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El documento conmemora el 25 de mayo, fecha en que los habitantes de Argentina celebran su independencia. Resalta que este día marcó el comienzo del largo camino hacia la libertad del país al romper las cadenas del colonialismo. También rinde homenaje a los próceres que iniciaron el espinoso pero necesario camino hacia la independencia y soberanía, dando origen a la nacionalidad y democracia argentinas.
El documento conmemora el 25 de mayo, fecha en que los habitantes de Argentina celebran su independencia. Resalta que este día marcó el comienzo del largo camino hacia la libertad del país al romper las cadenas del colonialismo. También rinde homenaje a los próceres que iniciaron el espinoso pero necesario camino hacia la independencia y soberanía, dando origen a la nacionalidad y democracia argentinas.
El documento conmemora el 25 de mayo, fecha en que los habitantes de Argentina celebran su independencia. Resalta que este día marcó el comienzo del largo camino hacia la libertad del país al romper las cadenas del colonialismo. También rinde homenaje a los próceres que iniciaron el espinoso pero necesario camino hacia la independencia y soberanía, dando origen a la nacionalidad y democracia argentinas.
Hoy los habitantes de esta patria, celebramos un nuevo
aniversario de su libertad.
El 25 de mayo resulta en sí mismo y para todos nosotros, una
de las fechas más importantes para nuestra historia. Sin duda su significado más profundo no es otra que el comienzo de nuestra independencia y del largo camino que teníamos y tenemos que recorrer para construir un país definitivamente libre.
Sentimos la íntima necesidad de rendir nuestro sincero
homenaje de admiración y reconocimiento a aquellos próceres que tuvieron coraje invalorable de romper las cadenas del colonialismo para iniciar sacrificádamente el espinoso camino de la libertad.
En aquel momento histórico de 1810 no fue preciso ni el error
ni la sangre, tan solo el derecho y la voluntad irreductible de los criollos. Allí nació nuestra nacionalidad, la conciencia de nuestra soberanía y también la democracia argentina plasmada en la unión de convivencia social que puso a prueba el temple de los compatriotas de todos los tiempos hasta nuestros días.
El 25 de mayo pues, no fue el mero desalojo de un gobierno
para su remplazo por otro, fue el acto revolucionario más acabado, que introdujo el proceso de transformación sustancial de una colonia a un país libre, pleno de soberana decisión y constructor de un destino de grandeza para las generaciones por venir.
Ser libres es no ponerle jamás techo a las ilusiones, para seguir
luchando y no bajar nunca los brazos.
Porque a medida que hagamos uso de nuestros buenos sueños,
estaremos honrando a aquellos patriotas que en 1810 soñaron primero.