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ÍNDICE
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ADÁN GARCÍA PÉREZ
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1. DATOS DE PARTIDA
Para dar una respuesta al reto, se solicita un informe analizando las diversas cuestiones
relacionadas con la correcta gestión sostenible de los recursos naturales y con posibles
responsabilidades medioambientales, que afectan a un municipio costero español, situado en
una zona limítrofe con Portugal.
Los datos facilitados por el municipio para realizar un primer análisis y establecer una correcta
valoración de estos, son los siguientes:
En primer lugar, el municipio tiene una población de 5.795 habitantes y forma parte de la cuenca
hidrográfica intercomunitaria, ya que el río que discurre cercano al municipio, que además
abastece parcialmente al mismo, desemboca en Portugal.
Por otro lado, el abastecimiento de agua potable también se realiza a través de pozos que cada
vez sufren con más frecuencia episodios de contaminación que repercuten en el abastecimiento
de la población. Además, el consumo agrícola se abastece de los mismos pozos.
La explotación y gestión de los 48 km que componen la red de suministro de agua lo realiza una
empresa municipal, que a su vez también gestiona la planta potabilizadora de titularidad
municipal.
El volumen de agua suministrada de los pozos es de 628.621 m3/año, lo que representa una
dotación media de 297 L/hab/d., mientras que el volumen de agua registrada y facturada a los
clientes es de 321.791 m3/año, que representa un consumo medio de 152 L/hab/d.
En cuanto a las pérdidas de agua en la red de abasto, representan un 49% del volumen de agua
captado, con un valor de 20,19 m3/km/d de índice lineal de pérdidas. En adición, la red, de una
edad media de 38 años, tienen una media de 200 averías cada 100 km/año.
En cuanto al servicio de alcantarillado, que es gestionado por un operador privado, tiene una
extensión de 25 km. Además, posee un plan preventivo casi inexistente debido a los escasos
recursos que se destinan al servicio, debiéndose realizar intervenciones de urgencia tras la
detección de incidencias.
Esta red de alcantarillado del municipio está muy obsoleta, y cuando se producen incidencias,
con un promedio de 10 al año, se producen afectaciones al medio. Cada vez que ello sucede se
contrata la empresa que en ese momento tiene disponibilidad inmediata para llevar a cabo un
mantenimiento correctivo contra presupuesto.
La depuración de las aguas se lleva a cabo en un estación depuradora de aguas residuales (EDAR)
de titularidad municipal y que explota un operador privado tras la adjudicación a su favor de un
contrato administrativo. Este operador privado es distinto del que realiza el servicio de
mantenimiento del alcantarillado. La planta tiene una capacidad de depuración de 275.000
m3/año y una capacidad de reutilización del 25% de su capacidad de depuración, pero la estación
de regeneración de agua no está operativa como consecuencia de una avería.
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consecuencia de ello, se ha detectado que en algunas ocasiones se están vertiendo aguas pese
a no estar debidamente depuradas y con un alto grado de toxicidad.
Finalmente, 50 km río arriba del municipio se encuentra una zona industrial con una presencia
importante de industrias de fabricación de productos de resinas. Recientemente se ha
detectado un alto nivel de dioxanos (subproductos provenientes de industrias de fabricación de
productos de resinas).
2. SOLUCIÓN AL RETO
2.1 VALORAR SI LA ACTUACIÓN LLEVADA A CABO POR LA CONFEDERACIÓN
HIDROGRÁFICA COMPETENTE ES SUFICIENTE O DEBERÍA ADOPTAR
ALGUNA MEDIDA ADICIONAL
En primer lugar, las medidas que ya se han adoptado por la confederación hidrológica de forma
coordinada con la empresa municipal, una vez detectado los altos niveles de dioxanos, son las
siguientes:
Entre las medidas de evitación, se podría destacar el empleo de elementos que puedan absorber
o adsorber el contaminante en el agua, emplear cubas de retención, cerrar las redes de drenaje,
la construcción de diques de contención, obturadores de alcantarillas, instalar dispersantes,
barreras o skimmers industriales.
Véase que casi todas estas medidas se deben aplicar en el origen de la contaminación, es decir,
en la industria responsable del vertido (eliminación del contaminante en el foco de emisión).
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En el caso que nos ocupa, nos encontramos con una EDAR de 20 años, donde no se han realizado
actualizaciones o ampliaciones para poder tratar el volumen de agua de la creciente población
del municipio y, por este motivo se ha detectado que en algunas ocasiones se están vertiendo
aguas, pese a no estar debidamente depuradas y con un alto grado de toxicidad superior a los
límites permitidos por la normativa de aplicación.
En este caso que nos ocupa, se aplicará el segundo régimen de responsabilidad, que es aquel
que se aplica a todas las actividades profesionales distintas de las contempladas en el anexo III
de la “directiva 2004/35/CE del parlamento europeo y del consejo de 21 de abril de 2004 sobre
responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños
medioambientales”, siempre y cuando causen daños o supongan una amenaza inminente de
daños a las especies y los hábitats naturales protegidos por la legislación comunitaria. En este
caso, el régimen de responsabilidad de este tipo de operadores es subjetivo, pues solo serán
responsables si han incurrido en culpa o negligencia. El hecho de no adecuar las instalaciones
municipales de tratamiento de aguas residuales al crecimiento de su población es una
negligencia.
Vinculado también y como consecuencia lógica del principio de “quien contamina paga” en que
se fundamenta y al que responde la directiva, se hace referencia a la recuperación de los costes,
esto es, la obligación que se impone al operador responsable de los daños, o de la amenaza
inminente de tales daños, de sufragar los gastos ocasionados a la autoridad competente por la
adopción de las medidas de prevención o reparación, si bien el operador responsable quedará
eximido de esta obligación cuando pueda demostrar que los daños medioambientales fueron
causados por un tercero o se produjeron como consecuencia del cumplimiento de una orden o
instrucción obligatoria cursada por una autoridad pública.
Por lo tanto, se deberá de sufragar los gastos necesarios para proceder a actualizar las
instalaciones de la EDAR, para que pueda hacer frente a los volúmenes de agua existentes
actuales, de forma que se eviten los vertidos de aguas sin tratar.
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En consecuencia, la gestión integral se presenta como una pieza clave para la superación de la
crisis de gestión hídrica, pues permite gestionar la escasez de agua, planificar el abastecimiento
del territorio con una visión integrada de las diversas fuentes y coordinar, en definitiva, las
distintas fases del ciclo hidrológico.
En efecto, más allá de la clara ventaja que supone en cuanto a la planificación y coordinación de
las distintas fases del ciclo hidrológico, no hay duda de que la gestión integrada de los distintos
servicios genera unas evidentes economías de escala que automáticamente permiten prestar
los mismos servicios mejor y con mejores costes.
Por otro lado, es importante mencionar los beneficios que de forma clara se derivan de la gestión
privada o público-privada respecto de un modelo de gestión pública. Estos son los siguientes:
Dado que la corporación local continuará siendo el titular único de los servicios que se presten
de forma indirecta, la misma dispone de las siguientes facultades:
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• Las facultades de aprobar las tarifas que haya de percibir de los usuarios de los servicios,
así como del correspondiente reglamento del servicio.
• Las facultades de inspeccionar las instalaciones y locales afectos a los servicios, y el
acceso a la documentación relacionada con ellos, conservando en todo momento los
poderes de policía necesarios para asegurar la buena marcha del servicio y su “alta
inspección”.
Otro particular de la gestión indirecta es el hecho que a la finalización del plazo contractual el
servicio revierte a la Administración municipal competente, debiendo el contratista entregar las
obras e instalaciones a que esté obligado con arreglo al contrato y en el estado de conservación
y funcionamiento adecuados.
Por todo lo expuesto, la mejor opción que se plantea a la hora de gestionar el sistema de
prestación de servicios de la gestión del agua en el municipio es mediante una gestión indirecta
mediante concesión, donde en el contrato se establezca que la gestión debe de ser un servicio
integral del agua, donde se abarque tanto la red de saneamiento como las instalaciones de
depuración y la red de abasto de agua y las instalaciones de captación y tratamiento.