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eofv\1xico
(1 sirnboJisrno
FAUSTORA.MÍRE.Z
sora! de la Escuela Nacional de BellasArtes.• cas locales, por una temárica enrai,.ada en la iconografía
◊
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"propia"(leyendasy mitos, figurasy paisajesnacionales),sin ◊
Síqueiros(1896-1974). De allí que, para el caso~ .
..,cx,cano
perder por ello el sello simbolista. Un ftnómeno que tam· el símbolismohaya prolongadodesmesuradament '
e su ciclo
bién se dio, dentro del simbolismo internacional,en las cronológícohasta el arranque de los años veinte.
expresionesde paísescomo Finlandia, Poloniay otros que,
por problemaspolíticoso de otra índole, requeríanafirmar Los "CIENTÍFICOS»Y P.LPOSITIVISMO,
su identidad nacional.• Y EL SIMBOLISMOCOMO REACCIÓN
que el desastredel 98, al arrollarcon losúltimos vestigiosdel cidido con el arribo de Justo Sierraa la gestiónde laspolrti-
antiguo imperio hispánico y marcar el concomitante aseen• cas educatívasy culruralesdel Esrado porfiriano.En cfcao,
so meteórico del protagonismo esradunidense,obligó a re- en 1901, Sierra fue nombrado subsecretariode Jusiiciae
plantearse en nuevos términos la espinosa relación con Es· lnscrucciónPública; en 1905 se escindieronlas funciones•
pafia. Losominosos presagiosdel imperialis1110
yanqui, que cargo de dicho ministerio, creándose la Secretaríade Ins-
ranro gravitar/a en la hiscoria fiuura del subcontincntc, trucción Pública y BellasArtes,cuya carterale fueencomen-
fueron capeadosde inmediacopor la in,elecrualidadibero- dada al antes subsecretario.
americana: piénseseen Rubén Darío y en JoséEnrique Rodó, Con Sierra, el grupo de los "científicos"extendiósuposi-
quienes desarrollarían al respccro toda una rcorfa polícico- ción hegemónica al ca1npo educativo y cultural,calcomo
culrural, el arielim,o,que habría de conocer una honda previa1nencehabía logrado imponerse en el dominiodela
repercusión. La requerida afirmación de la identidad mexi• política econón1ica-con la designaciónde JoséYvl/f,
Linun-
cana ~n un país que ya había sufrido, medio siglo anees,los rour como secretario de Hacienda, en 189:>-y en d delas
primeros embaces de la voracidad territorial yanqui- se RelacionesExteriores-con la presenciade Enriqueütd en
eradujo en una búsqueda de expresión del "alma nacional", la canera correspondiente.
una noción que se le romó prcscada a Erncst Renan.7 1al del grupo"ciemifia,•
Uno de los rasgos caracreri1.adores
búsqueda acabó por cifrarse en la idealización del "1nesci- era su adscripción formativa a las premisasdel p0$iciwmo
zaje", lo cual supuso una reivindicaciónsimultánea, no sin en 1869romo
con1tiano, implancadas por Gabino Barreda
problemas, de la doble raíz consdtutiva de la nación: la indí- Nacional
n1odeloeducativo en el nivelsuperior,con laEscuda
gena y la española. Sin duda, el arcisramás significativode Preparatoria como sede del experimento.Sierrafueen•
esca fase fue Saturnino Herrán ( 1887-1918). mocedades un positivistaconvencido, como lo fuecunbila
El estallido de la Revolución mexicana en 1910 y, cuatro ele
Jesús Yalenzuela,el fundador, director y principalsostál
años después, de la gran guerra, y el largo periodo conse- la RevistaModen1a,y como lo fueron no pocos
delosc:ola-
cuente de muy difícilescondiciones materiales,de retracción boradorcs de éste y otros órganos culruraksdel~
y aislamiento, retrasaron la conrinuidad de la renovación ar- finisecular.La fe en d inin1crrumpidoprogreso
fuauo,Ñll-
cfsrica local según los murablcs lineamientos de la van- y racional
analfcica
dadoen la nociónexperimencal, delct,111>"
guardia inrernacional -con la excepción consabida de casos cimiento cienáfico y en su prácticaenu,doslas
aplicación
aislados como los de Rivera y Zárraga y, a su modo y ma• humana.iluminóelpcnsi~~
camposde laexperiencia
nera, de JoséClemente Orozco (1883-1949)y David Alfaro
◊
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todosaquc:llosjóvcncsformados
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RevisraModuna. ATt<'
)' ciencia+ c;.,Tis, RevisraModnna de Mlxia, +or:z,1
Pero ya para la úlrima década del siglo, muchos de ellos ◊ camino de redención-y del artista como unasucnc de ofi-
no se mosuaban cm optimista.s:la ciencia, en su avance ciante o profera iluminado-, forman pane dd discurso
incontenible, parecía estar abriéndole más pucrrasa la incer- filosóficoy literariode las m<israsprotoúpicasdd modcic-
tidumbre y al misterio que las respuestas que aportaba. nismo mexicano:Azul ( 1894-1896))', desde luego.b &-
Dcspu~ de todo, el c:onocim.ienco
del mundo suponía algo vistaModtn111.
IJÚS, mucho más, que la acumulaciónde conocimientospar· Carlos Díai Dufoo -quien. junto con el poca ~únucl
cialesy frag,nencarios.Una sensaciónde fu.lrade coherencia, Guti~rrez.N~jcra, dirigía la rcvisrakul- lo d«b.r.tb<ien
de pérdida de sentido, en la relacióndel hombre con el cos• un artículo allí publicado: "Nuesrras(ocra<:ión~ una~
mos, percibida a veces como un sencimienro de orfundad ncración de tristes,•• Y se c-;fonabapor enrontr.u una
se aproximaba a su fin. Jusooel campo de culrivo abonado dades que hnbla tenido lug~ren el ultimo tercio del siglo:
1.3slamcncacioncs por la pérdida de una dimensión subs1i1uitlola cr«nda en DI~ p()t li cr«ncia en la Li-
el mundo, junro con las invecrivasconrra el materialismo qué.,." l'nra advenir, como corolario: "Reina en nuestra
gucsa" y, como anddoro, b posrulación del arre como una humanidad que tiene miedo. Nuestra liter.uura con•
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VOi.,. ut ◊
JoséJuanTablada.en un cuentoalegóricoconcebidocoino
OC!TUtllUl O& tt01,
temporánea escá herida de esca dolencia extraña que alardeaba que "los siete trovadores" caminaban "con lospies
invade nuestros espíritus co1no una onda amarga."• sobre el lodo, pero con la frente en el cielo". El artista,
Con mayor simplicidad y conrundencia lo había expre- desafiando los valores "burgueses", pretendla definirparasi
sado ya GuciérrezNájera, por boca de un suicida, en un rela- una exaltada personalidad social co1no integrante de una
to de 1888 cambién publicado en Azul: "¡Hijos del siglo, aucéncicil"aristocracia del espíritu" y dedicado a una~
vosotrosy yo, todos somos huérfanos!"'º dad tan "improductiva" como era el arce,cuyaabsoluiaauio-
La RevistaModernaacogió igualn1encevariadasy hondas nomía de coda otra función social fue proclamadacnlQIICCS•
reflexionessobre la perplejidad anee las nuevas y más acu- Pese a la indiferencia generalizada, le correspondlaal•uo,-
ciantes preguntas que la ciencia contemporánea venía a vador" afinar cada ve;¿n1ejorla perfección de su canto,coaio
plantearle a la menee humana y el descontento con la fragi- signo de elección. He aquí otra de las ~
•
lidad de las certe7.asque el posicívismo prometiera; entre de la expresión artística finisecular en tociasSUS
otras, varios ensayos y poemas del propio director, Chucho ciones, literarias y plásticas: el refinamiento de los
Valenzuela." Y el conflicto entre la fe tradicional y la mo- fonnales y expresivos hasta alcanzar d gradolúnite
derna duda dio asunto a no pocos poemas finiseculares." arcisticidad.
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Y aquí es bueno referirsea la firme dererminaciónde ◊
dicho, y por la definición de un ideario estético que habla de la naturaleza, sino que ésta es simplemente tema
guiar sus tareas creativas. En lo que concierne a la pinrura, conducror sobre el cual d arriscasinfoniza y harmo-
resulta muy revdador un texto remitido por Ángel Zárraga niza sus rimas y sus ritmos de nocas,palabras,líneas y
ocultar su perplejidad, hace un "examen de conciencia" de [•••) l..."lfiebre naturalista que hoy domina en los
su propia producción reciente. expuesta como parre del pintores de España y tal ve-¿en los de México, es la
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"estilo"personalcomo manifestacióndel propio"reino•
lntc.
mitaddel camino:es la documenración,es el estudio,
rior"; la expcrimcncacióncon las potencialidadesexprcsii'aS
el aprendizaje,pero no es la creación.Y a la creación
de línea,color y claroscuro,consideradosen si mismosy des.
hay que tender para dejar en los cuadrosla visiónde
ligadosdel asunto al que sean aplicados;la interrelación
dt
nuesrrosueño.
las arcese1tla persecuciónde un idealexpresivoan.ilogo,y la
[... ] Mi convicciónactuales la buscade lo C')(pre-
postulación-impl!cita- de la música como el modelopor
sivo... El pintor tiene que decir un t-sradode su es-
excelencia-nórese el vOGabularíoempleado:"sinfo,ii-zar•
píritu al que contemplesu obra y los mediosde expre- '
t• ''
"anuonía • nocasJI • l-1ritmos
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-. ~l·
sión son la am1oníay el rim10que su línea.su color Y
su claroscurosigan,por lo que es precisoque llegueal
En fin, basca con darle un repaso a la crhica contem-
dominio absolutode los mediosde su arre; es decir: poránea -la suscrita por comcncariscasasiduoscomoJ~
al estiloque es la intensificaciónde los mediosexpre- Juan ·r,,hlada y Ricardo Gómez Robelo, y por ocasionales
sivos.Y el pintor habrá dado un gran paso en su arte dileuanti bien enceradoscomo AlfonsoReyes,AlfonsoCra-
una idea, y cuando tenga la convicciónabsolura de conocimiento de las obras de sus prac1ican1esmásrep~-
que por variableque sea el cfeccode los colores,cada sencacivos,estaban bien asintilados en el medio imelcetua!
uno de ello;, tiene su carácter propio que está en mexicano a principios del siglo XX."
relacióncon nuestrossenti,nientos.11 Y lo propio ocurría en lo tocantea los asuntoscracados,
como habren10sde puntualizar en los incisossubsecucnlCS,
Y,luegode pasar revistaal "acentopropio" de determinados siguiendo el hilo de los grandes núcleos 1cmáticosdeesa
colores--el blanco y el negro, el amarillo,el rojo y el azul-, exposición. Vale subrayar que la idea rec1orade la muesin
concluye: ha sido esrablecerun diálogo entre piezasoriginalesdecfuu-
de
sos arriscas,cancoeuropeos con10 mexicanos,paraponer
La perfectaautonomía individuales la característica maniñesto las afinidades con1parcidasde una aairud aM!o-
de nuestros tiempos... Sírvanos la naturaleza para ga frcnre al arce y a la vida, que pcrmeó diferenteslariwdes
documencarnos,para poder elegiren ella los elemen- y contextos hasta alcanzar un caráaer plenamenteuansna-
tos que más respondana nuestro reino interior. Proce- cional. José Pierre ha acuñado al respectod sugcsriw
iémÜ-
damos como el poe1a y como el músico, por una no de "La Internacional Simbolista"," una cucstiónsob«la
selección de ritmos y de armonías, y llegaremos a que habremos de volveren el epílogo de cs1censayo.
pintar esa obra que está en codasparcesy no escáen
ninguna."
EL SIMBOLISMOY SUS PROTAGONISTAS
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Ú >lmbo/1s11,o
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mado personaje.
La convivencia y mezcolanzade riempos y espacioscul- el cementerio de Montparnassc. En homenaje al mecenas
turales diversos, con10 una esrraregiapara evadir la insatis- generoso, que evocaba los fastos rcnaccncisms,Rudas
factoria realidad presente, y que conslituía uno de los ras- imaginó w1acomposiciónfoncásric,1-"capricho
al óleo", la
gos iconográficos más rcirerados en el primer momento del designó Tablada-," con claros ecos de pinturas bouiccc-
simbolismo en México, se hace todavía más explícita en d llianasy de tapicestardomedievales,donde roda la pandilla
segundo de los cuadros mencionados. Luján era un rico de colaboradores, transfiguradosen criacurassemibesciales
territoriales en d norte del pa.ls,quien habla incrementado Valenzuelaen figura de centauro, le dan la bienvenida al
su forruna al participar en los pingiies negocios algodo- amigo millonario, jinete en un magnífico unicornio. El
neros de la región lagunera, en Durango. Vino a insralarse pintor se aucorrcrracóbajo la figura de un sátiro que pende
ahorcado del árbol, poniendo as! en evidencia su 1alante
en la capical y, por medio de su amistad con el cambién
hacendado no;ceño -en su caso, duranguense- Chucho aucodestructivoy su obsesión con la muerte.
ú, ,·rltitn(1907),11110de los aguafuertesque Ruciastra•
Valcnzuda, trabó una estrecha relación con el grupo de
bajó en París, poco antes de morir, corrobora el 1alentodel
colaboradores de la revistadirigida por ésce." Fungió de me•
artista, que oscilabaentre lo cerrorfficoy lo grotescoy que le
cenas munificente, canco de la propia publicación, como
labró un nicho singular en el desarrolloy la difusión del sim-
de sus nuevos a.rnigos,a quienes cohnó de dádivas, pagán•
bolismo de vero funtásticay sombría en M6'ico. Se trata de.
doles viajes y caprichos. A Tablada, por ejemplo, le pa•
un autorretrato, corcadoabruptamente a la alrura del cuello,
uocinó el can soñado viaje a Japón; a Rucias, después de
e impregnado por un sentimiento an1bivalentede agonla y
haberlo acompañado duran ce la breve agonía del desvenru·
placer: un innoble monstruo, escarabajo hun1anizado de
rado pincor en París, le cosceó su monumento funerario en ◊
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géneroincicrco-llevaun sorbeteo sombreromasculinopero o cscablecicracon el entorno. En primer lugar,con \'Va,.,1
.,. Cr y
al frente le brocan unas ,eras enormesy luce coquerosli- Niec,.sche,pre1cndióhacer una recapitulaciónmonumental
guerosen sus muslos-, miopey armadode gruesosanteojos, del legadomíricodel ser humano: legadodenso,fab,~oso
y
le está davando la lancerade su aguijón en medio de la legendario,erigido como una prueba de aquellaintcrrela.
fren,c. Una mulcirudde aprccndascurvn.,concéntricasema- ción unificadora.
na de la cabe1.a,arremolinándosehasra los limites del so- En segundolugar,con los grandessensualis,asBaudclaire
porre, para transmitir-como en una suertede reverberación y Ocbussy,llevóa cabo la exploraciónde lascorrrsponden.
que ac,ba por envolvernos-los efectosdel tormento al que ciasque, en la fisiologíahumana,son evidenciade laarmonía
d artista escásometido. Se pone de manifiestola volunrad predicableentre nucscrossentidosy el mundo exterior.
de servirsede la lineay el claroscuropara intensificar,en 1ér- Por úlrimo, se empeñó en la búsquedade esosest.1dos
minos puramente abscracros,la porenci:tlidadexpresivade límites de la conciencia, entre lo normal y lo pa1oló&ico,
la composición. que ofrecen acisbosde lo que subyaceen lo más íntimode
nuestro ser, llán1eseel esplritu, la meneeo la imaginación."
NATURAil'ZA Y SIMBOLISMO
LA ESPIRl'f"UAUZACIÓNDEL l'AISAJll
En opinión de Jean Clair, el sin1bolisrnoconstituye el últi- O EL Eor.N RECOBRADO
mo gran erriloaparecido en Europa, en el sentido que Me-
yer Schapiro le daba a este-concepto.Se rrararíadel úlrimo No por 37.ar,pues, el primer gran núcleo temáticode la prt•
movimienco anísric:o que pretendió dar una explicación sente exposiciónestá dedicadoa explorarlosdisáocosmodos
coherence y comprensiva a la situación del ser humano en y variantes con que los simbolistas intentaron expresarlas
el cosmos.,.
complejas relaciones encre el ser humano y la naturaleza,
ReformuJando los principios de la Nttturphilotophie,
los mediante la represenracióodel entorno paisajísáco.
simbolistaSpostulaban la estrechainterdependenciade codos La estética simbolista concebía la naturalezacomoel
los reinos de la narurale7.ay la simbiosiscon el ser lnunano: punco de partida para la expresión de una visióninterior,
un universo recorrido por la misma energ/a biológicay obe- deaquala.
que el arcisrahubiese inruido o "sofiado"delan1e
diente a un coniplejo sistema o red de corrapondencius,
que y que debía plasmar 1nediantc los recursosvisualesquele
enlazaba y confería sencido a codos los fenómenos." Contra eran propios -lf nea, color, texturas-, alejándose
de unayj.
la rendencia analírica disgregadora del cienricisn10 posi- sión pura.inenre"marerialis1a"y externa. LapinlllllldepaÍe
tivisca, y la correlativa parcialización del conocimiento, el Ydelalks
deplanos
saje dejó de ser una recreaciónn1e1iculosa
simbolismo se aferraba a la noción del mundo como un de una localidad específica, para con\•ertirscen una ~
inmenso "organismo" roralizadoren que el hombre se re8cja ción de la cspiri1ualidaddel pintor, en una rcvclaciónllc
y reconoce. No por acaso, Wagner reorizarásobre la Gest1n11-
fueras tósmic.aso de cualquier 01ra noción o visión
k1111stwerk,
la obra de arce rotal o sfnresis de rodas las arres, en su interior. Son paisajesviscosal trasluz dewia
como el ideal a perseguir.
dad, dotados a menudo de una cualidad on~
Clair señala rres esrrategiasque el simbolismo adoptó, en y ajenos a un mero propósito descripti.w o.
su intento, final y desesperado, de restaurar los anriguos dcn1a.i1danla rcspuesra dd conccmphidor
lv,0s "naturales" que el ser humano, como ence pensante, atmósfera y emotividad.
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Podemostomar por ejemplo un Pai111jr
del tapatíoJorge ◊
local de corteaG:tdémico,cuyo pro-
sajismod<.-cimonónico
Enciso (1883-196n, firmado en 1910, que demuestro de totipo por anronornasiaeraJosé María Vclasco( t 840-1912):
fom1aejemplar la peculiarau-acciónfinisecularp<>rlo vago sus minuciosasvistasdel V.'lilcde México,con los nevados
e informe que, por obra y graciadel "estilo"dd artisra,logra conos volcánicosproporcionando el horizonte, se habían
alcunar coherenciay annonfa. El cuadro no es otra cosaque convenidoen la carta de presenraci6nde la moderna escuela
una misteriosa evocación de tierra, agua, cielo y nubes, pictórica mexicanaen las exposicionesinternacionalesdel
reducidosa su mínima expresióny como disueltos por una último cuarto del sigloXIX." Bascaver las sorprendentesver•
bruma colorfstica.Aquí no hay especificaciónde una "loca- siones de los volcanes,fzutcdhumly Popocatlpetl,que en el
lidad" recon0<eiblc,
ni planos de distancia escalonadosy pre- cemunen de 1910 expusieronAdolfo Best Maugard (1891-
cisos, ni mucho menos un "episodio"de anclaje para la visra 1965)y Armando García,Núñcz (] 883-1965), acaso influi•
en el espacioy en d tiempo. dos por losobras y las pláticasde Gerardo Murillo,el futuro
Ricardo Gómez Robelo. uno de nuescroscríticos mejor O,:At/(1875-1964}, para percibirroldiferencia:la montaña
informados, legitimabaen sus notas pcriodísricasesta nove- nevadase alzacomo únko motivo del paisaje,con apenas,si
dosa concepción del paisaje:"la obra de arte no es sino un aca.10,,ma leveindlcacióndel terreno donde se dcsplanra.Y
esrado dc alma al que le prestan clemenros expresivoslas a menudo ni siquiera eso, produciénd= un penurbador
cosas exteriores."" Concebía al verdaderoartista c0mo una efecto de flotacióncasiespectral,como el que logró Claw;eU
noslasperceptibles:"La naruraleu no tiene más fin que el de porciona un buen ejemplo de esasvisionesdel paisajeen que
balbucear con incoherencia,ofreciendo vagas formas, p-J.ra los artistas pretendían invocaro evocar,desde las conflictivas
ritmo de su alma viva y vidente, las locas vocesincompletas siones, la nostálgicamemoria de un perdido enromo paradi-
e inconscienres.Y alli donde d azar ha creadoarmonías, roca síaco o arcádico, en donde el ser humano convivía armo-
al arcisL:J.
revelar qué secreto las w,c, pu,-s nada existe si no niosameme, sintoni,.ado con los rirmos de una natural=
hay un ser que 10perciba y comprenda.• ,. bcnevolemey pródiga. Bajo las amplias y familiarescurvas
Losartisrasgenuinos,afinnaba, " ... transformanla materia del lztacdhuatl-"1.a mujer donnida", según la nomenclatu-
en idea, la idea en imagen"." Abogabapor la formulaciónde ra ind{gcna- se desarrollan distinms actividades agrícolas,
un ane sintético e intcrprecarivo,alejado de la meticulosidad cnrrc las que dcsraG:tnel labrado de la tierra en el rablero
enumeracivay la complejidad furigosa.De allí, sus elogios a izquierdo, la recolecciónde la co.,;echay la formación y acu•
106paisajistasde nuevo cuño -como Enciso, Franciscode la mulación de gavillas,en cl rablero central. En el primer tér-
Torre (1883-1943), Gom.alo ArgüellesBringas(1877-1942} mino de éste hay un variopinto grupo de niños y mujeres,
y Joaquín Oauscll (1866-1935)- que, con disciplina y formando una suerte de triunfal paralelismocon la fecundi-
dominio de los n,cursosexpresivos,habían acertado a desci- dad de la tierra. Destaca en primerísimo plano un irregular
&ar"algunos de los oráculos de la tierra", y a hacer percep- segmento de drculo de color encarnado, rematado por un
tible "laesenciaeterna y divina que se ocultaen eluniverso."" pedúnculo, y que semeja la parte superior de una dcscomu•
Tal vocación de sintaismocuasi "proféóco" diferenciaba nal manzana. Además, como más addanre veremos, el pro•
rajanremenic los cuadros de estos pintores respecto del paí· pio fonnaco ternario comportaba añejas connoraciones
◊
37
~ CJ
5io,bofls11JO
<1>i'\{xko
rdigiosas.;Seríaposible,pues, leereste rópcicocomo la evo- ◊ en las manos, se pasea por una cerra,.apalaciega,mientras
caciónsimbólicade una gran Maternidadcósinica? por la derecha, otra compai\era se inclina para confccci0-
narse su propio ramo de floresy unirseal grupo principal.El
l.A.sPERSONIFICACIONES
AUGORICAS cuadro, pintado por Ramos durancesu estanciaformativaen
DE LA NATUIW.EZ,\ Europa, se relaciona cancocon las imágenesde fforecimien.
ro paraldo, que enlazan a la mujer con el mundo vegetalen
Como una variantede estas visionesparadisíacas.debemos una cransparence metáfora organicista, como con las de
incluir aquéllasen que el anisca, recomandoy accualizando "desperra.resadolescentes",caraccerlsticasde la pinturasim-
una antigua cradicióaiconográfica,se propuso personificar bolista." La composición "procesional",con el azuldel Me-
mediante figurasfemeninasde carácter alegórico,distintos diterráneo por fondo, evoca representacionesde festivales
aspectosdel mundo natural, ya sea relativosa las fuer-,as antiguos de carácter .riruaJ,traducidas a los términosmun-
vicales...:omo la fecundidado fertilidad-, yaa los ciclostem- danos y un cancofrívolosque singularizanel estilodel pin-
porales-las horas del día, lasestacionesdel aúo-, en corre- cor rcgiomoncano.Escierto que algunasde lasjóvenespare-
lación con la vida humana. La diferenciaprincipal respecto cen absorcas,ensimismadas;pero no hay aquí esa insisrencia
• las obras prc:ccdencesresidiríat:n el procagonismovisual en los problemas e incertidwnbres que los adolescentessue-
asignadoa calesfiguras. len experimentar en su proceso de rransformación,¡•quees
Me estoy refiriendoa obras como Pion,( 1910), de Fran- propia del tema de los "despenares", tal como lo abordaron
cisco RomanoGuillemín (1883-1950),o como Bugambilias Hodler y Munch en Europa.
(ca. 191!), de Hercio; o bien, a la prh;1avera(1905), de No hay que olvidar, por lo demás, la condicióncflmera
AlfredoRamosMartínez.0875-1946), y La dádiva (1910), ele la belle-1.afloral y la posibilidad consecuente de aludir,
de Zátraga.Lasdos primeras nos producen la sensaciónde dado el caso, a momentos ulteriores del ciclo vital-árc es
una energíaprimigeniay desbordada:hay una alegríavolup-
el origen del topos finisecular dé "las eres edades",al que
ruosa y "salvaje"en el gescoy la acticudde la mujer pintada
nos referiremos posteriormente. De allí la confronración
por Hercio, sobre un denso fondo rameado, al echar hacia
c:n
de sendas parejas de muchachas y ancianos pordi0$Cn>5
atrás la cab.,-¿1para aspirar la vida con fruición. La Florade
la dádiva, de Ángel Zárraga, mediante la cualse subrayad
Romano, una mujer con inconfundibles rasgos mestizos,
ooncrasccen ere el esplendor de la vida y su caducicbd,que
entrecierralos ojos aJ tiempo que extiendeel bl'320derecho,
es cambién promesa de renovación, como lo sugicten~
en un gesto acogedory sensual, mientras yace recostadaen
connotacionessimbólico-religiosasde lasuvas-QSOCadasaNI
un edénico prado florecido,en cuyo hotizonre se alzan las
los ricos dionisíacos y con el cuico de Oémeter y lacfdjca
nevadascrestas volcánicasdel Vallede México. En ambos
fertilidad de la tierra.
cuadros, los arriscasrecurrierona una franca erocizaciónde
La irreprimible abundancia de la vida, y su perenne
es,
la nacural=, subrayandola noción del placer carnal como
calli<loen el ámbito de la naruralcza,cambiái podla4,e'
fuenrede vida.-"
sarse mediante el recurso directo a la mitologíad'5ica,1'CII
Por su parte, las compo.~icionesde Ramos Martlnez y
concreto al universo "pánico", como lo demosamOII
Zárraga
remirena ambicnresen aparienciamás "cultivados",
plarmcntc Bocklin y Franz von Scuck en d állit
pero no menos significacivos.Un cuarreco de "muchachas
mánico y, enue nosotros, JulioRudas;peroeslO
en flor•, cxquisitarnenreataviadasy con camilleresde rosas ◊
otro de los núcleos de la exposición.
FRANOSCOROMANO GUII.IJ!MÍN • Flom(la 11i11fa
dr/ mn11n111i11/)
• CAT•~
39
EL JARDINY LA CIUDAD <> colombinas,como pane del universodieciochescorcc,ca.
do por Verlainc,cuya asimilaciónpor los modernistashis-
Dcncrodd pai.-aje
simbolísra
ocupan un p,1pclim¡101ill1UC
dos panoamericanos-encabc.ados por el nicaragUensc
Ru~n
subgénerostcn1~ricos:la pintt1r.1
de j:trdinesy lasvismsde du- Darlo- fuecon1undcn1c.Loque singularr.r.a
a muchosdelos
dades;pero por lo n:gularofrecenwia alren1arivano del roclo jardinesimaginadospor Rucias,ademásde su cargadeero-
positivaa la represcnración
de la nanirale>.aen su crecimiento tismo y 1ristcza,es el impulso viviente que le da a la •c-
"libre~.En ~i:11, d remade la ciudadpresentainflexiones geiación y que, al rebasara menudo los márgenesde la
iconogr.lfiais-y. en el fundo, morales-muy singulares. representación,la convienen en una presenciainvasoray
amenazante-igual que ocurre en el Rnrato ,k J,súsLi,já,,,
)AROINESMODERNISTAS:ENTREEL AR11FICIO aqu/ expuesto.Semejanrcªanimismo vegeal~podrf:Itener
Y Li\ MORTALIDAD rambién sus ralees en "el ideal wagnerianodr expresarla
voz de la narutaleza"."
Es innegablela fuscinaciónque lossimbolismsexperimenta• Pero,como bien lo ha estudiado Lily ürvak par.¡d caso
ron por losantiguosjardinesasociadosa lasgrandesresiden- español," losjardinessignificantambién una muestr:aycd.e.
cias palaciegas,y que evocaban grandezasperdidas y en bración dcl aráficio humano, capaz de ímponcrd ocdcndr
ruinas.A menudo escasvisiones,afinesa la aguda nociónde una bellezaidealizadaal caos de la aaruralcza.bta es una
fi-agilidady caducidad de la vida y las obras humanasque noción del jardín antagónica a las visionesde Rucbs..
y esla
caraaeriza a la sensibilidaddecadente,están asociadasa la adoptadaen algunas de nuestras pinruras de este género.
presencia,explícita o impl/cirn,de la muerte. Véase, poc Diego Rivera mostró un interés temprano por d 1am.
..
• i.,, dádiva (El don)• C..T2~
ÁNGEi 7.ÁRRAC:A
41
◊
Los arriscasmexicanos,durante
IJu¡·omoderni1.ador.
su conAictiv:trelacióncon el cnron10moderno. su firme SUsttn¡_
voluntadde r:ransfigumción
idealizndom
y su anhelode refu- Poradas de estudio en el viejo continente, asin,ilaronel
giarseen la cvoc:1ciór1
de un pllS.1do
preindus1rial. tópico de la "ciudadmuerta"y andada en el¡>asado.
y lu~,
presididapor el desencanto,por el malesrarante la civili- ( 1909) es un cuadro de gran formato, imbuidode la faoc¡.
zaciónurbana av:inzada,que crea un cruel sentimiento de nación finisecularpor Brujas,la munta -título deu~ e&,
incertidumbre,de indecisióncnrrcel pasadoy el fururo,una bre novelaque GcorgesRodenbachpublicaraen 1892,y~
suerte de gricra liminal que llevaráinclusoa planreaiscla consagróel cul10a aqucUaciudad antañona y medioaban.
nocióndel ocasode la cultura: la "decadenciade Occidente" donada, silenciosay mística, ratificado luego en la plásoa
es uno de lostbpoi de la época,que ÜS\v:tldSpengleracabará por pi111ores ~
como Khnopff y Degouvede NuncqlJCS-.I
por =ger y cconzar. realizadoluego de un viajeque hizo Riveraa ellaenocnibrt
Prevalca:,entre lossimbolistas,una sensaciónde extraña• de 1909. Yaouos mexicanos,como Zárragay Alfonso~
mientoy alienaciónante la cultura urbanay burguesa,auto• vioto,habíansucumbido al oscuroencanto de la ciucbdaua
complacientey satisfecha.La ciudad es viseacomo algo arti• que elguaaajuacense.El asunto que ésteescogiófueuna.dela
ficial,opuesto a b "vcn:lad"raiga)de lo agrario." No por fachadasde la antigua CasaArenes -hoy MuscoB~
acaso, como ya queda dicho, este movimientode nostálgico consuuida sobre el canal Reie, a la alruradel palacio
Grum:-
rd!ujo -más ocrebralque práctico,y siempreen la órbita del huse, cuyas gárgolasdesaguansobre d canaly cuy, Q,f,..f,,
escepticismoy el dcsalienrode la modernidad-, coincidecon tardomedieval cierra la composición por d llancnRqi.;.....
el cnrusiasmorcva.lorativo
de los micosde antaño y con una do. Como lo advierte Ramón Favcla,"el oiadm hacepeaw
rcsignillcaciónde lasexperienciasreligiosasde codosigno. en el gusto de los pintores simbolistaspor la<goodrs-
Durantesu primera estanciaen Europa,a principiosdel sionesconsumidaspor el tiempo y vencidaspor la nalw.ilm.
sigloXX.Roberto Monccnegropincó un cuadro muy carac- que aún siguen en pie temerosasde esas fumaso en _.
reriscicodel calanrecon que lossimbolisrasabordaronel rema nancia con ellas, como la desgarradora pincun.de Edwid
de la ciudadcontemporánea;una vistadistante, transfigurada Munch la enr(daáemroJa(1893) [•••)ola .,...it., ,,..
por los prestigiosde la nochey de la niebla,capacesde borrar la rnnison
awugk ( 1892)del simbolistabdga-&ancés
Wdlialll
codorasgode singularidadidentificadora.Ciudadn, brnmas Degouvede Nuncques»."
es una composiciónhecha con baseen manchasy
(Noctul?IJ))
El gusto finisecular por lo informe se ~uce en lol
rd!cjos, y algúnocasionaldesrello"artificial"despojado de
manchones y chorros de pinrura. encuadradospord rigor
un poemade conosy coloresresuingidos,pleno
pcligrosi<bd:
geométrico de las viejasacquicccrum:scmejantcdeslna1Uia-
de resonanciasmusicales,a lamanera de Whi5der.'°
delas
lii.1cióncron1d1katiene por objeto sugerir la ftuidc-z
Pero, más que lasciudadesucenraculares"
y febriles,ener-
aguas del canal y los reflejosmovedizosen su superficie-UO
gizadas por la industria y el comerciocontemporáneos, la
te1naque le auajo particularmente a Riveraen aqudla
tc:111"
sensibilidad6n de siglose goro en evocard ricmodesmaya-
por.idade aprendizaje--;pero también, no~ qué penwt,ado
do y mon6conode lasviejasciudadesdejadasal margen del
◊
misterio oculto en sus profundidades.
42
Miguelde Unamunosolíadesignara laanmllonay cn.ni- con el contrasteentre los muros macrrosde las connruc-
z.1ciudad de Ávilacon el doble Cllific.1tivo
de "Ávilode los cioncsgóticasque cubrenla totalidaddd fondo,y lassinu0$:IS
Sanros,A,.;1,de los Caballeros".Y ad,,:rrfa: tclaraliaJde las ramas y los fr:lgilestroncos de los irbolcs
que puntean los dcsiercoscspaciosfronr:.lcs.Un rasgoico-
sensa-
En el aspccroíntimodcl am-, p.1md que UUSOl nogrslllco,~te del vacíourbano, que acaso tuvo su concri-
ciones profundas. pom el que nene el espíritu pre- bución mejor conocida,entre nosotros,con J,15
magníficas
p:tradoa n:cibirla m:lshonda revelaciónde la historia fotograflasde la ciudad de Mbico que Guillermo ~hlo
eterna, os digo que lo mejor de Espafia es Castilla,y estaba haciendo por aquello, mismos años: un deslum-
en Castillapocasciudades,si es que hay alguna,supe- en medio de la
brante cspec1:lculoarquiceccónicoclCV2do
rior a Á,,ila.0 mM absolutasoledad.
lll hom mtn,¡,úla) (1908). Por su vinculacióncon la tradi- MUSICAi,COMO roEAL ESIJ!:Jreo
LA EXPERIENCIA
ción m!sticay caballcrcsa española fue, junto con Toledo,
una de las ciudades castellanasmás entrañables y significa- En el pensamientocstéócosimbolista,la c:xpcrienciamusi-
tivaspara la generacióndel 98, con quieneslosanisras mexi- cal ruvouna importanciacentral, no sólo en cénninos de los
canos -hombres de letras tanto como pintores- trabaron asuntosprovistospor la ópera y OU05 génc:r05 musicales,sino
una csnccha relación personaly estética.Rivera formó parce por el fomentode estrategiasno nan:lÓv:as, cuya docuenci:a
de las tertulias literariasde los caí~ madrileños-<0mo d derivabade la utilizaciónautónoma de los rccwsos rérnims
Nuevo de l.cv:mtey el de Pombo-, donde amistó con los y formales.En el casode la plástica,los a.nistasse dierona.b.
ncrrnanos Ricardo y Pío Baroja, Ramón del ValleInclán y taICa de explorarla expresividadde la línea. del color,de los
Ramón Gómez de la Serna." elementoscompositivosen sí, y de $U$ combi.oacioacs.rq,c,,-
En csros cuadros abulenses, Rivera nizo menos hincapié ricionesy contrastessobre la supcrlicic piaórica, bacicodo
en la fa= guerrera que en el aspecto recoletode la ciudad relativaabstraccióndel asuncoccpresenmdo.
y en una suene de simplicidadarcaica,afln a la llane-usecu- Sin duda, la experienciade petcibir la realiwdcomo un
lar de los pueblos cascellanospor donde rancose complac/a de la
devenir ininccm,mpido -<X>nla pcl'SistfflreC'\'Olucióo
en andar Azorín. EJ lugar se ve deshabitado, según era lo subjetividadoperando a manerade intima y rcirerad:icoos-
usual en lasvistasurl>anassimbolistas. raración-, ncalió por darle al 01undo la aparienciad..-algo
Ocros anisw mexicanos pensionados en Europa con- cflmcro y sin S\tSrat1cia,
"hecho $610de colo«s.formas y
tribuyeron a cstal,lecer el gusto, en nuestra pintura, por sonidos. La realidad ~m..-npe~t110 flujo. cambia sus co-
estas desoladas vistas de ciudades. Por ejemplo, Franci5CO lores como Ut\ cunaleón•, .egún lo cxp(('S:ll11
el científico
Goida (1882-1%0), con sus rec~OnC$ de pintorescos Rrns1Mach."&mcja111cfxpcricnci.\de la n1odcrnidadle
rincones barcelonesesigualmcnrc dl:$pobladm.Un ejemplo sirvió de fundatncl\tOa Henri lkrgson parasus cspccula-
es el llamado Trfpricotk Barcelona(Plau d,/ RrJ,Casad8/ clontSíllosólkas; mmpocole hJb(a sido ajena, previamente,
Arcedianoy Entrl144al Muuo tÚ SantaÁg11eda)
(1905), en a Schopcohaucr.
donde el pintor -quien a la sazón csrudiaba en la ciudad lcngo para mí que la renovadain1porranciaque los sim-
condal bajo el magisterio de Francisco de AsiaGal!- juega bolistas le asignaron a la musicalidadde la línea y el color
o
43
JUAN GAMBOAY GUZMÁN ♦ Mritir11
n:/rs1in/+ CAi G-1
1lll'II.ODUCa()s Mn'OlU.A.ll" 1'0k i1 IN~II 1vro NM-IONAI ·~ A>laW:lt'OtOC'll,\(. HlffOIUA
44
por si mimlos. como Qfgoque fluyey se ttansfunnn a¡n<- o comcnidonartativo01Cnuado
o nulo, ínAuidopor el ejemplo
=~mcnre, tiene su correlato ron esta pem:pdón de unn de I lcrrncnAngloda-C.marasa-mentor del gn,po his¡r.mo-
modernidad "movediza"."Por lo dem<l.,.las reflexione$de omcricanoconocido por la designacióncolectivade Escuela
Zárroga, tmnscrimsmds nniba, accn:n de lnl inquietudC$y
de l'ollcn~. • la que nuesrropintor pen<neció•n losaliosde
prioridades impncst:t>p<>rla csn!tic.,m0<len1ny el pcnimu. su f>erm•ncncin dur.,nte la gran gucrrn--,y que
en M:illorc.1,
recursoa rérrninos=ído. dd léxicomusiml, vuelvenocio- Mnibiénpodrían str califia,doscomo ejerciciosde musía,.
so insistir en d .tsunro. lidad pl.isrica.
Como ejemplosmcxic:u,osde obms dirccramentclígndns
con arunros musiales, podemos desmcarla serie de dibujos lll Ri!NACIMlfNTOMÍSTICO, DtMF.NSIONF.S
~U8JFTIVAS
que Monrcncgro dcdioo a Nijinsky,encarnando sus perso- DE u\ TRASCF.NOF.NCIA
presentada bajo el manzano simbólico, en d rránsi10 del sorprendcncesdel sanroral y los símbolos del cristi:mismo
sueño a la vigilia. Laprofusión de curvas y la Ruidcz.de con• •1teu:ro-
-no pocasvecesdesde una óptica complCt>mCno::
comos, sobre todo en las figuras modeladas con un realce -. hasta las cxplor:icioncsde los
dox:I"e incluso "sat:inica"
mlnimo, no sólo subray.m esta impresión sonambúlica sino misticismosorientales y. sobre codo. de bs ricasu:i,dicioncs
que cargan de volupruosidad la composición, muy a rono del eso1erismo.Esla époa, en que se difundey :adop0con
invisible.
impalpable)' cremo, n1.l~alLide la~ciencia limitu1tede lo
gusto de los úcmpos: Músicaalnlin/, del yucircc.oJuan
Manuel Pas1rana( t S(í().1938), por ejemplo. La"mcxiani1.a• dumhrc; pero. m.lsq,tc nada,de la nC1rnl:.uividaJ
impuesci
lnirnraron ~1itui1lc ~
por la religión in\ti111~ion,11i1:1J;i.
ción" tcnwica de fflA: gtncro de obw 111volugar hacia
anc 111liutci(lnde in\trumcnto de mcdl.lCÍón)' rttnlace-rr-
191O, en trabajosde Hmán y de Encúo. c:nrn:ouos, y 111
práaia se prolong¡:uú basa b iniciol de 101al\01 vc:in1e.
/ix,1rr,rrll..vJ<>-
au1 un oi:dcnrr.i.=ndcn1e.Al mÍ$moricmpo,
.e adviene en 11><11»
su, C"$ÍUcnos
un sentimiento subya-
Por oaa p:me.Monienegro fuemuy dado a pin111rcuadros
cente de fu1ilidady de frusuución. &louard Schuré, cn su
de coloridorutilante y denso diseño compositivo, c:on un ◊
4S
Por lo demás,el esplritu de "profa,nación"
y el cnt,
introduccióna uno de loslibro.~
de c,b<ccraelelos,itiossim• cvtro
(1889).ad,-cnfa:"Jom:lscuvoel
bolisms,los gm11dni11id11dos
de misricismoy sensualidades una constanteque •-Ortc~
raruo 11ucs1rn li1cra1ura-de Tablada a Efrtn Rcbollc(!.,
y
alma hunrnn:tun sentimiento mds proCunclode la insuli•
Rnmón LópczVclard~ como nuestra pl:is1icafiniseculares.
ciencia.de la miseria,de b irrcolidndde su vida presente:
Unn buena mucstrn la 1enemosen el así llamadoDtsnuJo
jamásaspiróde más,u-dienrc
modo.1 lu in"isiblcdel m:lsalld.
barroco,de Gcdovius,y en el Exvo10o Sa11~b1111id
11(l9IO),
sin llc:g:ir
a accr en si1 cxi,"tCncia.""
de Z./4rrag,~.
Sabemosque el primero es un "cuadrode arre.
Sin lugara dudas.las prcmis.ucona:1nunlesy visualesdel
g10~ pinrado en el taller del artista, quien 1eníaacumubdos
credo cuólico en que los .1rristas mexicanosse hablan for-
allí un par de columnas salomónicasy otros fragmentosde
mado.:úecr.lronla formaexpresivae idcn1irariaque su pro•
rc:mblosde madera dorada. Gedovius colocó a b modelo
ducaón adoptó. No debe de sorprender que, entre las
yaccncesobre un lecho paralelo al plano pictórico,dcbnrc
primerasexpresionessimbolisrasen l\~éxico,elconflietocon
la fe tmdicionaly la entronizaciónde la duda hayan dado de aquel fondo de áureos despojos. Pero,a decir verdad,la
tema a variasobras. cantoliterariascomo pl:lsricas.Un caso impresión que 1enemoses la de una mujer desnudarendida
de cncrecruccentre pocsfay arre lo proporcionad busro de sobre un airar, en una suerte de transgcsor ritual amoro.o
ccxrode Justo Sierraaccrc:ide la púdida de la fe en el crancc un perfume de incensario, / el oro brilla y la caoba/ tiene
mismode la muerre.O bien, las ilumacionesde Julio Ruelas penumbras desanruario". Conrribuyeo a resal= d erotismo
a ro:1osde Jesús Valcnzuday de Amado Nervo,como Pie• de la escena elementos como el velo rransp:ucntequeondu-
dad e lmpbuabk, rcspecrivamenre.Con esre par de imáge- la a lo largo del cuerpo femenino. como CD uru, dilmcb
nes, Rudas cb inicio a la subversióniconográficade la figu- caricia, y la calidezdel color multipliCM:!o
CD d dc111.!.c ,lit
mujer lleva un atuendo conremporánco, produciéndose así ◊ Un cnrrccrucc de culturas rdigi053Sde signo muy dife.
un ápico cruzamicnro de tiempos y culruras,subrayado por rente es el que llevóa cabo Herrán en d ciblcro cenml d,, 5ll
d rracamienro acenruad:unenre bidimensional de figuras y inconclusocrípticoNuarrosdwsts (1914-1918). L:i idea dd
fondo, que le da a la in1agenuna ambigüedad perturbadora artista era construir una imagen visual dd rocsrizlje.como
)' fascinanrc,e invita a lecru.rasdisímbolas." Una de las posi- rasgode identidadde la nación mexicana-o, como enrooa:s
bles t.icoe que ver con la exaltación del amor carnal a la solía d~-cirse,del "alma nacional~.Imaginó. para dio. Wl:.I
categoría de lo sagrado, mediante una transfiguraciónidea- doble procesión de adoradoi,:s, indígenas y cspwiolcs.que
lizadoraque sublima la evidencia sensorial hasra convertirla acudía por ambos ladosportando ofrendasy cnron:indopre-
en experiencia místk:a: la dimensión espiritual de la unión ces ante la imagen convergentede sus respectivas
deidades.
a.morosa,ya no desligada de los sentidos, sino nuevamente Inventó, pues, un icono centr.il logra<li>inlO
en do11dcun
interconccrada, religada."'L:i perfección frsicaes recobrada sangmnte Cristo barroco -muy aRn .il que pintó lgn.,c:io
como imagen reverencialde un n1undo superior. Una expe- Zulongnen El Cristotlela sa11grr.
1911- se funde con la.3tc-
riencia rdigiosa que, si bien no es ajena a algunas mani- rradom mole pé1«'ade la Coodicue,diosa;ut«a Je la tiem,
barroca, y su expresión del arrobarniento divino mediante L.1aguclt"'l.1 rorl't"aquí pareja con la exquisita
co11et·p111,1I
csrám~s :1.1ociadn
figuracionesdecididamente sex1rnli1,1das--, )' composirh'a,dandoorigen n una de las
de~lre''-1dit>11jí~1ic.1
parte inferior derecha del cuadro -un recurso csrills1ico L, ohm inc!lndusa de Hrrr:ín destinada a ornar un muro
del Tcarr!l Nacional. cnronces en procesode consrrucción,
dice: "Señor, no sé celebrarte corno el pocm en
arcii7,antc---,
nos remire n una de las tareasards1icasque pueden ser rela-
,-e~ complicados, pero :icepra csmobra :ispcray humilde
cionadas con el rcavivan1icntofinisecularde lo religioso,a
que he hecho con mis manos mornlcs. Ángel Zárraga". ◊
47
saber.la rteuperncióndd antiguo fumrnrodd ir/puro, ong1•
. .' ◊
y kt.
1-Juboun interés particular en hacer nuevos11.'0S
11,ras del gran legado mhico universal.Pero,a coniraco .
nalmcn-......,..,.,.;ado
~. al
· rutar
· en In liturginc:ulllicu.Yn pura• '"en.
ic Je la lectura académica. literaly arqucologi1.anic,
l0ssilll-
menteescu1-',uncos
•
o P....,n·cos
1'-"'u ' ""combinando
, .. ambas artes,
bolisrns percibieron que el arraccivode los anri"'•os .
losirípri=-<1 pol(p1iros,-
que adorn:ll>.111 y ropillasde
alml't'S o- m110s
las iglesiasrardomcdie->:1les
)' rcnnet'11risi.1s
permitían la con· radiaiba en su honda resonanciapsíquica.Seexploró,PtlCi
•
'~"encía,visualy conccprual,de distinrospc~onajesy episo- su capacidad parn evocar visiones personalesen lasque
funnaro.Conocemos,ya en directo,ya por referenciadocu• grandes impulsos, pasiones y enigmas que han pautadod
mcnral,variosde esrostrabajos suyos:el trlprico LAludm o dcsenvolvimicn10de la existencia humana a lo la,gocklos
Los lud,a,k,m (1905-1906);1' el rin,hdo LA t1pmt11Z11, Út siglos:las apetencias y aspiracionesde toda índole,d cnfu:n.
ilusidny In munu-o.-puesro en Parls,junto con obras de los ramicnro con el destino, la experiencia de la muau,,
orros pensionadosmexicanosen Europa,en 1907-" y el de Se redescubrió y calibró, pues, la ponenrosa novcd:ad
de
Losr,rs rebtldes(l..uzbe4fen1mno y Promeuo)dado a conocer lo antiguo, su perpetua rccurrencia, lo que dio pie al plan.
en 1908. erassu regresoa México,en una exposiciónde la teamiento de una visión cranshistórica y delia delócmpo
Escuda Nacionalde BellasArtes--<londemmbiénse vio Los humano, una idea propugnada justamente por W:agnu."
lud,ndom.'' Lbs tres n,/,efdesse localizaen Tiacoralpan,ciu- Es,pues, orra de las fonnas que adoptó lavolunad cJc·rtpcx-
dad natal dd anisra, aunque con un ordenamiento erró- tización~del mundo, caraaerísrica de b aJcur-,finñm1bc
nro." En esta exposición se ha incluido el así llamado No es casual la significación que adquicn:b nadí,i■YI
Tríptia,IIÍ m11.esrro
Jusw Siemi, un átulo descriptivode la figura de la musa -en singular, como epírome de bs rwr:-ne
dcdicaroriay no de su contenido.¿Acasose trara de LAespe• musas de la mitología dásica, hijas de Zemy ~fncmmioc.
rn=, Inilusidny In mueru?En todo caso, el caráctersole.m-
encm-
cada una de ellas encargada de funciones espcolias
nc dd conjunto, y su manifiestaintención alegórici con un
ción con el conocimienco r lasancr, en que d mistaio«
COnlenidomoral, le da una Cltadura de rirualantiguo
sc-1:10
la inspiración crcariva encarna, y que adop« l:IJl 'Qliadas
➔ubrayada por esa procesiónde jinetes rdevadosen el mar-
formulaciones, ya espirirualiiada y n,lstia. r,a~
co dorado, diseñadopor el pinror, con un regusto a liturgias
carnal y rebosante de ~nsualidad. O bien. stNr.aiJa b «
panarcnaíca.s-
y pcnnitc ubicarlocncrelas expresionesde la
b-.aio
absrracra idealiuición clasicisray pcr>0nilk-.iJa p«SU·
vagay pluriculruralcspiri1ualidadsimbolisr.a.
p11cs1osnacionnlista.~o region.ilist,IS.Enm-ocrosejemplo<
vemos ac¡uluna réplica .1u1ósrafuJ.-Lics.:uhuraque:Amulfu
REINVENTAR
U.S MITOLOG!AS
para /:1~ 11
Domíngucz Bello labro en 1n.ir111ol
de ~l(>n1p,irn~-.e. "1)'.t construc·
Rurku, en d ccn1c111erio
EJsubjetivismointerprc1acívopropio de la modcrn idad ¡¡.
ción fue Cl'sltc,1<l,1
por J<'!o1b ~
l.uj,in: una mujer Jcsnuda
nís«ular se extendió al \fQ.SfOc:impo d• I•• r d' . li
• .. ra 1c1one, rc-
y Licrim(>Sa,
cenw. toda <lcsmd1•11a(l.i a la tierraqut
.tbr.u.ada
rarias,produci~ndosevel'$ionC$ novedosasy ,orprendcnres
de las iconograf(asco · al gunrd11
los despojos del artista n1ueno.
nvenc,on es, en una ~pocaen que fob
arres plásticasestuv· fu . Igual c¡uea Puvisde Chavannes, a AlbertoFusrerle in-
ieron pro ndamcntc impregnadas de
lircrarura. rcrcsabaevocarlos vlnculosentre naruralczay arre, Yse corn-
1
placfa en evocar una Arcadia n:diviva,poblada con ligur.is
◊
~L
•
'•'
.,
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\ \I~
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(
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1,
..'~~~--L J
para que les otorgue el galardón reservado a la m.ixima su fecundidad. No por acaso, como ya queda dicho, los
Pero, significativamente, el artista cierra los ojos al
bclJe7.3_ los desahogos
modernis[ascalificabande "fu.unalias" orgiás-
sobornoy, ensimismado, pareciera acender sólo a susvoces ticosque regulanncmcse conccdlan,y a los que nuestro pin-
interiores. tor asistía como partícipe un =10 distante."El uniVttSO
Entrelasdiscincasu-adicionesmfrológicasrevisiradaspor visualde Ruciascst:Ipoblado por fu.unoso s.irir:osy $ltires;is
49
~ (1simbolismo
ro /'lixlco
◊
en un ambiente de comodidad y eleganciaabsol
Uta111cnc
moderno.O bien, en uno de losaguafuertespa . . t
he-
ns,cnsc,s
chosal finalde su vida:El reposotk/ trovadoren d ,.
' on...,la11••
~da de la muerte en forma de una mujer-vampiro deal
descomunales.c1uese ·r
,ne ,na soblre e andrajosotr01rad :a.i
º'dor-
mido en el sucio, cerca de un campos,inco,es • 1
a 'tia~-
rradom y rcconfonante: un ejemplo de esa "estéticadt la
paradoja"que los simbolisw se complaclanen Pr.ac.
tic;¡,,y
que adoptó múltiples expr~iones -la unión del arnory l;i
muerre,de lo bello y lo terrible,etcétera."'
Pero la li1era1uraeuropea "moderna",de Dan~y Shalics.
pearc a Baudelaire,Vcrlaine,Wilde y Mirbc:au,
surninÍStró
so
mucstrny hacer referencia:ti tr.!gicosentimiento Je lo vida
<>
, que los simbolisw comp.1rticron,Esun dibujo de un dc,po-
•
jamiento absoluto:sobre d fundo blnnoorcsakanen primer
ré,nninolosconromosdd rostro dd anistn. rccalcndospor un
u-:uofinnc; csr.l etpmdo de rrcscuartos a la itquforday de la
mandlbula pam arriba, lo que le da un extraño :ispccrode
decapitado. La nora siniesim se hace más insistente con el
sutgimicnrode una a,.laveradcrr:lsde la cabezadd pintor,
vista lronmlmenrcy en forma parcia.!,en una posición que
nos produce la impresión de csmr hablándole al oído. El
jo,'Cll2l'INllnos mira di=mcnre, perosu expresiónno reve-
la asombro ni tctr0r. La composiciónprcscnmafinidadesob-
vias con d o!lcbrc A,norrt!trnroco11
In Muuu UXttndo
el vit,lln
(1872), de B&klin. Pero Hcmín no submyasu condiciónde
pintor, como sí lo hace Bocklin,quien con paleray pincelen SATURNINO HERAAN • Au11Jrrtmt11J
to11 c""111m1
• CATr-
mano, queda en suspenso
cscud1andola melodíaespe,;tral;lo
ru:ú,cnrrc otras leauras posibles,sugiereque el artista toma- exploraciónen profundidad, desde una pcrspccrivaagp6s-
se su inspiración de iales revelaciones. cica,o cuando menos cscépáca, de aqudlas preguntaSfun-
Montenegro, en la crai11u-uno de los Vi11gtdessi11s
del damcnralcsque dieron asunto y úrulo a un célebre aiprico
álbum publicado en París en 1910-, asoció las referenciasa de Gaugu.in:¿De dó11mIKIIÍlllOS.qui Rmll)S, a J4n,k tlfllnOi!
los personajesde la Commediade/J'anecomouna de las posi- (1897). Plan1cadasdesdelascircunstanciasde la modmüd:id.
bles encarnaciones dd artista moderno -pensemos en el y habiendo corcadoamarrascon lascertidumbresdd p;mdo.
Picasso 11#1y roStt,asi como en Rucias-con el sentimiento los simbolistasse asomarona laswnas oscutaS e:inc:q,lor:id:is
de alic,ución y malesrarpropio de la civilizaciónconrem- de la in1erioridadpsicológica.en donde Erosy T:ínatosCDU':111
por.úiea:una figur.i a.rlequ.incscase asoma al exceriorde la en juego y cnmbla.ncomplejasrelaciones.
imagen -.:s decir, al mundo que los espectadores habita•
mos-, medio ocultáodose ins de la puerta de una habi- EL REINOlNTliRIOR
51
~ fj ll'l)boliSmOro1'\/rlco
iico cncucnrrode Diego y Angelinaen los PalscsBajos,al la fascinación por su belleza.Crucld:id y beJb esaooclr
Valledel Senaque discurrelento y sinuoso,a la lle de Fran- esos binomios parad6jicos a los que la sensibilidad~
cc. .• ", mnrocomo a cicn:asaulidades tonalespropiasde la lar fue 1an proclive. Uno de los arquctiposIDa)'OR:lk ¡..
pinrurade Puvisde Ota,Mnes. "El cuadroreruma un silen- ramen1e la figura de la mujer como domin:acfoa
m1 4
cio, una melancolía, replegados,interiores, sentimientos corde, que somete al hombre bajo su imperio.ú,l,Ji,..,
que nos transmitenla mirada absttafday la actitud reflexi- s,uu mm:i: peligrosasiempre y, en muchas00Si,,oa, Id. fa
va de la figura, monumental,aislada..,., se la caracrericecomo "mujer-vampiro"o "mujcr-mpiaw"
V=oncs ºmcxicanwidas"
de C5la ,'Citientelashallamosen como esfingeo arpía, será siempre lafimmcfo,air:.
la•1111111
aimo ú, t= dcm:u!a,ele Hemin, y El caminante de fuego» opuesta a la "novia de nieve",douuei & da-
1910, de Fnr.asco&: la Torre.El primero,un "nocrumo" inrangible, que fue su contrafiguracultural..,
dibujado alcubón, representaa un par de indlgcnassentados ' c.ra1•
La "muJer ,a conoa"ó cnroncts mu-ro
•1.;..i.. a-+►
en la ócn:t, durmiendobajo un ciclocsucllado;los collares, ciones, desde lasasociadasa figurasbíblicas-.:oa» Sww•
pulsc,asy :adornosque llC\'21\,
por sus connotacionesprehis- Judi1b--o a mitos mooi,~ -Helenade Tn,p,C--.
~ ~ sjtúa en Wl3 v:iga zona del pasado.El caminante
(lQII 1111
cocidiaoas.
hastalasde aparienciay &ecuenración
fonnabaparte de un aípáco que el propio De laTorredesin-
nos seductoras y dominantes. Rudasfued aitiD'fX 11111
tegró, dcsconlCllrodd conjunto, y sólo conservóel mblero
contribuyó a su aclimaraciónen b konó.Ji:ra ª~
IDC'fic;uu,
caiual: la figurade un indígenacontemporáneo,venido de
las páginasde la &vista AlodMw.y.aen ~ O't!!Pf"&S
y pit-
manu, sentadoíunw a su cabalgadura,
con los ojos enrre-
n1ras.la donuuiora(1897), wi cw,dro ~ coRlll"
Y delanfede un paisajeen cuyo horlzonccse aba el
ccnados
desnuda.~
rep=nta a una ~conewi.a"
(Por11olrra1es),
c:mblmwi,;ocono de un volcánncv:ido La <'Nn~•·ó
· ~-• n que d:i en inediasnegrasy tocad.'l con Wl sorobfflo
~• que
ambasobl2S r¡ Jade
l1QS producen J)CISQnajes
ahsorros,
cmlmis-
1,. • , .-uo,CIIIC)lll'I
~ en un mundoalque l105Cltlivedadoaso111ari10$. en 1nanoocqu~ta el mov11tucnt0r•r·-
11t1go .
s11yo, una
de un cernoron un simio trepado enelloinO: Íllll°
. $ig!o",
ydcb
LAMUJERFATAi.y SUSENCARNACIClNPS ¡¡en ~rfocra de lado111i11111Tix,
en versión"finde lilr
"algolagnia"que permcabad crotluno de laqioca-o,.no ·
WaltcrPacerha.ouna ¡
cauro sorprcndcnccde la GI~- J.
l.i1vakadvierte:"Incontablesobrasde aquellos ~
ai\OI
_,_, -ufl,u,,
muy rev"""'°rade lo que•--'- 1 • • un eros de rostro cruel, y la pertinenciade un plaar
... .., a V1S1ón
finiseculardel .
a mu¡er:
◊ por la degradacióny el sufrimiento..,.
52
JULIO RUELAS• la domadom• COLF.CCION
l'ARTICUI.All
La mujer que asesinavaliéndosede sus cncanrosaparece ◊ el magnecismosensual emana de sus ojos, de su larga
eo una de las ilusaacionesa «La bellaOtero", un poemaque cabeller:iy,sobre rodo, de encresus faldascomo una fuerza
princesa,lumia,súcubo,escrella!"-,sedesprendennumerosas época."
Por úlrimo,en la viñerade "Lirio",un poemade Manud
caudas que la atan con las órbicasdesencajadasde una por•
Machado,"'el dibujanteiacacecanonos ha dejado una ima-
ción de c5quele1os,
congregadosa sus piesa manerade séqui-
gen represencativadel temor decadentistaal abrazo letal
co fiíncbre. Oseenca en codosu vigor la exuberanciaanimal
que esclavizabaal hombre, preso en las redes femeninas,
de las mujeresdominadoras, calcon10Rudas las conceb/a: ◊
53
,,'. siglo xx.Eljrtrnbt( 1913)es una de las visiones
◊
f, as del "insunro · . m~~~~
. d "1-aión"a l:ISoscuros ucn. b r.asdel poderlo 1ncontras1ablede una feminidadf.
somcncno S\I uc el ho1n re re• Cl'O"t,qll(
:1• de la culn1m,q complace en hacer del hombre un au1énrico..., ~
1
una imagenemb cm,nea lcza si1nboli~1d:1 por la 11
r•t,.~~
_ _,¡ando
04
ante la natura ' versión más sorptendcn te es Tehuana(19J4) un •
presenta,~rog v cjan disolverlas
• .. A uí loslaberlnrosline.ilcsque sem ' CUadro
arreglo" con la esposa del arriscacomo modelo:
mu,cr, q • ·a1· do~ restándoles · • u11:1
lllujc,
"""•irodcsmaren ,za '
fom1astienen ttn pro!""' . ból" de aspecto virilizado y avasallador,cubierracon1'"colorld
• 1 a sucrre de s1m ,ca
.1ndi,~dualidady someaéndoas a un
galas del traje regional istmeño, cuyaprendamis~
fusiónoon el magma111 . decisode la vidarel·'u nea.
· Losaman•
· '
lar es un ampl/simo y vaporoso cocadoque,como... .
teS rt<X>Stados-Gcrinddos y la reina-, oompcnerradosal -,a 111-
mensa concha, resguarda y magnificael poder~dtb
máximo,han comenzadoa perderauronomlay a enlazarse
dama, regiamente sentada en un equipal. Laposición~
••, circu
oonel mundo vegcrai . ndanre·
· son ""
,- parre del remoli-
centrada, los recorres inducidos por el marcoy,$0Ón:codo,
no de raleesque dan susren10a losárboles.
El rcmor masculinoa perdersus atributos genéricosse
el rratamienco dinámico y expresivode lamateria~
expresóen la obsesivamulcipücación
de cabezasde hombl'CS con empastes densos y pinceladas &ancis,conlIÍbQya¡
¡
degollados,un moüvo visualque proliferaen las ilustm- darle a la imagen una mayor energía viral El m11rn¡ 1• .,
rm=·-~
.:;,evorsac :u-». Salomé,u dcsuuaora por un moderrüsmo.n
~wdo. fu::wu figc.-adcs:arrollada
en la literatura
prcscni;iuna vc,¡ión"agitaJJ:i.da"
y múltiplede la imagenele
11110de los 1ópicosde la~poca.1r.iew;I<>
porruiro ,. L
• GU$12''J(liln
lafnnmt farnk,dad.obladaen lasfases ,u~si=• d· la . do.~con,o Pu"l~de Cha,·.innes,!'llulGaugwnY -~-:A.d Jt
•- • , Joven 11
scduaora y la vkjacdcstina, con un no s6 'Jlll!de aquelarre Y <¡uchnet' hinc:tpifen el ronr~te cnnc b p:rpc"•---
ésicO
(IIIº
impllciro.Pero,•in duda, la interprc1adónregionalistamás t'Spccicy la fugacidadde la vida individwl.En~I
una espc:cialrepercusiónen la ob~ de Herrán-UnaobrlSIi)"
1--~- .
-.,. .... e tmpacuntc de este proroti¡,olconoo-'"
0•111co
0,e cn-
CUcntr.1 en las divcr53S
encarnacionesq . in1eusay emoti,-a,con csre asunto y este úculo, ~"'
uc cxperuncnróen
manos de S:uurninoHcrr:in durante I
'
J.
ª scgunu.1d~c:idadel
1916, ~ un dibujo con lápicesde color Y~~
◊
dice,.~
acuarela-una técnicaaclopradapor él, 5CllÚ"
S4
5,\TIJRNINO J l~RR,ÁN • T,l,11111111• CATKi
SS
bajo la inspiración de obras semejantes de Néstor de la o El coftfldede San Miguel. En la mayor/ade cll .
as,la un
Torre-," que representaa una niña, un hombre y un anciano, sión de hase/o,desencanto y derrocaes apabuU Pft.
anre,A '<t<s
sobreun renuefondode paisajelluvial-<0n lasconnotaciones algunas cúpulas d.eiglesiasse alian al ladode lo ..
s v1e¡os,
<o,¡
metafóricasque la imagen dd rlo comporta- y unas ramas un efecto todavía más devastadorpuestoquese .
rne¡anap~
cargadasde fu.atoencuadrandopor arriba la <'SCl?R3. Sólo la carios, más que brindarles alguna prorccción-/.q, ri,g,,,,
muchacha nos mira con los ojos bien abienos; el hombre J 914. La agonía está evocada, con toda su an .
gusriay Sil
arquea la boca en una mueca dolorida, mieorras que con dolor, en El si/timoca,uo( 1914).
la di~'tra serubre los ojos, con una actirud de claudicacióny Sobre la sensibilidad crepusculargravirabapues1
, , a tl!rtaz.
desesperarnza.
Aun por su ubicación,ese:!má.spróximoal viejo o"-sesivapresencia de la muerte, orro de los magnosren,ll
que a la niña, y fom1auna masacompaciacon él. del simbolismo, que también en esre rubro adopró .
' 't!lg·
El rema de "las cresedades''es un elemento iconográfico nific.-íodolos,antiguos morivosiconográficos,
cornoladarin
cencralen otra de las obras maestrasde Herr;ln: La oftr:11da, macabra, los cuacro jinetes apocallpt:icos,la mucncamigi
0
(1913). En uno delo.santiguoscanalesdel Vallede México, consoladora y la muerce como emperatrizdd mundo.
con el cerro de la Estrellaen lontananza,se desplazaun con- Montenegro dejó una versión de este últimoasunto<nrrt
junco de "trajineras"o canoas cargadas con la Aor de los sus veinte dibujos de 191O.
mucnos-o zempoasúd,il-: esasfloresamarillasque seponen Rucias rmró el cernacon profusión e invemivano1ab!cs,
como ofrenda sobre los altaresy las rumbas en los dlas dedi- haciendo de los esquelecosuna de su.sfigurasprtdil= y
cados a la conmemoración de los difuntos, al principiar dotándolos de una gran movilidad expresiva-¡al comoen
noviembre. En la crajincramás próxima se ha acomodado ~
la gráfica popular lo estaba haciendo, por enconCt'S¡
una familiacompleta, rcpn:scnrativajustamente del motivo Guadalupe Posada.
de "las tres edades". Ninguna de las figuras, cacirurnas y
n1edicativas,bac.eun solo movimiento; y sin embargo la ENVOI
canoa parecedeslizarsepor su propio impulsosobre lasaguas
verdosas.El lienzo ricne la gravedadde un riro, como si se
El desarrollo del simbolisrno en México,y el elevado
logro
rrarasede una enigmáticay lúgubre ofrenda a la muerre, que
are/seicode algunas de sus expresiones,ranro lasde remátia
la F.uniliaencera hiciese de sí misma. Nos hallru11ospues,
"cosinopolira'' como las de "afirmaciónnacionalisca'',
corro-
con10en cantos cuadros "fin de siglo•, en el umbral de los
dt
boran una observación que hizo GillesGenry,en ocasión
dominios de Tánaros: una mecáforadel destino humano, al
la gran exposición del simbolismo organiz:idaen 1995
tn
modo de un Boclclinmexicanizado.
Montrcal: "La generación simbolista acerró en resolver
la
Orro de los motivos ampliamente abordados por nues-
paradoja de sacisfucerohjetivamencelas ambicionesnacio-
tros simboliscasfue el de la vejezy sus a-srragos:abundan las
nalistas y de ser panícipe, al mismo 1iernpoY 3 cab:Jidad•
figurasde ancianos en dibujos y pinruras de lasdos prin1eras
en e1 .1ncercan1b'10 y 1a dº1seminac1
. '6n de cuJrurae idos a
décadas del siglo XX.Son parcicularmcnrcexpresivastanto
escala i nccrnacional.">•
las primeras obras de Z.irraga, muy reñidas de zuloaguismo . 'ó e11cte
El diálogo propiciado a lo largo de esta cxposi0 n,
-Anciana tÚ Segovia,El viejo del escapulario-,como las • pePCOliO
obras y artistas de la más variada proccdenoa. no
numerosas versionesque Herrán dibujó y pintó con esre .. codeese
propósito que invitar a extender d conocirllJCII •
conesferadecristal,El 11/timo
asunto -Ancia11a canto,Viejecita,
...,--..:,,nal
. . que: ocupó 1a "1n,___
vasco cerntono Siml,o&O
•
<>
56
Aun cuando en su incetior pueden distinguirse centros de ◊
oí Aru,. y Nul.-v.t Th~ Solomon R..Gu~cnhcim Mu.seum,2000, O'.'.lll
Yt>rk.
irradiación y zonas r<ceproras,sin dudo esmvo unifocndopor Je:Robe:.«RoscnblumLI 1l[, pp. 3Z..36y f>'UIIIII,
r:ru:.::i)'OS
1 Erncst Rc:ma.n,
¡Qui a uun ,111ml1t?.
t~ducción ~ICil$1cllano
y ccudio
aspiraciones y rareas compartidas. Y si bien algunas de 1:is
prdimin.u de Rodrigo Fcn,~ndc-vOarvajal, M:idrid, Cc:nt,o de EsmdtOs
regiones siruada., en sus fronteras han que-dado cemporal- t 983. Se c.r.m1
Constiwc::ionalc:s., de una coníccenda pronunciada or·iginal·
menre en d olvido, desdeñadas y oscurecidas por el exdu- memc c:o 1882 en l:aUnh·c,sidadde U Sorbon:i.en P:arl.s,y 1«ogicb:en
DiKcw1 ti amjlrtJJ<tl, P.tm.OJ.lmanl..c\'Y,1887.
ycnce c.,ar~crermetropolitano de la practica historiográfica
8 Qul<noru.Ouíoo,"Lottrist~-. &vúflt l~ttl, corno1,mlm. 25. 21 de
en el cnmpo del arte. es de desearse que pronto sean rea•
ocu1b1c
de 1894,~-:!85,
sumid~ en un vasco panorama incegrador. en donde sea ? /bid., pp. 385-386.
n,nol'!lci6n
enla 1:.s<:ucla
Nocion:ilde lldl:ISAnos. J 903•f 912".en /.J,s11rnd• 1923:y bs )"' referida,memoriasde RubénM. C:unpo<,Elbnr.
lnstirutoNadonal de Bdla.sAncs (INDA),f 991, coa c1n-a¡'tlsde Áfv:110 se refierea las obras que vio en la de La llbrc Esthétiqucde
m:uhilc:ñ:i,
Bmstl:\S -Ensor, Dcgou\U de Nuncqucs, '"mi maauo Tooro1). Mir.
Matute, f.auS<oRamfrc:¿
y Pilar Carda de Gcrmc:nos.
s
6 Vbk Los, Pantáis,: 1mfx,b11E11rofK, car:ifogode exposición, IWS1ttol, "Algun~ no11&.\~brc pintur.i",S,wil1Motlm,a,
cmrc otros. \161:,c:
Monu.,.J,The MnnuealMuscum offine Arrs, 1995,con cns,yos de )can m\m, 4. juniode 1906:rocogido
por X.vierMo)'.sénen La trftiu dearr, m
,\1()(1(0, 18%·1921, 2 tomos,México,IIE. UNAM,1999, t. 1, pp. 222-226
GillcsGcnry.., al. pp. 19,28-29, 251-252YP""'"'·
a.ir, Guy Cogcv.,J, Y
(citopor c,ruedición.pp. 222-223).SobreOtro< artisw "mockmos•admi-
/900: Art ,rtti,, Cn,sm,ads,cacllogode exposición,Londres,Ropl Aademy
◊
57
.,,_ .., Patls -e,,ricre, PuYis de Ch-a...:annes.Bc:m!lrd, ◊ 32 /bid, R· 292; véasetambifo, dd mismoGómciRobc¡
r.tdos por ,,..._, •-tr
. -·4Q "'-
Rod),, ... -. ,-ta,e ibid..P· 21J.
c,6n de Son Culos. ~ obru delos pcnsiona<lo,.
Co ._._
ru1ucr.it,o
18/bid., pp. 224-225, la crflic:a"'.El D,'arü,, 16 de d¡dcmbrc de:1906 rcc •.,:~ 1ktlir4tt
• oS•wen ibüJ
19!bid.. p, 22/;. . . ., Seornslucc con niúd.., en <ms rdlcxion.,dd crftia, , ., p.Ui
.
20 H:ayque ad\·crorque
Zfm~
· v-- ucifü.'Id témiino "imptC$10,nsmo •• y · dd ·iu.e-.t.no
oa ·' · C$kOCO, · cwopcowutt.• , elsimbofürnoen la · mcx,""'•·
t, iollua,.
• ,. ÍI • a las tcodc-nci¡u,dlcim:u.Con (ocio, l:ad,fo.. • pio,ur,.tal"'111olo
no "simboJumo•par.are cmsc luab(;i,ncxpucno escmorcsoomo AlbertAu,ic,y o,ros,.De U .
.
rencl1ci6n1:&JántC h·s oriadel .:it1ch2rí:lpo.1tcriormcrucno les• rcsul
qllt' 1::a • t ,
.. .
• bwcu lamt'dulacspiriiwJy misterios,delas~ d
Cl<honoc,ón
' t p,,.""'
~
. __,s_ 1 fMpmni()S'
r:andar.aa 1:J sw»n 3n&St~involucrnd0$c:1\ los movun1cn•
F.1b:a ... r ,o del anisr.a-vidcme, d,ñ 11icl, • ¡, · .,,,¡
que d, vozy p<Ckncia °""'J>
11
~
'6n. U••
cosde:re11ov.aa " n:Raión
· pn,funda de índolepsia,lógic:u)' filosófi- • •
<,q;,,elarmtaoomo=,rirwlrr•dord
d.,dde la na1umlor,.1 1, .
\Clt'Jlcc
-r , e n1.11ctQ;b'COC'b
ca :ICCJCilde 111$Ch•- .. r.alconfusión' y de l:u rdacioncsy :an:iJogfa.s
..-, d"' que
del :me como un:a1nnscripciónv¡sualdeloucntimicntosycsQcbdc~no
puedendttlhlccc11e
cntl'c:ambas:\'Cfflcntt:$ la h:accJc:.anClair en
cst.ilí,scicu.
d.b ,&,.
dd mundon•1ur.J;fa1'01<Ul:irióo
provocmlospo, la conicmpl:ición
d cn.lO)'O t..,, l',mulw .. ,. ya
•71,. Sdí BcyondR.covc,y". en d cooilo¡,'<>
tesiseJecudw,como mediop.1n lograrcsctdc.1ribmicn10 la
y fl'.lNposiclcSn:
cio,do,pp. 12f,-IZ7.
visióndelartecomodcooración,'"end mispuroscmido,deb p:d;ibn":~orn¡..
21 V~c imer3 c:.ucmo,aqut, d :aforümode W':iltcrPater que ac:ibó 1>0r
10 de un, rupc,ilcieplana"(p. 264) modi,n« la linea,d color,elcfac<l«umy
en la consignae.stéticadd fin d~ sigJo:"Todo :we aspira oons-
convcrrlrSc:
los ritmoscomposi1:i\'0i:
y d usod~ una 1crminologhmctúórico-mU$iQ14J
.. (P.m:r,'"La l!scuda de Giorgionc", en
r:tmcmcmc3 b condición<lemúsiC3
pinruracomo º\ma sinfoníaque 1iencloscolott$porlenguaje"-;
(p.220).
Esmdiosdearu y ¡,«sin. cr:aducció1,
F) mu1dmk1110. :i.lQStcllanode Vicente
33 HommnfaNnrio11al
Jo,/ M,,,r,, iqw,o 0840-19/2),2 ,omo,,ali-
P.Quimcro.BuenosAire,, Hachenc. 1946, p. 141).
logo de <>posición,México,Munal, INBA•UE.
UNA.\ol,
1994,"'" ,.,
1 01
dc
2-2Rt-míto,para dio. a l:1recopilaciónde la ~ríric;1an1C$ drad.a hecha
Maria ElenaAlr.1mírano,
X"vi-erMoys~ny FJwm ~tnfrn
por X:avicrMoyssén,y af estudioinuoduccorioc~pectjvo,de Julicta Orcit
34 Véase l.ily LiMk, &o1in110
fin de ,iglo, Bucdona,Amoni&.rJ,.
G:úr.in,que considerode:consultaobli-g::ida
para este rema.
1979;pero iambién,para la fucctamgaüvay denigran, de""' idc,.B""
23 José Pierre, l'IJ11illmJYm/x,/iJte.Fin de 1ikk et dkr1d~11ct,
París,
ti, la muja-m 14mlmm,i,fo,1,
Ojikstra,fdok,,depnvmiMd. [_,,i11u1gn,
Somog¡-,1991.pp. 342-350.
sigk,,Madrid, Oeb,re, 1994.
24 Sobre Lujin y Vaftnzucla, y el ongen de sus fonunas, Javier
...• op."'• pp. 421-437,
35 úm 11,rru/is,
G,rciadiego,·t,, modcmiL1cióade la polrtira",en Clm de Lar:ty Curie!
36 El Útufoasignadopor d artistaest:Sju.scificado nos6lo
doblcmcnrc,
op.rit., L 2. p. 40; rambiénlas memoriasde Rubén M. Campos y
Dcfo.<Sé,
por lo quc-araficaJ:uunro,sino porquees b Jl'rl;¡g_t'n
conque;ibriaunálbum
Valcnzucl,(Campos.op.r,i., pp. 73 y 150; yJesús E. Valenzuela,
de 0111</x,
de dibujosque publicóen Paris,con un prólogode Hcnñ de Rignict(\lillf'
Mu r«urrrlo1,Ma11ojode rimm. prólogo, edición y now de Vicente
y que ha $idoinduido en la prescmcmucstr.a.
dnstiJS)#
Quu.1nc,México,CNCA,2001. pp. 123. 124, 128 y 129).
op.ri<, p. 12.
37 U<Vak,
25 "fací;csisde un caprid,o al óleo.de Julio Rudas'. /¼vi.,r,,
Mod,nurd,
38 l.ily Li,,.ak,"FJjanlfn en la pinrumcsp,íiol, de 1870• 1936",
<•d
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en w, 1ópico la afinidad funda,nentil emtc el hombro y la nacurafc-,13, dela"'"'
39 TarnbiénUly Urva.kh., h«bo un estudioen profundidad
haciendodd p:1jsajcuno de sus-principalesgéntros expresivos,como proycc,- md de Jos intdccru;alt'S Tm~
fn:nrca la dico,omb c:ampo-c-iuc:Lad:
ción de fo:subjcrivid:tddd :artista(\·~. entre orros estudios ya •'dá:.ic:o{', indrmrín/y/ir,m111m
m f!spaf/JJ
(/895·1905). Modtid.T•urus,1980,
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Roscnbtum.ModernPai111i11g
muí ti~ Nor1hm1Rmn,11111(
Trllllitin11,
NUt!\'::I 1908en la EscuelaNooion•Ide Bcll._.Ancs bajod nombtt de a,,,-tld
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S,11,1
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1 tk F.,ptrñA
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197.,,PP.
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43 Lol'o de laT orncnu:.
· · 7 r,1zd11ti, Ditgr,Rl,m1, 2 1om0$,
Mtmonn S5 Guy Coga•;:al,1he \X'aningof Cuhure•. CJ') ll>,1 Puradht•.•• o¡.
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prccipil.ldo ..en l:u esferas'".con arreglo :a los venos de Ncrvo (&vütn mino :i.cuó:idopor H~\·clockFJti~p:u·ndesignarc1pl:ac~,axi:ido con d
VaJdés.''E.stuc1io
introductorio"'al ya cir2dofudkt Ú<In &vis111
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pillCÓdode Scbastiin con d pinror, y de la mujer orante con .supropüa mt.ntc los orígenesy las repercusionesde at:1 polarit.acióngcnéñta, en d
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