosiste, te tomé en brazos y acerqué mi aliento y labios a
tu boca, entibiandote el primer beso que recibiste en este mundo, y no me había dado
cuenta que varias lágrimas rodaban por mis mejillas... Todo ocurría al mismo tiempo..
- Es tu hermanita Nicolás !!!
Tu hermano se acercó a tí para verte mejor, te besó...
- Viste chinita?, es la Natasha, yo sabía!!!
Erika me miró con ternura, yo estaba regocijándome de felicidad...
Un pecho lleno de leche te esperaba, tu mamá te observó, tu comenzaste a llorar, pero te
calmaste altiro cuando comenzaste a succionar la leche del amante pecho de tu madre...
Ahora venían nuevos soles del verano desde tu llegada a este mundo, y yo debía
procurar asegurarte tu estadía y felicidad, y la de tus hermanitos y mamá, lo mejor
posible. Debía abandonar mi vida delictual, debía ver cómo hacer para ser un papá como
te mereces, aunque no siempre salen muy bien las cosas en la vida, por mucho que nos
esforcemos, pero como en todo y como siempre, yo lo iba a intentar, después de todo, no
creí que dejar de ser un delincuente iba a ser tan difícil... Aunque nunca lo había
intentado, y no me había importado hasta ahora, pero había algo de lo que si estaba
seguro, era que quería disfrutar de mi familia, la que yo había hecho, medio mal,
medio loco, sin formación moral, ni menos intelectual, así que sin más que mi
instinto iba, ( no sabía cómo), a forjar una estabilidad económica y familiar, quería
dejar de huir, cortar el eslabón, la maldición del abandono de mi familia que tuve que
enfrentar en el Sename y en las calles, y la desgracia de mi vida cómo delincuente...
El desafío era inmenso, porque debía enfrentarme a mis malos hábitos, a lo mal
aprendido, a mis defectos y errores...Yo no elegí esta vida amor, mi pequeña, así como
tú tampoco pediste venir al mundo, pero aquí estamos, haré todo de mi parte para
cambiar mi vida para ti...
Fui el primero en adorarte hijita mía, sólo espero no decepcionarte, haré todo lo posible
y necesario, no me rendiré, hasta darte lo que mereces, todo mi amor y dedicación,
aquí estoy, y si es que el destino llegara a separarnos, porque debo enfrentar mis
culpas, y la justicia de la injusticia, y a los fantasmas que me persiguen, los derrotaré
y volveré a tí, aunque demoren mis pasos, y te abrazaré, te mimaré y te cuidaré, ya
no tendrás que ser la hija de un ladrón, sólo robaré tu corazón, lo prometo amor, lo
prometo, recuérdalo, si me marchara de pronto, yo no lo quise así, pero volveré hijita
mía, espérame por favor, y si me tardara haciendo más crudos tus inviernos por mi
ausencia, perdóname por favor, devolveré todas tus primaveras a tu corazón, con todo
mi amor, el amor que te mereces "
"Ser niño y jugar, o no ser"
"Era bonito vivir en el campamento
Raúl Silva Henríquez... El calor de
hogar que sentía en esa casita
"mediagua", (de las que da el Hogar de
Cristo, donde me había recibido un
matrimonio humilde de músicos
callejeros), mientras comíamos una
sopa de pan frito, inundaba mi alma de
una extraña y pacífica felicidad, de esa
felicidad que lleva a la reflexión
instintiva del agradecimiento. Así que
el barro en las callesitas sin
pavimentar, sitiadas durante el día por
las tanquetas militares de Pinochet, y
sus balas fugaces y cobardes
disparadas intermitentemente contra la
pobreza, que sostenía una cuchara
hambrienta en una de sus tantas
manos revolucionarias, mientras que en la otra, una ingenua y defensora piedra, no
me estaban ahuyentando de sus parajes de soles pálidos, y vientos con olor a pólvora,
era un otra cosa de mi percepción salvaje de niño calle, (recién fugitivo del Sename),
que me llevaba a cruzar todas las fronteras, en búsqueda de un camino y una historia
propia, (porqué no), y quise conocer el famoso centro de Santiago, que ya había medio
andado por algunas de sus calles junto a mis amiguitos, (que había hecho en la
población Pablo de Rocka), cada vez que me invitaban a robar, así fui aprendiendo
nuevos nombres de avenidas, plazas y parques de árboles gigantes y flores curiosas a
las que les revoloteaban avispas y abejas, que no había visto tantas especies juntas, en
los diez años de mi infancia ya casi toda robada... Hasta que decidí irme, a pesar de
que ya había echado ciertas raíces de apego en el campamento, a ver qué otras cosas
aprendería, qué personajes, y qué lugares conocería...
Me fui a vivir a una hospedería de la calle Aldunate sector Parque O'Higgins, donde
dormían también comerciantes ambulantes, y algunos ladrones... Santiago era ahora
mi casa, una casa bien grande y peligrosa, pero a la vez llena de posibilidades...
Y empecé a salir a robar solo, era más fácil, porque un niño pasaba obviamente más
desapercibido que cuando andaba junto a seis o más niños de mi pandilla...
Casi siempre yo andaba en una bicicros, con unos pantalones cortos, polera, y una
mochila en mi espalda para introducir ahí los objetos que sustraía en casas y locales
comerciales de por ahí, y unos "walkman" en mis oídos, que me tranquilizaban
escuchando Sol y Lluvia y Jean Michel Jarré... Nadie se fijaba en un niño como yo, me
mimetizaba bien, y empecé a usar esta ventaja profesional de invisibilidad, para
divertirme de vez en cuando un rato, en unos columpios, ( por ejemplo ), que me
encontré por ahí en un parque llamado "Forestal", cerca del bullicioso y antiguo barrio
Bellavista, a los pies del cerro San Cristóbal, y la hoy emblemática "Plaza Dignidad".
Dejaba mi bicicleta tirada en el pasto húmedo, y caminaba a paso seguro y travieso
hacia los juegos metálicos que chillaban sus tuercas por falta de aceite... Siempre
habían hartos niños y niñas que me aceptaban de inmediato como compañerito de
juegos, eran niños con ropas bonitas y bien aperfumados, de caras rosadas, que la
mayoría se divertían junto a sus padres... Me di cuenta que hasta mis amiguitos de
las poblaciones tenían papá y mamá, como los del parque Forestal, pero yo no andaba
buscando ser adoptado en todo caso, simplemente quería jugar, correr, subirme a un
resfalin, competir quién de los niños que estábamos ahí saltaba más lejos del columpio
sobre la arena granulada en la que más de una vez nos rasmillámos los codos y
rodillas... Disfruté entonces del éxtasis embriagador de esos colores alegres, y aromas
florales, muy distintos del frío blanco y negro de los sectores marginales, que por
fuerza de hambre y desprotección me había tocado conocer, fugitivo de la realidad que
me había mal tocado...
Así, al comienzo de muchos atardeceres sobre las copas de los árboles, se me asomaban
cielos azulados, rojizos y verde rosados, de un sábado o domingo cualquiera, ( porque
en esos días se juntaban a jugar más niños y niñas), me ponía a jugar como un niño
"normal", y olvidaba así que era un wuacho, eso no me dolía si podía a veces sonreir.
Descubrí que los pobres de tanto, podíamos ser felices con cosas pequeñas y sencillas,
como escaparse a un parque o plaza como yo lo hacía, para eso no se necesita tener
dinero. Se es feliz en un instante, y yo no estaba dispuesto a dejar pasar ninguno sin
disfrutarlo con todo mi corazón, que se columpiaba ajeno a los golpes y recuerdos,
dentro de mi alma alborotada, nadie me podía quitar eso por lo menos, los instantes
que yo construía.
Es cierto, yo era un vago de la calle, pero hice míos los jardines más hermosos, que
encontraba en mi camino, que tantos parecen ignorar, encerrados en sus casas o
trabajos, encerrados en sí mismos, sin saber qué hacer o a dónde ir a pasarlo bien, ni
saben que sale el sol, o que hay un cielo... Tienen familia, una plaza cerca, tienen vida,
y no saben que ser feliz va más allá de las aspiraciones materialistas, y es tan fácil,
sólo respirar cada momento, como sino hubiera otro...
" La conquista del campamento Raúl
Silva Henríquez "
" En aquellos días de los ochenta en
Chile, el invierno parecía no terminar
nunca... Yo recién había logrado huir
de la casa de menores de San
Francisco perteneciente al Sename, y
me encontré entre nubes de lluvias y
tormentas, y otras tantas lágrimas
de impotencia que eran nuevas para
mí, mezclándose con los gases
lacrimógenos que lanzaban los
verdugos policiales del gobierno
militar, que de vez en cuando se
asomaban para dispersar a las cientos
de personas que protestaban
resistiéndose al desalojo siempre
brutal, y la gente peleaba, porque no
tenían nada, la dictadura se había
encargado de quitarles toda posibilidad de desarrollo social y de sobrevivencia. Dejar
que esa toma de terrenos resultara, ( o sea que se mantuviera, porque las familias ya
estaban ahí y nadie tenía intención de marcharse ), dejaba en evidencia la necesidad
y pobreza que causaba el gobierno, así que cuando venían a atacarnos, era para
borrarnos de cualquier modo, y mientras lo casi lograban cada vez que arremetían,
los cómplices de Pinochet, que compartían el poder, seguían robando cual festín sádico
vil y vampirezco, todo, incluso muchas vidas de los que lucharon sin miedo contra su
cobarde opresión, en otras tomas, y las apagaron, dejando charcos de su sangre
patriota, salpicada en el barro de otras callesitas que intentaron formarse, para sacar
de la miseria a sus hijos... Pese a todo, desde lo profundo del alma de tanta tierra
abonada con esa valentía, los pobladores de esta nueva aventura social vieron
levantarse imponente y testarudo, al campamento Raúl Silva Henríquez, no pudieron
contra ellos, logrando establecerse, con orgullo y sin miedo...y yo por fortuna del
destino, llegué justo cuando necesité la cobija de un hogar...
Habían muchos niños como yo, de todas las edades, pero los que ya alcanzábamos los
diez años, teníamos que correr, y lo hacíamos contentos cuando llegaban unos
camiones o camionetas, muy especiales, pues venían conduciéndolos miembros del
Frente Patriótico Manuel Rodríguez y del Lautaro, quienes recién los habían asaltado,
expropiando su carga como botín, que ahora eran "donaciones de alimentos", para que
pudiéramos hacer las ollas comunes... No es un mito, teníamos nuestros propios Robin
hood chilensis, y parte de sus luchas, recorrían calles y carreteras para tomar algo de
lo que nos habían saqueado a todos los chilenos, de esos vehículos pertenecientes a
tantas empresas de alimentos que eran parte de la asociación neoliberal que azotaba a
nuestro pueblo...
Los cabros chicos varios a pata pelada y con los mocos colgando de frío, teníamos una
misión instintiva no encomendada por nadie, sabíamos simplemente de alguna
manera, que debíamos ayudar a repartir la comida velozmente a todas las familias...
teníamos que ayudar a esconder esos víveres unas horas, hasta asegurarnos que la
policía no había seguido a nuestros héroes... Eran pollos crudos y pan, y otras veces
cigarrillos, azúcar, fideos y paquetes de arroz, tarros de jurel, y con suerte en alguna
ocasión llegaron dulces... Mientras tanto nuestros salvadores se perdían rápidamente
zigzagueando las callejuelas, hasta una nueva oportunidad, la que los niños y niñas
esperábamos ansiosos en cualquier momento, de cualquier día, en que muchos
podríamos comer más que una simple sopa de pan frito como acostumbrabamos, y ese
día era una fiesta popular muy linda... Así que cuando ya no había peligro, en los
pasajes del campamento desfilaban decenas de familias frente a una olla común de la
cual podríamos comer todos... Aunque en más de alguna ocasión igual llegaron esos
hombres de verde armados, jugando a la guerra, y daban vuelta las ollas con comida
caliente en el barro, y aunque la mayoría escapabamos en estampida, igual se
llevaban presos a los hombres adultos que no huyeron y que se resistieron, como
primera línea para defendernos a las mujeres y niños... Los malvados policías,
también se llevaron a más de algún niño, que no veríamos nunca más "...
" Invisible "
" Entonces, el cansancio, el hambre y la desesperanza, se transformaban en un
laberinto infinito que llevaba a cuestas, con pena y con mucha rabia, y me detenía
rendido bajo el mismo
puente de la vieja Estación
Mapocho, donde llegaban
también otros niños y
niñas que no habían tenido
mucha suerte como yo, al
salir a caminar, a probar
cualquier destino que se
nos cruzara... Algunos
lográbamos una que otra
moneda, y un niño más
grande iba a comprar algo
de comer a la Vega Chica, y
a la ferretería... Así que
pasábamos la tarde en
grupo, para que no nos
fuera a pasar algo peor de lo
que ya habíamos medio
vivido, y el poco sol del
invierno, se transformaba
en una noche sorda,
mezquina y fría...
El mundo adulto que me
veía hace unas horas
caminando por las calles, pasaba de largo, parecían asustarse, sin detenerse cuando
les pedía una moneda, y a veces me contestaban bruscamente, casi con desprecio :
- No tengo, trabaja, ándate a tu casa, no molestí...
...como si tuviera casa, o alguien me fuera a dar trabajo, de repente no tenía ni pan al
final del día, y ya no quería pensar, ni ser más humillado, ni soñar, si mis sueños se
habían destruido hace rato, sólo me quedaba huir, aunque fuera unos momentos, de la
impotencia, hacia ninguna parte, ahí, aspirando algo de neopren, lo que no faltaba
casi nunca, porque las tinieblas siempre te acompañan cuando no tienes nada, ni a
nadie, cuando todos quienes te rodean, te desprecian o te ignoran...
...No me daba cuenta cuando se me borraba todo, y me quedaba inconsciente dormido
en el suelo, y me daba lo mismo si cruzaba hacia el otro día, ojalá no despertara nunca
más, porque la verdadera pesadilla era estar despierto...total que nadie sabía que yo
existía, porque aunque suplicara, no me escuchaban, parecían no verme, y ni siquiera
yo sabía quién era... Nada tenía sentido, sólo quería cerrar mis ojos, y que por fin se
terminara esta fea historia "
" Niño ladrón "
" Había salido a robar a las calles, como muchas otras veces, pero ese día no me fijé que
me habían visto ingresar a ese local del centro capitalino, después de todo casi siempre
era yo un niño invisible en tantas situaciones de mi corta vida... Pero no, ese día me
vieron salir con esas botellas de licor bajo mi polera, por las que me habrían dado lo
suficiente como para poder pagar la hospedería y algo de comida, por dos días quizás...
No me di ni cuenta cuando estaba ahí en esa comisaría de menores de la calle
República... "Robo frustrado" iban a llamarle, pero yo sólo pensé que era un día más
sin comida simplemente, aunque un día feo, ahí preso con la policía, y luego me
mandarían a la casa de menores de San Francisco, como niño de la calle, siempre
llegaba ahí inevitablemente, y debía fugarme, como siempre, para recuperar mi pobre
libertad, y volver al frío de las calles, al hambre, y a todos los peligros que debía
enfrentar a mis diez años tal vez por cuánto tiempo más, hasta que lograra hacer un
robo millonario, o alguna familia de las que les entraba a robar a sus casas, en vez de
mandarme preso, me adoptaran... Pero eso era soñar demasiado por ahora...
Ahí estaba esa carabinera, joven y bonita que me estaba interrogando desde ese mesón
en altura mientras yo tenía mis manos atrás, mintiéndole por supuesto...
- Así que el niñito es una pobre víctima... No le creo nada, pero eso lo resolverá el
tribunal... Cabooo, lleveselo...
- Dónde lo dejamos mi teniente ?
- En una de las celdas ! , qué pregunta no?, si estamos frente a un ladrón cualquiera...
Le di una mirada de esas de rabia rabiosa... Bruja !!!, ( exclamé en mi silencio), bruja
y antipática, linda, pero bruja, ya no me caía nada bien...
- Aah, cabo, reviselo bien, mire que estos delincuentes son muy peligrosos...
En un pasillo antes del baño, me sentí incómodo cuando el policía me hizo quitarme
toda mi ropa y someter mis pies al frío del azulejo... Al desnudarme, instintivamente
llevé mis manos sobre mis genitales, todavía estaba el mal recuerdo del paco que
acostumbraba hacer revisiones intensas a muchos de los niños que pasamos más de
una vez por esta comisaría, pero él ya no estaba, seguro las autoridades lo supieron y
lo dieron de baja... En fin, quién sabe, quizás nunca lo pillaron al malvado infeliz, y
sigue aquí en otro turno...
- Yaaa, vístete rápido cabro...
El policía me dejó pasar al baño a hacer pichí, y luego pude darme cuenta que me iba a
encerrar en una de esas celdas...
- Entra poh mierda !!!
El paco me empujó... Yo no lograba ver nada en esa obscuridad, aunque escuché las
voces de otros niños que ahí hablaban, pero a mi entrada, de pronto silenciaron...
Todo quedó más obscuro, pues la puerta de fierro se cerró bruscamente tras de mí...
Mis ojos se adaptaron rápidamente a la poca luz artificial que entraba por una
ventanilla pequeña ahí en la puerta...
Unos chicos estaban sentados en el suelo acementado, otros de pié, y otros recostados
sin frazadas siquiera, ( hacía frío ), intentando dormir quizás... Uno de los que
estaban de pié se apuró en preguntarme :
- Porqué vení loquito ?
- Por robo, intento de robo...
- Y qué te robaste ?
- Unas botellas de whisky, pero
me pillaron cuando iba
arrancando...
- Putas que tení mala cuea...
Dicho eso, la curiosidad de todos
pareció desaparecer, porque mi
interrogador se fue a caminar
con otro niño... Luego, un
murmullo de varias voces me
hizo entender con alivio, que a
nadie le importaba ni
incomodaba mi presencia.
Un olor, mezcla de cuerpos sin
bañar, ropa sucia y orines, me
dió cierta tristeza, porque de
seguro en unas cuantas horas
más, yo olería igual que ellos...
Me sentí distinto entre esos
muchachos. Si alguien no
encajaba ahí, en apariencia, era
yo, porque me cuidaba mucho en mi vestimenta e higiene, y en la forma de hablar...
Pero lo crudamente cierto, es que yo era un ladronzuelo más, igual que ellos, con el
mismo destino en el mundo de la delincuencia, y un día todos íbamos a morir quizás
en un tiroteo, o en la cárcel, eso era lo único seguro "...
"Mi primer crimen"
" Porqué será que en algunas circunstancias, aunque debiéramos hacer muchas
preguntas, guardamos infranqueable silencio ?... Por miedo?, o simple ignorancia...
Aunque también podría ser inocencia...
Como si las respuestas fuesen a
llegar contestadas
instantáneamente, al simple paso
de los acontecimientos. En todo
caso, hay respuestas que son
contestadas sin palabras...
Respuestas cual golpes, cuyas
preguntas fueron quizás
horriblemente desesperadas,
impregnadas de impotencia y
dolor... y jamás hubo señal de
oído...
Esa fue la primera vez que llegué
en calidad de detenido protegido a
una comisaría de menores.
Andaba en los flipers del centro
santiaguino. Mis 7 u ocho años
me delataron frente a una mujer policía que me llevó preso...
Calle República, 34 comisaría de menores, Carabineros de Chile. Ahí aquella caseta
custodiada por un policía armado, atrás la bandera chilena flameando, como
saludándonos a los niños que bajábamos del carro policial que nos traía. A otros los
pillaron caminando por las calles, pidiendo limosna... Éramos todos chicos, y todos
teníamos caras de asustados... Pero la policía nos tenía aquí para resguardarnos,
porque éramos pequeños, vulnerables solos y vagabundos en la ciudad del peligro.
Por fin se escuchó el estallido de unas preguntas, un policía hombre con cara de enojado
nos vomitaba garabatos, para que prestaramos atención... Pero gritó tan fuerte que un
niñito de quizá 5 años, sin decir nada, como tampoco yo decía, me tomó de la mano
y se aferró y me miró con un brillo de súplica en sus ojitos, y de seguro se sujetó a mi
corazón, porque entonces vi en él a mis hermanitos en algún lugar, con la misma
cara de angustia...
Ahora esa brusca voz se dirigió directamente a nosotros...
- A veeer ese par de maricones, qué pasa con ustedes aah ???
Y me decidí a hablar, con temor eso sí, y con rabia debido al maltrato, pero con la
humildad de quien pretende algo de compasión...
-Por favor señor carabinero, dejenos dormir juntos...
... Y el niñito sujetándome mi mano se largó a llorar...
Casi me pongo a llorar también, pero estaba aprendiendo a apretar bien ese nudo en mi
garganta que me ahogaba de pronto... De a poco me iba dando cuenta que no debía
mostrar todo mi miedo y debilidad a las personas, porque las cosas me salían peor...
El policía aquel era una más de las malvadas personas del mundo, que
tormentosamente me tocaría conocer... Aunque por suerte había algo bueno en algún
lugar del policía, porque nos dejó dormir juntos...
En el camarote de fierro, el niñito a mi lado no me soltó nunca mi mano en toda la
noche, y yo suspiré mi triste soledad infantil, por ser un niño de la calle, como el
pequeño niño que dormía al lado mío...
El miedo, la incertidumbre, la profunda necesidad de protección, me abrazaron, y la
realidad
aplastó mi pecho con su agotamiento, y me abandoné, mis ojos se cerraron... Ahí
quedaron mis interrogantes, sin la conciencia de mi sufrimiento...
Era mi primera vez en un recinto policial, y mi delito, mi primer delito, huir, huir a
cualquier parte, huir de mi destino, de mi horfandad...
El niñito y yo escapamos en una nube de sueño hacia alguna luz "...
" Calles sin salida "
" Cuando se es demasiado niño, nadie te da razones de sus actos hacia tí, para algunos
padres sólo somos un adorno del amor que quizás hubo, una silueta feliz y bulliciosa,
también es posible que representemos un inconveniente confuso, porque la cigüeña se
equivocó... Somos algo así como juguetes, o un accesorio del matrimonio... Vemos
simplemente cómo la vida se nos presenta impuesta por los adultos, los vientos de las
circunstancias nos sarandean, y de pronto despertamos en cualquier lugar, sin saber
porqué, ni para qué... Fue lo que ocurrió un día de esos cuando el cielo está cubierto de
nubes pálidas a punto de llover, otoño, quizás invierno... Mi mamá nos vistió bonitos
a mis dos hermanos y a mí, ( Primavera de cuatro años, Marcelo de seis, y yo el mayor
de siete), llevaríamos un pequeño bolso como equipaje para un viaje a no sabíamos
dónde. Mi mamá podía llevarnos a un volcán si quería, qué hijo amante cuestionaría
a su mamá... Muchas veces mi mamá nos llevó a la playa, o de campamento a algún
campo, era posible un paseo más como tantos otros. Unos amigos de mi mamá nos
llevarían en su auto... Y luego de rodar unas horas por las calles, llegamos a una casa
grande donde unas señoras ayudaron a mi mamá a bajar nuestro equipaje. No lo
supimos altiro, no sino hasta que vimos subir a mi madre al automóvil, y sin
despedirse de nosotros se marchó... Mi hermana se puso a llorar y tuve que consolarla,
mientras Marcelo me preguntó :
- A dónde fue la mamá Rorro?
Pero yo no tenía respuesta, así que busqué la vista de una de las señoras, mientras
nos hacían pasar a la casa...A una pareció importarle y me dijo
- Tú mamá los dejará un tiempo con nosotras, aquí hay muchos niños y niñas que
querrán ser amigos de ustedes... Aquí podrán estudiar y madurar...
No entendí nada... Sólo que mi mamá nos estaba dejando botados otra vez...Ya había
hecho lo mismo en casa de mis abuelos paternos y en la de unos tíos, pero nos portamos
tan mal a propósito, porque queríamos volver con la mamá, y al parecer ya no teníamos
a donde más ir de viaje con la familia... Y es que mi madre necesitaba de vez en cuando
estar sin sus hijos, intentaría recuperar su vida, a costa de dejarnos en cualquier lugar
y con cualquier persona... Aunque a veces mi mamá nos trataba con mucho cariño,
ella quería hacer otras cosas en su vida, menos ser mamá...
Una señora nos llevó a una oficina llena de libros, y nos hizo sentarnos en un sillón
grande, nos hizo saber que estábamos en un internado mixto, por mientras que la
mamá se organizaba... Logré hacer que mi hermana dejara de llorar haciéndola dormir
en mis brazos... Una de las señoras se la llevó a un sector para niñas...
- No te preocupes, sólo en las noches la llevaremos a un dormitorio especial para niñas
de su edad, durante el día podrán verse y jugar en el patio...
Los días pasaban a una velocidad que no lograba percibir, todo era como en cámara
lenta, ni siquiera lograba pensar, mi hermana lloraba mucho, me la llevaban a mi sala
de clases casi siempre, porque ella no soportaba estar sin sus hermanos, ya era
demasiado el dolor de que la mamá había desaparecido...
El verano se había ido, lo supe porque hacía frío y porque comenzó a llover mucho... Por
las noches, cuando intentaba rendirme en algún sueño, escuchaba el golpetear de las
gotas de lluvia en el techo de la casa hogar... Mi hermano Marcelo me buscaba en el
patio para caminar conmigo y mi hermana todos los días, no lográbamos hacer
amigos... Éramos como sonámbulos, caminábamos sin sentido de la mano los tres...
Las noches eran más largas, cuando a lo lejos escuchaba entre la llovizna, el llanto
desesperado de mi hermana, y algo se desgarraba dentro de mí, mi corazón se volvía
loco... De alguna manera debíamos salir de ahí. En la obscuridad de cualquier noche
iría a rescatar a Primavera, y juntos los tres escaparíamos, no sabía cómo, pero
debíamos despertar de esta horrible pesadilla... Mis lágrimas en la soledad de mi cama,
quemaban mi rostro...
- Porqué nos haces esto mamá, porqué nos abandonaste, vuelve por favor, nos
portaremos bien, no te haremos enojar por nada, yo seguiré cocinando y te ayudaré en
todo, el aseo, a lavar la ropa, y yo puedo cuidar siempre a mis hermanos para que tú
puedas salir con tus amigos, no te molestaremos en nada, lo prometo mamá...
Un día la tía directora me llevó a su oficina. Me senté frente a ella y empezó a revisar
unos papeles sobre el escritorio, detrás de ella había un reloj mural, y dije la hora en voz
alta a propósito para llamar su atención...
- Quién te enseñó a ver la hora?
- Mi mamá...
- Eres muy inteligente, tus hermanitos también, son muy unidos, no entiendo a tu
mamá, ya la ubicaremos, porque tu hermana se está enfermando, ustedes no se portan
mal, deben estar con su familia...
Era mi gran oportunidad.
- Sé llegar a la casa de mi abuelito Pablo, vayan a dejarnos ahí...
La directora pareció aliviarse de alguna forma porque abrió bien grandes sus ojos, y
no sé exactamente lo que me dijo, pero a grandes rasgos me confidenció que mi mamá
se había atrasado con el pago de la mensualidad
del internado, y que no podían esperarla más.
Eso significaba que nos devolverían a mi
madre, esa misma tarde...
El auto de la directora no tardó por las calles,
podía reconocer el trayecto, yo prestaba mucha
atención a todo... Y estaba contento, aunque en
parte solamente, porque todavía debíamos llegar
a la casa de mi abuelo, y a mi mamá
seguramente no le iba a gustar mucho que le
devolvieran a sus hijos, justo cuando ella quería
ser feliz otra vez, recuperando su juventud
perdida por culpa de nosotros sus hijos... Pero
como sea no me importaba, porque yo siempre
tenía la esperanza de conquistar a mi mamá,
hasta que un día nos amaría de verdad, y nunca más querría deshacerse de nosotros,
sabía que lo podía lograr, iba a luchar por mi familia, nada me podía detener... No
importa a dónde huyas mamá, siempre te encontraré"...
" Escribir ?"
"Es crear, es sentir desde el fuego de tus entrañas, es dejarte llevar por los espíritus
extraños, salidos de todos los subcielos y subterráneos que te cautivan en trances
poderosos y sublimes, a través las letras que terminan de pronto, alocadas, brotando
sin saber tú cómo, de tus hirvientes y fértiles venas...Es soñar en el presente, es darte
cual escudo, para salvar vidas, es respirar y expedir de tu fuerza, triunfar libertad...
No existen barrotes, ni muros capaces de detenerte...
El alma ni la sangre que escribe tienen precio alguno mundano, es un tesoro que cruza
todas las fronteras, abre todas las puertas, descubre y recorre otros mundos...
Escribir es un río de tiempo que volvemos
eterno, valioso, cada letra es un instante
mágico, milagroso, un nacimiento... Es
quien vive cada sorbo en el paladar de su
corazón, feliz a pesar de los pesares, de
sus dolores ocultos, aún así es capaz de
escucharte, hacerte sonreír y llorar de
emoción, aunque mientras escriba, que
así también te habla con su voz para
animarte, esté triste, a tí te sonríe, es
quien te acompaña cuando no tienes con
quien hablar y te abraza, es quien ama
torbellino y mar, quien luchó contra
gigantes y derrota a los que siguen
apareciendo, siempre como sea, aunque
le hieran, sigue peleando con la tinta de su espada, fieramente, y este yo, sigue
creyendo en todo, por eso defiendo la verdad, aunque la mentira quiera matarme,
jamás ha logrado borrarme...
Escribir, es ser, es ponerte frente a un espejo, y una forma de estar en tí que me lees en
el seno de tu alma, y en tod@s, así hacemos sociedad, y el mundo mejora, cuando
estamos juntos al rededor de una cálida hoguera, como en este instante... Por eso escribo
esta noche agradecido, de que ustedes también sean el motivo de mis letras"
"Derecho legal, versus derecho moral del individuo privado de libertad, y las
responsabilidades del estado"
"Voy corriendo entre las malezas del infierno paraíso, como le diga usted, ya no voy a
andar jugando con telarañas, cómo se le ocurre? prefiero salir a caminar buscando mis
estrellas de cuando en vez, aunque vuelva a caer en las corrientes de otros mares y
otros ríos que alguna vez mojaron mis pies, cuyas aguas me reclaman no sé qué tanto
ahora, mi purificación?
Así que dime oh sol de primavera, dime si es verdad, que mi corona no la necesito de
nadie, sólo de mi corazón y de quien lo ve todo, y además que me las arreglo con mis
propias espinas, a cada principito sus rosas, fijese, o seré tan sólo un fantasma
confundido que corre tras el tren del tic-tac talan-chucu-chu ? Un tren que se fue y
que no volverá?
Mientras tú quizás quieras rendirte, anda ese alguien por ahí, a quien podrías salvarle su
vida, con tu experiencia, con tu paciencia y comprensión, porque tú sabes cómo vencer tantas
batallas, sabes cuánto se necesita una mano amiga en ciertos momentos, sí, porque aún tienes
mucho en tí que podría mitigar el dolor y la necesidad de otro ser, porque justamente hoy, tú
eres la razón que tanto has buscado, así que, no te equivoques, porque como sea,
definitivamente hasta lo más aparentemente adverso, tiene un sentido "
" Hombres de verdad "
Es cierto, existen hombres así de verdad, son el complemento perfecto... Para qué vamos
a hablar de los "otros", esos que nunca están en casa, que no ponen ni un peso, que son
insolentes y maltratadores, que le han levantado la mano a sus mujeres, que le dicen
puta a la madre de sus hijos, que la viven humillando, amenazandola que se van a ir
de la casa, ( cuando en realidad nunca han existido como hombre, ni como familia),
que salen con sus amigos y alguna "otra" incauta novia temporal, de esos poco hombres
no vale la pena ni una letra, y que se vayan de una vez al infierno, total no valen
nada, y además cualquier mujer es capaz de valerse por sí sola, nadie es
imprescindible, menos un bulto inútil remedo de varón, cobarde y promiscuo, sin
futuro, pero a Dios gracias que hay hombres valiosos también, el segundo motor del
matrimonio, dichosas mujeres, dichosos sus esposos, a quienes ellas aman, respetan e
idolatran...
Aún hay esperanzas para que la base de nuestra sociedad siga siendo la familia,
donde todos valemos, merecemos consideración y amor, donde todos somos parte
integral, donde los hombres reconocen que en la familia y en el matrimonio, son dos
en todo, y que para ser Rey, hay que amar como se debe a la mamá, a la esposa, a la
Reyna de la casa, bendita sea" 🌸😘
" Escucharás mi canción? "
" Yaa ?...y si escribiera una canción?...de qué color serían mis letras danzantes,
ansiosas y bulliciosas? acaso sus corcheas dibujarán rayos, volcanes, semillas de otros
mundos y mares tempestuosos, que no podrías ignorar?
Y al hilar las frases con tinta y acordes amantes, podré cantar un parque soleado,
subir a un balancín y saltar por sobre los arbustos eligiendo un camino, y quizás
también un sueño ?
Al vibrar la voz desde mi pecho ardiente, haré que vuele hasta donde no existan muros,
ni cadenas, ni injusticias, ni penas...Sólo me pregunto si podré estar erguido entre
abrazos de tu paz, y sino tendré que mirar otra vez hacia atrás... fue demasiado largo
este viaje...
(Extracto libro)
" La fuerza que contenía Elizabeth, ya me irradiada la necesidad de estar con ella de
nuevo, algo se estaba debilitando debido a la distancia prolongada, medio obligada por
algunas dificultades y dudas mías existenciales... así que debía areglar las cosas.
Habíamos peleado como toda pareja adolescente, ( por nada de importancia), y
habíamos perdido contacto unas semanas, soportando la ausencia del amarnos a piel,
sin salir ya a los parques y a alguna playa del litoral central, entre abrazos,
adorándonos a besos... Aaah, pero su huella en mí, es más que el aroma de su larguido
y suave pelo dorado, sus sonrisas al despertarla con un beso por las mañanas, eran las
emociones más bellas que hasta el momento había yo experimentado, y es fácil
entender, porque a los que venimos del asfalto de las calles, no se nos permite
ser felices, porque debemos con toda el alma sobrevivir, no hay tiempo para nada más...
Pero se es gloriosamente feliz también, cada vez que se vence una batalla...
Así que mis pensamientos eran turbulentos, en cuyas corrientes yo no estaba obligado
a ahogarme, pero sí a sumergirme, nadar o morir, nuestros corazones palpitaban en
latidos urgentes de fundirse tiernamente, pero a punto de reventar... Es una de las
sentencias del amor, te cautiva y te enseña... Me gustaba lo que se presagiaba en todo
caso, ya no nos veríamos tan sólo a veces, ella me estaba pidiendo todo, mayor
compromiso, quizás tenía razón y ya debíamos vivir juntos y llevar este pololeo a algo
más serio... Pero aún me faltaba contarle mis secretos a mi amada, y yo tendría que
renunciar a mi pasado, era justo el momento para enfrentarlo...
Era todo muy irónico, ella era la hija menor y regalona de una familia de policías, y
yo un adolescente delincuente y fugitivo de la justicia, que ya no quería tener una
vida clandestina, sino quedarme junto a ella, mi primer amor...el único culpable es el
amor, está máas loco, por eso el mundo es un manicomio de corazones rotos, aunque
hay muchos otros dichosos como el mío...
Eso no muy claro dentro mío, lo dijo, había comenzado un largo e insospechado viaje,
en que ya no caminaba solo... Ahora éramos dos...
De cerca, como se ven las cosas en la vida, de pronto no se ve con nitidez, pero en la
introspección observamos críticos, por tanto se iluminan nuevas perspectivas... Eso de
que nada es coincidencia es cierto, como cuando nos conocimos con la Eli, todo conspiró
para juntarnos... Empezamos solos, pero en el trayecto debemos unirnos por alguna
razón sublime, vaya a saber uno lo que nos lleva a formar una familia, o la sola
intención... Más allá se extiende un fondo aparentemente Invisible, pero está ahí sin
duda, yo buscaba ciego pero seguro, un hilo hacia la plena noción de no sé qué, sería
de la felicidad tan zigzagueantemente esquiva ?...
Yo me tenía prohibido el amor debido a un mito que corre en el mundo paralelo del
hampa, que un ladrón no tiene derecho al amor, que está destinado a ser pirata de
muchos mares...pero el corazón es obstinado, era el porqué de Elizabeth, llevábamos dos
años viéndonos y saliendo con permiso de su mamá, ( ninguno de los dos teníamos
la mayoría de edad aún), y a reojos de su familia, que me observaban detectivescos...
Yo odiaba ser un ladrón, salir a las calles a buscar el sustento, pero yo no sabía hacerlo
de otra manera... Contemplé de pronto que tendríamos hijos, y obviamente un hogar
"normal", días de sol y pañales, risa, llantos y globos, la chimenea de la familia
encendida por fin para mí, así que mis actividades delictuales debían terminar para
darme la oportunidad de ser amado y aprender a ser sociedad...
Era hora de contarle todo a Elizabeth, que yo no tenía padres, que me había arrancado
de una casa de menores, que era un ladrón, un mentiroso, y que ella me estaba
inspirando a cambiar el curso de mi historia... Ella seguiría queriendo estar conmigo
? ... Quién querría estar cerca de un delincuente? Cuando enfrentas la realidad, se
arriesga todo para lograr lo verdaderamente valioso...Y lo valioso es lograr "ser"
primeramente, para luego trascender... Hay que decidirse de una vez, y ponerse frente
al espejo...
Mi cabeza daba vueltas mil
asuntos, el amor y la verdad lo
complican todo, te hace vivir más
intensamente, con más ganas, pero
no deja de producirte vértigo...
"No imaginas cuánto amor", ( dije en mis silencios que comenzaban a hablar) "...
Más opciones
"Hola mamá, cómo estás...Mi tiempo ha pasado en una forma eterna, porque sigo
siendo el niño que has intentado olvidar...
No me esperabas, eras muy chica de catorce años, pero por lo menos me dejaste nacer,
porque muchos quisieron abortarme por el escándalo que significaba mi nacimiento
en medio de tu alocada y desenfrenada adolescencia... Luego, me tocó la calle, porque
no había espacio suficiente para mí en " la familia, " de quienes llevo sus apellidos... Y
para qué hablar del Sename, de una de sus más terroríficas cárceles de niños, " La
casa de menores de San Francisco ", donde pasé hambre y frío, donde a los niños nos
golpeaban y nos violaban...al final grité tanto tu nombre,
Te escribo triste pero feliz a la vez de haber podido estar en tu vientre, porque como sea
gracias a tí hoy respiro, y sé lo que es el amor y la libertad, porque soy uno más de los
guerreros que luchan a muerte por sus ideales... Si me conocieras, te sentirías orgullosa
de mi, soy escritor, recuperé mi vida y mi libertad en una cárcel, y ayudo a otras
personas a luchar por sus vidas, seguro me darías muchos besitos, me abrazarías feliz,
y me harías unas galletas de chocolate verdad ?...
Han pasado tantas primaveras y otoños, que decidí escribirte, porque siempre te he
amado en desolador silencio, y aunque me hiciste llorar muchas lágrimas hirvientes
por tu ausencia, ( aún sucede ), ha habido algo dentro de mi pecho este tiempo infinito
sin tí, un vacío de emoción, un vacío enorme del pedazo de mi alma que me falta, y
que eres bellamente tú, madrugadas buscándote entre mis sueños, un algo dentro de
mí que sólo quería un abrazo tuyo, algo de tu amor...
No te culpo, quizás desconocías lo hermoso que es amar a un hijo por no haber sido
amada antes siendo una niña frágil, te comprendo y te amo mucho más, yo tampoco
sabía del amor, llegué a odiarme, pero aprendí a perdonarme, así me amé al final, y
ahora, con toda mi alma puedo amar a otros...
Cuando me arranqué de la casa de menores, me transformé en un delincuente y
antisocial, empecé a mentir y a existir escapando, y creo que escapaba de mí mismo,
como tú de tí y de tu primogénito todos estos años, me volví una ostra y a la vez un
Frankisteine, pero nunca dejé de pelear, fui valiente, nada ni nadie me pudo derrotar...
Te entiendo perfectamente
mamá si tú no recibiste respeto,
amor y protección, considero
mucho el que eras una niña
muy pequeña como para hacerte
cargo de mí cuando a penas
jugabas con muñecas... Quisiste
olvidar esa mala pasada de tu
vida, y alguien debió preocuparse
más de tí, a ser tu ángel y la luz
de tu camino y eso no lo tuviste
a tiempo, eras parte de una
familia que se descuidó... pero
igual el cielo te observaba y te
cuidaba... Yo tuve muchos
ángeles mamá, jamás Dios me
abandonó, quizás tú oraste a
Dios por mí, síii , eso fue, tú me cuidabas a lo lejos, porque le pediste a Dios que me
protegiera...
A la vez que desahogo mi pena entre estas letras, debes saber que mucho más que
cualquier dolor que llevo de tí, es mi corazón anhelando aún tus brazos, y si te viera
de pronto, no saldrían palabras de mi boca, sólo correría hacia tí, y me quedaría en tu
regazo para siempre... porque no cabe el rencor en un amor tan sublime, como el de
entre una madre y su hijo...
Así que quería decirte que te amo mucho con todo mi corazón mamá, y aún espero por
tí, nunca es tarde aprendí...
Te envío mi cariño, para que no olvides que estoy aquí, amándote, estés donde estés
mamá, feliz día"
" Nosotros "
"Juntos tú y yo, ese instante que tanto amo, destellante cegador, ante el trono de tus
ojos brujos, rebeldes, cerrados en la pasión que arremete en mí, para tí, tu niño, pero
guerrero, que hace su escudo cuando mi alma posase jugando sobre la tierra de tu pecho,
tibio y materno, sumergiéndome en los trigales de tu pelo, tus abrazos hermana, mi
amada, mi amiga...
"El amor es lo único que puede quebrantar los muros de cualquier prisión, y desarmar
las violentas tormentas de la opresión... Abre puertas y rompe cadenas... Vence al
enemigo, y avergüenza a los que juzgan...
Es más que un arma, una sonrisa, un consejo, es una oportunidad, es creer que hay
algo cuando no ves el camino, es creer también en los demás, aunque el mundo esté
lleno de engaños, es perdonar, es luchar con todo, hasta entregar la vida por defender
a alguien o a un ideal...
" Entre los bosques de mi historia, hay una muy intrigante, llena de enredaderas, entre
invernales y primaverales... Mi madre, antes de botarme en la " Casa de menores de San
Francisco" del Sename, me reconoció legalmente... Mi abuelo, padre de mi madre, Pablo Silva
Castillo, escritor y periodista, he aquí lo extraño : durante la dictadura militar, ( del cobarde
soldado sin gloria, Pinochet), mi abuelo pertenecía al partido radical, sin embargo, he aquí el
misterio, era un comunista infiltrado, mimetizado en varias actividades, pero la más extraña,
trabajaba para una unión norteamericana de información, ( prensa escrita y otros ),
claramente algo, un dejo de espionaje, traición, misterio, algo digno de investigar y conocer,
sino, es cosa de preguntarse, porqué además mi
abuelo trabajaba en plena dictadura en varias
embajadas del mundo, y se registraba como
"agregado cultural" ?, muy, muy extraño, e invita a
mis letras, y les contaré lo que descubrí, a la vez que
yo era un adolescente delincuente, fugitivo de la
justicia, mientras ya era "un número más del
sistema", en una institución del estado, ( entre las
llamas del Sename, institución gubernamental
donde se tortura, viola y asesina a niños ), así que,
cuando me logré acercar a mi abuelo, a su mundo
intrigante y secreto, yo también tenía una vida
clandestina y peligrosa, donde el estado, yo muy
joven, ya había colocado un bototo sobre mi cara buscando aniquilarme, pero me rebelé, porque
en mi sangre latía la herencia de una revolución "...
A tí mujer "🌸
" Tus esperanzas, a veces fugaces y tímidas, no olvides, luciérnagas te guíaron siempre,
protegiéndote de los asares de la noche obscura, persiguiendote incesante de delirios, entre
trampas y pantanos, pero rebelde nunca aceptaste la imposición irrevocable de sus tormentas,
y aunque te alcanzaron e hirieron, no te destruyeron,
ni lo harán, porque aún te falta beber más de la gloria
de tus luchas...
" Entre mis tantas aventuras intentando sobrevivir, siendo un niño de nueve años en
situación de calle, no solamente aprendí a robar, con mis amigos del campamento Raúl Silva
Henríquez, y los otros que me hice de las caletas del río Mapocho, sino que también subía a
las micros a tocar flauta dulce y guitarra con un papá postizo que me llevaba a su jornada
laboral en la locomoción colectiva, él me
enseñó a tocar flauta...me hice
independiente, y me daban hartas
monedas, aunque no tocaba muy
bien...total que el dinero me servía para
pagar comida y mi hospedaje en la
hospedería del viejo Carrasco, ahí en calle
Aldunate, sector céntrico de Santiago...
Vendí chocolates, de esos Super ocho,
sustancias, y un día que hacía calor, seguí
a un niño heladero que vi bajar de una
micro Canal San Carlos. Pronto me hice
cliente de los helados Panda, cuya mayor
venta era de los helados de agua con sabor a
naranja, limó
n y piña colada...vaya que eran ricos y
refrescantes...
Empecé a trabajar en los recorridos de
Teatinos hasta Plaza Italia... luego me
devolvía y me iba directo al local de
Recoleta...
Un día eso sí, se me ocurrió pasarme de
territorio hasta Providencia, pero por ahí no
me paraban mucho las micros, así que tuve que esperar un buen rato en el paradero de
locomoción colectiva, a ver si a algún pasajero se le ocurría bajar... Hacía calor, tuve sed...a
cualquiera le pasa eso... miré y no venía ni una micro ni liebre, ( las liebres eran micros
chicas), mis ojos como por instinto se posaron unos segundos sobre mi caja de helados, saqué
un helado...el envoltorio era como un sobre, pero sin sellar...me dejé llevar por un impulso, y mi
boca empezó a absorber el líquido de piña del helado, pero sin morderlo, sin comer, era cosa de
chupar el jugo nomás, y para no derretirlo mucho, maquiavélicamente devolví el helado a su
envoltorio y saqué otro, y lo chupaba un poquito, hasta que se me pasaba la sed, y hasta que
vi acercarse una micro al paradero... entonces como si nada, subí a ofrecer los ricos helados de
piña, aunque el sabor de la piña ya estaba en mi wuatita, así que me quedaba puro hielo
chupado, pero yo cobraba lo mismo...
- Helaitooooss...helaiiitooos de piñaaaaa!!!!!
- Pobre oruga...
- Nunca ha logrado nada, y todo lo ha hecho mal, por eso está envuelta de dolor...
- Aah, era una oruga testaruda, siempre creyéndose diferente a todas nosotras, hablando de
volar y alcanzar el cielo...bah, era arrogante y estaba loca, creía que lo podía lograr todo... qué
tonta fue...
Así, la tropa de insectos caminaron y se arrastraron a continuar con sus vidas cómodas y
conformistas, mientras unas brisas de aquella primavera, jugueteaban con el capullo de seda,
que finalmente se desvaneció entre el polvillo de estas tierras "
" La única decisión "
" Él, llevaba consigo interminables contradicciones, estaba ahí sentado frente al mar, pero se
puso de pie caminando hasta esas rocas, con su mirada inquieta y triste, buscando un algo
que entre la arena no halló, así que naufragó su mirada hacia donde le pareció zigzaguear un
tiburón fugitivo... Y cruzó las aguas turbulentas, y divisó el paraíso, otro mar, uno escondido
que lo desafiaba, y sobre el agua azul verde marina, reflejose el cielo, pincelado de nubesillas
grisáceas y rojizas, de extraviados celestes... más atrás, veloces se asomaron unas tinieblas
grises, siniestras, amenazantes, y ese mar se recogió lento pero con brusquedad, una rudeza
marcial y terrorífica, pero no había nada qué temer, es sólo el misterio de las probabilidades...
Desde ahí provenía él, y algo entre esas tinieblas galopantes, venía por su ser...
Su destino es cada latido brotando ansioso, desde lo profundo de su pecho...
Por eso el sol despertó ese amanecer como tantos otros, pero ahora brillaba con más esfuerzo,
intentando traspasar la espesa cortina que se avecinaba en oleadas, una marejada de ellas...
Y no es época de invierno, ni de otoño, sino de un verano candente y derretidor, algo qué ver
tendrá el cambio climático... Como sea, la niebla estaba fuera de lugar, - no vaya a ser un
presagio... ( Dijo un eco dentro de su cabeza). Parecíace a los vientos de guerra que se volatizan
al andar de muchas batallas...
Y el océano regó sus olas golpeándolas en la orilla, justo ahí donde se separa la arena mojada
de la seca...
Cerca, sus pensamientos, en cada pestañear se le
escapaban algunos, huyendo desordenadamente a
gran velocidad, y se lanzaron frenéticos,
enterrándose en la arena, mientras otros se
zambulleron al mar y los que no se ahogaban, van
alcanzando el horizonte misterioso y aventurero, el
que tantos anhelan... No quedaba ya mucho qué
pensar, sólo debía ceder y aceptar que la vida no se
detiene, porque es una corriente desbocada que se
debe domar a como dé lugar, así que no importa lo
que se venga, la única elección que le quedaba, era
luchar contra todo tifón y goliat, y contra sus propias sombras "
" Dignidad "
" La pobreza es indigna desde el punto de vista de las vulneraciones que provoca, y por las
carencias básicas materiales con qué golpea y atormenta, con ausencia de techo, vestimenta,
medicamentos y comida, sin embargo un pobre, es una persona digna de todo respeto y
consideración, y es también la huella indiscutible del mal trayecto e ineficiencia de uno o más
gobiernos, en el sentido de sus responsabilidades legales y sociales. Y con ello hemos fallado
todos como país y como pueblo, así que todos tenemos responsabilidad ante la existencia de la
pobreza y de su sufrimiento, cada vez que nos hacemos los ciegos y sordos ante las necesidades
evidentes de nuestro prójimo, con lo cual queda claro que es nuestra misión moral, superior a
cualquier obligación, aliviar y erradicar sus secuelas en todo contexto.
Una de mis primeras experiencias y acercamiento a la pobreza, fue en el campamento Raúl
Silva Henríquez. Yo fui recogido de la calle por un guitarrista callejero, que cantaba y tocaba
en las micros... Mi edad?, tendría quizás 9 o 10 años...
Esa noche llegamos a la mediagua, ( de esas que arma aún hoy el Hogar de Cristo, en todos
los campamentos de Chile) las callejuelas eran de barro, la noche, fría en su otoño... Una señora
apareció tras la puerta de madera que chillaron sus bisagras desentonadas y oxidadas... Pero
la señora no venía a abrir la puerta sola, sino que aparecieron de su alrededor unos relámpagos
galopantes con pies chiquitos, eran tres niñitos, mejor dicho dos niñas y un niño, los tres se
colgaron bulliciosamente de los brazos de su papá...
Se escuchó ese coro tan juguetón y alegre, y el papá le pasó la guitarra a la mamá, quien
inmediatamente le preguntó :
- Aah, lo encontré caminando en la Plaza Italia, dice que no tiene familia y tenía hambre, así
que lo subí a la micro y lo traje poh mí amor...
... Aah, y aprovechen de llevar una bolsa de supermercado o de feria con verduras y lo que se
les ocurra en alimentos y útiles para el aseo... No conozco personas más agradecidas, ellas me
enseñaron justamente por ejemplo, a no ser
regodeón por nada, y por el contrario quien ha
tenido todo sin el aprendizaje de los verdaderos
valores, dice a veces cosas como :
No pude terminar la advertencia de que Kuroi saldría corriendo, porque eso ocurrió. Salió como
una flecha al galope dirigiéndose hacia a mí desde la acera del frente...
Sentí que mi aliento se me cortó bruscamente en mi garganta, enmudeciendo cualquier
palabra que hubiera existido en mi boca. Las imágenes se volvieron de terror, porque a gran
velocidad venía un microbús, y definitivamente Kuroi no se detendría...
Quedé congelado, con las llaves de la camioneta en mi mano izquierda, mientras que desde
la otra mano, se me calleron unos papeles al suelo, que segundos antes estaba revisando...
Intenté cerrar mis ojos, a la vez que un poderoso vértigo me asfixiaba... pero no pude, y por
dentro mío una voz gritó :
Como si al decirlo, con el sólo deseo pudiera cambiar el curso del destino que se apresuraba,
como si una vez lanzado a las fauces del abismo, pudiera detener la caída... Y sólo eso quise,
detener el tiempo... Pero no pude y escuché la vocecilla de mi hermanita golpeando mis
sentidos...
El microbús pasó, pero Kuroi no, quedóse ahí recostada, quieta en medio de la calle y un charco
de sangre que no paraba de acrecentarse...
Pude sentir un " tic" más, el eco estruendoso de todos los relojes del mundo, y entonces, un
segundo se marcó destapando mis oídos, y corrí rasgando el viento y gritando :
Hace poco que había conocido a Elizabeth, ambos teníamos 16, 17 años, aún disfrutábamos
de algunas alegres libertades de la juventud... No pensaba yo llegar a su casa de esta manera...
La apariencia de esta casa, era de una fortaleza. Un muro de ladrillos cual trinchera y en
medio, un gran portón de fierro negro. Tras el portón un patio con mucho espacio, unos
despeinados árboles de damasco y un parrón de uvas verdes de esas sin semillas...mmmmm...
Aaah, en un rincón había una piedra, parecía un meteorito, grandota, de quizás medio metro,
así que elegí aquel lugar...
Con dificultad Elizabeth y yo movimos esa piedra, cavamos una fosa, busqué pasto, unas
florecillas silvestres que estaban por ahí y las rocie sobre Kuroi y envolví a mi perrita en el
cubrecamas... Medité un rato ahí de rodillas, me fijé que Elizabeth tenía también sus manos
con tierra, y comprendí que yo no estaba solo... Ambos miramos a Kuroi despidiéndonos de
ella...
Tomé un puñado de tierra y la esparcí suavemente sobre Kuroi. Luego, casi toda la tierra
regresó al lugar de donde habíamos cavado, los restos de esa tierra café negruzca, la aplanamos
con las manos y los pies.
Finalmente, la roca meteorito gris, cubrió la tumba...
La ceremonia había terminado, Kuroi era ahora guardiana de esta casa...
- Sabes Elizabeth?, como todos tenemos una estrella en el universo, la de Kuroi debe brillar
más hoy, no crees?...
Elizabeth me abrazó como a un niño cubriéndome la cabeza con sus brazos en su pecho...
- Te llamarás Kuroi...
Era linda de verdad, la vi como lo que era, no un animalito sucio que vagaba perdido, sino
como un ser indefenso y hermoso que necesitaba urgente cariño, y todo cuidado...
Algo me dijo de inmediato que llegaríamos a ser grandes amigos. Desde entonces Kuroi me
acompañó a todos lados, se ganó un importante espacio de mi corazón, transformándose en
mi hermanita menor...
En adelante, un montón de cosas comenzaron a ocurrir, algo extraño sobrenatural, porque de
pronto me iba bien en todo lo que emprendía. Se apoderó de mi la creencia de que Kuroi era un
talismán que atraía todo lo bueno que me ocurría... Era tan juguetona.
Cuando Kuroi se fue, sentí que perdí lo más importante de mi vida, incluso las voces de
algunos dioses burlones, los malos y los buenos habían comenzado a perder su influencia en
mis pensamientos, por lo tanto en mi vida, así que el mal ya no tenía nada qué hacer contra
mí, porque tenía a mi hermana Kuroi.
Su presencia se hizo etérea, pensé que ahora no me iría tan bien, pero a la vez también pensé,
o más bien sentí, que de algún modo mágico, o sea sin explicación lógica dentro de los
parámetros comunes del entendimiento humano, Kuroi seguía acompañándome en este
mismo instante y para siempre. Aún estaba desarrollándose dentro de mí un espacio inspirado
en nuevos sentimientos, ese poder invisible que se mueve dentro de todo ser, y que siempre
presentimos sus misterios. Nunca había
experimentado algo así, y este espacio lo
estaba ocupando ahora, también
Elizabeth. Su presencia quizá estaba
dándome la oportunidad de iniciar un
camino que hasta ahora me había sido
esquivo y extraño, el camino hacia mi
felicidad, la que yo tanto buscaba y
anhelaba, y así sabía que todo tenía qué
ver de cualquier manera con el amor...
Concluí definitivamente que Kuroi
estaba a mi lado fucionada en parte con
Elizabeth, quien compartía junto a mi
uno de los momentos más tristes de mi
vida, y visualicé borrosamente, aunque
con una extraña seguridad interior, que
los horizontes de mi futuro comenzaban
a concretarse con mayor fuerza ahora...
Kuroi, Elizabeth, Elizabeth ?...
...La vida se escribe de tantas extrañas y bellas maneras, verdad que sí ? "...
" La luz de los espejismos "
" Es común que un niño sienta atracción y ternura por los cachorros de cualquier
especie animal, entre perros y gatos, conejos, polluelos, patos, en fin, pero no sé cómo
fue que a mis padres se les ocurrió regalarme un ratoncito blanco.
Recuerdo que era un ratón hermoso, de larga cola y ojillos azules, como bolitas de
cristal... ahora, tenía un amiguito, lo andaba trayendo para todos lados en mis brazos,
con algo de dificultad eso síii, porque algunos porrazos nos solían interrumpir
cualquier viaje, porque yo recién aprendía a caminar, por lo cual no lograba a veces,
conservar el equilibrio...
Seguramente el ratoncito era también como yo, un bebé, porque no corría a tanta
velocidad, y me era fácil atraparlo, cuando muy seguido salía arrancando de mí...
Quizás no le gustaban mucho mis besos, porque lo dejaba todo baboseado, no lo sé, pero
igual lo convencía, y jugaba conmigo, en mi selva de colores y juguetes, mi dormitorio.
En ocasiones mi amigo ratón se lograba esconder bajo la cama o entre los juguetes, pero
yo me reía mucho, porque siempre lo encontraba, y me daba mucha alegría tener un
compañero tan juguetón y bueno para jugar al pillarse, le gustaba correr delante de
mí, estoy seguro...
A veces, mi ratón rendido, se dormía en el calor de mi estómago bajo mi pijama, tal vez
él soñaba con un exquisito queso, y yo con dulces y pasteles, y algunos chocolates,
aunque también me gustaba mucho el queso...
El presente destino me sonreía con cariño, hasta que un día desperté llorando a causa
del fuerte dolor en una de mis manos, mi amiguito me había clavado sus afilados
dientesillos...yo estaba confundido porque no entendía que mi ratoncito haya decidido
morderme...
Recuerdo a mi mamá acudir a mi dolorido llanto, mientras en mi corazón, se
reventaban cascadas de desilusión...
Mi ratoncito blanco se fue ese día, y yo tenía que crecer, sólo con este trozo de recuerdo...
Después de eso, quizá al año inmediatamente, según mis cálculos matemáticos, mis
padres decidieron esfumar mi tristeza regalándome un hermanito lindo y chiquito,
con manos chiquitas y pies chiquitos...por fin tenía mi propio bebé, un amigo hermano,
que en todo caso, igual me mordió más de una vez alguno de mis dedos, cuando le
estaban saliendo sus primeros dientecitos, claro que, por fortuna a nadie se le ocurrió
mandar al exilio a mi hermano, y cuando creció y podía correr, era yo el que me
escondía, porque me dejaba siempre baboseado,
y me quitaba los dulces, y también los
juguetes, pero a mi me gustaba eso, era muy
divertido, yo era muy feliz... Y como si fuera
poco, unas cuantas primaveras más, a mi
hermano y a mí nos regalaron una hermanita
chiquita que no tardó en correr jugando tras
sus hermanitos, contenta de dicha rosa y azul,
tanto como nosotros sus hermanos mayores.
Juntos los tres, éramos tan revoltosos como
podrían serlo tres ratoncitos blancos, o un
millón de ellos, digo yo, no sé, pregúntenselo a
la paciencia de nuestros padres... Lo que sí sé, es que éramos felices como los días de
sol que aún nos brillan... Y podemos sonreír si queremos, aunque hayan penas, pero
hay momentos, y de eso se trata la vida, y correr hacia donde queramos, tras donde se
quieran escabullir los sueños, como sea, los alcanzaremos "...