¿Qué son los enlaces covalentes?

Los enlaces covalentes son fuerzas que unen dos átomos no metálicos para formar
una molécula. En estos enlaces, los átomos comparten pares de electrones de su capa
más externa, llamada capa de valencia, con el objetivo de alcanzar estabilidad. La regla
del octeto es fundamental en la formación de enlaces covalentes, ya que los átomos
tienden a alcanzar una configuración estable al compartir electrones.
El enlace covalente se forma cuando dos átomos comparten uno o más pares de
electrones. La diferencia de electronegatividad entre los átomos determina si el enlace
es polar o no polar. Si un elemento es significativamente más electronegativo que otro,
el enlace entre ellos será polar, lo que significa que uno de los extremos tendrá una
carga ligeramente positiva y el otro una carga ligeramente negativa.
Los enlaces covalentes no polares se forman cuando dos átomos del mismo elemento
o de diferentes elementos comparten electrones de manera más o menos equitativa.
Por ejemplo, la molécula de oxígeno (O2) no es polar porque los electrones se
comparten equitativamente entre los dos átomos de oxígeno.
Existen diferentes tipos de enlaces covalentes, como el enlace covalente doble, en el
cual se comparten cuatro electrones (dos pares) entre dos átomos, y el enlace
covalente triple, que se forma cuando se comparten seis electrones (tres pares) entre
dos átomos.
Ejemplo de explicación y exposición
Imaginemos que queremos explicar el enlace covalente utilizando el ejemplo del agua
(H2O). En el agua, dos átomos de hidrógeno comparten un par de electrones con un
átomo de oxígeno. Esto forma un enlace covalente entre los átomos de hidrógeno y el
átomo de oxígeno. En este enlace, los electrones se comparten de manera equitativa,
lo que hace que el enlace sea no polar. Cada átomo de hidrógeno aporta un electrón, y
el átomo de oxígeno aporta dos electrones, formando así el enlace covalente en el
agua. Esta estructura molecular del agua permite que tenga propiedades únicas, como
su capacidad para disolver muchas sustancias y su alta tensión superficial.